La repentina llegada de Nessa y Jen interrumpió la búsqueda del paladin de algún tipo de identificación del jinete. 

Todos se apresuraron en seguir las indicaciones de Nessa. Vraak tan sólo asintió y ayudó a Julian con los caballos. El doctor miraba a Jen y se mantuvo a cierta distancia. Cruços fue el último en abandonar el lugar de su combate con aquel arquero tan misterioso. Recorrió con la mirada la espesura del bosque que les rodeaba y pudo ver unos pares de ojos brillar en la oscuridad. Las bestias que Nessa y Jen habían visto estaban alli, al acecho. Con un gruñido por su parte abandonó el lugar tras sus compañeros. No había porque privarles de una buena comida, en especial si, como había dicho la ranger, tenían un cachorro con ellos. 

Una hora más tarde la joven se sintió lo bastante segura de que no les seguían y encontró un lugar donde las hojas del suelo no estaban tan cubiertas por la escarcha gracias al ramaje bajo de los árboles. Allí, entre los árboles, pararon por fin y pudieron descansar y recuperar fuerzas mientras caía la noche. 

Mientras los demás terminaban de preparar el campamento, Nessa se internó algo más en el bosque. Buscaba algo especial para la cena y si su instinto no le fallaba lo encontraría al otro lado de una pequeña colina que había no muy lejos del lugar donde estaban acampando. 
Con una sonrisa de satisfacción al coronar la elevación, Nessa vio un arroyo que bajaba entre rocas de granito cubiertas de musgo hacia el Nyr Div. unas rocas se elevaban desde el suelo del bosque hasta casi la superficie del agua, creando una pequeña poza. No cubriría más de su cadera pero era suficiente para lo que ella estaba buscando. La quietud de la superficie de agua fue rota repentinamente por la cola de una trucha de río y Nessa dejó escapar un pequeño grito de Victòria. 
Pese al frío que hacía, Nessa bajo hasta la orilla y se dispuso a conseguir una buena cena para el grupo. 
Observó el agua unos minutos, buscando algún pez más pequeño cerca de la orilla, ya que lo necesitaba para otros propósitos. 
El agua era clara y podía ver perfectamente a través de ella el fondo y se estaba planteando cómo atrapar uno de los pequeños y escurridizos peces cuando, en el reflejo del agua, vio una sombra aparecer tras ella de la nada. 
Sintió un fuerte golpe en su nuca y luego nada. 

Rolthos compartía con Vraak su preocupación por Nessa. Aunque la joven había estado muy segura de que no le pasaría nada y había prometido que no se alejaría mucho, su búsqueda de algo para cenar y agua fresca estaba tomando demasiado tiempo. Los caballos estaban tranquilos, comiendo las pocas hierbas que podían encontrar bajo la capa de escarcha que había cubierto todo el bosque, por lo que descartaban la idea de que aquellas bestias les hubieran seguido. 
Pero los minutos pasaban y la ranger no volvía. 

** Flashback **

Nessa soltó sus cosas casi de cualquier manera en el suelo y estiró un poco sus doloridos brazos y cuello antes de sentarse con un sonoro suspiro. Durante buena parte del día parecía que el momento de poder descansar y relajarse no iba a llegar nunca, y ahora que estaba por fin en él, casi no se lo podía creer.

Durante un buen rato se dedicó simplemente a mirar cómo el viento movía las hojas de los árboles cercanos, sin apenas prestar atención a lo que sucedía a su alrededor. Simplemente, necesitaba ese tiempo consigo misma antes de poder volver a la realidad…

Se fijó en que el resto de sus compañeros hacían prácticamente lo mismo. Por un motivo u otro, este día les había afectado profundamente a todos. Todos estaban cansados, todos habían sido heridos, pero a algunos además esas heridas habían llegado más allá del “simple” dolor físico. Vraak y Cruços no parecían estar especialmente afectados, pero no necesitaba mirar detenidamente a Rolthos para imaginarse los engranajes de su cabeza formando ideas muy negativas acerca de su papel durante el combate con el cazador. Jen directamente había necesitado acudir a una máscara que sólo habían visto durante uno de sus momentos más tensos, el interrogatorio a la que le sometió Cruços. Y Julian, el menos acostumbrado de todos a estas situaciones, directamente parecía estar perdido, probablemente preguntándose si recuperaría a la máscara que era su mayor apoyo.

