- Será que se me ha pegado algo bueno de ti amigo mio -dice con su sonrisa socarrona Cruços a Rolthos. - Quizá hasta me parezca una buena idea eso de ir a descansar.
Oswald Glimfeather Tercero lanza una mirada reprobatoria a Nessa mientras carraspea para llamar la atención de todos. Pero la severa mirada de Oswald Glimfeather Tercero no se detiene en la ranger si no que se dirige hacia Rolthos y, sobre todo, Cruços.
- No deberías banalizar algo tan serio e importante. Las preocupaciones de Rolthos son legítimas, y no deben tomarse a la ligera. Pero el asunto de tu herencia es mucho más serio de lo que parece. Tu legado es una dura carga muchacho, y aunque pudiera parecer que un paladin, con su código de honor y compromiso, es la persona ideal para llevarla, yo lo pensaría dos veces. Estas pidiendo a un seguidor de un dios que, voluntariamente, se asocie de alguna manera con un demonio o un objeto endemoniado. Oh, no pongas esa cara Cruços muchacho, cualquiera que sepa utilizar los ojos sabría reconocer lo que portas. - apunta Oswald Glimfeather Tercero a la cara de sorpresa e incredulidad de Cruços
- Que me atrape una planta carnívora gigante y sus jugos me disuelvan lentamente durante semanas... yo creía que apestabas por la licantropía pero parece que hay mucho más. No todos tenemos tu visión mística Oswald -
Oswald Glimfeather Tercero agitó un ala restando importancia a la alusión de Jaroo a sus habilidades y siguió reprendiendo a Cruços.
- Menudencias. Escúchame, y escúchame bien. No vuelvas a bromear con este asunto. Podrías condenar a tu amigo mucho más de lo que crees dejándole semejante carga. Debes tener bastante cuidado y sin embargo.... si... puede que puedas aprender algo útil sobre cómo funciona la espada en el Templo...-
Oswald Glimfeather Tercero adopta su aire más misterioso y no aporta nada más a sus enigmáticas últimas palabras.
En esto Jen, que ha estado observando la pequeña disputa muy entretenidamente, sorbiendo su segunda taza de te, si que frunce un poco el ceño. Se acuerda de Serä, y la desgracia que sufrió al ser abandonada por su dios tras la pelea con el dracolich, y se le encoge el corazón. Es entonces cuando Glimfeather pronucia su última frase, haciendo que le barde levante una ceja, curiose.
-Puedo preguntar por qué, señor Glimfeather? No quiero sonar metomentodo, pero esa espada... Y lo que encierra... Nos ha costado dioses y ayuda que no se descontrolara en pleno Greyhawk, y si hay algo en el templo que pueda liberarlo, necesitamos saberlo, para no tener que lidiar con 2 demonios en vez de con uno.-
- ¿Qué te hace pensar eso muchache? ¿Cuando he dicho yo nada sobre liberar demonios? ¡Todo lo contrario! Recordad. ¡¡No abráis las puertas!! -asegura con vehemencia.
Tras la mirada desaprobadora de Oswald Glimfeather Tercero Nessa suspira, dándose cuenta de que no era momento para bromas. Mira hacia Rolthos y Cruços diciéndoles un "lo siento" en voz bajita.
Luego escucha lo que comenta el búho con Jen y añade:
- Descuide, no abriremos ninguna puerta. No liberaremos a Zuggtumoy. Y en cuanto lo que dice Jen de la espada de Cruços... bueno, siempre nos cuidamos entre nosotros y seguiremos haciéndolo. La única diferencia es que ahora nos tenemos que andar con más ojo con él. Por mucho que no te guste, amigo - dice, dándole un toque al cazador de sangre en el brazo.
A Nessa también le pica la curiosidad lo que ha dicho Oswald acerca de la espada, pero prefiere dejar las preguntas a sus compañeros.
- Si me disculpáis, voy a retirarme. Estoy cansada y mañana quiero madrugar para preparar mi ofrenda. Jaroo, señor Glimfeather, chicos... qué descanséis.
-Oh no! Jamas se me pasaría por la cabeza liberar a ese demonio, con lo que nos costó encerrarlo de nuevo de donde vino! Pro no puedo evitar pensar que el templo estará en sintonía con él, y quiza haya algo que lo llame como un canto de sirena... Oh, creo que ya estoy divagando. No me hagais caso.- Sacude la cabeza y se termina su te.
Jen le da un pequeño apretón en la mano a Nesaa cuando se marcha -Despiertame cuando vayas a preparar la ofrenda, me gustaría estar contigo, si te parece bien, claro.-
- ¡Claro...! Puedes acompañarme a buscar lo que necesito, me vendrá bien. Aunque cuando haga la ofrenda ante el altar necesitaré un ratito a solas. Es como suelo hablar con Ella, perdona.
Con un gesto de cansancio Rolthos se relajó en el umbral de la puerta. Era una broma de Cruços? Era una carga que debía llevar? En cualquier caso no pensaba dejarle morir para averiguarlo.
- Otros miembros de mi orden se ha sacrificado de forma mucho más definitiva que portar una espada con un demonio encerrado. - Dijo aludiendo claramente al templo. - Lo que creo que yo haría diferente es que posiblemente me retiraría de la primera línea de acción. Creo que es demasiado arriesgado.
- Si, la idea de meter un demonio encerrado en una cárcel de otro demonio me preocupa. Sus posibles interacciones... - Parecía que máss y más temas de conversación salían y no le dejaban irse a dormir.
- Si sabéis algo sobre esa espada.. y de su maldición .. quizás a Cruços le interese saber algo más. ¿Quizás también a mi?
Oswald Glimfeather Tercero despidió a Nessa con una inclinación de cabeza y luego se acomodó para responder a Rolthos.
- Hmmm no tenéis que ver la espada como un demonio. La espada y la gema son la cerradura y la llave de su prisión, así como las puertas del templo lo son para Zuggtumoy y el Templo se ha convertido en su prisión. De lo que tenéis que llevar cuidado es de no debilitar ninguna de las prisiones. Si esos dos demonios se encontraran... bueno, las consecuencias podrían ser... imprevisibles, y eso nunca es bueno si hay demonios implicados. Pero mientras estén encerrados no debería haber interacción alguna. Respecto a mis conocimientos sobre la espada, desconozco su historia, aunque por su manufactura diría que proviene de las tribus nómadas del noreste. Lo que si he percibido es su potente y complejo hechizo. Pero como os digo, mientras no abráis es puerta tampoco todo estará bien. -
Al día siguiente, Nessa se despertó un buen rato antes que los demás. Se vistió con cuidado de no despertar a nadie y se acercó hasta donde dormía Jen. Julian le tenía estrechade en un protector abrazo y esto la hizo sonreir, aunque también sentir una pequeña punzada de envidia.
Colocó suavemente una mano en el hombro de Jen. No la agitó ni hizo ningún movimiento, no queriendo que le barde se sobresaltara. Rápidamente Jen abrió los ojos y Nessa le dejó espacio para que se preparara sin despertar al doctor.
Salieron juntes de la cabaña de Jaroo Ashtaff para descubrir que los primeros rayos del sol estaban bañando ya el bosquecillo de nogales del druida. Caminaron colina abajo paseando con calma y hablando tranquilamente de cosas sin importancia. Les gustaba tener de cuando en cuando esos momentos para elles, hablando de temas poco trascendentales, como contraposición con todos los peligros y decisiones importantes sobre las que tenían que tratar con el resto del grupo a diario. Eran sus pequeñas vías de escape de una realidad complicada.
