Eso era lo que sentían. Lo único que parecía que podían sentir.
No había comenzando sutilmente. No había sido una sensación que fuese creciendo en sus corazones, haciendo que se erizaran los pelos de su nuca ante una posible amenaza. Había aparecido repentinamente, y precisamente, eso lo había vuelto más aterrador.
La tarde languidecía en la tranquila ciudad de Greenest y la gente comenzaba a despedirse, de camino a sus casas tras otro día de trabajo en sus granjas o comercios. Algunas nubes cruzaban el cielo, pero ninguna amenazaba tormenta o lluvía. Los hogares estaban encendidos en la mayoría de las casas, llenando el aire del atardecer de agradables olores a pan recien hecho y cenas calientes.
Y entonces el miedo llegó y lo consumió todo.
Las conversaciones enmudecieron. La gente se paralizó donde estaba, sin atreverse a dar otro paso. Hasta la ligera brisa que corría se paró. Expectante. Algunos miraron a su alrededor, unos pocos levantaron la vista.
Y entonces el silencio se vió roto por el sonido de un relámpago que salió de una de las nubes que estaban sobre la fortaleza de la ciudad.
Haced click con el boton derecho para abrir el enlace en otra pestaña y asi no tener que estar "volviendo" a esta página.
El olor a ozono impregnó la ciudad. El relámpago impactó en la fortaleza lanzando piedras incandescentes por todas partes que comenzaron a crear pequeños incendios. Pero nadie los atendió.
Abriéndose paso a través de la nube y arrastrando jirones de la misma a su paso, un gran dragón azul bajó en picado y con una batida de sus poderosas alas realizó un majestuoso giro alrededor de la ciudad mientras lanzaba un desafiante rugido.
Ese sonido ninguno podría olvidarlo jamás. Era la primera vez que lo escuchaban y muchos sabían que les perseguiría durante el resto de sus vidas.
Sin embargo, Morko, que estaba cerca de la fortaleza ya había escuchado ese sonido antes. No permitió que el miedo le paralizara las piernas ni le embotara la cabeza. Miró a su alrdedor y vió que el dragón no era el único de sus problemas.
Fue entonces cuando empezaron los gritos.
Parecían salir de todas partes. Entrando en la ciudad a cuchillo y fuego, varios kobolds junto con humanos atacaban la ciudad sin piedad.
Roland, pese a temblarle las piernas, empezó a gritar a la gente que tenia cerca que corrieran hacia el cercano templo de Chauntea, que era a donde se dirigía él antes del ataque, para refugiarse. Vió que entre los pueblerinos había un gnomo que ayudaba a una niña a levantarse del suelo y corrian hacia el templo. Wildmugger también vió al gnomo ayudar a la niña, pero él estaba demasiado ocupado abriendo la puerta del templo para entrar como para ayudar a nadie. Sin embargo los pueblerinos malinterpretaron sus intenciones y entraron en tromba a la relativa seguridad del templo, donde los recibia un sorprendido clérigo.
Roland, que aún estaba fuera del recinto del templo propiamente dicho, el cual estaba delimitado por una pequeña muralla de piedra, vió como un semiorco abría la puerta y la sostenía para que pasaran los aterrados habitantes del pueblo.
Daren, que acababa de llegar a la ciudad y se dirigía a la posada pudo ver como el dragón giraba en el aire y volvía a atacar lanzando otro rayo desde sus enormes fauces abiertas. El rayo cayó muy cerca de él, y sólo los reflejos adquiridos durante tantos años de entrenamiento le hicieron saltar hacia un lado en el último momento. Aún así, la tierra y piedras fundidas por la energía del rayo cayeron sobre él, y los oídos le pitaban. El dragón, volando muy bajo, utilizó su cola como un látigo y derribó parte de una casa sobre sus ocupantes y la calle, antes de volver a remontar el vuelo y perderse en las nubes que cada vez eran más pesadas.
