"Sabía que había algo que me escamaba! No parece angustiada, no crees? Le venimos bien, y, tenemos que abrir la puerta de todos modos! Al final hacemos el trabajo sucio, si es que somos unos pringados, como siempre! Y ese ave... No puedo dejar de darle vueltas. Necesito hablar con Nessa. No pueden tenernos incomunicados para siempre. Demonios, querría poder mandar mensajes por medio de magia" Jen parece cada vez mas tense mientras sigue al guardia en silencio y con paso firme.
El Capitán del Palacio y su invitade llegan a la puerta en la que debe estar Nessa. Rothgar hace un pequeño apunte en la mente del barde.
"Apenas está a dos puertas de la tuya... seguro que por las ventanas podrías llegar hasta aqui... "
Con una leve reverencia a su líder, la salamandra que custodia a su otra invitada no hace nada por impedir que Jen se acerque y toque delicadamente en la puerta de Nessa.
Nessa, que tiene una pequeña montaña de papel arrugado a su alrededor escucha unos delicados golpes en la puerta. Cuando pregunta quién es, la hoja se abre y en la habitación entra Jen, que se despide de Idab dándole las gracias y entra en la suntuosa habitación.
A Nessa ya le dolía la mano izquierda de tanto escribir que había parado hace un rato, y ya se estaba dedicando a arrugarlo, hacer bolitas con él y tirarlo a diversos sitios probando su puntería. Aquello no estaba mal, pero la ranger reconocía que si no se las podía tirar a Rolthos aquello realmente carecía de sentido...
Tenía que acordarse de recoger todo después. No le sabía bien que ninguno de los sirvientes tuviera que recoger su desorden.
Se incorporó de golpe cuando sintió que llamaban a su puerta. Y ya se estaba imaginando que sería alguna salamandra cuando de repente reconoció un familiar flequillo naranja sobre una aún más familiar forma azulada.
Jen entra en la habitacion con paso firme, y en cuanto se cierra la puerta, parece que le abandona toda tensión y por poco se desploma contra el suelo -Ay, ay Nessa! Que alegría me da verte!- Atraviesa la estancia en tres pasos y toma a su amiga de la mano, con cariño entre las suyas propuas-Tengo tanto que contarte, han ocurrido tantas cosas en este poco tiempo!- Le barde mira alrededor, tomando consciencia de la estancia de la cazadora hasta que encuentra un gran ventanal de vidrieras en formas geométricas y colores vivos. -Ven, ven!- Parece emocionade. -Abre tu ventana, mira!- Y no espera a que Nessa lo haga si no que es elle quien despliega la cristalera que da al gran lago de lava y se asoma, admirando las vistas y la fachada del castillo. Inspira como si cogiera aire puro, pero el azufre le hace toser -Cfg! Cfg! Ay... Perdón, creo que me he emocionado demasiado.
Nessa, he conocido a la señora del castillo, es una mujer inspiradora. Es decidida y poderosa, y tiene unos poderes que van más allá de nuestra imaginación. Nos espera para cenar, yo he venido a peinarte para la ocasión. Espera, nos serviré un té, y te lo contaré todo.
Nessa se deja abrazar por su amigue y ese abrazo la termina de sacar del estupor que tenía encima hasta ese momento, y que ha conseguido dejar un poco de lado durante el rato que ha estado intentando aprender a escribir con la mano izquierda.
Sigue a Jen hacia la ventana no tanto de motu propio, sino porque más bien es Jen quien la arrastra, y mientras mira a su amigue sin terminar de entender por qué está tan emocionada.
- ¿Jen...? Veo que esa Señora, - y recordando cómo habla Idab de ella, añade - "cuyo hermoso cabello refleje siempre la luz del sol" ... bueno, espera, que en este lugar no existe el sol ... "cuyo hermoso cabello refleje la luz del sol tal y como lo reflejan el tuyo y el mío cuando estamos en nuestra tierra" ... te ha impresionado.
Lo cierto es que esa frase, que ha dicho un poco en tono burlón, le ha recordando momentos más alegres en los que el grupo iba viajando y charlando por los diversos caminos de Greyhawk. Así que sonríe un poco para sí misma antes de continuar.
- Hmmm, ¿estás bien? Sí, cuentame, por favor. La verdad es que no pensaba en arreglarme demasiado, pero que sepas que si algún día rechazo que me peines deberás preocuparte porque entonces estarás hablando con otra persona que se está haciendo pasar por mí - dice, sonriendo a le barde.
-Ah! Veo que también has practicado como dirigirte a ella. Bien! Bien. Eso le agradará. Debemos comportarnos de la mejor manera. Quiero impresionarla!- Jen le ofrece asiento y le sirve un té -Tienes un tocador? Claro que tienes, Shideh, que sus arcas rebosen oro y riquezas por siglos y siglos, habrá pensado en todo. Pues verás...- Y le cuenta sobre su encuentro con la Efreetti, y el generoso ofrecimiento de llevarles en barcaza hasta la puerta.-No mas penurias, iremos como debe ser. Tenemos que abrir la puerta, lo sabes bien. Y ella puede ayudarnos. Quid pro quo.- Va trenzando el pelo de Nessa con delicadeza y anudando una cinta verde en uno de los mechones. -Y eso no es lo mejor....- Posa las manos en los hombros de Nessa y la mira fijamente, con emoción -Puede devolverte tu brazo. Nessa, estoy segure de ello. Es muy poderosa. Oh, no estás contenta?! Es una gran noticia! -Inesperadamente le da un fuerte abrazo, acercando mucho los labios a su oido y susurrando en tono muy bajito.
Nessa, que ya ha caído en la cuenta de lo que está sucediendo, responde a su amigue:
- Por supuesto que hay un tocador. ¿Y has visto la bañera? Madre mía, Jen, menudo baño me he dado. Aquella casa de baños de Greyhawk no está a la altura de semejante maravilla. Es un milagro que no me hayas pillado metida en él cuando has entrado. ¡No quería salir de ahí por nada del mundo! Si no fuera porque quiero agradecer personalmente a ¿Shideh dices que se llama?, que las aguas de su hogar siempre discurran cálidas y calmantes, su amabilidad volvería ahí dentro ahora mismo.
La ranger ensaya su mejor sonrisa en el espejo mientras le barde juguetea con su pelo, pero tiene que hacer un esfuerzo titánico para que dicha sonrisa no se congele en su cara cuando Jen revela que Shideh tiene el poder para restaurar su brazo perdido. Durante unos segundos no contesta, sus ojos se humedecen visiblemente y su corazón late desbocado. Se lleva la mano izquierda al pecho, en su ya familiar gesto para intentar calmarse, y con un hilo de voz responde:
- Eso es ... es ... m-maravilloso...
-Sígueme el juego. Es una trampa...-
"Ah!...por supuesto, no podía ser de otra forma", piensa, descorazonada. Por un momento se había creído que el final de aquella penuria por la que estaba pasando estaba realmente al alcance de su mano. Pero no, claro que no iba a ser así. "Estúpida Nessa, despierta".
La joven respira un par de veces antes de continuar hablando:
- ¡B-bueno...! ¿Y entonces qué hacemos ahora? ¿Vendrán a buscarnos ahora mismo para ir a cenar? ¿Tienes alguna recomendación para mí, ya que ya has hablado con la Señora de este semi-plano? Ya sabes que la etiqueta no es mi fuerte precisamente y quiero que todo salga bien en esa cena....
Mientras dice esto, la mente de la ranger está trabajando a toda prisa. Se pregunta qué habrá visto o escuchado le barde para que haya venido a su habitación a avisarla. No puede saberlo, pero calculando el tiempo que ha pasado y el que cree que falta para la cena (escaso) se imagina que le barde estará avisándola solo a ella, y no al resto de compañeros. ¿Van a poder avisarles cuando vayan camino a la cena? Poco probable, estarán rodeados de salamandras. Así que tendrán que hacerlo durante la cena. ¿Y cómo hacer esto con cuidado, de manera que sea mínimamente creíble, sin provocar ofensa alguna a Shideh, que además seguramente estará atentísima a todos sus movimientos? A la ranger se le ocurre una idea. Así que continúa hablando.
- ... ¡No sé, creo que no sabría ni donde sentarme! Me pregunto si tendremos sitios fijos en la mesa, ¿o podremos sentarnos en cualquier lugar? ¿Crees que podré sentarme a la derecha de Vraak?
En ese momento hace como que se pone nerviosa por la mención del semi-orco, y empieza a enroscar un dedo por la trenza lateral que Jen ya está terminando de preparar y que cae por su hombro izquierdo. ¿Pero cuánto de falso hay en ese gesto? Lo cierto es que no mucho. Y es que la idea de tener la posibilidad de sentarse a su lado y quizás tener que susurrarrle al oido que estén atentos, que pase el mensaje, o incluso que cause alguna distracción le atrate y le pone nerviosa a partes iguales.
- Jejej ... bueno .... ya sabes ... sería genial poder sentarme a su lado... Espero que la Señora Shideh, que su mesa siempre rebose de alimentos y bebidas deliciosas, sea magnánima al respecto.
La ranger se fija de nuevo en su imagen reflejada en el espejo y sonríe débilmente:
- ¡Qué bien me has dejado el pelo, Jen! Está genial. Si tan solo ... - se queda un momento callada, y aquí la ranger ya no está simulando nada, sino que está verbalizando lo que lleva pensando días de forma contínua - ... si tan solo el resto estuviera a la altura... - en ese momento la sonrisa se esfuma de su cara - ¿Crees que hago el ridículo llevando esta capa encima de estas magníficas ropas? Sé que no voy a poder ocultar el hecho de que me falta un brazo, pero al mismo tiempo, siento que si no la llevo puesta se nota más. Si no la llevo, me siento más indefensa. Ay, Jen...
La ranger no logra contenerse esta vez y se gira para abrazar a su amiga. Sin más objetivos ni más subterfugios que exteriorizar su dolor y sus inseguridades.
- Me habría encantado ponerme ese vestido rojo que hay encima de la cama, ¿sabes? Después de tantos días a la intemperie y sin poder descansar ni asearnos a gusto ... me habría encantado, te lo juro. Y seguro que en otro momento habría estado guapísima. Seguro que Vraak se habría quedado con los ojos como platos ... jajaj ... Pero no puedo... no puedo...
Se queda callada un momento y añade:
- Perdón. Perdóname. No debería estar pensando en estas cosas. Debería estar pensando únicamente en abrir puertas, en conseguir las armas, en salir de aquí. Dioses, ni siquiera debería estar dedicándole ni el más mínimo pensamiento a Vraak. Ni uno solo. Dioses, Jen, estoy descentradísima. No tengo la cabeza donde la tengo que tener.
De todas las respuestas que Jen se podía haber esperado, aquella era la más emocional de todas. Mentalmente se da una palmada en la frente, pero como se le había ocurrido decirle eso! Bocazas. Pero ya estaba dicho asi que solo podía huir hacia delante.
Además, la cazadora necesitaba un empujón en ese momento.
-Bueno, bueno, bueno! Para ahí. Nessa, para! Mantente firme, mujer! Cómo puedes hablarte así?- Jen hace aspavientos, ofendide, repitiendo sin darse cuenta las mismas palabras que Shideh le había dicho minutos antes -Podrías disparar un arco con los dientes y una venda en los ojos si te lo propusieras! No tengo pruebas de ello pero tampoco dudas- Parece 100% decidide en su afirmación. -Además, sabiendo ahora como es Shideh, apuesto que….- Toma el vestido de su cama y le da unas vueltas como buscando algo -Aha! lo ves? - Le enseña el lateral del vestido, justo en la zona del costado donde a Nessa le falta el brazo. Si la tela ya es rica per se, un entretejido de piedras preciosas adorna el cierre de la túnica, en una cenefa asimétrica que recorre desde el cuello del vestido hasta el hombro, y se despliega en la caída de la prenda como una llama. -Te obligaría a quitarte la capa ahora mismo y te encasquetaría el vestido, pero eso te despeinaría y no vamos a llegar tarde a la cena. Asi que -Y se pone la mano en el pecho como si le estuviera hablando de forma condescendiente (aunque se nota que es una sobreactuación) -Seré yo quien sea magnánime, y te dejaré elegir.
Luego adopta un gesto serio -Y sobre Vraak, querida mia… Creo que ya hemos hablado de esto. El corazón no entiende de barreras. Puede que necesites más tiempo para resolver tus sentimientos, pero… Si siempre eres honesta desde aquí -Y pasa la mano que tenía posada en su pecho, al de Nessa -Nada saldrá mal. Siéntate con él, y disfruta de la velada.