Entre les dos buscaron frutos y bayas hasta que Nessa consideró que había suficientes para la ofrenda. Mientras hacían todo esto, Jen veía que la ranger iba cogiendo flores de cuando en cuando. Eran todas distintas entre sí y le barde no entendía muy bien por qué razon cogía unas sí y otras no. No le preguntó, suponiendo que más adelante se lo explicaría. Ambes se sorprendieron por el hecho de que hubiera tantas flores y tanta variedad en aquella época fría, e imaginaron que la dedicación y la magia de Jaroo habría tenido que ver algo con ello.
Cuando todo estuvo listo, volvieron al altar que el halfling tenía dedicado a la Madre Naturaleza. Jen se dispuso a irse para dejar a la ranger rezar sola, pero Nessa la detuvo:
- Espera. Perdona, ayer te dije que necesitaría un rato sola, pero pensándolo mejor, no me importa que estés. Es que me daba ...da ... un poco de apuro, ¿sabes? No sé si hay una manera "correcta" de rezar a tu dios, nunca me dieron explicaciones precisas, así que simplemente hago lo que se me va ocurriendo. Y supongo que soy tímida a ese respecto. Pero me gusta la idea de compartirlo contigo, Jen.
Con esto, le barde sonríe y asiente. Se aleja unos pasos para darle espacio a Nessa, y entonces la joven comienza la ofrenda.
Con cuidado de no descolocar lo que ya había en el altar empezó a ordenar los frutos y las bayas, que dispuso formando un círculo mientras murmuraba:
- Gracias, Madre, por todo lo que nos das. Gracias por la brisa que nos mece, gracias por los ríos que nos nutren y por la tierra que nos sostiene y nos ve crecer. Gracias por las montañas y los valles que recorremos; por el sol, la luna y las estrellas que guían nuestras vidas.
Coge entonces el ramillete de flores que ha seleccionado con sumo cuidado y dice:
- Por favor, Madre, cuida de los que me rodean. A los que no están ya entre nosotros, guárdalos en tu seno. A los que han condenado a una muerte en vida, dales cobijo cuando puedan volver al ciclo natural. A los que aún tienen vida por delante, protégelos para que ésta sea larga y fructífera.
Va entonces cogiendo una a una las flores y colocándolas dentro del círculo de frutos. Jen empieza a intuir que Nessa las ha elegido porque de alguna forma le recuerdan a cada una de las personas que quiere encomendar a su diosa.
Para Rose, una vinca de pétalos rosáceos. Nessa recordó con cariño que por el decimoctavo cumpleaños de su hermana, su madre la había peinado colocando varias de estas pequeñas flores por su larga trenza. Rose, con su personalidad dulce y alegre, siempre estaba radiante en cierto modo, pero aquél día lo estuvo más que nunca. Desgraciadamente, aquél había sido su último cumpleaños.
Para Daelin y Katherine, sus padres, había cogido un par de tallos de lavanda. La lavanda era la planta favorita de Katherine y, sabedor de esto, Daelin cogía de cuando en cuando tallos de su jardín y los colocaba en el pelo de su mujer. Su padre no era una persona muy cariñosa pero a veces tenía detalles como estos y era un recuerdo que Nessa atesoraría para siempre.
Para Andrew había elegido una flor de aciano, de un profundo azul como los ojos de su hermano. Tan parecidos a los de la propia ranger y que habían heredado de su padre, mientras que Rose - rubia y de ojos verdes, era la viva imagen de su madre. Quería recordar a su hermano con ojos alegres y mirada sonriente, como le había visto tantas veces antes de que todo se estropeara entre ellos.
Para Julian había elegido milenrama, una planta medicinal que estaba en consonancia con las habilidades del doctor y su afán por curar a los que lo necesitaban. A Nessa no le cabía duda de que el doctor habría usado esta planta más de una vez para preparar ungüentos para los enfermos de Greyhawk.
Para Jen, había localizado una zona llena de pensamientos. Entre tantos de un único color, violeta o amarillo, había encontrado un tallo en concreto que tenía una mezcla de pétalos azules y pétalos anaranjados, que le recordaron a la piel y al pelo de su buen amigue. Y así como aquél pensamiento destacaba entre todos los demás, Jen hacía lo mismo rodeade de otras personas.
La flor del lupino de color granate fue la elegida para Cruços. Nessa no sabía por qué aquella planta se llamaba así, pero le pareció adecuada para la naturaleza más oculta y salvaje del cazador de sangre.
El crisantemo amarillo le recordó a los conjuros con los que Rolthos acababa con sus enemigos o protegía a sus aliados, todos ellos imbuidos con el poder de Mayaheine. Era una planta fuerte y resistente, lo que le recordó a la estoicidad del paladín.
Para Vraak recogió un lirio araña, cuyo color rojo le recordó al espíritu ardiente y vehemente del bárbaro. Era, además, una flor que podía ser bastante tóxica, por lo que había que manejarla con cuidado. Nessa pensó en el paralelismo con el semiorco: de trato complicado inicialmente, que cambiaba cuando lograbas superar esa barrera inicial.
No era habitual encontrar plantas de flores verdes, pero aunque raras, existían. Y en cuanto vió una equinácea verde en su paseo, supo que aquella era la flor que cogería para Ornym. Hacía tiempo había escuchado que a esta planta la llamaban “joya verde” y nada le parecía más adecuado a Nessa para recordar aquellos ojos esmeralda que tanto amaba.
Ahora en la mano ya sólo tenía un tallo del que colgaban unas florecitas blancas con forma de pequeñas campanitas. El lirio de los valles solía pasar desapercibido al lado de otras plantas con flores más coloridas, grandes y llamativas, pero a la ranger le gustaba su sencillez y frescura y por eso la había elegido para sí misma.
La colocó junto a las demás mientras decía:
- Por favor, sigue brindándome tu poder, Madre. Permíteme así acabar con el mal que nos rodea y con aquellos que perturban el ciclo natural que tanto te esfuerzas por mantener. Déjame proteger a aquellos a los que quiero. Dame fuerza para continuar en el duro camino que se nos presenta.
Tras hacer una leve inclinación ante el altar se gira hacia Jen y dice:
- Bueno, ya está...
Intuyendo la pregunta que Jen aún no ha formulado, le explica la razón de la elección de cada flor. Y también comparte con elle lo que habló la noche anterior con Vraak. Sobre esto, dice:
- ¿Hay algo que está mal en mí? Tiene que haberlo, porque esto que siento no puede estar bien. No tengo ninguna duda sobre lo mucho que quiero a Ornym, y sin embargo, siento esta atracción por Vraak. Maldito semiorco, tiene algo que me atrae y no sé explicar ... me siento como una polilla que vuela directa hacia una llama. Dioses, te juro que en estos momentos preferiría estar en un combate mortal que sintiendo todo esto.
Cuando la cazadora sujeta su hombro y le pide que se quede, le barde no puede evitar que una sonrisa se dibuje en sus labios. Respetaba la decisión de privacidad de Nessa, pero ser parte de aquel rezo era algo que valoraba muchísimo. Da unas palmaditas en la mano de Nessa, asintiendo silenciosamente con la cabeza, y se retira a sentarse en la barandilla, observando atentamente cada una de las flores que va posicionando Nessa en el círculo. Con un pequeño gesto de la mano, hace que suene levemente de fondo el sonido del agua corriendo en un rio, y que la tierra que rodea al altar huela a cesped tras un día de lluvia. No es mucho, pero le parece un bonito gesto que hacer para mostrar su apoyo al rezo.
