Cegorach, aprovechando la confusión existente en aquel espacio, siguió buscando a aquellos cultistas rezagados para seguir atacándoles.
Cambio el foco a asalto psíquico para sumar +2 al daño.
Ataco a otro cultista que esté como el anterior (sin intención de salir de la sala) con mind thurst: As an action, you target one creature you can see within 120 feet of you. The target must succeed on an Intelligence saving throw (a dificultad 14 (8+2+4)) or take 1d10 psychic damage. 5
Con el objetivo de no provocar amenaza, siguió indicando que salieran de la sala:
-!Vamos fuera, hacia el humo¡
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"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
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Morko le dice a Zevatur: -Veo que lo tienes controlado, voy a ver si localizo mi armadura ahí dentro y a ver si atizo a algún cultista de paso- y sin mediar mas palabra se adentra en la niebla buscando su equipo, una vez tenga mi armadura nada podrá impedir que vaya a por mi hacha, piensa para si mismo Morko.
Como veo que sois muy vagos todos hago un resumen rápido.
El grupo exploró las cavernas hasta lo más profundo, en varios momentos el grupo parecía dispuesto a largarse, pero Morko se negó a abandonar el lugar sin su arma. Al final el grupo logró encontrar una caja protegida por runas suponían contendría el el hacha y se la llevaron. En el interior de la cueva había varias cosas de interés: un altar a Tiamat que la tenia dibujada en un gran mural. Una estancia con enormes huevos que suponemos eran de dragón y que ahora están rotos, una lista de objetos que la organización esta buscando y de objetos que ya han conseguido. Tenemos la lista en nuestro poder pero no identificamos muchos de ellos. Vimos el encuentro entre dos lugartenientes, uno una especie de nigromante y el otro una especie de líder del culto del dragón, ambos con terroríficas monturas voladoras.
Pero los aventureros no solo recuperaron el hacha, también acabaron con la vida del lugarteniente medio dragón, de sus dos mujeres guardaespaldas y de una lugarteniente que Martin parecía conocer. Además liberaron a los prisioneros, aprovechando la resaca de la victoria.
Seguro que me dejo detalles, pero... ¡cuanto más tiempo pasa mas se me olvida todo!
La noche fue larga y dura. Las contínuas bromas de Martin sobre si sus compañeros eran elegidos de sus respectivos dioses puede que fueran fundadas o no, pero desde luego hubo un dios que esa noche se sintió complacido. El Dios de la Muerte. Hubo bastantes batallas, sangre y muerte en las cuevas.
Tras descansar unos minutos los compañeros fueron en busca de su desaparecido equipo, y encontraron parte en manos de varios cultistas que estaban celebrando su victoria, al igual que el resto de las tropas hacian fuera. Una hábil mezcla de magia y engaño consiguió coger a los cultistas por sorpresa, muchos de ellos murieron bajo las hojas de Martin antes de saber qué estaba ocurriendo. Con parte de su equipo recuperado, siguieron explorando las cuevas pero esta vez no pudieron coger por sorpresa a los cultistas, los cuales, liderados por un clérigo de Tiamat y su acólito, les plantaron cara. Sin embargo los poderes oscuros de los clérigos nada pudieron hacer contra el poder de Lathander y Moradin enarbolados por Roland y Morko respectivamente. Ni siquiera la llegada de dos de los grandes lagartos que atacaron al pueblo supuso un problema para los aventureros.
Doloridos y cansados, continuaron la búsqueda y, tras cruzar un pequeño templo dedicado a Tiamat, encontraron una gran caverna que bajaba de nivel y el suelo de la misma estaba cubierta por una oscura neblina. Mientras cruzaban una pasarela elevada, preguntándose qué habría bajo la niebla, esta se rompió bajo el aleteo de unas alas hechas de cuero. Dos pequeños dragones azules se elevaron hasta su altura y lanzaron sus mortíferos alientos. Aún siendo apenas unas crías, consiguieron dejar muy malheridos a los aventureros, los cuales, contra todo pronóstico, consiguieron sobreponerse. Bajaron y encontraron otro huevo de dragón, que Morko destruyó y descubrieron que en su interior no había una cría de dragón, si no una figura que recordaba vagamente a un humanoide con facciones de dragón. No exploraron del todo esta cueva, por lo que no saben si había o no más huevos en su interior.
Siguieron avanzando, maltrechos y cada vez más desesperados pero sin haber encontrado lo que estaban buscando. En la parte oeste de la cueva encontraron otra pequeña capilla a Tiamat donde, arrodillado y rezando para recuperar su favor, se encontraba el semi-dragón azul que había luchado contra Morko en el pueblo. Animado por la oportunidad que su Diosa le brindaba entregándole al enano de nuevo, Langredosa se lanzó al ataque y esta vez parecía que la fortuna no iba a estar en favor del enano. Sorprendentemente, una de las dos amazonas bárbaras que formaban parte de la guardia personal del semi-dragón, enloqueció y atacó por la espalda a su líder. Esto dió al enano la oportunidad que estaba esperando y acabó con la vida del peligroso enemigo. Las dos amazonas lucharon entre ellas, la humana siendo aún fiel a Langredosa intentó parar a la goliath, pero ninguna pudo hacer nada contra las fuerzas combinadas de los aventureros.
Martin se adelantó por los pasadizos levemente iluminados de la cueva, desactivando ingeniosas trampas a su paso y allí, en una de las cámaras más profundas y a altas horas de la madrugada, encontró a una de las líderes que habían liderado el ataque contra Greenest. Martin recordó su entrenamiento y su misión, y no dudó ni un instante. Deslizándose en completo silencio hasta el borde da la cama, hundió su hoja en el cuello de la comandante. Sin embargo la oscura diosa de esta la tuvo que alertar en el último segundo y pudo girar sobre si misma lo justo como para no ser automáticamente degollada. Se giró y utilizó el poder de Tiamat para cerrar un poco su herida, pero Martin estaba concentrado y preparado y con dos certeros cortes más, acabó con la vida de la comandante.
