Miradas atónitas hacia el aasimar le hicieron caer que hablaba a una audiencia mayoritariamente élfica. Quizá debiera hablarles en su idioma viendo los serios problemas de comprensión que tenían con el idioma común. Trataría de expresar conceptos mas sencillos incluso para Godric que no debería compartir problemas semánticos como los orejas picudas.
-Esa moneda es valiosa y ansiada bajo posada por los gremios al margen de ley. No esperes encontrar palabra y honor como el mío allí abajo pero si férreas normas y reglas. Los trabajos se ofertan y aceptan allí mismo, y es cuando un cambio- señalando la moneda- es aceptable. Lunas atrás, entre otros, se ofrecía este trabajo mas hace unas horas no quedaba ninguno por coger.-Aferrado a su código esperaba que la ingenuidad del humano no dejara escapar su situación.- Mas no pude hacer.
Con calma el antiguo cazarrecompensas comenzó a deshacerse de la armadura y vestiduras oscuras mas apropiadas en la noche. Aunque sin cimitarras un arsenal de dagas y hojas que permanecían ocultas y un buen número de herramientas que alegrarían la tarde a un interrogador como Eliander fueron ocupando la barra del comedor de la posada. Sin quitarse la última prenda, una sencilla camisola gris, se colocó la cota de escamas mágica que ya le había salvado la vida al menos una vez.
-Tres días de competición entre gremios mas cerca de la barbarie.. caza sin cuartel para todo aquel con voluntad y ansia de fama, pues gana quien consiga la mas preciada pieza. Y esa puede ser cabeza con precio establecido..- mirando hacia el joven humano primero para terminar mirando a delfinus..- o presa "especial". Solo se de dos pero podrían ser una decena de parejas de hermanos.. Adso y Adklo.. y Kreb y gigante Krogbark. Adklo, hermano azulado y protegido de Wellmar que poco de humano quedaba en él. Cada vez que nacen mellizos desde donde llega la memoria, uno se malogra, cambia.. evoluciona a otra cosa. Adklo se escudaba en Wellmar como ese gigante lo hace tras su hacha.-mirando hacia Mablung para responder sus inquietudes acerca del gigante.-Muchos tratan de cobrarse el As, tantos como cabezas al cinto trae de vuelta Krogbark.. mal profesional si buscas cabezas y es la propia la que termina separada del cuerpo.
Poco acostumbrado a dirigirse a audiencias de lenta asimilación, tanto exceso de palabra le estaba dejando la carraspera como tono habitual. Un buen trago de te casi hirviendo pero aún no tan intenso para su gusto y pudo continuar.
-Comprometí acero y sangre en la protección del hermano de Adso.. No es el único que por su especial naturaleza ha sido maltratado, vejado y perseguido por el miedo de otros, que usaban su fuerza y odio contra un crío le dieron por muerto demasiadas veces..-discurso que parecía irse allende la memoria- Atravesé la ciudad al amparo de la noche y solo la luna fue testigo de mi entrada al templo. Solo acólitos reposaban en el interior.. pues Adklo había sido puesto en seguridad al amparo de misterioso escondite preparado por Wellmar mientras que Adso ni siquiera volvió por el templo tras la misión.. solo espero se encuentre bien y fuera libre de seguidores hasta la protección donde esconden a Adklo.
Adriana suspiró ante las noticias de Khalion, dejando fija su mirada en la moneda. Era desesperante cómo seguían siendo incapaces de deshacerse de ella. No había entendido del todo bien las explicaciones de su compañero, pero lo que estaba claro era que no había conseguido eliminar la amenaza que recaía sobre Godric.
- Pero eso es terrible... - exclamó al saber del paradero desconocido de Adso - yo misma había quedado con él hoy en el templo, sus intenciones eran claramente volver allí con sus compañeros tras la misión. Eso significa que, o bien le ha sucedido algo, o alguna circunstancia le ha llevado a dirigirse a otro lugar. Pero, ¿dónde podría estar escondido Adklo? ¿Algún sitio al que dirigirnos para empezar a buscar?- preguntó al cazarrecompensas.
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Godric creía haber comprendido las extrañas normas y reglas del submundo y la difícil de comprender para el profano, profesión de cazarrecompensas.
- Asi que la moneda no sirve para librarse del precio por mi cabeza si no para intercambiarla por otra. A se queda pensativo mirando la moneda y dijo en voz baja - De tener acceso al tesoro que recuperamos en el barco pondría precio a la cabeza del duque y enviaría a sus propios cazarrecompensas por medio de ella…-
El pequeño diablo que estaba en sus hombros pareció a la par sorprendido y satisfecho por esas palabras pero el clérigo ni siquiera parecía ser consciente de lo que había dicho.
- Está bien Khalion - añade cuando el aasimar se disculpa - has hecho mucho más de lo esperado. Gracias. Así que yo estoy en peligro por mi recompensa y Dolfinus por su exótico origen. Entiendo que Nadie debe andarse con cuidado también… menuda barbaridad. ¿Quien dices que organiza este despropósito de competición? -
Tras escuchar la situación de Adso y su hermano mira de reojo a Adriana. - Estoy con Mablung en que Adriana es nuestra prioridad- dice sin mucha convicción - pero temo por el muchacho. ¿Habrá ido al escondite secreto con su hermano directamente? Espero que sea así pues eso significaría que ambos están a salvo. Así que todos los mellizos sufren la misma suerte… que extraño-
-¿Quizas el señor de las ratas de la ciudad pueda decirnos algo sobre la maldición y sobre el destino de los mellizos?. - añade Mablung con aire interrogante.
El aasimar parecía haber acercado el mundano dialecto a las élites elfas. Sentía cierto alivio al ver la aprobación de sus palabras pese a haber fracasado en todo cuanto se propuso la noche antes al salir de la posada.
-Esa moneda entraña poder y servidumbres valiosas. De querer, ella sola vale todos los tesoros de ese barco y suficiente parece. Ella solo valía la vida de Elias.. lo mismo que valdría la de ese Duque.. -reconoció aprovechando la ausencia del paladín.-Tema que seguro Chak podrá resolver en una futura reunión solicitada aún sin fecha. Parece ser contrario a este sanguinario evento anual de los gremios y desaparece las lunas que dura el mismo.. Su labor de mediar entre gremios, asesinos, cazarrecompensas y contrabandistas quizá nos sea de ayuda.. estos últimos parecen disgustados con las acciones propias en nombre de la corona.. Como también ese mercader.. Deberías aceptar invitación pero con la cautela de no hablar sobre el suculento negocio que seguro se ha escapado con nuestra captura del "fantasma del mar".