Nessa escucha a Jen y suspira. No, no podría, ni querría, disparar de esa forma. No le parecía que fuera forma de honrar al arco y a todo lo que le había enseñado Ornym. Pero no dijo nada al respecto. No estaba segura de poder explicarlo bien ni de que Jen fuera a compartir su punto de vista.
Pero sí observó el vestido, fijándose en el detalle del brazo que su amigue había localizado. Lo cierto es que aquello hacia el apaño bastante bien, y sin tener que llevar el elemento que rompía todo el aspecto - la capa -. Seguía sin estar del todo segura, pero Jen tenía razón: se les acababa el tiempo y no debían llegar tarde. Así que maldiciendo entre dientes y pensando en varias cosas que le disgustaban de todo aquello - como por ejemplo, que sentía estar encajando en algo perfectamente planeado por una Señora en la que no confiaba - se puso el vestido. Y lo cierto es que el efecto era espectacular.
Nessa no sentía ninguna llama dentro de ella en aquel preciso momento, pero quizás parecerlo un poco en el exterior ayudaría en cierta manera.
Cuando estuvo lista, miro a Jen una vez más, mientras este ponía las manos en su pecho. Ser honesta ... eso podía hacerlo. No sabía con qué consecuencias para todas las partes implicadas. Pero eso desde luego podía, y debía, hacerlo.
Nessa simplemente miró al suelo unos segundos, procesando todo aquello, y cuando volvió a mirar a Jen dijo:
- Está bien. Vayamos a esa mald...maravillosa cena.
No pasan muchos minutos hasta que alguien toca a la puerta de la habitación de Nessa y esta se abre con delicadeza e Idab, haciendo una reverencia, les indica que la cena está lista.
Al salir al pasillo ven a varias salamandras guiando al resto de sus compañeros.
Vraak se queda paralizado en el pasillo al ver a Nessa. Por su parte lleva unos pantalones naranja oscuro y una camisa que deja a la vista su ancho pecho y parte de su definido abdomen. Con una sonrisa se acerca a la ranger y le ofrece su brazo.
- Si me hacéis el honor - dice no sin cierto tono socarrón, pero no puede disimular el brillo de sus ojos al contemplar a Nessa.
Julian hace lo propio con Jen, aunque el médico parece preocupado por el largo rato que Jen ha estado fuera y mientras se dirigen al salón del trono Jen le cuenta lo que puede entre susurros.
Pese a lo que ha contado Jen tanto a Nessa como a Julian sobre la sala del trono no estaban preparados para lo impresionante de la sala con su gran cascada de lava cayendo y las vistas del lago.
Ibad lleva a la comitiva hasta el centro de la sala donde se ha dispuesto una mesa algo más grande dar cabida a todos ellos y Jen nota que hay más cojines para que los invitados se sienten confortablemente.
Justo delante de la mesa, con los brazos abiertos en actitud de bienvenida y una amplia sonrisa está la Shidhe, Sultana del Nodo de Fuego, Señora del Lago de Lava, Comandante de las Huestes Ígneas, Dueña del Ruby Ígneo, Protectora del Puente Negro, Custodia de la Cascada de Magma, Ama de Todo lo que Arde Eternamente, Custodia del Fuego Eterno.
Ibad comienza, con la cabeza gacha, a recitar todos los títulos de su señora y ella esta vez le deja terminar, complacida.
- Bienvenidos bienvenidos. -dice con su melodiosa voz - Mi humilde morada se siente honrada con vuestra presencia. Por favor.. tomad asiento. Debéis estar hambrientos. Os pido disculpas por la tardanza pero como comprenderéis no esperábamos visitas y mis cocineros han tardado un poco en preparar la cena. -
Con un gesto invita a todos a sentarse en la mesa. No parece haber sitios pre-establecidos y Nessa no sabe si sentirse aliviada o un poco más angustiada al saber que nadie la impide sentarse al lado de Vraak si quiere.
Ibad se queda en la sala, a una distancia prudencial de la mesa, listo para acatar las órdenes de su Señora. Otras dos salamandras, que custodiaban el exterior, ahora están apostadas a ambos lados de las puertas en el interior, pero el resto, que les ha guiado y escoltado hasta allí, han seguido su camino por el pasillo sin llegar a entrar en el Salón del Trono. Los sirvientes, que son los mismos que les atendieron antes, se prestan enseguida a llenar sus copas de agua o vino, según sus preferencias.
Cuando todos se han sentado y han sido servidos Shidhe vuelve a hablar.
- Quisiera proponer un brindis. Por aquellos que han logrado lo que parecía imposible y que traen esperanza a nuestros corazones -y levanta su copa para brindar por sus honorables invitados.
Nessa se pone tan roja como el vestido durante un instante, pero superado el shock inicial sonríe risueña a Vraak, asiente y le toma del brazo.
- ¿Te gusta? - le susurra -La verdad es que me ha costado enfrentarme a la idea de ponérmelo - lanza un corto suspiro antes de continuar - Pero creo que ha merecido la pena - le mira entonces sonriente y añade - Tu también estás increible, ¿eh? Así de elegante te quiero ver cuando vayamos a esa cena en El Dragón Plateado que, por cierto, te toca pagar a tí - dice con una sonrisa pícara. Al fin y al cabo, el semi-orco fue el primero al que se le cayó algo: la gema de agua, cuando éste estaba transformado en búho por la magia de Jen.
Mientras hablan, la ranger piensa para sí misma que aquello que está sucediendo con Vraak no puede estar mal. No. Imposible. No cuando provoca sensaciones tan positivas...
Pensó también que estaba equivocada cuando, momentos atrás, se dijo que no había ninguna llama en ella más allá del vestido que llevaba puesto.
Antes de entrar al salón se acerca aún más al semiorco y le susurra al oído:
- ...mantente alerta. Jen ya ha hablado con ella. Algo no está bien... - Pero cuando se separa de él, se queda mirándole tan fijamente que cualquiera habría pensado que le había dicho algo muy diferente.
Al entrar al salón, es difícil no quedarse mirando con la boca abierta ante tanta belleza y riqueza. Desde luego, la Señora Shideh había conseguido convertir la fogosidad del entorno en el que se hallaban en algo increíblemente hermoso.
Nessa no se separó de Vraak en ningún momento y se colocó a su lado para sentarse, aunque necesitó de su ayuda para poder hacerlo recogiendo y colocando correctamente el magnífico vestido.
Cuando Shideh comenzó a brindar, tomó su copa con la mano izquierda y la elevó para brindar con ella, sonriente, pero prefirió esperar a que algún otro dijera las primeras palabras. Se sentía un poco cohibida y sabía que la etiqueta no era su fuerte. Así que, acordándose del amigo alado del grupo, que debía estar aún en la habitación de Rolthos, esperó un instante antes de decir nada.
Jen alza su copa junto con Shideh y le hace una pequeña reverencia con la cabeza -Y por nuestra anfitriona, que su nombre se convierta en una orgullosa leyenda, y que nos brinda la oportunidad de evolucionar en nuestro desempeño.- Le brillan los ojos de emoción. -He de decir que en el poco tiempo en que nos hemos separado, he pensado en vuestras palabras, y me gustaría presentaros a mis compañeros con orgullo, aunque conoceis mucho ya de nosotros.
Dicho esto extiende el brazo y presenta primero a Nessa.-Nuestro faro guía en las noches más oscuras, Nessa Proudmoore.- Mueve la mano hacia quien está a su lado- Vraak...-y se queda medio segundo pensando, porque no se sabe su apellido y se apunta mentalmente preguntárselo para la próxima (si es que salían vivos de todo esto).- ...Sargento, de la guardia de Greyhawk. Rolthos Sharntle, campeón divino de Mayaheine, y Lord Cruços Valossa, custodio de la espada Vergeulv. Y, por último pero no por ello menos importante -Y le ofrece la mano a Julian -Julian Devorak. Médico, noble, y amado.-
Nessa mira hacia Jen cuando la presenta. "Faro guía en las noches más oscuras". Si su moral había subido desde que vio a Vraak en el pasillo, eso terminaba de darle el empujón que necesitaba. Jen, queride Jen.
La ranger sonrió aún más. Y no lo hacía por Shideh, ni por la cena y el vestido, ni por tanta riqueza a su alrededor. Lo hacía por ellos. Por aquellos nombres que le barde había recitado.
Con su copa aún extendida hacia Shideh, y aún más sonriente si cabía, añadió:
- Mi señora Shideh, somos nosotros los que estamos honrados por poder estar ante vos en este magnífico lugar. Quisiera agradecerle el trato que hemos recibido de vos y vuestra gente. Ha sido como un bálsamo tras todo lo que nos ha sucedido hasta llegar hasta aquí. Veo esa impresionante cascada de lava y no puedo dejar de pensar que el fuego que hasta ahora consideraba dañino puede causar el efecto contrario, por vuestra obra y gracia. Que el fuego que os rodea siempre sea curativo, a la par que poderoso, mi señora.
Comparte entonces una mirada con Cruços y Rolthos, a los que hasta ahora nadie - que ella sepa - han informado, sonriédoles para infundirles ánimo cuando se decidan a hablar.
Tras esto, Nessa cae en la cuenta de que es la primera vez en muchos días en que no van a cenar de raciones, y que no sabe realmente como se va a manejar con los cubiertos. Así que mira dudosa hacia los platos que van surgiendo y a los cubiertos que tiene justo frente a ella. Por lo demás, esa primera copa la ha pedido de vino. Pero las siguientes serán de agua.
- Es un placer y un honor conoceros a todos y un placer recibir a personas tan educadas, que vuestros modales os abran las puertas celestiales - asegura Shideh con una sonrisa tras las presentaciones de Jen y las palabras de Nessa- Por favor... - indica a la comida para que comiencen a disfrutar del banquete en su honor.
Las inquietudes de Nessa se calman un poco al ver que, de momento, en la mesa hay dátiles, frutos secos y piezas cortadas de fruta y listas para comer. Los sirvientes, una vez que Shideh hace un gesto a modo de orden traen brochetas, o carne de carnero deshuesada colocada en hojas. Nessa ve que no hay cubiertos por ningún sitio y que su anfitriona utiliza la mano izquierda para comer.
Mientras los sirvientes se afanan por atender todas sus necesidades, incluso adelantándose a ellos y rellenando sus copas, Nessa tiene que beber una segunda copa de vino antes de poder indicarle al pequeño ser que a partir de ese momento quiere agua, el grupo tiene que controlarse para no lanzarse sobre la deliciosa comida que les sirven. Tras tanto tiempo comiendo sólo sus raciones de viaje, la opulencia del banquete les deja perplejos, y sus estómagos toman prácticamente el control y durante unos minutos nadie habla apenas, concentrados en degustar los deliciosos manjares.
Su anfitriona picotea de todo lo servido, bebe vino sin pudor alguno y básicamente disfruta viendo a sus invitados deleitarse con lo ofrecido en su mesa. Charla relajadamente con casi todos ellos, preguntándoles por sus familias, o sus orígenes, pero nada profundo ni invasivo, y se asegura de ir preguntado a aquel que no está comiendo, dando tiempo a todos de comer a gusto.
En un momento dado parece caer en la cuenta de algo.
- Decidme - dice lanzando la pregunta en general - ¿Se os conoce por algún nombre como compañía de aventureros que sois? -
Impasibles, Idab y tres salamandras más observan la cena desde una distancia prudencial. Parecen estar ahí más por protocolo que por otra cosa. No sería adecuado que su Señora estuviera delante de invitados sin su Guardia personal.
Cuando los sirvientes comienzan a retirar los platos principales y comienzan a servir pasteles de pistacho y miel, bollos rellenos de crema y fruta es cuando los amigos comienzan a sentirse con más ganas de hablar y poder tener una conversación más fluida con su anfitriona.
- Espero que mi humilde cocina haya estado a la altura de vuestras expectativas, valerosos aventureros. Si me lo permitís me gustaría entrar ahora en detalles más importantes que lo hablado hasta ahora. - toma un sorbo de vino y lanza una rápida mirada cómplice a Jen que sólo percibe le barde.
