Antes de que el resto de sus compañeros guardaran los objetos rescatados por Nock, Adriana posó una profunda mirada sobre ellos, concentrándose durante unos segundos, escaneándolos con intensidad para revelar si contenían o no magia. Desgraciadamente, no disponía del hechizo para analizar con seguridad sus propiedades, así que por el momento se conformó con aquella información y guardó el extraño cetro tentacular entre sus ropajes, asintiendo con la cabeza a su compañero córvido.
Detect magic a los objetos.
Comenzó la ardua tarea de recorrer de nuevo los pantanos fangosos. El repugnante olor a lodo pútrido se alzaba como una niebla densa que atravesar. Afortunadamente, los insectos seguían ignorando a la alta elfa, lo que le ayudó a sobrellevar la marcha, dejándose guiar por el camino que Mablung y Nock abrían adelantados al resto.
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
[Antes de salir de expedicion, cuando Adriana muestra interés por los objetos]
Apreciando el natural y sensato interés de Adriana sobre los objetos, Nock añadió una explicación:
—Yo puedo identificarlos, pero solo tengo una perla, y se gasta... De momento prefiero reservarla para más adelante, puede ser necesario usarla para identificar algo en el futuro. Estos objetos del Heraldo es muy posible que sean malvados o malditos; es mejor no encariñarse con ellos.
Nock susurró a Mablung:
—Los huevos son definitivamente de lagarto, y esas criaturas que van a atacar son conocidas como Bullybugs. Siempre he odiado a los "bullies"... —dijo, preparando su ballesta.
El cansancio parecía hacer mella en el elfo, aquel pantano estaba suponiendo una dura prueba para Mablung, el cansancio se reflejaba en su rostro cuando se encontraron con las dos comitivas, tras unos instantes para tomar resuello y analizar la situación se dispuso a hablar pero Nock, claramente mas fresco se le adelantó.
- Coincido, esperemos justo a cuando inicien su ataque para sorprenderles-. contesto en voz baja mientras preparaba su arco.
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Nock asintió, su rostro reflejando preocupación. "Pero no podemos dejar que los embosquen..." dijo, su voz firme pero baja.
Trazó una runa en el aire, haciendo que sus reflejos se agudizaran Guidance. En ese momento, con la habilidad de un audaz kenku experimentado, comenzó a moverse sigilosamente por el pantano. Cada paso era meticuloso, y sus movimientos calculados para no hacer el más mínimo ruido. La humedad y el barro del terreno no facilitaban su avance, pero Nock no se amedrentó. A medida que se acercaba a los hombres lagarto, sus sentidos estaban en alerta máxima. stealth: 19
Cuando estuvo lo suficientemente cerca, lanzó un mensaje solo audible para el hombre lagarto Message: "Soy Nock el kenku, vuestro aliado. Os emboscan Bullywugs."
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Avanzar por el Pantano de Hool, bajo el peso de los pertrechos y la armadura era agotador. Leobald se había impregnado de barro las parte de piel expuestas como remedio casero contra los insidiosos insectos. Tenía aspecto sombrío, decrépito y serio, con su enorme escudo alagrimado colgado del hombro. A cada paso, su cuerpo se negaba a avanzar y solo su fuerza de voluntad tiraba de sus botas.
El menos el sol comenzaba a retirarse y los mosquitos zumbaban mas intensamente a su alrededor. Hacía ya largo rato que no sabían nada de Nock ni Mablung, esperaba que todo fuera bien, aunque sabía que, sin haber truncado los planes de Vaalastroth ni tener idea de la ubicación del resto de durmientes, las cosas no podían sino empeorar.
El caballero miró a su compañeros de reojo. Ariadana avanzaba libre de insectos, como si se reconocieran en el mal larvario que la infectaba. Godric volvía a ser el de siempre, susurrando a sus demonios cuando creía que nadie le veía. Khalion era el único que caminaba por el terreno como por arte de magia, ¿tendría algo que ver con aquello malvado que había anidado en él? Todo en aquella región olvidada parecía maldito, ellos no lo iban a estar menos.
CON dif 14: 8
La primera tirada era un 8. Al cacharro este se le va la castaña cada vez que editas el texto.
La figura sombría que era Nock, se desplazó con extremo sigilo hasta el punto más cercano posible, posicionándose en el punto perfecto más estratégico que su brillante mente de kenku hilaba casi con total naturalidad. Tras lanzar su hechizo, éste pareció tener efecto al menos parcialmente. Uno de los hombres lagartos, de los más jóvenes y ágiles , giró la cabeza de repente, buscando la fuente de ese misterioso sonido que le revelaba el inminente peligro. Lamentablemente, el escamado guerrero no parecía entender el contenido del mensaje, que era completamente indescifrable para él. Aún así, se agitó lo suficiente como para buscar algo en sus inmediaciones, siendo capaz de percibir a los enemigos que prácticamente tenía encima. Con un siseante grito de alarma, alzó su voz, alertando a sus compañeros de la emboscada, aunque quizás, era ya demasiado tarde, y esto precipitó el asalto de los seres tortuga sobre ellos, que con alaridos guturales cargaron con total crueldad sobre sus objetivos.
Los primeros segundos de la contienda corrieron fugaces, y los defensores apenas tuvieron tiempo a formar un perímetro protector sobre el palanquín. Mientras intentaban montar una formación útil, y el hombre lagarto de enorme cresta y abalorios místicos saltaba para encaramarse a la plataforma donde reposaban los huevos, varios Bullybugs consiguieron hacerse con alguno de estos ovales tesoros e intentaban huir a la densa vegetación de nuevo, mientras sus aliados cerraban filas tras de ellos.
Como colosos entre los suyos, las dos moles que formaban parte del repertorio lagarto, cargaron con una ciega ira en sus rojizos ojos, intentando abrir el frente y dar paso a sus compañeros. Pero eran demasiadas criaturas con caparazón, y éstas atacaban desde todos los frentes, lo que hacía muy difícil cubrirlo todo por parte de las víctimas de la emboscada.