Y no es que la exploradora estuviese en mejor situación. En su mente se arremolinaban varios pensamientos con los que no sabía muy bien qué hacer. Por un lado, había gastado más recursos de los que esperaba en el combate contra el cazador. Siete flechas mágicas, siete, de las diez que tenía cuando partió de Greyhawk y que esperaba usar de otra forma. Maldecía cada vez que pensaba en ello, ya que creía que las usaría contra el mismo Zalphiros y no tan pronto.

Por otro lado, aún quedaban 3 días para llegar a Libernen, dos hasta poder enviar un aviso a su hermano de que iban de camino. Eso era mucho tiempo en que podía pasar de todo. ¿Estarían bien siquiera? Con todo lo que sabían, cabía incluso la posibilidad de que el pueblo ya hubiera sido atacado. Y no había nada, NADA, que pudiera hacer al respecto de todo esto. Sólo continuar y continuar. Y lo mismo pasaba con Rose…

Por su cabeza rondaban también Cynair y Xandry’la. Cada paso que daban hacia Libernen era un paso que les alejaba de ellos. Dioses, también tenían que ayudar ahí. ¿Estaban haciendo lo correcto al dirigirse a Libernen?

Y, por último, estaba Vraak. Y de entre todas las cosas que no sabía cómo gestionar, probablemente esta era en la que estaba más perdida. En su cabeza, esto distaba mucho de los pequeños líos de una noche que había tenido desde que se fue de su hogar, y precisamente por tratarse de alguien cercano, alguien que le importaba, Nessa se preocupaba. Sí, la declaración de intenciones había quedado bastante clarita ese mismo día pero, ¿y ahora qué? La joven no sabía cómo hablarle, ni cómo aproximarse a él y ni siquiera si estos días eran adecuados para nada de eso. Por todos los dioses, ¿por qué tenía que ser todo tan difícil?

Frotándose la frente con las manos, Nessa decidió que tenía que cortar este ciclo de pensamientos haciendo algo práctico que la distrajera, y que ayudara a subir un poco la moral de sus amigos. Recordó la bellota que había guardado en su bolsillo el día anterior, su mente hizo ‘¡click!’ y se puso manos a la obra. Si la jugada le salía bien, no sólo conseguiría avanzar en el componente que necesitaba para poder conjurar espíritus animales, sino que además podría preparar una cena un poco mejor de lo habitual para que todos recuperarán fuerzas y ánimo.

No olvidando que se encontraban en una situación peligrosa ni la reciente experiencia con las tres criaturas con las que casi se habían dado de bruces Jen y ella, decidió que iría con sumo cuidado, usando su capa y alejándose muy poco del campamento. Si no encontraba un río en el que hubiera peces en esas condiciones, volvería rauda con los demás.

Tras picotear algo de sus raciones Rolthos se relajó, cerrando los ojos y esperando el regreso de Nessa con algo más sustancioso para comer. Aún dolorido, repasó mentalmente los acontecimientos del anterior combate intentando ver donde podía haber cometido el error. ¿Había sido demasiado arrojado y debería haberse protegido de la última andanada de flechas? ¿O quizás había sido demasiado cauto y había sido demasiado conservador con sus recursos? Las enseñanzas de Cynair se habían limitado a los aspectos más mecánicos del combate, disciplina física y maniobras. No a estrategias o tácticas… Paralelamente… ¿Su rauda partida hacia Syhnirfen era un exceso de arrojo o un acierto?

