Zevatur no lo duda un momento y se acerca a Varkha con el dinero del orco. - Tomad, estaba entre las pertenencias de los orcos. Necesitareis algo de dinero para retomar vuestras actividades.
La extraña caravana está acampada en un bosque de pinos. El olor a resina impregna el aire y más cerca del fuego donde arde alegremente la madera que han recogido. Aunque el ataque orco y las calamidades sufridas han sido muchas, el pequeño grupo que han salvado se siente agradecido de estar vivo y a sus salvadores. Se encargan de casi todas las tareas mundanas del grupo, buscar leña, traer agua, alimentar y cepillar a los caballos (al oso no se acercan salvo una cría que ha pasado la mayor parte del día viajando encima de él con una cara de felicidad absoluta ) cocinar, etc.
El joven que el Orog estaba apalizando hasta la muerte, de nombre Itod y que recibía esa paliza porque retó al orog a un combate singular a cambio de perdonar la vida al resto, se muestra muy interesado en las enseñanzas de Lathander que Roland le cuenta y el hombre que fue salvado de morir asado, Alzerithel, pese a la gravedad de sus heridas al segundo día insiste en preparar la comida y en ese momento la cena. Al parecer es un cocinero excelente y cuenta que los orcos encontraron gracioso cocinar al cocinero.
Todos están más o menos relajados, sin descuidar la guardia, pero tranquilos y con la sensación de haber hecho algo realmente bueno. Luthien vigila el bosque en lo alto de una rama cercana y el cuervo de Martin no se encuentra por ninguna parte. Las colinas han cambiado la alta hierba por un frondoso bosque de coníferas, el suelo cubierto de lujuriosa vegetación y arbustos, enebro, jara, helechos, cubren el suelo y tapizan el bosque de verde, amarillo y rojo.Han acampado apenas a unos 20 metros del camino, en un claro lo bastante ancho como para dejar el carromato y los animales a un lado y poder disfrutar ellos de espacio suficiente. El guiso de Alzer conejo (cortesía de Martin al traer cuatro ) huele estupendamente.
Llegaron a un claro lleno de vida. Aunque distaba de lo que Gowther acostumbraba, su tierra natal vino a su mente. Paseó por los alrededores del campamento ensimismado en la empresa en la que estaban inmersos, tanteando si estaba en el buen camino. Entonces, miró a aquellas personas y pensó que tal vez algo de música podría calmar sus castigadas almas. En su reino la música era algo más que entretenimiento, se empleaba como un medio para entrar en sintonía y armonizar mente y espíritu. Sin pensarlo mucho más, sacó su ocarina cuando todos estaban degustando el guiso y comenzó a tocar aún algo apartado del grupo.
Aquella melodía buscaba aportar algo de paz y tranquilidad ante todo lo vivido. Cuando acabó de tocar se acercó al grupo y comenzó a comer con ellos.
-Esta noche volveré a realizar un ritual protector para que podáis dormir seguros.
Al acabar estas palabras, Gowther comió un poco de aquel guiso.
El semielfo parece encontrar algo de paz en lo que resta del viaje. Se va con Zevatur en alguna ocasión a fumar en algún claro cercano cuando hay descansos en el camino, cuida de su caballo hasta que la gente de la caravana se ofrece a ello y disfruta de la comida, saboreando cada trozo de conejo y estofado, quedándose pensativo recordando eventos de su pasado que le evocaran también estos sentimientos de tranquilidad y disfrute de la vida... sin embargo su mirada permanece triste constantemente.
Cuando se marcha a meditar cerca de la naturaleza, parece que su ánimos mejora durante algunas horas, sin duda los bosques de coníferas y los olores fragantes de las jaras y los enebros le hacen sentirse más "como en casa". Sin embargo siempre va acompañado de las botellas de ron enano de las que apenas quedan ya algunas gotas, y de alguna manera de unas botas de licor orco que consiguió encontrar en el campamento de éstos, de un olor fuerte a almizcle e hierbas.
Cuando pasan cerca de algún riachuelo y remanso de agua, aprovecha para asearse con quizás demasiada frecuencia, incluso a veces lo hace desnudándose completamente, con el peligro que eso con lleva si es sorprendido por alguna emboscada o bestia salvaje... consiguiendo cambiar su antaño mal olor a sudor, sangre y alcohol por otro más ... agradable, aprovechando parte de las hierbas aromáticas que va recogiendo por el camino. Quizás para ocultar en parte el aliento a licor orco que haría retroceder a cualquier valerosa persona suficientemente loca como para acercarse a hablar con él cara a cara.
En el último campamento, Martin parece algo más distante de lo normal, sin embargo al oír la melodía de Gowther, el mestizo se sentó con el resto de la gente a disfrutar de la música del Eladrín, cerrando los ojos para que su mente viajara en sinfonía con la bella canción.
Enterrados los muertos, durante el viaje, Ash trata de confraternizar con el sexo femenino más abierto en edad de merecer y que conserve todos los dientes. Juega su papel de musculoso y hercúleo salvador, con todo tipo de frases manidas y clichés zafios, pero siempre presto al contacto.
-Agua pasada no mueve molino señoritas, pero yo movería montañas por algunos bustos -guiña a su pretendida nueva conquista- hay que seguir avanzando. Estamos vivos, celebremos. Ah quien fuera enagua en tus muslos o vino en tus labios...
