Guilbert había pasado taciturno gran parte de la velada hasta que los dos esbeltos Halflings, ya identificados como Eladrins comenzaron su danza. La belleza del estilo de combate y la pulcritud de sus movimientos compungieron al joven trovador. Estupefacto por aquel despliegue de capacidades fue relajándose dejando marchar aquel temor que amordazaba su corazón tras estar tan cerca de la muerte. Que decir del buen vino, que copa a copa fue cambiando el estado de ánimo con ese rico calorcito que convierte al bardo en lo que todo el mundo espera que sea un bardo.
Tras intercambiar unas palabras con Volo vuelve a la mesa a degustar un poco mas de vino en la sobremesa. Escucha atentamente las preguntas y revelaciones sobre el culto y Xanathar. Parece vital en la misión seguir los pasos de Lady Kima pero si no está muerte, ¿dónde se encuentras que resulta protegida contra los hechizos de localización? Muchos fragmentos del alma repartidos y olvidados y parece que Kima va tras uno, pero, ¿y si se supiera de alguno mas? Quizá la propia Kima tuviera respuesta a estas preguntas.
-Lady Laeral- se anima a intervenir en un momento de calma en la velada.-Resulta abrumador para un hijo de waterdeep estar aquí en su presencia compartiendo una copa de vino.-Le dice mientras su cara va sonrojándose..- debo reconocer que soy presa del enbrujo irracional- dice mirando de soslayo hacia Khelben.- porque hace ya algunos años fui embaucado por una Silverhand. Un encantamiento que solo funciona en la mente adolescente y queda grabado como hierro al rojo.- Continúa incapaz de mantener la mirada a la archimaga por los recuerdos de juventud- No tendría yo mas de 12 años cuando disfruté de un encuentro no muy distinto al de hoy, salvo que en aquel no estaba invitado. Desde el quicio de la puerta contemplaba una reunión no muy distinta a esta.. Varios participantes disfrutaban de una generosa cena pero yo no podía prestar atención a otra persona que no fuera Storm Slverhand, su hermana. Entonces contaba una picante leyenda..
Guilbert deja pasar unos segundos. Intenta hacer memoria para que ningun detalle se le olvide. Comprueba el estado de la gaita y continua su relato.
-Cuentan que en un pueblo,hace mucho mucho tiempo, pasó algo prodigioso y esto prodigioso que sucedió fue que se murió un señor, y esto que puede no parecer prodigioso porque nos morimos todos, pero este se murió con una tremenda erección, y no podían enterrarlo porque le quedaba la erección fuera y esto provoca problemas vecinales, porque a nadie le gusta que le pisen la erección a tu muerto, así que le jefe de la tribu le pidió a la primera esposa que le bajara aquello a la manera tradicional.. sabéis cual no? Bueno, imagino que os hacéis una idea.. yaciendo.. y yació, y preñada se quedó, y nació un niño que desde el momento que nació se reveló como un ser dotado con el don de la palabra, porque ese niño, desde el momento del nacimiento contaba historias y como era hijo de un muerto, sabía las historias de los que están bajo la tierra esperándonos y se las traía a los vivos. Historias para que no nos olvidemos de lo que somos, de donde venimos y a donde vamos. Y cuentan que así surgió el primer bardo, con la función de mantener el recuerdo de los que no están y de su memoria.
Porque un bardo no es solo un músico, sino un griot sagrado, un trovador, un juglar y guardián del saber y conservador de la tradición hermética. Guilbert repitió la leyenda palabra por palabra a como se la escuchó a Storm, bardo de Shadowdale. Hinchando la bolsa de la gaita e invitó a los demás a acompañarle.
-Disfrutemos de esta noche porque quizá es la última que podamos compartir todos juntos, Hela querrías acompañarme- y mira a la pálida elfa Hela, señalando al flauta de manufactura elfa que le regaló .- Es un ritmo sencillo, tu solo sígueme como hemos practicado.. Gowther, sería un placer que alguien con tu talento se una a nosotros. Por favor, toquemos, cantemos y riamos, porque mañana los problemas del mundo seguirán ahí, esperándonos.
Gran parte de la noche había transcurrido y Helanya sentía ya el calor en sus mejillas, provocado esta vez por el efecto del alcohol ingerido durante toda la velada. El estado de embriaguez le confería una sensación de falsa placidez y cierta desinhibición que decidió disfrutar antes de pensar en los nuevos peligros que les aguardarían en su nueva misión. Más que nunca, fue consciente de lo cerca que había estado de perder la vida, y no quiso desaprovechar el momento para disfrutar de sus compañeros y de los placeres que tenían a su disposición. Su talante risueño aumentaba de manera directamente proporcional a las jarras de cerveza y las copas de vino que ingería, sonriendo ante cualquier comentario y mostrándose cercana y divertida.
Alzó su copa de vino ante las palabras de Guilbert, rebuscando entre los pliegues de su túnica y mostrando un pequeño objeto alargado, envuelto primorosamente en una tela de terciopelo granate, con una cinta dorada anudada que aseguraba su cierre. Desplegó la tela con cuidado y la flauta que Guilbert le había regalado quedó al descubierto. Hasta el momento, ni siquiera los objetos mágicos que habían encontrado por el camino habían superado la importancia que para la elfa tenía aquel instrumento musical - ¡Cuando quieras, maestro!- le respondió entusiasmada, revolviéndose en la silla y adoptando la mejor posición para acompañarle. Cerró los ojos y, simplemente, se dejó llevar por la energía y la magia de la música que lentamente emanó del instrumento.
Cuando sus anfitriones analizaron los objetos mágicos, Hela dio un respingo al ser nombrada por Khelben. Su primera reacción fue mirar a Kath para adivinar el grado de emoción que le producía a la humana la idea de probarse los ropajes; se dirigió hacia el Archimago con curiosidad - Qué interesante - dijo mientras acariciaba la tela con suavidad - sabía que existía este tipo de atuendos, pero nunca había tenido la oportunidad de examinar ninguno - dirigió una mirada divertida a su amiga - ¿Qué te parece, Kath? ¿Quieres hacer los honores? Si lo prefieres, puedo ser yo la que os muestre las opciones de su magia-
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
- Nos lo conocemos. Es uno de los defensores de la bella y lejana Evermeet. Aunque hace mucho tiempo que nos no le vemos. ¿Cómo conoces ese nombre muchacho? - le pregunta curioso.
- Pues en realidad es... - Zevatur niega con la cabeza a pesar de la sorpresa y emoción de encontrar un vínculo con su supuesto padre nuevo. Los últimos cambios de su historia le han afectado más de lo que parecería y la duda le invade de pronto. Quizás haya más mentiras detrás de sus ancestros, quizás su padre fuese alguien pasándose por el elfo. A saber las capas de mentiras y engaños que Talis había tejido - Estoy en una búsqueda de mi progenitor. Y los indicios me llevan a Galador. Este amuleto me vincula con el... Si lo conocéis quizás me podáis decir dónde lo pondría encontrar o que clase de persona es. - Dice Zevatur, mostrando toda la entereza y seriedad de qué es capaz de simular, aunque el tono elevado de su voz demuestra sus intensan emociones de esperanza, duda y expectación. Pero la música de sus amigos hace que la ansiedad y el sentimiento de no pertenencia a ningún sitio se desvanezcan como suciedad bañada por agua fresca.
Ash charlaba con los grandes héroes de Waterdeep sin demasiado reverencia. Elogió el vino de Khelben, pero apenas comió bebió nada. Los magos nunca le habían inspirado confianza, sobre todo los poderosos. Lady Kyma estaba en problemas, eso era evidente, no quería ser localizada o algo peor. Dos semanas es más que suficiente para que un cadáver se enfríe en una oscura catacumba bajo Mithrall Hall. Si la lady conocía a sus anfitriones seguramente era una persona de recursos, pero perder siquiera un día de compras le parecía una absoluta banalidad.
-Ya hemos perdido mucho tiempo. No sabíamos que lady Kyma podía estar en apuros. Necesitamos saber qué ha descubierto para enfrentar al Culto -se sorprendió así mismo hablando como un paladín y se sacudió la idea de la cabeza algo turbado- si no quiere que la encuentren debe saberse observada -dio un par de vueltas al vino en su copa- no vamos a perder otro día más. Propongo salir por la mañana. Quizá ese Trehold Thunderbrand nos ayude con los preparativos una vez en el baluarte enano.
Cuando la velada acabó y se despidieron de sus anfitriones abordó a Volo en cuanto pisaron la calle. Bueno, más o menos.
-Por cierto, Volo... -es cuanto dijo antes de lanzarle un directo al mentón con la fuerza de un ciclón.
Cuando el puño inclemente se estrelló contra el sorprendido bardo Ash recuperó su compostura. Estaba todo dicho. Le ayudó a levantarse tendiéndole la mano.
Al escuchar el razonamiento sobre los objetos facilitados por Gowther. Quedó impresionado por sus conocimientos y por la facilidad para reconocer los mismos. Al ver que la figura no tenía mayor valor para el grupo, pensó que aquellos magos podrían sacarle partido para localizar místicamente a la tiefling con mayor facilidad.
-Basándome en esta información y si mis compañeros no opinan lo contrario, os ofrecemos la figura por si podéis sacarle partido en la búsqueda de esa tal Sorath. Por lo que nos contó Martin, parecía que preparaba una huida sin retorno.
Asegurando que su lugar no se encontraba en Waterdeep, Gowther aprovechó la oferta de ser asesorado por tales mentes y prosiguió:
-Entiendo que ya no tenemos mucho más que hacer por aquí para ayudar a Raener...No se si hay algún dato que esté en vuestra mano y que nos pueda ayudar en nuestra misión... Estaría encantado de poder recibir vuestro consejo.
Gowther acompaño a Guilbert en su canción pero su aportación no buscaba solapar a Guilbert o llamar la atención. Su estado de ánimo y su mente no se encontraban en un estado adecuado para involucrarse en ese tipo de menesteres, pero tampoco quería generar ser el centro de las miradas negándose a tocar...
Al escuchar la propuesta del guerrero, no pudo evitar disuadirle para continuar con la propuesta de Martin de salir al caer el día. No era solo una cuestión de intereses propios, si querían seguir su viaje todos deberían mejorar su posibilidades.
-Personalmente debo acabar unos asuntos para preparar mi viaje allí. Creo que dada la generosa recompensa de nuestros anfitriones, podrías mejorar tus posibilidades. Seguro que en esta gran ciudad encontrarás una compañera al nivel de "Norma". Además, no sería mala idea que consigamos abrigo adecuado y algún otro objeto nos ayude en nuestra misión por allí.
La noche sucedió sin más sobresaltos para el eladrin. Tras unas conversaciones aquí y allá con aquellas leyendas, Gowther se disculpó y se retiró a meditar sobre todo lo sucedido y prepararse para el viaje.
Tras intentar contener el rubor, con poco éxito, que subió a sus mejillas ante la historia cantada por Guilbert y de alto contenido picante, Martin permaneció callado el resto de la velada perdido en sus pensamientos y planificando el día siguiente, muchas compras tendría que hacer, comprar esa curiosa cuerda de fina seda negra que poseía la cualidad de no acabarse nunca y a ser posible algo que mejorara su defensa para no terminar herido de gravedad en cada combate que sufrieran. Tendría que convencer a Ash de salir, como se había planeado desde el principio, más tarde, al anochecer, puesto que no creía que Mithrall Halls estuvieran tan bien provista como una la gran urbe que era Waterdeep.
Al final de la noche, Martin se acercó a Raenar para pedir un favor personal, debido a que su caballo, al que tenía bastante aprecio a pesar de haber pasado apenas una semanas con él, no podría acceder a donde se dirigían al día siguiente. Con cierto tono de súplica, le solicitó al novicio paladín que en estos días se hiciera cargo de "Obs" en sus caballerizas, y que sin duda le pagaría el mantenimiento durante todo el tiempo que fuera necesario.
A la hora de concluir la jornada, los compañeros le echaron en falta al salir de la torre, el pícaro les hizo una señal para que siguieran sin él mientras comenzaba una conversación privada con Finathiel, el rostro del mestizo era muy serio justo cuando se quedó atrás hablando con el eladrín. De este modo no pudo ver el "agradecimiento" que le dio Ash a Volo por su misión de rescate.
El semielfo apareció mucho más tarde en la posada donde se alojaban con un aura sombría y meditativa, y decidió ir a su habitación directamente para aprovechar las horas de sueño y levantarse temprano para organizar todas las tareas del día siguiente.
Finathiel mira curioso el broche de Zevatur y asiente.
- Nos reconocemos ese broche como perteneciente a su casa. Galador nos es conocido. Su corazón es fuerte, leal y noble. Su lealtada para con el Pueblo es férrea y su guardia para la defensa de Everemeet es encomiable. - mira a Zevatur y asiente, como si comprendiera. - Tememos que no podáis llegar a él, sólo el Pueblo puede llegar a las orillas de Evermeet para que podáis confirmar vuestras sospechas...- mira con cierta compasión al tiefling y, mientras le da espacio y tiempo para pensar qué quiere hacer y asimilar lo que le ha dicho le dice mirándole a los ojos.
