Nessa observa desde la distancia las muestras de cariño entre la pareja y sonríe, aliviada y contenta por verles bien. No es hasta que Jen se dirige a ellos que se acerca, entendiendo que necesitan ese primer momento sólo para ellos.
- Descansemos, sí. Julian necesita un buen reposo y - mira hacia Vraak y Cruços - vosotros también habéis aguantando lo vuestro.
Deja escapar un largo suspiro. Ella también necesitaba descansar y era la perspectiva de encontrar a Vraak, Cruços y Julián lo que les había mantenido en pie. Ahora que por fin estaban todos juntos su cuerpo se había relajado y tenía la sensación de que no iba a poder dar muchos pasos más.
- Aún nos falta Ahsrem, pero si alguien puede aguantar solo unas horas más, desde luego, es él.
Empieza a ponerse en pie con gesto cansado y añade:
- Vámonos de esta isla. De camino aquí había varias islas que parecían más seguras para dormir.
Julian se deja mecer en los brazos de Jen, abrazándole de vuelta, dejando escapar un suspiro que le nace de los pies. El alivio de saber que Jen está vivo le hace temblar más que el dolor de las heridas.
- Estoy bien... y ahora que estoy contigo, estaré mejor -le tranquiliza Julian - La tormenta me arrojó aqui.. y enseguida esas cosas me atacaron... creo... creo que acabe con uno pero es imposible verlos... los muy cerdos me dieron una buena paliza. Creo que pensaron que estaba muerto y me quedé quieto, no sé durante cuanto tiempo, perdiendo y recuperando la consciencia a ratos. Pensaba en llegar al borde y lanzarme para huir... pero entonces escuché tu voz... ¡Ouch! despacio -se queja cuando Jen vuelve a besarle y se toca la maltrecha nariz - Creo que esta rota... ¿ahora te resultaré más atractivo? ya sabes... mas... duro.. - intenta reir pero su labio partido le molesta y sólo sonríe un poco.
- Creo que descansar no nos vendrá mal a ninguno pero concuerdo con Nessa. Vámonos de esta isla y de este maldito lugar si puede ser -
- Me alegro mucho de volver a encontrarte Julian - dice Oswald Glimfeather Tercero - Estábamos realmente preocupados por ti. Coincido en que si alguien sabe sobrevivir en este lugar es Ashrem, pero también... me pregunto si el liberar la puerta no ha... desatado las fuerzas contenidas en el plano. ¿No habéis notado que desde que abristéis la puerta el comportamiento, no sólo de las criaturas, si no de todo el lugar parece más... desatado? No sé vosotros pero incluso con la ropa de abrigo ahora noto el frio cuando antes no lo sentía. Sin duda dejar este islote parece prudente, lo que no sé si no sería buena idea dejar este lugar por la puerta que encontramos antes... -
- ¿La puerta del semi-plano de fuego? O eso he supuesto yo que era. La encontramos mientras os buscábamos - explica la ranger a los que estaban ausentes en aquel momento - y estaba rodeadísima de criaturas. Si queremos usarla vamos a tener que encontrar una forma de alejarlas, o nos espera una buena pelea. De todas maneras, mejor hablemos de todo esto cuando hayamos descansado, ¿si?
- No me estás entendiendo Nessa - explica Oswald Glimfeather Tercero - Lo que dudo es que vayamos a poder descansar tranquilamente en este semi-plano. Y de conseguirlo temo que las condiciones hayan empeorado cuando salgamos del domo. Además, llevamos la nada despreciable cantidad de cinco días aquí dentro. Asumiendo que el tiempo transcurre aquí de la misma manera que en el plano material, no debemos olvidar que un país asediado nos espera. No prentendo que vayamos a lo loco, pero sí que recordemos que hay mucho que depende de nosotros. No sólo no podemos fallar, no podemos demorarnos demasiado y este desgraciado incidente de la tormenta nos ha retrasado mucho. Lo que temo es que nos vuelva a pasar de nuevo... este lugar no se diseñó como una prisión por casualidad... su objetivo es mantenernos aquí atrapados y que nuestro sufrimiento alimente el poder de los dueños oscuros de este maldito lugar... y parece que el abrir la Puerta ha vuelto a dotar a este lugar de todo su potencial que va recuperando poco a poco. -
Nessa se levanta como un resorte de la piedra en la que se habia sentado a recuperar el aliento. En el fondo sabe por qué Oswald ha dicho lo que ha dicho, y que tiene toda la razón, pero el recordatorio de la prisa que tienen y de todo lo que depende de ellos le hace, casi literalmente, saltar del agobio.
- ¡Maldita sea, lo sabemos! ¡Lo sabemos bien! ¿Crees que no pensamos en ello continuamente? Tenemos que salir de aquí lo antes posible, sí, pero a cada paso que damos - por muy cuidadosos que intentemos ser - este lugar se esfuerza en matarnos poco a poco. ¿Qué digo? ¿Se esfuerza? No, lo consigue - suelta una risa amarga cuando dice esto.
Se da cuenta al momento de lo estúpido de su exabrupto y entonces les da la espalda un momento y hunde la cara en su mano. Al cabo se vuelve:
- Perdón. Perdóname, Oswald. Yo...lo siento ... me he agobiado. Tienes razón, tenemos que ser cuidadosos. Tenemos que medir bien nuestro tiempo. Pero pienso que no podemos continuar tal y como estamos ahora. Este descanso lo necesitamos, y creo que es mejor hacerlo aquí, en un semi-plano cuya mecánica al menos comprendemos un poco mejor que cualquier semi-plano nuevo que esté por venir.
Vuelve a sentarse en la piedra en la que estaba, dejando que el resto también opine mientras se frota la frente, aún avergonzada por su salida de tono con el pobre Oswald.
Jen se medio rie, medio solloza -Ay, no hagas bromas! Eres listo, eres muy listo, querido. Has sobrevivido, ay. Bien hecho, bien hecho- Le acaricia el pelo con ternura.
Da un pequeño respingo cuando Nessa sube el tono de voz, e inmediatamente se le suben los colores. Asi es como se ha comportado él con el resto del equipo? Estaban todos cansados, heridos, moribundos... No se merecían pelear entre ellos. Tendría que pedirles disculpas. -Nessa, nos marcharemos de aquí. No podemos quedarnos, tenemos que seguir moviendonos.-
Tras un rato de debate entre ellos deciden volver a la puerta del semiplano de fuego tratando de no llamar la atencion de las criaturas que zumbaban aleededor de la misma. Se levantan entre quejidos de dolor debidos a las agujetas, el cansancio muscular, y las heridas físicas que todos comparten. Jen se ocupa de ayudar a Julian a levantarse, y se queda a su lado haciendo de apoyo. Aunque el médico repite una y otra vez que está bien, la ansiedad del changeling no decrece, y durante el viaje parece que los han cosido de la cadera.
Por fin, vislumbran el marco en llamas, que señaliza la entrada al otro semiplano -Alto- Dice Cruços, y todos observan los alrededores, en busca de un lugar donde mas o menos puedan alojarse todos -Ahí- Señala Vraak, quien habiendo dormido muchas noches a la intemperie puede dustinguir a simple vista las dimensiones de un islote cercano. Todos se acercan, y Jen no pierde el tiempo en empezar a recitar la serie de runas de las cuales surge el ya conocido domo. Todos se internan en él, entrando en un ambiente mucho mas agradable que el de fuera.
