Tras la pelea con los cultistas y la derrota de estos, Zephyros parece volver a su retiro en las estancias superiores de su torre mientras esta sigue desplazándose por los cielos de Faerûn, teóricamente, dirigiéndose a el destino del grupo, los Campos Dorados, un valle al noreste de Waterdeep que provee de vegetales y fruta a la ciudad de los esplendores y a varias más. Su misión de devolver al Tressarim, el extraño gato alado que juega con Lariens y se divierte sacando de sus casillas al enano, parece estar acercándose a su fin. Está por ver si las ominosas palabras del gigante que es su anfitrión se cumplen o no.
Zephyros,
Al cabo de un par de días todos pueden notar que el aire es más frío, incluso en el microclima creado por la magia que mantiene la torre en el aire, y sólo podéis suponer que cada vez estáis mas cerca del norte y de vuestro destino.
Es al atardecer del segundo día tras la pelea con los cultistas, mientras muchos de ellos están relajándose en la puerta de la torre y estirando las piernas un poco por la zona de la nube que saben que es segura un resplandor plateado en el cielo llama su atención. Dirigiéndose hacia ellos en línea directa, parece que se dirige un pájaro. Pero a los pocos segundos, es evidente que no se trata de un pájaro, pues ninguno que el grupo conozca puede ser tan grande. Un par de segundos después, observan cómo un gran dragón plateado hace una pasada baja, rodeando la torre.
Todos sienten cierta congoja al ver a la majestuosa criatura realizar un par de círculos alrededor de ellos. Es inconfundible el ver a cuatro figuras montadas en el lomo del dragón cuando este pasa.
Krommir se pone tenso según las ve y, aunque no coge ninguna de sus armas, se pone en pie y da un par de pasos hacia el exterior de la nube para ver mejor.
El dragón, realiza otro círculo y con un par de fuertes aleteos, se posa en la nube. Inmediatamente, las cuatro figuras saltan de su lomo, con armas prestas, y se dirigen hacia delante.
- ¡Gamut manun ai-menu! - grita Krommir a los enanos segíun dan dos pasos en la nube, levantando la manos a modo de saludo.
Todos los enanos, embutidos en pesadas corazas y yelmos de su raza, y con unos tabardos sobre los que se ve el símbolo de Moradin, el yunque y el martillo, se paran al escucharle, y el dragón, que parecía dispuesto a levantar de nuevo el vuelo, se queda parado, percatándose, al parecer de la identidad del enano que les ha salido al encuentro.
Uno de los enanos, se quita el casco, y todos pueden observar su parecido con Krommir. Se acerca a él despacio, como si no acabara de creer lo que ven sus ojos y tras un segundo más de duda, ambos enanos se funden en un abrazo que acaba con un sonoro cabezazo y risas entre ellos.
El resto se relaja y comienzan a quitarse los cascos también y todos pueden observar que hay una enana entre ellos. El dragón, sin embargo, no deja de observar la torre con lo que diriais es recelo y aún no participa de los saludos que el resto de los enanos se dan. Aunque todos notan como la opresión y la congoja que les había invadido se disipa un poco, seguramente por la actitud más tranquila del dragón.
Krommir se acerca con los enanos hacia el grupo. Está sonriente.
- Chicos, permitidme que os presente a Khelvonir, mi primo. Estos son Dalnir, Gwanir y Bronder. Todos miembros de Los Martillos de Moradin, como yo mismo - el orgullo de la voz de Krommir al presentar a sus compatriotas es evidente.
Las contusiones parecen curarse a un ritmo bastante bueno teniendo en cuenta que casi le cuestan la vida a la bardo del grupo. Ha pasado esos dos días deambulando por la torre o descansando en su rincón favorito, no ha echado de menos al gigante de las nubes, ya no le cae tan gracioso después de ver como la dejaba a su suerte sin actuar ni mediar contra esos cultistas.
El ruido de un pájaro enorme acercarse la pone en alerta y se levanta de un salto, le hace una señal al gato para que se esconda o se aleje de la puerta. Coge su guitarra que la tenia apoyada a un lado de ella y ve como se dirige Krommir a recibir a los nuevos huéspedes, ve que no va armado y eso la extraña aún más. Decide seguirle por si tiene que cubrirle o algo, ya no se fía de nadie que se acerque a esa dichosa torre.
Al ver el dragón, da un respingo hacia atrás, pero la tranquilidad de su compañero consigue relajarla. Observa la escena que se ha formado extrañada y con muchas interrogaciones en su cabeza, desde su desconcierto, consigue sonreir al enano y acercarse a conocer al resto de sus camaradas.