 Ese pensamiento hizo estallar en su cabeza un sentimiento de preocupación por Cynair. Quizás por estar ensimismado en sus propios conflictos internos o quizás por ser inconcebible que el veterano paladín pudiese estar en peligro, no había considerado preocupante su situación. Su tranquila reflexión termino al sentir que la ansiedad aceleraba su respiración. Fue entonces cuando Vraak manifestó su preocupación. Rolthos se tensó de inmediato.

 - Debemos ir a buscarla. Quizás deberíamos dividámonos, alguien debe quedarse cuidando los caballos y otros debemos ir a buscarla. – Miró a los presentes. Un grupo Rolthos y Crucos, otro Vraak y Jen… curador y ataque a distancia en ambos grupos.

La barda recoje con rapidez sus pertenencias y se echa la mochila a la espalda, montando de un salto en su caballo. Su expresión es seria y centrada, focalizada en el camino que tienen delante. Al llegar al claro y desmontar por fin se permite echarse al suelo con un quejido gutural. -me siento como si me hubiera pasado un carromato por encima- rueda por la hierba haciendo la croqueta, cosa que contrasta mucho con su severa expresión.
En una particular revolución se topa con algo que bloquea su giro. Abre un ojo y su mirada se cruza con la de Julian, quien se ha sentado de piernas cruzadas junto a su caballo. Con su único ojo bueno el médico parece observar detenidamente a la tiefling, como quien mira a un espécimen de laboratorio buscando memorizar todos los detalles del mismo, atento a cada respiracion. Jen aguanta la mirada durante unos segundos sin pestañear siquiera, con el ceño fruncido y los labios apretados en una fina línea. Finalmente con un suspiro cierra los ojos y relaja la expresion, acomodandose en la hierba con la frente en contacto con la pierna del médico. -Lo siento si te he asustado.- dice en voz baja. -Sigo siendo yo.- esto ultimo es casi inaudible.

Pasa un rato y cuando está particularmente a gusto, con un rayo de sol dandole agradablemente sobre la piel, empieza a tararear bajito una suave melodia, en un idioma distinto al comun, un canto que aprendió en sus viaje con el circo

Feasgar ciùin an tùs a' Chèitein
Nuair bha 'n ialtag anns na speuran
Chualaim rìbhinn òg 's i deurach
'Seinn fo sgàil nan geugan uain'
Bha a' ghrian 'sa chuan gu sìoladh
'S reult cha d' èirich anns an iarmailt
Nuair a sheinn an òigh gu cianail
"Tha mo ghaol air àird a' chuain"...

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Abre los ojos al sentir un pequeño escalofrio, parece que la temperatura ha descendido. Cuánto tiempo ha estado echándose la siesta??
No mucho, el sol aun está en el cielo. Pero suficiente como para no haberse percatado de que Julian se ha levantado y ya no está a su lado. Un poco grogui aun, estira la cabeza y reconoce al paladin, Vraak, Cruços y Julian hablando a unos metros. Parecen preocupados. Rolthos señala con el dedo a Cruços y a si mismo y gesticula en una dirección. Jen se levanta y camina hacia el corro -que pasa??- pregunta justo antes de caer en la cuenta de que falta alguien en el grupo. Donde estaba Nessa?

- Creo que lo mejor sería separarnos - está diciendo Cruços cuando Jen se une a ellos - cubriríamos más espacio - 

- Pero si nos emboscan de nuevo seremos una presa aún más fácil... - replica Vraak - En cualquier caso deberíamos decidir y movernos ya. Hace demasiado que se ha ido. - 

Rolthos asintio a las palabras de Vraak y nego con las de crucos.  - Sera mejor que partamos de inmediato... Vraak tiene razon, no creo que separarnos sea buena idea. Espero que cumpliese su palabra,  dijo que no se alejaria mucho y buscaba agua. Partio por alli. 