Si Mablung y Nock quieren intervenir, pueden tirar iniciativa y se abrirá un hilo privado para el combate con ellos dos.
[En el agotador sendero a ningún lugar]
El avance se hacía lento, y daba la impresión de que los dos exploradores del grupo tardaban más de la cuenta el volver. Aunque el tiempo parecía un poco raro en aquel lugar sumido en las sombras del crepúsculo y la cambiante vegetación y humedales que les rodeaban. El camino era seguro al menos, de eso se había asegurado el avispado córvido, que de algún modo se sentía muy cómodo y en las zonas costeras, independientemente de si éstas estaban cubiertas de cenagales.
Todos parecían estar perdidos en sus propios pensamientos, mientras las primeras luciérnagas comenzaron a iluminar el retorcido sendero, revoloteando sobre sus cabezas formando un falso manto de diminutas estrellas, inquietas y parpadeantes. Era algo hermoso de vislumbrar, una pequeña hebra de luz en una madeja de podedumbre. Quizás con ayuda de estos insectos, ante los inherentemente mágicos ojos de Adriana, una figura traslúcida, compuesta de un halo iridiscente comenzó a formarse varios metros frente a ella, justo situada contra unos retorcidos zarzales de los que brotaban alguna tóxica baya como tumefacto fruto.
Al principio era difícil de darle forma, materializándose como una extraña bruma fantasmal de un color celeste, similar a los ojos de Khalion. Pero con el paso de los minutos, comenzó a tomar forma, como de algo humanoide de baja estatura, no más de un metro y veinte centímetros de altura. Con dificultad, un rostro comenzó a materializarse, mientras la bruma parecía condensarse afilando los rasgos de aquella extraña y ajena aparición...
Adriana, ve exactamente lo que he descrito, y cree que si espera más tiempo, podrá ver su forma completa y real. El resto sólo ve una bruma azul muy difusa que emite un cierto fulgor cobalto... y que no parece muy natural.
Leobald se adelantó rápidamente para interponerse entre la extraña bruma y Adriana. Un paso por delante de su compañera, embrazó el escudo y lo interpuso como una barrera.
—Atrás Ariadna —jadeó por los pasos apresurados en medio del lodazal.
Con cautela, observaba la bruma con los ojos entrecerrados por encima del borde del escudo.
Divine Sense: The presence of strong evil registers on your senses like a noxious odor, and powerful good rings like heavenly music in your ears. As an action, you can open your awareness to detect such forces...
- Sigamos a los que se escapan con huevos- dijo Mablung mientras se lanzaba en persecución de los ladrones con su arco listo por si alguna de las tortugas se ponía a tiro.
Godric se colocó al lado de Leobald protegiendo a Adriana y con un susurro activó el arma mágica que iluminó parcialmente su figura con un resplandor dorado, similar al de los últimos rayos del sol poniente.
-¡Esperad! - exclamó, acercándose a Godric y Leobald, reteniéndoles simbólicamente posando sus manos en sus hombros - necesito algo de tiempo… su figura se está formando… ¿lo podéis ver?- Adriana dio unos pasos hacia la extraña figura, entrecerrando los ojos y concentrándose en su silueta - ¿quién eres? ¿podemos ayudarte? No te haremos daño - susurró con preocupación y curiosidad, esperando que los rasgos se hicieran cada vez más nítidos.
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Adriana se saltó el cordón de seguridad establecido por sus compañeros acercándose a la bruma espectral cobalto que les esperaba, una vez cerca de ella, ésta comenzó a parpadear, cambiando de forma de manera caótica, pero aparentemente sin generar ninguna amenaza. Mientras, una dolorida voz pareció quejarse apesadumbradamente cuando el arma de Godric comenzó a refulgir con su halo dorado... y un aleteo veloz se alejó de la fuente sagrada que se acababa de activar.
- Noooo, ese arma no nos hace bien, ... duele ... debes abandonarla Godric... ya te lo dije...
No llevaría la alta elfa más de un minuto observando en silencio la amorfa visión neblinosa cuando ésta emitió un gemido de dolor y se tuvo que llevar la mano a los oídos repentinamente, protegiéndolos de algo, sendos regueros de sangre comenzaron a fluir lánguidamente de sus puntiagudas orejas, recorriendo sus pálidas mejillas hasta manchar su ya de por sí arruinadas vestimentas...
Cuando esto ocurrió, la forma sobrenatural había desaparecido completamente a los ojos de los demás.
Leobald suspiró ante la imprudencia de Ariada, pero fue demasiado lento, demasiado que asimilar. No perdió de vista al imp en su retirada, como si pudiera atravesarle con la mirada, más allá del velo de mentiras que le ocultaba.
—Era un no muerto —añadió cansadamente, en referencia a la extraña nube cobalto que había atacado a la elfa—. Un espíritu malvado y peligroso, aunque no es ni de lejos lo más nefando a nuestro alrededor. Os ruego cautela en adelante, Adriana.
Mientras hablaba con sus compañeros, no les miraba. Ni siquiera miraba al retorcido y pérfido imp tratar de esconderse inútilmente. No, su mirada parecía tratar de enfocar algo un poco por detrás del grupo. Entrecerró los ojos.
Adriana cayó de rodillas al suelo. Aún con las manos tapando sus oídos, de sus ojos cerrados fuertemente comenzaron a brotar también sendos regueros de sangre que surcaron sus mejillas blancas como la cal. El rojo denso y oscuro contrastaba con su piel pálida y su cabello rojo fuego. Pasó una de sus manos temblorosas por el rostro, intentando limpiarse, pero no consiguió más que extender la sangre creando una especie de máscara, un maquillaje perturbador que dotaba a la hechicera de un siniestro aura.
