Mientras Jen le va preguntado a Grymp si ellos son feos la pequeña criatura asiente y va diciendo: 

- Si, ¿por qué? ¿él? Si, mucho ¿Por qué? - 

Cuando le dice que no se asuste pone cara de preocupación. 

Al ver cómo las facciones de Jen comienzan a cambiar como si se tratara de arcilla empieza a mirar alrededor y al resto, y cuando la cara de Jen por fin adopta el aspecto del tiefling, da un grito, un salto y se aleja del barde, buscando la protección del león. 

Cuando Jen recupera su aspecto Grymp asoma la cabeza desde detrás de una de las enormes patas de Satid. 

- Brujeria!! - acusa señalándo a Jen con el dedo. 

Intento calmar al pequeño:

- Grymp, no te preocupes,  esa magia no te hará ningún mal, nadie aquí te va a hacer daño. Pero por favor, es importante que nos digas si ese era el aspecto de quien controlaba a los muertos. Estamos buscando a esta persona, nos robó cosas importantes.

Y exclamo:

- ¡Él si que es un auténtico ladrón!

- ¡Si! - exclama Grymp con su aguda voz - Él roba guarida. Él manda muertos Él mata clan de Grymp. - 

Doy un manotazo en el suelo, enfadada:

- ¡Maldito hijo de una hiena!

Suelto una serie de improperios más, todos dirigidos a Karkrow.

- ¿Pues sabes que, Grymp? Que te vamos a ayudar. Tenemos una deuda pendiente con ese tipo, y nos las va a pagar todas: a ti, y a nosotros. ¿Que te parece? Guíanos hasta tu antiguo hogar y le haremos pagar.

Al barde le brillan los ojos, triunfal, y una vengativa sonrisa se apodera de su cara.

-Corazón. Ahora tienes un nuevo grupo hasta que encuentres un clan al que pertenezcas. Nosotros te ayudaremos, como dice mi amiga!- Asiente con fiereza.-Come, bebe, y descansa. Nosotros te protegeremos. 

Cruços palidece ante la revelación que ha puesto sobre la mesa lo barde.

- Esto confirma todas mis sospechas. Si Dekket Karcrow comanda no-muertos, sabía exáctamente dónde y cómo esperarnos, sabía qué robarnos... Forma parte del grupo de Zalphyros. ¿Recordáis el ataque a Poot por parte de una sombra que ni siquiera llegamos vislumbrar en Greyhawk? Alguien con sus habilidades podría haber perpetrado el intento de asesinato sin problema ninguno y habernos seguido todo este tiempo.

Asiente para sí pensativo.

- Aunque aún hay algo que no me encaja. Si él también comanda no-muertos, dispone de habilidades nigrománticas... Y los nigromantes no son precisamente conocidos por aliarse con otros que practiquen la mismas artes, son celosos de sus secretos en busca de la no-vida eterna. ¿Por qué ninguno de los hermanos Gloomwood habló de él pero sí de Zalphyros? - continúa murmurando, siendo consciente a medida que ordena sus ideas de lo poco que saben del mago caído Zalphyros, más allá de que formó parte del grupo de Poot. Ni aspecto, ni raza, ni sus habilidades, solamente un nombre en la sombra.

Levanta la mano para chocar los cinco hacia Jen:

- ¡Bravo, este movimiento ha sido brillante! - Tras un instante Cruços mira a Jen y, como si saliese de sus pensamientos, se da cuenta de la cordialidad con la que la está tratando. Fugazmente pasa por su mente el recuerdo del compañero con el que compartió grupo y alma allá en Tenth, cómo llegó a tratarle de hermano, cómo cuidaron el uno del otro hasta el día en que les traicionó. Antes de que lo cambiante pueda chocar su mano, la retira.

- Buen trabajo. - reconoce en un tono mucho más serio que el arranque anterior.

La conversación con la pequeña y mezquina criatura prosigue mientras Rolthos la escucha sin prestar mucha atención. Pero de pronto las revelaciones que hace la criatura le provocan un respingo y súbitamente parece interesado en lo que tiene que relatar. Aun estando extremadamente interesado en lo que relata, deja que el resto de sus compañeros prosigan con la conversación... el inicio de su interacción con Grymp no había sido cordial. 

Y sentado, alejado de la criatura, escucha en silencio con atención. Al final asiente a las palabras del resto. - Ese diabólico ser azul pagará por sus maquinaciones y crímenes - Dice Rolthos con cierta rabia. - Tu ayuda sería bienvenida, Grymp, pero que vinieses con nosotros sería peligroso para ti. - Mirando al resto finaliza - Recordad a Meepo.

