Los compañeros se disponen a entrar y Cruços ve a su pequeña hermana riendo en la puerta y haciéndole señas para que entre, se da la vuelta y desaparece corriendo en el oscuro interior. Esta vez todos pueden escuchar la traviesa risa de una niña que se pierde por el corredor.
Tras sobreponerse al escalofrío que les recorre la espina dorsal, todos cruzan la puerta y recorren el oscuro pasillo. La temperatura baja y todos sienten el frio colarse por sus armaduras. No pasa mucho tiempo hasta que llegan a una sala circular de la misma roca negra que no parece ser la misma que se ha utilizado en el resto de la mansión cuando se levantó. El olor a podredumbre inundó sus fosas nasales al llegar a la sala circular. Las rocas de esta sala estaban, al igual que la puerta, cubiertas por restos de antiguas runas, pero aquí el desgaste, aparentemente por estar a la intemperie tenía menos sentido aún. Dos pasadizos más se adentraban en el resto de las ruinas de la mansión.
Cuando el último de ellos entró en la sala circular volvieron a escuchar la risa de la niña. Pudieron escuchar su alegre voz.
- Mira.. -
Y entonces todos la ven. Una niña de unos 7 u 8 años, el pelo largo y suelto y vestida con un camisón les mira y les hace señas para que se acerquen al centro de la sala circular y señala la piedra central del suelo. Jen no puede evitar fijarse que tiene un gran parecido con Cruços.
- ¡¡El otro día vi al abuelo apretar aquí y del suelo aparecieron unas escaleras!! ¡¡Vamos a apretar!! -
La niña hace el gesto de apretar la piedra central y entonces desaparece en volutas de humo azul como si nunca hubiera estado allí.
- ¡Por Mayahine! ¿Alguien sabe quien es esa niña? ¿Nos conduce a una trampa o nos ayuda? - Preguntó, casi retoricamente, sin detenerse a debatir yendo a apretar el boton que habia señalado la niña. - Veremos...
- Sí... ¿qué está pasando aquí? Esto va más allá del plan de unos metros cultistas...
Nessa intenta mantenerse estoica, pero la aparición del fantasma la ha asustado bastante. Una cosa es luchar con enemigos físicos, y otra enfrentarse a algo que su espada no puede cortar o sus flechas atravesar.
Cruços está a punto de desenvainar su estoque cuando los dos guardias caen bajo los certeros golpes de Nessa.
- Bravo - exclama -, una actuación excelente!
Mientras sus compañeros esconden los cuerpos inertes, el cazador observa toda la estructura. Las visiones se entremezclan con sus recuerdos, impidiendo discernir qué es real y que no; ve las ruinas y a la vez, la mansión en la que se crió. Avanza el primero por el pasadizo, rastreando los olores que captó hasta que llegan a la sala donde ella reaparece.
- Tess, eres una liante, el abuelo se va a enfadar mucho con nosotros - mira a sus compañeros y se encoge de hombros -. Se llama Tess'xalia - pronunciado con claro acento élfico - y juraría que ayer no lo sabía, aunque ahora creo recordar que de niños jugábamos juntos...
Mira la piedra central y sin dudarlo un segundo, acciona el mecanismo de la piedra central con el pie.
Cuando Cruços se adelanta para presionar la misma piedra que ha tocado el fantasma de la traviesa niña una fría ráfaga de viento atraviesa la habitación. La temperatura cae más aún y una verduzca niebla se eleva entre las piedras del suelo, cubriendo la estancia hasta las rodillas de los compañeros. Las ajadas runas brillan débilmente con una luz verduzca
El viento arrastra una profunda y severa voz.
- ¿¡QUIEN ANDA AHI!? -Una figura fantasmal atraviesa la pared que está al lado de Cruços, envuelta en brumas el espectral ser brilla con luz propia aunque sus contornos se difuminan en la niebla. En una mano porta una vieja espada y aunque su rostro muestra signos de descomposición, su mirada es severa. Lanza una torva mirada a Cruços y su larga barba tiembla de rabia al descubrirlo - ¡TÚ! ¿¡CUANTAS VECES TE HE DICHO QUE NO ENTRES AQUI MUCHACHO?! -
De entre todas las cosas que no esperaba Cruços era la de recibir una reprimenda de su difunto abuelo.
- Cht, mierda... Después de todo este tiempo sigues aquí - ignora deliberadamente las palabras de Nessa y se encara con su abuelo.
Mira como las runas a su alrededor refulgen, esta vez sin dudas, tal y como lo hacían en esta mansión en su infancia.
- Mandorcai Valossa, podría esperarme muchas cosas, pero la última sería verte aún morando en esta tierra - se rasca la cabeza afeitada -. Estás confundiendo mi mente, si he venido a tu torre prohibida ha sido siguiendo a Tess, pero juraría que ayer no recordaba a ninguna hermana correteando por casa en mi infancia - mira la piedra resorte que daba paso a las entrañas de la mansión-. ¿No crees que ya va siendo hora de compartir tus secretos con la única familia que te queda con carne en los huesos? Uno de tus hijos se encargó de preparar debidamente a tu nieto en Tenth, ya no es el niño que alejabas de tus ardides.