Dejó de temblar y de gemir de dolor. Abrió los ojos y se levantó dirigiéndose a sus compañero:
- ¿La habéis visto, la habéis escuchado?- tras las palabras de Leobald, , Adriana clavó su mirada en él - Era una niña- afirmó - era…- dudó un instante. Desvió su mirada hacia Khalion, se acercó a él y le agarró de las manos, apretándolas con urgencia - Khalion, debes contarnos qué pasó en ese monasterio. Estamos en peligro, ella me ha dicho que el Primero de Siete viene a por nosotros, que está muy enfadado y que tú le trajiste hasta aquí. El Primero de Siete… hace referencia al grupo de los capas grises, de los caídos, el grupo que nos ayudó a Mablung y a mí a escapar de la cárcel, al que pertenece Elías. Son siete miembros y uno de ellos no se redimió, abrazó la oscuridad y no se supo más de él desde hace años… ¿será él el primero de siete? - arrugó la frente y volvió a dirigirse al aasimar - ¿Qué sabes de todo esto, Khalion? ¿qué pasó en ese monasterio? ¿A quién has atraído? - la alta elfa hablaba rápidamente, esperando respuestas. Enmudeció y miró a sus alrededor. Los extremos de sus puntiagudas orejas se movieron sutilmente, como radares intentando captar algún sonido lejano - Aquí no estamos a salvo- susurró.
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
MIentras Khalion responde, sólo añado una nota de color a la escena...
La temperatura de la zona pareció descender bastante grados, hasta el punto de que algunos de los miembros comenzaron a exhalar vaho como si estuvieran en una fría noche de invierno... en un pantano, ... todo se volvió muy silencioso repentinamente, ni insectos, ni aves, ni reptiles... pugnaban ahora por ver quien emitía el sonido más molesto.
SHort rest, que en la ficha no me tiró los dados ni me lo sumó. 22
Khalion del Oeste salió bastante maltrecho de las ruinas de la catedral. Guardó su máscara en la mochila, quebrada como muchos de sus compañeros, entre punzantes dolores de sus huesos rotos y heridas abiertas. Sus ojos todo intenso azul, sin iris ni pupila, casi parecían brillar entre la maraña de pelo plateado al viento libre de ataduras y capuchas. Sus facciones de perfecta simetría y dimensión dejaban intuir su origen mas allá del mundo corrupto de los mortales.
Mientras el resto de agentes examinaba los objetos encontrados y se despedían de explorador y del inocente goblin, camino de un castigo inmerecido, el aasimar vendó y trató sus heridas en vistas a los nuevos desafíos que habrían de afrontrar. Deshizo el nudo de la banda dorada de agente de la corona atada a su brazo para atarla en el del Gorfeo. -Esto no te dará inmunidad pero puede salvar tu vida.- Mas tensa fue la despedida del celestial.. desafiante, de buenas maneras le hubiera gustado enviarlo de vuelta al cielo por la vía rápida. Digno rival para un fatal duelo pero que se esfumó sin dar aquella satisfacción al cazarecompensas. Bien podría haberse ahorrado sus consejos y pelear.
Durante el camino ocupó posiciones de retaguardia. Usar la armadura de escamas y motivos marineros le hacían renunciar al sigilo y la discreción muy valoradas entre gente de su oficio, pero pocas veces usada por Khalion por escasa honorabilidad. Apenas habló, pero porque nadie le preguntó. Al fin llegaron al punto donde se concentró aquella neblina cobalto y las revelaciones de la elfa.
-Mas allá de Burle existe un anciano monasterio, pretérito a sus actuales inquilinos y que me recuerda al del soñador que acabamos de sellar- dijo mientras liberandose de las manos de la elfa para poder acceder a sus aceros, desenvainandolos ante el anuncia de la pronta amenaza por llegar- donde Chak, antigua Sombra, escondía su mas inconfesable secreto.. Salvador, su disminuido hermano, mas limitado aún que un humano cotidiano. Su existencia fue revelada por el grimoso cerebro de las profundidades. Desafortunado descubrimiento que condenó al preciado gemelo, pues portaba la arcana moneda. Allí lo mantenían encerrado por sus limitaciones y aunque trataban de manipularme para llevarmelo yo ya era consciente de condena y muerte sobre su cabeza.
Hizo una pausa estirando hombros y espalda esperando la inmidiatez del combate. Había visto desaparecer al antiguo guardia del círculo druídico y sabían de una extraña red que les permitía el transporte en lo que dura un parpadeo. Con ambos aceros reflejando los últimos rayos del día, continuó.
-Lamento terriblemente no haber cumplido tus espectativas, caballero, pero no soy el asesino que deseas ajusticiar. Motivos sobraban y ocultar paradero y estado del gemelo apremiaban. Kreg llevaría al desgraciado bajo la protección de los seres rata a salvo bajo tierra tras hacer desaparecer la moneda en algún mausoleo de antigua piedra. De los siete solo conozco lo ya dicho y del díscolo menos aún.. si trabaja para deidad tentacular y quiere darle igual final que Adklo o se trata del propio Chack. Es el momento de prepararse.
Khalion no notó nada, pero pudo apreciar el vaho en sus compañeros y ausencia de señales de vida, entrando automaticamente en guardia.
Godric prestó más atención a la advertencia de Leobald que a las quejas de su pequeño, insólito e infernal acompañante. El gesto de ir a ayudar a Adriana se quedó en mero ademán cuando la elfa fue en pos de Khalion.
Cuando el antiguo cazarrecompensas dejó de hablar el joven sacerdote sintió un incipiente dolor de cabeza.
- O sea... - intentó aclararse - que en lugar de acabar con él como dijiste ahora está bajo la protección de los hombre-rata bajo la ciudad... ¿cuantas mentiras y dobles jugadas te guardas para ti Khalion? ¿Tanto te cuesta ser sincero con nosotros? -El monje parecía hastiado - ¿y ahora viene o bien Chak porque cree que mataste a su hermano? ¿o alguien o algo peor? -Suspiró y agarró su símbolo sagrado - No temáis, pues la luz de Lathander está con vosotros -
Godric lanza un Aid. Adriana, Leobald y Khalion tienen su máximo de HP aumentado en 5 durante 8 horas y ganan/recuperan 5 HP
Aunque seguía disfrutando el silencio como siempre, el Khalion desenmascarado era mas cercano y de charla pausada que bajo máscara. Sus ojos todo azul pasaban de uno a otro atento a sus reacciones.
