-He visto algo muy... perturbador... - responde Xan'drila a Cruços - ¿Eso es lo que tú entiendes por flitreo? Por favor no vuelvas a hacerlo nunca donde yo pueda verte... -
- No estés celosa, también puedo traerte una flor y pasear al atardecer en tu próximo noventa y siete cumpleaños - el cazador, divertidamente, hace un giro de cadera chocando contra la de Xandrila - Nunca creí que afeitarme me trajese tanto éxito, quién lo iba a decir...
El joven paladín suspira ante las palabras de su hermana. - Bien... iré también a esa fiesta... ¿Me esperarás a que al menos me ponga la armadura? No me dejaron entrar con ella puesta. Serán 5 minutos.
Después acercándose a Jen o Nessa comenta de forma rápida y con voz queda para no avergonzar a su hermana. – Me voy a la mansión Valossa, después de las palabras de Crusos estoy preocupado por la seguridad de mi hermana y sus amigos. Me voy yendo y poniendo la armadura.
Nessa asiente a Rolthos, y le dice que necesitara cambiarse antes de ir a esa fiesta.
- Si puede ser peligroso, es mejor que vaya bien pertrechada - mira con un poco de pena a su precioso vestido, ¡ha sido tan breve la experiencia de estar elegante por un día! - Jen, ¿necesitas ir a la posada tú también?
Después, cuando ve que Agnes se separa de Cruços, la ranger se acerca a la chica. Asegurándose antes de que ni Gui ni el mayordomo están cerca, la interpela:
- Perdona... Agnes, ¿verdad? Escuché que una de las primeras personas en caer enferma en Greyhawk fue Tess. Me preguntaba ... ¿conocías bien a la pobre Tess? Me gustaría saber dónde y cómo pudo contraer la enfermedad, quizás si supiera qué sitios solía frecuentar ...
Nessa escucha ansiosa la respuesta de la criada, sabiendo que ya es lo último que podrá investigar aquí antes de tener que abandonar la mansión. Finalmente añade:
- ¿Nadie más del servicio presenta síntomas? Tess pudo contagiar a alguien antes de empezar a quedarse en casa.
La sirvienta casi deja caer las copas que lleva en la bandeja al ser abordada tan abruptamente por Nessa. La mira muy extrañada pero intenta mantener la compostura y los mídales frente a una invitada de la casa.
-¿Perdón señora? - Mira a su alrededor buscando el apoyo de alguien frente a esta invitada que repentinamente la interroga - yo.. si conocía a la pobre Tess, aunque solo llevaba unos dos meses trabajando aquí cuando enfermo... yo... lo siento no se nada de eso ella solo hablaba de su familia y su casa así que supongo que iría a su casa después... y si señora, algunos más enfermaron pero por suerte Lord Gui los trato en el hospital y se recuperaron. - Mira a Nessa muy azorada - No debéis preocuparos señora no hay nadie enfermo entre el personal o los invitados. Vos ¿conocíais a Tess? ¿Como sabéis mi nombre? ¿Quien sois mi señora? -
- Oh, disculpa si te he asustado. Escuché al mayordomo pronunciar tu nombre y simplemente me acerqué para preguntar. Ya sabes cómo es la ciudad... circulan los rumores, y estos decían que una mujer llamada Tess, que trabajaba aquí, había perecido a causa de la enfermedad - la ranger muestra tristeza en su cara cuando lo dice - Como ciudadana preocupada por lo que ve por las calles, pensé en preguntar acerca de ello aprovechando este momento de tranquilidad. Era imposible hablar de nada con todo el jolgorio que ha habido por momentos, ¿no crees?
Pausa un momento, y añade:
- En cualquier caso, me tranquiliza que digas que nadie en la fiesta estaba enfermo. Esta pandemia hace que veas fantasmas donde no los hay... No te molestare más, disculpa.
La mujer parece algo más tranquila tras las tranquilizadoras palabras de Nessa.
- No se preocupe señora no es.. no es ninguna molestia.. si, es normal estar preocupados todos lo estamos, pero gente como Lord Gui se ocupan de ello. Yo... le agradezco que haya venido a apoyar a Lord Gui para ayudar a los que más lo necesitan. Es usted muy generosa.. que tenga una buena velada... - la mujer se queda algo preocupada cuando Nessa se va, preguntándose si habrá ofendido de alguna manera a aquella extraña y desconocida noble. Pero el trabajo apremia y continua con sus quehaceres.
Roldria pone los ojos en blanco cuando su hermano dice que necesita algo de tiempo para volver a ponerse la armadura, pero viendo la cara de su amiga Jhaina rapidamente se ofrece para ayudar a su hermano y enrola para tal tarea a su atractiva amiga. Un apurado Rolthos es escoltado por las dos chicas mientras un sirviente les guía a una sala adyacente donde está colocada pulcramente su armadura. Como era de esperar, su hermana y su amiga se toman como un juego el ayudarle, Roldria le pasa las piezas de armadura que Rolthos le va indicando a su amiga Jhaina, la cual va poniendo y abrochando a Rolthos. Pese a su sonrojo se ve que no es la primera vez que lo hace aunque el paladin tiene que indicarle un par de veces cómo hacerlo mejor.
Mientras tanto Cruços ha recogido su equipo del lugar donde lo había escondido y tras despedirse de Agnes con un guiño se encamina con Xan'drilla hacia el lugar indicado.
Nessa y Jen se apresuran para volver al Dragón Verde, tras asegurarse de entender dónde está la famosa mansión abandonada para poder incorporarse después. Aunque sin duda será un poco raro que aparezcan en la fiesta pertrechades con armadura y armas mientras el resto sigue en sus elegantes vestidos de fiesta.
Mientras van caminando en grupos más o menos desperdigados hacia la mansión los amigos de la hermana de Rolthos comienzan a bromear al ir acompañados de un paladin con su brillante armadura.
- Esta vez no tienes que tener miedo a los fantasmas Elend - dice Wallace - tenemos a todo un paladin de Mayaheine para protegerte de los espiritus!! - todos se rien, menos Elend.
- Reir reir... pero mi abuelo me contaba las historias de cómo Mandorcai Valossa conjuró la mansión de la noche a la mañana utilizando artes oscuras. Dicen que practicaba ritos satánicos en el sótano y que tenía a su servicio a varios demonios. Que fue gracias a esos oscuros tratos que amasó su fortuna y su poder y que tenía prisionera a la hija del Gran Magister de entonces, y por eso no podían expulsarle de la ciudad. -
poco a poco el grupo se ha ido callando, dejando que Elend cuente su historia de fantasmas. Rolthos tiene la sensación de que es algo habitual, y que lo hacen para dar más emoción a la visita a la abandonada hacienda.
