-Sí, parece que hoy ya no sacaremos nada más aquí -comenta Ash entre dientes mientras el elfo se retira- si mañana vamos a hacer esa incursión tu Oasis deberíamos descansar un poco para estar despiertos -dirigió una mirada seria al tiefling-. Quizá hasta nos de tiempo a pasar por una armería ¿eh, Zev? Mis chicas se sienten solas y el acero de Waterdeep es famoso. Quien sabe, quizá me enamore de nuevo -mostró los dientes a Zev en una sonrisa socarrona.
Miró alrededor, al resto de parroquianos de la posada.
-Aquí nadie parece preocuparse por unos aventureros más, diría que es un lugar tan seguro como se puede aspirar en estos días. Yo también me largo a buscar un jergón y una frasca de vino.
Se despió de todos con un gesto austero y se marchó a descansar.
La mañana siguiente, no tan temprano como Gowther hubiera deseado, el grupo va juntándose poco a poco en su reservado en el segundo piso de la zona común del Portal.
En diferentes grados de lucidez, en parte por el sueño, en parte por la resaca, todos se juntan y disfrutan de un buen desayuno tras una reparadora noche de descanso.
Helana no puede evitar lanzar miradas hacia la puerta de salida, sabe que ahí fuera hay toda una ciudad para explorar y siente que se la está perdiendo.
Martin, antes de dirigirse al reservado, del que desconocía su existencia hasta esa misma mañana, parece algo desaliñado, como si se hubiera vestido y ataviado con prisas... a los pocos minutos, quizás con demasiado poco margen de tiempo entre su salida y lo "acordado", por las mismas escaleras de bajada que une la planta de la posada con las habitaciones de los inquilinos, uno de los rudos estibadores que la noche anterior compartió mesa con el grupo, también aparece con cierto aspecto desaliñado. Con cierta sonrisa picaresca, enseñando todos los dientes al completo, cosa extraña entre los fornidos y curtidos trabajadores portuarios, el estibador inclina la cabeza a modo de saludo al mestizo mientras se acaricia una barba recia de tres o cuatro días.
Al parecer ese gesto consigue ruborizar hasta los extremos al joven bastardo, que le devuelve el saludo lo más disimuladamente posible mientras se coloca la capucha casi de inmediato para ocultar el rojizo y acalorado color de sus mejillas. Sin más interacción, el desconocido se marcha por la puerta de la posada cantando una canción bastante subida de tono de marineros que pasan demasiado tiempo en alta mar sin mujeres cerca a las que agasajar con sus "dotes".
Al entrar en el reservado para desayunar con sus compañeros, su rostro parece haber abandonado el rubor previo para pasar al aspecto correspondiente de una persona asediada por una resaca importante. Parece no parar de beber agua fresca y devorar algo sólido que intenta como puede mantener en su estómago sin expulsarlo sobre los demás comensales que le acompañan... Cuando consigue recomponerse se dirige a Zevatur con su amabilidad característica preguntando.
- Maese Zevatur, ¿Dónde podría encontrar un mercado cercano donde comprar una capa nueva? ... La mía ha sufrido los estragos del fuego y está prácticamente inservible... Me encantaría comprar algún objeto mágico que nos ayude en nuestra gesta, pero me temo que mi economía está muy resentida, así que me conformo con objetos mundanos.
Cuando todos están reunidos por fin, Gowther detecta algo de entumecimiento por los actos de la noche anterior. El eladrin, que se había propuesto dejar de dar su opinión en este tipo de menesteres, simplemente optó por preguntar el orden de los acontecimientos, después de que el pícaro ignorara la decisión del grupo y directamente optara por ir a comprar, sin parar si quiera a preguntar cuales serían los planes del grupo, una tónica bastante normalizada al parecer en él.
-Entonces, ¿Cuál va a ser el orden del día? Sabiendo que Lady Kima no se encuentra aquí, lo único que podemos hacer, aparentemente,-dijo mostrando total flexibilidad a cualquier inquietud oculta en el pensamiento del grupo que no hubieran dicho, pero que sin duda se tomarían como ofensa si no es considerada por parte de Gowther- es visitar el "hogar" de Zevatur y realizar alguna compra en aras de mejorar nuestras posibilidades. Zevatur, ¿En qué momento de la tarde querrías ir allí?
Acabó diciendo, mientras seguía pensando en el problema con el alcohol de algunos miembros del grupo, en especial del casi-humano. El cual había estado bebiendo en todo tipo de situaciones, independientemente de que pusiera en peligro o no la integridad del grupo.
Hela se había mantenido en silencio casi toda la noche anterior y, aunque estuvo atenta a las conversaciones que se habían desarrollado con Duncan sobre lady Kima, las vivió en un estado de dulce embriaguez, como si nada pareciera preocuparla.
Cuando la elfa se levantó para retirarse a sus aposentos, fue consciente de que quizá hubiera sido buena idea rechazar esa quinta y última jarra de cerveza; un eructo inesperado, profundo y sonoro, nada esperable en una señorita, provocó la atención de todos los presentes que se giraron a mirarla. Tapándose la boca con una sonrisa avergonzada, se disculpó y se despidió de sus compañeros hasta el día siguiente.
Con las primeras luces del alba, Hela ya estaba dispuesta a recorrer las calles de la ciudad. Fue una de las primeras en acudir al reservado donde esperó al resto del grupo mientras degustaba con placer el desayuno. Afortunadamente la resaca no había producido apenas estragos en su estado físico y se sentía pletórica y cargada de energía.
Cuando por fin vio aparecer a Guilbert, le asedió impaciente.
- Buenos días, espero que hayas descansado bien - le sonrió y le ofreció un gran vaso de agua, intuyendo que el bardo sufriría una buena resaca - Conoces bien esta ciudad y me preguntaba si serías tan amable de acompañarme o indicarme dónde encontrar una biblioteca, la más grande de la ciudad- dijo marcando bien la palabra y abriendo mucho los ojos - Estoy buscando algún libro que hable de mi raza y de mi pueblo, y tampoco me vendría mal echarle un vistazo a algún hechizo. Nunca he visitado ninguna otra escuela de magia que no fuera la de mi ciudad, seguro que en Waterdeep puedo aprender cosas interesantes.Luego me gustaría visitar algún mercado. Necesito utensilios para mis tatuajes y estoy deseando curiosear alguna otra cosa más - su voz sonaba realmente emocionada.
Zevatur amaneció contento pues la.niceh de descanso le había sentado bastante bien. - En el mercado hay de todo. La tienda de pócimas de ocasion, y la de objetos increíbles a precios increíbles tienen a veces alguna oferta... increíble, aunque la mayor parte de las veces solo tienen las misma varitas de sonrisas. - Dice rapidamente mientras se acaba el desayuno.
