Rolthos mira a Jen... - ¿Alguacil malo, alguacil bueno? - Dice señalándose primero a sí mismo y luego a Jen. - Cuando Jen asiente y se transforma el algo más cordial, Rolthos se pone serio y se levanta, avanzando hacia el pequeño grupo que descansa en la gruta. Aún bajo los efectos del conjuro de Nessa, Rolthos tiene que llamar la atención del grupo, dando un par de golpes con su lanza en el escudo. *Blom, Blom...*
- Seth, Vraak... No me sorprende veros aquí, pero si me sorprende que no nos hayáis esperado. - Dice con el semblante serio, expectante por su reacción.
Jen se junta con Rolthos, con el corazón palpitándole fuertemente en el pecho.
-Cualquier ayuda contra las criaturas que habitan en esta caverna es buena. Si me permitis, creo que estais herido. -siguiendo su papel se ofrece con una cautelosa inclinación a curar al capitán de la guardia para ganar su confianza.
-Imagino que habreis encontrado la misma escena que nosotros al llegar. La gran masacre de la estancia anterior.... Que horror! Me pregunto quien será el culpable. Me dan escalofríos solo de pensarlo - Ha modificado tambien su voz para que suene un poco mas suave de lo normal, con un tono calmante.
En la retaguardia, Nessa desenfunda su arco y apunta una flecha hacia la escena, lista para descargar una flecha disuasoria entre sus amigos y el grupo de Vraak si la situación pintase mal.
Aún así, confía que Vraak sea razonable, y que esté aquí para vengar la muerte de su hermano y no tanto por el tesoro.
Todos los ocupantes de la sala dan un respingo y toman sus armas al escuchar el golpeteo de Rolthos. El semi-orco hace un gesto a los demás para que no ataquen, pero todos se quedan con las armas listas.
- Vaya vaya mira a quien tenemos aquí.. - dice el semiorco con uña medio sonrisa. - y eso que vuestro amigo dijo que sin la espada y el escudo no vendríais y que queríais ir a los baños... - niega con la cabeza divertido. - supongo que la llamada del oro ha sido más fuerte que la prudencia. No tenía que haberle hecho caso y haber mandado que os detuvieran. Desde que os conocí, sobretodo a ese - dice señalando a Cruços que está sacando la cabeza detrás de una roca y poco más que le falta saludar - supe que erais unos metomentodos... esperaba que os quedarais tranquilos con la generosa recompensa que os dio la ciudad pero... - se encoge de hombros - supongo que la avaricia es lo que tiene. Siempre se quiere más oro eh? Imagino que la chica suspicaz también estará por ahí detrás... salid a la luz y hablad como gente civilizada... - Mira hacia las sombras esperando a ver si Nessa sale a la vista. Cuando Jen se ofrece a curarle levanta la mano - No te conozco pero no gracias, no será necesario. Respecto a lo que ha pasado ahí detrás... al parecer ese clan de jermailines vivía en esos pasadizos pero Zalphiros no es conocido por su delicadeza ni diplomacia. Y después de acabar con ellos el malnacido los levantó como no-muertos para entorpecer si alguien le seguía. Igual que dejar a estos aquí - añade señalando los cadáveres de los zombies y los esqueletos. - la victoria nos ha costado cara esta vez... - añade y hace un gesto con la mano señalando dos bultos que antes no habían visto desde el pasadizo al estar tras una roca. Tapados por dos capas hay dos cuerpos presumiblemente de dos compañeros recién caídos. Rolthos se fija que los han decapitado aunque sus cabezas están bajo las capas tambien. Seguramente para evitar que el nigromante profanara sus cuerpos. - Antes de que vuelva vuestro colega de explorar... ¿como habéis sabido que él estaba con nosotros? ¿ Vais a asesinarnos para quedaros con el tesoro? - su media sonrisa irónica vuelve a aparecer en su rostro mostrando uno de sus colmillos - suponiendo que acabéis con Zalphiros claro... suerte con eso.. -
Jen se sacude la mano en el chaleco, guardando su magia para otro momento. Mira durante un segundo al paladín con gesto indignado ante la acusación el capitán de la guardia de que están ahí exclusivamente por el tesoro.
-Creo que ha habido un malentendido. No sé que os habrá contado nuestro compañero Seth... Pero no venimos con intenciones hostiles, y desde luego no sería muy coherente ofrecernos a sanaros para luego asesinaros.-se muerde la lengua para no decir la frase "Es una reacción un poco dramática.". Mira los cadáveres tapados de los compañeros de Vraak - Siento la pérdida de vuestros compañeros...- Se lleva la mano al corazón en un gesto de entendimiento y compasión hacia los dos fallecidos.
El sargento de la guardia parece relajarse un poco ante las palabras de Jen.
