- Si va Jen, yo voy también - dice Julian resuelto mientras Vraak y Cruços se bajan de los caballos. - Lo siento, pero no me quedo más cuidando de los caballos. Por muy majos y bonitos que sean -dice acariciando el cuello del suyo al bajar.
El paladín miró a su alrededor mientras el resto se bajaba de los caballos, parecía que todos iban a ir al encuentro de los osos menos el mismo. Con una sonrisa algo socarrona permaneció en el caballo, con las manos cruzadas en el pomo de la silla de montar.
- ¿Debería quedarme cuidando los caballos? - Bajando su mirada hacia sus botas concluyó. – Precisamente para no entorpecer mucho las misiones de sigilo me equipé con estas botas. Quizás yendo bien detrás no resultaría de tanto estorbo... Pero lo dejo a tu decisión, Nessa. Imagino que cuanto más seamos más difícil será mantenernos en sigilo.
- Si voy con vosotros Rayo se puede quedar atento a los caballos. Aunque no podría defenderlos si algo los ataca, si podría incitarles a huir y mantenerles juntos y ayudarnos a encontrarlos después ya que me puedo comunicar con él telepáticamente.
Nessa levanta las manos en actitud conciliadora hacia Julian y Rolthos:
- Está bien, está bien. No nos separemos pues ... tampoco era la mejor de las ideas. Hay espacio para que pasen los caballos, así que vayamos todos y si más adelante vemos que los caballos nos entorpecen, al menos podremos dejarlos más cerca de nosotros y no en medio del camino...
El paladín propone que vayan todos juntos con algo de distancia entre ellos: la cazadora delante en silencio unos metros por delante, luego el resto del grupo y finalmente él mismo un poco más atrás, llevando los caballos. Nessa asiente a esta propuesta, le entrega las riendas de Céfiro y empieza a acercarse al lugar del que ha salido el grupo de osos.
Nada mas perderse la caravana de vista, Jen se cambia a su máscara del acróbata, mas cómode con el mundo y el grupo. Cabalga junto a Julian, a veces junto a Nessa y Rolthos, haciendo algunos juegos de manos para entretener al grupo y que la marcha no se hiciera tan tediosa. A quien no se acerca es a Cruços, evitando en lo posible mirarle o hablar con el.
Al caer la tarde, cuando descubren las huellas de osos, Jen ladea la cabeza, extrañade.
-Que grupo de osos multicolor tan curioso. Un grupo de osos negros, o pardos, si me esperaría, pero tal variedad es rara, verdad?- Se aparta el flequillo de la cara, maniobrando al caballo para ponerse en direccion a donde se ha adelantado Nessa. Espera, con atencion, a que la cazadora les vaya dando indicaciones de que hay mas adelante, y avanzando lentamente.
Rayo sacude la cabeza y relincha un poco ante las palabras de Rolthos. Todos se preparan para seguir las indicaciones de Nessa y se internan en el bosque cuando la luz del sol comienza a cambiar de color y el cielo empieza a pintar las nubes de colores morados y turquesa.
Girando a su izquierda, el grupo se interna entre los árboles y los arbustos de ese lado, intentando averiguar de donde venían los osos. Apenas un kilómetro más allá encuentran el lugar de donde venían. Entre dos árboles pueden ver un venado de gran tamaño abatido y prácticamente devorado. Dos cuervos se sobresaltan con su llegada y vuelan hasta unas ramas cercanas chillando a los intrusos que les han interrumpido en su festín. Nessa confirma por las huellas que los osos han dado caza y buena cuenta del venado. Recordando lo que sabe de las costumbres de los mismos, decide volver sobre sus pasos y seguir un poco las huellas para ver adónde se han dirigido, ya que seguir en la dirección en la que van les llevará a rehacer la caza del venado que ha podido extenderse por varios kilómetros, y lo más probable es que, tras una comida tan abundante incluso para tantos osos, hayan ido hacia su guarida. Todos se preguntan qué grupo tan curioso de osos que parecen actuar casi como lobos.
