Gowther se quedó pensativo durante un momento antes de hablar. "Hay otra opción que podríamos considerar", dijo lentamente. "Helayna tiene conocimientos de ciertas conexiones mágicas que pueden ser utilizadas para viajar entre ubicaciones. Estas conexiones, o sigilos, como se les conoce, están inscritos en lugares específicos y permiten un viaje casi instantáneo entre ellos."
Miró a sus compañeros, evaluando sus reacciones. "Estos sigilos pueden ser más seguros y discretos. Tal vez sean menos detectables y, a menos que se conozca la secuencia exacta, no pueden ser utilizados por otros. Con suerte, Khelben conoce algún sigilo que nos acerque a nuestro destino en el norte. Podría ser una opción viable para acortar nuestro viaje."
Gowther se encogió de hombros ligeramente. "Es solo una idea. Como dije antes, la decisión final debe ser una que todos podamos apoyar."
Gowther miró a sus compañeros, su expresión seria. "Independientemente de lo que decidamos, debemos estar unidos en nuestra decisión", dijo. "Si decidimos usar los sigilos, lo apoyaré. Si decidimos viajar por tierra, también lo apoyaré. Lo importante es que sigamos adelante juntos, como un equipo. Como los Fragmentos."
Sus ojos se encontraron brevemente con los de Martin, y aunque rápidamente desvió la mirada, un destello de algo no dicho parpadeó entre ellos. Había una tensión allí, una complejidad que Gowther no estaba listo para desentrañar. Pero sabía que, independientemente de lo que hubiera ocurrido entre ellos, tenía que ponerlo a un lado por el bien de la misión.
"Todos tenemos nuestras propias luchas y conflictos internos", continuó Gowther, su voz suave. Sus ojos se desviaron hacia Morko y Kath, recordando la última conversación que habían tenido. "Pero no podemos permitir que nos distraigan de nuestra misión. Debemos permanecer enfocados. No importa lo que decidamos, debemos hacerlo con convicción y unidad. Eso es lo que nos hace fuertes. Eso es lo que nos hace ser los Fragmentos."
Los últimos meses en la Torre Negra habían sido una oportunidad para aprender y crecer. Había pasado muchas horas entrenando, perfeccionando su arte con la espada, aprendiendo a moverse con gracia y precisión. "Estos meses en la Torre Negra nos han fortalecido", dijo Gowther. "Hemos aprendido mucho, tanto individualmente como en equipo. Hemos crecido más fuertes, más capaces. Y aunque sé que el camino que tenemos por delante será difícil, también sé que estamos preparados para enfrentarlo. Estamos listos para lo que venga."
Rollback Post to RevisionRollBack
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
La maga permanecía al lado de Ash, con una de sus manos descansando sobre las del aguerrido líder, notando su firmeza y su calor. Después de las maravillosas semanas que habían permanecido en la Torre, a Hela le producía una profunda pereza marcharse de allí. Qué fácil había sido acostumbrarse a una vida tranquila, abandonarse a los placeres de la carne y de la mente sin preocuparse por las amenazas constantes que les perseguían. Le costaba soltar todo aquello, aunque bien sabía que no le quedaba otra opción, y que era su deber.
Decidió que ese era el futuro que quería para ambos. Cuando todo esto terminara, cuando la misión de Martin se cumpliera y las amenazas desaparecieran, quería crear con Ash un hogar como aquel. Obviamente no soñaba con una torre de esta embergadura , ni los lujos sobredimensionados de los que habían disfrutado aquellos días, pero sí esa paz que se extendía y acaparaba cada rincón de aquel lugar. ¿Querría su amado lo mismo para ellos? ¿En qué futuro soñaba Ash? No se había atrevido a preguntarle y no lo haría hasta que llegara el momento oportuno.
Suspirando y haciendo un esfuerzo por centrarse en su inminente incursión hacia el norte, escuchó las intervenciones de los presentes y, aunque la teletransportación sin duda era el método más rápido, ella también se inclinaba hacia el más seguro, avanzar por tierra e intentar que la aproximación fuera lo más sigilosa posible.
Cuando Gowther tomó la palabra, Hela dirigió toda su atención hacia él. Ahora, siempre alerta a cualquier amenaza de su quebrada mente, analizaba sus acciones y sus palabras con mayor intensidad que las del resto. Su discurso le pareció forzado y reiterativo, como cuando te repites algo constantemente para convertirlo en verdad, para creértelo, como un obligado autoengaño que, en lo más profundo de tu psique, sabes que no encaja. No dudaba de su buena intención, pero era una muestra más de que en su cabeza algo no iba bien.
