Encontrándose solo de repente, reinó el silencio un momento entre Adriana, Godric y Leobald. Conmovido por los consistentes gesto de arrepentimiento que habitaban la conducta del joven héroe de guerra, el caballero palmeó a Godric en el hombro en gesto de apoyo. O era el mejor de los farsantes o realmente sufría. Se dio cuenta de que había decidido creele.
—Todo el mundo merece una segunda oportunidad —hizo una pausa retirando su mano— "los dioses poco tienen que ver en como abatimos a nuestros dragones" —pareció parafrasear a alguien mientras perdía su mirada en una gaviota solitaria que graznaba sobre el acantilado sostenida por las corrientes ascendentes de aire.
El caballero se alejó dando un paseo por el murete de mar, con las manos a la espalda.
....
Rondando el medio día Leobald subió las escaleras del faro que le llevaban a la puerta de madera oscura y labrada del día anterior. El aire olía a sal y a mar. las gaviotas volaban en torno al faro. Inspiró profundamente una bocanada de aire limpio y llamó a la puerta con el decoro de quien no quiere importunar con su visita. En sus viajes, tenía por costumbre, si se presentaba la ocasión leer algún tomo de historia o literatura local siempre que podía. Quizá Julius le prestaría alguno de los volúmenes que había visto el día anterior acumulando polvo en los estantes de la sala de armas. No perdía nada por probar.
—¿Permiso? —llamó de nuevo, tras el silencio inicial.
Al sugerir que su actitud no se corresponde con la de un despiadado bandolero TocToc reacciona casi sin pensar y la mentira llega fluida a su pico. - Soy completamente inocente, es ¡Un error! ¡Un error! - Dice indignado con una de las voces que escuchó en el juzgado en el que le condenaron. Al momento prosigue con una risa socarrona. - Ja Ja Ja Ja.
Después se señala sus ropas. Ya de pobre calidad de origen, la temporada pasada en prisión y el proceso judicial parecían haber acabado de estropearlas y destruirlas casi por completo. - Os necesito bien equipados y listos, sois la imagen de la corona.El último cargamento de aceite no ha llegado y está varado.- Dice con la voz de Bastianes. -Estas ropas no son dignas y... harán más difícil la tarea diplomática. ¿Ropas decentespara mí y mis compañerospara la misión de mañana? - Concluye su peticion con una mezcla de voces.
[Mablung y la comitiva élfica] [Esta información en teoría solo la escucha Mablung]
Al escuchar la negativa de Mablung a compartir información con el resto del grupo, Bastianes mostró cierta desaprobación en esa decisión. Aunque tampoco dio mucho pábulo a la misma. Tras dirigirse con el druida al faro, los dos guardias que vigilaban la entrada cedieron el paso sin problema. Subieron la escalera exagonal que rodeaba adaptándose a la estructura externa del faro. Cada ciertos tramos, se disponía un rellano que daba acceso de una estancia. En la tercera estancia entraron para reunirse con la comitiva élfica.
Al entrar, una gran mesa se disponía en el centro. Parecía ser usada como superficie para trazar estrategias de combate y militares. Encima un gran mapa de Dreadwood. Aquel grupo de portentos se encontraba hablando sobre el bosque, pero al sentir el sonido de la puerta dirigieron su mirada a ésta. Diferentes figuras lumínicas y trazos hechos con magia de ilusión se superponían sobre el plano del bosque. Con la entrada de Mablung la atención sobre el mapa pareció diluirse y aquellos curiosos efectos también. Bastianes hizo un saludo a la comitiva y cerró la puerta detrás del druida dejando intimidad a los elfos.
-Nos alegra tanto que hayas accedido a recibirnos.-Dijo la elfa con una voz casi etérea.-Por favor, acércate. Tenemos tanto de lo que hablar. Mi nombre es Miaralei suma sacerdotisa de Araleth Letheranil, diosa de las estrellas y el crepúsculo.-Con un gesto parsimonioso de su mano invitó a que se acercara a ellos. Mientras esto sucedía el resto miembros también se presentaron. -Como dijo Miaralei, es un honor tenerte de nuestro lado. Soy Althidon representante de Myth Drannor. Alto comandante de la casa de la Estrella nocturna-dijo el que parecía ser un experto guerrero. -Puedes llamarme Iarleth. Miembro de la casa de león de los El'Tael, antiguo miembro de la corte de Cendriane y custodio de Miaralei.-Indicó el miembro de género indeterminado. -Yo soy Aelen, miembro de la casa real de High Forest y protector de mi reino y la naturaleza.-Acabó diciendo con un gesto de reverencia con la cabeza. Aquellos elfos cuyos orígenes parecían tocar la divinidad se mostraron ante Mablung con gran respeto.
-Sentimos tanto no haber estado a la altura.-Interrumpió Miaralei el halo de solemnidad que había en el ambiente mientras cogía cálidamente la mano del druida.-El oráculo vislumbró el desastre acaecido de tu hogar demasiado tarde. No pudimos reaccionar a tiempo, pero aún así nuestro dolor, nuestra pena y nuestra vergüenza nos embarga por no haber mediado.-Sus palabras sonaba profundamente sentidas, en sus ojos el elfo pudo atisbar el destello de las lágrimas contenidas, solo los elfos podían entender lo que supone la carga del dolor durante una vida casi inmortal.-Solo hay un motivo por el cual a nuestro pueblo le fue vetado la catástrofe de los tuyos en el tapiz del destino.-Guardó silencio como si estuviera conectada a algo superior.-Un mal poderoso. Tan poderoso que es capaz de flanquear el poder nuestro pueblo. Tan escurridizo como la arena, pero tan pegajoso como el alquitrán... El día que tu pueblo fue devastado, decenas de videntes cayeron en un letargo que dura hasta el día de hoy. Nunca antes habíamos presenciado algo como esto.-
Continuó Aelen.-Tras esto la capacidad de nuestros oráculos parece estar mermada en lo que concierne a Cormyr.- Solo hay retazos de lo que podría ser, unos más firmes que otros. Después de barajar los débiles caminos que se abrían ante nosotros, optamos por el que actualmente transitamos.-Dijo la elfa sujetando un medallón que colgaba de su pecho con lo que parecía ser un símbolo asociado a su deidad, mientras miraba al vacío mostrando pena y determinación a la vez.-Por favor, no nos veas bajo el dolor o el rencor. Por experiencia sé que no te llevarán a buen puerto. Estáis destinado a revertir la balanza.-Sentenció el El'Tael con gran sabiduría.-Has de saber que el mal que cegó nuestras visiones y nos desconectó de la marea del tiempo no está relacionado directamente con lo que os sucedió.Ese mal...-Dijo mientras entrecerraba los ojos como si lo estuviera sintiendo en ese instante.-simplemente reaccionó ante nuestra presencia por el mero hecho de estar allí-su voz pareció confusa y preocupada-Esos dominios están vinculados algo más oscuro de lo que haya podido sentir antes. Algo que debe ser controlado- Y a poder ser erradicado.-Aseveró Aelen- Los diferentes consejos de nuestro pueblo coinciden que lo que se está gestando no busca poder o dominar, su pretensión es corromper todo lo virtuoso de nuestro plano. La misma esencia de la vida. Es por eso que necesitamos la mayor información posible antes de partir hacia allí para poder abordar nuestro cometido de la mejor manera posible.