Una vez asentados, Jen y Julian comparten una manta y un par de raciones entre ellos, y Jen no puede ocultar su aprehensión al observar de cerca las heridas y magulladuras visibles del médico, que, ahora ya limpias, revelan unos colores muy desagradables.
Nessa vuela cabizbaja al final de la comitiva, tan sumida en sus rumiaciones que ni siquiera presta atención al camino que tienen que seguir. Por fortuna, Jen y Rolthos hacen un buen trabajo recordando el camino de vuelta y Cruços y Vraak terminan de ayudar eligiendo un islote más que adecuado.
La ranger se mantiene un poco a parte mientras Jen conjura su domo y aprovecha para fijarse en su nuevo objetivo. Casi no se lo puede creer cuando se da cuenta que la miríada de criaturas que pululaban alrededor de la puerta ya no están. Simplemente, han desaparecido, dejando la puerta sin vigilancia y dándoles a priori vía libre para atravesarla. Se fija sin embargo en que hay marcas de rayos en el suelo y esto no le cuadra. No puede haber sido la tormenta, ya que ya había pasado por esta zona antes de que pasaran por allí la primera vez. ¿Qué ha podido causar esas marcas...?
- Un momento...- empieza a decir, recordando de repente quién es la única otra fuente de relámpagos que conoce, cuando nota un movimiento y una conocida voz a su lado.
- Ah! jejejeje habéis sobrevivido!! jajajaja... bien bien... vamos dentro corre corre jejejeje.
- ¿¡Ahsrem¡?
La ranger no se lo puede creer. Se había preguntado qué iban a hacer con el anciano. No podían invertir más tiempo en buscarle y mucho menos dar al semi-plano más oportunidades de volver a separar el grupo. Y aunque no le gustaba el anciano no se sentía bien dejándole a su suerte.
La ranger no se puede creer que hayan tenido un golpe de suerte no teniendo que ir a buscarle, pero se cree menos aún el impulso que tiene acto seguido.
- ¡¡¡.... ahhh... no me ataques...!!! - chilla el anciano cuando ve cómo la joven se lanza sobre él, pero se queda tieso como una estatua cuando nota su brazo rodeándole en una suerte de abrazo incompleto.
Nessa no dice nada, tan sólo le abraza con fuerza. ¿Tanto se había sumido en la desesperanza que incluso sentía la necesidad de abrazar al antiguo Maestro del Templo de Aire?
Permanece unos segundos así, abrazándole, hasta que por fin parece poder recomponerse y entonces le libera y entra al domo, dejándose caer a plomo en el primer hueco libre que ve. Durante un buen rato no hace nada más que apoyar la espalda, con los ojos cerrados, dejando que sus músculos agotados vayan soltando poco a poco la tensión acumulada. Cuando los vuelve a abrir se fija en la pulsera de flores de su mano derecha, apoyada sobre su regazo. Aunque sigue funcionando, el ataque del dragón blanco la ha dejado un poco maltrecha y ya no tiene tantas flores como antes. Concretamente, de los tres o cuatro tallos de lavanda que recogió del huerto de su madre en Libernen ya sólo queda uno. Era extraño pensar en que mientras ellos estaban allí, en el mundo exterior aquel jardín debía de seguir creciendo y creciendo, ajeno a todo el mal que se agitaba a su alrededor. Quizás crecía de manera salvaje por la falta de cuidados, pero crecía al fin y al cabo. Le gustaría tanto poder volver a recoger más tallos y completar su pulsera ... pero cuanto más tiempo pasaba en aquel lugar, menos esperanzas tenía de volver al plano material.
Esto le recordó que le había dicho a Rolthos que quería rezar con él. "Cuando salgamos de este maldito lugar", le había dicho. Pero con lo que iba sucediendo, quizás aquél iba a ser el único momento que iban a tener. Se aproximó entonces a Rolthos y le dijo:
- ¿Podríamos rezar a Mayaheine? ¿Ahora? Creo que lo necesito... necesito pensar en algo bueno porque, sinceramente, - bajó la voz - a cada paso que damos voy perdiendo la esperanza de salir de aquí algún día - meneó la cabeza, avergonzada de su propio pensamiento, pero necesitaba compartirlo con alguien.
Acercó su mano al paladín y le dijo:
- Ayúdame. ¿Puedes sacar este tallo de lavanda de la pulsera? Si tiras por aquí debería poder salir sin partirse. No es una gran ofrenda, pero no vamos a encontrar nada mejor encontrar por aquí...
Rolthos saca el tallo con cuidado y lo deja en la palma de su mano. Entonces Nessa apoya la suya en la de él, y con sus dos manos unidas y el tallo entre ambas, murmura:
- Gracias, Mayaheine, por la segunda oportunidad que me has dado. Gracias por la fuerza que le das a tu hijo Rolthos, por permitirle que ser nuestro apoyo y nuestro escudo.No puedo estar más agradecida porque nuestros pasos se cruzaran aquel día en Greyhawk. Ojalá podamos seguir caminando juntos más tiempo...
Cuando termina y separan sus manos, Nessa toma el tallo de lavanda y lo guarda en uno de los bolsillos interiores del abrigo del paladín. Muy cerca de donde Oswald suele ocultarse cuando se ponen en movimiento. Quizás al menos el olor que aún conserva les recuerde el mundo exterior.
La alegría de recuperar a Julian se esfumó al escuchar las aciagas palabras de Oswald y tras darle una calurosa re-bienvenida respaldo a Oswald. - Creo que deberíamos apretar el paso lo máximo posible, no sabemos el tiempo que tenemos hasta que el demonio se libere... Aunque muertos tampoco servimos de nada. - Dijo aportando su punto de vista.
Al llegar a la puerta y ver la zona limpia y a Ahsrem vivo, ¿triunfante quizás? Se dirigió a el mientras entraban dentro del domo - Me alegra verte sano y salvo, de verdad... Clérigo de mal elemental. - dijo con algo de sorna e ironía, quizás sintiendo esa camaradería que estar al borde de la muerte unía a aventureros de las mas diversas índoles desde tiempo inmemorial - ¿Qué ha pasado aquí, donde están todas criaturas que guardaban la puerta?
- No son las ofrendas materiales, ni las simbólicas las que conmueven el corazón de Mayaheine, si no lo actos desinteresados para proteger a los inocentes. Los sacrificios para impartir justicia. El tallo de lavanda es el bonito lazo del regalo, de la ofrenda de verdadero valor que estas realizando día a día, combate tras combate, en esta terrible aventura. - Dijo mientras sacaba el tallo de lavanda y se lo ofrecía en la palma de su mano antes de que ella pudiera su mano sobre el. - Mayaheine esta contigo, creeme.
Nessa responde con una sonrisa cálida a las palabras del paladín, y asiente. No había cambiado nada en aquellos minutos y, sin embargo, su corazón se sentía más ligero. A veces, compartir el peso con un buen amigo era todo lo que hacía falta...
- Bueno,descansemos, ¿si?, que falta nos hace - comentó al resto del grupo.
- Jejejeje ¿Esos diablillos de bruma molestos? Bah les di una lección con mis rayos jejejecuando dos cayeron el resto salió huyendo con el rabo entre las piernas jejejeje - Ashrem mir algo sorprendido a Rolthos por el apelativo que ha usado y contesta- Ya no más jejeje ya no más… - aunque un brillo de inteligencia asoma por un momento en sus ancianos ojos.