Algunas miradas interesantes y estudiadas poses para marcar músculo en situaciones completamente innecesarias salpican aquí y allá el comportamiento del guerrero.
Cuando no está ejerciendo de zafio galán, parece haber apadrinado a la valiente niña que cábalga a ratos el oso de Morko. A menudo se les puede oír carcajear y jugar juntos.
Durante las noches monta guardia expresando abiertamente la poca confianza que le produce que un lechuza le vele el sueño.
-Estamos locos!!? Y si le da por perseguir un ratón de campo, ni hablar.
Durante el trayecto comparte momentos con Zevatur y el enano principalmente. Con quienes juega algunas partidas de Combate Naval a los dados en compañía de alguno de los comerciantes. Observa a Martín desde la distancia pero le deja su espacio.
Zevatur ayuda cuanto puede con las tareas mundanas, sintiendose algo incomodo cuando alguien hace estas cosas por el. Presta especial atencion al cocinero Alzerithel y a como cocina las liebres de magra carne. Toma nota, pregunta, vuelve a preguntar e intenta ayudar alcanzandole los ingredientes y dando sugerencias "No seria mejor poner mas de esta hierva? Lo vas a mover ahora? Cuanto tiempo ha de estar en el fuego?...". A pesar de los pesares la comida es excelente.
Durante el camino entre los altos arboles y los aromaticos y frondosos arbustos Zevatur habla con Kath, entre los dos están guiando la caravana. - Estoy intranquilo, no se lo que me encontraré en Waterdeep, en mi hogar. - Dice mirando hacia alante, imaginando que en el proximo recodo aparecerá la ciudad. - Talis, que fue casi una madre para mi, no es lo que decía ser... y quizás el resto tampoco. ¿O quizás ahora sin Talis se habrá venido todo abajo, lo mismo mi hogar ya no existe? ¿Quizás Talis solo cuidaba de mi como un encargo del culto del dragón, por mis ancestros dragones? ¿Quizás ella sabia lo que le pasó a mi madre? ¿Quizás ella tuvo que ver con su destino? - Zevatur sacude su cabeza, tantas posibilidades y ni una sola pista le producen confusión y ello hace aflorar su antigua falta de focalización.
Al anochecer al fin se relaja con la musica del altivo elfo, y cuando cierra los ojos casi se olvida de su condescenciente actitud y de la memoria de su hogar.
- Opino lo mismo que Ash. - Dice lanzando los dados en ese juego que parece no ser capaz de ganar nunca. - Ni lechuzas ni conjuros me ofrecen la misma protección que una vigilancia activa.
Kath escucha a Zevatur y tras mirar hacia el frente durante un minuto contesta
- Mi hogar fue destruido, mis padres asesinados, pero al menos yo siempre supe quienes eran. No tengo ningún consejo para ti Zev, pero sí te puedo decir que tú eres mucho más que un descendiente de dragones... no tengo ni la menor idea de los motivos de Tanis, pero sí sé que ya no eres el mismo que dejó Waterdeep y que ahora has encontrado otros amigos que te apoyarán y seguirán donde sea necesario. Tienes un alma noble, inocente y valiente, no permitas que las mentiras de otros te arrebaten eso. - ella apoya la mano en el antebrazo para transmitirle confianza - todo saldrá bien y te ayudaremos a encontrar las respuestas que necesitas. Creo que hasta el elfo lo hará - le sonríe y le guiña un ojo.
Horas más tarde, cuando casi han acabado la cena, Martin escucha unos arbustos moverse. Posiblemente será algún zorro o conejo que se aleja del campamento, pero los agudos sentidos de Luthien también lo han detectado y está mirando en esa dirección. Kath también lo ha escuchado y baja con cuidado a la niña que tenía en su regazo.
Al escuchar las incongruentes palabras de Ash y Zevatur en relación a Luthien y sus hechizos protectores, Gowther razonó con ellos.
-Entiendo que la ignorancia puede ser en ocasiones atrevida y vuestro desconocimiento os lleva a hablar de esa manera, pero no os preocupéis los hechizos de los que desconfiáis no son para vosotros. Como dije anteriormente solo puedo abarcar a 9 individuos y me temo que con las personas a las que estamos acompañando ya hay más que suficiente. Es decir, debéis usar los medios mundanos para pasar la noche seguros.
Acabó diciendo con una amable y educada sonrisa para continuar con su razonamiento.
-Es curioso que después de ver la protección que me brindan en combate realicéis ese tipo de afirmaciones, supongo que además de curioso es comprensible...
Dejó la conversación por zanjada al razonar y comprender el mismo que su desconocimiento era lo que les había llevado a ese tipo de conclusiones. Cuando estaban a punto de acabar la cena, Gowther inclinó levemente la cabeza como si estuviera escuchando a alguien hablando por su espalda.
-Me temo que Luthien ha detectado algo extraño.
Dijo señalando en la dirección en cuestión.
-¿Martin podrías adelantarte? Por lo que he visto hasta ahora, en este terreno te mueves mejor que nosotros y de manera más segura. Intenta no alejarte mucho por si tenemos problemas aquí.
Tras estas palabras convocó la magia a su alrededor e inicio la danza de guerra.
