Los minutos pasaron lentos y angustiosos, sin que la mirada de la shadar-kai se desviara del cuerpo inerte de Ash, hasta que éste volvió en sí gracias a las curaciones de sus compañeros y a la intervención del que parecía ser un guardia del cementerio.
Más aliviada, pero con la intención de reencontrarse con Ash lo antes posible, observó a su alrededor percatándose de una figura enemiga que aún no había muerto ni huido y que se interponía entre ella y el exterior. Clavándole una fría y severa mirada, susurró unas palabras que hicieron surgir el ya tan conocido sonido de una campana tañendo, que tan apropiado parecía en aquel contexto. El golpeteo penetró hasta lo más profundo del cerebro de aquel hombre, produciéndole un dolor atroz que intentó mitigar tapando sus oídos con las manos mientras gritaba desesperado.
Sin más, la elfa aferró su bastón y desapareció ante los ojos de aquel Zentharim tras una estela de sombras de cuervos aleteando, dejando su destino en manos de sus compañeros. Reapareció justo al lado de su líder, al que abrazó con fuerza.
-No pude llegar antes, lo siento… ¿Estás bien? - le susurró, mientras se separaba y le miraba de arriba abajo, evaluando sus heridas; agarró una de las mangas de su capa y le frotó delicadamente el rostro, intentando limpiar las diversas mezclas de sangre que lo cubrían. Después buscó con su mirada a Martin, agradeciéndole en silencio la salvación de Ash.
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Ash miró a Helayna como si fuera una visión, sin dar crédito al principio a lo que veía. Todo había sido un caos, pero allí estaba, ¡estaba viva y sin daño! Entonces su mente y su cuerpo atravesaron las nieblas de la batalla para volver a la realidad y la miró como por primera vez. Le dolía cada fibra de su ser y estaba cubierto de sangre propia y ajena, pero nada de eso importó, el guerrero acercó a la maga hacia si con fuerza y la besó como si no existiera nada más en el mundo. Como si estuvieran ellos dos solos, muy lejos de aquel cementerio maldito, y aquella ciudad de esplendores y traiciones. Su mirada era la de un león.
—¿Están todos bien? ¿Alguna baja? —preguntó por fin a la maga mirando hacia el resto de compañeros—. Estos rufianes no eran unos simples matones. Este asunto parece demasiado importante como para dejarlo pasar. ¿No os parece? Esos perros se han metido con la compañía equivocada y nos han subestimado al no acabar el trabajo —forzó un sonrisa—. Han conseguido captar mi atención —sonrió lobunamente esta vez—. Yo digo que pasemos de espectadores a jugadores. ¿Qué me decís, vamos al molino, quién está conmigo? El norte puede esperar.
Gowther, con gran impotencia, veía como era imposible salir por el momento. La vida de sus compañeros peligraba y Aegnor podía sentirlo. Inició su danza de guerra y los segundos en torno a el parecieron acelerarse. En un instante, se abrió un hueco entre las filas enemigas y el eladrin pasó como un relámpago dejando tras de si un rastro de muerte y venganza. El desgraciado zhentarim solo pudo sentir como eran cercenados sus tendones de Aquiles haciendo que su cuerpo se precipitara al suelo. Antes de que este lo tocara si quiera, Aegnor volvía a "besar" su cuello, eliminando las pocas esperanzas que guardaba por sobrevivir.
El siguiente objetivo fue alcanzado en otro parpadeo.-"Cobardes, asesinos de baja ralea..."-Pensó para si al ver a sus compañeros heridos casi de muerte y ver que muchos habían escapado dejando tras de si el poco honor que poseían.-Tu correrás peor suerte que tu compañero.-Sentenció mirando cara a cara a su último rival mientras esbozaba una siniestra sonrisa. Con un giro de muñeca y movimiento seco, seccionó una de sus manos provocando que la ballesta sujetada torpemente se precipitara al suelo junto a el. Tras esto, Gowther reapareció por detrás para asestar un tajo en su espalda de lado a lado. Sin dar tiempo a que tocara el suelo, le susurró -Ahora sabes lo que es enfrentarse a un hoja cantante... A partir de aquí, tu futuro lo marca Aegnor...-Las últimas palabras fueron apenas interiorizadas por aquel desafortunado humano, antes de que perdiera el conocimiento. Las emociones del eladrin estaban sintonizadas con su espada y la sed de venganza podía apreciarse en los destellos multicolor de la misma.
Después de esto, se dirigió al recién llegado sin bajar el arma.-"¿Quién eres y qué intenciones posees? Esta noche se ha derramado mucha sangre sin sentido alguno y no voy a permitir que nadie vuelva a atentar contra nosotros."-Su voz sonó directa pero con la clara intención de parar el combate. El El'tael comprendió que posiblemente no fuera con aquellos rufianes.
- Seáis quien seáis, eladrin de alta cuna por lo que veo al veros luchar - resonó la voz del hombre tras su Vasco de metal - No sois Nadir para dar órdenes aquí, y menos a un siervo de Kelemvor que cumple con su deber deteniendo a profanadores de tumbas y aquellos que osan molestar el justo descanso de los que y partieron. Deponed las armas y explicad porque, por segunda vez en esta noche, se ha profanado la tumba de los Cassanter.-
El cuervo espiritual invocado a través de Seeker, continuo revoloteando sobre las figuras de Ash y Zevatur incluso cuando el combate había acabado, restañando poco a poco sus fuerzas. Mientras, el semielfo se dirigió lentamente hacia sus armas, vigilando su entorno por si algún Zentharim oculto permanecía al acecho, especialmente su despiadado líder que había conseguido huir. Una vez recuperadas éstas, con un silbido agudo, llamó a su cuervo, y éste se posó en su hombre adoptando una pose señorial incluso para un córvido.