Cansados pero mucho más tranquilos ahora que están juntos se echan a descansar.Teri ande contarse sus peripecias durante el tiempo que han estado separados. Alguno intenta hacer guardia pero finalmente caen todos rendidos.
El ulular del viento les despierta. Parece otra tormenta pero esta vez es sólo un vendaval que ruge con fuerza al otro lado del domo.
Es amedrentador pero en ciera fora es hermoso ver las caprichosas formas y patrones que dibuja el viento en las nubes. Julián abraza a Jen y Vraak se coloca al lado de Nessa y le pasa un brazo por encima del hombro. Casi una hora más tarde el vendaval remite y los compañeros se han vendado y comido. Sintiéndose mucho más recuperados se preparan para la siguiente fase de su viaje.
Cuando salen del domo se sienten un poco decepcionados, pues parece qu el vendaval se ha llevado el pequeño islote donde estaba la puerta. Pero el risueño Ashrem le resta importancia y en menos de media hora les ha llevado de nuevo al islote con la estructura.
Aterrizan en él, ateridos de frío pese a sus ropajes, y se acercan.
Se trata de un pequeño edificio cubierto con base pentagonal. Cuatro escalones descienden por cada lado al interior del mismo donde, en el suelo, hay grabado un triángulo.
La ranger frunce un poco el ceño cuando Ahsrem responde a Rolthos. "Maldito viejo, tú tienes algo en mente...". Fue tan solo un instante, una sensación, y era imposible saber qué podía estar pensando Ashrem en su fracturada mente, pero a Nessa le sirvió como toque de atención para no bajar la guardia del todo en su presencia.
La joven se levantó de mejor humor e increíblemente descansada, aún a pesar de hacerlo con el ruido del vendaval de fondo. Se sintió un poco cohibida cuando Vraak pasó el brazo por su hombro, pero tras esa sensacion inicial se reclinó contra el semiorco y así estuvieron, apoyados entre ellos, en silencio mientras miraban el vendaval, hasta que finalmente los vientos se calmaron.
Una vez llegados al pequeño edificio lo miró con aprensión, y se fijó en el triángulo, que parecía indicar que efectivamente esa era la puerta al semi-plano de fuego.
- Me imagino que no será tan fácil como entrar sin más, ¿verdad? ¿Cómo funciona esto, Ashrem?
Curiosamente, el anciano confirmó que así era, tan solo había que cruzar sin hacer nada más.
Nessa fue pensando en lo que se podrían encontrar en el semi-plano de fuego. Estaba muy segura de que se encontrarían muchas cosas que no podían saber de antemano, pero al menos prepararían todo lo que se les pudiera ocurrir.
- Deberíamos prepararnos todo lo posible. Jen, creo que aquel decantador que te encontraste nos va a ser muy útil. Podríamos rociar con él nuestros abrigos. Supongo que ya no los necesitaremos llevar puestos, pero puede que nos venga bien tenerlos a mano para para cubrirnos si nos encontramos ráfagas de fuego. No sabemos si va a venirnos de arriba, de los lados... mejor tener algo bien mojado cerca. Qué más, qué más... Donde hay fuego, habrá humo. Tengamos paños húmedos a mano para cubrirnos boca y nariz - miró al bardo con pena y añadió - no me gusta la idea de estropear aquél paño tan bonito que me diste, Jen, pero puede que haya que partirlo para compartir.
Siguió pensando:
- Quizás necesitaremos mojarnos a nosotros mismos cada poco tiempo, para compensar la temperatura elevada que seguramente habrá en ese semi-plano. Y beber, beber mucho.
Cuando dijo esto, miró a Rolthos con preocupación:
- Tu armadura ... habrá que prestar especial atención a que no coja mucha temperatura mojándola ... Y lo mismo con las empuñaduras de nuestras armas. Y ya está ... no se me ocurre más ahorra mismo - comentó, mientras se llevaba la mano al pelo intentando sujetárselo, para recordar demasiado tarde que con un sólo brazo no podía. Soltó una maldición por lo bajo mientras volvía a bajarlo.
Momentos más tarde se acercó a Vraak e hizo un dibujo rápido en su mano derecha. Esta vez fue la forma de una ala, evocando agilidad y velocidad.
- Creo que este conjuro te resultó útil antes y yo por ahora no lo necesito - dijo, y le miró con cierta preocupación cuando añadió - Nada de separarnos esta vez, ¿eh? - Sabía de sobra que no tenían forma de controlarlo, pero aún así pronunciarlo le dió un poco de ánimo.
Tanto Oswald Glimfeather Tercero como Ashrem parecieron estar de acuerdo con las precauciones que propuso Nessa. Cruços, sin embargo, apuntó.
- No estoy seguro Rolthos pero creo que no vas a poder llevar la armadura puesta en ese sitio… pero dejemos de especular y vayamos a ello-
Sin más que decir o hacer y con una mezcla de sentimientos entre alivio por dejar aquel lugar y aprensión por encontrar otro peor los compañeros bajaron el último escalón y pisaron la marca en el suelo.
Cuando estuvieron en el centro las líneas que marcaban el símbolo del fuego se iluminaron y les rodearon con una luz anaranjada, que fue subiendo hasta el techo del templete y aumentando de intensidad hasta que quedaron cegados. Escucharon un trueno ensordecedor y entonces nada.
Lo primero que sintieron fue el calor. Sus mojadas ropas amortiguaron un poco el impacto inicial peo las prendas tan pesadas mojadas pronto empezaron a agobiarlos casi antes de poder recuperar la vista. Estaban en una construcción similar a la que habían dejado, solo que el material parecía bronce y las columnas estaban cubiertas d bajorrelieves que recordaban a llamas que subían en espiral hasta el techo. Fuera, subiendo los tres escalones, el terreno era rocoso Donde antes había pizarra negra, cortada por el viento, ahora había negra piedra volcánica, irregular y porosa, con cientos de pequeñas aristas y rebordes que podían cortar como cuchillas en una caída El terreno que rodeaba la pagoda parecía algo mayor que el islote por el que habían entrado, pero vieron que estaban rodeados por ríos de lava viva que bullía y se movía en hipnóticos patrones. El calor difuminaba el paisaje más allá pero podían ver islas y montañas de roca entre los ríos de lava.
Rolthos comenzó a notar como su cota interior se calentaba y literalmente le salían volutas de humo del agua que Jen le había echado encima al evaporarse. Todos tenían los labios reséquelos y cortados y los pañuelos húmedos resultaron ser muy útiles, bloqueando algo el azufre que había en el ambiente, pero el paladín estaba, literalmente, cociéndose vivo dentro de su armadura.
Se dispusieron a ayudarle pero Cruços y Nessa se detuvieron, El hombre lobo creía haber detectado un olor a metal entre el azufre. Nessa creyó ver algo por el rabillo del ojo, algo se había movido fuera del templete,
Oswald Glimfeather Tercero saltó de su escondite bajo el abrigo del paladín con quemaduras.
La primera reacción de Nessa fue la de ir a quitarse el abrigo, pero en cuanto escuchó los quejidos de dolor de Rolthos sus prioridades cambiaron y fue a intentar ayudar a su amigo a desprenderse de la ardiente armadura. Sin embargo, tuvo que parar casi al momento y dejarle en manos de Cruços y Vraak para mirar con más atención lo que había notado por el rabillo del ojo.
