Con un gesto, el druida cogió la pipa y los dados. Al pasar al lado de Godric le dio estos últimos. - Ten, por las curas-.

Volviendo con el resto e ignorando al Hobgobling y al caballero medio desnudo dijo :- Deberíamos avisar directamente a Bastianes, no me fío de la gente de Saltmarh y no podemos dejar esto desguarnecido. Yo puedo ir, soy el más rápido y si me quedo aquí la tentación de hacer volar todo el aceite sería demasiado fuerte. Así que si nadie se opone partiré por el camino, con suerte encontraré alguna patrulla que pueda venir a ayudaros con la custodia.

Antes de ir con el resto Godric asintió a las palabras de Toc-toc y le palmeó en el hombro. 

Mablung no dejaba de sorprenderle y el clérigo aceptó los dados entre sorprendido y, al igual que pasó cuando le ofreció el corazón, sin atreverse a oponerse al intimidante elfo, aunque se preguntaba para qué querría él unos dados. 

Cuando propuso irse a avisar a Bastianes Godric no se sorprendió, el druida no era paciente y le gustaba de caminar en solitario. 

- No me parece mala idea Mablung - le dijo - pero igual deberías descansar un poco antes de partir. Las heridas del último hechizo de Sanbalet fueron muy graves, al igual que los flechazos de ese explorador. Descansa unos minutos, permite que te cambie los vendajes y después parte a avisar a Bastianes. El resto podemos quedarnos aqui custodiando el aceite. - 

Nadie siguió en silencio a Khalion, mientras este tiraba de la cuerda que acababa en una fuertes ataduras a sus muñecas. Cuando éste le mencionó los rituales de enterramiento, el hobgoblin contestó con su habitual atonía carente de sentimientos. Sobriedad extrema acolcharon sus palabras mientras daba su explicación.

- Ha muerto como un héroe y cumpliendo su trabajo, hasta se batió en un tres contra uno y aún así plantó cara... es un digno paragón de nuestra raza. Debería ser incinerado con todos los honores, pero me temo que no tendremos ese margen para tal ritual, ...  así que con arrojarlo a un fosa común tendrá que valerle. Mientras que no lo arrojéis al mar y sea pasto de tiburones su Dios tendrá que aceptarle en el otro mundo... más o menos.

Cuando el aasimar se asomó en la sala, esquivando las ascuas ardientes de lo que antaño fueron unas escaleras a la planta baja, vio el cuerpo de Ned bastante al fondo, casi lo había conseguido, ahora yacía en el suelo en una postura imposible justo al lado de las escaleras y su cuerpo se movía entre pequeñas convulsiones, producto de los gusanos que se estaban cebando con sus órganos internos, devorándolo desde dentro. No vio las marabuntas de anélidos carnívoros repartidos por la sala, sin duda estaban todas disfrutando de un nuevo festín de carne fresca...

Mientras examinaba la sala, Nadie le fue informando acerca de la habitación bloqueada con el bloque de madera.

- Hay muerte, y muertos... cuando nos mudamos aquí y comenzamos a operar, registramos toda la Mansión arrasando con todo lo que no estuviera atornillado, al entrar en esa habitación sólo encontramos montones de huesos... mientras investigábamos el osario, muchos de ellos empezaron a levantarse y recoger sus oxidadas armas... yo me hubiera quedado a combatirlos, como también hubiera hecho mi hermano, pero esos bandidos cobardes salieron por piernas, y decidimos retirarnos ante la superioridad numérica... además, esa sala no contenía nada más, solo suciedad y cadáveres secos. No valía la pena jugársela. Sanbalet decidió sellarla.

Tras una pequeña pausa esperando nuevas órdenes o preguntas de Khalion, el hobgoblin le pidió permiso para recoger sus cosas.

- En uno de esos cofres, afortunadamente el que está más alejado de esas escaleras desplomadas y medio en llamas, están mis cosas, ¿sería posible que me permitieras recuperar mis posesiones? tengo algunas cosas que me gustaría llevarme y no dejar aquí.

-¿Falta alguien?- preguntó mirando el número de camas. Hizo un saco improvisado con una manto, separó cabeza de cuerpo del quemado Krulok el Scout tras revisar bolsillos y zurrón. Después, Aliviado por ver a Ned y su movimiento de entrañas, cerró la puerta asegurando la estancia. -Al menos nos dejó su ballesta- Recogiendola junto al virote envenenado.