Dando las gracias con una pequeña inclinación de cabeza al hobgoblin, recuperó al espada larga arrebatada al capitán. Observó el level fulgor y ondas que emitía con ávida curiosidad. Su enigma aún no había sido revelado.
-Fracasé desentramando los poderes de tan fabulosa arma. Historias sobre una sirena encerrada que embelesa a todos en combate.. Mas no se y solo Eliander, descartado darle a conocer tal posesión, el semiorco del cementerio o el enigmático mercader Zsash de Chult parecen tener conocimientos suficientes..
La preocupación por la seguridad de Adso parecía extendida al resto de agentes. Las desventuras para llegar incluso profanar el templo con nocturnidad era un ejemplo de su compromiso en la seguridad de los hermanos, mas ahora que wellmar no se podía hacer cargo de su seguridad.
-El amparo de la corona parece disuasorio para la mayoría.. puede que nuestras peculiaridades nos mantengan alejados de este sanguinario evento pero no descartaría nada. Diría que buscan mas a esos mellizos.. o algunas ratas gigantes.. Si no teneis ninguna pista sobre el escondite de Wellmar entonces ese Amo pueda aclarar tanto incógnita.
TocToc vio como Adriana salía de su habitación y bajaba sin notar su presencia. El se limitó a llamar a la puerta de Leobald para asegurarse de que estaba bien. Mientras esperaba escucho por el hueco de la escalera las palabras de Adriana y después la discusión de Khalion y Godric. El dolor de cabeza se reconcentró en las cuencas de los ojos al intentar entender el difícil dialecto y las implicaciones que todo aquello tenía.
La bandeja con un sabroso y nutritivo desayuno hecho con una buena base de bacon bien frito, que había dejado Godric junto a la puerta del caballero justo antes de la reunión, seguía allí sin tocar. El kenku esperó pacientemente por si Leobald salía de su habitación tras llamar educadamente, pero no parecía que eso fuera a pasar, al menos no en breve... y nada se oía al otro lado de la puerta.
Con educación e intentando no hacer demasiado ruido para no confundir al anfitrión de esa habitación, el kenku intentó abrir la puerta y se sorprendió al darse cuenta de que estaba abierta. Pasando a su interior, ... pasó su vista, que no sus ojos, por todo el lugar, reconciendo que el paladín había abandonado los aposentos la noche anterior en algún momento cuando todos descansaban, probablemente después de que acontecieran los dramáticos hechos con Adriana y su invocación.
Todo estaba perfectamente recogido e incluso limpio, la cama hecha y los armarios vaciados. Lo único que destacaba era un par de libros sobre la mesilla, y una nota sujeta con ellos.
TocToc se acercó y reconoció al menos uno de los libros, el que encontraron en la habitación de Sanbalet acerca de historias y leyendas sobre el plano infernal helado de Stygia, el otro parecía muy antiguo, y era titulado: "Grandes batallas del Antiguo Reino" y venía firmado por un tal "André de Vientogris".
En la nota, escrita en común, y con un marcado estilo a Leobald, se podía leer:
"Compañeros,
Las circunstancias que rodean ahora a mi familia no pueden quedar sin investigar, esto me lleva, tras los últimos documentos extraídos del "Fantasma del Mar" , a volver a Suzail, la capital, a enfrentarme a mi padre por sus pecados. Debo hacerlo sólo, puesto que alejarme de la región de Saltmarsh podría suponer contraer el cargo de deserción, y no puedo permitir arrastraros conmigo a cometer tales delitos.
Sé que es difícil para algunos de vosotros, pero intentar mantener el camino recto en mi ausencia. Volveré para acatar mi juicio una vez que haya resuelto los problemas de los Tenhall.
Fdo: Leobald Tenhall
P.D. Si por menesteres del destino os volvéis a cruzar con Julius o Bastianes, por favor devolverle el libro que en consideración me prestaron."
- Toda esta nueva información trastoca considerablemente nuestros planes agendados - comentó la alta elfa contrariada - Ante la imposibilidad de saber dónde puede estar Adso, lo mejor es que busquemos al Amo. Como dice Mablung, quizá pueda tener alguna pista. Más tarde podemos acudir a Ghostfinger - observó a sus compañeros y, de pronto, fue consciente de la falta de algunos miembros - ¿Dónde están Toctoc y Leobald? Mientras se unen a nosotros, preparémonos para partir. Esa rata humanoide nos explicó dónde encontrar la entrada de la guarida; se halla bajo el primer arco del lado oeste del puente. Hay dos formas de acceder, escalando una escarpada pared de rocas húmedas, opción que descarto, o alquilar un bote en uno de los muelles de pescadores cercanos. Al parecer, algunos de estos hombres son fieles al Amo y en su barca encontraremos un símbolo que Mablung y yo podemos reconocer. Cuando lleguemos, el acceso parecerá cerrado, pero los barrotes ceden. - se levantó de la silla, dispuesta a subir a su habitación para prepararse antes de salir.
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
TocToc suspiró y se guardó los libros, después bajó las escaleras despacio y enseñó la nota a sus compañeros. - Leobald nos ha abandonado. - Parecía pensativo mientras se la pasaba. La huida de Leobald le recordaba que la decisión de Leobald quizás fuese su mejor opción también. Que consecuencias traería su deserción sobre el destino del grupo, solo el tiempo lo diría. - No creo que ir a buscarle sea la mejor opción, pero quizásdeberíamos informar a nuestros superiores.
Casi como un homenaje al caído caballero Godric dejó escapar un profundo suspiro.
