-Así que el Templo por un lado con cada vez más actividad... y por otro un ejército de no-muertos... no temas joven seguidor de Mayaheine, Saint Cuthbert nos protegerá... - una voz ajada por la edad contestó a Rolthos. Un humano muy entrado en años, ayudándose a caminar por un nudoso bastón, tan nudoso como las manos que se aferraban a él, se acercaba desde el fondo del templo en ayuda de su joven acólito. - Al igual que del ímpetu de los jóvenes aventureros... - El Padre Terjon caminó despacio hasta acercarse un poco más a ellos. Pese a su avejentado aspecto, sus ojos grises evaluaban con viveza al grupo.
- Nuestra reserva, osado paladin, se reduce a dos pociones que guardamos con cuidado y celo por las posibles emergencias que puedan ocurrir. Teníamos tres, pero el pequeño hijo del cervecero sufrió un terrible accidente. Se le cayeron encima dos barriles llenos de cerveza. Casi le perdemos pero la rápida aplicación de la poción le salvó la vida y las piernas. ¿De verdad creéis que un poco de polvo de hierro, que el hermano Smyth nos proporciona, puede compensar algo así?. Además, ¿Qué teméis de esas viejas ruinas? Especialmente con tres hombres tan grandes y fuertes como vosotros. Juraría que podríais partirme el espinazo como una rama seca sin esforzaros demasiado jejeje - su risa acaba en un pequeño acceso de tos que consigue controlar bebiendo de una pequeña petaca que lleva colgada del cinturón con el que ajusta su larga y simple túnica gris. Aunque Calmer ha ido a ayudarlo el anciano clérigo le aparta moviendo una mano rápidamente y diciendo entre dientes - quita quita questoybien... que estoooy bieeeen -
- Debéis venir de la capital... o de Greyhawk.. si pensáis que aquí, en este pueblo prácticamente olvidado por los dioses, disponemos de reservas de pociones... o de algo más poderoso que la más básica de los brebajes... o que podemos permitirnos comerciar con ellas.. reservas.. jejeje, que disparate. -murmura algo más que resulta ininteligible.
- Lo que sí puedo hacer, es enviar ese mensaje. Aunque como bien ha dicho el Hermano Calmer, tendrá que ser mañana. La Iglesia normalmente carga doscientos cincuenta dragones de oro por ese tipo de magia tan poderosa. Pero como vuestras intenciones parecen honestas y bondadosas lo dejaremos en doscientas. ¿ Cuál es el mensaje que queréis que envíe? ¿Y a quien? -
Julian se adelanta paraa echar un vistazo al anciano cuando le da el acceso de tos pero parece que se recupera al beber de la petaca, y ademas tiene a otro clérigo al tanto, asi que el médico vuelve a dar un paso atras. Le barde capta su mirada y alza una ceja en una silenciosa pregunta. Julian sacude la cabeza y empieza a buscar algo en su bolsa, con el ceño fruncido.
-Que ocurre?- pregunta le barde en voz baja, cogiendole de la manga para dar un poco de privacidad a la conversación.
-Nada, nada. O bueno, lo de siempre. La medicina en los entornos rurales necesita avanzar. No puede ser que un pueblo dependa de dos pociones, y un solo clérigo. La enfermedad que asoló Greyhawk arrasaría aquí.-
Jen le palmea la mano en un gesto de empatía -No es la primera ni será la última injusticia que veamos. Guarda esa idea, y la podremos retomar en el futuro, si?-
Julian parece pensar algo para rebatir esa frase, pero le barde hace un gesto de que inspire y exhale. Luego se vuelve a los clérigos.
-Eritai Kaan-Izpirel, es la persona con la que queremos contactar. Querríamos saber si está bien, y si tiene noticias relevantes.-Se vuelve hacia Nessa -Que mas queremos añadir?
-Oh, no lo había pensado - dijo Nessa a Rolthos, mientras se daba un golpecito en la frente - Dejar el mensaje escrito para mañana es perfecto, claro.
La impaciencia de la ranger la había ganado de nuevo. Menos mal que no estaba sola en esto.
Se guardó para sí misma lo que le vino a la cabeza con alguno de los comentarios del padre Terjon. Saint Cuthbert les protegería, sí, pero no había que olvidarse de las personas que estaban luchando y muriendo en la contienda. Incluso aunque fueran jóvenes aventureros impacientes. No le quitaba la razón al querer guardar esas pociones, eso sí.
- Acerca del texto del mensaje ... mmmm ... tienen que ser veinticinco palabras como máximo. Creo que diría algo como ...- y miró hacia Jen, que levantó las manos dispueste a contar - "Mañana entraremos al Templo para obtener una ventaja sobre Zalphiros. ¿Recibiste nuestra carta? "- en este punto mira a Julian -Esto nos indicaría que la gente de la villa ha llegado sana y salva a Greyhawk. Seguiría con "Seguimos esperando vuestra información. Al no recibirla nos hemos preocupado. Cuidaos. Nessa".
Mira al grupo, pidiendo confirmación:
- ¿Os parece bien así o cambiaríais algo? Padre Calmer, ¿me puede prestar papel y pluma para dejaroslo anotado, por favor?
- Es Hermano aún - la corrige amablemente Calmer mas por no generar dudas de su verdadero rango que por otra cosa - pero por supuesto. Un segundo -
El joven clérigo abandona la sala central del templo por una puerta lateral que hay tras el altar principal en busca de lo solicitado.
- Un momento -dice el Padre Terjon - ¿ A quién dices que queréis enviar el mensaje? - Espera a que Jen se lo repita y no pierde vista de sus ojos - Saint Cuthbert bendito. ¡Hablas en serio! ¿De verdad esperas que moleste a la Matriarca de Greyhawk con un mensaje? ¿Yo? -
En su tono de voz hay más incredulidad que duda. - No sé qué asuntos podéis tener vosotros con Su Eminencia, pero debo prepararme para enviar ese conjuro. Saint Cuthbert me asista. -
Cuando el joven Calmer trae un papel algo de tinta y una pluma para que Nessa escriba su mensaje, el padre Terjon está mirando por encima del hombro y comienza a corregir a Nessa.