-Muerte y muertos- repitió como si la puerta le llamara.. quizá útil para guardar cuerpos.. como los que evitaba pisar del descabezado scout y los bandidos que le acompañaban. -Guardaban algo estos pobres demonios?- preguntando mas al aire que a Nadie.. forzando con la palanca el primero cofre junto a las camas. -Porta cuanto puedas.. Liberado estás  de compromiso y contrato, terrible yugo que no es desconocido por mi.-Sus ojos azules se clavaron entonces en la salvaje mirada del enorme Hobgoblin descifrando sus intenciones. -No te obligaré pero agradecería asistencia en adelante..- mirando el saco, pensando en la serpiente.

Suficiente distancia y suficiente interés por lo recogido para que Nadie no se sintiera incómodo en exceso.

-Una vez recogido el aceite, podemos prenderle fuego a la casa y acabar con los no muertos- dice Mablung mientras deja que Godric le cambié los vendajes,- es lo que yo haría-.

Una vez Godric acaba, si nadie dice nada, Mablung saca la cuerda y la engancha para poder subir por donde estaban las escaleras y emprende la marcha hacia el fuerte.

La mención de los no-muertos despierta el interés de Godric. 

- Estoy de acuerdo en que hay que acabar con los esqueletos. Sin embargo quizá quemar toda la propiedad nos traiga algún problema con las autoridades de Saltmarsh. Para ser una ciudad pesquera parecen muy apegados a su burocracia. - comenta - Tengo la sensación de que la ciudad es más hostil de lo que debería. No tengo claro si nos desprecian tanto por ser extranjeros o siervos de la Corona. ¿Y qué pasó exactamente con el sargento de la guardia? ¿porqué te acusaban de estar relacionado con su muerte?  - comenta el joven mientras pasa a Leobald y comienza a comprobar sus heridas. 

- Mablung - le dice antes de que se marche con la clara intención de que permanezca con ellos - Adriana también se indispone al pasar por ese puente. ¿Alguien más se ha sentido mal al cruzarlo? - 

Leobald sonrie ante el intento del muchacho de que todos se sienten y reposen tras la batalla, hablar de otras cosas puede distraerles un momento de los planes inmediatos y conseguir posponerlos al menos hasta que hayan restañado sus heridas y tomado aliento. 

Godric miró de reojo al imponente hobgoblin. 

- Si me lo permites - le dice - puedo limpiar tus heridas también. No parecen revestir de gravedad pero no queremos que se infecten ¿Verdad? - 

Mientras le atiende es consciente de la fuerza de sus músculos y recuerda cómo se mantuvo firme como una roca contra todos ellos. Era un formidable guerrero de eso no había duda y no le gustaba la mirada de derrota que tenía. Por propia experiencia sabía que el dolor del alma era más peligroso que algunas heridas. 

- Tonash - dijo al hobgoblin. - En el idioma de los dragones significa Roca. Fuiste como una roca sobre la que nos estrellábamos en la lucha. Te mantuviste firme pese a que todos los demás caían. Creo que es un buen nombre para tu nueva vida. Si decides adoptarlo... - 

Mientras fijaba la cuerda dijo:- Paso que le dio un ataque al corazón tras un intercambio dilectico y yo me gane una noche en la cárcel por ello.-

- Respecto al puente, no tengo mucho más que añadir, salvo que no es natural y que pienso evitarlo a toda costa...igual que ese pueblo- su mirada y su voz entre mezclaban dolor y rabia cada vez que hace referencia a Saltmarsh.-

- No me interesa nada que pueda haber en esta casa y me reitero en lo de pegarle fuego, el único no muerto bueno es el que ha ardido hasta convertirse en cenizas.-

-Prometo no salirme del camino y espero encontrar algún patrulla del fuerte, pero no pienso volver a la ciudad, a parte de que no fío denla guardia, y si me quedo aquí destruiré el aceite, así de sencillo.-

Satisfecha por su pulcro trabajo, tras registrar y contabilizar de manera pormenorizada los materiales almacenados en los pasadizos, Adriana se reunió con sus compañeros que descansaban mientras Godric cuidaba de sus heridas. 

El rato a solas que había disfrutado catalogando y plasmando ordenadamente los materiales en su cuaderno, dibujando una rúbrica perfecta con su pluma, le había ayudado también a ordenar y calmar su ánimo. La elfa volvía con una serenidad en el rostro perdida momentos antes por el combate. 