- Gracias. Y disculpa la inicial desconfianza. En realidad no los conocemos y he visto a gente matar, incluso con un toque supuestamente amistoso, por mucho menos que el tesoro de un dragón. Seth me dijo que no vendríais... pero aquí estáis. En realidad sólo ha hablado bien de vosotros pero yo he aprendido a no fiarme de nadie. Supongo que son gajes del oficio... - de encoge de hombros y baja el hacha del todo. Sus otros dos acompañantes parecen relajarse pero no se separan mucho de las armas - y, sinceramente, que la mitad de vosotros estén escondidos ahí detrás con los arcos en la mano no ofrece demasiada confianza... ¿no crees?-
Nessa, aún escondida, respira más relajada y baja el arco y la flecha. Mira a Será y le hace un gesto con la cabeza, como queriendo decir "¿vamos?".
Sale de su escondite lenta y silenciosamente y Vraak la ve justo cuando está a su lado para oírla decir:
- Nosotros tampoco sabíamos qué esperar y por eso hemos querido ser cautelosos. Máxime cuando hemos detectado la presencia de nuestro antiguo compañero, que súbitamente decidió separarnos de nosotros sin previo aviso. Estábamos confusos...
Nessa termina de devolver la flecha al carcaj y añade:
- Vraak, deberíamos colaborar para acabar con la amenaza de Zalphiros. Si unimos fuerzas tendremos más posibilidades...
Jen al ver que el ambiente se relaja un poco no puede evitar sonreir, y dejando que Nessa tome las riendas de la conversacion con el capitan, se dirige a la figura encapuchada, que no ha dicho palabra.
-Disculpad, estais herido? Creo que puedo ayudaros si me lo permitis- ofrece amigablemente. -Me llamo Jen. Y vos?
La figura, de piernas cruzadas en el suelo, gruñe suavemente, y, con paciencia y gestos firmes, suelta brevemente el báculo, dejándolo apoyado en el hombro. Cierra el grueso libro sin hacer ruido, con mimo, como si fuera un cachorro, y lo esconde bajo la túnica.
Agarra de nuevo el báculo con la enguantada mano izquierda y, apoyándose en él, con un ligero esfuerzo, consigue levantarse. Lentamente, alza su alta figura hasta que Jen necesita mirar hacia arriba. Desde dentro de la capucha se oye ahora una voz férrea y melodiosa al mismo tiempo, con un extraño acento élfico, y, aún así, teñida de reprimenda:
"No hubiera necesitado ninguna cura si no hubierais entrado armando tanto escándalo. Nuestro descanso sólo debería haber sido interrumpido por la amenaza de la destrucción, de la lucha contra el indefenso, de los horrores de la guerra, del ataque inminente, de... Es una suerte que mi raza y mi fe me hayan dotado de una paciencia infinita."
Despacio, alza una mano y se baja la capucha, desvelando su rostro. La piel pálida casi refulgía en la penumbra del pasillo. Su melena corta hasta los hombros era de un gris oscuro y asomaba despeinada. Sólo destacaba un poco más una nariz un tanto redondeada.
Con intensidad, clavó los ojos en los de Jen, dejando que su iris verde oscuro entrara en los de aquella persona bajita que estaba ante ella. Las orejas puntiagudas se movían reaccionando a la vez que sus labios al hablar:
"Por lo que he escuchado, ya os conocéis todos y soy aquí la única extraña. No me importaría seguir siéndolo, pero la educación va siempre por delante y no parecéis mala gente, sólo insolentes y muy torpes, pero precavidos."
Da un energético y ligeramente furioso golpe seco en el suelo con el largo bastón y continúa:
"Mi nombre es Aldalantanustë, de la familia Endien."
Realiza una graciosa reverencia y, al levantarse, vuelve a clavar los ojos en los de Jen, esta vez con más fuerza aún hasta que pudiera ver los reflejos ámbar que cruzaban sus iris.
"Disculpa."
La elfo se agacha ligeramente hasta dejar su cara a la altura de su interlocutore. Sin dejar de mirar a los ojos como quien mira al profundo océano, alza lentamente su mano derecha hacia el cuello de Jen... hasta tocar su chaleco. En el momento del roce, una vibración recorre el ropaje. La elfo se levanta de nuevo, inspirando y bajando la intensidad de su mirada casi completamente.
"Se te había saltado el pespunte del chaleco, pero ya está como nuevo. Era imprudente: No se puede ir por ahí arriesgándose uno a que se le deshilachen las costuras y quedarse desnudo delante de cualquiera."
Y, con esto, guiña un ojo a Jen. (posiblemente sólo lo vea Jen porque está cerca)
Rolthos se alegra de que las cosas parezcan calmarse y no haga falta que haga de alguacil malo. Ante la áspera desconfianza del semiorco y la intensa condescendencia de la elfa prefiere morderse la lengua por completo antes que caminar entre la negociación y la respuesta a los velados insultos. La union de fuerzas contra Zelphiros así lo pide. En definitiva permanece en silencio y tan solo asiente leve pero bruscamente a las palabras de sus compañeros.
