Uri observó los preparativos del muchacho con expectación. En su vida había visto a tres… quizá cuatro elfos magos, túnicas blancas todos ellos, pero nunca había estado tan cerca del arte de la hechicería - Wau… - susurró, abriendo muchos los ojos al admirar la esfera de color que refulgía y desaparecía a los pocos segundos. Saliendo del estupor provocado por aquella visión, corrió hacia Remi en cuanto este le hizo el gesto para que se acercara.
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Algo había llamada toda la atención que un kender puede poner en algo. Apenas escuchó las ordenes de avanzar y buscar y aunque le acompañaban con la mano se encontraba absorto en su búsqueda.. sabía que conocía aquella leyenda que comentaba la escudera de Solamnia. Y claro que tenía un mapa de la zona!!! Además recordaba haber visto hace tiempo en un libro que le “prestó” un mercader de antigüedades en Palanthas… una pena porque fue todo un malentendido, el cogió el libro y salió a un parque cercano a leer porque en aquella tienda no había luz.. el caso es que aquellos guardias no atendieron a razones y no solo le quitaron el libro que el mercader cogió con rapidez porque, sinceramente los guardias no sabían tratar bien el libro, si no que le expulsaron de la ciudad! Y acababa de llegar!!! El caso es que en aquel libro consiguió ver una imagen de un minotauro enorme con armadura completa y ese nombre. Era un Minotauro pelirrojo y era realmente impresionante pero no sabía que era un Dios! Como no había visto ningún minotauro antes… lo que le hizo ir a buscar uno y eso le condujo hacia….
-Jo.. me hubiera encantado ver esas representaciones..-sacando unos garabatos en papiro viejo.- Has visto algún minotiauro? Se me ocurrió buscar uno pero es que era Killith-Jolith el dios! Sabes mas historias como esa?-embobado mirando a la escudera tratando de seguir el paso acelerado de las dos guerreras de melena ignea, como él.
La escudera de Solamnia sonríe - Si.. conozco alguna historia más de los Antiguos Dioses. ¿Has oído hablar de Paladine? - Dice mie reas adecua un poco El Paso a su pequeño compañero. Los tres continúan el viaje hacia su destino.
El mago, la exploradora y el gato cruzan la puerta y entran en una sala circular, de unos cien pies de diámetro, cuyas irculares paredes están grabadas con intrincadas runas. En el centro de la sala hay un pedestal, con una llave flotando en el centro. La puerta se cierra tras ellos y desaparece, mientras que, al mismo tiempo, una puerta idéntica aparece cerrada en el lado opuesto de la sala.
Remi cruzó la sala hasta el centro con gesto circunspecto. Observó la llave sin tocarla durante un rato y después se dirigió a la única salida aparente. Sin tocar la hoja de la puerta, la sometió a un minucioso exámen ¿Tenía cerradura, encajaba con la llave del pedestal, era una ilusión, era una trampa?
Sir Arthur le miraba deambular mientras se lamía el pelo del pecho.
Apenas había dado tres pasos hacia delante cuando el aprendiz se topan con algo.
Hace años Remi vio como un ladronzuelo intentaba huir de la guardia, hizo un giro cerrado a toda velocidad esperando encontrar una puerta abierta. Pero estaba cerrada. Se rompió la nariz y todos los dientes.
El golpe de Remi no es tan fuerte pero desde luego si algo cómico cuando golpea contra un muro invisible, o un muro de fuerza, que le impide seguir hacia delante. Aún está lejos de la llave.
Uri se introdujo con cautela en la sala, con todos sus sentidos agudizados y en alerta, tal y como lo hacía cuando exploraba un territorio desconocido. Se detuvo en la entrada y observó, analizando su alrededor.
Todo parecía bastante simple, una puerta y una llave, hasta que Remi se golpeó con el muro de fuerza invisible. Se acercó a él para asegurarse de que estuviera bien y se dispuso a escudriñar con la mirada las paredes y el suelo, en busca de algún detalle oculto que pudiera revelar alguna pista, como un mecanismo secreto o una trampa.
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Remington trastabilló hacia atrás con las manos en las narices profiriendo un gemidito.
—Uouch! Jopelin, por qué a mi! —se lamentaba con la nariz enrojecida—. Ya sabía yo que esto no iba a ser tan fácil.
Cuando se repuso del dolor intercambió un a mirada con la elfa. El arrojó inicial había desaparecido por completo. Tímidamente palpó el muro de fuerza para asegurarse de donde estaba. Recorrió su perímetro para asegurarse de que no tenía algún abertura.
