-Las historias de los Nueve son inspiradoras, espero poder escuchar más y, algún día, transmitirlas como es debido por el mundo- Jen termina de ajustar su mochila y las cinchas de su caballo, está encantade de que Glimfeather Tercero les acompañe, y de no ser porque sabe lo necesario que es dormir, se hubiera quedado el poco resto de noche que les quedaba absorbiendo las palabras del Búho. Nunca fue buen estudiante en un aula... Pero dicen que solo hace falta el profesor adecuado para captar el interés de alguien. 

Oswald Glimfeather Tercero levanta la cabeza y estira su cuello. 

- Pero por supuesto que os acompañaré queridos. No podemos permitir que ese hambre de conocimientos quede insatisfecha, ¿verdad que no?  Pero ahora preparaos, tomad un buen desayuno, si Cruços muchacho, tú también. El desayuno es la comida más importante del día. Tenéis que estar fuertes y alerta!! Vamos vamos... - 

Apremiados por el búho, los compañeros desayunan, algunos más de lo que están acostumbrados, y emprenden el camino con premura. Nessa sigue abriendo la marcha, mientras Oswald Glimfeather Tercero va contando historia tras historia al resto, aunque de vez en cuando da algún apunte a Nessa sobre el camino a seguir. 

Al atardecer del cuarto día, con un adormilado Oswald Glimfeather Tercero cómodamente posado sobre el hombro de Rolthos, el camino les lleva a las afueras de la ciudad de Homlet. 

 Llegando desde Este pueden ver que se está construyendo un castillo o fortaleza, aunque tan sólo una torre del mismo está completada. En su camino se cruzan con un granjero que va en un carromato tirado por un buey, con un buen cargamento de paja cargada que les saluda tocándose el sombrero del mismo material. 

Oswald Glimfeather Tercero parpadea varias veces y mira a su alrededor. 

- Oh.. hmmm.... ya veo... Hemos llegado por fin. Bien hecho muchachos. ¿Dónde queréis ir primero? A ver al druida o a la posada? - 

- Bien, al fin hemos llegado - comenta Nessa. El camino se había hecho bastante largo desde la primera vez que habían hablando del Templo del Mal Elemental y ahora ya sólo estaban a un día de distancia.

Se va fijando en la gente - saludándoles cada vez que ellos lo hacen - y en el pueblo en sí. Se extraña de la aparente normalidad del lugar:

- Para estar tan cerca del templo, está todo demasiado tranquilo ¿no creéis? No me malinterpretéis, me alegra verlo así, es un buen cambio respecto a lo que nos hemos venido encontrando. Es sólo que ... me extraña. Además están construyendo un castillo, es como si fueran ajenos a lo que sea que esté sucediendo, ¿no?

Responde a la pregunta de Oswald Glimfeather Tercero:

- Personalmente, iría primero a hablar con el druida. Podríamos al menos presentarnos y, si la oportunidad se tercia, cenar con él mientras hablamos del asunto que nos ha traído hasta aquí - mira hacia los demás interrogativamente para ver si están de acuerdo con ella, y mirando al búho añade - ¿Sabe donde vive?

Oswald Glimfeather Tercero asiente a Nessa y señala hacia suroeste. 

- Podemos ir atravesando el campo desde aquí, bordeando el promontorio donde están construyendo ese castillo, que por cierto está prácticamente igual desde que se acabó con el Templo hace años, o bien seguir por el camino, cruzar la aldea y frente a la posada girar hacia el sur hasta la arboleda. Como prefiráis. - 

- Hmmm, atravesar el campo suena más directo, ¿no? Quizás iría así para llegar a casa de Ashtaff antes de que oscurezca. ¿Qué opináis el resto? ¿Y dice que en veinte años no han avanzado nada en el castillo? Quizás la gente del pueblo huyera entonces y no se haya retomado la construcción hasta hace poco.

Aunque Oswald tenía historias para ocupar toda una vida, también abandonaba su compañía de vez en cuando para cazar. Incluso, de vez en se hacían silencios que duraban varias horas. Durante esos silencios mientras el grupo iba recorriendo kilómetro tras kilómetro, o cuando descansaban en los campamentos, el taciturno paladín tenía la oportunidad de reflexionar.

