“La proxima vez que vayas a poner la vida de otros en peligro piensa las cosas.” Contesta a Kaith aún enfadada.
“Creo que Eldest tiene razón... si como dijo la demonio nuestras muertes alimentarian a la Madre, alguna conexión impia debe tener. Consagrar este lugar debería bastar para destruirlo.”
Cuando Kaith pierde la compostura simplemente observa la reacción del paladin.
" pues lo mismo que tu de asesinar, el quasit es un sirviente, sino invoco más sería por que su amo tenga otros planes, además ya te lo he dicho, si haces mas sacrificios mas poderoso haces al dios ... y este lugar se alimenta de ira y odio ... puede que haya algo más que este pozo. mejor buscar otra alternativa que la simple matanza", y le da un toque en la frente con 2 dedos. :). " puede que no tenga poder suficiente para anular el pozo con aguabendita , pero estas cosas son cuestion de fe " le dice a eldest subiendo los hombros
Le aparta de un manotazo la mano de su cara y se encara con el, quedándose muy cerca de él pudiendo notar su aliento en la piel y arrastrando las palabras diciéndoselas en un tono más bajo, pero no susurrando, con los ojos semicerrados y en actitud muy desafiante le increpa "te e-qui-vo-cas... esta vez, te e-qui-vo-cas..."
Dicho esto se gira sobre si mismo ondeando la capa en el giro y se pira a un rincón apartado, sentándose en el suelo saca su paquete de comida y se dispone a comérselo allí mismo. Ese estofado dentro de la holgaza de pan tiene una pinta divina, un buen invento de la cocinera que trabaja para Ameiko.
"encontraremos otra manera que no sea que tengas que asesinar mas por el bien de tu alma, ya me lo agradeceras .... vamos a por esa agua curativa y si vemos que no pasa nada seguimos explorando el lugar " y se dirige hacia eldest para preparar el agua bendita.
"Vas a necesitar mucha agua bendita para apagar ese pozo" le dice a El'Pandra con desdén...
Mientras sigue en su rincón comiendo los últimos trozos de almuerzo, saca su cantimplora y pega un trago largo <hubiera estado bien un buen trago de vino ahora, pero no es precisamente vino lo que llevo ahí dentro> piensa para sí mientras apacigua su espíritu.
Por alguna extraña razón, ese tipo enfundado en tanto metal conseguía sacarle de sus casillas, no sabía si era su forma de ser taaan calmada, su afán por hacer el bien, o simplemente que actuara como un padre en ocasiones <quién coño se cree que es para dar lecciones de moral a nadie? qué sobrevalorada esta la moral! a la mierda! no tengo padre! este tipo no es mi padre! porque si lo fuera... le ma-ta-ría...>
Ensimismado en sus propios pensamientos que cada vez iban tomando un color mas oscuro y tenebroso visionando las distintas formas de cómo cargarse al paladín, consigue romper el trance y de un salto y con un suspiro bastante sonoro totalmente intencionado, se pone en pie.
Sus compañeros se giran para ver que mosca le ha picado ahora al ladrón y se alarman al verle en pie, éste, levanta las manos en señal de paz y ladea la cabeza "Tranquilos, tranquilos... no haré nada, me voy a dar una vuelta por las inmediaciones de esta sala por si veo algo interesante, nada más"
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"Este ambiente esta demasiado enrarecido. si os cuesta calmaros puedo preparar una pipa que me preparaba con otros druidas en nuestros círculos druidicos. Tal vez os siente bien y os relaje o tal vez veáis caballos mas grandes que templos. Era divertido aunque uno de los druidas nunca volvió a ser el mismo."
"En fin, purifiquemos ese agua y pongamonos en movimiento."
Eldest recuerda aquellas noches en el bosque y esboza una sonrisa. Acto seguido deambula por la estancia en busqueda de algun hongo al que darle uso.
elpandra prepara el agua bendita facilitada por eldest y sin mucha pompa, acordandose de lo poco que recuerda de ver a sus maestro hace una ceremonia y lanza el agua bendita al pozo.