Escuchó los planes que se comentaban e intervino cuando el druida compartió su intención de partir :

- Las ordenes eran claras, Mablung. Nuestro cometido consistía en localizar el aceite y el transporte ya estaba organizado, Bastianes ya se ocupó de eso antes de que partiéramos. Alguno de nosotros debería acercarse a la taberna y avisar a Lenkus o incluso a Manistrad, ellos sabrán cómo proceder. Los demás podemos permanecer aquí custodiando el material. Y tú, Mablung, puedes esperarnos en Gosthfingers hasta que volvamos. Nadie te va a obligar a que permanezcas en Saltmarsh si no quieres, pero os recuerdo - dijo mirando al resto del grupo - que mañana debemos presentarnos ante el Alto Capitán de la Guardia para dar las explicaciones pertinentes de lo que ha ocurrido esta mañana en la Casa Consistorial, y aún debemos resolver el misterio de la moneda. Desgraciadamente, aún estamos lejos de poder abandonar estas tierras - la voz de Adriana no sonaba inquisitiva, simplemente exponía los hechos, unos hechos y unas responsabilidades a las que no tenía ninguna intención de dar la espalda. 

-Yo no tengo nada que ver con vuestros asuntos en la casa consistorial, ni quiero verme involucrado en ellos, igual que con la moneda. No tienen que ver conmigo, a ver dejado en paz a esa gente como os pidieron en repetidas ocasiones.-

-Por otro lado si sabéis de alguien más cerca para deshacernos del aceite por mí bien, id a avisarles, yo esperare fuera. -

Tras lo cual abandonó el sótano subiendo por la cuerda. Una vez arriba llamo a Ostor, recogió la cuerda y preparo su armas por si hubiese alguna amenaza en la casa y salió por la puerta principal para esperar en el jardín, sin acercarse al pozo.

Nadie negó con la cabeza cuando Khalion le preguntó si faltaba alguien, y añadió algo de información extra mientras se sacaba una pequeña llave de un bolsillo oculto y abría su pequeño cofre, de allí sacó varias mudas de ropa, una mochila de un color gris tierra bastante usada, unos kit de reparación de armaduras y afilado y mantenimiento de hojas de espada y cuchillos, todo lo iba guardando de manera marcial y ordenada en la mochila como buenamente podía con las manos atadas entre si. Finalmente extrajo una bolsita de cuero con monedas dentro y una máscara roja que representaba una especie de demonio goblin con un par de cuernos. Mirándo la máscara con cierto sentimiento, el primero mostrado desde su rendición, se la colocó cubriendo su rostro.

 - Te dije que me gustaba tu estilo, ... en cuanto a las los cofres no hace falta que los forcéis, si buscáis en los cadáveres que habéis dejado, veréis que todos tienen su llave en algún lado. Por cierto, Ned, el espía, no era de los nuestros, ni siquiera se alojaba aquí, había sido enviado al parecer por un noble de Saltmarsh interesado en que el "grupo de agentes inoportunos y estremadamente poco discretos que gritan sus planes en una posada llena de gentuza..." fuera saboteado y hecho desaparecer. No quería que sus negocios de contrabando con Sanbalet fueran descubiertos.

Cuando el aasimar le menciona las palabras "Liberado estás", el enorme goblinoide parece intentar entender sus palabras, pero tiene difucultad para asimilar que es lo que quiere decir su carcelero. Estos pensamientos se vieron interrumpidos por Godric cuando se acercó a él para ofrecerle sus servicios. Nadie alzó una mano manteniendo las distancias mientras le respondía agradecido.

- Apenas tengo heridas, sólo es un arañazo, tu gente apenas consiguió penetrar mi férrea defensa. 

Las palabras del sacerdote sobre su nombre parecieron de nuevo incomodarle, volviendo a su timbre de voz totalmente átono y carente de emociones intentó responder con diplomacia, al menos con toda la diplomacia que un mercenario hobgoblin podía reunir.

- Es un buen nombre, quizás si algún día en los próximos años o décadas, vuelvo a recuperar el honor al que hoy he dado la espalda, lo adopte como mío. 

El hobgoblin dio por acabada su conversación con Godric mientras observaba con curiosidad como el extraño elfo de aspecto salvaje ascendía por una cuerda a la planta baja a través de una trampilla en el techo, recogiendo la cuerda después y dejando a todos los demás allí abajo tras cerrar la trampilla de nuevo tras de sí.

- Sin duda sois un grupo muy extraño...