Siguieron explorando los túneles y finalmente encontraron una caverna tapada por una enorme roca con varios carromatos cargados de objetos y suministros. Martin encontró una salida y al explorar fuera vió a Rezmir, la semi-dragona de escamas negra que les había interrogado, portando un gran mandoble a su espalda y con la cara cubierta por una extraña y hermosa máscara de dragón negro, hablando con el nigromante que había estado presente también en el ataque al pueblo. Pero lo más preocpante eran las dos monturas que tenían. Rezmir montada en un dragón negro y el nigromante en un caballo azabache con la cabeza convertida en una calavera de cuyas cuencas oculares salía una llama anaranjada, así como de sus cascos. Ambos se saludaron y se elevaron en el cielo llevados por sus monturas, cada uno tomando una dirección distinta. Volviendo dentro y compartiendo tan ominosas noticias, los compañeros encontraron entre los carromatos una gran caja de madera cerrada con hierro y asegurada con una cadena gigante. Varias runas estaban pintadas a lo largo de la superficie de madera del arcón.
Convencidos de que allí debe estar el hacha, cogieron la caja y salieron por la salida trasera que había encontrado Martin, quedándose en otra parte de las quebradas, pero lejos del resto del campamento, que parecía estar terminando la celebración.
Folki les recordó que había encontrado a varios prisioneros más, por lo que, dado un rodeo por las abruptas colinas, los más sigilosos de entre ellos, ayudados por el aún vestido como un sectario Folki, entraron en la tienda donde estaban atrapados los campesinos, tras acabar con los cerdos guardias que les custodiaaban y negociaban con la virtud de la joven que encontraron dentro. Sin embargo, lejos de estar rota por el trauma, la muchacha se rehizo al ver que la posibilidad de escapar era real, pidiendo un arma. Acuchilló al muerto guardia varias veces y le cortó la entrepierna.
Sin más sobresaltos los compañeros, llevando casi en volandas a los cuatro campesinos que habían rescatado y la enorme caja con runas, llegaron a Greenest a media tarde donde los prisioneros rescatados, menos la muchacha, se reunen con sus seres queridos. Y por fin los compañeros pueden relajarse un poco.
Después de volver al pueblo y descansar, Cegorach estuvo sopesando sobre su futuro y los siguientes pasos a seguir. De alguna manera, haber estado de manera activa junto con aquellos héroes en la batalla le hizo querer modificar la manera en la que debía alcanzar sus objetivos. No obstante, antes de dar forma a todos estos pensamientos, se reunió con los aventureros para tratar las ganancias y tesoros obtenidos:
-Buenos días, me gustaría transmitiros mi alegría porque todos estemos vivos y hayamos podido rescatar a esas personas. Sois honorables y creo que por eso entenderéis que debemos seguir la pista a este culto en busca de desentrañar la verdad y acabar con los malignos planes que tengan entre manos.-
Cegorach hizo una pausa afectado por todo lo que ocurrió la noche anterior e intentando controlar su ánimo prosiguió cambiando de tema:
-Me he tomado la molestia de contabilizar el dinero obtenido... cada uno de nosotros optamos a 1 moneda de platino, 18 de oro, 18 de plata y 1 de cobre. Además, hay una túnica valorada en 20 monedas de oro y una bolsa con gemas valoradas en 100 monedas de oro. Necesito obtener la mayor información posible sobre esta organización y estos objetos tal vez puedan dármela. Si no os importa, al poseer únicamente un valor económico, me gustaría poder quedarme con los mismos y a cambio daros el equivalente a cada uno. Por lo que, a la cantidad indicada anteriormente, tendríais que sumar 18 monedas de oro.-
Tras esto continuó con los objetos que poseían un valor añadido:
-Luego está el colgante con propiedades curativas... Yo no soy alguien que normalmente esté en primera fila de combate, por lo que no es un objeto muy significativo para mi. Entiendo que sería interesante que hiciera uso de el Martin... fue herido de gravedad en varias ocasiones resistiendo peor las mismas que el resto de vosotros. Aunque, os lo dejo a vuestra elección... Además tenemos el sarcófago con el supuesto arma de Morko y, posiblemente, algún objeto de valor más. Por último, tenemos una lanza con alguna aparente propiedad mágica. Creo que sería interesante buscar a algún experto en la materia para abrir el sarcófago y obtener información de la lanza y del resto de objetos.-
Tras esto quedó expectante para decidir a quien podían acudir.
Martin parecía aun extenuado escuchando en su cabeza la voz de Folki, tenía aun la venda en su pierna derecha completamente rojiza por la sangre ya seca, y a pesar de haber descansado toda la noche, no estaba recuperado del todo. Además parecía haberse preocupado demasiado por el estado de los lugareños rescatados y de determinada muchacha cuyos ojos parecían carecer de alma ahora tras el trato sufrido, pero él ya había visto ese tipo de mirada antes, hace mucho tiempo, y sabía que sobrevivir a ese tipo de experiencias te podría transformar en alguien mucho más fuerte, o en un monstruo... esperaba que fuera lo primero.
Consiguió centrar la voz de su cabeza una vez más y de algún modo las palabras del místico parecían calmarle, le transmitían cierta bondad, y su recelo hacía él cedió en parte. Se acercó más a él mientras hacía el reparto del botín y le tocó con cierta confianza el hombro, como a un colega más del grupo, mientras continuaba su charla mental, finalmente cuando éste acabó se decidió a hablar.
- El colgante me sería muy útil si todos consideráis apropiado cedérmelo, a cambio renuncio al resto de mi parte. En cuanto al cofre con las runas de protección mágica, quizás en el pueblo exista algún experto, yo puedo desactivar trampas con facilidad, pero me temo que esto escapa a mis capacidades. Quizás Zevatur junto a alguien que le guíe pueda romper las guardas. Podemos pedir consejo al condestable del fuerte, seguro que hará lo posible por prestarnos toda la ayuda posible.
Tras un par de toses secas, que le obligaron a pausar su discurso, continuo con cierta irritación en su voz.
- En cuanto al culto, sin duda le hemos asestado un duro golpe y hemos cortados varias cabezas a su organización, pero en cuanto se recuperen y aten cabos, irán a por nosotros, quizás manden mercenarios o asesinos para que ellos no pierdan tiempo con su agenda, sea cual sea ésta. Deberíamos movernos a partir de ahora en la clandestinidad. Conozco a alguien que quizás nos pueda ofrecer protección en algunas ciudades, pero ... quizás esa gente no sea del gusto del Paladín, ya me entendéis...