Y lo que vio la dejo helada, si es que aquello era posible en aquel lugar.
Estaban rodeados.
Contaba al menos ocho criaturas enormes medio serpentinas, medio humanoides, todas armadas con glaives excepto una que portaba una gran cimitarra doble. Y aunque se veía claramente que tenían intenciones hostiles hacia ellos, aún no se habían movido para atacar. Nessa no dudaba de que lo acabarían haciendo y de que tenían todas las ventajas, tanto la numérica como la de posicionamiento.
Miró hacia sus compañeros, que intentaban ayudar a un Rolthos que iba a tardar aún bastante en poder salir de su armadura y ya empezaba a recibir daño. Si dejaban de ayudarle para luchar, el paladín acabaría sufriendo mucho daño por la temperatura y cualquier ataque de aquellas criaturas acabaría con el en el suelo rápidamente. Esto haría que fueran un aliado menos en una situación en la que ya eran menos que los enemigos. Si sumaba que ella ya no podía luchar de forma óptima... Negó con la cabeza, aquello no pintaba bien.
Volvió a mirar a las criaturas que tenía en frente, y elevando el brazo en clara intención no hostil, indicó a sus amigos lo que había visto y añadió:
- Estamos rodeados y tenemos las de perder. Creo ... creo que tendríamos que evitar combatir. Intentemos hablar con ellos. ¿Alguien sabe qué tipo de criaturas son y qué idioma hablan?
Jen levanta las manos despacio, mirando alrededor aquella nueva amenaza. Inconscientemente su semblante se transforma en el del acróbata, con sus ojos anaranjados, su piel azul celeste y su cabello degradado en las tonalidades del mismo elemento que los rodea -No tengo ni idea de lo que son, pero creo que se que idioma hablan-
Con cautela desenfunda su aro, y activa el circuito de ignición que lo rodea. El aro se prende fuego como en la actuación que vieron todos en aquella taberna. Jen inspira y se dirige a los habitantes del plano
-No somos enemigos!- Es lo primero que exclama, hincando la rodilla y presentando el aro de fuego a esos seres, con la esperanza de que lo entiendan -Solo somos viajeros de paso. Venimos del plano del aire, y no pretendemos amenaza alguna.- Hace una pequeña pausa para coger aire, e inclina la cabeza en señal de sumision. -Piedad.- Suplica con voz grave. -Piedad.- Repite el mensaje, esta vez mas bajito.
Los seres se deslizan completamente a la vista y el que porta a cimitarr doble se aproxima hasta la entrada misma del templete, levantándose casi tres metros y mirando a Jen de manera intimidarte.Le mantiene la mirada unos segundos, Jen puede sentir el calor que emana de la criatura, cuyo fuego interno parece iluminarse un poco más con cada respiración para volver a apagarse levemente al soltar el aire. El olor a azufre es intenso.
De repente la criatura hace una profunda reverencia ante Jen.
- ¿Enemigos? - dice con una voz grave y profunda - Mi Ama, La Señora del Palacio de Alabastro, sus trenzas crezcan siempre hermosas, me mandaria azotar si por mi culpa pensaran que son enemigos y no sus ilustres invitados. Le ruego disculpen la confusión. Portamos armas y no presentes ya que mi Ama, La Poderosa Dueña del Lago de Lava Ardiente, que sus cofres siempre rebosen de oro y joyas, desea que les escoltemos hasta su morada. Este lugar es peligroso en estos días y la escolta armada es necesaria. Mi nombre es Idab y estoy a su servicio… -
Jen levanta la cabeza, incredule. Parpadea un par de veces y boquea, sin saber que decir. Incluso mira hacia atrás para ver si es que se están refiriendo a algún otro grupo de aventureros que está tras ellos.
-Uh... Es... Es a nosotros?- Se señala a si misme, insegure y con voz queda, y luego al grupo. -De... De verdad? No... No vais a atacarnos?- La ridícula pregunta cae de sus labios casi sin pensar, y siente como se le llenan los ojos de lágrimas ante la inesperada amabilidad. Ni siquiera se ha levantado de la posición en la que se encuentra, con la rodilla hincada en el suelo.
Nessa, que ya se iba a preparar para el ataque que preveía, no se puede creer lo que está sucediendo. Cruza una mirada incrédula con Jen y empieza a bajar el brazo que había levantado en señal de sumisión.
Aún así permanece alerta, porque después de todo lo que ha pasado, simplemente no puede aceptar que algo salga bien de repente.
En cualquier caso, hay algo más urgente que las dudas que pueda tener:
- Disculpad - dice a la criatura que les ha hablado - nuestro amigo está sufriendo daño debido al calor y su armadura. Necesitamos un momento para que se la pueda quitar antes de ir a ningún sitio - y rápidamente añade - Os agradecemos a vosotros y vuestra Señora este recibimiento ... no hemos sido tan afortunados hasta ahora.
- Por supuesto - responde Idab - iba a sugerir que le ayudéis lo antes posible. - Llevando su mano libre hacia su espalda, obtiene un saco vacío de una bandolera que lleva
- Introducir la armadura aquí para poder llevarla. Lamento no poder ser de más ayuda pero mi proximidad sólo empeoraría la situación . -
Mientras Cruços y Julián están ayudando a Rolthos a quitarse la metálica armadura lo más rápido que pueden. Rack, con Oswald Glimfeather Tercero en el hombro, observan suspicaces a su interlocutor y al resto que permanecen algo más retirados pero cortando cualquier posible vía de huida.
Más tranquila, sabiendo que Rolthos queda en buenas manos, pero aún cautelosa, Nessa decide que mantener los buenos términos con este grupo parece el mejor enfoque en este momento, por lo que habla de manera educada y amistosa.
- Gracias, Idab - dice, con una ligera inclinación de cabeza - Elle es Jen - dice moviendo la mano primero hacia le barde, y luego al resto del grupo - Y ellos son Vraak, Rolthos, Julian, Cruços y Oswald - La ranger no tenía claro si debía presentar a su alado amigo, que quizás iba a preferir no hablar a priori, pero optó por no ser maleducada hacia Oswald e indicar su nombre. Hacerlo no era especialmente revelador sobre su peculiar naturaleza - Mi nombre es Nessa. Disculpa de nuevo que no nos hayamos presentado antes, aún estamos un poco sorprendidos por vuestro recibimiento, completamente distinto a lo que nos hemos venido encontrado en el lugar del que venimos. Pero imagino que no es este el lugar adecuado donde hablar ... ¿está lejos la morada de vuestra Señora? ¿Creéis que podremos llegar con facilidad, nosotros que no somos nativos de este plano? La verdad es que este ambiente es ... complicado ... para nuestra fisionomía.
Mira hacia el resto dubitativa, invitandoles a preguntar lo que consideren necesario, pero sobre todo para confirmar si van a seguir a Idab y los suyos. Aunque lo cierto es que no parecen tener más opción que hacerlo. Luchar o huir, ahora mismo, simplemente no son opciones viables.
Nessa observa desde la distancia las muestras de cariño entre la pareja y sonríe, aliviada y contenta por verles bien. No es hasta que Jen se dirige a ellos que se acerca, entendiendo que necesitan ese primer momento sólo para ellos.