No puede evitar que se le salte una lagrimita cuando Nessa se acerca y le explica el significado de cada flor, y sin decir nada, estrecha a su amiga entre sus largos brazos. -Oh, estoy tan orgullose de ti.- Le dice, frotandole los hombros. Han sido unas semanas terribles para ella. -Gracias por pensar en todos. Me siento honrade, nunca había tenido a un grupo al que valorara tanto.-
También escucha atentamente el suceso con Vraak la noche anterior, y, al contrario de lo que otra gente podría expresar, Jen simplemente se encoge de hombros, como si fuera lo mas normal del mundo. -No hay nada malo en ti, Nessa. Es completamente normal que te sientas asi. Nunca has mirado a un abismo y este te ha devuelto la mirada? Es una llamada de lo salvaje. Y a ver... -y en ese momento pone una sonrisilla pícara y mira alrededor asegurandose de que estan soles- Porque estoy muy felizmente comprometide... Pero uff! Madre mia si no lo estuviera, tu has visto que espaldas se gasta? Y que brazos, podría partir nueces con los biceps. Es mas, deberiamos pedirle que lo hiciera!
Ahora en serio. Crees que lo que sientes es solo algo físico? Veo que, cuando hablas de Ornym, hay algo en tu mirada que me da a entender lo profundo de tus sentimientos. Sientes algo parecido? O es mas la camadería, la adrenalina de pensar que estareis peleando codo con codo, viviendo una aventura juntos, y todo lo que se te pueda ocurrir en esa situacion? Crees que si Ornym estuviera en el lugar de Vraak, sentirías la misma atraccion?? Se que no son preguntas fáciles... Pero tendrás que pensarlas bien para decidir que hacer al respecto...
O también podríais juntaros los tres! No me mires asi, yo no juzgo! Quizá en la cultura elfa, u orca, la poligamia sea algo normal. Yo que se! Si te contara los lios amorosos que se montaban en la compañía circense no acabaría. El caso "raro" era yo! Aunque no te negaré que soy de mente abierta a ideas-
- ¿Qué si lo he visto? ¿Pero te crees que estoy ciega? ¡Lo he visto y te podría llenar un libro entero muy detalladito de lo que haría con el puñetero semiorco!
Les amigues se parten se risa y cuando se calman, Nessa responde a las otras preguntas de Jen:
- Mmmm, no, no es parecido a lo siento con Ornym, qué va. Supongo que ahora mismo es algo muy físico, pero pienso que con el tiempo podría llegar a algo más. Vraak es mucho más de lo que aparenta. Tiene su gran dosis de sabiduría, es muy consciente de la gente que tiene alrededor y se preocupa por ellos, aunque no sea muy amigo de expresarlo. Es un gran hombre ... uno con el que no me importaría compartir muchas cosas. Si la situación lo permitiera.
Se queda unos segundos callada antes de continuar:
- En cambio lo de Ornym llevó tiempo. Tiempo y mucha cercanía. Dedicación diría, incluso, aunque no fuera conscientemente para ninguno de los dos al principio. A veces tengo la sensación de que sabe en qué estoy pensando sin falta de que exprese nada. Y en ocasiones parece que con una mirada entendemos perfectamente lo que nos queremos decir. Cómo he podido llegar a forjar un vínculo así con alguien como él es algo que se me escapa, Jen. Me parece mágico, como una especie de criatura mitológica que no debería existir en este mundo. Y para mí tiene más valor que cualquier título, que cualquier arma legendaria, que cualquier tesoro que pudiera encontrar. Dioses, le hecho de menos...
Abre mucho los ojos cuando Jen habla de la poligamia, pero la deja hablar y cuando termina, piensa un momento y dice:
- ¿Sabes? Para alguien que reza a la Madre Naturaleza, quizás no debería sorprenderme tanto. Ella que representa lo más primario y lo que no está encorsetado por normas culturales. Pero, en fin, creo que tendría que envalentonarme mucho, o estar muy borracha, o ambas... para atreverme a proponer algo así. No tengo ni idea de qué pensarían ellos al respecto y me da miedo perder lo que tengo ahora mismo con ambos por intentar algo así. No se ... quizás solucionaría cosas, o quizás sería todo peor.
- En cualquier caso, hablar contigo de esto me ha calmado un poco. No es que haya "arreglado" nada, pero me has hecho las preguntas adecuadas para que pueda ordenar un poco mi cabecita. Ay, Jen, qué bien que te tengo cerca. Nunca había tenido un amigue así antes, alguien con quien abrir mi mente como si fuera un libro y hablar sin tapujos. En el pueblo era un bicho raro y sólo estaba verdaderamente a gusto con mis hermanos. Cómo me alegra que nuestros caminos se cruzaran en aquel maldito templo.
Nessa abraza a Jen con fuerza y les dos se encaminan de nuevo a la cabaña, donde se encuentran a los compañeros ya desayunando. De camino a la mesa Nessa cruza una mirada con Vraak y se sonrien levemente. En realidad no está tan mal compartir ese pequeño vínculo silencioso con él. Quizás no llegue a nada serio, pero es algo exclusivo de ellos y, seguramente, ambos lo atesoran.
La ranger se sirve un poco del pan con frutos secos y del queso que sobró del día anterior y comenta:
- Bueno, ¿entonces vamos a la iglesia de St. Cuthberth para intentar conseguir esas pociones y, tras eso, al Templo del Mal Elemental?
Tras recoger sus pertrechos y despedirse de Jaroo que permaneció en el interior de su claro, el grupo descendió la pequeña colina y se internó en el el poblado de Hommlet propiamente dicho. El sol brillaba con fuerza para ser tan avanzada la estación otoñal y al salir de la sombra del círculo de árboles les sorprendió su claridad.
El camino de tierra entre las diferentes casas les llevó hasta la parte norte del pueblo, pasando por la plaza donde pudieron ver la posada y una edificación algo más grande frente a ella. No les pasó desapercibida la herrería, desde donde se podían escuchar los rítmicos golpes del martillo. Se cruzaron con algunas personas que les miraron con curiosidad y alguno incluso les dió los buenos días antes de seguir con sus asuntos.
El templo de Saint Cutberth destacaba por su torre central algo más elevada que el resto de edificaciones del pueblo.
Al entrar en el mismo vieron una pequeña iglesia, con bancos de madera a ambos lado para que los fieles puedan sentarse. Apenas seis bancos en total, tres a cada lado, podrían acomodar una docena de personas en el modesto templo.
Vieron a un joven vestido con una túnica amarilla y blanca, barriendo la parte lateral del templo que levantó la cabeza y les saludó con una franca sonrisa.
- Bienvenidos a la casa de St. Cuthberth. ¿En qué puedo ayudaros? -
Nessa camina perdida en sus pensamientos cuando repara en Rolthos, que avanza unos pasos por delante de ella.
Recuerda entonces las palabras que le dijo Vraak justo la noche anterior. "Parece cargar con todo el peso del mundo...". Pensando en esto, se acerca hasta su altura y enlaza su brazo con el del paladín, diciéndole:
- Puedo oir el sonido de los engranajes de tu cabeza, dando vueltas y vueltas. ¿Necesitas hablar? Es un gran peso el que lleva Cruços, pero no te preocupes tanto, Rolthos, seguro que todo va bien. Algo habrá que podamos hacer para librarle de esa carga.
