Stealth: 17

Los compañeros se lanzan al vacío y ven bajo ellos una de las nubes en las cuales se alza parte del castillo. Justo bajo ellos hay un pequeño jardín, al menos pequeño comparado con el resto del castillo. 

La velocidad de la caída hace que algunos se mareen un poco y el ruido del viento en sus oídos no les permite comunicarse. Lo único que puede escuchar Zevatur además del rugir del viento al caer son sus propios latidos ya que su corazón late desbocado en su pecho. Las copas de los grandes árboles que forman el jardín se acercan muy rápidamente, algunos llegan a superar la altura de los muros que delimitan el espacio del jardín y del propio castillo. 

Ash se da cuenta de que activar sus objetos mágicos demasiado pronto habría sido un error, pues el castillo se sigue moviendo y puede vislumbrarse muy muy abajo, los campos y montañas que parecen deslizarse bajo la capa de nubes que sostiene la estructura. 

Gowther ve caer a todos los compañeros con mejor o peor estilo, y cómo todos van, repentinamente, frenando su caída. Él rompe su talla de jade y siente como su velocidad desciende paulatinamente hasta convertirse en un suave descenso. 

Kath y Martin ya se encuentran en el suelo, entre unos árboles. Ash aterriza no muy lejos de ellos y el elfo consigue posarse entre medias de la pareja y el guerrero. El jardín más parece un frondoso bosque, con enormes pinos, abetos, robles y abedules, tan grandes como torres. Aquí y allá hay grandes concentraciones de flores que son tan altas como Ash. 

Zevatur no consigue evitar las ramas de uno de los árboles en su caída, rozándose contra ellas.  ( 4 daño )

Roland tiene aún peor suerte y no logra romper su talla a tiempo, así que cuando llega al suelo aún tiene algo de velocidad e impacta de lado contra el tronco de un árbol, dejándole sin resuello. ( 10 daño )

Morko salta del dirigible, se coge las rodillas contra su pecho y se deja caer. La adrenalina hace que olvide toda precaución y lanza un grito de alegría y diversión mientras cae. Por un momento parece que no va a activar su talla, pero justo al pasar los muros lo hace, y la magia frena la caída libre del enano, que se dirige hacia un grupo de árboles que crecen muy cerca los unos de los otros, formando sus ramas una maraña que cubre el suelo de agradables sombras. 

Mientras cae despacio, el enano observa estupefacto como el tronco de uno de esos árboles se gira. Parece tener un rostro formado por ramas y hojas. La criatura parece parpadear cuando el enano, sin saber muy bien que hacer, le saluda con la mano mientras sigue descendiendo. 

De pronto una rama gigante se suelta del enramado y golpea a Morko haciéndole llegar al suelo de manera mucho más violenta de la que él esperaba. La criatura, con un gran ruido de chasquidos y ramas rompiéndose se gira para atacar al intruso que ha caído, literalmente, en sus brazos, golpeándolo contra el suelo con sus enormes brazos formados por ramas y vainas.

 Al ruido de esta conmoción, el resto puede escuchar un rugido, no dos, tres, tres rugidos que suenan casi simultáneamente repartiendo ecos en las paredes del jardín. Algo más ha detectado su presencia. 

Zevatur gruñe al sentir el impacto y aún frotándose los rasguñps provocados por la ramas se vuelve hacia los amenazadores ruidos... "Pues si que empezamos bien la incursion" piensa.

Iniciativa Zevatur 23

Iniciativa Roland 22

Martin maldice para sí mismo mientras observa la extraña criatura hecha de maleza y plantas vivas intentando recordar algo sobre ellas - ¿Quién pensó que era buena idea mandar a una misión de infiltración a un equipo con la mitad de sus integrantes en armaduras pesadas? - Pensó casi en voz alta, pero retuvo sus palabras antes de que salieran de su boca, sin duda su rostro mostraba enfado y frustración, - Además hemos perdido la sorpresa - 

Desenvainando sus dos espadas cortas, lo demás pudieron observar como una de ellas, la que llevaba en la mano principal tenía un aspecto especial, con una empuñadura en forma de torso de dragón que giraba sobre sí mismo dando forma a la parte central. Con una carrera rápida y moviéndose perfectamente en la zona boscosa se acercó a la criatura para defender a Morko.

