El corte de Aegnor hace una profunda herida en el vientre de la criatura la cual rugue de dolor. 

Su grito se ve interrumpido ya que, partiendo de la herida de Gowther, el oni va disolviéndose, evaporándose sería una mejor manera de describirlo, hasta que el humo llega a su rostro, que quemado mira enfurecido al elfo, y se disipa en una neblina azulada que se pierde en el bosque. 

Kath y Martin llegan justo detrás de Gowther y los compañeros se miran los unos a los otros, doloridos, exhaustos, pero victoriosos.

Zevatur mira a los cadáveres humeantes de los Trolls y renqueando, en silencio, avanza hasta la linde del bosque. Allí, a pesar de el terrible castigo que ha sufrido empieza a apagar los fuegos que ha producido su bola de fuego, sus manos conjuran una y otra vez intentando que el fuego no se vaya fuera de control.

Control Flames

Al final se sienta, aún en silencio, con el ceño frincido. - Esos gnomos no mencionaron ningún ingreso mago lanzador de conos de frío. - Masculla al final con enfado.

El semielfo ve los estragos causados a sus compañeros, con heridas muy profundas, tanto físicas como emocionales. La ira vuelve a apoderarse de él por unos momentos, pero parece calmarse antes de pedir disculpas.

- Lo... lo siento ... esto no debería haber pasado, yo ... debería haberos guiado mejor, a un lugar para acampar más seguro y protegido... mi sexto sentido para las emboscadas me ha fallado completamente y habéis sufrido por ello ... no sé como ha podido pasar, pero os pido disculpas desde lo más profundo de mi alma...

Una oleada de inseguridad pareció recorrer cada fibra del cuerpo de Martin, quizás no era tan bueno como debería y no estaba a la altura de la misión. Con un gesto silencioso, se quitó su capa de camuflaje y empezó a usarla para apagar los diversos fuegos que abrazaban aún el campamento y los árboles cercanos, lo último que quería es que un incendio se propagara por el bosque, las ascuas saltaron y quemaron parte de ésta, dejando algún que otro agujero incandescente en la capa, pero no pareció importarle demasiado al pícaro.

- Puede que este sea otro grupo que el que atacó a los gnomos Zevatur - dice Roland atendiendo las heridas de Ash y Morko mientras él apaga los fuegos. 

- Tampoco mencionaron esa hermosa canción. ¿Pudisteis averiguar de dónde salia ? - pregunta a Martin. 

Parecía que el combate había acabado al igual que la moral del grupo. 

-Está claro que hemos recibido un duro golpe y no hemos sabido leer las señales. No obstante, seguimos con vida... En futuras ocasiones actuaremos de otra forma. 

Tras estas palabras, quedó mirando en la dirección en la que se fue el oni.

-Me temo que mi último ataque no acabó que esa bestia. Ese enemigo parecía esconder más artimañas de las que esperaba. Si estoy en lo cierto, puede que vengan refuerzos.

Buscando generar en el grupo pensamientos constructivos, hizo una pausa. Mientras se acercaba a Kath analizando su estado, miró a Martin.

-¿Donde estuviste la mayor parte del combate? ¿Sacaste algo en claro de aquella misteriosa voz?

Mientras pronunciaba estas palabras, el elfo mandó a su compañero a sobrevolar los alrededores por si aparecía una nueva amenaza.

 -¿Hay algo en lo que pueda ayudarte?-Dijo Gowther a Kath.

Cuando Martín oyó las duras palabras del elfo, parecieron atravesarle con más fuerza y daño que cualquier espada: ¿Donde estuviste la mayor parte del combate? cada sílaba resonó en su cabeza como un martillazo.

- Estuve... bajo el efecto de algún encantamiento producido sin duda por la melodía que se oía en el bosque, al parecer un troll estaba cantándola en un claro cercano y en cuando la oí, ... caí sumido en su onírico poder ... es extraño porque el troll lloraba al hacerlo, y cando conseguí romper el hechizo, me pidió perdón. Algo no cuadra, puesto que los trolls no tienen ese poder que yo sepa, quizás sea otro tipo de criatura que pueda cambiar su aspecto y estaba siendo obligada a usar su encantamiento, como un canto de sirena. De hecho puede que aún siga allí, salí corriendo para ayudaros y no me entretuve con la criatura. 

Tras una corta pausa, el semielfo parece caer en la cuenta de algo.