 Sus ansiedades y sentimientos de responsabilidad por lo que estaba ocurriendo seguía pesando onerosamente sobre sus hombros. Pero la comprensión de que no podía cambiar el pasado fue asentándose en su consciencia. Tan solo podía aprender de sus errores y hacerlo lo mejor posible. Recordaba con lastima su compañera, Sera. Su castigo había sido expeditivo y confió en que sus pasos le llevasen a redimiste.

 Durante el camino rememoraba las cálidas muestras de apoyo de sus amigos, el incondicional amor sobrio de su propia familia, la palabras y gestos de perdón y comprensión de sus superiores y autoridades. Y así paulatinamente, a lo largo de las horas y de los días, el calor de las muestras de apoyo fue insuflando calor al ánimo de Rolthos.

 Pero el apoyo más importante para él mismo fue el de Mayaheine. Al mantenerle sus poderes le daba una segunda oportunidad y desde luego no la iba a desperdiciar. Un sentimiento de agradecimiento para con ella le emocionaba tan intensamente que humedeció sus ojos. No le iba a fallar, no flaquearía, no tendría más dudas. No iba a olvidar sus errores, pero tampoco iba a dejar que le derrotasen. Con férrea decisión concluyó que haría que Mayaheine se sintiese orgulloso de él.

 El poblado le encontró impaciente y ante las opciones de dar un rodeo opinó. - Mejor vayamos a ver al druida. No hay tiempo que perder. - Entonces se puso en marcha sin esperar a los demás, yendo por el camino que Nessa habia indicado como el más rápido.  

Oswald Glimfeather Tercero asintió y guio a los compañeros campo a través, rodeando por el sur las obras de la fortaleza. Obras era quizá demasiado generoso. Podían ver que habían delimitado la zona de construcción con palos unidos por cuerdas, pero en su mayoría las cuerdas habían sucumbido al paso del tiempo y los elementos y muchas de las estacas estaban torcidas o desaparecidas. En un par de puntos había acumuladas algunas bloques de piedra, para comenzar a construir algo, pero ahora aparecían cubiertos de plantas y musgo. Aquí Nessa pudo observar que algunos parecían haberse caído, como por obra de un temblor de tierra. Le hubiera gustado detenerse a ver si ese temblor había sido o no reciente, pero el ritmo impuesto por Oswald Glimfeather Tercero no les permitió detenerse.

Pronto dejaron atrás la incompleta construcción y se acercaron a otra de las colinas que moteaban el entorno de la aldea. En este caso se notaba que los árboles estaban bien cuidados y podados, el cesped y las flores que crecían en las faldas de la misma, impolutas. Oswald Glimfeather Tercero les llevó rodeando por el sur la colina hasta dar con camino delimitado por piedras decoradas con símbolos azules y verdes que marcaban un camino que ascendía hasta la cima de la elevación, donde un pequeño bosquecillo de nogales les recibió bajo sus ramas. En el centro del círculo delimitado por los vetustos árboles había un pequeño círculo de piedras que se elevaban de la tierra como los dientes mellados de un anciano, cubiertas por los símbolos verdes y azules que denotaban que allí se profesaba la Antigua Fe. Custodiado por las piedras druídicas un pequeño altar construido en la misma piedra tenía varias ofrendas de flores, nueces, bayas y frutos del bosque.

En el lado opuesto del círculo, al otro lado de la entrada proporcionada por el camino y los árboles, podían ver una pequeña cabaña de madera que más que construida, parecía haber crecido de manera natural del tronco de los árboles que la rodeaban. Dentro podía verse una agradable luz verde y sonaba la música de una flauta que se mezclaba con el correr del agua. 

Oswald Glimfeather tercero indicó a Rolthos que se detuviera a un par de metros de la puerta y ululó tres veces. 

La música se detuvo y la puerta de la cabaña se abrió, para revelar a un halfling vestido con ropas marrones y un chaleco verde con un lirio azul en la solapa. Como sombrero llevaba una gran hoja y en una mano portaba una flauta de madera. 

- ¡Que me atrapen unos troll y me cuelguen boca abajo para cocinarme a fuego lento! - exclamó el halfling - Oswald Glimfeather Tercero. ¡Bienvenido! ¿Qué te trae por aquí? ¿ Y quienes son tus acompañantes? - 

 Para sorpresa de Nessa Oswald Glimfeather Tercero ni siquiera mencionó la familiaridad del trato del druida. Tras las presentaciones por parte de Oswald Glimfeather Tercero, Jaroo Ashtaff dio la bienvenida al grupo y tras indicarles que quitaran las sillas y aparejos a sus monturas, intercambió unas palabras en voz baja con ellas y estas se fueron trotando alegremente. 