"Hola!! vaya sorpresa! Cómo nos han encontrado? o es casualidad? jeje" "Pasen pasen, sean bienvenidos" y alargando el brazo les hace indicaciones para que pasen al interior de la torre.
- El mediano no había olvidado todavía lo que para él había sido un fracaso, pero había encontrado su particular consuelo en los deliciosos e ilimitados banquetes que les permitía el extraño gigante. No sabía qué iba a pasar cuando llegasen a donde tuvieran que ir, o si lo que había dicho el gigante sería verdad. De hecho, aun no tenía claro lo que significaba todo aquello, pero de lo que no tenía dudas es de que aquellos privilegios no le iban a durar mucho, y no hacia daño a nadie por aprovecharse de ello. -
- Al escuchar el ruido fuera de la torre, Dylan echó varios langostinos al tressarim y se rellenó la jarra de cerveza antes de ir hasta la puerta para ver que ocurría. Se quedó helado en el sitio al ver al dragón y parpadeó varias veces antes de tener la más mínima reacción. Miró primero a su derecha para ver como actuaba Lariens ante la situación, y la siguió hacia el grupo de enanos, mirando a cada uno de ellos cuando Krommir los presentó, pero inmediatamente después volvió su atención hacia el dragón. - ¿Y él?
¡ oh, vaya un dragón ! - dice gash con los ojos vidriosos de la emocion,ignorando a los enanos ,se acerca al dragon y con una revelencia . - Mi nombre es gash,.
(Porqué no he visto que esto estaba actualizado? pensé que nadie había contestado... )
El dragón miró a Gash desde la altura que le proporcionaba su cuerpo y cuello. Hizo una leve inclinación de cabeza, parecía divertido.
- Mi nombre es Kry'thalanrax - contestó con una voz grave, aunque jovial - Es un placer conocerte Gash. Me alegra ver que la lucha no será necesaria hoy. No se preocupe por mí maese mediano. Estoy bien aquí. - añade mirando a Dylan. -
Los enanos siguen al grupo al interior de la torre y estos hacen de anfitriones tan bien como pueden.
Krommir y los demás les cuentan los hechos que les han llevado hasta allí.
El gesto de Khelvonir es de preocupación.
- Ataques similares al que nos contáis se han repetido por todo el Norte. Algo o alguien está provocando que los gigantes se hayan vuelto más agresivos. El dueño de esta torre parece ser una excepción por lo que contáis. ¿Creéis que podremos conocerlo ? -
Krommir se encoge de hombros
- Es un poco peculiar por decirlo de alguna manera. No suele bajar a recibir a los visitantes, parece ser que el precio por el transporte es servirle de comité de bienvenida, pero sí que es amistoso, y parece estar intentado a ayudar a solucinar el problema. Aunque ha sido bastante críptico al respecto la verdad. -
Su primo asiente.
- Os queda apenas un día de viaje hasta los Campos Dorados. Supongo que una vez lleguéis allí y acabéis vuestro... encargo, seréis libres de ir donde queráis. - se encoge de hombros - nosotros regresaremos a Mithral Hall e informaremos de lo que nos habéis contado y daremos parte de que estas bien. - mira hacia el martillo de guerra que lleva envuelto en tela a la espalda y dice - Antes de irme tenemos que hablar primo -
Por un momento el rostro de Krommir se ensombrece, y sólo asiente, pero su primo cambia de tema, volviéndose al resto.
- Supongo que tendréis preguntas que hacer. Si podemos serviros de ayuda... por empezar a contestar a algunas de vuestras preguntas - dice mirando a Lariens, - nuestra orden cuenta con la ayuda de poderosos adivinadores y aliados, como habéis podido comprobar - dice señalando hacia la puerta de salida - y en vista del aumento de los ataques de los gigantes comenzamos a buscar a los miembros de nuestra orden que están por los Reinos, en especial a sus oficiales... - al decir esto mira de soslayo a Krommir y juraríais que en su tono de voz hay un ligero reproche, o recordatorio - Al detectar que mi primo estaba en una torre de un gigante supusimos lo peor y vinimos a su rescate. Además que una torre de un gigante moviéndose por los reinos en estos tiempos es motivo de preocupación... -
- El mediano asintio al dragón y tras pensarlo un momento acompaño a los enanos al interior de la torre, deteniéndose en el centro. Puso las manos alrededor de la boca y gritó - ¡Saca más comida! ¡Han venido amigos de visita! - miró por un momento a los enanos y después volvió a añadir - ¡Diría que les gusta la carne de caza a la brasa! ¡Ah! ¡Y unos pocos langostinos hervidos más para el gato!
