Martin observó en la distancia todo el conocimiento arcano y de historia de sus compañeros sorprendiéndose ante cada palabra, de repente se descubrió envuelto entre gente bastante erudita, de Gowther lo esperaba, pero poco a poco se empezó a sentir algo más pequeño. Se suponía que los bajos fondos era lo suyo, pero al intentar pasar desapercibido en la ciudad, no había podido recabar la información que podría haber ayudado en estos momentos. Una punzada de culpabilidad volvió a atravesar su alma.
De reojo observó como Gowther meditaba y exponía sus lógica observaciones con paciencia, y no pudo evitar pensar como se sentiría el noble Eladrín entre ellos, quizás como un adulto entre niños, o algo incluso más simple, entre mascotas de intelecto reducido a las que enseñar algún truco simplón como dar unas volteretas a cambio de una galletita. No pudo evitar dejar escapar un suspiro.
Al oír tanto a Helayna como a Gowther, acerca de criaturas abominables de las profundidades que te arrastraban a la locura y la servidumbre, así como las historias sobre piedras encantadas que te robaban los recuerdos se volvió a sentir algo perdido y echó una mirada de reojo a Ash para comprobar si se encontraba en la misma situación que él...
- Quizás si vale la pena desviarse ligeramente del camino por encontrar esa piedra para dar más estabilidad a la ciudad y que pueda enfrentarse mejor a las maquinaciones del Culto del Dragón.
El mestizo se quedó totalmente inmóvil con cara de mala jugada de cartas en mano intentando ser ocultada para no dejar entre ver si lo que había salido de sus labios era inteligente o no. Aunque de repente tuvo cierto antojo de galletitas.
- Si es cierto que mi padre en los últimos años parecía más... frustrado en ocasiones. Al preguntarle el lo acahacaba a los avatares propios del cargo como Lord Descubierto de la ciudad pero ahora puedo comprenderlo mejor. Si es cierto que había guardado oro, o algún otro tesoro, para la ciudad en caso de necesidad y lo había perdido... - Mira a la extraña y pálida elfa - Gracias por ayudarme a entenderlo mejor En cualquier caso yo no sabía nada de esto hasta ahora que vosotros estáis arrojando luz sobre ello y que parecéis tan seguros de ello. Por lo que no tenemos ninguna pista al respecto. Sin embargo yo me centraría en encontrar a Floon antes de que alguien del Gremio de Xanathar empiece a interrogarle. Porque si yo no se nada... el pobre aún estará más perdido.-
Zevatur asiente. - ¿Nos llevan mucha ventaja, creéis que podremos llegar a tiempo? Si vamos a ir, como parece, será mejor que nos pongamos en marcha. ¿Y qué hacemos con el pájaro y con este almacén? Quizás pueda decirnos más información acerca de cómo entrar... alguna palabra de santo y seña, o puerta trasera... - Zevatur suspira con exasperación al no ver claramente el curso de acción. Dudas y más dudas se acumulan en su cabeza y le hacen fruncir el ceño.
- No os parece demasiado fácil? Demasiado evidente... ¿Un camino marcado para entrar en una guarida de ladrones? en serio?! - Su voz se eleva un poco más casi con indignación. - Y el pájaro ha soltado la información demasiado rápido... parece una trampa! - Cuando Zevatur acaba de soltar todas sus preguntas su cabeza niega en vez de asentir como hacia al principio de que hablase en voz alta.
-No se yo si esto nos aleja demasiado de nuestro principal objetivo, mirad lo que nos ha costado entrar aquí...no se como nos iría en un asalto a la guarida de esos Xanathar y sin descansar. Aparte del tiempo que nos llevaría.-
Dice Morko sentándose en una de las cajas: - Ir en busca de una piedra mágica perdida hace años, me parece una perdida de tiempo, por mucho tesoro que haya detrás, si lo comparamos con el daño que puede hacer el culto. Yo optaría por descansar e ir a por Floon y luego retomar camino al Norte.
-Lo que está claro es que cualquier decisión que tomemos en este punto, supondrá riesgos para alguien y puede desencadenar consecuencias nefastas.-Dijo dando a entender que las diferentes posturas esgrimidas por los que allí estaban tenían su parte de razón.-Dejando a un lado el motivo de mi presencia en este plano, desde que os conozco, os habéis inclinado por resolver cualquier tipo de menester que pasara a vuestro lado. Y, aunque algunos de vosotros estuviera más interesado en negociar recompensas, parece que lo lógico dada esta trayectoria es solventar ambas situaciones.-Haciendo una pausa para dar tiempo a que todos entendieran sus palabras y tampoco atribuyeran intenciones negativas por parte de Gowther.-Si tenemos que priorizar, parece que lo que más apremia es salvar a Floon. Tal vez, después contemos con más información para que las inquietudes que tenéis algunos puedan apaciguarse.
El mestizo escuchó atentamente de nuevo las palabras de todos, y se preocupó de nuevo por el creciente estado de ira de su amigo Zevatur, a pesar de que las inquietudes de su compañero semielfo con ciertos toques infernales tenían toda la base de ser ciertas y todo condujera a una trampa, se sorprendió así mismo estando también de acuerdo con Gowther tras su última intervención.
- No se hable más entonces, iremos a rescatar a Floon, no perdamos más tiempo, puede que cada minuto cuente si le están torturando para extraerle información que ni sabe. Habrá que ir con mucho cuidado, puesto que es posible que esté muy vigilado y no sea tan fácil como seguir unas baldosas de colores... cuando contemos con más información tomaremos las siguientes decisiones. El único problema ahora es que hacemos con nuestro amigo... Martin señaló con la mirada al kenku superviviente, en sus ojos se podía notar cierto tono triste, como si la criatura a pesar del daño que le había causado le cayera bien...
