Salavación319

Morko sonrie cuando siente el poder divino sobre él, para verse consumido por la niebla necromantica, por fortuna Moradhin parece estar con él y no e ve afectado. 

Al ver al pícaro caer grita: ¡Roland ayuda al pícaro!, yo me encargo del minotauro- y en voz baja dice para si:- y mas me vale conseguirlo o veo muy negro nuestro futuro.-

Cogiendo impulso grita: -¡Moradhin guia mi hacha! mientras descarga un golpe contra el minotauro

Attack: 20 Damage: 33 (si  doy uso smite)

Salvación con 5

El minotauro desvía el hacha de Morko con la suya propia y devuelve el golpe al enano, usando ambas manos para imprimir más fuerza a su ataque, consiguiendo cortar al enano en el pecho. 

Jeena adopta su forma normal, usando su cimitarra para atacar al minotauro, y susurra unas palabras en élfico, insuflando de vida y energía curativa a Martin, el cual tose y abre los ojos, pequeñas volutas de humo negro salen de sus pulmones, pero no tiene tiempo de recuperarse cuando los zombies se abalanzan sobre él. Por desgracia su arma resbala entre las costillas del muerto viviente sin conseguir derrotarlo.

Kathrinna, viendo a su mentor y amigo en apuros, avisa a Morko con un grito. Este, viendo sus intenciones, se prepara para recibirla. Kathrinna salta sobre el fornido enano y se apoya en sus hombros para dar una voltereta por encima del zombie. Emulando a Martin antes, se desliza entre las piernas del minotauro mientras se corta su propio antebrazo con su espada. Con un brillo de energía arcana en sus ojos, la sangre que mancha su propia hoja se enciende en llamas y tras ponerse en pie protegiendo al herido semi-elfo, asesta un golpe al zombie al que estaba atacando Martin. 

 Zevatur contempla sus opciones... 

Salvacion para aguantar el hechizo 7

Zevatur gruñe al sentir el dolor del a nube toxica y pierde la concentración. Pero sin pensarlo demasaido lanza otro aliento de fuego. Soplando intentatndo coger  los dos zombies qu estan delante y no a martin.

[Tooltip Not Found]: 11 Salvacion contra dex 15

 Spell cast 13

 Zevatur vuelve a invocar las fuerzas mágicas que le confiere su herencia para emular a sus lejanos ancestros. Una llamarada envuelve a los zombies y la pared, ennegreciéndola y todos sienten el temblor que recorre la estancia y el pasillo. 

Los dos zombies más cercanos se convierten en cuerpos carbonizados, aunque uno aún parece moverse y ataca a Zevatur!! pero este se aparta del torpe intento. Mientras que sus compañeros se cubren la cara para evitar el calor que llena el pasadizo. 

El zombie más alejado se arrastra, poco más que un esqueleto con carne putrefacta y quemada colgando de sus huesos, e intenta rasgar con sus garras a Martin, pero Kath se interpone intentado parar el golpe dirigido a su maestro.

El zombie que han atacado tanto Martin como Kath parece recuperar sus sentidos y ataca tanto a la cazadora de sangre como al asesino. 

 La chica consigue interponer su arma entre la garra del zombie y su mentor, pero entonces la otra criatura, mucho más fuerte, la golpea con sus poderosas garras. Kathrinna cruza las espadas rápidamente frente a su pecho y consigue evitar a duras penas las ponzoñosas garras del muerto viviente, pero el impacto la lanza contra la pared, dejando a Martin aún en el suelo y a merced del zombie. Este le pisa, evitando que ruede para esquivarlo, y una poderosa garra rasga la piel del cuello del semi-elfo, el cual comienza a ahogarse en su propia sangre, sintiendo que la vida se le escapa entre los dedos como la sangre que no consigue retener en su cuerpo. La chica grita de desesperación.

 Roland se disponía a expulsar a los muertos vivientes, pero viendo que casi todos, menos los más fueres, han sido prácticamente destruidos, y que su compañero está al borde da la muerte, lanza una rápida plegaria a Lathander para que sane las terribles heridas de su compañero.

Frustrado por el tapón que provocan sus propios compañeros el clérigo levanta su simbolo sagrado y con un grito, invoca el poder de su dios. 

Una fuerte luz dorada inunda el tenebroso pasadizo y la cámara, llenando de una luz cálida y dorada el mismo. Todos pueden oir la voz del nigromante jurando, temiendo que la convicción del clérigo sea más poderosa que la voluntad de sus marionetas.