- Proseguid el descanso y finalizadlo, si os parece uniremos fuerzas, Zalphiros no es un enemigo al que subestimar. - Dice finalmente con reciproca sequedad.
Le barde, que de por si no tiene una estatura reducida, se ve empequeñecide por la imponente presencia de la elfa. Se queda con la boca abierta, escuchando las palabras salir de la garganta de la la hechicera, con esa voz que parecía correr como un río entre piedras. Le da un escalofrío. Parece que le van a llorar los ojos de un momento a otro.
Ahoga un gritito cuando la misma se inclina hacia elle y le toca el chaleco. Al notar el pequeño calambrillo de la magia en su ropa, y ver el impecable arreglo en su preciado chaleco, expulsa una risita nerviosa. Luego se gira buscando la mirada de Nessa y señala a la elfa (con bastnte poco sigilo, la verdad) y vocaliza sin producir sonido alguno la frase "UNA ELFA", señalando la obviedad como si hubiera descubierto un tesoro.
Cruços sale de su mal improvisado escondite, lo más dignamente posible; lo que desde su perspectiva parecía el escondite perfecto, ofrecía una visión perfecta de su silueta al grupo del que pretendía ocultarse.
A pesar de estar entrado en edad, como enseñan su pelo cano hasta la desaliñada barba y la piel curtida acostumbrada a la intemperie, sus movimientos siguen siendo tan diestros y precisos como en su juventud.Viste ropa de cuero ligera, poco ceñida y amplia que facilita sus movimientos. Empuña un arco pero no lleva ninguna flecha en la mano libre cuando camina hacia el grupo.
- Toda alianza es bienvenida. Si estáis aquí para dar muerte a Zalphyros, podéis contar con nuestras armas. - con un gesto de complicidad cruza la mirada con Vraak - Que ni él ni la familia Gloomwood bajo su mando vuelvan a segar la vida de ningún inocente.
Ante la presentación de la maga elfa el cazador contesta cortésmente:
- Mi nombre es Cruços, Aldalantanustë de la familia Endien, cazador de viles criaturas como las que acabáis de rematar. Como ya os ha informado Seth, venimos siguiendo el rastro del propio Zalphyros, usurpador de las reliquias que le han dado acceso a este lugar... Donde sospecho que busca mucho más que la calderilla del tesoro del dragón, aunque aún no puedo decir qué...
Camina hacia Vraak.
- Cuando Seth regrese de su exploración, espero que con nuevas sobre el enemigo, podemos avanzar juntos. Seremos mucho más fuertes y la amenaza que tenemos enfrente bien lo merece, ¿no crees? - tiende la mano al capitán de la guardia, esperando que acepte su oferta de alianza.
El semi-orco pasa la mirada por todos los compañeros y finalmente mira la mano tendida de Cruços.
La estrecha cogiendo al cazador de sangre por el antebrazo.
- Así que sólo queréis acabar con esa alimaña... bueno... supongo que habrá tesoro para todos y podremos repartirnos la recompensa por su cabeza también. - sonríe de medio lado - creedme, es bastante jugosa. -
Se vuelve hacia Jen y Sera
- Supongo que vosotros sois Jen y Sera, Seth me contó que os rescataron de las ruinas del Templo Hundido y que decidisteis uniros a esta panda de locos... Estos son Angus "Chaqueta Roja" Mcfly y Chesare Pencus. Buenos compañeros de armas - dice presentando a los dos guerreros, uno de ellos portando efectivamente una casaca roja sobre su armadura, que saludan con la cabeza al grupo.
Una pequeña exclamación proviene del pasadizo a su espalda y de las sombras aparece Seth, que parece bastante incómodo y avergonzado.
- Vaya... esto... hola... así que habéis venido... me alegro de veros... pensé que, al haber perdido las llaves, lo dejaríais correr. Decías que habías tenido más que suficiente de ruinas viejas Nessa... - dice con un amago de sonrisa, tanteando el estado de ánimo de sus amigos.
- Cuando no tuvimos noticias sobre ti, dudamos si habrías sido presa de alguna de las intrigas del nigromante o simplemente no querías volver a poner en peligro tus hábiles manos en trampas segadedos - el cazador guiña un ojo, cómplice -. Dejamos un mensaje en el Dragón Verde y Lo-Kag pendiente, por si acaso, pero veo que hicimos bien no demorándonos en tu busca.
Tras una pausa:
- Me alegro de tenerte de nuestro lado. - mira hacia la oquedad desde la que ha regresado - ¿Qué nos espera ahí delante?
- No me uses de excusa, Seth. Yo podría haber estado harta, pero el resto de mis compañeros no. Aún así, preferiste pasar de nosotros sin ningún aviso e irte con otro grupo. No es lo que esperaría de un camarada...