Viendo llevar a Jen le dijo - Nessa no ha regresado de su excursion vamos a ir aa buscarla. - Mientras hablaba su caballo acudio a su lado y momtandose en el mismo empezo a andar, volviendose a ver el resto impaciente...  - Vamos vamos!

Jen asiente con firmeza -Si, vamos. No ganamos para disgustos eh?!- Resopla. -Salimos de una y nos metemos en otra peor. -Refunfuña mientras se pone la mochila al hombro. -Al final acabaremos siendo pasto de los buit...

Una mano se posa sobre su hombro -Jen. Tranquilízate.- La voz firme de Julian a su espalda hace que la barda inhale aire bruscamente, poniendose roja. -La encontraremos.- Asegura el médico, apretando el hombro de Jen con confianza. -Pero tienes que centrarte.-

Jen gira la cabeza bruscamente y su mirada se cruza con la del Doctor, quien esta vez ni pestañea ante ese gesto. Parece enfadada, con el ceño fruncido de nuevo y la mandíbula tensa. Se miran unos segundos, y entonces inesperadamente Jen se adelanta un paso y estampa sus labios sobre los de Julian en un beso. Allí donde el acróbata actuaba con mas pudor, sobre esos gestos cercanos, la tiefling es demandante y energética.

Cuando se separan, Jen parece mas convencida. Focalizada. Se reajusta la mochila a la espalda con renovadas fuerzas.

-Vamos.- Afirma, siguiendo a los demás. Junto con el resto del grupo, y con la ayuda de los sentidos de Cruços, van haciendo una batida por el bosque, en la direccion en la que creen que ha podido ir Nessa, fijándose en cualquier detalle que les pueda llamar la atencion y que les de una pista sobre el paradero (o estado) de la cazadora.

El pequeño grupo se pone en marcha y Jen encuentra rápidamente las huellas de Nessa en la escarcha. Rolthos se queda impresionado pues aunque hay una fina capa de hielo blanco por todas partes, no es homogénea  aún y cuesta diferenciar las pisadas de la ranger en el irregular suelo. 

Cuando avanzan un poco más y giran hacia un lado el viento cambia y Cruços se detiene en seco, veteando el aire les dice. 

- Capto el olor de varias personas... snif snif estábamos rodeados ahí atrás... snif.. pero se han marchado. - 

Intrigados, y temiendo lo peor, siguen las huellas de Nessa. Tienen que rodear un peñasco, sobretodo por los caballos que no pueden pasar por el abrupto paso que ha usado Nessa, pero finalmente Jen se agacha a un par de metros de un arroyo y una pequeña poza donde puede ver algunos peces. 
- Nessa ha estado aquí- asegura - y alguien más... aquí ha caído un cuerpo al suelo... pero... - estira la mano y, de entre unos juncos, saca la pulsera de muérdago y sauce que Nessa lleva siempre consigo. 

Cuando Cruços paró al grupo el paladín miró a su alrededor, observando sus alrededores. – ¿Qué quieres decir que estábamos rodeados? ¿Cuándo? ¿¿Dónde?? – Preguntó Rolthos algo alarmado. Después, el grupo continuó sin prestar demasiada atención al peligro de haber estado rodeados con anterioridad azuzados por la desaparición de Nessa. El paladín les siguió echando varias miradas a su alrededor, reflexionando. "Nos acechaban aprovechando la direccion del viento?... Sabrian de las habilidades de Crucos?" Se pregunto mientras alcanzaba al resto.