Mablung siguió al capitán hasta la estancia del faro donde le aguardaban aquellos extraños elfos, una mezcla de curiosidad e indignación se agolpaban en su cabeza, ¿como es que venían ahora a pedir su ayuda cuando no se dignaron a aparecer cuando el bosque más ayuda necesitaba?.
Los elfos se presentaron con sorprendente humildad y respeto, y cuando la elfa Miralei le cogió la mano y se disculpo, la indignación que había sentido hacia esas cuatro figuras desapareció. Tras escuchar los avatares que les impidieron ayudar a su gente, Mablung se acerco al mapa y dijo:- Dos grandes males presentes asolan al bosque en este momento, uno interior y otro exterior. -
Cogiendo aire continuo:-El mal exterior lo representan los alquimistas de la isla Paraíso, son los responsables de la muerte de mi gente y nos atacaron aprovechando la debilidad que sufrimos por culpa del otro mal. Me temo que ahora el bosque está indefenso ante el mal interior que se esta desarrollando y es vulnerable a los saqueos que quieran volver a perpetrar esos indeseables.
El rostro y la voz del druida se tornan sombrío cuando prosigue:- Algo está corrompiendo el corazón del bosque, los muerto viviente se alzan en la entre la foresta, los propios árboles han cambiado para evitar que la luz del sol toque el corazón del bosque, ese debe ser el mal que ha ataco a vuestro videntes. Siento no poder ser de muchas más ayuda, ya que solo soy un druida de bajo rango, nunca me he internado tanto en el bosque pero se que nadie de los que fue a investigar ha vuelto, por lo que sea que haya anidado allí debe de ser poderoso, muy poderoso si es capaz de afectar a gente en vuestro reinos-.
Volviéndose hacia el mapa apunta con su dedo al puesto de Burle:- Deberíais dirigiros a Burle y Silvestraind. En Burle hay un trent que hace de embajador ente el bosque y los humanos, fue allí donde se forjo el Pacto del Fuego Salvaje entre los elfos y los humanos para ayudarse ante amenazas comunes, aunque como ha quedado demostrado es probable que el pacto ya no sirva. Los humanos se quedaron de brazos cruzados ante el ataque de los alquimistas. Quizás el trent pueda sepa algo más al respecto del mal que cobija el corazón del bosque, aunque desconozco si el puesto o el pueblo de Silvestraind siguen en pie tras el ataque de los alquimistas. En Silvestraind hay un pueblo de elfos del bosque, quizás ellos puedan resultar también de ayuda en vuestra misión. ¿Hay algo más que pueda hacer por los amigos del bosque?.
Adriana no pudo evitar escuchar, tampoco es que lo intentara con demasiado ahínco, la conversación entre Maglub y Leobald. Se había mantenido a la expectativa, con la esperanza de poder estar presente en aquella reunión con la alta cúpula élfica, pero ni siquiera las palabras amables y la buena intención del humano consiguieron que el druida mostrara un ápice de flexibilidad, así que desechó por completo el intentarlo para no acrecentar la animadversión que ya sentía hacia ella. Dirigió una mirada de complicidad a Leobald, encogiendo ligeramente los hombros a modo de resignación y se dio cuenta de que la suya era de desconfianza. Era algo de lo que tampoco podía culparle.
Sus compañeros se dirigieron a atender sus propios intereses y Adriana observó el recinto en su plenitud. Godric, Leobald y ella fueron los más rezagados y, cuando este último se alejó también y la elfa pretendía hacer lo mismo, vio como Godric había finalizado su conversación con el Capitán y detectó su nerviosismo, mirando de un lado a otro indeciso - Bueno, parece que todos tienen cosas que hacer. Había pensado dar un paseo por el recinto ¿te apetece acompañarme? - le dijo, siendo incapaz de dejarle allí sin, al menos, ofrecerle la opción de su compañía.
Rollback Post to RevisionRollBack
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Godric asintió a las palabras de la elfa y la siguió algo retahído. Viéndola caminar a su lado se preguntó cómo podría abordar el tema de cómo habían acabado allí. Lo dicho por Bastianes al ofrecerles el trato real le intrigaba, pero era mejor ser prudente. Sin embargo el trato cordial de la elfa incluso con el arisco elfo y su propia experiencia, querían hacerle creer que no fingia cuando se mostraba amable. O quizá seguía siendo un necio.
- Anoche me quedé con ganas de visitar los acantilados a los que da el faro. ¿Crees que nos dejaran acercarnos? - le pregunta en tono casual.
Adriana dirigió la mirada hacia el faro, comprobando que los acantilados formaban una estructura natural integrada en los límites del fortín. No pudo evitar pensar por un momento que la intención de Godric bien pudiera ser arrojarse al vacío y terminar con su dolor, aunque si ese fuera su objetivo, seguramente hubiera preferido hacerlo en soledad - Creo que no habrá problema siempre y cuando no superemos los límites - le dijo sonriendo, poniendo rumbo hacia el acantilado.
Rollback Post to RevisionRollBack
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
This post has potentially manipulated dice roll results.
[Khalion en la zona de entrenamiento]
Cuando Broser vio la resistencia a mostrar su rostro, llamó a uno de sus soldados que estaban entrenando en combate cuerpo a cuerpo.-Combatirás con él. Puedes elegir entre una espada largo o una corta. Y tienes la opción de usar un escudo.-Dijo mientras señalaba una de los soportes en los que habían diferentes tipos de armas.-Las reglas son sencillas, dado que el sentido es entrenar el manejo de las armas, los trucos sucios déjalos para otro momento. Por otro lado, el combate no va encaminado a ser mortal. Lo que significa que los ataques de ambos no deben buscar la muerte del oponente. Puede que quedes magullados o con alguna contusión pero nada que un breve descanso no lo solvente con la atención de nuestro apotecario.
Los puntos de vida que te quiten luego los puedes recuperar en vuestros barracones con la ayuda del "médico" del lugar.
En esta zona podréis entrenar en el uso de armas en las que no tengáis pericia bajo la directriz de Broser que será el mentor. Esto lo podéis hacer para que con el tiempo podáis poner en vuestra ficha que tenéis pericia con un arma en concreto.
Además, dispondremos durante la campaña otros lugares donde poder desarrollar skills académicas (arcana, historia, religión, medicina y nature) y tools bajo la misma premisa. De tal manera que solo podréis mejorar una de estas tres por personaje.
Si queréis conseguir esto, deberéis entrenar varias veces a lo largo de la campaña hasta que os indiquemos que habéis conseguido pericia en un aspecto en concreto. El hito que dispare la pericia es que cuando accedáis a poder elegir un feat o una subida de característica, además desarrolléis esta característica. No vale con entrenar una vez exclusivamente. El planteamiento es que cuando tengáis oportunidad y entre dentro de la lógica de vuestro personaje y las circunstancias entrenéis/estudiéis allí (lo que nos referimos es que no rompáis la narración por ir a entrenar, daremos momentos en la campaña para que haya espacio para este tipo de cuestiones). Por último, un personaje no podrá estudiar o entrenar más de un aspecto a la vez.