Consciente de que el fino oido del cazador de sangre estará captando la conversación a pesar de ir un trecho por delante y de que la ranger está hablando en voz baja, añade:
- Además, ya sabes lo que dicen, ¿no? "Mala hierba nunca muere" - Nessa dirige una risita a Cruços, que se ha vuelto hacia ella poniendo gesto dolido y luego cambiándolo rápidamente a su habitual sonrisa irónica.
El amanecer despertó a Rolthos con un aroma que no localizó, un aroma herbáceo, floral. A pesar de que lo intento no logró localizarlo, “será la casa del druida”, pero ayer no lo había percibido. Ni siquiera en el desayuno lo dejo de olor, aunque no lo mencionó a sus compañeros, ya que los preparativos acapararon toda su atención.
Animado por la frescura del aroma, de forma inconsciente camino con sus compañeros, llevando atronador a su lado.
- Por lo que dijo Oswald No me nombro realmente sucesor. - Dijo mirando hacia Cruços. - Si lo hubiese hecho sería un peso menor, ya que la maldición contaría con un respaldo. – A pesar de sus palabras parecía que su ánimo era positivo. - Adentrarse en el templo del mal elemental sin nombrar un sucesor es de una inconsciencia negligente. Pero es su carga. En cualquier modo n podemos dejar que muera. ¿No? – Dijo sonriendo a Nessa – Gracias por el apoyo.
- ¡Bien hallado! - Dijo con vital ánimo. – Somo Cruços, Nessa, Jen, Julian, Vraak y yo, Rolthos servidor de Mayaheine. Venimo de visitar a Jaroo, que nos recomendo visitarle, deseamos comprar pociones de curación, si dispusiese de ellas. – Dijo sin mucho preámbulo. La idea de distraerse más tiempo en los alrededores de la tumba le llenaba de sana impaciencia.
El joven clérigo sonrió a todos y cada uno de los compañeros aunque Jen pudo observar que su mirada se fijaba en todas las armas que portaban. No era inusual ver aventureros por allí, pero parecía normal que el clérigo evaluara el potencial destructivo de los que habían entrado en su templo esa mañana. Sin embargo la mención de Mayaheine hizo que se relajara visiblemente.
- Bien hallados. Lamentablemente no tenemos pociones a la venta, pero si alguno de vosotros requiere atención médica, o ayuda con alguna maldición, estaremos encantados de poder ofrecérsela. - respondió educadamente.
Nessa decidió intervenir. Su interés por la protección del grupo no le permitía aceptar esa negativa sin hacer un último intento.
- Nos habían advertido de que no querría separarse de las pociones, porque las guarda para emergencias. Pero lo cierto es que nuestros pasos nos llevan al Templo del Mal Elemental ya que tenemos noticias de que vuelve a estar activo y es nuestra misión frenar cualquier tipo de mal que pueda estar buyendo allí. Por varias razones, es imperativo que tengamos éxito ahí dentro. No le pediríamos que se desprendiera de las pociones por algo de menor importancia. Conociendo esto, y la cercanía de Hommlet al templo, ¿no lo reconsideraría? Nos comprometeríamos a devolverlas en caso de no necesitarlas finalmente. Ojalá sea esa la situación y no la de necesitarlas con urgencia y no tener suficientes a mano.
La ranger espera a que el clérigo lo considere, pero tiene que claro que no insistirá si se vuelve a negar. Al fin y al cabo está en todo su derecho de dar más importancia a los miembros de su comunidad que a un grupo de desconocidos que han acuidodo a él armados hasta los dientes.
Pero sí hace una última petición:
- En cualquier caso, ya que nos ofrecéis otros servicios … - mira un momento hacia Rolthos, con quien ya había hablado de este tema, y bajando un poco la voz le pregunta - deberíamos intentar contactar con Eritai Kaan-Izpirel, ¿no? - vuelve a mirar al clérigo y le pregunta - ¿Tiene la posibilidad de enviar mensajes mediante la magia? Desde hace tiempo esperamos que nos contacten desde Greyhawk y eso no ha sucedido. De ser posible, me gustaría contactar con ella para asegurar que todo está en orden.
-Vais por un camino lleno de peligros sin duda, pero me temo que el limitado número de pociones debe guardarse para las más absolutas emergencias, y vosotros lleváis con vosotros un servidor de Mayaheine que sin duda puede ocuparse de vuestras heridas más graves. Si necesitáis ayuda en el futuro y lográis volver aquí os podremos ayudar a sanar vuestras heridas. Ni yo ni el padre Terjon disponemos de ese poder hoy. Si volvéis mañana estoy seguro que el padre Terjon podrá asistiros con la ayuda de St. Cuthbert. -El tono de voz es amable, pero firme. - Si puedo hacer algo más por vosotros... -
Nessa suspira, decepcionada. No puede evitar recordar su último combate, en el que precisamente fue el paladín de Mayaheine - junto con Jen - el que cayó ante el ataque enemigo. Pero quizás tengan mejor suerte esta vez y no salgan tan mal parados de nuevo, piensa.
- Quizás cuando volvamos, entonces... Gracias igualmente.
Mirando a sus compañeros dice:
- Creo que deberíamos partir ya.
Con una inclinación de cabeza se despide y se dirige a la puerta.
Mientras Nessa se dirigía a la puerta Rolthos la detuvo. - Sin duda podremos dejar un mensaje escrito para que lo manden mañana. - Dijo mientras se dirigía de nuevo al clérigo - ¿Cuánto nos costaría eso? – Dijo sacando su bolsa de oro, dispuesto a pagar mientras Nessa consideraba el mensaje que podía escribir.
Mientras Nessa consideraba que mensaje mandar Rolthos habló con los clérigos. - Hacen bien en mantener una reserva de pociones. ¿Saben que hay un gran ejército de no muertos deambulando a unos días de aquí? Es improbable que lleguen aquí, pero consideren la posibilidad para la preparación de sus conjuros. No sabemos los planes reales del ejército...
- ¿Quizás podríamos intercambiar recursos, polvo de plata y hierro para lanzar protecciones contra el mal a cambio de pociones? Incluso si no es una poción de curación, alguna otra poción o pergamino que nos pudiera ayudar en posibles enfrentamientos en el templo… maldiciones, venenos, ayuda para combates...
Para finalizar las negociaciones les ofreció el trueque de una poción de curación menor por una más potente. - Para salvar la vida a alguien vale igual, pero para nosotros puede representar una gran diferencia.
La cutre que tengo de 2d4+2 por alguna algo mejor
Finalizadas las negociaciones y agradeciéndoles su tiempo Rolthos les preguntó por la actividad reciente del templo - Parece ser que se ha sentido actividad inquietante en los alrededores del templo. Pero con la urgencia de la amenaza del ejército de no muertos apenas se disponen de recursos para ocuparse del templo. Tememos que algo este pasando allí, ¿saben que puede estar pasando? ¿Disponéis de alguna información al respecto?
- Será que se me ha pegado algo bueno de ti amigo mio - dice con su sonrisa socarrona Cruços a Rolthos. - Quizá hasta me parezca una buena idea eso de ir a descansar.