Nessa sigue el rastro de los osos sin problema y no pasa mucho tiempo desde el camino hasta que el ruido de un arroyo comienza a llegar hasta ellos. Suben una pequeña loma y Nessa hace una señal para que se detengan y se acerquen agachados. Dejando los caballos un poco más atrás al cuidado de Rayo, el resto del grupo alcanza a su intrépida exploradora en la cima de la loma. Frente a ellos, y tras una abrupta caída, ven un arroyo discurrir entre rocas y las raíces de los árboles. La siguiente loma es un poco más alta que en la que se encuentra el grupo y parece tener una cueva en su lado derecho. En la cima de la loma hay una cabaña de madera de un solo piso, con una luz dentro que ilumina parte de la hierba que hay delante y pueden ver las sombras de, al menos, dos personas pasar por delante de la luz. A la derecha, subiendo casi en línea recta desde el rio hacia la entrada de la casa, pueden ver una hilera de colmenas de abejas. Y ahora que se fijan en los árboles de ese lado hay algunas en los árboles colgando de las ramas más bajas. Pocas abejas parecen moverse por allí ahora, ya que con la caída del sol vuelven a sus colmenas, pero seguro que durante el día el zumbido de tantas abejas puede oírse desde más lejos.
Aún con la luz cada vez más escasa, son capaces de ver el reflejo de un campo de flores en un claro entre los árboles no mucho más allá, siguiendo el curso del río.
Las risas de unos niños brotan de pronto de la casa y la chimenea comienza a humear.
Nessa frunce el ceño, cada vez más extrañada, y dice en voz baja:
- Esto es muy raro, ¿acaso esa familia va a tener seis osos como mascotas? - intenta aguzar la vista para ver a dónde llevan las huellas - Mmm, no veo si las huellas llevan hasta la cueva o hasta la casa. Lo lógico sería lo primeor, claro, pero... - encoje los hombros, dando a entender que no le sorprendería que fuera lo segundo, después de tantas cosas que han visto los compañeros.
Se incorpora ligeramente y mira a los demás:
- Acerquémonos a investigar. En el mejor de los casos se trata de una familia a la que convendría avisar de todo lo que está pasando por la región.
Hace unos gestos con la mano y murmura unas palabras para sí, y tras un leve fulgor de su pulsera, la ranger empieza a emitir un velo de silencio a su alrededor...
Las mismas sombras parecían moverse alrededor de Nessa para cubrir su avance hacia la casa. El rumor del arroyo pareció crecer de intensidad para ocultar los sonidos de sus movimientos y los de sus compañeros mientras descendían por la colina y cruzaban para acercarse más al otro lado.
Al vadear el agua Nessa no tuvo problemas en localizar de nuevo las huellas que se dirigían a la cueva. No tuvo que acercarse mucho más para escuchar los sonidos de, al menos, un par de osos dentro de la cueva. Las voces en la casa les llegaban con más claridad ahora, incluso al resto del grupo que esperaba a su exploradora al otro lado del rio.
Una punzada de pena atravesó el corazón de Nessa al escuchar a aquella familia que, entre risas y juegos, parecía estar preparándose para acostarse. Al ver la inocente felicidad de aquellas personas fue dolorosamente consciente de lo que se había perdido, quizá para siempre, en su pueblo.
Nessa cerró los ojos, perdiéndose en los dolorosos recuerdos durante unos instantes. Lo sucedido durante el día anterior y la separación de Ornym habían tenido su mente tan ocupada que se habia olvidado de su pueblo y su familia, lo que sólo sirvió para que el dolor la atacara con fuerza renovada.
Sólo cuando sintió que sus compañeros acortaban la distancia con ella terminó de reaccionar, recorriendo la distancia que la separaba de la cueva.
Se adentró un poco y vio a los dos osos pardos tumbados uno al lado del otro jugando entre ellos. No había rastro de los otros cuatro y la cazadora se adentró aún más en la cueva para investigar si estaban allí o si habían abandonado la cueva por algún camino interior. Avanzando por la pared contraria a la que estaban usando los osos pardos para jugar pudo llegar a un punto de la cueva en el que se veían dos salidas: una a la izquierda, que bajaba un poco, y otra que giraba ligeramente a la derecha.
Estaba demasiado oscuro para poder percibir más sin adentrarse más aún y, pensando que era mejor ir a lo seguro, volvió sobre sus pasos para comentar a los demás lo que habia visto.