- Si estás en lo cierto, Gowther, no me opondré a realizar esa teletransportación a la que te refieres. Khelben, ¿es así? ¿Hay alguna forma de no dejar apenas huella mágica? - preguntó al archimago - si corremos el riesgo de ser detectados, yo también me inclino por la incursión por tierra. -
Rollback Post to RevisionRollBack
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
- El Círculo de teleportación es algo menos discreto que un conjuro de teleportación directo. Sin embargo también deja su huella en la Onda, al igual que toda manipulación de la magia, y, al dirigirse a un sitio específico, no podemos saber si hay alguien vigilando ese lugar. Un par de ojos bastan para avistar un grupo de aventureros llegando a la ciudad para quien sabe dónde mirar y qué buscar. No hay certeza ninguna, ni creo que alguna de las opciones tenga más ventajas que las otras. Si elegís el círculo de teletransporte, podemos enviaros a Neverwinter. -
Con una gratitud silente brillando en sus ojos, Gowther recibió las palabras llenas de sabiduría de Khelben. -Es exactamente lo que sospechaba- articuló, haciendo una pausa intencionada. Las imágenes de las emboscadas recientes acudían a su mente como una serie de punzadas agudas en sus sienes.
-Tal vez la opción más prudente sea transitar el camino más lento, pero seguro- murmuró, una sonrisa tímida bailando en las comisuras de sus labios mientras un ligero sonrojo teñía sus mejillas. -Sé que es mucho pedir, pero me pregunto si sería posible que nos protegieras con un escudo místico, a fin de anular cualquier rastreo mágico. No poseo tales habilidades en mi propio repertorio de conocimientos. Esto, sin duda, convertiría el uso de medios convencionales en la opción más segura.-
Finalizó su propuesta, quedando expectante, aguardando la respuesta de sus anfitriones.
- Tus palabras son acertadas El'Tael. Hemos estado trabajando en ello - afirma Khelben y Laeral les muestra una pequeña caja de madera de abedul pulida para ser extremadamente suave. La abre y en su interior, forrado de satén azulado, se encuentra un elegante brazalete de plata y oro blanco, con ocho perlas engarzadas.
- Uno de vosotros deberá llevar este brazalete y dejar que las energías místicas del mismo se alineen con las suyas propias. -explica Laeral - Mientras esa persona lo tenga puesto nadie podrá rastrearos por médios mágicos. Debéis permanecer relativamente cerca, su alcance llega a los trescientos pies. -advierte dejando la caja en el centro de la mesa para que los Fragmentos decidan quien será su portador.
En la habitación acogedoramente iluminada Zevatur se encuentra cómodamente sentado, bañado por la cálida luz. Con una sensación de calma Zevatur se recuesta en la silla, una pierna cruzada despreocupadamente sobre la otra. Una leve sonrisa adorna sus labios mientras espirales de humo fragante se elevan desde la pipa, regalo de Martin.
Mientras sus amigos hablan expresando sus planes y las incertidumbres que encierran, Zevatur toma bocanadas pausadas de la pipa. Poco a poco el fragante aroma del tabaco se extiende por la habitación. El humo se arremolina y forma patrones intrincados a su alrededor, un reflejo de la recién hallada serenidad de Zevatur y su de auto percibido dominio sobre las circunstancias.
En este momento, hay un aire de elegancia y poder alrededor de Zevatur, como si hubiera llegado a su pleno potencial, abrazando su herencia única y aprovechándola a su favor. El pasado lleno de dudas e inseguridad en sí mismo parece desvanecerse, reemplazado por un aura de fuerza tranquila y una actitud fresca e imperturbable. Es un testimonio del poder transformador de la amistad, la veteranía y del poder reconstituyente que se encuentra en los momentos de descanso y tranquilidad.
Zevatur habló con seguridad en su voz - Creo que la opción de teleportarnos a Neverwinter sería la más óptima. Reduce significativamente nuestro tiempo de viaje y mantiene en secreto nuestro destino final. Esto les daría menos tiempo para reaccionar o prepararse. Además, que nos localicen a través de medios mágicos no es la única posibilidad, seguro que también hay agentes y espías. Es difícil que un grupo tan inusual como el nuestro pase desapercibido durante varios días en los caminos.
Tras una bocanada de humo que se arremolinó entre sus cuernos Zevatur añadió – A no ser que debamos "desfacer algún entuerto" en el camino... ¿Había problemas en alguna granja o algo así, cierto? – Dijo mirando a los anfitriones y después recostándose en la silla, dejando la responsabilidad de la decisión final en manos de Ash.
Martin seguía escuchando las diferentes opiniones, apoyado con su hombro sobre una de las paredes de la cámara donde se encontraban discutiendo su futuro. Los temas arcanos se le escapaban completamente así que dejaba a los expertos en ellos hablar libremente. Oírlos le gustaba en cierto modo, aprendiendo de su sabiduría y haciéndole consciente de la complejidad de los tejidos mágicos que envolvían al mundo, pero al mismo tiempo le hacían sentir pequeño e insignificante.