Hemos pensado que de esta manera os damos cierta libertad a "customizar" al personaje y también darle más profundidad.
Cuando Khalion entró en la zona de entrenamiento percibió una extraña sensación... Como si de un vacío en su interior se tratara. Sin darle más importancia cogió una de las opciones facilitadas y comenzó el combate con aquel soldado que parecía estar a su nivel, incluso se podría pensar que le superaba en experiencia y habilidad en el combate. Una brillante cota de mallas completaban el tándem con la espada larga y el escudo. En la mirada del soldado se podía intuir cierta seriedad ante la imagen del brujo enmascarado.
El Sol se alzaba alto cuando Leobald se aproximó al faro, las sombras se desdibujaban debido a la posición solar en su cénit y, a pesar de todo, el calor no terminaba de arraigar en el cuerpo del guerrero. Justo en la puerta volvió a encontrarse con dos de los soldados que hacían permanente guardia en esa posición, uno a cada lado, vigilando sus hojas de sólida manera con solemnidad. La entrada parecía entreabierta y una profunda oscuridad, que emanaba además un halo de cierta frialdad, se derramaba hacía el exterior del hexagonal torreón.
Los soldados al ver aproximarse al extranjero cerraron filas con sus picas, en una posición perfectamente entrenada y estudiada para impedir el paso.
¿Qué te trae por aquí “caballero”? – El tono irónico sobre la última palabra intentaba hacer mella en la voluntad de Leobald - No sé puede pasar sin invitación explícita de Bastianes o Julius. ¿Acaso trae su “señoría” tal invitación?
La respuesta de Leobald no llegó a producirse puesto que una grave voz atravesó el dintel desde el interior de la cámara que hacía de base del faro.
¿Acaso alguien te invitó hace tres noches a abrir tu bocaza cuando opinaste libremente sobre la frecuencia de las patrullas por la Carretera Real, Rob?
El rostro del soldado palideció al oir esas palabras y relajó su posición dejando paso al veterano Leobald, permitiéndole el acceso. Julius se asomó por el estrecho hueco que las dos hojas entreabiertas del portón permitían y le hizo un gesto para que pasara.
Una vez dentro, el hechicero hizo un extraño gesto mientras murmuraba unas arcanas palabras. Una mano espectral de iridiscencia azulada apareció en su proximidad y empujó las puertas hasta cerrarlas por completo.
Disculpadles, sólo hacen su trabajo.
Sin mediar más en la conversación, el encapuchado mago le indicó hacia las escaleras que ascendían por los muros interiores del faro hasta llegar a la sala de comandancia. Una vez allí cerró la puerta tras de de sí y le indicó que se sentara en una de las elaboradas sillas de aspecto noble que rodeaban la mesa principal. Julius se quedó en pie adyacente a él.
¿En qué puedo ayudarle?
Las escasas palabras que usaba su interlocutor para comunicarse le hacían pensar a Leobald que era una persona pragmática y que le molestaba en cierto exceso que se dedicara más tiempo del mínimo imprescindible a cualquier tema.
This post has potentially manipulated dice roll results.
Elegir herramienta era el primer paso. Espada larga para la siniestra, equilibrada, algo roma por el uso para entrenamiento, mejor para no provocar heridas fatales y espada corta para la diestra. Valoró como sería luchar descompensado. La diferencia de peso era notable, al contrario que cuando luchaba con sus dos cimitarras. Cuando se acercaba al círculo resonaron las palabras de Broser.. "sin trucos sucios" era como decirle al escorpión que no use su aguijón en una pelea contra un depredador. Pero su intención era valorar aquella fuerza militar, no mostrar sus recursos. Devolvió la espada corta al estante y se afianzó un escudo de madera.
-Listo-dijo entrando en el círculo. Achacó aquel desaliento al hecho de empuñar armas letales de nuevo. El recuerdo le provocó un escalofrío que le recorrió el cuerpo de pies de a cabeza. Durante un tiempo achacó ese sufrimiento al arma, pero sabía que todo estaba en sus manos. Necesitaba recibir dolor, ansiaba causarlo.
Chequeo de Historia (18 – sin pericia): La imaginería labrada en los portones, a pesar de estar gastada, aún aguanta relevando escenas de una gran batalla, TocToc no reconoce los estandartes de las tropas involucradas, ni sabría fechar la obra, pero observa que las figuras que danzan en la batalla están compuestas de un círculo de guerreros y tropas que están situadas en formación, como defendiendo a unas figuras de aspecto menos militar, casi más místico, no más de una docena, situadas en su centro. Sus manos están alzadas y parecen que están elaborando algún tipo de oración o ritual. Todo el conjunto parece estar siendo atacado por oleadas de figuras humanoides de aspecto borroso y poco trabajado, dirías que no atacan con armas, o portan escudos, pero esa parte de la obra está muy poco definida.
Targos sonríe al extraño hombre-cuervo con cierto tono socarrón, pero no ofensivo. TocToc se da cuenta de que el hombre parece bastante cómodo teniendo invitados y sabe manejarse correctamente, incluso dando a su conversación un giro bastante casual y llano.
Así que ropajes para todos tus compañeros, que considerado por tu parte mi plumífero amigo.
El picaresco encargado del almacén tuerce el gesto de su cara forzando exageradamente un aspecto apenado y preocupado.
Me temo que sólo podría extraer del almacén como favor un solo set de ropajes de viaje, es más creo que tengo uno de tu talla, pero si necesitáis más, hay que aportar la aprobación de Bastianes.
El hombre de pelo castaño, se mesa la cuidada barba escrudiñando la contrahecha figura del kenku, al cabo de unos segundos se adentra en el almacén tras abrir la puerta que hay tras de sí con una de las llaves que están enlazadas en un aro metálico con otras muchas más y que la vista de TocToc no ha alcanzado a ver de donde se las ha sacado. Las manos de Targos parecen bastante diestras y abren con facilidad en unos pocos segundos los diversos cerrojos de la puerta y entra para salir al poco tiempo con un petate conteniendo ropas de viaje para la talla de hombre-cuervo.
Creo que son de tu tamaño, ¿Si quieres probártelas?
Khalion vio aproximarse al joven guerrero preparando su ataque. Un momento, solo un instante, pero le pareció ver que cuando preparaba su tajo su brazo iba demasiado atrás, perdiendo un precioso tiempo a la par que dejaba descubierta demasiada parte de su cuerpo. Tenía que aprovechar ese instante para colocar su estocada. La adrenalina inundó su torrente sanguineo, sus músculos se tensaron y todo el cuerpo actuó al unísono. Lucha!
Ataque con espada larga.
Attack: 16 Damage: 8
Tras ello, alzó el escudo intentando desviar el ataque del guardia.
Con un golpe del escudo desvió con facilidad el ataque y aprovechando la inercia del movimiento de su cuerpo realizó dos violentos ataques con la espada.