- No hay rastro de cuatro de los seis osos, y al fondo de la cueva hay dos caminos se salida. Estaba demasiado oscuro como para investigarlos sin arriesgarme a adentrarme más. Puede que me equivoque pero ... si en esa casa hay dos adultos y niños, coincide con el hecho de que en la cueva están los osos de tamaño medio y que faltan precisamente los dos más grandes y los más jóvenes... Demasiada coincidencia para esta situación tan extraña, ¿no creéis?
Mirando a Jen y a Rolthos añade:
- Quizás sea hora de llamar a la puerta. Y lo de hacer amigos se os da mejor a vosotros dos...
- ¿Serán una familia de cambia formas de oso? Deben de ser bastante fuertes pero Nessa tiene razón, un ejército de no muertos barrería este lugar. No hemos visto nada que fuese alarmante... Y deberíamos al menos advertirles. Yo te apoyo Jen.
Con cuidado de no alertar a los osos que aún se pueden escuchar jugando en la cueva, el grupo se mueve hacia la otra parte de la colina, comenzando a ascender cuando estaban llegando a la línea de la fila de los panales. Pronto descubren que, efectivamente hay un sendero que discurre entre los panales y lleva hasta la puerta de la casa, más que sendero es una trocha abierta al ser atendidos los panales. Alguna abeja zumba entre ellos o llegando a su colmena, pero al estar el sol casi completamente puesto ya la mayoría están en el interior. Puede escucharse un leve pero agradable zumbido mientras ascienden la colina. Son capaces de cruzar los panales sin alertar a las abejas de su presencia.
Al llamar a la puerta los sonidos de dentro cesan de inmediato. Al cabo de unos segundos, una voz femenina, fuerte y segura pregunta.
Jen y Rolthos se miran, y asienten entre ellos, cuando la voz les responde al otro lado de la puerta.
-Viajeros, mi señora.-Responde Jen, cuadrándose y hablando con voz segura y calmada.- Sentimos molestarla en su hogar. Somos una compañía en travesía desde Greyhawk. Traemos noticias de la ciudad, y el conflicto que se ha extendido a estos bosques.- Se separa de la puerta un par de pasos, buscando con la mirada una ventana, esperando ver a alguien al otro lado. Se atusa el flequillo, nerviose, esperando una respuesta. Rolthos, que esta cerca suyo, puede ver una muy ligera neblina formandose en sus manos, y sus ojos atentos a la puerta, y las ventanas.
Una sutil ansiedad se apoderó de Rolthos mientras se acercaba a la casa. Deseaba que este encuentro no fuese hostil, pero la verdad es que no las tenía todas consigo. Llamó a la puerta y miró a Jen, que podía presentar una cara mas amable en encuentros con extraños. Escucho y observó la presentación de Jen. - Rolthos, paladín de Mayaheine para servirla. - Dijo seriamente, inmediatamente después de la intervención de Jen intentando transmitir calma.
Nessa dejó que Jen y Rolthos se presentaran y se alejó unos pasos hasta el extremo más alejado de la casa, con intención de permanecer escondida y tener una buena posición de ataque en caso de que las cosas se torcieran.
- No es nuestra intención generar conflictos... Lamentablemente se ha levantado un terrible ejército de muertos vivientes que no sabemos muy bien a dónde se dirige. - Dijo con la seriedad con la que se comunican los asuntos más graves. - No es nuestra intención deciros lo que debéis hacer, pero traemos estás malas nuevas que deberías escuchar atentamente y ponderar vuestro curso de acción.
Despues mirando a Cruços añadió - Cruços es un problema con patas... Pero respondo de él. No os causará problemas. ¿Verdad, Cruços?
Miró a Jen para ver si quería añadir algunas palabras más amables, o quizás más alarmantes... Siempre era una incógnita lo que haría la cambia formas.
Jen complementa las palabras de Rolthos -Como hemos dicho, solo estamos de paso. Hemos visto peligros cerca de estos bosques que no son de este mundo, y tememos que se expandan por todas partes. La cacería salvaje ronda por estas tierras, mi señora. Avisamos a todo el que podemos porque nos hemos encontrado con ellos y casi no lo contamos.-
Sacude la cabeza hacia el paladín, en un gesto de negación. Seguramente aquella familia de ermitaños no les abriría la puerta. -Debemos llegar al templo cuanto antes...- Susurra a Rolthos.
