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Sólo porque eres un hombre-cuervo y tienes don de master te he dejado castear un hechizo que requiere componentes+somáticos mientras haces un grapple... y con sólo una mano libre... Al resto de PNJs de Mablung no se lo permitiré. Ña.
Daño por mantener la presa: 2
Las afiladas púas desgarraban la carne del pobre "TocToc" mientras intentaba mantener su presa, aunque consiguió su objetivo de girar temporalmente a Colton hacía la pared, sabía que en breve desharía su maniobra rotando sobre si mismo a pesar de la presa... con tanto dolor, el kenku consiguió conjurar las energías necróticas para usarlas contra su enemigo, sin importarle mucho si ese efecto realmente le dañaría o sanaría, en cualquier caso su toque falló, disipándose en una neblina oscura contra la armadura de cuero que tanto daño le estaba causando. Demasiadas maniobras a ser ejecutadas y pocas extremidades para hacerlas... mantener la presa, conjurar, atacar...
El Retornado viró sobre sí mismo, como temía el ágil brujo emplumado, sin poder desplazarse a ningún sitio gruñó contra Leobald, fuente de sus últimas molestias, aunque su mirada pareció por unos segundos desplazarse más allá del paladín, hacia donde los guardias habían aparecido y se disponían a cargar contra él... sonriendo siniestramente...
La hoja de Coltón se alzó en el aire, sedienta de la sangre pura del anciano que tenía delante, ignorando su escudo y su divina protección, descargó un cortante impacto sobre su enemigo, acompañado de su toque mortífero...
Reaper Longsword Attack: 10 Damage: 8
Life Drain Attack: 14 Damage: 8
BA: Extract Damned Soul
A pesar de los escudos de Leobald, tanto el físico como el sagrado, los viles ataques del muerto enfurecido atravesaron todas sus defensas, incluso estando preparado para sus embates, estos fueron demasiado rápidos y precisos, sorprendiendo al caballero cuyos reflejos recién despertado no eran del todo fiables.
Su camisola se tiñó de su propia sangre, mezclada con la de Lenkus que ya arrastraba la hoja, era un corte profundo y bastante serio, pero lo peor fue sentir como las energías extraídas de la mismísima muerte le robaban la vida, en un agonizante dolor casi imposible de resistir...
Bueno, no tan imposible... Leobald puede hacer una ST de CON dificultad 13
Cuando la tromba de ataques sobre un ahora malherido Leobald acabó, los ojos de Colton parecieron volver a arder con sus llamas del color habitual, dando a entender que la presencia que poseía su cuerpo le había abandonado, no sin antes arrojar una siniestra carcajada que retumbó en los oídos de todos. Su cabeza miró entonces hacia el cielo nocturno, con su cuello estirado y su boca abierta... y entonces fue cuando ocurrió... un haz de energía azul, casi negra, y que aún así resplandecía en contraste con la oscuridad nocturna que les rodeaba, salió proyectada de los ojos y boca de la criatura directamente hacia el firmamento, como si alguien estuviera reclamando desde allí arriba toda su esencia vital, o... mortal en este caso...
Este efecto duró sólo un par de segundos, mientras el cuerpo del Retornado convulsionaba entre horribles estertores a pesar de la presa de TocToc. Cuando todo acabó, el haz se perdió entre las estrellas... para repentinamente girar hacia el sur... y perderse adentrándose en el mar a la misma velocidad que la luz de un relámpago podría hacerlo.
El cuerpo de Colton cayó entonces inerte en el suelo... sin moverse... justo cuando la guardia de Saltmarsh, ataviados con sus tabardos verdes, dibujados con los característicos tres juntos sobre un mar de hierbas de la Ciudad llegaron a su altura... Sus lanzas apuntaron al cuerpo mientras miraban a todos los "agentes" de Ghostfinger preguntando si se encontraban bien.
Suspirando aliviado al ver la amenaza inmediata eliminada, Godric se arrodilló para atender a Lenkus. Su mano temblorosa buscó el pulso del amable posadero.
No lo encontró. Apartando un poco la ensangrentada camisola del posadero confirmó que la espada del retornado Colton había atravesado su corazón.
Con pena cerró los ojos del posadero para siempre y su riada se encontró con la de Adriana. Negó con la cabeza ante la muda pregunta de su amiga. Apesadumbrado fue a atender las heridas de Leobald y Toc-Toc.
Con rugido ante la desaparición y huida de su presa, el oso descargo su frustración golpeando el cuerpo inerte de Colton.
En ese momento vio como los guardas se acercaban con las lanzas prestas. Nuevas amenazas, los recuerdos de la noche de la venganza se agolparon en la mente de Mablung. El asalto...la cacería...la matanza...la rabia...
El enorme oso se puso a dos patas y rugió amenazadoramente a los guardas, sus ojos aún inyectados en sangre y con espuma por la boca, eran una imagen aterradora.
...la muerte de inocentes...
Con un rugido el oso bajo y sus ojos recuperaron su color normal. Pero no dejo de mirar a los guardas y aunque la rabia había desaparecido, el enorme animal estaba en tensión por si alguno de los guardas hacia alguna tontería.
Apresuradamente la elfa se adentró en la cocina, dejando en segundo plano las sospechas que rondaban su cabeza.
Se acercó al cuerpo de Lenkus, al que Godric asistía en ese momento, y miró al sacerdote con gesto interrogante y preocupado. Cuando sus peores temores se vieron confirmados, Adriana bajó los ojos inundados de tristeza y se arrodilló junto al posadero. Aferrando con las suyas una de sus inertes manos, susurró:
- Gracias por tu servicio, buen Lenkus. Que Iram te guíe y te conduzca hacia la luz que tanto te mereces.
Acto seguido, se levantó y buscó un mantel con el que poder cubrir su cuerpo, en señal de respeto.
