- Muere criatura impía... ¡muere de una vez!

El Asesino repitió sus palabras al ver como la daga se le clavaba en la garganta al hechicero oscuro, éste, aún sorprendido al ver la entereza del valiente semielfo, intento articular algunas palabras, quizás para completar un último conjuro, pero lo único que brotó por su boca fue una oleada de sangre carmesí y unos gorgoteos ahogados. El Nigromante cayó de rodillas mientras sus ojos se volvían blancos y sus manos luchaban inútilmente por arrancarse la daga del cuello... pero en apenas unos segundos su cuerpo muerto cayó pesadamente son el suelo de la estancia bocabajo con un sordo impacto, generando un charco de densa sangre a su alrededor que iba agrandándose poco a poco.

Martín se giró y volvió sobre sus pasos para comprobar el estado de Kath, y pidió sanación para ella y para Cegorach y Zevatur que aún yacían en el suelo inerte y frío.

Salvación contra muerte: 17

El clérigo no puede prestar mucha atención a la victoria conseguida por el semi-elfo con la enorme mole que tiene encima luchando con él. 

Pese a aguantar los embites de la misma, consigue elevar una plegaria a Lathander y que este influya algo de energía curativa en uno de sus compañeros caídos. Viendo que el minotauro recupera el equilibro para atacarle con su hacha, intenta golpearle con su maza para acabar con él, atacando a su expuesta caja torácica. Trozos de costillas y hueso salen volando con el impacto, pero el esqueleto sigue en pie. 

Morko se acerca para acabar con él. 

Morko alza su hacha por encima de su cabeza con la esperanza de que su golpe ponga fin a la impia existencia del esqueleto y la deja caer mientras dice entre el cansancio y la esperanza:- Por lo más sagrado, no te levantes de nuevo.

Attack: 16 Damage: 7

El hacha del enano se clava en la cadera del minotauro. Y se queda ahí clavada. Morko da un fuerte tirón y la arranca pero la criatura no parece verse afectada. 

Jeena se mueve al lado de Kath y susurra unas y sus manos brillan débilemente. Las heridas de la muchacha parecen cerrarse y su respiración se vuelve regular. Se agita en sueños y la elfa le pide que se ponga en pie y siga luchando. 

Haciendo ella lo propio, se levanta y lanza una ráfaga de frío concentrado hacia el minotauro con la esperanza de hacerlo caer de una vez por todas. 

 Uno de los cuernos de la criatura y la mitad del cráneo se congelan y saltan en pedazos cuando el minotauro levanta su hacah para golpear a Roland una vez más. Esta vez el clérigo no puede bloquear el ataque a tiempo y el hacha del esqueleto se clava profundamente en su hombro, haciendo que el clérigo caiga sobre una de sus rodillas y tornando su armadura del color rojo de la sangre. 

Kath, se levanta con ayuda de Jeena y, aun apoyada en la pared y sangrando, lanza una bola de energía a uno de los zombies que quedan con la esperanza de destruirlo, pero está demasiado débil como para acertar y su ataque falla. 

Zevatur lucha contra la incosnciencia y ve a sus amigos aún luchando contra los muertos vivientes, aunque la terrible nuble verde que le hacía toser parece haber desaparecido.

Zevatur se levanta, y observa a derecha e izquierda... El cadáver del nigromante le da cierta entereza para parase a pensar su siguiente acción. El minotauto sin apenas cabeza parece en las últimas y allí dirige la energía mágica de una ristra de misiles mágicos. Luego concentrando sus energías obtiene poder para tirar un hechizo del circulo más alto que conoce... el próximo conjuro será de nuevo el aliento de fuego, adecuado a los zombies.

magic missile:

13

 Por ultimo en un movimiento lento se pega a la pared. Preparándose para su siguiente acción.

Los proyectiles mágicos de Zevatur destrozan lo que queda de la calavera del minotauro, haciendo que el resto del esqueleto caiga echo pedazos. 

Los maltrechos zombies y el ogro zombie parecen atacar a algo que aún no habían visto, y que ahora Martin puede ver. Del suelo ha salido la mitad del cuerpo de la que perece ser Jeena y está sujetando al ogro zombie todo lo que puede. Sin embargo sufre la misma suerte que el clon de Cegorach y es demembrada por los muertos vivientes. 

El zombie que al parecer servía de familiar para el nigromante, sin embargo, centra su atención en ellos y carga cotra Kath y Jeena que están próximas a su posición, sus garras cargadas de la misma energía negra y mortal que le anima a seguir moviéndose cuando la muerte lo había reclamado hace tiempo. 

 Una vez más, la joven muchacha consigue cubrirse a tiempo del poderoso ataque. El zombie queda desequilibrado por el ataque fallido y Jeena no tiene problemas en saltar y apartarse. 

Ahora que está dentro de la sala Martin siente un pulso en la luz que lo ilumina todo y escucha un latido. Tras el latido escucha un ruido extraño, como si se abriera la carne de una herida supurenta. Mira hacia la pared de la que nace el extraño sonido y contempla con horror como una copia de sí mismo, desnuda y retorcida, con la boca abierta hasta límites insospechados, se abre paso por la carnosa pared de la sala. Según aparece se lanza contra los zombies que intentan liberar al ogro zombie y arranca de un tremendo mordisco la cabeza del zombie que sólo podía arrastrarse. 