- Descansemos, sí. Julian necesita un buen reposo y - mira hacia Vraak y Cruços - vosotros también habéis aguantando lo vuestro.
Deja escapar un largo suspiro. Ella también necesitaba descansar y era la perspectiva de encontrar a Vraak, Cruços y Julián lo que les había mantenido en pie. Ahora que por fin estaban todos juntos su cuerpo se había relajado y tenía la sensación de que no iba a poder dar muchos pasos más.
- Aún nos falta Ahsrem, pero si alguien puede aguantar solo unas horas más, desde luego, es él.
Empieza a ponerse en pie con gesto cansado y añade:
- Vámonos de esta isla. De camino aquí había varias islas que parecían más seguras para dormir.
Peindre l'amour, peindre la vie, pleurer en couleur ♫
Auriel | Shenua | Arren | Lyra
Julian se deja mecer en los brazos de Jen, abrazándole de vuelta, dejando escapar un suspiro que le nace de los pies. El alivio de saber que Jen está vivo le hace temblar más que el dolor de las heridas.
- Estoy bien... y ahora que estoy contigo, estaré mejor - le tranquiliza Julian - La tormenta me arrojó aqui.. y enseguida esas cosas me atacaron... creo... creo que acabe con uno pero es imposible verlos... los muy cerdos me dieron una buena paliza. Creo que pensaron que estaba muerto y me quedé quieto, no sé durante cuanto tiempo, perdiendo y recuperando la consciencia a ratos. Pensaba en llegar al borde y lanzarme para huir... pero entonces escuché tu voz... ¡Ouch! despacio - se queja cuando Jen vuelve a besarle y se toca la maltrecha nariz - Creo que esta rota... ¿ahora te resultaré más atractivo? ya sabes... mas... duro.. - intenta reir pero su labio partido le molesta y sólo sonríe un poco.
- Creo que descansar no nos vendrá mal a ninguno pero concuerdo con Nessa. Vámonos de esta isla y de este maldito lugar si puede ser -
- Me alegro mucho de volver a encontrarte Julian - dice Oswald Glimfeather Tercero - Estábamos realmente preocupados por ti. Coincido en que si alguien sabe sobrevivir en este lugar es Ashrem, pero también... me pregunto si el liberar la puerta no ha... desatado las fuerzas contenidas en el plano. ¿No habéis notado que desde que abristéis la puerta el comportamiento, no sólo de las criaturas, si no de todo el lugar parece más... desatado? No sé vosotros pero incluso con la ropa de abrigo ahora noto el frio cuando antes no lo sentía. Sin duda dejar este islote parece prudente, lo que no sé si no sería buena idea dejar este lugar por la puerta que encontramos antes... -
PbP Character: A few ;)
- ¿La puerta del semi-plano de fuego? O eso he supuesto yo que era. La encontramos mientras os buscábamos - explica la ranger a los que estaban ausentes en aquel momento - y estaba rodeadísima de criaturas. Si queremos usarla vamos a tener que encontrar una forma de alejarlas, o nos espera una buena pelea. De todas maneras, mejor hablemos de todo esto cuando hayamos descansado, ¿si?
Peindre l'amour, peindre la vie, pleurer en couleur ♫
Auriel | Shenua | Arren | Lyra
- No me estás entendiendo Nessa - explica Oswald Glimfeather Tercero - Lo que dudo es que vayamos a poder descansar tranquilamente en este semi-plano. Y de conseguirlo temo que las condiciones hayan empeorado cuando salgamos del domo. Además, llevamos la nada despreciable cantidad de cinco días aquí dentro. Asumiendo que el tiempo transcurre aquí de la misma manera que en el plano material, no debemos olvidar que un país asediado nos espera. No prentendo que vayamos a lo loco, pero sí que recordemos que hay mucho que depende de nosotros. No sólo no podemos fallar, no podemos demorarnos demasiado y este desgraciado incidente de la tormenta nos ha retrasado mucho. Lo que temo es que nos vuelva a pasar de nuevo... este lugar no se diseñó como una prisión por casualidad... su objetivo es mantenernos aquí atrapados y que nuestro sufrimiento alimente el poder de los dueños oscuros de este maldito lugar... y parece que el abrir la Puerta ha vuelto a dotar a este lugar de todo su potencial que va recuperando poco a poco. -
PbP Character: A few ;)
Nessa se levanta como un resorte de la piedra en la que se habia sentado a recuperar el aliento. En el fondo sabe por qué Oswald ha dicho lo que ha dicho, y que tiene toda la razón, pero el recordatorio de la prisa que tienen y de todo lo que depende de ellos le hace, casi literalmente, saltar del agobio.
- ¡Maldita sea, lo sabemos! ¡Lo sabemos bien! ¿Crees que no pensamos en ello continuamente? Tenemos que salir de aquí lo antes posible, sí, pero a cada paso que damos - por muy cuidadosos que intentemos ser - este lugar se esfuerza en matarnos poco a poco. ¿Qué digo? ¿Se esfuerza? No, lo consigue - suelta una risa amarga cuando dice esto.
Se da cuenta al momento de lo estúpido de su exabrupto y entonces les da la espalda un momento y hunde la cara en su mano. Al cabo se vuelve:
- Perdón. Perdóname, Oswald. Yo...lo siento ... me he agobiado. Tienes razón, tenemos que ser cuidadosos. Tenemos que medir bien nuestro tiempo. Pero pienso que no podemos continuar tal y como estamos ahora. Este descanso lo necesitamos, y creo que es mejor hacerlo aquí, en un semi-plano cuya mecánica al menos comprendemos un poco mejor que cualquier semi-plano nuevo que esté por venir.
Vuelve a sentarse en la piedra en la que estaba, dejando que el resto también opine mientras se frota la frente, aún avergonzada por su salida de tono con el pobre Oswald.
Peindre l'amour, peindre la vie, pleurer en couleur ♫
Auriel | Shenua | Arren | Lyra
Jen se medio rie, medio solloza -Ay, no hagas bromas! Eres listo, eres muy listo, querido. Has sobrevivido, ay. Bien hecho, bien hecho- Le acaricia el pelo con ternura.
Da un pequeño respingo cuando Nessa sube el tono de voz, e inmediatamente se le suben los colores. Asi es como se ha comportado él con el resto del equipo? Estaban todos cansados, heridos, moribundos... No se merecían pelear entre ellos. Tendría que pedirles disculpas. -Nessa, nos marcharemos de aquí. No podemos quedarnos, tenemos que seguir moviendonos.-
Tras un rato de debate entre ellos deciden volver a la puerta del semiplano de fuego tratando de no llamar la atencion de las criaturas que zumbaban aleededor de la misma. Se levantan entre quejidos de dolor debidos a las agujetas, el cansancio muscular, y las heridas físicas que todos comparten. Jen se ocupa de ayudar a Julian a levantarse, y se queda a su lado haciendo de apoyo. Aunque el médico repite una y otra vez que está bien, la ansiedad del changeling no decrece, y durante el viaje parece que los han cosido de la cadera.
Por fin, vislumbran el marco en llamas, que señaliza la entrada al otro semiplano -Alto- Dice Cruços, y todos observan los alrededores, en busca de un lugar donde mas o menos puedan alojarse todos -Ahí- Señala Vraak, quien habiendo dormido muchas noches a la intemperie puede dustinguir a simple vista las dimensiones de un islote cercano. Todos se acercan, y Jen no pierde el tiempo en empezar a recitar la serie de runas de las cuales surge el ya conocido domo. Todos se internan en él, entrando en un ambiente mucho mas agradable que el de fuera.
