Hace dos noches en el campamento:

Lo Kan asiente pero apunta " Me refería a qué haremos ahora con la espada y el escudo de piedra..." le escucha farfullar Jen. 

Mientras hacen la guardia y charlan Nessa escucha que alguien se acerca hacia su fuego. Alguien está intentando ser sigiloso y cauteloso, no consiguiéndolo claramente. 

La mañana del segundo día:

Rolthos azuza a su montura mientras la ciudad libre de Greyhawk se va acercando a ellos, aunque van a galope tendido, la velocidad se le antoja a Rolthos muy escasa y las distancias parecen no acortarse. 

Tanto Rolthos como Sera comprueban el estado de sus amigos sin dejar de cabalgar. 

- Oh, perdona, no te había entendido. - respondo a Lo Kan mientras le hago un gesto indicando la dirección en la que he oído que alguien se acerca - Bueno, lleguemos primero a Greyhawk ... - digo mientras desenfundo mi espada con cuidado, haciendo el menor movimiento posible - ... veremos qué tal están nuestros compañeros ... - en este punto Lo Kan también ha echado mano a su arma - ... y pensaremos a donde dirigirnos. Pero esta claro que tocará viajar otra vez.

En ese momento me levanto súbitamente y apuntando en la dirección en que he oído el ruido digo:

- ¿Quien eres y qué quieres? No te esfuerces en ocultarte, hace rato que te he oído.

Lo Kan se coloca a mi lado, también en actitud defensiva.

Una figura se levanta entre los arbustos levantando las manos. 

- Tranquilos, tranquilos... no pretendía sobresaltaros pero tenía que asegurarme que erais... buena gente - 

El que habla mientras sale a la luz de su hoguera es un tiefling de piel azul oscura, casi púrpura, con un par de cuernos que se extiende haciendo una suave curva hacia la parte trasera de su cabeza y brillantes ojos ambarinos. Va vestido con ropas de viaje algo rotas y tiene un vendaje improvisado con algo de sangre en el costado derecho. Se detiene en el borde del círculo de luz con las manos levantadas. Nessa ve que no tiene armas a la vista, tan solo un par de dagas en su cinturón del que cuelga una vaina para un arma más larga pero está vacía. 
- Me temo que mis compañeros de viaje y yo sufrimos un ataque hace unas horas por parte de una wyverna... mis amigos no... - baja la cabeza - No lo han conseguido. Yo hui mientras devoraba nuestras monturas y he estado dirigiéndome de vuelta a Greyhawk desde entonces... no tengo más que unas pocas monedas pero... - dice llevando despacio su mano izquierda despacio a su cinturón y cogiendo una bolsa de monedas - hay un par de gemas tambien. Os lo ofrezco a cambio de compartir vuestro fuego esta noche... - 

"Parece sincero" - piensa la ranger - "y es cierto que en esta zona aparecen wyverns ocasionalmente". 

Baja su espada y dirige una mirada a Lo Kan que hace que el bárbaro también se relaje.

- Lamento tu pérdida. Los wyvern pueden ser criaturas peligrosas... No tienes por qué pagarnos, al fin y al cabo  esto solo es un fuego puesto en un terreno que es de todos.

Mirando con ojo crítico sus heridas, dice:

- Puedo echarle un vistazo a tu herida, si quieres... 

Y luego, como recordando algo, añade:

- Bueno, donde están mis modales. Mi nombre es Nessa. Él es Lo Kan, y durmiendo están Jen y Seth. ¿Cómo debemos llamarte?

- Karcrow - responde el tiefling asintiendo con una sonrisa a Nessa mientras se guarda su bolsa - Dekket Karcrow. Gracias por vuestra hospitalidad Nessa - responde acercándose al fuego y sentándose cerca del mismo. No es muy grande pero es cierto que en la fresca noche otoñal es mucho mejor que enfrentarse a la noche sin nada. 
- Mis heridas? Oh gracias, no son graves, aunque seguramente mañana me duela todo. A veces es una ventaja tener la piel morada - dice riendo. - ¿puedo abusar de vuestra buena voluntad y pediros algo de agua?  - 

Nessa termina de envainar su espada y vuelve a sentarse al lado del fuego, sorprendida de que el tiefling rechace la posibilidad de recibir curación.

- ¿Estas seguro? La herida puede infectarse y aún estamos a un día de Greyhawk...