- Zevatur, si sólo la mitad de lo que cuentan esos jóvenes sobre tu valor, tu compasión y tu poder es cierto, nos os aseguramos que seríais un digno hijo de la casa de Galador. - pone la mano en su hombro para transmitirle su apoyo. - Pero independientemente de cual sea la sangre que corre por tus venas muchacho - su tono es mucho más cercano ahora - lo que realmente importa, lo que realmente determina quién eres, son las decisiones que tomas en tu vida. Tienes un noble corazón, eres valiente. No dejes que los engaños de los pobres de corazón ensombrezcan eso. -
Laeral contesta a Gowther
- No os demoréis mucho. Los planes del Culto no se detienen y siento que mucho ha de hacerse antes de poder detenerles esta vez. Entre ellos y los gigantes tenemos las manos llenas ahora mismo. Mientras vosotros tratáis de localizar a Lady Kima, intentaremos reunir a nuestros aliados para presentar un frente común contra estas amenazas. Si queréis pertrecharos para lo que está por venir y por vuestro viaje os recomiendo dos tiendas. Para los objetos mundanos acudid a Auranne Emporium. Para necesidades más arcanas os recomiendo ir a la tienda de Mirt el Prestamista. Si él no lo tiene os indicará quién puede tener lo que buscáis. -
Renaer asiente a Martin
- No te preocupes. Lo recogeré personalmente del establo y cuidaré de él. De todas vuestras monturas - dice mirando al resto para que ninguno deba preocuparse.
Volo sale despedido y da con su trasero en el suelo.
- Ouch! - dice moviendo la mandíbula - no estoy muy seguro de merecer esa... - le dice a Ash aceptando su mano para levantarse.
Por la mañana Morko mantiene una conversación con Duncan y le da una bolsa, para luego salir a la ciudad. Al cabo de un par de horas vuelve, con un nuevo par de botas, una cuerda y ropa para el frío.
Antes de partir hacia la torre se acerca al establo y tras cepillar al Gahr, le da una manzana y le dice:- te llamó cuando salga de las minas. Y con un gesto devuelve a su compañero al plano celestial.
-Listo- dice a sus compañeros, que poco a poco se reúnen.
Un par de horas antes de la partida a Mithral Halls.
Tras las compras, Martin, con la bolsa de oro más ligera que nunca, se dirigió serpenteando entre las calles de Waterdeep hasta la zona de la ciudad donde se encontraba su nueva hacienda, le habían dado una copia de las llaves, como a cada uno de sus compañeros, y quería echarle un ojo por su cuenta. La destartalada casa era grande, y sorprendió gratamente al semielfo. Necesitaría arreglos y mucha restauración en el interior sin duda, pero su corazón parecía latir ligeramente más fuerte al sentir un lugar al que quizás pudiera en un futuro llamar hogar. En silencio giró la llave en, la extrañamente en buen estado, cerradura.
Entrando con discreción en la sombría mansión, paseó entre sus pasillos y habitaciones con interés, usando su imaginación para visualizarla ya acabada, ... veía en ese patio interior, ahora destartalado, un frondoso y cuidado jardín, quizás pudiera plantar un roble que creciera por encima de la techumbre de la casa. En el ático soñó despierto con un aviario donde decenas de cuervos podrían vivir en libertad, pudiendo salir y entrar por la ventanas especiales dedicadas a ellos. Quizás una imponente vidriera en el salón principal que alumbrara con un crisol de colores durante el día lo que la cálida chimenea haría durante las frías noches.
Al deambular por las diferentes cámaras, el mestizo se detuvo en una en especial, un poco más alejada del resto y con ventanales que daban a los callejones traseros, más angostos y menos iluminados. - Perfecta -se dijo para sí mismo, le gustaban los dormitorios espartanos, pero con decenas de paneles y lugares ocultos donde esconder todo tipo de objetos de utilidad y normalmente de dudosa legalidad. Tendría que hacer muchos cambios, pero la ubicación era perfecta. No tardó mucho en grabar en la puerta una artística M con su daga mientras sonreía con cierto gesto picaresco.
Antes de salir y cerrar la puerta tras de sí. Martin suspiró satisfecho, había regalos mucho más valiosos que el dinero o las gemas. Regalar un hogar no tenía precio para él, y era algo que agradecería por siempre a los Lores y Damas de la compañía de Kelbhen Blackstaff.
En la torre de Khelben, al anocher, en la sala del círculo de teletransportación.
Las horas habían pasado volando para el mestizo, compras de todo tipo, trueques, cambios de monedas, gemas, todo debía estar listo, eso incluía añadir a su mochila ropa de abrigo para el frío Norte, tarea de la que se acordó en el último momento. La visita a la Hacienda le había revitalizado en cierta manera y a pesar de la peligrosa incursión que tenían por delante, Martin estaba de un extraño buen humor, cosa rara en él.
Como siempre llegó el primero a pesar de que Helayna al parecer se había quedado toda la noche en la torre estudiando sus temas de hechicería. Saludando con educación a sus anfitriones se colocó cerca del círculo con sus nuevos pertrechos, esperando a sus aliados. Una nueva armadura de cuero tachonado en colores oscuros y verdes protegía su torso. Parecía bastante recia y a veces se podía percibir un ligero aroma a cedros y nogales si se estaba suficientemente cerca. En una de la trabillas de su pantalón, tenía atada y enrollada una ligera cuerda de seda negra, de un tamaño de no más de dos metros, lo que hacía dudar de su utilidad debido a su corta longitud. Completaba su nuevo atuendo un arco muy diferente al que él solía portar a su espalda, pues éste tenía alguna runas talladas a lo largo de sus palas superiores e inferiores, haciendo fluir algún tipo de letanía escrita en élfico. En sus dos extremos un par de plumas de cuervo adornaban el arma, a juego con las que se dibujaban en sus botas. "Seeker", su fiel cuervo que le acompañaba desde que abandonaron la ciudad conocida como "La Joya de Lathander", estaba posado en su hombro tranquilo y observador.
Pero, sin duda, el cambio más llamativo del mestizo era algo ajeno a su equipo. El color de los ojos había cambiado, era algo sutil pero claramente diferente, la tonalidad de su iris había deslizado el color gris-verde que le caracterizaba, a uno más púrpura... recordando quizás más al color de ojos que solían poseer los Drow.
Sacando un ajado odre relleno de licor enano, y dando un profundo trago, el semielfo habló más para sí mismo que para los que le rodeaban.
- Pues ya estamos listos ... Esta vez seremos un enemigo a temer...
Gowther acabó relativamente temprano de sus estudios de magia y de identificar las pociones. Tenía interesantes rituales entre manos... Acudió de nuevo a la tienda y buscó ropa de abrigo estilizada y a juego con la ropa que adquirió el día anterior. Paseando por las calles, acudió a la tienda que recomendaron aquellos magos y dió con un artículo de exquisita calidad. Unas botas élficas perfectamente construidas, ligeras pero firmes. Al posar el primer pie, pudo ser consciente de que no emitía sonido alguno con sus pisadas... era un gasto justificado.
Tras esto, fue al lugar donde se encontraba la nueva propiedad que junto con sus compañeros había adquirido. Al llegar, paseó por las estancias buscando un sitio apropiado para el. En el interior había un escueto jardín, tal vez impresionante para los habitantes de este plano, pero no para el eladrin. Miró los ventanales que daban al mismo y se acordó de Morko, Guilbert y Ash... definitivamente no quería estar tras esas ventanas cuando les diera por festejar.
Subió por las plantas hasta encontrar la estancia más alejada de aquel jardín. Necesitaba un sitio tranquilo donde poder trabajar. Sin esperarlo encontró un gran ático. Dos ventanales opuestos a modo de claraboya permitía ver el cielo y el horizonte. Dando la posibilidad incluso de acceder al tejado. En dos paredes contiguas habían estanterías con antiguos libros que versaban sobre diferentes temas de esta plano: Historia, arcana, cultura... La mirada de Gowther se iluminó. Era perfecto. Esa sería su habitación.
Tras un rato ojeando aquellos polvorientos libros, Gowther desenfundó Aegnor y se quedó mirando la hoja apoyada sobre sus manos.
"Querida compañera lo que nos depare el futuro es una incógnita, pero juntos marcaremos la diferencia..."
Tras el encuentro con aquel eladrin, el hojacantante comprendió que aquellas sensaciones y presentimientos al empuñar Aegnor no eran fruto de su imaginación. Era tiempo de conciliarse consigo mismo, tiempo de explorar nuevas fronteras... Este plano era insulso, con una magia inherente más pálida, menos evidente... pero había algo que no había experimentado en su plano... Algo que sin duda movilizaba en Gowther nuevas formas de pensar.
Después de esto, acudió al lugar de la cita. Allí se encontró con Martin. Su aspecto era diferente. Tanto en su atuendo como en su actitud. Realizó un cortés saludo.
-Hola Martin. Vengo de la casa que nos obsequiaron. Creo que puede ser un lugar donde poder descansar en nuestra misión. He encontrado en el ático una pequeña biblioteca con libros de este plano.-Dijo mostrando cierto entusiasmo e ignorando el hecho de que el mestizo estuviera bebiendo de nuevo.-Me gustaría que esa sea mi habitación, allí podré seguir estudiando más sobre este plano. Por cierto, he aprendido varios hechizos nuevos. Entre ellos, un ritual que nos permitirá respirar bajo el agua durante un día completo.
El pícaro no se sorprendió al ver que Gowther era eficientemente puntual y le sonrió al entrar en la sala. Inconscientemente guardó con un ágil movimiento el odre en su mochila mientras el eladrín le hablaba. Cuando éste termino le contestó con tono afable.
- Yo también me pasé hace un par de horas, elegí una de las habitaciones del piso de abajo, la marcada con una "M" cerca del jardín en el patio interior... En cuanto al ático me parece bien, aunque ¿no te importaría convivir con un aviario? Claro que si te importaría, que tonterías digo... sería ruidoso y una fuente de distracciones continuas. Discúlpame, a veces no caigo en las cosas obvias...
Martin se quedó pensativo por unos segundos antes de contestar, sin duda le gustaba el Gowther interactivo más que nunca.
- Ese hechizo me parece de gran utilidad, ... - añadió refiriéndose a la capacidad de respirar bajo el agua - probablemente nos sacará de más de un apuro. Por cierto me gustan tus botas nuevas...
El pícaro desvió su mirada hacia el calzado del eladrin admirando la calidad de su nueva equipación.
-Son de manufactura élfica. Previenen del ruido durante las pisadas, por lo que entiendo que serán de utilidad...-Mostrando su atuendo-Además he conseguido estos ropajes, si bien no tiene la calidad a la que acostumbro normalmente, luce bien, es cómoda y posee un encantamiento que arregla roturas y el desgaste diario. Después de pasar por las alcantarillas, pensé que necesitaba algo más práctico.-
Mirando su atuendo y sus objetos-Por lo que veo, tienes armadura y arma nueva. Supongo que has optado por variar tu estrategia. Es lo más lógico, creo que tus habilidades pueden brillar más en la retaguardia.-Conforme finalizaba la frase sus palabras y su rostro se tornaron un poco más serios.
-No pretendía acusarte de nada... ¿Sabes? la confianza es algo recíproco y parece que el devenir hará que irremediablemente los asuntos que ahora no quieres contar, nos afectarán a todos. Es cuestión de anticipación y prevenir... Dos mentes analizan mejor que una, en este caso ocho mentes.-Concluyendo sus palabras para evitar que nadie más oyera esta conversación-No te voy a insistir para que compartas dicha información, pero tampoco os podéis extrañar si no soy capaz de confiar en ti plenamente. Esta cualidad no es algo que se elija, surge fruto de la experiencia y de demostrar al otro...-Quedó fijamente mirando el nuevo color de sus ojos...
-Por cierto, entre los conjuros que he conseguido desarrollar, hay uno que tal vez pueda revertir las consecuencias de aventurarte con fuerzas arcanas desconocidas. Me refiero al resultado de tus visiones. Cuando tengamos un momento de descanso, me gustaría probar algo.-Estas últimas palabras sonaron esperanzadoras y buscaron ejemplificar sus anteriores palabras.
Martin pareció perder su recién adquirido buen humor ante la tesitura de tener que enfrentarse y exponer ciertos secretos de su pasado, ... parecía debatirse unos segundos contra sí mismo, y sin dejar de mirar de reojo a "Seeker" buscando algún tipo de apoyo para dar ese paso adelante. Su mascota lo miró con cierta gracia y emitió un graznido indiferente. Quizás no era lo que esperaba el semielfo en ese momento.
Aferrándose a la confianza mutua en la que Gowther quería basar el trato con él, cosa muy lógica por su parte, el mestizo comenzó a hablar casi en un susurro, usando el idioma de los altos elfos a la perfección, afortunadamente los aguzados sentidos del eladrín era capaces de entender lo que decía apenas sin esfuerzo.
- Algo ocurrió en esa ciudad Gowther, en Elturel, la joya de Lathander, ... di con un templo oculto de la Reina Cuervo, la Tejedora de Destinos. No quiero entrar en demasiados detalles, pero en ese lugar ocurrió la primera visión, ella, la Diosa, estaba en peligro, alguien pretenderá arrebatarle su poder en un futuro, todo se está fraguando. En la visión, pude ver su reino, donde ella habita, más allá de este plano, un lugar entre la vida y la muerte, donde las almas buscan refugio bajos sus alas, y allí era atacada por una especie de nigromante de un poder inconmensurable. Alguien anatema para Ella, que elude su destino cortando sus lazos con la muerte definitiva. Sin embargo un Campeón se interponía y combatía con ese oscuro brujo, aquel que amenazaba la misma existencia de la Dama Negra. No sé quien ganaba ese encuentro, eso no me fue revelado, pero sé que debo encontrarle y protegerle hasta que llegue ese momento. Esa es la misma misión de Helayna, encontrarle... Ella la mandó para que me ayudase en esta búsqueda.