El anciano fantasma se inclina sobre Cruços y escruta su rostro.
- POR LO QUE VEO - su voz de ultratumba resuena entre las antiguas paredes - TU TIO TE ENSEÑO TAMBIEN A SER UN DESLENGUADO Y NO TENER RESPETO POR TUS MAYORES. VETE DE AQUI MUCHACHO. ESTE LUGAR ES MÁS PELIGROSO QUE NUNCA. -
Después de un primer impulso de tomar las armas y arremeter contra la aberración no-muerta Rolthos se contuvo. Si Cruços le conocía y hablaba con él, quizás no fuese un alma maligna atrapada en el mundo material. Las escasas palabras entre Cruços y el fantasma empezaron a arrojar luces. Aunque esas luces aclaraban algunas cosas, arrojaban sombras mucho más oscuras en ciertas cuestiones. En definitiva se relajó y no ataco, pero tampoco bajó la guardia, pues la presencia del fantasma no auguraba nada bueno.
- Si me permitís, pensamos que un grupo de sectarios está usando estas ruinas con nefarias intenciones y habemos certeza de que al menos han raptado a una indefensa muchacha. - Dijo tras una mirada a Cruços de helada reprobación y de “nos vas a tener que aclarar algunas cuestiones”. Esperando que el... ¿abuelo de Cruços ? le pudiera escuchar.
El espectro se giró hacia Rolthos, su mirada severa pese a venir de unos ojos glaucos y muertos atravesó al paladín.
- ESTE LUGAR ES PELIGROSO. LA JAULA ESTÁ AGRIETADA. EL CAUTIVO ESCAPARÁ. ES DEMASIADO PODEROSO. LE ALIMENTAN CON CADA MUERTE. SALID DE AQUI AHORA. ¡¡HUID!! ¡¡ ABANDONAD LA CIUDAD!! -
Su figura parece desvanecerse ligeramente y retrocede un poco
- Mandorcai Valossa: nosotros no solemos huir de este tipo de problemas. Más bien, intentamos solucionarlos. Si te queda poco tiempo, por favor, aprovéchalo para indicarnos cualquier información valiosa que nos pueda permitir acabar con ese cautivo.
- Criçis ni nis hi cintitidi... - se encoge de hombros - Ahora me vendréis con que pensábais de verdad que mi apellido era realmente Expósito, con lo mal que se me da mentir - replica con sorna.
Dirigiéndose de nuevo a Mandorcai:
- ¿Qué acompañaba todo el oro que trajiste de tus hazañas, Mandorkai? ¿Qué intentaste mantener cautivo en este sótano? - siente como se le eriza el cabello y rechina los dientes a medida que habla. Recuerda las enseñanzas del maestro Torttle y busca serenarse - Greyhawk a crecido mucho desde lo que tú conociste. No es posible evacuar. Ayúdanos a enterrar lo que sea que escondiste en los sótanos de esta torre, el apellido Valossa ya ha pagado con suficientes muertes fuesen tus intenciones juiciosas o malvadas. No permitas que nuestra familia sea responsable de un holocausto. El tío Brenno ya lo dijo, "la sangre es fuerte en nuestro linaje".
-AAAAAAH!!! Un fantasma!!!- es lo primero que chilla Jen, casi subiendose aupa de Nessa. La cazadora le susrra un "quien, Cruços?" a lo que Jen responde -bueno, dos fantasmas.- y se rie nerviosamente.
La tension se puede cortar en el aire con un cuchillo. Jen se lleva una mano al cinto, palpando sus aros. Están ahí, están ahí. La sangre le palpita en los oidos y aprovecha que Cruços sigue enzarzado con su difunto abuelo para escanear la sala con los ojos en busca de mas salidas, puertas, ventanas, trampillas.... Cualquier cosa que el espectro estuviera guardando
El espectro de Modarcai Valossa se yergue ante las palabras de su nieto. Agarra con firmeza su espada fantasmal. Le sostiene la mirada a su único descendiente.
Y rompe a reir. No es una risa agradable de escuchar al provenir de ultratumba.
- VEO QUE AL MENOS UNO DE MIS DESCENDIENTES HA SACADO ALGO DE MI CARACTER. ¿SERA POSIBLE? ¿HA LLEGADO POR FIN MI DESCANSO?- Aunque sigue hablando con su voz cavernosa y profunda, su tono es mucho más relajado. Mira a Cruços con lo que parecen ser los últimos restos de sentimientos humanos que le quedan a la vieja alma en pena.