 El zombie que intentaba atacar a Zevatur parece querer huir de la sagrada luz que emite Roland, así como el zombie que casi termina con la vida de Martin. Kath aprovecha la oportunidad que le brinda el que huya para atacarle una vez más con su flamígera espada.

El otro zombie parece estar tan ciego por las quemaduras del fuego mágico de Zevatur que no parece verse afectado, al igual que el esqueleto, que parece poseido por una sed de sangre hacia el paladín enano. 

 El Elfo se levanta pálido como la cera de una vela... apoyándose en Kath para levantarse aún debil y herido.

Herido por aquella nube de muerte, Cegorach recuperó el aliento. Había sufrido graves daños pero no tantos como su compañero Martin. Sus recursos eran limitados pero su fuerza de voluntad ignoraba esta cuestión. Doblegando de nuevo las sombras, retorció su mente mientras esbozaba una sonrisa maliciosa. Parecía que aquella situación además de preocuparle le genera cierto placer. 

 -¡Aprovechad el tiempo que os queda de vida y acabad desde las sombras con el nigromante!

Cegorach vuelve a acceder a esa parte de su mente en la que residen sus deseos más oscuros. La rabia, el miedo, la envidia... conoce el riesgo que corre utilizando este poder, pero la necesidad es grande y la vida de sus amigos está en grave peligro. Deja que su mente se empape de esos sentimientos negativos, sintiendo cómo le envuelven como una sustancia oleosa y pegajosa que le recorre todo el cuerpo. Usando su increíble fuerza de voluntad coge esa sustancia, que comienza a materializarse en el mundo real, y la aparta de su cuerpo, la moldea, la somete a su voluntad. Sudando por el esfuerzo el místico vuelve a crear unas sombras que nacen de lo más profundo de su mente. El esfuerzo es demasiado extenuante y, por un momento, piensa que no lo va a conseguir. Pero entonces abre los ojos y allí están. Dos criaturas de sombras, mirándole con ojos vacíos y esperando sus órdenes. 

Con su mente les ordena acabar con el nigromante, el cual él no puede ver, pero sabe que no debe andar muy lejos. Con la inquietante sensación en su mente de algo que se arrastra y, en cierto modo, una parte de sí se aparta de él, sonríe con satisfacción al saber que sus oscuros reflejos llevarán a cabo su voluntad. No creía que el nigromante sobreviviera al ataque de otras dos de sus criaturas. 

Y entonces ocurre lo impensable. 

Cegorach siente un pequeño mareo, su visión se vuelve borrosa por unos segundos y tiene que apoyarse en la pared para no caerse. Cuando se recupera su rostro está desencajado y pálido. No puede ser. Ya no siente la conexión con sus criaturas. La ha perdido por completo. Esto no debería pasar, son sus sentimientos, una extensión de él mismo. 

Con un nudo en el estómago recuerda las palabras de su maestro cuando Cegorach descubrió esta peligrosa y prohibida disciplina.

" Recuerda, joven aprendiz, que estas jugando con parte de tu mente, de tu misma alma. Si por cualquier razón perdieras el control sobre ella. Nadie sabe qué consecuencias podría tener sobre ti, y sobre el mundo. Podrías quedarte como una carcasa vacía, sin alma ni sentimientos, habiendo liberado los peores demonios que existen en el mundo. Los que habitan en el alma de los seres vivos." 

En una cosa su maestro se equivocaba. Aún era capaz de sentir. Al menos miedo, y eso era lo que sintió cuando, al abrir los ojos, vio una de sus sombras frente a él, mirándole fijamente. 

Como un irónico reflejo, Cegorach escucha su propia voz gritar de dolor en la sala.

Ataque de oportunidad Daga: Attack: 17 Damage: 6

 Zevatur ataca con su daga al zombie que huye, y consigue clavarla en la cadera ennegrecida de la criatura, atravesándola y llegando a clavarse en el blando suelo, pero para su asombro, el zombie sigue huyendo de la luz sagrada de Roland, arrancando las piernas del zombie y este huye arrastrando los brazos por el suelo, dejando un rastro de sangre y vísceras por el suelo.

Morko se repone del violento golpe dando gracias a Moradhin por pertrecharle con una armadura de manufactura enana, mientras balancea de nuevo su hacha hacia el Minotauro esqueleto, rogándole a su dios que esta vez le permita impactar el aberración No muerta.

Attack: 9 Damage: Unable to parse dice roll. (uso smite si le doy)

Martin y Kath son los primeros en verle. Alargando los negros dedos hacia él, la sombra intenta alcanzar a Cegorach pero con un quejido se disipa como arrastrada por un viento inexistente. Entonce incluso Cegorach puede ver al nigromante aparecer débilmente iluminado por la luz verduzca de la sala.