Antes de continuar, el semielfo sacó de uno de sus bolsillos más secretos una cráneo de cuervo elaborado en fina plata.
- La Diosa me entregó esto, como símbolo de la alianza que forjé con ella, ... como ves ... este tema es totalmente ajeno al Culto y la misión que actualmente nos mueve. Por eso no quería inmiscuiros o meteros en más peligros de los necesarios. Supongo que es un tema más a llevar por Helayna y por mi... en cuando acabemos con todo esto y derrotemos al Culto, o al menos frustremos sus planes. En cualquier caso estaré encantado de ser purificado de la maldición de la anciana que sufrí en Daggerford, me robó algo muy valioso, más que recuerdos, la empatía hacia ellos, temas que me deberían remover el alma, ahora no son más una sucesión de imágenes sin emoción alguna. Quiero recuperar lo que me quitó... y no sé como hacerlo o si ni siquiera se puede hacer. A veces los sacrificios son eso, ... sacrificios, y no pueden ser recuperados.
Tras su confesión, Martin mostraba un aspecto algo derrotado, como si hubiera gastado todas sus energías en desenterrar ciertas historias, permaneció en silencio sin intervenir mucho más hasta que llegaran el resto de compañeros.
Zevatur mira sorprendido a Finathiel, sosteniéndole la mirada. Sus palabras aciertan con precisión sobrenatural en sus miedos y convicciones, en sus esperanzas y dudas. Por un momento la inspiración hace que pestañee un par de veces, dejando entrever la pupila de un ser sobrenatural. El inconfundible color y intensidad de un dragón dorado, para aquel que haya mirado a alguno a los ojos.
- No le busco para encontrar mi identidad... no... ya no... - Dice comprendiendo que después de los últimos eventos ya no teme a su propia herencia, que Bahamut le ha mostrado el poder de forjar su propio destino y de forjar su propia identidad. Y él mismo así lo ha mostrado. Incluso con errores, como cuando el enfado con Gowther casi hace que el grupo perezca. - Sin embargo, si me gustaría poder encontrarme con él. Si le veis, decidle que me busque.
Preparandose para partir
Las compras sucedieron con rapidez para Zevatur, sin mucha idea sobre que comprar compró los objetos más extraños que le parecían que podían ser útiles y que le llamaron la atención. El cetro del que habló con Martin, con un efecto sobrenatural que le producía innumerables ideas en la cabeza, también una extraña tinaja con multitud de corchos. El tendero pareció exultante por poder librarse al fin de aquellos cachivaches que llevaban en la tienda un tiempo inmemorable. Agradecido alzó un momento el dedo índice. - Un momento, joven... Tengo aquí algo que todos los aventureros codician. La tenía reservada, pero la guerrera que la reservó debía haber venido a por ella al inicio de la pasada cosecha. Me temo que ya no regresará. - Accediendo a la trastienda saca una bolsa decorada con bonitos bordados rojos y negros.
¡Un saco de contención! Emocionado por la compra acude al mercado donde adquiere multitud de cachivaches, esperando darles un uso en el futuro. Un gancho, una cuerda más larga, arena... Diversos objetos que por su peso y volumen nunca hubiese podido llevar de aventura pero que ahora, dentro del saco, puede llevar. Al fin acude a una pequeña tienda de magos donde compra hierbas, un brasero de latón y polvo de plata y hierro. Cargado con las bolsas de la compra y sus pertenencias duda un momento con la llave de su nueva posesión en la mano, pero niega con la cabeza. Quizás otro día, ahora prefiere pasar tiempo con su antigua familia. Y sus pasos se dirigen al Oasis verde.
- Tomad estos 1800 oros y haced lo que tengais que hacer... cambiaros de lugar, dejad el oficio, iniciar otro negocio, mejorad la seguridad... - dice zevatur a las chicas y chicos del burdel. - Ahora debo ir a Mithrall Hall y no quiero llevar tanto oro de aventuras.
Por la mañana llega a la cita con la mochila llena, con una larga cuerda y un saco de dormir amarrados a la misma, dos zurrones bien ceñidos y sujetos a su cuerpo y en el cinturón un par de varitas acompañadas del extraño cetro.
- Habéis visto la casa? - Pregunta alegre a Martin y Gowther. - He estado pensando que quizás a mí me gustaría alguna habitación en el piso de abajo, con acceso a la calle principal, para poder hacer allí una pequeña capilla a Bahamut. O quizás no... Aun no sé muy bien que hacer después de que este asunto del culto. Si es que acaba algún día. - Su alegría se torna duda e introspección al sentir de pronto un vacío de propósito y guía de desarrollo personal.
El pasado de Zevatur ha quedado aclarado y ahora Zevatur abandona sus bond (There is evil in me, I can feel it. It must never be set free) y flaws (I am a purveyor of doom and gloom who lives in a world without hope). Una nueva etapa empieza en su vida, pero por el momento está algo perdido. Y lo estará hasta que rehaga sus bonds y flaws.
Ash se reunió con sus amigos habiendo dejado atrás las ropas del templo con las que había acudido a la cena. Ahora vestía su viejo uniforme bajo la brillante coraza y una flamante capa roja. No menos brillante era su sonrisa jactanciosa mientras caminaba hacia el grupo haciendo notar el pomo de su nueva espada al cinto. La cabeza de un león dorado rugía en el pomo y unas guardas con garras sostenían dos perlas negras a ambos lados de la hoja.
-¿Qué os parece? ¿Bonita, mmm? Os presento a Gloria -dijo ampliando la sonrisa un poco- qué puedo decir, me enamoré. Por cierto Zevatur he pensado que quizás tu familia podría instalarse en nuestra nueva propiedad. Cuidarían de ella en nuestra ausencia. Al menos alguien le daría uso -sonrió con cínicamente- las casas viejas se estropean si permanecen cerradas. En fin, ¿ya estamos todos? Será mejor que partamos cuanto antes.
A la espalda llevaba víveres para varios días, cuerdas y antorchas asomando de su mochila de aventurero.
Entusiasmada con la respuesta de Kath, recogió con cuidado el traje que le ofrecía Khelben - Buscaré un lugar más apropiado para cambiarme, vuelvo en seguida - dijo mientras salía por una de las puertas del majestuoso comedor. Unos minutos más tarde, todos la vieron aparecer con un traje negro de pantalón, atravesado por multitud de cintos que se ajustaban a su torso y a sus piernas y que dejaba entrever la figura estilizada que siempre permanecía oculta bajo su túnica. Sin duda, recordaba a los trajes de faena que solía lucir Martin.
La shadar-kai se plantó delante de los comensales dispuesta a hacer una demostración de las bondades del traje mágico. Arrugando la frente y haciendo memoria, elevó la voz, pronunciando con ímpetu la palabra - ¡Tilek! - y, al instante, la elfa se vio envuelta en un abrigo largo de un color beige oscuro que casi arrastraba por el suelo, coronando su cabeza con un sombrero de ala ancha que bien podía recordar al de Guilbert, aunque sin su característica e imponente pluma. La hechicera miró hacia arriba, tocando un extremo del sombrero y sonriendo divertida, mientras daba una pequeña vuelta sobre sí misma a la vez que pronunciaba la palabra mágica de nuevo. Y así pasaron la última parte de la velada, de vestido en vestido, mientras los observadores valoraban el estilo, la funcionalidad e incluso el porte de la modelo en que se había convertido la elfa por unos momentos. Cuando hubieron comprobado todas las posibilidades y la cena estaba a punto de finalizar, Helanya decidió volver a vestirse con sus ropas habituales y reservar su nuevo atuendo para el viaje.
Sus amigos comenzaron a levantarse de la mesa para dirigirse a descansar y ella aprovechó un momento de intimidad para conversar con su anfitriona: - Laeral, quería agradecerte de nuevo la amabilidad y la espléndida velada que hemos disfrutado en vuestro hogar, además de los asombrosos obsequios que nos habéis brindado. Y, aún a riesgo de aprovecharme de tu generosidad, me gustaría pedirte el favor de permanecer esta noche también en la torre. Me temo que el viaje y la misión en Mitrill Hall será prolongada y peligrosa y no sé cuándo regresaremos a la ciudad. Si me lo permites, me gustaría pasar unas horas estudiando algún hechizo que pueda ayudarnos a protegernos y, por descontado, será un placer seguir conversando contigo y con Khelben si decide unirse a nosotras - dijo, terminando con una sonrisa.
Tras la confirmación de Laeral ante su petición, la shadar-kai se despidió de sus compañeros, informándoles de que se reuniría con ellos al día siguiente.
[Al día siguiente]
Afortunadamente para la hechicera, unas pocas horas de descanso le eran suficientes para recuperarse y reponer fuerzas. Después de disfrutar de la compañía de los Archimagos y empaparse de la sabiduría de los libros de aquel edificio, salió de la torre con una curiosidad voraz por ver la casa que les habían cedido. Llegó a media mañana, atravesando sin prisa el jardín que rodeaba la estructura. Era una casa grande, por la que se apreciaba el inevitable transcurrir del tiempo, pero a la vez expedía la robustez propia de las casas con personalidad y secretos olvidados entre sus paredes. Sonrió ante la idea de instalarse allí, a pesar de que el inminente viaje no lo permitiría por el momento.
Rodeó la morada, imaginando cómo serían las habitaciones por dentro, asomándose tímidamente por las ventanas y descubriendo el interior en penumbras. Finalmente, se decidió a atravesar la puerta principal y recorrer los pasillos de la solitaria y silenciosa residencia.Se tomó su tiempo para investigar todos los rincones, empezando desde el desván. Mientras accedía tras las numerosas puertas de la propiedad, su cabeza creaba habitaciones imaginarias, formándose una idea de cómo podría lucir una vez restaurada.
Desde la planta principal, unas escaleras parecían descender hasta las profundidades de la tierra. Se aventuró a bajar por ellas, escuchando el crepitar de la madera bajo sus pies, hasta que una puerta detuvo su marcha. Al abrirla, accedió a lo que parecía ser el semisótano del edificio. La oscuridad y el olor a cerrado y a humedad de la tierra recibió a la shadar-kai con una cálida bienvenida. No pudo evitar sentirse en casa otra vez, y la nostalgia se apoderó de ella unos instantes; los recuerdos de su plano acudieron raudos y fue en ese momento en el que decidió que sus aposentos se establecerían en aquel lugar. Gloom, que había permanecido en el hombro de la elfa durante todo el recorrido, alzó el vuelo y revoloteó por la amplia estancia, graznando excitada mostrando su acuerdo en la elección.
Después de observar con atención, se acercó a una de las paredes en la que unos tablones de madera, carcomidos por el tiempo y ligeramente podridos, escondían unos pequeños ventanales a la altura de su cabeza que quedaban casi al ras del suelo de la parte exterior. Con algo de dificultad consiguió arrancar uno de ellos y la luz se introdujo veloz hacia el interior, revelando multitud de motas de polvo que danzaban por toda la estancia; "no hay luz sin oscuridad" musitó satisfecha. Después de disfrutar de la soledad y antes de marcharse, descubrió uno de sus brazos y, tras desenvolver su kit de tatuaje, rasgo su piel con pequeñas líneas rectas que recordaban el boceto de una casa con su tejado. Cerró la puerta tras de sí y se encaminó hacia la torre.
Helanya llegó apresuradamente a la cita con sus compañeros. Parecía ser de las últimas. Finalmente había elegido la opción de la ropa cómoda y funcional para el viaje, un poco absurdo teniendo en cuenta que el viaje consistía en una teletransportación, pero no iba a desaprovechar ninguna ocasión para probar las diferentes opciones que le brindaba su nueva adquisición. Aún así, iba cubierta con su capa larga y negra con capucha y una pequeña mochila con sus pertenencias.