PbP Character: A few ;)
Oswald Glimfeather Tercero lanza una mirada reprobatoria a Nessa mientras carraspea para llamar la atención de todos. Pero la severa mirada de Oswald Glimfeather Tercero no se detiene en la ranger si no que se dirige hacia Rolthos y, sobre todo, Cruços.
- No deberías banalizar algo tan serio e importante. Las preocupaciones de Rolthos son legítimas, y no deben tomarse a la ligera. Pero el asunto de tu herencia es mucho más serio de lo que parece. Tu legado es una dura carga muchacho, y aunque pudiera parecer que un paladin, con su código de honor y compromiso, es la persona ideal para llevarla, yo lo pensaría dos veces. Estas pidiendo a un seguidor de un dios que, voluntariamente, se asocie de alguna manera con un demonio o un objeto endemoniado. Oh, no pongas esa cara Cruços muchacho, cualquiera que sepa utilizar los ojos sabría reconocer lo que portas. - apunta Oswald Glimfeather Tercero a la cara de sorpresa e incredulidad de Cruços
- Que me atrape una planta carnívora gigante y sus jugos me disuelvan lentamente durante semanas... yo creía que apestabas por la licantropía pero parece que hay mucho más. No todos tenemos tu visión mística Oswald -
Oswald Glimfeather Tercero agitó un ala restando importancia a la alusión de Jaroo a sus habilidades y siguió reprendiendo a Cruços.
- Menudencias. Escúchame, y escúchame bien. No vuelvas a bromear con este asunto. Podrías condenar a tu amigo mucho más de lo que crees dejándole semejante carga. Debes tener bastante cuidado y sin embargo.... si... puede que puedas aprender algo útil sobre cómo funciona la espada en el Templo... -
Oswald Glimfeather Tercero adopta su aire más misterioso y no aporta nada más a sus enigmáticas últimas palabras.
PbP Character: A few ;)
En esto Jen, que ha estado observando la pequeña disputa muy entretenidamente, sorbiendo su segunda taza de te, si que frunce un poco el ceño. Se acuerda de Serä, y la desgracia que sufrió al ser abandonada por su dios tras la pelea con el dracolich, y se le encoge el corazón. Es entonces cuando Glimfeather pronucia su última frase, haciendo que le barde levante una ceja, curiose.
-Puedo preguntar por qué, señor Glimfeather? No quiero sonar metomentodo, pero esa espada... Y lo que encierra... Nos ha costado dioses y ayuda que no se descontrolara en pleno Greyhawk, y si hay algo en el templo que pueda liberarlo, necesitamos saberlo, para no tener que lidiar con 2 demonios en vez de con uno.-
Oswald Glimfeather Tercero enarca una ceja.
- ¿Qué te hace pensar eso muchache? ¿Cuando he dicho yo nada sobre liberar demonios? ¡Todo lo contrario! Recordad. ¡¡No abráis las puertas!! - asegura con vehemencia.
PbP Character: A few ;)
Tras la mirada desaprobadora de Oswald Glimfeather Tercero Nessa suspira, dándose cuenta de que no era momento para bromas. Mira hacia Rolthos y Cruços diciéndoles un "lo siento" en voz bajita.
Luego escucha lo que comenta el búho con Jen y añade:
- Descuide, no abriremos ninguna puerta. No liberaremos a Zuggtumoy. Y en cuanto lo que dice Jen de la espada de Cruços... bueno, siempre nos cuidamos entre nosotros y seguiremos haciéndolo. La única diferencia es que ahora nos tenemos que andar con más ojo con él. Por mucho que no te guste, amigo - dice, dándole un toque al cazador de sangre en el brazo.
A Nessa también le pica la curiosidad lo que ha dicho Oswald acerca de la espada, pero prefiere dejar las preguntas a sus compañeros.
- Si me disculpáis, voy a retirarme. Estoy cansada y mañana quiero madrugar para preparar mi ofrenda. Jaroo, señor Glimfeather, chicos... qué descanséis.
Diving deep to the surface ♫ Auriel | Chase | Shenua | Arren | Lyra | Jadzia
-Oh no! Jamas se me pasaría por la cabeza liberar a ese demonio, con lo que nos costó encerrarlo de nuevo de donde vino! Pro no puedo evitar pensar que el templo estará en sintonía con él, y quiza haya algo que lo llame como un canto de sirena... Oh, creo que ya estoy divagando. No me hagais caso.- Sacude la cabeza y se termina su te.
Jen le da un pequeño apretón en la mano a Nesaa cuando se marcha -Despiertame cuando vayas a preparar la ofrenda, me gustaría estar contigo, si te parece bien, claro.-
- ¡Claro...! Puedes acompañarme a buscar lo que necesito, me vendrá bien. Aunque cuando haga la ofrenda ante el altar necesitaré un ratito a solas. Es como suelo hablar con Ella, perdona.
Diving deep to the surface ♫ Auriel | Chase | Shenua | Arren | Lyra | Jadzia
Con un gesto de cansancio Rolthos se relajó en el umbral de la puerta. Era una broma de Cruços? Era una carga que debía llevar? En cualquier caso no pensaba dejarle morir para averiguarlo.
- Otros miembros de mi orden se ha sacrificado de forma mucho más definitiva que portar una espada con un demonio encerrado. - Dijo aludiendo claramente al templo. - Lo que creo que yo haría diferente es que posiblemente me retiraría de la primera línea de acción. Creo que es demasiado arriesgado.
- Si, la idea de meter un demonio encerrado en una cárcel de otro demonio me preocupa. Sus posibles interacciones... - Parecía que máss y más temas de conversación salían y no le dejaban irse a dormir.
- Si sabéis algo sobre esa espada.. y de su maldición .. quizás a Cruços le interese saber algo más. ¿Quizás también a mi?
Zevatur, Rolthos
Oswald Glimfeather Tercero despidió a Nessa con una inclinación de cabeza y luego se acomodó para responder a Rolthos.
- Hmmm no tenéis que ver la espada como un demonio. La espada y la gema son la cerradura y la llave de su prisión, así como las puertas del templo lo son para Zuggtumoy y el Templo se ha convertido en su prisión. De lo que tenéis que llevar cuidado es de no debilitar ninguna de las prisiones. Si esos dos demonios se encontraran... bueno, las consecuencias podrían ser... imprevisibles, y eso nunca es bueno si hay demonios implicados. Pero mientras estén encerrados no debería haber interacción alguna. Respecto a mis conocimientos sobre la espada, desconozco su historia, aunque por su manufactura diría que proviene de las tribus nómadas del noreste. Lo que si he percibido es su potente y complejo hechizo. Pero como os digo, mientras no abráis es puerta tampoco todo estará bien. -
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Al día siguiente, Nessa se despertó un buen rato antes que los demás. Se vistió con cuidado de no despertar a nadie y se acercó hasta donde dormía Jen. Julian le tenía estrechade en un protector abrazo y esto la hizo sonreir, aunque también sentir una pequeña punzada de envidia.
Colocó suavemente una mano en el hombro de Jen. No la agitó ni hizo ningún movimiento, no queriendo que le barde se sobresaltara. Rápidamente Jen abrió los ojos y Nessa le dejó espacio para que se preparara sin despertar al doctor.
Salieron juntes de la cabaña de Jaroo Ashtaff para descubrir que los primeros rayos del sol estaban bañando ya el bosquecillo de nogales del druida. Caminaron colina abajo paseando con calma y hablando tranquilamente de cosas sin importancia. Les gustaba tener de cuando en cuando esos momentos para elles, hablando de temas poco trascendentales, como contraposición con todos los peligros y decisiones importantes sobre las que tenían que tratar con el resto del grupo a diario. Eran sus pequeñas vías de escape de una realidad complicada.