Observando el baño de sangre que había mancillado aquel tranquilo cementerio no pudo evitar dejar escapar un suspiro con un alto contenido de astío y melancolía. Fue cuando el extraño caballero seguidor de Kelemvor llamó su atención, en cierto modo, la Tejedora de Destinos a la que Martin había jurado su lealtad y su Dios se solapaban en ciertos campos y doctrinas, aunque la mayoría de las veces tenían sus propias agendas independientes. Sin duda, el semielfo pensó que probablemente el defensor de las tumbas profanadas los consideraba una amenaza y afrenta a su causa, esto le animó a intervenir, pero justo en el último momento el bastardo recordó que conversar y tratar en momentos tensos no era su fuerte. De reojo miró a Guilbert... animándole con un dicreto gesto a proceder con los protocolos sociales...
Al escuchar las palabras del extraño, Gowther pudo entender que se había precipitado al asociarlo con aquellos bandidos. -Disculpa mis toscas maneras, me he dejado llevar por la situación. Nos hemos visto emboscados por estos individuos y nos han herido de gravedad a alguno de nosotros.-Envainando a Aegnor, suprimió toda la magia que le rodeaba. Al hacerlo, se podía apreciar en torno al El'tael como aquellos segundos "prestados" durante el combate eran cobrados de nuevo aparentando durante unos instantes estar "ralentizado". Una vez recuperado, siguió:-Comprendo que la situación puede dar a entender que somos saqueadores de tumbas, pero nuestras intenciones distan mucho de ello. Y si hubo otro altercado en el cementerio... ignoramos por completo el mismo...-Miró a Guilbert:-Yo no soy afín a este plano y en este caso soy un mero acompañante, mi compañero Guilbert podrá explicarte el motivo de nuestra presencia aquí. En cualquier caso, mi nombre es Gowther Irerath, hoja cantante de la casa del León, ruego de nuevo disculpes la manera en la que se ha iniciado esta conversación. Si podemos ayudarle en lo ocurrido, puede contar con nosotros-Acompañó estas palabras de una sutil reverencia con la cabeza a modo de respeto.
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"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Al acabar el combate Zevatur dio un respingo con algo de ansiedad. Agradeciendo la magia curativa con un cabeceo hacia Martin dijo unas palabras algo alarmado.
- Debo convocar de nuevo a Canela, La niña se ha quedado sin cuidador y parece pequeña para permanecer sola. - Luego mirando al caballero le interpeló unas palabras - Por favor, debo convocar a mi familiar de nuevo, el bienestar de una niña está en juego. Facciones de Xanathar y de los Zentraines se enfrentan, una secta de adoradores de Asmodeus ha sido, hmm… victima… Oh… es complicado de resumir brevemente, es mejor que te lo explique con más detalle Guilbert. Sera mejor que me ponga con el ritual. – Dijo con seriedad después, con la esperanza de que el caballero se aviniese a razones respecto del ritual empezó a realizar el ritual.
Con un suspiro de resignación cuando sus oponentes huyen,Morko limpia el fila de su noble arma antes de volverse hacia el paladín del dios más triste de todos los forgotten.
-Calma- dijo con voz tranquila mientras dejaba ver el símbolo de Moradhin- mis compañeros y yo nos hemos visto envueltos en la guerra de bandas que parece azotar esta ciudad. No tenemos intención alguna de importunar el descanso de los que aquí yacen. Hemos venido buscando pistas sobre el pasado de la orden a la que pertenecía nuestro compañero,- señalando a Guilbert- y cuando estábamos en nuestras pesquisas nos vimos envueltos en la refriega.
Algo maltrecho por su lucha contra la sombra Guilbert asomó por la puerta del mausoleo aún con el escudo de energía flotando ante la amenaza de mas virotes Zentarims. Algunos compañeros no se encontraban en mucho mejor estado, pero la presencia de aquel guerrero atrajo su atención. Se giró hacia la entrada del pasadizo que descendía bajo el altar para caer en la cuenta de la poca atención depositada en aquella cultista. No quiso abandonar aquella posición sin poner en alerta al resto de aventureros.
-¿Os encontráis bien? Puedo aliviar vuestras heridas..- dijo mirando a los heridos y muy heridos.- La cultista superviviente ha desaparecido en pleno fragor del combate.. diría que hacia abajo, pero.. -mirando hacia el caballero con simbología de keleborn- .. dejadme explicar semejante algarabía mientras alguno hace el favor de ir a buscar a nuestra escurridiza adoradora de Asmodeus..
Deshaciendo el conjuro del escudo flotante se mantuvo bajo el marco del portalón profanado, dirigiendo unas palabras al recién llegado.
-Deduzco por vuestros emblemas que no acompañais a esos malnacidos Zentarims sin honor que asesinan a sus propios hombres..-su voz sonaba taciturna ante la falta de pistas "vivas" a quien preguntar.- Mi nombre es Guilbert, Caballero de la orden de la Rosa Negra..- reconoció, cada vez con menos miedo a desvelar que aún quedaba al menos un miembro vivo.- Y estos son mis bravos y leales compañeros. Juntos conformamos la Compañía de los Fragmentos Extraordinarios que aceptaron ayudarme en unas pesquisas relacionadas con mi Orden.. Cuando llegamos encontramos el mausoleo abierto y pronto las sospechas se confirmaron sobre la familia Cassander, simbología, estandartes.. pero es en su cripta donde todo se confirmo.. donde un grupo de cultistas en pleno rito de adoración a Asmodeus fue atacado.. aún yacen sus cuerpos abajo. Fue al salir cuando fuimos asaltados por los Zentarims.. -señalando hacia los cuerpos tendidos al rededor. -Ah, Encontramos una superviviente.. desaparecida ahora pero deme unos segundos que trataré de localizarla mediante la magia.. por cierto, no hemos escuchado su nombre, ¿verdad?