(si hay que tirar algo avisa)
y si no pasa nada se vuelve al grupo a ver esas hierbas curativas de eldest
Acababa de dejar en la catedral a sus compañeros, necesitaba aire limpio o al menos aire distinto, despejar sus ideas, enfocarlas en otra cosa o aquello acabaría con su paciencia "mimimiiii aguabendita mimimiii no invoques más engendros mimimiii me lo agradeceras, pfff no queda otra que vaciar el pozo, por qué son tan ciegos?!"
Sin darse cuenta había llegado al habitáculo de la estatua roja, allí imponente se erguía dueña del lugar, quizás era un aviso de lo que se iban a encontrar, o meramente era un adorno que alguien puso allí en contraposición a todo bicho-engendro deforme que poblaba ese subsuelo...
Y allí estaba Kaith, fascinado por el mármol rojo, atraído por el color y la belleza de la figura, debía intentar sacar más información de ella, quién era, qué significaba...
Una estatua de mármol rojo de una mujer humana abrumadoramente hermosa, pero a la vez monstruosamente encolerizada se alza en mitad de la sala, con una expresión pétrea deformada por la furia. La mujer lleva una túnica ancha, y su larga cabellera está recogida por un intricado tocado de garfios y cuchillas. En su mano izquierda lleva un libro de gran tamaño, cuya portada tiene inscrita una estrella de siete puntas. Su mano derecha sostiene una reluciente guja de metal y ébano.
"En verdad se te ve cabreada <pequeña>, no se quien eres ni quien te trajo aquí, pero puedo sentir tu rabia, a mi también me cabrean de la misma forma" El pícaro parece hablarle a la estatua a medida que gira sobre ella observando cada rincón de la misma, cada detalle, incluso se atreve a tocarla... "tu ira debería hacerte arder, y sin embargo estas fría como el hielo, curioso, hasta el hielo te puede quemar, en cambio tú..." Siente hasta pena por la estatua, tanta rabia encerrada sin poder explotar, condenada a sufrirla por toda la eternidad, para que gente corriente como él estuviera allí delante de ella observándola.
Se para frente a la guja y viendo que es de otro material diferente al resto de la estatua, tira de ella con relativa fuerza, tanteando despacio... No cree que pueda haber una trampa en una estatua puesta ahí como decoración, advertencia o adoración... no le parece que tenga más utilidad que la ornamental.
<Quizás este chisme le sirva al paladín si nos sale otro quasit> ni siquiera se ha percatado que ha dejado de lado su enfado con El'Pandra y que esté pensando en darle algo útil.
Al echar el agua bendita al pozo... esta se congela en cuanto toca la superficie del líquido naranja y el hielo (bendito) permanece flotando. Desde luego no tiene mucha pinta de haberse consagrado el pozo, especialmente cuando el líquido naranja sigue brillando con la misma intensidad y emanando ese frío y vaho...
Mientras tanto Kaith logra sacar la guja de la estatua tras hacer un poco de juego antes de tirar para sacarla sin demasiado esfuerzo. Una vez la tiene en sus manos ve que tiene un peso, que a su juicio es muy posible que sea el adecuado para un arma como esa, aunque tampoco es que sea un gran experto de armas de asta de ese tamaño. De lo que si es experto es en filos, y no tarda en darse cuenta que la guja está muy afilada.
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Eldest, al ver que no surte efecto el agua bendita en el cumulo, cambia su expresión tranquila a una mucho mas seria en algo encolerizada.
"¿¡A mi!? , ¿¡se me va a resistir algo a mi!?"
Eldest abandona corriendo la estancia en busqueda de los soldados que habia en la puerta, para pedirles su cazoleta de los guisos y vaciar la fuente impia.
"Eh, vosotros necesito la cazoleta. si quereis explicaciones se las podeis pedir a lo que hay dentro."
persuasion: 6
Ante la falta de interes de los guardias, Eldest se enfurece mas.
"Muy bien, entonces me ire de este pueblo. suerte con la que se os viene encima. os pondrán unas flores blancas preciosas."
Intimidacion: 3
Al escuchar esto ultimo de una manera exageradamente calmada, los guardias palidecen y sin mediar palabra, señalan donde se encuentran los enseres de cocina.
Eldest vuelve dentro algo menos enfadado y se dispone a servir la sopa de engendro.
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"uhm... ni tan mal" le dice Kaith a la estatua mientras observa y prueba el filo del nuevo arma "gracias preciosa!"