Ya en el arroyo miró a su alrededor, concentrandose, mientras Jen observaba el rio y encontraba la pulsera. - Es difícil que hayan arrastrado un cuerpo sin dejar ningún rastro. - El paladín observó a su alrededor, especialmente hacia donde iva el viento.- Pero no creo que estén acechando justo aquí de nuevo… -  

-Quizá se la han llevado por el rio, para no dejar rastro...-, musita jen, jugando con la pulsera entre las manos como si fuera un token -Pero no es muy profundo. Si alguien la hubiera arrastrado por aqui se notaria... Voy a mirar mas adelante. Quizá encuentre alguna marca, alguna otra pista. -suspira- No lo se. La rastreadora es Nessa. Que haria ella si uno de nosotros desapareciera?? -Vuelve a mirar el colgante. -Tengo la impresión de que esta pulsera es un mensaje suyo, o una provocación de quien nos estaba acechando. Esto es un infierno.- Cruza al otro lado del riachuelo para volver a intentar buscar alguna pista, sin perder de vista al grupo.

Rolthos intenta tranquilizarse. Es evidente que quien fuese es todo un experto en aquellas lides. Recuerda que alguna vez que fue a cazar con su padre de pequeño le habló de permanecer a favor del viento para evitar que sus presas les detectaran. No necesariamente tenían que saber de las habilidades de Cruços pero... ¿cuánto tiempo les habían estado siguiendo? ¿Cuántos eran? ¿Quiénes? ¿Por qué ahora, al menos aparentemente, les habían dejado de acechar? Cruços le aseguró que no tenía respuesta para aquellas preguntas. 

En el arroyo, Jen cruzó las frías aguas con un escalofrío. No consiguió ver ninguna otra pista, ninguna otra huella. Si las había, ella no era capaz de encontrarla. 

De pronto Cruços les advirtió que alguien se aproximaba. Lo había escuchado. 

- Al menos dos - susurró preparando su arco. 

Todos desenvainaron sus armas y se prepararon para un enfrentamiento. 

Remontando las rocas que bordeaban el arroyo apareció un elfo. Alto, esbelto, vestido con una armadura de cuero verde oscuro y portando a su espalda un bello arco élfico y un carcaj lleno de flechas. Dos elegantes espadas largas colgaban de su cintura. Pese a estar completamente armado no portaba ninguna en sus manos y se detuvo al ver a los compañeros, obsrevándoles con sus profundos ojos verde esmeralda. No habló, pero apenas un segundo más tarde apareció Nessa tras él, sonriendo al ver a sus amigos. 

Rolthos se relajó al ver a Nessa sonreír, pero no bajo la guardia. 

 - ¿Estas bien, Nessa? ¿Qué ha pasado?... hemos detectado un grupo de personas que nos acechaban en el campamento y temíamos por tu retraso. – Preguntó mientras su mirada se posaba en el elfo, preguntando implícitamente por su identidad.

Nessa miró a sus amigos como si no les hubiera visto en demasiado tiempo. La sonrisa acudió automáticamente a sus labios, pero no así a sus ojos, visiblemente cansados. Avanzó unos pasos hasta ponerse a la altura de su acompañante, al que tocó levemente en el brazo. Tras intercambiar con él una silenciosa mirada que a todas luces era suficiente comunicación entre los dos, se adelantó hasta colocarse entre él y el grupo.

- Chicos, perdonadme. Siento mucho haberos preocupado. Estaré bien ... sólo necesito ... recuperar energías.

La ranger dice esto en un tono que intenta ser tranquilizador y con un lenguaje verbal que les invita a guardar sus armas. Luego añade:

- Dejad que os presente. Él es Ornym, mi maestro. 

Luego mira al elfo y dice, mientras va señalando uno a uno a los compañeros:

- Ellos son Rolthos, Cruços, Jen, Julian y Vraak.

Sintiendo claramente la tensión del momento y deseando que se pueda relajar un poco el ambiente, la chica vuelve a sonreír un poco y les dice a todos:

- ¿Por qué no volvemos a donde estábamos acampados y así descansamos, cenamos y hablamos? Pienso que era un buen lugar pero - mira a Ornym - nadie conoce estas tierras mejor que tú, ¿qué opinas?

Él asiente, confirmando la opinión de la joven, y entonces ambos rangers terminan de recorrer la pequeña distancia que les separa del grupo. 