- Sólo puedo imaginar las vicisitudes que habéis tenido que soportar para llegar hasta aquí. Y haber logrado abrir la puerta del Aire es una hazaña que ni yo misma había logrado. Debéis sentiros orgullosos. Sin embargo, no debemos llevarnos a engaños. Esto ha alertado a los seres más poderoso de cada semi-plano, al igual que me alertó a mi aquí. Hemos sido afortunados de que Ibad y su guardia os hayan encontrado primero. Pese a que mi mandato aquí es absoluto, algunos de mis súbditos son algo más... impulsivos, fogosos incluso. - sonríe pícaramente. - En cualquier caso, no me avergüenza admitir que mi hospitalidad no está exenta de cierto interés. Si conseguís repetir la hazaña y abrir la puerta de mi semi-plano... - sus ojos brillan - ... este encierro acabaría para mí y mis sirvientes. Podríamos abandonar este lugar y buscar otros lugares donde prosperar. -Lanza un suspiro anhelante. - Pero no quiero presionaros ni forzaros a tomar ninguna decisión. Tan sólo quería ¿cómo decís los mortales? Ayúdame querido - le dice a Vraak el cual no puede evitar sonrojarse un poco al verse sorprendido y quien no esperaba tener que hablar - Cuando estáis jugando con esos cartones y reveláis vuestra estrategia... -
- ¿Poner las cartas sobre la mesa? -aventura el semi-orco
- ¡Eso! Excelente, gracias querido, poner las cartas sobre la mesa. Ahora que conocéis mis motivos para daros cobijo, supongo que tendréis preguntas, por favor, descargad vuestras almas de dudas para que vuestros corazones puedan descansar y vuestros cuerpos reponerse.-
Nessa no tenía pensado ser la primera en contestar, pero algo le lleva a hacerlo. Así que mira hacia Shideh, inclina la cabeza hacia ella en señal de respeto, y comienza a hablar.
Empieza primero respondiendo a la pregunta sobre el nombre del grupo.
- Si os soy sincera, mi señora Shideh, nuestro nombre es algo que nos ha llevado bastante tiempo decidir. Pero curiosamente la inspiración acudió a nosotros mientras estábamos el semi-plano de aire - mira hacia sus compañeros y sonríe un poco tímidamente antes de decir - y nosdecantamos por "Los halcones errantes". Halcones, porque representamos a Greyhawk. Y errantes porque nuestros nos caminos han discurrido - y aún lo hacen - por lugares muy diversos. Y no negaremos - y en este punto mira a Rolthos con complicidad - ya que este segundo significado fue idea suya - y a Vraak - Nessa nunca olvidaría aquél encuentro en la caverna del dracolich donde le consideraron un enemigo que casi hubo que abatir - que también nos hace cierta gracia el doble sentido de que en ocasiones hemos "fallado". Aunque, lo verdaderamente importante de los errores no es cometerlos en sí, sino aprender de ellos. Supongo que también nos gusta la idea de evocar todo ese aprendizaje que hemos obtenido en nuestro tiempo juntos.
Le llama la atención que Shideh diga que tiene el poder absoluto en el semi-plano de fuego, pero parece completamente sincera. Aún así, a ese respecto Nessa se pregunta quienes serán los enemigos más poderosos de cada semi-plano. Hace nota mental para añadir esta pregunta para más adelante.
Ignorando lo "curioso" de que Shideh aparentemente necesite soporte de Vraak para elegir sus palabras, en el fondo Nessa se alegra de poder hablar más directamente.
- Apreciamos vuestra franqueza, mi señora Shideh. Aunque nuestros objetivos parecen estar completamente alineados, siempre es bueno aclarar el alcance de lo que que cada parte espera de la otra para asegurar que todos estamos en el mismo punto. Ante todo, permitidme pediros disculpas de antemano, ya que puede que haga demasiadas preguntas y os pido humildemente que me interrumpáis si consideráis en algún momento que me estoy excediendo - la ranger inclina ligeramente la cabeza en este punto, en señal de sincera disculpa.
Si Shideh no se lo impide, iniciará sus preguntas:
- Como bien decís, debemos abrir las puertas de los semi-planos. En el caso particular del semi-plano de fuego, nos vemos en tremendas dificultades debido a la naturaleza de este semi-plano, prácticamente mortal para nuestra fisionomía diseñada para el plano material. ¿Qué medios nos podría proporcionar para alcanzar nuestro objetivo?
Añade su siguiente pregunta:
- ¿Qué debemos esperar cuando logremos abrir la puerta? ¿Nos podréis facilitar el acceso al siguiente semi-plano? Lo cierto es que nuestros deberes en el plano material requieren que seamos lo más veloces posible. ¿Podremos continuar nuestro viaje inmediatamente tras abrir la puerta si así lo requiriesemos?
No se olvida de las gemas:
- Tenemos cierto interés en recuperar la gema de cada semi-plano. Espero que mi atrevimiento por preguntar acerca de ella no le resulte ofensivo, mi señora Shideh. ¿Estáis vos en posesión de dicha gema? ¿Cabría la posibilidad de obtenerla y llevarla con nosotros?
Si en este punto Shideh aún parece receptiva a más preguntas, añade:
- Previamente habéis mencionado que hemos alertado a los seres más poderosos de cada semi-plano. ¿Podríais darnos información acerca de ellos? Quiénes son, cuáles son sus naturalezas y sus debilidades. Cualquier cosa que nos podáis indicar podría suponer una gran diferencia, que nos podría permitir realizar esta misión con éxito.
En este punto, la ranger recuerda algo y añade.
- ¡Oh dioses, nos hemos olvidado de Ashrem! - se siente un poco mal al haberse olvidado del viejo loco por completo - ¡Imagino que estará encantadísimo en una de sus maravillosas habitaciones, mi señora Shideh, pero ahora que me he acordado de él no puedo dejar de preocuparme por su bienestar!
La ranger es consciente de que no ha preguntado las que quizás sean las pregunta la más difíciles: ¿Cuáles son sus intenciones una vez hayan abierto la puerta? ¿Qué quiere hacer? ¿A dónde quiere ir? ¿Deben contarla entre el listado de enemigos a tener en cuenta una vez abran todas las puertas? Pero siente que por el momento han sido bastantes preguntas y no tiene claro si quiera que deban preguntarle todas ellas. Además, su enfoque por ahora es más práctico, y le parece que deben hacer lo que deben hacer independientemente de las respuestas a estas últimas preguntas.
Rolthos cubrió con un pequeño trapo a Oswald antes de salir de la habitación, dejándole atrás con algo de preocupación, parecía extrañamente letárgico. Confiaba en que no le estuviese pasando nada extraño.
Mientras acudía a la recepción con los sobrios y simples ropajes que había escogido reflexionaba. Camuflado por los lujos y las comodidades de aquel lugar percibía un sutil, pero innegable, tufo opresivo. Su gesto torcido se relajó en una sonrisa al ver a sus compañeros sanos, salvos y en buenas condiciones.
A pesar de la hospitalidad de la anfitriona Rolthos no podía evitar mirarla con algo de desconfianza, y dejó que sus compañeros llevasen el peso de la conversación. Sin tener que participar demasiado se centró en la comida que le dejaba un regusto amargo. Al igual que antes, casi podía sentir el mismo tufo opresión en la comida. Se preguntó que penurias tendrían que estar pasando los sirvientes para que ellos disfrutasen de aquellos lujos... Quizás Shideh tenía suficiente poder para ofrecer esa hospitalidad sin sacrificar el bienestar de los sirvientes. Pero lo dudaba, dudaba que el bienestar fuese parte de sus preocupaciones. Amablemente contestó a las preguntas que le atañían y a cada pregunta Rolthos replicaba con reciprocas preguntas a Shideh.
- Nací y crecí en Greyhawk, apenas había viajado antes de salir de aventuras con este grupo, incluso en los primeros días no viajamos muy lejos. - Contestó con educación a cerca de sus orígenes. – ¿Y Vos? ¿De dónde sois nativa? ¿Tenéis... padres, o surgisteis de una ardiente llama?
Cuando la conversación se centró en los asuntos más relevantes a su misión apartó la comida hacia el centro de la mesa y presto especial atención, atento. Al escuchar las primeras palabras de Nessa el paladín asintió, expectante de las respuestas y dispuesto a intervenir si se terciaba.
La Señora del Palacio de Obsidiana parece sorprendida y divertida por la pregunta de Rolthos.
- Originalmente -contesta con una sonrisa - provengo del Plano de Fuego. Respecto a mis padres... verás... nosotros no venimos a la existencia como vosotros los mortales. Quizá luego te lo explique mejor en privado -dice con una sonrísa pícara - Pero por intentar aplacar tu curiosidad, recibí la adecuada formación en la corte del Pasha de las Planicies Negras en el Plano del Fuego. -
- Oh que nombre más apropiado - comenta Shidhe ante las revelaciones de Nessa sobre el título que han elegido para ellos mismos.
- Apreciamos vuestra franqueza, mi señora Shideh. Aunque nuestros objetivos parecen estar completamente alineados, siempre es bueno aclarar el alcance de lo que que cada parte espera de la otra para asegurar que todos estamos en el mismo punto. Ante todo, permitidme pediros disculpas de antemano, ya que puede que haga demasiadas preguntas y os pido humildemente que me interrumpáis si consideráis en algún momento que me estoy excediendo - la ranger inclina ligeramente la cabeza en este punto, en señal de sincera disculpa.
La noble hace un gesto con la mano invitando a Nessa a continuar. Sin embargo intercambia una rápida mirada, cómplice, con Jen, de la cual sólo el barde se apercibe. La Sultana no se equivocaba cuando predijo que sus compañeros tendrían muchas preguntas y suspicacias hacia ella.
- Como bien decís, debemos abrir las puertas de los semi-planos. En el caso particular del semi-plano de fuego, nos vemos en tremendas dificultades debido a la naturaleza de este semi-plano, prácticamente mortal para nuestra fisionomía diseñada para el plano material. ¿Qué medios nos podría proporcionar para alcanzar nuestro objetivo?
- Necesitaréis medio de transporte para llegar hasta ella. De esa manera podréis utilizar vuestros recursos de mejor manera. Os proporcionaré una de mis embarcaciones. Además,deberíais protegeros contra los elementos. He notado que adolecéis de tales poderes. Al igual que llevo haciendo desde que habéis llegado al Palacio, podréis circular por mis dominios sin miedo a que el calor os dañe. Incluso podréis llevar vuestras brillantes armaduras de metal -dice sonriendo hacia Rolthos.
- ¿Qué debemos esperar cuando logremos abrir la puerta? ¿Nos podréis facilitar el acceso al siguiente semi-plano? Lo cierto es que nuestros deberes en el plano material requieren que seamos lo más veloces posible. ¿Podremos continuar nuestro viaje inmediatamente tras abrir la puerta si así lo requiriesemos?
- Hmm no sé si entiendo bien estas preguntas Nessaia- a ninguno se le pasa que Jen no la ha presentado asi. - Dime tú qué es lo que ocurre cuando se abre una de las puertas en el semi-plano, pues en esto tienes más experiencia que yo. ¿Acceso al siguiente semi-plano? -se acomoda en el cojín algo sorprendida - Realmente no tenéis ni idea de dónde os habéis metido ¿verdad?. - sonríe mientras da otro sorbo a su copa de vino - Al abrir la puerta podréis viajar desde este lugar al resto de semiplanos, pues todos tienen puertas de acceso a todos los demás. Nada os impedirá entonces viajar a otro semi-plano si así lo deseáis. - se encoge de hombros. La última pregunta de Nessa hace que Shidhe enarque una ceja. - Viajar inmediatamente o no será cosa vuestra y de... vuestro estado. Alguien podría decir que hacer algo así sin despediros de vuestra anfitriona podría considerarse maleducado, rudo incluso, pero supongo que los buenos modales son difíciles de conseguir en estos días... - Por un momento Nessa duda de si la Sultana ha captado el doble sentido de su última pregunta, pero la mirada que le lanza tras su copa de vino le deja claro que lo ha entendido perfectamente y que en su respuesta se esconde lo que ella piensa realmente.
- Tenemos cierto interés en recuperar la gema de cada semi-plano. Espero que mi atrevimiento por preguntar acerca de ella no le resulte ofensivo, mi señora Shideh. ¿Estáis vos en posesión de dicha gema? ¿Cabría la posibilidad de obtenerla y llevarla con nosotros?
- Ah... las Gemas si... - Shidhe parece recordarlas en ese momento - Supongo que una vez abiertas las Puertas volverán a tener utilidad claro. ¿Sabíais que pueden usarse para viajar a cada Semi-plano?. En cualquier caso... respondiendo a tu pregunta, no, no dispongo de ella. Una sabe cuándo recompensar a sus súbditos. Se la entregué al Thane Frugwar. Si la queréis tendréis que tratar con ese gigante de fuego en su fortaleza. Podría ordenarle que os la entregue, pero una buena líder no despoja a sus siervos de sus propios regalos. No sería... elegante -
- Previamente habéis mencionado que hemos alertado a los seres más poderosos de cada semi-plano. ¿Podríais darnos información acerca de ellos? Quiénes son, cuáles son sus naturalezas y sus debilidades. Cualquier cosa que nos podáis indicar podría suponer una gran diferencia, que nos podría permitir realizar esta misión con éxito.