Cruços sólo gruñe su descontento mientras Tras unos segundos de silencio la puerta se abre. A la luz del hogar del interior el grupo ve a una mujer alta, corpulenta, de largo pelo castaño, ojos marrones y mandibula marcada. El brazo que mantiene la puerta abierta es fuerte, tanto como el de Vraak.
- Pasad, y contadnos más sobre esa Cacería. Pero tú - dice señalando a Cruços - será mejor que te comportes o dormirás en el porche. -
Cuando ve que abren la puerta y les permiten pasar Nessa se relaja y se acerca al resto del grupo. Asiente en agradecimiento a la mujer y espera a que Rolthos y Jen sean los primeros en entrar.
Tras señalar a con el dedo índice a Cruços y murmurar con sorna "Nos portamos bien, Eh?" Rolthos se adelanta al resto a entrar por la puerta. Pero al ver a la mujer con más detalle se detiene momentáneamente, siente como su severa mirada le juzga. Tras el momento de duda prosigue.
- Le agradecemos su hospitalidad. Y lamentamos las malas noticias que traemos. - Dice mientras empieza a entrar en la casa. - Jen os puede relatar con mas detalles y amenidad lo de la cacería, es un muy buen cuenta cuentos.
Jen agradece la invitacion inclinando la cabeza levemente, y cuando la mujer se aparta un poco para dejarles pasar, aprovecha para cruzar miradas con Julian y gesticular un "menudos brazos" de admiracion. Observa la entrada de la casa, y se queda a un lado hasta que el resto del grupo pasa.
-Gracias por dejarnos entrar. Mi nombre es Jen. Ya conoceís a Rolthos y Cruços. Ellos son Nessa, Julian y Vraak. Y vuestro nombre cual es?- Pregunta en tono calmado.
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- Si va Jen, yo voy también - dice Julian resuelto mientras Vraak y Cruços se bajan de los caballos. - Lo siento, pero no me quedo más cuidando de los caballos. Por muy majos y bonitos que sean - dice acariciando el cuello del suyo al bajar.
PbP Character: A few ;)
El paladín miró a su alrededor mientras el resto se bajaba de los caballos, parecía que todos iban a ir al encuentro de los osos menos el mismo. Con una sonrisa algo socarrona permaneció en el caballo, con las manos cruzadas en el pomo de la silla de montar.
- ¿Debería quedarme cuidando los caballos? - Bajando su mirada hacia sus botas concluyó. – Precisamente para no entorpecer mucho las misiones de sigilo me equipé con estas botas. Quizás yendo bien detrás no resultaría de tanto estorbo... Pero lo dejo a tu decisión, Nessa. Imagino que cuanto más seamos más difícil será mantenernos en sigilo.
- Si voy con vosotros Rayo se puede quedar atento a los caballos. Aunque no podría defenderlos si algo los ataca, si podría incitarles a huir y mantenerles juntos y ayudarnos a encontrarlos después ya que me puedo comunicar con él telepáticamente.
Zevatur, Rolthos
Nessa levanta las manos en actitud conciliadora hacia Julian y Rolthos:
- Está bien, está bien. No nos separemos pues ... tampoco era la mejor de las ideas. Hay espacio para que pasen los caballos, así que vayamos todos y si más adelante vemos que los caballos nos entorpecen, al menos podremos dejarlos más cerca de nosotros y no en medio del camino...
El paladín propone que vayan todos juntos con algo de distancia entre ellos: la cazadora delante en silencio unos metros por delante, luego el resto del grupo y finalmente él mismo un poco más atrás, llevando los caballos. Nessa asiente a esta propuesta, le entrega las riendas de Céfiro y empieza a acercarse al lugar del que ha salido el grupo de osos.
Peindre l'amour, peindre la vie, pleurer en couleur ♫
Auriel | Shenua | Arren | Lyra
Nada mas perderse la caravana de vista, Jen se cambia a su máscara del acróbata, mas cómode con el mundo y el grupo. Cabalga junto a Julian, a veces junto a Nessa y Rolthos, haciendo algunos juegos de manos para entretener al grupo y que la marcha no se hiciera tan tediosa. A quien no se acerca es a Cruços, evitando en lo posible mirarle o hablar con el.
Al caer la tarde, cuando descubren las huellas de osos, Jen ladea la cabeza, extrañade.