- No no no, la forma correcta de dirigirse a ella es Su Santidad, o Su Eminencia, así debes empezar el mensaje. ¿Qué es eso de tutearla? ¡¡¡Por todos los dioses!!! !Qué osadía!! cof cof - mientras bebe agua, Oswald Glimfeather Tercero, que ha estado todo el rato en el hombro de Rolthos carraspea un poco para llamar la atención de Nessa sobre el mismo punto. Mientras el pobre anciano se va recuperando del sofoco con un sorbo de su petaca - que estoy bien muchacho!! - farfulla al preocupado Calmer cuando acude, una vez más en su ayuda por el acceso de tos. - Diantres. No puede uno hacer viejo... A ver... ¿dónde estábamos? ah si! Recibisteis... por favor.... qué eso eso de "seguimos esperando vuestra información?" ¿Estas reclamando algo a Su Santidad? - esta vez se tiene que sentar del vahído que le da. Calmer intenta calmarle pero sólo consigue enojarlo un poco más. Mientras tanto Oswald Glimfeather Tercero tiene esa mirada de "te lo dije" a Nessa. Vraak y Cruços intentan no romper en carcajadas mientras Julian no puede más y ayuda al pobre Calmer a que se recupere el pobre anciano. - Mira dame eso- dice finalmente el Padre Terjon tras forcejear con su discípulo y Julian, casi arrancando a Nessa el papel de las manos. - Doy gracias a Saint Cutbert por ser yo quien deba pronunciar las palabras. No temas, haré llegar el contenido de tu mensaje a Su Santidad pero lo haré de modo que no quedemos excomulgados los dos... -
El paladín dio un respingo al escuchar el precio. Acostumbrado a las habilidades de sus compañeros y la generosidad con la que lanzaban sus conjuros para ayudar a extraños a veces se olvidaba del lado más comercial del samaritanismo. Aunque sabía que el dinero ayudaría a la iglesia y posiblemente a la gente del pueblo, no pudo evitar lanzar una mirada reprobadora al anciano clérigo y su acólito. - Ya veo - Dijo escuetamente mientras Jen se ofrecía a pagar y el mismo se guardaba la bolsa.
Entonces, mientras discutían que mensaje mandar su atención se posó sobre sus compañeros. Una y otra vez habían arriesgado la vida a cambio de prácticamente nada. No podía esperar compañeros de más generosidad y altruismo.
- Me parece un mensaje correcto. - Asintió. – Añadiría quizás la poca información que tenemos y acortaría más el resto del mensaje …
Mientras escribían las palabras Rolthos aportó varias cambios que consideró oportunos.
“Su eminencia, mañana entraremos al Templo para obtener una ventaja sobre Zalphiros. ¿Recibio usted nuestra carta? Sabemos que la caza oscura esta acechando los caminos a Celene y hemos visto al poblado de Libernen exterminado y convertido en no muertos. Esperamos noticas vuestras algo preocupados. Nessa”
- Demasiadas palabras...-dice negando con la cabeza el Padre Terjon - Demasiadas... espera ¿Liebernnen ha caido? Que terrible destino para esa pobre gente... -
Ahora es el hermano Calmer el que palidece y siente un pequeño vahído.
- ¿Con... Convertidos en no-muertos? Saint Cuthbert nos asista y acoja sus almas... -
- La amenaza del ejercito de no muertos es muy real. - Asintió a las palabras del clérigo.
Rolthos pensó un poco y sugirió un mensaje mas breve.
"Mañana entraremos al Templo. ¿Recibió usted nuestra carta? La caza oscura acecha los caminos a Celene. Zalphiros ha exterminado Libernen. Esperamos noticas vuestras preocupados. Nessa"
El hermano Calmer asiente a las palabras de Rolthos, mientras Oswald Glimfeather Tercero mira reprobatoriamente al paladin por dar, quizá, demasiada información de manera algo abrupta.
- Su Santidad.. Su Santidad... - insiste el Padre Terjon algo aturdido - Id... -dice enarbolando el papel original que había escrito Nessa - yo me ocupo de que sea algo inteligible y correcto... que la Bendición de Saint Cuthbert vaya con vosotros... -añade dando un sorbo más a su petaca.
Con tanta corrección y mirada reprobatoria Nessa está perdiendo la paciencia y cuando ve a Vraak y Cruços a punto de reirse les echa una mirada molesta, diciéndoles:
- ¡La próxima vez escribís vosotros, listillos!
Luego farfulla que la propia Eritai no parecía tan preocupada por si se dirigían a ella por sus títulos las dos veces que hablaron con ella en Greyhawk. A Nessa le había parecido una mujer muy cercana...
Pero en ese momento interviene Rolthos hablando de Libernen y la ranger se calla de repente. Parecía que no se iba a acostumbrar nunca a reaccionar con "normalidad" al escuchar o recordar aquello.
Tras unos instantes, que necesita para volver a centrarse, se despide de los dos clérigos de St. Cuthbert.
- Gracias, padre Terjon, hermano Calmer. Cuídense. Con suerte volveremos pronto para conocer la respuesta de Su Santidad.
Sin nada más que les retenga en Homlet, Nessa mira a sus compañeros, indicando con ese gesto que es hora de irse, y espera a que se dispongan a hacerlo.
Siguiendo a Nessa y las indicaciones de Oswald Glimfeather Tercero el grupo se encamina, por fin, hacia las ruinas del Templo del Mal Elemental. Habiendo dejado sus monturas al cuidado de Jaroo, afrontan la última jornada de viaje a pie.
Según avanza la mañana el cielo pasa de tener alguna nube gris a estar completamente encapotado. Negros nubarrones se van acumulando mientras el grupo continua su camino, ignorando los desvíos que les llevarían hasta Nulb o el lugar donde teóricamente se encuentra ese prepotente siervo de los agentes del Templo, continúan adentrándose más y más en las colinas.
Los bosques dejan de ser tan frondosos según avanza el día, siendo sustituidos por restos quemados de arboledas. El terreno se eleva y el camino aparece agrietado en bastantes puntos. Los charcos de agua fría se acumulan y se van haciendo cada vez más grandes, impidiendo que puedan mantener las botas secas. Un helado aire baja entre las colinas y azota sus capas, haciendo extremadamente desagradable el último tramo del viaje. Las negras nubes han tapado completamente el cielo, haciendo que parezca de noche pese a quedar aún algunas horas para la puesta del sol. Todos notan ahora un ligero temblor en la tierra bajo sus pies. En ocasiones parece subir de intensidad, luego parece bajar, pero está ahi, de manera constante.
Por fin, tras un recodo del camino llegan a su destino.
Una semiderruida muralla de piedra rodeaba lo que antaño podría haber sido un jardín. Ahora los terrenos que llevan desde la entrada, cuyas puertas de metal yacen caídas y cubiertas de musgo a los lados, presentan un aspecto mortecino y desolado. Los cadáveres de algunos árboles salpican el camino cubierto por una neblina hasta el edificio del templo propiamente dicho. Incluso desde aquella distancia podían ver un pequeño resplandor azulado que iluminaba débilmente la niebla en la zona de la entrada. Pese a la ruina y desolación que les rodeaba, dos pilares permanecían en pie custodiando la entrada, con dos gárgolas sobre los mismos, talladas de tal manera que parecían dar la bienvenida a aquel terrible lugar a aquellos que osaran cruzar aquel umbral. Un rayo iluminó la escena y un trueno resonó ominoso.