- Es mejor ir un poco después del anochecer, los clientes aún no habrán llegado, pero todos están despiertos y preparados para la noche de trabajo.
[Ayudó a los que pueda en las compras a guiarles por las tiendas o a comprar con rebaja si puedo tirar persuasión. Al movernos por la ciudad tardo la mitad de tiempo por el trasfondo]
El grupo se encontraba reunido en un angosto callejón con vistas a la fachada del lupanar. Las mortecinas luces del atardecer comenzaban a alargar las sombras.
-Bueno pues aquí estamos -dijo Ash tras echar un vistazo desde la esquina del callejón mientras encaraba de nuevo al grupo- creo recordar que el plan era no entrar todos juntos, el bardo y yo primero, el resto después, en parejas. Cuando estemos todos entra Zev. Que hable él, los demás me cubrimos, abramos los ojos. Morko, nos cubres desde aquí? A mi me da igual, la mitad de los clientes de estas casas son clérigos, podrías pasar por uno.
Una hermosa espada larga nueva y reluciente adornaba su cinto. La empuñadura tenía un estilizado diseño, elegante en su simplicidad de oro blanco. Sin duda era un arma encantada.
Guilbert había sido el último en marcharse.. y el último en aparecer por el reservado. A diferencia del resto no había pasado la noche en la posada y posiblemente en ningún otro sitio.. Al menos si había podido cambiarse de ropa y lavar la negra mata de pelo ahora recogida en una coleta que asomaba detrás de su peculiar y plumifero sombrero de tres picos.. no como sus ojos, especialmente sensibles a la luz esa mañana, que protegía bajo el flequillo y un ala de su especial sombrero.
Durante la mañana acompaña junto a Zeb a los demás por la ciudad.. en especial a Hela y sus necesidades. Aunque modesta, la biblioteca del colegio de bardos de waterdeep esconde alguna rarezas.. pero si de verdad es conocimiento lo que busque, la gran biblioteca podría ser mejor destino. Allí fue donde consiguió la pista para dar con el origen del demonio Xolotl.
En algún momento estando todos presentes o quizá cuando el enano estaba un poco alejado..
-Hay otro mercado donde no se pregunta el origen del dinero o los objetos.. donde puedes encontrar cosas que quizá te hayan quitado de tu habitación está misma noche.. más peligroso. Decidme por que preguntar.. dejaré susurros por ahí y quizá haya suerte. Por cierto..-añade haciendo una involuntaria pausa.- no puedo aportar más datos a los que Durnam nos dijo de Kima, pero por que no me dijisteis que era una paladín persiguiendo una visión?
Momentos antes, en el mercado de los aventureros...
Llevaban toda la mañana recorriendo armería y comercios de pertrechos para aventureros. Ash comenzaba pensar que quizá sería mejor dejarlo correr. Zevatur y Gilbert parecían conocer a fondo todo aquello y nada. Entonces notó de pronto ese cosquilleo en la nuca que precede a las cosas importantes. Dejó los guanteletes ornamentales que estaba curioseando y se volvió para encarar al extraño grupo que conformaban un tiefling, un bardo en los huesos y el mercader con aspecto de pirata luskanita. Fue entonces cuando la vió, delicada como una flor y esbelta como una bailarina. Las líneas elegantes del pomo en oro blanco arrancaban destellos de la poca luz den sol que se colaba por el ventanuco de la trastienda, entre el polvo en suspensión. Sus amigos y el comerciante hablaban sobre un precio mientras el luskanita la sujetaba, movían los labios pero no podía oírlos. Sin recordar como al momento siguiente estaba sopesando el equilibrio del arma, haciendo reposar la cruz sobre su índice. Blandió en la abarrotada trastienda ajeno a la sorpresa y los gritos del mercader. Golpeó la hoja con su anillo y se la acercó al oído para oírla cantar. Música celestial, la de las armas encantadas.
El comerciante bramaba algo sobre unas moneda mientras se dirigía hacía el guerrero, solo para encontrarse con la palma abierta del poderoso brazo extendido de Ash.
-Cuanto? - preguntó sin dejar de examinar la hoja.
-1250 piezas de tu oro, guerrero, no acepto pagos parciales ni en especies -sonrió el comerciante acariciando su pendiente de oro, convencido de que no podría pagarlo.
-Bien -dijo echando mano de su bolsa justo después de hacer sitio en su cinto a su nueva espada- cóbrate, pirata. Y dime cuanto ofreces por esta vieja coraza y esta otra espada.
Ash apartó su vieja espada y su maltrecha armadura sin apenas pensarlo. Recogió la pocas monedas que le dieron sin apenas negociar y dio por acababa la transacción. Una vez en la calle volvió a desenvaina su nueva espada para admirarla al sol del medio día.
-¿Dónde has estado todo este tiempo, mmm? Elegante como una bailarina y recta como una institutriz, te llamaré Norma.
Las luces empezaban a iluminarse dentro del prostíbulo que en su día fue el hogar de Zevatur. El pícaro lo miró con cierta curiosidad desde una esquina adyacente medio oculto, abrigado en su capa nueva de cierta calidad, que había conseguido a buen precio en el mercado por la mañana. Había estado tanteando el precio de las armaduras de cuero tachonado en la zona de los curtidores, pero las que contenían encantamientos, aunque fueran los más básicos, se salían de su actual presupuesto de largo, decidió entonces dejar esas tareas para más adelante cuando su economía se recuperara.
De reojo miró a sus compañeros esperando que entraran los más "curtidos" en moverse por esos lugares, en su mente desechó llamarlo antro infecto puesto que sería una falta de respeto para su amigo el Tiefling, al menos él tuvo un hogar en su infancia, ... No pudo evitar sonreír para sí mismo al recordarse visitando algún que otro lupanar en el pasado para ejecutar algunas de sus misiones... eran los lugares más fáciles donde encontrar y "eliminar" a una persona para la cual tenía algún encargo... dejando atrás un sorprendido cadáver desnudo y una prostituta traumatizada en el proceso.
En cualquier caso el bastardo se preparó para cualquier incidencia, había pactado con Ash la señal de entrada si había problemas y sus manos estaban listas sobre sus dos cuchillas largas, ... "Seeker" estaba apoyado en el alféizar de una ventana alta cercana, observando el callejón donde se encontraba el mestizo y listo para graznar a modo de alarma si las cosas se torcían en el oscuro pasadizo.
Martin observó como una de las manos le temblaba levemente, estaba intentando mantenerse sobrio y no había bebido nada con alcohol en todo el día... quizás castigándose a sí mismo por los resultados de la noche anterior... aunque de vez en cuando la imagen de cierto estibador seguía apareciendo furtiva en los recovecos de su mente frugalmente.