- Sinceramente me extraña que haya huido. Lo más probable es que haya intentado ir a averiguar qué ocurría con su familia y esas pistas que estamos descubriendo, pero en solitario lo único que conseguirá será que le maten. - niega con la cabeza - Es una lástima que no haya confiando en nosotros. - el clérigo se frotó las sienes - Tenemos demasiados frentes abiertos, creo que deberíamos seguir con nuestros planes. Si no salió anoche tras la conmoción en el pasillo quiere decir que se fue poco después de subir, por lo que nos lleva muchas horas de ventaja. Rezo a Lathander para que le guíe y le traiga de vuelta a nosotros. -
Las noticias de Leobald cayeron como un jarro de agua fría en el ánimo ya perturbado de la alta elfa. Releyó la carta con tristeza, sintiéndose abatida. La actitud taciturna y ausente del caballero de las últimas jornadas eran señales inequívocas para prever que algo así podía suceder. Lamentó no haber hecho más por él, quizá si le hubiera prestado más atención, si no hubiese estado tan centrada en sus propios problemas, el desenlace no hubiera sido el reflejado en aquella nota. Inevitablemente se sentía con parte de responsabilidad.
- Nada podemos hacer por él en este momento, más que rezar para que el camino solitario que ha escogido y que quizá sea el único posible, no resulte nefasto en su consecución. Cuando acudamos a Ghostfinger se lo comunicaremos a Bastianes -
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
-Que le vaya bien- dijo Mablung con desden mientras se levantaba y dirigía hacia la puerta. -Tenemos cosas más importantes que preocuparnos por...ese-. Tras lo cual abandono la posada para esperar fuera.
Mientras el resto de sus compañeros leía la nota de Leobald y perfilaban los planes, Godric vio a las pequeñas y pustulentas ratas corretear por debajo de la mesa.
El aspecto de las mismas era horrible y realmente parecían muy enfermas. Por un momento pensó que lo más compasivo era acabar con su sufrimiento. Una leve plegaria a Lathander y el fuego purificador del mismísimo Sol acabaría, no sólo con su sufrimiento, si no con la propagación de aquellas enfermedades. Su mano se dirigió a su símbolo sagrado y Ostor, que no perdía ojo de lo que hacía su amo, miraba expectante.
Entonces Adriana habló, dijo algo sobre Leobald y Godric la observó durante unos instantes. Sabía que la elfa se sentía próxima al caballero caído, y su pérdida no haría si no profundizar más aún en la herida abierta por la pérdida de Iram y de Spark. Miró a las ratas que, ignorantes de sus pensamientos, intentaban limpiarse la cara con sus pequeñas patitas. Una de ellas había rasgado una costra pustulenta y se esparcía algo de pus y sangre por su rostro en lugar de limpiarlo.
El joven clérigo suspiró por segunda vez aquella mañana. No podía hacerle aquello a Adriana, no ahora. En contra de su primer instinto, y a sabiendas de que le restaría fuerzas que luego podrían serles necesarias, Godric se acercó a las ratas mientras invocaba el poder de Lathander. Sujetando el símbolo sagrado mientras murmuraba una plegaria en el idioma de los dioses, su amuleto se iluminó con una cálida y suave luz dorada que pasó a su mano. La extendió hacia las ratas que le miraron sorprendidas y sisearon. No les gustaba el clérigo. Pronto donde estaban los dos pequeños roedores sólo podía verse un pequeño resplandor dorado.
Donde la luz tocaba las pústulas y los quistes, estos iban desapareciendo del cuerpo de ambas ratas. En apenas unos segundos quedaron libres de enfermedades y dolencias. Las ratas se miraron confusas. Aún estaban sucias y algo famélicas, pero al menos estaban sanas.
Ostor parecía decepcionado y se fue agitando sus pequeñas alas desde el hombro de Godric hasta lo alto de la puerta que había abierto Mablung.
Adriana miró hacia el resplandor de la luz que provenía de debajo de la mesa, descubriendo tras él a sus dos nuevas compañeras curadas de sus enfermedades. Por un momento, el rictus serio y preocupado de la alta elfa se relajó, y una sutil sonrisa afloró en su rostro, la primera en lo que llevaban de jornada y quién sabe si la última, dirigida a Godric. El sacerdote pudo leer de sus labios un silencioso gracias. De pronto, al ser consciente de su sonrisa, la hechicera tornó de nuevo a su gesto taciturno; sonreír era algo que no se podía permitir, algo que no se merecía, envuelta en las desgracias que acontecían a su alrededor. Llamó a Betty y Llagas con cariño, introduciéndoles en los bolsillos de su capa y dirigiéndose hacia la salida.
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Las ratas que acompañaban a Adriana parecieron agradecer a Godric su acto de altruismo dejando de sisearle cuando se acercaba demasiado a la hechicera, el joven sacerdote pudo observar un destello de inteligencia en su mirada, no una demasiado elevada, pero si para la que debería corresponder a un animal de cloaca... Ostor, que había observado espectante aquel rito de sanación, se quedó en silencio, aunque su rostro no disimulaba algo de decepción ante el destino de esas pequeñas alimañas.
Cuando todos partieron hacia su primer objectivo, contactar con el "Amo", juntos una vez más, se dispusieron a discurrir bajando la calle principal que les alejaba de la posada y las barracas, siempre ante la atenta mirada de los dos guardias que hacían perenne vigilancia ante su hogar. Por primera vez desde que llegaron a la región de Saltmarsh, el encapotado cielo no dejaba caer su permanente lluvia, y al contrario, dejaba ventanas abiertas al sol, como un manto grisáceo devorado por las polillas, permitiendo a través de esas hendiduras circulares en las nubes, que rayos de sol atravesaran el aire y caldearan los ánimos.
Sobre el puente del Rey Pescador, Mablung y Adriana parecían dirigir a la comitiva, observada por los parroquianos a través de sucios y desvencijados ventanucos, o bajo capuchas y capas parcialmente impermeables, bajo las que esquivos ojos se pausaban más de lo políticamente correcto sobre sus figuras. Las nauseas apretaron fuerte, pero eran tolerables, el druida instintivamente se puso una mano sobre su tripa, pero no hizo ademán de mostrar incomodidad o debilidad. Khalion, de una manera mucho más leve, pareció sobrellevar también esa angustiosa sensación en la boca de su estómago... Adriana, por otro lado, no sintió nada... e incluso había prácticamente olvidado que su cruce por tan amplio y regio puente le causaba malestar en el pasado.
Los pasos de los elfos se desviaron hacia el sur nada más cruzar la construcción que les permitía atravesar la pequeña bahía, y fueron descendiendo por una calle secundaria paralela a unos muelles muy alejados de los principales. Las calles amplias quedaron atrás, y las casas comenzaron a ser más bajas y de peor albañilería según el camino iba alternando entre baldosines mal colocados y maderas que formaban parte de los muelles.