Vuelve a coger su arco con la mano izquierda mientras lleva la guja en la derecha y piensa que quizas lo mejor hubiera sido dejarla apoyada allí en la estatua hasta su regreso, pero de momento acarreará con ella hasta su siguiente objetivo, si surgiera algo podría tirarla al suelo para cargar el arco.
Avanza por el camino que llevaba al goblin mutante, a la habitación de los pozos, va bastante alerta y asomándose con cuidado antes de entrar en cada sala hasta llegar allí.
Ir solo por esos pasillos imponen bastante más, el silencio es desesperante aunque tal es la ausencia de ruido, que su mente le hace oir quejidos y lamentos en algún lugar lejano de su conciencia, aunque cada vez que intenta enfocar su atención en ellos para averiguar si es una ilusión creada por él mismo o son reales, éstos desaparecen.
Percepción: 19 Sigilo: 20
Pasa la primera sala, sin sorpresas y consigue llegar a la siguiente, esa que da a un despacho lleno de libros y papeles... pero después de revolver unos cuantos y sentir que le viene grande y que sólo está perdiendo el tiempo ya que no encuentra nada que hable de pozos ni un garabato al menos dibujando esa catedral, decide ir a por lo que tenía en mente. Y así es como llega a la sala de los pozos.
Es la cuarta vez que pisa esa sala, la primera fue la menos agradable de todas, recuerda como la abominación se les lanzó allí mismo en las escaleras para vomitarles esa cosa asquerosa, lo recuerda a medida que baja las escaleras y evita pisar como puede las manchas en el suelo. También al alzar la vista, ve en el suelo dibujadas las lineas de sangre de haberse arrastrado el cuerpo del goblin por él mismo, ahí fue ayudado por el paladín, sin su ayuda no hubiera sido capaz. Y donde comienzan esos dibujos de sangre en el suelo, las 3 armas del monstruo... "Allí estais!" y se lanza a por ellas esquivando los pozos. Se quita la mochila y la capa y se agacha para envolver las armas, las 3 juntas con la tela para hacerlas un paquete y poder cargar con ellas más fácilmente llevando el paquete junto con la guja bajo el brazo derecho.. volviendo a colgarse la mochila en la espalda. Ahora sin la capa lucía su trofeo en el cinturón como si de una alimaña se tratara...
Dudó en si seguir adelante, pero ya había llegado hasta allí, por qué parar y volver.
Con el mismo cuidado o más si cabe ya que iba más cargado, aunque se había asegurado de que el paquete fuera fácil de llevar, siguió avanzando por la instancia hasta llegar al pasillo de oscuridad abrumadora, sabía que sólo tenía que seguir de frente, nada de hacer intersecciones o lo pasaría mal, cuando la oscuridad se hizo mas densa, volvió a repetir lo que hizo la anterior vez que fue por allí, dejó las armas en el suelo y disparó una flecha hacia el fondo del pasillo, y esperó respuesta sonora...
Tirada Salvación WIS: 21
Sin escuchar nada, se adentra en la oscuridad para llegar a la sala esférica, como puede se alza a coger la varita <rota> y mira al cuervo dudando si llevárselo también, se lo piensa unos segundos y está casi casi tentado en llevárselo, pero al final decide no cogerlo, su apariencia es tan asquerosa que se siente incapaz de ni siquiera tocarlo, además de no tener nada en su mochila para poder recogerlo y transportarlo.
Con la varita en su poder, desenvuelve el paquete para añadirla a las otras armas y al igual que antes, hacer que su transporte sea más sencillo. Y ya sí, se dispone a volver con sus compañeros.
Deshace el camino recorrido para volver sobre sus pasos, y llegar a la catedral donde suponía seguían con sus rituales, vuelve mirando todo por el camino, a cada lado, techos, suelos... por si algo se le escapaba, no tenía conciencia del tiempo que había pasado, pero de seguro estarían aún liados con sus bendiciones y paparruchas. Esperaba también llegar y descansar o que alguno se dignara a curar un poco sus heridas, aunque no las de los costados. Recordándolas, paró su paso y dejó las armas en el suelo, colgándose momentáneamente el arco para poder observarse las heridas allí mismo. Pudo ver que eran principalmente contusiones, alguna venda rasgada junto con la camisa negra que por el color podía disimularse, pero no eran más que magulladuras <sin importancia>, con las mismas y apresurándose, colocó su ropa nuevamente, volvió a coger su arco y las armas y ahora sí, directo a la catedral.