Al terminar, se dirigió hacia la salida y se asomó por la puerta, observando lo acontecido en el exterior de la posada. El cuerpo vapuleado de Colton yacía en el suelo y sus compañeros sangraban heridos. Adriana se estremeció y tembló, demasiado frío para unos pies descalzos y un fino camisón de tela. Aún así, se mantuvo inmóvil ante la llegada de los guardias.
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
El hombre cuervo observó impotente los acontecimientos. La mirada de Colton hacia los guardias y la luz que se fue hacia el firmamento. - No nO on, no no no... - Con nerviosismo e ignorando sus heridas se movió de un lado a otro, casi en pánico, mientras hiperventilaba. Palabras cargadas de temor y condenación acompañaban a sus nerviosos y erráticos pasos - Akrul ha visto la guardia, sus escudos, vendrá a por mi.. !Vendrá a por mi! !Debo huir! - Dijo de pronto encontrando la única salida lógica a su problema.
Antes de emprender la huida se detuvo a mirar a sus compañeros de condena, su propio pasado había causado su muerte y ellos, inconscientes, aún no lo sabían. Su mirada transmitía parte de culpabilidad y parte de compasión. - El sabe también quienes sois, vendrá a por mi y moriréis todos... o sufriréis un destino peor. ¡¡Debéis huid y esconderos!! No os podeis enfrentar al lich Akrul. - Negó vehementemente con la cabeza.
Los guardias dieron un paso atrás cuando el enorme oso se posicionó a dos patas echando espumarajos por la boca, alzaron sus lanzas contra él a modo de barrera y no dudarían en empalarlo si atacaba o caía sobre ellos... Cuando éste pareció calmarse tras destruir el cuerpo de Colton, que fue desmembrado y sus restos pasaron a ser parte de la decoración del patio en varios metros a la redonda... los soldados pusieron sus armas en modo de descanso mientras su inminente superior aparecía también para vislumbrar la situación en la parte posterior de la posada.
MIentras tanto, Ostor, hasta ahora desaparecido, asomó volando por la ventana que previamente Khalion había abierto y sobrevoló a todos buscando a Mablung, cuando la inteligente ave se percató de algún modo que aquel oso era en realidad su amigo, se posó sobre el dintel de la puerta trasera graznando felizmente.
Ante el exabrupto del kenku, la guardia se quedó mirándose entre sí ... mientras esperaban las órdenes de su sargento, que escuchaba atento la ominosas palabras de "TocToc"
Leobald encajó la espada emponzoñada del nomuerto como pudo, tratando de que no le flaquearan demasiado la piernas. Apretó los dientes por el dolor. No se le pasó por alto la sonrisa del malvado al reconocer los uniformes de la guardia de Saltmarsh. Cuando aquella luz ignominiosa surcó los cielos, contuvo el aliento. Los crujidos de los huesos de Colton a manos del Mablung le hicieron volver en sí. Buscó con la mirada el estado de sus compañeros mientras sus voces desde la cocina le indicaban que estaban en pie. Cuando sus ojos se posaron en el cadáver de Lenkus, suspiró con tristeza. El reflejo del escudo se desvaneció y su pose de combate se deshizo. Llevándose la mano a la herida sangrante y reprimiendo un gemido, tomó aire. Sobreviviría.
—TocToc, tú más que nadie debes entender el sentido de la unidad, la bandada, como otras veces has dicho —dijo haciéndose a un lado para poyarse cansadamente en la pared de la posada—. Juntos somos más fuertes. Encontraremos la forma.
De reojo observaba a los temerosos guardias. ¿Quién podía culparles? Lo que habían visto era terrorífico, un gran poder operando en sus narices.
Adriana escuchó las palabras del kenku sin entender nada. Aterida de frío, solo deseaba volver dentro del edificio e intentar darle sentido a todo lo que acababa de ocurrir.
- ¿Por qué no entramos y nos explicas con calma quién es Arkul y por qué estamos en peligro?- le ofreció con dulzura a Toc-toc, intentando tranquilizarle - seguro que entre todos encontramos una solución opcional a la huida- observó a sus compañeros ensangrentados - hay que atender esas heridas y un té caliente nos reconfortará -
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
El sargento y los tres soldados observaron por unos instantes más los restos destrozados de Colton antes de retirarse para escribir un informe detallado para sus superiores, sin embargo, el líder de la escuadra se detuvo y añadió una observación ante todos ellos.
- Este grupo, especialmente el tipo sin cara... no atravesaron en ningún momento el cordón de vigilancia... no llegaron desde fuera... quizás entraron de otra manera...
Con una mano y ayudado de una vieja lámpara de aceite que llevaba atada al cinturón, a la que prendió y usó como fuente de luz principal, éste la alzó en su mano derecha y oteó los alrededores una vez que el ajetreo del combate había acabado. Señalando con su otra mano en una dirección cercana a ras del suelo. Allí, casi impreceptible por la hierba que lo rodeaba, y pegada a la fachada, una trampilla de doble puerta yacía con los goznes cedidos completamente y con ambas compuertas medio destrozadas. La entrada que daba al pequeño sótano y almacén de la posada había cedido desde dentro... y de esa manera, un pequeño grupo podría haber pasado desapercibido para entrar por la puerta trasera puesto que ese acceso estaba a escasos metros de la entrada al sótano. El agudo sargento unió los puntos tan rápido como los demás.
- Quizás salierón de allí, ... pero ese sótano no debería tener ninguna otra entrada o salida... Mandaré a un grupo de soldados a investigar... Descansad dentro vosotros... estáis bajo vigilancia y portáis documentos importantes que no deben correr peligro. Aprovechad para recuperaros, si necesitáis un curandero haré llamar a uno de inmediato.
Las palabras de Adriana y Leobald le calmaron. Detuvo su nervioso andar y a medida que la adrenalina se despejaba de su organismo, un pesado sentimiento de fracaso aplastó su espíritu.