Decenas de barcas de pesca de tamaño pequeño poblaban esa parte de la ciudad, que si bien, no era la mejor, aún distaba mucho de los barrios que circundaban a la "Red Vacía" al otro lado del río, donde en la lejanía, se podía vislumbrar el mercado verde comenzando a ponerse operativo. Finalmente y casi al unísono, Mablung y Adriana señalaron una embarcación, que, a primera vista, a los demás, les parecía igual que todas las demás que reparaban sus redes y preparaban su jornada...
Recorriendo los pocos metros que los separaban del muelle donde estaba amarrada, ambos elfos se acercaron a un marinero que se aproximaría a la treintena, aunque la vida en la interperie le había castigado lo suficiente para desdibujar con sus arrugas y su piel tostada una edad aproximada. Curiosamente, éste parecía conservar todos sus miembros intactos, lo que era todo un logro entre la profesión dentro de esta ciudad. Éste, cuando les vió acercarse, se bajó de su barco embutido en un mono sucio de trabajo y desprendiendo un intenso olor a pescado desventrado.
- Vosotros sois los héroes de Saltmarsh... los que jodieron a esos contrabandistas... ¿no? ... las noticias corren rápido, ¿que hacéis aquí? ... Sólo soy un jodido pescador que lucha por traer algo de comida a su mesa...
Las miradas indiscretas de los trabajadores del mar más cercanos se volvieron a posar con recelo en la comitiva, mientras el desconocido pescador esperaba sus respuestas.
Después de que sus compañeros leyesen la nota TocToc la recogió. Mientras terminaban de opinar acerca de los planes se acercó al fuego de la cocina y la prendió la nota. Mientras la nota se deshacía en vaporosas cenizas, y con ella la admisión de culpa del paladín, miró al resto impaciente. Cuanto antes acabasen con ese tal “Amo”, antes podría hablar con Bastianes.
Siguió al grupo en silencio, algo rezagado y all legar a su destino se quedó en un discreto segundo plano mientras esperaba que Adriana o Mablung interpelasen al curtido humano pescador.
La alta elfa se acercó al pescador, haciendo caso omiso a los comentarios referentes a los contrabandistas. Le sonrió con amabilidad, intentando apaciguar su suspicacia.
- Mi nombre es Adriana Ilinan, disculpa si hemos interrumpido tus quehaceres, no es nuestra intención molestarte. Squick nos dijo que podíamos acudir a ti. Hemos apreciado la marca del Amo en tu barca y necesitamos que nos conduzcas a la entrada de su guarida. No temas, somos aliados - comentó, facilitando a sus ratitas que asomaran la cabeza del interior de sus bolsillos, para que el hombre tuviera una prueba de la veracidad de sus palabras y no recelara - y te pagaremos bien - concluyó, sabiendo que el dinero siempre facilitaba este tipo de trabajos.
Persuasión al rudo pescador: 7
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
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El pescador, a menos de dos metros de la poblada comitiva, miró con horror a la alta elfa según ésta iba deshilando las verdaderas razones de su presencia en los muelles, mientras, los ojos delo marinero local parecieron perder la razón, con un brillo cristalino, falto quizás de algo de autocontrol y más llevados por el instinto de supervivencia más primitivo, ....
Con toda la velocidad que un trabajador del mar que aun conserve sus ambas piernas pudiera sacar, el desconocido pescador corrió raudo la escasa distancia que le separaba de Adriana, lanzándose prácticamente sobre ella en una maniobra que pareció sorprender a todos. Godric y Mablung pudieron reconocer el patrón de una persona a punto de estallar unos segundos antes del asalto, pero no tuvo tiempo de intervenir antes de que el hombre intentara agarrarla y rodearla completamente con sus gruesos y peludos brazos, poniéndole una mano en su boca para que callara mientras gritaba como un demente a la hechicera.
- ¿Estáis Loca? No sé de quien me habláis, ¡yo no me asocio con monstruos.... !
Grappling Attack: Crazy Fisherman Athletics check vs. Adriana Acrobatics check: 14 vs. 4
La alta elfa se vio empujada hacia el marino que le agarró con fuerza en un apretado abrazo inmovilizándola en el sitio delante de todo el mundo, el olor a pescado abierto en canal de la mano de su apresor sobre su boca inundó sus fosas nasales, forzando una fuerte arcada en la joven de pelo rojo mientras luchaba inútilmente por zafarse de la férrea presa, mientras éste miraba a su alrededor con pánico ante las diferentes miradas de sus compañeros de gremio que observaban en la distancia la dantesca escena...
Con un aliento a desayuno poco sano y alcohol casero, el pescador pareció susurrar algo a la elfa en su oído, aunque era difícil de saber con todo el pelo del color del fuego tapando parte de su rostro.
Nadie, que hasta entonces había tomado una posición totalmente pasiva en la última fila ocultando parcialmente su rostro con una capa con capucha, pareció ponerse tenso y posó su mano en la empuñadura de su espada larga, mientras de reojo esperaba la confirmación de Khalion para lanzarle a la liza.
Godric no se lo pensó mucho y saltó encima del pescador para que soltara a Adriana. - ¿Estáis loco? ¡Soltadla!- decía mientras se aferraba al brazo del Rufo marinero
Todo explotó rápido en lo que parecía un encuentro rutinario.. en las fauces del lobo. Si sus acciones estaban causando prejuicios entre marineros y mercaderes todo podía llegar a una conclusión armada. El aasimar, sorprendido como para evitar la abducción de Adriana, pasó de su espalada al frente la enorme ballesta pesada apuntando entre los ojos al marinero, mientras a su vez notaba la tensión en los músculos de Nadie presto para hacer hablar su acero.
-Sueltalá! Ahora!-guiñó un ojo preparando un disparo certero y malicioso.-Nadie.. retaguardia. Aguantamos -Dijo escueto para que protegiera el entorno de posibles amenazas.
No se si hace falta iniciativa.. pero dejo un steady aim preparado para este o le siguiente turno.