Morko escucha a sus compañeros y dice:- El reparto me parece bien, pero no voy a esconderme detrás de una muralla a la espera de que manden a alguien a por mí, prefiero ser yo el que vaya a por ellos, pero para eso necesitamos información, no debe ser dificil encontrar a un dragón y un ejercito de ese tamaño y para ello espero que las gemas puedan ayudar a ello, y recuperar mi arma de esta maldita caja, ¿no conocéis a ningún mago que pueda ayudarnos?. Quizás deberíamos movernos a un emplazamiento más grande y buscar por allí. y sino siempre podemos tratar de abrir la caja.
Dicho lo cual la examina con calma y si hay opción para un long rest me preparo el detectar magia y lo uso.
El long rest lo habeis hecho antes de esta conversación al llegar al pueblo y dormir. El pesado baúl no parece mágico pero si las runas que lo rodean.
Martin si quieres rodear tu conversación con la prisionera lo hacemos por privado
“Sin duda habeis resultado ser un grupo de lo mas capaz “ dice Leosin “ Y aunque esperaba recabar algo mas de información antes de vuestra llegada no diría que las cosas han salido mal ni mucho menos. “ El semielfo parece recuperado de sus heridas y toma un par de sorbos del te que esta desayunando mientras escucha a los compañeros hablar.
” Quizá yo podria intentar anular esas runas de protección, temo que no albergan nada bueno al que intente abrir el cofre sin decir las palabras adecuadas. Y por supuesto, preguntadme todo lo que queráis sobre el Culto, intentaré responder lo mejor que sepa. “
Cuando llegamos al pueblo y veo que la muchacha que nos acompaña no se va con ningún familiar le ofrezco que nos acompañe. - Puedes quedarte con nosotros, tanto tiempo como quieras, aunque no se cuales serán nuestros siguientes pasos... ni siquiera se que haré yo.
Mientras sus compañeros discuten el reparto de las exiguas ganancias Zevatur parece distraido, mostrandose mucho más callado de lo habitual. Poco a poco la idea de que Talis está en el bando de los cultistas del dragón parece tomar realidad haciendo que en su mente se atropellen de nuevo las ideas que había dejado aparcadas en el peligro de la cueva. "¿Será que siempre había sido una agente encubierta, durmiente... o le habrán lavado el celebro?".
- El reparto me parece bien. Podríamos dar la lanza mágica que ninguno de nosotros quiere usar a la muchacha que ya ha usado... - Dice cogiendose las monedas que le corresponden y guardandoselas sin prestarlas mucha atención. - Yo no sabría como deshacer esas runas, ¿quizás haciendo arder la caja? Podría poner en peligro objetos importantes que hubiese dentro...
En un momento de silencio al fin pregunta a Leosin por Talis. - ¿La has visto, qué has podido averiguar sobre ella? - Pregunta con gesto preocupado.
[Ya contesté la parte privada, por cierto como se llama el medallón para ponerlo en mi equipo]
Martin se sentó en una rocas cercanas al grupo mientras esperaba la toma de decisiones, parecía algo agotado, como si no hubiera descansando demasiado la noche anterior a pesar del esfuerzo realizado por todos para llegar a marchas forzadas al pueblo cargando con un cofre de madera que pesaba más de lo que aparentaba.
Con un gesto distraído miró hacia la fortaleza y luego escrutó el camino por el que habían llegado, que se perdía en un bosque cercano, como intentando vislumbrar algo o a alguien.
Si adolfo renuncia a su parte cada uno tocaría (incluyendo el dinero de la túnica y las gemas):
1 moneda de platino
42 monedas de oro
23 monedas de plata
1 moneda de cobre
Si me he equivocado corregidme
Cegorach pensó que era una suerte contar con las habilidades de Leosin. El que el pudiera anular el efecto de aquellas runas en verdad era un adelanto. No obstante, no estaba de acuerdo con dar aquel arma con propiedades especiales a aquella mujer y que, además, se uniera a combatir al culto. No solo podría atentar contra el objetivo de acabar con el mismo, sino también contra ella.
Telepáticamente se dirigió a todos sus compañeros menos a la chica recientemente rescatada.
-Bueno Zevatur, no te lo tomes a mal, pero en ningún momento, hemos dicho que no queramos la lanza. Por lo menos yo... Hasta que no sepamos que utilidad tiene, no solo a nivel de combate, sino también en lo referente al culto, creo que no deberíamos dar el arma a nadie. Y menos, a alguien que, aparentemente, no está versado en el combate.
Ya se ha llevado demasiados traumas con las violaciones reiteradas que sufrió en el campamento a manos de los cultistas y la muerte de seres queridos, aunque ahora posea cierto apego a nosotros, no es acertado hacerla pasar por situaciones como las que pasamos en la cueva.-
Acabó estas palabras apelando al raciocinio del grupo. Tras lo cual miró a la muchacha de manera amigable:
-Creo que no nos hemos presentado, ¿como te llamas? Mi nombre es Flolky. Tememos que buscarte un lugar seguro donde puedas seguir con tu vida. ¿Tienes algún familiar en este pueblo o en algún otro? Podemos acompañarte si te sientes más segura. Si necesitas dinero para poder abastecerte, creo que podemos arrimar el hombro todos para que por lo menos eso no sea una preocupación.-
Dijo mirando a el resto buscando apoyo en esa afirmación. Para continuar con los mensajes telepáticos:
-Leosin me gustaría saber si tus habilidades "antimagia" han hecho efecto sobre las runas. ¿Crees que podemos abrirlo ya?
Por otro lado, si queremos identificar concretamente las propiedades los objetos que hemos obtenido, deberíamos buscar a algún experto en otro pueblo que no sea blanco aparente del culto. No creo que sea buena idea que las gentes de aquí sepan de lo incautado en la cueva. Puede haber espías o lo que es peor podemos hacerles blancos fáciles para el culto por saber más información de la debida y con esto me refiero también a la muchacha. Si la involucramos estaremos haciéndole un flaco favor... Cuanto menos sepan las gentes de nosotros mejor.
Con una cara de concentración cada vez mayor, con el sudor perfilando su frente, finalmente parece que Leosin consigue su objetivo. Las runas que rodean el cofre se iluminan, parece que van a estallar, pero Leosin mantiene la concentración y estas se apagan de repente.