Le pasa agua y una de sus raciones, por si también quiere comer:

- Sí, claro, toma. Nosotros vamos camino a Greyhawk también, puedes acompañarnos si quieres ... no espero que suframos ataques, pero si sucediera será bueno contar con una persona más, y en tu caso, no estar sólo.

"Espero que a Rolthos y los demás tampoco hayan tenido ningún percance", piensa.

- ¿Puedo preguntarte ... erais un grupo grande? ¿Qué sucedió exactamente? ¿Saltó la wyvern en medio del camino o es que pasasteis cerca de un nido?

El tiefling acepta el agua y la comida. 

- No sabría decirte - dice mientras come - No es que sea un experto en la naturaleza precisamente... cayó sobre nosotros desde el cielo... nos pillo completamente por sorpresa. Creo que iba tras los caballos pero tampoco se paró con ellos... - niega con la cabeza apeando - éramos cinco en total... - 

- ...Valossa...

- ... te lo tengo dicho, con esas barbas me rascas la ingle...

El cazador no deja de temblar durante todo el trayecto. Aunque a ratos duerme, cuando parece que va a recuperar la consciencia en realidad balbucea incoherencias inconexas.

- ¿pero qué hiciste papá?... no quiero ir con el tío Brenno...

- ... Grunna, fue divertido, pero lo nuestro es imposible...

- COF COF, COFbraaarglll

- ...no me gusta Expósito, tío Brenno...

- ...esta noche traete las serpientbraaagrhrll

Cruços no es consciente de cuán cerca está de la muerte, soportando el viaje entre delirios, toses y vómitos. Solo la atención adecuada cuando lleguen a Greyhawk tal vez consiga su recuperación

Nessa escucha la historia de Dekket, y cuando siente que el sueño se va apoderando de ella se disculpa y va a despertar a Jen y a Seth. Hace las presentaciones oportunas y se retira para un merecido descanso.

Aún así, antes de acostarse le susurra a Jen:

- No parece que tenga malas intenciones pero vigiladle, ¿vale?

Antes de cerrar los ojos, observa las estrellas por unos instantes. Mañana volverán a dormir en una cama con techo, así que no está de más disfrutarlas por última vez en un tiempo.

"Sigue las estrellas cuando estés perdida, Nessa". Es lo último que cruza por su mente antes de rendirse al descanso...

Jen, frotándose aun los ojos, se sienta frente al recién llegado guardando silencio. Escucha el fuego crepitar y presta atención a sus alrededores. Lleva la ballesta cargada en el regazo.

-Karcrow, verdad?- Pregunta pasado un rato. -Seguramente ya te lo haya preguntado Nessa, pero qué ha pasado con tu grupo? ¿A donde ibais cuando os atacó la wyverna? - se encoge de hombros- No tienes que contestar si es doloroso para ti. Es mera curiosidad.- Observa la reacción del recien llegado desde el otro lado de la hoguera.

- No... te preocupes- dice algo apenado - Mis compañeros no... han sobrevivido al ataque de una wyverna. - para un segundo -  íbamos hacia Furyondia hemos oído que estaban reclutando gente para ir a Geoff a ayudar a liberar el país de los gigantes...parecia una buena oportunidad para hacer dinero y puede que hasta para conseguir alguna tierra, y hay que ayudar a esa gente a recuperar su hogar...  pero ahora volveré a Greyhawk con vosotros si os parece bien... - 

Jen cambia de postura sentada, apoyando la mano sobre la bayesta y dirigiendo la punta hacia el recien llegado. No se levanta de su sitio, y ni siquiera frunce el ceño.

-Vaya... Cuanto lo siento.- Dice con tono monótono. -Si alguien tratara de hacer daño a mis amigos no se lo que haría yo, la verdad.- Para un segundo y coge aire

-¿Sabes lo que tiene el ocultar cosas toda tu vida, Karcrow? Que aprendes a ver a los que son de tu misma condición... Asi que, corazón, te doy una oportunidad para que me digas la verdad. Sean cuales sean las razones por las que has llegado aquí no las vamos a juzgar. Pero no trates de engañarnos.-

El tiefling mira q Jen preocupado y algo asustado. 

- Calma calma... yo... es que en realidad... no me siento muy orgulloso de haber dejado a mis compañeros... pero pero... aquí somos todos amigos ¿verdad?- dice sonriendo tímidamente a Jen. 