Nessa menea la cabeza. Al fin y al cabo, Seth no era el miembro del grupo con quien había trabado más amistad ... de haber sido otra persona, le habría dolido más. Gracias a eso le cuesta poco anteponer el enfado a la practicidad, y continúa:
- En fin. No le demos más vueltas. Que estés aquí ayudará a acabar con Zalphiros, y eso es lo que importa ahora mismo.
Tras esto, se gira a Aldalantanustë, y se presenta:
- Mi nombre es Nessa, por cierto. Diría "encantada de conocerte", pero no me ha enamorado precisamente que tu carta de presentación incluya insultarnos y mirarnos por encima del hombro. Creo que trabajaríamos mejor si relajas un poco el tono, pero haz como gustes.
Luego añade a todo el grupo:
- Podemos continuar cuando queráis. Aún quedan unos minutos durante los cuales puedo ocultar nuestro rastro y estaría bien aprovecharlo....
La elfa se inclina cortésmente ante Nessa, y, al levantarse, comenta:
"No me he levantado hoy con humor de taberna, sino de guerra. Ya habrá tiempo más tarde, cuando hayamos concluido esta comienda."
Y, mirando más allá, continúa:
"Vraak, será mejor que aprovechemos y avancemos, si así lo consideras oportuno; Zalphiros ya nos lleva ventaja gracias a sus trucos, y esto puede llevarnos todo el día."
Con un ligero matiz de preocupación en la mirada, se dirige también a Seth:
"Que la decisión nos guíe. ¿Cómo has visto el terreno?"
El joven pícaro parece que va a replicar a Nessa pero las palabras de la elfa y la mirada del semi-orco hacen que cierre la boca, suspire y de su informe.
- La siguiente sala está parcialmente inundada. Al menos diez esqueletos y zombies, con un ogro zombie y comandados por un wight... creo...-
Lejos de rehuir la mirada, sin embargo, Seth parece buscar los ojos de Nessa.
La aparición de Seth y sus palabras hacen que Rolthos eleve una ceja, por un lado su intervención parece haber evitado que el semiorco nos detuviese, por otro la deserción planteaba dudas sobre sus motivos. Pero siempre había sido así, a veces su ayuda era inestimable y otras su avaricia hacia que ocultase botín al grupo. Pero como decía la elfa no era el momento de socializar, si no de la lucha contra el peligroso necromante que había estado detrás de todos los acontecimientos hasta ahora.
- Esto nos servirá para ir coordinando habilidades. Como calentamiento nos hará bien. - Rolthos se guarda para si mismo las respuestas y contrareplicas, pero las palabras no dichas hace que su rostro adquiera un gesto amargo y su voz sea ronca. - Avancemos. - Dice decidido y ansioso por enfrentarse al mal mayor, a ese tal Zalphiros.
- Unas breves palabras acerca de nuestro grupo... Cerca de mi, o... sobre todo de Sera... - Dice señalando a la paladina. - ... el combate será más fácil para los guerreros que actúen cuerpo a cuerpo, podemos protegeros o dañar a los que os ataquen. Nessa y Jen necesitan estar alejades de los enemigos para poder actuar con máxima eficiencia. Cruços puede actuar tanto a distancia como a melé, pero al finalizar el combate es mejor alejarse de él... - Al señalar a Cruços, y por primera vez desde que se ha encontrado al grupillo, Rolthos sonríe. Sus labios se curvan en una sonrisa que transmite una leve mezcla entre sadismo y orgullo.
La mirada de Jen ante la primera actitud de Nessa tanto con Seth como con la nueva maga es de confusión. No se había parado a considerar el sentirse insultade por la elfa....Aunque quizá es que ni siquiera había escuchado las palabras con atención si no que al oir su voz no había procesado nada más. Y respecto a Seth.... Bueno, eso lo entendía, elle también se había molestado al encontrar al pícaro sano y salvo e insinuando que habían vagueado en la ciudad, o que se habían querido rendir. Se rasca la nuca, confuse ante la tensión en el grupo. El reporte del pícaro no da ánimos. Las criaturas de la siguiente sala son numerosas y fuertes. Quizá era mejor centrarse en sobrevivir primero. Dirige una amigable sonrisa a la maga, y luego se acerca a su amiga la cazadora tratando de suavizar cualquier posible tensión dándole un pequeño toque en el brazo. -Claro, Nessa y yo podremos con lo que se venga encima. Nessa es un prodigio con el arco.-
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Rolthos mira a Jen... - ¿Alguacil malo, alguacil bueno? - Dice señalándose primero a sí mismo y luego a Jen. - Cuando Jen asiente y se transforma el algo más cordial, Rolthos se pone serio y se levanta, avanzando hacia el pequeño grupo que descansa en la gruta. Aún bajo los efectos del conjuro de Nessa, Rolthos tiene que llamar la atención del grupo, dando un par de golpes con su lanza en el escudo. *Blom, Blom...*
- Seth, Vraak... No me sorprende veros aquí, pero si me sorprende que no nos hayáis esperado. - Dice con el semblante serio, expectante por su reacción.