- Tantos sacrificios para nada. – Se quejó sin mucha energía y con la cabeza baja. Entonces, siguiendo las indicaciones de la elfa entró en la posada. Se sentó en una de las sillas y poco a poco se hizo consciente del dolor de sus heridas y de la nefanda laceración de Colton. Gimió de dolor.
- Akrul es un lich... Un lich enano… - De pronto de calló. – Os puedo contar más más adelante, no creo que este sea un lugar seguro para hablar. Menos ahora, el combate seguro que ha llamado mucho la atención.
- Luego giró la cabeza y señaló hacia la trampilla. Seguro que llegaron desde ahí, habrán cavado un túnel. Podemos investigar, pero poco vamos a encontrar de utilidad. – Dijo derrumbado y sin esperanza.
- Tanto sacrificio para nada – Repitió una vez más casi sin fuerzas.
Godric tenía un gesto preocupado por las palabras de Toc-toc, pero se mantuvo en silencio mientras todos entraban en la posada.
- Será mejor sentarnos al calor del fuego en la sala principal - dijo para evitar que se reunieran en la cocina donde aún estaba el cuerpo de Lenkus, tornando rojo poco a poco el mantel que Adriana había utilizado para cubrirlo.
Mientras atendía las heridas de Leobald y vendaba la herida del abdomen, el joven sacerdote dejó que fueran sus amigos los que siguieran preguntando al hombre cuervo, pero desde luego la mención de tal criatura le causaba bastante ansiedad. ¿En qué se había visto envuelto toctoc?
Mientras Godric se ocupaba de Leobald, le elfa se acercó a Toc-toc para aliviar sus heridas mientras este compartía las escasas explicaciones que no consiguieron disipar muchas de sus dudas. Posando sus manos sobre las plumas ahora ensangrentadas, la luz cálida irradió sanación en el maltrecho hombre-cuervo.
Cure wounds a Toc-toc: 210
Acto seguido, Adriana aprovechó la reunión en el salón de sus compañeros para desaparecer durante un rato:
- Vuelvo enseguida, voy a por un atuendo más adecuado- comunicó mientras se dirigía a las escaleras.
Leobald agradeció las atenciones de Godric educadamente, aun sin haberlas pedido. Poco a poco el color iba volviendo a su rostro.
—TocToc, es un momento tan bueno como cualquier otro para que nos cuentes de que va todo esto. Estamos solos, pero es tu decisión —suspiró con tristeza—. Me temo que todo este asunto me ha desvelado sin remedio. Quizás sería conveniente bajar a esa bodega después de todo —hizo amago de levantarse—, por si a la guardia se le pasa algún detalle. Si os parece bien iré por mi armadura.
El caballero observó un momento al kenku y suspiró cansadamente en espera de algo más de información antes de subir las escaleras. Sin respuesta de TocToc, asintió, comprendiendo el estado de nerviosismo en que el hombre cuervo estaba sumido y subió a por su armadura. Se aseguró de tener cerca de si el estuche con las órdenes de Ghostfinger y encendió su propia linterna antes de volver a bajar.
Al cabo de un buen rato, Adriana bajó trotando ágilmente por las escaleras, vestida con sus ropas habituales y una coleta realizada distraídamente que dejaba algunos mechones de cabello sueltos. Spark la seguía solícito después de haber permanecido en el piso de arriba durante el combate.
La elfa observó la estancia con una mueca de disgusto, empantanada de trozos de carne en descomposición y un olor repugnante que invadía el espacio. Pasó al lado de sus compañeros con rictus serio para dirigirse a la cocina y calentar la tetera.
El cadáver de Lenkus, aunque cubierto, le encogía el alma. Pero él no permitiría que a sus huéspedes les faltara de nada y ella pretendía continuar con esa tradición dentro de sus posibilidades.
Unos minutos más tarde, acercó la tetera a la mesa y sirvió té para todos sin decir palabra. Se acercó a la chimenea y permaneció en silencio, observando con atención a sus compañeros.
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
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Todo acabado, cuerpos ensartados y esencias devueltas a las profundidades cruzando el firmamento, empezaba a no extrañarle nada en aquel pueblo. En suelo, cadáver, de nuevo muerto, de Colton. Un deja vu en extremo vívido. Arrancó saetas de la ponzoñosa carne podrida, usándolo para buscar algo mas en el cuerpo que armadura punzante o hedionda espada. ¿Habrían vuelto a enviar zombis carteros?. Instintivamente, mano a la pernera, localizando el posible objetivo del ataque, la moneda del orbe quebrado. Segura pero.. seguros?
Investigación en el cadáver de Colton: 7
La guardia, tarde y mal, llegaron a destiempo. Entre oso y muertos parecían poco diligentes, pero cargados de normas y condiciones. -Ya damos cuenta de lo protección tan valiosa.. y abajo sigue siendo posada.. esta vez, ¿desea el caballero mantener cabeza y cuerpo juntos en los caídos?- difícil discernir entre reproche y humor en el aasimar mientras aquellos capaces, trataban inútilmente devolver vida al desdichado Lenkus. Era buen tipo, lo extrañaría. -Recoge tus hierros y bajemos prestos antes que la guardia intervenga, caballero- subiendo también por su armadura y cimitarras.
Ya de vuelta, usando flechas negras de maldad de Colton, buscó luz arcana en ellas improvisando antorchas para todo aquel necesitado de luz. Ya habría tiempo para escuchar mas sobre Akrul y contar sus nocturnas andanzas por la ciudad.
Viendo como sus compañeros volvían dentro de la posada, Mablung fue tras ellos y se encontró con el problema del dintel de la puerta, con su cuerpo actual no entraba facilmente, con un pequeño rugido de resignación, volvió a su forma élfica y entro.