Sin darle mayor importancia a las quejas del muchacho que claramente no había sufrido ningún daño, la exploradora volvió su atención a la sala. Las runas que les rodeaban le llamaron poderosamente la atención y acercó su mano, posándola sobre la pared, mientras sus dedos recorrían suavemente los sutiles surcos que se dibujaban. Recorrió un tramo a pasos lentos, mientras su mirada se perdía por el resto del muro circular de la habitación.
- Ey, Remington - dijo para llamar su atención - no sé qué significan estos símbolos pero… mira... - señaló las runas alternativamente - parece claramente un patrón, ¿no te parece? - le preguntó con curiosidad
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Cuando Uri le hizo notar que había algo escrito en los muros de la sala, Remington examinó las paredes con creciente curiosidad. Para su sorpresa, las horas frente a los libros en la torre de su tutora daban sus frutos! Reconocía las runas!!
—¡¡¡Es un hechizo!!!—casi abraza a la elfa de la emoción—. ¡¡¡Un hechizo que sirve para abrir puertas!!!
Era un poco avanzado para él, pero si lo copiaba en su pequeño libro de conjuros podrá lanzarlo una vez, aunque luego desapareciera del libro. Sin perder un instante se afanó en la tarea de rodillas en el suelo.
Sir Arthur olisqueaba los enseres de escritura desparramados a los pies del aprendiz mientras este trabajaba.
Aunque a Uri se le hizo un poco largo los minutos pasaron más rápidos para el joven aprendiz de mago que copiaba con cuidado las runas y repasaba una y otra vez los movimientos que necesitaba ejecutar para obrar la Magia.
Cuando por fin se sintió preparado se colocó frente a la puerta y realizando los complejos movimientos de manos sintió la energía recorre su cuerpo como un cosquilleo y uña éxtasis mientras el poder se acumulaba dentro de él. Llegado el momento adecuado pronunció una palabra en el idioma de la magia y con un sonoro CLAC! la puerta se abrió.
Al otro lado con una sonrisa de satisfacción la Maga les esperaba.
- ¡Enhorabuena!! - felicitó a Remington con una sonrisa. - Tu éxito merece una recompensa. Es hora que dejes atrás ese puñado de legajos que has usado hasta ahora y tengas un libro de hechizos propiamente dicho.-
Con eso ofreció un libro bellamente encuadernado con tres gemas en el centro entrelazadas por filigranas de plata. Una gema blanca, una roja y una negra. - Espero que te sirva bien y te recuerde siempre que la Magia está por encima de cualquier rivalidad que pueda haber entre las Órdenes. -
Cuando el joven mago había inspeccionado el obsequio Rovina saca de entre sus ropajes un pergamino cerrado con tres cordones, uno blanco, uno rojo y uno negro, y sellado con cera. Se lo entregó al joven mago.
- Tengo una petición joven Remington. Se que tus viajes te llevarán a Kalaman. Ahora tienes prisa pero cuando acabes tus asuntos en Volger y emprendas el viaje de vuelta por favor, entrega este pergamino a Whyan, miembro de nuestra Orden en Kalaman. Te quedaré agradecida. - añade la maga con una amable sonrisa.
Remi abrió los ojos como platos sin poder pronunciar palabra, boqueando como una trucha fuera del agua.
—¡Cielos! Muchas gracias —acertó a balbucear torpemente—. ¡Recorcholis es precioso! Es perfecto. Lo cuidaré bien —añadió cogiendo el tomo repetuosamente y arrullándolo entre sus brazos como si fuera un bebé.
Acarició las lunas de la cubierta con suavidad y admiración. Entonces se dio cuenta con algo de azoramiento que estaba con más gente. Carraspeó y encaró a la exploradora.
—Gracias por tu ayuda Urianthalassa. Me siento el la necesidad de devolverte el favor—dijo a su compañera de aventuras con solemnidad—. Se que no hemos empezado de la mejor de las maneras, pero espero poder compensarlo. Los Wizz tenemos palabra y te la dejo el prenda hasta pagar el favor. Ahora mismo viajo a Volger a un cita que no puedo eludir, pero puedes buscarme en Palanthas, Calle de Los Tejos 12, Barrio del Comercio.
Extendió la mano para sellar el pacto con un apretón de manos. Sir Arthur miraba la mano tendida con curiosidad, con sus ojos dorados muy abiertos, mientras ladeaba la cabeza un poco.