- Finalmente, como siempre ocurre con el mal, los tratos se volvieron en su contra. Los demonios quisieron cobrarse su precio y Mandorcai y su familia fueron devorados por los demonios, sus almas condenadas al tormento eterno en el Abismo. La casa quedó en ruinas. Dicen que parte de la familia volvió a su Tenth original, pero que los demonios les siguieron alli y acabaron con todos. Otros dicen que en realidad el viejo Mandorcai no era un brujo malvado, si no que gracias a sus poderes mantenía a raya y atrapado a un ente muy poderoso que podría acabar con la ciudad. Que una aciaga noche, el ente se escapó y acabó con toda su familia antes de que Mandorcai pudiera detenerlo, pero eso le costó la vida. -
Mientras habla las haciendas de los más poderosos y ricos de la Ciudad van quedando a los lados del camino seguido por los participantes, elegantes mansiones se intuyen entre grandes árboles, iluminadas bien por magia bien por lámparas de aceite que les dan un aspecto señorial e incluso agradable en algunas ocasiones. Las hojas en el suelo y los colores anaranjados de los árboles que se dejan ver gracias a las luces y una temprana neblina que se empieza a levantar en la húmeda noche contribuyen a crear un halo misterioso a las palabras del joven que sin duda tiene talento para narrar historias.
- En cualquier caso, nadie ha podido acceder al sótano de la casa desde entonces y sigo diciendo que hacemos mal en arriesgarnos al ir allí a seguir con nuestras fiestas... -
Tras unos minutos de silencio Dolmud suelta una carcajada
- Bah! todo el mundo lo hace Elend. Ni hemos sido los primeros ni los únicos. Y mira que hemos intentado llegar al sótano ese para que vieras que no había absolutamente nada y que no pasaba nada! Igual hoy que está el bueno de Rolthos puedes relajarte y disfrutar como los demás eh? -
Elend sonrie cuando su amigo le pasa la mano por los hombros y le agita un poco.
- Si tienes razón... a veces leo demasiado jejeje -
El resto del camino continua entre chanzas y risas, habiendo recuperado el ánimo y llegan hasta la abandonada mansión Valossa.
El muro de piedra coronado por una valla negra metálica está totalmente cubierto por enredaderas y maleza. La otrora noble y regia puerta de hierro que al cerrarse formaba el escudo de la familia en lo más alto, ahora aparece oxidada y una de las hojas está sólo sujeta por uno de los goznes. Los árboles del jardín han crecido salvajes en los años de abandono y en lugar de flanquear el camino que asciende serpenteante hasta la casa, que se eleva sobre una pequeña colina, parecen querer impedir el paso a los visitantes, con sus ramas cerrándose sobre el camino. Algunos resbalan en el húmedo barro cubierto de hojas negras, y cuando por fin llegan a la entrada de la mansión un oneroso sentimiento de pérdida y miedo les atenaza el corazón.
El contraste con las otras casas que han pasado es evidente. La oscuridad reina sin competencia entre los altos muros, ahora negros y grises, parcialmente cubiertos de enredaderas y malas hierbas. La casa tiene una planta con forma de H, de tres plantas., con dos alas muy bien diferenciadas y cuyos extremos sobresalen un poco hacia delante. En el centro se levantaba una torre, que antaño desafiaba el cielo con un alto minarete en espiral, de mármol negro. Pero hoy en día sólo queda el esqueleto de la torre y el derrumbe de la mayoría de ella ha caído sobre la parte posterior de la casa, destruyendo parte de esta. A simple vista no hay ventanal que no haya quedado roto por el paso del tiempo y una ligera brisa hace que la otrora hermosa puerta principal gima sobre sus oxidados goznes. La neblina entra en el recibidor por la entreabierta puerta, como si fuera la única con derecho a penetrar en las abandonadas estancias de la mansión Valossa.
Los jóvenes, al parecer disfrutando del sentimiento de miedo que parece espolearles aún más, se dirigen, como los anteriores participantes que han llegado antes, a una caja de aspecto mucho más moderno y conservado que hay al pie de las escaleras que llevan a la entrada principal. Allí se hacen con un par de lámparas que encienden y empiezan a entrar en la abandonada casa.
Muy seguros se dirigen al ala este, hacia un antiguo cuarto de invitados donde han colocado algunos viejos sillones y sofás alrededor de una vieja chimenea y donde parece que se suelen reunir. Allí, Rolthos descubre que tienen un cofre con más bebida que empiezan a repartir entre risas entre ellos. La joven Jhaina, que ha caminado de su brazo todo el trayecto, le invita a sentarse a su lado y compartir una jarra de vino.
Mientras tanto, Nessa y Jen llegan a la posada del Dragón Verde y se dirigen a sus habitaciones para pertrecharse con sus cosas. Mientras ajusta las correas de su armadura y comprueba sus flechas, Nessa mira varias veces hacia la carta que ha dejado encima de la mesa y que aún está cerrada.
Cruços y Xandrila recuperan sus pertrechos y se escabullen de la fiesta. En un callejón aledaño se deshacen del disfraz y se visten con todas sus pertenencias; como guerreros avezados, ninguno siente pudor alguno, se cambian de ropa con la misma naturalidad con la que afilarían su espada o cambiarían la cuerda de su arco. Aún así Cruços no puede evitar fijarse en las suntuosas curvas que forman el bello cuerpo de Xandrila, repleto de familiares cicatrices fruto de los rituales de la magia de sangre. Reconoce en ella a un igual que mora por esta fatídica sociedad luchando por traer el bien, sin doblegarse ante nada ni nadie y usando los medios que sean necesarios; reconoce a un igual que morará por las sendas más oscuras si al final de camino vislumbra un ápice de luz, donde las peores batallas ocurrirán en su interior.
Vuelven a las puertas de la mansión de Lord Gui al tiempo de ver salir a Rolthos, su hermana y el resto de su grupo. Sin mediar palabra, por no ser necesario, esperan unos instantes y les siguen a prudente distancia. Los finos sentidos de Cruços escuchan la conversación de los jóvenes y no puede evitar sorprenderse - "Esto es lo que se recuerda del apellido de mi familia. Luces y sombras. Cuentos para asustar a los niños... ¿Cómo se habrán transformado en el boca a boca la historia de Mandorcai Valossa, para que haya quien dude que hizo tratos con el averno que no supo mantener? Si solo quería mantener a un ente oculto, ¿por qué no pidió ayuda? Si no recibió nada a cambio, ¿cómo pudo un simple guerrero erigir una torre semejante de la nada, amasar la fortuna que amasó? He pospuesto durante demasiado tiempo desentrañar los misterios de mi linaje, ha pasado demasiado tiempo desde que un Valossa no vuelve a casa a desentrañar los despropósitos de Mandorcai...". De camino aún, inquiere a Xandrila:
- ¿Qué sabes del apellido Valossa? ¿Qué hay de cierto en todas esas leyendas que circulan? Si la mitad de lo que cuentan ésos jóvenes es cierto, no parece casualidad que el culto haya escogido ese lugar para contactar con la entidad que ha traído la peste a Greyhawk.