El caballero no abandona su postura defensiva mientras los diferentes compañeros comienzan a darle explicaciones. Cuando Morko le muestra la insignia de Moradin, el caballero levanta su visera para mostrar un poblado y canoso mostacho y una nariz afilada y aguileña. Aunque los ojos grises están enmarcados en arrugas conservan la vitalidad de un joven.
Ante las palabras de Guilbert parece relajarse y envaina a su vez el enorme mandoble que porta.
- Sir Kalthrios, Caballero de Kelemvor y Protector del Cementerio - dice no sin cierto orgullo en la voz contestando a Guilbert. - Curiosa forma de pesquisar para la noble orden de la Rosa Negra, en mitad de la noche y asaltando tumbas que deberían permanecer cerradas... - ahora los compañeros se dan cuenta que su voz, al igual que su rostro, está algo marcada por los años, pero aún conserva vitalidad. Por algún motivo se sienten un poco regañados por un padre que se las sabe todas y sus traviesos hijos no se la cuelan.
- Asi que alguien ha vuelto a entrar en la vieja cripta de los Cassalanter para retomar sus prácticas. Esto no les gustará a Lord y Lady Cassalanter sin duda. Se esforzaron mucho en limpiar su nombre, si si... hmm habéis tenido suerte pues, que tras perseguir a ese escurridizo semi-elfo al que vi salir de aquí, haya vuelto para que qué había sacado de la cripta. Corría como alma que lleva el demonio protegiendo algo en la mano. Por un momento pensé que huía de mí, pero al ver esto comprendo que temía que los zentharim le encontraran. Ah Kelemvor vuelve a enseñarme una lección de humildad - dice tocándo levemente el símbolo sagrado que cuelga de su cuello. - Muy inquietas han estado las calles últimamente si, pero hasta esta noche no habían osado profanar la santidad del Cementerio con sus trifulcas. Esto es intolerable. ¡Elevaré una queja a los Lores! -
Mientras el hombre habla y desvela más información de lo que ha pasado a la Compañía, en el interior de la cripta se escucha un pequeño grito ahogado un leve forcejeo. Segundos después Kath aparece por las escaleras prácticamente arrastrando a la cultista.
- Se había ocultado en una esquina, supongo que esperaba que pensáramos que se había escapado en la refriega o por otro pasadizo... -
La mirada culpable de la cultista, aún con los ojos rojos por el llanto, revela que la cazadora de sangre tiene razón.
A Martin no se le ha escapado que el viejo caballero ha dicho que un semielfo abandonaba la escena con premura. De pronto sintió la necesidad de darse prisa.
-Puede que sea el extraño que acompañó al resto de cultistas.-Dijo mirando a Martin comprendiendo que podía tener que ver con su antigua orden de asesinos.-Esa persona acabó con el resto de acompañantes de esta mujer.-Alzando la vista al cielo y con un pensamiento llamó a Luthien que hasta el momento no había hecho acto de aparición.-"Compañero sobrevuela la zona e infórmame si ves cualquier persona o señal de peligro por los alrededores. No te alejes demasiado"-Tras esto, su compañero salió volando en círculos y desde la alturas comenzó a vigilar el perímetro. A la par, el eladrin se acercó a Zevatur para intentar ayudarle con sus heridas y con el ritual.-¿Necesitas ayuda?-Pronunció estas palabras con cierta vergüenza al no haber estado en primer línea de combate desde el primer instante.
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"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Mientras atendía con mimo al herizo Zevatur, Gowther recibió un inquietante aviso de su familiar.
Conocidos como espectadores, estas criaturas suponen el equivalente de un familiar para los Beholders. La cara de Gowther se tensa por unos instantes.-Nos vigilan... Luthien ha detectado algo.-Alzando la palma de la mano uso su magia para mostrar la criatura observada por Luthien.
Cast prestidigitation-->You create an illusory image that can fit in your hand and that lasts until the end of your next turn.
Tras contar lo que sabía Gowther de la criatura, indicó que, al percatarse de la presencia de su compañero, este desapareció.-No se si seguirá por los alrededores, pero está claro que hemos despertado el interés de fuerzas poderosas... Voy inspeccionar la zona indicada por mi familiar. Martin, Kath vosotros poseeis mejores habilidades para el rastreo que yo. Si consigo acercarme los suficiente, podré percatarme de su presencia.-Mirando al resto-Estad pendientes de cualquier señal de peligro-Dirigiéndose al vigilante de aquel lugar-Si quieres acompañarnos. Tal vez, sea de tu interés.
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"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Martin se quedó paralizado antes las palabras del Caballero, e ignorando las palabras de Gowther acerca de rastrear la zona, su azogue pareció crecer acompañando su impaciencia. Mirándo fijámente la salida del cementerio, apremió a sus compañeros a moverse cuanto antes, de algún modo sentía que se encontraban en una carrera contra reloj, y por supuesto, iban perdiendo.