- ¡Wow!- exclamó la exploradora, admirando el libro por encima del hombro del mago - ¡es precioso Remington, enhorabuena!- dijo con una amplia sonrisa que mostraba una sincera alegría por el éxito de su compañero.
Cuando el muchacho se dirigió a ella, la elfa le escuchó con atención. ¿Se había terminado ya la prueba? Reconocía que le había resultado bastante sencilla. Observó al joven y su solemnidad le pareció divertida.
- Ha sido un placer ayudar, Remington - le estrechó la mano que se mantenía en el aire, más por compromiso que por sellar un pacto - y no es necesario que me devuelvas el favor, en serio, aunque te agradezco igualmente el detalle. Pero, ahora que lo dices, yo también me dirijo hacia Volger. Quizá podamos continuar el viaje juntos y ayudarnos mutuamente en el camino -
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Con su nuevo libro bajo el brazo Remi se despide de Rovina la cual les desea suerte y buenaventura en sus viajes. Cuando los dos jóvenes acompañados por el gato, abandonan el círculo de la Torre vuelven con un fogonazo de luz violeta al lugar donde encontraron el portal, pero esta vez, a su espalda, sólo quedan unas ruinas de medio arco de piedra. Ni rastro de la estructura que habían visto. Las lunas continúan su camino por la bóveda celestial, separadas ahora, cada una siguiendo su camino predeterminado por el cielo.
El nuevo libro del mago.
Los dos jóvenes vuelven al campamento de los marineros y comparten su fuego y cena mientras pasa la tormenta. El resto del viaje pasa rápidamente, los vientos permiten al capitán del barco recuperar casi todo el tiempo perdido y los dos deciden no demorarse mucho en su parada en la impresionante ciudad de Kalaman y se dirigen con premura a Volger, para llegar a tiempo a su cita.
Recorren los caminos que transcurren entre frondosos bosques de robles pinos y álamos y ya deben estar cerca de su destino cuando un joven, apenas un adolescente, vestido con simples ropas de granjero, sale de entre los matorrales con expresión aterrorizada, mira a su alrededor y, al verlos, corre hacia ellos.
- ¡Ayuda! ¡Socorro!! ¡ Me persiguen !! -
En una parte del camino boscoso que lleva al rio junto a cuya ribera se levanta el burgo de Volger, tres caminantes disfrutan de la caminata. Saxa camina un poco rezagada, dejando que el siempre entusiasta kender muestre uno de sus múltiples mapas a la guerrera. En los días que han pasado juntos han conseguido llegar a un buen entendimiento entre ellos, y el kender casi siempre les devuelve sus objetos pasadas unas horas, o un día. Los entrenados sentidos de la mercenaria detectan algo y hace que se detenga, con el vello de la nuca erizado.
Juraría que ha escuchado el sonido del acero entrechocando a cierta distancia.
"Esto no me gusta", piensa la bárbara para sí misma, mientras se queda unos segundos en esa posición, quieta y en silencio, para asegurar que ha oido bien. Aunque ... su instinto le dice ha escuchado perfectamente bien.
Hace ademán de decir algo a sus compañeros para que se den cuenta, pero para su satisfacción Averil ya se ha dado la vuelta para ver por qué se ha parado y Fritz - que estaba hasta hace un instante hablando con tanto entusiasmo como siempre - hace lo mismo prácticamente al instante. "Buenos chicos", piensa Saxa.
Hace un gesto con la mano para que se acerquen y cuando lo hacen les dice:
- He oido acero entrechocando. Deberíamos ir a mirar. Vayamos con cuidado...
Desenfunda el hacha, que hasta entonces llevaba en la espalda, y empieza a dirige hacia donde ha escuchado el sonido. Va con cuidado de no hacer ruido, pero tampoco especialmente despacio...
Remington se refugió tras la aguerrida exploradora ante los aspavientos de aquel extraño.
—Suena peligroso. Y no es asunto nuestro. A saber qué ha hecho este —se quejó un poco—. Tenemos que llegar a Volger —dijo en voz baja sin poder evitar sentirse un poco miserable.
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-¿Una pelea?-dijo emocionado sacando su poco amenazadora espada corta, fabuloso y poderoso regalo de Ispin. No habían ni temrinado de avisar cuando el Kender corría hacia la maleza buscando porque ir a cotillear no está reñido con ir bien escondido.
A Uri le pilló por sorpresa la reacción del mago, pero enseguida se dio la vuelta y se dirigió a él
- Primero, escucharemos lo que tiene que decir, Remington; no está bien prejuzgar a las personas sin información - le susurró de forma sutilmente reprobatoria, como una madre a un chiquillo. Suspiró y le puso las manos sobre los hombros - Haremos una cosa: quédate aquí, yo hablaré con él - dijo, relajando su tono e intentando calmarle.