Shidhe comienza a parecer un poco molesta por tener que repetir lo que, para ella, es obvio, pero se arma de paciencia para responder a sus invitados.
- Querida Nessa, te agradezco el voto de confianza pero hasta yo tengo límites, al menos mientras esté aquí encerrada. Llevamos años aislados. No puedo saber quienes ostentan el poder en el resto de planos, pero sí sé que al igual que yo he sentido las perturbaciones al abrirse la puerta del nodo del aire, criaturas lo suficientemente poderosas en cada nodo lo habrán sentido. Cada semiplano fue habitado por diferentes criaturas, cada una atraída al mismo por sus propios intereses y pactos con Ella o Él. Yo no he salido de mi Palacio desde que llegué aquí y me establecí como la Sultana de este lugar. -
- ¡Oh dioses, nos hemos olvidado de Ashrem! - se siente un poco mal al haberse olvidado del viejo loco por completo - ¡Imagino que estará encantadísimo en una de sus maravillosas habitaciones, mi señora Shideh, pero ahora que me he acordado de él no puedo dejar de preocuparme por su bienestar!
Ahora si, Shidhe deja despacio su copa de vino y mira fijamente a Nessa. Pasan unos tensos segundos antes de que la Protectora del Puente Negro vuelva a hablar.
- Eres joven, mortal. Por eso te perdonaré tu falta de tacto. Esta vez. Deja que te explique algo. Sois mis invitados. Mientras os comportéis como tales y estéis bajo mi techo vuestro bienestar es mi responsabilidad y mi preocupación. No vuestra. Dudar por el bienestar de alguno de mis invitados en dudar de mi capacidad de atender mis deberes como anfitriona. -
Idab se aproxima un poco pero, rápida, Shidhe levanta la mano y, girando un poco la cabeza hacia el capitán de su guardia niega con la cabeza y este se relaja, sin dejar de mirar a Nessa.
- Te recomiendo que no vuelvas a insultarme de esa manera, ninguno de vosotros. Esas ofensas se pagan caras aqui. - dice con tono altivo - Atendiendo pues, a mis deberes, y para tranquilizar tu inquieto espíritu te diré que el pobre anciano está plácidamente dormido en sus aposentos. Tomó un baño y cayó en los brazos del Señor de los Sueños en la bañera. Mis sirvientes lo bañaron, secaron, vistieron con sedas y dejaron descansar entre las plumas del colchón. Cosa que sin duda no ha hecho durante todo su cautivero. He valorado sus necesidades y las he antepuesto a las mias. Es un hombre anciano, que lleva más de veinte años prisionero en un lugar inhóspito diseñado para acabar con la carne y el espíritu de los que allí eran enviados. Le habéis arrastrado por ese lugar en batallas y luchas que han mermado vuestro propio ímpetu juvenil, pero no os habéis preocupado en lo más mínimo por el anciano desnutrido que os seguía, desesperado por encontrar una salida o morir en el intento. Al verle no has visto un ser patético del que había que apiadarse. Sólo has podido ver su fracturada mente y su violento pasado, y eso ha empañado tus interacciones con él. Ni siquiera cuando su magia preservó tu cuerpo dando tiempo a tus compañeros a traerte de vuelta has podido soportar la visión de su media desdentada sonrisa. Tus prejuicios han emponzoñado tu gratitud. -
Levanta una mano cortando cualquier posible réplica de Nessa
- Ni siquiera se te ocurra malgastar saliva intentando negarlo. He visto su mente y leo en tu corazón tan fácilmente como en un pergamino abierto para mi. Tu preocupación por él es falsa, o al menos no totalmente sincera. Albergas en ella dudas sobre mi honestidad. Dudar del bienestar de uno de mis invitados. En la Torre Negra del Pasha te habrían arrancado la piel a tiras por algo asi. -Mira durante unos segundos a Nessa y Vraak aprieta la pierna de la ranger por debajo de la mesa, conminándola a la contención. Shidhe vuelve a sonreir, la tensión parece desaparecer de su rostro como si no hubiera existido - Como he dicho sois jóvenes e inexpertos. Una puede ser magnámina con la inexpericicia. Pero no toleraré volver a ser insultada en mi propio palacio. Quedas advertida querida. -
Nessa comenzó su diálogo con Shideh bastante intranquila, debido por un lado a su falta de experiencia en este tipo de situaciones y por otro porque se sentía bastante intimidada por ella. Aún así, necesitaba plantear todas aquellas preguntas y obtener cuanta información pudiera. Así que se armó de valor, tanto para preguntarlas ... como para escuchar las respuestas.
- Necesitaréis medio de transporte para llegar hasta ella. De esa manera podréis utilizar vuestros recursos de mejor manera. Os proporcionaré una de mis embarcaciones. Además,deberíais protegeros contra los elementos. He notado que adolecéis de tales poderes. Al igual que llevo haciendo desde que habéis llegado al Palacio, podréis circular por mis dominios sin miedo a que el calor os dañe. Incluso podréis llevar vuestras brillantes armaduras de metal -dice sonriendo hacia Rolthos.
- Estamos muy agradecidos por esto, mi Señora - respondió, con una sonrisa. Internamente se sintió bastante aliviada, puesto que era el principal problema para que pudieran hacer lo que debían hacer.
- Hmm no sé si entiendo bien estas preguntas Nessaia- a ninguno se le pasa que Jen no la ha presentado asi. - Dime tú qué es lo que ocurre cuando se abre una de las puertas en el semi-plano, pues en esto tienes más experiencia que yo. ¿Acceso al siguiente semi-plano? -se acomoda en el cojín algo sorprendida - Realmente no tenéis ni idea de dónde os habéis metido ¿verdad?. - sonríe mientras da otro sorbo a su copa de vino - Al abrir la puerta podréis viajar desde este lugar al resto de semiplanos, pues todos tienen puertas de acceso a todos los demás. Nada os impedirá entonces viajar a otro semi-plano si así lo deseáis. - se encoge de hombros. La última pregunta de Nessa hace que Shidhe enarque una ceja. - Viajar inmediatamente o no será cosa vuestra y de... vuestro estado. Alguien podría decir que hacer algo así sin despediros de vuestra anfitriona podría considerarse maleducado, rudo incluso, pero supongo que los buenos modales son difíciles de conseguir en estos días... - Por un momento Nessa duda de si la Sultana ha captado el doble sentido de su última pregunta, pero la mirada que le lanza tras su copa de vino le deja claro que lo ha entendido perfectamente y que en su respuesta se esconde lo que ella piensa realmente.
"Nessaia". Por un momento la joven ranger se vio transportada a la época en que aún vivía con sus padres y en cómo particularmente Daelin nunca la llamaba por el nombre que prefería la ranger. Sólo que aunque Daelin Proudmoore podía ser verdaderamente duro, no tenía ni punto de comparación con Shideh. En este punto la ranger empezó a notar la tensión y a darse cuenta de que lugar ocupaba verdaderamente en aquella conversación. Tuvo que hacer un férreo esfuerzo por no hacer lo que quería en aquel momento: coger la mano derecha de Vraak con su izquierda y apretar con firmeza buscando el apoyo del semi-orco.
No respondió nada en este caso, sino que simplemente inclinó suavemente la cabeza, indicando que había entendido. Internamente, se preguntó qué clase de poder tenía la Señora del Nodo de Fuego para ser capaz de haber leído tran profundo dentro de ella... "Nessaia". No escuchaba este nombre desde ... ¿la carta de su hermano Andrew? Dioses...
- Ah... las Gemas si... - Shidhe parece recordarlas en ese momento - Supongo que una vez abiertas las Puertas volverán a tener utilidad claro. ¿Sabíais que pueden usarse para viajar a cada Semi-plano?. En cualquier caso... respondiendo a tu pregunta, no, no dispongo de ella. Una sabe cuándo recompensar a sus súbditos. Se la entregué al Thane Frugwar. Si la queréis tendréis que tratar con ese gigante de fuego en su fortaleza. Podría ordenarle que os la entregue, pero una buena líder no despoja a sus siervos de sus propios regalos. No sería... elegante -
- Sois muy sabia, mi señora - le dice a Shideh. Y mirando a sus compañeros añade - Quizás sea necesario que hablemos con el Thane Frugwar, pues.
- Querida Nessa, te agradezco el voto de confianza pero hasta yo tengo límites, al menos mientras esté aquí encerrada. Llevamos años aislados. No puedo saber quienes ostentan el poder en el resto de planos, pero sí sé que al igual que yo he sentido las perturbaciones al abrirse la puerta del nodo del aire, criaturas lo suficientemente poderosas en cada nodo lo habrán sentido. Cada semiplano fue habitado por diferentes criaturas, cada una atraída al mismo por sus propios intereses y pactos con Ella o Él. Yo no he salido de mi Palacio desde que llegué aquí y me establecí como la Sultana de este lugar. -
Ahora si, Shidhe deja despacio su copa de vino y mira fijamente a Nessa. Pasan unos tensos segundos antes de que la Protectora del Puente Negro vuelva a hablar.
- Eres joven, mortal. Por eso te perdonaré tu falta de tacto. Esta vez. Deja que te explique algo. Sois mis invitados. Mientras os comportéis como tales y estéis bajo mi techo vuestro bienestar es mi responsabilidad y mi preocupación. No vuestra. Dudar por el bienestar de alguno de mis invitados en dudar de mi capacidad de atender mis deberes como anfitriona. -
Idab se aproxima un poco pero, rápida, Shidhe levanta la mano y, girando un poco la cabeza hacia el capitán de su guardia niega con la cabeza y este se relaja, sin dejar de mirar a Nessa.
- Te recomiendo que no vuelvas a insultarme de esa manera, ninguno de vosotros. Esas ofensas se pagan caras aqui. - dice con tono altivo - Atendiendo pues, a mis deberes, y para tranquilizar tu inquieto espíritu te diré que el pobre anciano está plácidamente dormido en sus aposentos. Tomó un baño y cayó en los brazos del Señor de los Sueños en la bañera. Mis sirvientes lo bañaron, secaron, vistieron con sedas y dejaron descansar entre las plumas del colchón. Cosa que sin duda no ha hecho durante todo su cautivero. He valorado sus necesidades y las he antepuesto a las mias. Es un hombre anciano, que lleva más de veinte años prisionero en un lugar inhóspito diseñado para acabar con la carne y el espíritu de los que allí eran enviados. Le habéis arrastrado por ese lugar en batallas y luchas que han mermado vuestro propio ímpetu juvenil, pero no os habéis preocupado en lo más mínimo por el anciano desnutrido que os seguía, desesperado por encontrar una salida o morir en el intento. Al verle no has visto un ser patético del que había que apiadarse. Sólo has podido ver su fracturada mente y su violento pasado, y eso ha empañado tus interacciones con él. Ni siquiera cuando su magia preservó tu cuerpo dando tiempo a tus compañeros a traerte de vuelta has podido soportar la visión de su media desdentada sonrisa. Tus prejuicios han emponzoñado tu gratitud. -
Levanta una mano cortando cualquier posible réplica de Nessa
- Ni siquiera se te ocurra malgastar saliva intentando negarlo. He visto su mente y leo en tu corazón tan fácilmente como en un pergamino abierto para mi. Tu preocupación por él es falsa, o al menos no totalmente sincera. Albergas en ella dudas sobre mi honestidad. Dudar del bienestar de uno de mis invitados. En la Torre Negra del Pasha te habrían arrancado la piel a tiras por algo asi. -Mira durante unos segundos a Nessa y Vraak aprieta la pierna de la ranger por debajo de la mesa, conminándola a la contención. Shidhe vuelve a sonreir, la tensión parece desaparecer de su rostro como si no hubiera existido - Como he dicho sois jóvenes e inexpertos. Una puede ser magnámina con la inexpericicia. Pero no toleraré volver a ser insultada en mi propio palacio. Quedas advertida querida. -
Aquello no había durado más que unos segundos. Pero para ser unos segundos, a Nessa le había parecido una maldita eternidad. Durante la cual había sentido una mezcla de terror por pensar que lo había hecho tan mal que podían acabar pagando no sólo ella sino aquellas personas que tenía a su lado, de inseguridad por sentirse realmente insignificante ante Shideh e incluso de malestar físico por la tensión que empezó acumulando en su estómago y acabó trasladando al resto de su cuerpo.
