Los ataques combinados de los compañeros comienzan a hacer mella en la horrenda criatura, sin embargo, tal es la masa de cuerpos, carne y músculos, que es difícil acertar en algún punto débil concreto y donde esperan encontrar carne blanda encuentran huesos que detienen parcialmente los filos de sus armas.
Me remito al post que hice algunos dias... Ahora se hace efectivo jaja
Lo copio aqui de todas formas
Sus ojos se abren en horror al ver a amalgana de faciones, cuerpos y carne.
Save wis (dif 18): 6
Y sin pensarlo casi, actuando por reflejo, alcanza la varita que consiguió recientemente. Con movimientos cercanos al panico descarga la varita con furia sobre la masa caotica.
Daño misiles magicos: 24
Después con un poco más de calma mira la varita... recordando, tarde, que quizás no debería haber gastado la ultima carga. Y mira con aprensión como la varita sufre por la perdida de la ultima carga.
[Tirada de la varita... si sale un 1 se deshace por gastar la ultima carga 2]
Los proyectiles mágicos de Zevatur impactan en la masa de carne, haciendo que la deformada cara de Morko grite de dolor con el eco de las demás. La criatura lanza su ataque contra los dos compañeros que están más cerca, Jeena y Morko, intentando aplastarlos y ahogarlos en una masa de carne, dientes y garras.
Aquella bestia parecía ser inmortal. Tras el contundente ataque a sus compañeros, Cegorach no dudó... Expandiendo su consciencia a la oscuridad que allí había, comenzó a insuflarles energía y fuerza para finalmente combinar de nuevo el poder de su mente con las sombras.
Los ataques de las sombras parecían no tener apenas efecto en la criatura que seguía lanzando ataques a los compañeros, Roland lanza una esfera de luz contra el engendro esperando cegarle.
Sacred Flame contra la criatura: ST DEX: 1 o se lleva: 5 daño
La esfera alcanza al monstruo en la cabeza deforme de Kath y la envuelve en llamas. La misma se convierte en una masa negra y llena de ampollas con un grito terrible. El olor a carne y pelo quemado inunda las fosas nasales de todos haciéndoles querer vomitar. El resto de bocas gritan de dolor.
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Morko se pregunta cuántos golpes harán falta para acabar con la maldita bestia y en su fuero interno se regodea un poco cuando los ataques necroticos de sus compañeros no parecen tan efectivos como los que llevan la divina luz del radiante. Con ese pensamiento Morko blande de nuevo su hacha hacia el mutante mientras invoca la divina cólera de Moradhin.
El pícaro se tapa los ojos durante un momento al ver la cegadora luz divina cubrir por unos segundos el filo del hacha del paladín, y cuando ésta cae sobre su víctima con todo su peso, impactando de manera crítica a la bestia, se pregunta a si mismo que tipo de engendro del abismo podría resistir semejante golpe. Sus oídos se inundan de chillidos estrepitosos de dolor y agonía provenientes de las múltiples bocas de la mutación.
Aprovechando de nuevo el aturdimiento y el flanqueo que le proporcionan sus compañeros, Martín golpea con sus espadas cortas una vez más a lo que queda de su enemigo, intentando emular el daño causado por el elegido de Moradín.
Main Attack: 7 Damage: 12 - Off-Hand Attack: 16 Damage: 4 - Sneak Attack aplicado al segundo golpe que es el que da (supongo): + 7 - 2 porqué tiré un dado de más. TOTAL daño: 9
Sin embargo, la torpeza humana se vuelve a apoderar de su antaño firme pulso y precisión, sobreponiéndose a su herencia élfica, causando simplemente un divertido rasguño a la bestia con su segunda estocada.
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Con las piernas aún temblando y la varita casi desdibujandose en sus manos Zevatue reúne fuerzas para lanzar otro conjuro más. Sin esperar a ver el resultado retrocede, casi presa del pánico, escondiéndose de la esquina que espera le proteja de tan horrenda criatura.
Con las piernas aún temblando y la varita casi desdibujandose en sus manos Zevatue reúne fuerzas para lanzar otro conjuro más. Sin esperar a ver el resultado retrocede, casi presa del pánico, escondiéndose de la esquina que espera le proteja de tan horrenda criatura.
El paladin de Moradin golpea con fuerza con su poderosa hacha lanzando un grito de guerra enano. El fuego sagrado de Moradin hace que la bestia deforme grite y se retuerza y la gran herida en su costado hace que se tambalee, mientras intenta huir del enano que tanto daño le ha causado. Es entonces cuando los proyectiles mágicos de Zevatur hacen que se desequilibre del todo y caiga al suelo. La masa de brazos piernas y rostros se retuerce de rabia y dolor en el suelo . El ágil semielfo salta sobre la informe criatura y se acerca a la que parece ser la cabeza dominante del monstruo. Su cabeza.
Con la mitad del rostro quemado por el fuego sagrado, Martin observa como su propio ojo se centra en el. Con voz entrecortada por el dolor y rasposa, como si le costara hablar por falta de cuerdas vocales, Martin escucha su propia voz.