Se dio la vuelta rápidamente y se acercó al muchacho desesperado
- Chico, ¿qué te ocurre? ¿Quién te persigue?- observó su figura, en busca de rastros de heridas o de sangre, mientras alternaba su mirada hacia los matorrales por los que había surgido por si detectaba algo o alguien tras él.
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
El muchacho corre y casi se cuelga de la pechera de la elfa, intentado buscar también, su protección.
- Soy Rhys... vivo en una granja cercana... - traga saliva - Unos soldados de Solamnia me contrataron ayer como guia pero ellos... ellos.. - señala hacia el lugar por el que venía - Nos han atacado y les están matando a todos... vendrán a por mi... por favor... ayuda!! -
Unos metros más adelante tres figuras se acercan atajando entre los matorrales hacia el camino, confirmando que la premura no suele ser amiga de la discreción por el ruido de ramas rotas que provocan al moverse, y llegan a ver un carromato volcado, las cajas y barriles desparramados por el suelo, un par de figuras, cubiertas con pesadas capas negras, encapuchadas y con pesados vendajes en las manos y piernas parecen investigar los restos del carromato.
Varios cuerpos de soldados yacen a lo largo del camino. La caballero ahoga una exclamación al reconocer los emblemas y los cascos característicos de los servidores de Solamnia.
Uno de ellos aún se defiende contra dos atacantes, dos humanos que portan una armadura negra con un extraño símbolo emblazonado en el centro del pecho de sus petos. Antes de que puedan hacer nada uno de ellos atraviesa el pecho del soldado. Esta vez tanto Averil como Frizt dejan escapar un grito al ver como asesinan al soldado. Todas las figuras se vuelven hacia ellos tres, conscientes de su presencia.
Una de las figuras encapuchadas lanza una orden en un idioma desconocido para Saxa y los hombres se vuelven hacia ellos con una sonrisa sádica. Otros dos humanos portando la misma armadura negra aparecen con sus armas ensangrentadas de detrás del carromato y se dirigen hacia ellos.
Averil, se apresta para el combate musitando las palabras de los Caballeros de Solamnina.
- ¿¡Qué demonios..!?- es todo lo que le da tiempo a decir a Saxa al contemplar la escena. Pero en ese momento ve a los tres encapuchados acercándose hasta ellos, deja de lado toda sorpresa y pregunta que haya podido cruzar su mente y se prepara para la acción - ¡Bueno! Ya echaba en falta un poco de acción - dice, socarrona, mientras dispone su hacha entre su cuerpo y los atacantes.
La exploradora escuchó las palabras del muchacho con preocupación y dirigió la mirada de nuevo hacia los matorrales. Se volvió hacia los dos valientes jóvenes que se resguardaban a sus espaldas.
- Está bien, voy a echar un vistazo. Quedáos por aquí y no hagáis ruido. Escondéos si veis peligro -
Adoptando su característica postura de sigilo, con las rodillas flexionadas y con paso firme pero silencioso, Uri se fue acercando a los matorrales y serpenteando entre ellos hasta conseguir una visión clara de la situación. Con el arco preparado a medio tensar, se detuvo tras un árbol que le daba cobertura.
La espeluznante visión alertó todos sus sentidos y sus músculos se tensaron; de un rápido vistazo, pudo detectar quiénes eran los enemigos; no supo reconocer ni sus vestimentas ni sus emblemas, pero lo que estaba claro es que los seres encapuchados eran los líderes de aquella matanza. En el otro extremo, un grupo de tres, que no vestían con uniforme de soldados de Solamnia, parecían ser las siguientes víctimas de otro grupo de enemigos que cargaban hacia ellos. Fueran quien fuesen, debía ayudarles.
Tensó el arco y se tomó unos segundos para apuntar, separando los dedos suavemente los milímetros exactos para que la flecha volara certera hacia su objetivo. Con una entrenada pericia, su brazo recorrió el espacio en milésimas de segundo para recoger otra de las flechas de su carcaj, saliendo disparada en la misma dirección. Casi sin tiempo a pestañear, el cuerpo del soldado víctima de su ataque cayó inerte en el polvoriento camino.