- Finalmente se llenó otra jarra de cerveza aprovechando las cualidades del barril interminable y escuchó la historia de los enanos. Mientras hablaban se inclinó hacia Lariens, susurrando- Oye... ¿Qué significa maese? - Volvió inmediatamente la atención al primo de Krommir y se quedó pensando un buen rato algo que preguntarles.- Ehh.. pero... Krommir seguirá con nosotros, ¿no? Ah, y otra cosa... ¿Podría pedir al dragón que mate algo por nosotros? - Sonrió ampliamente tras su pregunta y dio un ligero codazo a Lariens para que explicase ella en su lugar la razón de la pregunta-
Lariens se reía con las ocurrencias y preguntas del mediano, y se sorprendió mucho al oirle insinuar lo que creía que estaba insinuando...
Carraspeo un poco para aclararse la garganta y les contó a los presentes lo que acababan de vivir hacía unos días con los cultistas y ese "elemental invisible" que vivía en la curiosa bolsa sonriente.
"Creo que lo que quiere decir Dylan es que si el dragón es capaz de acabar con tal ser sin sufrir daños, nos sería de gran ayuda, no sabemos si esa cosa nos obedecería en batalla como aliado o por el contrario nos atacaría nada más salir... No es un riesgo que queramos correr, la verdad."
Krommir pone los ojos en blanco y le explica a su primo el extraño ser que consiguieron volver a meter en la bolsa gracias a la magia de la bardo.
- No tengo la menor idea la verdad. Lo mejor que puedes hacer es entregárselo a Kry'thalanrax y que él se ocupe. Y respecto a si Krommir seguirá o no con vosotros, eso es mejor que lo conteste él. -
El guerrero frunce los labios y permanece callado de momento, al parecer sopesando sus opciones.
- Nosotros debemos partir de vuelta a Neverwinter - dice Khelvonir levantándose y dejando el martillo que traía con el donde esta, al lado de su primo.
- Ha sido un placer volver a verte primo - ambos se abrazan en la puerta del castillo. - Tak natu yenet - se despiden en su idioma.
Los otros enanos se montan en el lomo del dragón y se preparan para irse.
Si los compañeros quieren hablar con él es el momento.
"Krommir... Tú... No te irás verdad?..." La bardo mira desconcertada a los demás enanos y a Krommir simultáneamente, los ojos se le empiezan a empañar y le invade una sensación de tristeza que le oprime la garganta al hablar "Prometimos llegar al final de la historia, ahí fuera hay muchas aventuras aún que recorrer juntos, no pensarás en irte verdad?"
El incómodo silencio que se hace tras su pregunta termina por romper la entereza de Lariens y ésta rompe a llorar, varias lágrimas ruedan por sus mejillas "KROMMIR!! ...."
- Dylan cogió y miró la bolsa, como si la mirase a aquellos ojos tejidos, mientras se planteaba si hacer la petición al dragón o no. No había podido hacer nada por atraer la atención de la criatura de la bolsa, y dudaba que pudiera llegar a hacer frente a un enemigo invisible. El dragón no debería tener problemas, pero... El grito de Lariens le sacó bruscamente de su ensimismamiento y miró rápidamente hacia Krommir con miedo, suspirando al ver que seguía bien - ¡Joder que susto! ¿A qué viene tanto grito y llanto? Pensé que el viejo había estirado la pata
- Al ver que los enanos ya subían al dragón se puso en pie y le dio un par de palmadas en el hombro a Krommir antes de salir - Olvidad lo que os he preguntado antes... Ya se nos ocurrirá algo. Además, no podría regresar a mi tribu como un orgulloso guerrero si no hago frente a este enemigo por mi cuenta. - El mediano dio un par de palmadas en la bolsa y después alzó esa misma mano para despedirse del grupo de enanos- ¡Buen viaje!
-Tras la despedida regresó al interior y se sirvió otra jarra más de cerveza. Ya no estaba seguro de cuántas llevaba y miró a sus compañeros- Para variar hemos tenido una visita maja. Empezaba a pensar que solo nos buscaba gente con ganas de que les partieran la jeta... Aiss.. - dio un trago y volvio a sentarse junto a Lariens - al final no he pedido que maten al bicho invisible, lo haremos nosotros -dijo enfatizandolo dándose un golpe en el pecho- todos juntos, como cuando la babosa negra en la cueva.
Krommir, algo incómodo, da un par de palmadas en el hombro de Lariens.
- Tranquila muchacha, tranquila, aún no me voy. Puedo quedarme con vosotros al menos... un poco más -
Con unos últimos saludos el dragón despliega sus majestuosas alas y se eleva en el cielo, el sol de la tarde da tintes dorados a su plateada piel y, con un elegante giro, se pierde entre las nubes con los enanos.
Al volver a la sala Krommir se sienta frente al martillo, aún envuelto en telas, que le ha dejado su primo y no dice mucho más, ni toca su cerveza, ensimismado en sus pensamientos, mirando fijamente el martillo.