Cuando llegan a la mansión, antes de reunirse con Rolthos pasean por las estancias donde hay gente; observan a los presentes, si va haber problemas, estos pobres diablos son los primeros a los que tendrán que poner a salvo. Cruços se fija, comprobando que todos los grupos de personas que vean tengan alcohol y estén bebiendo, puede incluso que los cultistas estén ya allí, camuflados entre el gentío. Busca también los ropajes que grises que identificaron en su incursión en el distrito de los refugiados o cualquier cosa fuera de lo normal en este ambiente - "Dejemos que sean ellos los que den el primer paso".
Una vez paseado por el lugar, solo por donde hay gente, sin adentrarse aún en los recovecos de la abandonada mansión, van a la sala dónde se encuentra Rolthos y el resto de jóvenes.
- ¡Pero qué ven mis ojos! ¡Mi buen amigo Rolthos! - sonríe - Lo último que me esperaba era encontrarte en este lugar para los que quieren más alcohol del que sirven en las cantinas! - dirigiéndose a los jóvenes, en tono jocoso - El hidromiel moja mejor las gargantas cuando están secas de miedo, ¿eh? JAJAJAJAJA
Rompe en una carcajada, mientras coge una botella, empina el codo y palmea en el hombro a Rolthos, diciéndole algo más serio:
- Tenemos mucho de lo que ponernos al día, viejo amigo.
En su habitación de la posada, Nessa termina de prepararse. Con la información que les ha indicado Cruços, no quiere detenerse más tiempo del necesario, pero aún así dedica un pequeño rato a revisar que todo está apunto. Partir sin hacerlo podría suponer llegar antes, pero también podría suponer fatal en el caso de que tuvieran que verse envueltos en algún combate.
Cuando ya todo está listo, mira una vez más la carta que está sobre la cama y se muerde el labio, dubitativa...
Por su mente pasan todo tipo de ideas al respecto de lo que puede contener. En algunas se imagina que sus padres y hermanos la esperan con los brazos abiertos, perdonando su repentina huida y su falta de contacto en todo este tiempo; en otras sin embargo se imagina una reacción iracunda, por parte de su padre especialmente. Al menos espera que Rose y Andrew se hayan puesto de su lado y le hayan intentado calmar en todo este tiempo...
Tras unos segundos, decide que no es el momento. Recoge la carta y la guarda a buen recaudo en su bolsa.
- Mañana. De mañana no pasa...
Con esa firme promesa, deja su habitación y va a buscar a Jen. Juntes, emprenden el camino a la mansión Valossa con paso acelerado.
Algo azorado tambien por ponerse la armadura enfrente de Jhaina y dejar que poco a poco le vista el joven paladin se alegra cuando al fin su armadura cubre su puerto, protegiendole tanto fisicamente y a su vez dandole confianza.
La historia de la mansion atrae la atención Rolthos, tanto si el ritual es una pista falsa como si no, Rolthos se alegra de ir con su hermana a esta fiesta. Muchas veces estas historias se asentan fuertemente en retazos de verdad. Demonios o cultistas ese lugar no era seguro. Hizo una nota mental de registrar esta casa si esta noche no pasaba nada.
Una vez en la fiesta Rolthos se relajó levemente, la atención de Jhaina le distrae de los que ocurre en la fiesta aunque echa una mirada de vez en cuando a la fiesta. Aunque acepta una de las copas tras una insistencia repetitiva, parece no beber, esperando problemas mas adelante esta noche.
La conversacion con la muchacha transcurre con tranquilidad mientras le pregunta por su ocupacion y familia.
- ¿Como es que sabeis de armaduras?
[Cuando llega a Cruços]
Cuando Cruços le saluda, Rolthos se levanta para presentarle a los amigos. Este es Cruços, un reciente amigo de azañas y gestas. Roldria, Jhaina... - El paladin presenta a los amigos uno a uno .
- No hay mucho que contar, pero veo que hemos estado investigando la misma cosa, la terrible infeccion que está asuolando la ciudad.
-Algo he oído pero no mucho más que lo ha contado ese chico - le contesta Xan'drilla a Cruços - Me temo que no tengo nada que nos pueda preparar para lo que sea que haya en esa mansión.. - le dice preguntándose si el interés de su pupilo por la mansión va más allá de lo profesional.
En la mansión:
Cruços:
Los dos cazadores de sangre dan un paseo por la mansión. Varios grupos de personas están dedicadas a lúdicas actividades en la planta baja. En una habitación, que antaño tuvo que ser una hermosa biblioteca, hay organizadas un par de partidas de cartas y una de dados en el suelo. En general la gente de diferentes estratos sociales se ha refugiado en la abandonada mansión para satisfacer sus deseos, ya sean lúdicos o carnales cuando escuchan los gemidos en una habitación que debió pertenecer a parte del servicio. Otros simplemente están pasando el rato con amigos o conocidos. Algunos deambulan de un grupo a otro pero en general parece que cada grupo tiene su propia parte de la mansión y el resto lo respetan.
Lo que sí se da cuenta Cruços es que nadie pasa a la parte posterior de la mansión y las habitaciones que están semi-derruidas por la caída de la torre están vacías, creando un fuerte contraste entre lo animado que está la parte frontal y el silencio que hay en esa parte posterior. Ve varios huecos entre las ruinas de la torre que podrían dar acceso a la base de la misma, pero no está seguro de que sean seguros o practicables. Hasta que se queda quieto, mirando un pasillo, respirando entrecortadamente y sudando.
Xan'drilla le saca de su estupor y Cruços le hace notar que alguien ha despejado de cascotes un acceso a la zona posterior de la casa, en dirección a la torre.
Antes de averiguar qué hay allí deciden explorar el resto del ala más concurrida y la elfa sube al piso superior no sin antes volver a asegurarse que su compañero se encuentra bien.
Rolthos.
- Mi padre es un guerrero - dice con cierto orgullo la muchacha a Rolthos - mi madre me enseñó lo que una buena escudera necesita saber sobre cuidar a un caballero... - su sonrisa y la mirada que le lanza a Rolthos están cargadas de intención.
Cuando llega Cruços todos le saludan y le hacen sitio para que se siente. El alcohol ingerido en la casa de Gui y el que han tomado aqui se está cobrando algunas bajas, además el saberse en terreno propio, por decirlo de alguna manera, y las horas de la noche ha hecho que algunos jóvenes estén mucho más deshinibidos y dos de ellos ni siquiera saludan al recién llegado ya que están ocupados el uno con el otro en un sofá adyacente, parecen estar olvidando que no están solos por momentos.
- ¿Y qué es lo que hay que investigar ? - pregunta Elend, curioso, su voz algo pastosa por la bebida - Es una enfermedad y ya se pasará y la curaran entre el hospital y los clérigos ¿ no ? -
En las calles de Greyhawk.
Apresurándose todo lo que pueden, les dos amigues atraviesan las húmedas calles de la ciudad mientras la neblina las envuelve. Pronto no son más que dos sombras grises que dejan agitadas volutas de niebla a su paso hacia la mansión encantada. No pueden evitar preguntarse si sus dos amigos se habrán metido en algún problema en su ausencia. Su ansiedad hace que el camino de vuelta se haga eterno.