Uri observó los preparativos del muchacho con expectación. En su vida había visto a tres… quizá cuatro elfos magos, túnicas blancas todos ellos, pero nunca había estado tan cerca del arte de la hechicería - Wau… - susurró, abriendo muchos los ojos al admirar la esfera de color que refulgía y desaparecía a los pocos segundos. Saliendo del estupor provocado por aquella visión, corrió hacia Remi en cuanto este le hizo el gesto para que se acercara.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Algo había llamada toda la atención que un kender puede poner en algo. Apenas escuchó las ordenes de avanzar y buscar y aunque le acompañaban con la mano se encontraba absorto en su búsqueda.. sabía que conocía aquella leyenda que comentaba la escudera de Solamnia. Y claro que tenía un mapa de la zona!!! Además recordaba haber visto hace tiempo en un libro que le “prestó” un mercader de antigüedades en Palanthas… una pena porque fue todo un malentendido, el cogió el libro y salió a un parque cercano a leer porque en aquella tienda no había luz.. el caso es que aquellos guardias no atendieron a razones y no solo le quitaron el libro que el mercader cogió con rapidez porque, sinceramente los guardias no sabían tratar bien el libro, si no que le expulsaron de la ciudad! Y acababa de llegar!!! El caso es que en aquel libro consiguió ver una imagen de un minotauro enorme con armadura completa y ese nombre. Era un Minotauro pelirrojo y era realmente impresionante pero no sabía que era un Dios! Como no había visto ningún minotauro antes… lo que le hizo ir a buscar uno y eso le condujo hacia….
-Jo.. me hubiera encantado ver esas representaciones.. -sacando unos garabatos en papiro viejo.- Has visto algún minotiauro? Se me ocurrió buscar uno pero es que era Killith-Jolith el dios! Sabes mas historias como esa?- embobado mirando a la escudera tratando de seguir el paso acelerado de las dos guerreras de melena ignea, como él.
La escudera de Solamnia sonríe - Si.. conozco alguna historia más de los Antiguos Dioses. ¿Has oído hablar de Paladine? - Dice mie reas adecua un poco El Paso a su pequeño compañero. Los tres continúan el viaje hacia su destino.
El mago, la exploradora y el gato cruzan la puerta y entran en una sala circular, de unos cien pies de diámetro, cuyas irculares paredes están grabadas con intrincadas runas. En el centro de la sala hay un pedestal, con una llave flotando en el centro.
La puerta se cierra tras ellos y desaparece, mientras que, al mismo tiempo, una puerta idéntica aparece cerrada en el lado opuesto de la sala.
PbP Character: A few ;)
Remi cruzó la sala hasta el centro con gesto circunspecto. Observó la llave sin tocarla durante un rato y después se dirigió a la única salida aparente. Sin tocar la hoja de la puerta, la sometió a un minucioso exámen ¿Tenía cerradura, encajaba con la llave del pedestal, era una ilusión, era una trampa?
Sir Arthur le miraba deambular mientras se lamía el pelo del pecho.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Apenas había dado tres pasos hacia delante cuando el aprendiz se topan con algo.
Hace años Remi vio como un ladronzuelo intentaba huir de la guardia, hizo un giro cerrado a toda velocidad esperando encontrar una puerta abierta. Pero estaba cerrada. Se rompió la nariz y todos los dientes.
El golpe de Remi no es tan fuerte pero desde luego si algo cómico cuando golpea contra un muro invisible, o un muro de fuerza, que le impide seguir hacia delante. Aún está lejos de la llave.
PbP Character: A few ;)
Uri se introdujo con cautela en la sala, con todos sus sentidos agudizados y en alerta, tal y como lo hacía cuando exploraba un territorio desconocido. Se detuvo en la entrada y observó, analizando su alrededor.
Todo parecía bastante simple, una puerta y una llave, hasta que Remi se golpeó con el muro de fuerza invisible. Se acercó a él para asegurarse de que estuviera bien y se dispuso a escudriñar con la mirada las paredes y el suelo, en busca de algún detalle oculto que pudiera revelar alguna pista, como un mecanismo secreto o una trampa.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Remington trastabilló hacia atrás con las manos en las narices profiriendo un gemidito.
—Uouch! Jopelin, por qué a mi! —se lamentaba con la nariz enrojecida—. Ya sabía yo que esto no iba a ser tan fácil.
Cuando se repuso del dolor intercambió un a mirada con la elfa. El arrojó inicial había desaparecido por completo. Tímidamente palpó el muro de fuerza para asegurarse de donde estaba. Recorrió su perímetro para asegurarse de que no tenía algún abertura.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Sin darle mayor importancia a las quejas del muchacho que claramente no había sufrido ningún daño, la exploradora volvió su atención a la sala. Las runas que les rodeaban le llamaron poderosamente la atención y acercó su mano, posándola sobre la pared, mientras sus dedos recorrían suavemente los sutiles surcos que se dibujaban. Recorrió un tramo a pasos lentos, mientras su mirada se perdía por el resto del muro circular de la habitación.