Lariens coge su guitarra para entonar una sencilla melodía y cerrar un capítulo más en el libro de sus aventuras, "no creo que falte mucho ya para llegar a nuestro destino" el gato revolotea alrededor de la bardo al son de la música y ésta se vuelve a poner triste al recordar por qué van a ese lugar, sí o sí parece q van a tener que separarse de alguien del grupo, sus notas se vuelven amargas...
Como cada noche desde que subieron a la torre en la nube, los compañeros se acuestan para dormir, esperando que el día siguiente sea un poco distinto a la monotonía de la que ya empiezan a estar cansados.
En mitad de la noche un tremendo trueno les despierta a todos. El sonido es tal que hace estremecerse la torre y hace que todos se despierten mirándose asustados los unos a los otros.
Un relámpago ilumina la torre como si fuera de día y otro tremendo trueno, que hace que se tengan tapar los oídos resuena en la noche.
No escuchan llover, pero la tormenta se concentra a su alrededor, pueden sentirlo casi como si tuviera pulso propio. El viento comienza a gemir entre las rocas.
Sin pensar mucho salen de la sala común a ver qué pasa y al salir de la torre, de pie a unos metros de la torre encuentran a su anfitrión, Zephiros. Las nubes alrededor de la torre se agolpan oscuras, hinchadas, amenazantes. Como si fueran a engullir en cualquier momento la pequeña torre y a su dueño, que ante el tamaño de las nubes parace pequeño. Está mirando hacia la oscuridad, sosteniendo una vara en su mano derecha que le llega hasta el hombro, su túnica siendo violentamente agitada por el viento.
Los compañeros se acercan a él y tiene los ojos fijos en las nubes, su mirada muestra una determinación que no habían visto, y que no sospechaban que pudiera tener, el loco hechicero.
No da muestras de saber que están con él, pero aún así les habla.
- NOS HAN ENCONTRADO. NO PUEDO LLEVAROS MÁS ALLÁ. -
Otro relámpago restalla entre las nubes que les rodean, saltando de un lado a otro e iluminando la escena de nuevo. No tienen tiempo de taparse los oídos y otro trueno retumba y les hace tambalearse.
- NO TENEMOS MUCHO TIEMPO. PUEDO SACAROS DE AQUÍ ¡RÁPIDO! -
El siguiente relámpago ilumina las nubes alrededor de ellos y pueden ver la sombra de tres gigantes que se acercan en las nubes negras.
Lariens se queda petrificada ante tal despliegue de fenómenos atmosféricos, desde luego no quiere quedarse ahí para ver como se desarrolla el encuentro con esas tres sombras que se acercan... Mira a Zephiros con los ojos como platos y la boca entreabierta mientras gira lentamente la cabeza en su dirección.
"SÁCANOS DE AQUÍ! YAAA!"
Grita para que pueda oirla entre tanto trueno y por puro miedo, entra corriendo a la sala donde están sus pertenencias y las recoge a la carrera, le hace una señal al gato para q se una a ella y se meta en su mochila si quiere, dejando la abertura algo mas ancha para que pueda entrar y salir sin mucha dificultad.
Vuelve al encuentro del gigante para seguir instrucciones, cada segundo ahí arriba ya se torna angustioso e incierto, deben escapar como sea!
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Busca por toda la sala que puede y comienza a llamarle a gritos para que se reuna con ella, teme que se haya ocultado en el piso superior donde ella no podría jamás alcanzarlo... Sortea como puede el suelo mientras siente que cada segundo de más que pasa en ese sitio es un segundo para agredecer estar viva... <Joder Tressim, donde te has metido....>
Ya no sabe ni donde buscar, donde llamarle...
Percepción: 19
Destreza: 24
La esperanza de la bardo desaparece en cada zancada, en cada salto y en cada grito, cada vez da mas traspiés peligrando su integridad por momentos, por lo que decide entonces con lágrimas en los ojos abandonar su búsqueda
el gnomo coge sus trastos y su preciado libro de conjuros y espera indicaciones de por donde se sale ... tambien se maldice por no saber volar ... para la proxima si sale de esta.
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Retomamos la aventura aquí.
Tras la pelea con los cultistas y la derrota de estos, Zephyros parece volver a su retiro en las estancias superiores de su torre mientras esta sigue desplazándose por los cielos de Faerûn, teóricamente, dirigiéndose a el destino del grupo, los Campos Dorados, un valle al noreste de Waterdeep que provee de vegetales y fruta a la ciudad de los esplendores y a varias más. Su misión de devolver al Tressarim, el extraño gato alado que juega con Lariens y se divierte sacando de sus casillas al enano, parece estar acercándose a su fin. Está por ver si las ominosas palabras del gigante que es su anfitrión se cumplen o no.