Zevatur, Rolthos
Jen se junta con Rolthos, con el corazón palpitándole fuertemente en el pecho.
-Cualquier ayuda contra las criaturas que habitan en esta caverna es buena. Si me permitis, creo que estais herido. -siguiendo su papel se ofrece con una cautelosa inclinación a curar al capitán de la guardia para ganar su confianza.
-Imagino que habreis encontrado la misma escena que nosotros al llegar. La gran masacre de la estancia anterior.... Que horror! Me pregunto quien será el culpable. Me dan escalofríos solo de pensarlo - Ha modificado tambien su voz para que suene un poco mas suave de lo normal, con un tono calmante.
En la retaguardia, Nessa desenfunda su arco y apunta una flecha hacia la escena, lista para descargar una flecha disuasoria entre sus amigos y el grupo de Vraak si la situación pintase mal.
Aún así, confía que Vraak sea razonable, y que esté aquí para vengar la muerte de su hermano y no tanto por el tesoro.
(Tirada de Stealth: 18 +11 +10 = 39)
Peindre l'amour, peindre la vie, pleurer en couleur ♫
Auriel | Shenua | Arren | Lyra
Todos los ocupantes de la sala dan un respingo y toman sus armas al escuchar el golpeteo de Rolthos.
El semi-orco hace un gesto a los demás para que no ataquen, pero todos se quedan con las armas listas.
- Vaya vaya mira a quien tenemos aquí.. - dice el semiorco con uña medio sonrisa. - y eso que vuestro amigo dijo que sin la espada y el escudo no vendríais y que queríais ir a los baños... - niega con la cabeza divertido. - supongo que la llamada del oro ha sido más fuerte que la prudencia. No tenía que haberle hecho caso y haber mandado que os detuvieran. Desde que os conocí, sobretodo a ese - dice señalando a Cruços que está sacando la cabeza detrás de una roca y poco más que le falta saludar - supe que erais unos metomentodos... esperaba que os quedarais tranquilos con la generosa recompensa que os dio la ciudad pero... - se encoge de hombros - supongo que la avaricia es lo que tiene. Siempre se quiere más oro eh? Imagino que la chica suspicaz también estará por ahí detrás... salid a la luz y hablad como gente civilizada... - Mira hacia las sombras esperando a ver si Nessa sale a la vista. Cuando Jen se ofrece a curarle levanta la mano - No te conozco pero no gracias, no será necesario. Respecto a lo que ha pasado ahí detrás... al parecer ese clan de jermailines vivía en esos pasadizos pero Zalphiros no es conocido por su delicadeza ni diplomacia. Y después de acabar con ellos el malnacido los levantó como no-muertos para entorpecer si alguien le seguía. Igual que dejar a estos aquí - añade señalando los cadáveres de los zombies y los esqueletos. - la victoria nos ha costado cara esta vez... - añade y hace un gesto con la mano señalando dos bultos que antes no habían visto desde el pasadizo al estar tras una roca. Tapados por dos capas hay dos cuerpos presumiblemente de dos compañeros recién caídos. Rolthos se fija que los han decapitado aunque sus cabezas están bajo las capas tambien. Seguramente para evitar que el nigromante profanara sus cuerpos.
- Antes de que vuelva vuestro colega de explorar... ¿como habéis sabido que él estaba con nosotros? ¿ Vais a asesinarnos para quedaros con el tesoro? - su media sonrisa irónica vuelve a aparecer en su rostro mostrando uno de sus colmillos - suponiendo que acabéis con Zalphiros claro... suerte con eso.. -
PbP Character: A few ;)
Jen se sacude la mano en el chaleco, guardando su magia para otro momento. Mira durante un segundo al paladín con gesto indignado ante la acusación el capitán de la guardia de que están ahí exclusivamente por el tesoro.
-Creo que ha habido un malentendido. No sé que os habrá contado nuestro compañero Seth... Pero no venimos con intenciones hostiles, y desde luego no sería muy coherente ofrecernos a sanaros para luego asesinaros.-se muerde la lengua para no decir la frase "Es una reacción un poco dramática.". Mira los cadáveres tapados de los compañeros de Vraak - Siento la pérdida de vuestros compañeros...- Se lleva la mano al corazón en un gesto de entendimiento y compasión hacia los dos fallecidos.
El sargento de la guardia parece relajarse un poco ante las palabras de Jen.