Activo bladesong
Y el hechizo lo declaro cuando vea el pampaneo
-"Luthien mantente cerca de mi y apóyame en combate'
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EL semielfo se levanta casi como un resorte entrenado durante años para responder ante la menor amenaza, en un segundo, sus dos espadas cortas están en sus manos y comienza avanzar hacia el origen del ruido en total sigilo, los primeros pasos, los da algo torpemente intentando mantener el equilibrio debido a su estado de embriaguez post-cena, pero al momento parece centrarse y coger ángulo para poder ver mejor en la dirección del sonido, concentrado su visión nocturna y preparándose para emboscar a cualquier enemigo que aparezca entre la maleza.
Stealth: 26 - Perception: 27 [Se dobla el profidence bonus para las tiradas de WIS/INT en Bosques]
Al ver sus compañeros alarmarse, Zevatur se levanta y se prepara para un posible enfrentamiento. Con un sentimiento de emergencia lanza un agrandar duplicado al poderoso Ash y a Morko, que siempre se meten en lo más duro del combate. Después se aleja de sus compañeros temeroso de un ataque en área como hicieron los Trolls y esos terribles Onís.
Ash y Morko añadís 1d4 a cada daño de los ataques de melé
Ash echa mano de sus espada que nunca están muy lejos. Una vez se hace al conjuro del tiefling, asiente a este y avanza a hasta el linde de claro, en la dirección que parece atraer la atención de sus compañeros. Observa la espesura y escucha, en guardia. No tarda en perder de vista a Martin. Un molesto insecto se le mete en la oreja y pierde por completo el mundo de vista hasta que lo ha espantado.
Martin mira hacia la espesura del bosque e inmediatamente ve algo grande moviéndose entre las ramas bajas y cargando directamente hacia ellos rompiendo arbustos y levantando tierra a su paso. Una, dos, tres... más, varias criaturas cargan contra el campamento. Su grito de alarma hace que todos se pongan inmediatamente en alerta cuando una criatura de unos 4 metros irrumpe en el claro.
Su pelaje negruzco cubre completamente a la criatura simiesca, con grandes colmillos que salen de sus fuertes mandíbulas. Se levanta frente a Martin, el cual puede observar que el pelo de su espalda es plateado, y extiende sus cuatro inmensos brazos y se golpea el pecho rugiendo.
Por un segundo Ash piensa que ha bebido demasiado, pero no, aún ha empezado y últimamente tiene que darse prisa antes de que su bebida acabe en manos del semi-elfo. Pero si no estaba sobrio al ver a aquel ser que, efectivamente, tenía cuatro brazos se le pasa de golpe. Si los imponentes brazos que salían de los hombros de las bestias no eran lo bastante intimidantes, un segudo par de brazos les crecían de la mitad del gran torso, y no parecía que tuvieran problema para apañarse con semejante número de apéndices.
Se desplazaban con gran velocidad y agilidad por el bosque pese a su gran tamaño, usando los brazos para impulsarse.
La bestia no estaba sola, una, dos, más criaturas salieron del bosque lanzándose hacia ellos y los caballos.
Los centinelas que se han dado cuenta han evitado un turno de sorpresa, las acciones antes descritas las haréis en vuestro primer turno de iniciativa, por supuesto podréis moveros en vuestro turno además de lo descrito si así lo deseáis.
Morko disfruta del viaje y no puede evitarbsonreir cuando ve a la pequeña disfrutar de su montura. ¿Cuanto tiempo perdurará esa inocencia?, seguramente poco se auto responde, pero claramente es una de las cosas por las que merece la pena luchar.
Los días avanzan lentamente y el paladín disfruta del viaje, cierto es que pasa más tiempo con Ash y Roland, pero ha de reconocer que altivo y refinado eladrin sabe tocar la ocarina, hasta parece calmar el atormentado espíritu de Martín.
Pero como todo, el descanso y la paz duran poco en este plano. Y Morko se apresta para el.combate cuando sus compañeros dan la voz de alarma. Las simiescas criaturas no saben que han elegido al grupo equivocado.
-Daghr protege a los caballos- grita al oso mientras evalúa cuál de las criaturas probara el filo de Kheluzburk.
Martin se mueve rápido y focalizado en el combate, justo antes de saltar sobre uno de los extraños gorilas que han atravesado la foresta cerca de él, invoca el poder de la naturaleza para vengar a sus enemigos, concentrando su ira sobre la monstruosa criatura, y sintiendo así como sus sentidos se agudizaban, siendo capaz de percibir los puntos más débiles de su objetivo con claridad.
Con un rápido tajo de su espada élfica, bendecida para dañar a dragones, asesta una profunda herida en el vientre de la bestia de cuatro brazos que tiene delante, dejando manar su sangre profusamente y debido a la grave y precisa incisión causada por el pícaro, el gorila mutado acaba mostrando parte de los intestinos, ahora parcialmente descubiertos.
Cuando observa que otra de las bestias está también prácticamente encima suya, se prepara para recibir la tormenta de golpes que probablemente le dejará maltrecho en el mejor de los casos.
Iniciativa: 22
Bonus Action: Hunter's Mark sobre el Gorila 2 - Me muevo a D4 - Ataco con la Espada Matadragones.