Zephyros,
Al cabo de un par de días todos pueden notar que el aire es más frío, incluso en el microclima creado por la magia que mantiene la torre en el aire, y sólo podéis suponer que cada vez estáis mas cerca del norte y de vuestro destino.
Es al atardecer del segundo día tras la pelea con los cultistas, mientras muchos de ellos están relajándose en la puerta de la torre y estirando las piernas un poco por la zona de la nube que saben que es segura un resplandor plateado en el cielo llama su atención. Dirigiéndose hacia ellos en línea directa, parece que se dirige un pájaro. Pero a los pocos segundos, es evidente que no se trata de un pájaro, pues ninguno que el grupo conozca puede ser tan grande. Un par de segundos después, observan cómo un gran dragón plateado hace una pasada baja, rodeando la torre.
Todos sienten cierta congoja al ver a la majestuosa criatura realizar un par de círculos alrededor de ellos. Es inconfundible el ver a cuatro figuras montadas en el lomo del dragón cuando este pasa.
Krommir se pone tenso según las ve y, aunque no coge ninguna de sus armas, se pone en pie y da un par de pasos hacia el exterior de la nube para ver mejor.
El dragón, realiza otro círculo y con un par de fuertes aleteos, se posa en la nube. Inmediatamente, las cuatro figuras saltan de su lomo, con armas prestas, y se dirigen hacia delante.
- ¡Gamut manun ai-menu! - grita Krommir a los enanos segíun dan dos pasos en la nube, levantando la manos a modo de saludo.
Todos los enanos, embutidos en pesadas corazas y yelmos de su raza, y con unos tabardos sobre los que se ve el símbolo de Moradin, el yunque y el martillo, se paran al escucharle, y el dragón, que parecía dispuesto a levantar de nuevo el vuelo, se queda parado, percatándose, al parecer de la identidad del enano que les ha salido al encuentro.
Uno de los enanos, se quita el casco, y todos pueden observar su parecido con Krommir. Se acerca a él despacio, como si no acabara de creer lo que ven sus ojos y tras un segundo más de duda, ambos enanos se funden en un abrazo que acaba con un sonoro cabezazo y risas entre ellos.
El resto se relaja y comienzan a quitarse los cascos también y todos pueden observar que hay una enana entre ellos. El dragón, sin embargo, no deja de observar la torre con lo que diriais es recelo y aún no participa de los saludos que el resto de los enanos se dan. Aunque todos notan como la opresión y la congoja que les había invadido se disipa un poco, seguramente por la actitud más tranquila del dragón.
Krommir se acerca con los enanos hacia el grupo. Está sonriente.
- Chicos, permitidme que os presente a Khelvonir, mi primo. Estos son Dalnir, Gwanir y Bronder. Todos miembros de Los Martillos de Moradin, como yo mismo - el orgullo de la voz de Krommir al presentar a sus compatriotas es evidente.
PbP Character: A few ;)
Las contusiones parecen curarse a un ritmo bastante bueno teniendo en cuenta que casi le cuestan la vida a la bardo del grupo. Ha pasado esos dos días deambulando por la torre o descansando en su rincón favorito, no ha echado de menos al gigante de las nubes, ya no le cae tan gracioso después de ver como la dejaba a su suerte sin actuar ni mediar contra esos cultistas.
El ruido de un pájaro enorme acercarse la pone en alerta y se levanta de un salto, le hace una señal al gato para que se esconda o se aleje de la puerta. Coge su guitarra que la tenia apoyada a un lado de ella y ve como se dirige Krommir a recibir a los nuevos huéspedes, ve que no va armado y eso la extraña aún más. Decide seguirle por si tiene que cubrirle o algo, ya no se fía de nadie que se acerque a esa dichosa torre.
Al ver el dragón, da un respingo hacia atrás, pero la tranquilidad de su compañero consigue relajarla. Observa la escena que se ha formado extrañada y con muchas interrogaciones en su cabeza, desde su desconcierto, consigue sonreir al enano y acercarse a conocer al resto de sus camaradas.
"Hola!! vaya sorpresa! Cómo nos han encontrado? o es casualidad? jeje" "Pasen pasen, sean bienvenidos" y alargando el brazo les hace indicaciones para que pasen al interior de la torre.