Jadeando os hace una señal para que podais abrirla.
Morko golpea sin mucha ceremonia el candando que mantiene sujetas las cadenas y estas caen al suelo. Al abrir el cofre ven dentro varios objetos envueltos en mantas para protegerlos.
- Un escudo.
- Una caja de madera cerrada.
- El hacha de Morko envuelta en un par de mantas.
Cuando han recogido los objetos, Leosin contesta a Zevatur.
- La he oido mencionar, se referían a ella como un miembro de alto rango del Culto. Comandante si la memoria no me falla - viendo el dolor reflejado en su rostro le pone una mano en el hombro - Lo lamento -
Que la muchacha esté o no, y lo que responda, dependerá en gran medida de lo que ocurra en otro lugar, os lo digo pronto.
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Cegorach se acercó al cofre y dedicó unos minutos para analizar la caja de madera y el escudo. Buscando en primera instancia si poseía algún mecanismo protector como en el cofre antes de abrirla.
Tiro investigación y Arcana por si es necesario:
Investigación: 8
Arcana: 22
En caso de que la tirada no sea un trastazo y que no encuentra nada abro la caja de madera
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"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Cegorach no parece encontrar nada en el exterior de la caja de madera que parezca indicar trampa alguna.
La abre y dentro se encuentra, acomodada entre el terciopelo negro que forra el interior de la caja, una varita de madera de sáuco con algunas inscripciones en ella.
Al quitar la manta que cubre el escudo todos pueden ver el orgulloso león rempante que domina el mismo, con unos vivos colores anaranjados y rojos.
Una sonrisa aflora en el rostro de Morko al recoger su preciada hacha y blandirla en el aire mientras da gracias a Moradhin por permitirle recuperar la reliquia de su familia y dirigiéndose a los contenidos de la caja se concentra y lanza el detectar magia para tratar de ver si son mágicos y las propiedades de los mismos.
Al acabar dice: -Lo mismo el castellano puede identificar la heráldica del escudo, no me suena que perteneciese a ninguna orden de paladines- dice mientras se concentra pensando en sus clases.
Martin, que hasta ahora estaba sentado en un tronco cercano al grupo observándolo todo en silencio, se incorpora lentamente y se dirige hacia los demás.
- No soy un experto en alabardas, pero quizás podría usarla durante un corto entrenamiento para intentar discernir sus propiedades.
Sin mucho más protocolo, se acerca a la alabarda para cogerla, pero antes desenvaina sus dos espadas cortas y se las pasa con un repentino gesto a la chica del pueblo que aún sigue cerca tras la presentación y amables palabras del místico.
- Kathrenna, es hora de que empieces el entrenamiento... enfrentarte a una persona con un arma de un rango mucho más amplio que el tuyo... veremos que sabes hacer.
Ambos se apartan a un lado del grupo, en una zona donde la maleza es más clara y el semielfo empieza a dar varios amagos de golpes con la alabarda hacia la chica, mientras le marca algunas pautas a seguir para contrarrestar sus ataques.
Mientras tanto se comunica con el grupo usando por primera vez el lazo mental que provee Flolky.
- He visto potencial en la chica, y tiene mucha determinación, creo que no será una carga para el grupo y yo me encargaré de su entrenamiento en combate, sé que algunos no estáis muy de acuerdo, pero pondría la mano en el fuego por ella, ... el brillo de sus ojos... denota fuego e ira, que le enseñaré a canalizar. Estoy de acuerdo con Flolky en que quizás la lanza es pronto para dársela, sobre todo si alguien más veterano la necesita.
El entrenamiento sigue y parece que el semielfo no tiene demasiada delicadeza con la joven, le está enseñando a base de duros golpes con la parte roma del arma de asta, e intenta agotar a la chica para medir su resistencia, tanto al dolor como a la fatiga de combate. Aunque también se nota que él mismo anda un poco torpe con los embates, puesto que no está acostumbrado a armas tan pesadas y de largo alcance.
Cegorach, al escuchar aquellas palabras, solo pudo ver una gran inconsciencia por parte de Martin. Que la chica no entendiera lo arriesgado de aquella decisión parecía hasta lógico, eramos sus salvadores... Pero el semielfo se movía por emociones incongruentes con los peligros que se avecinaban o tal vez fruto de la inexperiencia. En cualquier caso, Cegorach ya había dado su opinión... Si algo le pasaba a la chica, toda la responsabilidad y culpa caería de manera inevitable sobre aquel pícaro.
-Creo que esta decisión que estás respaldando, sabiendo todo lo que has visto y lo que nos espera, es irresponsable. No solo estás poniendo en peligro a tus compañeros, sino la integridad de esta chica. Sea como sea, parece que vuestra decisión está tomada, no es la primera vez que veo esto... Cargarás con la culpa sobre tu conciencia si esto sale mal.
Dijo Cegorach con ánimo de no volver a hablar del tema por el momento mientras seguía concentrado en analizar la varita.
Viendo como la muchacha... no, la muchacha no, Kathrenna se empezaba a entrenar en el arte del combate Zevatur esboza una sonrisa en su cara.
- Me alegro de que te unas a nosotros, Katrenna, aunque supongo que sabes que sera peligroso, mortalmente peligroso... sea lo que sea en lo que nos estamos metiendo. - Después se aproxima al escudo... - Veamos que es esto, sentandose a la sombra de un árbol para examinarlo con más detalle.
- Pues a mi me parece que cada cual debe elegir como vivir... Mejor morir por decisiones que has tomado que por indefensión, Tali... una amiga me enseñó eso incontables veces con chicas... con gente que trabajaba para ella.- Aunque la intención de Zevatur es pensar con el vinculo, sus palabras también se forman acompañando el sonido del entrenamiento de Martin y su nueva pupila.
Cegorach, aprovechando la confusión existente en aquel espacio, siguió buscando a aquellos cultistas rezagados para seguir atacándoles.
Cambio el foco a asalto psíquico para sumar +2 al daño.