Contando los votos del grupo mentalmente dedujo que había habido una abstención por parte de Morko, tres votos por la opción de seguir por tierra, y un voto más justamente por la opción opuesta, un teletransporte rápido a Neverwinter. Adelantándose unos pasos se dirigió a los que aún quedaban por hablar, puesto que sus decisiones eran relevantes para su inminente futuro.
- ¿Y bien Ash? ¿Guilbert? ... ¿Cual es vuestra opinión?
Ash, repantingado en uno de los sofás de la sala de Khelven, disfrutaba del contacto de su amada y escuchaba a los demás opinar sobre el plan de acción. Habían sido las mejores semanas desde hacía mucho tiempo y, aunque echaba de menos un combate de verdad, no tenía mucho interés en bailar de nuevo al son de los caprichosos dioses por los caminos de Faerun. Ante la pregunta directa de Martin, el musculoso guerrero se irguió finalmente hacia adelante en el asiento y apoyó su mano en la rodilla.
—Bueno, yo creo que Zev tienen razón —dijo con seriedad—. ¿Desde cuando eres tan sabio? —Sonrió al tiefling—. Nuestros enemigos has demostrado ser bastante buenos dando con nosotros. Como dice el chico, no somos un grupo que pase desapercibido. Prefiero apostar por la rapidez —asintió a Zevatur—. Ese sería mi voto. Pero, esta vez, es una decisión que delego en Morko. Haré lo que le parezca bien a Su Majestad, quizás hemos aplazado su asunto demasiado tiempo —compartió un mirada con Hela—, si te parece bien.
Tras las palabras de Khelben y las de Zevatur, la hechicera había reflexionado y cambiado de opinión, optando esta vez por la opción del teletransporte. Pero no fue hasta después de la intervención de Ash que Hela asintió con la cabeza. El detalle de preguntar por su parecer la hacía sentir especial y valorada, le sonrió tiernamente a modo de agradecimiento. Ash sabía que esto no era necesario. Le seguiría hasta el fin del mundo si se lo pidiera.
Se levantó lentamente y se acercó hasta la mesa donde reposaba el brillante y poderoso brazalete. Nadie hasta ahora se había pronunciado sobre quién sería su portador. Y ella estaba segura de quién quería que no lo llevara.
- Creo que Martin, experto en ocultar nuestros rastros y crear un velo de sombras que nos encubre de los enemigos, es el más indicado para canalizar las energías místicas de este objeto - comentó al resto del grupo, esperando que alguien más se pronunciara.
Rollback Post to RevisionRollBack
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
-No somos sigilosos, asi que cuanto antes lleguemos mejor. Me da igual que sepan que vamos, seguramente los sospeche , asi que no les demos mas tiempo. Voto por teleportarnos- añadio Morko
- Decíais que algunas de esas criaturas convierten a los enemigos en piedra al morir, ¿verdad? Tal vez deberíamos buscar una manera de protegernos de eso o de revertirlo. Asimismo, si se trata de dragones de fuego, podríamos explorar cómo resistir el fuego, si alguno de ellos es vulnerable a ello. - Dijo mientras se levantaba, dejando entrever que su contribución a las decisiones del grupo había llegado a su fin.
Luego, con una mirada de oscura complicidad hacia Kath, añadió con emoción contenida.- Siento que pronto me enfrentaré a mi impostora madre adoptiva. Kath, puedo sentir que tú también te estás preparando para el inminente enfrentamiento con tu némesis.
Finalmente, concluyó con determinación. -Me encargaré de investigar sobre esas criaturas que convierten a las personas en piedra y qué podemos hacer al respecto. También me gustaría visitar la ciudad y despedirme de mi familia aquí.
- Quizá Mirt tenga algunas pociones o pergaminos que puedan revertir esa condición. - dice Laeral sobre el tema de los soldados que al morir convierten en piedra a sus adversarios - Si se aplica rápidamente normalmente no hay efectos secundarios duraderos. Respecto a los dragones, no soy una experta mata dragones pero tienen pocas vulnerabilidades. Existen armas con poderosos hechizos que les hacen más daño - dice señalando con el dedo a la espada corta que porta Kath en su cadera, regalo de graduación de su mentor Martin - Una vez más, le preguntaría a Mirt si dispone de pociones, anillos o pergaminos que os protejan contra el incandescente aliento de los dragones. -
Kath siente un escalofrío cuando Zevatur se dirige a ella.
- No... no estoy segura de eso que dices Zevatur... quiero decir, algo me atrae hacia el Norte pero no siento que sea un peligro para mi, ni mi némesis.... es... extraño, siento no poder daros más información. -
- Resolved vuestros asuntos en la ciudad. Prepararemos el hechizo y os enviaremos esta noche a Nerverwinter - afirma Khelben tras las decisiones del grupo.
Los Fragmentos Extraordinarios recogieron sus cosas y, seguidos por un extrañamente callado Guilbert salieron por fin de la Torre Negra. Les costaba hacerse a la idea de que, aunque para ellos habían pasado semanas, para el resto de la ciudad sólo habían pasdo tres días.