- Gracias. Y disculpa la inicial desconfianza. En realidad no los conocemos y he visto a gente matar, incluso con un toque supuestamente amistoso, por mucho menos que el tesoro de un dragón. Seth me dijo que no vendríais... pero aquí estáis. En realidad sólo ha hablado bien de vosotros pero yo he aprendido a no fiarme de nadie. Supongo que son gajes del oficio... - de encoge de hombros y baja el hacha del todo. Sus otros dos acompañantes parecen relajarse pero no se separan mucho de las armas - y, sinceramente, que la mitad de vosotros estén escondidos ahí detrás con los arcos en la mano no ofrece demasiada confianza... ¿no crees?-
PbP Character: A few ;)
Nessa, aún escondida, respira más relajada y baja el arco y la flecha. Mira a Será y le hace un gesto con la cabeza, como queriendo decir "¿vamos?".
Sale de su escondite lenta y silenciosamente y Vraak la ve justo cuando está a su lado para oírla decir:
- Nosotros tampoco sabíamos qué esperar y por eso hemos querido ser cautelosos. Máxime cuando hemos detectado la presencia de nuestro antiguo compañero, que súbitamente decidió separarnos de nosotros sin previo aviso. Estábamos confusos...
Nessa termina de devolver la flecha al carcaj y añade:
- Vraak, deberíamos colaborar para acabar con la amenaza de Zalphiros. Si unimos fuerzas tendremos más posibilidades...
Peindre l'amour, peindre la vie, pleurer en couleur ♫
Auriel | Shenua | Arren | Lyra
Jen al ver que el ambiente se relaja un poco no puede evitar sonreir, y dejando que Nessa tome las riendas de la conversacion con el capitan, se dirige a la figura encapuchada, que no ha dicho palabra.
-Disculpad, estais herido? Creo que puedo ayudaros si me lo permitis- ofrece amigablemente. -Me llamo Jen. Y vos?
La figura, de piernas cruzadas en el suelo, gruñe suavemente, y, con paciencia y gestos firmes, suelta brevemente el báculo, dejándolo apoyado en el hombro. Cierra el grueso libro sin hacer ruido, con mimo, como si fuera un cachorro, y lo esconde bajo la túnica.
Agarra de nuevo el báculo con la enguantada mano izquierda y, apoyándose en él, con un ligero esfuerzo, consigue levantarse. Lentamente, alza su alta figura hasta que Jen necesita mirar hacia arriba. Desde dentro de la capucha se oye ahora una voz férrea y melodiosa al mismo tiempo, con un extraño acento élfico, y, aún así, teñida de reprimenda:
"No hubiera necesitado ninguna cura si no hubierais entrado armando tanto escándalo. Nuestro descanso sólo debería haber sido interrumpido por la amenaza de la destrucción, de la lucha contra el indefenso, de los horrores de la guerra, del ataque inminente, de... Es una suerte que mi raza y mi fe me hayan dotado de una paciencia infinita."
Despacio, alza una mano y se baja la capucha, desvelando su rostro. La piel pálida casi refulgía en la penumbra del pasillo. Su melena corta hasta los hombros era de un gris oscuro y asomaba despeinada. Sólo destacaba un poco más una nariz un tanto redondeada.
Con intensidad, clavó los ojos en los de Jen, dejando que su iris verde oscuro entrara en los de aquella persona bajita que estaba ante ella. Las orejas puntiagudas se movían reaccionando a la vez que sus labios al hablar:
"Por lo que he escuchado, ya os conocéis todos y soy aquí la única extraña. No me importaría seguir siéndolo, pero la educación va siempre por delante y no parecéis mala gente, sólo insolentes y muy torpes, pero precavidos."
Da un energético y ligeramente furioso golpe seco en el suelo con el largo bastón y continúa:
"Mi nombre es Aldalantanustë, de la familia Endien."
Realiza una graciosa reverencia y, al levantarse, vuelve a clavar los ojos en los de Jen, esta vez con más fuerza aún hasta que pudiera ver los reflejos ámbar que cruzaban sus iris.
"Disculpa."
La elfo se agacha ligeramente hasta dejar su cara a la altura de su interlocutore. Sin dejar de mirar a los ojos como quien mira al profundo océano, alza lentamente su mano derecha hacia el cuello de Jen... hasta tocar su chaleco. En el momento del roce, una vibración recorre el ropaje. La elfo se levanta de nuevo, inspirando y bajando la intensidad de su mirada casi completamente.
"Se te había saltado el pespunte del chaleco, pero ya está como nuevo. Era imprudente: No se puede ir por ahí arriesgándose uno a que se le deshilachen las costuras y quedarse desnudo delante de cualquiera."
Y, con esto, guiña un ojo a Jen. (posiblemente sólo lo vea Jen porque está cerca)
(Utilizado: Mending - cantrip)
Al oír el exabrupto de la maga, Nessa se gira para escrutarla, enarcando una ceja.
"Justo lo que necesitábamos, una estirada e intensa más" - piensa.
Sin mediar palabra de vuelve a girar hacia el semi-orco, esperado su respuesta.