- Siento la demora - dijo a modo de disculpa, situándose entre sus compañeros - Vengo de visitar nuestra nueva propiedad, ¿habéis ido a verla? Me gustaría instalarme en el semisótano si no tenéis inconveniente. Es amplio y me siento cómoda refugiada en la penumbra -
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Gowther escuchó atentamente las palabras de aquel mestizo. Podía sentir su preocupación por la envergadura de lo que tenía entre manos. -Es cierto que mi objetivo directo se mueve en torno al culto, pero por encima de todo está preservar integridad de los diferentes planos.- Mirándole a los ojos fijamente-Indirectamente todos lo reinos del lado del bien deben apoyarse.-Desviando la cabeza haciendo memoria sobre sus conocimientos arcanos-Lo poco que se sabe de ella es que fue traicionada por varios de los suyos sedientos de poder cuando era una más entre nosotros. De dicha traición fue forjada en algo que está más allá del bien y del mal y arrastró a los suyos consigo. De todos los elfos que existen por los diferentes planos, los shadar-kai son los más alejados de Corellon. En cierta manera, su pueblo y el mío son como imágenes opuestas en un espejo. Siempre ha sido vista por los míos como una entidad neutral, con capacidad para tomar decisiones a ambos lados de la balanza y cuyas intenciones son inescrutables. Esto nos ha hecho verla con cautela, pero lo que es seguro es que su final no solo supondrá la pérdida del faro al que se aferran sus súbditos como polillas perdidas en la inmensidad de la noche... La fuente de poder y conocimiento que ostenta la Reina Cuervo puede desencadenar un gran desequilibrio en malas manos-
Apoyando su mano en su hombro dijo no solo para Martin sino para el mismo.-Esta situación no puede recaer exclusivamente en vuestros hombros. La historia de todos los pueblos nunca fue fraguada por unos pocos. Fue la suma de muchas fuerzas las que hicieron marcar una diferencia... Siento que no te hayas planteado contar conmigo antes...-En ese momento vio necesario retomar otros temas para intentar comprender el desencuentro ocurrido días atrás antes de llegar a Waterdeep y otros malentendidos con el grupo.-Siempre he intentado ser pragmático y lógico para resolver situaciones, buscando ser proactivo para facilitar mi ayuda. Ya sea con mi magia, con mi razonamiento o con mi espada... Y han sido muchas las ocasiones en las que mis acciones no han sido bien recibidas...-
Entonces expresó sus pensamiento reconociendo parte de culpa-Pero también es verdad que me he visto abrumado por la decadencia mágica y sensorial de este plano. Es la primera vez que visito vuestro hogar y mi misma existencia lo nota. Afecta a cada fibra de mi ser del mismo modo que Helayna está completamente encantada porque su hogar es justamente lo contrario, un lugar vacío donde ni siquiera la oscuridad posee intensidad suficiente como para abrumar los sentidos-
Haciendo una pausa ordenando las ideas para no expresarse de manera hiriente.-También está mi aparente indiferencia ante los eventos, estoy empezando a ser consciente de que la confianza que me tomé para transmitir lo que a mis ojos era evidente para mejorar las posibilidades del grupo, ha sido tomada como una ofensa. A mi nunca me enseñaron en la virtud del cariño y la empatía, ayer creo que esto se hizo patente... Mi inercia es verlo todo desde el prisma de la perfección y creo que esto ha sido malinterpretado constantemente. Todos tenemos un pasado Martin y este hace que las personas se comporten de muchos modos. Nunca me paré a juzgar vuestro comportamiento, al contrario... Al ver tu estado anímico y tu consumo despreocupado de alcohol, incluso en situaciones peligrosas, mi pretensión fue entender la causa para buscar una posible solución. En este caso, estudiar posibles hechizos que están en mi mano para aportar un posible remedio. -Sus palabras mostraron un fuerte sentimiento contenido, real y sincero, pero antes de que fuera a más, Gowther tragó saliva y continuó buscando reconducir su discurso a un lugar más cómodo donde concluir la conversación antes de que llegara el resto. -Lo que quiero decir con todo esto es que si no podemos confiar entre nosotros y tendemos a interpretar nuestras intenciones de un modo negativo, no veo forma en la que podamos enfrentarnos a los eventos que se avecinan. No tiene sentido que todos optemos por afrontar solos temas con tal envergadura cuando su carga puede ser más liviana entre varios.
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Al llegar Zevatur, Ash y Helayna, Gowther comparte también su interés por el ático con la pequeña biblioteca y no se sorprende por las decisiones tomadas por sus compañeros en ese sentido. Al escuchar las palabras del humano le responde.-Parece que falta Morko, Guilbert y Kath por llegar.
Tras tocar, cantar y beber Guilbert aprovechó que ya estaba llegando al final la velada para extraer un pesado libro del petate donde traía también la gaita. Era enorme, en cuero verde oscuro adornado con relieves de rosas como las que lucía en su armadura de cuero, pero sin desgaste aparente. Una cadena enlazaba su lomo con una pequeña cerradura plateada que aprisionaba las tapas protegiendo su interior de miradas curiosas. Cuando la luz de la luna llena besó su superficie filamentos de plata brillaron intensamente dibujando el contorno de los repujados y runas hasta ese momento ocultas.
-Esto..-dijo depositando el pesado tomo encima de la mesa..- esto es lo único que queda de una centenaria orden de caballería.. la orden de la Rosa Negra.. mi orden.
Los ojos de Guilbert tornaron brillantes por las lagrimas contenidas, su voz se quebró perdiendo su correcta entonación. Apuró de una sentada la copa de vino que tenía antes de poder continuar. Aunque a quién iba dedicada aquella historia era a sus nuevos compañeros parecía importarle poco el resto de gente que allí había, seguramente ya conocedores de su historia.
-Hace centurias- prosiguió algo mas tranquilo- un despreciable demonio, Xolotl es su inmundo nombre, había hecho de las Montañas de la Espada su patio de perversión y corrupción. Solo la conjura de los humanos de los valles supervivientes y los druidas pudieron con aquel engendro. -El bardo aprovechó para dar un pequeño sorbo de vino y aclarar un poco mas la voz, prosiguiendo con su relato- Aquellos druidas consiguieron dar con su rastro y con la falla que usaba para viajar entre ambos mundos, en una cueva en la ladera afilada recuerdo de las guerras entre dioses y titanes, donde crecían rosales salvajes que florecían con vivos colores. Incapaces de acabar con el demonio urdieron un plan para encerrarlo para siempre y tuvieron éxito. Los druidas levantaron un círculo de menhires con poderosos glifos y runas mágicas para mantener el encierro mientras que entre los humanos surgió el compromiso juramentado de vigilar el cautiverio infernal. El círculo de dólmenes pasó a empalizada, a muro, a torres, a edificaciones, que con los años se erigió la fortaleza de Kernowek sobre aquella tierra marchita que mantuvo los rosales pero solo florecían rosas negras como la noche de los tiempos y que dio nombre a nuestra Orden.-Mientras relataba el origen se llevó una mano a su armadura con motivos florales..- La Orden de la Rosa Negra había nacido, siempre con 100 hermanos, con un ojo hacia el exterior y otro hacia el interior y durante generaciones defendieron aquella plaza así como un talla en ébano con forma de rosa, la llave que encerraba el poder para romper los glifos y protecciones y que fue encastrada en una poderosa espada, Ebon Rose, que portaba el Mariscal. Muy joven fui rescatado de las calles de esta ciudad, y seguramente de una muerte temprana, por el Senescal de secretos, bardo de batalla cuyo fin en la Orden es mantener su memoria y custodiar el Cantar de la Rosa Negra.
Dijo posando ambas manos sobre el enorme libro. Acariciando su superficie y recordando años felices cuando era parte de algo mas grande que él mismo. Una misión en la vida que dio sentido a su existencia
-Hace un par de años.. -y por segunda vez aquella noche la voz del bardo se quebró.- volvía a Kernowek desde Waterdeep, solo venía a por ciertos recursos difíciles de encontrar en las montañas, pero me entretuve en placeres de la ciudad y mil veces me maldigo de aquello.. pues pudiendo haber encontrado reposo con mis hermanos, solo llegué para darles sepultura y rescatar sus cuerpos abrasados de las ruinas de la fortaleza. Mas de ochenta.. clérigos, paladines, guerreros.. -hizo una pequeña pausa para tragar saliva.- bravos caballeros sorprendidos desde el interior y que encontraron un terrible final. No solo Xolotl quedó libre de nuevo, también desapareció La espada capaz de derrotarle, EbonRose, y los pocos supervivientes de misión lejos de kernowek fueron perseguidos y cazados. Desde aquel día desaparecí y comencé la búsqueda con ayuda de aliados- dijo mirando hacia los Lores de la ciudad.- Pero quien fuera el traidor se está encargando de terminar el trabajo.
-Ayer,-continuó.- cuando sucumbi al atque de aquellos seres, no solo salvasteis la vida a un bardo charlatán, sino que protegisteis la memoria centenaria de mi Orden. Su recuerdo, su credo y sus héroes se recogen en el Cantar y como bardo, y ahora Senescal de secretos mi misión es saberlos, transmitirlos y actualizarlos. -humedeciendo la pluma en el bote de tinta abrió el enorme volumen casi al final.-Por eso incluiré vuestro nombre en sus páginas y no descansaré hasta que pued devolveros este compromiso vital que he contraído. Suplico a los Lores me dejen acompañaros hasta que mi deuda quede pagada.
Mas tarde, cuando de despedían Renaer se le acercó.
- Gracias. No sólo por salvar a Floon y evitar que yo acabara muerto o peor, si no por abrirme los ojos a la realidad. Tus palabras y vuestro ejemplo han conseguido lo que toda una vida viviendo a la sombra de mi padre y abuelo no consiguieron. Ahora espero poder capear lo que se me viene encima. El Templo me espera mañana a primera hora para empezar a entrenar! - exclama entre emocionado y escandalizado. - Demonios ni siquiera me he emborrachado esta noche. - mira con una sonrisa a Guilbert - empiezo a preguntarme si no debería odiarte un poco... -
Guilbert no puede dejar de mirar con ternura al joven.. su conversación con Volo l ehace mirar a aquel chico como queriendo ver dentro de él mas de lo que se deja ver. Una idea cruza su mente.. "y si.. no no puede ser.."
-Por tus venas corre la misma sangre de tu padre y tu abuelo.-Le dice poniendo ambas manos en sus hombros.-Posees su tenacidad y valor, no tengo duda. Serás digno poseedor de esa espada por Lathander y por la Rosa Negra.-Sacando el enorme libro del petate se lo ofrece al Reaner.- Creo ardaque deberías gurlo tú, aunque solo un caballero de la rosa negra puede tener ese honor, Sería un honor para mi armarte nuevo miembro de la Orden. No te supondrá mas compromiso que el que te impongan en el templo, y también te permitirá alguna que otra cerveza.
- Aunque sería un honor guardar el libro si así lo deseas y mantenerlo a salvo... acabo de realizar unos votos y juramentos en el templo del Dios de la Mañana. No me aventuraría a tomar otros votos tan pronto, sobretodo sin consultar con mis superiores. No quiero ofenderte y me siento tremendamente honrado pero creo que debemos ser prudentes aqui amigo mio. - dice sonriendo, esperando que el bardo no se ofenda.
A la mañana siguiente, y mientras todos se preparan para el siguiente capítulo de su viaje, Helanya encuentra a Kath en la vivienda que les espera, está con Volo y Floon y parece que están hablando sobre cuales son las prioridades en las que trabajar y arreglar para preparar la morada para su vuelta. Hela ve que les da la bolsa con su recompensa, y por lo abultada que está debe de contener casi toda.
- Esto debería cubrir muchos de los gastos y permitiros contratar a gente de confianza para el servicio - la oye decir. - No sabéis cómo os lo agradecemos... - Ellos insisten en que los agradecidos son ellos y Volo le repite que se asegurará de que la casa es cómoda y confortable para ellos cuando vuelvan. Cuando la shadar-kai les habla de sus preferencias Floon, entusiasmado, le promete que se encargará de la reforma y adecuación del sótano para ella.
Minutos más tarde, y con todos reunidos en la Torre Blackstaff, el propio Khelben vuelve a abrir su puerta y esta vez entran directamente en un estudio circular, mucho más parecido a lo que esperarían en una Torre. La sala está iluminada por cinco bolas de cristal que flotan perezosamente sobre sus cabezas, recorriendo despacio todo el perímetro de la sala para iluminarla. La habitación no tiene ningún ornamento ni mueble y tan sólo tiene la puerta por la que entran y hasta esta desaparece en el muro de piedra cuando el archimago la cierra tras pasar él.
En el suelo pueden ver un círculo arcano compuesto por símbolos y glifos. Khelben les informa mientras van pasando al centro del mismo.
- He contactado con Leosin pero aún no ha podido llegar al lugar de la excavación del templo. Si tuviera noticias relevantes nos las hará llegar. Os manda recuerdos... - dice el archimago lacónico, como si ya estuviera concentrado en su próximo hechizo.
- Que Tymora os sea propicia - dice antes de comenzar su encantamiento. Según la voz de Khelben Arunsun aumenta de intensidad, mientras mueve sus manos en intricados patrones, los símbolos y glifos del suelo comienzan a brillar con una luz azulada cada vez más intensa. Con una última orden arcana, la luz ciega a todos y Ash siente como su estómago se cae a sus pies y siente que su cuerpo es lanzando en la dirección opuesta. La sensación dura apenas un segundo, pero es suficiente como para dejarle algo mareado.
Todos tienen la misma sensación mientras van recuperando la visión. Por un momento Morko piensa que el hechizo no ha funcionado, pues se ve rodeado de piedra, como estaban en la torre, pero enseguida reconoce el fino trabajo de los artesanos enanos en la piedra, que es algo más oscura, que les rodea.
- Bienvenidos a Mithral Hall - dice una voz rasposa a su espalda. Al girarse Morko ve a otro enano, calvo y con la barba blanca, que le cuelga más allá de la cintura, vestido con una túnica blanca, aunque al moverse se escucha que lleva las botas de hierro típicas de su raza. - Trehold Thunderbrand a vuestro servcio - dice el enano con una reverencia.
Un par de cristales de lava en las paredes iluminan la estancia.