La perspectiva de ir de compras hace que Morko se levante de buen humor. Ya va siendo hora de cambiar la baqueteada cota de mallas por algo mejor, con ese pensamiento baja a desayunar al reservado y casi se choca con un fornido estibador que bajaba las escaleras, juraría que salía de la habitación del semielfo, el olor de pan recién horneado hace que la mente del paladin se centre en lo importante: - el desayuno en la comida más importante del dia- dice a sus compañeros.
Tras revisar el estado de Daghr, Morko acompaña a Ash por los armeros de la ciudad y no tardan en encontrar cada uno lo que busca. Ash su nueva espada y el paladin aparece vestido en un full plate de clara manufactura enana. - Uno casi se siente desnudo sin una de estas- dice, mientras no deja de admirar la armadura. Tras hacerse con la armadura, el paladin busca una buena capa con capucha y protecciones para el frío, unas buenas calzas, aceite para evitar que la armadura sufra en exceso lo rigores climáticos, yesca, pedernal, un par de mantas, crampones para las botas...
Tras las compras Morko va a la posada a dejar todo el equipo invernal.
Una vez equipados, se dirigen al punto de encuentro para ayudar a Zevatur con sus pesquisas. - ¿ Hay alguna taberna o posada cerca donde poder apostarnos sin levantar muchas sospechas? , no se si seria peor entrar o quedarnos en la puerta como pasmarotes, el pasar desapercibido no se me da muy bien, aparte ¿Como sabremos los que estamos fuera que necesitáis nuestra ayuda? Pregunta el paladin a Zevatur y a Gowther
Zevatur se levanta por la mañana lleno de energia y mueve a sus compañeros por la ciudad entre callejones, parques, atajos. En mas de una ocasion parece entrar en un local para salir por otra puerta. "asi se ahorra mas de diez minutos de bajar al puente y subir luego" Dice dejando atras la mirada desaprobadora del tendero.
Visitando las tiendas su energia se transforma en cierta fustracion al comprobar que apenas tiene dinero para comprar iningun objeto de utilidad. Regresando a la taverna ya se toma una cerveza mientras se prepara para el encuentro con su antoguo hogar.
Con sus compañeros reunidos les hablar. - Por supuesto todos podeis cambiar el plan, es solo una guia... Pero creo que Guilbert y Ash podrian enntrar primero, seria lo que me nos llamarian la atencion. Despues entro yo. Y despues podeis entrar los que querais. No es tan raro que grupos enteros de aventureros entren en un burdel buscando gastarse el dinero de algun botin. Si alguno no se siente comodo en un burdel quizas sea mejor que se mantanga alejado... Y tambien he pensado que lo mismo alguien intenta mandar un mensaje a Talis. Quizas alguien fuera para evitar que saliese un mensajero o un mensaje fuese bueno. - Dice terminando mirando a Martin y a Kath.
Despues se empieza a dirigir al prostibulo. Yo entrare unos 10 minutos despues que vosotros, ¿vale? Si algo sale mal.... gritad!
Helayna salió de la torre de los magos casi a rastras, tirada del brazo por Guilbert que no hacía otra cosa que recordarle la hora que era. La noche caía lentamente en la ciudad y había llegado el momento de acudir a la cita del prostíbulo junto con el resto de sus compañeros. A la elfa se le habían pasado volando las horas, maravillada por aquella escuela, su ingente cantidad de sabiduría y la conversación animada e interesante que había mantenido con Laeral. Se despidió de ella afectuosamente y le prometió volver en cuanto sus compromisos se lo permitieran.
Atravesaron la ciudad, que comenzaba a cobrar una nueva vida con la caída del sol; Hela intentaba no distraerse, pero inevitablemente aminoraba su paso para observar la vida cotidiana de callejones oscuros, o curiosear por ventanales de tabernas, atraída por su música y sus risas. Le iba haciendo comentarios y preguntas triviales al bardo, interesándose por detalles de su niñez y juventud, sobre música, o si conocía tal o cual lugar; en realidad iba saltando de una a otra, sin apenas esperar a que él contestara. Gloom revoloteaba juguetona a su alrededor, como si se sintiera contagiada por la energía de su dueña. Aquella ciudad parecía haber despertado una destellante luz en la tímida y oscura elfa.
Por fin llegaron a la taberna para reunirse con el grupo y decidir la estrategia. Mientras le daba un sorbo a la jarra de cerveza que había pedido al llegar, escuchó las indicaciones de Zevatur. Se quedó pensativa unos momentos y finalmente intervino.
- Avisadme cuando estemos cerca del prostíbulo. aprovecharé las sombras de alguna de las callejuelas poco transitadas para volverme invisible y entrar junto con Guilbert y Ash; quizá pueda echar un vistazo dentro y escuchar alguna conversación interesante. Gloom se quedará fuera vigilando para avisarme de cualquier peligro - dijo acariciando suavemente la cabecita del cuervo.
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Ash sonrió al ver caminar al tiefling hacia la entrada del Oasis.
-Me gusta su estilo -sonrió jactanciosamente- Bueno señoritas -comentó a sus compañeros en el callejón- esperad aquí mientras el departimos con las chicas. A menos que alguien se sienta solo y busque compañía. Vamos socio veamos que pueden hacer por nosotros.
El guerrero se colocó las espadas ligeramente hacia atrás en el cinto, se peinó los cabellos hacia atrás con un movimiento de mano inconsciente, palmeó amistosamente la espalda de Guilbert y se dirigió a la entrada.
-Chicobestia estaremos cerca -susurró disimuladamente a Zevatur al pasar junto a él.
Ash y Guilbert esquivaron el farolillo rojo que colgaba junto al dintel de la puerta y entraron en la casa de citas los primeros, como habían acordado.
-Bueno así que este es el lugar ¿eh, zorro? -levantó la voz para hacerse oír mientras entraba- las piernas más largas, los traseros más generosos y los senos más dulces de la ciudad! espero que sea cierto!... -guerrero miró alrededor para hacerse con el lugar.
- Y si no lo es... - responde una voz femenina a las palabras de Ash - me encargaré de traer a quien los tenga mejores para vosotros -
Quien les recibe es una tiefling de piel roja, labios carnosos y voluptuosas curvas. Su largo cabello negro cae por la espalda y está adornada con diferentes joyas.
- Bienvenidos al Oasis Verde caballeros, por favor, pasen, pónganse cómodos. -
Tras pasar un pequeño recibidor donde dejar sus capas la puerta de madera se abre a una sala cuyas paredes están cubiertas por telas de diferentes colores. En las telas hay entrelazadas pequeñas piedras preciosas o cristales que lanzan sutiles reflejos de la luz que arrojan pequeñas lámparas en las paredes. E
En el centro de la sala hay un sofá circular, cubierto de cojines, tantos que uno podría sentarse en el suelo entre ellos sobre la cómoda alfombra de Calimshan que cubre el mismo.