-Que te jod.....-Jen se levanta, y se lleva la mano a la cabeza, empezando a marearse -Ugh.... ¿Qué?... Uh...- Se vuelve a sentar, sintiendo de pronto una oleada de empatia hacia el recien llegado -Claro...Que mal lo has tenido que pasar. Pobre....- Murmura, asintiendo con la cabeza.

El tiefling sonríe más tranquilo al ver que tanto Jen como Seth se calman y se sientan de nuevo. 

- Bueno - dice - nunca nadie dijo que este fuera un mundo fácil. Y menos para los aventureros, ¿verdad? Vosotros volvéis hacia Greyhawk pero... ¿de donde venís? ¿ habéis pasado alguna aventura recientemente?  Contadme si os parece, así pasamos el tiempo durante vuestra guardia... - 

-Si, claro...- Jen le relata entonces todas sus peripecias desde que se encontró con el grupo, dándole bastante rollo a la historia. Seth añade todo lo que pasó antes.

-Y entonces la abuela le prendió fuego a los árboles, y estos chillaban y se retorcían como alimañas, y pensé "dioses...Yo quiero ser como esa mujer".- Sigue recitando despues de un rato.

-...Y entonces Rolthos y Sera han cogido a Cruços y Aisha y los han llevado a Greyhawk para ver si los pueden curar.- La cara de Jen es de genuina preocupacion por sus amigos. -No podemos hacer mas que esperar y seguirles al ritmo que podamos.-

Durante el relato el tiefling sonríe y asiente y se asombra y se horroriza siguiendo la historia de Jen y Seth. 

- Esa es toda una historia, no hay duda. ¡Sois realmente duros para haber sobrevivido a todo eso! Y dices... que finalmente encontrasteis el escudo de piedra. Que curioso ¡Ya tenéis la espada y el escudo! ¿los puedo ver? - extiende una mano con la cara curiosa y uña medio sonrisa que hace que Jen se ruborice un poco. 
Ni Jen ni Seth ven problema alguno en cogerlos del carromato y enseñárselo. 
- Id con cuidado no molestemos a Nessa y el Goliath... se merecen el descanso después de tantas desventuras.- 

Jen arrastra el escudo fuera del carromato para que el tiefling lo vea, aunque trata de ser sigilose como el embaucador ha sugerido, tampoco es que pueda llevarse un escudo de piedra como si fuera un platillo. 

-Yo solo se media historia, pero es importante para el grupo.- Comenta, encogiendose de hombros.-Nessa te puede contar mejor sobre ello. Si quieres esperar a que se despierten, ademas tú tambien estarás cansado. No?

Con la ayuda de Seth, le cuentan la historia de Poot y de la caravana al tiefling, y le enseñan ambos objetos, la espada y el escudo. 
Al coger el escudo Jen casi lo deja caer y Lk Kan se revuelve en sueños, pero sigue durmiendo.

- Espera deja que te ayude - dice Dekket y, al chasquear los dedos ambos objetos de piedra se elevan en el aire. - Fascinante - dice - quién lo iba a decir - comenta casi para sí mismo. 
Luego, con su encantadora sonrisa se vuelve a Jen y Seth.

- Creo que he sido muy egoísta manteniéndoos despiertos tanto tiempo. Lo mínimo que puedo hacer es quedarme de guardia mientras vosotros descansáis por vuestra hospitalidad. - 

Jen, por un momento, le ve mover los labios pero no escucha lo que dice, lo que quiere es, sin duda, un signo de lo cansade que está. Jen y Seth se acuestan, tranquilos de que su nuevo amigo guardará el campamento mientras ellos descansan. 

Mientras en el campamento Jen, Seth y Nessa encuentran un nuevo y azulado aliado, Rolthos y Sera cabalgan veloces hacia la cada vez más cerca ciudad. La vida de sus amigos escapándose entre sus manos lentamente. Rolthos mira a Crusos. "Es duro ver a alguien con tanta fuerza vital, con tantas ganas de devorar el mundo convaleciente" piensa mientras impone sus manos sobre Crucos para aliviar los síntomas La piel de Rayotronador brilla bajo la luz del sol con el sudor del esfuerzo continuado, el sufrimiento del noble animal demostrado en su ruidosa respiración.