Ataco a otro cultista que esté como el anterior (sin intención de salir de la sala) con mind thurst: As an action, you target one creature you can see within 120 feet of you. The target must succeed on an Intelligence saving throw (a dificultad 14 (8+2+4)) or take 1d10 psychic damage. 5
Con el objetivo de no provocar amenaza, siguió indicando que salieran de la sala:
-!Vamos fuera, hacia el humo¡
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Martin, sigue buscando entre la niebla a cultistas confusos y ataca desde las sombras mientras lentamente se dirige hacia su equipo ya localizado...
[Stealth: 21 - Ataque: 17 - Daño: [Aun sorprendido]: 20 - [No sorprendido]: 8]
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Morko le dice a Zevatur: -Veo que lo tienes controlado, voy a ver si localizo mi armadura ahí dentro y a ver si atizo a algún cultista de paso- y sin mediar mas palabra se adentra en la niebla buscando su equipo, una vez tenga mi armadura nada podrá impedir que vaya a por mi hacha, piensa para si mismo Morko.
Perception:10
CombateAttack: 21 Damage: 8
Como veo que sois muy vagos todos hago un resumen rápido.
El grupo exploró las cavernas hasta lo más profundo, en varios momentos el grupo parecía dispuesto a largarse, pero Morko se negó a abandonar el lugar sin su arma. Al final el grupo logró encontrar una caja protegida por runas suponían contendría el el hacha y se la llevaron. En el interior de la cueva había varias cosas de interés: un altar a Tiamat que la tenia dibujada en un gran mural. Una estancia con enormes huevos que suponemos eran de dragón y que ahora están rotos, una lista de objetos que la organización esta buscando y de objetos que ya han conseguido. Tenemos la lista en nuestro poder pero no identificamos muchos de ellos. Vimos el encuentro entre dos lugartenientes, uno una especie de nigromante y el otro una especie de líder del culto del dragón, ambos con terroríficas monturas voladoras.
Pero los aventureros no solo recuperaron el hacha, también acabaron con la vida del lugarteniente medio dragón, de sus dos mujeres guardaespaldas y de una lugarteniente que Martin parecía conocer. Además liberaron a los prisioneros, aprovechando la resaca de la victoria.
Seguro que me dejo detalles, pero... ¡cuanto más tiempo pasa mas se me olvida todo!
Zevatur, Rolthos
Llevas razón.
La noche fue larga y dura. Las contínuas bromas de Martin sobre si sus compañeros eran elegidos de sus respectivos dioses puede que fueran fundadas o no, pero desde luego hubo un dios que esa noche se sintió complacido. El Dios de la Muerte. Hubo bastantes batallas, sangre y muerte en las cuevas.
Tras descansar unos minutos los compañeros fueron en busca de su desaparecido equipo, y encontraron parte en manos de varios cultistas que estaban celebrando su victoria, al igual que el resto de las tropas hacian fuera. Una hábil mezcla de magia y engaño consiguió coger a los cultistas por sorpresa, muchos de ellos murieron bajo las hojas de Martin antes de saber qué estaba ocurriendo. Con parte de su equipo recuperado, siguieron explorando las cuevas pero esta vez no pudieron coger por sorpresa a los cultistas, los cuales, liderados por un clérigo de Tiamat y su acólito, les plantaron cara. Sin embargo los poderes oscuros de los clérigos nada pudieron hacer contra el poder de Lathander y Moradin enarbolados por Roland y Morko respectivamente. Ni siquiera la llegada de dos de los grandes lagartos que atacaron al pueblo supuso un problema para los aventureros.
Doloridos y cansados, continuaron la búsqueda y, tras cruzar un pequeño templo dedicado a Tiamat, encontraron una gran caverna que bajaba de nivel y el suelo de la misma estaba cubierta por una oscura neblina. Mientras cruzaban una pasarela elevada, preguntándose qué habría bajo la niebla, esta se rompió bajo el aleteo de unas alas hechas de cuero. Dos pequeños dragones azules se elevaron hasta su altura y lanzaron sus mortíferos alientos. Aún siendo apenas unas crías, consiguieron dejar muy malheridos a los aventureros, los cuales, contra todo pronóstico, consiguieron sobreponerse. Bajaron y encontraron otro huevo de dragón, que Morko destruyó y descubrieron que en su interior no había una cría de dragón, si no una figura que recordaba vagamente a un humanoide con facciones de dragón. No exploraron del todo esta cueva, por lo que no saben si había o no más huevos en su interior.
Siguieron avanzando, maltrechos y cada vez más desesperados pero sin haber encontrado lo que estaban buscando. En la parte oeste de la cueva encontraron otra pequeña capilla a Tiamat donde, arrodillado y rezando para recuperar su favor, se encontraba el semi-dragón azul que había luchado contra Morko en el pueblo. Animado por la oportunidad que su Diosa le brindaba entregándole al enano de nuevo, Langredosa se lanzó al ataque y esta vez parecía que la fortuna no iba a estar en favor del enano. Sorprendentemente, una de las dos amazonas bárbaras que formaban parte de la guardia personal del semi-dragón, enloqueció y atacó por la espalda a su líder. Esto dió al enano la oportunidad que estaba esperando y acabó con la vida del peligroso enemigo. Las dos amazonas lucharon entre ellas, la humana siendo aún fiel a Langredosa intentó parar a la goliath, pero ninguna pudo hacer nada contra las fuerzas combinadas de los aventureros.
Martin se adelantó por los pasadizos levemente iluminados de la cueva, desactivando ingeniosas trampas a su paso y allí, en una de las cámaras más profundas y a altas horas de la madrugada, encontró a una de las líderes que habían liderado el ataque contra Greenest. Martin recordó su entrenamiento y su misión, y no dudó ni un instante. Deslizándose en completo silencio hasta el borde da la cama, hundió su hoja en el cuello de la comandante. Sin embargo la oscura diosa de esta la tuvo que alertar en el último segundo y pudo girar sobre si misma lo justo como para no ser automáticamente degollada. Se giró y utilizó el poder de Tiamat para cerrar un poco su herida, pero Martin estaba concentrado y preparado y con dos certeros cortes más, acabó con la vida de la comandante.