-Grymp no volverá allí. Todo lleno de muertos ahora. Grymp busca otro clan. Gente Grande puede ir y morir si quiere. ¡No con Grymp! - 

Nessa se encoge de hombros, y dice:

- Como veas. Llegaremos por nuestros propios medios y recuperaremos lo que es nuestro. Si tu prefieres olvidarte de todo esto ... estás en tu derecho.

Se da la vuelta e intenta descansar las pocas horas que faltan para el amanecer.

El paladin asiente ante las palabras de Grymp - Haces bien. No es tu lucha. - Rolthos hace una pausa, pensando que el no es el mas indicado para hablar con el ser, pero no se puede resistir, la curiosidad puede mas que el. - Pero si puedes contarnos algún detalle sobre tu casa, que nos pudiese dar ventaja contra el ser azul... como puertas traseras, escondrijos, trampas, lugares especialmente peligrosos? O decirnos cuantos muertos comandaba, como eran esos muertos... seres putrefactos o esqueletos?  

Grymp se rasca la cabeza, intentando seguir todas las preguntas que le hace el paladin, o descifrar el significado de sus palabras. Mientras habla, sin embargo, mira hacia Cruços, como si este hubiera dicho algo que le había llamado la atención. 

- Muchos esqueletos si. Pero otros con carne cayendo. Algunos hablaban... llamaban Maestro a ladrón... - mira a Cruços - No Mettek Parcow... Ellos llaman Maestro Palfiros... - luego sigue contestando a Rolthos. 

- Mi clan muchos escondrijos, pero no para Gente Grande. Mi clan nunca baja a caverna grande y profunda. Hace muchos muchos inviernos gran caída de rocas ahí. Dragón enfadado se encierra allí. Nunca más sale. Gran gran gran tatarabuelo de Grymp cuenta historia a Grymp. Muertos empiezan a quitar rocas. Plafiros quiere pasar a ver a dragón. - 

Nessa, que ya estaba colocándose para dormir, se incorpora de golpe diciendo:

- ¿¿¿Qué???

Mira expectante las caras de los demás y añade:

- Es increíble que no aprovechara para matarnos...

- Maldito sea. Está jugando con nosotros - golpea con el puño en la tierra - Si pudiera apostar, diría que ese bastardo es también quien me robó el cuerno en Greyhawk y quien atentó contra la vida de Poot. Juro que pagará por todo esto.

Su cuerpo casi tiembla por la tensión, hirviendo en rabia, pero bajo control. El odio que rezuma Cruços contra el nigromante Zalphyros no tiene parangón. Mira a Grymp y se tranquiliza por un momento o al menos lo intenta.

- Gracias Grymp, no eres consciente pero tus palabras nos han ayudado mucho. Eres libre de partir a tu suerte o acompañarnos, pero decidas lo que decidas, cuenta con mi ayuda si nuestros caminos vuelven a cruzarse. Compañeros, parece que Zalphyros está despejando la entrada a la caverna del dragón verde y al menos nos lleva un día de ventaja. - mira al cielo, al este - en cuanto la luz del amanecer empiece a clarear la oscuridad de la noche, deberíamos partir prestos. Rendir cuentas con nuestro enemigo está cerca.

Grymp mira al cazador de sangre.

-Grymp puede irse? Grymp lleva comida?- 

Ante la afirmación de Cruços el pequeño humanoide coge un trozo de cecina en una mano, su palo partido en la otra, mira una última vez al grupo y se pierde en la noche. 

Agitados por las nuevas que han descubierto gracias al pequeño ladronzuelo, el grupo intenta descansar las horas que les quedan hasta el alba.

Śēra esta sentada mirando las reacciones de sus compañeros y antes de que Grymp se marche, le hace un gesto con la mano para que se acerque a ella, entonces saca una moneda de oro y se la da y le dice - Con esto no necesitarás robar comida, que tus pasos sean certeros y encuentres un nuevo clan pronto... - hace un gesto con la cabeza y cuando el pequeño ha desaparecido en la oscuridad, se dirije al resto de sus compañeros.