Espada larga:57
Espada larga:159
Desgraciadamente ambos ataques no surtieron efecto al impactar en la armadura y el escudo.
Como había previsto, el primer ataque impactó en el escudo del Aasimar, pero antes de poder recomponerse un segundo espadazo golpeó su costado, afortunadamente sin la fuerza necesaria para penetrar la camisola de anillas del enano, "bien por ti, G," pensó aún sorprendido por la violencia y sobretodo la velocidad de las acometidas del joven humano. "Sin trucos sucios" decía Broser, "que simpático él".
-Muy rápido- le dijo- se piadoso con los mayores..-acertó a decir entre el choque de armas antes de lanzarse nuevamente buscando fallos en su defensa.
-Como suponíamos, el corazón del bosque es el epicentro, pero aún no ha sido capaz de extenderse más allá de los límites del bosque.-Dijo el guerrero apoyando dos de sus dedos sobre los límites del bosque en el mapa y desechando la idea de apoyarse en otros asentamientos-Afortunadamente te tenemos de nuestro lado.-Dirigió la mirada al Aelen.-Creo que podremos anticipar y sortear los diferentes peligros. Mi camarada Gerish podrá acompañarme en la vanguardia para controlar y prevenir cualquier amenaza.-Parecía referirse a alguien que no se encontraba en aquel salón. Diversas imágenes ilusorias comenzaron a escenificarse encima del mapa para acompañar las palabras el El'Tael-Yo mantendré protegida a Miaralei, nadie atravesará mis defensas. Tu acero deberá afrontar el mayor número de criaturas.-Mientras discutían absortos en los detalles de su misión, Miaralei cogió la mano de nuevo de Mablung y le llevó hacia la puerta buscando un poco más de intimidad.-Nuestro tiempo se acaba aquí... Pronto deberemos partir.-Hizo una pausa mientras miraba de reojo a sus compañeros-Se que tu corazón ansía venganza, está nublado por la ira de lo ocurrido y la añoranza de tiempos mejores.-Posó su mano sobre su pecho desnudo generando en Mablung por primera vez en mucho tiempo un sentimiento reconfortante de paz. En su rostro esta vez no se contuvieron las lágrimas.-Tanto dolor, tanta pena... Hacen de aquello algo aún más injusto.-De algún modo aquella sacerdotisa tocada por la divinidad consiguió coger algo de ese dolor y guardarlo para si misma. -La justicia que tanto ansías llegará, pero hasta entonces precisamos que custodiéis algo.-De un bolsillo oculto entre los pliegues de su delicado vestido sacó una bolsita de tela blanca tejida con mucho ciudado. Deshizo el nudo que la cerraba y sacó lo que parecía ser un colgante de madera. Una estructura de madera tallada contenía dos láminas de un extraño cristal y en su interior una pequeña semilla.-Los grandes dioses crearon la existencia ordenando el caos. Para ello emplearon diversas formas. Este es solo un atisbo de aquella época llena de maravillas. Un recurso nada despreciable en nuestros días.-Entonces, colocó el colgante de nuevo en su bolsita y lo deposito con sumo cuidado en su mano mientras la cerraba dulcemente.-"Cuando la tierra aúlle de dolor desolada por la transgresión más oscura, aquellos marcados por la sinrazón y unidos por el bien común curarán la herida".-Pronunció estas palabras en élfico cual fábula antigua sin pretensión de ahondar la misma.-Ahora debemos preparar nuestro viaje. Que Araleth guíe vuestros pasos bajo la protección de Corellon. -La elfa se giró con un elegante movimiento mientras despedía a Mablung con una caricia en su cara. Como si hubiera anticipado aquel momento, la puerta se abrió y apareció Bastianes en busca del druida.
This post has potentially manipulated dice roll results.
Que mal pintaba aquello. Aunque de parecida pericia en las armas, el joven exultaba energía y velocidad. Si el brujo quería ganar tendría que recurrir a sus favores, algoa la que se resistía con todas sus fuerzas. "Seré yo o yo" , se repetía para si mismo. Alzó de nuevo la espada consciente de que años de entrenamiento habían afilado su puntería y mermado su fuerza bruta. Conocía la teoría pero le faltaba el músculo que le sobraba a su contrincante.
-Dicen que eres uno de los han venido a echar una mano. Tienes suerte de que Broser no piense como algunos de los de aquí.-Dijo el guerrero mientras paraba con la espada el ataque d Khalion. -Dice mucho de ti que hayas optado por un arma en la que perece que no te sientes cómodo.-Tras esto, empujó con el escudo para aumentar la distancia entre ambos y realizar una estocada hacia delante.
Attack: 4 Damage: 6
Aprovechando esto, giró sobre si e hizo un golpe circular, esperando poder alcanzarle.
Attack: 9 Damage: 4
Esta vez los ataques de aquel soldado no fallaron y Khalion pareció encontrar lo que estaba buscando. Esa sensación que bloqueaba su mente sin apenas esfuerzo. Se desplomó sobre sus espaldas sin emitir quejido alguno y una sonrisa mostraba un estado extraño de placer en el brujo. Aparentemente, aquel soldado sabía algo más de lo que aparentaba ya que consiguió derribar a su contrincante sin provocar heridas letales.
-¡Suficiente! Que alguien le ayude a llegar a sus barracones y de cuenta de su estado.-Uno de los soldados más cercanos a la zona que parecía ser un principiante, ayudó a levantarse a Khalion y le acompañó a los barracones.
This post has potentially manipulated dice roll results.
Mablung no creía lo que estaba oyendo, 5 elfos solos pretendían triunfar donde los círculos habían fracasado. Cuando Miaralei se lo llevo a un lado dijo en voz baja solo para la elfa:- No podéis hacer esto solos, por muy poderosos que seáis, es un suicidio. No conocéis el bosque, hablad al menos con el trent, quizás os pueda indicar un camino o conseguiros un guía que os lleve hasta el corazón y en caso de que queráis seguir adelante os deseo la mejor de las suertes.
Mablung se quedó muy quieto cuando la elfa poso su mano sobre su pecho y una calidez que hacía mucho que no sentía se extendió por todo su ser, la sensación de su fracaso parecía más pequeña ahora. Agachando la cabeza para no ver llorar a la elfa se encontró con el colgante que le ofrecían :- Lo custodiaré hasta vuestra vuelta...¿en caso de que no vuelva a veros, a quien he de devolvérselo? Terminó la frase con un susurro, temiéndose el peor destino para tan extraño cortejo, mientras guardaba la bolsita entre sus raídos ropajes.
Fuera de la estancia mientras acompañaba al capitán fuera del faro le dijo:- Van en una misión suicida, aunque por el bien de todos espero que tengan éxito.
Fuera del faro Mablung buscó un sitio alejado de las miradas indiscretas y sacó la bolsa para contemplar el colgante, preguntándose que habría querido decir la elfa con sus últimas palabras.
Stealth para un lugar tranquilo:25 Nature:19 History:2
Tanto la preocupación como las preguntas de Mablung fueron eludidas por la sacerdotisa con una sutil sonrisa. Emulando una perfecta y acompasada melodía, Miaralei pareció más interesada en reconfortarle y transmitirle aquella petición con aquel críptico mensaje.