- El mediano no había olvidado todavía lo que para él había sido un fracaso, pero había encontrado su particular consuelo en los deliciosos e ilimitados banquetes que les permitía el extraño gigante. No sabía qué iba a pasar cuando llegasen a donde tuvieran que ir, o si lo que había dicho el gigante sería verdad. De hecho, aun no tenía claro lo que significaba todo aquello, pero de lo que no tenía dudas es de que aquellos privilegios no le iban a durar mucho, y no hacia daño a nadie por aprovecharse de ello. -
- Al escuchar el ruido fuera de la torre, Dylan echó varios langostinos al tressarim y se rellenó la jarra de cerveza antes de ir hasta la puerta para ver que ocurría. Se quedó helado en el sitio al ver al dragón y parpadeó varias veces antes de tener la más mínima reacción. Miró primero a su derecha para ver como actuaba Lariens ante la situación, y la siguió hacia el grupo de enanos, mirando a cada uno de ellos cuando Krommir los presentó, pero inmediatamente después volvió su atención hacia el dragón. - ¿Y él?
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¡ oh, vaya un dragón ! - dice gash con los ojos vidriosos de la emocion,ignorando a los enanos ,se acerca al dragon y con una revelencia . - Mi nombre es gash,.
(Porqué no he visto que esto estaba actualizado? pensé que nadie había contestado... )
El dragón miró a Gash desde la altura que le proporcionaba su cuerpo y cuello. Hizo una leve inclinación de cabeza, parecía divertido.
- Mi nombre es Kry'thalanrax - contestó con una voz grave, aunque jovial - Es un placer conocerte Gash. Me alegra ver que la lucha no será necesaria hoy. No se preocupe por mí maese mediano. Estoy bien aquí. - añade mirando a Dylan. -
Los enanos siguen al grupo al interior de la torre y estos hacen de anfitriones tan bien como pueden.
Krommir y los demás les cuentan los hechos que les han llevado hasta allí.
El gesto de Khelvonir es de preocupación.
- Ataques similares al que nos contáis se han repetido por todo el Norte. Algo o alguien está provocando que los gigantes se hayan vuelto más agresivos. El dueño de esta torre parece ser una excepción por lo que contáis. ¿Creéis que podremos conocerlo ? -
Krommir se encoge de hombros
- Es un poco peculiar por decirlo de alguna manera. No suele bajar a recibir a los visitantes, parece ser que el precio por el transporte es servirle de comité de bienvenida, pero sí que es amistoso, y parece estar intentado a ayudar a solucinar el problema. Aunque ha sido bastante críptico al respecto la verdad. -
Su primo asiente.
- Os queda apenas un día de viaje hasta los Campos Dorados. Supongo que una vez lleguéis allí y acabéis vuestro... encargo, seréis libres de ir donde queráis. - se encoge de hombros - nosotros regresaremos a Mithral Hall e informaremos de lo que nos habéis contado y daremos parte de que estas bien. - mira hacia el martillo de guerra que lleva envuelto en tela a la espalda y dice - Antes de irme tenemos que hablar primo -
Por un momento el rostro de Krommir se ensombrece, y sólo asiente, pero su primo cambia de tema, volviéndose al resto.
- Supongo que tendréis preguntas que hacer. Si podemos serviros de ayuda... por empezar a contestar a algunas de vuestras preguntas - dice mirando a Lariens, - nuestra orden cuenta con la ayuda de poderosos adivinadores y aliados, como habéis podido comprobar - dice señalando hacia la puerta de salida - y en vista del aumento de los ataques de los gigantes comenzamos a buscar a los miembros de nuestra orden que están por los Reinos, en especial a sus oficiales... - al decir esto mira de soslayo a Krommir y juraríais que en su tono de voz hay un ligero reproche, o recordatorio - Al detectar que mi primo estaba en una torre de un gigante supusimos lo peor y vinimos a su rescate. Además que una torre de un gigante moviéndose por los reinos en estos tiempos es motivo de preocupación... -
PbP Character: A few ;)
- El mediano asintio al dragón y tras pensarlo un momento acompaño a los enanos al interior de la torre, deteniéndose en el centro. Puso las manos alrededor de la boca y gritó - ¡Saca más comida! ¡Han venido amigos de visita! - miró por un momento a los enanos y después volvió a añadir - ¡Diría que les gusta la carne de caza a la brasa! ¡Ah! ¡Y unos pocos langostinos hervidos más para el gato!
- Finalmente se llenó otra jarra de cerveza aprovechando las cualidades del barril interminable y escuchó la historia de los enanos. Mientras hablaban se inclinó hacia Lariens, susurrando- Oye... ¿Qué significa maese? - Volvió inmediatamente la atención al primo de Krommir y se quedó pensando un buen rato algo que preguntarles.- Ehh.. pero... Krommir seguirá con nosotros, ¿no? Ah, y otra cosa... ¿Podría pedir al dragón que mate algo por nosotros? - Sonrió ampliamente tras su pregunta y dio un ligero codazo a Lariens para que explicase ella en su lugar la razón de la pregunta-
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Lariens se reía con las ocurrencias y preguntas del mediano, y se sorprendió mucho al oirle insinuar lo que creía que estaba insinuando...