Relajado y atento, dejando hacer, que Nadie recogiera su nueva vida. Risa sorda bajo máscara por ver al ahora enmascarado goblinoide. -Arduo viaje emprendes- confesó, mas serio, señalando la máscara- sin identidad, ausente de rostro y emociones. Renunciar a lo excepcional para hacerles creer que eres como ellos sabedor que no es así. Tus faz no representará, tu verdad y por lo que te reconozcan será tu palabra y tu honor. -palabras que nunca esperó decir a una criatura semejante.- No se trata pues de solo un estilo.

Y forzados los cofres de los que no poseía llave juntó el botín mientras el druida recibía las ultimas atenciones. Con la palabra en la boca vieron khalion y compañía al evasivo druida, trepando, escapando. -Primeros ojos que nos ven como grupo..- respondió con media sonrisa enmascarada. -Mar o gusanos- puso en común con los acorazados humanos.-zanjaríamos aquí nuestra labor si aseguramos punto de extracción.. aunque revisaría cueva y casa antes.- empezaba a cansarse de hablar escasos minutos.

Aportaciones sobre la ciudad y los planes. Escuchaba mas que hablaba. -Eramos la voz de Bastianes y ahora somos su puño.. adverso será el trato y mas ataques me esperaría. EL infeliz de fuera-señalando donde debería estar la bodega tras la chimenea- fue enviado para nuestro fracaso. El cerebro oculto permanecerá, confabulando y conocedor del fracaso de Ned.. 

TocToc contó las camas mientras recogia el oro, también contó el numero de muertos... algo no cuadraba en las cuentas, diez camas y los aposentos del mago mago, 8 cadaveres y Ned... Debería haber advertido al druida. Pero este había confiado en la palabra del Hotgobling sin honor y ya se había ido por la trampilla. 

 - La forma más facíl de sacar el aceite es por barca. Podríamos comprar una en el pueblo y llevar el aceite hasta alguna cala en la costa. Sería más seguro. - Prosigio dando su opinion sobre sus acciones.

 - Si es posible no empeorar las relaciones de nuestro señor con las de las autoridades de la ciudad seria buena cosa. Creo que hariamos bien en presentarnos ante él. Si no lo hacemos tarde o temprano entraremos en su jurisdiccion de nuevo. - Dijo mientras recogia las armas de los bandidos. 

Godric negó con la cabeza cuando el elfo del bosque volvió a desaparecer. Era un caso perdido al parecer. 

- Deberíamos explicar al Capitán lo que hemos descubierto aquí si... espero que así se olvide de que interrumpiéramos su importante reunión por salvar la vida de Khalion del ataque del vampiro... - el joven clérigo no puede evitar que su tono de voz suene enfadado al recordar el trato del Capitán, o peor aún cómo ignoro una amenaza tan grave hacia la ciudad y sus habitantes. - Pero creo que antes haríamos bien en hablar con Lenkus o con Manistrad para asegurar el cargamento de aceite. Recordad que no podemos fiarnos del Consejo ni de los nobles de la ciudad. Alguno de ellos estaba conspirando con Sanbalet. Dudo que sea el Capitán, pero los secretos son difíciles de guardar en una guarnición. Y tampoco sabemos si todos los miembros de la banda han sido derrotados, puede que alguno quede infiltrado en la ciudad y si averigua lo que ha pasado aquí no creo que le cueste encontrar gente de su calaña dispuesta a echarle una mano para llevarse las cosas a otro sitio. Por raro que suene la tapadera de los contrabandistas nos puede resultar útil. Si al volver decimos que efectivamente la casa está encantada y que terribles espíritus moran en su interior nos dará el tiempo suficiente para transportas las cosas, devolver las que sean de Saltmarsh y cumplir con nuestra misión. - 

Mientras hablaba, Godric se quitaba la armadura para poder tratar su propia herida ahora que había finalizado con las de sus compañeros. 

- ¿Qué os parece? - 

Cuando hubieron decidido un plan de acción le contestó a Adriana. 

- Gracias por hacer tan buen trabajo registrando lo que hay aquí, y más aún por tu ayuda en la batalla. Si no fuera por ti estaría muerto. - le dice cogiendo sus manos y apretándolas suavemente. 

Leobald escuchaba a unos y a otros mientras acababa de secar lacónicamente la armadura que había sumergido en la cala para limpiarla. Las escamas como de pez brillaban a la luz de las antorchas. Suspiró una vez más ante los comentarios egoístas del druida pero no dijo nada. Finalmente levantó la mirada. 

