Nessa se ríe y le da un codazo al paladín:

- ¡Era broma!

En el momento de su guardia, Nessa se pone al lado de Jen, y espera a que el resto de los compañeros duerman para preguntarle en un susurro:

- ¿Qué está pasando? Te he visto muy rara estos días y la verdad es que me está preocupando bastante...

Jen, que está jugueteando con su chakram, frunce el ceño al principio, haciendose el confundide. -A mi? No se de que m...- El levantamiento de cejas de Nessa habla por si solo. -Oh... Supongo que soy un poco obvie.-Suspira, guardandose el chakram y revolviendose el pelo -Ay, no se por donde empezar. Y no se si estoy preparade para hablar de ello del todo.-  tarda un poco en encontrar las palabras. -Ahora que somos heroes, la gente espera... Más cosas, de nosotros. Supongo que ese sentimiento me sobrepasa. No estoy acostumbrade a este sentimiento de vig... De crit... De juz...UGH!!!- Gruñe, frustrade al no encontrar la palabra adecuada. Su vista cae entonces en el fuego y por un momento su mente se pierde en las llamas.

-Cuando era pequeño mi madre de vez en cuando me contaba una historia. Yo no la entendía, y solo la seguía por el ritmo. La contaba con tanta gracia que se me ponían los pelos de punta. Mi padre la acompañaba con el instrumento que tuviera a mano. A veces tamborileaba con las manos en la mesa... Y creo que ahora la entiendo... Heh, supongo que esta misión de búsqueda de tu hermana y la incertidumbre sobre tu pueblo natal ha despertado algunos recuerdos. Lo siento Nessa, estoy divagando. Me pasa cuando me pongo nerviose. Quizá otro día que estemos todos junto al fuego os la cuente, no quiero aburrirte con viejas historias de fantasmas.-

La ranger escucha a su amigue en silencio y, cuando esta termina, se toma unos instantes pensando cómo responder. 

- Imagino que tiene que ver con lo que nos contaste en el círculo de la verdad.

Nessa recordó a une desencajade Jen contándoles cómo de niño había huido de su hogar por petición de sus padres y que estos habían muerto poco después.

- Todo este tiempo creía que te pasaba algo con Julian y veo que no podía estar más equivocada. Perdóname... - pone la mano sobre la de su amigue, un poco como disculpa, un poco para animarle - Por supuesto, estaremos ahí para escucharte cuando te sientas preparade. Y me encantará escuchar esa historia, hace mucho que no nos cuentas una, ¿eh? ¿Tendrá fuego y efectos de luz también? - añade, sonriendo.

La chica se queda luego callada, y coge un palito del suelo que lanza al fuego para verlo consumirse poco a poco.

- No me siento una heroína, Jen. Más bien lo contrario. Siento que avanzamos hacia un destino incierto y no creo estar preparada para ello. Y... esto.... 

En este punto Nessa se queda callada , mira de reojo al lugar donde duerme Vraak y niega con la cabeza.

"Estoy imaginando cosas..." - piensa para sí misma.

Le barde abraza fuertemente a su amiga -Gracias. Cuando sepa como expresarlo sereis los primeros en saberlo. Y os contaré la rima! Tengo que acordarme de todo, y a lo mejor no tiene tanta gracia traducida al común. Pero por supuesto con todos los efectos que querais ver. -

Al escuchar la segunda parte del testimonio de la cazadora, Jen recupera la sonrisilla picara que le caracteriza -Oooooooooh a ver querida.- Con prestidigitacion hace aparecer un tercer ojo en su frente -Dejame que te diga *dos* cosas! La primera es que eres una amazona de los bosques, vale? Clarito? Y la segundaaaaa~ Quizá necesites liberar un poquito de ese estrés? -Menea las cejas (la del tercer ojo tambien, haciendo la mueca cómica y un poco macabra) -No te digo que lo empotres contra un arbol *aunquenocreoqueleimporte*- añade entre dientes.- Pero quiza podriais... Oh! Salir de caza! Que hay mas dinámico y emocionante que una carrera por la misma presa? Se pueden pasar buenos ratos sin necesidad de... *Eso*, sabes? Y si una cosa lleva a la otra.... Bueno! Mejor!-

A medida que va escuchando a Jen, Nessa se va poniendo de todos los colores posibles y diciendo cosas como "Ay, dioses..." o "Shhh, que te van a oír".