Peindre l'amour, peindre la vie, pleurer en couleur ♫
Auriel | Shenua | Arren | Lyra
Rolthos se alegra de que las cosas parezcan calmarse y no haga falta que haga de alguacil malo. Ante la áspera desconfianza del semiorco y la intensa condescendencia de la elfa prefiere morderse la lengua por completo antes que caminar entre la negociación y la respuesta a los velados insultos. La union de fuerzas contra Zelphiros así lo pide. En definitiva permanece en silencio y tan solo asiente leve pero bruscamente a las palabras de sus compañeros.
- Proseguid el descanso y finalizadlo, si os parece uniremos fuerzas, Zalphiros no es un enemigo al que subestimar. - Dice finalmente con reciproca sequedad.
Zevatur, Rolthos
Le barde, que de por si no tiene una estatura reducida, se ve empequeñecide por la imponente presencia de la elfa. Se queda con la boca abierta, escuchando las palabras salir de la garganta de la la hechicera, con esa voz que parecía correr como un río entre piedras. Le da un escalofrío. Parece que le van a llorar los ojos de un momento a otro.
Ahoga un gritito cuando la misma se inclina hacia elle y le toca el chaleco. Al notar el pequeño calambrillo de la magia en su ropa, y ver el impecable arreglo en su preciado chaleco, expulsa una risita nerviosa. Luego se gira buscando la mirada de Nessa y señala a la elfa (con bastnte poco sigilo, la verdad) y vocaliza sin producir sonido alguno la frase "UNA ELFA", señalando la obviedad como si hubiera descubierto un tesoro.
Cruços sale de su mal improvisado escondite, lo más dignamente posible; lo que desde su perspectiva parecía el escondite perfecto, ofrecía una visión perfecta de su silueta al grupo del que pretendía ocultarse.
A pesar de estar entrado en edad, como enseñan su pelo cano hasta la desaliñada barba y la piel curtida acostumbrada a la intemperie, sus movimientos siguen siendo tan diestros y precisos como en su juventud.Viste ropa de cuero ligera, poco ceñida y amplia que facilita sus movimientos. Empuña un arco pero no lleva ninguna flecha en la mano libre cuando camina hacia el grupo.
- Toda alianza es bienvenida. Si estáis aquí para dar muerte a Zalphyros, podéis contar con nuestras armas. - con un gesto de complicidad cruza la mirada con Vraak - Que ni él ni la familia Gloomwood bajo su mando vuelvan a segar la vida de ningún inocente.
Ante la presentación de la maga elfa el cazador contesta cortésmente:
- Mi nombre es Cruços, Aldalantanustë de la familia Endien, cazador de viles criaturas como las que acabáis de rematar. Como ya os ha informado Seth, venimos siguiendo el rastro del propio Zalphyros, usurpador de las reliquias que le han dado acceso a este lugar... Donde sospecho que busca mucho más que la calderilla del tesoro del dragón, aunque aún no puedo decir qué...
Camina hacia Vraak.
- Cuando Seth regrese de su exploración, espero que con nuevas sobre el enemigo, podemos avanzar juntos. Seremos mucho más fuertes y la amenaza que tenemos enfrente bien lo merece, ¿no crees? - tiende la mano al capitán de la guardia, esperando que acepte su oferta de alianza.
El semi-orco pasa la mirada por todos los compañeros y finalmente mira la mano tendida de Cruços.
La estrecha cogiendo al cazador de sangre por el antebrazo.
- Así que sólo queréis acabar con esa alimaña... bueno... supongo que habrá tesoro para todos y podremos repartirnos la recompensa por su cabeza también. - sonríe de medio lado - creedme, es bastante jugosa. -
Se vuelve hacia Jen y Sera
- Supongo que vosotros sois Jen y Sera, Seth me contó que os rescataron de las ruinas del Templo Hundido y que decidisteis uniros a esta panda de locos... Estos son Angus "Chaqueta Roja" Mcfly y Chesare Pencus. Buenos compañeros de armas - dice presentando a los dos guerreros, uno de ellos portando efectivamente una casaca roja sobre su armadura, que saludan con la cabeza al grupo.
Una pequeña exclamación proviene del pasadizo a su espalda y de las sombras aparece Seth, que parece bastante incómodo y avergonzado.
- Vaya... esto... hola... así que habéis venido... me alegro de veros... pensé que, al haber perdido las llaves, lo dejaríais correr. Decías que habías tenido más que suficiente de ruinas viejas Nessa... - dice con un amago de sonrisa, tanteando el estado de ánimo de sus amigos.
PbP Character: A few ;)
- Cuando no tuvimos noticias sobre ti, dudamos si habrías sido presa de alguna de las intrigas del nigromante o simplemente no querías volver a poner en peligro tus hábiles manos en trampas segadedos - el cazador guiña un ojo, cómplice -. Dejamos un mensaje en el Dragón Verde y Lo-Kag pendiente, por si acaso, pero veo que hicimos bien no demorándonos en tu busca.
Tras una pausa:
- Me alegro de tenerte de nuestro lado. - mira hacia la oquedad desde la que ha regresado - ¿Qué nos espera ahí delante?