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Elhara mira al paladin cuando el druida se va encolerizado.
”Igual deberíamos salir de aqui y volver cuando estemos realmente preparados. Este sitio parece afectarnos a todos en mayor o menor medida. Pero claro ahora tenemos que esperar al listo que se ha ido a explorar...pero sugiero que lo hagamos fuera de aqui. "
Hemos hecho un short rest? En ese caso uso un HD para recuperar: 2
Botín: Espada larga exótica -> Kaith Daga de plata -> Kaith Hacha de mano goblin -> Kaith Varita retorcida -> Kaith
Poco después de la sugerencia de Elhara, Eldest regresa a la catedral armado con enseres de cocina. Sin mediar palabra con sus compañeros y pareciendo muy seguro hunde el cucharón en el pozo de aguas naranjas... congelando y vitrificando el metal en el acto. Aún así el cucharón sigue siendo útil y con sumo cuidado, y especialmente no golpearlo con el borde de la cacerola luego, va sacando agua poco a poco...
Muy poco a poco...
Tras llenar buena parte de la cacerola parece que sus intentos no llevan a ninguna parte, puesto que el pozo sigue encontrándose al mismo nivel de contenido...
Eldest rojo de la ira y de la verguenza por estar achicando durante un buen rato sin resultados, tira la cazoleta contra la pared y se acerca a sus compañeros sin mediar palabra.
Eldest murmura Healing word 6 a Pandra
Eldest murmura Healing word 8 a Elhara
Justo cuando Eldest se dirige hacia la puerta, entrar Kaith agarrando un bulto. se queda mirando y murmura algo:
Eldest murmura Healing word 7 a Kaith
A continuacion, Eldest se transforma en una Serpiente plateada gigante
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A solo unos pasos de la catedral les oye aún hablar a sus compañeros de los intentos fallidos por vaciar el agua del pozo, al que más se le oye es al paladín insistir en terminar de explorar el lugar por si hallan respuestas.
Duda en entrar o irse directamente a la posada, no quiere volver a discutir por lo mismo, porque siente que volver ahí será discutir con el <correcto> Por unos instantes la idea de irse y volver con mercenarios para ser él mismo quien vacíe ese pozo cobra vida en su mente, quizás hasta sea la mejor idea, ya que no cree que el El'Pandra vaya a entrar en razón. Aún así, sería muy descortés por su parte irse sin decirles nada.
Cuando entra en la estancia, ve que tiene a Eldest encima, iba a salir de la catedral y se le encuentra de frente murmurándole algo que no logra entender qué es, pero en ese mismo momento nota un calor agradable por todo su cuerpo y las heridas le duelen bastante menos. Y justo mientras todo su ser sentía esa reconfortante sensación, ve como el druida se transforma sin mediar palabra en una serpiente plateada gigante.
"Joder!! avisa! vaya susto me has dado, tío!!"Se le queda mirando extrañado, deja los bártulos en el suelo y saca de la mochila la botella de vino con el veneno sin tratar que llevaba dentro de la otra serpiente que cazaron... lo agita delante suyo "aún no he tratado esto, necesito material que todavía no he conseguido, así que me temo que no podemos hacer nada" y se encoge de hombros...
Vuelve a guardar la botella y recoge de nuevo las armas del suelo para acercarse más a los otros dos que aún estaban en las escaleras. "Y bien? algo nuevo?" pregunta sin demasiada esperanza. "He recogido algunas cosillas prestadas de este... antro" dice mientras gira medio cuerpo mirando hacia las paredes y techo con cierta cara de desagrado.
No quiere destapar las armas empaquetadas con su capa hasta que no le digan qué planes hay, aunque es evidente que ven la guja al lado del paquete de tela negro. "Y bien? por aquí qué?" les mira a todos esperando que alguien le explique como están las cosas, incluido a la serpiente girándose para hacerla partícipe de la conversación.
(Short Rest, 1 HD = 4 de cuando estuvo comiendo que se me olvidó ponerlo)
“La proxima vez que vayas a poner la vida de otros en peligro piensa las cosas.” Contesta a Kaith aún enfadada.