Apenas habían dejado atrás la Torre y comenzando a hacer planes sobre cómo iban a llevar a cabo todas sus tareas que una imponente figura se acercó a ellos. Era un hombre, o posiblemente un medio-gigante que caminaba directo hacia ellos con un bulto alargado en su mano. Su actitud no era desafiante, pero su sola envergadura era amenazante y la gente se apartaba de su camino.
- Tu - masculló señalando a Ash - Toma - dijo levantando la mano y ofreciéndole el bulto que llevaba que, parecia contener algo envuelto en cuero.
Ash no pudo evitar sentir un pequeño escalofrio y tenía la sensación de haber visto antes a ese tipo, pero no terminaba de ubicarlo. Como si perteneciera a su lejano pasado o a un sueño a medias recordado.
Tras entregar el paquete el enorme humano sonrió irónicamente.
- Hasta pronto... apuesto Ash - y con aquel saludo se dio media vuelta y se perdió entre las calles de la ciudad.
Dejando el paquete en el suelo, Ash abre la envoltura de cuero. No sabe porqué, pero el tacto de aquel envoltorio le producía un escalofrio.
Sin embargo lo que encontró en su interior le hizo silbar de asombro.
Dos espadas largas, un poco más delgadas de lo normal, pero de una calidad excelente aún en sus vainas de cuero negro. Las empuñaduras, bellamente talladas en mithril parecían firme y cómodas. Tan hábilmente talladas estaban que pese a sus decoraciones eran perfectamente ergonómicas y cómodas. Una assemejaba la cabeza de un cuervo, con el final del pomo siendo el pico. La otra recordaba al ala de un ave. Al blandirlas no se vería más que la parte final de los mismos y parecería que ambas terminaban en un afilado engarce.
Hela observó con reticencia la figura del humano-gigante que se acercó a Ash, sin quitarle el ojo de encima hasta que se perdió de nuevo por las calles de la ciudad.
Al descubrir el regalo, la hechicera se acercó y acarició suavemente las espadas, admirando la figura del cuervo y el ala. Miró fijamente a Ash y una media sonrisa se esbozó en su rostro - ¿Esto es cosa de la Reina Cuervo? - le preguntó, curiosa.
Rollback Post to RevisionRollBack
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
—Ahá, en cierto modo —asintió a Hela—. Quizá haya cometido una estupidez, pero ya lo pensaré de nuevo cuando estemos muertos. De momento tenemos un mundo que salvar —guiñó a la hechicera.
Ash recogió las esbeltas espadas y las ciñó a su cintura sin demasiada pompa. Sus nuevas chicas tenían una aspecto fantástico, pero por alguna razón los ojos del guerrero no brillaban como otras veces al estrenar hoja. Relegó sus viejas espadas a la espalda y desenvainó el nuevo acero para sopesar su equilibrio. Las espadas brillaron inmaculadas con el reflejo del sol. Blandió las hojas un par de veces y las volvió a envainar.
—Bueno, matemos algunos dragones —sonrió jactanciosamente.
Ash parpadeo mirando atónito las empuñaduras de sus nuevas hojas.
—No me lo puedo creer. ¿Esa maldita diosa me ha endosado a dos mujeres caprichosas? ¿No tenía bastante con ser prisionero ya de una? ¿He dicho eso en alto o solo estáis en mi cabeza? —entrecerró los ojos— Yo soy Ash, El Mejor Guerrero de Todos los Tiempos, Ash Tres Espadas, Destructor de la Hydra en el Castillo de las Nubes, Parangón de Músculos Cincelados, Azote del Illith, Matarreyes de Emberhold, Protector de Hela y vuestro nuevo dueño. ¿Estamos? Ya que lo preguntáis, el amor guía mis manos y ese no entiende de reverencias, solo de verdades. ¿Quien diablos sois vosotras? La Reina Cuervo nunca mencionó que tuviérais consciencia.
Ash nunca pensó que una espada pudiera suspirar, y sin embargo el gesto pareció recorrer desde el pomo hasta la punta de las espadas.
- Así que eres uno de esos. Espero que la necesidad que estés compensando con tanto nombre no sea la habilidad en la lucha. Te daré una oportunidad ya que La Reina ha decidido entregarnos a ti. Debo advertirte. Soy extremadamente afilada. Si no me manejas con cuidado podrías herirte de manera irreversible. Espero de veras que sepas lo que haces y nos lleves a batallas nobles y dignas. Mi otra mitad puede ayudarte a protegerte de los ataques de tus enemigos. -
Rollback Post to RevisionRollBack
PbP Character: A few ;)
To post a comment, please login or register a new account.
Gowther se quedó pensativo durante un momento antes de hablar. "Hay otra opción que podríamos considerar", dijo lentamente. "Helayna tiene conocimientos de ciertas conexiones mágicas que pueden ser utilizadas para viajar entre ubicaciones. Estas conexiones, o sigilos, como se les conoce, están inscritos en lugares específicos y permiten un viaje casi instantáneo entre ellos."