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Guilbert había pasado taciturno gran parte de la velada hasta que los dos esbeltos Halflings, ya identificados como Eladrins comenzaron su danza. La belleza del estilo de combate y la pulcritud de sus movimientos compungieron al joven trovador. Estupefacto por aquel despliegue de capacidades fue relajándose dejando marchar aquel temor que amordazaba su corazón tras estar tan cerca de la muerte. Que decir del buen vino, que copa a copa fue cambiando el estado de ánimo con ese rico calorcito que convierte al bardo en lo que todo el mundo espera que sea un bardo.
Tras intercambiar unas palabras con Volo vuelve a la mesa a degustar un poco mas de vino en la sobremesa. Escucha atentamente las preguntas y revelaciones sobre el culto y Xanathar. Parece vital en la misión seguir los pasos de Lady Kima pero si no está muerte, ¿dónde se encuentras que resulta protegida contra los hechizos de localización? Muchos fragmentos del alma repartidos y olvidados y parece que Kima va tras uno, pero, ¿y si se supiera de alguno mas? Quizá la propia Kima tuviera respuesta a estas preguntas.
-Lady Laeral- se anima a intervenir en un momento de calma en la velada.-Resulta abrumador para un hijo de waterdeep estar aquí en su presencia compartiendo una copa de vino.-Le dice mientras su cara va sonrojándose..- debo reconocer que soy presa del enbrujo irracional- dice mirando de soslayo hacia Khelben.- porque hace ya algunos años fui embaucado por una Silverhand. Un encantamiento que solo funciona en la mente adolescente y queda grabado como hierro al rojo.- Continúa incapaz de mantener la mirada a la archimaga por los recuerdos de juventud- No tendría yo mas de 12 años cuando disfruté de un encuentro no muy distinto al de hoy, salvo que en aquel no estaba invitado. Desde el quicio de la puerta contemplaba una reunión no muy distinta a esta.. Varios participantes disfrutaban de una generosa cena pero yo no podía prestar atención a otra persona que no fuera Storm Slverhand, su hermana. Entonces contaba una picante leyenda..
Guilbert deja pasar unos segundos. Intenta hacer memoria para que ningun detalle se le olvide. Comprueba el estado de la gaita y continua su relato.
-Cuentan que en un pueblo,hace mucho mucho tiempo, pasó algo prodigioso y esto prodigioso que sucedió fue que se murió un señor, y esto que puede no parecer prodigioso porque nos morimos todos, pero este se murió con una tremenda erección, y no podían enterrarlo porque le quedaba la erección fuera y esto provoca problemas vecinales, porque a nadie le gusta que le pisen la erección a tu muerto, así que le jefe de la tribu le pidió a la primera esposa que le bajara aquello a la manera tradicional.. sabéis cual no? Bueno, imagino que os hacéis una idea.. yaciendo.. y yació, y preñada se quedó, y nació un niño que desde el momento que nació se reveló como un ser dotado con el don de la palabra, porque ese niño, desde el momento del nacimiento contaba historias y como era hijo de un muerto, sabía las historias de los que están bajo la tierra esperándonos y se las traía a los vivos. Historias para que no nos olvidemos de lo que somos, de donde venimos y a donde vamos. Y cuentan que así surgió el primer bardo, con la función de mantener el recuerdo de los que no están y de su memoria.
Porque un bardo no es solo un músico, sino un griot sagrado, un trovador, un juglar y guardián del saber y conservador de la tradición hermética. Guilbert repitió la leyenda palabra por palabra a como se la escuchó a Storm, bardo de Shadowdale. Hinchando la bolsa de la gaita e invitó a los demás a acompañarle.
-Disfrutemos de esta noche porque quizá es la última que podamos compartir todos juntos, Hela querrías acompañarme- y mira a la pálida elfa Hela, señalando al flauta de manufactura elfa que le regaló .- Es un ritmo sencillo, tu solo sígueme como hemos practicado.. Gowther, sería un placer que alguien con tu talento se una a nosotros. Por favor, toquemos, cantemos y riamos, porque mañana los problemas del mundo seguirán ahí, esperándonos.
Gran parte de la noche había transcurrido y Helanya sentía ya el calor en sus mejillas, provocado esta vez por el efecto del alcohol ingerido durante toda la velada. El estado de embriaguez le confería una sensación de falsa placidez y cierta desinhibición que decidió disfrutar antes de pensar en los nuevos peligros que les aguardarían en su nueva misión. Más que nunca, fue consciente de lo cerca que había estado de perder la vida, y no quiso desaprovechar el momento para disfrutar de sus compañeros y de los placeres que tenían a su disposición. Su talante risueño aumentaba de manera directamente proporcional a las jarras de cerveza y las copas de vino que ingería, sonriendo ante cualquier comentario y mostrándose cercana y divertida.
Alzó su copa de vino ante las palabras de Guilbert, rebuscando entre los pliegues de su túnica y mostrando un pequeño objeto alargado, envuelto primorosamente en una tela de terciopelo granate, con una cinta dorada anudada que aseguraba su cierre. Desplegó la tela con cuidado y la flauta que Guilbert le había regalado quedó al descubierto. Hasta el momento, ni siquiera los objetos mágicos que habían encontrado por el camino habían superado la importancia que para la elfa tenía aquel instrumento musical - ¡Cuando quieras, maestro! - le respondió entusiasmada, revolviéndose en la silla y adoptando la mejor posición para acompañarle. Cerró los ojos y, simplemente, se dejó llevar por la energía y la magia de la música que lentamente emanó del instrumento.
Cuando sus anfitriones analizaron los objetos mágicos, Hela dio un respingo al ser nombrada por Khelben. Su primera reacción fue mirar a Kath para adivinar el grado de emoción que le producía a la humana la idea de probarse los ropajes; se dirigió hacia el Archimago con curiosidad - Qué interesante - dijo mientras acariciaba la tela con suavidad - sabía que existía este tipo de atuendos, pero nunca había tenido la oportunidad de examinar ninguno - dirigió una mirada divertida a su amiga - ¿Qué te parece, Kath? ¿Quieres hacer los honores? Si lo prefieres, puedo ser yo la que os muestre las opciones de su magia -
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
- Nos lo conocemos. Es uno de los defensores de la bella y lejana Evermeet. Aunque hace mucho tiempo que nos no le vemos. ¿Cómo conoces ese nombre muchacho? - le pregunta curioso.
- Pues en realidad es... - Zevatur niega con la cabeza a pesar de la sorpresa y emoción de encontrar un vínculo con su supuesto padre nuevo. Los últimos cambios de su historia le han afectado más de lo que parecería y la duda le invade de pronto. Quizás haya más mentiras detrás de sus ancestros, quizás su padre fuese alguien pasándose por el elfo. A saber las capas de mentiras y engaños que Talis había tejido - Estoy en una búsqueda de mi progenitor. Y los indicios me llevan a Galador. Este amuleto me vincula con el... Si lo conocéis quizás me podáis decir dónde lo pondría encontrar o que clase de persona es. - Dice Zevatur, mostrando toda la entereza y seriedad de qué es capaz de simular, aunque el tono elevado de su voz demuestra sus intensan emociones de esperanza, duda y expectación. Pero la música de sus amigos hace que la ansiedad y el sentimiento de no pertenencia a ningún sitio se desvanezcan como suciedad bañada por agua fresca.
Zevatur, Rolthos
Ash charlaba con los grandes héroes de Waterdeep sin demasiado reverencia. Elogió el vino de Khelben, pero apenas comió bebió nada. Los magos nunca le habían inspirado confianza, sobre todo los poderosos.
Lady Kyma estaba en problemas, eso era evidente, no quería ser localizada o algo peor. Dos semanas es más que suficiente para que un cadáver se enfríe en una oscura catacumba bajo Mithrall Hall. Si la lady conocía a sus anfitriones seguramente era una persona de recursos, pero perder siquiera un día de compras le parecía una absoluta banalidad.
-Ya hemos perdido mucho tiempo. No sabíamos que lady Kyma podía estar en apuros. Necesitamos saber qué ha descubierto para enfrentar al Culto -se sorprendió así mismo hablando como un paladín y se sacudió la idea de la cabeza algo turbado- si no quiere que la encuentren debe saberse observada -dio un par de vueltas al vino en su copa- no vamos a perder otro día más. Propongo salir por la mañana. Quizá ese Trehold Thunderbrand nos ayude con los preparativos una vez en el baluarte enano.
Cuando la velada acabó y se despidieron de sus anfitriones abordó a Volo en cuanto pisaron la calle. Bueno, más o menos.
-Por cierto, Volo... -es cuanto dijo antes de lanzarle un directo al mentón con la fuerza de un ciclón.
Cuando el puño inclemente se estrelló contra el sorprendido bardo Ash recuperó su compostura. Estaba todo dicho. Le ayudó a levantarse tendiéndole la mano.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Al escuchar el razonamiento sobre los objetos facilitados por Gowther. Quedó impresionado por sus conocimientos y por la facilidad para reconocer los mismos. Al ver que la figura no tenía mayor valor para el grupo, pensó que aquellos magos podrían sacarle partido para localizar místicamente a la tiefling con mayor facilidad.
-Basándome en esta información y si mis compañeros no opinan lo contrario, os ofrecemos la figura por si podéis sacarle partido en la búsqueda de esa tal Sorath. Por lo que nos contó Martin, parecía que preparaba una huida sin retorno.
Asegurando que su lugar no se encontraba en Waterdeep, Gowther aprovechó la oferta de ser asesorado por tales mentes y prosiguió:
-Entiendo que ya no tenemos mucho más que hacer por aquí para ayudar a Raener... No se si hay algún dato que esté en vuestra mano y que nos pueda ayudar en nuestra misión... Estaría encantado de poder recibir vuestro consejo.
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Gowther acompaño a Guilbert en su canción pero su aportación no buscaba solapar a Guilbert o llamar la atención. Su estado de ánimo y su mente no se encontraban en un estado adecuado para involucrarse en ese tipo de menesteres, pero tampoco quería generar ser el centro de las miradas negándose a tocar...
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Al escuchar la propuesta del guerrero, no pudo evitar disuadirle para continuar con la propuesta de Martin de salir al caer el día. No era solo una cuestión de intereses propios, si querían seguir su viaje todos deberían mejorar su posibilidades.
-Personalmente debo acabar unos asuntos para preparar mi viaje allí. Creo que dada la generosa recompensa de nuestros anfitriones, podrías mejorar tus posibilidades. Seguro que en esta gran ciudad encontrarás una compañera al nivel de "Norma". Además, no sería mala idea que consigamos abrigo adecuado y algún otro objeto nos ayude en nuestra misión por allí.
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La noche sucedió sin más sobresaltos para el eladrin. Tras unas conversaciones aquí y allá con aquellas leyendas, Gowther se disculpó y se retiró a meditar sobre todo lo sucedido y prepararse para el viaje.
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Tras intentar contener el rubor, con poco éxito, que subió a sus mejillas ante la historia cantada por Guilbert y de alto contenido picante, Martin permaneció callado el resto de la velada perdido en sus pensamientos y planificando el día siguiente, muchas compras tendría que hacer, comprar esa curiosa cuerda de fina seda negra que poseía la cualidad de no acabarse nunca y a ser posible algo que mejorara su defensa para no terminar herido de gravedad en cada combate que sufrieran. Tendría que convencer a Ash de salir, como se había planeado desde el principio, más tarde, al anochecer, puesto que no creía que Mithrall Halls estuvieran tan bien provista como una la gran urbe que era Waterdeep.
Al final de la noche, Martin se acercó a Raenar para pedir un favor personal, debido a que su caballo, al que tenía bastante aprecio a pesar de haber pasado apenas una semanas con él, no podría acceder a donde se dirigían al día siguiente. Con cierto tono de súplica, le solicitó al novicio paladín que en estos días se hiciera cargo de "Obs" en sus caballerizas, y que sin duda le pagaría el mantenimiento durante todo el tiempo que fuera necesario.
A la hora de concluir la jornada, los compañeros le echaron en falta al salir de la torre, el pícaro les hizo una señal para que siguieran sin él mientras comenzaba una conversación privada con Finathiel, el rostro del mestizo era muy serio justo cuando se quedó atrás hablando con el eladrín. De este modo no pudo ver el "agradecimiento" que le dio Ash a Volo por su misión de rescate.
El semielfo apareció mucho más tarde en la posada donde se alojaban con un aura sombría y meditativa, y decidió ir a su habitación directamente para aprovechar las horas de sueño y levantarse temprano para organizar todas las tareas del día siguiente.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Finathiel mira curioso el broche de Zevatur y asiente.
- Nos reconocemos ese broche como perteneciente a su casa. Galador nos es conocido. Su corazón es fuerte, leal y noble. Su lealtada para con el Pueblo es férrea y su guardia para la defensa de Everemeet es encomiable. - mira a Zevatur y asiente, como si comprendiera. - Tememos que no podáis llegar a él, sólo el Pueblo puede llegar a las orillas de Evermeet para que podáis confirmar vuestras sospechas...- mira con cierta compasión al tiefling y, mientras le da espacio y tiempo para pensar qué quiere hacer y asimilar lo que le ha dicho le dice mirándole a los ojos.