Tras dar la espalda al kenku, dando a entender que no quería saber que iba a pasar con él, ultimó su frase.
- Pertrecharos y recoger todas vuestras cosas... nos movemos.
Guilbert escucha a todos desde el exterior. Intenta asimilar tanta información aunque se siente sobrepasado, por los datos y porque considera que esta batalla puede quedarles muy grande. Si los protagonistas son los que se sugieren, hay que trasladar a esferas superiores este conflicto.
-Estoy de acuerdo con Martin,- dice tras escuchas a todos..- Aquí vinimos a por Floon y sin él seguimos.. quizá les podamos dar caza antes de que se ponga todo mas feo. -El bardo aprovecha para rebuscar en su bolsa al cinto la figurilla con forma de cuervo encontrada en aquel sucio sótano.- Este asunto de seres de las profundidades, piedras de tesoros.. debería estar en conocimiento de los lores ocultos. -medita unos segundos mirando hacia el Kenku.- Llamaré a la caballería, creo que no debemos separarnos ni demorarnos si queremos encontrar a Floon entero y respirando..
Guilbert extrae la magnifica talla del cuervo en plata mientras se aleja hacia una de las ventanas. Susurra palabras clave y la figurilla cobra vida sujetándose con sus patitas en la muñeca del bardo mientras este le susurra un mensaje.
Xanatar y zentarims buscan piedra Golorr. Reaner Neverember liberado. Almacén con serpiente en calle de la vela. Tenemos un prisionero. Mandad ayuda
-Ash.- volviendo hacia los aventureros se dirige al guerrero pero lejos del oido del prisionero.- Si pudieras volver a dejarlo K.O. y bien atado podríamos arriesgarnos a que sean las autoridades quienes lleguen antes que Zentarims o mas Kenkus.. e indaguen mientras rescatamos a Floon si nuestro plumífero amigo decide no cerrar el pico.
-En relación a que hacer con el kenku-dice mirándolo de reojo - no se hasta que punto es fiable. Nos expondría de cara a las autoridades y quien sabe los argumentos que puede articular en contra de nosotros... Además, en el peor de los casos, podría zafarse de sus ataduras y dar cuenta de nuestras intenciones a los suyos.-Frunciendo el ceño y pensativo- ¿Qué opináis los demás?
Guilbert nota las duda en sus compañeros, totalmente comprensible e intenta anticiparse desvelando sus cartas.
-Tienes razón Gowther.. tampoco me fío de las autoridades..-les dice intentando tranquilizarles- A quien tengo pensado llamar es a mi maestro y mentor, que comparte amistades con vuestro antiguo compañero infiltrado en el culto, Flolki, según he descubierto esta misma noche antes de venir. El sabrá a quien enviar para proteger lo descubierto sobre la piedra y los aboleth, interrogar al pájaro y quizá.. -Se acerca a Hela y coge su delicada mano recubierta de tatuajes- ..quizá nos puedan dar alguna pista que seguir para llegado el momento, buscar esa piedra tan importante para esta ciudad.. entonces estaría encantado de tenerte a mi lado -dice, centrando su mirada en los ojos de la elfa.
Ash se levantó sin remolonear, ajustando sus espadas al cinto.
-Andando entonces. No voy noquear a alguien maniatado por deporte, Guilbert -comentó mientras le arrastraba hasta una viga y le ataba como una morcilla- Y han combatido bien. Eso vale algo. Esto no sido tan fácil como los pintáis. Casi mandan a Martin al otro barrio. Confiemos en los amigos de Guilbert -comentó mirando al resto de compañeros tras poner una mordaza al hombre cuervo- Este ya sabe que si nos ha llevado a una trampa lo tiene mal -dió un toquecito chulesco en el pico del kenku
El guerreo puso rumbo al exterior del almacén.
-Por cierto ¿alguien tiene una poción de curación? ¿Y quien diablos es Floky? ¿Un perro?
Zevatur observa algo incrédulo al resto, no entendiendo muy bien como aun aceptando que es una trampa parece que ignoran el peligro. Sus ojos se posan en uno y otro mientras hablan. - Teneis una gran confianza en vuestras habilidades, parece... - Masculla para si mismo mientras considera si acompañarles a la fauce de la trampa, o no.
Sin pensarlo demasiado hurga en su mochila y le alcanza dos pociones de curación a Ash. - Yo ahora puedo curar, guarda esto tu.
La elfa mantuvo la mirada de Guilbert todo lo que pudo, mientras el rubor volvía a recorrer su cuerpo, y la punta de sus dedos acariciaron sutilmente la mano del bardo cuando finalmente se soltaron. Asintió con la cabeza y le brindó una sonrisa a modo de respuesta a su comentario. Desviando la mirada y adoptando ahora una actitud meditativa, se colocó la capucha con la intención de partir con sus compañeros.
- Yo también considero que esto ha sido demasiado fácil - comentó dirigiéndose a Zevatur - pero, ¿qué otra opción tenemos?- volvió a recordar la sensación desagradable que sintió ante la voz silbeante que les había hablado; su instinto parecía gritarle lo nefasta que resultaba la idea de adentrarse en las entrañas subterráneas de la ciudad, pero tampoco se sentía capaz de abandonar a aquel muchacho a su suerte. Se atusó la túnica y, agarrando con fuerza su bastón, se dirigió hacia la puerta.