- Bienvenidos al Templo del Mal Elemental -
La voz de Oswald Glimfeather Tercero resuena fría y ominosa.
Nessa miró a Oswald Glimfeather Tercero, pero no dijo nada. Aquella escena que tenían delante era sobrecogedora y la ranger estaba nerviosa. Atemorizada, incluso. Había oido tantas historias de aquél sitio desde muy pequeña... por entonces habían sido cuentos destinados a asustar a niños que se portaban mal, nada que ver con lo que les había transmitido Ornym aquella noche en Celene. Pero aquí estaba ahora, a tan sólo unos pasos de distancia: el lugar de las historias convertido en realidad. El templo que había causado tanto dolor a tanta gente y, en especial, a los Nueve.
Alejándose unos pasos del grupo, buscó un hueco que estuviera algo menos húmedo y allí soltó su mochila y el carcaj mágico. Durante el trayecto había guardado en el último su fiel arco, poniéndolo a salvo de la lluvia y la humedad. Lo sacó con cuidado y comprobó la tensión de la cuerda. No estaba mal, pero aún así dedicó unos instantes a soltarla y volver a ajustarla. Sabía que no necesitaba hacer nada de aquello. Sabía que todo estaba en orden, siempre lo comprobaba antes de iniciar un viaje. Pero aún así realizar esta operación calmó un poco su corazón agitado.
Cuando terminó volvió recoger la mochila y el carcaj y pasó el arco por su brazo y cabeza, cruzándolo sobre su pecho. Agradeció la calidez de la cuerda flameante, una pequeña fuente de calor y luz en medio de aquel frío y oscuridad.
Entonces, mirando al grupo, dijo:
- Vayamos con cuidado. No alteremos nada, no abramos puertas y salgamos lo antes posible de este lugar. Podemos con esto.
Iban a conseguirlo. Recuperarían las armas, saldrían de allí y las usarían para continuar su misión contra la Cacería salvaje y Zalphiros.
Además, Ornym le había dicho que lucharía contra viento y marea por volver a su lado y Nessa no pensaba fallar en su parte de aquella promesa.
Miró a Rolthos y preguntó - Imagino que aún es pronto para intentar detectar alguna presencia maligna, ¿verdad? Acerquémonos, pues.
Camino a la puerta quiero ir fijándome en si hay huellas o rastros de movimiento de algún tipo
Rolthos observo el lúgubre templo con algo de ansiedad. Había visitado con anterioridad lugares mancillados por fuerzas demoniacas o innaturales, la casa familiar de Cruços azotada por su herencia impía, las ruinas pobladas de no muertos y la diosa de los hongos, o la traicionera casa de los Gloomwood. Pero aquellos peligros dejaban los peligros que anidaban en el templo en un mero paseo otoñal. Apretó su mandíbula y asintió silenciosamente a Nessa.
- Adentrémonos, sin más dilaciones. - Dijo mientras conjuraba un Aid para Julian, Cruços y para sí mismo.
Jen deja escapar un aliento que no sabía que estaba conteniendo, cuando el grupo se moviliza de nuevo. La escena es sobrecogedora, y le barde no puede mas que escuchar el sonido de su propia sangre bombeando le desde el corazón hasta las orejas. Cada exhalación la hace con la mayor discreción posible, temiendo que el movimiento erroneo pueda perturbar más aquel ambiente tétrico y lleno de oscuridad.
Aferrándose a su aro y al chakram, ambos bien fijados en su cinto, continúa el camino del grupo.
-No me lo puedo creer...-Murmura. Llevaban días hablando de ello. Dias que se le han hecho meses. Quizá en otro plano lo hayan sido. Y estar ahora allí, ante aquellos guardianes de piedra inerte, solo movilizada por la erosión del viento, y aun así tan llenos de vida horrenda... Se le antoja aterrador. No puede evitar posar una mano en el hombro de Nessa y darle un pequeño apretón. -Estamos aquí. Dioses, estamos aquí.-
La ranger apoya su mano en la de le barde y le devuelve el apretón. Murmura un "acabemos con esto", mientras echa a caminar hacia las puertas flanqueada por Rolthos y Jen.
Con cautela el equipo se adentra en los terrenos del Templo. El innatural silencio que les rodea hace que cualquier sonido que produzcan se vea amplificado, haciendo que se detengan y miren a su alrededor, nerviosos.
Paso a paso se van acercando a la entrada del Templo, el cual parece crecer y proyectar su presencia amenazadora sobre ellos mientras avanzan.
La leve luminiscencia azulada se va volviendo cada vez más y más intensa. Es extraño. Una fuente de luz tan potente debería haber alumbrado más cuando estaban tan sólo unos metros más atrás. Un paso más y la luz vuelve a intensificarse. La sensación de desasosiego crece en todos ellos. Intentan mirar hacia delante pero la luz se está volviendo cada vez más intensa.
Oswald Glimfeather Tercero, que está mirando fijamente hacia delante tan sólo musita.
- La puerta. -
Dudaban que pudieran dar un paso más hacia aquella puerta.
Dando un par de pasos hacia la puerta Rolthos alzó la mano para cubrirse del brillo que parecía impedir que avanzaste. Cuadrando su espalda y encomendándose a Mayaheine avanzó con resolución. "Gracias Mayaheine por tu apoyo". De pronto sintió como vencía a luz se que debilitaba y le permitía avanzar libremente. Dio un par de pasos adicionales intrigado por la fuerte defensa mágica que protegía la puerta. Obra de los antiguos héroes posiblemente. Quizás las runas que veía le ofreciesen alguna respuesta o incluso paso franco.
El resplandor es demasiado fuerte para Nessa, que ni cerrando los ojos puede dejar de sentir cómo el fulgor los atraviesa. Para de caminar en el momento en que empieza a sentir una náusea y un gran dolor de cabeza. Sus piernas simplemente no quieren continuar hacia la puerta.
Piensa en cubrirse los ojos con la capa, e incluso en girarse para no recibir tanta luz, pero al final su cuerpo reacciona casi por instinto echándose hacia atrás. Con cada paso el dolor se reduce y las náuseas desaparecen.
- ¡No puedo avanzar, la luz es demasiado fuerte! ¡Tiene que haber otro modo, otra entrada! - dice al resto.