- Venid por favor, adelante, adelante, estaba a punto de tomar algo de aperitivo antes de cenar. Supongo que os quedaréis a cenar después ¿no? - dijo con tono jovial mientras abría la puerta de par en par y les invitaba a entrar. 

La cabaña tenía un pequeño recibidor, a su izquierda había una sala de estar muy acogedora donde, en lugar de chimenea, una pequeña cascada horadada en la corteza del árbol caía constantemente y era recogida por un pequeño surco que se perdía pegado a la pared por otras estancias. A su izquierda y de frente vieron que había unos cómodos y aireados túneles redondos que se adentraban tanto en los troncos de los árboles como en la ladera de la cocina tras un giro. Jaroo les invitó a sentarse en la sala de estar mientras traía sillas y taburetes de algunas otras estancias de su hogar. Oswald Glimfeather Tercero se acomodó en una rama natural del árbol que estaba próxima a la cascada. Sobre una mesa baja de madera, Jaroo trajo pastelillos, nueces, bayas y té. 

Nessa iba meditando en silencio sobre lo que había visto en la "obra" del castillo cuando llegaron al círculo de piedras, con el altar, las ofrendas y los diversos símbolos azules y verdes. No conocía exactamente su significado, pero no hacia falta investigar mucho para ver que aquél era un lugar dedicado a la Madre Naturaleza. Paró de caminar y se quedó unos segundos observando la zona con una sonrisa en los labios, mientras el resto de compañeros continuaban hacia la casa. Quizá más tarde podría encontrar un momento para dedicarle unas palabras a Madre, aquél lugar parecía más que adecuado para ello ...

Con esta idea en mente continuó hasta ponerse a la altura de sus compañeros, vio aparecer a Jaroo de su hogar y esperó a que Oswald hiciera las presentaciones. Cuando vio que Ashtaff tuteaba a Oswald Glimfeather Tercero miró al búho, esperando algún tipo de respuesta por su parte, y enarcó una ceja cuando esta no llegó. Debían de tratarse de viejos amigos, supuso. Y quizás incluso Ashtaff había participado de alguna forma en lo sucedido antiguamente en el Templo. En cualquier caso, la joven saludó al druida con una sonrisa y una inclinación de cabeza antes de pasar a su casa.

Entrando al interior del hogar, Nessa comentó:

- Chicos, cuidado con ... - logró decir antes de oir un golpe sordo - ... las cabezas.

Se giró para ver que Vraak se frotaba la frente y la joven tuvo que poner una mano delante de la boca para contener su risa.

Una vez acomodados, y cuidadosa de no tutear al druida, dijo:

- Muchas gracias por recibirnos en su hogar. Déjeme decir, por cierto, que este sitio me parece maravilloso. Tengo la sensación de sentir a Madre más cercana de lo habitual...

Nessa sonrió agradecida al ofrecimiento de té, bayas y pastelillos. Aceptó el té y probó unos sorbitos antes de continuar.

- Esperamos no ser demasiada molestia para usted. Lo cierto es que hemos venido directos hasta aquí, sin siquiera pasar por el pueblo, ya que necesitamos dirigirnos lo antes posible al Templo del Mal Elemental. Ornym Galadornë nos dijo que podríamos hablar con usted para ir allí bien informados.

La hospitalidad para el grupo y para Tronador hizo que Rolthos se relajase y sonriese al druida. - Es todo un honor conocerle. - Dijo mientras se presentaban.

Tras una mirada levemente reprobadora a Nessa y su contenida risa ofreció a Vraak un poco de consuelo, preguntándole si estaba bien. Los primeros minutos de conversación transcurrieron entre las primeras presentaciones y los halagos a la hospitalidad de Jaroo. Rolthos comió y bebió saboreando las primera cocina elaborada desde la casa de los señores oso. Cuando iba a exponer el tema principal sin mas preámbulos Nessa le ganó por la mano.