- Esperemos que los contactos de Guilbert arrojen algo de luz a este asunto - no dejaba de asombrarle el arrojo y la valentía de Ash o de Morko, que parecían no temerle a nada ni a nadie, y decidió no volver a insistir en el mal presentimiento que sentía hacia esta nueva misión.
Antes de salir, le dirigió unas palabras a Renaer - Aprovecha el viaje para meditar sobre los últimos años de vida de tu padre; quizá haya algún detalle al que no diste importancia y que ahora pueda aportarnos alguna pista sobre la Piedra.
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
-Folky era un monje un tanto extraño al que conocimos en Evergreen, nos dejo justo antes de conocerte- contesta Morko levantándose. -Si vamos a ir a por Floon ahora deberíamos partir ya, y si el problema es el asesino, la idea de noquearle me parece la mejor-. El paladín coge un madero del almacén y al acercarse al kenku le dice:- tendrás un buen dolor de cabeza al despertar, pero al menos seguirás vivo un nuevo día, que es más de lo que te mereces- para acto seguido noquearlo de un golpe en la cabeza.
-Solucionado-, dice mientras tira el madero. Mirando a Zevatur le dice mientras le guiña un ojo: -Alegra esa cara Zevatur, no puede ser peor que lo de los gigantes y no nos salio tan mal- y se dirige hacia la salida del almacén. -Guilbert, necesitamos que nos guíes hasta la calle de la daga-. Justo antes de salir añade:- Renaer espero que sepas usar bien esas armas, al sitio donde vamos no es una taberna en la que el mayor problema sea acabar la noche en las dependencias de la guardia-. Tras lo cual el enano abandona el almacén y espera a sus compañeros en la calle.
Ash observó el proceder de Morko desde lo alto de la escalera sin decir nada. Entrecerró los ojos un instante para después relajar el gesto, con una mirada cínica que sin duda era la consecuencia de un juicio de valor. Observó a Zevatur también, esta vez sin rastro de cinismo. Lo que fuera que rumiara se lo guardó para él. Solo los que estaban junto al guerrero percibieron su cambio de humor momentáneo. Enseguida volvía ser el de siempre.
El pícaro observo al eficiente paladín enano y su repartición de menesteres para todo el grupo, no pudo evitar sonreír para sí mismo torciendo ligeramente su rostro cuando el madero golpeó con un sonido hueco la cabeza del hombre-cuervo. Aún preocupado por la actitud oscura de Zevatur, el mestizo salió siguiendo a Morko decidido a situarse en todo momento cerca del Tiefling para defenderle si le daba por hacer alguna locura suicida.
- Entiendo que nos estamos metiendo en la provebial boca del lobo, pero no puedo dejar a mi amigo en este lio, y más sabiendo que era a mí a quien buscaban. Aunque con vosotros me siento más seguro - responde a Morko con una sonrisa.
Guilbert recuerda que su padre era un poderoso paladin y algo de la gallardía y valentía de su padre, se ha tenido que quedar en el joven hombre.
Guiados por Zevatur y Guilbert no tardan en encontrar la calle de la Daga, que no está demasiado lejos, y Morko y Ash levantan sin problema la tapa de metal de la alcantarilla que revela una escalera de mano en la pared hasta llegar a la alcantarilla propiamente dicha.
Gowther pensaba que había descubierto todo tipo de olor desagradable en este plano, pero descubrió no sin desagrado que estaba equivocado. El hedor le hizo replantearse su decisión de aceptar esta misión no por primera vez, aunque en realidad no había tenido mucha opción.
El tunel de las alcantarillas tenía unos veinte pies de ancho, con un pequeño repecho a cada lado de apenas 5 pies de ladrillo negro y húmedo. En el centro del pasillo corría lentamente un agua negruzca, con tonos verdes y marrones de la cual salía el hedor que hizo torcer el gesto no sólo al eladrin proveniente de otro plano.
Sin tantos miramientos, y una vez que todos estuvieron abajo, Martin sabiendo de antemano y acostumbrado por su entrenamiento a que hay cosas que hacer carentes de todo glamour o dignidad, comienza a comprobar las paredes de la alcantarilla, apartando restos de humedad y la sustancia viscosa que parecía cubrir todas las paredes y el ladrillo por el que andaban.
Tras un minucioso examen, encontró a unos metros hacia la izquierda de la entrada un pequeño símbolo bajo un trozo particularmente grande de la sustancia viscosa. Se trataba de un círculo del que salían diez líneas o rayos terminados en otros tantos círculos más pequeños. Estaba realmente bien escondido y disimulado con la argamasa y la suciedad. De no haber sabido qué buscar posiblemente lo hubiera pasado por alto.
A pesar de guiar al grupo, la voz de Zevatur muestra claros signos fustracion, ni la mision ni la estrategia le parecen adecuados. Sin embargo, su sentido etico le fuerza a seguir a sus amigos a lo que parece una evidente trampa. Al llegar a la zona les detiene. - Quizas una invisibilidad de esas que he visto antes en el grupo podria ser una buena idea para el explorador mas adelantado. - Despues, al entrar, lanza una luz a una monedad de cobre y se la da a Ash. - Esto te ayudara a ver mejor. Si la cubres con la mano se apaga, procura que no nos delate demasiado pronto.
-Me alegro de tenerte de vuelta, chicobestia. Alegra esa cara. Esto no es un funeral, aun -rió con sorna- ¿cuanto dura la luz? Bueno da igual.
