Volvió a la cueva al lugar donde se encontraban sus recientes "aliados".

-Bueno parece que vuestras pertenencias están en manos algún miembro del culto en esta cueva, lo que supone que tal vez tengamos que enfrentarnos a adversarios más peligrosos de lo que os habéis enfrentado.

Cegorach como un acto de buena fe continuó.

-Ahora no es momento de dudar entre nosotros, fuera de esta cueva he podido ver como hay prisioneros que están corriendo peor suerte que vosotros... Si en verdad poseéis buenas intenciones, después de acabar aquí deberíais ayudarme a socorrerles.

Rebuscando en su equipo sacó las pocas armas que poseía.

-Entiendo que no se equipara a las armas con las que contabais, pero os puedo prestar mis armas... yo intentaré valerme con otros medios hasta que recuperemos lo vuestro.

Martin mira al nuevo compañero, al principio con recelo, pero según va mostrando la información y las armas, su gesto se torna más amable y se acerca a coger la daga con la que ya podría usar una en cada mano contando con la suya.

- Muchas gracias Flolky, esto nos ayudará a recuperar nuestro equipo, y una vez listos, podremos ayudar y hacer lo que esté en nuestras manos por los otros prisioneros de esta horda retorcida e infecta.

El semielfo se dirige a Morko y señala a la salida de la habitación.

- Creo que deberíamos movernos por las cavernas siguiendo tu instinto enano... y divino, para encontrar lo que nos han arrebatado. ¿por dónde?

Zevatur al ver aparecer a Flolky se tensa, su turvia mirada de incertidumbre se alcara al ver que el extraño personaje no parece haberles traicionado. No puede evitar sonreir aliviado. - ¿Por donde? - Repite zevatur, sintiendo se lleno de energia.

Martin afirma con un movimiento leve de cabeza y combinando las informaciones del místico y del paladín señala en dirección hacia el pasillo grande a la derecha.

- No se hable más, nuestra prioridad es recuperar el equipo, sigamos por el pasadizo grande, yo iré más adelantado como antes explorando y buscando por posibles trampas o emboscadas. Procurad hacer el menos ruido posible...

Sin mediar más palabras el semielfo, con más firmeza y agilidad que antes de la batalla, se pierde en las sombras una vez más.

[Stealth: 11]

Al los pocos minutos Martin vuelve a aparecer con el gesto preocupado.

- Quizás no sea lo más prudente ir directamente a por los objetos "mágicos" sin equipo alguno, sin duda estarán muy bien custodiado, mejor vamos a por nuestro equipo más mundano primero, que lo tendrán los cultistas.

Con unos rápidos pasos el misterioso semielfo se pierde en las sombras hacía la nueva dirección.

Zevatur sigue a Martin y su repentino cambio de dirección como si cambiar de opinión fuese lo más normal de este mundo. - Oh. Bien. Vamos... - susurra. 

Cegorach, después de que únicamente tomaran prestada su daga, sigue al resto del grupo preparado para lo que pueda pasar. 

Morko, tras sumirse en un estado de meditación y rezo con Moradhin, se levanta y agarrando su improvisado martillo, asiente cuando Maritn propone el camino grande: -siento la presencia de mi hacha en esa dirección, una vez que recuperemos nuestro equipo podemos tendremos mas opciones de ayudar al resto de prisioneros.

El grupo vuelve bajando con cuidado los escalones naturales que les han llevado hasta la macabra sala y regresan a la cueva más ancha. 

Esta vez Martin gira a la izquierda y  se introduce por un pasadizo que parece más utilizado y con menos estalactictas y estalagmitas. Muchas parecen cortadas o derruidas para pemitir el paso. 

El pasadizo se eleva ligeramente y gira levemente hacia la derecha. El pasadizo vuelve a dividirse en dos. El camino de la derecha sube más pronunciadamente y el de la izquierda se nivela. 