Nada más caer Gowther pudo observar como su compañero enano había sido presa de una bestia de la naturaleza.

-Debemos acabar cuando antes con este ser para no llamar la atención. Luthien, amigo, acude a mi llamada.

Tras estas palabras un búho de plumaje blanco apareció junto a Gowther dispuesto a combatir a su lado. Sus miradas mostraban tal complicidad que no hacian falta palabras para entenderse entre ellos.

Ash vio descender al grupo con la cautela un oso enjaulado. Suspiró justo antes de que una sonrisa lobuna asomara a su rostro. Los extraños rugidos le encontraron desenvainado sus espadas. Dedicó una mirada fugaz al arma de Martin, a las aves y finalmente al hacha de Morko, suficiente para entender que podían manejar aquello. Les dio la espada y con una rápida carrera se puso a la altura de Zevatur y Roland.

-Os tengo socio -sonríe a Zevatur en cuanto llega a su lado- el bailarín, Martin, plumas y picos y una hacha enana, deberían poder arreglárselas con el señor ensalada. Ayuda al clérigo y volvamos con los demás, despacio. Ya recibo yo a los invitados, les presentaré a mis chicas -guiña antes de encarar la espesura con gesto feroz.

El guerrero apresta sus espadas largas balanceando el acero, atento a los movimientos o ruidos en la espesura, en guardia.

La cara Morko pasa del jubilo, a la sorpresa y la estupefacción en el tiempo que pasa entre que salta y es recibido "amablemente" por las plantas del jardín. Con el ceño fruncido y agarrando el hacha dice:- Creo que ha llegado la hora de la poda. Y se lanza a por la cosa árbol.

Iniciativa:10 

Ash, el formidable guerrero, desenvaina sus armas, y se preparar para lo que parece venir a por sus compañeros. 

Kath lanza una descarga de energía mística a la criatura que parece dispuesta a aplastar a Morko, pero no parece tener mucho efecto. 

Martin recorre el tramo que le separa de la planta y Morko en el menor tiempo posible, rápido como un borrón sombrió en contraste con la foresta que le rodea y ataca a la planta aprovechando que el enano paladín está siendo su objetivo prioritario,... de momento.

 Con un preciso gesto el pícaro clava su espada en uno de los laterales de la bestia justo donde detecta unas hendiduras en su correosa vegetación intentado golpear algún órgano interno, y haciendo "sangrar" un viscoso fluido color clorofila. Mientras su cuervo, "Shadow" simplemente le sigue volando desde una prudente distancia sin intervenir.

Zevatur observa con incredulidad como la planta animada golpea con furia a Morko y en represalia le lanza un rayo de fuego

 Roland invoca el podré sagrado de su dios de la luz para atacar a la criatura más cercana.

guiding bolt : Attack: 22 Damage: 11

Gowther concentró la energía mística de su interior y la pose de su cuerpo cambió. Alzando su espada hacia aquel ser, estaba listo para el combate.

La criatura se retuerce de dolor al sentir las espadas de Martin abrirse camino por su cuerpo. Con una agilidad sorprendente se gira hacia el semielfo, levantando sus dos enormes  brazos e intentando aplastarlo con ellos. 

 Uno de los puños cae rápidamente sobre Martin, pero este salta en el último momento y sólo le impacta en una pierna. Ignorando el dolor, continua dando volteretas para esquivar el otro puño que cae como un mazazo sobre él. 

Roland lanza un rayo de energía divina sobre la criatura, que chamusca parte de sus troncos y hojas, pero le envuelve con una luz divina. 

( Próximo ataque contra este monstruo tiene ventaja) 

Con el sonido de ramas rotas, y volando justo por debajo de la copa de los árboles, Ash ve lo que ha provocado los rugidos antes. Al principio cree que se ha vuelto totalmente loco al ver un león volando hacia él, pero inmediatamente su incertidumbre se vuelve certeza, ha tenido que perder la cabeza cuando ve al ser virar hacia ellos y ve que, no se trata de un león volador, si no que de un cuerpo de león salen otras dos cabezas, la de una gran cabra y la de un pequeño dragón. Impulsado por correosas alas, la quimera se lanza contra él, Roland y Zevatur. 

La cabeza del dragón abre sus fauces y exhala un cono de fuego que los envuelve. Sin tener tiempo para recuperarse, la bestia está sobre ellos, usando el impulso para tratar de golpear con la cabeza de cabra a Zevatur y saltando sobre Ash, intentando despedazarle con sus garras. 