Ante las insinuaciones de la atractiva muchacha Rolthos se sintió alagado, y en el calor del momento olvidó las pasadas malas experiencias con el sexo opuesto. Entre halagos y bromas el paladín le siguió el juego del flirteo durante unos minutos. Miradas, bromas, insinuaciones y pausas. Pero la aparicion de Cruços de pronto interrumpió el momento, haciendo que una sombra cruzara la mirada del joven paladín. Las memorias de Eleana y Yigia regresaron para advertirle de sus errores pasados.
- La enfermedad está desbordando los templos y hospitales. Y además tenemos indicios para pensar que la plaga que azota a la ciudad no tiene un origen natural, si no provocado, por los indicios que Cruços ha traído recientemente. ¿Verdad? - Dice mirándole. - Quizás puedas compartir as detalles, las breves palabras en la otra fiesta no han sido demasiado esclarecedoras. - Mientras hablaba con Cruços se levantó aproximandose a él y alejandose de Jhaina.
- ¿De verdad no me vas decir nada por el cambio de look? No sé, no me termina de convencer... Creo que debería lucir algún tatuaje en la calva, así todo liso me resulta soso - mientras se palmea la calva - Ese Sifu tenía una extraña fijación con la suavidad de los caparazones de tortuga... - Ríe para sí mismo.
Cuando ve como el resto de presentes les ignoran al dejarles fuera de la conversación, Cruços aparta a Rolthos del grupo.
- Sin duda hay algo aquí esta noche; el culto que descubrimos en el distrito de refugiados, que vestían ropajes grises como el color de la tez que deja la enfermedad, están detrás de la misma y hablaban de un ritual hoy. Temo que la elección de este lugar con la presencia de todos estos jóvenes no sea casualidad, sino intención de sacrificio o tal vez sujetos que vayan a contagiar para que expandan aún más la enfermedad. Sea lo que sea - hace una pausa, invadido por las visiones que acaba de sufrir -, sea lo que sea, debemos investigar la zona derruida al fondo de la mansión, a las entrañas de este lugar. ¿Tus sentidos de los dioses no te dicen nada?
Segun se van acercando a la imponente mansion, Jen se muerde el labio reprimiendo lo que podria parecer una retorcida sonrisa de emoción y aprieta el agarre en sus nuevos aros.
-oooooh lalá.. lalá lalá lalá~....-Canturrea- La mansion Valossa... Que nombre tan misterioso!....- Palmea en el hombro a Nessa.- Te imaginas esta casa antes de convertirse en una mansión salida de un cuento de fantasmas? Un pequeño niño andando por aquí, aprendiendo a utilizar el tenedor de las ensaladas, o practicando con un clavicordio. Siendo objeto de embarazosos retraros con perros Pomeranias en los brazos y chaquetas hechas con chorreras a medida. -Abre la verja para que Nessa pase- Tras vos, madmoiselle.
- Después de salir con aventuras con Jen, crees que me vas a sorprender con un afeitado y un cambio de vestuario…. Quizás si me dices que te has vuelto abstemio…. ¡Y ya nos contaras que has estado haciendo todos estos días!
Después Rolthos asintió a Crusos. – Parece una buena idea, pero déjame que busque un lugar desde tenga una vista más panorámica de la fiesta… que no me pierda la mínima cantidad posible de individuos. Dijo en voz más alta, alejándose unos pasos, pero sin llegar a perder de vista a su hermana y sus amigos.
Jhaina se queda visiblemente decepcionada cuando Rolthos abandona su compañía para ir a hablar con su recién llegado amigo, pese a las graves palabras del paladín sobre la situación. Puede que el alcohol y las hormonas no hayan dejado que el mensaje llegue realmente al cerebro.
En lugar de una respuesta por parte del Cazador, Rolthos recibe una mirada vacía hacia la puerta y una expresión tensa por parte de su compañero.
(Sólo para Cruços)
Cruços escucha la risa de su hermana en la puerta de la sala donde están Rolthos y los amigos de su hermana. Mira hacia allí y la vuelve a ver haciéndole gestos de que le siga.
- Vamos hermanito. El abuelo no se enterará -
En las afueras de la mansión:
Jen y Nessa por fin localizan la mansión Valossa entre la niebla. Las trémulas luces de las ventanas apenas iluminan la niebla que se mueve perezosa entre los árboles que rodean la finca. Los amigues se paran a mirar la imponente silueta de la otrora lujosa mansión cuando, a su derecha, Nessa percibe un movimiento. Llamando la atención de Jen ven a dos figuras embozadas en capas grises, con la capucha puesta ocultando sus rostros que, cruzando entre los árboles y las plantas de alrededor se dirigen, aparentemente, hacia la parte trasera de la propiedad.
Tenedor para ensaladas, pomeranians, chorreras... Nessa arruga la nariz ante los comentarios de Jen y las imágenes que se van formando en su cabeza:
- Qué horror - comenta riendo y luego hace una exageraídisma reverencia cuando le barde le abre la verja, lo que hace que les amigues se rían aún más. Cuando se yergue, un movimiento capta su atención por el rabillo del ojo, y es cuando se fija en las figuras encapuchadas que se dirigen a la parte trasera de la mansión Valossa.
- Hey, mira esos dos ... Quizás no sea nada, pero creo que les seguiré un rato por si fueran miembros del culto que mencionó Cruços. Luego iré a la entrada principal de la mansión para buscaros - dice, al tiempo que se coloca la capucha de la capa - ¡Aunque con la suerte que tengo, lo mismo es otra pareja que quiere echar un polvo mientras los demás están de fiesta!
Les compañeres se separan: Jen se dirige a la mansión para informar de lo que han visto, y Nessa termina de embozarse en su capa, comienza a seguir a la pareja desde una distancia prudencial.
Nessa makes a Stealth check! 2d20kh1 (2, 5) + 11 = 16
El semblante de Cruços luce cínico, bailando en esa dicotomía constante en él, entre divertido, ansioso y preocupado por la situación. Ve cómo Rolthos se concentra pidiendo el favor a su Dios y antes de recibir su respuesta, mira a Xandrila y les dice a ambos:
- No sé qué te dirán tus sentidos, pero estoy teniendo visiones; no puedo decir si forman parte de mis recuerdos o a alguien pretende inducirlos como tal. Lo que estoy seguro es que me llaman al interior de la mansión a algo que seguro es una trampa... ¿Vamos?
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El cazador espera unos segundos desde que Agnes se aleja, disimulando trabajando. Después se va acercando en busca de Xandrila:
- Si no has visto nada, vámonos de aquí. Aquí nos necesitan.
Busca cruzar la mirada con el resto del grupo y hace un gesto con la cabeza, en dirección a la salida.
-He visto algo muy... perturbador... - responde Xan'drila a Cruços - ¿Eso es lo que tú entiendes por flitreo? Por favor no vuelvas a hacerlo nunca donde yo pueda verte... -
PbP Character: A few ;)
- No estés celosa, también puedo traerte una flor y pasear al atardecer en tu próximo noventa y siete cumpleaños - el cazador, divertidamente, hace un giro de cadera chocando contra la de Xandrila - Nunca creí que afeitarme me trajese tanto éxito, quién lo iba a decir...