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Miradas atónitas hacia el aasimar le hicieron caer que hablaba a una audiencia mayoritariamente élfica. Quizá debiera hablarles en su idioma viendo los serios problemas de comprensión que tenían con el idioma común. Trataría de expresar conceptos mas sencillos incluso para Godric que no debería compartir problemas semánticos como los orejas picudas.
-Esa moneda es valiosa y ansiada bajo posada por los gremios al margen de ley. No esperes encontrar palabra y honor como el mío allí abajo pero si férreas normas y reglas. Los trabajos se ofertan y aceptan allí mismo, y es cuando un cambio- señalando la moneda- es aceptable. Lunas atrás, entre otros, se ofrecía este trabajo mas hace unas horas no quedaba ninguno por coger.-Aferrado a su código esperaba que la ingenuidad del humano no dejara escapar su situación.- Mas no pude hacer.
Con calma el antiguo cazarrecompensas comenzó a deshacerse de la armadura y vestiduras oscuras mas apropiadas en la noche. Aunque sin cimitarras un arsenal de dagas y hojas que permanecían ocultas y un buen número de herramientas que alegrarían la tarde a un interrogador como Eliander fueron ocupando la barra del comedor de la posada. Sin quitarse la última prenda, una sencilla camisola gris, se colocó la cota de escamas mágica que ya le había salvado la vida al menos una vez.
-Tres días de competición entre gremios mas cerca de la barbarie.. caza sin cuartel para todo aquel con voluntad y ansia de fama, pues gana quien consiga la mas preciada pieza. Y esa puede ser cabeza con precio establecido..- mirando hacia el joven humano primero para terminar mirando a delfinus..- o presa "especial". Solo se de dos pero podrían ser una decena de parejas de hermanos.. Adso y Adklo.. y Kreb y gigante Krogbark. Adklo, hermano azulado y protegido de Wellmar que poco de humano quedaba en él. Cada vez que nacen mellizos desde donde llega la memoria, uno se malogra, cambia.. evoluciona a otra cosa. Adklo se escudaba en Wellmar como ese gigante lo hace tras su hacha. -mirando hacia Mablung para responder sus inquietudes acerca del gigante.-Muchos tratan de cobrarse el As, tantos como cabezas al cinto trae de vuelta Krogbark.. mal profesional si buscas cabezas y es la propia la que termina separada del cuerpo.
Poco acostumbrado a dirigirse a audiencias de lenta asimilación, tanto exceso de palabra le estaba dejando la carraspera como tono habitual. Un buen trago de te casi hirviendo pero aún no tan intenso para su gusto y pudo continuar.
-Comprometí acero y sangre en la protección del hermano de Adso.. No es el único que por su especial naturaleza ha sido maltratado, vejado y perseguido por el miedo de otros, que usaban su fuerza y odio contra un crío le dieron por muerto demasiadas veces..- discurso que parecía irse allende la memoria- Atravesé la ciudad al amparo de la noche y solo la luna fue testigo de mi entrada al templo. Solo acólitos reposaban en el interior.. pues Adklo había sido puesto en seguridad al amparo de misterioso escondite preparado por Wellmar mientras que Adso ni siquiera volvió por el templo tras la misión.. solo espero se encuentre bien y fuera libre de seguidores hasta la protección donde esconden a Adklo.
Adriana suspiró ante las noticias de Khalion, dejando fija su mirada en la moneda. Era desesperante cómo seguían siendo incapaces de deshacerse de ella. No había entendido del todo bien las explicaciones de su compañero, pero lo que estaba claro era que no había conseguido eliminar la amenaza que recaía sobre Godric.
- Pero eso es terrible... - exclamó al saber del paradero desconocido de Adso - yo misma había quedado con él hoy en el templo, sus intenciones eran claramente volver allí con sus compañeros tras la misión. Eso significa que, o bien le ha sucedido algo, o alguna circunstancia le ha llevado a dirigirse a otro lugar. Pero, ¿dónde podría estar escondido Adklo? ¿Algún sitio al que dirigirnos para empezar a buscar? - preguntó al cazarrecompensas.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Godric creía haber comprendido las extrañas normas y reglas del submundo y la difícil de comprender para el profano, profesión de cazarrecompensas.
- Asi que la moneda no sirve para librarse del precio por mi cabeza si no para intercambiarla por otra. A se queda pensativo mirando la moneda y dijo en voz baja - De tener acceso al tesoro que recuperamos en el barco pondría precio a la cabeza del duque y enviaría a sus propios cazarrecompensas por medio de ella…-
El pequeño diablo que estaba en sus hombros pareció a la par sorprendido y satisfecho por esas palabras pero el clérigo ni siquiera parecía ser consciente de lo que había dicho.
- Está bien Khalion - añade cuando el aasimar se disculpa - has hecho mucho más de lo esperado. Gracias. Así que yo estoy en peligro por mi recompensa y Dolfinus por su exótico origen. Entiendo que Nadie debe andarse con cuidado también… menuda barbaridad. ¿Quien dices que organiza este despropósito de competición? -
Tras escuchar la situación de Adso y su hermano mira de reojo a Adriana.
- Estoy con Mablung en que Adriana es nuestra prioridad- dice sin mucha convicción - pero temo por el muchacho. ¿Habrá ido al escondite secreto con su hermano directamente? Espero que sea así pues eso significaría que ambos están a salvo. Así que todos los mellizos sufren la misma suerte… que extraño-
PbP Character: A few ;)
-¿Quizas el señor de las ratas de la ciudad pueda decirnos algo sobre la maldición y sobre el destino de los mellizos?. - añade Mablung con aire interrogante.
El aasimar parecía haber acercado el mundano dialecto a las élites elfas. Sentía cierto alivio al ver la aprobación de sus palabras pese a haber fracasado en todo cuanto se propuso la noche antes al salir de la posada.
-Esa moneda entraña poder y servidumbres valiosas. De querer, ella sola vale todos los tesoros de ese barco y suficiente parece. Ella solo valía la vida de Elias.. lo mismo que valdría la de ese Duque.. -reconoció aprovechando la ausencia del paladín.-Tema que seguro Chak podrá resolver en una futura reunión solicitada aún sin fecha. Parece ser contrario a este sanguinario evento anual de los gremios y desaparece las lunas que dura el mismo.. Su labor de mediar entre gremios, asesinos, cazarrecompensas y contrabandistas quizá nos sea de ayuda.. estos últimos parecen disgustados con las acciones propias en nombre de la corona.. Como también ese mercader.. Deberías aceptar invitación pero con la cautela de no hablar sobre el suculento negocio que seguro se ha escapado con nuestra captura del "fantasma del mar".