- Estos extraños Ogros Hechiceros parecen inteligentes, usan magia y tienden emboscadas, creo recordar que ha caído al menos uno a unos metros de aquí, donde combatieron Kath y Gowther, quizás lleve encima algún documento o pista de sus intenciones, si trabajaban solos o tenían algún encargo sobre nosotros o los viajeros que surcan este camino. Sería buena idea registrarlo.

Gowther asintió tras escuchar las palabras del mestizo.-Es interesantes eso que dices. Vayamos a por el cuerpo.-Antes de ir en su busca.-Si ocurriera cualquier problema, Luthien me avisará.

 -Martin, si no te importa, vigila los alrededores, este parece ser tu territorio.-Al llegar al cuerpo sin vida, Gowther comenzó a registrar y analizar el cuerpo.

Roland, quizás sea bueno ir a handle con ese troll...triste... - Dice zevatur mientras va hacia el claro del que habla Martín.

-Todos fallamos alguna vez, lo importante es saber reponerse y aprender de lo ocurrido- dice Morko hacia Martin, mientras Roland lo atiende:- Aprende y mejora para que no vuelva a pasar, tienes mas oportunidades asi que aprovechalas...pues llegará un dia en que no tendrás segundas oportunidades.

La mente del paladín divaga hacia su ciudad arrasada y emite un suspiro permaneciendo en silencio mientras Roland trabaja. 

Cuando el clérigo acaba, Morko asiente y le dice:- Me queda un conjuro y la imposición de manos, por si necesitas ayuda con algún miembro del grupo.

Volviéndose hacia el grupo dice:- ¿El troll cantante sigue vivo? Si es así es una amenaza para cualquier viajero, nosotros somos un grupo armado y mirad como nos han dejado, si pillan a un grupo menos preparado...debemos acabar con esto- y recogiendo su arma sigue a Martín por la espesura.

Kath niega con la cabeza agradeciendo el ofrecimiento de Gowther, aunque este sabe que se tiene en pie por pura fuerza de voluntad. - Ellos están peor  - dice señalando a con la barbilla a los vapuleados compañeros. - si tienes alguna habilidad curativa ayudales por favor - 

Morko ve que Kath está muy pálida, con tonos azulados en varias partes de sus brazos, cuello y rostro. Se da cuenta de que tiene los dientes apretados para evitar que castañeen y las armas aún en las manos, los dedos ateridos aún cerrados sobre las empuñaduras. 

Gowther llega al cadaver del oni y, no sin esfuerzo pese a la ayuda de otros compañeros, le da la vuelta para observarlo. Además del glaive con el que luchaba, debajo de sus ropajes encuentran una cota de malla. Atados al interior de su cinturón encuentran dos sacos, uno con monedas de oro y platino y otro con varias gemas. Jade, un par de esmeraldas sin tallar, berilios, amatistas, ambar. En total trece gemas se entremezclan en el segundo saco. Un anillo hecho de coral rojo grabado de manera experta para simular unas diminutas olas adorna uno de los dedos del oni. Gowther lo observa y al cogerlo reconoce algunas de las runas grabadas en la parte interna. Mucho se extrañaría si no tuviera alguna propiedad mágica. 

Martin y Morko llegan hasta el lugar donde estaba el troll canante, pero no encuentran a nadie. 

El semielfo observó el claro vacío y se acercó al tocón donde estaba sentado, intentando agudizar sus sentidos, comenzó a buscar algún tipo de rastro o huellas.

Al ver el anillo, Gowther pensó en realizar un ritual para identificar cualquier propiedad en un sitio seguro.-Si os parece bien, guardaré los objetos de valor para venderlos, si no tienen ninguna propiedad,y repartirnos las ganancias.

Dijo mirando al resto mientras se acercaba el resto de troll para registrar cualquier cosa de utilidad o seña que aportara algún dato de interés.

 Tras esto acudió junto a los compañeros más cercanos.

Antes de irse con Martín, el paladín se acerca a Kath y poniendo una mano sobre su hombro le dice:- Gracias, pero no tiene sentido que sufras las heridas por congelación, gracias a Roland ya estamos mejor  . Y en ese momento canaliza el poder curativo de Moradhin.

Curar heridas ligeras:9

Kath sonrie y agradece al enano su ayuda con un leve apretón en el hombro y le sigue junto tras Martin.

El experto ranger encuentra huellas que se internan en el bosque, hacia el norte. El Troll que estaba aquí sentado ha ido en esa dirección. 