Miró a sus compañeros, evaluando sus reacciones. "Estos sigilos pueden ser más seguros y discretos. Tal vez sean menos detectables y, a menos que se conozca la secuencia exacta, no pueden ser utilizados por otros. Con suerte, Khelben conoce algún sigilo que nos acerque a nuestro destino en el norte. Podría ser una opción viable para acortar nuestro viaje."
Gowther se encogió de hombros ligeramente. "Es solo una idea. Como dije antes, la decisión final debe ser una que todos podamos apoyar."
Gowther miró a sus compañeros, su expresión seria. "Independientemente de lo que decidamos, debemos estar unidos en nuestra decisión", dijo. "Si decidimos usar los sigilos, lo apoyaré. Si decidimos viajar por tierra, también lo apoyaré. Lo importante es que sigamos adelante juntos, como un equipo. Como los Fragmentos."
Sus ojos se encontraron brevemente con los de Martin, y aunque rápidamente desvió la mirada, un destello de algo no dicho parpadeó entre ellos. Había una tensión allí, una complejidad que Gowther no estaba listo para desentrañar. Pero sabía que, independientemente de lo que hubiera ocurrido entre ellos, tenía que ponerlo a un lado por el bien de la misión.
"Todos tenemos nuestras propias luchas y conflictos internos", continuó Gowther, su voz suave. Sus ojos se desviaron hacia Morko y Kath, recordando la última conversación que habían tenido. "Pero no podemos permitir que nos distraigan de nuestra misión. Debemos permanecer enfocados. No importa lo que decidamos, debemos hacerlo con convicción y unidad. Eso es lo que nos hace fuertes. Eso es lo que nos hace ser los Fragmentos."
Los últimos meses en la Torre Negra habían sido una oportunidad para aprender y crecer. Había pasado muchas horas entrenando, perfeccionando su arte con la espada, aprendiendo a moverse con gracia y precisión. "Estos meses en la Torre Negra nos han fortalecido", dijo Gowther. "Hemos aprendido mucho, tanto individualmente como en equipo. Hemos crecido más fuertes, más capaces. Y aunque sé que el camino que tenemos por delante será difícil, también sé que estamos preparados para enfrentarlo. Estamos listos para lo que venga."
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
La maga permanecía al lado de Ash, con una de sus manos descansando sobre las del aguerrido líder, notando su firmeza y su calor. Después de las maravillosas semanas que habían permanecido en la Torre, a Hela le producía una profunda pereza marcharse de allí. Qué fácil había sido acostumbrarse a una vida tranquila, abandonarse a los placeres de la carne y de la mente sin preocuparse por las amenazas constantes que les perseguían. Le costaba soltar todo aquello, aunque bien sabía que no le quedaba otra opción, y que era su deber.
Decidió que ese era el futuro que quería para ambos. Cuando todo esto terminara, cuando la misión de Martin se cumpliera y las amenazas desaparecieran, quería crear con Ash un hogar como aquel. Obviamente no soñaba con una torre de esta embergadura , ni los lujos sobredimensionados de los que habían disfrutado aquellos días, pero sí esa paz que se extendía y acaparaba cada rincón de aquel lugar. ¿Querría su amado lo mismo para ellos? ¿En qué futuro soñaba Ash? No se había atrevido a preguntarle y no lo haría hasta que llegara el momento oportuno.
Suspirando y haciendo un esfuerzo por centrarse en su inminente incursión hacia el norte, escuchó las intervenciones de los presentes y, aunque la teletransportación sin duda era el método más rápido, ella también se inclinaba hacia el más seguro, avanzar por tierra e intentar que la aproximación fuera lo más sigilosa posible.
Cuando Gowther tomó la palabra, Hela dirigió toda su atención hacia él. Ahora, siempre alerta a cualquier amenaza de su quebrada mente, analizaba sus acciones y sus palabras con mayor intensidad que las del resto. Su discurso le pareció forzado y reiterativo, como cuando te repites algo constantemente para convertirlo en verdad, para creértelo, como un obligado autoengaño que, en lo más profundo de tu psique, sabes que no encaja. No dudaba de su buena intención, pero era una muestra más de que en su cabeza algo no iba bien.
- Si estás en lo cierto, Gowther, no me opondré a realizar esa teletransportación a la que te refieres. Khelben, ¿es así? ¿Hay alguna forma de no dejar apenas huella mágica? - preguntó al archimago - si corremos el riesgo de ser detectados, yo también me inclino por la incursión por tierra. -
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Khelben asintió
- El Círculo de teleportación es algo menos discreto que un conjuro de teleportación directo. Sin embargo también deja su huella en la Onda, al igual que toda manipulación de la magia, y, al dirigirse a un sitio específico, no podemos saber si hay alguien vigilando ese lugar. Un par de ojos bastan para avistar un grupo de aventureros llegando a la ciudad para quien sabe dónde mirar y qué buscar. No hay certeza ninguna, ni creo que alguna de las opciones tenga más ventajas que las otras. Si elegís el círculo de teletransporte, podemos enviaros a Neverwinter. -
PbP Character: A few ;)
Con una gratitud silente brillando en sus ojos, Gowther recibió las palabras llenas de sabiduría de Khelben. -Es exactamente lo que sospechaba- articuló, haciendo una pausa intencionada. Las imágenes de las emboscadas recientes acudían a su mente como una serie de punzadas agudas en sus sienes.