- ¿Quieres saber qué traje de mis hazañas? Una maldición. Mis compañeros y yo encontramos unas catacumbas escondidas en las tierras de los Nómadas del Lobo. Uno de mis compañeros fue atraído allí por sueños. Allí encontramos, en la tumba de un antiguo líder de esas tribus, esta espada.. Vergeulv- mueve el brazo y muestra la espada que porta a su descendiente aunque todos la pueden ver. Es una hermosa espada bastarda cuya empuñadura está tallada con la forma de un lobo, las fauces abiertas culminan la misma. - La espada es la cerradura de la prisión. Junto con la espada, había un anillo, con un poderoso encantamiento y una gema. Un diamante con extrañas y antiguas runas grabadas. Agazapado en esas ruinas se escondía un demonio. Un Príncipe del Abismo con la capacidad de traer el infierno a Oerth. Uno de mis compañeros oró a su dios para pedirle ayuda y su dios respondió. Al entrar en aquellas ruinas habíamos roto las runas que mantenían al Cautivo, Fangênnath atrapado. Hora a hora se iba fortaleciendo, y podíamos sentir y ver cómo el infierno se manifestaba a nuestro alrededor. Recibimos instrucciones. Sólo la sangre podía saciar al demonio. Sólo la sangre lo contuvo. Utilizando prohibida magia de sangre, utilizamos el diamante para contener al demonio. Mis compañeros se sacrificaron, dando su vida para conseguirlo. Lo atrapamos de nuevo dentro del diamante, que se tornó rojo por su sacrificio. Mi destino quedó sellado, siendo el único capaz de enarbolar Vergeulv mi sangre sería la que haría fuerte la prisión y lo único que podría quebrarla. Volví a Greyhawk escuchando en mi mente la voz del demonio. Utilicé el poder del anillo para crear mi mansión, en cuyo centro escondí la gema. Con su enorme poder fui capaz de traer las mismas piedras que habían ayudado a mantener la prisión cerrada, reforzando la antigua magia de sus runas. Erigí el resto de la Mansión a su alrededor. Un lugar donde crear una familia, una dinastía maldita que tendría que compartir mi legado. Pues ni toda la magia del anillo pudo restaurar las runas, que se iban debilitando cada vez más. Sólo el sacrificio de mi sangre mantenía la jaula cerrada. Pero sí sangre de mi sangre tocaba la jaula esta se quebraría. Por eso ninguno de vosotros podía entrar en la torre jamás. Cuando tu padre estuviera preparado le pasaría el testigo. Pero entonces tu hermana y tú os escabullisteis y entrasteis aquí. Atraída por el canto de sirena de Fangênnath quiso coger la gema. Sus aristas la cortaron. La jaula se quebró.-
Las palabras del espectro parecieron abrir una puerta en la mente de Cruços. Recordó a su hermana, pudo ver con nitidez su sonrisa, su pelo, sus traviesos ojos que siempre prometían aventuras y travesuras. Recordó la noche en que, desobedeciendo la norma más sagrada de los Valossa, se internaron en la torre, en lo más profundo de esta. Recordó el diamante, rojo como la sangre, palpitante como un corazón. Su hermana alargando la mano para cogerla. La sangre manando por un corte. La voz... la risa...
- Era tarde para tu hermana, pero pude sacarte antes de sellar para siempre la Jaula, sacrificando mi alma inmortal para seguir custodiándola. Mi torre, mi mansión, fueron destruidas durante la batalla. Mi familia también. Sus almas han estado manteniendo la Jaula durante estos años. Pero era sólo cuestión de tiempo. - El espectral ancestro de Cruços le miró con gravedad. - Ella ha vuelto. Su alma no encontró la paz, si no que, a lo largo de los años se ha ido corrompiendo y se ha convertido en un heraldo de la muerte y la putrefacción. Ahora sirve a Fangênnath y promueve su advenimiento. Con cada muerte. Con cada sacrificio. Ella les otorga su oscura bendición y yo nada puedo hacer para impedir que deambulen por mis sagradas estancias. -
Se vuelve hacia Nessa
- ¿Quieres saber cómo ayudar joven asesina? Mi nieto debe recuperar la espada, y dar su sangre para sellar de nuevo la jaula. Sólo así podréis detenerlo. Sólo así salvareis Oerth.- mira casi con lástima a su descendiente - todos los días deberás sacrificar algo de tu esencia para mantener a la bestia encerrada. Esa será tu maldición. -
De pronto Cruços comprendió más cosas. Comprendió porqué su tío se lo llevó hasta Tenth, en busca de aquellos extraños guerreros que enarbolaban aquella extraña magia, alimentada por su propia sangre. No paró hasta encontrarlos y que le enseñaran sus secretos e iniciaran a su sobrino en ellos. Intentaba comprender la magia de sangre para cumplir con su destino. Por eso el tio Brenno siempre decía que estaban malditos y que debería haber sido lo suficientemente fuerte antes. Lo sabía.