Zevatur, que estaba cerca y vió a un hombre ataviado con una túnica saltar a un lado y librarse del ataque del dragón por los pelos, se lanzó hacia un lado para salir de la vista del dragón, y fue entonces cuando vió a varios hombres que iban vestidos distintos a los que atacaban la ciudad junto con los kobold. Se mantenían un poco aparte del ataque, pero tenían las armas listas y no parecían muy amigables. Un kobold se acercó a ellos en busca de instrucciones y uno de ellos contestó con un gruñido, haciendo que el kobold se uniera a sus compañeros en el saqueo de una granja cercana. El tiefling vio como el grupo de hombres y unos cuantos kobold y mercenarios que estaban a su alrededor ignoraban deliberadamente a los habitantes que huían de ellos, como si no estuvieran.
En otra parte de la ciudad Grauhok corría hacia la relativa seguridad de la fortaleza, aún estaba a unos centenares de metros, pero los altos muros de la muralla y la torre parecían mucho más seguros que las casas ante los ataques de los kobold y, por supuesto, del dragón. Giró en una esquina y allí vió a un enano con un hacha de guerra en la mano que miraba hacia el cielo con sed de sangre. Morko buscaba un lugar desde donde poder atacar al dragón, y entonces vió a un semi-orco correr hacia él. "Puedo empezar por él" pensó el enano, pero justo en ese momento, entre los dos se cruzaron un hombre y una mujer que corrían con dos niños en los brazos. Pese a la débil luz del atardecer era evidente que el hombre sangraba profusamente por una pierna.La mujer tenía un bebe en un brazo y un cuchillo en la otra mano, el cual estaba manchado de sangre verduzca de kobold. Tras ellos un grupo de cinco kobolds y dos criaturas reptilianas les perseguían. Una de aquellas criaturas tenía las fauces manchadas de sangre roja y se relamía de anticipación.
Desde su escondite, Martín vió como la familia trataba de huir de sus perseguidores, los cuales no le habían visto y le daban la espalda, ansiosos como estaban de capturar a los humanos. El enano y el semiorco parecían confundidos sobre qué hacer ya que todos aquellos se habían interpuesto en su camino.
[OOC: ¡¡Hemos empezado!!
Todos, menos Morko, estais Frightened:Lo que quiere decir que no podeis ir hacia el Dragón y que mientras lo tengais a la vista teneis desventaja en todas las tiradas de ataque o habilidad. En este momento nadie lo teneis a la vista, ya que ha remontado el vuelo para volver a atacar. Ya haremos tiradas para ver si lo superais...
Siempre que queramos añadir algo, una pregunta o comentario, lo hacemos entre corchetes y así sabemos que es el jugador, y no el personaje el "habla".
Os dejo dos imágenes más. Una de la posición de la ciudad en el mundo, y otra de la ciudad en sí.
Roland, Berane y Wildmugger están cerca del templo, en la esquina inferior derecha, el edificio rodeado de un muro de piedra.
Daren y Zevatur están casi en la plaza del pueblo, en el camino que entra a la misma por la izquierda.
Morko, Martin y Grauhok están en el último cruce de caminos que hay antes de comenzar a subir hacia la fortaleza.
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[WildMugger tras muchos años sobreviviendo en los campos de batalla, sabe discernir cuales son las prioridades. En este caso su prioridad es dirigirse hacia los que parecen controlar el asedio e intentar llegar lo antes posible, abriéndose paso con sus hachas si es necesario.]
Tras evaluar la situación, me voy abriendo paso entre la muchedumbre asustada. Mi objetivo es claro, llegar hasta los que controlan el asedio -muerto el perro, desaparece la rabia- voy mascullando entre dientes. Mientras avanzo hacia los humanos, desenvaino mis herramientas de combate, una en cada mano, con paso firme y decidido, golpeando las hojas de las hachas una contra la otra. -Creo que la misión va a ser más corta de lo que esperaba-, voy pensando mientras se esboza una sonrisa en mi cara.
[Quiero tirar Intimidación. El proposito: que el gentio con el que me voy cruzando se aparte, sin tener que utilizar la fuerza física para retirarlos de mi camino. La apariencia y la puesta en escena creo que puede ayudar. 15 ]
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La visión del dragón no solo atemorizó al Tiefling Zevatur. Sus llameantes ojos refulgieron con angustia. ¿Su destino le estaba alcanzando, su perdición estaba cerca?... Por suerte en esos instantes de parálisis el dragón estaba entretenido con ese hombre de la capa que milagrosamente esquivó el ataque del dragón y los kobol parecían haber pasado de largo. Pero la visión de los hombres dando ordenes a los atacantes hizo que la sangre le hirviese y sus músculos empezasen a actuar. Buscando cobertura y escondite en una de las recientes ruinas cercanas Zevatur alzo su voz...