Una vez dentro se acomodo cerca de la chimenea y se cercioró de que con el cambio de forma sus heridas habían desaparecido, realmente este nuevo poder era toda una bendición, y espero a que Toc toc respondiera a las preguntas del resto:- No creo que podamos ir muy lejos, somos "invitados de honor" en esta posada y ese lich comento que le robaste algo, ¿que enemigo has traído contigo?¿y que le robaste?, puedes darnos la versión resumida mientras acaban de equiparse. Y teniendo en cuenta que parece poder poseer a los no muertos a voluntad y que estamos rodeados de ellos, creo que merecemos que nos cuentes algo, sobre todo si vamos a tener que enfrentarnos a él.-
-Estoy de acuerdo con Leobald, deberíamos bajar a ver el sótano de la posada, no me apetece descansar una posada con un túnel desconocido del que brotan no muertos-.
Mientras esperaba a que el resto se equipasen Mablung, llamo a Ostor y reviso que el pájaro no tuviese ninguna herida y le dio un poco de alimento mientras lo acariciaba.
Tras las palabras del druida, Adriana rompió su silencio.
- Si queréis echar un vistazo, creo que cuanto antes lo hagáis mejor. Toc-toc podrá darnos información más tarde - esta vez miró directamente a Godric - no creo que sea necesario que vayamos todos. Godric, ¿serías tan amable de quedarte conmigo? me gustaría ordenar todo este… desastre - suspiró mirando hacia el salón - a Lenkus no le hubiera gustado que su posada se encontrara en este estado desastroso- el gesto de la elfa era más serio de lo normal, una seriedad que el sacerdote no había detectado nunca en ella.
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
El registro de Khalion a los pedazos dispersados de Colton no trajo ninguna información que pudierta arrojar algo de luz a la extraña escena de los zombies y su improvisado líder sediento de venganza. No llevaba nada diferente a lo que él Renacido ya portaba, arco largo, flechas de dudosa procedencia y su espada larga. La armadura de cuero había quedado prácticamente inservible tras ser lacerada y desgarrada por las embestidas furiosas del oso-druida. Ningún documento, sello o pieza de valor... sólo él, sus armas y su sed de esencia vital de los vivos.
Cuando el cazarrecompensas se dirigió a los guardias en su extraño dialecto del oeste... éstos le miraron confusos sin entender nada de lo que pudiera estar intentando comunicar y siguieron con sus tareas, uno se marcho a pedir refuerzos mientras que el sargento y otro grupo se adentraba en el sótano para asegurarlo.
Los viajes al piso superior se fueron sucediendo para pertrecharse y acudir también al sótano, aunque Adriana, rápida como la alta elfa que era, se adelantó a todos para bajar la primera antes de que a nadie más le hubiera dado tiempo incluso a moverse a sus aposentos para cambiarse. Mientras, Mablung esperaba abajo a los demás regalando algunos cuidados y alimentos a su amigo cuervo, el que volaba, no a TocToc, que ni era su amigo ni volaba. El inteligente pájaro parecía disfrutar de las atenciones del elfo de los bosques mientras que parecía vigilar con su pequeña cabecita a Adriana, a la que incluso se diría que miraba desafiante.
Cuando todos los que se dirigían a explorar los sótanos estaban listos, según salían por la puerta de atrás, se percataron de que el cuerpo de Lenkus había sido retirado y solo una silueta envuelta en sangre seca yacía parcialmente en el suelo y el dintel de la puerta trasera, como recordatorio al que fue el dueño durante tantos años. Los portones que daban acceso a la parte inferior de la posada estaban destruídos y doblegados sobre sus goznes, a pesar de ser una puerta doble, el acceso era estrecho, para sola una persona, y las escaleras talladas en la piedra descencían rápidamente con escalones altos que obligaban a tener cuidado.
Gracias a la iluminación del aasimar y a las antorchas que portaban los guardias, se podía vislumbrar toda la sala. Éstos parecían recoger todos los ladrillos que se habían desprendido de la pared este, amontonándolos con simetría para ser reutilizados. Al parecer, esa pared ahora tenía un boquete enorme donde cientos de ladrillos antes lapidaban esa ala, y tras el boquete de tamaño humano, había otra pared, pero en ve de estar constituida por piezas rectangulares de adobe, era un bloque sólido de roca con otra puerta, metálica... que estaba abierta y daba a unos túneles trabajados sin duda por manos humanoides y no grutas naturales... alguien había construido una red de túneles que llegaban hasta aquí, con una puerta... y luego de algún modo, se había tapiado ocultándolo todo.
- Vamos a sellar esto con argamasa ... el equipo de masoneros está en camino. Mencionó el sargento con cierta parsimonia.
El resto del sótano, que era de un tamaño bastante pequeño, a ojo ocuparía un cuarto de lo que mide el gran salón superior, estaba lleno de materiales de cocina, aperos y provisiones no perecederas, como carnes secas, algunos sacos de legumbres y trigo y un par de barriles de cerveza. De repente se dieron cuenta de que ahí abajo estaban muy juntos unos con otros, entre todo el grupo, cuatro guardias y un sargento, el aire parecía pesado y los espacios muy llenos...
Mientras en el gran salón, Godric y Adriana disfrutaban de un té mientras adecentaban limpiado lo que buenamente podían. Un pequeño spark revoloteaba por la sala observándolo todo con curiosidad, pero no acercándose demasiado a los restos de muertos o la sangre...
Sólo porque eres un hombre-cuervo y tienes don de master te he dejado castear un hechizo que requiere componentes+somáticos mientras haces un grapple... y con sólo una mano libre... Al resto de PNJs de Mablung no se lo permitiré. Ña.