 - Así es. Hemos oído que hay actividad a su alrededor y hemos venido a investigar si hay peligro de que algo se esté activando en su interior. - Dijo apoyando las palabras de Nessa

Jen va mirando maravillade la vivienda y por poco no se da tambien en la cabeza con una viga, esquivandola en el ultimo momento con un "epa!". Resopla, y sigue curioseando. Es Julian quien tiene que agarrarle del cuello del chaleco para que no fisgonee mas de lo debido. Le incrusta una taza de té en las manos, hecha de una cerámica rugosa, esmaltada en partes dispersas, que humea un olor a hogar y confort. Jen da un sorbito, y se contenta cuando el médico asiente. Han pasado varios días a la intemperie y una bebida caliente es una buena ayuda para no coger un inesperado resfriado, no ahora que han llegado a las inmediaciones del templo del mal elemental.

Se sienta junto a los demás en una banqueta demasiado pequeña para sus largas piernas, cruzandolas frente a si y escuchando atentamente la conversación.

- Ninguna molestia. Los amigos de Oswald Glimfeather Tercero y Ornym Galadornë son siempre bien recibidos, más si son seguidores de la Antigua Fe - responde Jaroo a Nessa. 

- ¿El Templo? Bueno... han ido apareciendo personajes de no muy buenas pintas en los últimos tiempos, pero la gente de Nulb nunca fue demasiado... de fiar, no sé si me entendéis. No en vano esa aldea nació a raiz del Templo. La vieja fonda del foso, que usaban como lugar para recoger mercancías, también ha estado activa últimamente. Desde que llego ese estirado guaperas... ha pasado pavoneándose por Hommlet con su armadaura de placas negra y dorada... melena rubia al viento, comprando cosas en la tienda de esas sabandijas de Ravnos y Gregmag. Si ese guaperas es una rata, ya os digo yo que esos dos son sus pulgas... puag.. - el gesto de asco de Jaroo no deja lugar a dudas de la opinión que le merecen los tres personajes de los que habla - No sé exactamente que se traen entre manos, pero que el Templo esté reconstruyendo o al menos reactivando esa casa no puede ser bueno ya os lo digo yo. Que me devoré un sapo gigante de los que hay en el foso de esa vieja fonda si no llevo razón- toma un trago de té y come un pastelillo antes de continuar - Respecto al Templo... temblores, fuertes vientos, el río sufrió una crecida hace un par de meses... nada extremo ni seguido, podría incluso pasar por algo natural... pero ya os digo yo que de natural nada. ¡Que me desolle una bruja del pantano y me convierta en un sabroso pastel de carne si no sé de lo que hablo! No sé si es que se han vuelto más sutiles o aún no tienen poder suficiente, pero escuchadme - levanta un dedo y se acerca a los compañeros para llamar más su atención. De repente habla en voz baja - Ese tal Lareth se ha afincado en la antigua fonda... que más que fonda era el lugar desde el cual el Templo subyugó a Hommlet y se expandía... humanoides yendo y viniendo desde allí al Templo, y cruzando el bosque en dirección a Nulb y al Templo y no volviendo a salir... el comportamiento de los elementos... si... algo está creciendo allí dentro y será mejor averiguar pronto lo que es... o incluso acabar con ello de raiz!! - exclama de pronto haciendo un gesto como si cogiera una planta y la arrancara del suelo - y echar sal y maldiciones esta vez para que no vuelva a crecer nada ahí! - Suspira - Aunque me temo que mientras ese demonio esté dentro atrapado no hay más remedio que aceptar que el mal volverá a crecer allí, como el rabo de una lagartija... - miró a los compañeros con una media sonrisa - ¿Mas té queride? - le pregunta a Jen al ver que su taza casi se ha derramado por completo con el sobresalto.

A Jen casi se le escapa la taza de las manos con el susto, desde luego Jaroo tenía mano para las historias. Extiende su taza asintiendo, sonrojade de vergüenza. -Disculpe si le pregunto, pero recapitule, por favor. Ese "guaperas" se llama Lareth? Y se ha afincado en la antigua fonda, es asi? Y compra cosas a... Como se llaman, ah! Ravnos y Gregmag? De ellos nos habló Glimfeather Tercero, parecen dos alimañas. Que clase de negocio lleva ese tal Lareth? Parece un arrogante, quien en su sano juicio se pasea por ahi con una armadura de plaaaaac....-Se interrumpe cuando Julian carraspea, y le hace un gesto con la cabeza hacia Rolthos. -......as?- Chasquea la lengua con la metedura de pata.

-Siiiiiiii ~ pudiera contarnos más en detalle sobre ellos, creo que nos será útil! -mira alrededor al grupo, buscando miradas cómplices que le confirmen lo que está pensando. No puede ser una coincidencia el movimiento de estos tres personajes y el movimiento en el templo.