El guerrero alojó la moneda en la palma de su mano y reguló la luz que dejaba escapar entre los dedos. No era la primera vez que se veía con la mierda al cuello, pero si era la primera vez que lo hacia con un eladrin. Sonrió al ver descender a Gowther y pisar la misma mierda que los demás. Asintió satisfecho y dio una palmada amistosa al elfo antes de seguir la marcha. Apresuró el paso para ponerse a la altura de Kath, regulando la luz de la moneda, sin poder evitar seguir el ritmo de sus caderas. Pero estaban en al cloacas de Waterdeep, hogar de asesinos y bestias que nunca habían visto el sol, pronto el trasero de Kath fue lo de menos. Usó su viejo pañuelo para cubrirse la nariz como un bandolero. Aguzó los sentidos. Norma reposaba en su mano derecha y la moneda en la izquierda. Avanzó en silencio.
Los compañeros avanzan varios metros y al llegar a una intersección, Martin y Kath comprueban con esmero las paredes, eligiendo aquellos caminos en los que encuentran la sutil marca.
No pasa mucho tiempo antes de que Gowther se sienta totalmente desorientado, entre los giros del camino que parecen seguir y el olor nausabundo, el Eladrin empieza a pensar que no ha sido muy buena idea dejar elegir a los demás.
En una intersección están a punto de abandonar, pero entonces Kath encuentra la marca en el techo, en una zona que hay que iluminar a propósito, tras un ladrillo que no encaja del todo con el resto y siempre arroja sombra sobre esa parte de la pared.
Poco después, Martin detiene a Kath, y le muestra un fino hilo de acero que cruza de lado a lado el pasadizo, apenas perceptible y totalmente invisible en la oscuridad. Con cuidado, el experto semi-elfo mantiente la tensión en el cable mientras, con mucho cuidado enrolla parcialmente dos pequeños clavos que normalmente usa para crear asideros en una pared, en el cable, haciéndolos girar para dejarlos enganchados al mismo. Haciendo fuerza para no perder la tensión indica a Kath que corte el cable entre los dos clavos y después, continua enrollando uno mientras Kath mantiene la tensión en el otro y clava el instrumento entre dos losas.
- Lo dificil - la instruye - es mantener la tensión todo el rato sin ejercer demasiada o haría saltar la trampa. - Se acerca al borde enrollando el clave en el segundo clavo y busca otro lugar donde afinazarlo - normalmente habríamos evitado el cable simplemente, pero con nuestros compañeros ahí detrás no podemos arriesgar... -
Su frase es repentinamente cortada por una explosión de agua sucia. Kath, y los demás que estaban observando apenas unos metros detrás, ven como un gran cuerpo reptiliano se abalanza sobre Martin, abriendo unas grandes fauces, agarrando al semi-elfo por la cintura y arrastrándolo al agua antes incluso de que tenga tiempo de gritar.
Kath, sin pensárselo, se lanza al agua, armas en mano, mientras los demás saltan en ayuda de su compañero. Ash abre su mano para mostrar a un enorme cocodrilo girando sobre si mismo intentando ahogar a Martin, y al semi-elfo clavando su arma en el gran cuerpo cubierto de duras escamas prácticamente negras. Entre todos, no pasa mucho antes de que Martin esté de nuevo en la orilla y el cocodrilo se hunda siendo arrastrado por la corriente.
Sin embargo, toda esperanza que tuvieran en el sigilo ha desaparecido de momento. Si había algún vigia cerca la conmoción les ha delatado sin duda.
Tras limpiar lo mejor que pueden las heridas del semi-elfo, continúan andando hasta llegar a una gran sala circular de unos 30 pies de diámetro. Su estrecho parapeto de piedra sólo se extiende unos 10 pies más antes de desaparecer. Diferentes colectores de agua de lluvia y de residuos llevan a la sala circular, que más bien parece una cisterna con un enorme agujero en el centro de unos 10 pies de diámetro en el centro, algo más hundido que el resto. Más abajo puede verse otra sala circular al menos tan grande como la que están. No hay más salidas ni pasadizos que lleven a esta sala que el que les ha llevado allí, y el último símbolo que han encontrado está justo en la esquina que da a esta sala.
De nuevo con vendajes en sus piernas, el semielfo se mordió el labio aguantando una vez más el dolor de avanzar con sus heridas, aunque estuvieran limpias y saneadas, el dolor seguía intenso ahí. Intentando apartar de su mente de nuevo la sensación de fracaso, observó la cisterna circular donde acababa el pasillo e hizo una señal a sus compañeros para que investigaran la zona superior. Mientras tanto, rápidamente sacó su cuerda de la mochila y se la pasó a Kath, haciéndole señas para que usara sus escarpias y la afianzara a una de las paredes menos húmedas y más alejadas de las cascadas de agua que caían un piso más abajo.
Cuando la operación estuvo terminada, el pícaro se anudó el extremo de la soga a su cintura, y saltó grácilmente los 10 metros a una de las repisas de la zona de abajo, intentó buscar de nuevo una zona más seca y poco resbaladiza para aterrizar e intentó no dejar escapar un alarido de dolor al aterrizar sobre sus heridas y maltrechas piernas. Una vez abajo, se dedicó a investigar por su mismo esa parte de la cisterna más profunda.
Acrobatics: 1d20 (3) + 6 = 9 (No sé si tiro con ventaja o algo por la ayuda de Kath y la cuerda) - Investigation: 1d20 (6) + 5 = 11 - Perception: 1d20 (9) + 5 = 15
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" ¡Oh la Oscuridad...! "
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Martin observó en la distancia todo el conocimiento arcano y de historia de sus compañeros sorprendiéndose ante cada palabra, de repente se descubrió envuelto entre gente bastante erudita, de Gowther lo esperaba, pero poco a poco se empezó a sentir algo más pequeño. Se suponía que los bajos fondos era lo suyo, pero al intentar pasar desapercibido en la ciudad, no había podido recabar la información que podría haber ayudado en estos momentos. Una punzada de culpabilidad volvió a atravesar su alma.