Main Hand Attack - GOR2: To Hit: 2d20kh1 (7,14) + 7 = 21- Damage: 1d6 (3) + 4 [piercing] + 3d6 (4,1,5) [piercing] = 17
La bestia levanta sus brazos enormes para descargarlos sobre Martin, pero Kath se adelanta y utiliza sus armas para cortar el torso de la bestia, buscando inutilizar sus brazos. Aunque sus cortes son precisos y la sangre mana de las heridas, la criatura no parece afectada.
Martin ve que una se las hojas de Kath emite una leve neblina azulada y ve que la herida provocada por ese arma está congelada en los bordes.
Sin embargo parece que solo la ha enfurecido aún más.
Roland ve como otra de los enormes seres carga hacia su posición. Poniéndose entre él y los mercaderes invoca el poder de Lathander y una luz mana de su extendida mano e impacta al girallion, el cual ruge rabioso. Un leve resplandor rodea a la bestia, ayudando a verle en la noche.
Zevatur acaba de lanzar el conjuro de agrandar a Ash ya Morko y se queda algo paralizado ante la imponente presencia muscula de los gorilas de 4 brazos. Pero sus piernas se afianzan en el suelo, con la experiencia que otros enfrentamientos anteriores le confiere.
El ataque de las bestias es feroz e inmisericorde. Golpean una y otra vez con sus poderosos brazos a los compañeros, intentado golpear, desgarrar, morder.
Sus cuatro brazos les ayudan a atacar a diestro y siniestro. Por más que lo intenta Kath ve como Alzerithel cae bajo los tremendos puñetazos de uno de ellos.
Cunde el pánico y se ponen a correr como locos intentando huir de estos enormes y salvajes gorilas.
Morko se ve sobrepasado y uno de ellos se coloca entre los caballos, agarrando con sus manos a dos de ellos mientras las monturas relinchan aterrorizadas.
La paz y el sosiego que había reinado a lo largo de la velada quedó interrumpida por la súbita llegada de las grotescas bestias. No parecían dar tregua. La fuerza brutal que habían desplegado arrasaba con cualquiera que se les pusiera por delante.
De pronto, un haz de luz fulgurante surgió de una de las zonas de matorrales; sin aviso, como un rayo voraz que zigzageaba esculpiendo pulcramente su recorrido e impactando con determinación en tres de los simios y esquivando deliberadamente a Gowther, Martin, Kath y Luthien.
Todo aquel que mirara hacia la fuente de ese poder se encontraba con la figura de una mujer encapuchada. Con su mano derecha, sostenía un bastón apoyado en la tierra, coronado por la figura tallada de un cuervo sobre una piedra que centelleaba incansablemente. Su brazo izquierdo se mantenía semi-estirado hacia delante y su mano adoptaba la posición de una garra, con los dedos retorcidos y tensos. Su piel pálida y tersa como la porcelana destacaba de manera espectral con la negrura de sus ropajes. Su mirada se perdía fija en el infinito, mientras movía los labios susurrando imperceptiblemente algún conjuro.
El tiempo pareció detenerse, al menos para Hela. Después de lo que le pareció una eternidad, el fulgor de la piedra de su bastón se fue apagando lentamente. Bajó su brazo izquierdo con lentitud mientras sus dedos recobraban su elasticidad natural y sus labios cesaron de moverse. Su mirada siguió fija en el horizonte durante unos segundos. Los tres simios golpeados habían quedado chamuscados y, aunque no había conseguido abatirlos, uno de ellos parecía realmente malherido.
El cuervo que se había mantenido en su hombro izquierdo durante todo el hechizo alzó el vuelo, y fue a posarse en la rama de un árbol, justo al lado del cuervo del semi-elfo. Hela no se movió. Sólo su penetrante mirada se dirigió a Martin, intentando determinar la gravedad de su estado.
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Aquellas bestias parecían haber atemorizado a las pobres personas. Molestó por alterar el pequeño remanso de paz, Gowther cogió su espada cortando el viento mientras iniciaba su mortífera canción de guerra. Las circunstancias apremiaban pero Gowther tenía un as bajo la manga.
Accediendo a los hilos de la realidad, aumentó el tiempo en torno así, desencadenando que su agilidad y velocidad le transformaran en un borrón casi imperceptible en el campo de batalla. Llamando a la esencia de Aegnor, llamas plateadas cubrieron su hoja. Gowther movía su cuerpo y su espada como si fueran uno solo, generando un rítmico, misterioro e inquietante sonido. Sin previo aviso una herida cauterizada apareció en el torso del simio, rodeada de pequeñas llamas que carbonizaban el pelo adyacente a la misma.
Su velocidad con la espada era tal, que para el ojo inexperto la herida pareció haberse generado súbitamente. Esa salvaje criatura, que intentó acercar sus toscas zarpas a el, entendió el error que había cometido. En mitad del combate, un relámpago cruzó e impactó en varias criaturas. Alzando la vista, un misterioso y familiar individuo parecía estar del lado del eladrin y sus compañeros... Más adelante llegarían las preguntas.
Me coloco para estar entre los monos 3 y 4 y las personas
Zevatur encuentra una bolsa con unas 56 monedas de plata y 70 de oro entre las pertenencias del jefe orco.
PbP Character: A few ;)
Zevatur no lo duda un momento y se acerca a Varkha con el dinero del orco. - Tomad, estaba entre las pertenencias de los orcos. Necesitareis algo de dinero para retomar vuestras actividades.