-Tal vez la opción más prudente sea transitar el camino más lento, pero seguro- murmuró, una sonrisa tímida bailando en las comisuras de sus labios mientras un ligero sonrojo teñía sus mejillas. -Sé que es mucho pedir, pero me pregunto si sería posible que nos protegieras con un escudo místico, a fin de anular cualquier rastreo mágico. No poseo tales habilidades en mi propio repertorio de conocimientos. Esto, sin duda, convertiría el uso de medios convencionales en la opción más segura.-
Finalizó su propuesta, quedando expectante, aguardando la respuesta de sus anfitriones.
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
- Tus palabras son acertadas El'Tael. Hemos estado trabajando en ello - afirma Khelben y Laeral les muestra una pequeña caja de madera de abedul pulida para ser extremadamente suave. La abre y en su interior, forrado de satén azulado, se encuentra un elegante brazalete de plata y oro blanco, con ocho perlas engarzadas.
- Uno de vosotros deberá llevar este brazalete y dejar que las energías místicas del mismo se alineen con las suyas propias. - explica Laeral - Mientras esa persona lo tenga puesto nadie podrá rastrearos por médios mágicos. Debéis permanecer relativamente cerca, su alcance llega a los trescientos pies. - advierte dejando la caja en el centro de la mesa para que los Fragmentos decidan quien será su portador.
PbP Character: A few ;)
En la habitación acogedoramente iluminada Zevatur se encuentra cómodamente sentado, bañado por la cálida luz. Con una sensación de calma Zevatur se recuesta en la silla, una pierna cruzada despreocupadamente sobre la otra. Una leve sonrisa adorna sus labios mientras espirales de humo fragante se elevan desde la pipa, regalo de Martin.
Mientras sus amigos hablan expresando sus planes y las incertidumbres que encierran, Zevatur toma bocanadas pausadas de la pipa. Poco a poco el fragante aroma del tabaco se extiende por la habitación. El humo se arremolina y forma patrones intrincados a su alrededor, un reflejo de la recién hallada serenidad de Zevatur y su de auto percibido dominio sobre las circunstancias.
En este momento, hay un aire de elegancia y poder alrededor de Zevatur, como si hubiera llegado a su pleno potencial, abrazando su herencia única y aprovechándola a su favor. El pasado lleno de dudas e inseguridad en sí mismo parece desvanecerse, reemplazado por un aura de fuerza tranquila y una actitud fresca e imperturbable. Es un testimonio del poder transformador de la amistad, la veteranía y del poder reconstituyente que se encuentra en los momentos de descanso y tranquilidad.
Zevatur habló con seguridad en su voz - Creo que la opción de teleportarnos a Neverwinter sería la más óptima. Reduce significativamente nuestro tiempo de viaje y mantiene en secreto nuestro destino final. Esto les daría menos tiempo para reaccionar o prepararse. Además, que nos localicen a través de medios mágicos no es la única posibilidad, seguro que también hay agentes y espías. Es difícil que un grupo tan inusual como el nuestro pase desapercibido durante varios días en los caminos.
Tras una bocanada de humo que se arremolinó entre sus cuernos Zevatur añadió – A no ser que debamos "desfacer algún entuerto" en el camino... ¿Había problemas en alguna granja o algo así, cierto? – Dijo mirando a los anfitriones y después recostándose en la silla, dejando la responsabilidad de la decisión final en manos de Ash.
Zevatur, Rolthos
Martin seguía escuchando las diferentes opiniones, apoyado con su hombro sobre una de las paredes de la cámara donde se encontraban discutiendo su futuro. Los temas arcanos se le escapaban completamente así que dejaba a los expertos en ellos hablar libremente. Oírlos le gustaba en cierto modo, aprendiendo de su sabiduría y haciéndole consciente de la complejidad de los tejidos mágicos que envolvían al mundo, pero al mismo tiempo le hacían sentir pequeño e insignificante.
Contando los votos del grupo mentalmente dedujo que había habido una abstención por parte de Morko, tres votos por la opción de seguir por tierra, y un voto más justamente por la opción opuesta, un teletransporte rápido a Neverwinter. Adelantándose unos pasos se dirigió a los que aún quedaban por hablar, puesto que sus decisiones eran relevantes para su inminente futuro.
- ¿Y bien Ash? ¿Guilbert? ... ¿Cual es vuestra opinión?