De reojo observó como Gowther meditaba y exponía sus lógica observaciones con paciencia, y no pudo evitar pensar como se sentiría el noble Eladrín entre ellos, quizás como un adulto entre niños, o algo incluso más simple, entre mascotas de intelecto reducido a las que enseñar algún truco simplón como dar unas volteretas a cambio de una galletita. No pudo evitar dejar escapar un suspiro.
Al oír tanto a Helayna como a Gowther, acerca de criaturas abominables de las profundidades que te arrastraban a la locura y la servidumbre, así como las historias sobre piedras encantadas que te robaban los recuerdos se volvió a sentir algo perdido y echó una mirada de reojo a Ash para comprobar si se encontraba en la misma situación que él...
- Quizás si vale la pena desviarse ligeramente del camino por encontrar esa piedra para dar más estabilidad a la ciudad y que pueda enfrentarse mejor a las maquinaciones del Culto del Dragón.
El mestizo se quedó totalmente inmóvil con cara de mala jugada de cartas en mano intentando ser ocultada para no dejar entre ver si lo que había salido de sus labios era inteligente o no. Aunque de repente tuvo cierto antojo de galletitas.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Renaer suspira.
- Si es cierto que mi padre en los últimos años parecía más... frustrado en ocasiones. Al preguntarle el lo acahacaba a los avatares propios del cargo como Lord Descubierto de la ciudad pero ahora puedo comprenderlo mejor. Si es cierto que había guardado oro, o algún otro tesoro, para la ciudad en caso de necesidad y lo había perdido... - Mira a la extraña y pálida elfa - Gracias por ayudarme a entenderlo mejor En cualquier caso yo no sabía nada de esto hasta ahora que vosotros estáis arrojando luz sobre ello y que parecéis tan seguros de ello. Por lo que no tenemos ninguna pista al respecto. Sin embargo yo me centraría en encontrar a Floon antes de que alguien del Gremio de Xanathar empiece a interrogarle. Porque si yo no se nada... el pobre aún estará más perdido.-
PbP Character: A few ;)
Zevatur asiente. - ¿Nos llevan mucha ventaja, creéis que podremos llegar a tiempo? Si vamos a ir, como parece, será mejor que nos pongamos en marcha. ¿Y qué hacemos con el pájaro y con este almacén? Quizás pueda decirnos más información acerca de cómo entrar... alguna palabra de santo y seña, o puerta trasera... - Zevatur suspira con exasperación al no ver claramente el curso de acción. Dudas y más dudas se acumulan en su cabeza y le hacen fruncir el ceño.
- No os parece demasiado fácil? Demasiado evidente... ¿Un camino marcado para entrar en una guarida de ladrones? en serio?! - Su voz se eleva un poco más casi con indignación. - Y el pájaro ha soltado la información demasiado rápido... parece una trampa! - Cuando Zevatur acaba de soltar todas sus preguntas su cabeza niega en vez de asentir como hacia al principio de que hablase en voz alta.
Zevatur, Rolthos
-No se yo si esto nos aleja demasiado de nuestro principal objetivo, mirad lo que nos ha costado entrar aquí...no se como nos iría en un asalto a la guarida de esos Xanathar y sin descansar. Aparte del tiempo que nos llevaría.-
Dice Morko sentándose en una de las cajas: - Ir en busca de una piedra mágica perdida hace años, me parece una perdida de tiempo, por mucho tesoro que haya detrás, si lo comparamos con el daño que puede hacer el culto. Yo optaría por descansar e ir a por Floon y luego retomar camino al Norte.
-Lo que está claro es que cualquier decisión que tomemos en este punto, supondrá riesgos para alguien y puede desencadenar consecuencias nefastas.-Dijo dando a entender que las diferentes posturas esgrimidas por los que allí estaban tenían su parte de razón.-Dejando a un lado el motivo de mi presencia en este plano, desde que os conozco, os habéis inclinado por resolver cualquier tipo de menester que pasara a vuestro lado. Y, aunque algunos de vosotros estuviera más interesado en negociar recompensas, parece que lo lógico dada esta trayectoria es solventar ambas situaciones.-Haciendo una pausa para dar tiempo a que todos entendieran sus palabras y tampoco atribuyeran intenciones negativas por parte de Gowther.-Si tenemos que priorizar, parece que lo que más apremia es salvar a Floon. Tal vez, después contemos con más información para que las inquietudes que tenéis algunos puedan apaciguarse.
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
El mestizo escuchó atentamente de nuevo las palabras de todos, y se preocupó de nuevo por el creciente estado de ira de su amigo Zevatur, a pesar de que las inquietudes de su compañero semielfo con ciertos toques infernales tenían toda la base de ser ciertas y todo condujera a una trampa, se sorprendió así mismo estando también de acuerdo con Gowther tras su última intervención.
- No se hable más entonces, iremos a rescatar a Floon, no perdamos más tiempo, puede que cada minuto cuente si le están torturando para extraerle información que ni sabe. Habrá que ir con mucho cuidado, puesto que es posible que esté muy vigilado y no sea tan fácil como seguir unas baldosas de colores... cuando contemos con más información tomaremos las siguientes decisiones. El único problema ahora es que hacemos con nuestro amigo... Martin señaló con la mirada al kenku superviviente, en sus ojos se podía notar cierto tono triste, como si la criatura a pesar del daño que le había causado le cayera bien...
