Cruços se da cuenta cómo el paladín se dirige tenso al grupo de su hermana - "Pero, no irá a...". Mantiene la tapadera y atento, escucha cómo les advierte.

"Desde luego, no podía esperar otra cosa de Rolthos" medita el cazador, no sorprendiéndose demasiado de la decisión de su compañero.

"Ahora, veremos cómo actúan, si son discretos no habrá problema. Si dan la alarma y advierten a más invitados, puede que los cultistas se alteren y cometan algún error que les descubra. O puede que se achanten y se escondan de nuevo en sus alcantarillas." - el cazador aprieta los dientes y sigue atento, observando de cerca las reacciones del grupo, buscando mantener la calma. Aún no es momento de dejarse llevar y en cualquier momento puede delatarse la pista que están buscando.

-oh. Oh! Una distracción?- los ojos de le barde brillan al ver de nuevo la oportunidad de lucir sus números. -Déjalo en mis manos! Literalmente.- Y con un meneillo de hombros se dirige a uno de los espacios libres del salón. Llama la atención de los invitados dando unos toquecitos en una copa como si fuera una campanilla. -Damas y caballeros, meine damen und herren, ladies and gentlemen! -De su cinto saca un par de abanicos de ricas y coloridas telas- Permitan que amenice de nuevo la agradable velada que Lord Gui ha organizado en sus terrenos. Por favor, un aplauso para nuestro anfitrión! -Señala con la palma de la mano al directivo, en un elegante gesto. Haciendo uso de sus trucos de prestidigitación, un humo rosa surge del abanico -Por favor pido a nuestros excelentes músicos que acompañen esta interpretación.- con otro gesto el humo se degrada hasta una tonalidad azulada. Luego verde, amarilla, y así, mientras danza y mueve los abanicos a un lado y a otro una colorida estela va marcando su camino. Mientras danza, procura hacer contacto visual en algun momento con Lord Gui, el Gran Magister, uno de los generales invitados y el mayordomo, y aprovechar la musicalidad para desplegar sus mejores movimientos, su mas encantador pestañeo o su mejor sonrisa. En vez de la energética coreografía interpretada en la taberna, cuando prendieron fuego al aro, esta vez dedica movimientos mas delicados y precisos, procurando hacerlos lo mas atractivos posible para mantener la atención en su persona. 

A Nessa le da pena perderse esta nueva actuación, pero sabe que no tiene tiempo que perder. Espera un momento hasta asegurarse de que la mayoría de los invitados - especialmente el anfitrión y el Gran Magíster - están centrados en los movimientos de le barde, simulando que ella misma no está pensando en otra cosa que en los humos multicolores que salen de los abanicos. Aplaude, y en ese movimiento aprovecha para tocar su pulsera y murmurar las palabras del conjuro que le permitirán pasar desapercibida.

 Sin perder más tiempo, la cazadora abandona el salón y se dirige al recibidor, recordando mientras camina que allí hay una escalera de madera sube a los pisos superiores y también un jardín, para el que no han visto entrada alguna. Mira con atención si alguien la está observando, o si detecta alguna presencia en el recibidor...

"Ojalá hubiera traido al menos mi capa. Y las ganzúas. Qué cabeza, Nessa, qué cabeza" - piensa la joven, haciendo apunte mental de que será la última vez que cometa un error como este.

La joven y divertida hermana de Rolthos escucha atentamente a su hermano y luego se rie.

- Vamos vamos hermanito, ¿intentas protegerme otra vez de pasarlo bien? No seas aguafiestas, pero si lo hemos organizado nosotros! ¿Qué peligro puede haber? - sonríe tranquilizadoramente a su hermano mayor. 

Antes de que el preocupado paladin pueda replicar a su hermana Jen golpea la copa llamando la atención de la mayoría de las personas de la fiesta y comienza su actuación, haciendo que todas, incluso miembros del servicio le presten atención. 

Nessa no tiene problema en deslizarse entre las sombras de la escalera y llega al piso superior. Con casi todo el mundo contemplado la actuación de Jen y su habilidad consigue llegar sin que absolutamente nadie la vea ni oiga. 