- Ey, Remington - dijo para llamar su atención - no sé qué significan estos símbolos pero… mira... - señaló las runas alternativamente - parece claramente un patrón, ¿no te parece? - le preguntó con curiosidad
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Cuando Uri le hizo notar que había algo escrito en los muros de la sala, Remington examinó las paredes con creciente curiosidad. Para su sorpresa, las horas frente a los libros en la torre de su tutora daban sus frutos! Reconocía las runas!!
—¡¡¡Es un hechizo!!! —casi abraza a la elfa de la emoción—. ¡¡¡Un hechizo que sirve para abrir puertas!!!
Era un poco avanzado para él, pero si lo copiaba en su pequeño libro de conjuros podrá lanzarlo una vez, aunque luego desapareciera del libro. Sin perder un instante se afanó en la tarea de rodillas en el suelo.
Sir Arthur olisqueaba los enseres de escritura desparramados a los pies del aprendiz mientras este trabajaba.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Aunque a Uri se le hizo un poco largo los minutos pasaron más rápidos para el joven aprendiz de mago que copiaba con cuidado las runas y repasaba una y otra vez los movimientos que necesitaba ejecutar para obrar la Magia.
Cuando por fin se sintió preparado se colocó frente a la puerta y realizando los complejos movimientos de manos sintió la energía recorre su cuerpo como un cosquilleo y uña éxtasis mientras el poder se acumulaba dentro de él.
Llegado el momento adecuado pronunció una palabra en el idioma de la magia y con un sonoro CLAC! la puerta se abrió.
Al otro lado con una sonrisa de satisfacción la Maga les esperaba.
- ¡Enhorabuena!! - felicitó a Remington con una sonrisa. - Tu éxito merece una recompensa. Es hora que dejes atrás ese puñado de legajos que has usado hasta ahora y tengas un libro de hechizos propiamente dicho.-
Con eso ofreció un libro bellamente encuadernado con tres gemas en el centro entrelazadas por filigranas de plata. Una gema blanca, una roja y una negra.
- Espero que te sirva bien y te recuerde siempre que la Magia está por encima de cualquier rivalidad que pueda haber entre las Órdenes. -
Cuando el joven mago había inspeccionado el obsequio Rovina saca de entre sus ropajes un pergamino cerrado con tres cordones, uno blanco, uno rojo y uno negro, y sellado con cera. Se lo entregó al joven mago.
- Tengo una petición joven Remington. Se que tus viajes te llevarán a Kalaman. Ahora tienes prisa pero cuando acabes tus asuntos en Volger y emprendas el viaje de vuelta por favor, entrega este pergamino a Whyan, miembro de nuestra Orden en Kalaman. Te quedaré agradecida. - añade la maga con una amable sonrisa.
PbP Character: A few ;)
Remi abrió los ojos como platos sin poder pronunciar palabra, boqueando como una trucha fuera del agua.
—¡Cielos! Muchas gracias —acertó a balbucear torpemente—. ¡Recorcholis es precioso! Es perfecto. Lo cuidaré bien —añadió cogiendo el tomo repetuosamente y arrullándolo entre sus brazos como si fuera un bebé.
Acarició las lunas de la cubierta con suavidad y admiración. Entonces se dio cuenta con algo de azoramiento que estaba con más gente. Carraspeó y encaró a la exploradora.
—Gracias por tu ayuda Urianthalassa. Me siento el la necesidad de devolverte el favor —dijo a su compañera de aventuras con solemnidad—. Se que no hemos empezado de la mejor de las maneras, pero espero poder compensarlo. Los Wizz tenemos palabra y te la dejo el prenda hasta pagar el favor. Ahora mismo viajo a Volger a un cita que no puedo eludir, pero puedes buscarme en Palanthas, Calle de Los Tejos 12, Barrio del Comercio.
Extendió la mano para sellar el pacto con un apretón de manos. Sir Arthur miraba la mano tendida con curiosidad, con sus ojos dorados muy abiertos, mientras ladeaba la cabeza un poco.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
- ¡Wow! - exclamó la exploradora, admirando el libro por encima del hombro del mago - ¡es precioso Remington, enhorabuena! - dijo con una amplia sonrisa que mostraba una sincera alegría por el éxito de su compañero.