Algunas telas están colocadas de manera que forman pequeños reservados donde, al parecer, poder charlar con la compañía elegida tal y como hace un joven marinero, por sus ropajes, con otro joven de piel negra y afilados músculos que dedica una leve mirada hacia Ash y Guilbert pero sonríe y sigue charlando con el marinero.
A la derecha hay un pequeño escenario de madera vacío, aunque se escucha una suave y sugerente música de arpa y flauta en el ambiente. Tal y cómo les había dicho Zevatur, hay dos puertas que dan a la sala principal. Una lleva a las habitaciones donde los clientes disfrutan de los placeres que el Oasis tiene para ofrecer. La otra a la cocina o más bien bodega donde se preparan las bebidas principalmente. La Shadar-kai se ve embriagada por el dulce olor a incienso que impregna la sala.
Dos mujeres rubias, apenas vestidas con una tira de seda blanca y con la mitad del rostro cubierto por máscaras blancas aparecen a los lados de Guilbert y Ash. Helana tiene que dar un pequeño paso hacia atrás para evitar que una de ellas choque con ella. Rodean con sus brazos a los guerreros y les sonríen pícaramente.
- Por favor dejad que os presente a Ágata y Zafiro - dice la tiefling con un gesto cuando las chicas pegan sus cuerpos a los dos. - ellas se encargaran de todas vuestras necesidades.
Mientras las chicas guían a Ash y Guilbert a uno de los reservados cubiertos de cojines y les ofrecen recostarse en ellos.
- Dejad que os ayudemos con todas esas molestas y pesadas cosas - les dicen mientras con manos expertas comienzan a desabrochar los aparejos de ambos hombres para dejar al lado sus armas y que puedan recostarse cómodamente.
La tiefling desaparece unos segundos por la puerta de las cocinas y vuelve acompañada de una halfling con el pelo corto y tan rubio que parece blanco. Ruby lleva dos copas de vino para ellos, un vino rojo fuerte y con cuerpo, mientras que la halfling que se presenta como perla y lanza a Guilbert una pícara sonrisa antes de sentarse cerca de ellos también y proponerles un juego. Adivinar cuál de las dos gemelas es Ágata y cual Zafiro.
Zevatur espera con cierta ansiedad en uno de los callejones aledaños. Que iba a pasar, que iba a encontrarse?... La ansiedad se tornó repentinamente en furia " Porque cada vez que regresaba a así hogar se sentía intranquilo, inseguro? Alguien había mancillado su hogar, lo había destruido para el. Bien Talis, bien la orden del dragon. Tenía que erradicar esa duda de su espíritu, enfrentarse a las incógnitas y recuperar su hogar... La próxima vez que regresase lo haría sin temor. La próxima vez volvería a un hogar, el suyo.
Zevatur suspiro de nuevo. "Unos momentos más y entro..."
Pasan varios minutos eternos para zevatur y al final con un repentino ataque de decision se decide a entrar en el local. Espoleado por la rabia que aun siente avanza con firmes pasos hasta la entrada y franquea la puerta. En la puerta se detiene un momento observando el interior. Todo es diferente, las cortinas, los cojines, toda la decoracion ha cambiado, pero el ambiente sin embargo es el mismo. Sexo, seduccion, clase y anonimato. Las sedosas telas cuelgan estrategicamente, tapando la vista de posibles clientes. La musica ahoga la claridad de las palabras de las que tan solo se pueden distiguir distorsionados sentimientos. Intensas luces y ondulantes sombras desdibujan los ocasionales rasgos que se pueden vislumbrar de las personas que no estan muy cerca. Y zevatur sonrie al sentirse en casa... casa mancillada, desecrada por las acciones del culto del dragon, pero casa al fin y al cabo.
- Ruby!! - Exclama alegre de verla... tanto tiempo ha pasado, tantos recuerdos de su infancia se agolpan de pronto en su memoria que apenas puede contener unas lagrimas de emocion mientras avanza hacia ella, dispuesto a abrazarla con efusividad. - No sabia lo que te habia echado de menos hasta que te he visto!
Ash gozaba de la compañía de una gemela bajo cada brazo, con el torso descubierto. Su coraza yacía aun lado, entre los cojines, mientras las chicas acariciaban su poderoso torso musculado. Observó la entrada de Zevatur de reojo y suspiró para sí, sin estar seguro de si el tiefling tendría estómago para no dejarse llevar por la nostalgia. Esperaba que conservase la cabeza fría, si era verdad que esto era una guarida del culto debían ser astutos y no dejarse llevar. Ash notó como una de las gemelas le aflojaba el cinto y sonrió mientras pensaba que no podía haber imaginado mejor misión. Seguramente sus amigos podrían estar atentos por un rato, con todos esos cuervos mágicos y sus sentidos de otro plano.
-Mmm, Esmeralda... -dijo a una de las gemelas- dile a Topacio que aun no hemos hablado del precio, aunque ya lo arreglaremos -sonrió lobunamente antes de besar a una de ellas- Creo que a mi amigo le interesa más la lechecita o el tostado -cabeceó ligeramente hacia Perla y la pareja de hombretones- nosotros tres podemos arreglárnoslas ¿Qué me decís?
El guerrero se cercioró disimuladamente de que la empuñadura dorada de Norma estuviera a su alcance una vez más y se dejó llevar un momento, perdiendo de vista a Zevatur.
-Si algo conozco aquí a mi amigo es que le gustan las cosas por pares.- dijo Guilbert a la Halfling..- dejemos que ellos continúen el juego de las adivinanzas en privado..
Guiñando un ojo cómplice al guerrero, el bardo cogió la mano de Perla y se acercó al escenario. Esta Halfling distaba mucho en altura del otro que conocía, Gowther, lo que por unos momentos dudó si su criterio era el mas acertado a la hora de desentrañar el origen del mago. Una vez allí, con su coselete y su cinturón con las armas colgando de un sillón, hizo uso de su herramienta predilecta, su Laud. Acariciando las cuerdas, primero acompañó la melodía de arpa que sonaba para poco poco superponerla y tomar protagonismo..
-Y tiene voz cabellos dorados para acompañarme o quizá sea mas de acción y menos palabras..- le dijo a Perla invitándola a acompañarle..
Desde su posición intentó controlar los ángulos que se le pudieran escapar a Ash.. que, abrazado a las dos gemelas, para entonces podría ser todo el lupanar. Ignorando la entrada de Zebatur lo mejor que pudo, continúo tocando.