- No me uses de excusa, Seth. Yo podría haber estado harta, pero el resto de mis compañeros no. Aún así, preferiste pasar de nosotros sin ningún aviso e irte con otro grupo. No es lo que esperaría de un camarada...
Nessa menea la cabeza. Al fin y al cabo, Seth no era el miembro del grupo con quien había trabado más amistad ... de haber sido otra persona, le habría dolido más. Gracias a eso le cuesta poco anteponer el enfado a la practicidad, y continúa:
- En fin. No le demos más vueltas. Que estés aquí ayudará a acabar con Zalphiros, y eso es lo que importa ahora mismo.
Tras esto, se gira a Aldalantanustë, y se presenta:
- Mi nombre es Nessa, por cierto. Diría "encantada de conocerte", pero no me ha enamorado precisamente que tu carta de presentación incluya insultarnos y mirarnos por encima del hombro. Creo que trabajaríamos mejor si relajas un poco el tono, pero haz como gustes.
Luego añade a todo el grupo:
- Podemos continuar cuando queráis. Aún quedan unos minutos durante los cuales puedo ocultar nuestro rastro y estaría bien aprovecharlo....
Peindre l'amour, peindre la vie, pleurer en couleur ♫
Auriel | Shenua | Arren | Lyra
La elfa se inclina cortésmente ante Nessa, y, al levantarse, comenta:
"No me he levantado hoy con humor de taberna, sino de guerra. Ya habrá tiempo más tarde, cuando hayamos concluido esta comienda."
Y, mirando más allá, continúa:
"Vraak, será mejor que aprovechemos y avancemos, si así lo consideras oportuno; Zalphiros ya nos lleva ventaja gracias a sus trucos, y esto puede llevarnos todo el día."
Con un ligero matiz de preocupación en la mirada, se dirige también a Seth:
"Que la decisión nos guíe. ¿Cómo has visto el terreno?"
El joven pícaro parece que va a replicar a Nessa pero las palabras de la elfa y la mirada del semi-orco hacen que cierre la boca, suspire y de su informe.
- La siguiente sala está parcialmente inundada. Al menos diez esqueletos y zombies, con un ogro zombie y comandados por un wight... creo...-
Lejos de rehuir la mirada, sin embargo, Seth parece buscar los ojos de Nessa.
PbP Character: A few ;)
La aparición de Seth y sus palabras hacen que Rolthos eleve una ceja, por un lado su intervención parece haber evitado que el semiorco nos detuviese, por otro la deserción planteaba dudas sobre sus motivos. Pero siempre había sido así, a veces su ayuda era inestimable y otras su avaricia hacia que ocultase botín al grupo. Pero como decía la elfa no era el momento de socializar, si no de la lucha contra el peligroso necromante que había estado detrás de todos los acontecimientos hasta ahora.
- Esto nos servirá para ir coordinando habilidades. Como calentamiento nos hará bien. - Rolthos se guarda para si mismo las respuestas y contrareplicas, pero las palabras no dichas hace que su rostro adquiera un gesto amargo y su voz sea ronca. - Avancemos. - Dice decidido y ansioso por enfrentarse al mal mayor, a ese tal Zalphiros.
- Unas breves palabras acerca de nuestro grupo... Cerca de mi, o... sobre todo de Sera... - Dice señalando a la paladina. - ... el combate será más fácil para los guerreros que actúen cuerpo a cuerpo, podemos protegeros o dañar a los que os ataquen. Nessa y Jen necesitan estar alejades de los enemigos para poder actuar con máxima eficiencia. Cruços puede actuar tanto a distancia como a melé, pero al finalizar el combate es mejor alejarse de él... - Al señalar a Cruços, y por primera vez desde que se ha encontrado al grupillo, Rolthos sonríe. Sus labios se curvan en una sonrisa que transmite una leve mezcla entre sadismo y orgullo.
Zevatur, Rolthos
La mirada de Jen ante la primera actitud de Nessa tanto con Seth como con la nueva maga es de confusión. No se había parado a considerar el sentirse insultade por la elfa....Aunque quizá es que ni siquiera había escuchado las palabras con atención si no que al oir su voz no había procesado nada más. Y respecto a Seth.... Bueno, eso lo entendía, elle también se había molestado al encontrar al pícaro sano y salvo e insinuando que habían vagueado en la ciudad, o que se habían querido rendir. Se rasca la nuca, confuse ante la tensión en el grupo.
El reporte del pícaro no da ánimos. Las criaturas de la siguiente sala son numerosas y fuertes.
Quizá era mejor centrarse en sobrevivir primero. Dirige una amigable sonrisa a la maga, y luego se acerca a su amiga la cazadora tratando de suavizar cualquier posible tensión dándole un pequeño toque en el brazo.
-Claro, Nessa y yo podremos con lo que se venga encima. Nessa es un prodigio con el arco.-