Dando las gracias con una pequeña inclinación de cabeza al hobgoblin, recuperó al espada larga arrebatada al capitán. Observó el level fulgor y ondas que emitía con ávida curiosidad. Su enigma aún no había sido revelado.
-Fracasé desentramando los poderes de tan fabulosa arma. Historias sobre una sirena encerrada que embelesa a todos en combate.. Mas no se y solo Eliander, descartado darle a conocer tal posesión, el semiorco del cementerio o el enigmático mercader Zsash de Chult parecen tener conocimientos suficientes..
La preocupación por la seguridad de Adso parecía extendida al resto de agentes. Las desventuras para llegar incluso profanar el templo con nocturnidad era un ejemplo de su compromiso en la seguridad de los hermanos, mas ahora que wellmar no se podía hacer cargo de su seguridad.
-El amparo de la corona parece disuasorio para la mayoría.. puede que nuestras peculiaridades nos mantengan alejados de este sanguinario evento pero no descartaría nada. Diría que buscan mas a esos mellizos.. o algunas ratas gigantes.. Si no teneis ninguna pista sobre el escondite de Wellmar entonces ese Amo pueda aclarar tanto incógnita.
TocToc vio como Adriana salía de su habitación y bajaba sin notar su presencia. El se limitó a llamar a la puerta de Leobald para asegurarse de que estaba bien. Mientras esperaba escucho por el hueco de la escalera las palabras de Adriana y después la discusión de Khalion y Godric. El dolor de cabeza se reconcentró en las cuencas de los ojos al intentar entender el difícil dialecto y las implicaciones que todo aquello tenía.
Zevatur, Rolthos
La bandeja con un sabroso y nutritivo desayuno hecho con una buena base de bacon bien frito, que había dejado Godric junto a la puerta del caballero justo antes de la reunión, seguía allí sin tocar. El kenku esperó pacientemente por si Leobald salía de su habitación tras llamar educadamente, pero no parecía que eso fuera a pasar, al menos no en breve... y nada se oía al otro lado de la puerta.
Con educación e intentando no hacer demasiado ruido para no confundir al anfitrión de esa habitación, el kenku intentó abrir la puerta y se sorprendió al darse cuenta de que estaba abierta. Pasando a su interior, ... pasó su vista, que no sus ojos, por todo el lugar, reconciendo que el paladín había abandonado los aposentos la noche anterior en algún momento cuando todos descansaban, probablemente después de que acontecieran los dramáticos hechos con Adriana y su invocación.
Todo estaba perfectamente recogido e incluso limpio, la cama hecha y los armarios vaciados. Lo único que destacaba era un par de libros sobre la mesilla, y una nota sujeta con ellos.
TocToc se acercó y reconoció al menos uno de los libros, el que encontraron en la habitación de Sanbalet acerca de historias y leyendas sobre el plano infernal helado de Stygia, el otro parecía muy antiguo, y era titulado: "Grandes batallas del Antiguo Reino" y venía firmado por un tal "André de Vientogris".
En la nota, escrita en común, y con un marcado estilo a Leobald, se podía leer:
"Compañeros,
Las circunstancias que rodean ahora a mi familia no pueden quedar sin investigar, esto me lleva, tras los últimos documentos extraídos del "Fantasma del Mar" , a volver a Suzail, la capital, a enfrentarme a mi padre por sus pecados. Debo hacerlo sólo, puesto que alejarme de la región de Saltmarsh podría suponer contraer el cargo de deserción, y no puedo permitir arrastraros conmigo a cometer tales delitos.
Sé que es difícil para algunos de vosotros, pero intentar mantener el camino recto en mi ausencia. Volveré para acatar mi juicio una vez que haya resuelto los problemas de los Tenhall.
Fdo: Leobald Tenhall
P.D. Si por menesteres del destino os volvéis a cruzar con Julius o Bastianes, por favor devolverle el libro que en consideración me prestaron."
" ¡Oh la Oscuridad...! "
- Toda esta nueva información trastoca considerablemente nuestros planes agendados - comentó la alta elfa contrariada - Ante la imposibilidad de saber dónde puede estar Adso, lo mejor es que busquemos al Amo. Como dice Mablung, quizá pueda tener alguna pista. Más tarde podemos acudir a Ghostfinger - observó a sus compañeros y, de pronto, fue consciente de la falta de algunos miembros - ¿Dónde están Toctoc y Leobald? Mientras se unen a nosotros, preparémonos para partir. Esa rata humanoide nos explicó dónde encontrar la entrada de la guarida; se halla bajo el primer arco del lado oeste del puente. Hay dos formas de acceder, escalando una escarpada pared de rocas húmedas, opción que descarto, o alquilar un bote en uno de los muelles de pescadores cercanos. Al parecer, algunos de estos hombres son fieles al Amo y en su barca encontraremos un símbolo que Mablung y yo podemos reconocer. Cuando lleguemos, el acceso parecerá cerrado, pero los barrotes ceden. - se levantó de la silla, dispuesta a subir a su habitación para prepararse antes de salir.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
TocToc suspiró y se guardó los libros, después bajó las escaleras despacio y enseñó la nota a sus compañeros. - Leobald nos ha abandonado. - Parecía pensativo mientras se la pasaba. La huida de Leobald le recordaba que la decisión de Leobald quizás fuese su mejor opción también. Que consecuencias traería su deserción sobre el destino del grupo, solo el tiempo lo diría. - No creo que ir a buscarle sea la mejor opción, pero quizás deberíamos informar a nuestros superiores.
Zevatur, Rolthos
Casi como un homenaje al caído caballero Godric dejó escapar un profundo suspiro.