Cuando le barde termina, dice:

- ¡Pero pero...si ni siquiera sé si está pasando algo realmente! O sea, me da la impresión de que está como "pendiente de mí", pero no sé si hay algo más. ¿No? No sé. Ay dioses, qué mal, me estoy liando. ¿Para qué digo nada? - dice enterrando la cara en las manos.

Les amigues continúan hablando en susurros hasta que llega la hora de la siguiente guardia.

La noche pasa sin mayor incidente que un pequeño zorro que se queda mirando al grupo durante unos instantes y luego desaparece en la maleza. 

La mañana siguiente amanece fresca, pero según van avanzando la temperatura cae considerablemente. Nessa se extraña, ya que, aunque aún quedan días fríos por delante, esa temperatura no se corresponde ni con la época del año ni con el lugar en el que están. Cuando paran para comer tanto el suelo como las ramas de los árboles que cubren por completo el camino a varios metros de altura están cubiertos de escarcha. 

Extrañados, comen en silencio, aunque Julian, que ha estado prácticamente toda la mañana mirando la savia que cogieron de las extrañas ramas, les asegura que es tan sana y revitalizante como la mejor miel que pudieran encontrar, y que él piensa que es completamente seguro tomarla. 

Cuando la noche comienza a caer el vaho que sale de las bocas de los aventureros y de los ollares de los caballos es innegable. Nessa detiene el grupo ante un repentino claro en las ramas. Los expertos ojos de la ranger ven claramente como algo ha caído del cielo y ha ido rompiendo las ramas de varios árboles. Sea lo que sea ha caído a varios metros hacia su derecha. Los troncos de los árboles y una pequeña colina les impiden ver qué puede haber causado tales daños. 

Durante la parada para comer, Nessa escucha interesada lo que comenta Julian acerca de la savia:

- ¿En serio? Cada vez me resulta más tentador lo de untarla en pan. Desde luego estará más rico que estas raciones de carne seca. Pero ... me sigue intrigando lo que ha podido provocar crecimiento desmesurado de esas enredaderas. No me parece normal, como tampoco me lo parece esta temperatura.

Se queda callada un momento - que aprovecha para calentarse los dedos con el aliento - y después añade:

- Ya sabíamos que con Zalphiros y Aldalantanustë por los alrededores las cosas podían no ir demasiado bien, pero esto me parece fuera de lo normal incluso para lo que conocemos de ellos. ¿No os parece?

Durante el camino, a ratos, la exploradora tiene que pararse a frotarse un poco los brazos para entrar en calor. Todos llevan ropa cómoda para un cierto grado de frío, pero no para estas temperaturas. Esto le da muy pero que muy mala espina. Pero estos pensamientos se ven interrumpidos cuando ve el "objeto" caer del cielo. 

 Investigando un poco entre unas ramas rotas y caídas cerca del camino encuentra una pluma grande y gris con vetas negras. La  examina con atención, pero no sabría decir si ya estaba en este lugar, si era de un pájaro que estuviera en los árboles ... o si pertenecía a lo que ha caído del cielo. La muestra a los compañeros, luego se la guarda con cuidado y comenta:

- Creo que deberíamos acercarnos a investigar, al menos un par o tres de nosotros, en silencio. ¿Quién viene conmigo?

Rolthos niega con al cabeza. - Yo no soy muy sigiloso, me temo... Ten cuidado cuando vayas había allí. - Dice y se prepara para un encuentro, bajndose de la montura y encarándose hacia el claro que indica la Ranger.

Nessa asiente y mira a Vraak y a Jen:

- ¿Y vosotros?

Jen levanta inmediatamente la mano -yo voy!- los ojos le hacen chiribitas. Va trotando hasta donde está la cazadora, y con una floritura de mano se atusa el flequillo -uaaah que tal mi camuflaje?- Pregunta, visiblemente de mejor humor que el dia anterior. Aunque se le sigue distinguiendo por sus mallas moradas y su chaleco con bordados de hojas, el resto de su piel y su tono de pelo se vuelven de la misma gama de colores que los alrededores. De su cinto saca unos abanicos, que despliega y usando prestidigitacion da un poquito de aire caliente a Nessa. -Toma, para que no se te hagan un cubito de hielo las manos y si lo que ha caido es un animal grande, quiza podamos tener una buena cena esta noche!-

- Qué gusto - dice Nessa, agradeciendo el calorcito - Ojalá pudiera tener semejante fuente de calor *todo* el rato.