Carraspeo un poco para aclararse la garganta y les contó a los presentes lo que acababan de vivir hacía unos días con los cultistas y ese "elemental invisible" que vivía en la curiosa bolsa sonriente.
"Creo que lo que quiere decir Dylan es que si el dragón es capaz de acabar con tal ser sin sufrir daños, nos sería de gran ayuda, no sabemos si esa cosa nos obedecería en batalla como aliado o por el contrario nos atacaría nada más salir... No es un riesgo que queramos correr, la verdad."
Los enanos se miran los unos a los otros y a Krommir desconcertados.
- ¿Perdón? ¿con qué ser? ¿de qué hablan? - dice Khelvonir
Krommir pone los ojos en blanco y le explica a su primo el extraño ser que consiguieron volver a meter en la bolsa gracias a la magia de la bardo.
- No tengo la menor idea la verdad. Lo mejor que puedes hacer es entregárselo a Kry'thalanrax y que él se ocupe. Y respecto a si Krommir seguirá o no con vosotros, eso es mejor que lo conteste él. -
El guerrero frunce los labios y permanece callado de momento, al parecer sopesando sus opciones.
- Nosotros debemos partir de vuelta a Neverwinter - dice Khelvonir levantándose y dejando el martillo que traía con el donde esta, al lado de su primo.
- Ha sido un placer volver a verte primo - ambos se abrazan en la puerta del castillo. - Tak natu yenet - se despiden en su idioma.
Los otros enanos se montan en el lomo del dragón y se preparan para irse.
Si los compañeros quieren hablar con él es el momento.
PbP Character: A few ;)
"Krommir... Tú... No te irás verdad?..." La bardo mira desconcertada a los demás enanos y a Krommir simultáneamente, los ojos se le empiezan a empañar y le invade una sensación de tristeza que le oprime la garganta al hablar "Prometimos llegar al final de la historia, ahí fuera hay muchas aventuras aún que recorrer juntos, no pensarás en irte verdad?"
El incómodo silencio que se hace tras su pregunta termina por romper la entereza de Lariens y ésta rompe a llorar, varias lágrimas ruedan por sus mejillas "KROMMIR!! ...."
- Dylan cogió y miró la bolsa, como si la mirase a aquellos ojos tejidos, mientras se planteaba si hacer la petición al dragón o no. No había podido hacer nada por atraer la atención de la criatura de la bolsa, y dudaba que pudiera llegar a hacer frente a un enemigo invisible. El dragón no debería tener problemas, pero... El grito de Lariens le sacó bruscamente de su ensimismamiento y miró rápidamente hacia Krommir con miedo, suspirando al ver que seguía bien - ¡Joder que susto! ¿A qué viene tanto grito y llanto? Pensé que el viejo había estirado la pata
- Al ver que los enanos ya subían al dragón se puso en pie y le dio un par de palmadas en el hombro a Krommir antes de salir - Olvidad lo que os he preguntado antes... Ya se nos ocurrirá algo. Además, no podría regresar a mi tribu como un orgulloso guerrero si no hago frente a este enemigo por mi cuenta. - El mediano dio un par de palmadas en la bolsa y después alzó esa misma mano para despedirse del grupo de enanos- ¡Buen viaje!
-Tras la despedida regresó al interior y se sirvió otra jarra más de cerveza. Ya no estaba seguro de cuántas llevaba y miró a sus compañeros- Para variar hemos tenido una visita maja. Empezaba a pensar que solo nos buscaba gente con ganas de que les partieran la jeta... Aiss.. - dio un trago y volvio a sentarse junto a Lariens - al final no he pedido que maten al bicho invisible, lo haremos nosotros -dijo enfatizandolo dándose un golpe en el pecho- todos juntos, como cuando la babosa negra en la cueva.
D&D Beyond Mobile Alpha Tester
Krommir, algo incómodo, da un par de palmadas en el hombro de Lariens.
- Tranquila muchacha, tranquila, aún no me voy. Puedo quedarme con vosotros al menos... un poco más -
Con unos últimos saludos el dragón despliega sus majestuosas alas y se eleva en el cielo, el sol de la tarde da tintes dorados a su plateada piel y, con un elegante giro, se pierde entre las nubes con los enanos.
Al volver a la sala Krommir se sienta frente al martillo, aún envuelto en telas, que le ha dejado su primo y no dice mucho más, ni toca su cerveza, ensimismado en sus pensamientos, mirando fijamente el martillo.
Algo que queráis hacer? o continuamos?