El joven paladín suspira ante las palabras de su hermana. - Bien... iré también a esa fiesta... ¿Me esperarás a que al menos me ponga la armadura? No me dejaron entrar con ella puesta. Serán 5 minutos.
Después acercándose a Jen o Nessa comenta de forma rápida y con voz queda para no avergonzar a su hermana. – Me voy a la mansión Valossa, después de las palabras de Crusos estoy preocupado por la seguridad de mi hermana y sus amigos. Me voy yendo y poniendo la armadura.
Zevatur, Rolthos
Nessa asiente a Rolthos, y le dice que necesitara cambiarse antes de ir a esa fiesta.
- Si puede ser peligroso, es mejor que vaya bien pertrechada - mira con un poco de pena a su precioso vestido, ¡ha sido tan breve la experiencia de estar elegante por un día! - Jen, ¿necesitas ir a la posada tú también?
Después, cuando ve que Agnes se separa de Cruços, la ranger se acerca a la chica. Asegurándose antes de que ni Gui ni el mayordomo están cerca, la interpela:
- Perdona... Agnes, ¿verdad? Escuché que una de las primeras personas en caer enferma en Greyhawk fue Tess. Me preguntaba ... ¿conocías bien a la pobre Tess? Me gustaría saber dónde y cómo pudo contraer la enfermedad, quizás si supiera qué sitios solía frecuentar ...
Nessa escucha ansiosa la respuesta de la criada, sabiendo que ya es lo último que podrá investigar aquí antes de tener que abandonar la mansión. Finalmente añade:
- ¿Nadie más del servicio presenta síntomas? Tess pudo contagiar a alguien antes de empezar a quedarse en casa.
Peindre l'amour, peindre la vie, pleurer en couleur ♫
Auriel | Shenua | Arren | Lyra
La sirvienta casi deja caer las copas que lleva en la bandeja al ser abordada tan abruptamente por Nessa. La mira muy extrañada pero intenta mantener la compostura y los mídales frente a una invitada de la casa.
-¿Perdón señora? - Mira a su alrededor buscando el apoyo de alguien frente a esta invitada que repentinamente la interroga - yo.. si conocía a la pobre Tess, aunque solo llevaba unos dos meses trabajando aquí cuando enfermo... yo... lo siento no se nada de eso ella solo hablaba de su familia y su casa así que supongo que iría a su casa después... y si señora, algunos más enfermaron pero por suerte Lord Gui los trato en el hospital y se recuperaron. - Mira a Nessa muy azorada - No debéis preocuparos señora no hay nadie enfermo entre el personal o los invitados. Vos ¿conocíais a Tess? ¿Como sabéis mi nombre? ¿Quien sois mi señora? -
PbP Character: A few ;)
- Oh, disculpa si te he asustado. Escuché al mayordomo pronunciar tu nombre y simplemente me acerqué para preguntar. Ya sabes cómo es la ciudad... circulan los rumores, y estos decían que una mujer llamada Tess, que trabajaba aquí, había perecido a causa de la enfermedad - la ranger muestra tristeza en su cara cuando lo dice - Como ciudadana preocupada por lo que ve por las calles, pensé en preguntar acerca de ello aprovechando este momento de tranquilidad. Era imposible hablar de nada con todo el jolgorio que ha habido por momentos, ¿no crees?
Pausa un momento, y añade:
- En cualquier caso, me tranquiliza que digas que nadie en la fiesta estaba enfermo. Esta pandemia hace que veas fantasmas donde no los hay... No te molestare más, disculpa.
Nessa hace una inclinación de cabeza y se va.
Peindre l'amour, peindre la vie, pleurer en couleur ♫
Auriel | Shenua | Arren | Lyra
La mujer parece algo más tranquila tras las tranquilizadoras palabras de Nessa.
- No se preocupe señora no es.. no es ninguna molestia.. si, es normal estar preocupados todos lo estamos, pero gente como Lord Gui se ocupan de ello. Yo... le agradezco que haya venido a apoyar a Lord Gui para ayudar a los que más lo necesitan. Es usted muy generosa.. que tenga una buena velada... - la mujer se queda algo preocupada cuando Nessa se va, preguntándose si habrá ofendido de alguna manera a aquella extraña y desconocida noble. Pero el trabajo apremia y continua con sus quehaceres.
PbP Character: A few ;)
Roldria pone los ojos en blanco cuando su hermano dice que necesita algo de tiempo para volver a ponerse la armadura, pero viendo la cara de su amiga Jhaina rapidamente se ofrece para ayudar a su hermano y enrola para tal tarea a su atractiva amiga. Un apurado Rolthos es escoltado por las dos chicas mientras un sirviente les guía a una sala adyacente donde está colocada pulcramente su armadura. Como era de esperar, su hermana y su amiga se toman como un juego el ayudarle, Roldria le pasa las piezas de armadura que Rolthos le va indicando a su amiga Jhaina, la cual va poniendo y abrochando a Rolthos. Pese a su sonrojo se ve que no es la primera vez que lo hace aunque el paladin tiene que indicarle un par de veces cómo hacerlo mejor.
Mientras tanto Cruços ha recogido su equipo del lugar donde lo había escondido y tras despedirse de Agnes con un guiño se encamina con Xan'drilla hacia el lugar indicado.
Nessa y Jen se apresuran para volver al Dragón Verde, tras asegurarse de entender dónde está la famosa mansión abandonada para poder incorporarse después. Aunque sin duda será un poco raro que aparezcan en la fiesta pertrechades con armadura y armas mientras el resto sigue en sus elegantes vestidos de fiesta.
Mientras van caminando en grupos más o menos desperdigados hacia la mansión los amigos de la hermana de Rolthos comienzan a bromear al ir acompañados de un paladin con su brillante armadura.
- Esta vez no tienes que tener miedo a los fantasmas Elend - dice Wallace - tenemos a todo un paladin de Mayaheine para protegerte de los espiritus!! - todos se rien, menos Elend.
- Reir reir... pero mi abuelo me contaba las historias de cómo Mandorcai Valossa conjuró la mansión de la noche a la mañana utilizando artes oscuras. Dicen que practicaba ritos satánicos en el sótano y que tenía a su servicio a varios demonios. Que fue gracias a esos oscuros tratos que amasó su fortuna y su poder y que tenía prisionera a la hija del Gran Magister de entonces, y por eso no podían expulsarle de la ciudad. -
poco a poco el grupo se ha ido callando, dejando que Elend cuente su historia de fantasmas. Rolthos tiene la sensación de que es algo habitual, y que lo hacen para dar más emoción a la visita a la abandonada hacienda.