Una vez asentados, Jen y Julian comparten una manta y un par de raciones entre ellos, y Jen no puede ocultar su aprehensión al observar de cerca las heridas y magulladuras visibles del médico, que, ahora ya limpias, revelan unos colores muy desagradables.
Nessa vuela cabizbaja al final de la comitiva, tan sumida en sus rumiaciones que ni siquiera presta atención al camino que tienen que seguir. Por fortuna, Jen y Rolthos hacen un buen trabajo recordando el camino de vuelta y Cruços y Vraak terminan de ayudar eligiendo un islote más que adecuado.
La ranger se mantiene un poco a parte mientras Jen conjura su domo y aprovecha para fijarse en su nuevo objetivo. Casi no se lo puede creer cuando se da cuenta que la miríada de criaturas que pululaban alrededor de la puerta ya no están. Simplemente, han desaparecido, dejando la puerta sin vigilancia y dándoles a priori vía libre para atravesarla. Se fija sin embargo en que hay marcas de rayos en el suelo y esto no le cuadra. No puede haber sido la tormenta, ya que ya había pasado por esta zona antes de que pasaran por allí la primera vez. ¿Qué ha podido causar esas marcas...?
- Un momento... - empieza a decir, recordando de repente quién es la única otra fuente de relámpagos que conoce, cuando nota un movimiento y una conocida voz a su lado.
- Ah! jejejeje habéis sobrevivido!! jajajaja... bien bien... vamos dentro corre corre jejejeje.
- ¿¡Ahsrem¡?
La ranger no se lo puede creer. Se había preguntado qué iban a hacer con el anciano. No podían invertir más tiempo en buscarle y mucho menos dar al semi-plano más oportunidades de volver a separar el grupo. Y aunque no le gustaba el anciano no se sentía bien dejándole a su suerte.
La ranger no se puede creer que hayan tenido un golpe de suerte no teniendo que ir a buscarle, pero se cree menos aún el impulso que tiene acto seguido.
- ¡¡¡.... ahhh... no me ataques...!!! - chilla el anciano cuando ve cómo la joven se lanza sobre él, pero se queda tieso como una estatua cuando nota su brazo rodeándole en una suerte de abrazo incompleto.
Nessa no dice nada, tan sólo le abraza con fuerza. ¿Tanto se había sumido en la desesperanza que incluso sentía la necesidad de abrazar al antiguo Maestro del Templo de Aire?
Permanece unos segundos así, abrazándole, hasta que por fin parece poder recomponerse y entonces le libera y entra al domo, dejándose caer a plomo en el primer hueco libre que ve. Durante un buen rato no hace nada más que apoyar la espalda, con los ojos cerrados, dejando que sus músculos agotados vayan soltando poco a poco la tensión acumulada. Cuando los vuelve a abrir se fija en la pulsera de flores de su mano derecha, apoyada sobre su regazo. Aunque sigue funcionando, el ataque del dragón blanco la ha dejado un poco maltrecha y ya no tiene tantas flores como antes. Concretamente, de los tres o cuatro tallos de lavanda que recogió del huerto de su madre en Libernen ya sólo queda uno. Era extraño pensar en que mientras ellos estaban allí, en el mundo exterior aquel jardín debía de seguir creciendo y creciendo, ajeno a todo el mal que se agitaba a su alrededor. Quizás crecía de manera salvaje por la falta de cuidados, pero crecía al fin y al cabo. Le gustaría tanto poder volver a recoger más tallos y completar su pulsera ... pero cuanto más tiempo pasaba en aquel lugar, menos esperanzas tenía de volver al plano material.
Esto le recordó que le había dicho a Rolthos que quería rezar con él. "Cuando salgamos de este maldito lugar", le había dicho. Pero con lo que iba sucediendo, quizás aquél iba a ser el único momento que iban a tener. Se aproximó entonces a Rolthos y le dijo:
- ¿Podríamos rezar a Mayaheine? ¿Ahora? Creo que lo necesito... necesito pensar en algo bueno porque, sinceramente, - bajó la voz - a cada paso que damos voy perdiendo la esperanza de salir de aquí algún día - meneó la cabeza, avergonzada de su propio pensamiento, pero necesitaba compartirlo con alguien.
Acercó su mano al paladín y le dijo:
- Ayúdame. ¿Puedes sacar este tallo de lavanda de la pulsera? Si tiras por aquí debería poder salir sin partirse. No es una gran ofrenda, pero no vamos a encontrar nada mejor encontrar por aquí...
Rolthos saca el tallo con cuidado y lo deja en la palma de su mano. Entonces Nessa apoya la suya en la de él, y con sus dos manos unidas y el tallo entre ambas, murmura:
- Gracias, Mayaheine, por la segunda oportunidad que me has dado. Gracias por la fuerza que le das a tu hijo Rolthos, por permitirle que ser nuestro apoyo y nuestro escudo. No puedo estar más agradecida porque nuestros pasos se cruzaran aquel día en Greyhawk. Ojalá podamos seguir caminando juntos más tiempo...
Cuando termina y separan sus manos, Nessa toma el tallo de lavanda y lo guarda en uno de los bolsillos interiores del abrigo del paladín. Muy cerca de donde Oswald suele ocultarse cuando se ponen en movimiento. Quizás al menos el olor que aún conserva les recuerde el mundo exterior.
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La alegría de recuperar a Julian se esfumó al escuchar las aciagas palabras de Oswald y tras darle una calurosa re-bienvenida respaldo a Oswald. - Creo que deberíamos apretar el paso lo máximo posible, no sabemos el tiempo que tenemos hasta que el demonio se libere... Aunque muertos tampoco servimos de nada. - Dijo aportando su punto de vista.
Al llegar a la puerta y ver la zona limpia y a Ahsrem vivo, ¿triunfante quizás? Se dirigió a el mientras entraban dentro del domo - Me alegra verte sano y salvo, de verdad... Clérigo de mal elemental. - dijo con algo de sorna e ironía, quizás sintiendo esa camaradería que estar al borde de la muerte unía a aventureros de las mas diversas índoles desde tiempo inmemorial - ¿Qué ha pasado aquí, donde están todas criaturas que guardaban la puerta?
- No son las ofrendas materiales, ni las simbólicas las que conmueven el corazón de Mayaheine, si no lo actos desinteresados para proteger a los inocentes. Los sacrificios para impartir justicia. El tallo de lavanda es el bonito lazo del regalo, de la ofrenda de verdadero valor que estas realizando día a día, combate tras combate, en esta terrible aventura. - Dijo mientras sacaba el tallo de lavanda y se lo ofrecía en la palma de su mano antes de que ella pudiera su mano sobre el. - Mayaheine esta contigo, creeme.
Zevatur, Rolthos
Nessa responde con una sonrisa cálida a las palabras del paladín, y asiente. No había cambiado nada en aquellos minutos y, sin embargo, su corazón se sentía más ligero. A veces, compartir el peso con un buen amigo era todo lo que hacía falta...
- Bueno, descansemos, ¿si?, que falta nos hace - comentó al resto del grupo.