Daño por mantener la presa: 2
Las afiladas púas desgarraban la carne del pobre "TocToc" mientras intentaba mantener su presa, aunque consiguió su objetivo de girar temporalmente a Colton hacía la pared, sabía que en breve desharía su maniobra rotando sobre si mismo a pesar de la presa... con tanto dolor, el kenku consiguió conjurar las energías necróticas para usarlas contra su enemigo, sin importarle mucho si ese efecto realmente le dañaría o sanaría, en cualquier caso su toque falló, disipándose en una neblina oscura contra la armadura de cuero que tanto daño le estaba causando. Demasiadas maniobras a ser ejecutadas y pocas extremidades para hacerlas... mantener la presa, conjurar, atacar...
El Retornado viró sobre sí mismo, como temía el ágil brujo emplumado, sin poder desplazarse a ningún sitio gruñó contra Leobald, fuente de sus últimas molestias, aunque su mirada pareció por unos segundos desplazarse más allá del paladín, hacia donde los guardias habían aparecido y se disponían a cargar contra él... sonriendo siniestramente...
La hoja de Coltón se alzó en el aire, sedienta de la sangre pura del anciano que tenía delante, ignorando su escudo y su divina protección, descargó un cortante impacto sobre su enemigo, acompañado de su toque mortífero...
Reaper Longsword Attack: 10 Damage: 8
Life Drain Attack: 14 Damage: 8
BA: Extract Damned Soul
A pesar de los escudos de Leobald, tanto el físico como el sagrado, los viles ataques del muerto enfurecido atravesaron todas sus defensas, incluso estando preparado para sus embates, estos fueron demasiado rápidos y precisos, sorprendiendo al caballero cuyos reflejos recién despertado no eran del todo fiables.
Su camisola se tiñó de su propia sangre, mezclada con la de Lenkus que ya arrastraba la hoja, era un corte profundo y bastante serio, pero lo peor fue sentir como las energías extraídas de la mismísima muerte le robaban la vida, en un agonizante dolor casi imposible de resistir...
Bueno, no tan imposible... Leobald puede hacer una ST de CON dificultad 13
Cuando la tromba de ataques sobre un ahora malherido Leobald acabó, los ojos de Colton parecieron volver a arder con sus llamas del color habitual, dando a entender que la presencia que poseía su cuerpo le había abandonado, no sin antes arrojar una siniestra carcajada que retumbó en los oídos de todos. Su cabeza miró entonces hacia el cielo nocturno, con su cuello estirado y su boca abierta... y entonces fue cuando ocurrió... un haz de energía azul, casi negra, y que aún así resplandecía en contraste con la oscuridad nocturna que les rodeaba, salió proyectada de los ojos y boca de la criatura directamente hacia el firmamento, como si alguien estuviera reclamando desde allí arriba toda su esencia vital, o... mortal en este caso...
Este efecto duró sólo un par de segundos, mientras el cuerpo del Retornado convulsionaba entre horribles estertores a pesar de la presa de TocToc. Cuando todo acabó, el haz se perdió entre las estrellas... para repentinamente girar hacia el sur... y perderse adentrándose en el mar a la misma velocidad que la luz de un relámpago podría hacerlo.
El cuerpo de Colton cayó entonces inerte en el suelo... sin moverse... justo cuando la guardia de Saltmarsh, ataviados con sus tabardos verdes, dibujados con los característicos tres juntos sobre un mar de hierbas de la Ciudad llegaron a su altura... Sus lanzas apuntaron al cuerpo mientras miraban a todos los "agentes" de Ghostfinger preguntando si se encontraban bien.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Suspirando aliviado al ver la amenaza inmediata eliminada, Godric se arrodilló para atender a Lenkus. Su mano temblorosa buscó el pulso del amable posadero.
No lo encontró. Apartando un poco la ensangrentada camisola del posadero confirmó que la espada del retornado Colton había atravesado su corazón.
Con pena cerró los ojos del posadero para siempre y su riada se encontró con la de Adriana. Negó con la cabeza ante la muda pregunta de su amiga. Apesadumbrado fue a atender las heridas de Leobald y Toc-Toc.
PbP Character: A few ;)
Con rugido ante la desaparición y huida de su presa, el oso descargo su frustración golpeando el cuerpo inerte de Colton.
En ese momento vio como los guardas se acercaban con las lanzas prestas. Nuevas amenazas, los recuerdos de la noche de la venganza se agolparon en la mente de Mablung. El asalto...la cacería...la matanza...la rabia...
El enorme oso se puso a dos patas y rugió amenazadoramente a los guardas, sus ojos aún inyectados en sangre y con espuma por la boca, eran una imagen aterradora.
...la muerte de inocentes...
Con un rugido el oso bajo y sus ojos recuperaron su color normal. Pero no dejo de mirar a los guardas y aunque la rabia había desaparecido, el enorme animal estaba en tensión por si alguno de los guardas hacia alguna tontería.
Ante el rugido del oso Godric se paró en el dintel de la puerta y dijo
-Ma... Mablung? Por favor... permíteme salir para que atienda las heridas de nuestros amigos ya ha acabado todo... -
Viendo que el tremendo oso se calmaba un poco el sacerdote corrió a atender a sus amigos con su fiel zurrón y el poco poder que le quedaba.
PbP Character: A few ;)
Apresuradamente la elfa se adentró en la cocina, dejando en segundo plano las sospechas que rondaban su cabeza.
Se acercó al cuerpo de Lenkus, al que Godric asistía en ese momento, y miró al sacerdote con gesto interrogante y preocupado. Cuando sus peores temores se vieron confirmados, Adriana bajó los ojos inundados de tristeza y se arrodilló junto al posadero. Aferrando con las suyas una de sus inertes manos, susurró:
- Gracias por tu servicio, buen Lenkus. Que Iram te guíe y te conduzca hacia la luz que tanto te mereces.
Acto seguido, se levantó y buscó un mantel con el que poder cubrir su cuerpo, en señal de respeto.