- Cruços, cálmese, es cierto que estas revelaciones son realmente impactantes y nos hacen vislumbrar un mal mucho mayor detrás de todo esto, pero, no es el momento de perder la calma, debemos mantener la cabeza clara, no dejar que todos los pensamientos se arremolinen, muchas veces antes de la batalla, un clérigo de la orden, recitaba unas palabras que nos ayudaba a todos a descansar la noche antes de una gran batalla, si os parece bien, voy a tratar de recitarlas igual, mañana se avecina un día con muchas sorpresas e incertidumbre, descansemos lo poco que nos queda hasta que amanezca pensando en esto y enfrentemos a nuestro enemigo con honor y coraje. - a medida que va terminando las palabras el pelo parece cobrar vida y brilla un instante... Śēra entonces, sienta a todos en un circulo alrededor del fuego, se arrodilla en el hueco que queda libre, cierra los ojos y comienza a hablar con una voz profunda, suave y tranquila...

La batalla esta proxima, pero mis nervios no me controlaran

Sangre sera vertida a mi alrededor pero mis miedos no me encontrarán

Enemigos me rodearán pero mi coraje no desfallecerá

Amigos vendrán en mi ayuda y mis emociones no me controlarán

La victoria estará proxima y no descansaré

LA GLORIA ETERNA ME ESPERA Y ENCONCES SERÉ LIBRE!

Dūta Dēvatā Śēra! EL DIOS DEL LEON ANGELICAL ESTÁ A MI LADO!

en el momento que termina, Saṭīḍ ruge y se acerca a Śēra y el grupo ve como el pelo de ambos esta brillando al unisono... Śēra entonces se levanta y dice - Puede que se haya perdido un poco del mensaje en la traducción, mis disculpas... - tras unos instante se retira con Saṭīḍ a un lado del campamento donde se sienta entre las patas de su querido amigo y queda así hasta el amanecer.

Al escuchar los versos de la paladín, la cara de Cruços sí que es un poema. "Joder, y yo que pensaba que Rolthos tenía un palo metido por el culo. Es un maldito rebelde al lado de esta" piensa para sí. En su rostro si dibuja una media sonrisa, divertido por sus propios pensamientos.

- Eh... Sí, gracias, bellas... palabras! Sí... bellas palabras de ánimo - balbucea.

Acto seguido, se prepara para su turno de guardia.

Grymp coge la moneda, la muerde, pero la escupe y suelta en el suelo. 
- Puagh. Eso no comida... Gente grande está loca- 

Nessa, que no es amiga de tanta ceremonia, simplemente asiente con la cabeza y se obliga a sonreír, al tiempo que piensa que ya le gustaría tener tanta energía como la paladina cuando se pongan en marcha. Desearía que la noche hubiera sido más tranquila, aunque a cambio han conseguido información valiosa.

"Zalphiros ... nos tuviste en tus manos. Cansados, separados...confiados.  ¿Y aún así preferiste jugar con nosotros en lugar de cortar el problema de raíz? Haremos que esto se convierta en tu peor error..."

Con este pensamiento, la cazadora cierra los ojos y se sumerge en un sueño breve e intranquilo.

Con las primeras luces del alba el grupo se pone en marcha de nuevo, resguardándose del frío rocío de la madrugada bajo sus capas sin mucho éxito. 

Cabalgan la mayor parte del día siguiendo el mapa que les sirve de guía y el terreno va convirtiéndose poco a poco en una serie de colinas cubiertas por árboles y alta hierba. Serâ teme que el escueto mapa del que disponen no sea suficiente para llevarles a su destino, pero pronto comprueba que no tiene que temer, pues Nessa encuentra con facilidad el rastro de los muertos-vivientes que, al parecer, Zalphiros ha llevado hasta la torre. 

Cuando pasan unas dos horas del cenit del día, y siguiendo el camino ondulado entre las colinas, el grupo llega frente a una más ancha y alta que el resto. La hierba alta y verde la cubre por completo y en su base, justo donde acaba la senda que han estado siguiendo, hay una estatua de una guerrera. Porta un escudo y una espada de piedra en su mano levantada al cielo. Tras ella, una abertura en la cortina verde de la pared de la colina lleva hacia el interior de la misma. 

No se escucha nada ni dentro ni fuera de la gruta. Parece como si las colinas enrededor estuvieran aguantando la respiración ante lo que va a acontecer.

Le barde se acerca a la estatua de la guerrera y la inspecciona. -Menuda te han liado verdad?- Le dice a la estatua en voz bajita. Luego se dirige al grupo. -¿Entramos? Alguien tiene luz o algo que nos pueda hacer ir de manera mas sigilosa?