“Creo que Eldest tiene razón... si como dijo la demonio nuestras muertes alimentarian a la Madre, alguna conexión impia debe tener. Consagrar este lugar debería bastar para destruirlo.”
Cuando Kaith pierde la compostura simplemente observa la reacción del paladin.
PbP Character: A few ;)
" pues lo mismo que tu de asesinar, el quasit es un sirviente, sino invoco más sería por que su amo tenga otros planes, además ya te lo he dicho, si haces mas sacrificios mas poderoso haces al dios ... y este lugar se alimenta de ira y odio ... puede que haya algo más que este pozo. mejor buscar otra alternativa que la simple matanza", y le da un toque en la frente con 2 dedos. :). " puede que no tenga poder suficiente para anular el pozo con aguabendita , pero estas cosas son cuestion de fe " le dice a eldest subiendo los hombros
Le aparta de un manotazo la mano de su cara y se encara con el, quedándose muy cerca de él pudiendo notar su aliento en la piel y arrastrando las palabras diciéndoselas en un tono más bajo, pero no susurrando, con los ojos semicerrados y en actitud muy desafiante le increpa "te e-qui-vo-cas... esta vez, te e-qui-vo-cas..."
Dicho esto se gira sobre si mismo ondeando la capa en el giro y se pira a un rincón apartado, sentándose en el suelo saca su paquete de comida y se dispone a comérselo allí mismo. Ese estofado dentro de la holgaza de pan tiene una pinta divina, un buen invento de la cocinera que trabaja para Ameiko.
"encontraremos otra manera que no sea que tengas que asesinar mas por el bien de tu alma, ya me lo agradeceras .... vamos a por esa agua curativa y si vemos que no pasa nada seguimos explorando el lugar " y se dirige hacia eldest para preparar el agua bendita.
"Vas a necesitar mucha agua bendita para apagar ese pozo" le dice a El'Pandra con desdén...
Mientras sigue en su rincón comiendo los últimos trozos de almuerzo, saca su cantimplora y pega un trago largo <hubiera estado bien un buen trago de vino ahora, pero no es precisamente vino lo que llevo ahí dentro> piensa para sí mientras apacigua su espíritu.
Por alguna extraña razón, ese tipo enfundado en tanto metal conseguía sacarle de sus casillas, no sabía si era su forma de ser taaan calmada, su afán por hacer el bien, o simplemente que actuara como un padre en ocasiones <quién coño se cree que es para dar lecciones de moral a nadie? qué sobrevalorada esta la moral! a la mierda! no tengo padre! este tipo no es mi padre! porque si lo fuera... le ma-ta-ría...>
Ensimismado en sus propios pensamientos que cada vez iban tomando un color mas oscuro y tenebroso visionando las distintas formas de cómo cargarse al paladín, consigue romper el trance y de un salto y con un suspiro bastante sonoro totalmente intencionado, se pone en pie.
Sus compañeros se giran para ver que mosca le ha picado ahora al ladrón y se alarman al verle en pie, éste, levanta las manos en señal de paz y ladea la cabeza "Tranquilos, tranquilos... no haré nada, me voy a dar una vuelta por las inmediaciones de esta sala por si veo algo interesante, nada más"
Saca su arco y se dispone a irse por la puerta.
Elhara que esta descansando apoyada contra las escaleras sólo le dice
”Mientras no los atraigas aqui y hagas mucho ruido mientras te descuartizan para que sepamos por donde están...”
Al contrario que antes del incidente del pozo no parece estar bromeando.
PbP Character: A few ;)
"No sufras por mí, les daré recuerdos de tu parte!"
le dice de espaldas mientras se aleja relajadamente con el arco en la mano, y levantando dos dedos en señal de saludo.
"Este ambiente esta demasiado enrarecido. si os cuesta calmaros puedo preparar una pipa que me preparaba con otros druidas en nuestros círculos druidicos. Tal vez os siente bien y os relaje o tal vez veáis caballos mas grandes que templos. Era divertido aunque uno de los druidas nunca volvió a ser el mismo."
"En fin, purifiquemos ese agua y pongamonos en movimiento."
Eldest recuerda aquellas noches en el bosque y esboza una sonrisa. Acto seguido deambula por la estancia en busqueda de algun hongo al que darle uso.