- Zevatur, si sólo la mitad de lo que cuentan esos jóvenes sobre tu valor, tu compasión y tu poder es cierto, nos os aseguramos que seríais un digno hijo de la casa de Galador. - pone la mano en su hombro para transmitirle su apoyo. - Pero independientemente de cual sea la sangre que corre por tus venas muchacho - su tono es mucho más cercano ahora - lo que realmente importa, lo que realmente determina quién eres, son las decisiones que tomas en tu vida. Tienes un noble corazón, eres valiente. No dejes que los engaños de los pobres de corazón ensombrezcan eso. -
Laeral contesta a Gowther
- No os demoréis mucho. Los planes del Culto no se detienen y siento que mucho ha de hacerse antes de poder detenerles esta vez. Entre ellos y los gigantes tenemos las manos llenas ahora mismo. Mientras vosotros tratáis de localizar a Lady Kima, intentaremos reunir a nuestros aliados para presentar un frente común contra estas amenazas. Si queréis pertrecharos para lo que está por venir y por vuestro viaje os recomiendo dos tiendas. Para los objetos mundanos acudid a Auranne Emporium. Para necesidades más arcanas os recomiendo ir a la tienda de Mirt el Prestamista. Si él no lo tiene os indicará quién puede tener lo que buscáis. -
Renaer asiente a Martin
- No te preocupes. Lo recogeré personalmente del establo y cuidaré de él. De todas vuestras monturas - dice mirando al resto para que ninguno deba preocuparse.
Volo sale despedido y da con su trasero en el suelo.
- Ouch! - dice moviendo la mandíbula - no estoy muy seguro de merecer esa... - le dice a Ash aceptando su mano para levantarse.
PbP Character: A few ;)
Por la mañana Morko mantiene una conversación con Duncan y le da una bolsa, para luego salir a la ciudad. Al cabo de un par de horas vuelve, con un nuevo par de botas, una cuerda y ropa para el frío.
Antes de partir hacia la torre se acerca al establo y tras cepillar al Gahr, le da una manzana y le dice:- te llamó cuando salga de las minas. Y con un gesto devuelve a su compañero al plano celestial.
-Listo- dice a sus compañeros, que poco a poco se reúnen.
Kath sonríe a Hela para que sea ella la que se pruebe la ropa mágica.
PbP Character: A few ;)
Un par de horas antes de la partida a Mithral Halls.
Tras las compras, Martin, con la bolsa de oro más ligera que nunca, se dirigió serpenteando entre las calles de Waterdeep hasta la zona de la ciudad donde se encontraba su nueva hacienda, le habían dado una copia de las llaves, como a cada uno de sus compañeros, y quería echarle un ojo por su cuenta. La destartalada casa era grande, y sorprendió gratamente al semielfo. Necesitaría arreglos y mucha restauración en el interior sin duda, pero su corazón parecía latir ligeramente más fuerte al sentir un lugar al que quizás pudiera en un futuro llamar hogar. En silencio giró la llave en, la extrañamente en buen estado, cerradura.
Entrando con discreción en la sombría mansión, paseó entre sus pasillos y habitaciones con interés, usando su imaginación para visualizarla ya acabada, ... veía en ese patio interior, ahora destartalado, un frondoso y cuidado jardín, quizás pudiera plantar un roble que creciera por encima de la techumbre de la casa. En el ático soñó despierto con un aviario donde decenas de cuervos podrían vivir en libertad, pudiendo salir y entrar por la ventanas especiales dedicadas a ellos. Quizás una imponente vidriera en el salón principal que alumbrara con un crisol de colores durante el día lo que la cálida chimenea haría durante las frías noches.
Al deambular por las diferentes cámaras, el mestizo se detuvo en una en especial, un poco más alejada del resto y con ventanales que daban a los callejones traseros, más angostos y menos iluminados. - Perfecta - se dijo para sí mismo, le gustaban los dormitorios espartanos, pero con decenas de paneles y lugares ocultos donde esconder todo tipo de objetos de utilidad y normalmente de dudosa legalidad. Tendría que hacer muchos cambios, pero la ubicación era perfecta. No tardó mucho en grabar en la puerta una artística M con su daga mientras sonreía con cierto gesto picaresco.
Antes de salir y cerrar la puerta tras de sí. Martin suspiró satisfecho, había regalos mucho más valiosos que el dinero o las gemas. Regalar un hogar no tenía precio para él, y era algo que agradecería por siempre a los Lores y Damas de la compañía de Kelbhen Blackstaff.
En la torre de Khelben, al anocher, en la sala del círculo de teletransportación.
Las horas habían pasado volando para el mestizo, compras de todo tipo, trueques, cambios de monedas, gemas, todo debía estar listo, eso incluía añadir a su mochila ropa de abrigo para el frío Norte, tarea de la que se acordó en el último momento. La visita a la Hacienda le había revitalizado en cierta manera y a pesar de la peligrosa incursión que tenían por delante, Martin estaba de un extraño buen humor, cosa rara en él.
Como siempre llegó el primero a pesar de que Helayna al parecer se había quedado toda la noche en la torre estudiando sus temas de hechicería. Saludando con educación a sus anfitriones se colocó cerca del círculo con sus nuevos pertrechos, esperando a sus aliados. Una nueva armadura de cuero tachonado en colores oscuros y verdes protegía su torso. Parecía bastante recia y a veces se podía percibir un ligero aroma a cedros y nogales si se estaba suficientemente cerca. En una de la trabillas de su pantalón, tenía atada y enrollada una ligera cuerda de seda negra, de un tamaño de no más de dos metros, lo que hacía dudar de su utilidad debido a su corta longitud. Completaba su nuevo atuendo un arco muy diferente al que él solía portar a su espalda, pues éste tenía alguna runas talladas a lo largo de sus palas superiores e inferiores, haciendo fluir algún tipo de letanía escrita en élfico. En sus dos extremos un par de plumas de cuervo adornaban el arma, a juego con las que se dibujaban en sus botas. "Seeker", su fiel cuervo que le acompañaba desde que abandonaron la ciudad conocida como "La Joya de Lathander", estaba posado en su hombro tranquilo y observador.
Pero, sin duda, el cambio más llamativo del mestizo era algo ajeno a su equipo. El color de los ojos había cambiado, era algo sutil pero claramente diferente, la tonalidad de su iris había deslizado el color gris-verde que le caracterizaba, a uno más púrpura... recordando quizás más al color de ojos que solían poseer los Drow.
Sacando un ajado odre relleno de licor enano, y dando un profundo trago, el semielfo habló más para sí mismo que para los que le rodeaban.
- Pues ya estamos listos ... Esta vez seremos un enemigo a temer...
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Gowther acabó relativamente temprano de sus estudios de magia y de identificar las pociones. Tenía interesantes rituales entre manos... Acudió de nuevo a la tienda y buscó ropa de abrigo estilizada y a juego con la ropa que adquirió el día anterior. Paseando por las calles, acudió a la tienda que recomendaron aquellos magos y dió con un artículo de exquisita calidad. Unas botas élficas perfectamente construidas, ligeras pero firmes. Al posar el primer pie, pudo ser consciente de que no emitía sonido alguno con sus pisadas... era un gasto justificado.
Tras esto, fue al lugar donde se encontraba la nueva propiedad que junto con sus compañeros había adquirido. Al llegar, paseó por las estancias buscando un sitio apropiado para el. En el interior había un escueto jardín, tal vez impresionante para los habitantes de este plano, pero no para el eladrin. Miró los ventanales que daban al mismo y se acordó de Morko, Guilbert y Ash... definitivamente no quería estar tras esas ventanas cuando les diera por festejar.
Subió por las plantas hasta encontrar la estancia más alejada de aquel jardín. Necesitaba un sitio tranquilo donde poder trabajar. Sin esperarlo encontró un gran ático. Dos ventanales opuestos a modo de claraboya permitía ver el cielo y el horizonte. Dando la posibilidad incluso de acceder al tejado. En dos paredes contiguas habían estanterías con antiguos libros que versaban sobre diferentes temas de esta plano: Historia, arcana, cultura... La mirada de Gowther se iluminó. Era perfecto. Esa sería su habitación.
Tras un rato ojeando aquellos polvorientos libros, Gowther desenfundó Aegnor y se quedó mirando la hoja apoyada sobre sus manos.
"Querida compañera lo que nos depare el futuro es una incógnita, pero juntos marcaremos la diferencia..."
Tras el encuentro con aquel eladrin, el hojacantante comprendió que aquellas sensaciones y presentimientos al empuñar Aegnor no eran fruto de su imaginación. Era tiempo de conciliarse consigo mismo, tiempo de explorar nuevas fronteras... Este plano era insulso, con una magia inherente más pálida, menos evidente... pero había algo que no había experimentado en su plano... Algo que sin duda movilizaba en Gowther nuevas formas de pensar.
Después de esto, acudió al lugar de la cita. Allí se encontró con Martin. Su aspecto era diferente. Tanto en su atuendo como en su actitud. Realizó un cortés saludo.
-Hola Martin. Vengo de la casa que nos obsequiaron. Creo que puede ser un lugar donde poder descansar en nuestra misión. He encontrado en el ático una pequeña biblioteca con libros de este plano.-Dijo mostrando cierto entusiasmo e ignorando el hecho de que el mestizo estuviera bebiendo de nuevo.-Me gustaría que esa sea mi habitación, allí podré seguir estudiando más sobre este plano. Por cierto, he aprendido varios hechizos nuevos. Entre ellos, un ritual que nos permitirá respirar bajo el agua durante un día completo.
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
El pícaro no se sorprendió al ver que Gowther era eficientemente puntual y le sonrió al entrar en la sala. Inconscientemente guardó con un ágil movimiento el odre en su mochila mientras el eladrín le hablaba. Cuando éste termino le contestó con tono afable.
- Yo también me pasé hace un par de horas, elegí una de las habitaciones del piso de abajo, la marcada con una "M" cerca del jardín en el patio interior... En cuanto al ático me parece bien, aunque ¿no te importaría convivir con un aviario? Claro que si te importaría, que tonterías digo... sería ruidoso y una fuente de distracciones continuas. Discúlpame, a veces no caigo en las cosas obvias...
Martin se quedó pensativo por unos segundos antes de contestar, sin duda le gustaba el Gowther interactivo más que nunca.
- Ese hechizo me parece de gran utilidad, ... - añadió refiriéndose a la capacidad de respirar bajo el agua - probablemente nos sacará de más de un apuro. Por cierto me gustan tus botas nuevas...
El pícaro desvió su mirada hacia el calzado del eladrin admirando la calidad de su nueva equipación.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
-Son de manufactura élfica. Previenen del ruido durante las pisadas, por lo que entiendo que serán de utilidad...-Mostrando su atuendo-Además he conseguido estos ropajes, si bien no tiene la calidad a la que acostumbro normalmente, luce bien, es cómoda y posee un encantamiento que arregla roturas y el desgaste diario. Después de pasar por las alcantarillas, pensé que necesitaba algo más práctico.-
Mirando su atuendo y sus objetos-Por lo que veo, tienes armadura y arma nueva. Supongo que has optado por variar tu estrategia. Es lo más lógico, creo que tus habilidades pueden brillar más en la retaguardia.-Conforme finalizaba la frase sus palabras y su rostro se tornaron un poco más serios.
-No pretendía acusarte de nada... ¿Sabes? la confianza es algo recíproco y parece que el devenir hará que irremediablemente los asuntos que ahora no quieres contar, nos afectarán a todos. Es cuestión de anticipación y prevenir... Dos mentes analizan mejor que una, en este caso ocho mentes.-Concluyendo sus palabras para evitar que nadie más oyera esta conversación-No te voy a insistir para que compartas dicha información, pero tampoco os podéis extrañar si no soy capaz de confiar en ti plenamente. Esta cualidad no es algo que se elija, surge fruto de la experiencia y de demostrar al otro...-Quedó fijamente mirando el nuevo color de sus ojos...
-Por cierto, entre los conjuros que he conseguido desarrollar, hay uno que tal vez pueda revertir las consecuencias de aventurarte con fuerzas arcanas desconocidas. Me refiero al resultado de tus visiones. Cuando tengamos un momento de descanso, me gustaría probar algo.-Estas últimas palabras sonaron esperanzadoras y buscaron ejemplificar sus anteriores palabras.
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Martin pareció perder su recién adquirido buen humor ante la tesitura de tener que enfrentarse y exponer ciertos secretos de su pasado, ... parecía debatirse unos segundos contra sí mismo, y sin dejar de mirar de reojo a "Seeker" buscando algún tipo de apoyo para dar ese paso adelante. Su mascota lo miró con cierta gracia y emitió un graznido indiferente. Quizás no era lo que esperaba el semielfo en ese momento.
Aferrándose a la confianza mutua en la que Gowther quería basar el trato con él, cosa muy lógica por su parte, el mestizo comenzó a hablar casi en un susurro, usando el idioma de los altos elfos a la perfección, afortunadamente los aguzados sentidos del eladrín era capaces de entender lo que decía apenas sin esfuerzo.
- Algo ocurrió en esa ciudad Gowther, en Elturel, la joya de Lathander, ... di con un templo oculto de la Reina Cuervo, la Tejedora de Destinos. No quiero entrar en demasiados detalles, pero en ese lugar ocurrió la primera visión, ella, la Diosa, estaba en peligro, alguien pretenderá arrebatarle su poder en un futuro, todo se está fraguando. En la visión, pude ver su reino, donde ella habita, más allá de este plano, un lugar entre la vida y la muerte, donde las almas buscan refugio bajos sus alas, y allí era atacada por una especie de nigromante de un poder inconmensurable. Alguien anatema para Ella, que elude su destino cortando sus lazos con la muerte definitiva. Sin embargo un Campeón se interponía y combatía con ese oscuro brujo, aquel que amenazaba la misma existencia de la Dama Negra. No sé quien ganaba ese encuentro, eso no me fue revelado, pero sé que debo encontrarle y protegerle hasta que llegue ese momento. Esa es la misma misión de Helayna, encontrarle... Ella la mandó para que me ayudase en esta búsqueda.