Con la tirada de historia no sabes nada.
Con la de nature: nunca antes habías dado con una semilla igual. Parece sin vida, como si estuviera inerte.
Encontrándose solo de repente, reinó el silencio un momento entre Adriana, Godric y Leobald. Conmovido por los consistentes gesto de arrepentimiento que habitaban la conducta del joven héroe de guerra, el caballero palmeó a Godric en el hombro en gesto de apoyo. O era el mejor de los farsantes o realmente sufría. Se dio cuenta de que había decidido creele.
—Todo el mundo merece una segunda oportunidad —hizo una pausa retirando su mano— "los dioses poco tienen que ver en como abatimos a nuestros dragones" —pareció parafrasear a alguien mientras perdía su mirada en una gaviota solitaria que graznaba sobre el acantilado sostenida por las corrientes ascendentes de aire.
El caballero se alejó dando un paseo por el murete de mar, con las manos a la espalda.
....
Rondando el medio día Leobald subió las escaleras del faro que le llevaban a la puerta de madera oscura y labrada del día anterior. El aire olía a sal y a mar. las gaviotas volaban en torno al faro. Inspiró profundamente una bocanada de aire limpio y llamó a la puerta con el decoro de quien no quiere importunar con su visita. En sus viajes, tenía por costumbre, si se presentaba la ocasión leer algún tomo de historia o literatura local siempre que podía. Quizá Julius le prestaría alguno de los volúmenes que había visto el día anterior acumulando polvo en los estantes de la sala de armas. No perdía nada por probar.
—¿Permiso? —llamó de nuevo, tras el silencio inicial.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Al sugerir que su actitud no se corresponde con la de un despiadado bandolero TocToc reacciona casi sin pensar y la mentira llega fluida a su pico. - Soy completamente inocente, es ¡Un error! ¡Un error! - Dice indignado con una de las voces que escuchó en el juzgado en el que le condenaron. Al momento prosigue con una risa socarrona. - Ja Ja Ja Ja.
Después se señala sus ropas. Ya de pobre calidad de origen, la temporada pasada en prisión y el proceso judicial parecían haber acabado de estropearlas y destruirlas casi por completo. - Os necesito bien equipados y listos, sois la imagen de la corona. El último cargamento de aceite no ha llegado y está varado. - Dice con la voz de Bastianes. -Estas ropas no son dignas y... harán más difícil la tarea diplomática. ¿Ropas decentes para mí y mis compañeros para la misión de mañana? - Concluye su peticion con una mezcla de voces.
Zevatur, Rolthos
[Mablung y la comitiva élfica] [Esta información en teoría solo la escucha Mablung]
Al escuchar la negativa de Mablung a compartir información con el resto del grupo, Bastianes mostró cierta desaprobación en esa decisión. Aunque tampoco dio mucho pábulo a la misma. Tras dirigirse con el druida al faro, los dos guardias que vigilaban la entrada cedieron el paso sin problema. Subieron la escalera exagonal que rodeaba adaptándose a la estructura externa del faro. Cada ciertos tramos, se disponía un rellano que daba acceso de una estancia. En la tercera estancia entraron para reunirse con la comitiva élfica.
Al entrar, una gran mesa se disponía en el centro. Parecía ser usada como superficie para trazar estrategias de combate y militares. Encima un gran mapa de Dreadwood. Aquel grupo de portentos se encontraba hablando sobre el bosque, pero al sentir el sonido de la puerta dirigieron su mirada a ésta. Diferentes figuras lumínicas y trazos hechos con magia de ilusión se superponían sobre el plano del bosque. Con la entrada de Mablung la atención sobre el mapa pareció diluirse y aquellos curiosos efectos también. Bastianes hizo un saludo a la comitiva y cerró la puerta detrás del druida dejando intimidad a los elfos.
-Nos alegra tanto que hayas accedido a recibirnos.-Dijo la elfa con una voz casi etérea.-Por favor, acércate. Tenemos tanto de lo que hablar. Mi nombre es Miaralei suma sacerdotisa de Araleth Letheranil, diosa de las estrellas y el crepúsculo.-Con un gesto parsimonioso de su mano invitó a que se acercara a ellos. Mientras esto sucedía el resto miembros también se presentaron. -Como dijo Miaralei, es un honor tenerte de nuestro lado. Soy Althidon representante de Myth Drannor. Alto comandante de la casa de la Estrella nocturna-dijo el que parecía ser un experto guerrero. -Puedes llamarme Iarleth. Miembro de la casa de león de los El'Tael, antiguo miembro de la corte de Cendriane y custodio de Miaralei.-Indicó el miembro de género indeterminado. -Yo soy Aelen, miembro de la casa real de High Forest y protector de mi reino y la naturaleza.-Acabó diciendo con un gesto de reverencia con la cabeza. Aquellos elfos cuyos orígenes parecían tocar la divinidad se mostraron ante Mablung con gran respeto.
-Sentimos tanto no haber estado a la altura.-Interrumpió Miaralei el halo de solemnidad que había en el ambiente mientras cogía cálidamente la mano del druida.-El oráculo vislumbró el desastre acaecido de tu hogar demasiado tarde. No pudimos reaccionar a tiempo, pero aún así nuestro dolor, nuestra pena y nuestra vergüenza nos embarga por no haber mediado.-Sus palabras sonaba profundamente sentidas, en sus ojos el elfo pudo atisbar el destello de las lágrimas contenidas, solo los elfos podían entender lo que supone la carga del dolor durante una vida casi inmortal.-Solo hay un motivo por el cual a nuestro pueblo le fue vetado la catástrofe de los tuyos en el tapiz del destino.-Guardó silencio como si estuviera conectada a algo superior.-Un mal poderoso. Tan poderoso que es capaz de flanquear el poder nuestro pueblo. Tan escurridizo como la arena, pero tan pegajoso como el alquitrán... El día que tu pueblo fue devastado, decenas de videntes cayeron en un letargo que dura hasta el día de hoy. Nunca antes habíamos presenciado algo como esto.-
Continuó Aelen.-Tras esto la capacidad de nuestros oráculos parece estar mermada en lo que concierne a Cormyr.- Solo hay retazos de lo que podría ser, unos más firmes que otros. Después de barajar los débiles caminos que se abrían ante nosotros, optamos por el que actualmente transitamos.-Dijo la elfa sujetando un medallón que colgaba de su pecho con lo que parecía ser un símbolo asociado a su deidad, mientras miraba al vacío mostrando pena y determinación a la vez.-Por favor, no nos veas bajo el dolor o el rencor. Por experiencia sé que no te llevarán a buen puerto. Estáis destinado a revertir la balanza.-Sentenció el El'Tael con gran sabiduría.-Has de saber que el mal que cegó nuestras visiones y nos desconectó de la marea del tiempo no está relacionado directamente con lo que os sucedió. Ese mal...-Dijo mientras entrecerraba los ojos como si lo estuviera sintiendo en ese instante.-simplemente reaccionó ante nuestra presencia por el mero hecho de estar allí-su voz pareció confusa y preocupada- Esos dominios están vinculados algo más oscuro de lo que haya podido sentir antes. Algo que debe ser controlado- Y a poder ser erradicado.-Aseveró Aelen- Los diferentes consejos de nuestro pueblo coinciden que lo que se está gestando no busca poder o dominar, su pretensión es corromper todo lo virtuoso de nuestro plano. La misma esencia de la vida. Es por eso que necesitamos la mayor información posible antes de partir hacia allí para poder abordar nuestro cometido de la mejor manera posible.