Busqueda de hongos:13
elpandra prepara el agua bendita facilitada por eldest y sin mucha pompa, acordandose de lo poco que recuerda de ver a sus maestro hace una ceremonia y lanza el agua bendita al pozo.
(si hay que tirar algo avisa)
y si no pasa nada se vuelve al grupo a ver esas hierbas curativas de eldest
https://www.youtube.com/watch?v=WANNqr-vcx0
y seguir explorando.
Acababa de dejar en la catedral a sus compañeros, necesitaba aire limpio o al menos aire distinto, despejar sus ideas, enfocarlas en otra cosa o aquello acabaría con su paciencia "mimimiiii aguabendita mimimiii no invoques más engendros mimimiii me lo agradeceras, pfff no queda otra que vaciar el pozo, por qué son tan ciegos?!"
Sin darse cuenta había llegado al habitáculo de la estatua roja, allí imponente se erguía dueña del lugar, quizás era un aviso de lo que se iban a encontrar, o meramente era un adorno que alguien puso allí en contraposición a todo bicho-engendro deforme que poblaba ese subsuelo...
Y allí estaba Kaith, fascinado por el mármol rojo, atraído por el color y la belleza de la figura, debía intentar sacar más información de ella, quién era, qué significaba...
Investigación: 15
Historia: 15 Arcana: 17 Religión: 13
D&D Beyond Mobile Alpha Tester
"En verdad se te ve cabreada <pequeña>, no se quien eres ni quien te trajo aquí, pero puedo sentir tu rabia, a mi también me cabrean de la misma forma" El pícaro parece hablarle a la estatua a medida que gira sobre ella observando cada rincón de la misma, cada detalle, incluso se atreve a tocarla... "tu ira debería hacerte arder, y sin embargo estas fría como el hielo, curioso, hasta el hielo te puede quemar, en cambio tú..." Siente hasta pena por la estatua, tanta rabia encerrada sin poder explotar, condenada a sufrirla por toda la eternidad, para que gente corriente como él estuviera allí delante de ella observándola.
Se para frente a la guja y viendo que es de otro material diferente al resto de la estatua, tira de ella con relativa fuerza, tanteando despacio... No cree que pueda haber una trampa en una estatua puesta ahí como decoración, advertencia o adoración... no le parece que tenga más utilidad que la ornamental.
<Quizás este chisme le sirva al paladín si nos sale otro quasit> ni siquiera se ha percatado que ha dejado de lado su enfado con El'Pandra y que esté pensando en darle algo útil.
Al echar el agua bendita al pozo... esta se congela en cuanto toca la superficie del líquido naranja y el hielo (bendito) permanece flotando. Desde luego no tiene mucha pinta de haberse consagrado el pozo, especialmente cuando el líquido naranja sigue brillando con la misma intensidad y emanando ese frío y vaho...
Mientras tanto Kaith logra sacar la guja de la estatua tras hacer un poco de juego antes de tirar para sacarla sin demasiado esfuerzo. Una vez la tiene en sus manos ve que tiene un peso, que a su juicio es muy posible que sea el adecuado para un arma como esa, aunque tampoco es que sea un gran experto de armas de asta de ese tamaño. De lo que si es experto es en filos, y no tarda en darse cuenta que la guja está muy afilada.
D&D Beyond Mobile Alpha Tester
Eldest, al ver que no surte efecto el agua bendita en el cumulo, cambia su expresión tranquila a una mucho mas seria en algo encolerizada.
"¿¡A mi!? , ¿¡se me va a resistir algo a mi!?"
Eldest abandona corriendo la estancia en busqueda de los soldados que habia en la puerta, para pedirles su cazoleta de los guisos y vaciar la fuente impia.
"Eh, vosotros necesito la cazoleta. si quereis explicaciones se las podeis pedir a lo que hay dentro."
persuasion: 6
Ante la falta de interes de los guardias, Eldest se enfurece mas.
"Muy bien, entonces me ire de este pueblo. suerte con la que se os viene encima. os pondrán unas flores blancas preciosas."
Intimidacion: 3
Al escuchar esto ultimo de una manera exageradamente calmada, los guardias palidecen y sin mediar palabra, señalan donde se encuentran los enseres de cocina.
Eldest vuelve dentro algo menos enfadado y se dispone a servir la sopa de engendro.
"uhm... ni tan mal" le dice Kaith a la estatua mientras observa y prueba el filo del nuevo arma "gracias preciosa!"