El semi-elfo no entendía muy bien lo que ocurría pero una idea empezaba a formarse en su mente.

Sin demorarse demasiado, al ver que Kath estaba de nuevo en pie y apoyada por Jeena, el pícaro aprovechó que el zombie ogro estaba retenido por la abominación partida de la druida y se lanzó sobre él cortando con sus espadas cortas a la mole muerta viviente, tras un un rápido movimiento que lo situó en la mejor posición para apuñalarlo aprovechando la ventaja que le proporcionaba, de momento, la copia defectuosa.

Las armas de Martin cortan la carne putrefacta del ogro muerto viviente que se gira, más extrañado que dolorido, hacia la nueva amenaza que le hace daño y levanta su enorme maza para tratar de aplastarlo.

Roland sonríe a Zevatur, agradeciéndole la ayuda y se acerca al caído Cegorach para sanar sus graves heridas. Se nota por el sudor de su frente que el esfuerzo empieza a hacer mella en el joven clérigo.

 Iniciativas:

Cegorach sintió cierta calidez en su pecho, abrió los ojos y pudo ver a su compañero Roland sacándole de las garras de la muerte.

-Muchas gracias... 

Se levantó del suelo y miró a su alrededor buscando que peligros seguían en pie para ayudar a acabar con ellos. Reuniendo la cacareada concentración que poseía en ese momento, accedió a la psique de aquella abominación e intentó retorcer la mente balbuceante de aquel ser. Tras esto se alejó del alcance del enemigo más cercano.

 El cansancio, la pérdida de sangre y los eventos que están viviendo, hacen que la concentración de Cegorach no sea lo suficientemente buena, ni su convicción tan firme, como para acceder a la primitiva mente del zombie que insiste en su ataque a sus amigas.

Morko recupera a Kheluzburk del minotuaro y dirigiéndose para si mismo dice: -esto está durando demasiado-. Apuntando con el hacha al Great Zombi dice:- ¡Kheluzburk ahí tienes a tu próximo enemigo!, ante la invocación de Morko las runas del hacha empiezan a brillar cargándose de energía, que envuelve al paladín mostrandole  los puntos débiles del great zombie.

Vamos vieja amiga, juntos acabaremos con estas abominaciones, dice Morko mientras carga contra el Great zombie.

Attack: 19 Damage: 10

El hacha enana vuela certera y se clava en el pecho del zombie, haciéndole trastabillar, momento que aprovechan tanto Jeena como Kath para atacarle. 

 Las dos causan heridas a la criatura, pero esta parece recuperarse del asalto y vuelve a prepararse para atacarlas. El hacha de Morko vuelve a su mano, lista para volver a entrar en acción.  

 A Zevatur le cuesta creer que el zombie no haya caído ya... 

Zevatur conjura otra vez el aliento de fuego, las últimas palabras de conjuro hacen que pequeñas llamas salgan de su boca. Después se aproxima a zombie y poniéndose alado de sus compañeros sopla con furia cubriendo al zombie en las llamas abtasadoras.

12 salvacion destreza 15 para mitad de daño.

Relanzo los unos por flames of Phlegethos: 8 +3

 Las llamas envuelven al zombie que lucha contra los esfuerzos combinados del grupo, pero las energías nigrománticas que lo animaron deben ser muy fuertes, pues la criatura aún se mueve con rapidez, intentado acabar con Zevatur y Jeena con sus ataques, pero estos son más rápidos y combinan sus fuerzas para conseguir desviarlos.

Mientras tanto, el ogro lanza su maza con púas oxidadas contra el semi-elfo, pero una copia de Kath que sale del techo, cae sobre él y le impide acabar su ataque. 

El clon deforme de Martin muerde y  acaba con el otro zombie, no sin recibir un golpe del mismo, aunque la criatura parece hacer caso omiso de la sangre que mana de su herida. 

Martín volvió a maniobrar para situarse estratégicamente y dio gracias por la Kath falsa que llovió del techo en el momento justo para evitar el mortal mazazo.  - Esto está durando demasiado - pensó. Pero sabía que el ogro zombie sería un enemigo duro de roer y muy peligroso. Sin pensárselo mucho más, el pícaro volvió a asestar dos cortes sobre su enemigo.

Las dos espadas del semielfo se clavan en la masa de grasa y músculos del gran ogro putrefacto, haciendo que más líquidos y vísceras se desparramen por el suelo. Parece que las heridas empiezan a hacer mella en la magia que la mantiene con vida. 

Roland ve que no puede avanzar para golpear al Zombie con su arma así que invoca una vez más el poder de su dios e invoca unas llamas sagradas que arden sobre los hombros del zombie. 

Cegorach empieza a ver algo de esperanza ahora que todos por fin parecen más coordinados y centrados.

Sin duda esta situación estaba resultando bastante complicada para el grupo... No paraba de pensar en el tipo de caminos que estaba transitando como místico. ¿Acaso no estaba alterando su propia esencia al abrir nuevas comprensiones sobre su mente y sus posibilidades? En cualquier caso y por el momento, no emplearía ciertos recursos hasta tenerlo más claro... Mirando en la distancia de nuevo al mismo caminante, volvió a atacar dañando el cerebro podrido de aquel ser.