Siguieron explorando los túneles y finalmente encontraron una caverna tapada por una enorme roca con varios carromatos cargados de objetos y suministros. Martin encontró una salida y al explorar fuera vió a Rezmir, la semi-dragona de escamas negra que les había interrogado, portando un gran mandoble a su espalda y con la cara cubierta por una extraña y hermosa máscara de dragón negro, hablando con el nigromante que había estado presente también en el ataque al pueblo. Pero lo más preocpante eran las dos monturas que tenían. Rezmir montada en un dragón negro y el nigromante en un caballo azabache con la cabeza convertida en una calavera de cuyas cuencas oculares salía una llama anaranjada, así como de sus cascos. Ambos se saludaron y se elevaron en el cielo llevados por sus monturas, cada uno tomando una dirección distinta. Volviendo dentro y compartiendo tan ominosas noticias, los compañeros encontraron entre los carromatos una gran caja de madera cerrada con hierro y asegurada con una cadena gigante. Varias runas estaban pintadas a lo largo de la superficie de madera del arcón.
Convencidos de que allí debe estar el hacha, cogieron la caja y salieron por la salida trasera que había encontrado Martin, quedándose en otra parte de las quebradas, pero lejos del resto del campamento, que parecía estar terminando la celebración.
Folki les recordó que había encontrado a varios prisioneros más, por lo que, dado un rodeo por las abruptas colinas, los más sigilosos de entre ellos, ayudados por el aún vestido como un sectario Folki, entraron en la tienda donde estaban atrapados los campesinos, tras acabar con los cerdos guardias que les custodiaaban y negociaban con la virtud de la joven que encontraron dentro. Sin embargo, lejos de estar rota por el trauma, la muchacha se rehizo al ver que la posibilidad de escapar era real, pidiendo un arma. Acuchilló al muerto guardia varias veces y le cortó la entrepierna.
Sin más sobresaltos los compañeros, llevando casi en volandas a los cuatro campesinos que habían rescatado y la enorme caja con runas, llegaron a Greenest a media tarde donde los prisioneros rescatados, menos la muchacha, se reunen con sus seres queridos. Y por fin los compañeros pueden relajarse un poco.
PbP Character: A few ;)
Después de volver al pueblo y descansar, Cegorach estuvo sopesando sobre su futuro y los siguientes pasos a seguir. De alguna manera, haber estado de manera activa junto con aquellos héroes en la batalla le hizo querer modificar la manera en la que debía alcanzar sus objetivos. No obstante, antes de dar forma a todos estos pensamientos, se reunió con los aventureros para tratar las ganancias y tesoros obtenidos:
-Buenos días, me gustaría transmitiros mi alegría porque todos estemos vivos y hayamos podido rescatar a esas personas. Sois honorables y creo que por eso entenderéis que debemos seguir la pista a este culto en busca de desentrañar la verdad y acabar con los malignos planes que tengan entre manos.-
Cegorach hizo una pausa afectado por todo lo que ocurrió la noche anterior e intentando controlar su ánimo prosiguió cambiando de tema:
-Me he tomado la molestia de contabilizar el dinero obtenido... cada uno de nosotros optamos a 1 moneda de platino, 18 de oro, 18 de plata y 1 de cobre. Además, hay una túnica valorada en 20 monedas de oro y una bolsa con gemas valoradas en 100 monedas de oro. Necesito obtener la mayor información posible sobre esta organización y estos objetos tal vez puedan dármela. Si no os importa, al poseer únicamente un valor económico, me gustaría poder quedarme con los mismos y a cambio daros el equivalente a cada uno. Por lo que, a la cantidad indicada anteriormente, tendríais que sumar 18 monedas de oro.-
Tras esto continuó con los objetos que poseían un valor añadido:
-Luego está el colgante con propiedades curativas... Yo no soy alguien que normalmente esté en primera fila de combate, por lo que no es un objeto muy significativo para mi. Entiendo que sería interesante que hiciera uso de el Martin... fue herido de gravedad en varias ocasiones resistiendo peor las mismas que el resto de vosotros. Aunque, os lo dejo a vuestra elección... Además tenemos el sarcófago con el supuesto arma de Morko y, posiblemente, algún objeto de valor más. Por último, tenemos una lanza con alguna aparente propiedad mágica. Creo que sería interesante buscar a algún experto en la materia para abrir el sarcófago y obtener información de la lanza y del resto de objetos.-
Tras esto quedó expectante para decidir a quien podían acudir.
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Martin parecía aun extenuado escuchando en su cabeza la voz de Folki, tenía aun la venda en su pierna derecha completamente rojiza por la sangre ya seca, y a pesar de haber descansado toda la noche, no estaba recuperado del todo. Además parecía haberse preocupado demasiado por el estado de los lugareños rescatados y de determinada muchacha cuyos ojos parecían carecer de alma ahora tras el trato sufrido, pero él ya había visto ese tipo de mirada antes, hace mucho tiempo, y sabía que sobrevivir a ese tipo de experiencias te podría transformar en alguien mucho más fuerte, o en un monstruo... esperaba que fuera lo primero.
Consiguió centrar la voz de su cabeza una vez más y de algún modo las palabras del místico parecían calmarle, le transmitían cierta bondad, y su recelo hacía él cedió en parte. Se acercó más a él mientras hacía el reparto del botín y le tocó con cierta confianza el hombro, como a un colega más del grupo, mientras continuaba su charla mental, finalmente cuando éste acabó se decidió a hablar.
- El colgante me sería muy útil si todos consideráis apropiado cedérmelo, a cambio renuncio al resto de mi parte. En cuanto al cofre con las runas de protección mágica, quizás en el pueblo exista algún experto, yo puedo desactivar trampas con facilidad, pero me temo que esto escapa a mis capacidades. Quizás Zevatur junto a alguien que le guíe pueda romper las guardas. Podemos pedir consejo al condestable del fuerte, seguro que hará lo posible por prestarnos toda la ayuda posible.
Tras un par de toses secas, que le obligaron a pausar su discurso, continuo con cierta irritación en su voz.
- En cuanto al culto, sin duda le hemos asestado un duro golpe y hemos cortados varias cabezas a su organización, pero en cuanto se recuperen y aten cabos, irán a por nosotros, quizás manden mercenarios o asesinos para que ellos no pierdan tiempo con su agenda, sea cual sea ésta. Deberíamos movernos a partir de ahora en la clandestinidad. Conozco a alguien que quizás nos pueda ofrecer protección en algunas ciudades, pero ... quizás esa gente no sea del gusto del Paladín, ya me entendéis...