Vuelve a coger su arco con la mano izquierda mientras lleva la guja en la derecha y piensa que quizas lo mejor hubiera sido dejarla apoyada allí en la estatua hasta su regreso, pero de momento acarreará con ella hasta su siguiente objetivo, si surgiera algo podría tirarla al suelo para cargar el arco.
Avanza por el camino que llevaba al goblin mutante, a la habitación de los pozos, va bastante alerta y asomándose con cuidado antes de entrar en cada sala hasta llegar allí.
Ir solo por esos pasillos imponen bastante más, el silencio es desesperante aunque tal es la ausencia de ruido, que su mente le hace oir quejidos y lamentos en algún lugar lejano de su conciencia, aunque cada vez que intenta enfocar su atención en ellos para averiguar si es una ilusión creada por él mismo o son reales, éstos desaparecen.
Percepción: 19 Sigilo: 20
Pasa la primera sala, sin sorpresas y consigue llegar a la siguiente, esa que da a un despacho lleno de libros y papeles... pero después de revolver unos cuantos y sentir que le viene grande y que sólo está perdiendo el tiempo ya que no encuentra nada que hable de pozos ni un garabato al menos dibujando esa catedral, decide ir a por lo que tenía en mente. Y así es como llega a la sala de los pozos.
Es la cuarta vez que pisa esa sala, la primera fue la menos agradable de todas, recuerda como la abominación se les lanzó allí mismo en las escaleras para vomitarles esa cosa asquerosa, lo recuerda a medida que baja las escaleras y evita pisar como puede las manchas en el suelo. También al alzar la vista, ve en el suelo dibujadas las lineas de sangre de haberse arrastrado el cuerpo del goblin por él mismo, ahí fue ayudado por el paladín, sin su ayuda no hubiera sido capaz. Y donde comienzan esos dibujos de sangre en el suelo, las 3 armas del monstruo... "Allí estais!" y se lanza a por ellas esquivando los pozos. Se quita la mochila y la capa y se agacha para envolver las armas, las 3 juntas con la tela para hacerlas un paquete y poder cargar con ellas más fácilmente llevando el paquete junto con la guja bajo el brazo derecho.. volviendo a colgarse la mochila en la espalda. Ahora sin la capa lucía su trofeo en el cinturón como si de una alimaña se tratara...
Dudó en si seguir adelante, pero ya había llegado hasta allí, por qué parar y volver.
Con el mismo cuidado o más si cabe ya que iba más cargado, aunque se había asegurado de que el paquete fuera fácil de llevar, siguió avanzando por la instancia hasta llegar al pasillo de oscuridad abrumadora, sabía que sólo tenía que seguir de frente, nada de hacer intersecciones o lo pasaría mal, cuando la oscuridad se hizo mas densa, volvió a repetir lo que hizo la anterior vez que fue por allí, dejó las armas en el suelo y disparó una flecha hacia el fondo del pasillo, y esperó respuesta sonora...
Tirada Salvación WIS: 21
Sin escuchar nada, se adentra en la oscuridad para llegar a la sala esférica, como puede se alza a coger la varita <rota> y mira al cuervo dudando si llevárselo también, se lo piensa unos segundos y está casi casi tentado en llevárselo, pero al final decide no cogerlo, su apariencia es tan asquerosa que se siente incapaz de ni siquiera tocarlo, además de no tener nada en su mochila para poder recogerlo y transportarlo.
Con la varita en su poder, desenvuelve el paquete para añadirla a las otras armas y al igual que antes, hacer que su transporte sea más sencillo. Y ya sí, se dispone a volver con sus compañeros.
Deshace el camino recorrido para volver sobre sus pasos, y llegar a la catedral donde suponía seguían con sus rituales, vuelve mirando todo por el camino, a cada lado, techos, suelos... por si algo se le escapaba, no tenía conciencia del tiempo que había pasado, pero de seguro estarían aún liados con sus bendiciones y paparruchas. Esperaba también llegar y descansar o que alguno se dignara a curar un poco sus heridas, aunque no las de los costados. Recordándolas, paró su paso y dejó las armas en el suelo, colgándose momentáneamente el arco para poder observarse las heridas allí mismo. Pudo ver que eran principalmente contusiones, alguna venda rasgada junto con la camisa negra que por el color podía disimularse, pero no eran más que magulladuras <sin importancia>, con las mismas y apresurándose, colocó su ropa nuevamente, volvió a coger su arco y las armas y ahora sí, directo a la catedral.