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Mablung siguió al capitán hasta la estancia del faro donde le aguardaban aquellos extraños elfos, una mezcla de curiosidad e indignación se agolpaban en su cabeza, ¿como es que venían ahora a pedir su ayuda cuando no se dignaron a aparecer cuando el bosque más ayuda necesitaba?.
Los elfos se presentaron con sorprendente humildad y respeto, y cuando la elfa Miralei le cogió la mano y se disculpo, la indignación que había sentido hacia esas cuatro figuras desapareció. Tras escuchar los avatares que les impidieron ayudar a su gente, Mablung se acerco al mapa y dijo:- Dos grandes males presentes asolan al bosque en este momento, uno interior y otro exterior. -
Cogiendo aire continuo:-El mal exterior lo representan los alquimistas de la isla Paraíso, son los responsables de la muerte de mi gente y nos atacaron aprovechando la debilidad que sufrimos por culpa del otro mal. Me temo que ahora el bosque está indefenso ante el mal interior que se esta desarrollando y es vulnerable a los saqueos que quieran volver a perpetrar esos indeseables.
El rostro y la voz del druida se tornan sombrío cuando prosigue:- Algo está corrompiendo el corazón del bosque, los muerto viviente se alzan en la entre la foresta, los propios árboles han cambiado para evitar que la luz del sol toque el corazón del bosque, ese debe ser el mal que ha ataco a vuestro videntes. Siento no poder ser de muchas más ayuda, ya que solo soy un druida de bajo rango, nunca me he internado tanto en el bosque pero se que nadie de los que fue a investigar ha vuelto, por lo que sea que haya anidado allí debe de ser poderoso, muy poderoso si es capaz de afectar a gente en vuestro reinos-.
Volviéndose hacia el mapa apunta con su dedo al puesto de Burle:- Deberíais dirigiros a Burle y Silvestraind. En Burle hay un trent que hace de embajador ente el bosque y los humanos, fue allí donde se forjo el Pacto del Fuego Salvaje entre los elfos y los humanos para ayudarse ante amenazas comunes, aunque como ha quedado demostrado es probable que el pacto ya no sirva. Los humanos se quedaron de brazos cruzados ante el ataque de los alquimistas. Quizás el trent pueda sepa algo más al respecto del mal que cobija el corazón del bosque, aunque desconozco si el puesto o el pueblo de Silvestraind siguen en pie tras el ataque de los alquimistas. En Silvestraind hay un pueblo de elfos del bosque, quizás ellos puedan resultar también de ayuda en vuestra misión. ¿Hay algo más que pueda hacer por los amigos del bosque?.
Adriana no pudo evitar escuchar, tampoco es que lo intentara con demasiado ahínco, la conversación entre Maglub y Leobald. Se había mantenido a la expectativa, con la esperanza de poder estar presente en aquella reunión con la alta cúpula élfica, pero ni siquiera las palabras amables y la buena intención del humano consiguieron que el druida mostrara un ápice de flexibilidad, así que desechó por completo el intentarlo para no acrecentar la animadversión que ya sentía hacia ella. Dirigió una mirada de complicidad a Leobald, encogiendo ligeramente los hombros a modo de resignación y se dio cuenta de que la suya era de desconfianza. Era algo de lo que tampoco podía culparle.
Sus compañeros se dirigieron a atender sus propios intereses y Adriana observó el recinto en su plenitud. Godric, Leobald y ella fueron los más rezagados y, cuando este último se alejó también y la elfa pretendía hacer lo mismo, vio como Godric había finalizado su conversación con el Capitán y detectó su nerviosismo, mirando de un lado a otro indeciso - Bueno, parece que todos tienen cosas que hacer. Había pensado dar un paseo por el recinto ¿te apetece acompañarme? - le dijo, siendo incapaz de dejarle allí sin, al menos, ofrecerle la opción de su compañía.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Godric asintió a las palabras de la elfa y la siguió algo retahído. Viéndola caminar a su lado se preguntó cómo podría abordar el tema de cómo habían acabado allí. Lo dicho por Bastianes al ofrecerles el trato real le intrigaba, pero era mejor ser prudente. Sin embargo el trato cordial de la elfa incluso con el arisco elfo y su propia experiencia, querían hacerle creer que no fingia cuando se mostraba amable. O quizá seguía siendo un necio.
- Anoche me quedé con ganas de visitar los acantilados a los que da el faro. ¿Crees que nos dejaran acercarnos? - le pregunta en tono casual.
PbP Character: A few ;)
Adriana dirigió la mirada hacia el faro, comprobando que los acantilados formaban una estructura natural integrada en los límites del fortín. No pudo evitar pensar por un momento que la intención de Godric bien pudiera ser arrojarse al vacío y terminar con su dolor, aunque si ese fuera su objetivo, seguramente hubiera preferido hacerlo en soledad - Creo que no habrá problema siempre y cuando no superemos los límites - le dijo sonriendo, poniendo rumbo hacia el acantilado.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
[Khalion en la zona de entrenamiento]
Cuando Broser vio la resistencia a mostrar su rostro, llamó a uno de sus soldados que estaban entrenando en combate cuerpo a cuerpo.-Combatirás con él. Puedes elegir entre una espada largo o una corta. Y tienes la opción de usar un escudo.-Dijo mientras señalaba una de los soportes en los que habían diferentes tipos de armas.-Las reglas son sencillas, dado que el sentido es entrenar el manejo de las armas, los trucos sucios déjalos para otro momento. Por otro lado, el combate no va encaminado a ser mortal. Lo que significa que los ataques de ambos no deben buscar la muerte del oponente. Puede que quedes magullados o con alguna contusión pero nada que un breve descanso no lo solvente con la atención de nuestro apotecario.
Los puntos de vida que te quiten luego los puedes recuperar en vuestros barracones con la ayuda del "médico" del lugar.
En esta zona podréis entrenar en el uso de armas en las que no tengáis pericia bajo la directriz de Broser que será el mentor. Esto lo podéis hacer para que con el tiempo podáis poner en vuestra ficha que tenéis pericia con un arma en concreto.
Además, dispondremos durante la campaña otros lugares donde poder desarrollar skills académicas (arcana, historia, religión, medicina y nature) y tools bajo la misma premisa. De tal manera que solo podréis mejorar una de estas tres por personaje.
Si queréis conseguir esto, deberéis entrenar varias veces a lo largo de la campaña hasta que os indiquemos que habéis conseguido pericia en un aspecto en concreto. El hito que dispare la pericia es que cuando accedáis a poder elegir un feat o una subida de característica, además desarrolléis esta característica. No vale con entrenar una vez exclusivamente. El planteamiento es que cuando tengáis oportunidad y entre dentro de la lógica de vuestro personaje y las circunstancias entrenéis/estudiéis allí (lo que nos referimos es que no rompáis la narración por ir a entrenar, daremos momentos en la campaña para que haya espacio para este tipo de cuestiones). Por último, un personaje no podrá estudiar o entrenar más de un aspecto a la vez.