- Finalmente, como siempre ocurre con el mal, los tratos se volvieron en su contra. Los demonios quisieron cobrarse su precio y Mandorcai y su familia fueron devorados por los demonios, sus almas condenadas al tormento eterno en el Abismo. La casa quedó en ruinas. Dicen que parte de la familia volvió a su Tenth original, pero que los demonios les siguieron alli y acabaron con todos. Otros dicen que en realidad el viejo Mandorcai no era un brujo malvado, si no que gracias a sus poderes mantenía a raya y atrapado a un ente muy poderoso que podría acabar con la ciudad. Que una aciaga noche, el ente se escapó y acabó con toda su familia antes de que Mandorcai pudiera detenerlo, pero eso le costó la vida. -
Mientras habla las haciendas de los más poderosos y ricos de la Ciudad van quedando a los lados del camino seguido por los participantes, elegantes mansiones se intuyen entre grandes árboles, iluminadas bien por magia bien por lámparas de aceite que les dan un aspecto señorial e incluso agradable en algunas ocasiones. Las hojas en el suelo y los colores anaranjados de los árboles que se dejan ver gracias a las luces y una temprana neblina que se empieza a levantar en la húmeda noche contribuyen a crear un halo misterioso a las palabras del joven que sin duda tiene talento para narrar historias.
- En cualquier caso, nadie ha podido acceder al sótano de la casa desde entonces y sigo diciendo que hacemos mal en arriesgarnos al ir allí a seguir con nuestras fiestas... -
Tras unos minutos de silencio Dolmud suelta una carcajada
- Bah! todo el mundo lo hace Elend. Ni hemos sido los primeros ni los únicos. Y mira que hemos intentado llegar al sótano ese para que vieras que no había absolutamente nada y que no pasaba nada! Igual hoy que está el bueno de Rolthos puedes relajarte y disfrutar como los demás eh? -
Elend sonrie cuando su amigo le pasa la mano por los hombros y le agita un poco.
- Si tienes razón... a veces leo demasiado jejeje -
El resto del camino continua entre chanzas y risas, habiendo recuperado el ánimo y llegan hasta la abandonada mansión Valossa.
El muro de piedra coronado por una valla negra metálica está totalmente cubierto por enredaderas y maleza. La otrora noble y regia puerta de hierro que al cerrarse formaba el escudo de la familia en lo más alto, ahora aparece oxidada y una de las hojas está sólo sujeta por uno de los goznes. Los árboles del jardín han crecido salvajes en los años de abandono y en lugar de flanquear el camino que asciende serpenteante hasta la casa, que se eleva sobre una pequeña colina, parecen querer impedir el paso a los visitantes, con sus ramas cerrándose sobre el camino. Algunos resbalan en el húmedo barro cubierto de hojas negras, y cuando por fin llegan a la entrada de la mansión un oneroso sentimiento de pérdida y miedo les atenaza el corazón.
El contraste con las otras casas que han pasado es evidente. La oscuridad reina sin competencia entre los altos muros, ahora negros y grises, parcialmente cubiertos de enredaderas y malas hierbas. La casa tiene una planta con forma de H, de tres plantas., con dos alas muy bien diferenciadas y cuyos extremos sobresalen un poco hacia delante. En el centro se levantaba una torre, que antaño desafiaba el cielo con un alto minarete en espiral, de mármol negro. Pero hoy en día sólo queda el esqueleto de la torre y el derrumbe de la mayoría de ella ha caído sobre la parte posterior de la casa, destruyendo parte de esta. A simple vista no hay ventanal que no haya quedado roto por el paso del tiempo y una ligera brisa hace que la otrora hermosa puerta principal gima sobre sus oxidados goznes. La neblina entra en el recibidor por la entreabierta puerta, como si fuera la única con derecho a penetrar en las abandonadas estancias de la mansión Valossa.
Los jóvenes, al parecer disfrutando del sentimiento de miedo que parece espolearles aún más, se dirigen, como los anteriores participantes que han llegado antes, a una caja de aspecto mucho más moderno y conservado que hay al pie de las escaleras que llevan a la entrada principal. Allí se hacen con un par de lámparas que encienden y empiezan a entrar en la abandonada casa.
Muy seguros se dirigen al ala este, hacia un antiguo cuarto de invitados donde han colocado algunos viejos sillones y sofás alrededor de una vieja chimenea y donde parece que se suelen reunir. Allí, Rolthos descubre que tienen un cofre con más bebida que empiezan a repartir entre risas entre ellos. La joven Jhaina, que ha caminado de su brazo todo el trayecto, le invita a sentarse a su lado y compartir una jarra de vino.
Mientras tanto, Nessa y Jen llegan a la posada del Dragón Verde y se dirigen a sus habitaciones para pertrecharse con sus cosas. Mientras ajusta las correas de su armadura y comprueba sus flechas, Nessa mira varias veces hacia la carta que ha dejado encima de la mesa y que aún está cerrada.
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Cruços y Xandrila recuperan sus pertrechos y se escabullen de la fiesta. En un callejón aledaño se deshacen del disfraz y se visten con todas sus pertenencias; como guerreros avezados, ninguno siente pudor alguno, se cambian de ropa con la misma naturalidad con la que afilarían su espada o cambiarían la cuerda de su arco. Aún así Cruços no puede evitar fijarse en las suntuosas curvas que forman el bello cuerpo de Xandrila, repleto de familiares cicatrices fruto de los rituales de la magia de sangre. Reconoce en ella a un igual que mora por esta fatídica sociedad luchando por traer el bien, sin doblegarse ante nada ni nadie y usando los medios que sean necesarios; reconoce a un igual que morará por las sendas más oscuras si al final de camino vislumbra un ápice de luz, donde las peores batallas ocurrirán en su interior.
Vuelven a las puertas de la mansión de Lord Gui al tiempo de ver salir a Rolthos, su hermana y el resto de su grupo. Sin mediar palabra, por no ser necesario, esperan unos instantes y les siguen a prudente distancia. Los finos sentidos de Cruços escuchan la conversación de los jóvenes y no puede evitar sorprenderse - "Esto es lo que se recuerda del apellido de mi familia. Luces y sombras. Cuentos para asustar a los niños... ¿Cómo se habrán transformado en el boca a boca la historia de Mandorcai Valossa, para que haya quien dude que hizo tratos con el averno que no supo mantener? Si solo quería mantener a un ente oculto, ¿por qué no pidió ayuda? Si no recibió nada a cambio, ¿cómo pudo un simple guerrero erigir una torre semejante de la nada, amasar la fortuna que amasó? He pospuesto durante demasiado tiempo desentrañar los misterios de mi linaje, ha pasado demasiado tiempo desde que un Valossa no vuelve a casa a desentrañar los despropósitos de Mandorcai...". De camino aún, inquiere a Xandrila:
- ¿Qué sabes del apellido Valossa? ¿Qué hay de cierto en todas esas leyendas que circulan? Si la mitad de lo que cuentan ésos jóvenes es cierto, no parece casualidad que el culto haya escogido ese lugar para contactar con la entidad que ha traído la peste a Greyhawk.