El apoyo de Vraak apretando su pierna no pudo llegar en mejor momento. Y mientras la ranger aguantaba como buenamente podía el embate de Shideh, la sensación de la mano del semi-orco sobre ella le dio toda la ayuda que necesitaba. Y esta vez sí, apoyó su mano en la de él. Fuertemente al principio, pero más suavemente a medida que logró encontrar su estabilidad dentro de la tormenta que estaba sintiendo en su interior.
Sin dejar de mirar a Shideh - o quizás más bien de ser observada por ella - y aunque la sonrisa que había tenido hasta entonces se había esfumado de su cara, la joven simplemente inclinó la cabeza en señal de sumisión, y no dijo nada más. Había obtenido toda la información que sentía necesaria en aquel momento. A un precio que podría haber resultado demasiado elevado, pero por fortuna no había llegado a ese punto.
La mano de la ranger ya no se separó de la del bárbaro durante el resto de la cena.
Jen se alarma ante la situación. Su posible patrona estaba enfadada, y eso no le gustaba nada - Shideh, mi señora. Si me lo permitís...- Casi no respira al pronunciar estas palabras, con miedo a que la Efreetti le retire los favores. -Por favor, disculpadnos. Habeis mostrado ser mas que generosa con nosotros. Y si bien es cierto que Ashrem ha mostrado un comportamiento.... Aleatorio, durante nuestra breve andanza con él, su confianza hacia este grupo ha ido in crescendo con el tiempo.
Podeis profundizar en mi corazón y vereis que no os miento cuando os digo que no empezamos con buen pie, que él también mostró prejuicios, pero hemos visto que su espíritu es fuerte, y si nos escuchais decir que estamos preocupados por su bienestar, no lo tomeis como una ofensa hacia vos, si no como una señal de familiaridad y cierto vínculo hacia él. Como he dicho, su comportamiento puede ser... Aleatorio. Pero desde luego, no ponemos en duda vuestra magnanimidad, y teneis nuestra gratitud por ofrecerle los cuidados que su alma necesita. Si os soy sincere, creo que sería una persona que podría aportar mucho valor a vuestra corte.-
Shidhe agitó una mano restando importancia al incidente. Jen tuvo la impresión de que para ella, simplemente había dado una lección a un niño, una niña en el caso de Nessa, que necesitaba aprender disciplina, pero no guardaba rencor alguno.
- No le demos más vueltas queride. Simplemente tenéis que aprender, sigamos disfrutando de la velada -
Cuando Jen propone que Ahsrem se quede a formar parte de la corte de Shidhe esta enarca una ceja, sorprendida.
- ¿En mi corte? ¿el anciano? Hmmm quizá un antiguo siervo del aire pueda resultar... pintoresco. Veremos qué opina él. No queremos decidir el destino de nadie sin su conocimiento ni consentimiento ¿verdad? -
"Sabía que había algo que me escamaba! No parece angustiada, no crees? Le venimos bien, y, tenemos que abrir la puerta de todos modos! Al final hacemos el trabajo sucio, si es que somos unos pringados, como siempre!
Y ese ave... No puedo dejar de darle vueltas. Necesito hablar con Nessa. No pueden tenernos incomunicados para siempre. Demonios, querría poder mandar mensajes por medio de magia" Jen parece cada vez mas tense mientras sigue al guardia en silencio y con paso firme.
El Capitán del Palacio y su invitade llegan a la puerta en la que debe estar Nessa. Rothgar hace un pequeño apunte en la mente del barde.
"Apenas está a dos puertas de la tuya... seguro que por las ventanas podrías llegar hasta aqui... "
Con una leve reverencia a su líder, la salamandra que custodia a su otra invitada no hace nada por impedir que Jen se acerque y toque delicadamente en la puerta de Nessa.
Nessa, que tiene una pequeña montaña de papel arrugado a su alrededor escucha unos delicados golpes en la puerta. Cuando pregunta quién es, la hoja se abre y en la habitación entra Jen, que se despide de Idab dándole las gracias y entra en la suntuosa habitación.
PbP Character: A few ;)
A Nessa ya le dolía la mano izquierda de tanto escribir que había parado hace un rato, y ya se estaba dedicando a arrugarlo, hacer bolitas con él y tirarlo a diversos sitios probando su puntería. Aquello no estaba mal, pero la ranger reconocía que si no se las podía tirar a Rolthos aquello realmente carecía de sentido...
Tenía que acordarse de recoger todo después. No le sabía bien que ninguno de los sirvientes tuviera que recoger su desorden.
Se incorporó de golpe cuando sintió que llamaban a su puerta. Y ya se estaba imaginando que sería alguna salamandra cuando de repente reconoció un familiar flequillo naranja sobre una aún más familiar forma azulada.
- ¿¿Jen?? ¿Pero cómo ...? ¿Te han dejado salir?
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Jen entra en la habitacion con paso firme, y en cuanto se cierra la puerta, parece que le abandona toda tensión y por poco se desploma contra el suelo -Ay, ay Nessa! Que alegría me da verte!- Atraviesa la estancia en tres pasos y toma a su amiga de la mano, con cariño entre las suyas propuas-Tengo tanto que contarte, han ocurrido tantas cosas en este poco tiempo!- Le barde mira alrededor, tomando consciencia de la estancia de la cazadora hasta que encuentra un gran ventanal de vidrieras en formas geométricas y colores vivos. -Ven, ven!- Parece emocionade. -Abre tu ventana, mira! - Y no espera a que Nessa lo haga si no que es elle quien despliega la cristalera que da al gran lago de lava y se asoma, admirando las vistas y la fachada del castillo. Inspira como si cogiera aire puro, pero el azufre le hace toser -Cfg! Cfg! Ay... Perdón, creo que me he emocionado demasiado.
Nessa, he conocido a la señora del castillo, es una mujer inspiradora. Es decidida y poderosa, y tiene unos poderes que van más allá de nuestra imaginación. Nos espera para cenar, yo he venido a peinarte para la ocasión. Espera, nos serviré un té, y te lo contaré todo.
Nessa se deja abrazar por su amigue y ese abrazo la termina de sacar del estupor que tenía encima hasta ese momento, y que ha conseguido dejar un poco de lado durante el rato que ha estado intentando aprender a escribir con la mano izquierda.
Sigue a Jen hacia la ventana no tanto de motu propio, sino porque más bien es Jen quien la arrastra, y mientras mira a su amigue sin terminar de entender por qué está tan emocionada.
- ¿Jen...? Veo que esa Señora, - y recordando cómo habla Idab de ella, añade - "cuyo hermoso cabello refleje siempre la luz del sol" ... bueno, espera, que en este lugar no existe el sol ... "cuyo hermoso cabello refleje la luz del sol tal y como lo reflejan el tuyo y el mío cuando estamos en nuestra tierra" ... te ha impresionado.
Lo cierto es que esa frase, que ha dicho un poco en tono burlón, le ha recordando momentos más alegres en los que el grupo iba viajando y charlando por los diversos caminos de Greyhawk. Así que sonríe un poco para sí misma antes de continuar.
- Hmmm, ¿estás bien? Sí, cuentame, por favor. La verdad es que no pensaba en arreglarme demasiado, pero que sepas que si algún día rechazo que me peines deberás preocuparte porque entonces estarás hablando con otra persona que se está haciendo pasar por mí - dice, sonriendo a le barde.
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-Ah! Veo que también has practicado como dirigirte a ella. Bien! Bien. Eso le agradará. Debemos comportarnos de la mejor manera. Quiero impresionarla! - Jen le ofrece asiento y le sirve un té -Tienes un tocador? Claro que tienes, Shideh, que sus arcas rebosen oro y riquezas por siglos y siglos, habrá pensado en todo. Pues verás...- Y le cuenta sobre su encuentro con la Efreetti, y el generoso ofrecimiento de llevarles en barcaza hasta la puerta.-No mas penurias, iremos como debe ser. Tenemos que abrir la puerta, lo sabes bien. Y ella puede ayudarnos. Quid pro quo.- Va trenzando el pelo de Nessa con delicadeza y anudando una cinta verde en uno de los mechones. -Y eso no es lo mejor....- Posa las manos en los hombros de Nessa y la mira fijamente, con emoción -Puede devolverte tu brazo. Nessa, estoy segure de ello. Es muy poderosa. Oh, no estás contenta?! Es una gran noticia! -Inesperadamente le da un fuerte abrazo, acercando mucho los labios a su oido y susurrando en tono muy bajito.
-Sígueme el juego. Es una trampa...-
Nessa, que ya ha caído en la cuenta de lo que está sucediendo, responde a su amigue:
- Por supuesto que hay un tocador. ¿Y has visto la bañera? Madre mía, Jen, menudo baño me he dado. Aquella casa de baños de Greyhawk no está a la altura de semejante maravilla. Es un milagro que no me hayas pillado metida en él cuando has entrado. ¡No quería salir de ahí por nada del mundo! Si no fuera porque quiero agradecer personalmente a ¿Shideh dices que se llama?, que las aguas de su hogar siempre discurran cálidas y calmantes, su amabilidad volvería ahí dentro ahora mismo.
La ranger ensaya su mejor sonrisa en el espejo mientras le barde juguetea con su pelo, pero tiene que hacer un esfuerzo titánico para que dicha sonrisa no se congele en su cara cuando Jen revela que Shideh tiene el poder para restaurar su brazo perdido. Durante unos segundos no contesta, sus ojos se humedecen visiblemente y su corazón late desbocado. Se lleva la mano izquierda al pecho, en su ya familiar gesto para intentar calmarse, y con un hilo de voz responde:
- Eso es ... es ... m-maravilloso...
-Sígueme el juego. Es una trampa...-
"Ah!...por supuesto, no podía ser de otra forma", piensa, descorazonada. Por un momento se había creído que el final de aquella penuria por la que estaba pasando estaba realmente al alcance de su mano. Pero no, claro que no iba a ser así. "Estúpida Nessa, despierta".
La joven respira un par de veces antes de continuar hablando:
- ¡B-bueno...! ¿Y entonces qué hacemos ahora? ¿Vendrán a buscarnos ahora mismo para ir a cenar? ¿Tienes alguna recomendación para mí, ya que ya has hablado con la Señora de este semi-plano? Ya sabes que la etiqueta no es mi fuerte precisamente y quiero que todo salga bien en esa cena....
Mientras dice esto, la mente de la ranger está trabajando a toda prisa. Se pregunta qué habrá visto o escuchado le barde para que haya venido a su habitación a avisarla. No puede saberlo, pero calculando el tiempo que ha pasado y el que cree que falta para la cena (escaso) se imagina que le barde estará avisándola solo a ella, y no al resto de compañeros. ¿Van a poder avisarles cuando vayan camino a la cena? Poco probable, estarán rodeados de salamandras. Así que tendrán que hacerlo durante la cena. ¿Y cómo hacer esto con cuidado, de manera que sea mínimamente creíble, sin provocar ofensa alguna a Shideh, que además seguramente estará atentísima a todos sus movimientos? A la ranger se le ocurre una idea. Así que continúa hablando.
- ... ¡No sé, creo que no sabría ni donde sentarme! Me pregunto si tendremos sitios fijos en la mesa, ¿o podremos sentarnos en cualquier lugar? ¿Crees que podré sentarme a la derecha de Vraak?
En ese momento hace como que se pone nerviosa por la mención del semi-orco, y empieza a enroscar un dedo por la trenza lateral que Jen ya está terminando de preparar y que cae por su hombro izquierdo. ¿Pero cuánto de falso hay en ese gesto? Lo cierto es que no mucho. Y es que la idea de tener la posibilidad de sentarse a su lado y quizás tener que susurrarrle al oido que estén atentos, que pase el mensaje, o incluso que cause alguna distracción le atrate y le pone nerviosa a partes iguales.
- Jejej ... bueno .... ya sabes ... sería genial poder sentarme a su lado... Espero que la Señora Shideh, que su mesa siempre rebose de alimentos y bebidas deliciosas, sea magnánima al respecto.
La ranger se fija de nuevo en su imagen reflejada en el espejo y sonríe débilmente:
- ¡Qué bien me has dejado el pelo, Jen! Está genial. Si tan solo ... - se queda un momento callada, y aquí la ranger ya no está simulando nada, sino que está verbalizando lo que lleva pensando días de forma contínua - ... si tan solo el resto estuviera a la altura... - en ese momento la sonrisa se esfuma de su cara - ¿Crees que hago el ridículo llevando esta capa encima de estas magníficas ropas? Sé que no voy a poder ocultar el hecho de que me falta un brazo, pero al mismo tiempo, siento que si no la llevo puesta se nota más. Si no la llevo, me siento más indefensa. Ay, Jen...