- Debemos acudir al Molino para seguir las pistas del atacante de los cultistas, antes de que otros le encuentren... si queréis investigar más aquí lo entiendo, yo me adelantaré para intentar que nuestros enemigos no lleguen antes, sobre todo si ya están preavisados por los que han escapado esta noche aquí, o por el aberrante familiar... sin duda agente de Xanathar...
Tras Indicar a todos como llegar al lugar de la manera más discreta posible y evitando posible "observadores" externos, Martin se dispuso a partir hacía su nuevo destino acompañado de todos aquellos que quisieran postponer las pesquisas pendientes en el cementerio.
-Lord y Lady Cassalanter quizá puedan explicar las numerosas alusiones demoniacas dentro de su cripta familiar.. Sir Kalthrios.-le dijo con premure ante las revelaciones de este y Martin.-Le importaría hacerse cargo de nuestra "invitada"? Solo confiaría su seguridad a usted, sir, si esos malnacidos vuelven por ella..-trató de alavarle.- Si la clave está en ese semielfo debemos partir para acabar el trabajo que con bravura inició.
Apretando las cinchas de su mochila y asegurando en su lateral el laúd, se dispuso a la persecución que estaba por venir. Mirando la ilusión creada por Gowther comprendió la premura y la falta de privacidad que tenían.
-Estoy preparado Martin. Muchos hilos enraizados en este asunto deben ser aclarados. No soy capaz de ver con precisión que mezcla mi visión, la orden, znetarims y ratas de xanathar con ese objeto y ese semielfo. Estoy listo..- dijo, mintiendo, ante la visión de las heridas abiertas que tanto él como Martin dejaban al aire.. o el maltrecho estado de Zevatur. -Por el camino trataré las heridas..
Guilber parecía manejar perfectamente al bigotudo paladín, así que dejó la cháchara en sus manos tras presentarse como gesto de cortesía profesional.
Sin separarse de Helayna, siguieron a Martin sin perder más tiempo o saliva. La carta del molino se desvanecía en el aire como paga aventada con cada minuto. Habían dado con algo realmente gordo, peor solo si llegaban a tiempo.
—Si alguien puede evitar con algún truco mágico que uno de esos vigilantes nos siga, adelante. De lo contrario simplemente apretemos el paso —masculló a sus compañeros—. Separarnos es mala idea Zev, ya lo has visto. Alcánzanos en cuanto puedas.
Se dispuso a abandonar la Ciudad de los Muertos a la carrera en cuando Martin abriera la marcha.
Martin asintio satisfecho, y pidió a todos los que le acompañaran que se reunieran en torno a él. Inspirado por la gran idea de Ash, se concentró en reclamar a la naturaleza una vez más su ayuda, y con su último conjuro de alto nivel, el bastardo volvió a cubrir a sus amigos en unas penumbras que amortiguaban el sonido y emborronaban las formas y figuras, haciéndoles menos detectables a los demás.
- Démonos prisa... seguidme...
Cubierto bajo el manto de la magia de los bosques, el semielfo no perdió el tiempo y se dispuso a guiarlos a todos hacía el molino.
Zevatur negó con la cabeza. - El combate y estar a las puertas de la muerte ha drenado gran parte de mis recursos... - Interrumpiendo el ritual conjuro se acerco a Kath y Ash y les conjuro los ojos dracónicos capaces de ver en la oscuridad... - Os puede ser útil contra humanos aquí en la superficie. !Id, raudos!
Segundos despues nego con la cabeza... A pesar de la angustia que podria esta sufriendo la nina, el futuro de muchas vidas estaba en juego.
- Espedar... dijo parando el ritual... - Os guiare, conzco varios atajos que nos permitiran llegar cuanto antes posible alli! - Y salto como un resorte y les azuzo, vamos vamos!
Gowther vio como sus palabras fueron secundadas ignorando el riesgo que esto suponía... El eladrin, al ver al resto de sus compañeros partir detrás del impaciente y extrañamente afectado mestizo, se limitó a seguir al grupo dando un voto de confianza al mismo. El el'tael no pudo evitar personas, como en otras ocasiones, el hermetismo del casi humano podría traer consecuencias al grupo al no anticipar la posible información extra con la que aparentemente contaba. Sin dar mucho más pábulo a estos pensamientos, el hojacantante volvió a pedir a Luthien que mantuviera la distancia como la anterior vez para detectar la presencia de criaturas como al de antes o cualquier otro.
Viendo que Guilbert dudaba, el caballero tomó a la prisionera por un brazo.
- Id. Graves y peligrosos parecen los asuntos que se desarrollan esta noche en la ciudad. Yo me ocupare de esta adoradora de diablos y la entregaré a la justicia. No he visto a ningún miembro de la Orden, pero me alegra ver que al menos hay uno leal y vivo. - El caballero hace un gesto de reconocimiento a Guilbert, ignorando los callados sollozos de la mujer.
Con algo de frustración, Gowther alcanza al resto mientras Zevatur termina de recoger sus cosas. Espera que si la niña ha sido capaz de sobrevivir en las calles de Waterdeep por si misma, sea capaz de estar un rato en la casa sin canguro. Tras una rápida conversación con Martin para asegurarse del destino adonde se dirigían, Zevatur les guió por calles secundarias y callejuelas haciendo que llegaran al viejo molino antes de lo que el semi-elfo había esperado.
Las puertas dobles de madera del viejo molino estaban cerradas y tan sólo la débil luz de una vela en la ventana del tercer piso indicaba que posiblemente hubiera alguien allí.
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Los minutos pasaron lentos y angustiosos, sin que la mirada de la shadar-kai se desviara del cuerpo inerte de Ash, hasta que éste volvió en sí gracias a las curaciones de sus compañeros y a la intervención del que parecía ser un guardia del cementerio.