El paladín escuchó impertérrito al espectro. Ya estaba curado en espanto; druidas micélicos, dragones esqueletos, hechiceros mentirosos, paladines encerrados en ámbar, espectros cobardes que atravesaban paredes para atacar otro día... Pero poco a poco, según la trama se aclaraba las heladas miradas a Cruços se templaban con un tono de compasión por tan terrible destino y sacrificio.
Al final su pétreo semblante se derrumbó un breve instante cuando el espectro llamo asesina a Nessa, casi una recriminación para él mismo. En ese instante se dejó ver dolor, duda y culpa.
- Si la muchacha nos ha guiado hasta aquí, quizás la presencia de Cruços sea un arma de doble filo… puede encerrar para siempre al demonio, o liberarle de una vez por todas. Habrá que tener cuidado. – Después se dirigió al espectro. – Con o sin peligro mortal, nos vamos a adentrar. ¿Alguna ayuda que nos puedas proporcionar?
Cruços escucha toda la historia atentamente, apesadumbrado y a la vez, liberándose de la carga que supone aliviar el secreto sobre los hechos acaecidos en torno a su familia. Tantos años temiendo que sangre de su sangre fuese colaborador del mismo horror que trata combatir con su propia esencia, por fin, se siente liberado con la verdad a su alcance.
- Supongo que ahora entendéis el porqué de mi regreso a Greyhawk y sobre todo el porqué debía mantener mi apellido en secreto. El rumor del último descendiente vivo del linaje Valossa en la ciudad hubiera removido demasiados avisperos y dado voz a demasiadas leyendas.
Intenta procesar toda la información que les ha dado Mandorkai, ahondando en los recuerdos que habían permanecido escondidos en su mente durante tanto tiempo.
- El nombre del Fangênnath, el archiduque del infierno que fue expulsado de estas tierras y derrocado casi ni aparece como anécdota en los libros que he estudiado. Forma más parte de mito, nadie está preparado para esta amenaza... Y viendo lo que está haciéndole a esta ciudad, su poder no es nimio. Y además, ha hecho suya el alma de Tess'xalia, una pobre niña inocente... - apreta los dientes de pura rabia - Dinos Mandorkai - aún resistiéndose a llamarle abuelo -, ¿quién posee ahora la espada Vergeulv, dónde podemos encontrarla? La prisión de ese demonio será restablecida esta noche y nuestro linaje perdurará el tiempo que sea necesario para mantenerlo así.
Mira a todos sus compañeros, deteniéndose un momento de más cuando cruza la mirada con Xandrilla.
- Por la ciudad y por restaurar el honor del apellido Valossa, os pido vuestra ayuda. No dudaré en sacrificar lo que sea necesario de mi sangre y alma si con ello esa criatura permanece cautiva en su prisión. Este es el camino de los cazadores de sangre.
- Y pensaba que yo tenía problemas familiares... - dice, meneando la cabeza - Cuenta con mi ayuda, por supuesto. Pero ... ¿no habrá forma de acabar con ese tal Fangênnath de forma definitiva? Lo ideal sería que nadie de tu familia tuviera que cargar con este peso nunca más.
- No disponemos ni de los medios ni del tiempo para realizar tal hazaña Nessa - dice Xan'drila dando un paso adelante y poniendo una mano en el hombro de Cruços. Este puede sentir el frío de su contacto incluso a través de la armadura. La elfa siempre parece emanar un aura de frio.
- Este es el camino - asiente - Cuando acabemos con esto recuérdame que te enseñe a mentir. Sé tu apellido desde hace meses - le sonríe y le guiña un ojo.
El espectro de Mordacai señala hacia el suelo.
- Mi espada ha sido mancillada. Tomada de mi cuerpo por el profeta de aquel que sirve al Cautivo. El que debilita la prisión con cada muerte provocada por su pestilencia. Debéis detenerle. -
Con un fantasmagórico dedo señala hacia el mismo punto en que el eco espectral de su hermana gemela tocó.
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Nessa sonríe al paladín y dice:
- He estado entrenando estas semanas ¡El descanso y ese entrenamiento me han venido bien!
Acercándose a la puerta, mete la llave en la misma y abre:
- Bueno, entremos en silencio - dice mientras se concentra en el encapuchado al que dirigió su marca del cazador.
Peindre l'amour, peindre la vie, pleurer en couleur ♫
Auriel | Shenua | Arren | Lyra
Los compañeros se disponen a entrar y Cruços ve a su pequeña hermana riendo en la puerta y haciéndole señas para que entre, se da la vuelta y desaparece corriendo en el oscuro interior. Esta vez todos pueden escuchar la traviesa risa de una niña que se pierde por el corredor.