La ranger no logra contenerse esta vez y se gira para abrazar a su amiga. Sin más objetivos ni más subterfugios que exteriorizar su dolor y sus inseguridades.
- Me habría encantado ponerme ese vestido rojo que hay encima de la cama, ¿sabes? Después de tantos días a la intemperie y sin poder descansar ni asearnos a gusto ... me habría encantado, te lo juro. Y seguro que en otro momento habría estado guapísima. Seguro que Vraak se habría quedado con los ojos como platos ... jajaj ... Pero no puedo... no puedo...
Se queda callada un momento y añade:
- Perdón. Perdóname. No debería estar pensando en estas cosas. Debería estar pensando únicamente en abrir puertas, en conseguir las armas, en salir de aquí. Dioses, ni siquiera debería estar dedicándole ni el más mínimo pensamiento a Vraak. Ni uno solo. Dioses, Jen, estoy descentradísima. No tengo la cabeza donde la tengo que tener.
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De todas las respuestas que Jen se podía haber esperado, aquella era la más emocional de todas. Mentalmente se da una palmada en la frente, pero como se le había ocurrido decirle eso! Bocazas. Pero ya estaba dicho asi que solo podía huir hacia delante.
Además, la cazadora necesitaba un empujón en ese momento.
-Bueno, bueno, bueno! Para ahí. Nessa, para! Mantente firme, mujer! Cómo puedes hablarte así?- Jen hace aspavientos, ofendide, repitiendo sin darse cuenta las mismas palabras que Shideh le había dicho minutos antes -Podrías disparar un arco con los dientes y una venda en los ojos si te lo propusieras! No tengo pruebas de ello pero tampoco dudas- Parece 100% decidide en su afirmación. -Además, sabiendo ahora como es Shideh, apuesto que….- Toma el vestido de su cama y le da unas vueltas como buscando algo -Aha! lo ves? - Le enseña el lateral del vestido, justo en la zona del costado donde a Nessa le falta el brazo. Si la tela ya es rica per se, un entretejido de piedras preciosas adorna el cierre de la túnica, en una cenefa asimétrica que recorre desde el cuello del vestido hasta el hombro, y se despliega en la caída de la prenda como una llama. -Te obligaría a quitarte la capa ahora mismo y te encasquetaría el vestido, pero eso te despeinaría y no vamos a llegar tarde a la cena. Asi que -Y se pone la mano en el pecho como si le estuviera hablando de forma condescendiente (aunque se nota que es una sobreactuación) -Seré yo quien sea magnánime, y te dejaré elegir.
Luego adopta un gesto serio -Y sobre Vraak, querida mia… Creo que ya hemos hablado de esto. El corazón no entiende de barreras. Puede que necesites más tiempo para resolver tus sentimientos, pero… Si siempre eres honesta desde aquí -Y pasa la mano que tenía posada en su pecho, al de Nessa -Nada saldrá mal. Siéntate con él, y disfruta de la velada.
Nessa escucha a Jen y suspira. No, no podría, ni querría, disparar de esa forma. No le parecía que fuera forma de honrar al arco y a todo lo que le había enseñado Ornym. Pero no dijo nada al respecto. No estaba segura de poder explicarlo bien ni de que Jen fuera a compartir su punto de vista.
Pero sí observó el vestido, fijándose en el detalle del brazo que su amigue había localizado. Lo cierto es que aquello hacia el apaño bastante bien, y sin tener que llevar el elemento que rompía todo el aspecto - la capa -. Seguía sin estar del todo segura, pero Jen tenía razón: se les acababa el tiempo y no debían llegar tarde. Así que maldiciendo entre dientes y pensando en varias cosas que le disgustaban de todo aquello - como por ejemplo, que sentía estar encajando en algo perfectamente planeado por una Señora en la que no confiaba - se puso el vestido. Y lo cierto es que el efecto era espectacular.
Nessa no sentía ninguna llama dentro de ella en aquel preciso momento, pero quizás parecerlo un poco en el exterior ayudaría en cierta manera.
Cuando estuvo lista, miro a Jen una vez más, mientras este ponía las manos en su pecho. Ser honesta ... eso podía hacerlo. No sabía con qué consecuencias para todas las partes implicadas. Pero eso desde luego podía, y debía, hacerlo.
Nessa simplemente miró al suelo unos segundos, procesando todo aquello, y cuando volvió a mirar a Jen dijo:
- Está bien. Vayamos a esa mald...maravillosa cena.
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No pasan muchos minutos hasta que alguien toca a la puerta de la habitación de Nessa y esta se abre con delicadeza e Idab, haciendo una reverencia, les indica que la cena está lista.
Al salir al pasillo ven a varias salamandras guiando al resto de sus compañeros.
Vraak se queda paralizado en el pasillo al ver a Nessa. Por su parte lleva unos pantalones naranja oscuro y una camisa que deja a la vista su ancho pecho y parte de su definido abdomen. Con una sonrisa se acerca a la ranger y le ofrece su brazo.
- Si me hacéis el honor - dice no sin cierto tono socarrón, pero no puede disimular el brillo de sus ojos al contemplar a Nessa.
Julian hace lo propio con Jen, aunque el médico parece preocupado por el largo rato que Jen ha estado fuera y mientras se dirigen al salón del trono Jen le cuenta lo que puede entre susurros.
Pese a lo que ha contado Jen tanto a Nessa como a Julian sobre la sala del trono no estaban preparados para lo impresionante de la sala con su gran cascada de lava cayendo y las vistas del lago.
Ibad lleva a la comitiva hasta el centro de la sala donde se ha dispuesto una mesa algo más grande dar cabida a todos ellos y Jen nota que hay más cojines para que los invitados se sienten confortablemente.
Justo delante de la mesa, con los brazos abiertos en actitud de bienvenida y una amplia sonrisa está la Shidhe, Sultana del Nodo de Fuego, Señora del Lago de Lava, Comandante de las Huestes Ígneas, Dueña del Ruby Ígneo, Protectora del Puente Negro, Custodia de la Cascada de Magma, Ama de Todo lo que Arde Eternamente, Custodia del Fuego Eterno.
Ibad comienza, con la cabeza gacha, a recitar todos los títulos de su señora y ella esta vez le deja terminar, complacida.
- Bienvenidos bienvenidos. - dice con su melodiosa voz - Mi humilde morada se siente honrada con vuestra presencia. Por favor.. tomad asiento. Debéis estar hambrientos. Os pido disculpas por la tardanza pero como comprenderéis no esperábamos visitas y mis cocineros han tardado un poco en preparar la cena. -
Con un gesto invita a todos a sentarse en la mesa. No parece haber sitios pre-establecidos y Nessa no sabe si sentirse aliviada o un poco más angustiada al saber que nadie la impide sentarse al lado de Vraak si quiere.
Ibad se queda en la sala, a una distancia prudencial de la mesa, listo para acatar las órdenes de su Señora. Otras dos salamandras, que custodiaban el exterior, ahora están apostadas a ambos lados de las puertas en el interior, pero el resto, que les ha guiado y escoltado hasta allí, han seguido su camino por el pasillo sin llegar a entrar en el Salón del Trono.
Los sirvientes, que son los mismos que les atendieron antes, se prestan enseguida a llenar sus copas de agua o vino, según sus preferencias.
Cuando todos se han sentado y han sido servidos Shidhe vuelve a hablar.
- Quisiera proponer un brindis. Por aquellos que han logrado lo que parecía imposible y que traen esperanza a nuestros corazones - y levanta su copa para brindar por sus honorables invitados.
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Nessa se pone tan roja como el vestido durante un instante, pero superado el shock inicial sonríe risueña a Vraak, asiente y le toma del brazo.
- ¿Te gusta? - le susurra - La verdad es que me ha costado enfrentarme a la idea de ponérmelo - lanza un corto suspiro antes de continuar - Pero creo que ha merecido la pena - le mira entonces sonriente y añade - Tu también estás increible, ¿eh? Así de elegante te quiero ver cuando vayamos a esa cena en El Dragón Plateado que, por cierto, te toca pagar a tí - dice con una sonrisa pícara. Al fin y al cabo, el semi-orco fue el primero al que se le cayó algo: la gema de agua, cuando éste estaba transformado en búho por la magia de Jen.
Mientras hablan, la ranger piensa para sí misma que aquello que está sucediendo con Vraak no puede estar mal. No. Imposible. No cuando provoca sensaciones tan positivas...
Pensó también que estaba equivocada cuando, momentos atrás, se dijo que no había ninguna llama en ella más allá del vestido que llevaba puesto.
Antes de entrar al salón se acerca aún más al semiorco y le susurra al oído:
- ...mantente alerta. Jen ya ha hablado con ella. Algo no está bien... - Pero cuando se separa de él, se queda mirándole tan fijamente que cualquiera habría pensado que le había dicho algo muy diferente.
Al entrar al salón, es difícil no quedarse mirando con la boca abierta ante tanta belleza y riqueza. Desde luego, la Señora Shideh había conseguido convertir la fogosidad del entorno en el que se hallaban en algo increíblemente hermoso.
Nessa no se separó de Vraak en ningún momento y se colocó a su lado para sentarse, aunque necesitó de su ayuda para poder hacerlo recogiendo y colocando correctamente el magnífico vestido.
Cuando Shideh comenzó a brindar, tomó su copa con la mano izquierda y la elevó para brindar con ella, sonriente, pero prefirió esperar a que algún otro dijera las primeras palabras. Se sentía un poco cohibida y sabía que la etiqueta no era su fuerte. Así que, acordándose del amigo alado del grupo, que debía estar aún en la habitación de Rolthos, esperó un instante antes de decir nada.
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Jen alza su copa junto con Shideh y le hace una pequeña reverencia con la cabeza -Y por nuestra anfitriona, que su nombre se convierta en una orgullosa leyenda, y que nos brinda la oportunidad de evolucionar en nuestro desempeño.- Le brillan los ojos de emoción. -He de decir que en el poco tiempo en que nos hemos separado, he pensado en vuestras palabras, y me gustaría presentaros a mis compañeros con orgullo, aunque conoceis mucho ya de nosotros.
Dicho esto extiende el brazo y presenta primero a Nessa.-Nuestro faro guía en las noches más oscuras, Nessa Proudmoore.- Mueve la mano hacia quien está a su lado- Vraak...-y se queda medio segundo pensando, porque no se sabe su apellido y se apunta mentalmente preguntárselo para la próxima (si es que salían vivos de todo esto).- ...Sargento, de la guardia de Greyhawk. Rolthos Sharntle, campeón divino de Mayaheine, y Lord Cruços Valossa, custodio de la espada Vergeulv. Y, por último pero no por ello menos importante -Y le ofrece la mano a Julian -Julian Devorak. Médico, noble, y amado.-
Nessa mira hacia Jen cuando la presenta. "Faro guía en las noches más oscuras". Si su moral había subido desde que vio a Vraak en el pasillo, eso terminaba de darle el empujón que necesitaba. Jen, queride Jen.
La ranger sonrió aún más. Y no lo hacía por Shideh, ni por la cena y el vestido, ni por tanta riqueza a su alrededor. Lo hacía por ellos. Por aquellos nombres que le barde había recitado.
Con su copa aún extendida hacia Shideh, y aún más sonriente si cabía, añadió:
- Mi señora Shideh, somos nosotros los que estamos honrados por poder estar ante vos en este magnífico lugar. Quisiera agradecerle el trato que hemos recibido de vos y vuestra gente. Ha sido como un bálsamo tras todo lo que nos ha sucedido hasta llegar hasta aquí. Veo esa impresionante cascada de lava y no puedo dejar de pensar que el fuego que hasta ahora consideraba dañino puede causar el efecto contrario, por vuestra obra y gracia. Que el fuego que os rodea siempre sea curativo, a la par que poderoso, mi señora.
Comparte entonces una mirada con Cruços y Rolthos, a los que hasta ahora nadie - que ella sepa - han informado, sonriédoles para infundirles ánimo cuando se decidan a hablar.
Tras esto, Nessa cae en la cuenta de que es la primera vez en muchos días en que no van a cenar de raciones, y que no sabe realmente como se va a manejar con los cubiertos. Así que mira dudosa hacia los platos que van surgiendo y a los cubiertos que tiene justo frente a ella. Por lo demás, esa primera copa la ha pedido de vino. Pero las siguientes serán de agua.