Recordando que les han dicho que antiguamente el Templo tenía relaciones con Nulb, Nessa se imagina que si sigue siendo así los habitantes del templo tienen que dejar algún rastro al entrar y salir para ir a ese pueblo. Empieza, por tanto, a buscar rastros que quizá les puedan guiar a una entrada secundaria.
Jen se lleva las manos al cuello. Es como si de pronto estuviera bajo el agua, sin posibilidad de salir a la superficie. Le falta el aire, las imágenes se suceden en su cabeza. Es como si varias voces, ancianas, le dijeran que va a traicionar a sus amigos… que les va a vender para salvar su vida. Ve a Julian muerto, a Nessa degollada por su propia mano... cierra los ojos, deslumbrade por la luz. -No... Basta!- trastabillea hacia atrás al escuchar susurros en su cabeza. -No, no más, por favor.-
-Es... Demasiado- jadea, alejándose todo lo que puede de la puerta. -Este lugar es terrible. Nessa! Nessa no te vayas lejos!-
Pero la cazadora ya está buscando otro camino.
Jen sacude la cabeza "Vamos" una parte de si misme piensa para sus adentros. "desde cuando dejas que una puerta te de miedo?".
Decidide, desenfunda su aro. Inspira hondo y comienza una serie de movimientos lentos con el aro frente a si, haciéndolo girar alrededor de su persona como si flotara en el aire. Partículas de magia multicolor se arremolinan en el centro de la circunferencia que sostiene en sus manos. Recita un mantra de protección que le enseñaron en la infancia, y su voz suena duplicada, como cuando habla su verdadera persona.
"Aad guray nameh...Jugaad guray name..."Una, y otra, y otra vez, fijándose en la puerta con toda su concentracion.
Countercharm: As an action, you can perform until the end of your next turn. During that time, you and any friendly creatures within 30 ft. that can hear you gain advantage on saving throws against being frightened or charmed.
Rolthos se acercó unos pasos a sus compañeros para ayudarles con su presencia y la influencia de Mayaheine tras los ánimos de Jen. Tan solo Cruços parecía haber reunido valor suficiente para avanzar unos pasos. El encantamiento era realmente poderoso y Rolthos entendió que la habilidad de los heroes que habían derrotado las fuerzas del templo eran considerablemente superiores a las del grupo. Sea lo que fuera que pasaba en el templo esperaba que no fuese más que una sombra del mal original.
Ni las palabras ni el mantra ayudan a Jen ni a sus compañeros a superar la aversion que les provoca la puerta.
No así Cruços, el cual, al escuchar las palabras de le barde, parpadea y es capaz de salir del estado en que le había sumido el ver la puerta y entra en los terrenos del Templo hasta llegar al lado de sus compañeros.
Rolthos, viendo que los demás se ven afectados, camina solo hasta la entrada del templo. Sube unos cuantos escalones y se encuentra solo ante las masivas puertas dobles del templo, firmemente cerradas, con pesadas cadenas de lo que parece ser plata y aseguradas por una pesada barra de metal. Algo de frio emana de la puerta y las runas, que ahora puede ver pulsando con fría luz azul sobre su cabeza, recorren la superficie de las puertas bordeando sus laterales y partes superior e inferior. Instintivamente el paladin alarga una mano hacia la misma y Oswald Glimfeather Tercero que continua en su hombro carraspea.
- Debes darte prisa. No me extraña que, bendecido como estas por una diosa, hayas podido superar la magia del Mythal una vez, pero como dije su hechizo es poderoso y extremadamente bien creado. Una verdadera obra de arte. Su potencia volverá a intentar alejarte de nuevo en breve. Mejor que cuando eso ocurra estés con el resto. -
El búho mira hacia la puerta con una mezcla de orgullo y pena. Ahora es él el que extiende una de sus alas y una pluma roza la superficie de bronce de la que están hechas las puertas. Cierra los ojos y una lágrima se escapa de ellos.
Rolthos se percata que a los laterales de la entrada, hay sendas puertas dobles de bronce, estas sin runas ni protección mágica alguna. Son un poco más estrechas que las principales y están cerradas también, selladas con pesados bloques de metal, pero parece que dejaron que el poderoso hechizo que protege las puertas principales mantuviera alejado a cualquier posible intruso. Y por el aspecto de las mismas ha sido muy muy efectivo pues parece que nadie las ha perturbado en años.
Mientras tanto Nessa hace un gesto a Cruços para que la acompañe. Es evidente que no van a poder entrar por esa puerta con esas defensas mágicas tan formidables. Por unos momentos se pierden entre la neblina. Los dos rastreadores combinan sus habilidades para, con cautela y sin acercarse mucho, delimitar tanto el edificio del templo principal como los terrenos que lo rodean. Pese a la persistente nebilina pueden ver que hay varias cristaleras del templo principal rotas por las que quizá puedan acceder a su interior. Cruços apunta a Nessa que pueden intentar romper alguna para entrar ellos si quieren entrar por alguna otra parte. Los pocos cristales que encuentran a su alrededor, y el avanzado estado de suciedad de los que hayan, les indican que los destrozos ocurrieron hace años.
Para cuando vuelven a donde están Vraak, Jen y Julian, Rolthos se ha unido a ellos tras su inspección de las puertas y todos deciden asegurarse y explorar el resto de los terrenos del Templo.
Guiados por Nessa y Cruços se aproximan a los restos de un edificio que hay un poco más al noroeste del Templo. Parece algún tipo de almacén o granero, que sin duda fue destruido durante el ataque, pero tendrían que acercarse más para comprobarlo.
Cuando se acercan al límite noreste del terreno, atravesando un grupo de viñedos y árboles muertos y resecos, con los restos de las murallas a la vista a ambos lados, Nessa puede observar las ruinas de una torre que se erigía en esa esquina, sin duda fortificando el muro.
Rápidamente hace un gesto al resto del grupo el cual se detiene de inmediato.
Por un segundo un haz de luz titilante y anaranjada rompe la neblina que les rodea. Un puerta se entreabre al pie de la torre para que una figura humana entre al interior. Los finos oídos de Cruços escuchan risas y su prodigioso olfato confirma que hay humanos allí, no menos de una docena de diferentes olores es lo que ha captado el cazador en el breve lapso de tiempo que la puerta se ha abierto. Así como de carne de vaca o buey cocinada a la brasa en el interior.
No parece que les hayan detectado aún y con la neblina y la distancia, si son cuidadosos, no podrían verles entrar en el Templo si decidieran volver hacia atrás ahora.