Tras dar la espalda al kenku, dando a entender que no quería saber que iba a pasar con él, ultimó su frase.
- Pertrecharos y recoger todas vuestras cosas... nos movemos.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Guilbert escucha a todos desde el exterior. Intenta asimilar tanta información aunque se siente sobrepasado, por los datos y porque considera que esta batalla puede quedarles muy grande. Si los protagonistas son los que se sugieren, hay que trasladar a esferas superiores este conflicto.
-Estoy de acuerdo con Martin,- dice tras escuchas a todos..- Aquí vinimos a por Floon y sin él seguimos.. quizá les podamos dar caza antes de que se ponga todo mas feo. -El bardo aprovecha para rebuscar en su bolsa al cinto la figurilla con forma de cuervo encontrada en aquel sucio sótano.- Este asunto de seres de las profundidades, piedras de tesoros.. debería estar en conocimiento de los lores ocultos. -medita unos segundos mirando hacia el Kenku.- Llamaré a la caballería, creo que no debemos separarnos ni demorarnos si queremos encontrar a Floon entero y respirando..
Guilbert extrae la magnifica talla del cuervo en plata mientras se aleja hacia una de las ventanas. Susurra palabras clave y la figurilla cobra vida sujetándose con sus patitas en la muñeca del bardo mientras este le susurra un mensaje.
Xanatar y zentarims buscan piedra Golorr. Reaner Neverember liberado. Almacén con serpiente en calle de la vela. Tenemos un prisionero. Mandad ayuda
-Ash.- volviendo hacia los aventureros se dirige al guerrero pero lejos del oido del prisionero.- Si pudieras volver a dejarlo K.O. y bien atado podríamos arriesgarnos a que sean las autoridades quienes lleguen antes que Zentarims o mas Kenkus.. e indaguen mientras rescatamos a Floon si nuestro plumífero amigo decide no cerrar el pico.
-En relación a que hacer con el kenku-dice mirándolo de reojo - no se hasta que punto es fiable. Nos expondría de cara a las autoridades y quien sabe los argumentos que puede articular en contra de nosotros... Además, en el peor de los casos, podría zafarse de sus ataduras y dar cuenta de nuestras intenciones a los suyos.-Frunciendo el ceño y pensativo- ¿Qué opináis los demás?
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Guilbert nota las duda en sus compañeros, totalmente comprensible e intenta anticiparse desvelando sus cartas.
-Tienes razón Gowther.. tampoco me fío de las autoridades..-les dice intentando tranquilizarles- A quien tengo pensado llamar es a mi maestro y mentor, que comparte amistades con vuestro antiguo compañero infiltrado en el culto, Flolki, según he descubierto esta misma noche antes de venir. El sabrá a quien enviar para proteger lo descubierto sobre la piedra y los aboleth, interrogar al pájaro y quizá.. -Se acerca a Hela y coge su delicada mano recubierta de tatuajes- ..quizá nos puedan dar alguna pista que seguir para llegado el momento, buscar esa piedra tan importante para esta ciudad.. entonces estaría encantado de tenerte a mi lado -dice, centrando su mirada en los ojos de la elfa.
Ash se levantó sin remolonear, ajustando sus espadas al cinto.
-Andando entonces. No voy noquear a alguien maniatado por deporte, Guilbert -comentó mientras le arrastraba hasta una viga y le ataba como una morcilla- Y han combatido bien. Eso vale algo. Esto no sido tan fácil como los pintáis. Casi mandan a Martin al otro barrio. Confiemos en los amigos de Guilbert -comentó mirando al resto de compañeros tras poner una mordaza al hombre cuervo- Este ya sabe que si nos ha llevado a una trampa lo tiene mal -dió un toquecito chulesco en el pico del kenku
El guerreo puso rumbo al exterior del almacén.
-Por cierto ¿alguien tiene una poción de curación? ¿Y quien diablos es Floky? ¿Un perro?
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Zevatur observa algo incrédulo al resto, no entendiendo muy bien como aun aceptando que es una trampa parece que ignoran el peligro. Sus ojos se posan en uno y otro mientras hablan. - Teneis una gran confianza en vuestras habilidades, parece... - Masculla para si mismo mientras considera si acompañarles a la fauce de la trampa, o no.
Sin pensarlo demasiado hurga en su mochila y le alcanza dos pociones de curación a Ash. - Yo ahora puedo curar, guarda esto tu.
Ponte dos Potion of Healing, Ash
Zevatur, Rolthos
La elfa mantuvo la mirada de Guilbert todo lo que pudo, mientras el rubor volvía a recorrer su cuerpo, y la punta de sus dedos acariciaron sutilmente la mano del bardo cuando finalmente se soltaron. Asintió con la cabeza y le brindó una sonrisa a modo de respuesta a su comentario. Desviando la mirada y adoptando ahora una actitud meditativa, se colocó la capucha con la intención de partir con sus compañeros.
- Yo también considero que esto ha sido demasiado fácil - comentó dirigiéndose a Zevatur - pero, ¿qué otra opción tenemos? - volvió a recordar la sensación desagradable que sintió ante la voz silbeante que les había hablado; su instinto parecía gritarle lo nefasta que resultaba la idea de adentrarse en las entrañas subterráneas de la ciudad, pero tampoco se sentía capaz de abandonar a aquel muchacho a su suerte. Se atusó la túnica y, agarrando con fuerza su bastón, se dirigió hacia la puerta.