Cuando el muchacho se dirigió a ella, la elfa le escuchó con atención. ¿Se había terminado ya la prueba? Reconocía que le había resultado bastante sencilla. Observó al joven y su solemnidad le pareció divertida.
- Ha sido un placer ayudar, Remington - le estrechó la mano que se mantenía en el aire, más por compromiso que por sellar un pacto - y no es necesario que me devuelvas el favor, en serio, aunque te agradezco igualmente el detalle. Pero, ahora que lo dices, yo también me dirijo hacia Volger. Quizá podamos continuar el viaje juntos y ayudarnos mutuamente en el camino -
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Con su nuevo libro bajo el brazo Remi se despide de Rovina la cual les desea suerte y buenaventura en sus viajes. Cuando los dos jóvenes acompañados por el gato, abandonan el círculo de la Torre vuelven con un fogonazo de luz violeta al lugar donde encontraron el portal, pero esta vez, a su espalda, sólo quedan unas ruinas de medio arco de piedra. Ni rastro de la estructura que habían visto. Las lunas continúan su camino por la bóveda celestial, separadas ahora, cada una siguiendo su camino predeterminado por el cielo.
El nuevo libro del mago.
Los dos jóvenes vuelven al campamento de los marineros y comparten su fuego y cena mientras pasa la tormenta. El resto del viaje pasa rápidamente, los vientos permiten al capitán del barco recuperar casi todo el tiempo perdido y los dos deciden no demorarse mucho en su parada en la impresionante ciudad de Kalaman y se dirigen con premura a Volger, para llegar a tiempo a su cita.
Recorren los caminos que transcurren entre frondosos bosques de robles pinos y álamos y ya deben estar cerca de su destino cuando un joven, apenas un adolescente, vestido con simples ropas de granjero, sale de entre los matorrales con expresión aterrorizada, mira a su alrededor y, al verlos, corre hacia ellos.
- ¡Ayuda! ¡Socorro!! ¡ Me persiguen !! -
En una parte del camino boscoso que lleva al rio junto a cuya ribera se levanta el burgo de Volger, tres caminantes disfrutan de la caminata. Saxa camina un poco rezagada, dejando que el siempre entusiasta kender muestre uno de sus múltiples mapas a la guerrera. En los días que han pasado juntos han conseguido llegar a un buen entendimiento entre ellos, y el kender casi siempre les devuelve sus objetos pasadas unas horas, o un día. Los entrenados sentidos de la mercenaria detectan algo y hace que se detenga, con el vello de la nuca erizado.
Juraría que ha escuchado el sonido del acero entrechocando a cierta distancia.
PbP Character: A few ;)
"Esto no me gusta", piensa la bárbara para sí misma, mientras se queda unos segundos en esa posición, quieta y en silencio, para asegurar que ha oido bien. Aunque ... su instinto le dice ha escuchado perfectamente bien.
Hace ademán de decir algo a sus compañeros para que se den cuenta, pero para su satisfacción Averil ya se ha dado la vuelta para ver por qué se ha parado y Fritz - que estaba hasta hace un instante hablando con tanto entusiasmo como siempre - hace lo mismo prácticamente al instante. "Buenos chicos", piensa Saxa.
Hace un gesto con la mano para que se acerquen y cuando lo hacen les dice:
- He oido acero entrechocando. Deberíamos ir a mirar. Vayamos con cuidado...
Desenfunda el hacha, que hasta entonces llevaba en la espalda, y empieza a dirige hacia donde ha escuchado el sonido. Va con cuidado de no hacer ruido, pero tampoco especialmente despacio...
Down, down, down by the river ♫
Nessa | Alana | Ashur | Saxa | Saoirse | Auriel | Leeta
Remington se refugió tras la aguerrida exploradora ante los aspavientos de aquel extraño.
—Suena peligroso. Y no es asunto nuestro. A saber qué ha hecho este —se quejó un poco—. Tenemos que llegar a Volger —dijo en voz baja sin poder evitar sentirse un poco miserable.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
-¿Una pelea?-dijo emocionado sacando su poco amenazadora espada corta, fabuloso y poderoso regalo de Ispin. No habían ni temrinado de avisar cuando el Kender corría hacia la maleza buscando porque ir a cotillear no está reñido con ir bien escondido.
Stealth: 18
A Uri le pilló por sorpresa la reacción del mago, pero enseguida se dio la vuelta y se dirigió a él
- Primero, escucharemos lo que tiene que decir, Remington; no está bien prejuzgar a las personas sin información - le susurró de forma sutilmente reprobatoria, como una madre a un chiquillo. Suspiró y le puso las manos sobre los hombros - Haremos una cosa: quédate aquí, yo hablaré con él - dijo, relajando su tono e intentando calmarle.