Mientras las gemelas rien ante las atenciones de Ash y le comienzan a arrastrar hacia una habitación donde poder dedicarse a adivinar más cosas, Perla sonríe y se aclara la garganta dando algunas notas para entonarse con el laud del bardo.
Cuando Ruby ve a Zevatur sus ojos se iluminan y su sonrisa se ensancha
- ¡Zevi! - y corre a abrazar al tiefling con efusividad. Huele a jazmín, con un ligero toque de pino. Huele a casa. Su abrazo es sincero y cálido. A Guilbert no se le escapa que Perla mira hacia ellos y sonríe y hasta saluda a Zevatur con la mano, pero como buena profesional, no deja al bardo solo.
Ash ni siquiera ve la escena ya que una de las gemelas, jugetona, le ha tapado los ojos con las manos mientras la otra le guía por la puerta hacia el interior del edificio.
Sin embargo Hela sí que ve que el joven que está con el marinero sonríe al ver entrar a su compañero, pero el marinero le esta besando el cuello en ese momento y tampoco puede unirse al abrazo en el que Ruby tiene preso a Zevatur.
- Ven... ven.. vámonos a la cocina, las chicas van a estar encantadas de verte - dice Ruby guiando a Zevatur hacia alli.
El resto del grupo, esperando fuera en la fresca noche de Waterdeep no ve nada extraño. Martin ve como un grupo de unos cuatro jóvenes que parecen dirigirse al lupanar, cambian de dirección mientras uno dice " Las de la Liebre Feliz son más guarras jajajajaja!! "
Kath no puede evitar el gesto de desagrado por la actitud de los jóvenes pero se mantiene en su puesto atenta.
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PbP Character: A few ;)
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-Sí, parece que hoy ya no sacaremos nada más aquí -comenta Ash entre dientes mientras el elfo se retira- si mañana vamos a hacer esa incursión tu Oasis deberíamos descansar un poco para estar despiertos -dirigió una mirada seria al tiefling-. Quizá hasta nos de tiempo a pasar por una armería ¿eh, Zev? Mis chicas se sienten solas y el acero de Waterdeep es famoso. Quien sabe, quizá me enamore de nuevo -mostró los dientes a Zev en una sonrisa socarrona.
Miró alrededor, al resto de parroquianos de la posada.
-Aquí nadie parece preocuparse por unos aventureros más, diría que es un lugar tan seguro como se puede aspirar en estos días. Yo también me largo a buscar un jergón y una frasca de vino.
Se despió de todos con un gesto austero y se marchó a descansar.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
La mañana siguiente, no tan temprano como Gowther hubiera deseado, el grupo va juntándose poco a poco en su reservado en el segundo piso de la zona común del Portal.
En diferentes grados de lucidez, en parte por el sueño, en parte por la resaca, todos se juntan y disfrutan de un buen desayuno tras una reparadora noche de descanso.
Helana no puede evitar lanzar miradas hacia la puerta de salida, sabe que ahí fuera hay toda una ciudad para explorar y siente que se la está perdiendo.
PbP Character: A few ;)
Martin, antes de dirigirse al reservado, del que desconocía su existencia hasta esa misma mañana, parece algo desaliñado, como si se hubiera vestido y ataviado con prisas... a los pocos minutos, quizás con demasiado poco margen de tiempo entre su salida y lo "acordado", por las mismas escaleras de bajada que une la planta de la posada con las habitaciones de los inquilinos, uno de los rudos estibadores que la noche anterior compartió mesa con el grupo, también aparece con cierto aspecto desaliñado. Con cierta sonrisa picaresca, enseñando todos los dientes al completo, cosa extraña entre los fornidos y curtidos trabajadores portuarios, el estibador inclina la cabeza a modo de saludo al mestizo mientras se acaricia una barba recia de tres o cuatro días.
Al parecer ese gesto consigue ruborizar hasta los extremos al joven bastardo, que le devuelve el saludo lo más disimuladamente posible mientras se coloca la capucha casi de inmediato para ocultar el rojizo y acalorado color de sus mejillas. Sin más interacción, el desconocido se marcha por la puerta de la posada cantando una canción bastante subida de tono de marineros que pasan demasiado tiempo en alta mar sin mujeres cerca a las que agasajar con sus "dotes".
Al entrar en el reservado para desayunar con sus compañeros, su rostro parece haber abandonado el rubor previo para pasar al aspecto correspondiente de una persona asediada por una resaca importante. Parece no parar de beber agua fresca y devorar algo sólido que intenta como puede mantener en su estómago sin expulsarlo sobre los demás comensales que le acompañan... Cuando consigue recomponerse se dirige a Zevatur con su amabilidad característica preguntando.
- Maese Zevatur, ¿Dónde podría encontrar un mercado cercano donde comprar una capa nueva? ... La mía ha sufrido los estragos del fuego y está prácticamente inservible... Me encantaría comprar algún objeto mágico que nos ayude en nuestra gesta, pero me temo que mi economía está muy resentida, así que me conformo con objetos mundanos.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Cuando todos están reunidos por fin, Gowther detecta algo de entumecimiento por los actos de la noche anterior. El eladrin, que se había propuesto dejar de dar su opinión en este tipo de menesteres, simplemente optó por preguntar el orden de los acontecimientos, después de que el pícaro ignorara la decisión del grupo y directamente optara por ir a comprar, sin parar si quiera a preguntar cuales serían los planes del grupo, una tónica bastante normalizada al parecer en él.
-Entonces, ¿Cuál va a ser el orden del día? Sabiendo que Lady Kima no se encuentra aquí, lo único que podemos hacer, aparentemente,-dijo mostrando total flexibilidad a cualquier inquietud oculta en el pensamiento del grupo que no hubieran dicho, pero que sin duda se tomarían como ofensa si no es considerada por parte de Gowther- es visitar el "hogar" de Zevatur y realizar alguna compra en aras de mejorar nuestras posibilidades. Zevatur, ¿En qué momento de la tarde querrías ir allí?
Acabó diciendo, mientras seguía pensando en el problema con el alcohol de algunos miembros del grupo, en especial del casi-humano. El cual había estado bebiendo en todo tipo de situaciones, independientemente de que pusiera en peligro o no la integridad del grupo.
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Hela se había mantenido en silencio casi toda la noche anterior y, aunque estuvo atenta a las conversaciones que se habían desarrollado con Duncan sobre lady Kima, las vivió en un estado de dulce embriaguez, como si nada pareciera preocuparla.