Tras sobreponerse al escalofrío que les recorre la espina dorsal, todos cruzan la puerta y recorren el oscuro pasillo. La temperatura baja y todos sienten el frio colarse por sus armaduras. No pasa mucho tiempo hasta que llegan a una sala circular de la misma roca negra que no parece ser la misma que se ha utilizado en el resto de la mansión cuando se levantó. El olor a podredumbre inundó sus fosas nasales al llegar a la sala circular. Las rocas de esta sala estaban, al igual que la puerta, cubiertas por restos de antiguas runas, pero aquí el desgaste, aparentemente por estar a la intemperie tenía menos sentido aún. Dos pasadizos más se adentraban en el resto de las ruinas de la mansión.
Cuando el último de ellos entró en la sala circular volvieron a escuchar la risa de la niña. Pudieron escuchar su alegre voz.
- Mira.. -
Y entonces todos la ven. Una niña de unos 7 u 8 años, el pelo largo y suelto y vestida con un camisón les mira y les hace señas para que se acerquen al centro de la sala circular y señala la piedra central del suelo. Jen no puede evitar fijarse que tiene un gran parecido con Cruços.
- ¡¡El otro día vi al abuelo apretar aquí y del suelo aparecieron unas escaleras!! ¡¡Vamos a apretar!! -
La niña hace el gesto de apretar la piedra central y entonces desaparece en volutas de humo azul como si nunca hubiera estado allí.
PbP Character: A few ;)
- ¡Por Mayahine! ¿Alguien sabe quien es esa niña? ¿Nos conduce a una trampa o nos ayuda? - Preguntó, casi retoricamente, sin detenerse a debatir yendo a apretar el boton que habia señalado la niña. - Veremos...
Zevatur, Rolthos
- Sí... ¿qué está pasando aquí? Esto va más allá del plan de unos metros cultistas...
Nessa intenta mantenerse estoica, pero la aparición del fantasma la ha asustado bastante. Una cosa es luchar con enemigos físicos, y otra enfrentarse a algo que su espada no puede cortar o sus flechas atravesar.
Peindre l'amour, peindre la vie, pleurer en couleur ♫
Auriel | Shenua | Arren | Lyra
Cruços está a punto de desenvainar su estoque cuando los dos guardias caen bajo los certeros golpes de Nessa.
- Bravo - exclama -, una actuación excelente!
Mientras sus compañeros esconden los cuerpos inertes, el cazador observa toda la estructura. Las visiones se entremezclan con sus recuerdos, impidiendo discernir qué es real y que no; ve las ruinas y a la vez, la mansión en la que se crió. Avanza el primero por el pasadizo, rastreando los olores que captó hasta que llegan a la sala donde ella reaparece.
- Tess, eres una liante, el abuelo se va a enfadar mucho con nosotros - mira a sus compañeros y se encoge de hombros -. Se llama Tess'xalia - pronunciado con claro acento élfico - y juraría que ayer no lo sabía, aunque ahora creo recordar que de niños jugábamos juntos...
Mira la piedra central y sin dudarlo un segundo, acciona el mecanismo de la piedra central con el pie.
Cuando Cruços se adelanta para presionar la misma piedra que ha tocado el fantasma de la traviesa niña una fría ráfaga de viento atraviesa la habitación. La temperatura cae más aún y una verduzca niebla se eleva entre las piedras del suelo, cubriendo la estancia hasta las rodillas de los compañeros. Las ajadas runas brillan débilmente con una luz verduzca
El viento arrastra una profunda y severa voz.
- ¿¡QUIEN ANDA AHI!? - Una figura fantasmal atraviesa la pared que está al lado de Cruços, envuelta en brumas el espectral ser brilla con luz propia aunque sus contornos se difuminan en la niebla. En una mano porta una vieja espada y aunque su rostro muestra signos de descomposición, su mirada es severa. Lanza una torva mirada a Cruços y su larga barba tiembla de rabia al descubrirlo - ¡TÚ! ¿¡CUANTAS VECES TE HE DICHO QUE NO ENTRES AQUI MUCHACHO?! -
De entre todas las cosas que no esperaba Cruços era la de recibir una reprimenda de su difunto abuelo.
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La ranger siente los dedos helados cuando acude como una exhalación a coger su arco.
- ¿¿Cruços? ¿¿Qué demonios está sucediendo aquí??
Se pone en posición de ataque, esperando lo peor de la criatura fantasmagórica que acaba de aparecer.
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Auriel | Shenua | Arren | Lyra
- Cht, mierda... Después de todo este tiempo sigues aquí - ignora deliberadamente las palabras de Nessa y se encara con su abuelo.
Mira como las runas a su alrededor refulgen, esta vez sin dudas, tal y como lo hacían en esta mansión en su infancia.
- Mandorcai Valossa, podría esperarme muchas cosas, pero la última sería verte aún morando en esta tierra - se rasca la cabeza afeitada -. Estás confundiendo mi mente, si he venido a tu torre prohibida ha sido siguiendo a Tess, pero juraría que ayer no recordaba a ninguna hermana correteando por casa en mi infancia - mira la piedra resorte que daba paso a las entrañas de la mansión-. ¿No crees que ya va siendo hora de compartir tus secretos con la única familia que te queda con carne en los huesos? Uno de tus hijos se encargó de preparar debidamente a tu nieto en Tenth, ya no es el niño que alejabas de tus ardides.
