Gowther entró en aquella sala aparentemente descuidada por el paso del tiempo... un lugar óptimo para poder recuperar energías. En un primer momento echó un vistazo por la sala en busca de alguna vía que condujera a otra lugar. Para ello, pidió ayuda a Luthien. Empleando sus sentidos para este tipo de situaciones echó un vistazo, antes de descansar.

Ash entra el último en la habitación. Se hace un hueco en alguna aparte alejada de la puerta y trata de templar los nervios para echar una cabezadita. Bien sabe que los duermevela le han salvado el pellejo en anteriores campañas.

-Vale, sí, parece un buen sitio -comenta a media voz observando el polvo acumulado- esperaremos a que pase la tormenta. Avisadme si tenemos compañía.

Se recuesta con el ovillo de cuerda que lleva a modo de almohada. Las espadas siempre a mano.

Tras comprobar Martin que la habitación está sin usarse y no tiene nada interesante ya que el cofre que hay a los pies de la cama y el armario están vacíos, deciden tomarse un respiro. Los minutos pasan lentamente mientras los compañeros recuperan el aliento y limpian y vendan sus heridas mientras comen algo. 

Al cabo de unos veinte minutos, Ash se despierta soñando que estaba volando y de pronto caía y caía sin poder hacer nada para frenar el suelo que se acercaba a él a gran velocidad. 

Algo más repuestos deciden seguir investigando. 

En las mentes de todos, pero sobretodo en la de Martin y Ash, les sigue pareciendo muy muy extraño que el gigante que fue a comprobar el estado de la quimera no haya dado aún la alarma. 

Me gasto 3 dados de golpe, Zevatur nunca maximiza! Jaja

20

Aprovechando el descanso Zevatur toma un poco de agua, pasan los minutos y las silenciosas arcadas  se hacen más esporádicas easta  parer parar eventualmente. Al cabo de 20 minutos, más pálido, pero con su energía renovada Zevatur parece dispuesto a seguir. - Creo que he echado todo el veneno del cuerpo. - Dice sintiéndose algo culpable por haber ralentizado el grupo.

 Roland parece pensativo y mientras reza a su diosa se pregunta si el inicio de esta misión está siendo demasiado accidentado. El veneno recientemente usado, el gigante que posiblemente de la voz de alarma en breve... 

 Se gasta un dado de golpe en el descando 8

Ash despierta agitadamente de su cabezadita. Trata de recomponerse dignamente mientras maldice entre dientes por haberse dormido más profundamente de lo que pretendía. 

-Cuanto tiempo llevo... Da igual. ¿Vale y ahora qué? Esto está demasiado tranquilo. Diría que no nos están buscando, lo que es raro. Se me ocurre que quizás ese gigante del jardín está en el ajo con vuestro noble. No hay escaleras a la vista ni ventanas o balcones para subir mediante una cuerda y ha quedado bastante claro que juntos somos muy torpes como para deambular por el castillo sin que nos pesquen. Este es un buen escondite, quizás nuestros exploradores deberían buscar a ese noble o al jardinero y traerlos aquí. Yo puedo acompañarles por si la cosa se tuerce, mi coraza no me delatará. ¿Qué os parece?

Morko entra en la habitación y al ver a sus compañeros relajarse, empieza a ser consciente de las heridas sufridas durante el aterrizaje. Como el resto de sus compañeros, el paladín presta atención a sus heridas, en la mayoría golpes y pequeños cortes producidos por la cosa árbol. Tomándose unos minutos repasa el estado de su equipo y sus golpes mientras recita parabsi mismo las plegaria a Moradhin.

HD:4

Parece que el tiempo se diluye hasta que poco a poco todos los compañeros.vuelven a estar más o menos listos para continuar. Ante la idea de Adn dice:- Yo no separaria el grupo, es cierto que no seremos los más sigilosa, pero tampoco nos valdrá de mucho el sigilo cuando el gigante del jardín vuelva o alguien note su ausencia, eso sin contar la mancha de sangre en la habitación del intendente. Yo seguiría juntos y aprovecharía para estar en movimiento el mayor tiempo posible.