Cuando llegan a la mansión, antes de reunirse con Rolthos pasean por las estancias donde hay gente; observan a los presentes, si va haber problemas, estos pobres diablos son los primeros a los que tendrán que poner a salvo. Cruços se fija, comprobando que todos los grupos de personas que vean tengan alcohol y estén bebiendo, puede incluso que los cultistas estén ya allí, camuflados entre el gentío. Busca también los ropajes que grises que identificaron en su incursión en el distrito de los refugiados o cualquier cosa fuera de lo normal en este ambiente - "Dejemos que sean ellos los que den el primer paso".
Una vez paseado por el lugar, solo por donde hay gente, sin adentrarse aún en los recovecos de la abandonada mansión, van a la sala dónde se encuentra Rolthos y el resto de jóvenes.
- ¡Pero qué ven mis ojos! ¡Mi buen amigo Rolthos! - sonríe - Lo último que me esperaba era encontrarte en este lugar para los que quieren más alcohol del que sirven en las cantinas! - dirigiéndose a los jóvenes, en tono jocoso - El hidromiel moja mejor las gargantas cuando están secas de miedo, ¿eh? JAJAJAJAJA
Rompe en una carcajada, mientras coge una botella, empina el codo y palmea en el hombro a Rolthos, diciéndole algo más serio:
- Tenemos mucho de lo que ponernos al día, viejo amigo.
En su habitación de la posada, Nessa termina de prepararse. Con la información que les ha indicado Cruços, no quiere detenerse más tiempo del necesario, pero aún así dedica un pequeño rato a revisar que todo está apunto. Partir sin hacerlo podría suponer llegar antes, pero también podría suponer fatal en el caso de que tuvieran que verse envueltos en algún combate.
Cuando ya todo está listo, mira una vez más la carta que está sobre la cama y se muerde el labio, dubitativa...
Por su mente pasan todo tipo de ideas al respecto de lo que puede contener. En algunas se imagina que sus padres y hermanos la esperan con los brazos abiertos, perdonando su repentina huida y su falta de contacto en todo este tiempo; en otras sin embargo se imagina una reacción iracunda, por parte de su padre especialmente. Al menos espera que Rose y Andrew se hayan puesto de su lado y le hayan intentado calmar en todo este tiempo...
Tras unos segundos, decide que no es el momento. Recoge la carta y la guarda a buen recaudo en su bolsa.
- Mañana. De mañana no pasa...
Con esa firme promesa, deja su habitación y va a buscar a Jen. Juntes, emprenden el camino a la mansión Valossa con paso acelerado.
Peindre l'amour, peindre la vie, pleurer en couleur ♫
Auriel | Shenua | Arren | Lyra
Algo azorado tambien por ponerse la armadura enfrente de Jhaina y dejar que poco a poco le vista el joven paladin se alegra cuando al fin su armadura cubre su puerto, protegiendole tanto fisicamente y a su vez dandole confianza.
La historia de la mansion atrae la atención Rolthos, tanto si el ritual es una pista falsa como si no, Rolthos se alegra de ir con su hermana a esta fiesta. Muchas veces estas historias se asentan fuertemente en retazos de verdad. Demonios o cultistas ese lugar no era seguro. Hizo una nota mental de registrar esta casa si esta noche no pasaba nada.
Una vez en la fiesta Rolthos se relajó levemente, la atención de Jhaina le distrae de los que ocurre en la fiesta aunque echa una mirada de vez en cuando a la fiesta. Aunque acepta una de las copas tras una insistencia repetitiva, parece no beber, esperando problemas mas adelante esta noche.
La conversacion con la muchacha transcurre con tranquilidad mientras le pregunta por su ocupacion y familia.
- ¿Como es que sabeis de armaduras?
[Cuando llega a Cruços]
Cuando Cruços le saluda, Rolthos se levanta para presentarle a los amigos. Este es Cruços, un reciente amigo de azañas y gestas. Roldria, Jhaina... - El paladin presenta a los amigos uno a uno .
- No hay mucho que contar, pero veo que hemos estado investigando la misma cosa, la terrible infeccion que está asuolando la ciudad.
Zevatur, Rolthos
En el camino hacia la mansión.
-Algo he oído pero no mucho más que lo ha contado ese chico - le contesta Xan'drilla a Cruços - Me temo que no tengo nada que nos pueda preparar para lo que sea que haya en esa mansión.. - le dice preguntándose si el interés de su pupilo por la mansión va más allá de lo profesional.
En la mansión:
Cruços:
Los dos cazadores de sangre dan un paseo por la mansión. Varios grupos de personas están dedicadas a lúdicas actividades en la planta baja. En una habitación, que antaño tuvo que ser una hermosa biblioteca, hay organizadas un par de partidas de cartas y una de dados en el suelo. En general la gente de diferentes estratos sociales se ha refugiado en la abandonada mansión para satisfacer sus deseos, ya sean lúdicos o carnales cuando escuchan los gemidos en una habitación que debió pertenecer a parte del servicio. Otros simplemente están pasando el rato con amigos o conocidos. Algunos deambulan de un grupo a otro pero en general parece que cada grupo tiene su propia parte de la mansión y el resto lo respetan.
Lo que sí se da cuenta Cruços es que nadie pasa a la parte posterior de la mansión y las habitaciones que están semi-derruidas por la caída de la torre están vacías, creando un fuerte contraste entre lo animado que está la parte frontal y el silencio que hay en esa parte posterior. Ve varios huecos entre las ruinas de la torre que podrían dar acceso a la base de la misma, pero no está seguro de que sean seguros o practicables. Hasta que se queda quieto, mirando un pasillo, respirando entrecortadamente y sudando.
Xan'drilla le saca de su estupor y Cruços le hace notar que alguien ha despejado de cascotes un acceso a la zona posterior de la casa, en dirección a la torre.
Antes de averiguar qué hay allí deciden explorar el resto del ala más concurrida y la elfa sube al piso superior no sin antes volver a asegurarse que su compañero se encuentra bien.
Rolthos.
- Mi padre es un guerrero - dice con cierto orgullo la muchacha a Rolthos - mi madre me enseñó lo que una buena escudera necesita saber sobre cuidar a un caballero... - su sonrisa y la mirada que le lanza a Rolthos están cargadas de intención.
Cuando llega Cruços todos le saludan y le hacen sitio para que se siente. El alcohol ingerido en la casa de Gui y el que han tomado aqui se está cobrando algunas bajas, además el saberse en terreno propio, por decirlo de alguna manera, y las horas de la noche ha hecho que algunos jóvenes estén mucho más deshinibidos y dos de ellos ni siquiera saludan al recién llegado ya que están ocupados el uno con el otro en un sofá adyacente, parecen estar olvidando que no están solos por momentos.
- ¿Y qué es lo que hay que investigar ? - pregunta Elend, curioso, su voz algo pastosa por la bebida - Es una enfermedad y ya se pasará y la curaran entre el hospital y los clérigos ¿ no ? -
En las calles de Greyhawk.