- ¡¡Aquí, aquí están los líderes del ataque!! - Su voz, gracias al cantrip de Thaumaturgy se alzo por encima de los gritos, llegando 3 veces mas de lo que habría hecho un grito normal. Solo no podría acabar con tantos kobols y humanos, pero con refuerzos las cosas se podían poner a su favor...
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Mierda, pensó Martín, la misión está en peligro, ¿cómo se podía haber precipitado todo de repente? Desde su escondite, el semielfo concentraba toda su fuerza de voluntad en intentar controlar cada fibra muscular azotada por el azogue causado por la visión de ese tremendo dragón. Con un gesto controlado más fruto de su memoria muscular entrenada durante años en La Academia, que de su propia consciencia, Martín sacó su arco corto en absoluto silencio, sacó una de sus flechas élficas y se frustró un poco al reconocer que no había tenido tiempo para sintetizar el veneno para emponzoñarla.
Tenso la cuerda apuntando a la bestia reptiliana que amenazaba directamente a la familia, y confiando en la sorpresa de su ataque, dejó volar la flecha hacia el punto más débil de su enemigo, sus fauces abiertas rezumantes de sangre. Si no la mataba, al menos esperaba llamar su atención. Si es que era capaz de verle.
[Desde la tablet no puedo hacer las tiradas, si el Master es tan amable de hacerlas por mi. Sería esconderse > disparar > daño + sneak attack]
Acababa de salir al mundo del pequeño templo de su pueblo y ya se había cruzado con un dragón, pensó Roland con un escalofrío recorriendole la columna. "Los designios de Lathander son inescrutables" se dijo asimismo para reconfortarse. Se aseguró de que último de los habitantes a la vista se internara en el templo antes de girtarles que atrancaran la puerta tras ellos hasta que pasará el peligro. Observó como un semiorco empuñaba las armas parece que con decisión de enfrentarse a aquellos monstruos que atacaban el pueblo.
Respirando profundamente mientras murmuraba una plegaria, empuño fuertemente su maza y su escudo y trotó hasta situarse al lado del guerrero, dispuesto a proteger a los aldeanos si era necesario con su vida.
[Los atacantes no esperan resistencia, asi que teneis todos un asalto de sorpresa gratis. Los tres del templo llegais hasta vuestros enemigos. Tirad iniciativa ( 1D20+mod de Dex)
Quedan dos por contestar demosles un poco más de tiempo. ]
Miedo, una sensación que Morko conocía a la perfección, y sabía lo que venía con él, destrucción. Las imágenes de su ciudad arrasada, pasaron por su mente- Esta vez no-se dijo a si mismo el enano. Agarrando su arma salió en la búsqueda de la fuente del miedo y la encontró sobrevolando la ciudad.
Las buenas gentes Greennest lo habían acogido y ayudado a recuperarse de sus heridas, es hora de devolverles el favor. Empuñando su hacha, Morko sigue el recorrido del dragón por tierra, pero se ve frenado por la aparición de un semiorco al otro lado el cruce, puede ser un buen comienzo, pero la aparición de la familia lo cambia todo. Una voz resuena en su cabeza, la de sus tutores de antaño, proteger al débil ese el deber de un paladín.
Girándose hacia el grupo de enemigos ve como una flecha sale volando e impacta en una de las criaturas reptilianas, sin pensárselo dos veces Morko carga contra la criatura herida al grito de POR MORADIN, POR MI FAMILIA!!!
Las llamas envolvieron a los kobold y el olor a carne quemada inundo las fosas nasales del semiorco y casi hace vomitar al enano mientras cargaba. Pero el lagarto gigante esquivo el peligro y las llamas solo le habian rozado. Cuando se disponia a saltar sobre Grauhok, una flecha que provenia de su espalda se clavo profundamente en el costado de la criatura, y mientras esta lanzaba un grito de dolor, el enano, lanzando un grito de guerra, hundio el craneo de la misma, cayendo esta inerte al suelo.