Entre les dos buscaron frutos y bayas hasta que Nessa consideró que había suficientes para la ofrenda. Mientras hacían todo esto, Jen veía que la ranger iba cogiendo flores de cuando en cuando. Eran todas distintas entre sí y le barde no entendía muy bien por qué razon cogía unas sí y otras no. No le preguntó, suponiendo que más adelante se lo explicaría. Ambes se sorprendieron por el hecho de que hubiera tantas flores y tanta variedad en aquella época fría, e imaginaron que la dedicación y la magia de Jaroo habría tenido que ver algo con ello.
Cuando todo estuvo listo, volvieron al altar que el halfling tenía dedicado a la Madre Naturaleza. Jen se dispuso a irse para dejar a la ranger rezar sola, pero Nessa la detuvo:
- Espera. Perdona, ayer te dije que necesitaría un rato sola, pero pensándolo mejor, no me importa que estés. Es que me daba ...da ... un poco de apuro, ¿sabes? No sé si hay una manera "correcta" de rezar a tu dios, nunca me dieron explicaciones precisas, así que simplemente hago lo que se me va ocurriendo. Y supongo que soy tímida a ese respecto. Pero me gusta la idea de compartirlo contigo, Jen.
Con esto, le barde sonríe y asiente. Se aleja unos pasos para darle espacio a Nessa, y entonces la joven comienza la ofrenda.
Con cuidado de no descolocar lo que ya había en el altar empezó a ordenar los frutos y las bayas, que dispuso formando un círculo mientras murmuraba:
- Gracias, Madre, por todo lo que nos das. Gracias por la brisa que nos mece, gracias por los ríos que nos nutren y por la tierra que nos sostiene y nos ve crecer. Gracias por las montañas y los valles que recorremos; por el sol, la luna y las estrellas que guían nuestras vidas.
Coge entonces el ramillete de flores que ha seleccionado con sumo cuidado y dice:
- Por favor, Madre, cuida de los que me rodean. A los que no están ya entre nosotros, guárdalos en tu seno. A los que han condenado a una muerte en vida, dales cobijo cuando puedan volver al ciclo natural. A los que aún tienen vida por delante, protégelos para que ésta sea larga y fructífera.
Va entonces cogiendo una a una las flores y colocándolas dentro del círculo de frutos. Jen empieza a intuir que Nessa las ha elegido porque de alguna forma le recuerdan a cada una de las personas que quiere encomendar a su diosa.
Para Rose, una vinca de pétalos rosáceos. Nessa recordó con cariño que por el decimoctavo cumpleaños de su hermana, su madre la había peinado colocando varias de estas pequeñas flores por su larga trenza. Rose, con su personalidad dulce y alegre, siempre estaba radiante en cierto modo, pero aquél día lo estuvo más que nunca. Desgraciadamente, aquél había sido su último cumpleaños.
Para Daelin y Katherine, sus padres, había cogido un par de tallos de lavanda. La lavanda era la planta favorita de Katherine y, sabedor de esto, Daelin cogía de cuando en cuando tallos de su jardín y los colocaba en el pelo de su mujer. Su padre no era una persona muy cariñosa pero a veces tenía detalles como estos y era un recuerdo que Nessa atesoraría para siempre.
Para Andrew había elegido una flor de aciano, de un profundo azul como los ojos de su hermano. Tan parecidos a los de la propia ranger y que habían heredado de su padre, mientras que Rose - rubia y de ojos verdes, era la viva imagen de su madre. Quería recordar a su hermano con ojos alegres y mirada sonriente, como le había visto tantas veces antes de que todo se estropeara entre ellos.
Para Julian había elegido milenrama, una planta medicinal que estaba en consonancia con las habilidades del doctor y su afán por curar a los que lo necesitaban. A Nessa no le cabía duda de que el doctor habría usado esta planta más de una vez para preparar ungüentos para los enfermos de Greyhawk.
Para Jen, había localizado una zona llena de pensamientos. Entre tantos de un único color, violeta o amarillo, había encontrado un tallo en concreto que tenía una mezcla de pétalos azules y pétalos anaranjados, que le recordaron a la piel y al pelo de su buen amigue. Y así como aquél pensamiento destacaba entre todos los demás, Jen hacía lo mismo rodeade de otras personas.
La flor del lupino de color granate fue la elegida para Cruços. Nessa no sabía por qué aquella planta se llamaba así, pero le pareció adecuada para la naturaleza más oculta y salvaje del cazador de sangre.
El crisantemo amarillo le recordó a los conjuros con los que Rolthos acababa con sus enemigos o protegía a sus aliados, todos ellos imbuidos con el poder de Mayaheine. Era una planta fuerte y resistente, lo que le recordó a la estoicidad del paladín.
Para Vraak recogió un lirio araña, cuyo color rojo le recordó al espíritu ardiente y vehemente del bárbaro. Era, además, una flor que podía ser bastante tóxica, por lo que había que manejarla con cuidado. Nessa pensó en el paralelismo con el semiorco: de trato complicado inicialmente, que cambiaba cuando lograbas superar esa barrera inicial.
No era habitual encontrar plantas de flores verdes, pero aunque raras, existían. Y en cuanto vió una equinácea verde en su paseo, supo que aquella era la flor que cogería para Ornym. Hacía tiempo había escuchado que a esta planta la llamaban “joya verde” y nada le parecía más adecuado a Nessa para recordar aquellos ojos esmeralda que tanto amaba.
Ahora en la mano ya sólo tenía un tallo del que colgaban unas florecitas blancas con forma de pequeñas campanitas. El lirio de los valles solía pasar desapercibido al lado de otras plantas con flores más coloridas, grandes y llamativas, pero a la ranger le gustaba su sencillez y frescura y por eso la había elegido para sí misma.
La colocó junto a las demás mientras decía:
- Por favor, sigue brindándome tu poder, Madre. Permíteme así acabar con el mal que nos rodea y con aquellos que perturban el ciclo natural que tanto te esfuerzas por mantener. Déjame proteger a aquellos a los que quiero. Dame fuerza para continuar en el duro camino que se nos presenta.
Tras hacer una leve inclinación ante el altar se gira hacia Jen y dice:
- Bueno, ya está...
Intuyendo la pregunta que Jen aún no ha formulado, le explica la razón de la elección de cada flor. Y también comparte con elle lo que habló la noche anterior con Vraak. Sobre esto, dice:
- ¿Hay algo que está mal en mí? Tiene que haberlo, porque esto que siento no puede estar bien. No tengo ninguna duda sobre lo mucho que quiero a Ornym, y sin embargo, siento esta atracción por Vraak. Maldito semiorco, tiene algo que me atrae y no sé explicar ... me siento como una polilla que vuela directa hacia una llama. Dioses, te juro que en estos momentos preferiría estar en un combate mortal que sintiendo todo esto.