Ya en el campamento Nessa apoya su equipo y dice, un poco azorada:

- Ahora casi parece ridículo, pero ... fui al río con intención de conseguir un componente para avanzar en un conjuro, y de paso algo para que cenáramos bien por una vez y recuperáramos un poco de ánimo después de la mañana horrible que hemos tenido. No sé qué pensaréis los demás, pero ya que tenemos truchas frescas no vamos a desaprovecharlas, ¿no?

Empieza a preparar las truchas, suponiendo que los compañeros empezarán a preguntar sin mucha dilación. Está casi conteniendo la respiración, pero al mismo tiempo siente que agradecerá la conversación, ya que la sacará de sus propios pensamientos.

No ha pasado ni un minuto desde que Nessa comenzara a preparar la cena cuando la ranger se da cuenta de que, debido al frío y la escarcha que lo cubre todo, no va a tener madera seca con la que hacer una hoguera. Ni siquiera usando magia conseguiría mantener el fuego encendido con aquella madera. Maldito frío antinatural, había algo casi maligno en él. 

Pero no estaba dispuesta a dejar que aquello la detuviera. No hacía mucho había escuchado una conversación en una taberna de los muelles, a la que había ido para evitar que Cruços la liase otra vez, de dos marineros blakunios sobre cocina. Rápidamente empezó a charlar con ellos y le contaron que en una lejana región del Gran Reino llamada Kara-Tur, la gente comía los pescados crudos con o sin arroz cocido y envuelto en algas. No tenía las especias que le habían dicho ni podría preparar la salsa pero con un poco de inventiva y con algas del arroyo preparó y cortó los pescados como le habían dicho. No sería una cena convencional pero si mejor que comer el pescado frío y sin preparar. Seguro que así les sorprendía. 

Mientras ella preparaba la cena, a su espalda, la situación era, cuando menos incómoda. Ornym daba tiempo y espacio a los compañeros de Nessa para empezar a lanzar las dudas, que seguramente, tenian. 

*flashback*

Nada mas aparecer el elfo, Jen lo primero que hace es agacharse y coger una piedra, preparandose para lanzarla. Habia dejado su chakram con Rolthos mientras cruzada el arrollo para que no se oxidara. Pero al ver aparecer a Nessa por detras, sana y salva, y presentar a su acompañante como nada menos que su antiguo maestro, la piedra se le cae de las manos. 

El acróbata en su interior da un brinco de alegría, cosa que se materializa en un pequeño escalofrío en la tiefling.

-Hum....- Gruñe, sin dejar de mirar al elfo mientras se acerca a Nessa y la recibe con un abrazo. -Estás bien? Te has hecho daño?- la cazadora niega, para alivio de su amiga. -Está bien.-asiente con severidad. -Te seguimos- 

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En el campamento:

Jen es la primera en abrir la boca, ansiosa por conocer mas sobre el elfo.

-Hay algo que no me cuadra. -Es lo primero que comenta. - Como os habeis encontrado? Estabamos siendo acechados por varias personas. -remarca el "varias"- y Nessa... -Enseña el brazalete, sin finalizar la frase. -Pensabamos que habia sido atacada. Que ha pasado?

* En el camino *

Nessa devuelve el abrazo a Jen con fuerza.

Aunque la ranger siente la necesidad de alargar ese abrazo más tiempo, se separa de su mejor amiga bastante rápido. La prioridad ahora para ella es tender puentes entre el grupo y Ornym por encima de cualquier otra cosa.

* En el campamento *

Nessa termina de preparar el pescado mientras escucha la ronda de preguntas, que comienza con Jen. Inicialmente piensa en intervenir ella primero, pero lo descarta rápidamente, pensando que es bueno que sus amigos oigan las respuestas directamente de su mentor y decidiendo que hará alguna intervención si es necesario.

Cuando Jen muestra la pulsera, primero se sorprende un poco y luego suspira aliviada. Aunque había recuperado su equipo, no se había acordado del foco hasta verlo en manos de la barda.