PbP Character: A few ;)
bueno llegamos ya o que ?, dice el gnomo harto de cerveza que no se acaba y nunca,
Lariens coge su guitarra para entonar una sencilla melodía y cerrar un capítulo más en el libro de sus aventuras, "no creo que falte mucho ya para llegar a nuestro destino" el gato revolotea alrededor de la bardo al son de la música y ésta se vuelve a poner triste al recordar por qué van a ese lugar, sí o sí parece q van a tener que separarse de alguien del grupo, sus notas se vuelven amargas...
Como cada noche desde que subieron a la torre en la nube, los compañeros se acuestan para dormir, esperando que el día siguiente sea un poco distinto a la monotonía de la que ya empiezan a estar cansados.
En mitad de la noche un tremendo trueno les despierta a todos. El sonido es tal que hace estremecerse la torre y hace que todos se despierten mirándose asustados los unos a los otros.
Un relámpago ilumina la torre como si fuera de día y otro tremendo trueno, que hace que se tengan tapar los oídos resuena en la noche.
No escuchan llover, pero la tormenta se concentra a su alrededor, pueden sentirlo casi como si tuviera pulso propio. El viento comienza a gemir entre las rocas.
Sin pensar mucho salen de la sala común a ver qué pasa y al salir de la torre, de pie a unos metros de la torre encuentran a su anfitrión, Zephiros. Las nubes alrededor de la torre se agolpan oscuras, hinchadas, amenazantes. Como si fueran a engullir en cualquier momento la pequeña torre y a su dueño, que ante el tamaño de las nubes parace pequeño. Está mirando hacia la oscuridad, sosteniendo una vara en su mano derecha que le llega hasta el hombro, su túnica siendo violentamente agitada por el viento.
Los compañeros se acercan a él y tiene los ojos fijos en las nubes, su mirada muestra una determinación que no habían visto, y que no sospechaban que pudiera tener, el loco hechicero.
No da muestras de saber que están con él, pero aún así les habla.
- NOS HAN ENCONTRADO. NO PUEDO LLEVAROS MÁS ALLÁ. -
Otro relámpago restalla entre las nubes que les rodean, saltando de un lado a otro e iluminando la escena de nuevo. No tienen tiempo de taparse los oídos y otro trueno retumba y les hace tambalearse.
- NO TENEMOS MUCHO TIEMPO. PUEDO SACAROS DE AQUÍ ¡RÁPIDO! -
El siguiente relámpago ilumina las nubes alrededor de ellos y pueden ver la sombra de tres gigantes que se acercan en las nubes negras.
PbP Character: A few ;)
Lariens se queda petrificada ante tal despliegue de fenómenos atmosféricos, desde luego no quiere quedarse ahí para ver como se desarrolla el encuentro con esas tres sombras que se acercan... Mira a Zephiros con los ojos como platos y la boca entreabierta mientras gira lentamente la cabeza en su dirección.
"SÁCANOS DE AQUÍ! YAAA!"
Grita para que pueda oirla entre tanto trueno y por puro miedo, entra corriendo a la sala donde están sus pertenencias y las recoge a la carrera, le hace una señal al gato para q se una a ella y se meta en su mochila si quiere, dejando la abertura algo mas ancha para que pueda entrar y salir sin mucha dificultad.
Vuelve al encuentro del gigante para seguir instrucciones, cada segundo ahí arriba ya se torna angustioso e incierto, deben escapar como sea!
Lariens entra y se pone a recoger frenética sus cosas, metiéndolas como puede en la mochila. Mira para decirle al gato que la acompañe y...
no ve al gato.
Otro trueno hace retumbar la torre y Lariens siente que el suelo se hunde a sus pies. ¿Dónde esta ese gato ahora??
Una parte del cerebro de la bardo le dice que si ella está asustada por los truenos, el gato debe estar aterrorizado
PbP Character: A few ;)
Busca por toda la sala que puede y comienza a llamarle a gritos para que se reuna con ella, teme que se haya ocultado en el piso superior donde ella no podría jamás alcanzarlo... Sortea como puede el suelo mientras siente que cada segundo de más que pasa en ese sitio es un segundo para agredecer estar viva... <Joder Tressim, donde te has metido....>
Ya no sabe ni donde buscar, donde llamarle...
Percepción: 19
Destreza: 24
La esperanza de la bardo desaparece en cada zancada, en cada salto y en cada grito, cada vez da mas traspiés peligrando su integridad por momentos, por lo que decide entonces con lágrimas en los ojos abandonar su búsqueda
<Ojalá salgas vivo de esta, pequeño..>
el gnomo coge sus trastos y su preciado libro de conjuros y espera indicaciones de por donde se sale ... tambien se maldice por no saber volar ... para la proxima si sale de esta.