La familia se movio instintivamente tras el enano, pero los tres kobold restantes y el enorme lagarto no se amedrentaron y se lanzaron a acabar la nueva amenaza que les habia robado su presa y habia acabado con sus amigos.
Orden iniciativa de este grupo:
Grauhok
Kobolds y Drake
Martin
Morko
Mientras Grauhok invocaba de nuevo su poder, hacia el norte de su posicion todos pudieron escuchar una voz que gritaba LOS LIDERES ESTAN AQUI
En cuanto vio que los humanos y los kobold dejaban lo que estaban haciendo para intentar localizar a la persona que gritaba, Zevatur se planteo si habia sido una buena idea haber avisado. Se comenzaron a desplegar buscandole, armas en mano, y aunque no le vieron inmediatamente, solo era cuestion de tiempo que lo localizaran.
Daren escucho la advertencia, desde su posicion el no podia ver a los supuesto lideres, pero en cuanto empezaron a desplegarse vio a los kobold y a los humanos buscar a quien habia gritado. No parecian que le hubieran visto, pero si le descubrian no iban a pararse a preguntar.
Iniciativas para este grupo:
Daren
Zevatur
Kobolds y Humanos
Ver a un semiorco cargar con sus hachas desenfundadas sin duda hizo que los pueblerinos se apartaran, sin embargo tuvo un efecto que Mug no habia tenido en cuenta. En lugar de ir hacia el templo, comenzaron a huir en todas direcciones e incluso alguno se quedo paralizado en el suelo, dificultando su avance. Aun asi consiguio llegar hasta el grupo principal de los atacantes, pero estos ya estaban preparados y dos mercenarios y dos kobold le rodearon y atacaron sin piedad.
PIniciativas para este grupo:
Kobolds, Humanos y Drakes
Roland
Wildmugger
Berane
Ataques a Wildmugger:
Humano1: 6 damage si da
9
Humano2: 3 damage si da
5
Kobold1:6 Ventaja por tener aliado a menos de 5ft 15 damage 7
Kobold2:6 Ventaja 20 damage 3
En el proximo turno se uniran 3 humanos, 7 kobold y 3 lagartos gigantes.
Mientras el semiorco se veia superado por los ataques Roland pudo mirar enrededor y vio que, ademas de los enemigos que pronto se unirian, habia aun mas atacantes entre las casas de la ciudad. Mientras unos parecia que conducian a los ciudadanos donde no molestarn, mientras fueran lo suficientemente rapidos para huir de sus armas, otros grupos parecian estar ocupados saqueando las casas y los comercios. Enfrentarse a tantos enemigos sin ayuda y en campo abierto parecia una resistencia futil, puede que dieran cierto tiempo a los asustados habitantes de la ciudad a llegar al templo, pero si intentaban aguantar y acabar con todos pronto se verian superados.
Berane perdio el ritmo del semiorco al ayudar a la joven humana, pero le vio rodeado de enemigos y se afano por llegar a su lado para brindarle ayuda.
El rugido del dragon se escucho por encima de sus cabezas recordandoles que sus problemas no habian hecho mas que comenzar.
[Grauhok, Daren y Roland. Vuestros turnos!! Cuando hayais posteado pueden continuar los siguientes en iniciativa]
Miedo.
Eso era lo que sentían. Lo único que parecía que podían sentir.
No había comenzando sutilmente. No había sido una sensación que fuese creciendo en sus corazones, haciendo que se erizaran los pelos de su nuca ante una posible amenaza. Había aparecido repentinamente, y precisamente, eso lo había vuelto más aterrador.
La tarde languidecía en la tranquila ciudad de Greenest y la gente comenzaba a despedirse, de camino a sus casas tras otro día de trabajo en sus granjas o comercios. Algunas nubes cruzaban el cielo, pero ninguna amenazaba tormenta o lluvía. Los hogares estaban encendidos en la mayoría de las casas, llenando el aire del atardecer de agradables olores a pan recien hecho y cenas calientes.
Y entonces el miedo llegó y lo consumió todo.