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- Jejejeje ¿Esos diablillos de bruma molestos? Bah les di una lección con mis rayos jejejecuando dos cayeron el resto salió huyendo con el rabo entre las piernas jejejeje - Ashrem mir algo sorprendido a Rolthos por el apelativo que ha usado y contesta- Ya no más jejeje ya no más… - aunque un brillo de inteligencia asoma por un momento en sus ancianos ojos.
Cansados pero mucho más tranquilos ahora que están juntos se echan a descansar.Teri ande contarse sus peripecias durante el tiempo que han estado separados. Alguno intenta hacer guardia pero finalmente caen todos rendidos.
El ulular del viento les despierta. Parece otra tormenta pero esta vez es sólo un vendaval que ruge con fuerza al otro lado del domo.
Es amedrentador pero en ciera fora es hermoso ver las caprichosas formas y patrones que dibuja el viento en las nubes. Julián abraza a Jen y Vraak se coloca al lado de Nessa y le pasa un brazo por encima del hombro.
Casi una hora más tarde el vendaval remite y los compañeros se han vendado y comido. Sintiéndose mucho más recuperados se preparan para la siguiente fase de su viaje.
Cuando salen del domo se sienten un poco decepcionados, pues parece qu el vendaval se ha llevado el pequeño islote donde estaba la puerta. Pero el risueño Ashrem le resta importancia y en menos de media hora les ha llevado de nuevo al islote con la estructura.
Aterrizan en él, ateridos de frío pese a sus ropajes, y se acercan.
Se trata de un pequeño edificio cubierto con base pentagonal. Cuatro escalones descienden por cada lado al interior del mismo donde, en el suelo, hay grabado un triángulo.
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La ranger frunce un poco el ceño cuando Ahsrem responde a Rolthos. "Maldito viejo, tú tienes algo en mente...". Fue tan solo un instante, una sensación, y era imposible saber qué podía estar pensando Ashrem en su fracturada mente, pero a Nessa le sirvió como toque de atención para no bajar la guardia del todo en su presencia.
La joven se levantó de mejor humor e increíblemente descansada, aún a pesar de hacerlo con el ruido del vendaval de fondo. Se sintió un poco cohibida cuando Vraak pasó el brazo por su hombro, pero tras esa sensacion inicial se reclinó contra el semiorco y así estuvieron, apoyados entre ellos, en silencio mientras miraban el vendaval, hasta que finalmente los vientos se calmaron.
Una vez llegados al pequeño edificio lo miró con aprensión, y se fijó en el triángulo, que parecía indicar que efectivamente esa era la puerta al semi-plano de fuego.
- Me imagino que no será tan fácil como entrar sin más, ¿verdad? ¿Cómo funciona esto, Ashrem?
Curiosamente, el anciano confirmó que así era, tan solo había que cruzar sin hacer nada más.
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Nessa fue pensando en lo que se podrían encontrar en el semi-plano de fuego. Estaba muy segura de que se encontrarían muchas cosas que no podían saber de antemano, pero al menos prepararían todo lo que se les pudiera ocurrir.
- Deberíamos prepararnos todo lo posible. Jen, creo que aquel decantador que te encontraste nos va a ser muy útil. Podríamos rociar con él nuestros abrigos. Supongo que ya no los necesitaremos llevar puestos, pero puede que nos venga bien tenerlos a mano para para cubrirnos si nos encontramos ráfagas de fuego. No sabemos si va a venirnos de arriba, de los lados... mejor tener algo bien mojado cerca. Qué más, qué más... Donde hay fuego, habrá humo. Tengamos paños húmedos a mano para cubrirnos boca y nariz - miró al bardo con pena y añadió - no me gusta la idea de estropear aquél paño tan bonito que me diste, Jen, pero puede que haya que partirlo para compartir.
Siguió pensando:
- Quizás necesitaremos mojarnos a nosotros mismos cada poco tiempo, para compensar la temperatura elevada que seguramente habrá en ese semi-plano. Y beber, beber mucho.
Cuando dijo esto, miró a Rolthos con preocupación:
- Tu armadura ... habrá que prestar especial atención a que no coja mucha temperatura mojándola ... Y lo mismo con las empuñaduras de nuestras armas. Y ya está ... no se me ocurre más ahorra mismo - comentó, mientras se llevaba la mano al pelo intentando sujetárselo, para recordar demasiado tarde que con un sólo brazo no podía. Soltó una maldición por lo bajo mientras volvía a bajarlo.
Momentos más tarde se acercó a Vraak e hizo un dibujo rápido en su mano derecha. Esta vez fue la forma de una ala, evocando agilidad y velocidad.
- Creo que este conjuro te resultó útil antes y yo por ahora no lo necesito - dijo, y le miró con cierta preocupación cuando añadió - Nada de separarnos esta vez, ¿eh? - Sabía de sobra que no tenían forma de controlarlo, pero aún así pronunciarlo le dió un poco de ánimo.
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Tanto Oswald Glimfeather Tercero como Ashrem parecieron estar de acuerdo con las precauciones que propuso Nessa. Cruços, sin embargo, apuntó.
- No estoy seguro Rolthos pero creo que no vas a poder llevar la armadura puesta en ese sitio… pero dejemos de especular y vayamos a ello-
Sin más que decir o hacer y con una mezcla de sentimientos entre alivio por dejar aquel lugar y aprensión por encontrar otro peor los compañeros bajaron el último escalón y pisaron la marca en el suelo.
Cuando estuvieron en el centro las líneas que marcaban el símbolo del fuego se iluminaron y les rodearon con una luz anaranjada, que fue subiendo hasta el techo del templete y aumentando de intensidad hasta que quedaron cegados. Escucharon un trueno ensordecedor y entonces nada.
Lo primero que sintieron fue el calor. Sus mojadas ropas amortiguaron un poco el impacto inicial peo las prendas tan pesadas mojadas pronto empezaron a agobiarlos casi antes de poder recuperar la vista.
Estaban en una construcción similar a la que habían dejado, solo que el material parecía bronce y las columnas estaban cubiertas d bajorrelieves que recordaban a llamas que subían en espiral hasta el techo.
Fuera, subiendo los tres escalones, el terreno era rocoso Donde antes había pizarra negra, cortada por el viento, ahora había negra piedra volcánica, irregular y porosa, con cientos de pequeñas aristas y rebordes que podían cortar como cuchillas en una caída El terreno que rodeaba la pagoda parecía algo mayor que el islote por el que habían entrado, pero vieron que estaban rodeados por ríos de lava viva que bullía y se movía en hipnóticos patrones. El calor difuminaba el paisaje más allá pero podían ver islas y montañas de roca entre los ríos de lava.
Rolthos comenzó a notar como su cota interior se calentaba y literalmente le salían volutas de humo del agua que Jen le había echado encima al evaporarse. Todos tenían los labios reséquelos y cortados y los pañuelos húmedos resultaron ser muy útiles, bloqueando algo el azufre que había en el ambiente, pero el paladín estaba, literalmente, cociéndose vivo dentro de su armadura.
Se dispusieron a ayudarle pero Cruços y Nessa se detuvieron, El hombre lobo creía haber detectado un olor a metal entre el azufre. Nessa creyó ver algo por el rabillo del ojo, algo se había movido fuera del templete,
Oswald Glimfeather Tercero saltó de su escondite bajo el abrigo del paladín con quemaduras.