Cuando Jen adopta su aspecto de camuflaje, sonríe y dice:

- Ya quisieran todos los exploradores de Oerth poder hacer lo que tú de forma tan natural, amigue míe.

- No es mal truco no - dice Vraak - Después de vosotres- les indica. 

No les lleva más de un par de minutos coronar la pequeña elevación en forma de colina. Allí, pueden ver que la tierra y las hojas han sido arrastradas por la caída de un gran cuerpo. En el suelo pueden ver un grifo inmóvil, una de sus alas torcida en un ángulo insano. La bestia aún parece respirar, aunque de manera muy débil. Lleva una silla de montar que lo identifica como uno de los grifos de Greyhawk, pero no hay rastro del jinete. 

Desde su punto de observación Nessa contiene un jadeo sobrecogido. Ver a una criatura sufriendo de dolor no era plato de buen gusto en ninguna situación, pero que además se tratara de uno de los aliados que Greyhawk había enviado en auxilio de Celene era aún peor. Intercambió una mirada silenciosa con sus Jen y Vraak, antes de observar de nuevo la zona de impacto para asegurar que podían acercarse sin atraer miradas no deseadas.

Tras sopesar un momento, dijo:

- Aunque esté malherido sigue siendo una criatura extremadamente fuerte, así que tenemos que ser cuidadosos. Si no le sobresaltamos no debería haber mayor problema ... -  y añade, mirando hacia a le barde - Jen, tus curas son muy potentes y además puedes hacerlo a distancia. Creo que eres le más indicade para curarle.

Dejando a Rayo con Julian, Rolthos siguió a los exploradores desde la distancia, sin perderles de vista. Agradeció las botas mientras se movía con cuidado. Al fin los vio parados y hablar entre sí, sin mostrar signos de inminente peligro.

Los ojos de le barde se han vuelto literalmente dos corazones, y su flequillo ahora es de color rosa, mandando casi al diablo el resto de su aspecto de "camuflaje".

-Ay corazón por supuesto que le curo, lo que haga falta, pobre criatura!- Exclama llevandose la mano al pecho. -Si me acerco podré tener mas eficacia.- Sale, decidide, de los arboles y se dirige hacia el grifo.

A pocos metros de distancia aminora el paso, dándose cuenta de que el animal es *mas" grande de lo que habia pensado, y mirando sus afiladas garras, traga saliva. 

A lo mejor esto no ha sido tan buena idea.

Con intermitentes pasos, llega cerca del grifo y estiiiiiiiiira la mano para tocarlo...Lento....Despacio... Yyyyyy tocado!

El animal jadea, haciendo que le barde pegue un brinco y salga corriendo a esconderse detras de unos arbustos y se vuelva invisible solo por el susto.

Vraak se frota la cara, desesperado, preguntandose si todo esto no es mas que una absurda comedia.

Nessa, seria, sigue atentamente los pasos de Jen. Pero cuando éste sale corriendo y se esconde asustade, suelta una risa entre dientes.

- Este chique.... me encanta.

Por el rabillo ve que Vraak se está frotando la cara claramente frustrado. Se gira hacia él dice:

-  No te frustres, anda - dice, sonriéndole.

Y vuelve a fijar la mirada en el grifo, esperando su reacción:

- Vamos a ver cómo reacciona, y si nos podemos acercar para buscar algún rastro del jinete...

Mientras tanto...

Julian está sujetando las riendas de su caballo y dandole una manzana al de le barde, preguntándose si esto es realmente la vida del aventurero. Mira de reojo al miembro restante del grupo, Cruços Valossa, que está apoyado en el tronco de un arbol cercano y da un pequeño respingo al darse cuenta de que el otro le mira de vuelta.

-Oh.- El médico baja la mirada un poco cohibido.

-Hum...- Responde Valossa, cruzándose de brazos. Parece meditar algo profundamente.