-O si solo quiere ponerlos a caer de un burro, yo le doy mi palabra de pedirle un mal de ojo a la próxima bruja que encuentre.-

Rolthos escuchó las palabras del halfin con esperada pesadumbre. Desde luego en el templo estaban ocurriendo indeseadas.

El paladín asiente serio a Jen – Además exhibiendo un símbolo de su facción y rodeado de un pequeño grupo armado hasta los dientes… ¡Qué Disparate! – Selló su conclusión sorbiendo del ardiente te.

  - Hace tiempo nos encontramos con alguien similar al que describes. ¿Recuerdas, Nessa?

Nessa presta atención a la conversación mientras va probando las nueces y bayas y dando sorbos de su té tranquilamente. Cuando Ashtaff describe al tal Lareth, musita:

- Larga melena rubia al viento ... armadura negra y dorada ... - de repente cae en la cuenta y con un golpe de una mano en su muslo dice - ¡Vaya! - y mira a Cruços y Rolthos - ¿Ese no fue con quien se metió Lo Kag? ¿El que iba por el mercado con aquél grupo de matones avanzando de malos modos entre la gente? Recuerdo que me sonaba su símbolo dorado de haberlo visto en algún libro de historia. Era de algún culto o religión, pero en aquél momento estaban pasando demasiadas cosas y se me olvidó pronto. Ahora ya sabemos de qué culto era... ¿En serio alguien va pavoneándose con un símbolo del Mal Elemental por medio de Greyhawk como si nada? Increíble.

La ranger le da un leve codazo a Vraak y añade:

- Ese fue el día en que nos llevaste a las dependencias de la guarida por todo lo que pasó con Poot, ¿recuerdas? Sí que empezamos con mal pie, ¿eh? - dice con una sonrisa, recordando lo mal que les cayó a todos el semiorco aquella vez. Quién iba a decir que acabarían luchando mano a mano, envueltos en todo lo que estaba sucediendo.

Nessa vuelve su atención a Jaroo. Se había esperado a alguien con información más concreta, más cercana al culto en sí. Ornym le había descrito como un "agente" y la joven se había imaginado a alguien que se hubiera acercado más al foco del mal. Sin embargo, la información que le había proporcionado hasta el momento prácticamente sonaba a rumores que cualquier habitante de Hommlet les habría podido proporcionar. Esto la decepcionó un poco ... ¿quizás no llevaba mucho tiempo en el pueblo? Le preguntó al respecto:

- ¿Cuánto tiempo lleva trabajando vigilando las actividades del Templo? ¿Lleva algún tipo de informes cronológicos acerca de dichas actividades: lo que hacen en Nulb, las riadas, temblores...? Me pregunto si esto lleva sucediendo un par de meses, o más tiempo. Por ejemplo, sé que hace un año hubo riadas por la zona, ¿cree que esas fueron provocadas por la actividad del templo también?  - preguntó Nessa, recordando con una punzada de dolor la riada que se llevó a su hermana.

- Por otro lado - añadió - ¿cómo está afectando todo esto a Homlet? Si es que está afectando siquiera. La gente con la que nos hemos ido cruzando parece tranquila, como si no sucediera nada. Me extraña incluso que alguien quisiera volver a vivir aquí tras lo que pasó hace tiempo. ¿Tienen estas gentes buenas relaciones con la gente de Nulb, y con Lareth, Ravnos y Gregmag en concreto?

Nessa se preguntó si deberían ir directos al Templo o investigar primero Nulb, pero no sacó este tema por el momento. Esperaría primero a que Ashtaff respondiera primero a las muchas preguntas que había lanzado ya.

Cruços asiente mientras que Vraak sonreía a Nessa al recordar aquel día. 

- Os juro que pensé que habíais matado al viejo por unas monedas... - se excusa algo sonrojado. - qué iba a saber yo que acabaría... - desvía la mirada y se calla. 

- ¿Aquel chulo que paralizó unos segundos a Lo Kag? Seguro que si estuviera aquí ese loco Goliath nos decía de ir a darle su merecido.. - sonrió socarrón... parecía evidente que echaba de menos al bárbaro. 