Al terminar, se dirigió hacia la salida y se asomó por la puerta, observando lo acontecido en el exterior de la posada. El cuerpo vapuleado de Colton yacía en el suelo y sus compañeros sangraban heridos. Adriana se estremeció y tembló, demasiado frío para unos pies descalzos y un fino camisón de tela. Aún así, se mantuvo inmóvil ante la llegada de los guardias.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
El hombre cuervo observó impotente los acontecimientos. La mirada de Colton hacia los guardias y la luz que se fue hacia el firmamento. - No nO on, no no no... - Con nerviosismo e ignorando sus heridas se movió de un lado a otro, casi en pánico, mientras hiperventilaba. Palabras cargadas de temor y condenación acompañaban a sus nerviosos y erráticos pasos - Akrul ha visto la guardia, sus escudos, vendrá a por mi.. !Vendrá a por mi! !Debo huir! - Dijo de pronto encontrando la única salida lógica a su problema.
Antes de emprender la huida se detuvo a mirar a sus compañeros de condena, su propio pasado había causado su muerte y ellos, inconscientes, aún no lo sabían. Su mirada transmitía parte de culpabilidad y parte de compasión. - El sabe también quienes sois, vendrá a por mi y moriréis todos... o sufriréis un destino peor. ¡¡Debéis huid y esconderos!! No os podeis enfrentar al lich Akrul. - Negó vehementemente con la cabeza.
Zevatur, Rolthos
Los guardias dieron un paso atrás cuando el enorme oso se posicionó a dos patas echando espumarajos por la boca, alzaron sus lanzas contra él a modo de barrera y no dudarían en empalarlo si atacaba o caía sobre ellos... Cuando éste pareció calmarse tras destruir el cuerpo de Colton, que fue desmembrado y sus restos pasaron a ser parte de la decoración del patio en varios metros a la redonda... los soldados pusieron sus armas en modo de descanso mientras su inminente superior aparecía también para vislumbrar la situación en la parte posterior de la posada.
MIentras tanto, Ostor, hasta ahora desaparecido, asomó volando por la ventana que previamente Khalion había abierto y sobrevoló a todos buscando a Mablung, cuando la inteligente ave se percató de algún modo que aquel oso era en realidad su amigo, se posó sobre el dintel de la puerta trasera graznando felizmente.
Ante el exabrupto del kenku, la guardia se quedó mirándose entre sí ... mientras esperaban las órdenes de su sargento, que escuchaba atento la ominosas palabras de "TocToc"
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Leobald encajó la espada emponzoñada del nomuerto como pudo, tratando de que no le flaquearan demasiado la piernas. Apretó los dientes por el dolor. No se le pasó por alto la sonrisa del malvado al reconocer los uniformes de la guardia de Saltmarsh. Cuando aquella luz ignominiosa surcó los cielos, contuvo el aliento. Los crujidos de los huesos de Colton a manos del Mablung le hicieron volver en sí. Buscó con la mirada el estado de sus compañeros mientras sus voces desde la cocina le indicaban que estaban en pie. Cuando sus ojos se posaron en el cadáver de Lenkus, suspiró con tristeza. El reflejo del escudo se desvaneció y su pose de combate se deshizo. Llevándose la mano a la herida sangrante y reprimiendo un gemido, tomó aire. Sobreviviría.
—TocToc, tú más que nadie debes entender el sentido de la unidad, la bandada, como otras veces has dicho —dijo haciéndose a un lado para poyarse cansadamente en la pared de la posada—. Juntos somos más fuertes. Encontraremos la forma.
De reojo observaba a los temerosos guardias. ¿Quién podía culparles? Lo que habían visto era terrorífico, un gran poder operando en sus narices.
Second Wind: 5
ST de CON dc 13: 8
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Adriana escuchó las palabras del kenku sin entender nada. Aterida de frío, solo deseaba volver dentro del edificio e intentar darle sentido a todo lo que acababa de ocurrir.
- ¿Por qué no entramos y nos explicas con calma quién es Arkul y por qué estamos en peligro? - le ofreció con dulzura a Toc-toc, intentando tranquilizarle - seguro que entre todos encontramos una solución opcional a la huida - observó a sus compañeros ensangrentados - hay que atender esas heridas y un té caliente nos reconfortará -
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
El sargento y los tres soldados observaron por unos instantes más los restos destrozados de Colton antes de retirarse para escribir un informe detallado para sus superiores, sin embargo, el líder de la escuadra se detuvo y añadió una observación ante todos ellos.
- Este grupo, especialmente el tipo sin cara... no atravesaron en ningún momento el cordón de vigilancia... no llegaron desde fuera... quizás entraron de otra manera...
Con una mano y ayudado de una vieja lámpara de aceite que llevaba atada al cinturón, a la que prendió y usó como fuente de luz principal, éste la alzó en su mano derecha y oteó los alrededores una vez que el ajetreo del combate había acabado. Señalando con su otra mano en una dirección cercana a ras del suelo. Allí, casi impreceptible por la hierba que lo rodeaba, y pegada a la fachada, una trampilla de doble puerta yacía con los goznes cedidos completamente y con ambas compuertas medio destrozadas. La entrada que daba al pequeño sótano y almacén de la posada había cedido desde dentro... y de esa manera, un pequeño grupo podría haber pasado desapercibido para entrar por la puerta trasera puesto que ese acceso estaba a escasos metros de la entrada al sótano. El agudo sargento unió los puntos tan rápido como los demás.
- Quizás salierón de allí, ... pero ese sótano no debería tener ninguna otra entrada o salida... Mandaré a un grupo de soldados a investigar... Descansad dentro vosotros... estáis bajo vigilancia y portáis documentos importantes que no deben correr peligro. Aprovechad para recuperaros, si necesitáis un curandero haré llamar a uno de inmediato.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Las palabras de Adriana y Leobald le calmaron. Detuvo su nervioso andar y a medida que la adrenalina se despejaba de su organismo, un pesado sentimiento de fracaso aplastó su espíritu.