Las conversaciones enmudecieron. La gente se paralizó donde estaba, sin atreverse a dar otro paso. Hasta la ligera brisa que corría se paró. Expectante. Algunos miraron a su alrededor, unos pocos levantaron la vista.
Y entonces el silencio se vió roto por el sonido de un relámpago que salió de una de las nubes que estaban sobre la fortaleza de la ciudad.
Haced click con el boton derecho para abrir el enlace en otra pestaña y asi no tener que estar "volviendo" a esta página.
RELAMPAGO
El olor a ozono impregnó la ciudad. El relámpago impactó en la fortaleza lanzando piedras incandescentes por todas partes que comenzaron a crear pequeños incendios. Pero nadie los atendió.
Abriéndose paso a través de la nube y arrastrando jirones de la misma a su paso, un gran dragón azul bajó en picado y con una batida de sus poderosas alas realizó un majestuoso giro alrededor de la ciudad mientras lanzaba un desafiante rugido.
DRAGON ROAR
Ese sonido ninguno podría olvidarlo jamás. Era la primera vez que lo escuchaban y muchos sabían que les perseguiría durante el resto de sus vidas.
Sin embargo, Morko, que estaba cerca de la fortaleza ya había escuchado ese sonido antes. No permitió que el miedo le paralizara las piernas ni le embotara la cabeza. Miró a su alrdedor y vió que el dragón no era el único de sus problemas.
Fue entonces cuando empezaron los gritos.
Parecían salir de todas partes. Entrando en la ciudad a cuchillo y fuego, varios kobolds junto con humanos atacaban la ciudad sin piedad.
Roland, pese a temblarle las piernas, empezó a gritar a la gente que tenia cerca que corrieran hacia el cercano templo de Chauntea, que era a donde se dirigía él antes del ataque, para refugiarse. Vió que entre los pueblerinos había un gnomo que ayudaba a una niña a levantarse del suelo y corrian hacia el templo. Wildmugger también vió al gnomo ayudar a la niña, pero él estaba demasiado ocupado abriendo la puerta del templo para entrar como para ayudar a nadie. Sin embargo los pueblerinos malinterpretaron sus intenciones y entraron en tromba a la relativa seguridad del templo, donde los recibia un sorprendido clérigo.
Roland, que aún estaba fuera del recinto del templo propiamente dicho, el cual estaba delimitado por una pequeña muralla de piedra, vió como un semiorco abría la puerta y la sostenía para que pasaran los aterrados habitantes del pueblo.
Daren, que acababa de llegar a la ciudad y se dirigía a la posada pudo ver como el dragón giraba en el aire y volvía a atacar lanzando otro rayo desde sus enormes fauces abiertas. El rayo cayó muy cerca de él, y sólo los reflejos adquiridos durante tantos años de entrenamiento le hicieron saltar hacia un lado en el último momento. Aún así, la tierra y piedras fundidas por la energía del rayo cayeron sobre él, y los oídos le pitaban. El dragón, volando muy bajo, utilizó su cola como un látigo y derribó parte de una casa sobre sus ocupantes y la calle, antes de volver a remontar el vuelo y perderse en las nubes que cada vez eran más pesadas.
Zevatur, que estaba cerca y vió a un hombre ataviado con una túnica saltar a un lado y librarse del ataque del dragón por los pelos, se lanzó hacia un lado para salir de la vista del dragón, y fue entonces cuando vió a varios hombres que iban vestidos distintos a los que atacaban la ciudad junto con los kobold. Se mantenían un poco aparte del ataque, pero tenían las armas listas y no parecían muy amigables. Un kobold se acercó a ellos en busca de instrucciones y uno de ellos contestó con un gruñido, haciendo que el kobold se uniera a sus compañeros en el saqueo de una granja cercana. El tiefling vio como el grupo de hombres y unos cuantos kobold y mercenarios que estaban a su alrededor ignoraban deliberadamente a los habitantes que huían de ellos, como si no estuvieran.