Antes de continuar, el semielfo sacó de uno de sus bolsillos más secretos una cráneo de cuervo elaborado en fina plata.
- La Diosa me entregó esto, como símbolo de la alianza que forjé con ella, ... como ves ... este tema es totalmente ajeno al Culto y la misión que actualmente nos mueve. Por eso no quería inmiscuiros o meteros en más peligros de los necesarios. Supongo que es un tema más a llevar por Helayna y por mi... en cuando acabemos con todo esto y derrotemos al Culto, o al menos frustremos sus planes. En cualquier caso estaré encantado de ser purificado de la maldición de la anciana que sufrí en Daggerford, me robó algo muy valioso, más que recuerdos, la empatía hacia ellos, temas que me deberían remover el alma, ahora no son más una sucesión de imágenes sin emoción alguna. Quiero recuperar lo que me quitó... y no sé como hacerlo o si ni siquiera se puede hacer. A veces los sacrificios son eso, ... sacrificios, y no pueden ser recuperados.
Tras su confesión, Martin mostraba un aspecto algo derrotado, como si hubiera gastado todas sus energías en desenterrar ciertas historias, permaneció en silencio sin intervenir mucho más hasta que llegaran el resto de compañeros.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
En la reunión
Zevatur mira sorprendido a Finathiel, sosteniéndole la mirada. Sus palabras aciertan con precisión sobrenatural en sus miedos y convicciones, en sus esperanzas y dudas. Por un momento la inspiración hace que pestañee un par de veces, dejando entrever la pupila de un ser sobrenatural. El inconfundible color y intensidad de un dragón dorado, para aquel que haya mirado a alguno a los ojos.
- No le busco para encontrar mi identidad... no... ya no... - Dice comprendiendo que después de los últimos eventos ya no teme a su propia herencia, que Bahamut le ha mostrado el poder de forjar su propio destino y de forjar su propia identidad. Y él mismo así lo ha mostrado. Incluso con errores, como cuando el enfado con Gowther casi hace que el grupo perezca. - Sin embargo, si me gustaría poder encontrarme con él. Si le veis, decidle que me busque.
Preparandose para partir
Las compras sucedieron con rapidez para Zevatur, sin mucha idea sobre que comprar compró los objetos más extraños que le parecían que podían ser útiles y que le llamaron la atención. El cetro del que habló con Martin, con un efecto sobrenatural que le producía innumerables ideas en la cabeza, también una extraña tinaja con multitud de corchos. El tendero pareció exultante por poder librarse al fin de aquellos cachivaches que llevaban en la tienda un tiempo inmemorable. Agradecido alzó un momento el dedo índice. - Un momento, joven... Tengo aquí algo que todos los aventureros codician. La tenía reservada, pero la guerrera que la reservó debía haber venido a por ella al inicio de la pasada cosecha. Me temo que ya no regresará. - Accediendo a la trastienda saca una bolsa decorada con bonitos bordados rojos y negros.
¡Un saco de contención! Emocionado por la compra acude al mercado donde adquiere multitud de cachivaches, esperando darles un uso en el futuro. Un gancho, una cuerda más larga, arena... Diversos objetos que por su peso y volumen nunca hubiese podido llevar de aventura pero que ahora, dentro del saco, puede llevar. Al fin acude a una pequeña tienda de magos donde compra hierbas, un brasero de latón y polvo de plata y hierro. Cargado con las bolsas de la compra y sus pertenencias duda un momento con la llave de su nueva posesión en la mano, pero niega con la cabeza. Quizás otro día, ahora prefiere pasar tiempo con su antigua familia. Y sus pasos se dirigen al Oasis verde.
- Tomad estos 1800 oros y haced lo que tengais que hacer... cambiaros de lugar, dejad el oficio, iniciar otro negocio, mejorad la seguridad... - dice zevatur a las chicas y chicos del burdel. - Ahora debo ir a Mithrall Hall y no quiero llevar tanto oro de aventuras.
Por la mañana llega a la cita con la mochila llena, con una larga cuerda y un saco de dormir amarrados a la misma, dos zurrones bien ceñidos y sujetos a su cuerpo y en el cinturón un par de varitas acompañadas del extraño cetro.
- Habéis visto la casa? - Pregunta alegre a Martin y Gowther. - He estado pensando que quizás a mí me gustaría alguna habitación en el piso de abajo, con acceso a la calle principal, para poder hacer allí una pequeña capilla a Bahamut. O quizás no... Aun no sé muy bien que hacer después de que este asunto del culto. Si es que acaba algún día. - Su alegría se torna duda e introspección al sentir de pronto un vacío de propósito y guía de desarrollo personal.
El pasado de Zevatur ha quedado aclarado y ahora Zevatur abandona sus bond (There is evil in me, I can feel it. It must never be set free) y flaws (I am a purveyor of doom and gloom who lives in a world without hope). Una nueva etapa empieza en su vida, pero por el momento está algo perdido. Y lo estará hasta que rehaga sus bonds y flaws.
Zevatur, Rolthos
Ash se reunió con sus amigos habiendo dejado atrás las ropas del templo con las que había acudido a la cena. Ahora vestía su viejo uniforme bajo la brillante coraza y una flamante capa roja. No menos brillante era su sonrisa jactanciosa mientras caminaba hacia el grupo haciendo notar el pomo de su nueva espada al cinto. La cabeza de un león dorado rugía en el pomo y unas guardas con garras sostenían dos perlas negras a ambos lados de la hoja.
-¿Qué os parece? ¿Bonita, mmm? Os presento a Gloria -dijo ampliando la sonrisa un poco- qué puedo decir, me enamoré. Por cierto Zevatur he pensado que quizás tu familia podría instalarse en nuestra nueva propiedad. Cuidarían de ella en nuestra ausencia. Al menos alguien le daría uso -sonrió con cínicamente- las casas viejas se estropean si permanecen cerradas. En fin, ¿ya estamos todos? Será mejor que partamos cuanto antes.
A la espalda llevaba víveres para varios días, cuerdas y antorchas asomando de su mochila de aventurero.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
[En la cena]
Entusiasmada con la respuesta de Kath, recogió con cuidado el traje que le ofrecía Khelben - Buscaré un lugar más apropiado para cambiarme, vuelvo en seguida - dijo mientras salía por una de las puertas del majestuoso comedor. Unos minutos más tarde, todos la vieron aparecer con un traje negro de pantalón, atravesado por multitud de cintos que se ajustaban a su torso y a sus piernas y que dejaba entrever la figura estilizada que siempre permanecía oculta bajo su túnica. Sin duda, recordaba a los trajes de faena que solía lucir Martin.
La shadar-kai se plantó delante de los comensales dispuesta a hacer una demostración de las bondades del traje mágico. Arrugando la frente y haciendo memoria, elevó la voz, pronunciando con ímpetu la palabra - ¡Tilek! - y, al instante, la elfa se vio envuelta en un abrigo largo de un color beige oscuro que casi arrastraba por el suelo, coronando su cabeza con un sombrero de ala ancha que bien podía recordar al de Guilbert, aunque sin su característica e imponente pluma. La hechicera miró hacia arriba, tocando un extremo del sombrero y sonriendo divertida, mientras daba una pequeña vuelta sobre sí misma a la vez que pronunciaba la palabra mágica de nuevo. Y así pasaron la última parte de la velada, de vestido en vestido, mientras los observadores valoraban el estilo, la funcionalidad e incluso el porte de la modelo en que se había convertido la elfa por unos momentos. Cuando hubieron comprobado todas las posibilidades y la cena estaba a punto de finalizar, Helanya decidió volver a vestirse con sus ropas habituales y reservar su nuevo atuendo para el viaje.
Sus amigos comenzaron a levantarse de la mesa para dirigirse a descansar y ella aprovechó un momento de intimidad para conversar con su anfitriona: - Laeral, quería agradecerte de nuevo la amabilidad y la espléndida velada que hemos disfrutado en vuestro hogar, además de los asombrosos obsequios que nos habéis brindado. Y, aún a riesgo de aprovecharme de tu generosidad, me gustaría pedirte el favor de permanecer esta noche también en la torre. Me temo que el viaje y la misión en Mitrill Hall será prolongada y peligrosa y no sé cuándo regresaremos a la ciudad. Si me lo permites, me gustaría pasar unas horas estudiando algún hechizo que pueda ayudarnos a protegernos y, por descontado, será un placer seguir conversando contigo y con Khelben si decide unirse a nosotras - dijo, terminando con una sonrisa.
Tras la confirmación de Laeral ante su petición, la shadar-kai se despidió de sus compañeros, informándoles de que se reuniría con ellos al día siguiente.
[Al día siguiente]
Afortunadamente para la hechicera, unas pocas horas de descanso le eran suficientes para recuperarse y reponer fuerzas. Después de disfrutar de la compañía de los Archimagos y empaparse de la sabiduría de los libros de aquel edificio, salió de la torre con una curiosidad voraz por ver la casa que les habían cedido. Llegó a media mañana, atravesando sin prisa el jardín que rodeaba la estructura. Era una casa grande, por la que se apreciaba el inevitable transcurrir del tiempo, pero a la vez expedía la robustez propia de las casas con personalidad y secretos olvidados entre sus paredes. Sonrió ante la idea de instalarse allí, a pesar de que el inminente viaje no lo permitiría por el momento.
Rodeó la morada, imaginando cómo serían las habitaciones por dentro, asomándose tímidamente por las ventanas y descubriendo el interior en penumbras. Finalmente, se decidió a atravesar la puerta principal y recorrer los pasillos de la solitaria y silenciosa residencia.Se tomó su tiempo para investigar todos los rincones, empezando desde el desván. Mientras accedía tras las numerosas puertas de la propiedad, su cabeza creaba habitaciones imaginarias, formándose una idea de cómo podría lucir una vez restaurada.
Desde la planta principal, unas escaleras parecían descender hasta las profundidades de la tierra. Se aventuró a bajar por ellas, escuchando el crepitar de la madera bajo sus pies, hasta que una puerta detuvo su marcha. Al abrirla, accedió a lo que parecía ser el semisótano del edificio. La oscuridad y el olor a cerrado y a humedad de la tierra recibió a la shadar-kai con una cálida bienvenida. No pudo evitar sentirse en casa otra vez, y la nostalgia se apoderó de ella unos instantes; los recuerdos de su plano acudieron raudos y fue en ese momento en el que decidió que sus aposentos se establecerían en aquel lugar. Gloom, que había permanecido en el hombro de la elfa durante todo el recorrido, alzó el vuelo y revoloteó por la amplia estancia, graznando excitada mostrando su acuerdo en la elección.
Después de observar con atención, se acercó a una de las paredes en la que unos tablones de madera, carcomidos por el tiempo y ligeramente podridos, escondían unos pequeños ventanales a la altura de su cabeza que quedaban casi al ras del suelo de la parte exterior. Con algo de dificultad consiguió arrancar uno de ellos y la luz se introdujo veloz hacia el interior, revelando multitud de motas de polvo que danzaban por toda la estancia; "no hay luz sin oscuridad" musitó satisfecha. Después de disfrutar de la soledad y antes de marcharse, descubrió uno de sus brazos y, tras desenvolver su kit de tatuaje, rasgo su piel con pequeñas líneas rectas que recordaban el boceto de una casa con su tejado. Cerró la puerta tras de sí y se encaminó hacia la torre.
Helanya llegó apresuradamente a la cita con sus compañeros. Parecía ser de las últimas. Finalmente había elegido la opción de la ropa cómoda y funcional para el viaje, un poco absurdo teniendo en cuenta que el viaje consistía en una teletransportación, pero no iba a desaprovechar ninguna ocasión para probar las diferentes opciones que le brindaba su nueva adquisición. Aún así, iba cubierta con su capa larga y negra con capucha y una pequeña mochila con sus pertenencias.