- Tantos sacrificios para nada. – Se quejó sin mucha energía y con la cabeza baja. Entonces, siguiendo las indicaciones de la elfa entró en la posada. Se sentó en una de las sillas y poco a poco se hizo consciente del dolor de sus heridas y de la nefanda laceración de Colton. Gimió de dolor.
- Akrul es un lich... Un lich enano… - De pronto de calló. – Os puedo contar más más adelante, no creo que este sea un lugar seguro para hablar. Menos ahora, el combate seguro que ha llamado mucho la atención.
- Luego giró la cabeza y señaló hacia la trampilla. Seguro que llegaron desde ahí, habrán cavado un túnel. Podemos investigar, pero poco vamos a encontrar de utilidad. – Dijo derrumbado y sin esperanza.
- Tanto sacrificio para nada – Repitió una vez más casi sin fuerzas.
Zevatur, Rolthos
Godric tenía un gesto preocupado por las palabras de Toc-toc, pero se mantuvo en silencio mientras todos entraban en la posada.
- Será mejor sentarnos al calor del fuego en la sala principal - dijo para evitar que se reunieran en la cocina donde aún estaba el cuerpo de Lenkus, tornando rojo poco a poco el mantel que Adriana había utilizado para cubrirlo.
Mientras atendía las heridas de Leobald y vendaba la herida del abdomen, el joven sacerdote dejó que fueran sus amigos los que siguieran preguntando al hombre cuervo, pero desde luego la mención de tal criatura le causaba bastante ansiedad. ¿En qué se había visto envuelto toctoc?
PbP Character: A few ;)
Mientras Godric se ocupaba de Leobald, le elfa se acercó a Toc-toc para aliviar sus heridas mientras este compartía las escasas explicaciones que no consiguieron disipar muchas de sus dudas. Posando sus manos sobre las plumas ahora ensangrentadas, la luz cálida irradió sanación en el maltrecho hombre-cuervo.
Cure wounds a Toc-toc: 210
Acto seguido, Adriana aprovechó la reunión en el salón de sus compañeros para desaparecer durante un rato:
- Vuelvo enseguida, voy a por un atuendo más adecuado - comunicó mientras se dirigía a las escaleras.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Leobald agradeció las atenciones de Godric educadamente, aun sin haberlas pedido. Poco a poco el color iba volviendo a su rostro.
—TocToc, es un momento tan bueno como cualquier otro para que nos cuentes de que va todo esto. Estamos solos, pero es tu decisión —suspiró con tristeza—. Me temo que todo este asunto me ha desvelado sin remedio. Quizás sería conveniente bajar a esa bodega después de todo —hizo amago de levantarse—, por si a la guardia se le pasa algún detalle. Si os parece bien iré por mi armadura.
El caballero observó un momento al kenku y suspiró cansadamente en espera de algo más de información antes de subir las escaleras. Sin respuesta de TocToc, asintió, comprendiendo el estado de nerviosismo en que el hombre cuervo estaba sumido y subió a por su armadura. Se aseguró de tener cerca de si el estuche con las órdenes de Ghostfinger y encendió su propia linterna antes de volver a bajar.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Al cabo de un buen rato, Adriana bajó trotando ágilmente por las escaleras, vestida con sus ropas habituales y una coleta realizada distraídamente que dejaba algunos mechones de cabello sueltos. Spark la seguía solícito después de haber permanecido en el piso de arriba durante el combate.
La elfa observó la estancia con una mueca de disgusto, empantanada de trozos de carne en descomposición y un olor repugnante que invadía el espacio. Pasó al lado de sus compañeros con rictus serio para dirigirse a la cocina y calentar la tetera.
El cadáver de Lenkus, aunque cubierto, le encogía el alma. Pero él no permitiría que a sus huéspedes les faltara de nada y ella pretendía continuar con esa tradición dentro de sus posibilidades.
Unos minutos más tarde, acercó la tetera a la mesa y sirvió té para todos sin decir palabra. Se acercó a la chimenea y permaneció en silencio, observando con atención a sus compañeros.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Todo acabado, cuerpos ensartados y esencias devueltas a las profundidades cruzando el firmamento, empezaba a no extrañarle nada en aquel pueblo. En suelo, cadáver, de nuevo muerto, de Colton. Un deja vu en extremo vívido. Arrancó saetas de la ponzoñosa carne podrida, usándolo para buscar algo mas en el cuerpo que armadura punzante o hedionda espada. ¿Habrían vuelto a enviar zombis carteros?. Instintivamente, mano a la pernera, localizando el posible objetivo del ataque, la moneda del orbe quebrado. Segura pero.. seguros?
Investigación en el cadáver de Colton: 7
La guardia, tarde y mal, llegaron a destiempo. Entre oso y muertos parecían poco diligentes, pero cargados de normas y condiciones. -Ya damos cuenta de lo protección tan valiosa.. y abajo sigue siendo posada.. esta vez, ¿desea el caballero mantener cabeza y cuerpo juntos en los caídos?- difícil discernir entre reproche y humor en el aasimar mientras aquellos capaces, trataban inútilmente devolver vida al desdichado Lenkus. Era buen tipo, lo extrañaría. -Recoge tus hierros y bajemos prestos antes que la guardia intervenga, caballero- subiendo también por su armadura y cimitarras.
Ya de vuelta, usando flechas negras de maldad de Colton, buscó luz arcana en ellas improvisando antorchas para todo aquel necesitado de luz. Ya habría tiempo para escuchar mas sobre Akrul y contar sus nocturnas andanzas por la ciudad.
Viendo como sus compañeros volvían dentro de la posada, Mablung fue tras ellos y se encontró con el problema del dintel de la puerta, con su cuerpo actual no entraba facilmente, con un pequeño rugido de resignación, volvió a su forma élfica y entro.