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Ash, repantingado en uno de los sofás de la sala de Khelven, disfrutaba del contacto de su amada y escuchaba a los demás opinar sobre el plan de acción. Habían sido las mejores semanas desde hacía mucho tiempo y, aunque echaba de menos un combate de verdad, no tenía mucho interés en bailar de nuevo al son de los caprichosos dioses por los caminos de Faerun. Ante la pregunta directa de Martin, el musculoso guerrero se irguió finalmente hacia adelante en el asiento y apoyó su mano en la rodilla.
—Bueno, yo creo que Zev tienen razón —dijo con seriedad—. ¿Desde cuando eres tan sabio? —Sonrió al tiefling—. Nuestros enemigos has demostrado ser bastante buenos dando con nosotros. Como dice el chico, no somos un grupo que pase desapercibido. Prefiero apostar por la rapidez —asintió a Zevatur—. Ese sería mi voto. Pero, esta vez, es una decisión que delego en Morko. Haré lo que le parezca bien a Su Majestad, quizás hemos aplazado su asunto demasiado tiempo —compartió un mirada con Hela—, si te parece bien.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Tras las palabras de Khelben y las de Zevatur, la hechicera había reflexionado y cambiado de opinión, optando esta vez por la opción del teletransporte. Pero no fue hasta después de la intervención de Ash que Hela asintió con la cabeza. El detalle de preguntar por su parecer la hacía sentir especial y valorada, le sonrió tiernamente a modo de agradecimiento. Ash sabía que esto no era necesario. Le seguiría hasta el fin del mundo si se lo pidiera.
Se levantó lentamente y se acercó hasta la mesa donde reposaba el brillante y poderoso brazalete. Nadie hasta ahora se había pronunciado sobre quién sería su portador. Y ella estaba segura de quién quería que no lo llevara.
- Creo que Martin, experto en ocultar nuestros rastros y crear un velo de sombras que nos encubre de los enemigos, es el más indicado para canalizar las energías místicas de este objeto - comentó al resto del grupo, esperando que alguien más se pronunciara.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
-No somos sigilosos, asi que cuanto antes lleguemos mejor. Me da igual que sepan que vamos, seguramente los sospeche , asi que no les demos mas tiempo. Voto por teleportarnos- añadio Morko
- Decíais que algunas de esas criaturas convierten a los enemigos en piedra al morir, ¿verdad? Tal vez deberíamos buscar una manera de protegernos de eso o de revertirlo. Asimismo, si se trata de dragones de fuego, podríamos explorar cómo resistir el fuego, si alguno de ellos es vulnerable a ello. - Dijo mientras se levantaba, dejando entrever que su contribución a las decisiones del grupo había llegado a su fin.
Luego, con una mirada de oscura complicidad hacia Kath, añadió con emoción contenida. - Siento que pronto me enfrentaré a mi impostora madre adoptiva. Kath, puedo sentir que tú también te estás preparando para el inminente enfrentamiento con tu némesis.
Finalmente, concluyó con determinación. - Me encargaré de investigar sobre esas criaturas que convierten a las personas en piedra y qué podemos hacer al respecto. También me gustaría visitar la ciudad y despedirme de mi familia aquí.
Zevatur, Rolthos
- Quizá Mirt tenga algunas pociones o pergaminos que puedan revertir esa condición. - dice Laeral sobre el tema de los soldados que al morir convierten en piedra a sus adversarios - Si se aplica rápidamente normalmente no hay efectos secundarios duraderos. Respecto a los dragones, no soy una experta mata dragones pero tienen pocas vulnerabilidades. Existen armas con poderosos hechizos que les hacen más daño - dice señalando con el dedo a la espada corta que porta Kath en su cadera, regalo de graduación de su mentor Martin - Una vez más, le preguntaría a Mirt si dispone de pociones, anillos o pergaminos que os protejan contra el incandescente aliento de los dragones. -
Kath siente un escalofrío cuando Zevatur se dirige a ella.
- No... no estoy segura de eso que dices Zevatur... quiero decir, algo me atrae hacia el Norte pero no siento que sea un peligro para mi, ni mi némesis.... es... extraño, siento no poder daros más información. -
- Resolved vuestros asuntos en la ciudad. Prepararemos el hechizo y os enviaremos esta noche a Nerverwinter - afirma Khelben tras las decisiones del grupo.
PbP Character: A few ;)
Los Fragmentos Extraordinarios recogieron sus cosas y, seguidos por un extrañamente callado Guilbert salieron por fin de la Torre Negra. Les costaba hacerse a la idea de que, aunque para ellos habían pasado semanas, para el resto de la ciudad sólo habían pasdo tres días.
Apenas habían dejado atrás la Torre y comenzando a hacer planes sobre cómo iban a llevar a cabo todas sus tareas que una imponente figura se acercó a ellos. Era un hombre, o posiblemente un medio-gigante que caminaba directo hacia ellos con un bulto alargado en su mano. Su actitud no era desafiante, pero su sola envergadura era amenazante y la gente se apartaba de su camino.