Martin memoriza la dirección de las huellas y apunta en la dirección donde se ha dirigido el troll, haciéndoselo saber a sus compañeros.

- Se ha ido por allí, pero no recomiendo adentrarnos en los bosques de noche y en nuestras resentidas condiciones, mañana al alba podemos continuar con la exploración, creo que seré capaz de seguir el rastro igualmente, y con luz será más fácil. Mientras buscaré un lugar seguro y resguardado para acampar el resto de la noche apartados de ojos extraños. Esperadme todos aquí e id a buscar a Gowther.

El pícaro comienza a adentrarse en los alrededores el bosque para buscar un refugio lo más seguro posible.

Todos se reúnen en su campamento original y examinando los cadáveres de los troll encuentran un total de 170 monedas de oro de diferentes ciudades y naciones. Seguramente de todos los mercaderes que esta banda a atacado. 

Martin localiza un nuevo lugar donde acampar a un par de kilómetros de donde han sido atacados. Es una marcha dura y penosa en mitad de la noche, heridos y cansados como están. El resto de la noche, aunque hacen guardias, transcurre sin mayores sobresaltos y un amanecer frío y gris les encuentra intentado avivar el fuego para calentar su desayuno. 

El cielo plomizo amenaza lluvia y el frío viento se empeña en colarse hasta sus huesos. 

Al amanecer y tras una noche más inquietante que tranquila, Gowther pudo averiguar que había detrás del anillo. Una que todos estaban despiertos, se dirigió al grupo.

-¿Qué tal habéis pasado la noche? Espero que os hayáis podido recuperar de las heridas de ayer. Esta noche estuve analizando con hechizo el anillo y las gemas que obtuve de la criatura. Según he podido averiguar se trata de un anillo que te dota de la capacidad de andar sobre cualquier superficie líquida sin hundirte. En el resto de criaturas conseguí 150 monedas de oro.

Tras estas palabras.

-¿Qué opináis que deberíamos hacer? ¿Seguimos nuestro camino o intentamos acabar con el asentamiento troll?

Ash se desperezó con un gemido. Tras revisar su vendaje echó mano del odre de vino.

-Yo digo que busquemos a ese malnacido y le hagamos cantar de verdad. Quien sabe, quizás sepa algo que nos pueda servir en nuestros otros asuntos. No creo que nos retrase demasiado, el rastro aun debe ser fresco, esta noche no ha llovido. Deberíamos intentarlo. Bonito anillo por cierto.

El guerrero echó mano de sus espadas y su armadura. Anudó los correajes, dispuesto para moverse.

Martin asintió dando a entender que estaba de acuerdo con Ash.

- Quizás de donde venga esa criatura haya más también obligadas a usar sus habilidades en contra de su voluntad, puede que estén esclavizados por los Ogros Hechiceros que nos atacaron... si es así deberíamos intentar liberarlos o al menos descubrir que está pasando. Retomemos las huellas donde las dejamos ayer.

El pícaro se prepara cargando su mochila y ocultando las dagas en diversos compartimentos secretos de su armadura de cuero y vestimentas. Cuando ve parte de su capa agujereada por el fuego emite un suspiro de frustración pero no dice nada más. Tras preparar para sus compañeros unos huevos fritos en una fogata de campamento construida de tal manera que apenas emana humo y asar algunas tiras de carne seca, el mestizo apenas prueba nada del desayuno y va a meditar mientras, mientras espera que todos estén preparados, bajo un enorme roble cercano, pero esta vez a la vista de sus compañeros.

-Sed conscientes de que esto nos retrasará y os recuerdo la "urgencia" que teníais por llegar a Mithril Hall. -haci3ndo una pausa continúa:-Estas colinas deben su nombre a los trolls que aquí viven.¿Vamos a encargarnos de todos?¿ sólo de este grupo?¿ en caso de sólo este grupo, a que se debe esa decisión? No quiero que me malinterpreteis, pero si vamos a encargarnos de todas las amenazas de aquí a nuestro destino, es probable que no lleguemos.

Y gustaría saber si vamos tras ellos, si es porque realmente debemos hacerlo o porque queremos demostrar que no somos tan malos tras la paliza de anoche.

En otras circunstancias no dudaría en dar caza a los trolls, pero el culto sigue hay fuera y el daño que pueden hacer es mucho mayor que el de los trolls. Dicho lo cual, sea la decisión que sea estoy con vosotros.

Tras lo cual el paladín se pone a recoger el campamento mientras escucha lo que tengan que decir el resto.