-Godric..-dijo dirijiendose al clerigo de mente quebrada- desonfío de nuestra casa-refugio y no debía revelar todo.. En defensa diré que mis palabras fueron "me he ocupado de él y he hecho lo que era necesario" y vuestros prejucios hacia conmigo completaron la escena. En mi ya cuento perdida de un gemelo al que prometí proteger y primordial era entonces la seguridad del disminuido muchacho. Chak deberá comprender lo que aquí está en juego con los pares de hermanos, que lo estoy protegiendo después de mi descuido, y solo nosotros podemos llevarles a reunión.-Miró entonces con ternura hacia la elfa.- ¿Cual es el origen de tu visión? ¿Por qué nos avisa y que papel intersado juega esa presencia?
Godric se concentra en vigilar las nebulosas nieblas que les rodean pero masculla entre dientes
- Claro... no paras de hablar de cortar la cabeza a la gente y cobrar recompensas de muertes y resulta que es culpa nuestra cuando asumimos que has matado a alguien cuando dices que has "hecho lo necesario..." ahora va a ser culpa nuestra también que no nos cuente nada y que se exprese como un maldito libro en Netheriliano antiguo... -
-Nunca de inocentes, joven humano.. -sin máscara se le podía ver sonreir- la tuya aún reposa sobre hombros.. aunque deberían mirarte cuanta gente hay encerrada dentro por si alguno..
Un leve aura azul, apenas perceptible, cubría al Aasimar al desenvainar a Alure a diestra y cimitarra a siniestra. EL frío que presagiaba prontas desgracias no le hacía mella ni reacción. Sus ojos todo azul parecían rezumar agitadas por la inmediatez del duelo por venir. Se acercó espalda con espalda al mas viejo de los humanos. -Lo que venga, si lo hace en soledad.. solo tendrá ojos para mi.. Imbuiré su cuerpo con energías que le dañarán si decide moverse, finta y estocada, y su obsesión le hará bajar su guardia sensible a vuestros ataques.. mientras me mantenga en pie.
Si se puede.. que parece que viene ya ya.. un ataque en ready.. y si me pegan, usaría un shield
El frío pareció acrecentarse, hasta hacerse prácticamente insoportable, como si centenares de cuchillas afiladas cercenaran constantemente la piel de todos los presentes, en una dolorosa tortura eterna. Hasta Khalion, indiferente a este tipo de contrariedades, sintió un leve escalofrío, justo precedido de unos pesados pasos, que repentinamente se hicieron escuchar, sin ningún intento de subterfugio, sin ademán de esconder su presencia, una siniestra figura se abrió paso entre la mortecina maleza hasta el claro donde tan aciagamente discutían parte de los fragmentos...
- Así me gusta... que no intentéis huir ... me ha costado encontraros, ... como si os hubiera tragado la misma funesta tierra que pisáis... por un tiempo, y ahora, aquí estamos...
El hombre que tenían delante, si es que era humano, emitía su malogrado discurso a través de un casco de metal negro, que cubría totalmente su rostro, salvo sus dos ojos, azules, sin pupilas... resplandecientes... incluso alguien diría que "gemelos" con los del cazarrecompensas perteneciente a los Agentes de Saltmarsh. Esa voz, no parecía de este mundo, sino más bien proveniente de alguna caverna helada perdida en algún lugar remoto mucho más allá del Norte conocido, donde sólo habitan las nieves perpetuas.
Acompañando a ese casco, una imponente armadura a juego de placas oscuras y adornos blasonados en un dorado gastado, terminaba de componer la enorme figura que tenían delante, probablemente de más de dos metros de altura, y sacando al menos una cabeza al más alto del grupo que allí se encontraba. Bajo la completa armadura, se podía adivinar una densa túnica completamente negra, ritualística quizás, más propia de sacerdotes que de guerreros, y tras él, una pesada capa de piel de oso negro completaba el atuendo.
Lo más grotesco, y lo que conseguía habitualmente generar horror y miedo ante sus enemigos, eran las cuatro cadenas que parecía estar unidas a su peto. Esos largos entramados de metal, discurrían cada uno por más de diez pies de longitud, y acababan en argollas atadas al cuello de cuatro humanos, o lo que quedaba de ellos. Esas figuras, esclavas de esa nefanda armadura, reptaban sin voluntad, sin protección, prácticamente desnudos, y con su mirada perdida por la locura. La piel ennegrecida, como su estuviera ya quemada por el frío, acompañaba a un gemido lastimoso crónico, perenne, que entonaban como un lamento coral... no demasiado alto, pero tampoco muy apagado.
La figura yacía plantada delante de ellos, con una gran espada a dos manos ya enarbolada en su mano diestra... con la hoja cubierta de runas arcanas que parecían iluminarse con el mismo tono azul que sus ojos... regocijándose en el sufrimiento de las cuatro víctimas atadas a él.
Con su mano siniestra, extrajo algo que llevaba colgado parcialmente oculto a su espaldas, y lo arrojo al suelo delante de todos los Agentes... Éste objetó rodó un corto espacio de terreno hasta acabar mostrando lo que parecía ser una cabeza cercenada... con sus ojos arrancados... y un rostro totalmente distorsionado en un gesto pétreo de terror. Aún así era reconocible. Sin duda era la cabeza de Chak.
- Hace tiempo me robaron algo que me pertenecía... pero cual azaroso es el destino ... que encontré al perseguirlo algo mejor ... TÚ.
La mano izquierda, ahora libre, señaló a Khalion.
- No eres digno de portar su Esencia, ... Él ya me ha dicho lo que debo de hacer ... y sí, te lo arrancaré de dentro con mis propias manos para que sea otra parte más de mí... más cerca de estar completo, aquello que fue fragmentado... Sólo puede quedar uno. Espero que entendáis, que soy mucho más poderoso que todos vosotros juntos... y que soy un enemigo que no podéis vencer...
Con una exagerada carcajada de triunfo, Uno de Siete, alzó su mandoble, impertérrito, esperando el primer ataque.