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- Es un placer y un honor conoceros a todos y un placer recibir a personas tan educadas, que vuestros modales os abran las puertas celestiales - asegura Shideh con una sonrisa tras las presentaciones de Jen y las palabras de Nessa- Por favor... - indica a la comida para que comiencen a disfrutar del banquete en su honor.
Las inquietudes de Nessa se calman un poco al ver que, de momento, en la mesa hay dátiles, frutos secos y piezas cortadas de fruta y listas para comer. Los sirvientes, una vez que Shideh hace un gesto a modo de orden traen brochetas, o carne de carnero deshuesada colocada en hojas. Nessa ve que no hay cubiertos por ningún sitio y que su anfitriona utiliza la mano izquierda para comer.
Mientras los sirvientes se afanan por atender todas sus necesidades, incluso adelantándose a ellos y rellenando sus copas, Nessa tiene que beber una segunda copa de vino antes de poder indicarle al pequeño ser que a partir de ese momento quiere agua, el grupo tiene que controlarse para no lanzarse sobre la deliciosa comida que les sirven. Tras tanto tiempo comiendo sólo sus raciones de viaje, la opulencia del banquete les deja perplejos, y sus estómagos toman prácticamente el control y durante unos minutos nadie habla apenas, concentrados en degustar los deliciosos manjares.
Su anfitriona picotea de todo lo servido, bebe vino sin pudor alguno y básicamente disfruta viendo a sus invitados deleitarse con lo ofrecido en su mesa. Charla relajadamente con casi todos ellos, preguntándoles por sus familias, o sus orígenes, pero nada profundo ni invasivo, y se asegura de ir preguntado a aquel que no está comiendo, dando tiempo a todos de comer a gusto.
En un momento dado parece caer en la cuenta de algo.
- Decidme - dice lanzando la pregunta en general - ¿Se os conoce por algún nombre como compañía de aventureros que sois? -
Impasibles, Idab y tres salamandras más observan la cena desde una distancia prudencial. Parecen estar ahí más por protocolo que por otra cosa. No sería adecuado que su Señora estuviera delante de invitados sin su Guardia personal.
Cuando los sirvientes comienzan a retirar los platos principales y comienzan a servir pasteles de pistacho y miel, bollos rellenos de crema y fruta es cuando los amigos comienzan a sentirse con más ganas de hablar y poder tener una conversación más fluida con su anfitriona.
- Espero que mi humilde cocina haya estado a la altura de vuestras expectativas, valerosos aventureros. Si me lo permitís me gustaría entrar ahora en detalles más importantes que lo hablado hasta ahora. - toma un sorbo de vino y lanza una rápida mirada cómplice a Jen que sólo percibe le barde.
- Sólo puedo imaginar las vicisitudes que habéis tenido que soportar para llegar hasta aquí. Y haber logrado abrir la puerta del Aire es una hazaña que ni yo misma había logrado. Debéis sentiros orgullosos. Sin embargo, no debemos llevarnos a engaños. Esto ha alertado a los seres más poderoso de cada semi-plano, al igual que me alertó a mi aquí. Hemos sido afortunados de que Ibad y su guardia os hayan encontrado primero. Pese a que mi mandato aquí es absoluto, algunos de mis súbditos son algo más... impulsivos, fogosos incluso. - sonríe pícaramente. - En cualquier caso, no me avergüenza admitir que mi hospitalidad no está exenta de cierto interés. Si conseguís repetir la hazaña y abrir la puerta de mi semi-plano... - sus ojos brillan - ... este encierro acabaría para mí y mis sirvientes. Podríamos abandonar este lugar y buscar otros lugares donde prosperar. - Lanza un suspiro anhelante.
- Pero no quiero presionaros ni forzaros a tomar ninguna decisión. Tan sólo quería ¿cómo decís los mortales? Ayúdame querido - le dice a Vraak el cual no puede evitar sonrojarse un poco al verse sorprendido y quien no esperaba tener que hablar - Cuando estáis jugando con esos cartones y reveláis vuestra estrategia... -
- ¿Poner las cartas sobre la mesa? - aventura el semi-orco
- ¡Eso! Excelente, gracias querido, poner las cartas sobre la mesa. Ahora que conocéis mis motivos para daros cobijo, supongo que tendréis preguntas, por favor, descargad vuestras almas de dudas para que vuestros corazones puedan descansar y vuestros cuerpos reponerse. -
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Nessa no tenía pensado ser la primera en contestar, pero algo le lleva a hacerlo. Así que mira hacia Shideh, inclina la cabeza hacia ella en señal de respeto, y comienza a hablar.
Empieza primero respondiendo a la pregunta sobre el nombre del grupo.
- Si os soy sincera, mi señora Shideh, nuestro nombre es algo que nos ha llevado bastante tiempo decidir. Pero curiosamente la inspiración acudió a nosotros mientras estábamos el semi-plano de aire - mira hacia sus compañeros y sonríe un poco tímidamente antes de decir - y nos decantamos por "Los halcones errantes". Halcones, porque representamos a Greyhawk. Y errantes porque nuestros nos caminos han discurrido - y aún lo hacen - por lugares muy diversos. Y no negaremos - y en este punto mira a Rolthos con complicidad - ya que este segundo significado fue idea suya - y a Vraak - Nessa nunca olvidaría aquél encuentro en la caverna del dracolich donde le consideraron un enemigo que casi hubo que abatir - que también nos hace cierta gracia el doble sentido de que en ocasiones hemos "fallado". Aunque, lo verdaderamente importante de los errores no es cometerlos en sí, sino aprender de ellos. Supongo que también nos gusta la idea de evocar todo ese aprendizaje que hemos obtenido en nuestro tiempo juntos.
Le llama la atención que Shideh diga que tiene el poder absoluto en el semi-plano de fuego, pero parece completamente sincera. Aún así, a ese respecto Nessa se pregunta quienes serán los enemigos más poderosos de cada semi-plano. Hace nota mental para añadir esta pregunta para más adelante.
Ignorando lo "curioso" de que Shideh aparentemente necesite soporte de Vraak para elegir sus palabras, en el fondo Nessa se alegra de poder hablar más directamente.
- Apreciamos vuestra franqueza, mi señora Shideh. Aunque nuestros objetivos parecen estar completamente alineados, siempre es bueno aclarar el alcance de lo que que cada parte espera de la otra para asegurar que todos estamos en el mismo punto. Ante todo, permitidme pediros disculpas de antemano, ya que puede que haga demasiadas preguntas y os pido humildemente que me interrumpáis si consideráis en algún momento que me estoy excediendo - la ranger inclina ligeramente la cabeza en este punto, en señal de sincera disculpa.
Si Shideh no se lo impide, iniciará sus preguntas:
- Como bien decís, debemos abrir las puertas de los semi-planos. En el caso particular del semi-plano de fuego, nos vemos en tremendas dificultades debido a la naturaleza de este semi-plano, prácticamente mortal para nuestra fisionomía diseñada para el plano material. ¿Qué medios nos podría proporcionar para alcanzar nuestro objetivo?
Añade su siguiente pregunta:
- ¿Qué debemos esperar cuando logremos abrir la puerta? ¿Nos podréis facilitar el acceso al siguiente semi-plano? Lo cierto es que nuestros deberes en el plano material requieren que seamos lo más veloces posible. ¿Podremos continuar nuestro viaje inmediatamente tras abrir la puerta si así lo requiriesemos?
No se olvida de las gemas:
- Tenemos cierto interés en recuperar la gema de cada semi-plano. Espero que mi atrevimiento por preguntar acerca de ella no le resulte ofensivo, mi señora Shideh. ¿Estáis vos en posesión de dicha gema? ¿Cabría la posibilidad de obtenerla y llevarla con nosotros?
Si en este punto Shideh aún parece receptiva a más preguntas, añade:
- Previamente habéis mencionado que hemos alertado a los seres más poderosos de cada semi-plano. ¿Podríais darnos información acerca de ellos? Quiénes son, cuáles son sus naturalezas y sus debilidades. Cualquier cosa que nos podáis indicar podría suponer una gran diferencia, que nos podría permitir realizar esta misión con éxito.
En este punto, la ranger recuerda algo y añade.
- ¡Oh dioses, nos hemos olvidado de Ashrem! - se siente un poco mal al haberse olvidado del viejo loco por completo - ¡Imagino que estará encantadísimo en una de sus maravillosas habitaciones, mi señora Shideh, pero ahora que me he acordado de él no puedo dejar de preocuparme por su bienestar!
La ranger es consciente de que no ha preguntado las que quizás sean las pregunta la más difíciles: ¿Cuáles son sus intenciones una vez hayan abierto la puerta? ¿Qué quiere hacer? ¿A dónde quiere ir? ¿Deben contarla entre el listado de enemigos a tener en cuenta una vez abran todas las puertas? Pero siente que por el momento han sido bastantes preguntas y no tiene claro si quiera que deban preguntarle todas ellas. Además, su enfoque por ahora es más práctico, y le parece que deben hacer lo que deben hacer independientemente de las respuestas a estas últimas preguntas.
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Rolthos cubrió con un pequeño trapo a Oswald antes de salir de la habitación, dejándole atrás con algo de preocupación, parecía extrañamente letárgico. Confiaba en que no le estuviese pasando nada extraño.
Mientras acudía a la recepción con los sobrios y simples ropajes que había escogido reflexionaba. Camuflado por los lujos y las comodidades de aquel lugar percibía un sutil, pero innegable, tufo opresivo. Su gesto torcido se relajó en una sonrisa al ver a sus compañeros sanos, salvos y en buenas condiciones.
A pesar de la hospitalidad de la anfitriona Rolthos no podía evitar mirarla con algo de desconfianza, y dejó que sus compañeros llevasen el peso de la conversación. Sin tener que participar demasiado se centró en la comida que le dejaba un regusto amargo. Al igual que antes, casi podía sentir el mismo tufo opresión en la comida. Se preguntó que penurias tendrían que estar pasando los sirvientes para que ellos disfrutasen de aquellos lujos... Quizás Shideh tenía suficiente poder para ofrecer esa hospitalidad sin sacrificar el bienestar de los sirvientes. Pero lo dudaba, dudaba que el bienestar fuese parte de sus preocupaciones. Amablemente contestó a las preguntas que le atañían y a cada pregunta Rolthos replicaba con reciprocas preguntas a Shideh.
- Nací y crecí en Greyhawk, apenas había viajado antes de salir de aventuras con este grupo, incluso en los primeros días no viajamos muy lejos. - Contestó con educación a cerca de sus orígenes. – ¿Y Vos? ¿De dónde sois nativa? ¿Tenéis... padres, o surgisteis de una ardiente llama?
Cuando la conversación se centró en los asuntos más relevantes a su misión apartó la comida hacia el centro de la mesa y presto especial atención, atento. Al escuchar las primeras palabras de Nessa el paladín asintió, expectante de las respuestas y dispuesto a intervenir si se terciaba.
Zevatur, Rolthos
La Señora del Palacio de Obsidiana parece sorprendida y divertida por la pregunta de Rolthos.
- Originalmente - contesta con una sonrisa - provengo del Plano de Fuego. Respecto a mis padres... verás... nosotros no venimos a la existencia como vosotros los mortales. Quizá luego te lo explique mejor en privado - dice con una sonrísa pícara - Pero por intentar aplacar tu curiosidad, recibí la adecuada formación en la corte del Pasha de las Planicies Negras en el Plano del Fuego. -
- Oh que nombre más apropiado - comenta Shidhe ante las revelaciones de Nessa sobre el título que han elegido para ellos mismos.
- Apreciamos vuestra franqueza, mi señora Shideh. Aunque nuestros objetivos parecen estar completamente alineados, siempre es bueno aclarar el alcance de lo que que cada parte espera de la otra para asegurar que todos estamos en el mismo punto. Ante todo, permitidme pediros disculpas de antemano, ya que puede que haga demasiadas preguntas y os pido humildemente que me interrumpáis si consideráis en algún momento que me estoy excediendo - la ranger inclina ligeramente la cabeza en este punto, en señal de sincera disculpa.
La noble hace un gesto con la mano invitando a Nessa a continuar. Sin embargo intercambia una rápida mirada, cómplice, con Jen, de la cual sólo el barde se apercibe. La Sultana no se equivocaba cuando predijo que sus compañeros tendrían muchas preguntas y suspicacias hacia ella.
- Como bien decís, debemos abrir las puertas de los semi-planos. En el caso particular del semi-plano de fuego, nos vemos en tremendas dificultades debido a la naturaleza de este semi-plano, prácticamente mortal para nuestra fisionomía diseñada para el plano material. ¿Qué medios nos podría proporcionar para alcanzar nuestro objetivo?