Hemos pensado que de esta manera os damos cierta libertad a "customizar" al personaje y también darle más profundidad.
Cuando Khalion entró en la zona de entrenamiento percibió una extraña sensación... Como si de un vacío en su interior se tratara. Sin darle más importancia cogió una de las opciones facilitadas y comenzó el combate con aquel soldado que parecía estar a su nivel, incluso se podría pensar que le superaba en experiencia y habilidad en el combate. Una brillante cota de mallas completaban el tándem con la espada larga y el escudo. En la mirada del soldado se podía intuir cierta seriedad ante la imagen del brujo enmascarado.
Tira iniciativa.
Iniciativa del soldado: 3
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
[Leobald en el faro]
El Sol se alzaba alto cuando Leobald se aproximó al faro, las sombras se desdibujaban debido a la posición solar en su cénit y, a pesar de todo, el calor no terminaba de arraigar en el cuerpo del guerrero. Justo en la puerta volvió a encontrarse con dos de los soldados que hacían permanente guardia en esa posición, uno a cada lado, vigilando sus hojas de sólida manera con solemnidad. La entrada parecía entreabierta y una profunda oscuridad, que emanaba además un halo de cierta frialdad, se derramaba hacía el exterior del hexagonal torreón.
Los soldados al ver aproximarse al extranjero cerraron filas con sus picas, en una posición perfectamente entrenada y estudiada para impedir el paso.
La respuesta de Leobald no llegó a producirse puesto que una grave voz atravesó el dintel desde el interior de la cámara que hacía de base del faro.
El rostro del soldado palideció al oir esas palabras y relajó su posición dejando paso al veterano Leobald, permitiéndole el acceso. Julius se asomó por el estrecho hueco que las dos hojas entreabiertas del portón permitían y le hizo un gesto para que pasara.
Una vez dentro, el hechicero hizo un extraño gesto mientras murmuraba unas arcanas palabras. Una mano espectral de iridiscencia azulada apareció en su proximidad y empujó las puertas hasta cerrarlas por completo.
Sin mediar más en la conversación, el encapuchado mago le indicó hacia las escaleras que ascendían por los muros interiores del faro hasta llegar a la sala de comandancia. Una vez allí cerró la puerta tras de de sí y le indicó que se sentara en una de las elaboradas sillas de aspecto noble que rodeaban la mesa principal. Julius se quedó en pie adyacente a él.
Las escasas palabras que usaba su interlocutor para comunicarse le hacían pensar a Leobald que era una persona pragmática y que le molestaba en cierto exceso que se dedicara más tiempo del mínimo imprescindible a cualquier tema.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Elegir herramienta era el primer paso. Espada larga para la siniestra, equilibrada, algo roma por el uso para entrenamiento, mejor para no provocar heridas fatales y espada corta para la diestra. Valoró como sería luchar descompensado. La diferencia de peso era notable, al contrario que cuando luchaba con sus dos cimitarras. Cuando se acercaba al círculo resonaron las palabras de Broser.. "sin trucos sucios" era como decirle al escorpión que no use su aguijón en una pelea contra un depredador. Pero su intención era valorar aquella fuerza militar, no mostrar sus recursos. Devolvió la espada corta al estante y se afianzó un escudo de madera.
-Listo- dijo entrando en el círculo. Achacó aquel desaliento al hecho de empuñar armas letales de nuevo. El recuerdo le provocó un escalofrío que le recorrió el cuerpo de pies de a cabeza. Durante un tiempo achacó ese sufrimiento al arma, pero sabía que todo estaba en sus manos. Necesitaba recibir dolor, ansiaba causarlo.
Iniciativa:
12
[Para TocToc en el almacén]
Chequeo de Historia (18 – sin pericia): La imaginería labrada en los portones, a pesar de estar gastada, aún aguanta relevando escenas de una gran batalla, TocToc no reconoce los estandartes de las tropas involucradas, ni sabría fechar la obra, pero observa que las figuras que danzan en la batalla están compuestas de un círculo de guerreros y tropas que están situadas en formación, como defendiendo a unas figuras de aspecto menos militar, casi más místico, no más de una docena, situadas en su centro. Sus manos están alzadas y parecen que están elaborando algún tipo de oración o ritual. Todo el conjunto parece estar siendo atacado por oleadas de figuras humanoides de aspecto borroso y poco trabajado, dirías que no atacan con armas, o portan escudos, pero esa parte de la obra está muy poco definida.
Targos sonríe al extraño hombre-cuervo con cierto tono socarrón, pero no ofensivo. TocToc se da cuenta de que el hombre parece bastante cómodo teniendo invitados y sabe manejarse correctamente, incluso dando a su conversación un giro bastante casual y llano.
El picaresco encargado del almacén tuerce el gesto de su cara forzando exageradamente un aspecto apenado y preocupado.
El hombre de pelo castaño, se mesa la cuidada barba escrudiñando la contrahecha figura del kenku, al cabo de unos segundos se adentra en el almacén tras abrir la puerta que hay tras de sí con una de las llaves que están enlazadas en un aro metálico con otras muchas más y que la vista de TocToc no ha alcanzado a ver de donde se las ha sacado. Las manos de Targos parecen bastante diestras y abren con facilidad en unos pocos segundos los diversos cerrojos de la puerta y entra para salir al poco tiempo con un petate conteniendo ropas de viaje para la talla de hombre-cuervo.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Khalion vio aproximarse al joven guerrero preparando su ataque. Un momento, solo un instante, pero le pareció ver que cuando preparaba su tajo su brazo iba demasiado atrás, perdiendo un precioso tiempo a la par que dejaba descubierta demasiada parte de su cuerpo. Tenía que aprovechar ese instante para colocar su estocada. La adrenalina inundó su torrente sanguineo, sus músculos se tensaron y todo el cuerpo actuó al unísono. Lucha!
Ataque con espada larga.
Attack: 16 Damage: 8
Tras ello, alzó el escudo intentando desviar el ataque del guardia.
AC 17
[Khalion en la zona de entrenamiento]
Con un golpe del escudo desvió con facilidad el ataque y aprovechando la inercia del movimiento de su cuerpo realizó dos violentos ataques con la espada.
Espada larga:5 7
Espada larga:15 9
Desgraciadamente ambos ataques no surtieron efecto al impactar en la armadura y el escudo.
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Como había previsto, el primer ataque impactó en el escudo del Aasimar, pero antes de poder recomponerse un segundo espadazo golpeó su costado, afortunadamente sin la fuerza necesaria para penetrar la camisola de anillas del enano, "bien por ti, G," pensó aún sorprendido por la violencia y sobretodo la velocidad de las acometidas del joven humano. "Sin trucos sucios" decía Broser, "que simpático él".
-Muy rápido- le dijo- se piadoso con los mayores..-acertó a decir entre el choque de armas antes de lanzarse nuevamente buscando fallos en su defensa.