PD: Bienvenidos a mi charla TED sobre flores x'D
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Cuando la cazadora sujeta su hombro y le pide que se quede, le barde no puede evitar que una sonrisa se dibuje en sus labios. Respetaba la decisión de privacidad de Nessa, pero ser parte de aquel rezo era algo que valoraba muchísimo. Da unas palmaditas en la mano de Nessa, asintiendo silenciosamente con la cabeza, y se retira a sentarse en la barandilla, observando atentamente cada una de las flores que va posicionando Nessa en el círculo. Con un pequeño gesto de la mano, hace que suene levemente de fondo el sonido del agua corriendo en un rio, y que la tierra que rodea al altar huela a cesped tras un día de lluvia. No es mucho, pero le parece un bonito gesto que hacer para mostrar su apoyo al rezo.
No puede evitar que se le salte una lagrimita cuando Nessa se acerca y le explica el significado de cada flor, y sin decir nada, estrecha a su amiga entre sus largos brazos. -Oh, estoy tan orgullose de ti.- Le dice, frotandole los hombros. Han sido unas semanas terribles para ella. -Gracias por pensar en todos. Me siento honrade, nunca había tenido a un grupo al que valorara tanto.-
También escucha atentamente el suceso con Vraak la noche anterior, y, al contrario de lo que otra gente podría expresar, Jen simplemente se encoge de hombros, como si fuera lo mas normal del mundo. -No hay nada malo en ti, Nessa. Es completamente normal que te sientas asi. Nunca has mirado a un abismo y este te ha devuelto la mirada? Es una llamada de lo salvaje. Y a ver... -y en ese momento pone una sonrisilla pícara y mira alrededor asegurandose de que estan soles- Porque estoy muy felizmente comprometide... Pero uff! Madre mia si no lo estuviera, tu has visto que espaldas se gasta? Y que brazos, podría partir nueces con los biceps. Es mas, deberiamos pedirle que lo hiciera!
Ahora en serio. Crees que lo que sientes es solo algo físico? Veo que, cuando hablas de Ornym, hay algo en tu mirada que me da a entender lo profundo de tus sentimientos. Sientes algo parecido? O es mas la camadería, la adrenalina de pensar que estareis peleando codo con codo, viviendo una aventura juntos, y todo lo que se te pueda ocurrir en esa situacion? Crees que si Ornym estuviera en el lugar de Vraak, sentirías la misma atraccion?? Se que no son preguntas fáciles... Pero tendrás que pensarlas bien para decidir que hacer al respecto...
O también podríais juntaros los tres! No me mires asi, yo no juzgo! Quizá en la cultura elfa, u orca, la poligamia sea algo normal. Yo que se! Si te contara los lios amorosos que se montaban en la compañía circense no acabaría. El caso "raro" era yo! Aunque no te negaré que soy de mente abierta a ideas-
- ¿Qué si lo he visto? ¿Pero te crees que estoy ciega? ¡Lo he visto y te podría llenar un libro entero muy detalladito de lo que haría con el puñetero semiorco!
Les amigues se parten se risa y cuando se calman, Nessa responde a las otras preguntas de Jen:
- Mmmm, no, no es parecido a lo siento con Ornym, qué va. Supongo que ahora mismo es algo muy físico, pero pienso que con el tiempo podría llegar a algo más. Vraak es mucho más de lo que aparenta. Tiene su gran dosis de sabiduría, es muy consciente de la gente que tiene alrededor y se preocupa por ellos, aunque no sea muy amigo de expresarlo. Es un gran hombre ... uno con el que no me importaría compartir muchas cosas. Si la situación lo permitiera.
Se queda unos segundos callada antes de continuar:
- En cambio lo de Ornym llevó tiempo. Tiempo y mucha cercanía. Dedicación diría, incluso, aunque no fuera conscientemente para ninguno de los dos al principio. A veces tengo la sensación de que sabe en qué estoy pensando sin falta de que exprese nada. Y en ocasiones parece que con una mirada entendemos perfectamente lo que nos queremos decir. Cómo he podido llegar a forjar un vínculo así con alguien como él es algo que se me escapa, Jen. Me parece mágico, como una especie de criatura mitológica que no debería existir en este mundo. Y para mí tiene más valor que cualquier título, que cualquier arma legendaria, que cualquier tesoro que pudiera encontrar. Dioses, le hecho de menos...
Abre mucho los ojos cuando Jen habla de la poligamia, pero la deja hablar y cuando termina, piensa un momento y dice:
- ¿Sabes? Para alguien que reza a la Madre Naturaleza, quizás no debería sorprenderme tanto. Ella que representa lo más primario y lo que no está encorsetado por normas culturales. Pero, en fin, creo que tendría que envalentonarme mucho, o estar muy borracha, o ambas... para atreverme a proponer algo así. No tengo ni idea de qué pensarían ellos al respecto y me da miedo perder lo que tengo ahora mismo con ambos por intentar algo así. No se ... quizás solucionaría cosas, o quizás sería todo peor.
- En cualquier caso, hablar contigo de esto me ha calmado un poco. No es que haya "arreglado" nada, pero me has hecho las preguntas adecuadas para que pueda ordenar un poco mi cabecita. Ay, Jen, qué bien que te tengo cerca. Nunca había tenido un amigue así antes, alguien con quien abrir mi mente como si fuera un libro y hablar sin tapujos. En el pueblo era un bicho raro y sólo estaba verdaderamente a gusto con mis hermanos. Cómo me alegra que nuestros caminos se cruzaran en aquel maldito templo.
Nessa abraza a Jen con fuerza y les dos se encaminan de nuevo a la cabaña, donde se encuentran a los compañeros ya desayunando. De camino a la mesa Nessa cruza una mirada con Vraak y se sonrien levemente. En realidad no está tan mal compartir ese pequeño vínculo silencioso con él. Quizás no llegue a nada serio, pero es algo exclusivo de ellos y, seguramente, ambos lo atesoran.
La ranger se sirve un poco del pan con frutos secos y del queso que sobró del día anterior y comenta:
- Bueno, ¿entonces vamos a la iglesia de St. Cuthberth para intentar conseguir esas pociones y, tras eso, al Templo del Mal Elemental?
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Tras recoger sus pertrechos y despedirse de Jaroo que permaneció en el interior de su claro, el grupo descendió la pequeña colina y se internó en el el poblado de Hommlet propiamente dicho. El sol brillaba con fuerza para ser tan avanzada la estación otoñal y al salir de la sombra del círculo de árboles les sorprendió su claridad.
El camino de tierra entre las diferentes casas les llevó hasta la parte norte del pueblo, pasando por la plaza donde pudieron ver la posada y una edificación algo más grande frente a ella. No les pasó desapercibida la herrería, desde donde se podían escuchar los rítmicos golpes del martillo. Se cruzaron con algunas personas que les miraron con curiosidad y alguno incluso les dió los buenos días antes de seguir con sus asuntos.
El templo de Saint Cutberth destacaba por su torre central algo más elevada que el resto de edificaciones del pueblo.
Al entrar en el mismo vieron una pequeña iglesia, con bancos de madera a ambos lado para que los fieles puedan sentarse. Apenas seis bancos en total, tres a cada lado, podrían acomodar una docena de personas en el modesto templo.
Vieron a un joven vestido con una túnica amarilla y blanca, barriendo la parte lateral del templo que levantó la cabeza y les saludó con una franca sonrisa.
- Bienvenidos a la casa de St. Cuthberth. ¿En qué puedo ayudaros? -
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** De camino al pueblo **
Nessa camina perdida en sus pensamientos cuando repara en Rolthos, que avanza unos pasos por delante de ella.