HD:9

Zevatur niega con la cabeza. - Si hay un conflicto sería mejor estar todos juntos, tanto por combate como si hay que razonar. Creo yo... Vayamos a ver qué pasa con el jardinero?

-Yo al jardinero le dejaba en paz y me centraba en buscar las habitaciones del conde, se le veis bastante capaz de lidiar con la quimera y la cosa árbol. Con u  poco de suerte se han zurrado entre ellos y son un problema menos.-Dice Morko

Ash levanta los brazos dejando escapar un bufido y se ajusta las espadas al cinto.

-Estupendo -escupe con sarcasmo- abandonemos la sensatez, nos hace lentos. El chico lo dice por saber si el jardinero está del lado de la diplomacia -comenta a Morko llevándose los dedos a la sien- es muy raro que no haya dado la alarma, podría ser nuestro enlace con el hijo del conde. Quizá podamos encontrar su habitación, con un poco de suerte está en la planta baja. Probaría eso antes de volver sobre nuestros pasos. O también podemos salir al jardín a coger flores a mi me da igual.

Ash zanja su proposición con una sonrisa sardónica mientras se cuelga el royo de cuerda sobre el hombro, listo para salir, decidan lo que decidan. El descanso parece haberle aprovechado.

Con otro bufido Morko le responde:- Adelante sal y pregunta a cualquier gigante que te encuentres si está del lado de la diplomacia. Si ese es el plan yo os espero aquí.

-Subir aquí arriba a parlamentar era vuestro plan, loco o no ¿o me equivoco? -responde Ash señalando al enano con el índice- Yo solo hago mi trabajo cuando me dejan. Pero te aseguró que ir con tu culo enlatado y el del clérigo por todo el castillo va a tener el mismo resultado que si vamos a buscar a nuestros anfitriones espada en mano. Por eso proponía que cada cual hiciera lo que sabe hacer mejor. Pero oye, no hay problema, yo solo soy uno más, me adapto -sonrie con sarcasmo al enano

Gowther vió como el enano y el humano llegaban a un desencuentro. Si bien ambas posturas eran lógicas, parecía como si ninguna de las partes tuvieran la más mínima intención de cooperar por la misión... algunas razas nunca superarían sus limitaciones...

-Es lógico pensar que algo está sucediendo con el gigante que vimos a nuestra llegada... Por otro lado, no sabemos que ha sucedido con el veneno que faltaba en aquellos frascos y si alguien corre peligro. Lo que si está claro es que nuestra misión es una y no se hasta que punto es inteligente que nos mezclemos con asuntos que no nos competen... De hecho, nuestra mera presencia aquí puede ser el foco de todos los trapos sucios que se estén articulando bajo nuestra ignorancia.-

Dirigiendo la mirada hacia algunos miembros del grupo.

-Ahora bien, vista la inquietud que habéis manifestado alguno de vosotros, puedo hacer uso de mi magia... Empleando cierta cantidad de mis recursos, podría hacerme invisible y acercarme a la zona del jardín para ver que ha sucedido. Si lo veis necesario, el resto de vosotros, bueno aquellos que os consideréis con alguna capacidad de sigilo, podría seguirme desde cierta distancia para actuar según la necesidad. La otra opción es seguir explorando el resto de puertas, en este sentido, puedo usar esta habilidad para anticiparnos cualquier sorpresa...

Parecía que había acabado de plantear diferentes opciones pero Gowther quedó pensativo y musitando una leve sonrisa dijo.

-También podemos hacer ambas. Es decir, mientras esperamos a que Morko y Ash limen sus asperezas puedo acudir rápidamente al jardín y a mi regreso continuar con la búsqueda.

Acabando estas palabras levantó el brazo hacia el tirador de la puerta y una mano espectral apareció agarrando el mismo, mientras que con su cuerpo hacía ademán de salir hacia algún sitio.