-Así que el Templo por un lado con cada vez más actividad... y por otro un ejército de no-muertos... no temas joven seguidor de Mayaheine, Saint Cuthbert nos protegerá... - una voz ajada por la edad contestó a Rolthos. Un humano muy entrado en años, ayudándose a caminar por un nudoso bastón, tan nudoso como las manos que se aferraban a él, se acercaba desde el fondo del templo en ayuda de su joven acólito. - Al igual que del ímpetu de los jóvenes aventureros... - El Padre Terjon caminó despacio hasta acercarse un poco más a ellos. Pese a su avejentado aspecto, sus ojos grises evaluaban con viveza al grupo.
- Nuestra reserva, osado paladin, se reduce a dos pociones que guardamos con cuidado y celo por las posibles emergencias que puedan ocurrir. Teníamos tres, pero el pequeño hijo del cervecero sufrió un terrible accidente. Se le cayeron encima dos barriles llenos de cerveza. Casi le perdemos pero la rápida aplicación de la poción le salvó la vida y las piernas. ¿De verdad creéis que un poco de polvo de hierro, que el hermano Smyth nos proporciona, puede compensar algo así?. Además, ¿Qué teméis de esas viejas ruinas? Especialmente con tres hombres tan grandes y fuertes como vosotros. Juraría que podríais partirme el espinazo como una rama seca sin esforzaros demasiado jejeje - su risa acaba en un pequeño acceso de tos que consigue controlar bebiendo de una pequeña petaca que lleva colgada del cinturón con el que ajusta su larga y simple túnica gris. Aunque Calmer ha ido a ayudarlo el anciano clérigo le aparta moviendo una mano rápidamente y diciendo entre dientes - quita quita questoybien... que estoooy bieeeen -
- Debéis venir de la capital... o de Greyhawk.. si pensáis que aquí, en este pueblo prácticamente olvidado por los dioses, disponemos de reservas de pociones... o de algo más poderoso que la más básica de los brebajes... o que podemos permitirnos comerciar con ellas.. reservas.. jejeje, que disparate. - murmura algo más que resulta ininteligible.
- Lo que sí puedo hacer, es enviar ese mensaje. Aunque como bien ha dicho el Hermano Calmer, tendrá que ser mañana. La Iglesia normalmente carga doscientos cincuenta dragones de oro por ese tipo de magia tan poderosa. Pero como vuestras intenciones parecen honestas y bondadosas lo dejaremos en doscientas. ¿ Cuál es el mensaje que queréis que envíe? ¿Y a quien? -
PbP Character: A few ;)
Julian se adelanta paraa echar un vistazo al anciano cuando le da el acceso de tos pero parece que se recupera al beber de la petaca, y ademas tiene a otro clérigo al tanto, asi que el médico vuelve a dar un paso atras. Le barde capta su mirada y alza una ceja en una silenciosa pregunta. Julian sacude la cabeza y empieza a buscar algo en su bolsa, con el ceño fruncido.
-Que ocurre?- pregunta le barde en voz baja, cogiendole de la manga para dar un poco de privacidad a la conversación.
-Nada, nada. O bueno, lo de siempre. La medicina en los entornos rurales necesita avanzar. No puede ser que un pueblo dependa de dos pociones, y un solo clérigo. La enfermedad que asoló Greyhawk arrasaría aquí.-
Jen le palmea la mano en un gesto de empatía -No es la primera ni será la última injusticia que veamos. Guarda esa idea, y la podremos retomar en el futuro, si?-
Julian parece pensar algo para rebatir esa frase, pero le barde hace un gesto de que inspire y exhale. Luego se vuelve a los clérigos.
-Eritai Kaan-Izpirel, es la persona con la que queremos contactar. Querríamos saber si está bien, y si tiene noticias relevantes.-Se vuelve hacia Nessa -Que mas queremos añadir?
- Oh, no lo había pensado - dijo Nessa a Rolthos, mientras se daba un golpecito en la frente - Dejar el mensaje escrito para mañana es perfecto, claro.
La impaciencia de la ranger la había ganado de nuevo. Menos mal que no estaba sola en esto.
Se guardó para sí misma lo que le vino a la cabeza con alguno de los comentarios del padre Terjon. Saint Cuthbert les protegería, sí, pero no había que olvidarse de las personas que estaban luchando y muriendo en la contienda. Incluso aunque fueran jóvenes aventureros impacientes. No le quitaba la razón al querer guardar esas pociones, eso sí.
- Acerca del texto del mensaje ... mmmm ... tienen que ser veinticinco palabras como máximo. Creo que diría algo como ... - y miró hacia Jen, que levantó las manos dispueste a contar - "Mañana entraremos al Templo para obtener una ventaja sobre Zalphiros. ¿Recibiste nuestra carta? " - en este punto mira a Julian - Esto nos indicaría que la gente de la villa ha llegado sana y salva a Greyhawk. Seguiría con "Seguimos esperando vuestra información. Al no recibirla nos hemos preocupado. Cuidaos. Nessa".
Mira al grupo, pidiendo confirmación:
- ¿Os parece bien así o cambiaríais algo? Padre Calmer, ¿me puede prestar papel y pluma para dejaroslo anotado, por favor?
Diving deep to the surface ♫ Auriel | Chase | Shenua | Arren | Lyra | Jadzia
- Es Hermano aún - la corrige amablemente Calmer mas por no generar dudas de su verdadero rango que por otra cosa - pero por supuesto. Un segundo -
El joven clérigo abandona la sala central del templo por una puerta lateral que hay tras el altar principal en busca de lo solicitado.
- Un momento - dice el Padre Terjon - ¿ A quién dices que queréis enviar el mensaje? - Espera a que Jen se lo repita y no pierde vista de sus ojos - Saint Cuthbert bendito. ¡Hablas en serio! ¿De verdad esperas que moleste a la Matriarca de Greyhawk con un mensaje? ¿Yo? -
En su tono de voz hay más incredulidad que duda. - No sé qué asuntos podéis tener vosotros con Su Eminencia, pero debo prepararme para enviar ese conjuro. Saint Cuthbert me asista. -
Cuando el joven Calmer trae un papel algo de tinta y una pluma para que Nessa escriba su mensaje, el padre Terjon está mirando por encima del hombro y comienza a corregir a Nessa.