- ¡Que me capture un wyvern y me lleve a su nido para alimentar a sus cachorros! - exclamó Jaroo - ¡Así que ya habíais visto antes a esa sabandija! Pero no lleva un símbolo del Templo en su coraza.. para ser sinceros no estoy muy seguro de qué es. - 

Oswald Glimfeather Tercero ulula un poco 

- Si pudiera verlo posiblemente lo pueda recordar... - 

- Intentaré responder a tus preguntas Nessa. Llevo en la zona desde que el Templo fue derrotado. ¿Informes cronológicos? No, me temo que no, aunque si eh visto más actividad en los pasados meses, quizá ocho o nueve meses. Tienes que entender que todo ha empezazdo de manera muy sútil. Hubo años que no había nada de actividad, ni sobrenatural ni de otro tipo. Las lluvias e inundaciones de hace un año que llegaron desde Furyondy hasta el Nyr Dyv? No creo que esté relacionado. Eso fue un fenómeno natural. Desafortunado pues escuché que se perdieron varias vidas e incluso alguna casa... pero es la manera que tiene la Madre de equilibrar las cosas. En cualquier caso, debéis comprender que aquí se está librando otro tipo de batalla entre los agentes del mal y nosotros. Nadie sabe que yo estoy espiando para las fuerzas del bien, ni siquiera el clérigo de St. Cuthbert, Calmer, de quien os podéis fiar, sabe de mi trabajo. Estoy más que convencido que esas lombrices de Ravnos y Gregmag son agentes del Templo, o al menos simpatizantes, pero creo que nadie más sospecha de ellos. Son los dueños de la tienda del pueblo al fin y al cabo y conocen a todo el mundo, y hasta fian a aquellos que necesitan herramientas o aparejos de labranza hasta que les puedan pagar. Son taimados... y peligrosos. Nulb está lleno de gente como ellos. - 

Oswald Glimfeather Tercero se une a la expliación.

- Al contrario que Hommlet que nació gracias ala proximidad del bosque y sus recursos, Nulb creció al comenzar las actividades en el Templo. Sin duda sabréis que cuando se empieza a juntar mucha gente, otra les sigue. Mercaderes, familiares, artesanos, hosteleros, prostitutas... son una comitiva habitual detrás de cualquier ejército. El que se juntó en el Templo no era una excepción. Así nació la aldea de Nulb. Tras la caída del Templo mucha de ese gente se quedó allí... pues no tenían otro hogar. - 

Jaroo asintió 

- Así es. Al contrario que aquí que hay buena gente que se gana el pan y que lo único que quiere es tener una vida tranquila. Lo pasaron mal durante los años en los que el Templo estuvo activo. No te dejes engañar por las apariencias. Muchos, la mayoría, están preocupados por las señales... otros dicen que son cosas normales y naturales. Pero no lo son. Esto es lo que he estado informando. - Jaroo miró a los ojos a Nessa - Pareces decepcionada Nessa... ¿Esperabas algo más de mí? Dime en qué puedo ser de ayuda. -

- Bueno, bien está lo que bien acaba, Vraak... - dice Nessa, queriendo suavizar el asunto de Poot pero, sobre todo, el posterior silencio del semiorco, intuyendo lo que le ha hecho callarse. No sin cierta punzada de pena cambia de tema dirigiéndose a Cruços - Tú también echas de menos al grandullón, ¿eh?

Volviendo al tema principal de la conversación, la ranger respondió al druida, meneado la cabeza un poco como disculpa:

- Disculpe. A veces - demasiadas veces - me puede la impaciencia. Y esperaba que el asunto del templo nos llevara menos tiempo, que fuera más sencillo. Demasiadas cosas dependenden de que tengamos éxito allí dentro. Pero este tipo de cosas nunca lo son, ¿verdad? - dice con una sonrisa cansada - Sobre el tema de las riadas, la verdad es que lo he preguntado porque mi hermana desapareció en una de ellas. En cierto sentido pensaba que culpar de ello al Templo me aliviaría un poco. Pero tiene razón: Madre nos da y Madre nos quita, y todo ello forma parte del ciclo natural. Aunque hubiera preferido que este ciclo hubiera impactado a alguien que se lo mereciera más.

Pone una mano en la boca inmediatamente tras decir esto último, como queriendo tapar lo que ya ha dicho en voz alta.

- Perdón, eso no ha estado bien.

Carraspea antes de continuar:

- Jaroo, ¿nos recomienda que investiguemos Nulb antes de ir al templo? Está de camino, al fin y al cabo, así que no haríamos demasiado desvío. Podemos descansar esta noche en la posada de Homlet y partir hacia allí mañana, ¿qué pensáis, chicos?