-No debéis temer- responde el elfo mirando a la barda a los ojos - Mis hombres solo se aseguraban que nadie os molestaba mientras Nessa y yo nos reencontrábamos en el arroyo.Que hayáis sido capaces de averiguarlo es toda una proeza- añade mirando un momento al cazador de sangre.

 Esta noche no sera necesario que hagáis guardias, aun desde la distancia  cuidarán que no seamos molestados y podréis descansar.-

La barda alza unaa ceja mirando al elfo de arriba a abajo con desconfianza -vaaaaaaale....~- accede, pero aun asi sus ojos se desvian a Nessa buscando confirmación. No era Ornym un ermitaño la ultima vez que Nessa le habló de él?. -Es muy... Amable? De su parte, y la de sus hombres, quiero decir. Hum.- frunce el ceño, sin estar segura de que mas decir. -Como están las cosas por estos bosques? Seguramente Nessa ya... -Duda. Mejor tutearle? Llamarle de usted? De vos? Que locura! - ... Ha relatado el encontronazo que hemos tenido con un cazador no muerto. *Ejem* No creo que haya sido el primero ni el ultimo.

Al reconocer la insignia que lo identificaba como miembro de la prestigiosa orden de defensores del reino de Celene, Rolthos se relajó ostensiblemente. - Es un honor encontrarse a uno de los fundadores de los Caballeros Verdes y Guardian Esmeralda de la Reina. - Le hizo una leve reverencia y al escuchar que era el mentor de Nessa, Rolthos encarnó una ceja, gratamente sorprendido.

Ya en el campamento y tras las primeras explicaciones de Ornym y Nessa, Rolthos reflexionó sobre el estresante encuentro y la teatral aparición de Ornym. Una fugaz mirada de irritación saltó entre la azorada Nessa, su misterioso mentor y la trucha cruda en su regazo. - ¿No hubiese sido más fácil y menos estresante para todos presentarse ante el grupo directamente? - Preguntó educadamente, intentando ocultar su irritación ante la teatralidad del encuentro. 

Despues, centrandose en el pescado dudó unos instantes y al final lo probó. - Interesante… - Dijo sorprendido, deleitándose y analizando absorto las texturas y su delicado sabor. En breves instante devoró el pesado y ya satisfecho con el estómago lleno se dirigió con mas ánimo a Nessa y a Ornym. - Os agradecemos la ayuda esta noche, dormitremos más tranquilo, cosa que necesitamos. 

 - No se si te lo hará contado Nessa, hemos venido a intentar ayudar a detener el avance del ejercito de muertos vivientes. Nos hemos enfrentado con anterioridad a Zalphiros con desastrosos resultados y quizás podamos ayudar detenerle esta vez. Vamos en busca de una de sus lugartenientes, una elfa conocida como Aldalanatüste que creemos se encuentra en Libernen.

  - En el viaje hasta aquí hemos tenido un par de encuentros, una planta, extraordinariamente crecida y dañina obstaculizaba el camino. Si refugiados viajan desde Celene, o desde cualquier parte del frente hacia Greyhawk se pueden ver en serios problemas. También podría poner en serios problemas a dos batallones que Greyhawk mandará a ayudar a Celene u otros movimientos militares. De hecho, nos desviamos del camino encontrarnos a uno de los grifos que se mandaron a Celene…quizás nos hayamos desviado bastante... Respecto a la planta, nosotros no tenemos recursos ni para saber a que se debía ni para reducir su peligro.

 - El cazador no muerto que menciona Jen, habia abatido un grifo de la Guardia Gris que se mandaron como avanzadilla. No encontramos restos del jinete… - dijo dejando su paradero en el aire.

 - ¿Tenéis noticias de lo que está pasando en el frente? Dos de nuestros mentores, Xandrila y Cynair se dirigieron hacia Shynirfen y tememos por su vida.