-Que grupo de osos multicolor tan curioso. Un grupo de osos negros, o pardos, si me esperaría, pero tal variedad es rara, verdad?- Se aparta el flequillo de la cara, maniobrando al caballo para ponerse en direccion a donde se ha adelantado Nessa. Espera, con atencion, a que la cazadora les vaya dando indicaciones de que hay mas adelante, y avanzando lentamente.
Rayo sacude la cabeza y relincha un poco ante las palabras de Rolthos. Todos se preparan para seguir las indicaciones de Nessa y se internan en el bosque cuando la luz del sol comienza a cambiar de color y el cielo empieza a pintar las nubes de colores morados y turquesa.
Girando a su izquierda, el grupo se interna entre los árboles y los arbustos de ese lado, intentando averiguar de donde venían los osos. Apenas un kilómetro más allá encuentran el lugar de donde venían. Entre dos árboles pueden ver un venado de gran tamaño abatido y prácticamente devorado. Dos cuervos se sobresaltan con su llegada y vuelan hasta unas ramas cercanas chillando a los intrusos que les han interrumpido en su festín. Nessa confirma por las huellas que los osos han dado caza y buena cuenta del venado. Recordando lo que sabe de las costumbres de los mismos, decide volver sobre sus pasos y seguir un poco las huellas para ver adónde se han dirigido, ya que seguir en la dirección en la que van les llevará a rehacer la caza del venado que ha podido extenderse por varios kilómetros, y lo más probable es que, tras una comida tan abundante incluso para tantos osos, hayan ido hacia su guarida. Todos se preguntan qué grupo tan curioso de osos que parecen actuar casi como lobos.
Nessa sigue el rastro de los osos sin problema y no pasa mucho tiempo desde el camino hasta que el ruido de un arroyo comienza a llegar hasta ellos. Suben una pequeña loma y Nessa hace una señal para que se detengan y se acerquen agachados. Dejando los caballos un poco más atrás al cuidado de Rayo, el resto del grupo alcanza a su intrépida exploradora en la cima de la loma. Frente a ellos, y tras una abrupta caída, ven un arroyo discurrir entre rocas y las raíces de los árboles. La siguiente loma es un poco más alta que en la que se encuentra el grupo y parece tener una cueva en su lado derecho. En la cima de la loma hay una cabaña de madera de un solo piso, con una luz dentro que ilumina parte de la hierba que hay delante y pueden ver las sombras de, al menos, dos personas pasar por delante de la luz.
A la derecha, subiendo casi en línea recta desde el rio hacia la entrada de la casa, pueden ver una hilera de colmenas de abejas. Y ahora que se fijan en los árboles de ese lado hay algunas en los árboles colgando de las ramas más bajas. Pocas abejas parecen moverse por allí ahora, ya que con la caída del sol vuelven a sus colmenas, pero seguro que durante el día el zumbido de tantas abejas puede oírse desde más lejos.
Aún con la luz cada vez más escasa, son capaces de ver el reflejo de un campo de flores en un claro entre los árboles no mucho más allá, siguiendo el curso del río.
Las risas de unos niños brotan de pronto de la casa y la chimenea comienza a humear.
PbP Character: A few ;)
Nessa frunce el ceño, cada vez más extrañada, y dice en voz baja:
- Esto es muy raro, ¿acaso esa familia va a tener seis osos como mascotas? - intenta aguzar la vista para ver a dónde llevan las huellas - Mmm, no veo si las huellas llevan hasta la cueva o hasta la casa. Lo lógico sería lo primeor, claro, pero... - encoje los hombros, dando a entender que no le sorprendería que fuera lo segundo, después de tantas cosas que han visto los compañeros.
Se incorpora ligeramente y mira a los demás:
- Acerquémonos a investigar. En el mejor de los casos se trata de una familia a la que convendría avisar de todo lo que está pasando por la región.
Hace unos gestos con la mano y murmura unas palabras para sí, y tras un leve fulgor de su pulsera, la ranger empieza a emitir un velo de silencio a su alrededor...
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Las mismas sombras parecían moverse alrededor de Nessa para cubrir su avance hacia la casa. El rumor del arroyo pareció crecer de intensidad para ocultar los sonidos de sus movimientos y los de sus compañeros mientras descendían por la colina y cruzaban para acercarse más al otro lado.