Más aliviada, pero con la intención de reencontrarse con Ash lo antes posible, observó a su alrededor percatándose de una figura enemiga que aún no había muerto ni huido y que se interponía entre ella y el exterior. Clavándole una fría y severa mirada, susurró unas palabras que hicieron surgir el ya tan conocido sonido de una campana tañendo, que tan apropiado parecía en aquel contexto. El golpeteo penetró hasta lo más profundo del cerebro de aquel hombre, produciéndole un dolor atroz que intentó mitigar tapando sus oídos con las manos mientras gritaba desesperado.
Sin más, la elfa aferró su bastón y desapareció ante los ojos de aquel Zentharim tras una estela de sombras de cuervos aleteando, dejando su destino en manos de sus compañeros. Reapareció justo al lado de su líder, al que abrazó con fuerza.
- No pude llegar antes, lo siento… ¿Estás bien? - le susurró, mientras se separaba y le miraba de arriba abajo, evaluando sus heridas; agarró una de las mangas de su capa y le frotó delicadamente el rostro, intentando limpiar las diversas mezclas de sangre que lo cubrían. Después buscó con su mirada a Martin, agradeciéndole en silencio la salvación de Ash.
Toll the dead
Teleport
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Ash miró a Helayna como si fuera una visión, sin dar crédito al principio a lo que veía. Todo había sido un caos, pero allí estaba, ¡estaba viva y sin daño! Entonces su mente y su cuerpo atravesaron las nieblas de la batalla para volver a la realidad y la miró como por primera vez. Le dolía cada fibra de su ser y estaba cubierto de sangre propia y ajena, pero nada de eso importó, el guerrero acercó a la maga hacia si con fuerza y la besó como si no existiera nada más en el mundo. Como si estuvieran ellos dos solos, muy lejos de aquel cementerio maldito, y aquella ciudad de esplendores y traiciones. Su mirada era la de un león.
—¿Están todos bien? ¿Alguna baja? —preguntó por fin a la maga mirando hacia el resto de compañeros—. Estos rufianes no eran unos simples matones. Este asunto parece demasiado importante como para dejarlo pasar. ¿No os parece? Esos perros se han metido con la compañía equivocada y nos han subestimado al no acabar el trabajo —forzó un sonrisa—. Han conseguido captar mi atención —sonrió lobunamente esta vez—. Yo digo que pasemos de espectadores a jugadores. ¿Qué me decís, vamos al molino, quién está conmigo? El norte puede esperar.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
[Antes de acabara el combate]
Gowther, con gran impotencia, veía como era imposible salir por el momento. La vida de sus compañeros peligraba y Aegnor podía sentirlo. Inició su danza de guerra y los segundos en torno a el parecieron acelerarse. En un instante, se abrió un hueco entre las filas enemigas y el eladrin pasó como un relámpago dejando tras de si un rastro de muerte y venganza. El desgraciado zhentarim solo pudo sentir como eran cercenados sus tendones de Aquiles haciendo que su cuerpo se precipitara al suelo. Antes de que este lo tocara si quiera, Aegnor volvía a "besar" su cuello, eliminando las pocas esperanzas que guardaba por sobrevivir.
El siguiente objetivo fue alcanzado en otro parpadeo.-"Cobardes, asesinos de baja ralea..."-Pensó para si al ver a sus compañeros heridos casi de muerte y ver que muchos habían escapado dejando tras de si el poco honor que poseían.-Tu correrás peor suerte que tu compañero.-Sentenció mirando cara a cara a su último rival mientras esbozaba una siniestra sonrisa. Con un giro de muñeca y movimiento seco, seccionó una de sus manos provocando que la ballesta sujetada torpemente se precipitara al suelo junto a el. Tras esto, Gowther reapareció por detrás para asestar un tajo en su espalda de lado a lado. Sin dar tiempo a que tocara el suelo, le susurró -Ahora sabes lo que es enfrentarse a un hoja cantante... A partir de aquí, tu futuro lo marca Aegnor...-Las últimas palabras fueron apenas interiorizadas por aquel desafortunado humano, antes de que perdiera el conocimiento. Las emociones del eladrin estaban sintonizadas con su espada y la sed de venganza podía apreciarse en los destellos multicolor de la misma.
Después de esto, se dirigió al recién llegado sin bajar el arma.-"¿Quién eres y qué intenciones posees? Esta noche se ha derramado mucha sangre sin sentido alguno y no voy a permitir que nadie vuelva a atentar contra nosotros."-Su voz sonó directa pero con la clara intención de parar el combate. El El'tael comprendió que posiblemente no fuera con aquellos rufianes.
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
- Seáis quien seáis, eladrin de alta cuna por lo que veo al veros luchar - resonó la voz del hombre tras su Vasco de metal - No sois Nadir para dar órdenes aquí, y menos a un siervo de Kelemvor que cumple con su deber deteniendo a profanadores de tumbas y aquellos que osan molestar el justo descanso de los que y partieron. Deponed las armas y explicad porque, por segunda vez en esta noche, se ha profanado la tumba de los Cassanter.-
PbP Character: A few ;)
El cuervo espiritual invocado a través de Seeker, continuo revoloteando sobre las figuras de Ash y Zevatur incluso cuando el combate había acabado, restañando poco a poco sus fuerzas. Mientras, el semielfo se dirigió lentamente hacia sus armas, vigilando su entorno por si algún Zentharim oculto permanecía al acecho, especialmente su despiadado líder que había conseguido huir. Una vez recuperadas éstas, con un silbido agudo, llamó a su cuervo, y éste se posó en su hombre adoptando una pose señorial incluso para un córvido.