La puerta vuelve a abrirse sin problema y Gowther se asoma con cautela. No hay nadie en el pasillo que les ha llevado hasta allí. 

Siguiendo el plan del elfo, que parece el más sensato, el mago se vuelve invisible y Martin utiliza sus habilidades para volverse casi tan invisible como el elfo con su magia. La pupila de Martin le sigue, para hacer guardia en la puerta del jardín en caso de que algún gigante tome ese camino y pueda avisarles. 

Desaparecen por la puerta, dejando a unos molestos guerreros y un incómodo clérigo y un confuso hechicero. 

Con un objetivo claro, tardan poco en alcanzar las puertas del jardín, y la frondosidad de este les vuelve a sorprender. 

Gowther y Martin cruzan el invernadero evitando las cosas que flotan en el agua de una las fuentes y llegan a la puerta del jardín exterior. No llegan a cruzar fuera. 

Entreabriendo la puerta pueden ver la enorme mano del gigante en el suelo, impidiendo que la puerta se cierre. Esta completamente inmóvil. Se adelantan con cuidado y cautela y comprueban que, en las escaleras que dan acceso al jardín interior, el gigante yace cuan largo es, un reguero de espuma sanguinolenta saliendo de sus labios entreabiertos, la mirada fija en la puerta, como si alcanzarla hubiera sido su última esperanza de salvación. 

Zevatur agradecido por  el descanso adicional se tumba en la cama gigante e intenta relajarse.

Roland asiente a los tres exploradores - Tened cuidado. - Dice seriamente

Martin maldice para sí mismo, y miraría a Gowther con cierta preocupación  si supiera donde estaba, sabía que andaría cerca también admirando lo ocurrido con el gigante. El pícaro con el máximo sigilo posible se aceca a la boca del gigante y a la espumareda que suelta por ésta, y con gran destreza saca una caja de su mochila bien guardada, con delicadeza y rapidez, el semielfo saca unos viales de cristal y recoge algo de la espuma de la boca del gigante y empieza a mezclar algunos productos de olor extraño... agradeciendo que el paladín no estuviera viendo esto, e hiciera demasiadas preguntas sobre el kit de venenos que llevaba encima.

- Gowther - Susurró - Necesito unos minutos para que esto reaccione - quizás pueda adivinar que es lo que están usando para envenenar a los gigantes y sacar algo más de información al respecto, quizás hasta un antídoto... si dispusiera de los materiales necesarios claro.

Con extremo cuidado Martin recoge una muestra con la esperanza de poder determinar el veneno que es. La muestra tardará un poco en reaccionar con los elementos químicos que lleva, así que mientras lo hace vuelven con los demás y se preguntan qué está ocurriendo y qué camino deben seguir. 

Cuando el pícaro y el mago volvieron a la habitación, el semielfo se quitó la capucha de su capa de camuflaje y dejó entre ver una mirada de preocupación antes de explicarles a sus compañeros lo que habían encontrado. Se sentó en el suelo en un lugar donde todos pudieran verle y comenzó su narración detallada. Tras las correspondientes descripciones, Martin se volvió a levantar, colocándose la capucha de nuevo y tocando con cierto nerviosismo sus espadas.

- Debemos movernos rápido a partir de ahora, puede que estemos en mitad de un golpe de "estado" versión Gigantes, una facción está intentando envenenar y destruir a otra, y probablemente estén aprovechando la ausencia del líder, e intentando matar al hijo de éste, nuestro contacto. Es una teoría, puede que esté equivocado, pero me temo que volvemos a estar contra reloj.

Dirigiéndose a la puerta, la abrió en silencio y señaló al pasillo de las múltiples puertas.

- Quizás podamos sacar algo más de información de lo que está ocurriendo si exploramos un poco más el resto de habitaciones, excluyendo la cocina, eso nos retrasaría demasiado.