- Sinceramente me extraña que haya huido. Lo más probable es que haya intentado ir a averiguar qué ocurría con su familia y esas pistas que estamos descubriendo, pero en solitario lo único que conseguirá será que le maten. - niega con la cabeza - Es una lástima que no haya confiando en nosotros. - el clérigo se frotó las sienes - Tenemos demasiados frentes abiertos, creo que deberíamos seguir con nuestros planes. Si no salió anoche tras la conmoción en el pasillo quiere decir que se fue poco después de subir, por lo que nos lleva muchas horas de ventaja. Rezo a Lathander para que le guíe y le traiga de vuelta a nosotros. -
PbP Character: A few ;)
Las noticias de Leobald cayeron como un jarro de agua fría en el ánimo ya perturbado de la alta elfa. Releyó la carta con tristeza, sintiéndose abatida. La actitud taciturna y ausente del caballero de las últimas jornadas eran señales inequívocas para prever que algo así podía suceder. Lamentó no haber hecho más por él, quizá si le hubiera prestado más atención, si no hubiese estado tan centrada en sus propios problemas, el desenlace no hubiera sido el reflejado en aquella nota. Inevitablemente se sentía con parte de responsabilidad.
- Nada podemos hacer por él en este momento, más que rezar para que el camino solitario que ha escogido y que quizá sea el único posible, no resulte nefasto en su consecución. Cuando acudamos a Ghostfinger se lo comunicaremos a Bastianes -
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
-Que le vaya bien- dijo Mablung con desden mientras se levantaba y dirigía hacia la puerta. -Tenemos cosas más importantes que preocuparnos por...ese-. Tras lo cual abandono la posada para esperar fuera.
Mientras el resto de sus compañeros leía la nota de Leobald y perfilaban los planes, Godric vio a las pequeñas y pustulentas ratas corretear por debajo de la mesa.
El aspecto de las mismas era horrible y realmente parecían muy enfermas. Por un momento pensó que lo más compasivo era acabar con su sufrimiento. Una leve plegaria a Lathander y el fuego purificador del mismísimo Sol acabaría, no sólo con su sufrimiento, si no con la propagación de aquellas enfermedades. Su mano se dirigió a su símbolo sagrado y Ostor, que no perdía ojo de lo que hacía su amo, miraba expectante.
Entonces Adriana habló, dijo algo sobre Leobald y Godric la observó durante unos instantes. Sabía que la elfa se sentía próxima al caballero caído, y su pérdida no haría si no profundizar más aún en la herida abierta por la pérdida de Iram y de Spark. Miró a las ratas que, ignorantes de sus pensamientos, intentaban limpiarse la cara con sus pequeñas patitas. Una de ellas había rasgado una costra pustulenta y se esparcía algo de pus y sangre por su rostro en lugar de limpiarlo.
El joven clérigo suspiró por segunda vez aquella mañana. No podía hacerle aquello a Adriana, no ahora. En contra de su primer instinto, y a sabiendas de que le restaría fuerzas que luego podrían serles necesarias, Godric se acercó a las ratas mientras invocaba el poder de Lathander. Sujetando el símbolo sagrado mientras murmuraba una plegaria en el idioma de los dioses, su amuleto se iluminó con una cálida y suave luz dorada que pasó a su mano. La extendió hacia las ratas que le miraron sorprendidas y sisearon. No les gustaba el clérigo. Pronto donde estaban los dos pequeños roedores sólo podía verse un pequeño resplandor dorado.
Donde la luz tocaba las pústulas y los quistes, estos iban desapareciendo del cuerpo de ambas ratas. En apenas unos segundos quedaron libres de enfermedades y dolencias. Las ratas se miraron confusas. Aún estaban sucias y algo famélicas, pero al menos estaban sanas.
Ostor parecía decepcionado y se fue agitando sus pequeñas alas desde el hombro de Godric hasta lo alto de la puerta que había abierto Mablung.
Godric se volvió al resto.
- ¿Nos vamos entonces? -
PbP Character: A few ;)
Adriana miró hacia el resplandor de la luz que provenía de debajo de la mesa, descubriendo tras él a sus dos nuevas compañeras curadas de sus enfermedades. Por un momento, el rictus serio y preocupado de la alta elfa se relajó, y una sutil sonrisa afloró en su rostro, la primera en lo que llevaban de jornada y quién sabe si la última, dirigida a Godric. El sacerdote pudo leer de sus labios un silencioso gracias. De pronto, al ser consciente de su sonrisa, la hechicera tornó de nuevo a su gesto taciturno; sonreír era algo que no se podía permitir, algo que no se merecía, envuelta en las desgracias que acontecían a su alrededor. Llamó a Betty y Llagas con cariño, introduciéndoles en los bolsillos de su capa y dirigiéndose hacia la salida.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Las ratas que acompañaban a Adriana parecieron agradecer a Godric su acto de altruismo dejando de sisearle cuando se acercaba demasiado a la hechicera, el joven sacerdote pudo observar un destello de inteligencia en su mirada, no una demasiado elevada, pero si para la que debería corresponder a un animal de cloaca... Ostor, que había observado espectante aquel rito de sanación, se quedó en silencio, aunque su rostro no disimulaba algo de decepción ante el destino de esas pequeñas alimañas.
Cuando todos partieron hacia su primer objectivo, contactar con el "Amo", juntos una vez más, se dispusieron a discurrir bajando la calle principal que les alejaba de la posada y las barracas, siempre ante la atenta mirada de los dos guardias que hacían perenne vigilancia ante su hogar. Por primera vez desde que llegaron a la región de Saltmarsh, el encapotado cielo no dejaba caer su permanente lluvia, y al contrario, dejaba ventanas abiertas al sol, como un manto grisáceo devorado por las polillas, permitiendo a través de esas hendiduras circulares en las nubes, que rayos de sol atravesaran el aire y caldearan los ánimos.
Sobre el puente del Rey Pescador, Mablung y Adriana parecían dirigir a la comitiva, observada por los parroquianos a través de sucios y desvencijados ventanucos, o bajo capuchas y capas parcialmente impermeables, bajo las que esquivos ojos se pausaban más de lo políticamente correcto sobre sus figuras. Las nauseas apretaron fuerte, pero eran tolerables, el druida instintivamente se puso una mano sobre su tripa, pero no hizo ademán de mostrar incomodidad o debilidad. Khalion, de una manera mucho más leve, pareció sobrellevar también esa angustiosa sensación en la boca de su estómago... Adriana, por otro lado, no sintió nada... e incluso había prácticamente olvidado que su cruce por tan amplio y regio puente le causaba malestar en el pasado.