Cuando la elfa se levantó para retirarse a sus aposentos, fue consciente de que quizá hubiera sido buena idea rechazar esa quinta y última jarra de cerveza; un eructo inesperado, profundo y sonoro, nada esperable en una señorita, provocó la atención de todos los presentes que se giraron a mirarla. Tapándose la boca con una sonrisa avergonzada, se disculpó y se despidió de sus compañeros hasta el día siguiente.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Zevatur amaneció contento pues la.niceh de descanso le había sentado bastante bien. - En el mercado hay de todo. La tienda de pócimas de ocasion, y la de objetos increíbles a precios increíbles tienen a veces alguna oferta... increíble, aunque la mayor parte de las veces solo tienen las misma varitas de sonrisas. - Dice rapidamente mientras se acaba el desayuno.
- Es mejor ir un poco después del anochecer, los clientes aún no habrán llegado, pero todos están despiertos y preparados para la noche de trabajo.
[Ayudó a los que pueda en las compras a guiarles por las tiendas o a comprar con rebaja si puedo tirar persuasión. Al movernos por la ciudad tardo la mitad de tiempo por el trasfondo]
Zevatur, Rolthos
El grupo se encontraba reunido en un angosto callejón con vistas a la fachada del lupanar. Las mortecinas luces del atardecer comenzaban a alargar las sombras.
-Bueno pues aquí estamos -dijo Ash tras echar un vistazo desde la esquina del callejón mientras encaraba de nuevo al grupo- creo recordar que el plan era no entrar todos juntos, el bardo y yo primero, el resto después, en parejas. Cuando estemos todos entra Zev. Que hable él, los demás me cubrimos, abramos los ojos. Morko, nos cubres desde aquí? A mi me da igual, la mitad de los clientes de estas casas son clérigos, podrías pasar por uno.
Una hermosa espada larga nueva y reluciente adornaba su cinto. La empuñadura tenía un estilizado diseño, elegante en su simplicidad de oro blanco. Sin duda era un arma encantada.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Guilbert había sido el último en marcharse.. y el último en aparecer por el reservado. A diferencia del resto no había pasado la noche en la posada y posiblemente en ningún otro sitio.. Al menos si había podido cambiarse de ropa y lavar la negra mata de pelo ahora recogida en una coleta que asomaba detrás de su peculiar y plumifero sombrero de tres picos.. no como sus ojos, especialmente sensibles a la luz esa mañana, que protegía bajo el flequillo y un ala de su especial sombrero.
Durante la mañana acompaña junto a Zeb a los demás por la ciudad.. en especial a Hela y sus necesidades. Aunque modesta, la biblioteca del colegio de bardos de waterdeep esconde alguna rarezas.. pero si de verdad es conocimiento lo que busque, la gran biblioteca podría ser mejor destino. Allí fue donde consiguió la pista para dar con el origen del demonio Xolotl.
En algún momento estando todos presentes o quizá cuando el enano estaba un poco alejado..
-Hay otro mercado donde no se pregunta el origen del dinero o los objetos.. donde puedes encontrar cosas que quizá te hayan quitado de tu habitación está misma noche.. más peligroso. Decidme por que preguntar.. dejaré susurros por ahí y quizá haya suerte. Por cierto..-añade haciendo una involuntaria pausa.- no puedo aportar más datos a los que Durnam nos dijo de Kima, pero por que no me dijisteis que era una paladín persiguiendo una visión?
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
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Las luces empezaban a iluminarse dentro del prostíbulo que en su día fue el hogar de Zevatur. El pícaro lo miró con cierta curiosidad desde una esquina adyacente medio oculto, abrigado en su capa nueva de cierta calidad, que había conseguido a buen precio en el mercado por la mañana. Había estado tanteando el precio de las armaduras de cuero tachonado en la zona de los curtidores, pero las que contenían encantamientos, aunque fueran los más básicos, se salían de su actual presupuesto de largo, decidió entonces dejar esas tareas para más adelante cuando su economía se recuperara.
De reojo miró a sus compañeros esperando que entraran los más "curtidos" en moverse por esos lugares, en su mente desechó llamarlo antro infecto puesto que sería una falta de respeto para su amigo el Tiefling, al menos él tuvo un hogar en su infancia, ... No pudo evitar sonreír para sí mismo al recordarse visitando algún que otro lupanar en el pasado para ejecutar algunas de sus misiones... eran los lugares más fáciles donde encontrar y "eliminar" a una persona para la cual tenía algún encargo... dejando atrás un sorprendido cadáver desnudo y una prostituta traumatizada en el proceso.
En cualquier caso el bastardo se preparó para cualquier incidencia, había pactado con Ash la señal de entrada si había problemas y sus manos estaban listas sobre sus dos cuchillas largas, ... "Seeker" estaba apoyado en el alféizar de una ventana alta cercana, observando el callejón donde se encontraba el mestizo y listo para graznar a modo de alarma si las cosas se torcían en el oscuro pasadizo.
Martin observó como una de las manos le temblaba levemente, estaba intentando mantenerse sobrio y no había bebido nada con alcohol en todo el día... quizás castigándose a sí mismo por los resultados de la noche anterior... aunque de vez en cuando la imagen de cierto estibador seguía apareciendo furtiva en los recovecos de su mente frugalmente.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
La perspectiva de ir de compras hace que Morko se levante de buen humor. Ya va siendo hora de cambiar la baqueteada cota de mallas por algo mejor, con ese pensamiento baja a desayunar al reservado y casi se choca con un fornido estibador que bajaba las escaleras, juraría que salía de la habitación del semielfo, el olor de pan recién horneado hace que la mente del paladin se centre en lo importante: - el desayuno en la comida más importante del dia- dice a sus compañeros.
Tras revisar el estado de Daghr, Morko acompaña a Ash por los armeros de la ciudad y no tardan en encontrar cada uno lo que busca. Ash su nueva espada y el paladin aparece vestido en un full plate de clara manufactura enana. - Uno casi se siente desnudo sin una de estas- dice, mientras no deja de admirar la armadura. Tras hacerse con la armadura, el paladin busca una buena capa con capucha y protecciones para el frío, unas buenas calzas, aceite para evitar que la armadura sufra en exceso lo rigores climáticos, yesca, pedernal, un par de mantas, crampones para las botas...
Tras las compras Morko va a la posada a dejar todo el equipo invernal.
Una vez equipados, se dirigen al punto de encuentro para ayudar a Zevatur con sus pesquisas. - ¿ Hay alguna taberna o posada cerca donde poder apostarnos sin levantar muchas sospechas? , no se si seria peor entrar o quedarnos en la puerta como pasmarotes, el pasar desapercibido no se me da muy bien, aparte ¿Como sabremos los que estamos fuera que necesitáis nuestra ayuda? Pregunta el paladin a Zevatur y a Gowther
Zevatur se levanta por la mañana lleno de energia y mueve a sus compañeros por la ciudad entre callejones, parques, atajos. En mas de una ocasion parece entrar en un local para salir por otra puerta. "asi se ahorra mas de diez minutos de bajar al puente y subir luego" Dice dejando atras la mirada desaprobadora del tendero.