El piso superior tiene dos pasillos, uno a la derecha y otro a la izquierda, que sin duda llevan a distintas alas de la mansión. La joven puede ver varias puertas a los lados de ambos pasillos y, en el de la izquierda, unas escaleras que suben hacia la planta superior. 

Con cuidado, y siempre asegurándose de que nadie la ve, Nessa se dirige al pasillo de la izquierda, ya que la posibilidad de subir a un piso superior llama poderosamente su atención. Por esto, decide dejar el pasillo de la derecha para examinarlo en el camino de vuelta.

Mientras avanza por el pasillo de la izquierda va examinando con cuidado las puertas, mirando si hay indicios de algún tipo de trampa primero, y si se oye algún ruido dentro después. Si no percibe nada sospechoso, apoya una mano con cuidado e intenta abrir alguna.

Luego continua hacia el piso superior...

En todo momento siente su corazón latiendo con fuerza, con la tensión de quien sabe que puede ser descubierta en cualquier momento.

Rolthos frunce el entrecejo a su hermana. - No es... - La maniobra de distracción de Jen le interrumpe.

"Otra vía de agua que taponar" pensó el paladín mientras buscaba a Nessa con la mirada. Ni la encontró ni averiguo por donde se habría infiltrado. 

Nessa invierte unos minutos en ir mirando las puertas, tras asegurarse que no hay nadie detrás. Ninguna parece cerrada y todas salvo una parecen habitaciones de invitados, la que no lo es, se trata de un pequeño armario con ropa de cambio para las mismas. 

Cuando termina la inspección del pasillo escucha sonoros aplausos en la sala de fiestas. 

Tan sólo espera que Jen haga otro número y lamenta no haber concretado con le barde una duración. Aunque ya no hace falta su distracción para asegurar que pueda escabullirse sigue moviéndose con cautela escaleras arriba. 

El piso superior es un pasillo que se extiende por las dos alas de la casa, aunque hay menos puertas a ambos lados dos cosas llaman la atención de la exploradora.

Una puerta doble al final del pasillo de la derecha y un ruido, como si alguien hubiera arrastrado una silla o una mesa en la primera puerta de la izquierda. 

Nessa da un respingo cuando oye los aplausos en el piso inferior, y reza porque Lord Gui no note su ausencia si éste se acerca a felicitar a Jen. Sintiendo que tiene cada vez menos tiempo, se para unos momentos y respira para mantener la calma y no apresurarse, ya que esto último podría resultar fatal. Luego, sujetando con cuidado su vestido para no tropezar,  termina de subir los últimos escalones que la separan del piso superior.

El pasillo parece bastante normal. Las paredes están cubiertas de diferentes cuadros y espejos, y fijándose en las diferentes puertas, se queda con la de dos hojas que hay al final de la zona derecha. Pensando que allí puede haber algo interesante, se acerca a para investigarla.

 Sin embargo un ruido la interrumpe, haciendo que la ranger se gire inmediatamente hacia el origen del mismo. Ha sonado como ...  ¿una silla arrastrándose? 

"¿Hay alguien en este piso ....?", se pregunta.

Se acerca a la puerta de la que ha surgido el ruido, y acercándose, escucha con atención...

 ... y es entonces cuando escucha los gemidos entrecortados de una mujer, así como una respiración entrecortada de lo que parece ser un hombre, con un golpeteo rítmico de fondo.

Sin dudar - pero sin dejar de ir con cuidado y haciendo el menor ruido posible - apoya la mano en el pomo y abre...

La hoja se desliza en silencio y Nessa abre lo justo para mirar dentro con cautela. 