Antes de que el resto de sus compañeros guardaran los objetos rescatados por Nock, Adriana posó una profunda mirada sobre ellos, concentrándose durante unos segundos, escaneándolos con intensidad para revelar si contenían o no magia. Desgraciadamente, no disponía del hechizo para analizar con seguridad sus propiedades, así que por el momento se conformó con aquella información y guardó el extraño cetro tentacular entre sus ropajes, asintiendo con la cabeza a su compañero córvido.
Detect magic a los objetos.
Comenzó la ardua tarea de recorrer de nuevo los pantanos fangosos. El repugnante olor a lodo pútrido se alzaba como una niebla densa que atravesar. Afortunadamente, los insectos seguían ignorando a la alta elfa, lo que le ayudó a sobrellevar la marcha, dejándose guiar por el camino que Mablung y Nock abrían adelantados al resto.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
[Antes de salir de expedicion, cuando Adriana muestra interés por los objetos]
Apreciando el natural y sensato interés de Adriana sobre los objetos, Nock añadió una explicación:
—Yo puedo identificarlos, pero solo tengo una perla, y se gasta... De momento prefiero reservarla para más adelante, puede ser necesario usarla para identificar algo en el futuro. Estos objetos del Heraldo es muy posible que sean malvados o malditos; es mejor no encariñarse con ellos.
Nock susurró a Mablung:
—Los huevos son definitivamente de lagarto, y esas criaturas que van a atacar son conocidas como Bullybugs. Siempre he odiado a los "bullies"... —dijo, preparando su ballesta.
Zevatur, Rolthos
El cansancio parecía hacer mella en el elfo, aquel pantano estaba suponiendo una dura prueba para Mablung, el cansancio se reflejaba en su rostro cuando se encontraron con las dos comitivas, tras unos instantes para tomar resuello y analizar la situación se dispuso a hablar pero Nock, claramente mas fresco se le adelantó.
- Coincido, esperemos justo a cuando inicien su ataque para sorprenderles-. contesto en voz baja mientras preparaba su arco.
Nock asintió, su rostro reflejando preocupación. "Pero no podemos dejar que los embosquen..." dijo, su voz firme pero baja.
Trazó una runa en el aire, haciendo que sus reflejos se agudizaran Guidance. En ese momento, con la habilidad de un audaz kenku experimentado, comenzó a moverse sigilosamente por el pantano. Cada paso era meticuloso, y sus movimientos calculados para no hacer el más mínimo ruido. La humedad y el barro del terreno no facilitaban su avance, pero Nock no se amedrentó. A medida que se acercaba a los hombres lagarto, sus sentidos estaban en alerta máxima. stealth: 19
Cuando estuvo lo suficientemente cerca, lanzó un mensaje solo audible para el hombre lagarto Message: "Soy Nock el kenku, vuestro aliado. Os emboscan Bullywugs."
Zevatur, Rolthos
Avanzar por el Pantano de Hool, bajo el peso de los pertrechos y la armadura era agotador. Leobald se había impregnado de barro las parte de piel expuestas como remedio casero contra los insidiosos insectos. Tenía aspecto sombrío, decrépito y serio, con su enorme escudo alagrimado colgado del hombro. A cada paso, su cuerpo se negaba a avanzar y solo su fuerza de voluntad tiraba de sus botas.
El menos el sol comenzaba a retirarse y los mosquitos zumbaban mas intensamente a su alrededor. Hacía ya largo rato que no sabían nada de Nock ni Mablung, esperaba que todo fuera bien, aunque sabía que, sin haber truncado los planes de Vaalastroth ni tener idea de la ubicación del resto de durmientes, las cosas no podían sino empeorar.
El caballero miró a su compañeros de reojo. Ariadana avanzaba libre de insectos, como si se reconocieran en el mal larvario que la infectaba. Godric volvía a ser el de siempre, susurrando a sus demonios cuando creía que nadie le veía. Khalion era el único que caminaba por el terreno como por arte de magia, ¿tendría algo que ver con aquello malvado que había anidado en él? Todo en aquella región olvidada parecía maldito, ellos no lo iban a estar menos.
CON dif 14: 8
La primera tirada era un 8. Al cacharro este se le va la castaña cada vez que editas el texto.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
[En el valle del hedor Eterno]
La figura sombría que era Nock, se desplazó con extremo sigilo hasta el punto más cercano posible, posicionándose en el punto perfecto más estratégico que su brillante mente de kenku hilaba casi con total naturalidad. Tras lanzar su hechizo, éste pareció tener efecto al menos parcialmente. Uno de los hombres lagartos, de los más jóvenes y ágiles , giró la cabeza de repente, buscando la fuente de ese misterioso sonido que le revelaba el inminente peligro. Lamentablemente, el escamado guerrero no parecía entender el contenido del mensaje, que era completamente indescifrable para él. Aún así, se agitó lo suficiente como para buscar algo en sus inmediaciones, siendo capaz de percibir a los enemigos que prácticamente tenía encima. Con un siseante grito de alarma, alzó su voz, alertando a sus compañeros de la emboscada, aunque quizás, era ya demasiado tarde, y esto precipitó el asalto de los seres tortuga sobre ellos, que con alaridos guturales cargaron con total crueldad sobre sus objetivos.
Los primeros segundos de la contienda corrieron fugaces, y los defensores apenas tuvieron tiempo a formar un perímetro protector sobre el palanquín. Mientras intentaban montar una formación útil, y el hombre lagarto de enorme cresta y abalorios místicos saltaba para encaramarse a la plataforma donde reposaban los huevos, varios Bullybugs consiguieron hacerse con alguno de estos ovales tesoros e intentaban huir a la densa vegetación de nuevo, mientras sus aliados cerraban filas tras de ellos.
Como colosos entre los suyos, las dos moles que formaban parte del repertorio lagarto, cargaron con una ciega ira en sus rojizos ojos, intentando abrir el frente y dar paso a sus compañeros. Pero eran demasiadas criaturas con caparazón, y éstas atacaban desde todos los frentes, lo que hacía muy difícil cubrirlo todo por parte de las víctimas de la emboscada.
Si Mablung y Nock quieren intervenir, pueden tirar iniciativa y se abrirá un hilo privado para el combate con ellos dos.