- No no no, la forma correcta de dirigirse a ella es Su Santidad, o Su Eminencia, así debes empezar el mensaje. ¿Qué es eso de tutearla? ¡¡¡Por todos los dioses!!! !Qué osadía!! cof cof - mientras bebe agua, Oswald Glimfeather Tercero, que ha estado todo el rato en el hombro de Rolthos carraspea un poco para llamar la atención de Nessa sobre el mismo punto. Mientras el pobre anciano se va recuperando del sofoco con un sorbo de su petaca - que estoy bien muchacho!! - farfulla al preocupado Calmer cuando acude, una vez más en su ayuda por el acceso de tos. - Diantres. No puede uno hacer viejo... A ver... ¿dónde estábamos? ah si! Recibisteis... por favor.... qué eso eso de "seguimos esperando vuestra información?" ¿Estas reclamando algo a Su Santidad? - esta vez se tiene que sentar del vahído que le da. Calmer intenta calmarle pero sólo consigue enojarlo un poco más. Mientras tanto Oswald Glimfeather Tercero tiene esa mirada de "te lo dije" a Nessa. Vraak y Cruços intentan no romper en carcajadas mientras Julian no puede más y ayuda al pobre Calmer a que se recupere el pobre anciano. - Mira dame eso - dice finalmente el Padre Terjon tras forcejear con su discípulo y Julian, casi arrancando a Nessa el papel de las manos. - Doy gracias a Saint Cutbert por ser yo quien deba pronunciar las palabras. No temas, haré llegar el contenido de tu mensaje a Su Santidad pero lo haré de modo que no quedemos excomulgados los dos... -
PbP Character: A few ;)
El paladín dio un respingo al escuchar el precio. Acostumbrado a las habilidades de sus compañeros y la generosidad con la que lanzaban sus conjuros para ayudar a extraños a veces se olvidaba del lado más comercial del samaritanismo. Aunque sabía que el dinero ayudaría a la iglesia y posiblemente a la gente del pueblo, no pudo evitar lanzar una mirada reprobadora al anciano clérigo y su acólito. - Ya veo - Dijo escuetamente mientras Jen se ofrecía a pagar y el mismo se guardaba la bolsa.
Entonces, mientras discutían que mensaje mandar su atención se posó sobre sus compañeros. Una y otra vez habían arriesgado la vida a cambio de prácticamente nada. No podía esperar compañeros de más generosidad y altruismo.
- Me parece un mensaje correcto. - Asintió. – Añadiría quizás la poca información que tenemos y acortaría más el resto del mensaje …
Mientras escribían las palabras Rolthos aportó varias cambios que consideró oportunos.
“Su eminencia, mañana entraremos al Templo para obtener una ventaja sobre Zalphiros. ¿Recibio usted nuestra carta? Sabemos que la caza oscura esta acechando los caminos a Celene y hemos visto al poblado de Libernen exterminado y convertido en no muertos. Esperamos noticas vuestras algo preocupados. Nessa”
Zevatur, Rolthos
- Demasiadas palabras...- dice negando con la cabeza el Padre Terjon - Demasiadas... espera ¿Liebernnen ha caido? Que terrible destino para esa pobre gente... -
Ahora es el hermano Calmer el que palidece y siente un pequeño vahído.
- ¿Con... Convertidos en no-muertos? Saint Cuthbert nos asista y acoja sus almas... -
PbP Character: A few ;)
- La amenaza del ejercito de no muertos es muy real. - Asintió a las palabras del clérigo.
Rolthos pensó un poco y sugirió un mensaje mas breve.
"Mañana entraremos al Templo. ¿Recibió usted nuestra carta? La caza oscura acecha los caminos a Celene. Zalphiros ha exterminado Libernen. Esperamos noticas vuestras preocupados. Nessa"
Zevatur, Rolthos
El hermano Calmer asiente a las palabras de Rolthos, mientras Oswald Glimfeather Tercero mira reprobatoriamente al paladin por dar, quizá, demasiada información de manera algo abrupta.
- Su Santidad.. Su Santidad... - insiste el Padre Terjon algo aturdido - Id... - dice enarbolando el papel original que había escrito Nessa - yo me ocupo de que sea algo inteligible y correcto... que la Bendición de Saint Cuthbert vaya con vosotros... - añade dando un sorbo más a su petaca.
PbP Character: A few ;)
Con tanta corrección y mirada reprobatoria Nessa está perdiendo la paciencia y cuando ve a Vraak y Cruços a punto de reirse les echa una mirada molesta, diciéndoles:
- ¡La próxima vez escribís vosotros, listillos!
Luego farfulla que la propia Eritai no parecía tan preocupada por si se dirigían a ella por sus títulos las dos veces que hablaron con ella en Greyhawk. A Nessa le había parecido una mujer muy cercana...
Pero en ese momento interviene Rolthos hablando de Libernen y la ranger se calla de repente. Parecía que no se iba a acostumbrar nunca a reaccionar con "normalidad" al escuchar o recordar aquello.
Tras unos instantes, que necesita para volver a centrarse, se despide de los dos clérigos de St. Cuthbert.
- Gracias, padre Terjon, hermano Calmer. Cuídense. Con suerte volveremos pronto para conocer la respuesta de Su Santidad.
Sin nada más que les retenga en Homlet, Nessa mira a sus compañeros, indicando con ese gesto que es hora de irse, y espera a que se dispongan a hacerlo.
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Siguiendo a Nessa y las indicaciones de Oswald Glimfeather Tercero el grupo se encamina, por fin, hacia las ruinas del Templo del Mal Elemental. Habiendo dejado sus monturas al cuidado de Jaroo, afrontan la última jornada de viaje a pie.
Según avanza la mañana el cielo pasa de tener alguna nube gris a estar completamente encapotado. Negros nubarrones se van acumulando mientras el grupo continua su camino, ignorando los desvíos que les llevarían hasta Nulb o el lugar donde teóricamente se encuentra ese prepotente siervo de los agentes del Templo, continúan adentrándose más y más en las colinas.
https://www.youtube.com/watch?v=yEYxnJB4jZs
(Solo escuchar)
Los bosques dejan de ser tan frondosos según avanza el día, siendo sustituidos por restos quemados de arboledas. El terreno se eleva y el camino aparece agrietado en bastantes puntos. Los charcos de agua fría se acumulan y se van haciendo cada vez más grandes, impidiendo que puedan mantener las botas secas. Un helado aire baja entre las colinas y azota sus capas, haciendo extremadamente desagradable el último tramo del viaje. Las negras nubes han tapado completamente el cielo, haciendo que parezca de noche pese a quedar aún algunas horas para la puesta del sol. Todos notan ahora un ligero temblor en la tierra bajo sus pies. En ocasiones parece subir de intensidad, luego parece bajar, pero está ahi, de manera constante.
Por fin, tras un recodo del camino llegan a su destino.
Una semiderruida muralla de piedra rodeaba lo que antaño podría haber sido un jardín. Ahora los terrenos que llevan desde la entrada, cuyas puertas de metal yacen caídas y cubiertas de musgo a los lados, presentan un aspecto mortecino y desolado. Los cadáveres de algunos árboles salpican el camino cubierto por una neblina hasta el edificio del templo propiamente dicho. Incluso desde aquella distancia podían ver un pequeño resplandor azulado que iluminaba débilmente la niebla en la zona de la entrada.