El anciano fantasma se inclina sobre Cruços y escruta su rostro.
- POR LO QUE VEO - su voz de ultratumba resuena entre las antiguas paredes - TU TIO TE ENSEÑO TAMBIEN A SER UN DESLENGUADO Y NO TENER RESPETO POR TUS MAYORES. VETE DE AQUI MUCHACHO. ESTE LUGAR ES MÁS PELIGROSO QUE NUNCA. -
PbP Character: A few ;)
Después de un primer impulso de tomar las armas y arremeter contra la aberración no-muerta Rolthos se contuvo. Si Cruços le conocía y hablaba con él, quizás no fuese un alma maligna atrapada en el mundo material. Las escasas palabras entre Cruços y el fantasma empezaron a arrojar luces. Aunque esas luces aclaraban algunas cosas, arrojaban sombras mucho más oscuras en ciertas cuestiones. En definitiva se relajó y no ataco, pero tampoco bajó la guardia, pues la presencia del fantasma no auguraba nada bueno.
- Si me permitís, pensamos que un grupo de sectarios está usando estas ruinas con nefarias intenciones y habemos certeza de que al menos han raptado a una indefensa muchacha. - Dijo tras una mirada a Cruços de helada reprobación y de “nos vas a tener que aclarar algunas cuestiones”. Esperando que el... ¿abuelo de Cruços ? le pudiera escuchar.
Zevatur, Rolthos
Nessa, aún en posición defensiva, suspira audiblemente:
- ¿Una cosa más que Cruços no nos ha contado? No sé ni por qué me sorprendo...
Luego simplemente se queda a la espera para ver cómo avanza la conversación tras la interacción de Rolthos.
Peindre l'amour, peindre la vie, pleurer en couleur ♫
Auriel | Shenua | Arren | Lyra
El espectro se giró hacia Rolthos, su mirada severa pese a venir de unos ojos glaucos y muertos atravesó al paladín.
- ESTE LUGAR ES PELIGROSO. LA JAULA ESTÁ AGRIETADA. EL CAUTIVO ESCAPARÁ. ES DEMASIADO PODEROSO. LE ALIMENTAN CON CADA MUERTE. SALID DE AQUI AHORA. ¡¡HUID!! ¡¡ ABANDONAD LA CIUDAD!! -
Su figura parece desvanecerse ligeramente y retrocede un poco
- NO... NO ME QUEDA MUCHO TIEMPO... -
PbP Character: A few ;)
- Mandorcai Valossa: nosotros no solemos huir de este tipo de problemas. Más bien, intentamos solucionarlos. Si te queda poco tiempo, por favor, aprovéchalo para indicarnos cualquier información valiosa que nos pueda permitir acabar con ese cautivo.
Peindre l'amour, peindre la vie, pleurer en couleur ♫
Auriel | Shenua | Arren | Lyra
- Criçis ni nis hi cintitidi... - se encoge de hombros - Ahora me vendréis con que pensábais de verdad que mi apellido era realmente Expósito, con lo mal que se me da mentir - replica con sorna.
Dirigiéndose de nuevo a Mandorcai:
- ¿Qué acompañaba todo el oro que trajiste de tus hazañas, Mandorkai? ¿Qué intentaste mantener cautivo en este sótano? - siente como se le eriza el cabello y rechina los dientes a medida que habla. Recuerda las enseñanzas del maestro Torttle y busca serenarse - Greyhawk a crecido mucho desde lo que tú conociste. No es posible evacuar. Ayúdanos a enterrar lo que sea que escondiste en los sótanos de esta torre, el apellido Valossa ya ha pagado con suficientes muertes fuesen tus intenciones juiciosas o malvadas. No permitas que nuestra familia sea responsable de un holocausto. El tío Brenno ya lo dijo, "la sangre es fuerte en nuestro linaje".
Con voz gutural, casi un rugido contenido, añade:
- Ayúdanos o apártate.
-AAAAAAH!!! Un fantasma!!!- es lo primero que chilla Jen, casi subiendose aupa de Nessa. La cazadora le susrra un "quien, Cruços?" a lo que Jen responde -bueno, dos fantasmas.- y se rie nerviosamente.
La tension se puede cortar en el aire con un cuchillo. Jen se lleva una mano al cinto, palpando sus aros. Están ahí, están ahí. La sangre le palpita en los oidos y aprovecha que Cruços sigue enzarzado con su difunto abuelo para escanear la sala con los ojos en busca de mas salidas, puertas, ventanas, trampillas.... Cualquier cosa que el espectro estuviera guardando
El espectro de Modarcai Valossa se yergue ante las palabras de su nieto. Agarra con firmeza su espada fantasmal. Le sostiene la mirada a su único descendiente.