En otra parte de la ciudad Grauhok corría hacia la relativa seguridad de la fortaleza, aún estaba a unos centenares de metros, pero los altos muros de la muralla y la torre parecían mucho más seguros que las casas ante los ataques de los kobold y, por supuesto, del dragón. Giró en una esquina y allí vió a un enano con un hacha de guerra en la mano que miraba hacia el cielo con sed de sangre. Morko buscaba un lugar desde donde poder atacar al dragón, y entonces vió a un semi-orco correr hacia él. "Puedo empezar por él" pensó el enano, pero justo en ese momento, entre los dos se cruzaron un hombre y una mujer que corrían con dos niños en los brazos. Pese a la débil luz del atardecer era evidente que el hombre sangraba profusamente por una pierna.La mujer tenía un bebe en un brazo y un cuchillo en la otra mano, el cual estaba manchado de sangre verduzca de kobold. Tras ellos un grupo de cinco kobolds y dos criaturas reptilianas les perseguían. Una de aquellas criaturas tenía las fauces manchadas de sangre roja y se relamía de anticipación.
Ambush Drake Sound
Desde su escondite, Martín vió como la familia trataba de huir de sus perseguidores, los cuales no le habían visto y le daban la espalda, ansiosos como estaban de capturar a los humanos. El enano y el semiorco parecían confundidos sobre qué hacer ya que todos aquellos se habían interpuesto en su camino.
[OOC: ¡¡Hemos empezado!!
Todos, menos Morko, estais Frightened: Lo que quiere decir que no podeis ir hacia el Dragón y que mientras lo tengais a la vista teneis desventaja en todas las tiradas de ataque o habilidad. En este momento nadie lo teneis a la vista, ya que ha remontado el vuelo para volver a atacar. Ya haremos tiradas para ver si lo superais...
Siempre que queramos añadir algo, una pregunta o comentario, lo hacemos entre corchetes y así sabemos que es el jugador, y no el personaje el "habla".
Os dejo dos imágenes más. Una de la posición de la ciudad en el mundo, y otra de la ciudad en sí.
Roland, Berane y Wildmugger están cerca del templo, en la esquina inferior derecha, el edificio rodeado de un muro de piedra.
Daren y Zevatur están casi en la plaza del pueblo, en el camino que entra a la misma por la izquierda.
Morko, Martin y Grauhok están en el último cruce de caminos que hay antes de comenzar a subir hacia la fortaleza.
Sword Coast
Greenest
]
PbP Character: A few ;)
[WildMugger tras muchos años sobreviviendo en los campos de batalla, sabe discernir cuales son las prioridades. En este caso su prioridad es dirigirse hacia los que parecen controlar el asedio e intentar llegar lo antes posible, abriéndose paso con sus hachas si es necesario.]
Tras evaluar la situación, me voy abriendo paso entre la muchedumbre asustada. Mi objetivo es claro, llegar hasta los que controlan el asedio -muerto el perro, desaparece la rabia- voy mascullando entre dientes. Mientras avanzo hacia los humanos, desenvaino mis herramientas de combate, una en cada mano, con paso firme y decidido, golpeando las hojas de las hachas una contra la otra. -Creo que la misión va a ser más corta de lo que esperaba-, voy pensando mientras se esboza una sonrisa en mi cara.
[Quiero tirar Intimidación. El proposito: que el gentio con el que me voy cruzando se aparte, sin tener que utilizar la fuerza física para retirarlos de mi camino. La apariencia y la puesta en escena creo que puede ayudar. 15 ]
El lado Oscuro es más poderoso
La visión del dragón no solo atemorizó al Tiefling Zevatur. Sus llameantes ojos refulgieron con angustia. ¿Su destino le estaba alcanzando, su perdición estaba cerca?... Por suerte en esos instantes de parálisis el dragón estaba entretenido con ese hombre de la capa que milagrosamente esquivó el ataque del dragón y los kobol parecían haber pasado de largo. Pero la visión de los hombres dando ordenes a los atacantes hizo que la sangre le hirviese y sus músculos empezasen a actuar. Buscando cobertura y escondite en una de las recientes ruinas cercanas Zevatur alzo su voz...
- ¡¡Aquí, aquí están los líderes del ataque!! - Su voz, gracias al cantrip de Thaumaturgy se alzo por encima de los gritos, llegando 3 veces mas de lo que habría hecho un grito normal. Solo no podría acabar con tantos kobols y humanos, pero con refuerzos las cosas se podían poner a su favor...