Empieza a ver una habitación lujosamente decorada, con un tocador con espejo justo a su izquierda mientras abre la puerta, iluminada por una chimenea que debe quedar a su derecha, tras la puerta entornada, Nessa ve a una mujer con las manos apoyadas en el los mástiles del dosel de una cama. Puede ver restos de su vestido colgando por su espalda. Su cuerpo semidesnudo se mueve al mismo ritmo del ruido que escuchó Nessa y puede ver su bocaentreabierta y sus ojos cerrados mientras que, con cada movimiento, mueve un poco la cama, provocando el golpeteo rítimico que escuchó la exploradora al pegar la oreja a la puerta. 

No termina de abrir la puerta cuando ve a un hombre, completamente desnudo, sujetando a la mujer por las caderas. Son sus movimientos los que provocan los gemidos de la mujer y el golpeteo de la cama. 

Los dos amantes no se percatan de la presencia de la sorprendida Nessa en el dintel de la puerta de su improvisado nido de amor y lujuria. 

La joven abre los ojos como platos ante la escena, que no era para nada lo que esperaba encontrarse. Agradeciendo el halo de sombras y silencio que le permite pasar completamente inadvertida - y que oculta, de paso, que se ha puesto roja como un tomate - cierra la puerta con el mismo cuidado con el que la abrió, y vuelve al pasillo.

Vuelve a dirigirse a la puerta de doble hoja al final del pasillo derecho. 

En su interior empieza a desesperarse al no encontrar nada con lo que apoyar su teoría de la culpabilidad de Lord Gui...

La inspección de la puerta doble revela que esta se encuentra cerrada con llave.

Los apasionados gritos de la habitación que ha quedado detrás se intensifican mientras los amantes dan rienda suelta a sus instintos. De abajo llega una tonadilla ligera, indicando a Nessa que los músicos han reanudado su interpretación y que Jen habrá terminado seguro. 

"¡¡Mira que no traerme una ganzúa al menos....¡¡" 

A falta de más opciones, la cazadora deshace su recogido para utilizar una horquilla para intentar abrir la puerta...

- Vamos, vamos...

 Por desgracia, el mecanismo resulta demasiado complejo para abrirlo con una simple horquilla, y Nessa acaba por rendirse. No deja de pensar que si hubiera llevado consigo su equipo el resultado habría sido diferente...

Sin más opciones para continuar investigando en ese piso, la joven baja al piso inferior, donde se había dejado todo un pasillo por investigar. Algunas de esas puertas están abiertas y revelan un dormitorio y una sala de lectura. Como nada le llama la atención, la ranger vuelve al pasillo rápidamente.

De las tres habitaciones que están cerradas, consigue abrir todas menos una. La primera es otro dormitorio, muy similar al que está utilizando la pareja del piso superior. La segunda es un despacho. Un cuadro de un joven y casi atractivo Lord Gui preside la pared de la chimenea y una mesa de madera noble ocupa el frente de la habitación, quedando el que se siente de espaldas a la ventana. Hay material de escritura y algunos papeles sobre la mesa. En la pared de la izquierda, un tapiz muestra una habitual estampa de St Cuthberth derrotando a Iuz.

Nessa cierra con cuidado la puerta tras de sí y empieza a revisar. Empieza con el cuadro y el tapiz, pero no hay nada tras ellos que no sea la simple pared. A continuación, se asoma al jardín, que está a oscuras y más allá de unos setos y un par de árboles que se pueden vislumbrar  gracias a la luz que sale del salón de fiestas, no se puede ver mucho más.

Finalmente estudia la mesa. Curiosamente, una capa de polvo cubre la misma, como si no hubiera sido utilizada en mucho tiempo. En cambio, el resto de la habitación sí está limpio. Sobre ella ve unos cuantos papeles y antes de tocarlos, se asegura de ver en qué orden están en la mesa, para luego dejarlos como estaban. También limpia la capa de polvo por completo, suponiendo que llamará menos la atención esto que las marcas que pueda dejar encima del polvo. Cuando se siente segura, coge los papeles y los revisa. Todos ellos están escritos con la misma letra.

El primero parece una carta de Gui a un tal Lord Therperton, en Furyondy. Leyéndola por encima, apremieda por el tiempo, parece una simple respuesta a otra carta de su amigo, poniéndole al día. Le cuenta que el hospital va bien, algún cotilleo de la ciudad... parece que es anterior a la crisis de la enfermedad.