Apresurándose todo lo que pueden, les dos amigues atraviesan las húmedas calles de la ciudad mientras la neblina las envuelve. Pronto no son más que dos sombras grises que dejan agitadas volutas de niebla a su paso hacia la mansión encantada. No pueden evitar preguntarse si sus dos amigos se habrán metido en algún problema en su ausencia. Su ansiedad hace que el camino de vuelta se haga eterno.
PbP Character: A few ;)
Ante las insinuaciones de la atractiva muchacha Rolthos se sintió alagado, y en el calor del momento olvidó las pasadas malas experiencias con el sexo opuesto. Entre halagos y bromas el paladín le siguió el juego del flirteo durante unos minutos. Miradas, bromas, insinuaciones y pausas. Pero la aparicion de Cruços de pronto interrumpió el momento, haciendo que una sombra cruzara la mirada del joven paladín. Las memorias de Eleana y Yigia regresaron para advertirle de sus errores pasados.
- La enfermedad está desbordando los templos y hospitales. Y además tenemos indicios para pensar que la plaga que azota a la ciudad no tiene un origen natural, si no provocado, por los indicios que Cruços ha traído recientemente. ¿Verdad? - Dice mirándole. - Quizás puedas compartir as detalles, las breves palabras en la otra fiesta no han sido demasiado esclarecedoras. - Mientras hablaba con Cruços se levantó aproximandose a él y alejandose de Jhaina.
Zevatur, Rolthos
- ¿De verdad no me vas decir nada por el cambio de look? No sé, no me termina de convencer... Creo que debería lucir algún tatuaje en la calva, así todo liso me resulta soso - mientras se palmea la calva - Ese Sifu tenía una extraña fijación con la suavidad de los caparazones de tortuga... - Ríe para sí mismo.
Cuando ve como el resto de presentes les ignoran al dejarles fuera de la conversación, Cruços aparta a Rolthos del grupo.
- Sin duda hay algo aquí esta noche; el culto que descubrimos en el distrito de refugiados, que vestían ropajes grises como el color de la tez que deja la enfermedad, están detrás de la misma y hablaban de un ritual hoy. Temo que la elección de este lugar con la presencia de todos estos jóvenes no sea casualidad, sino intención de sacrificio o tal vez sujetos que vayan a contagiar para que expandan aún más la enfermedad. Sea lo que sea - hace una pausa, invadido por las visiones que acaba de sufrir -, sea lo que sea, debemos investigar la zona derruida al fondo de la mansión, a las entrañas de este lugar. ¿Tus sentidos de los dioses no te dicen nada?
Segun se van acercando a la imponente mansion, Jen se muerde el labio reprimiendo lo que podria parecer una retorcida sonrisa de emoción y aprieta el agarre en sus nuevos aros.
-oooooh lalá.. lalá lalá lalá~....-Canturrea- La mansion Valossa... Que nombre tan misterioso!....- Palmea en el hombro a Nessa.- Te imaginas esta casa antes de convertirse en una mansión salida de un cuento de fantasmas? Un pequeño niño andando por aquí, aprendiendo a utilizar el tenedor de las ensaladas, o practicando con un clavicordio. Siendo objeto de embarazosos retraros con perros Pomeranias en los brazos y chaquetas hechas con chorreras a medida. -Abre la verja para que Nessa pase- Tras vos, madmoiselle.
- Después de salir con aventuras con Jen, crees que me vas a sorprender con un afeitado y un cambio de vestuario…. Quizás si me dices que te has vuelto abstemio…. ¡Y ya nos contaras que has estado haciendo todos estos días!
Después Rolthos asintió a Crusos. – Parece una buena idea, pero déjame que busque un lugar desde tenga una vista más panorámica de la fiesta… que no me pierda la mínima cantidad posible de individuos. Dijo en voz más alta, alejándose unos pasos, pero sin llegar a perder de vista a su hermana y sus amigos.
[Otro divine sense, y ya van 3!]
Zevatur, Rolthos
En la mansión;
Jhaina se queda visiblemente decepcionada cuando Rolthos abandona su compañía para ir a hablar con su recién llegado amigo, pese a las graves palabras del paladín sobre la situación. Puede que el alcohol y las hormonas no hayan dejado que el mensaje llegue realmente al cerebro.
En lugar de una respuesta por parte del Cazador, Rolthos recibe una mirada vacía hacia la puerta y una expresión tensa por parte de su compañero.
(Sólo para Cruços)
Cruços escucha la risa de su hermana en la puerta de la sala donde están Rolthos y los amigos de su hermana. Mira hacia allí y la vuelve a ver haciéndole gestos de que le siga.
- Vamos hermanito. El abuelo no se enterará -
En las afueras de la mansión:
Jen y Nessa por fin localizan la mansión Valossa entre la niebla. Las trémulas luces de las ventanas apenas iluminan la niebla que se mueve perezosa entre los árboles que rodean la finca. Los amigues se paran a mirar la imponente silueta de la otrora lujosa mansión cuando, a su derecha, Nessa percibe un movimiento. Llamando la atención de Jen ven a dos figuras embozadas en capas grises, con la capucha puesta ocultando sus rostros que, cruzando entre los árboles y las plantas de alrededor se dirigen, aparentemente, hacia la parte trasera de la propiedad.
PbP Character: A few ;)
Tenedor para ensaladas, pomeranians, chorreras... Nessa arruga la nariz ante los comentarios de Jen y las imágenes que se van formando en su cabeza:
- Qué horror - comenta riendo y luego hace una exageraídisma reverencia cuando le barde le abre la verja, lo que hace que les amigues se rían aún más. Cuando se yergue, un movimiento capta su atención por el rabillo del ojo, y es cuando se fija en las figuras encapuchadas que se dirigen a la parte trasera de la mansión Valossa.
- Hey, mira esos dos ... Quizás no sea nada, pero creo que les seguiré un rato por si fueran miembros del culto que mencionó Cruços. Luego iré a la entrada principal de la mansión para buscaros - dice, al tiempo que se coloca la capucha de la capa - ¡Aunque con la suerte que tengo, lo mismo es otra pareja que quiere echar un polvo mientras los demás están de fiesta!
Les compañeres se separan: Jen se dirige a la mansión para informar de lo que han visto, y Nessa termina de embozarse en su capa, comienza a seguir a la pareja desde una distancia prudencial.
Nessa makes a Stealth check!
2d20kh1 (2, 5) + 11 = 16
Nessa makes a Perception check!
1d20 (5) + 7 = 12
Peindre l'amour, peindre la vie, pleurer en couleur ♫
Auriel | Shenua | Arren | Lyra
El semblante de Cruços luce cínico, bailando en esa dicotomía constante en él, entre divertido, ansioso y preocupado por la situación. Ve cómo Rolthos se concentra pidiendo el favor a su Dios y antes de recibir su respuesta, mira a Xandrila y les dice a ambos:
- No sé qué te dirán tus sentidos, pero estoy teniendo visiones; no puedo decir si forman parte de mis recuerdos o a alguien pretende inducirlos como tal. Lo que estoy seguro es que me llaman al interior de la mansión a algo que seguro es una trampa... ¿Vamos?