Zevatur, Rolthos
La mujer mira estupefacta a Zevatur.
- Gra... gracias - consigue balbucear.
La extraña caravana está acampada en un bosque de pinos. El olor a resina impregna el aire y más cerca del fuego donde arde alegremente la madera que han recogido. Aunque el ataque orco y las calamidades sufridas han sido muchas, el pequeño grupo que han salvado se siente agradecido de estar vivo y a sus salvadores. Se encargan de casi todas las tareas mundanas del grupo, buscar leña, traer agua, alimentar y cepillar a los caballos (al oso no se acercan salvo una cría que ha pasado la mayor parte del día viajando encima de él con una cara de felicidad absoluta ) cocinar, etc.
El joven que el Orog estaba apalizando hasta la muerte, de nombre Itod y que recibía esa paliza porque retó al orog a un combate singular a cambio de perdonar la vida al resto, se muestra muy interesado en las enseñanzas de Lathander que Roland le cuenta y el hombre que fue salvado de morir asado, Alzerithel, pese a la gravedad de sus heridas al segundo día insiste en preparar la comida y en ese momento la cena. Al parecer es un cocinero excelente y cuenta que los orcos encontraron gracioso cocinar al cocinero.
Todos están más o menos relajados, sin descuidar la guardia, pero tranquilos y con la sensación de haber hecho algo realmente bueno. Luthien vigila el bosque en lo alto de una rama cercana y el cuervo de Martin no se encuentra por ninguna parte. Las colinas han cambiado la alta hierba por un frondoso bosque de coníferas, el suelo cubierto de lujuriosa vegetación y arbustos, enebro, jara, helechos, cubren el suelo y tapizan el bosque de verde, amarillo y rojo.Han acampado apenas a unos 20 metros del camino, en un claro lo bastante ancho como para dejar el carromato y los animales a un lado y poder disfrutar ellos de espacio suficiente. El guiso de Alzer conejo (cortesía de Martin al traer cuatro ) huele estupendamente.
PbP Character: A few ;)
Llegaron a un claro lleno de vida. Aunque distaba de lo que Gowther acostumbraba, su tierra natal vino a su mente. Paseó por los alrededores del campamento ensimismado en la empresa en la que estaban inmersos, tanteando si estaba en el buen camino. Entonces, miró a aquellas personas y pensó que tal vez algo de música podría calmar sus castigadas almas. En su reino la música era algo más que entretenimiento, se empleaba como un medio para entrar en sintonía y armonizar mente y espíritu. Sin pensarlo mucho más, sacó su ocarina cuando todos estaban degustando el guiso y comenzó a tocar aún algo apartado del grupo.
Aquella melodía buscaba aportar algo de paz y tranquilidad ante todo lo vivido. Cuando acabó de tocar se acercó al grupo y comenzó a comer con ellos.
-Esta noche volveré a realizar un ritual protector para que podáis dormir seguros.
Al acabar estas palabras, Gowther comió un poco de aquel guiso.
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
El semielfo parece encontrar algo de paz en lo que resta del viaje. Se va con Zevatur en alguna ocasión a fumar en algún claro cercano cuando hay descansos en el camino, cuida de su caballo hasta que la gente de la caravana se ofrece a ello y disfruta de la comida, saboreando cada trozo de conejo y estofado, quedándose pensativo recordando eventos de su pasado que le evocaran también estos sentimientos de tranquilidad y disfrute de la vida... sin embargo su mirada permanece triste constantemente.
Cuando se marcha a meditar cerca de la naturaleza, parece que su ánimos mejora durante algunas horas, sin duda los bosques de coníferas y los olores fragantes de las jaras y los enebros le hacen sentirse más "como en casa". Sin embargo siempre va acompañado de las botellas de ron enano de las que apenas quedan ya algunas gotas, y de alguna manera de unas botas de licor orco que consiguió encontrar en el campamento de éstos, de un olor fuerte a almizcle e hierbas.
Cuando pasan cerca de algún riachuelo y remanso de agua, aprovecha para asearse con quizás demasiada frecuencia, incluso a veces lo hace desnudándose completamente, con el peligro que eso con lleva si es sorprendido por alguna emboscada o bestia salvaje... consiguiendo cambiar su antaño mal olor a sudor, sangre y alcohol por otro más ... agradable, aprovechando parte de las hierbas aromáticas que va recogiendo por el camino. Quizás para ocultar en parte el aliento a licor orco que haría retroceder a cualquier valerosa persona suficientemente loca como para acercarse a hablar con él cara a cara.
En el último campamento, Martin parece algo más distante de lo normal, sin embargo al oír la melodía de Gowther, el mestizo se sentó con el resto de la gente a disfrutar de la música del Eladrín, cerrando los ojos para que su mente viajara en sinfonía con la bella canción.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Enterrados los muertos, durante el viaje, Ash trata de confraternizar con el sexo femenino más abierto en edad de merecer y que conserve todos los dientes. Juega su papel de musculoso y hercúleo salvador, con todo tipo de frases manidas y clichés zafios, pero siempre presto al contacto.
-Agua pasada no mueve molino señoritas, pero yo movería montañas por algunos bustos -guiña a su pretendida nueva conquista- hay que seguir avanzando. Estamos vivos, celebremos. Ah quien fuera enagua en tus muslos o vino en tus labios...