El segundo papel parece un recordatorio de algún tipo de fecha o cumpleaños: "Agnes, 5 Coldeven".

 El último papel parece una lista de la compra, velas, telas..

Nessa suspira y vuelve a dejar los papeles en su lugar original. Nada de lo que ha leído parece aportar nada de interés, y ya ha invertido demasiado tiempo en sus pesquisas. Decidiendo que es hora de volver a la fiesta, abre con cuidado la puerta y asegurándose de que no hay nadie cerca, vuelve a dirigirse al salón. Sus compañeros, que momentos antes la habían perdido de vista, la ven junto a la mesa de los canapés como si nunca hubiera desaparecido. De hecho, se acerca a felicitar a Jen por su espectacular actuación, de la que - por supuesto - sólo ha visto el principio. 

Cuando vuelve a poder unirse tanto a le barde como a Rolthos, les dice todo lo que ha visto sin perder detalle. También les pide que le describan la actuación de Jen, así se asegura de sabersela al dedillo por si necesita afianzar una coartada.

- Me temo que vuelvo con las manos vacías, chicos. Lo más interesante ha sido encontrarme a una pareja dándolo todo en el piso superior. Si no hubiera usado el conjuro para pasar inadvertida les habría cortado el rollo completamente. ¿Os imagináis? Pobrecillos... Por cierto, ¿el nombre de Agnes y la fecha de 5 de Coldeven os dice algo? Estaba en las notas de Gui, y es lo único digno te atención que he podido ver...

Jen, que está con una flauta de champan en la mano y con un chal alrededor de los hombros (que no se sabe muy bien de donde lo ha sacado) se desliz junto a Nessa y se amarra de su brazo como si fueran dos siameses.

-Nessa! Me alegra de que te haya gustado el número. Te ha gustado mas el primer momento en el que he cambiado los abanicos de color? O justo despues cuando el humo ha tomado formas de alas de mariposa?- Le va describiendo la actuacion a base de ese tipo de preguntas, o parloteando sobre laa figuras de ballet que ha ido representando. Luego cuando se han alejado un poco y Rolthos se encuentra con ellos, escuchan el relato de Nessa.

-Bueno, esto me hace pensar.- se da unos toquecitos en la barbilla con el indice.- Si no tiene ningún registro ni documento, ni una anotacion en casa...-Se le ocurre una idea- Quizá lo tenga despacho del hospital.- Esto ultimo lo susurra.

Rolthos se volvió hacia su hermana... Estaba claro que iba a hacer lo que le apetecía. - No es seguro. Haríais mejor en cancelar la fiesta... o incluso movedla a otro lado. - Insistió -  Dime al menos la dirección de donde está esa mansión. - Mientras esperaba la respuesta de su hermana una sensación familiar le invadió de pronto. Aquellos amigos de Roldria le recordaron a sus propias amistades pasadas. Pasando su mirada por ellos los observó con detenimiento. - De quien fue la idea de la fiesta? No tiene ninguna relación con la enfermedad que está azotando la ciudad verdad? - Preguntó con voz sería.

[Cuando Nessa sale]

 - Mi hermana se va a ir a una fiesta en una mansión abandonada. Aquí no estamos encontrando ninguna pista y no ocurre nada. Pero quizás si ocurra en la mansión a la que van ahora. Estoy preocupado. - Dice mirando a donde su hermana que está a punto de irse. Quizás deba ir saliendo y poniéndome la armadura, será útil tanto si pasa algo aquí como si debemos ir a la mansión lo antes posible. - Dice comnevciondose a si mismo. 

 Rolthos oye con exasperación los nuevos datos de Nessa. Por un lado los actos de Nessa son éticamente questionables, por otro emborrona lo que está ocurriendo. Esta fiesta o la fiesta de después. Rolthos mira a su alrededor sin saber muy bien que hacer. - Quizás sea mejor interrogar a la criada, quizás saquemos algo en claro.    