Visitando las tiendas su energia se transforma en cierta fustracion al comprobar que apenas tiene dinero para comprar iningun objeto de utilidad. Regresando a la taverna ya se toma una cerveza mientras se prepara para el encuentro con su antoguo hogar.
Con sus compañeros reunidos les hablar. - Por supuesto todos podeis cambiar el plan, es solo una guia... Pero creo que Guilbert y Ash podrian enntrar primero, seria lo que me nos llamarian la atencion. Despues entro yo. Y despues podeis entrar los que querais. No es tan raro que grupos enteros de aventureros entren en un burdel buscando gastarse el dinero de algun botin. Si alguno no se siente comodo en un burdel quizas sea mejor que se mantanga alejado... Y tambien he pensado que lo mismo alguien intenta mandar un mensaje a Talis. Quizas alguien fuera para evitar que saliese un mensajero o un mensaje fuese bueno. - Dice terminando mirando a Martin y a Kath.
Despues se empieza a dirigir al prostibulo. Yo entrare unos 10 minutos despues que vosotros, ¿vale? Si algo sale mal.... gritad!
Zevatur, Rolthos
Helayna salió de la torre de los magos casi a rastras, tirada del brazo por Guilbert que no hacía otra cosa que recordarle la hora que era. La noche caía lentamente en la ciudad y había llegado el momento de acudir a la cita del prostíbulo junto con el resto de sus compañeros. A la elfa se le habían pasado volando las horas, maravillada por aquella escuela, su ingente cantidad de sabiduría y la conversación animada e interesante que había mantenido con Laeral. Se despidió de ella afectuosamente y le prometió volver en cuanto sus compromisos se lo permitieran.
Atravesaron la ciudad, que comenzaba a cobrar una nueva vida con la caída del sol; Hela intentaba no distraerse, pero inevitablemente aminoraba su paso para observar la vida cotidiana de callejones oscuros, o curiosear por ventanales de tabernas, atraída por su música y sus risas. Le iba haciendo comentarios y preguntas triviales al bardo, interesándose por detalles de su niñez y juventud, sobre música, o si conocía tal o cual lugar; en realidad iba saltando de una a otra, sin apenas esperar a que él contestara. Gloom revoloteaba juguetona a su alrededor, como si se sintiera contagiada por la energía de su dueña. Aquella ciudad parecía haber despertado una destellante luz en la tímida y oscura elfa.
Por fin llegaron a la taberna para reunirse con el grupo y decidir la estrategia. Mientras le daba un sorbo a la jarra de cerveza que había pedido al llegar, escuchó las indicaciones de Zevatur. Se quedó pensativa unos momentos y finalmente intervino.
- Avisadme cuando estemos cerca del prostíbulo. aprovecharé las sombras de alguna de las callejuelas poco transitadas para volverme invisible y entrar junto con Guilbert y Ash; quizá pueda echar un vistazo dentro y escuchar alguna conversación interesante. Gloom se quedará fuera vigilando para avisarme de cualquier peligro - dijo acariciando suavemente la cabecita del cuervo.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Ash sonrió al ver caminar al tiefling hacia la entrada del Oasis.
-Me gusta su estilo -sonrió jactanciosamente- Bueno señoritas -comentó a sus compañeros en el callejón- esperad aquí mientras el departimos con las chicas. A menos que alguien se sienta solo y busque compañía. Vamos socio veamos que pueden hacer por nosotros.
El guerrero se colocó las espadas ligeramente hacia atrás en el cinto, se peinó los cabellos hacia atrás con un movimiento de mano inconsciente, palmeó amistosamente la espalda de Guilbert y se dirigió a la entrada.
-Chicobestia estaremos cerca -susurró disimuladamente a Zevatur al pasar junto a él.
Ash y Guilbert esquivaron el farolillo rojo que colgaba junto al dintel de la puerta y entraron en la casa de citas los primeros, como habían acordado.
-Bueno así que este es el lugar ¿eh, zorro? -levantó la voz para hacerse oír mientras entraba- las piernas más largas, los traseros más generosos y los senos más dulces de la ciudad! espero que sea cierto!... -guerrero miró alrededor para hacerse con el lugar.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
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- Y si no lo es... - responde una voz femenina a las palabras de Ash - me encargaré de traer a quien los tenga mejores para vosotros -
Quien les recibe es una tiefling de piel roja, labios carnosos y voluptuosas curvas. Su largo cabello negro cae por la espalda y está adornada con diferentes joyas.
- Bienvenidos al Oasis Verde caballeros, por favor, pasen, pónganse cómodos. -
Tras pasar un pequeño recibidor donde dejar sus capas la puerta de madera se abre a una sala cuyas paredes están cubiertas por telas de diferentes colores. En las telas hay entrelazadas pequeñas piedras preciosas o cristales que lanzan sutiles reflejos de la luz que arrojan pequeñas lámparas en las paredes. E
En el centro de la sala hay un sofá circular, cubierto de cojines, tantos que uno podría sentarse en el suelo entre ellos sobre la cómoda alfombra de Calimshan que cubre el mismo.
Algunas telas están colocadas de manera que forman pequeños reservados donde, al parecer, poder charlar con la compañía elegida tal y como hace un joven marinero, por sus ropajes, con otro joven de piel negra y afilados músculos que dedica una leve mirada hacia Ash y Guilbert pero sonríe y sigue charlando con el marinero.
A la derecha hay un pequeño escenario de madera vacío, aunque se escucha una suave y sugerente música de arpa y flauta en el ambiente. Tal y cómo les había dicho Zevatur, hay dos puertas que dan a la sala principal. Una lleva a las habitaciones donde los clientes disfrutan de los placeres que el Oasis tiene para ofrecer. La otra a la cocina o más bien bodega donde se preparan las bebidas principalmente. La Shadar-kai se ve embriagada por el dulce olor a incienso que impregna la sala.
Dos mujeres rubias, apenas vestidas con una tira de seda blanca y con la mitad del rostro cubierto por máscaras blancas aparecen a los lados de Guilbert y Ash. Helana tiene que dar un pequeño paso hacia atrás para evitar que una de ellas choque con ella. Rodean con sus brazos a los guerreros y les sonríen pícaramente.
- Por favor dejad que os presente a Ágata y Zafiro - dice la tiefling con un gesto cuando las chicas pegan sus cuerpos a los dos. - ellas se encargaran de todas vuestras necesidades.
Mientras las chicas guían a Ash y Guilbert a uno de los reservados cubiertos de cojines y les ofrecen recostarse en ellos.