- Siento la demora - dijo a modo de disculpa, situándose entre sus compañeros - Vengo de visitar nuestra nueva propiedad, ¿habéis ido a verla? Me gustaría instalarme en el semisótano si no tenéis inconveniente. Es amplio y me siento cómoda refugiada en la penumbra -
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Gowther escuchó atentamente las palabras de aquel mestizo. Podía sentir su preocupación por la envergadura de lo que tenía entre manos. -Es cierto que mi objetivo directo se mueve en torno al culto, pero por encima de todo está preservar integridad de los diferentes planos.- Mirándole a los ojos fijamente-Indirectamente todos lo reinos del lado del bien deben apoyarse.-Desviando la cabeza haciendo memoria sobre sus conocimientos arcanos-Lo poco que se sabe de ella es que fue traicionada por varios de los suyos sedientos de poder cuando era una más entre nosotros. De dicha traición fue forjada en algo que está más allá del bien y del mal y arrastró a los suyos consigo. De todos los elfos que existen por los diferentes planos, los shadar-kai son los más alejados de Corellon. En cierta manera, su pueblo y el mío son como imágenes opuestas en un espejo. Siempre ha sido vista por los míos como una entidad neutral, con capacidad para tomar decisiones a ambos lados de la balanza y cuyas intenciones son inescrutables. Esto nos ha hecho verla con cautela, pero lo que es seguro es que su final no solo supondrá la pérdida del faro al que se aferran sus súbditos como polillas perdidas en la inmensidad de la noche... La fuente de poder y conocimiento que ostenta la Reina Cuervo puede desencadenar un gran desequilibrio en malas manos-
Apoyando su mano en su hombro dijo no solo para Martin sino para el mismo.-Esta situación no puede recaer exclusivamente en vuestros hombros. La historia de todos los pueblos nunca fue fraguada por unos pocos. Fue la suma de muchas fuerzas las que hicieron marcar una diferencia... Siento que no te hayas planteado contar conmigo antes...-En ese momento vio necesario retomar otros temas para intentar comprender el desencuentro ocurrido días atrás antes de llegar a Waterdeep y otros malentendidos con el grupo.-Siempre he intentado ser pragmático y lógico para resolver situaciones, buscando ser proactivo para facilitar mi ayuda. Ya sea con mi magia, con mi razonamiento o con mi espada... Y han sido muchas las ocasiones en las que mis acciones no han sido bien recibidas...-
Entonces expresó sus pensamiento reconociendo parte de culpa-Pero también es verdad que me he visto abrumado por la decadencia mágica y sensorial de este plano. Es la primera vez que visito vuestro hogar y mi misma existencia lo nota. Afecta a cada fibra de mi ser del mismo modo que Helayna está completamente encantada porque su hogar es justamente lo contrario, un lugar vacío donde ni siquiera la oscuridad posee intensidad suficiente como para abrumar los sentidos-
Haciendo una pausa ordenando las ideas para no expresarse de manera hiriente.-También está mi aparente indiferencia ante los eventos, estoy empezando a ser consciente de que la confianza que me tomé para transmitir lo que a mis ojos era evidente para mejorar las posibilidades del grupo, ha sido tomada como una ofensa. A mi nunca me enseñaron en la virtud del cariño y la empatía, ayer creo que esto se hizo patente... Mi inercia es verlo todo desde el prisma de la perfección y creo que esto ha sido malinterpretado constantemente. Todos tenemos un pasado Martin y este hace que las personas se comporten de muchos modos. Nunca me paré a juzgar vuestro comportamiento, al contrario... Al ver tu estado anímico y tu consumo despreocupado de alcohol, incluso en situaciones peligrosas, mi pretensión fue entender la causa para buscar una posible solución. En este caso, estudiar posibles hechizos que están en mi mano para aportar un posible remedio. -Sus palabras mostraron un fuerte sentimiento contenido, real y sincero, pero antes de que fuera a más, Gowther tragó saliva y continuó buscando reconducir su discurso a un lugar más cómodo donde concluir la conversación antes de que llegara el resto. -Lo que quiero decir con todo esto es que si no podemos confiar entre nosotros y tendemos a interpretar nuestras intenciones de un modo negativo, no veo forma en la que podamos enfrentarnos a los eventos que se avecinan. No tiene sentido que todos optemos por afrontar solos temas con tal envergadura cuando su carga puede ser más liviana entre varios.
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Al llegar Zevatur, Ash y Helayna, Gowther comparte también su interés por el ático con la pequeña biblioteca y no se sorprende por las decisiones tomadas por sus compañeros en ese sentido. Al escuchar las palabras del humano le responde.-Parece que falta Morko, Guilbert y Kath por llegar.
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Últimos coletazos de la cena..
Tras tocar, cantar y beber Guilbert aprovechó que ya estaba llegando al final la velada para extraer un pesado libro del petate donde traía también la gaita. Era enorme, en cuero verde oscuro adornado con relieves de rosas como las que lucía en su armadura de cuero, pero sin desgaste aparente. Una cadena enlazaba su lomo con una pequeña cerradura plateada que aprisionaba las tapas protegiendo su interior de miradas curiosas. Cuando la luz de la luna llena besó su superficie filamentos de plata brillaron intensamente dibujando el contorno de los repujados y runas hasta ese momento ocultas.
-Esto..-dijo depositando el pesado tomo encima de la mesa..- esto es lo único que queda de una centenaria orden de caballería.. la orden de la Rosa Negra.. mi orden.
Los ojos de Guilbert tornaron brillantes por las lagrimas contenidas, su voz se quebró perdiendo su correcta entonación. Apuró de una sentada la copa de vino que tenía antes de poder continuar. Aunque a quién iba dedicada aquella historia era a sus nuevos compañeros parecía importarle poco el resto de gente que allí había, seguramente ya conocedores de su historia.
-Hace centurias- prosiguió algo mas tranquilo- un despreciable demonio, Xolotl es su inmundo nombre, había hecho de las Montañas de la Espada su patio de perversión y corrupción. Solo la conjura de los humanos de los valles supervivientes y los druidas pudieron con aquel engendro. -El bardo aprovechó para dar un pequeño sorbo de vino y aclarar un poco mas la voz, prosiguiendo con su relato- Aquellos druidas consiguieron dar con su rastro y con la falla que usaba para viajar entre ambos mundos, en una cueva en la ladera afilada recuerdo de las guerras entre dioses y titanes, donde crecían rosales salvajes que florecían con vivos colores. Incapaces de acabar con el demonio urdieron un plan para encerrarlo para siempre y tuvieron éxito. Los druidas levantaron un círculo de menhires con poderosos glifos y runas mágicas para mantener el encierro mientras que entre los humanos surgió el compromiso juramentado de vigilar el cautiverio infernal. El círculo de dólmenes pasó a empalizada, a muro, a torres, a edificaciones, que con los años se erigió la fortaleza de Kernowek sobre aquella tierra marchita que mantuvo los rosales pero solo florecían rosas negras como la noche de los tiempos y que dio nombre a nuestra Orden. -Mientras relataba el origen se llevó una mano a su armadura con motivos florales..- La Orden de la Rosa Negra había nacido, siempre con 100 hermanos, con un ojo hacia el exterior y otro hacia el interior y durante generaciones defendieron aquella plaza así como un talla en ébano con forma de rosa, la llave que encerraba el poder para romper los glifos y protecciones y que fue encastrada en una poderosa espada, Ebon Rose, que portaba el Mariscal. Muy joven fui rescatado de las calles de esta ciudad, y seguramente de una muerte temprana, por el Senescal de secretos, bardo de batalla cuyo fin en la Orden es mantener su memoria y custodiar el Cantar de la Rosa Negra.
Dijo posando ambas manos sobre el enorme libro. Acariciando su superficie y recordando años felices cuando era parte de algo mas grande que él mismo. Una misión en la vida que dio sentido a su existencia
-Hace un par de años.. -y por segunda vez aquella noche la voz del bardo se quebró.- volvía a Kernowek desde Waterdeep, solo venía a por ciertos recursos difíciles de encontrar en las montañas, pero me entretuve en placeres de la ciudad y mil veces me maldigo de aquello.. pues pudiendo haber encontrado reposo con mis hermanos, solo llegué para darles sepultura y rescatar sus cuerpos abrasados de las ruinas de la fortaleza. Mas de ochenta.. clérigos, paladines, guerreros.. -hizo una pequeña pausa para tragar saliva.- bravos caballeros sorprendidos desde el interior y que encontraron un terrible final. No solo Xolotl quedó libre de nuevo, también desapareció La espada capaz de derrotarle, EbonRose, y los pocos supervivientes de misión lejos de kernowek fueron perseguidos y cazados. Desde aquel día desaparecí y comencé la búsqueda con ayuda de aliados- dijo mirando hacia los Lores de la ciudad.- Pero quien fuera el traidor se está encargando de terminar el trabajo.
-Ayer,- continuó.- cuando sucumbi al atque de aquellos seres, no solo salvasteis la vida a un bardo charlatán, sino que protegisteis la memoria centenaria de mi Orden. Su recuerdo, su credo y sus héroes se recogen en el Cantar y como bardo, y ahora Senescal de secretos mi misión es saberlos, transmitirlos y actualizarlos. -humedeciendo la pluma en el bote de tinta abrió el enorme volumen casi al final.-Por eso incluiré vuestro nombre en sus páginas y no descansaré hasta que pued devolveros este compromiso vital que he contraído. Suplico a los Lores me dejen acompañaros hasta que mi deuda quede pagada.
Mas tarde, cuando de despedían Renaer se le acercó.
- Gracias. No sólo por salvar a Floon y evitar que yo acabara muerto o peor, si no por abrirme los ojos a la realidad. Tus palabras y vuestro ejemplo han conseguido lo que toda una vida viviendo a la sombra de mi padre y abuelo no consiguieron. Ahora espero poder capear lo que se me viene encima. El Templo me espera mañana a primera hora para empezar a entrenar! - exclama entre emocionado y escandalizado. - Demonios ni siquiera me he emborrachado esta noche. - mira con una sonrisa a Guilbert - empiezo a preguntarme si no debería odiarte un poco... -
Guilbert no puede dejar de mirar con ternura al joven.. su conversación con Volo l ehace mirar a aquel chico como queriendo ver dentro de él mas de lo que se deja ver. Una idea cruza su mente.. "y si.. no no puede ser.."
-Por tus venas corre la misma sangre de tu padre y tu abuelo.-Le dice poniendo ambas manos en sus hombros.-Posees su tenacidad y valor, no tengo duda. Serás digno poseedor de esa espada por Lathander y por la Rosa Negra. -Sacando el enorme libro del petate se lo ofrece al Reaner.- Creo ardaque deberías gurlo tú, aunque solo un caballero de la rosa negra puede tener ese honor, Sería un honor para mi armarte nuevo miembro de la Orden. No te supondrá mas compromiso que el que te impongan en el templo, y también te permitirá alguna que otra cerveza.
Renaer se sorprende del ofrecimiento de Guilbert.
- Aunque sería un honor guardar el libro si así lo deseas y mantenerlo a salvo... acabo de realizar unos votos y juramentos en el templo del Dios de la Mañana. No me aventuraría a tomar otros votos tan pronto, sobretodo sin consultar con mis superiores. No quiero ofenderte y me siento tremendamente honrado pero creo que debemos ser prudentes aqui amigo mio. - dice sonriendo, esperando que el bardo no se ofenda.
A la mañana siguiente, y mientras todos se preparan para el siguiente capítulo de su viaje, Helanya encuentra a Kath en la vivienda que les espera, está con Volo y Floon y parece que están hablando sobre cuales son las prioridades en las que trabajar y arreglar para preparar la morada para su vuelta. Hela ve que les da la bolsa con su recompensa, y por lo abultada que está debe de contener casi toda.
- Esto debería cubrir muchos de los gastos y permitiros contratar a gente de confianza para el servicio - la oye decir. - No sabéis cómo os lo agradecemos... - Ellos insisten en que los agradecidos son ellos y Volo le repite que se asegurará de que la casa es cómoda y confortable para ellos cuando vuelvan. Cuando la shadar-kai les habla de sus preferencias Floon, entusiasmado, le promete que se encargará de la reforma y adecuación del sótano para ella.
Minutos más tarde, y con todos reunidos en la Torre Blackstaff, el propio Khelben vuelve a abrir su puerta y esta vez entran directamente en un estudio circular, mucho más parecido a lo que esperarían en una Torre. La sala está iluminada por cinco bolas de cristal que flotan perezosamente sobre sus cabezas, recorriendo despacio todo el perímetro de la sala para iluminarla. La habitación no tiene ningún ornamento ni mueble y tan sólo tiene la puerta por la que entran y hasta esta desaparece en el muro de piedra cuando el archimago la cierra tras pasar él.
En el suelo pueden ver un círculo arcano compuesto por símbolos y glifos. Khelben les informa mientras van pasando al centro del mismo.
- He contactado con Leosin pero aún no ha podido llegar al lugar de la excavación del templo. Si tuviera noticias relevantes nos las hará llegar. Os manda recuerdos... - dice el archimago lacónico, como si ya estuviera concentrado en su próximo hechizo.
- Que Tymora os sea propicia - dice antes de comenzar su encantamiento. Según la voz de Khelben Arunsun aumenta de intensidad, mientras mueve sus manos en intricados patrones, los símbolos y glifos del suelo comienzan a brillar con una luz azulada cada vez más intensa. Con una última orden arcana, la luz ciega a todos y Ash siente como su estómago se cae a sus pies y siente que su cuerpo es lanzando en la dirección opuesta. La sensación dura apenas un segundo, pero es suficiente como para dejarle algo mareado.
Todos tienen la misma sensación mientras van recuperando la visión. Por un momento Morko piensa que el hechizo no ha funcionado, pues se ve rodeado de piedra, como estaban en la torre, pero enseguida reconoce el fino trabajo de los artesanos enanos en la piedra, que es algo más oscura, que les rodea.
- Bienvenidos a Mithral Hall - dice una voz rasposa a su espalda. Al girarse Morko ve a otro enano, calvo y con la barba blanca, que le cuelga más allá de la cintura, vestido con una túnica blanca, aunque al moverse se escucha que lleva las botas de hierro típicas de su raza. - Trehold Thunderbrand a vuestro servcio - dice el enano con una reverencia.
Un par de cristales de lava en las paredes iluminan la estancia.
PbP Character: A few ;)