[Luego me dedicaré a tirar rayos de fuego...]
[Si puedo hacer tirada de esconderse: 18 ]
Zevatur, Rolthos
Mierda, pensó Martín, la misión está en peligro, ¿cómo se podía haber precipitado todo de repente? Desde su escondite, el semielfo concentraba toda su fuerza de voluntad en intentar controlar cada fibra muscular azotada por el azogue causado por la visión de ese tremendo dragón. Con un gesto controlado más fruto de su memoria muscular entrenada durante años en La Academia, que de su propia consciencia, Martín sacó su arco corto en absoluto silencio, sacó una de sus flechas élficas y se frustró un poco al reconocer que no había tenido tiempo para sintetizar el veneno para emponzoñarla.
Tenso la cuerda apuntando a la bestia reptiliana que amenazaba directamente a la familia, y confiando en la sorpresa de su ataque, dejó volar la flecha hacia el punto más débil de su enemigo, sus fauces abiertas rezumantes de sangre. Si no la mataba, al menos esperaba llamar su atención. Si es que era capaz de verle.
[Desde la tablet no puedo hacer las tiradas, si el Master es tan amable de hacerlas por mi. Sería esconderse > disparar > daño + sneak attack]
[ Esconderse: 15> Disparo: 18 > Daño: 6 ]
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Acababa de salir al mundo del pequeño templo de su pueblo y ya se había cruzado con un dragón, pensó Roland con un escalofrío recorriendole la columna. "Los designios de Lathander son inescrutables" se dijo asimismo para reconfortarse. Se aseguró de que último de los habitantes a la vista se internara en el templo antes de girtarles que atrancaran la puerta tras ellos hasta que pasará el peligro. Observó como un semiorco empuñaba las armas parece que con decisión de enfrentarse a aquellos monstruos que atacaban el pueblo.
Respirando profundamente mientras murmuraba una plegaria, empuño fuertemente su maza y su escudo y trotó hasta situarse al lado del guerrero, dispuesto a proteger a los aldeanos si era necesario con su vida.
[Los atacantes no esperan resistencia, asi que teneis todos un asalto de sorpresa gratis. Los tres del templo llegais hasta vuestros enemigos. Tirad iniciativa ( 1D20+mod de Dex)
Quedan dos por contestar demosles un poco más de tiempo. ]
PbP Character: A few ;)
[Realizo mi tirada por Iniciativa: 6
Que sobrao!!!]
El lado Oscuro es más poderoso
Miedo, una sensación que Morko conocía a la perfección, y sabía lo que venía con él, destrucción. Las imágenes de su ciudad arrasada, pasaron por su mente- Esta vez no-se dijo a si mismo el enano. Agarrando su arma salió en la búsqueda de la fuente del miedo y la encontró sobrevolando la ciudad.
Las buenas gentes Greennest lo habían acogido y ayudado a recuperarse de sus heridas, es hora de devolverles el favor. Empuñando su hacha, Morko sigue el recorrido del dragón por tierra, pero se ve frenado por la aparición de un semiorco al otro lado el cruce, puede ser un buen comienzo, pero la aparición de la familia lo cambia todo. Una voz resuena en su cabeza, la de sus tutores de antaño, proteger al débil ese el deber de un paladín.
Girándose hacia el grupo de enemigos ve como una flecha sale volando e impacta en una de las criaturas reptilianas, sin pensárselo dos veces Morko carga contra la criatura herida al grito de POR MORADIN, POR MI FAMILIA!!!
Attack: 22 Damage: 16
[Mi iniciativa por si hace falta: 11 ]
Zevatur, Rolthos
[La mia por si también hace falta]
9
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Iniciativa: 3
Iniciativa: 19+2
[El grupo que se acerca a tacar el templo, ¿que composición tiene de criaturas y como están distribuidas?]