Y rompe a reir. No es una risa agradable de escuchar al provenir de ultratumba.
- VEO QUE AL MENOS UNO DE MIS DESCENDIENTES HA SACADO ALGO DE MI CARACTER. ¿SERA POSIBLE? ¿HA LLEGADO POR FIN MI DESCANSO?- Aunque sigue hablando con su voz cavernosa y profunda, su tono es mucho más relajado. Mira a Cruços con lo que parecen ser los últimos restos de sentimientos humanos que le quedan a la vieja alma en pena.
- ¿Quieres saber qué traje de mis hazañas? Una maldición. Mis compañeros y yo encontramos unas catacumbas escondidas en las tierras de los Nómadas del Lobo. Uno de mis compañeros fue atraído allí por sueños. Allí encontramos, en la tumba de un antiguo líder de esas tribus, esta espada.. Vergeulv- mueve el brazo y muestra la espada que porta a su descendiente aunque todos la pueden ver. Es una hermosa espada bastarda cuya empuñadura está tallada con la forma de un lobo, las fauces abiertas culminan la misma. - La espada es la cerradura de la prisión. Junto con la espada, había un anillo, con un poderoso encantamiento y una gema. Un diamante con extrañas y antiguas runas grabadas. Agazapado en esas ruinas se escondía un demonio. Un Príncipe del Abismo con la capacidad de traer el infierno a Oerth. Uno de mis compañeros oró a su dios para pedirle ayuda y su dios respondió. Al entrar en aquellas ruinas habíamos roto las runas que mantenían al Cautivo, Fangênnath atrapado. Hora a hora se iba fortaleciendo, y podíamos sentir y ver cómo el infierno se manifestaba a nuestro alrededor. Recibimos instrucciones. Sólo la sangre podía saciar al demonio. Sólo la sangre lo contuvo. Utilizando prohibida magia de sangre, utilizamos el diamante para contener al demonio. Mis compañeros se sacrificaron, dando su vida para conseguirlo. Lo atrapamos de nuevo dentro del diamante, que se tornó rojo por su sacrificio. Mi destino quedó sellado, siendo el único capaz de enarbolar Vergeulv mi sangre sería la que haría fuerte la prisión y lo único que podría quebrarla. Volví a Greyhawk escuchando en mi mente la voz del demonio. Utilicé el poder del anillo para crear mi mansión, en cuyo centro escondí la gema. Con su enorme poder fui capaz de traer las mismas piedras que habían ayudado a mantener la prisión cerrada, reforzando la antigua magia de sus runas. Erigí el resto de la Mansión a su alrededor. Un lugar donde crear una familia, una dinastía maldita que tendría que compartir mi legado. Pues ni toda la magia del anillo pudo restaurar las runas, que se iban debilitando cada vez más. Sólo el sacrificio de mi sangre mantenía la jaula cerrada. Pero sí sangre de mi sangre tocaba la jaula esta se quebraría. Por eso ninguno de vosotros podía entrar en la torre jamás. Cuando tu padre estuviera preparado le pasaría el testigo. Pero entonces tu hermana y tú os escabullisteis y entrasteis aquí. Atraída por el canto de sirena de Fangênnath quiso coger la gema. Sus aristas la cortaron. La jaula se quebró. -
Las palabras del espectro parecieron abrir una puerta en la mente de Cruços. Recordó a su hermana, pudo ver con nitidez su sonrisa, su pelo, sus traviesos ojos que siempre prometían aventuras y travesuras. Recordó la noche en que, desobedeciendo la norma más sagrada de los Valossa, se internaron en la torre, en lo más profundo de esta. Recordó el diamante, rojo como la sangre, palpitante como un corazón. Su hermana alargando la mano para cogerla. La sangre manando por un corte. La voz... la risa...
- Era tarde para tu hermana, pero pude sacarte antes de sellar para siempre la Jaula, sacrificando mi alma inmortal para seguir custodiándola. Mi torre, mi mansión, fueron destruidas durante la batalla. Mi familia también. Sus almas han estado manteniendo la Jaula durante estos años. Pero era sólo cuestión de tiempo. - El espectral ancestro de Cruços le miró con gravedad. - Ella ha vuelto. Su alma no encontró la paz, si no que, a lo largo de los años se ha ido corrompiendo y se ha convertido en un heraldo de la muerte y la putrefacción. Ahora sirve a Fangênnath y promueve su advenimiento. Con cada muerte. Con cada sacrificio. Ella les otorga su oscura bendición y yo nada puedo hacer para impedir que deambulen por mis sagradas estancias. -
Se vuelve hacia Nessa
- ¿Quieres saber cómo ayudar joven asesina? Mi nieto debe recuperar la espada, y dar su sangre para sellar de nuevo la jaula. Sólo así podréis detenerlo. Sólo así salvareis Oerth. - mira casi con lástima a su descendiente - todos los días deberás sacrificar algo de tu esencia para mantener a la bestia encerrada. Esa será tu maldición. -
De pronto Cruços comprendió más cosas. Comprendió porqué su tío se lo llevó hasta Tenth, en busca de aquellos extraños guerreros que enarbolaban aquella extraña magia, alimentada por su propia sangre. No paró hasta encontrarlos y que le enseñaran sus secretos e iniciaran a su sobrino en ellos. Intentaba comprender la magia de sangre para cumplir con su destino. Por eso el tio Brenno siempre decía que estaban malditos y que debería haber sido lo suficientemente fuerte antes. Lo sabía.