Al vadear el agua Nessa no tuvo problemas en localizar de nuevo las huellas que se dirigían a la cueva. No tuvo que acercarse mucho más para escuchar los sonidos de, al menos, un par de osos dentro de la cueva. Las voces en la casa les llegaban con más claridad ahora, incluso al resto del grupo que esperaba a su exploradora al otro lado del rio.
Una punzada de pena atravesó el corazón de Nessa al escuchar a aquella familia que, entre risas y juegos, parecía estar preparándose para acostarse. Al ver la inocente felicidad de aquellas personas fue dolorosamente consciente de lo que se había perdido, quizá para siempre, en su pueblo.
PbP Character: A few ;)
Nessa cerró los ojos, perdiéndose en los dolorosos recuerdos durante unos instantes. Lo sucedido durante el día anterior y la separación de Ornym habían tenido su mente tan ocupada que se habia olvidado de su pueblo y su familia, lo que sólo sirvió para que el dolor la atacara con fuerza renovada.
Sólo cuando sintió que sus compañeros acortaban la distancia con ella terminó de reaccionar, recorriendo la distancia que la separaba de la cueva.
Se adentró un poco y vio a los dos osos pardos tumbados uno al lado del otro jugando entre ellos. No había rastro de los otros cuatro y la cazadora se adentró aún más en la cueva para investigar si estaban allí o si habían abandonado la cueva por algún camino interior. Avanzando por la pared contraria a la que estaban usando los osos pardos para jugar pudo llegar a un punto de la cueva en el que se veían dos salidas: una a la izquierda, que bajaba un poco, y otra que giraba ligeramente a la derecha.
Estaba demasiado oscuro para poder percibir más sin adentrarse más aún y, pensando que era mejor ir a lo seguro, volvió sobre sus pasos para comentar a los demás lo que habia visto.
- No hay rastro de cuatro de los seis osos, y al fondo de la cueva hay dos caminos se salida. Estaba demasiado oscuro como para investigarlos sin arriesgarme a adentrarme más. Puede que me equivoque pero ... si en esa casa hay dos adultos y niños, coincide con el hecho de que en la cueva están los osos de tamaño medio y que faltan precisamente los dos más grandes y los más jóvenes... Demasiada coincidencia para esta situación tan extraña, ¿no creéis?
Mirando a Jen y a Rolthos añade:
- Quizás sea hora de llamar a la puerta. Y lo de hacer amigos se os da mejor a vosotros dos...
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- ¿Serán una familia de cambia formas de oso? Deben de ser bastante fuertes pero Nessa tiene razón, un ejército de no muertos barrería este lugar. No hemos visto nada que fuese alarmante... Y deberíamos al menos advertirles. Yo te apoyo Jen.
Zevatur, Rolthos
Con cuidado de no alertar a los osos que aún se pueden escuchar jugando en la cueva, el grupo se mueve hacia la otra parte de la colina, comenzando a ascender cuando estaban llegando a la línea de la fila de los panales. Pronto descubren que, efectivamente hay un sendero que discurre entre los panales y lleva hasta la puerta de la casa, más que sendero es una trocha abierta al ser atendidos los panales. Alguna abeja zumba entre ellos o llegando a su colmena, pero al estar el sol casi completamente puesto ya la mayoría están en el interior. Puede escucharse un leve pero agradable zumbido mientras ascienden la colina. Son capaces de cruzar los panales sin alertar a las abejas de su presencia.
Al llamar a la puerta los sonidos de dentro cesan de inmediato. Al cabo de unos segundos, una voz femenina, fuerte y segura pregunta.
- ¿Quién anda ahí? -
PbP Character: A few ;)
Jen y Rolthos se miran, y asienten entre ellos, cuando la voz les responde al otro lado de la puerta.
-Viajeros, mi señora.-Responde Jen, cuadrándose y hablando con voz segura y calmada.- Sentimos molestarla en su hogar. Somos una compañía en travesía desde Greyhawk. Traemos noticias de la ciudad, y el conflicto que se ha extendido a estos bosques.- Se separa de la puerta un par de pasos, buscando con la mirada una ventana, esperando ver a alguien al otro lado. Se atusa el flequillo, nerviose, esperando una respuesta. Rolthos, que esta cerca suyo, puede ver una muy ligera neblina formandose en sus manos, y sus ojos atentos a la puerta, y las ventanas.