Una vez dentro se acomodo cerca de la chimenea y se cercioró de que con el cambio de forma sus heridas habían desaparecido, realmente este nuevo poder era toda una bendición, y espero a que Toc toc respondiera a las preguntas del resto:- No creo que podamos ir muy lejos, somos "invitados de honor" en esta posada y ese lich comento que le robaste algo, ¿que enemigo has traído contigo?¿y que le robaste?, puedes darnos la versión resumida mientras acaban de equiparse. Y teniendo en cuenta que parece poder poseer a los no muertos a voluntad y que estamos rodeados de ellos, creo que merecemos que nos cuentes algo, sobre todo si vamos a tener que enfrentarnos a él.-
-Estoy de acuerdo con Leobald, deberíamos bajar a ver el sótano de la posada, no me apetece descansar una posada con un túnel desconocido del que brotan no muertos-.
Mientras esperaba a que el resto se equipasen Mablung, llamo a Ostor y reviso que el pájaro no tuviese ninguna herida y le dio un poco de alimento mientras lo acariciaba.
Tras las palabras del druida, Adriana rompió su silencio.
- Si queréis echar un vistazo, creo que cuanto antes lo hagáis mejor. Toc-toc podrá darnos información más tarde - esta vez miró directamente a Godric - no creo que sea necesario que vayamos todos. Godric, ¿serías tan amable de quedarte conmigo? me gustaría ordenar todo este… desastre - suspiró mirando hacia el salón - a Lenkus no le hubiera gustado que su posada se encontrara en este estado desastroso - el gesto de la elfa era más serio de lo normal, una seriedad que el sacerdote no había detectado nunca en ella.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Godric, que mientras los demás se equipaban había comenzado a limpiar el desastre asintió a Adriana en silencio.
De vez en cuando lanzaba miradas preocupadas hacia Toc-toc pero le dejo espacio, habiéndose dirigido a él sólo para ofrecerle ayuda médica.
PbP Character: A few ;)
El registro de Khalion a los pedazos dispersados de Colton no trajo ninguna información que pudierta arrojar algo de luz a la extraña escena de los zombies y su improvisado líder sediento de venganza. No llevaba nada diferente a lo que él Renacido ya portaba, arco largo, flechas de dudosa procedencia y su espada larga. La armadura de cuero había quedado prácticamente inservible tras ser lacerada y desgarrada por las embestidas furiosas del oso-druida. Ningún documento, sello o pieza de valor... sólo él, sus armas y su sed de esencia vital de los vivos.
Cuando el cazarrecompensas se dirigió a los guardias en su extraño dialecto del oeste... éstos le miraron confusos sin entender nada de lo que pudiera estar intentando comunicar y siguieron con sus tareas, uno se marcho a pedir refuerzos mientras que el sargento y otro grupo se adentraba en el sótano para asegurarlo.
Los viajes al piso superior se fueron sucediendo para pertrecharse y acudir también al sótano, aunque Adriana, rápida como la alta elfa que era, se adelantó a todos para bajar la primera antes de que a nadie más le hubiera dado tiempo incluso a moverse a sus aposentos para cambiarse. Mientras, Mablung esperaba abajo a los demás regalando algunos cuidados y alimentos a su amigo cuervo, el que volaba, no a TocToc, que ni era su amigo ni volaba. El inteligente pájaro parecía disfrutar de las atenciones del elfo de los bosques mientras que parecía vigilar con su pequeña cabecita a Adriana, a la que incluso se diría que miraba desafiante.
Cuando todos los que se dirigían a explorar los sótanos estaban listos, según salían por la puerta de atrás, se percataron de que el cuerpo de Lenkus había sido retirado y solo una silueta envuelta en sangre seca yacía parcialmente en el suelo y el dintel de la puerta trasera, como recordatorio al que fue el dueño durante tantos años. Los portones que daban acceso a la parte inferior de la posada estaban destruídos y doblegados sobre sus goznes, a pesar de ser una puerta doble, el acceso era estrecho, para sola una persona, y las escaleras talladas en la piedra descencían rápidamente con escalones altos que obligaban a tener cuidado.
Gracias a la iluminación del aasimar y a las antorchas que portaban los guardias, se podía vislumbrar toda la sala. Éstos parecían recoger todos los ladrillos que se habían desprendido de la pared este, amontonándolos con simetría para ser reutilizados. Al parecer, esa pared ahora tenía un boquete enorme donde cientos de ladrillos antes lapidaban esa ala, y tras el boquete de tamaño humano, había otra pared, pero en ve de estar constituida por piezas rectangulares de adobe, era un bloque sólido de roca con otra puerta, metálica... que estaba abierta y daba a unos túneles trabajados sin duda por manos humanoides y no grutas naturales... alguien había construido una red de túneles que llegaban hasta aquí, con una puerta... y luego de algún modo, se había tapiado ocultándolo todo.
- Vamos a sellar esto con argamasa ... el equipo de masoneros está en camino. Mencionó el sargento con cierta parsimonia.
El resto del sótano, que era de un tamaño bastante pequeño, a ojo ocuparía un cuarto de lo que mide el gran salón superior, estaba lleno de materiales de cocina, aperos y provisiones no perecederas, como carnes secas, algunos sacos de legumbres y trigo y un par de barriles de cerveza. De repente se dieron cuenta de que ahí abajo estaban muy juntos unos con otros, entre todo el grupo, cuatro guardias y un sargento, el aire parecía pesado y los espacios muy llenos...
Mientras en el gran salón, Godric y Adriana disfrutaban de un té mientras adecentaban limpiado lo que buenamente podían. Un pequeño spark revoloteaba por la sala observándolo todo con curiosidad, pero no acercándose demasiado a los restos de muertos o la sangre...
" ¡Oh la Oscuridad...! "