Los pasos de los elfos se desviaron hacia el sur nada más cruzar la construcción que les permitía atravesar la pequeña bahía, y fueron descendiendo por una calle secundaria paralela a unos muelles muy alejados de los principales. Las calles amplias quedaron atrás, y las casas comenzaron a ser más bajas y de peor albañilería según el camino iba alternando entre baldosines mal colocados y maderas que formaban parte de los muelles.
Decenas de barcas de pesca de tamaño pequeño poblaban esa parte de la ciudad, que si bien, no era la mejor, aún distaba mucho de los barrios que circundaban a la "Red Vacía" al otro lado del río, donde en la lejanía, se podía vislumbrar el mercado verde comenzando a ponerse operativo. Finalmente y casi al unísono, Mablung y Adriana señalaron una embarcación, que, a primera vista, a los demás, les parecía igual que todas las demás que reparaban sus redes y preparaban su jornada...
Recorriendo los pocos metros que los separaban del muelle donde estaba amarrada, ambos elfos se acercaron a un marinero que se aproximaría a la treintena, aunque la vida en la interperie le había castigado lo suficiente para desdibujar con sus arrugas y su piel tostada una edad aproximada. Curiosamente, éste parecía conservar todos sus miembros intactos, lo que era todo un logro entre la profesión dentro de esta ciudad. Éste, cuando les vió acercarse, se bajó de su barco embutido en un mono sucio de trabajo y desprendiendo un intenso olor a pescado desventrado.
- Vosotros sois los héroes de Saltmarsh... los que jodieron a esos contrabandistas... ¿no? ... las noticias corren rápido, ¿que hacéis aquí? ... Sólo soy un jodido pescador que lucha por traer algo de comida a su mesa...
Las miradas indiscretas de los trabajadores del mar más cercanos se volvieron a posar con recelo en la comitiva, mientras el desconocido pescador esperaba sus respuestas.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Después de que sus compañeros leyesen la nota TocToc la recogió. Mientras terminaban de opinar acerca de los planes se acercó al fuego de la cocina y la prendió la nota. Mientras la nota se deshacía en vaporosas cenizas, y con ella la admisión de culpa del paladín, miró al resto impaciente. Cuanto antes acabasen con ese tal “Amo”, antes podría hablar con Bastianes.
Siguió al grupo en silencio, algo rezagado y all legar a su destino se quedó en un discreto segundo plano mientras esperaba que Adriana o Mablung interpelasen al curtido humano pescador.
Zevatur, Rolthos
La alta elfa se acercó al pescador, haciendo caso omiso a los comentarios referentes a los contrabandistas. Le sonrió con amabilidad, intentando apaciguar su suspicacia.
- Mi nombre es Adriana Ilinan, disculpa si hemos interrumpido tus quehaceres, no es nuestra intención molestarte. Squick nos dijo que podíamos acudir a ti. Hemos apreciado la marca del Amo en tu barca y necesitamos que nos conduzcas a la entrada de su guarida. No temas, somos aliados - comentó, facilitando a sus ratitas que asomaran la cabeza del interior de sus bolsillos, para que el hombre tuviera una prueba de la veracidad de sus palabras y no recelara - y te pagaremos bien - concluyó, sabiendo que el dinero siempre facilitaba este tipo de trabajos.
Persuasión al rudo pescador: 7
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
El pescador, a menos de dos metros de la poblada comitiva, miró con horror a la alta elfa según ésta iba deshilando las verdaderas razones de su presencia en los muelles, mientras, los ojos delo marinero local parecieron perder la razón, con un brillo cristalino, falto quizás de algo de autocontrol y más llevados por el instinto de supervivencia más primitivo, ....
Con toda la velocidad que un trabajador del mar que aun conserve sus ambas piernas pudiera sacar, el desconocido pescador corrió raudo la escasa distancia que le separaba de Adriana, lanzándose prácticamente sobre ella en una maniobra que pareció sorprender a todos. Godric y Mablung pudieron reconocer el patrón de una persona a punto de estallar unos segundos antes del asalto, pero no tuvo tiempo de intervenir antes de que el hombre intentara agarrarla y rodearla completamente con sus gruesos y peludos brazos, poniéndole una mano en su boca para que callara mientras gritaba como un demente a la hechicera.
- ¿Estáis Loca? No sé de quien me habláis, ¡yo no me asocio con monstruos.... !
Grappling Attack: Crazy Fisherman Athletics check vs. Adriana Acrobatics check: 14 vs. 4
La alta elfa se vio empujada hacia el marino que le agarró con fuerza en un apretado abrazo inmovilizándola en el sitio delante de todo el mundo, el olor a pescado abierto en canal de la mano de su apresor sobre su boca inundó sus fosas nasales, forzando una fuerte arcada en la joven de pelo rojo mientras luchaba inútilmente por zafarse de la férrea presa, mientras éste miraba a su alrededor con pánico ante las diferentes miradas de sus compañeros de gremio que observaban en la distancia la dantesca escena...
Con un aliento a desayuno poco sano y alcohol casero, el pescador pareció susurrar algo a la elfa en su oído, aunque era difícil de saber con todo el pelo del color del fuego tapando parte de su rostro.
Nadie, que hasta entonces había tomado una posición totalmente pasiva en la última fila ocultando parcialmente su rostro con una capa con capucha, pareció ponerse tenso y posó su mano en la empuñadura de su espada larga, mientras de reojo esperaba la confirmación de Khalion para lanzarle a la liza.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Godric no se lo pensó mucho y saltó encima del pescador para que soltara a Adriana.
- ¿Estáis loco? ¡Soltadla!- decía mientras se aferraba al brazo del Rufo marinero
PbP Character: A few ;)
Todo explotó rápido en lo que parecía un encuentro rutinario.. en las fauces del lobo. Si sus acciones estaban causando prejuicios entre marineros y mercaderes todo podía llegar a una conclusión armada. El aasimar, sorprendido como para evitar la abducción de Adriana, pasó de su espalada al frente la enorme ballesta pesada apuntando entre los ojos al marinero, mientras a su vez notaba la tensión en los músculos de Nadie presto para hacer hablar su acero.
-Sueltalá! Ahora!- guiñó un ojo preparando un disparo certero y malicioso.-Nadie.. retaguardia. Aguantamos -Dijo escueto para que protegiera el entorno de posibles amenazas.
No se si hace falta iniciativa.. pero dejo un steady aim preparado para este o le siguiente turno.