Algunas miradas interesantes y estudiadas poses para marcar músculo en situaciones completamente innecesarias salpican aquí y allá el comportamiento del guerrero.
Cuando no está ejerciendo de zafio galán, parece haber apadrinado a la valiente niña que cábalga a ratos el oso de Morko. A menudo se les puede oír carcajear y jugar juntos.
Durante las noches monta guardia expresando abiertamente la poca confianza que le produce que un lechuza le vele el sueño.
-Estamos locos!!? Y si le da por perseguir un ratón de campo, ni hablar.
Durante el trayecto comparte momentos con Zevatur y el enano principalmente. Con quienes juega algunas partidas de Combate Naval a los dados en compañía de alguno de los comerciantes. Observa a Martín desde la distancia pero le deja su espacio.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Zevatur ayuda cuanto puede con las tareas mundanas, sintiendose algo incomodo cuando alguien hace estas cosas por el. Presta especial atencion al cocinero Alzerithel y a como cocina las liebres de magra carne. Toma nota, pregunta, vuelve a preguntar e intenta ayudar alcanzandole los ingredientes y dando sugerencias "No seria mejor poner mas de esta hierva? Lo vas a mover ahora? Cuanto tiempo ha de estar en el fuego?...". A pesar de los pesares la comida es excelente.
Durante el camino entre los altos arboles y los aromaticos y frondosos arbustos Zevatur habla con Kath, entre los dos están guiando la caravana. - Estoy intranquilo, no se lo que me encontraré en Waterdeep, en mi hogar. - Dice mirando hacia alante, imaginando que en el proximo recodo aparecerá la ciudad. - Talis, que fue casi una madre para mi, no es lo que decía ser... y quizás el resto tampoco. ¿O quizás ahora sin Talis se habrá venido todo abajo, lo mismo mi hogar ya no existe? ¿Quizás Talis solo cuidaba de mi como un encargo del culto del dragón, por mis ancestros dragones? ¿Quizás ella sabia lo que le pasó a mi madre? ¿Quizás ella tuvo que ver con su destino? - Zevatur sacude su cabeza, tantas posibilidades y ni una sola pista le producen confusión y ello hace aflorar su antigua falta de focalización.
Al anochecer al fin se relaja con la musica del altivo elfo, y cuando cierra los ojos casi se olvida de su condescenciente actitud y de la memoria de su hogar.
- Opino lo mismo que Ash. - Dice lanzando los dados en ese juego que parece no ser capaz de ganar nunca. - Ni lechuzas ni conjuros me ofrecen la misma protección que una vigilancia activa.
Zevatur, Rolthos
Kath escucha a Zevatur y tras mirar hacia el frente durante un minuto contesta
- Mi hogar fue destruido, mis padres asesinados, pero al menos yo siempre supe quienes eran. No tengo ningún consejo para ti Zev, pero sí te puedo decir que tú eres mucho más que un descendiente de dragones... no tengo ni la menor idea de los motivos de Tanis, pero sí sé que ya no eres el mismo que dejó Waterdeep y que ahora has encontrado otros amigos que te apoyarán y seguirán donde sea necesario. Tienes un alma noble, inocente y valiente, no permitas que las mentiras de otros te arrebaten eso. - ella apoya la mano en el antebrazo para transmitirle confianza - todo saldrá bien y te ayudaremos a encontrar las respuestas que necesitas. Creo que hasta el elfo lo hará - le sonríe y le guiña un ojo.
Horas más tarde, cuando casi han acabado la cena, Martin escucha unos arbustos moverse. Posiblemente será algún zorro o conejo que se aleja del campamento, pero los agudos sentidos de Luthien también lo han detectado y está mirando en esa dirección. Kath también lo ha escuchado y baja con cuidado a la niña que tenía en su regazo.
PbP Character: A few ;)
Al escuchar las incongruentes palabras de Ash y Zevatur en relación a Luthien y sus hechizos protectores, Gowther razonó con ellos.
-Entiendo que la ignorancia puede ser en ocasiones atrevida y vuestro desconocimiento os lleva a hablar de esa manera, pero no os preocupéis los hechizos de los que desconfiáis no son para vosotros. Como dije anteriormente solo puedo abarcar a 9 individuos y me temo que con las personas a las que estamos acompañando ya hay más que suficiente. Es decir, debéis usar los medios mundanos para pasar la noche seguros.
Acabó diciendo con una amable y educada sonrisa para continuar con su razonamiento.
-Es curioso que después de ver la protección que me brindan en combate realicéis ese tipo de afirmaciones, supongo que además de curioso es comprensible...
Dejó la conversación por zanjada al razonar y comprender el mismo que su desconocimiento era lo que les había llevado a ese tipo de conclusiones. Cuando estaban a punto de acabar la cena, Gowther inclinó levemente la cabeza como si estuviera escuchando a alguien hablando por su espalda.
-Me temo que Luthien ha detectado algo extraño.
Dijo señalando en la dirección en cuestión.
-¿Martin podrías adelantarte? Por lo que he visto hasta ahora, en este terreno te mueves mejor que nosotros y de manera más segura. Intenta no alejarte mucho por si tenemos problemas aquí.
Tras estas palabras convocó la magia a su alrededor e inicio la danza de guerra.