—Yo me ofrezco a ir a hablar con el Alto Capitán de la Guardia y tú deberías venir también, Khalion, para explicar el incidente del Consistorio. Uno de vosotros debería ir a la Cabra de Mimbre para mandar un mensaje a Ghostfinger y tratar de conseguir un bote con el que sacar todo esto por mar. Quizá el posadero tenga palomas o algún tipo de comunicación con el faro. El resto deberíais permanecer aquí vigilando el aceite y al prisionero —se mesó el mentón pensativo—. En este asunto del contrabando hay implicadas personalidades de alcurnia. El nombre de mi familia a salido a colación. Y otro noble de Saltmarsh con agentes en la Red Vacía. Si la Guardia nos detiene el resto debéis aseguraros de que en aceite sale rumbo a Ghostfinger lo antes posible. No sabemos en quién podemos confiar. 

Godric asintió ante la sabias palabras de Leobald. 

- Yo me quedo aquí por si acaso. Toc-toc, Adriana ¿podéis ir vosotros a la Cabra y avisar a Lenkus? - 

Godric prefería quedarse solo, necesitaba pensar largo y tendido sobre lo que había ocurrido. De momento intentaba centrarse en las tareas inmediatas, pero tenía que meditar sobre las implicaciones de lo que había pasado. 

A la hora de ir a quitarse la ensangrentada camisola para vendar sus heridas, se giró para evitar que el resto viera la quemadura con forma de medallón que tenía en el pecho. 

Adriana asintió ante las palabras de Leobald y Godric, aunque sentía cierta inquietud con la idea de que el joven se quedara solo en aquel lugar. Esperaba que al menos Mablung permaneciera en las inmediaciones de la hacienda por si el sacerdote necesitaba ayuda.  

A pesar de no haber resultado herida en el último combate, sentía, tras la adrenalina, un pesado cansancio. Buscó un sitio en aquella gruta en el que poder reposar y cargar energías. Recordaba el camino hacia la ciudad, arduo y tortuoso más aún por la incesante lluvia que creaba ese barro espeso, y necesitaba fuerzas para emprender la vuelta a Saltmarsh.

Nadie esperó a que todos hablaran erguido y apoyado contra una de las paredes, su mochila estaba situada en el suelo justo al lado de sus pies.Cuando todos expusieron sus planes, el hobgoblin dio algunas indicaciones que él créia que pudieran ser de ayuda.

- Manejar un bote puede parecer sencillo pero no lo es, afortunadamente yo tengo bastante experiencia con ese tema, cuando los bandidos robaron los materiales del Almacén central de Saltmarsh, los trajeron en un carro y lo dejaron en una cala cercana, está oculto bajo un montón de algas y algunas lonas de camuflaje. Puedo ayudaros a cargar las tinajas en la embarcación y lo que necesitéis sacar y conduciros hasta ese lugar, solo necesitaríamos improvisar unos remos, los caballos los tienen también cerca, en un establo improvisado cerca de esa playa.

-Nuevas estrategias ante nuevas revelaciones..- pensativo, desarrollando la idea a la vez que hablaba.-Mercancía, carro y a Ghostfinger.. terminando tarea a espaldas de Saltmarsh otorga cierta ventaja estratégica. -se dirigió a Leobald.- Como las ratas desaparecerá quien detrás de todo se encuentra.. si aún confía en Sambalet y la entrega la semana que viene.. quizá tengamos una oportunidad.. aunque pendiente deje sus cabezas. -valorando su plan mientras miraba un improvisado saco y sus cabezas.

En su cuello, palpitante, la herida del diablo infantil no terminaba de cerrar. Inutil regeneración, que otrora le salvara, podía con aquella marca impía en su cuello. Enemigo de templos solo allí encontraría respuesta. Descanso que mejor aprovechar. - Nadie, palabra es deuda, enterremos a tu hermano mientras descansan.

-Esa puede ser una muy buena solución - celebra Godric - de esa forma podemos ir de camino a Ghostfinger mientras otros hablan con el Gran Capitán. - 

Cuando Khalion y Nadie se ponen a trabajar, Godric, sin llegara ponerse de nuevo su armadura, se une a ellos. 

- No me gusta dividir el grupo tanto. Aún hay camas cuyos durmientes no hemos encontrado y podrían darnos una sorpresa. Mejor que varios nos quedemos aquí. Ir a avisar a Lenkus y a ver al capitán pueden hacerlo los mismos. Una cosa después de otra. 

Mirando al carro añadió. - Yo también puedo manejar el bote. Y también debería ser capaz de llegar a la ciudad con facilidad incluso si alguien me embosca en el camino.