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La primera reacción de Nessa fue la de ir a quitarse el abrigo, pero en cuanto escuchó los quejidos de dolor de Rolthos sus prioridades cambiaron y fue a intentar ayudar a su amigo a desprenderse de la ardiente armadura. Sin embargo, tuvo que parar casi al momento y dejarle en manos de Cruços y Vraak para mirar con más atención lo que había notado por el rabillo del ojo.
Y lo que vio la dejo helada, si es que aquello era posible en aquel lugar.
Estaban rodeados.
Contaba al menos ocho criaturas enormes medio serpentinas, medio humanoides, todas armadas con glaives excepto una que portaba una gran cimitarra doble. Y aunque se veía claramente que tenían intenciones hostiles hacia ellos, aún no se habían movido para atacar. Nessa no dudaba de que lo acabarían haciendo y de que tenían todas las ventajas, tanto la numérica como la de posicionamiento.
Miró hacia sus compañeros, que intentaban ayudar a un Rolthos que iba a tardar aún bastante en poder salir de su armadura y ya empezaba a recibir daño. Si dejaban de ayudarle para luchar, el paladín acabaría sufriendo mucho daño por la temperatura y cualquier ataque de aquellas criaturas acabaría con el en el suelo rápidamente. Esto haría que fueran un aliado menos en una situación en la que ya eran menos que los enemigos. Si sumaba que ella ya no podía luchar de forma óptima... Negó con la cabeza, aquello no pintaba bien.
Volvió a mirar a las criaturas que tenía en frente, y elevando el brazo en clara intención no hostil, indicó a sus amigos lo que había visto y añadió:
- Estamos rodeados y tenemos las de perder. Creo ... creo que tendríamos que evitar combatir. Intentemos hablar con ellos. ¿Alguien sabe qué tipo de criaturas son y qué idioma hablan?
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Jen levanta las manos despacio, mirando alrededor aquella nueva amenaza. Inconscientemente su semblante se transforma en el del acróbata, con sus ojos anaranjados, su piel azul celeste y su cabello degradado en las tonalidades del mismo elemento que los rodea -No tengo ni idea de lo que son, pero creo que se que idioma hablan-
Con cautela desenfunda su aro, y activa el circuito de ignición que lo rodea. El aro se prende fuego como en la actuación que vieron todos en aquella taberna. Jen inspira y se dirige a los habitantes del plano
-No somos enemigos!- Es lo primero que exclama, hincando la rodilla y presentando el aro de fuego a esos seres, con la esperanza de que lo entiendan -Solo somos viajeros de paso. Venimos del plano del aire, y no pretendemos amenaza alguna.- Hace una pequeña pausa para coger aire, e inclina la cabeza en señal de sumision. -Piedad.- Suplica con voz grave. -Piedad.- Repite el mensaje, esta vez mas bajito.
Los seres se deslizan completamente a la vista y el que porta a cimitarr doble se aproxima hasta la entrada misma del templete, levantándose casi tres metros y mirando a Jen de manera intimidarte.Le mantiene la mirada unos segundos, Jen puede sentir el calor que emana de la criatura, cuyo fuego interno parece iluminarse un poco más con cada respiración para volver a apagarse levemente al soltar el aire. El olor a azufre es intenso.
De repente la criatura hace una profunda reverencia ante Jen.
- ¿Enemigos? - dice con una voz grave y profunda - Mi Ama, La Señora del Palacio de Alabastro, sus trenzas crezcan siempre hermosas, me mandaria azotar si por mi culpa pensaran que son enemigos y no sus ilustres invitados. Le ruego disculpen la confusión. Portamos armas y no presentes ya que mi Ama, La Poderosa Dueña del Lago de Lava Ardiente, que sus cofres siempre rebosen de oro y joyas, desea que les escoltemos hasta su morada. Este lugar es peligroso en estos días y la escolta armada es necesaria. Mi nombre es Idab y estoy a su servicio… -
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Jen levanta la cabeza, incredule. Parpadea un par de veces y boquea, sin saber que decir. Incluso mira hacia atrás para ver si es que se están refiriendo a algún otro grupo de aventureros que está tras ellos.
-Uh... Es... Es a nosotros?- Se señala a si misme, insegure y con voz queda, y luego al grupo. -De... De verdad? No... No vais a atacarnos?- La ridícula pregunta cae de sus labios casi sin pensar, y siente como se le llenan los ojos de lágrimas ante la inesperada amabilidad. Ni siquiera se ha levantado de la posición en la que se encuentra, con la rodilla hincada en el suelo.
Nessa, que ya se iba a preparar para el ataque que preveía, no se puede creer lo que está sucediendo. Cruza una mirada incrédula con Jen y empieza a bajar el brazo que había levantado en señal de sumisión.
Aún así permanece alerta, porque después de todo lo que ha pasado, simplemente no puede aceptar que algo salga bien de repente.
En cualquier caso, hay algo más urgente que las dudas que pueda tener:
- Disculpad - dice a la criatura que les ha hablado - nuestro amigo está sufriendo daño debido al calor y su armadura. Necesitamos un momento para que se la pueda quitar antes de ir a ningún sitio - y rápidamente añade - Os agradecemos a vosotros y vuestra Señora este recibimiento ... no hemos sido tan afortunados hasta ahora.
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- Por supuesto - responde Idab - iba a sugerir que le ayudéis lo antes posible. - Llevando su mano libre hacia su espalda, obtiene un saco vacío de una bandolera que lleva
- Introducir la armadura aquí para poder llevarla. Lamento no poder ser de más ayuda pero mi proximidad sólo empeoraría la situación . -
Mientras Cruços y Julián están ayudando a Rolthos a quitarse la metálica armadura lo más rápido que pueden. Rack, con Oswald Glimfeather Tercero en el hombro, observan suspicaces a su interlocutor y al resto que permanecen algo más retirados pero cortando cualquier posible vía de huida.
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Más tranquila, sabiendo que Rolthos queda en buenas manos, pero aún cautelosa, Nessa decide que mantener los buenos términos con este grupo parece el mejor enfoque en este momento, por lo que habla de manera educada y amistosa.
- Gracias, Idab - dice, con una ligera inclinación de cabeza - Elle es Jen - dice moviendo la mano primero hacia le barde, y luego al resto del grupo - Y ellos son Vraak, Rolthos, Julian, Cruços y Oswald - La ranger no tenía claro si debía presentar a su alado amigo, que quizás iba a preferir no hablar a priori, pero optó por no ser maleducada hacia Oswald e indicar su nombre. Hacerlo no era especialmente revelador sobre su peculiar naturaleza - Mi nombre es Nessa. Disculpa de nuevo que no nos hayamos presentado antes, aún estamos un poco sorprendidos por vuestro recibimiento, completamente distinto a lo que nos hemos venido encontrado en el lugar del que venimos. Pero imagino que no es este el lugar adecuado donde hablar ... ¿está lejos la morada de vuestra Señora? ¿Creéis que podremos llegar con facilidad, nosotros que no somos nativos de este plano? La verdad es que este ambiente es ... complicado ... para nuestra fisionomía.
Mira hacia el resto dubitativa, invitandoles a preguntar lo que consideren necesario, pero sobre todo para confirmar si van a seguir a Idab y los suyos. Aunque lo cierto es que no parecen tener más opción que hacerlo. Luchar o huir, ahora mismo, simplemente no son opciones viables.
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