Una sutil ansiedad se apoderó de Rolthos mientras se acercaba a la casa. Deseaba que este encuentro no fuese hostil, pero la verdad es que no las tenía todas consigo. Llamó a la puerta y miró a Jen, que podía presentar una cara mas amable en encuentros con extraños. Escucho y observó la presentación de Jen. - Rolthos, paladín de Mayaheine para servirla. - Dijo seriamente, inmediatamente después de la intervención de Jen intentando transmitir calma.
Zevatur, Rolthos
Nessa dejó que Jen y Rolthos se presentaran y se alejó unos pasos hasta el extremo más alejado de la casa, con intención de permanecer escondida y tener una buena posición de ataque en caso de que las cosas se torcieran.
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- No queremos nada con los conflictos. Viajais con un lobo. Eso siempre trae problemas.... yo de vosotros me libraba de esa bestia. Buenas noches -
Responde la voz tras la puerta, sin abrirla siquiera.
PbP Character: A few ;)
- No es nuestra intención generar conflictos... Lamentablemente se ha levantado un terrible ejército de muertos vivientes que no sabemos muy bien a dónde se dirige. - Dijo con la seriedad con la que se comunican los asuntos más graves. - No es nuestra intención deciros lo que debéis hacer, pero traemos estás malas nuevas que deberías escuchar atentamente y ponderar vuestro curso de acción.
Despues mirando a Cruços añadió - Cruços es un problema con patas... Pero respondo de él. No os causará problemas. ¿Verdad, Cruços?
Miró a Jen para ver si quería añadir algunas palabras más amables, o quizás más alarmantes... Siempre era una incógnita lo que haría la cambia formas.
Zevatur, Rolthos
Jen complementa las palabras de Rolthos -Como hemos dicho, solo estamos de paso. Hemos visto peligros cerca de estos bosques que no son de este mundo, y tememos que se expandan por todas partes. La cacería salvaje ronda por estas tierras, mi señora. Avisamos a todo el que podemos porque nos hemos encontrado con ellos y casi no lo contamos.-
Sacude la cabeza hacia el paladín, en un gesto de negación. Seguramente aquella familia de ermitaños no les abriría la puerta. -Debemos llegar al templo cuanto antes...- Susurra a Rolthos.
Cruços sólo gruñe su descontento mientras Tras unos segundos de silencio la puerta se abre. A la luz del hogar del interior el grupo ve a una mujer alta, corpulenta, de largo pelo castaño, ojos marrones y mandibula marcada. El brazo que mantiene la puerta abierta es fuerte, tanto como el de Vraak.
- Pasad, y contadnos más sobre esa Cacería. Pero tú - dice señalando a Cruços - será mejor que te comportes o dormirás en el porche. -
PbP Character: A few ;)
Cuando ve que abren la puerta y les permiten pasar Nessa se relaja y se acerca al resto del grupo. Asiente en agradecimiento a la mujer y espera a que Rolthos y Jen sean los primeros en entrar.
Peindre l'amour, peindre la vie, pleurer en couleur ♫
Auriel | Shenua | Arren | Lyra
Tras señalar a con el dedo índice a Cruços y murmurar con sorna "Nos portamos bien, Eh?" Rolthos se adelanta al resto a entrar por la puerta. Pero al ver a la mujer con más detalle se detiene momentáneamente, siente como su severa mirada le juzga. Tras el momento de duda prosigue.
- Le agradecemos su hospitalidad. Y lamentamos las malas noticias que traemos. - Dice mientras empieza a entrar en la casa. - Jen os puede relatar con mas detalles y amenidad lo de la cacería, es un muy buen cuenta cuentos.
Zevatur, Rolthos
Jen agradece la invitacion inclinando la cabeza levemente, y cuando la mujer se aparta un poco para dejarles pasar, aprovecha para cruzar miradas con Julian y gesticular un "menudos brazos" de admiracion. Observa la entrada de la casa, y se queda a un lado hasta que el resto del grupo pasa.
-Gracias por dejarnos entrar. Mi nombre es Jen. Ya conoceís a Rolthos y Cruços. Ellos son Nessa, Julian y Vraak. Y vuestro nombre cual es?- Pregunta en tono calmado.