Nessa tiene una última petición para el druida:

- ¿Cree que podría ... esto ... - parece que le da un poco de apuro - quizas estar un momento a solas en su jardín? Me gustaría dirigirle unas palabras a Ella antes de irnos y este lugar parece más que adecuado.

Jen se encoge de hombros -Podemos ver que se cuece, si estais en lo cierto, y Ravnos y Gregmag son agentes del templo, nos conviene quedarnos al menos con sus caras. -Piensa entonces algo, y se da toquecitos en la barbilla con el dedo -Creeis que irán tras las reliquias de los Nueve? Quizá tengan pistas sobre alguna... Oh, solo espero que no se hayan hecho con ninguna. Sería desastroso!- Le da un escalofrío al pensar en aquellos objetos en manos de agentes del templo.

Rolthos miró a sus compañeros mientras recordaban tiempos pasados. Decidió no hurgar en los recuerdos de Vraak y su proceder y sintió una punzada de melancolía al recordar a Lo Kag, Sera, Aisha, Seth... redujo el sentimiento con un puñado de frutos secos que crujió en su boca.

 - Creo que es parte importante de la misión averiguar qué está pasando en estos poblados, sí.

 - Bien podría ser que los tenderos no estén alineados con el Templo, que simplemente les mueva la codicia. Y si se han hecho con alguna de las reliquias, posiblemente la tengan a la venta o sean los intermediarios de una posible venta. - Dijo contemplando a la posibilidad que apuntaba Jen. - No creo que les interesase tenerlas para si ya que no creo que las pudiesen usar. Pero cuadraría con que ese tal Lareth estuviese aquí para comprar alguna de ellas...

Viendo también la decepción en la cara de Nessa Rolthos intentó sacar alguna posible línea de acción de la información. - Quizás podamos usar esta información para averiguar cosas. Quizás alguno de nosotros podríamos… podríamos hacernos pasarnos por simpatizantes del templo o compradores de armas, e intentar contactar con los tenderos… - Dijo mirando a Jen - Es muy posible que ese Lareth reconozca a varios de nosotros, Vraak, yo Nessa, Crucos… podríamos simular un encontronazo entre nosotros. Jen, Julian u Vraak por un lado y el resto por otro y después hablar con los tenderos. ¿Os parece muy descabellado? - Elucubraba el plan sin saber muy bien como completar los detalles. - Ahora que Julian es un terrateniente podría simular estar interesado en comprar alguna de las reliquias. Y averiguar asi si hay alguna a la venta…

Nessa respondió a Rolthos:

- ¿Que pudieran conocernos? Es cierto que nos hemos hecho algo conocidos en Greyhawk, pero imagino que para la mayoría de la gente seremos más bien nombres que no asocien con nuestras caras, necesariamente. Respecto al encontronazo con Lareth, realmente Lo Kag fue el único que habló con él, así que por esa parte estamos cubiertos. 

Recordando alguna de las cosas que se habían hablado acerca del Templo los últimos días añadió:

- Nos han dicho que acuden grupos de aventureros de cuando en cuando al templo para intentar recuperar las armas. Podríamos hacernos pasar por un grupo de estos y, bueno, no estaríamos tan alejados de la verdad. Lo único que cambia es el uso que queremos darles y que venimos con el beneplácito de uno de los Nueve. Esta es la historia que podríamos presentar ante los tenderos en Homlet. Y a la tienda tenemos que ir sí o sí, ya que necesitamos equiparnos: flechas, pociones, etc. En cuanto a Nulb, sí, podríamos hacernos pasar por simpatizantes o incluso contarles la historia de que recuperaremos las armas para venderselas.

A Jen le dijo:

- Espero que no hayan tocado las armas. Pero sobre todo espero que no hayan tocado las protecciones contra Zuggtumoy. El señor Glimfeather nos dijo que no abrieramos ninguna puerta y ahora me da miedo llegar allí y encontrarlas todas así.

-Eso sería mas desastroso aun! La gente puede ser muy manazas- Jen suspira, massjeandose las sienes con la mano con la que no sostiene el platito con la taza de té. -No nos demoremos mucho en Nulb entonces. Aunque no te niego que me veo tentade de conocer en profundidad que traman ese tal Lareth junto con los dos mercaderes, pero creo que si tenemos éxito en el templo, mataremos dos pájaros con una sola flecha.-