[ Tirada de Salvación de los kobolds 21. 7
Del Drake> 8
Iniciativa de Daren 25 Iniciativa de Grauhok 1 ]
[Grupo 1> Grauhok, Martin y Morko: Iniciativa Kobolds/Drake: 10
Grupo2> Mug, Berane, Roland: Inic. Kobolds/Drakes/Mercenarios 14
Grupo3> Zevatur, Daren: Inic. Kobolds/Cultistas 5 Inic Acolito 15 ]
Las llamas envolvieron a los kobold y el olor a carne quemada inundo las fosas nasales del semiorco y casi hace vomitar al enano mientras cargaba. Pero el lagarto gigante esquivo el peligro y las llamas solo le habian rozado. Cuando se disponia a saltar sobre Grauhok, una flecha que provenia de su espalda se clavo profundamente en el costado de la criatura, y mientras esta lanzaba un grito de dolor, el enano, lanzando un grito de guerra, hundio el craneo de la misma, cayendo esta inerte al suelo.
La familia se movio instintivamente tras el enano, pero los tres kobold restantes y el enorme lagarto no se amedrentaron y se lanzaron a acabar la nueva amenaza que les habia robado su presa y habia acabado con sus amigos.
Orden iniciativa de este grupo:
Grauhok
Kobolds y Drake
Martin
Morko
Mientras Grauhok invocaba de nuevo su poder, hacia el norte de su posicion todos pudieron escuchar una voz que gritaba LOS LIDERES ESTAN AQUI
En cuanto vio que los humanos y los kobold dejaban lo que estaban haciendo para intentar localizar a la persona que gritaba, Zevatur se planteo si habia sido una buena idea haber avisado. Se comenzaron a desplegar buscandole, armas en mano, y aunque no le vieron inmediatamente, solo era cuestion de tiempo que lo localizaran.
Daren escucho la advertencia, desde su posicion el no podia ver a los supuesto lideres, pero en cuanto empezaron a desplegarse vio a los kobold y a los humanos buscar a quien habia gritado. No parecian que le hubieran visto, pero si le descubrian no iban a pararse a preguntar.
Iniciativas para este grupo:
Daren
Zevatur
Kobolds y Humanos
Ver a un semiorco cargar con sus hachas desenfundadas sin duda hizo que los pueblerinos se apartaran, sin embargo tuvo un efecto que Mug no habia tenido en cuenta. En lugar de ir hacia el templo, comenzaron a huir en todas direcciones e incluso alguno se quedo paralizado en el suelo, dificultando su avance. Aun asi consiguio llegar hasta el grupo principal de los atacantes, pero estos ya estaban preparados y dos mercenarios y dos kobold le rodearon y atacaron sin piedad.
PIniciativas para este grupo:
Kobolds, Humanos y Drakes
Roland
Wildmugger
Berane
Ataques a Wildmugger:
Humano1: 6 damage si da
9
Humano2: 3 damage si da
5
Kobold1:6 Ventaja por tener aliado a menos de 5ft 15 damage 7
Kobold2:6 Ventaja 20 damage 3
En el proximo turno se uniran 3 humanos, 7 kobold y 3 lagartos gigantes.
Mientras el semiorco se veia superado por los ataques Roland pudo mirar enrededor y vio que, ademas de los enemigos que pronto se unirian, habia aun mas atacantes entre las casas de la ciudad. Mientras unos parecia que conducian a los ciudadanos donde no molestarn, mientras fueran lo suficientemente rapidos para huir de sus armas, otros grupos parecian estar ocupados saqueando las casas y los comercios. Enfrentarse a tantos enemigos sin ayuda y en campo abierto parecia una resistencia futil, puede que dieran cierto tiempo a los asustados habitantes de la ciudad a llegar al templo, pero si intentaban aguantar y acabar con todos pronto se verian superados.
Berane perdio el ritmo del semiorco al ayudar a la joven humana, pero le vio rodeado de enemigos y se afano por llegar a su lado para brindarle ayuda.
El rugido del dragon se escucho por encima de sus cabezas recordandoles que sus problemas no habian hecho mas que comenzar.
[Grauhok, Daren y Roland. Vuestros turnos!! Cuando hayais posteado pueden continuar los siguientes en iniciativa]
PbP Character: A few ;)
Desde la cobertura que me proporcionan las ruinas lanzo un Fire Bolt a uno de los kobols.
Ataque 20, Daño 4
[¡¡Arde la ciudad por el fuego amigo!!]
Zevatur, Rolthos