Se dio la vuelta rápidamente y se acercó al muchacho desesperado
- Chico, ¿qué te ocurre? ¿Quién te persigue? - observó su figura, en busca de rastros de heridas o de sangre, mientras alternaba su mirada hacia los matorrales por los que había surgido por si detectaba algo o alguien tras él.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
El muchacho corre y casi se cuelga de la pechera de la elfa, intentado buscar también, su protección.
- Soy Rhys... vivo en una granja cercana... - traga saliva - Unos soldados de Solamnia me contrataron ayer como guia pero ellos... ellos.. - señala hacia el lugar por el que venía - Nos han atacado y les están matando a todos... vendrán a por mi... por favor... ayuda!! -
Unos metros más adelante tres figuras se acercan atajando entre los matorrales hacia el camino, confirmando que la premura no suele ser amiga de la discreción por el ruido de ramas rotas que provocan al moverse, y llegan a ver un carromato volcado, las cajas y barriles desparramados por el suelo, un par de figuras, cubiertas con pesadas capas negras, encapuchadas y con pesados vendajes en las manos y piernas parecen investigar los restos del carromato.
Varios cuerpos de soldados yacen a lo largo del camino. La caballero ahoga una exclamación al reconocer los emblemas y los cascos característicos de los servidores de Solamnia.
Uno de ellos aún se defiende contra dos atacantes, dos humanos que portan una armadura negra con un extraño símbolo emblazonado en el centro del pecho de sus petos. Antes de que puedan hacer nada uno de ellos atraviesa el pecho del soldado. Esta vez tanto Averil como Frizt dejan escapar un grito al ver como asesinan al soldado. Todas las figuras se vuelven hacia ellos tres, conscientes de su presencia.
Una de las figuras encapuchadas lanza una orden en un idioma desconocido para Saxa y los hombres se vuelven hacia ellos con una sonrisa sádica. Otros dos humanos portando la misma armadura negra aparecen con sus armas ensangrentadas de detrás del carromato y se dirigen hacia ellos.
Averil, se apresta para el combate musitando las palabras de los Caballeros de Solamnina.
- Est Solamnus Oh Mithas - dice con tono torvo.
PbP Character: A few ;)
- ¿¡Qué demonios..!? - es todo lo que le da tiempo a decir a Saxa al contemplar la escena. Pero en ese momento ve a los tres encapuchados acercándose hasta ellos, deja de lado toda sorpresa y pregunta que haya podido cruzar su mente y se prepara para la acción - ¡Bueno! Ya echaba en falta un poco de acción - dice, socarrona, mientras dispone su hacha entre su cuerpo y los atacantes.
Down, down, down by the river ♫
Nessa | Alana | Ashur | Saxa | Saoirse | Auriel | Leeta
La exploradora escuchó las palabras del muchacho con preocupación y dirigió la mirada de nuevo hacia los matorrales. Se volvió hacia los dos valientes jóvenes que se resguardaban a sus espaldas.
- Está bien, voy a echar un vistazo. Quedáos por aquí y no hagáis ruido. Escondéos si veis peligro -
Adoptando su característica postura de sigilo, con las rodillas flexionadas y con paso firme pero silencioso, Uri se fue acercando a los matorrales y serpenteando entre ellos hasta conseguir una visión clara de la situación. Con el arco preparado a medio tensar, se detuvo tras un árbol que le daba cobertura.
La espeluznante visión alertó todos sus sentidos y sus músculos se tensaron; de un rápido vistazo, pudo detectar quiénes eran los enemigos; no supo reconocer ni sus vestimentas ni sus emblemas, pero lo que estaba claro es que los seres encapuchados eran los líderes de aquella matanza. En el otro extremo, un grupo de tres, que no vestían con uniforme de soldados de Solamnia, parecían ser las siguientes víctimas de otro grupo de enemigos que cargaban hacia ellos. Fueran quien fuesen, debía ayudarles.
Tensó el arco y se tomó unos segundos para apuntar, separando los dedos suavemente los milímetros exactos para que la flecha volara certera hacia su objetivo. Con una entrenada pericia, su brazo recorrió el espacio en milésimas de segundo para recoger otra de las flechas de su carcaj, saliendo disparada en la misma dirección. Casi sin tiempo a pestañear, el cuerpo del soldado víctima de su ataque cayó inerte en el polvoriento camino.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"