Les mira y parece chasquear su lengua. Enseguida comienza a mover las manos y pronunciar palabras en un idioma extraño que no reconocen, pero que dobla la realidad a su voluntad. 

De las paredes y del suelo comienza a salir un vapor verde que se mete en sus pulmones. El fuerte olor a azufre les hace toser y vomitar y gritan de dolor cuando ven su piel enrojecer y deshacerse por el ácido y sienten como sus pulmones se queman cuando la nube venenosa se mete en sus pulmones. 

 Los gritos de dolor dentro de la nube son rápidamente transformados por sollozos de agonía. 

Martin siente que su apoyo en Kathrinna desaparece y se queda apoyado en la pared inteando respirar y que la temible nube no le consuma los ojos.  

Pese a todo, el hacha de Morko esta vez parece que guía su mano y siente con satisfacción como si hacha golpea en las enormes costillas del esqueleto. El fuego sagrado hace arder los huesos de la criatura la cual da un par de pasos hacía atrás del impacto, pero parece recomponerse rápidamente para volver a atacar al paladin. 

Mapa Actualizado:

 Parecía haberse recuperado parcialmente del ataque anterior pero no fue más que la antesala de lo que se avecinaba. Esa nube de azufre hizo el resto y Cegorach se derrumbó tras perder la poca vitalidad que poseía.

 El pícaro parece resistir parcialmente la fuerza del maligno hechizo que está abriendo llagas en su piel y hace aparecer ampollas por todo su cuerpo. Sin embargo, tan herido como estaba de la nube impía previa, su débil cuerpo cae derrumbado al suelo de nuevo entre horribles estertores.

Levantándose para volver a caer... su mente vuelve a apagarse inconsciente.

Salvacion: 15

es 21 que me equivoque.

Zevatur se lle va las manos a la garganta y cae tosiendo amargamente.

Salvación: 23

Martin, mientras cae tosiendo y siente como la oscuridad vuelve a reclarmarle ve a Kath de rodillas en el suelo a su lado, mirando al nigromante con rabia y los ojos llenos de lágrimas.

- ¡Que te jodan! - consigue gritar pese al dolor y el ácido quemando sus pulmones. 

Con un último gesto de pura fuerza de voluntad, la chica canaliza su rabia y unas llamas como las que surgen de su hoja envuelven al nigromante. 

 Las llamas envuelven al nigromante, que chilla de dolor y sorpresa, pero su voluntad no es menos formidable y su magia no se ve afectada.

Jenna se dió cuenta de su situación era desesperada. Mientras aquella nube tóxica siguiera allí no tenían ninguna posibilidad. 

Aguantando el dolor como podía, la druida convocó a los espíritus del viento que jugaban entre los picos de las montañas y descendían rápidos por los valles y cañones. Recitó las palabras que ellos podían entender y los espíritus respondieron. Acudieron a su llamada y con una fuerte ráfaga, los vapores insanos se dispersaron en el pasadizo. Instintivamente Jeena tomó una fuerte bocanada de aire, y miró con una sonrisa de victoria al nigromante. 

- Hoy no reclamarás nuestras almas - le dijo desafiante. 

 Tan fuerte es la ráfaga de viento incluso el esqueleto del minotauro se ve arrastrado por la misma... cayendo varios metros detrás de ellos. El ,uerto viviente se levanta y con un fuerte movimiento de cabeza, carga contra el clérigo que ha lanzado la luz que ha dañado a todos sus compañeros, intentando pasar por encima de él.

 Sin embargo el clérigo está preparado y usa su escudo para cubrirse del ataque, consiguiendo detenerlo, aunque siente como se le duerme el brazo por la fuerza del choque. 

 Los zombies, se giran al ver a su señor dolorido y convergen todos en el clon defectuoso de Cegorach, desmembrando y destrozando a la criatura. Todos los que están conscientes pueden escuchar los gritos de dolor del falso Cegorach hasta que mueren en un gorgojeo. 

Posiciones enemigos:

 El pícaro que parecía inerte en el suelo, se levanta rápidamente y prácticamente recuperado de todas sus heridas, sorprendiendo a sus enemigos, tras avanzar unos pasos acercándose al nigromante, saca una de las múltiples dagas escondidas en los recovecos de su capa y se la lanza ante el estupor de éste que no se esperaba el ataque.

 - Muere criatura impía... ¡muere de una vez!