[En el agotador sendero a ningún lugar]
El avance se hacía lento, y daba la impresión de que los dos exploradores del grupo tardaban más de la cuenta el volver. Aunque el tiempo parecía un poco raro en aquel lugar sumido en las sombras del crepúsculo y la cambiante vegetación y humedales que les rodeaban. El camino era seguro al menos, de eso se había asegurado el avispado córvido, que de algún modo se sentía muy cómodo y en las zonas costeras, independientemente de si éstas estaban cubiertas de cenagales.
Todos parecían estar perdidos en sus propios pensamientos, mientras las primeras luciérnagas comenzaron a iluminar el retorcido sendero, revoloteando sobre sus cabezas formando un falso manto de diminutas estrellas, inquietas y parpadeantes. Era algo hermoso de vislumbrar, una pequeña hebra de luz en una madeja de podedumbre. Quizás con ayuda de estos insectos, ante los inherentemente mágicos ojos de Adriana, una figura traslúcida, compuesta de un halo iridiscente comenzó a formarse varios metros frente a ella, justo situada contra unos retorcidos zarzales de los que brotaban alguna tóxica baya como tumefacto fruto.
Al principio era difícil de darle forma, materializándose como una extraña bruma fantasmal de un color celeste, similar a los ojos de Khalion. Pero con el paso de los minutos, comenzó a tomar forma, como de algo humanoide de baja estatura, no más de un metro y veinte centímetros de altura. Con dificultad, un rostro comenzó a materializarse, mientras la bruma parecía condensarse afilando los rasgos de aquella extraña y ajena aparición...
Adriana, ve exactamente lo que he descrito, y cree que si espera más tiempo, podrá ver su forma completa y real. El resto sólo ve una bruma azul muy difusa que emite un cierto fulgor cobalto... y que no parece muy natural.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Leobald se adelantó rápidamente para interponerse entre la extraña bruma y Adriana. Un paso por delante de su compañera, embrazó el escudo y lo interpuso como una barrera.
—Atrás Ariadna —jadeó por los pasos apresurados en medio del lodazal.
Con cautela, observaba la bruma con los ojos entrecerrados por encima del borde del escudo.
Divine Sense: The presence of strong evil registers on your senses like a noxious odor, and powerful good rings like heavenly music in your ears. As an action, you can open your awareness to detect such forces...
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
- Sigamos a los que se escapan con huevos- dijo Mablung mientras se lanzaba en persecución de los ladrones con su arco listo por si alguna de las tortugas se ponía a tiro.
Godric se colocó al lado de Leobald protegiendo a Adriana y con un susurro activó el arma mágica que iluminó parcialmente su figura con un resplandor dorado, similar al de los últimos rayos del sol poniente.
PbP Character: A few ;)
-¡Esperad! - exclamó, acercándose a Godric y Leobald, reteniéndoles simbólicamente posando sus manos en sus hombros - necesito algo de tiempo… su figura se está formando… ¿lo podéis ver? - Adriana dio unos pasos hacia la extraña figura, entrecerrando los ojos y concentrándose en su silueta - ¿quién eres? ¿podemos ayudarte? No te haremos daño - susurró con preocupación y curiosidad, esperando que los rasgos se hicieran cada vez más nítidos.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Adriana se saltó el cordón de seguridad establecido por sus compañeros acercándose a la bruma espectral cobalto que les esperaba, una vez cerca de ella, ésta comenzó a parpadear, cambiando de forma de manera caótica, pero aparentemente sin generar ninguna amenaza. Mientras, una dolorida voz pareció quejarse apesadumbradamente cuando el arma de Godric comenzó a refulgir con su halo dorado... y un aleteo veloz se alejó de la fuente sagrada que se acababa de activar.
- Noooo, ese arma no nos hace bien, ... duele ... debes abandonarla Godric... ya te lo dije...
No llevaría la alta elfa más de un minuto observando en silencio la amorfa visión neblinosa cuando ésta emitió un gemido de dolor y se tuvo que llevar la mano a los oídos repentinamente, protegiéndolos de algo, sendos regueros de sangre comenzaron a fluir lánguidamente de sus puntiagudas orejas, recorriendo sus pálidas mejillas hasta manchar su ya de por sí arruinadas vestimentas...
Cuando esto ocurrió, la forma sobrenatural había desaparecido completamente a los ojos de los demás.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Leobald suspiró ante la imprudencia de Ariada, pero fue demasiado lento, demasiado que asimilar. No perdió de vista al imp en su retirada, como si pudiera atravesarle con la mirada, más allá del velo de mentiras que le ocultaba.
—Era un no muerto —añadió cansadamente, en referencia a la extraña nube cobalto que había atacado a la elfa—. Un espíritu malvado y peligroso, aunque no es ni de lejos lo más nefando a nuestro alrededor. Os ruego cautela en adelante, Adriana.
Mientras hablaba con sus compañeros, no les miraba. Ni siquiera miraba al retorcido y pérfido imp tratar de esconderse inútilmente. No, su mirada parecía tratar de enfocar algo un poco por detrás del grupo. Entrecerró los ojos.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Adriana cayó de rodillas al suelo. Aún con las manos tapando sus oídos, de sus ojos cerrados fuertemente comenzaron a brotar también sendos regueros de sangre que surcaron sus mejillas blancas como la cal. El rojo denso y oscuro contrastaba con su piel pálida y su cabello rojo fuego. Pasó una de sus manos temblorosas por el rostro, intentando limpiarse, pero no consiguió más que extender la sangre creando una especie de máscara, un maquillaje perturbador que dotaba a la hechicera de un siniestro aura.