PbP Character: A few ;)
El paladín escuchó impertérrito al espectro. Ya estaba curado en espanto; druidas micélicos, dragones esqueletos, hechiceros mentirosos, paladines encerrados en ámbar, espectros cobardes que atravesaban paredes para atacar otro día... Pero poco a poco, según la trama se aclaraba las heladas miradas a Cruços se templaban con un tono de compasión por tan terrible destino y sacrificio.
Al final su pétreo semblante se derrumbó un breve instante cuando el espectro llamo asesina a Nessa, casi una recriminación para él mismo. En ese instante se dejó ver dolor, duda y culpa.
- Si la muchacha nos ha guiado hasta aquí, quizás la presencia de Cruços sea un arma de doble filo… puede encerrar para siempre al demonio, o liberarle de una vez por todas. Habrá que tener cuidado. – Después se dirigió al espectro. – Con o sin peligro mortal, nos vamos a adentrar. ¿Alguna ayuda que nos puedas proporcionar?
Zevatur, Rolthos
Cruços escucha toda la historia atentamente, apesadumbrado y a la vez, liberándose de la carga que supone aliviar el secreto sobre los hechos acaecidos en torno a su familia. Tantos años temiendo que sangre de su sangre fuese colaborador del mismo horror que trata combatir con su propia esencia, por fin, se siente liberado con la verdad a su alcance.
- Supongo que ahora entendéis el porqué de mi regreso a Greyhawk y sobre todo el porqué debía mantener mi apellido en secreto. El rumor del último descendiente vivo del linaje Valossa en la ciudad hubiera removido demasiados avisperos y dado voz a demasiadas leyendas.
Intenta procesar toda la información que les ha dado Mandorkai, ahondando en los recuerdos que habían permanecido escondidos en su mente durante tanto tiempo.
- El nombre del Fangênnath, el archiduque del infierno que fue expulsado de estas tierras y derrocado casi ni aparece como anécdota en los libros que he estudiado. Forma más parte de mito, nadie está preparado para esta amenaza... Y viendo lo que está haciéndole a esta ciudad, su poder no es nimio. Y además, ha hecho suya el alma de Tess'xalia, una pobre niña inocente... - apreta los dientes de pura rabia - Dinos Mandorkai - aún resistiéndose a llamarle abuelo -, ¿quién posee ahora la espada Vergeulv, dónde podemos encontrarla? La prisión de ese demonio será restablecida esta noche y nuestro linaje perdurará el tiempo que sea necesario para mantenerlo así.
Mira a todos sus compañeros, deteniéndose un momento de más cuando cruza la mirada con Xandrilla.
- Por la ciudad y por restaurar el honor del apellido Valossa, os pido vuestra ayuda. No dudaré en sacrificar lo que sea necesario de mi sangre y alma si con ello esa criatura permanece cautiva en su prisión. Este es el camino de los cazadores de sangre.
- Y pensaba que yo tenía problemas familiares... - dice, meneando la cabeza - Cuenta con mi ayuda, por supuesto. Pero ... ¿no habrá forma de acabar con ese tal Fangênnath de forma definitiva? Lo ideal sería que nadie de tu familia tuviera que cargar con este peso nunca más.
Peindre l'amour, peindre la vie, pleurer en couleur ♫
Auriel | Shenua | Arren | Lyra
- No disponemos ni de los medios ni del tiempo para realizar tal hazaña Nessa - dice Xan'drila dando un paso adelante y poniendo una mano en el hombro de Cruços. Este puede sentir el frío de su contacto incluso a través de la armadura. La elfa siempre parece emanar un aura de frio.
- Este es el camino - asiente - Cuando acabemos con esto recuérdame que te enseñe a mentir. Sé tu apellido desde hace meses - le sonríe y le guiña un ojo.
El espectro de Mordacai señala hacia el suelo.
- Mi espada ha sido mancillada. Tomada de mi cuerpo por el profeta de aquel que sirve al Cautivo. El que debilita la prisión con cada muerte provocada por su pestilencia. Debéis detenerle. -
Con un fantasmagórico dedo señala hacia el mismo punto en que el eco espectral de su hermana gemela tocó.
PbP Character: A few ;)