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Morko escucha a sus compañeros y dice:- El reparto me parece bien, pero no voy a esconderme detrás de una muralla a la espera de que manden a alguien a por mí, prefiero ser yo el que vaya a por ellos, pero para eso necesitamos información, no debe ser dificil encontrar a un dragón y un ejercito de ese tamaño y para ello espero que las gemas puedan ayudar a ello, y recuperar mi arma de esta maldita caja, ¿no conocéis a ningún mago que pueda ayudarnos?. Quizás deberíamos movernos a un emplazamiento más grande y buscar por allí. y sino siempre podemos tratar de abrir la caja.
Dicho lo cual la examina con calma y si hay opción para un long rest me preparo el detectar magia y lo uso.
El long rest lo habeis hecho antes de esta conversación al llegar al pueblo y dormir. El pesado baúl no parece mágico pero si las runas que lo rodean.
Martin si quieres rodear tu conversación con la prisionera lo hacemos por privado
“Sin duda habeis resultado ser un grupo de lo mas capaz “ dice Leosin “ Y aunque esperaba recabar algo mas de información antes de vuestra llegada no diría que las cosas han salido mal ni mucho menos. “ El semielfo parece recuperado de sus heridas y toma un par de sorbos del te que esta desayunando mientras escucha a los compañeros hablar.
” Quizá yo podria intentar anular esas runas de protección, temo que no albergan nada bueno al que intente abrir el cofre sin decir las palabras adecuadas. Y por supuesto, preguntadme todo lo que queráis sobre el Culto, intentaré responder lo mejor que sepa. “
(dispel magic dc: 14)
PbP Character: A few ;)
Cuando llegamos al pueblo y veo que la muchacha que nos acompaña no se va con ningún familiar le ofrezco que nos acompañe. - Puedes quedarte con nosotros, tanto tiempo como quieras, aunque no se cuales serán nuestros siguientes pasos... ni siquiera se que haré yo.
Mientras sus compañeros discuten el reparto de las exiguas ganancias Zevatur parece distraido, mostrandose mucho más callado de lo habitual. Poco a poco la idea de que Talis está en el bando de los cultistas del dragón parece tomar realidad haciendo que en su mente se atropellen de nuevo las ideas que había dejado aparcadas en el peligro de la cueva. "¿Será que siempre había sido una agente encubierta, durmiente... o le habrán lavado el celebro?".
- El reparto me parece bien. Podríamos dar la lanza mágica que ninguno de nosotros quiere usar a la muchacha que ya ha usado... - Dice cogiendose las monedas que le corresponden y guardandoselas sin prestarlas mucha atención. - Yo no sabría como deshacer esas runas, ¿quizás haciendo arder la caja? Podría poner en peligro objetos importantes que hubiese dentro...
En un momento de silencio al fin pregunta a Leosin por Talis. - ¿La has visto, qué has podido averiguar sobre ella? - Pregunta con gesto preocupado.
Zevatur, Rolthos
[Ya contesté la parte privada, por cierto como se llama el medallón para ponerlo en mi equipo]
Martin se sentó en una rocas cercanas al grupo mientras esperaba la toma de decisiones, parecía algo agotado, como si no hubiera descansando demasiado la noche anterior a pesar del esfuerzo realizado por todos para llegar a marchas forzadas al pueblo cargando con un cofre de madera que pesaba más de lo que aparentaba.
Con un gesto distraído miró hacia la fortaleza y luego escrutó el camino por el que habían llegado, que se perdía en un bosque cercano, como intentando vislumbrar algo o a alguien.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Si adolfo renuncia a su parte cada uno tocaría (incluyendo el dinero de la túnica y las gemas):
1 moneda de platino
42 monedas de oro
23 monedas de plata
1 moneda de cobre
Si me he equivocado corregidme
Cegorach pensó que era una suerte contar con las habilidades de Leosin. El que el pudiera anular el efecto de aquellas runas en verdad era un adelanto. No obstante, no estaba de acuerdo con dar aquel arma con propiedades especiales a aquella mujer y que, además, se uniera a combatir al culto. No solo podría atentar contra el objetivo de acabar con el mismo, sino también contra ella.
Telepáticamente se dirigió a todos sus compañeros menos a la chica recientemente rescatada.
-Bueno Zevatur, no te lo tomes a mal, pero en ningún momento, hemos dicho que no queramos la lanza. Por lo menos yo... Hasta que no sepamos que utilidad tiene, no solo a nivel de combate, sino también en lo referente al culto, creo que no deberíamos dar el arma a nadie. Y menos, a alguien que, aparentemente, no está versado en el combate.
Ya se ha llevado demasiados traumas con las violaciones reiteradas que sufrió en el campamento a manos de los cultistas y la muerte de seres queridos, aunque ahora posea cierto apego a nosotros, no es acertado hacerla pasar por situaciones como las que pasamos en la cueva.-
Acabó estas palabras apelando al raciocinio del grupo. Tras lo cual miró a la muchacha de manera amigable:
-Creo que no nos hemos presentado, ¿como te llamas? Mi nombre es Flolky. Tememos que buscarte un lugar seguro donde puedas seguir con tu vida. ¿Tienes algún familiar en este pueblo o en algún otro? Podemos acompañarte si te sientes más segura. Si necesitas dinero para poder abastecerte, creo que podemos arrimar el hombro todos para que por lo menos eso no sea una preocupación.-
Dijo mirando a el resto buscando apoyo en esa afirmación. Para continuar con los mensajes telepáticos:
-Leosin me gustaría saber si tus habilidades "antimagia" han hecho efecto sobre las runas. ¿Crees que podemos abrirlo ya?
Por otro lado, si queremos identificar concretamente las propiedades los objetos que hemos obtenido, deberíamos buscar a algún experto en otro pueblo que no sea blanco aparente del culto. No creo que sea buena idea que las gentes de aquí sepan de lo incautado en la cueva. Puede haber espías o lo que es peor podemos hacerles blancos fáciles para el culto por saber más información de la debida y con esto me refiero también a la muchacha. Si la involucramos estaremos haciéndole un flaco favor... Cuanto menos sepan las gentes de nosotros mejor.
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Ya te he añadido el objeto a tu ficha.