Dejó de temblar y de gemir de dolor. Abrió los ojos y se levantó dirigiéndose a sus compañero:
- ¿La habéis visto, la habéis escuchado? - tras las palabras de Leobald, , Adriana clavó su mirada en él - Era una niña - afirmó - era… - dudó un instante. Desvió su mirada hacia Khalion, se acercó a él y le agarró de las manos, apretándolas con urgencia - Khalion, debes contarnos qué pasó en ese monasterio. Estamos en peligro, ella me ha dicho que el Primero de Siete viene a por nosotros, que está muy enfadado y que tú le trajiste hasta aquí. El Primero de Siete… hace referencia al grupo de los capas grises, de los caídos, el grupo que nos ayudó a Mablung y a mí a escapar de la cárcel, al que pertenece Elías. Son siete miembros y uno de ellos no se redimió, abrazó la oscuridad y no se supo más de él desde hace años… ¿será él el primero de siete? - arrugó la frente y volvió a dirigirse al aasimar - ¿Qué sabes de todo esto, Khalion? ¿qué pasó en ese monasterio? ¿A quién has atraído? - la alta elfa hablaba rápidamente, esperando respuestas. Enmudeció y miró a sus alrededor. Los extremos de sus puntiagudas orejas se movieron sutilmente, como radares intentando captar algún sonido lejano - Aquí no estamos a salvo - susurró.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
MIentras Khalion responde, sólo añado una nota de color a la escena...
La temperatura de la zona pareció descender bastante grados, hasta el punto de que algunos de los miembros comenzaron a exhalar vaho como si estuvieran en una fría noche de invierno... en un pantano, ... todo se volvió muy silencioso repentinamente, ni insectos, ni aves, ni reptiles... pugnaban ahora por ver quien emitía el sonido más molesto.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
SHort rest, que en la ficha no me tiró los dados ni me lo sumó. 22
Khalion del Oeste salió bastante maltrecho de las ruinas de la catedral. Guardó su máscara en la mochila, quebrada como muchos de sus compañeros, entre punzantes dolores de sus huesos rotos y heridas abiertas. Sus ojos todo intenso azul, sin iris ni pupila, casi parecían brillar entre la maraña de pelo plateado al viento libre de ataduras y capuchas. Sus facciones de perfecta simetría y dimensión dejaban intuir su origen mas allá del mundo corrupto de los mortales.
Mientras el resto de agentes examinaba los objetos encontrados y se despedían de explorador y del inocente goblin, camino de un castigo inmerecido, el aasimar vendó y trató sus heridas en vistas a los nuevos desafíos que habrían de afrontrar. Deshizo el nudo de la banda dorada de agente de la corona atada a su brazo para atarla en el del Gorfeo. -Esto no te dará inmunidad pero puede salvar tu vida.- Mas tensa fue la despedida del celestial.. desafiante, de buenas maneras le hubiera gustado enviarlo de vuelta al cielo por la vía rápida. Digno rival para un fatal duelo pero que se esfumó sin dar aquella satisfacción al cazarecompensas. Bien podría haberse ahorrado sus consejos y pelear.
Durante el camino ocupó posiciones de retaguardia. Usar la armadura de escamas y motivos marineros le hacían renunciar al sigilo y la discreción muy valoradas entre gente de su oficio, pero pocas veces usada por Khalion por escasa honorabilidad. Apenas habló, pero porque nadie le preguntó. Al fin llegaron al punto donde se concentró aquella neblina cobalto y las revelaciones de la elfa.
-Mas allá de Burle existe un anciano monasterio, pretérito a sus actuales inquilinos y que me recuerda al del soñador que acabamos de sellar- dijo mientras liberandose de las manos de la elfa para poder acceder a sus aceros, desenvainandolos ante el anuncia de la pronta amenaza por llegar- donde Chak, antigua Sombra, escondía su mas inconfesable secreto.. Salvador, su disminuido hermano, mas limitado aún que un humano cotidiano. Su existencia fue revelada por el grimoso cerebro de las profundidades. Desafortunado descubrimiento que condenó al preciado gemelo, pues portaba la arcana moneda. Allí lo mantenían encerrado por sus limitaciones y aunque trataban de manipularme para llevarmelo yo ya era consciente de condena y muerte sobre su cabeza.
Hizo una pausa estirando hombros y espalda esperando la inmidiatez del combate. Había visto desaparecer al antiguo guardia del círculo druídico y sabían de una extraña red que les permitía el transporte en lo que dura un parpadeo. Con ambos aceros reflejando los últimos rayos del día, continuó.
-Lamento terriblemente no haber cumplido tus espectativas, caballero, pero no soy el asesino que deseas ajusticiar. Motivos sobraban y ocultar paradero y estado del gemelo apremiaban. Kreg llevaría al desgraciado bajo la protección de los seres rata a salvo bajo tierra tras hacer desaparecer la moneda en algún mausoleo de antigua piedra. De los siete solo conozco lo ya dicho y del díscolo menos aún.. si trabaja para deidad tentacular y quiere darle igual final que Adklo o se trata del propio Chack. Es el momento de prepararse.
Khalion no notó nada, pero pudo apreciar el vaho en sus compañeros y ausencia de señales de vida, entrando automaticamente en guardia.
Godric prestó más atención a la advertencia de Leobald que a las quejas de su pequeño, insólito e infernal acompañante. El gesto de ir a ayudar a Adriana se quedó en mero ademán cuando la elfa fue en pos de Khalion.
Cuando el antiguo cazarrecompensas dejó de hablar el joven sacerdote sintió un incipiente dolor de cabeza.
- O sea... - intentó aclararse - que en lugar de acabar con él como dijiste ahora está bajo la protección de los hombre-rata bajo la ciudad... ¿cuantas mentiras y dobles jugadas te guardas para ti Khalion? ¿Tanto te cuesta ser sincero con nosotros? - El monje parecía hastiado - ¿y ahora viene o bien Chak porque cree que mataste a su hermano? ¿o alguien o algo peor? - Suspiró y agarró su símbolo sagrado - No temáis, pues la luz de Lathander está con vosotros -
Godric lanza un Aid. Adriana, Leobald y Khalion tienen su máximo de HP aumentado en 5 durante 8 horas y ganan/recuperan 5 HP
PbP Character: A few ;)
Aunque seguía disfrutando el silencio como siempre, el Khalion desenmascarado era mas cercano y de charla pausada que bajo máscara. Sus ojos todo azul pasaban de uno a otro atento a sus reacciones.