Pese a la ruina y desolación que les rodeaba, dos pilares permanecían en pie custodiando la entrada, con dos gárgolas sobre los mismos, talladas de tal manera que parecían dar la bienvenida a aquel terrible lugar a aquellos que osaran cruzar aquel umbral.
Un rayo iluminó la escena y un trueno resonó ominoso.
- Bienvenidos al Templo del Mal Elemental -
La voz de Oswald Glimfeather Tercero resuena fría y ominosa.
PbP Character: A few ;)
Nessa miró a Oswald Glimfeather Tercero, pero no dijo nada. Aquella escena que tenían delante era sobrecogedora y la ranger estaba nerviosa. Atemorizada, incluso. Había oido tantas historias de aquél sitio desde muy pequeña... por entonces habían sido cuentos destinados a asustar a niños que se portaban mal, nada que ver con lo que les había transmitido Ornym aquella noche en Celene. Pero aquí estaba ahora, a tan sólo unos pasos de distancia: el lugar de las historias convertido en realidad. El templo que había causado tanto dolor a tanta gente y, en especial, a los Nueve.
Alejándose unos pasos del grupo, buscó un hueco que estuviera algo menos húmedo y allí soltó su mochila y el carcaj mágico. Durante el trayecto había guardado en el último su fiel arco, poniéndolo a salvo de la lluvia y la humedad. Lo sacó con cuidado y comprobó la tensión de la cuerda. No estaba mal, pero aún así dedicó unos instantes a soltarla y volver a ajustarla. Sabía que no necesitaba hacer nada de aquello. Sabía que todo estaba en orden, siempre lo comprobaba antes de iniciar un viaje. Pero aún así realizar esta operación calmó un poco su corazón agitado.
Cuando terminó volvió recoger la mochila y el carcaj y pasó el arco por su brazo y cabeza, cruzándolo sobre su pecho. Agradeció la calidez de la cuerda flameante, una pequeña fuente de calor y luz en medio de aquel frío y oscuridad.
Entonces, mirando al grupo, dijo:
- Vayamos con cuidado. No alteremos nada, no abramos puertas y salgamos lo antes posible de este lugar. Podemos con esto.
Iban a conseguirlo. Recuperarían las armas, saldrían de allí y las usarían para continuar su misión contra la Cacería salvaje y Zalphiros.
Además, Ornym le había dicho que lucharía contra viento y marea por volver a su lado y Nessa no pensaba fallar en su parte de aquella promesa.
Miró a Rolthos y preguntó - Imagino que aún es pronto para intentar detectar alguna presencia maligna, ¿verdad? Acerquémonos, pues.
Camino a la puerta quiero ir fijándome en si hay huellas o rastros de movimiento de algún tipo
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Rolthos observo el lúgubre templo con algo de ansiedad. Había visitado con anterioridad lugares mancillados por fuerzas demoniacas o innaturales, la casa familiar de Cruços azotada por su herencia impía, las ruinas pobladas de no muertos y la diosa de los hongos, o la traicionera casa de los Gloomwood. Pero aquellos peligros dejaban los peligros que anidaban en el templo en un mero paseo otoñal. Apretó su mandíbula y asintió silenciosamente a Nessa.
- Adentrémonos, sin más dilaciones. - Dijo mientras conjuraba un Aid para Julian, Cruços y para sí mismo.
Zevatur, Rolthos
Jen deja escapar un aliento que no sabía que estaba conteniendo, cuando el grupo se moviliza de nuevo. La escena es sobrecogedora, y le barde no puede mas que escuchar el sonido de su propia sangre bombeando le desde el corazón hasta las orejas. Cada exhalación la hace con la mayor discreción posible, temiendo que el movimiento erroneo pueda perturbar más aquel ambiente tétrico y lleno de oscuridad.
Aferrándose a su aro y al chakram, ambos bien fijados en su cinto, continúa el camino del grupo.
-No me lo puedo creer...-Murmura. Llevaban días hablando de ello. Dias que se le han hecho meses. Quizá en otro plano lo hayan sido. Y estar ahora allí, ante aquellos guardianes de piedra inerte, solo movilizada por la erosión del viento, y aun así tan llenos de vida horrenda... Se le antoja aterrador. No puede evitar posar una mano en el hombro de Nessa y darle un pequeño apretón. -Estamos aquí. Dioses, estamos aquí.-
La ranger apoya su mano en la de le barde y le devuelve el apretón. Murmura un "acabemos con esto", mientras echa a caminar hacia las puertas flanqueada por Rolthos y Jen.
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Con cautela el equipo se adentra en los terrenos del Templo. El innatural silencio que les rodea hace que cualquier sonido que produzcan se vea amplificado, haciendo que se detengan y miren a su alrededor, nerviosos.
Paso a paso se van acercando a la entrada del Templo, el cual parece crecer y proyectar su presencia amenazadora sobre ellos mientras avanzan.
La leve luminiscencia azulada se va volviendo cada vez más y más intensa. Es extraño. Una fuente de luz tan potente debería haber alumbrado más cuando estaban tan sólo unos metros más atrás. Un paso más y la luz vuelve a intensificarse. La sensación de desasosiego crece en todos ellos. Intentan mirar hacia delante pero la luz se está volviendo cada vez más intensa.
Oswald Glimfeather Tercero, que está mirando fijamente hacia delante tan sólo musita.
- La puerta. -
Dudaban que pudieran dar un paso más hacia aquella puerta.
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Dando un par de pasos hacia la puerta Rolthos alzó la mano para cubrirse del brillo que parecía impedir que avanzaste. Cuadrando su espalda y encomendándose a Mayaheine avanzó con resolución. "Gracias Mayaheine por tu apoyo". De pronto sintió como vencía a luz se que debilitaba y le permitía avanzar libremente. Dio un par de pasos adicionales intrigado por la fuerte defensa mágica que protegía la puerta. Obra de los antiguos héroes posiblemente. Quizás las runas que veía le ofreciesen alguna respuesta o incluso paso franco.
Se detuvo observando a sus compañeros.
Zevatur, Rolthos
El resplandor es demasiado fuerte para Nessa, que ni cerrando los ojos puede dejar de sentir cómo el fulgor los atraviesa. Para de caminar en el momento en que empieza a sentir una náusea y un gran dolor de cabeza. Sus piernas simplemente no quieren continuar hacia la puerta.
Piensa en cubrirse los ojos con la capa, e incluso en girarse para no recibir tanta luz, pero al final su cuerpo reacciona casi por instinto echándose hacia atrás. Con cada paso el dolor se reduce y las náuseas desaparecen.
- ¡No puedo avanzar, la luz es demasiado fuerte! ¡Tiene que haber otro modo, otra entrada! - dice al resto.