Observando el baño de sangre que había mancillado aquel tranquilo cementerio no pudo evitar dejar escapar un suspiro con un alto contenido de astío y melancolía. Fue cuando el extraño caballero seguidor de Kelemvor llamó su atención, en cierto modo, la Tejedora de Destinos a la que Martin había jurado su lealtad y su Dios se solapaban en ciertos campos y doctrinas, aunque la mayoría de las veces tenían sus propias agendas independientes. Sin duda, el semielfo pensó que probablemente el defensor de las tumbas profanadas los consideraba una amenaza y afrenta a su causa, esto le animó a intervenir, pero justo en el último momento el bastardo recordó que conversar y tratar en momentos tensos no era su fuerte. De reojo miró a Guilbert... animándole con un dicreto gesto a proceder con los protocolos sociales...
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Al escuchar las palabras del extraño, Gowther pudo entender que se había precipitado al asociarlo con aquellos bandidos. -Disculpa mis toscas maneras, me he dejado llevar por la situación. Nos hemos visto emboscados por estos individuos y nos han herido de gravedad a alguno de nosotros.-Envainando a Aegnor, suprimió toda la magia que le rodeaba. Al hacerlo, se podía apreciar en torno al El'tael como aquellos segundos "prestados" durante el combate eran cobrados de nuevo aparentando durante unos instantes estar "ralentizado". Una vez recuperado, siguió:-Comprendo que la situación puede dar a entender que somos saqueadores de tumbas, pero nuestras intenciones distan mucho de ello. Y si hubo otro altercado en el cementerio... ignoramos por completo el mismo...-Miró a Guilbert:-Yo no soy afín a este plano y en este caso soy un mero acompañante, mi compañero Guilbert podrá explicarte el motivo de nuestra presencia aquí. En cualquier caso, mi nombre es Gowther Irerath, hoja cantante de la casa del León, ruego de nuevo disculpes la manera en la que se ha iniciado esta conversación. Si podemos ayudarle en lo ocurrido, puede contar con nosotros-Acompañó estas palabras de una sutil reverencia con la cabeza a modo de respeto.
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Al acabar el combate Zevatur dio un respingo con algo de ansiedad. Agradeciendo la magia curativa con un cabeceo hacia Martin dijo unas palabras algo alarmado.
- Debo convocar de nuevo a Canela, La niña se ha quedado sin cuidador y parece pequeña para permanecer sola. - Luego mirando al caballero le interpeló unas palabras - Por favor, debo convocar a mi familiar de nuevo, el bienestar de una niña está en juego. Facciones de Xanathar y de los Zentraines se enfrentan, una secta de adoradores de Asmodeus ha sido, hmm… victima… Oh… es complicado de resumir brevemente, es mejor que te lo explique con más detalle Guilbert. Sera mejor que me ponga con el ritual. – Dijo con seriedad después, con la esperanza de que el caballero se aviniese a razones respecto del ritual empezó a realizar el ritual.
Zevatur, Rolthos
Con un suspiro de resignación cuando sus oponentes huyen,Morko limpia el fila de su noble arma antes de volverse hacia el paladín del dios más triste de todos los forgotten.
-Calma- dijo con voz tranquila mientras dejaba ver el símbolo de Moradhin- mis compañeros y yo nos hemos visto envueltos en la guerra de bandas que parece azotar esta ciudad. No tenemos intención alguna de importunar el descanso de los que aquí yacen. Hemos venido buscando pistas sobre el pasado de la orden a la que pertenecía nuestro compañero,- señalando a Guilbert- y cuando estábamos en nuestras pesquisas nos vimos envueltos en la refriega.
Algo maltrecho por su lucha contra la sombra Guilbert asomó por la puerta del mausoleo aún con el escudo de energía flotando ante la amenaza de mas virotes Zentarims. Algunos compañeros no se encontraban en mucho mejor estado, pero la presencia de aquel guerrero atrajo su atención. Se giró hacia la entrada del pasadizo que descendía bajo el altar para caer en la cuenta de la poca atención depositada en aquella cultista. No quiso abandonar aquella posición sin poner en alerta al resto de aventureros.
-¿Os encontráis bien? Puedo aliviar vuestras heridas..- dijo mirando a los heridos y muy heridos.- La cultista superviviente ha desaparecido en pleno fragor del combate.. diría que hacia abajo, pero.. - mirando hacia el caballero con simbología de keleborn- .. dejadme explicar semejante algarabía mientras alguno hace el favor de ir a buscar a nuestra escurridiza adoradora de Asmodeus..
Deshaciendo el conjuro del escudo flotante se mantuvo bajo el marco del portalón profanado, dirigiendo unas palabras al recién llegado.
-Deduzco por vuestros emblemas que no acompañais a esos malnacidos Zentarims sin honor que asesinan a sus propios hombres.. -su voz sonaba taciturna ante la falta de pistas "vivas" a quien preguntar.- Mi nombre es Guilbert, Caballero de la orden de la Rosa Negra..- reconoció, cada vez con menos miedo a desvelar que aún quedaba al menos un miembro vivo.- Y estos son mis bravos y leales compañeros. Juntos conformamos la Compañía de los Fragmentos Extraordinarios que aceptaron ayudarme en unas pesquisas relacionadas con mi Orden.. Cuando llegamos encontramos el mausoleo abierto y pronto las sospechas se confirmaron sobre la familia Cassander, simbología, estandartes.. pero es en su cripta donde todo se confirmo.. donde un grupo de cultistas en pleno rito de adoración a Asmodeus fue atacado.. aún yacen sus cuerpos abajo. Fue al salir cuando fuimos asaltados por los Zentarims.. -señalando hacia los cuerpos tendidos al rededor. -Ah, Encontramos una superviviente.. desaparecida ahora pero deme unos segundos que trataré de localizarla mediante la magia.. por cierto, no hemos escuchado su nombre, ¿verdad?