-Godric..-dijo dirijiendose al clerigo de mente quebrada- desonfío de nuestra casa-refugio y no debía revelar todo.. En defensa diré que mis palabras fueron "me he ocupado de él y he hecho lo que era necesario" y vuestros prejucios hacia conmigo completaron la escena. En mi ya cuento perdida de un gemelo al que prometí proteger y primordial era entonces la seguridad del disminuido muchacho. Chak deberá comprender lo que aquí está en juego con los pares de hermanos, que lo estoy protegiendo después de mi descuido, y solo nosotros podemos llevarles a reunión. -Miró entonces con ternura hacia la elfa.- ¿Cual es el origen de tu visión? ¿Por qué nos avisa y que papel intersado juega esa presencia?
Godric se concentra en vigilar las nebulosas nieblas que les rodean pero masculla entre dientes
- Claro... no paras de hablar de cortar la cabeza a la gente y cobrar recompensas de muertes y resulta que es culpa nuestra cuando asumimos que has matado a alguien cuando dices que has "hecho lo necesario..." ahora va a ser culpa nuestra también que no nos cuente nada y que se exprese como un maldito libro en Netheriliano antiguo... -
PbP Character: A few ;)
-Nunca de inocentes, joven humano.. -sin máscara se le podía ver sonreir- la tuya aún reposa sobre hombros.. aunque deberían mirarte cuanta gente hay encerrada dentro por si alguno..
Un leve aura azul, apenas perceptible, cubría al Aasimar al desenvainar a Alure a diestra y cimitarra a siniestra. EL frío que presagiaba prontas desgracias no le hacía mella ni reacción. Sus ojos todo azul parecían rezumar agitadas por la inmediatez del duelo por venir. Se acercó espalda con espalda al mas viejo de los humanos. -Lo que venga, si lo hace en soledad.. solo tendrá ojos para mi.. Imbuiré su cuerpo con energías que le dañarán si decide moverse, finta y estocada, y su obsesión le hará bajar su guardia sensible a vuestros ataques.. mientras me mantenga en pie.
Si se puede.. que parece que viene ya ya.. un ataque en ready.. y si me pegan, usaría un shield
El frío pareció acrecentarse, hasta hacerse prácticamente insoportable, como si centenares de cuchillas afiladas cercenaran constantemente la piel de todos los presentes, en una dolorosa tortura eterna. Hasta Khalion, indiferente a este tipo de contrariedades, sintió un leve escalofrío, justo precedido de unos pesados pasos, que repentinamente se hicieron escuchar, sin ningún intento de subterfugio, sin ademán de esconder su presencia, una siniestra figura se abrió paso entre la mortecina maleza hasta el claro donde tan aciagamente discutían parte de los fragmentos...
- Así me gusta... que no intentéis huir ... me ha costado encontraros, ... como si os hubiera tragado la misma funesta tierra que pisáis... por un tiempo, y ahora, aquí estamos...
El hombre que tenían delante, si es que era humano, emitía su malogrado discurso a través de un casco de metal negro, que cubría totalmente su rostro, salvo sus dos ojos, azules, sin pupilas... resplandecientes... incluso alguien diría que "gemelos" con los del cazarrecompensas perteneciente a los Agentes de Saltmarsh. Esa voz, no parecía de este mundo, sino más bien proveniente de alguna caverna helada perdida en algún lugar remoto mucho más allá del Norte conocido, donde sólo habitan las nieves perpetuas.
Acompañando a ese casco, una imponente armadura a juego de placas oscuras y adornos blasonados en un dorado gastado, terminaba de componer la enorme figura que tenían delante, probablemente de más de dos metros de altura, y sacando al menos una cabeza al más alto del grupo que allí se encontraba. Bajo la completa armadura, se podía adivinar una densa túnica completamente negra, ritualística quizás, más propia de sacerdotes que de guerreros, y tras él, una pesada capa de piel de oso negro completaba el atuendo.
Lo más grotesco, y lo que conseguía habitualmente generar horror y miedo ante sus enemigos, eran las cuatro cadenas que parecía estar unidas a su peto. Esos largos entramados de metal, discurrían cada uno por más de diez pies de longitud, y acababan en argollas atadas al cuello de cuatro humanos, o lo que quedaba de ellos. Esas figuras, esclavas de esa nefanda armadura, reptaban sin voluntad, sin protección, prácticamente desnudos, y con su mirada perdida por la locura. La piel ennegrecida, como su estuviera ya quemada por el frío, acompañaba a un gemido lastimoso crónico, perenne, que entonaban como un lamento coral... no demasiado alto, pero tampoco muy apagado.
La figura yacía plantada delante de ellos, con una gran espada a dos manos ya enarbolada en su mano diestra... con la hoja cubierta de runas arcanas que parecían iluminarse con el mismo tono azul que sus ojos... regocijándose en el sufrimiento de las cuatro víctimas atadas a él.
Con su mano siniestra, extrajo algo que llevaba colgado parcialmente oculto a su espaldas, y lo arrojo al suelo delante de todos los Agentes... Éste objetó rodó un corto espacio de terreno hasta acabar mostrando lo que parecía ser una cabeza cercenada... con sus ojos arrancados... y un rostro totalmente distorsionado en un gesto pétreo de terror. Aún así era reconocible. Sin duda era la cabeza de Chak.
- Hace tiempo me robaron algo que me pertenecía... pero cual azaroso es el destino ... que encontré al perseguirlo algo mejor ... TÚ.
La mano izquierda, ahora libre, señaló a Khalion.
- No eres digno de portar su Esencia, ... Él ya me ha dicho lo que debo de hacer ... y sí, te lo arrancaré de dentro con mis propias manos para que sea otra parte más de mí... más cerca de estar completo, aquello que fue fragmentado... Sólo puede quedar uno. Espero que entendáis, que soy mucho más poderoso que todos vosotros juntos... y que soy un enemigo que no podéis vencer...
Con una exagerada carcajada de triunfo, Uno de Siete, alzó su mandoble, impertérrito, esperando el primer ataque.
Uno de Siete
" ¡Oh la Oscuridad...! "