Los entrenados sentidos de Rolthos no detectan nada extraño en los amigos de su hermana, ni en la sala, la cual va vaciándose poco a poco de invitados, aunque algunos siguen charlando en pequeños grupos  y todos ven a una pareja entrar algo atropelladamente en el salón cuando Nessa deja de contar sus peripecias en las plantas superiores. 

La expresión de la hermana pequeña de Rolthos cambia y se vuelve un poco más seria. Coge a su hermano del brazo y le separa un poco más de sus amigos, hablando en voz baja para que no puedan oirles. 

- ¿Pero de qué estas hablando? Por favor no digas estupideces. La idea de ir a la mansión Valossa es de todos, no es la primera vez que vamos ni será la última. Si no pasaras tanto tiempo en tu templo y te dedicaras un poco más a ser una persona de tu edad sabrías que la mayoría de las fiestas de la ciudad acaban en la abandonada mansión Valossa. Pero si van hasta la gente más mayor para seguir de fiesta muchas veces! Sabes que te quiero hermano, pero a veces tu paranoia me saca de quicio. - le aprieta más el brazo y le obliga a mirarla a los ojos. - Te pido por favor que no me avergüences delante de mis amigos eh? Tengamos la fiesta en paz que nos conocemos... - 

La criada está concentrada en recoger las copas semi-vacías que le ha indicado el mayordomo con diligencia y profesionalidad, ajena a que es el centro de atención del avezado y confuso grupo de aventureros. 

Cruços empieza a estar hastiado. Ha visto a Nessa desaparecer, a Jen entretener a toda la fiesta, pero ni un indicio de una pista... "No creí que fuera a acbar esta noche en casa. Menuda sorpresa, eh papa? La gran mansión que erigiste de la nada centro de fiestas. Debes de estar revolviendote en tu tumba."

Cuando Nessa regresa, escucha cómo menta el nombre de Agnes, la camarera con la que ha estado trabajando media noche en su tapadera. "5 de Coldeven... Bueno, menos es nada". Se acerca a ayudar recogiendo las copas vacías.

- Bueno, parece que esta noche llega a su fin. Agnes, ¿verdad? - mientras va liberando sus manos de copas y dejándolas en su bandeja - Solo estoy aquí esta noche, pero la verdad es que parece una buena hacienda para la que servir. Tú que estás aquí, ¿sabes si Lord Gui busca ampliar el servicio? De mil amores serviría en un lugar rodeado de semejante belleza - hace una pausa - artística - señalando alguna obra de arte en la sala y dedicándole después a Agnes la mejor de sus sonrisas.

Agnes agradece con un gesto al camarero de refuerzo que la ayuda para recoger. Al hablarle sobre el servicio contesta.

- La verdad es que es la mejor casa donde he servido. Lord Gui es muy amable y atento, hasta se sabe el cumpleaños de todos los miembros de su servicio y ese día insiste en que no vengas a trabajar aunque no sea tu día libre. Sinceramente no sé si estará buscando ampliar el servicio, ultimamente ha estado muy ocupado y apenas presta atención a la casa... - dice algo preocupada por su señor. 

- Claro, he oído en la fiesta que pasa mucho tiempo en el hospital... Qué terrible información nos asola.

[Deja que continue la conversación, pero sea como sea la finalizará:]

- Y... ¿Qué día será entonces el que podría intentar agasajarte con unas flores y un paseo al atardecer para celebrar que cumples los veinte años? - acompañando de nuevo con su mejor sonrisa.

La mujer se sonroja un poco y mira de reojo al alto y arreglado camarero que lleva los minutos que han tardado en recoger la mesa y las copas. 

- Me temo que esa época ya ha pasado hace tiempo - dice con una sonrisa - igual que mi cumpleaños, y, sinceramente - dice mirando a los ojos a Cruços - no quiero esperar hasta Coldeven para verte otra vez... - tras eso se retira llevándose una bandeja llena de copas, pero con un ánimo algo mas elevado.