 Roland consigue ponerse tras un arbusto alto y evita la mayor parte del fuego, pero su armadura al calentarse le provoca serias quemaduras. Ash salta agilmente a un lado, sintiendo el fuego quemar su costado, pero evitando la peor parte. Sin embargo antes de poder levantarse, siente las garras dejar profundas marcas en su espalda al pasar la criatura. Zevatur sólo puede arrodillarse y cubrirse la cabeza instintivamente cuando ve caer sobre él las llamas. Pese a que nunca le ha molestado el fuego, y ha podido sostener carbones ardiendo sin apenas notarlo, el intenso calor del aliento de la criatura le provoca serias quemaduras. Antes de que pueda recuperarse, siente un fuerte golpe en el pecho que le hace caer al suelo y perder el resuello. 

La quimera se elevó en el aire, virando sobre si misma para lanzar otro ataque contra los intrusos. 

Morko escuchó la conmoción provocada por la llegada del otro monstruo y se preparó para el combate que acababa de tornarse mucho más interesante.

// Reaction:
Ash interpone una de sus espadas entre la poderosa garra de la criatura y su cuerpo en un movimiento instintivo. Aunque detiene lo peor del golpe no es suficiente para desviarlo por completo haciéndole sangrar.

-Genial, -piensa Morko, -o es la fortaleza de los gigantes sordos o adiós a la infiltración, mientras ve como la quimera se une a la pequeña fiesta del jardín. Dirigiéndose a la cosa árbol dice:- Primero tu y luego la quimera. Para acto seguido lanzar dos tajos con su hacha contra el tronco de la criatura.

1° ataque Attack: 19 Damage: 18

2° ataque Attack: 28 Damage: 18

Khelezburu corta con facilidad las ramas y lianas que se encuentra en su camino cuando Morko la blande con efectividad. La criatura aparta el pie que Morko está cortando y ruge hacia el enano, levantando los brazos para golpearle de nuevo. 

Ash mira como la quimera se eleva en el cielo y se pregunta cómo va a conseguir que sus chicas le enseñen modales. 

Ash valora sus opciones. Exponerse de nuevo al aliento y aguantar a la bestia para deslizar alguna estocada o tratar ganar tiempo para que Roland cure las heridas de Zevatur y las suyas propias. No hay mucho que pensar, un golpe o dos no marcará la diferencia, otro de esos conos de fuego de lleno sería el fin. Quizás la bestia agote su terrible aliento. Eso espera o la cosa pinta muy mal.

-¡Clérigo cura al chico! ¡Eh! ¡Aquí bastardo de cabra!! ¡Pelea como es debido, cobarde!! -brama mientras mueve los brazos tratando de llamar la atención de la quimera, ignorando siquiera si el monstruo le entiende. El guerrero se dispone para esquivar lo que venga, rodando sobre si mismo a un lado en un movimiento que le ha salvado otras veces.

Viendo que su mentor y Morko están danzando alrededor de la criatura de plantas, Kath decide ayudar a los chamuscados que están luchando contra la quimera, lanzándole una bola de mística energía verde.

 Sin embargo la quimera es mucho más ágil en el cielo que lo que ella esperaba y su conjuro se pierde en las ramas. 

Martin y Zevatur continúan la lucha! 

Zevatur tambaleándose observa el escenario... El dolor de las quemaduras es una desagradable y extraña sensación... Pero a pesar de el castigo y bordear la muerte en el primer envite de la criatura parece mantener la calma. La quimera, pudiendo volar parece ser que va a tener que ser cosa suya... Apuntando con la varita a la bestia, y con más aplomo que la vez anterior, la descarga hasta casi vaciarla.

magic missile: 19

Luego con un par de cortos pasos se intenta acercar a un árbo buscando cobertura, pero alejándose de Roland y manteniéndose cerca de Ash que parece que le está protegido.

Vigilando los largos y peligrosos látigos cepa de la criatura, el picaro vuelve a arremeter contra ella intentando buscar sus ángulos muertos ayudado por la distracción que el hacha enana en modo podadora le proporciona.

 Martin consigue volver a cortar en varias partes de la criatura planta haciendo salpicar sus verdosos fluidos por el boscoso suelo.