Activo bladesong
Y el hechizo lo declaro cuando vea el pampaneo
-"Luthien mantente cerca de mi y apóyame en combate'
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
EL semielfo se levanta casi como un resorte entrenado durante años para responder ante la menor amenaza, en un segundo, sus dos espadas cortas están en sus manos y comienza avanzar hacia el origen del ruido en total sigilo, los primeros pasos, los da algo torpemente intentando mantener el equilibrio debido a su estado de embriaguez post-cena, pero al momento parece centrarse y coger ángulo para poder ver mejor en la dirección del sonido, concentrado su visión nocturna y preparándose para emboscar a cualquier enemigo que aparezca entre la maleza.
Stealth: 26 - Perception: 27 [Se dobla el profidence bonus para las tiradas de WIS/INT en Bosques]
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Al ver sus compañeros alarmarse, Zevatur se levanta y se prepara para un posible enfrentamiento. Con un sentimiento de emergencia lanza un agrandar duplicado al poderoso Ash y a Morko, que siempre se meten en lo más duro del combate. Después se aleja de sus compañeros temeroso de un ataque en área como hicieron los Trolls y esos terribles Onís.
Ash y Morko añadís 1d4 a cada daño de los ataques de melé
Zevatur, Rolthos
Ash echa mano de sus espada que nunca están muy lejos. Una vez se hace al conjuro del tiefling, asiente a este y avanza a hasta el linde de claro, en la dirección que parece atraer la atención de sus compañeros. Observa la espesura y escucha, en guardia. No tarda en perder de vista a Martin. Un molesto insecto se le mete en la oreja y pierde por completo el mundo de vista hasta que lo ha espantado.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Martin mira hacia la espesura del bosque e inmediatamente ve algo grande moviéndose entre las ramas bajas y cargando directamente hacia ellos rompiendo arbustos y levantando tierra a su paso. Una, dos, tres... más, varias criaturas cargan contra el campamento. Su grito de alarma hace que todos se pongan inmediatamente en alerta cuando una criatura de unos 4 metros irrumpe en el claro.
Su pelaje negruzco cubre completamente a la criatura simiesca, con grandes colmillos que salen de sus fuertes mandíbulas. Se levanta frente a Martin, el cual puede observar que el pelo de su espalda es plateado, y extiende sus cuatro inmensos brazos y se golpea el pecho rugiendo.
Por un segundo Ash piensa que ha bebido demasiado, pero no, aún ha empezado y últimamente tiene que darse prisa antes de que su bebida acabe en manos del semi-elfo. Pero si no estaba sobrio al ver a aquel ser que, efectivamente, tenía cuatro brazos se le pasa de golpe. Si los imponentes brazos que salían de los hombros de las bestias no eran lo bastante intimidantes, un segudo par de brazos les crecían de la mitad del gran torso, y no parecía que tuvieran problema para apañarse con semejante número de apéndices.
Se desplazaban con gran velocidad y agilidad por el bosque pese a su gran tamaño, usando los brazos para impulsarse.
La bestia no estaba sola, una, dos, más criaturas salieron del bosque lanzándose hacia ellos y los caballos.
Los centinelas que se han dado cuenta han evitado un turno de sorpresa, las acciones antes descritas las haréis en vuestro primer turno de iniciativa, por supuesto podréis moveros en vuestro turno además de lo descrito si así lo deseáis.
PbP Character: A few ;)
Morko disfruta del viaje y no puede evitarbsonreir cuando ve a la pequeña disfrutar de su montura. ¿Cuanto tiempo perdurará esa inocencia?, seguramente poco se auto responde, pero claramente es una de las cosas por las que merece la pena luchar.
Los días avanzan lentamente y el paladín disfruta del viaje, cierto es que pasa más tiempo con Ash y Roland, pero ha de reconocer que altivo y refinado eladrin sabe tocar la ocarina, hasta parece calmar el atormentado espíritu de Martín.
Pero como todo, el descanso y la paz duran poco en este plano. Y Morko se apresta para el.combate cuando sus compañeros dan la voz de alarma. Las simiescas criaturas no saben que han elegido al grupo equivocado.
-Daghr protege a los caballos- grita al oso mientras evalúa cuál de las criaturas probara el filo de Kheluzburk.
Martin se mueve rápido y focalizado en el combate, justo antes de saltar sobre uno de los extraños gorilas que han atravesado la foresta cerca de él, invoca el poder de la naturaleza para vengar a sus enemigos, concentrando su ira sobre la monstruosa criatura, y sintiendo así como sus sentidos se agudizaban, siendo capaz de percibir los puntos más débiles de su objetivo con claridad.
Con un rápido tajo de su espada élfica, bendecida para dañar a dragones, asesta una profunda herida en el vientre de la bestia de cuatro brazos que tiene delante, dejando manar su sangre profusamente y debido a la grave y precisa incisión causada por el pícaro, el gorila mutado acaba mostrando parte de los intestinos, ahora parcialmente descubiertos.
Cuando observa que otra de las bestias está también prácticamente encima suya, se prepara para recibir la tormenta de golpes que probablemente le dejará maltrecho en el mejor de los casos.
Iniciativa: 22
Bonus Action: Hunter's Mark sobre el Gorila 2 - Me muevo a D4 - Ataco con la Espada Matadragones.