Elhara mira al paladin cuando el druida se va encolerizado.
”Igual deberíamos salir de aqui y volver cuando estemos realmente preparados. Este sitio parece afectarnos a todos en mayor o menor medida. Pero claro ahora tenemos que esperar al listo que se ha ido a explorar...pero sugiero que lo hagamos fuera de aqui. "
Hemos hecho un short rest? En ese caso uso un HD para recuperar: 2
PbP Character: A few ;)
Poco después de la sugerencia de Elhara, Eldest regresa a la catedral armado con enseres de cocina. Sin mediar palabra con sus compañeros y pareciendo muy seguro hunde el cucharón en el pozo de aguas naranjas... congelando y vitrificando el metal en el acto. Aún así el cucharón sigue siendo útil y con sumo cuidado, y especialmente no golpearlo con el borde de la cacerola luego, va sacando agua poco a poco...
Muy poco a poco...
Tras llenar buena parte de la cacerola parece que sus intentos no llevan a ninguna parte, puesto que el pozo sigue encontrándose al mismo nivel de contenido...
D&D Beyond Mobile Alpha Tester
Eldest rojo de la ira y de la verguenza por estar achicando durante un buen rato sin resultados, tira la cazoleta contra la pared y se acerca a sus compañeros sin mediar palabra.
Eldest murmura Healing word 6 a Pandra
Eldest murmura Healing word 8 a Elhara
Justo cuando Eldest se dirige hacia la puerta, entrar Kaith agarrando un bulto. se queda mirando y murmura algo:
Eldest murmura Healing word 7 a Kaith
A continuacion, Eldest se transforma en una Serpiente plateada gigante
A solo unos pasos de la catedral les oye aún hablar a sus compañeros de los intentos fallidos por vaciar el agua del pozo, al que más se le oye es al paladín insistir en terminar de explorar el lugar por si hallan respuestas.
Duda en entrar o irse directamente a la posada, no quiere volver a discutir por lo mismo, porque siente que volver ahí será discutir con el <correcto> Por unos instantes la idea de irse y volver con mercenarios para ser él mismo quien vacíe ese pozo cobra vida en su mente, quizás hasta sea la mejor idea, ya que no cree que el El'Pandra vaya a entrar en razón. Aún así, sería muy descortés por su parte irse sin decirles nada.
Cuando entra en la estancia, ve que tiene a Eldest encima, iba a salir de la catedral y se le encuentra de frente murmurándole algo que no logra entender qué es, pero en ese mismo momento nota un calor agradable por todo su cuerpo y las heridas le duelen bastante menos. Y justo mientras todo su ser sentía esa reconfortante sensación, ve como el druida se transforma sin mediar palabra en una serpiente plateada gigante.
"Joder!! avisa! vaya susto me has dado, tío!!" Se le queda mirando extrañado, deja los bártulos en el suelo y saca de la mochila la botella de vino con el veneno sin tratar que llevaba dentro de la otra serpiente que cazaron... lo agita delante suyo "aún no he tratado esto, necesito material que todavía no he conseguido, así que me temo que no podemos hacer nada" y se encoge de hombros...
Vuelve a guardar la botella y recoge de nuevo las armas del suelo para acercarse más a los otros dos que aún estaban en las escaleras. "Y bien? algo nuevo?" pregunta sin demasiada esperanza. "He recogido algunas cosillas prestadas de este... antro" dice mientras gira medio cuerpo mirando hacia las paredes y techo con cierta cara de desagrado.
No quiere destapar las armas empaquetadas con su capa hasta que no le digan qué planes hay, aunque es evidente que ven la guja al lado del paquete de tela negro. "Y bien? por aquí qué?" les mira a todos esperando que alguien le explique como están las cosas, incluido a la serpiente girándose para hacerla partícipe de la conversación.
(Short Rest, 1 HD = 4 de cuando estuvo comiendo que se me olvidó ponerlo)
descanso corto: 5
""hombre al fin ya estamos todos, prosigamos" - y se dirige a terminar de explorar la maldita mazmorra