- Dejad que os ayudemos con todas esas molestas y pesadas cosas - les dicen mientras con manos expertas comienzan a desabrochar los aparejos de ambos hombres para dejar al lado sus armas y que puedan recostarse cómodamente.
La tiefling desaparece unos segundos por la puerta de las cocinas y vuelve acompañada de una halfling con el pelo corto y tan rubio que parece blanco. Ruby lleva dos copas de vino para ellos, un vino rojo fuerte y con cuerpo, mientras que la halfling que se presenta como perla y lanza a Guilbert una pícara sonrisa antes de sentarse cerca de ellos también y proponerles un juego. Adivinar cuál de las dos gemelas es Ágata y cual Zafiro.
PbP Character: A few ;)
Zevatur espera con cierta ansiedad en uno de los callejones aledaños. Que iba a pasar, que iba a encontrarse?... La ansiedad se tornó repentinamente en furia " Porque cada vez que regresaba a así hogar se sentía intranquilo, inseguro? Alguien había mancillado su hogar, lo había destruido para el. Bien Talis, bien la orden del dragon. Tenía que erradicar esa duda de su espíritu, enfrentarse a las incógnitas y recuperar su hogar... La próxima vez que regresase lo haría sin temor. La próxima vez volvería a un hogar, el suyo.
Zevatur suspiro de nuevo. "Unos momentos más y entro..."
Zevatur, Rolthos
Pasan varios minutos eternos para zevatur y al final con un repentino ataque de decision se decide a entrar en el local. Espoleado por la rabia que aun siente avanza con firmes pasos hasta la entrada y franquea la puerta. En la puerta se detiene un momento observando el interior. Todo es diferente, las cortinas, los cojines, toda la decoracion ha cambiado, pero el ambiente sin embargo es el mismo. Sexo, seduccion, clase y anonimato. Las sedosas telas cuelgan estrategicamente, tapando la vista de posibles clientes. La musica ahoga la claridad de las palabras de las que tan solo se pueden distiguir distorsionados sentimientos. Intensas luces y ondulantes sombras desdibujan los ocasionales rasgos que se pueden vislumbrar de las personas que no estan muy cerca. Y zevatur sonrie al sentirse en casa... casa mancillada, desecrada por las acciones del culto del dragon, pero casa al fin y al cabo.
- Ruby!! - Exclama alegre de verla... tanto tiempo ha pasado, tantos recuerdos de su infancia se agolpan de pronto en su memoria que apenas puede contener unas lagrimas de emocion mientras avanza hacia ella, dispuesto a abrazarla con efusividad. - No sabia lo que te habia echado de menos hasta que te he visto!
Zevatur, Rolthos
Ash gozaba de la compañía de una gemela bajo cada brazo, con el torso descubierto. Su coraza yacía aun lado, entre los cojines, mientras las chicas acariciaban su poderoso torso musculado. Observó la entrada de Zevatur de reojo y suspiró para sí, sin estar seguro de si el tiefling tendría estómago para no dejarse llevar por la nostalgia. Esperaba que conservase la cabeza fría, si era verdad que esto era una guarida del culto debían ser astutos y no dejarse llevar. Ash notó como una de las gemelas le aflojaba el cinto y sonrió mientras pensaba que no podía haber imaginado mejor misión. Seguramente sus amigos podrían estar atentos por un rato, con todos esos cuervos mágicos y sus sentidos de otro plano.
-Mmm, Esmeralda... -dijo a una de las gemelas- dile a Topacio que aun no hemos hablado del precio, aunque ya lo arreglaremos -sonrió lobunamente antes de besar a una de ellas- Creo que a mi amigo le interesa más la lechecita o el tostado -cabeceó ligeramente hacia Perla y la pareja de hombretones- nosotros tres podemos arreglárnoslas ¿Qué me decís?
El guerrero se cercioró disimuladamente de que la empuñadura dorada de Norma estuviera a su alcance una vez más y se dejó llevar un momento, perdiendo de vista a Zevatur.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
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-Si algo conozco aquí a mi amigo es que le gustan las cosas por pares.- dijo Guilbert a la Halfling..- dejemos que ellos continúen el juego de las adivinanzas en privado..
Guiñando un ojo cómplice al guerrero, el bardo cogió la mano de Perla y se acercó al escenario. Esta Halfling distaba mucho en altura del otro que conocía, Gowther, lo que por unos momentos dudó si su criterio era el mas acertado a la hora de desentrañar el origen del mago. Una vez allí, con su coselete y su cinturón con las armas colgando de un sillón, hizo uso de su herramienta predilecta, su Laud. Acariciando las cuerdas, primero acompañó la melodía de arpa que sonaba para poco poco superponerla y tomar protagonismo..
-Y tiene voz cabellos dorados para acompañarme o quizá sea mas de acción y menos palabras..- le dijo a Perla invitándola a acompañarle..
Desde su posición intentó controlar los ángulos que se le pudieran escapar a Ash.. que, abrazado a las dos gemelas, para entonces podría ser todo el lupanar. Ignorando la entrada de Zebatur lo mejor que pudo, continúo tocando.
Mientras las gemelas rien ante las atenciones de Ash y le comienzan a arrastrar hacia una habitación donde poder dedicarse a adivinar más cosas, Perla sonríe y se aclara la garganta dando algunas notas para entonarse con el laud del bardo.
Cuando Ruby ve a Zevatur sus ojos se iluminan y su sonrisa se ensancha
- ¡Zevi! - y corre a abrazar al tiefling con efusividad. Huele a jazmín, con un ligero toque de pino. Huele a casa. Su abrazo es sincero y cálido. A Guilbert no se le escapa que Perla mira hacia ellos y sonríe y hasta saluda a Zevatur con la mano, pero como buena profesional, no deja al bardo solo.
Ash ni siquiera ve la escena ya que una de las gemelas, jugetona, le ha tapado los ojos con las manos mientras la otra le guía por la puerta hacia el interior del edificio.
Sin embargo Hela sí que ve que el joven que está con el marinero sonríe al ver entrar a su compañero, pero el marinero le esta besando el cuello en ese momento y tampoco puede unirse al abrazo en el que Ruby tiene preso a Zevatur.
- Ven... ven.. vámonos a la cocina, las chicas van a estar encantadas de verte - dice Ruby guiando a Zevatur hacia alli.
El resto del grupo, esperando fuera en la fresca noche de Waterdeep no ve nada extraño. Martin ve como un grupo de unos cuatro jóvenes que parecen dirigirse al lupanar, cambian de dirección mientras uno dice " Las de la Liebre Feliz son más guarras jajajajaja!! "
Kath no puede evitar el gesto de desagrado por la actitud de los jóvenes pero se mantiene en su puesto atenta.
PbP Character: A few ;)