Con una cara de concentración cada vez mayor, con el sudor perfilando su frente, finalmente parece que Leosin consigue su objetivo. Las runas que rodean el cofre se iluminan, parece que van a estallar, pero Leosin mantiene la concentración y estas se apagan de repente.
Jadeando os hace una señal para que podais abrirla.
Morko golpea sin mucha ceremonia el candando que mantiene sujetas las cadenas y estas caen al suelo. Al abrir el cofre ven dentro varios objetos envueltos en mantas para protegerlos.
- Un escudo.
- Una caja de madera cerrada.
- El hacha de Morko envuelta en un par de mantas.
Cuando han recogido los objetos, Leosin contesta a Zevatur.
- La he oido mencionar, se referían a ella como un miembro de alto rango del Culto. Comandante si la memoria no me falla - viendo el dolor reflejado en su rostro le pone una mano en el hombro - Lo lamento -
Que la muchacha esté o no, y lo que responda, dependerá en gran medida de lo que ocurra en otro lugar, os lo digo pronto.
PbP Character: A few ;)
Cegorach se acercó al cofre y dedicó unos minutos para analizar la caja de madera y el escudo. Buscando en primera instancia si poseía algún mecanismo protector como en el cofre antes de abrirla.
Tiro investigación y Arcana por si es necesario:
Investigación: 8
Arcana: 22
En caso de que la tirada no sea un trastazo y que no encuentra nada abro la caja de madera
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Cegorach no parece encontrar nada en el exterior de la caja de madera que parezca indicar trampa alguna.
La abre y dentro se encuentra, acomodada entre el terciopelo negro que forra el interior de la caja, una varita de madera de sáuco con algunas inscripciones en ella.
Al quitar la manta que cubre el escudo todos pueden ver el orgulloso león rempante que domina el mismo, con unos vivos colores anaranjados y rojos.
PbP Character: A few ;)
Una sonrisa aflora en el rostro de Morko al recoger su preciada hacha y blandirla en el aire mientras da gracias a Moradhin por permitirle recuperar la reliquia de su familia y dirigiéndose a los contenidos de la caja se concentra y lanza el detectar magia para tratar de ver si son mágicos y las propiedades de los mismos.
Al acabar dice: -Lo mismo el castellano puede identificar la heráldica del escudo, no me suena que perteneciese a ninguna orden de paladines- dice mientras se concentra pensando en sus clases.
Tirada de religión:8
Cegorach coge entre sus manos aquella varita analizando las escrituras sobre ella e intentando desentrañar que propiedades ocultaba.
Pues eso. Me pongo a analizar la varita empleando un short rest. Recordad que también está la alabarda y el escudo por analizar.
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Martin, que hasta ahora estaba sentado en un tronco cercano al grupo observándolo todo en silencio, se incorpora lentamente y se dirige hacia los demás.
- No soy un experto en alabardas, pero quizás podría usarla durante un corto entrenamiento para intentar discernir sus propiedades.
Sin mucho más protocolo, se acerca a la alabarda para cogerla, pero antes desenvaina sus dos espadas cortas y se las pasa con un repentino gesto a la chica del pueblo que aún sigue cerca tras la presentación y amables palabras del místico.
- Kathrenna, es hora de que empieces el entrenamiento... enfrentarte a una persona con un arma de un rango mucho más amplio que el tuyo... veremos que sabes hacer.
Ambos se apartan a un lado del grupo, en una zona donde la maleza es más clara y el semielfo empieza a dar varios amagos de golpes con la alabarda hacia la chica, mientras le marca algunas pautas a seguir para contrarrestar sus ataques.
Mientras tanto se comunica con el grupo usando por primera vez el lazo mental que provee Flolky.
- He visto potencial en la chica, y tiene mucha determinación, creo que no será una carga para el grupo y yo me encargaré de su entrenamiento en combate, sé que algunos no estáis muy de acuerdo, pero pondría la mano en el fuego por ella, ... el brillo de sus ojos... denota fuego e ira, que le enseñaré a canalizar. Estoy de acuerdo con Flolky en que quizás la lanza es pronto para dársela, sobre todo si alguien más veterano la necesita.
El entrenamiento sigue y parece que el semielfo no tiene demasiada delicadeza con la joven, le está enseñando a base de duros golpes con la parte roma del arma de asta, e intenta agotar a la chica para medir su resistencia, tanto al dolor como a la fatiga de combate. Aunque también se nota que él mismo anda un poco torpe con los embates, puesto que no está acostumbrado a armas tan pesadas y de largo alcance.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Cegorach, al escuchar aquellas palabras, solo pudo ver una gran inconsciencia por parte de Martin. Que la chica no entendiera lo arriesgado de aquella decisión parecía hasta lógico, eramos sus salvadores... Pero el semielfo se movía por emociones incongruentes con los peligros que se avecinaban o tal vez fruto de la inexperiencia. En cualquier caso, Cegorach ya había dado su opinión... Si algo le pasaba a la chica, toda la responsabilidad y culpa caería de manera inevitable sobre aquel pícaro.
-Creo que esta decisión que estás respaldando, sabiendo todo lo que has visto y lo que nos espera, es irresponsable. No solo estás poniendo en peligro a tus compañeros, sino la integridad de esta chica. Sea como sea, parece que vuestra decisión está tomada, no es la primera vez que veo esto... Cargarás con la culpa sobre tu conciencia si esto sale mal.
Dijo Cegorach con ánimo de no volver a hablar del tema por el momento mientras seguía concentrado en analizar la varita.
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Viendo como la muchacha... no, la muchacha no, Kathrenna se empezaba a entrenar en el arte del combate Zevatur esboza una sonrisa en su cara.
- Me alegro de que te unas a nosotros, Katrenna, aunque supongo que sabes que sera peligroso, mortalmente peligroso... sea lo que sea en lo que nos estamos metiendo. - Después se aproxima al escudo... - Veamos que es esto, sentandose a la sombra de un árbol para examinarlo con más detalle.
- Pues a mi me parece que cada cual debe elegir como vivir... Mejor morir por decisiones que has tomado que por indefensión, Tali... una amiga me enseñó eso incontables veces con chicas... con gente que trabajaba para ella.- Aunque la intención de Zevatur es pensar con el vinculo, sus palabras también se forman acompañando el sonido del entrenamiento de Martin y su nueva pupila.
Zevatur, Rolthos