- Esperemos que los contactos de Guilbert arrojen algo de luz a este asunto - no dejaba de asombrarle el arrojo y la valentía de Ash o de Morko, que parecían no temerle a nada ni a nadie, y decidió no volver a insistir en el mal presentimiento que sentía hacia esta nueva misión.
Antes de salir, le dirigió unas palabras a Renaer - Aprovecha el viaje para meditar sobre los últimos años de vida de tu padre; quizá haya algún detalle al que no diste importancia y que ahora pueda aportarnos alguna pista sobre la Piedra.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
-Folky era un monje un tanto extraño al que conocimos en Evergreen, nos dejo justo antes de conocerte- contesta Morko levantándose. -Si vamos a ir a por Floon ahora deberíamos partir ya, y si el problema es el asesino, la idea de noquearle me parece la mejor-. El paladín coge un madero del almacén y al acercarse al kenku le dice:- tendrás un buen dolor de cabeza al despertar, pero al menos seguirás vivo un nuevo día, que es más de lo que te mereces- para acto seguido noquearlo de un golpe en la cabeza.
-Solucionado-, dice mientras tira el madero. Mirando a Zevatur le dice mientras le guiña un ojo: -Alegra esa cara Zevatur, no puede ser peor que lo de los gigantes y no nos salio tan mal- y se dirige hacia la salida del almacén. -Guilbert, necesitamos que nos guíes hasta la calle de la daga-. Justo antes de salir añade:- Renaer espero que sepas usar bien esas armas, al sitio donde vamos no es una taberna en la que el mayor problema sea acabar la noche en las dependencias de la guardia-. Tras lo cual el enano abandona el almacén y espera a sus compañeros en la calle.
Ash observó el proceder de Morko desde lo alto de la escalera sin decir nada. Entrecerró los ojos un instante para después relajar el gesto, con una mirada cínica que sin duda era la consecuencia de un juicio de valor. Observó a Zevatur también, esta vez sin rastro de cinismo. Lo que fuera que rumiara se lo guardó para él. Solo los que estaban junto al guerrero percibieron su cambio de humor momentáneo. Enseguida volvía ser el de siempre.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
El pícaro observo al eficiente paladín enano y su repartición de menesteres para todo el grupo, no pudo evitar sonreír para sí mismo torciendo ligeramente su rostro cuando el madero golpeó con un sonido hueco la cabeza del hombre-cuervo. Aún preocupado por la actitud oscura de Zevatur, el mestizo salió siguiendo a Morko decidido a situarse en todo momento cerca del Tiefling para defenderle si le daba por hacer alguna locura suicida.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
- Entiendo que nos estamos metiendo en la provebial boca del lobo, pero no puedo dejar a mi amigo en este lio, y más sabiendo que era a mí a quien buscaban. Aunque con vosotros me siento más seguro - responde a Morko con una sonrisa.
Guilbert recuerda que su padre era un poderoso paladin y algo de la gallardía y valentía de su padre, se ha tenido que quedar en el joven hombre.
Guiados por Zevatur y Guilbert no tardan en encontrar la calle de la Daga, que no está demasiado lejos, y Morko y Ash levantan sin problema la tapa de metal de la alcantarilla que revela una escalera de mano en la pared hasta llegar a la alcantarilla propiamente dicha.
Gowther pensaba que había descubierto todo tipo de olor desagradable en este plano, pero descubrió no sin desagrado que estaba equivocado. El hedor le hizo replantearse su decisión de aceptar esta misión no por primera vez, aunque en realidad no había tenido mucha opción.
El tunel de las alcantarillas tenía unos veinte pies de ancho, con un pequeño repecho a cada lado de apenas 5 pies de ladrillo negro y húmedo. En el centro del pasillo corría lentamente un agua negruzca, con tonos verdes y marrones de la cual salía el hedor que hizo torcer el gesto no sólo al eladrin proveniente de otro plano.
Sin tantos miramientos, y una vez que todos estuvieron abajo, Martin sabiendo de antemano y acostumbrado por su entrenamiento a que hay cosas que hacer carentes de todo glamour o dignidad, comienza a comprobar las paredes de la alcantarilla, apartando restos de humedad y la sustancia viscosa que parecía cubrir todas las paredes y el ladrillo por el que andaban.
Tras un minucioso examen, encontró a unos metros hacia la izquierda de la entrada un pequeño símbolo bajo un trozo particularmente grande de la sustancia viscosa. Se trataba de un círculo del que salían diez líneas o rayos terminados en otros tantos círculos más pequeños. Estaba realmente bien escondido y disimulado con la argamasa y la suciedad. De no haber sabido qué buscar posiblemente lo hubiera pasado por alto.
PbP Character: A few ;)
A pesar de guiar al grupo, la voz de Zevatur muestra claros signos fustracion, ni la mision ni la estrategia le parecen adecuados. Sin embargo, su sentido etico le fuerza a seguir a sus amigos a lo que parece una evidente trampa. Al llegar a la zona les detiene. - Quizas una invisibilidad de esas que he visto antes en el grupo podria ser una buena idea para el explorador mas adelantado. - Despues, al entrar, lanza una luz a una monedad de cobre y se la da a Ash. - Esto te ayudara a ver mejor. Si la cubres con la mano se apaga, procura que no nos delate demasiado pronto.
Zevatur, Rolthos
Ash cogió la moneda y asintió a Zevatur.
-Me alegro de tenerte de vuelta, chicobestia. Alegra esa cara. Esto no es un funeral, aun -rió con sorna- ¿cuanto dura la luz? Bueno da igual.