Recuerda entonces las palabras que le dijo Vraak justo la noche anterior. "Parece cargar con todo el peso del mundo...". Pensando en esto, se acerca hasta su altura y enlaza su brazo con el del paladín, diciéndole:
- Puedo oir el sonido de los engranajes de tu cabeza, dando vueltas y vueltas. ¿Necesitas hablar? Es un gran peso el que lleva Cruços, pero no te preocupes tanto, Rolthos, seguro que todo va bien. Algo habrá que podamos hacer para librarle de esa carga.
Consciente de que el fino oido del cazador de sangre estará captando la conversación a pesar de ir un trecho por delante y de que la ranger está hablando en voz baja, añade:
- Además, ya sabes lo que dicen, ¿no? "Mala hierba nunca muere" - Nessa dirige una risita a Cruços, que se ha vuelto hacia ella poniendo gesto dolido y luego cambiándolo rápidamente a su habitual sonrisa irónica.
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El amanecer despertó a Rolthos con un aroma que no localizó, un aroma herbáceo, floral. A pesar de que lo intento no logró localizarlo, “será la casa del druida”, pero ayer no lo había percibido. Ni siquiera en el desayuno lo dejo de olor, aunque no lo mencionó a sus compañeros, ya que los preparativos acapararon toda su atención.
Animado por la frescura del aroma, de forma inconsciente camino con sus compañeros, llevando atronador a su lado.
- Por lo que dijo Oswald No me nombro realmente sucesor. - Dijo mirando hacia Cruços. - Si lo hubiese hecho sería un peso menor, ya que la maldición contaría con un respaldo. – A pesar de sus palabras parecía que su ánimo era positivo. - Adentrarse en el templo del mal elemental sin nombrar un sucesor es de una inconsciencia negligente. Pero es su carga. En cualquier modo n podemos dejar que muera. ¿No? – Dijo sonriendo a Nessa – Gracias por el apoyo.
- ¡Bien hallado! - Dijo con vital ánimo. – Somo Cruços, Nessa, Jen, Julian, Vraak y yo, Rolthos servidor de Mayaheine. Venimo de visitar a Jaroo, que nos recomendo visitarle, deseamos comprar pociones de curación, si dispusiese de ellas. – Dijo sin mucho preámbulo. La idea de distraerse más tiempo en los alrededores de la tumba le llenaba de sana impaciencia.
Zevatur, Rolthos
El joven clérigo sonrió a todos y cada uno de los compañeros aunque Jen pudo observar que su mirada se fijaba en todas las armas que portaban. No era inusual ver aventureros por allí, pero parecía normal que el clérigo evaluara el potencial destructivo de los que habían entrado en su templo esa mañana. Sin embargo la mención de Mayaheine hizo que se relajara visiblemente.
- Bien hallados. Lamentablemente no tenemos pociones a la venta, pero si alguno de vosotros requiere atención médica, o ayuda con alguna maldición, estaremos encantados de poder ofrecérsela. - respondió educadamente.
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Nessa decidió intervenir. Su interés por la protección del grupo no le permitía aceptar esa negativa sin hacer un último intento.
- Nos habían advertido de que no querría separarse de las pociones, porque las guarda para emergencias. Pero lo cierto es que nuestros pasos nos llevan al Templo del Mal Elemental ya que tenemos noticias de que vuelve a estar activo y es nuestra misión frenar cualquier tipo de mal que pueda estar buyendo allí. Por varias razones, es imperativo que tengamos éxito ahí dentro. No le pediríamos que se desprendiera de las pociones por algo de menor importancia. Conociendo esto, y la cercanía de Hommlet al templo, ¿no lo reconsideraría? Nos comprometeríamos a devolverlas en caso de no necesitarlas finalmente. Ojalá sea esa la situación y no la de necesitarlas con urgencia y no tener suficientes a mano.
La ranger espera a que el clérigo lo considere, pero tiene que claro que no insistirá si se vuelve a negar. Al fin y al cabo está en todo su derecho de dar más importancia a los miembros de su comunidad que a un grupo de desconocidos que han acuidodo a él armados hasta los dientes.
Pero sí hace una última petición:
- En cualquier caso, ya que nos ofrecéis otros servicios … - mira un momento hacia Rolthos, con quien ya había hablado de este tema, y bajando un poco la voz le pregunta - deberíamos intentar contactar con Eritai Kaan-Izpirel, ¿no? - vuelve a mirar al clérigo y le pregunta - ¿Tiene la posibilidad de enviar mensajes mediante la magia? Desde hace tiempo esperamos que nos contacten desde Greyhawk y eso no ha sucedido. De ser posible, me gustaría contactar con ella para asegurar que todo está en orden.
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-Vais por un camino lleno de peligros sin duda, pero me temo que el limitado número de pociones debe guardarse para las más absolutas emergencias, y vosotros lleváis con vosotros un servidor de Mayaheine que sin duda puede ocuparse de vuestras heridas más graves. Si necesitáis ayuda en el futuro y lográis volver aquí os podremos ayudar a sanar vuestras heridas. Ni yo ni el padre Terjon disponemos de ese poder hoy. Si volvéis mañana estoy seguro que el padre Terjon podrá asistiros con la ayuda de St. Cuthbert. - El tono de voz es amable, pero firme. - Si puedo hacer algo más por vosotros... -
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Nessa suspira, decepcionada. No puede evitar recordar su último combate, en el que precisamente fue el paladín de Mayaheine - junto con Jen - el que cayó ante el ataque enemigo. Pero quizás tengan mejor suerte esta vez y no salgan tan mal parados de nuevo, piensa.
- Quizás cuando volvamos, entonces... Gracias igualmente.
Mirando a sus compañeros dice:
- Creo que deberíamos partir ya.
Con una inclinación de cabeza se despide y se dirige a la puerta.
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Mientras Nessa se dirigía a la puerta Rolthos la detuvo. - Sin duda podremos dejar un mensaje escrito para que lo manden mañana. - Dijo mientras se dirigía de nuevo al clérigo - ¿Cuánto nos costaría eso? – Dijo sacando su bolsa de oro, dispuesto a pagar mientras Nessa consideraba el mensaje que podía escribir.
Mientras Nessa consideraba que mensaje mandar Rolthos habló con los clérigos. - Hacen bien en mantener una reserva de pociones. ¿Saben que hay un gran ejército de no muertos deambulando a unos días de aquí? Es improbable que lleguen aquí, pero consideren la posibilidad para la preparación de sus conjuros. No sabemos los planes reales del ejército...
- ¿Quizás podríamos intercambiar recursos, polvo de plata y hierro para lanzar protecciones contra el mal a cambio de pociones? Incluso si no es una poción de curación, alguna otra poción o pergamino que nos pudiera ayudar en posibles enfrentamientos en el templo… maldiciones, venenos, ayuda para combates...
Para finalizar las negociaciones les ofreció el trueque de una poción de curación menor por una más potente. - Para salvar la vida a alguien vale igual, pero para nosotros puede representar una gran diferencia.
La cutre que tengo de 2d4+2 por alguna algo mejor
Finalizadas las negociaciones y agradeciéndoles su tiempo Rolthos les preguntó por la actividad reciente del templo - Parece ser que se ha sentido actividad inquietante en los alrededores del templo. Pero con la urgencia de la amenaza del ejército de no muertos apenas se disponen de recursos para ocuparse del templo. Tememos que algo este pasando allí, ¿saben que puede estar pasando? ¿Disponéis de alguna información al respecto?
Zevatur, Rolthos