El caballero no abandona su postura defensiva mientras los diferentes compañeros comienzan a darle explicaciones. Cuando Morko le muestra la insignia de Moradin, el caballero levanta su visera para mostrar un poblado y canoso mostacho y una nariz afilada y aguileña. Aunque los ojos grises están enmarcados en arrugas conservan la vitalidad de un joven.
Ante las palabras de Guilbert parece relajarse y envaina a su vez el enorme mandoble que porta.
- Sir Kalthrios, Caballero de Kelemvor y Protector del Cementerio - dice no sin cierto orgullo en la voz contestando a Guilbert. - Curiosa forma de pesquisar para la noble orden de la Rosa Negra, en mitad de la noche y asaltando tumbas que deberían permanecer cerradas... - ahora los compañeros se dan cuenta que su voz, al igual que su rostro, está algo marcada por los años, pero aún conserva vitalidad. Por algún motivo se sienten un poco regañados por un padre que se las sabe todas y sus traviesos hijos no se la cuelan.
- Asi que alguien ha vuelto a entrar en la vieja cripta de los Cassalanter para retomar sus prácticas. Esto no les gustará a Lord y Lady Cassalanter sin duda. Se esforzaron mucho en limpiar su nombre, si si... hmm habéis tenido suerte pues, que tras perseguir a ese escurridizo semi-elfo al que vi salir de aquí, haya vuelto para que qué había sacado de la cripta. Corría como alma que lleva el demonio protegiendo algo en la mano. Por un momento pensé que huía de mí, pero al ver esto comprendo que temía que los zentharim le encontraran. Ah Kelemvor vuelve a enseñarme una lección de humildad - dice tocándo levemente el símbolo sagrado que cuelga de su cuello. - Muy inquietas han estado las calles últimamente si, pero hasta esta noche no habían osado profanar la santidad del Cementerio con sus trifulcas. Esto es intolerable. ¡Elevaré una queja a los Lores! -
Mientras el hombre habla y desvela más información de lo que ha pasado a la Compañía, en el interior de la cripta se escucha un pequeño grito ahogado un leve forcejeo. Segundos después Kath aparece por las escaleras prácticamente arrastrando a la cultista.
- Se había ocultado en una esquina, supongo que esperaba que pensáramos que se había escapado en la refriega o por otro pasadizo... -
La mirada culpable de la cultista, aún con los ojos rojos por el llanto, revela que la cazadora de sangre tiene razón.
A Martin no se le ha escapado que el viejo caballero ha dicho que un semielfo abandonaba la escena con premura. De pronto sintió la necesidad de darse prisa.
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-Puede que sea el extraño que acompañó al resto de cultistas.-Dijo mirando a Martin comprendiendo que podía tener que ver con su antigua orden de asesinos.-Esa persona acabó con el resto de acompañantes de esta mujer.-Alzando la vista al cielo y con un pensamiento llamó a Luthien que hasta el momento no había hecho acto de aparición.-"Compañero sobrevuela la zona e infórmame si ves cualquier persona o señal de peligro por los alrededores. No te alejes demasiado"-Tras esto, su compañero salió volando en círculos y desde la alturas comenzó a vigilar el perímetro. A la par, el eladrin se acercó a Zevatur para intentar ayudarle con sus heridas y con el ritual.-¿Necesitas ayuda?-Pronunció estas palabras con cierta vergüenza al no haber estado en primer línea de combate desde el primer instante.
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Mientras atendía con mimo al herizo Zevatur, Gowther recibió un inquietante aviso de su familiar.
Conocidos como espectadores, estas criaturas suponen el equivalente de un familiar para los Beholders. La cara de Gowther se tensa por unos instantes.-Nos vigilan... Luthien ha detectado algo.-Alzando la palma de la mano uso su magia para mostrar la criatura observada por Luthien.
Cast prestidigitation-->You create an illusory image that can fit in your hand and that lasts until the end of your next turn.
Tras contar lo que sabía Gowther de la criatura, indicó que, al percatarse de la presencia de su compañero, este desapareció.-No se si seguirá por los alrededores, pero está claro que hemos despertado el interés de fuerzas poderosas... Voy inspeccionar la zona indicada por mi familiar. Martin, Kath vosotros poseeis mejores habilidades para el rastreo que yo. Si consigo acercarme los suficiente, podré percatarme de su presencia.-Mirando al resto-Estad pendientes de cualquier señal de peligro-Dirigiéndose al vigilante de aquel lugar-Si quieres acompañarnos. Tal vez, sea de tu interés.
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Martin se quedó paralizado antes las palabras del Caballero, e ignorando las palabras de Gowther acerca de rastrear la zona, su azogue pareció crecer acompañando su impaciencia. Mirándo fijámente la salida del cementerio, apremió a sus compañeros a moverse cuanto antes, de algún modo sentía que se encontraban en una carrera contra reloj, y por supuesto, iban perdiendo.