-Pues... -Comienza Julian, y al momento se abofetea mentalmente. -...Pues parece que se ha quedado buen dia.- Se afobetea de vuelta.

Cruços mira hacia el cielo, y luego se encoge de hombros con indiferencia. -Si algo he aprendido en mis tiempos a la intemperie, es que no hay que fiarse del cielo despejado.- Y parece dar por zanjada la conversación.

El silencio que sigue a la misma es cuanto menos incómodo. Julian pasa el peso de un pie a otro, intentando no hacer contacto visual con el cazador, pero se le ve visiblemente nervioso. Si hubiera estado mirando, hubiera visto a Cruços sonreirse.

-Osea que tú y le barde.- Sentencia Cruços, haciendo que el médico vuelva la cabeza hacia él. 

-Uh?...Si-Ah. Si.- Esta vez es Julian quien se encoge de hombros, pero no con indiferencia si no como si eso fuera a protegerle de algo.

-Hum.- Medita el cazador. Julian levanta una ceja.

-¿Qué?-

-Nada.-

-¿Qué ocurre?- Ahora si que está intrigado. Durante el tiempo que estuvieron en la ciudad Jen pudo ponerle al día de todo lo que había pasado en su primera aventura, en la ciudadela derruida, y la gruta donde encontraron el arbol de Gulthias. Incluido el momento del círculo de verdad.

-Solo hacía unos cálculos.- Cruços vuelve a sonreirse.

-Uhm... Vale?? Cálculos de qué?- No entiende el por qué de esas preguntas. Pero acostumbrado al tren de pensamiento de Jen supone que tendrán algún sentido. Quizá era algo relacionado con la distancia que les quedaba por recorrer, el paso que tenian que seguir para que los caballos no cayeran exhaustos, el tiempo que quedaba hasta el anochecer...

No recibe respuesta alguna, asi que decide volver a lo suyo. Checkea por tercera o cuarta vez que lleva todos los ingredientes en su kit de herbalismo, y saca un cuaderno de notas. Quizá haya alguna planta aquí con efectos curativos y pueda mezcl...

-Cual es tu color favorito?-

-Uh? Ahm...El azul. Por qué?- Julian cada vez está mas extrañado. 

-Me preguntaba cual de los dos se dio contra el suelo de la habitación que hay sobre la mia, hace unos cuantos dias.- Responde Cruços, y esto si que hace que el médico se ponga tan rojo como las manzanas que guardan en las alforjas de los caballos.

-Eh?! Eso...Pero.. QUÉ!?!- Pero inconscientemente se lleva la mano a la cabeza y se frota nerviosamente. "Por Dios volver pronto!" Suplica en su mente.

El grifo se agita débilmente ante la curación de le barde. No hace gesto agresivo, ni de ningún otro tipo ante el roce de Jen y su energía curativa. Jen mira extrañade, Vraak y Nessa intercambian una mirada preocupada. Es como si el hechizo no hubiera surtido efecto. 

Nessa se arriesga a bajar un poco más cerca, por el otro lado al que está Jen, que prudentemente se ha quedado a la espalda del grifo, seguida por Vraak que no hace ademán de coger su hacha. 

Nessa ahoga un grito cuando ve el asta de una gran flecha sobresalir del pecho de la hermosa criatura. Es un asta de flecha grande, no tanto como un virote de balista, pero definitivamente de un arco más grande que el suyo. Además la flecha parece poseer algún tipo de energía azulada que pulsa débilmente. El animal gime de dolor, exhausto y al borde de sus fuerzas. 

 Antes de bajar, Nessa - que le ha oído acercarse - gesticula hacia Rolthos para que se acerque y baje con ellos a examinar al grifo.

Contempla con horror la enorme flecha, comentando:

- El arco que ha disparado *eso* debe ser enorme, o su dueño extremadamente hábil. ¿Tenemos manera de eliminar la magia que cubre la flecha? Si la tocamos para intentar sacarla sin hacerlo, puede que nos haga daño a nosotros ... y a él.

Se acerca un poco más para ver si puede distinguir algún detalle que le permita identificar la flecha, así como la magia de la que está imbuida. También repasa mentalmente arcos u otros artefactos que conozca y que puedan encajar con este disparo.