- Necesitaréis medio de transporte para llegar hasta ella. De esa manera podréis utilizar vuestros recursos de mejor manera. Os proporcionaré una de mis embarcaciones. Además, deberíais protegeros contra los elementos. He notado que adolecéis de tales poderes. Al igual que llevo haciendo desde que habéis llegado al Palacio, podréis circular por mis dominios sin miedo a que el calor os dañe. Incluso podréis llevar vuestras brillantes armaduras de metal - dice sonriendo hacia Rolthos.
- ¿Qué debemos esperar cuando logremos abrir la puerta? ¿Nos podréis facilitar el acceso al siguiente semi-plano? Lo cierto es que nuestros deberes en el plano material requieren que seamos lo más veloces posible. ¿Podremos continuar nuestro viaje inmediatamente tras abrir la puerta si así lo requiriesemos?
- Hmm no sé si entiendo bien estas preguntas Nessaia - a ninguno se le pasa que Jen no la ha presentado asi. - Dime tú qué es lo que ocurre cuando se abre una de las puertas en el semi-plano, pues en esto tienes más experiencia que yo. ¿Acceso al siguiente semi-plano? - se acomoda en el cojín algo sorprendida - Realmente no tenéis ni idea de dónde os habéis metido ¿verdad?. - sonríe mientras da otro sorbo a su copa de vino - Al abrir la puerta podréis viajar desde este lugar al resto de semiplanos, pues todos tienen puertas de acceso a todos los demás. Nada os impedirá entonces viajar a otro semi-plano si así lo deseáis. - se encoge de hombros. La última pregunta de Nessa hace que Shidhe enarque una ceja. - Viajar inmediatamente o no será cosa vuestra y de... vuestro estado. Alguien podría decir que hacer algo así sin despediros de vuestra anfitriona podría considerarse maleducado, rudo incluso, pero supongo que los buenos modales son difíciles de conseguir en estos días... -
Por un momento Nessa duda de si la Sultana ha captado el doble sentido de su última pregunta, pero la mirada que le lanza tras su copa de vino le deja claro que lo ha entendido perfectamente y que en su respuesta se esconde lo que ella piensa realmente.
- Tenemos cierto interés en recuperar la gema de cada semi-plano. Espero que mi atrevimiento por preguntar acerca de ella no le resulte ofensivo, mi señora Shideh. ¿Estáis vos en posesión de dicha gema? ¿Cabría la posibilidad de obtenerla y llevarla con nosotros?
- Ah... las Gemas si... - Shidhe parece recordarlas en ese momento - Supongo que una vez abiertas las Puertas volverán a tener utilidad claro. ¿Sabíais que pueden usarse para viajar a cada Semi-plano?. En cualquier caso... respondiendo a tu pregunta, no, no dispongo de ella. Una sabe cuándo recompensar a sus súbditos. Se la entregué al Thane Frugwar. Si la queréis tendréis que tratar con ese gigante de fuego en su fortaleza. Podría ordenarle que os la entregue, pero una buena líder no despoja a sus siervos de sus propios regalos. No sería... elegante -
- Previamente habéis mencionado que hemos alertado a los seres más poderosos de cada semi-plano. ¿Podríais darnos información acerca de ellos? Quiénes son, cuáles son sus naturalezas y sus debilidades. Cualquier cosa que nos podáis indicar podría suponer una gran diferencia, que nos podría permitir realizar esta misión con éxito.
Shidhe comienza a parecer un poco molesta por tener que repetir lo que, para ella, es obvio, pero se arma de paciencia para responder a sus invitados.
- Querida Nessa, te agradezco el voto de confianza pero hasta yo tengo límites, al menos mientras esté aquí encerrada. Llevamos años aislados. No puedo saber quienes ostentan el poder en el resto de planos, pero sí sé que al igual que yo he sentido las perturbaciones al abrirse la puerta del nodo del aire, criaturas lo suficientemente poderosas en cada nodo lo habrán sentido. Cada semiplano fue habitado por diferentes criaturas, cada una atraída al mismo por sus propios intereses y pactos con Ella o Él. Yo no he salido de mi Palacio desde que llegué aquí y me establecí como la Sultana de este lugar. -
- ¡Oh dioses, nos hemos olvidado de Ashrem! - se siente un poco mal al haberse olvidado del viejo loco por completo - ¡Imagino que estará encantadísimo en una de sus maravillosas habitaciones, mi señora Shideh, pero ahora que me he acordado de él no puedo dejar de preocuparme por su bienestar!
Ahora si, Shidhe deja despacio su copa de vino y mira fijamente a Nessa. Pasan unos tensos segundos antes de que la Protectora del Puente Negro vuelva a hablar.
- Eres joven, mortal. Por eso te perdonaré tu falta de tacto. Esta vez. Deja que te explique algo. Sois mis invitados. Mientras os comportéis como tales y estéis bajo mi techo vuestro bienestar es mi responsabilidad y mi preocupación. No vuestra. Dudar por el bienestar de alguno de mis invitados en dudar de mi capacidad de atender mis deberes como anfitriona. -
Idab se aproxima un poco pero, rápida, Shidhe levanta la mano y, girando un poco la cabeza hacia el capitán de su guardia niega con la cabeza y este se relaja, sin dejar de mirar a Nessa.
- Te recomiendo que no vuelvas a insultarme de esa manera, ninguno de vosotros. Esas ofensas se pagan caras aqui. - dice con tono altivo - Atendiendo pues, a mis deberes, y para tranquilizar tu inquieto espíritu te diré que el pobre anciano está plácidamente dormido en sus aposentos. Tomó un baño y cayó en los brazos del Señor de los Sueños en la bañera. Mis sirvientes lo bañaron, secaron, vistieron con sedas y dejaron descansar entre las plumas del colchón. Cosa que sin duda no ha hecho durante todo su cautivero. He valorado sus necesidades y las he antepuesto a las mias. Es un hombre anciano, que lleva más de veinte años prisionero en un lugar inhóspito diseñado para acabar con la carne y el espíritu de los que allí eran enviados. Le habéis arrastrado por ese lugar en batallas y luchas que han mermado vuestro propio ímpetu juvenil, pero no os habéis preocupado en lo más mínimo por el anciano desnutrido que os seguía, desesperado por encontrar una salida o morir en el intento. Al verle no has visto un ser patético del que había que apiadarse. Sólo has podido ver su fracturada mente y su violento pasado, y eso ha empañado tus interacciones con él. Ni siquiera cuando su magia preservó tu cuerpo dando tiempo a tus compañeros a traerte de vuelta has podido soportar la visión de su media desdentada sonrisa. Tus prejuicios han emponzoñado tu gratitud. -
Levanta una mano cortando cualquier posible réplica de Nessa
- Ni siquiera se te ocurra malgastar saliva intentando negarlo. He visto su mente y leo en tu corazón tan fácilmente como en un pergamino abierto para mi. Tu preocupación por él es falsa, o al menos no totalmente sincera. Albergas en ella dudas sobre mi honestidad. Dudar del bienestar de uno de mis invitados. En la Torre Negra del Pasha te habrían arrancado la piel a tiras por algo asi. - Mira durante unos segundos a Nessa y Vraak aprieta la pierna de la ranger por debajo de la mesa, conminándola a la contención. Shidhe vuelve a sonreir, la tensión parece desaparecer de su rostro como si no hubiera existido - Como he dicho sois jóvenes e inexpertos. Una puede ser magnámina con la inexpericicia. Pero no toleraré volver a ser insultada en mi propio palacio. Quedas advertida querida. -
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Nessa comenzó su diálogo con Shideh bastante intranquila, debido por un lado a su falta de experiencia en este tipo de situaciones y por otro porque se sentía bastante intimidada por ella. Aún así, necesitaba plantear todas aquellas preguntas y obtener cuanta información pudiera. Así que se armó de valor, tanto para preguntarlas ... como para escuchar las respuestas.
- Estamos muy agradecidos por esto, mi Señora - respondió, con una sonrisa. Internamente se sintió bastante aliviada, puesto que era el principal problema para que pudieran hacer lo que debían hacer.
"Nessaia". Por un momento la joven ranger se vio transportada a la época en que aún vivía con sus padres y en cómo particularmente Daelin nunca la llamaba por el nombre que prefería la ranger. Sólo que aunque Daelin Proudmoore podía ser verdaderamente duro, no tenía ni punto de comparación con Shideh. En este punto la ranger empezó a notar la tensión y a darse cuenta de que lugar ocupaba verdaderamente en aquella conversación. Tuvo que hacer un férreo esfuerzo por no hacer lo que quería en aquel momento: coger la mano derecha de Vraak con su izquierda y apretar con firmeza buscando el apoyo del semi-orco.
No respondió nada en este caso, sino que simplemente inclinó suavemente la cabeza, indicando que había entendido. Internamente, se preguntó qué clase de poder tenía la Señora del Nodo de Fuego para ser capaz de haber leído tran profundo dentro de ella... "Nessaia". No escuchaba este nombre desde ... ¿la carta de su hermano Andrew? Dioses...
- Sois muy sabia, mi señora - le dice a Shideh. Y mirando a sus compañeros añade - Quizás sea necesario que hablemos con el Thane Frugwar, pues.
- Entiendo. Disculpadme, os lo ruego.
Aquello no había durado más que unos segundos. Pero para ser unos segundos, a Nessa le había parecido una maldita eternidad. Durante la cual había sentido una mezcla de terror por pensar que lo había hecho tan mal que podían acabar pagando no sólo ella sino aquellas personas que tenía a su lado, de inseguridad por sentirse realmente insignificante ante Shideh e incluso de malestar físico por la tensión que empezó acumulando en su estómago y acabó trasladando al resto de su cuerpo.
El apoyo de Vraak apretando su pierna no pudo llegar en mejor momento. Y mientras la ranger aguantaba como buenamente podía el embate de Shideh, la sensación de la mano del semi-orco sobre ella le dio toda la ayuda que necesitaba. Y esta vez sí, apoyó su mano en la de él. Fuertemente al principio, pero más suavemente a medida que logró encontrar su estabilidad dentro de la tormenta que estaba sintiendo en su interior.
Sin dejar de mirar a Shideh - o quizás más bien de ser observada por ella - y aunque la sonrisa que había tenido hasta entonces se había esfumado de su cara, la joven simplemente inclinó la cabeza en señal de sumisión, y no dijo nada más. Había obtenido toda la información que sentía necesaria en aquel momento. A un precio que podría haber resultado demasiado elevado, pero por fortuna no había llegado a ese punto.
La mano de la ranger ya no se separó de la del bárbaro durante el resto de la cena.
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Jen se alarma ante la situación. Su posible patrona estaba enfadada, y eso no le gustaba nada - Shideh, mi señora. Si me lo permitís...- Casi no respira al pronunciar estas palabras, con miedo a que la Efreetti le retire los favores. -Por favor, disculpadnos. Habeis mostrado ser mas que generosa con nosotros. Y si bien es cierto que Ashrem ha mostrado un comportamiento.... Aleatorio, durante nuestra breve andanza con él, su confianza hacia este grupo ha ido in crescendo con el tiempo.
Podeis profundizar en mi corazón y vereis que no os miento cuando os digo que no empezamos con buen pie, que él también mostró prejuicios, pero hemos visto que su espíritu es fuerte, y si nos escuchais decir que estamos preocupados por su bienestar, no lo tomeis como una ofensa hacia vos, si no como una señal de familiaridad y cierto vínculo hacia él. Como he dicho, su comportamiento puede ser... Aleatorio. Pero desde luego, no ponemos en duda vuestra magnanimidad, y teneis nuestra gratitud por ofrecerle los cuidados que su alma necesita. Si os soy sincere, creo que sería una persona que podría aportar mucho valor a vuestra corte.-
Shidhe agitó una mano restando importancia al incidente. Jen tuvo la impresión de que para ella, simplemente había dado una lección a un niño, una niña en el caso de Nessa, que necesitaba aprender disciplina, pero no guardaba rencor alguno.
- No le demos más vueltas queride. Simplemente tenéis que aprender, sigamos disfrutando de la velada -
Cuando Jen propone que Ahsrem se quede a formar parte de la corte de Shidhe esta enarca una ceja, sorprendida.
- ¿En mi corte? ¿el anciano? Hmmm quizá un antiguo siervo del aire pueda resultar... pintoresco. Veremos qué opina él. No queremos decidir el destino de nadie sin su conocimiento ni consentimiento ¿verdad? -
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