- Tu - masculló señalando a Ash - Toma - dijo levantando la mano y ofreciéndole el bulto que llevaba que, parecia contener algo envuelto en cuero.
Ash no pudo evitar sentir un pequeño escalofrio y tenía la sensación de haber visto antes a ese tipo, pero no terminaba de ubicarlo. Como si perteneciera a su lejano pasado o a un sueño a medias recordado.
PbP Character: A few ;)
Ash enarco una ceja al principio y entrecerró los ojos después, tratando de recordar aquella cara de entre las brumas del sueño.
—Claro —asintió—. Me preguntaba cuando llegaría —dijo apretando la mandíbula mientras se masajeaba inconscientemente la palma de la mano derecha.
Recogió el fardo y lo abrió allí mismo.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Tras entregar el paquete el enorme humano sonrió irónicamente.
- Hasta pronto... apuesto Ash - y con aquel saludo se dio media vuelta y se perdió entre las calles de la ciudad.
Dejando el paquete en el suelo, Ash abre la envoltura de cuero. No sabe porqué, pero el tacto de aquel envoltorio le producía un escalofrio.
Sin embargo lo que encontró en su interior le hizo silbar de asombro.
Dos espadas largas, un poco más delgadas de lo normal, pero de una calidad excelente aún en sus vainas de cuero negro. Las empuñaduras, bellamente talladas en mithril parecían firme y cómodas. Tan hábilmente talladas estaban que pese a sus decoraciones eran perfectamente ergonómicas y cómodas. Una assemejaba la cabeza de un cuervo, con el final del pomo siendo el pico. La otra recordaba al ala de un ave. Al blandirlas no se vería más que la parte final de los mismos y parecería que ambas terminaban en un afilado engarce.
PbP Character: A few ;)
Hela observó con reticencia la figura del humano-gigante que se acercó a Ash, sin quitarle el ojo de encima hasta que se perdió de nuevo por las calles de la ciudad.
Al descubrir el regalo, la hechicera se acercó y acarició suavemente las espadas, admirando la figura del cuervo y el ala. Miró fijamente a Ash y una media sonrisa se esbozó en su rostro - ¿Esto es cosa de la Reina Cuervo? - le preguntó, curiosa.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
—Ahá, en cierto modo —asintió a Hela—. Quizá haya cometido una estupidez, pero ya lo pensaré de nuevo cuando estemos muertos. De momento tenemos un mundo que salvar —guiñó a la hechicera.
Ash recogió las esbeltas espadas y las ciñó a su cintura sin demasiada pompa. Sus nuevas chicas tenían una aspecto fantástico, pero por alguna razón los ojos del guerrero no brillaban como otras veces al estrenar hoja. Relegó sus viejas espadas a la espalda y desenvainó el nuevo acero para sopesar su equilibrio. Las espadas brillaron inmaculadas con el reflejo del sol. Blandió las hojas un par de veces y las volvió a envainar.
—Bueno, matemos algunos dragones —sonrió jactanciosamente.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Antes de que Ash pudiera envainar sus nuevas hojas escuchó una voz en su cabeza
- ¡Alto guerrero! ¿Quién eres y porqué nos blandes a mi hermana y a mi con tan poca reverencia? -
PbP Character: A few ;)
Ash parpadeo mirando atónito las empuñaduras de sus nuevas hojas.
—No me lo puedo creer. ¿Esa maldita diosa me ha endosado a dos mujeres caprichosas? ¿No tenía bastante con ser prisionero ya de una? ¿He dicho eso en alto o solo estáis en mi cabeza? —entrecerró los ojos— Yo soy Ash, El Mejor Guerrero de Todos los Tiempos, Ash Tres Espadas, Destructor de la Hydra en el Castillo de las Nubes, Parangón de Músculos Cincelados, Azote del Illith, Matarreyes de Emberhold, Protector de Hela y vuestro nuevo dueño. ¿Estamos? Ya que lo preguntáis, el amor guía mis manos y ese no entiende de reverencias, solo de verdades. ¿Quien diablos sois vosotras? La Reina Cuervo nunca mencionó que tuviérais consciencia.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Ash nunca pensó que una espada pudiera suspirar, y sin embargo el gesto pareció recorrer desde el pomo hasta la punta de las espadas.
- Así que eres uno de esos. Espero que la necesidad que estés compensando con tanto nombre no sea la habilidad en la lucha. Te daré una oportunidad ya que La Reina ha decidido entregarnos a ti. Debo advertirte. Soy extremadamente afilada. Si no me manejas con cuidado podrías herirte de manera irreversible. Espero de veras que sepas lo que haces y nos lleves a batallas nobles y dignas.
Mi otra mitad puede ayudarte a protegerte de los ataques de tus enemigos. -
PbP Character: A few ;)