- Debemos acudir al Molino para seguir las pistas del atacante de los cultistas, antes de que otros le encuentren... si queréis investigar más aquí lo entiendo, yo me adelantaré para intentar que nuestros enemigos no lleguen antes, sobre todo si ya están preavisados por los que han escapado esta noche aquí, o por el aberrante familiar... sin duda agente de Xanathar...
Tras Indicar a todos como llegar al lugar de la manera más discreta posible y evitando posible "observadores" externos, Martin se dispuso a partir hacía su nuevo destino acompañado de todos aquellos que quisieran postponer las pesquisas pendientes en el cementerio.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
-Lord y Lady Cassalanter quizá puedan explicar las numerosas alusiones demoniacas dentro de su cripta familiar.. Sir Kalthrios. -le dijo con premure ante las revelaciones de este y Martin.-Le importaría hacerse cargo de nuestra "invitada"? Solo confiaría su seguridad a usted, sir, si esos malnacidos vuelven por ella..-trató de alavarle.- Si la clave está en ese semielfo debemos partir para acabar el trabajo que con bravura inició.
Apretando las cinchas de su mochila y asegurando en su lateral el laúd, se dispuso a la persecución que estaba por venir. Mirando la ilusión creada por Gowther comprendió la premura y la falta de privacidad que tenían.
-Estoy preparado Martin. Muchos hilos enraizados en este asunto deben ser aclarados. No soy capaz de ver con precisión que mezcla mi visión, la orden, znetarims y ratas de xanathar con ese objeto y ese semielfo. Estoy listo.. - dijo, mintiendo, ante la visión de las heridas abiertas que tanto él como Martin dejaban al aire.. o el maltrecho estado de Zevatur. -Por el camino trataré las heridas..
-18
Guilber parecía manejar perfectamente al bigotudo paladín, así que dejó la cháchara en sus manos tras presentarse como gesto de cortesía profesional.
Sin separarse de Helayna, siguieron a Martin sin perder más tiempo o saliva. La carta del molino se desvanecía en el aire como paga aventada con cada minuto. Habían dado con algo realmente gordo, peor solo si llegaban a tiempo.
—Si alguien puede evitar con algún truco mágico que uno de esos vigilantes nos siga, adelante. De lo contrario simplemente apretemos el paso —masculló a sus compañeros—. Separarnos es mala idea Zev, ya lo has visto. Alcánzanos en cuanto puedas.
Se dispuso a abandonar la Ciudad de los Muertos a la carrera en cuando Martin abriera la marcha.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Martin asintio satisfecho, y pidió a todos los que le acompañaran que se reunieran en torno a él. Inspirado por la gran idea de Ash, se concentró en reclamar a la naturaleza una vez más su ayuda, y con su último conjuro de alto nivel, el bastardo volvió a cubrir a sus amigos en unas penumbras que amortiguaban el sonido y emborronaban las formas y figuras, haciéndoles menos detectables a los demás.
- Démonos prisa... seguidme...
Cubierto bajo el manto de la magia de los bosques, el semielfo no perdió el tiempo y se dispuso a guiarlos a todos hacía el molino.
Martin gasta su último slot de nivel 2 para conjurar Pass without trace
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Zevatur negó con la cabeza. - El combate y estar a las puertas de la muerte ha drenado gran parte de mis recursos... - Interrumpiendo el ritual conjuro se acerco a Kath y Ash y les conjuro los ojos dracónicos capaces de ver en la oscuridad... - Os puede ser útil contra humanos aquí en la superficie. !Id, raudos!
Lanzo un twinned dark vision.
Zevatur, Rolthos
Segundos despues nego con la cabeza... A pesar de la angustia que podria esta sufriendo la nina, el futuro de muchas vidas estaba en juego.
- Espedar... dijo parando el ritual... - Os guiare, conzco varios atajos que nos permitiran llegar cuanto antes posible alli! - Y salto como un resorte y les azuzo, vamos vamos!
Zevatur, Rolthos
Gowther vio como sus palabras fueron secundadas ignorando el riesgo que esto suponía... El eladrin, al ver al resto de sus compañeros partir detrás del impaciente y extrañamente afectado mestizo, se limitó a seguir al grupo dando un voto de confianza al mismo. El el'tael no pudo evitar personas, como en otras ocasiones, el hermetismo del casi humano podría traer consecuencias al grupo al no anticipar la posible información extra con la que aparentemente contaba. Sin dar mucho más pábulo a estos pensamientos, el hojacantante volvió a pedir a Luthien que mantuviera la distancia como la anterior vez para detectar la presencia de criaturas como al de antes o cualquier otro.
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Viendo que Guilbert dudaba, el caballero tomó a la prisionera por un brazo.
- Id. Graves y peligrosos parecen los asuntos que se desarrollan esta noche en la ciudad. Yo me ocupare de esta adoradora de diablos y la entregaré a la justicia. No he visto a ningún miembro de la Orden, pero me alegra ver que al menos hay uno leal y vivo. - El caballero hace un gesto de reconocimiento a Guilbert, ignorando los callados sollozos de la mujer.
Con algo de frustración, Gowther alcanza al resto mientras Zevatur termina de recoger sus cosas. Espera que si la niña ha sido capaz de sobrevivir en las calles de Waterdeep por si misma, sea capaz de estar un rato en la casa sin canguro. Tras una rápida conversación con Martin para asegurarse del destino adonde se dirigían, Zevatur les guió por calles secundarias y callejuelas haciendo que llegaran al viejo molino antes de lo que el semi-elfo había esperado.
Las puertas dobles de madera del viejo molino estaban cerradas y tan sólo la débil luz de una vela en la ventana del tercer piso indicaba que posiblemente hubiera alguien allí.
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