Attack: 4 Damage: 8
[Mablung con los elfos]
-Como suponíamos, el corazón del bosque es el epicentro, pero aún no ha sido capaz de extenderse más allá de los límites del bosque.-Dijo el guerrero apoyando dos de sus dedos sobre los límites del bosque en el mapa y desechando la idea de apoyarse en otros asentamientos-Afortunadamente te tenemos de nuestro lado.-Dirigió la mirada al Aelen.-Creo que podremos anticipar y sortear los diferentes peligros. Mi camarada Gerish podrá acompañarme en la vanguardia para controlar y prevenir cualquier amenaza.-Parecía referirse a alguien que no se encontraba en aquel salón. Diversas imágenes ilusorias comenzaron a escenificarse encima del mapa para acompañar las palabras el El'Tael-Yo mantendré protegida a Miaralei, nadie atravesará mis defensas. Tu acero deberá afrontar el mayor número de criaturas.-Mientras discutían absortos en los detalles de su misión, Miaralei cogió la mano de nuevo de Mablung y le llevó hacia la puerta buscando un poco más de intimidad.-Nuestro tiempo se acaba aquí... Pronto deberemos partir.-Hizo una pausa mientras miraba de reojo a sus compañeros-Se que tu corazón ansía venganza, está nublado por la ira de lo ocurrido y la añoranza de tiempos mejores.-Posó su mano sobre su pecho desnudo generando en Mablung por primera vez en mucho tiempo un sentimiento reconfortante de paz. En su rostro esta vez no se contuvieron las lágrimas.-Tanto dolor, tanta pena... Hacen de aquello algo aún más injusto.-De algún modo aquella sacerdotisa tocada por la divinidad consiguió coger algo de ese dolor y guardarlo para si misma. -La justicia que tanto ansías llegará, pero hasta entonces precisamos que custodiéis algo.-De un bolsillo oculto entre los pliegues de su delicado vestido sacó una bolsita de tela blanca tejida con mucho ciudado. Deshizo el nudo que la cerraba y sacó lo que parecía ser un colgante de madera. Una estructura de madera tallada contenía dos láminas de un extraño cristal y en su interior una pequeña semilla.-Los grandes dioses crearon la existencia ordenando el caos. Para ello emplearon diversas formas. Este es solo un atisbo de aquella época llena de maravillas. Un recurso nada despreciable en nuestros días.-Entonces, colocó el colgante de nuevo en su bolsita y lo deposito con sumo cuidado en su mano mientras la cerraba dulcemente.-"Cuando la tierra aúlle de dolor desolada por la transgresión más oscura, aquellos marcados por la sinrazón y unidos por el bien común curarán la herida".-Pronunció estas palabras en élfico cual fábula antigua sin pretensión de ahondar la misma.-Ahora debemos preparar nuestro viaje. Que Araleth guíe vuestros pasos bajo la protección de Corellon. -La elfa se giró con un elegante movimiento mientras despedía a Mablung con una caricia en su cara. Como si hubiera anticipado aquel momento, la puerta se abrió y apareció Bastianes en busca del druida.
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
[Khalion en la zona de entrenamiento]
El guerrero esquivó esta vez el ataque y volvió a intentar derribar a su contrincante.
Espada larga: 10 4
Espada larga: 5 10
Ambos luchadores eran capaces de esquivar y bloquear los ataques. Parecía un combate bastante reñido.
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Que mal pintaba aquello. Aunque de parecida pericia en las armas, el joven exultaba energía y velocidad. Si el brujo quería ganar tendría que recurrir a sus favores, algoa la que se resistía con todas sus fuerzas. "Seré yo o yo" , se repetía para si mismo. Alzó de nuevo la espada consciente de que años de entrenamiento habían afilado su puntería y mermado su fuerza bruta. Conocía la teoría pero le faltaba el músculo que le sobraba a su contrincante.
Attack: 19 Damage: Unable to parse dice roll.
-Dicen que eres uno de los han venido a echar una mano. Tienes suerte de que Broser no piense como algunos de los de aquí.-Dijo el guerrero mientras paraba con la espada el ataque d Khalion. -Dice mucho de ti que hayas optado por un arma en la que perece que no te sientes cómodo.-Tras esto, empujó con el escudo para aumentar la distancia entre ambos y realizar una estocada hacia delante.
Attack: 4 Damage: 6
Aprovechando esto, giró sobre si e hizo un golpe circular, esperando poder alcanzarle.
Attack: 9 Damage: 4
Esta vez los ataques de aquel soldado no fallaron y Khalion pareció encontrar lo que estaba buscando. Esa sensación que bloqueaba su mente sin apenas esfuerzo. Se desplomó sobre sus espaldas sin emitir quejido alguno y una sonrisa mostraba un estado extraño de placer en el brujo. Aparentemente, aquel soldado sabía algo más de lo que aparentaba ya que consiguió derribar a su contrincante sin provocar heridas letales.
-¡Suficiente! Que alguien le ayude a llegar a sus barracones y de cuenta de su estado. -Uno de los soldados más cercanos a la zona que parecía ser un principiante, ayudó a levantarse a Khalion y le acompañó a los barracones.
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Mablung no creía lo que estaba oyendo, 5 elfos solos pretendían triunfar donde los círculos habían fracasado. Cuando Miaralei se lo llevo a un lado dijo en voz baja solo para la elfa:- No podéis hacer esto solos, por muy poderosos que seáis, es un suicidio. No conocéis el bosque, hablad al menos con el trent, quizás os pueda indicar un camino o conseguiros un guía que os lleve hasta el corazón y en caso de que queráis seguir adelante os deseo la mejor de las suertes.
Mablung se quedó muy quieto cuando la elfa poso su mano sobre su pecho y una calidez que hacía mucho que no sentía se extendió por todo su ser, la sensación de su fracaso parecía más pequeña ahora. Agachando la cabeza para no ver llorar a la elfa se encontró con el colgante que le ofrecían :- Lo custodiaré hasta vuestra vuelta...¿en caso de que no vuelva a veros, a quien he de devolvérselo? Terminó la frase con un susurro, temiéndose el peor destino para tan extraño cortejo, mientras guardaba la bolsita entre sus raídos ropajes.
Fuera de la estancia mientras acompañaba al capitán fuera del faro le dijo:- Van en una misión suicida, aunque por el bien de todos espero que tengan éxito.
Fuera del faro Mablung buscó un sitio alejado de las miradas indiscretas y sacó la bolsa para contemplar el colgante, preguntándose que habría querido decir la elfa con sus últimas palabras.
Stealth para un lugar tranquilo:25
Nature:19
History:2
[Mablung con Miaralei]
Tanto la preocupación como las preguntas de Mablung fueron eludidas por la sacerdotisa con una sutil sonrisa. Emulando una perfecta y acompasada melodía, Miaralei pareció más interesada en reconfortarle y transmitirle aquella petición con aquel críptico mensaje.
Con la tirada de historia no sabes nada.
Con la de nature: nunca antes habías dado con una semilla igual. Parece sin vida, como si estuviera inerte.
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.