El guerrero alojó la moneda en la palma de su mano y reguló la luz que dejaba escapar entre los dedos. No era la primera vez que se veía con la mierda al cuello, pero si era la primera vez que lo hacia con un eladrin. Sonrió al ver descender a Gowther y pisar la misma mierda que los demás. Asintió satisfecho y dio una palmada amistosa al elfo antes de seguir la marcha. Apresuró el paso para ponerse a la altura de Kath, regulando la luz de la moneda, sin poder evitar seguir el ritmo de sus caderas. Pero estaban en al cloacas de Waterdeep, hogar de asesinos y bestias que nunca habían visto el sol, pronto el trasero de Kath fue lo de menos. Usó su viejo pañuelo para cubrirse la nariz como un bandolero. Aguzó los sentidos. Norma reposaba en su mano derecha y la moneda en la izquierda. Avanzó en silencio.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Los compañeros avanzan varios metros y al llegar a una intersección, Martin y Kath comprueban con esmero las paredes, eligiendo aquellos caminos en los que encuentran la sutil marca.
No pasa mucho tiempo antes de que Gowther se sienta totalmente desorientado, entre los giros del camino que parecen seguir y el olor nausabundo, el Eladrin empieza a pensar que no ha sido muy buena idea dejar elegir a los demás.
En una intersección están a punto de abandonar, pero entonces Kath encuentra la marca en el techo, en una zona que hay que iluminar a propósito, tras un ladrillo que no encaja del todo con el resto y siempre arroja sombra sobre esa parte de la pared.
Poco después, Martin detiene a Kath, y le muestra un fino hilo de acero que cruza de lado a lado el pasadizo, apenas perceptible y totalmente invisible en la oscuridad. Con cuidado, el experto semi-elfo mantiente la tensión en el cable mientras, con mucho cuidado enrolla parcialmente dos pequeños clavos que normalmente usa para crear asideros en una pared, en el cable, haciéndolos girar para dejarlos enganchados al mismo. Haciendo fuerza para no perder la tensión indica a Kath que corte el cable entre los dos clavos y después, continua enrollando uno mientras Kath mantiene la tensión en el otro y clava el instrumento entre dos losas.
- Lo dificil - la instruye - es mantener la tensión todo el rato sin ejercer demasiada o haría saltar la trampa. - Se acerca al borde enrollando el clave en el segundo clavo y busca otro lugar donde afinazarlo - normalmente habríamos evitado el cable simplemente, pero con nuestros compañeros ahí detrás no podemos arriesgar... -
Su frase es repentinamente cortada por una explosión de agua sucia. Kath, y los demás que estaban observando apenas unos metros detrás, ven como un gran cuerpo reptiliano se abalanza sobre Martin, abriendo unas grandes fauces, agarrando al semi-elfo por la cintura y arrastrándolo al agua antes incluso de que tenga tiempo de gritar.
Kath, sin pensárselo, se lanza al agua, armas en mano, mientras los demás saltan en ayuda de su compañero. Ash abre su mano para mostrar a un enorme cocodrilo girando sobre si mismo intentando ahogar a Martin, y al semi-elfo clavando su arma en el gran cuerpo cubierto de duras escamas prácticamente negras. Entre todos, no pasa mucho antes de que Martin esté de nuevo en la orilla y el cocodrilo se hunda siendo arrastrado por la corriente.
Sin embargo, toda esperanza que tuvieran en el sigilo ha desaparecido de momento. Si había algún vigia cerca la conmoción les ha delatado sin duda.
Tras limpiar lo mejor que pueden las heridas del semi-elfo, continúan andando hasta llegar a una gran sala circular de unos 30 pies de diámetro. Su estrecho parapeto de piedra sólo se extiende unos 10 pies más antes de desaparecer. Diferentes colectores de agua de lluvia y de residuos llevan a la sala circular, que más bien parece una cisterna con un enorme agujero en el centro de unos 10 pies de diámetro en el centro, algo más hundido que el resto. Más abajo puede verse otra sala circular al menos tan grande como la que están. No hay más salidas ni pasadizos que lleven a esta sala que el que les ha llevado allí, y el último símbolo que han encontrado está justo en la esquina que da a esta sala.
PbP Character: A few ;)
De nuevo con vendajes en sus piernas, el semielfo se mordió el labio aguantando una vez más el dolor de avanzar con sus heridas, aunque estuvieran limpias y saneadas, el dolor seguía intenso ahí. Intentando apartar de su mente de nuevo la sensación de fracaso, observó la cisterna circular donde acababa el pasillo e hizo una señal a sus compañeros para que investigaran la zona superior. Mientras tanto, rápidamente sacó su cuerda de la mochila y se la pasó a Kath, haciéndole señas para que usara sus escarpias y la afianzara a una de las paredes menos húmedas y más alejadas de las cascadas de agua que caían un piso más abajo.
Cuando la operación estuvo terminada, el pícaro se anudó el extremo de la soga a su cintura, y saltó grácilmente los 10 metros a una de las repisas de la zona de abajo, intentó buscar de nuevo una zona más seca y poco resbaladiza para aterrizar e intentó no dejar escapar un alarido de dolor al aterrizar sobre sus heridas y maltrechas piernas. Una vez abajo, se dedicó a investigar por su mismo esa parte de la cisterna más profunda.
Acrobatics: 1d20 (3) + 6 = 9 (No sé si tiro con ventaja o algo por la ayuda de Kath y la cuerda) - Investigation: 1d20 (6) + 5 = 11 - Perception: 1d20 (9) + 5 = 15
" ¡Oh la Oscuridad...! "