Recordando que les han dicho que antiguamente el Templo tenía relaciones con Nulb, Nessa se imagina que si sigue siendo así los habitantes del templo tienen que dejar algún rastro al entrar y salir para ir a ese pueblo. Empieza, por tanto, a buscar rastros que quizá les puedan guiar a una entrada secundaria.
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Jen se lleva las manos al cuello. Es como si de pronto estuviera bajo el agua, sin posibilidad de salir a la superficie. Le falta el aire, las imágenes se suceden en su cabeza. Es como si varias voces, ancianas, le dijeran que va a traicionar a sus amigos… que les va a vender para salvar su vida. Ve a Julian muerto, a Nessa degollada por su propia mano... cierra los ojos, deslumbrade por la luz. -No... Basta!- trastabillea hacia atrás al escuchar susurros en su cabeza. -No, no más, por favor.-
-Es... Demasiado- jadea, alejándose todo lo que puede de la puerta. -Este lugar es terrible. Nessa! Nessa no te vayas lejos!-
Pero la cazadora ya está buscando otro camino.
Jen sacude la cabeza "Vamos" una parte de si misme piensa para sus adentros. "desde cuando dejas que una puerta te de miedo?".
Decidide, desenfunda su aro. Inspira hondo y comienza una serie de movimientos lentos con el aro frente a si, haciéndolo girar alrededor de su persona como si flotara en el aire. Partículas de magia multicolor se arremolinan en el centro de la circunferencia que sostiene en sus manos. Recita un mantra de protección que le enseñaron en la infancia, y su voz suena duplicada, como cuando habla su verdadera persona.
"Aad guray nameh...Jugaad guray name..." Una, y otra, y otra vez, fijándose en la puerta con toda su concentracion.
Countercharm: As an action, you can perform until the end of your next turn. During that time, you and any friendly creatures within 30 ft. that can hear you gain advantage on saving throws against being frightened or charmed.
Countercharm: 1 Action
Rolthos se acercó unos pasos a sus compañeros para ayudarles con su presencia y la influencia de Mayaheine tras los ánimos de Jen. Tan solo Cruços parecía haber reunido valor suficiente para avanzar unos pasos. El encantamiento era realmente poderoso y Rolthos entendió que la habilidad de los heroes que habían derrotado las fuerzas del templo eran considerablemente superiores a las del grupo. Sea lo que fuera que pasaba en el templo esperaba que no fuese más que una sombra del mal original.
Zevatur, Rolthos
Ni las palabras ni el mantra ayudan a Jen ni a sus compañeros a superar la aversion que les provoca la puerta.
No así Cruços, el cual, al escuchar las palabras de le barde, parpadea y es capaz de salir del estado en que le había sumido el ver la puerta y entra en los terrenos del Templo hasta llegar al lado de sus compañeros.
Rolthos, viendo que los demás se ven afectados, camina solo hasta la entrada del templo. Sube unos cuantos escalones y se encuentra solo ante las masivas puertas dobles del templo, firmemente cerradas, con pesadas cadenas de lo que parece ser plata y aseguradas por una pesada barra de metal. Algo de frio emana de la puerta y las runas, que ahora puede ver pulsando con fría luz azul sobre su cabeza, recorren la superficie de las puertas bordeando sus laterales y partes superior e inferior. Instintivamente el paladin alarga una mano hacia la misma y Oswald Glimfeather Tercero que continua en su hombro carraspea.
- Debes darte prisa. No me extraña que, bendecido como estas por una diosa, hayas podido superar la magia del Mythal una vez, pero como dije su hechizo es poderoso y extremadamente bien creado. Una verdadera obra de arte. Su potencia volverá a intentar alejarte de nuevo en breve. Mejor que cuando eso ocurra estés con el resto. -
El búho mira hacia la puerta con una mezcla de orgullo y pena. Ahora es él el que extiende una de sus alas y una pluma roza la superficie de bronce de la que están hechas las puertas. Cierra los ojos y una lágrima se escapa de ellos.
Rolthos se percata que a los laterales de la entrada, hay sendas puertas dobles de bronce, estas sin runas ni protección mágica alguna. Son un poco más estrechas que las principales y están cerradas también, selladas con pesados bloques de metal, pero parece que dejaron que el poderoso hechizo que protege las puertas principales mantuviera alejado a cualquier posible intruso. Y por el aspecto de las mismas ha sido muy muy efectivo pues parece que nadie las ha perturbado en años.
Mientras tanto Nessa hace un gesto a Cruços para que la acompañe. Es evidente que no van a poder entrar por esa puerta con esas defensas mágicas tan formidables. Por unos momentos se pierden entre la neblina. Los dos rastreadores combinan sus habilidades para, con cautela y sin acercarse mucho, delimitar tanto el edificio del templo principal como los terrenos que lo rodean. Pese a la persistente nebilina pueden ver que hay varias cristaleras del templo principal rotas por las que quizá puedan acceder a su interior. Cruços apunta a Nessa que pueden intentar romper alguna para entrar ellos si quieren entrar por alguna otra parte. Los pocos cristales que encuentran a su alrededor, y el avanzado estado de suciedad de los que hayan, les indican que los destrozos ocurrieron hace años.
Para cuando vuelven a donde están Vraak, Jen y Julian, Rolthos se ha unido a ellos tras su inspección de las puertas y todos deciden asegurarse y explorar el resto de los terrenos del Templo.
Guiados por Nessa y Cruços se aproximan a los restos de un edificio que hay un poco más al noroeste del Templo. Parece algún tipo de almacén o granero, que sin duda fue destruido durante el ataque, pero tendrían que acercarse más para comprobarlo.
Cuando se acercan al límite noreste del terreno, atravesando un grupo de viñedos y árboles muertos y resecos, con los restos de las murallas a la vista a ambos lados, Nessa puede observar las ruinas de una torre que se erigía en esa esquina, sin duda fortificando el muro.
Rápidamente hace un gesto al resto del grupo el cual se detiene de inmediato.
Por un segundo un haz de luz titilante y anaranjada rompe la neblina que les rodea. Un puerta se entreabre al pie de la torre para que una figura humana entre al interior. Los finos oídos de Cruços escuchan risas y su prodigioso olfato confirma que hay humanos allí, no menos de una docena de diferentes olores es lo que ha captado el cazador en el breve lapso de tiempo que la puerta se ha abierto. Así como de carne de vaca o buey cocinada a la brasa en el interior.
No parece que les hayan detectado aún y con la neblina y la distancia, si son cuidadosos, no podrían verles entrar en el Templo si decidieran volver hacia atrás ahora.
PbP Character: A few ;)