Main Hand Attack - GOR2: To Hit: 2d20kh1 (
7,14) + 7 = 21- Damage: 1d6 (3) + 4 [piercing] + 3d6 (4,1,5) [piercing] = 17" ¡Oh la Oscuridad...! "
La bestia levanta sus brazos enormes para descargarlos sobre Martin, pero Kath se adelanta y utiliza sus armas para cortar el torso de la bestia, buscando inutilizar sus brazos. Aunque sus cortes son precisos y la sangre mana de las heridas, la criatura no parece afectada.
Martin ve que una se las hojas de Kath emite una leve neblina azulada y ve que la herida provocada por ese arma está congelada en los bordes.
Sin embargo parece que solo la ha enfurecido aún más.
Roland ve como otra de los enormes seres carga hacia su posición. Poniéndose entre él y los mercaderes invoca el poder de Lathander y una luz mana de su extendida mano e impacta al girallion, el cual ruge rabioso. Un leve resplandor rodea a la bestia, ayudando a verle en la noche.
Zevatur espera poder salvar este nuevo peligro...
PbP Character: A few ;)
Zevatur acaba de lanzar el conjuro de agrandar a Ash ya Morko y se queda algo paralizado ante la imponente presencia muscula de los gorilas de 4 brazos. Pero sus piernas se afianzan en el suelo, con la experiencia que otros enfrentamientos anteriores le confiere.
Zevatur, Rolthos
El ataque de las bestias es feroz e inmisericorde. Golpean una y otra vez con sus poderosos brazos a los compañeros, intentado golpear, desgarrar, morder.
Sus cuatro brazos les ayudan a atacar a diestro y siniestro. Por más que lo intenta Kath ve como Alzerithel cae bajo los tremendos puñetazos de uno de ellos.
Cunde el pánico y se ponen a correr como locos intentando huir de estos enormes y salvajes gorilas.
Morko se ve sobrepasado y uno de ellos se coloca entre los caballos, agarrando con sus manos a dos de ellos mientras las monturas relinchan aterrorizadas.
PbP Character: A few ;)
La paz y el sosiego que había reinado a lo largo de la velada quedó interrumpida por la súbita llegada de las grotescas bestias. No parecían dar tregua. La fuerza brutal que habían desplegado arrasaba con cualquiera que se les pusiera por delante.
De pronto, un haz de luz fulgurante surgió de una de las zonas de matorrales; sin aviso, como un rayo voraz que zigzageaba esculpiendo pulcramente su recorrido e impactando con determinación en tres de los simios y esquivando deliberadamente a Gowther, Martin, Kath y Luthien.
Todo aquel que mirara hacia la fuente de ese poder se encontraba con la figura de una mujer encapuchada. Con su mano derecha, sostenía un bastón apoyado en la tierra, coronado por la figura tallada de un cuervo sobre una piedra que centelleaba incansablemente. Su brazo izquierdo se mantenía semi-estirado hacia delante y su mano adoptaba la posición de una garra, con los dedos retorcidos y tensos. Su piel pálida y tersa como la porcelana destacaba de manera espectral con la negrura de sus ropajes. Su mirada se perdía fija en el infinito, mientras movía los labios susurrando imperceptiblemente algún conjuro.
El tiempo pareció detenerse, al menos para Hela. Después de lo que le pareció una eternidad, el fulgor de la piedra de su bastón se fue apagando lentamente. Bajó su brazo izquierdo con lentitud mientras sus dedos recobraban su elasticidad natural y sus labios cesaron de moverse. Su mirada siguió fija en el horizonte durante unos segundos. Los tres simios golpeados habían quedado chamuscados y, aunque no había conseguido abatirlos, uno de ellos parecía realmente malherido.
El cuervo que se había mantenido en su hombro izquierdo durante todo el hechizo alzó el vuelo, y fue a posarse en la rama de un árbol, justo al lado del cuervo del semi-elfo. Hela no se movió. Sólo su penetrante mirada se dirigió a Martin, intentando determinar la gravedad de su estado.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Aquellas bestias parecían haber atemorizado a las pobres personas. Molestó por alterar el pequeño remanso de paz, Gowther cogió su espada cortando el viento mientras iniciaba su mortífera canción de guerra. Las circunstancias apremiaban pero Gowther tenía un as bajo la manga.
Accediendo a los hilos de la realidad, aumentó el tiempo en torno así, desencadenando que su agilidad y velocidad le transformaran en un borrón casi imperceptible en el campo de batalla. Llamando a la esencia de Aegnor, llamas plateadas cubrieron su hoja. Gowther movía su cuerpo y su espada como si fueran uno solo, generando un rítmico, misterioro e inquietante sonido. Sin previo aviso una herida cauterizada apareció en el torso del simio, rodeada de pequeñas llamas que carbonizaban el pelo adyacente a la misma.
Su velocidad con la espada era tal, que para el ojo inexperto la herida pareció haberse generado súbitamente. Esa salvaje criatura, que intentó acercar sus toscas zarpas a el, entendió el error que había cometido. En mitad del combate, un relámpago cruzó e impactó en varias criaturas. Alzando la vista, un misterioso y familiar individuo parecía estar del lado del eladrin y sus compañeros... Más adelante llegarían las preguntas.
Me coloco para estar entre los monos 3 y 4 y las personas
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.