Martin ve el tilitiar de la luz de antorchas más adelante por el pasillo de la izquierda. 

Sigamos las antorchas de la izquierda, id con cuidado, probablemente haya enemigos moviéndose por la zona, parece transitada.

Stealth 22

Tan silenciosos como gatos cazando, el grupo continua su camino por el pasadizo.

No recorren más de veinte metros cuando el pasadizo se vuelve a abrir y da a una gran caverna, de unos diez o quince metros de ancho por unos cinco de largo. El pasadizo desemboca aproximadamente a la mitad de la parte larga. A la caverna entran varios pasadizos más, un total de cuatro, desde otros puntos, uno a la izquierda del todo, y tres a lo largo de la pared de enfrente.

La sala está muy bien iluminadapor varias antorchas y algún pebetero y allí, alrededor de un gran tablero de madera colocado sobre varias bases de estalacticas cortadas, hay un buen número de cultistas celebrando, también, su victoria. Algunos están borrachos, pero aquí la disciplina es mayor que en el campamento de fuera y aunque el vino y la cerveza no faltan, asi como la comida, los cultistas no están muy desmadrados. Desde las sombras del pasadizo pueden ver que hay tres grupos de cultistas si atendemos a sus ropajes; los de ropaje morado parecen ser lo más numerosos, los de ropajes negros y los de túnicas rojas. Bajo la mesa un lagarto amaestrado está royendo los restos de alguna comida.

Debe haber como una quincena de cultistas en la sala, ninguno armado salvo dos. Uno está tensando el arco de Martin y probando la cuerda. El otro está intentando ponerse la armadura de Roland sin mucho éxito ya que está solo y algo borracho.

¿Qué quereis hacer?

-"Se que no es la vía más adecuada pero si la más segura. Creo que tenemos varias opciones, embestir contra todos ellos y arriesgarnos en un combate que parece desequilibrado; intentar disuadirles para que salgan de la sala, aunque no se que motivo puede ser lo suficientemente importante para que decidan dejar el festejo; o bien, averiguar quien posee mayor rango para "convencerlo" de que lo mejor es que salgan dando la fiesta por finalizada y que se el que de la orden. ¿Vosotros que opináis?"

Cegorach quedó a la espera de la opinión del grupo para actuar de la mejor manera posible.

Martin asintió con la cabeza como si estuviera analizando los pros y los contras de ambas opciones.

- Creo que lo mejor es disuadirles para que abandonen la sala por alguna emergencia - entre susurros el semielfo continuó - nosotros nos esconderemos aquí y dejaremos que pasen. Lo que no sé es como vas a convencerlos de que salgan de aquí. Parecen muy cómodos y en un buen estado de moral para chafarles la diversión, hay que tener una muy buena historia y ser muy persuasivo... ¿podrás hacerlo?

- ¿Quizás podriamos simular un incendio? Yo puedo generar una niebla y hacer que las antorchas luzcan con más brillo. He incluso empujarla un poco con una brisa. La niebla nos puede incluso servir para ocultarnos, que en esta zona no parece que haya muchos sitios para ello. Quizás podamos hacer un pequeño fuego para añadir el olor a quemado... Lo que no se es si intenrarán apagarlo o huirán... quizás tu puedas inclinar su acción a la huida, Flofly.

Zevatur os mira con indecisión, no sabiendo si la idea es buena o es una más de sus ideas de chorlito.

Martin afirma con cierto brillo en los ojos.

- Es una maravillosa idea Zevatur, creo que es lo que podemos permitirnos con nuestros actuales recursos y podría funcionar bastante bien, la combinación de la simulación de incendio, con la persuasión de Flofly y no darles tiempo a pensar demasiado podría desalojar la sala rápidamente. Adelante por mi, ¡proceded!

El semielfo espera a la niebla para ocultarse aun mejor para cuando pasen los cultistas corriendo cerca de su escondite.