“... los... últimos... vosotros sois los últimos... habeis.. habeis tenido suerte... con vosotros lo ha hecho bien...” la risa de la criatura no es mejor que los gritos de dolor que lanzan las otras bocas con las voces de sus compañeros. Martin hunde su arma en el cráneo de la deforme copia de sí mismo y con un último espasmo el monstruoso engendro muere.
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El pícaro vuelve a saltar al suelo después de asestar el golpe mortal a la criatura e inmediatamente comienza a limpiar las hojas de sus espadas con un mal disimulado gesto de repugnancia no contenida. Parece algo agotado y sus heridas, a pesar de la plegaria de sanación de Roland, ,no están del todo cerradas y siguen abiertas, mezclando sobre su piel y ropa, parte de su sangre con el hediondo icor de la criatura.
- ¿Qué habrá querido decir con que somos los últimos y que esta vez ha elegido bien? ... Mi desconfianza hacía esta criatura no hace más que aumentar. Sin embargo poco podemos hacer ya... Registremos la habitación y salgamos cuanto antes, no creo que el tiempo corra a nuestro favor. Habrá que tener cuidado a partir de ahora con los substancias pegajosas y las puertas-diafragma de la cosa.
El semielfo da unas vueltas por la habitación-víscera interior de la posada buscando algo de provecho, o pistas, y termina saliendo por una de las salidas de nuevo en sigilo.
Sintiendo la muerte de la criatura Zevatur regresa a la escena... su respiración es agitada, casi temblora y su piel aun se eriza a lver a al criatura.
- ¿Que clase de engendro es este?... ¿porque tenia nuestras facciones? ¿Las tenia antes que que nos viese? entonces... ha crecido despues de llegar nosotros aqui! - Zevatur sacude su cabeza negandose a considerar siquiera que la mansion les haya engañado y tendido una trampa mortal. Aun negando con la cabeza y mientras sus compañeros buscan en la sala Zevatur lanza varios rayos de fuego sobre la masa de carne huesos y horror que yace en la sala.
Al acercarse a la criatura, y mientras Zevatur intenta acabar con el cadaver y el olor a carne y pelo quemados inunda la sala, Martin observa que hay luz detrás de la puerta de la cocina, un leve resplandor verdoso se adivina bajo el quicio de la puerta y sus agudos oídos escuchan un ligero cántico en un idioma que no reconoce, o no es capaz de reconocer, tan leve es el sonido que le llega. Pero definitivamente al menos un hombre está recitando unos versos de manera repetitiva a cierta distancia al otro lado de la puerta.
Cegorach se acerca al semi-elfo y también observa el resplandor y siente cómo se le eriza el vello de la nuca cuando siente la misma presencia que sintió en el cuarto al otro lado de la puerta. Se trata de una mente poderosa y entrenada, puede que no en su artes, o no sólo en sus artes, pero sin duda una mente disciplinada. Y malévola. No puede llegar hasta ella, quizá la persona esté lejos, o sus defensas mentales se lo impidan, pero los sentidos psíquicos de Cegorach sienten la maldad que emana de esa mente.
Ambos observan cómo la luz verdosa parece parpadear, o latir con cierta frecuencia, y Martin se da cuenta de que el momento de mayor resplandor concuerda con lo que parece ser el final del cántico antes de volver a empezar.
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La putrefaccion y olor a carne quemada horroriza aun mas a Zevatur que lanza un par de rayos adicionales hacia el inerte cuerpo de la criatura antes de darse cuenta de que son sus propias acciones las que llenan la sala de humo y hedor. Despues, algo avergonzado, se aproxima a sus compañeros.
- Sin duda la raiz del problema... - dice Zevatur sin relfexionar mucho. - Ataquemos!
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Martin elevó un momento la mano en señal de parada y se llevó un dedo a los labios para indicar silencio. Con un gesto preocupado se acercó a la puerta de la cocina y buscó trampas antes de abrirla con sumo cuidado para sorprender, si era posible, a su enemigo.
Martin no encontró ninguna trampa, y se afanó casi un minuto entero en intentar forzar la cerradura, hasta que se dio cuenta de que no estaba cerrada con llave. Con un suspiro y esperando que los demás no se hubieran dado cuenta abrió la puerta con cuidado de hacer ningún ruido. En lugar de la esperada cocina, un pasadizo de terreno similar al que habían encontrado abajo, con una apariencia orgánica, se abría ante ellos. La luz verdosa era ahora visible para todos y tras recorrer apenas unos metros el cántico cobró la suficiente fuerza como para que todos lo escucharan. Según progresaban por el pasadizo fueron encontrando cadáveres. No eran humanos, ni ninguna otra raza reconocible, si no criaturas deformes, con dos cabezas, con garras y bocas donde deberían haber tenido manos y pies. Eran parecidos al engendro que habían combatido, pero de tamaño suficientemente pequeño para entrar por el pasadizo en el que estaban ahora. Los cuerpos aparecían quemados, destrozados como si hubieran sido víctimas del ataque de alguna bestia, los compañeros se reconocían con horror en algunos de los cadáveres. Había incluso un enorme felino con la cabeza de Jeena. El último que encontraron fue una versión momificada de Cergorach, con la cara de Roland en el pecho, sentado en una de las paredes del pasillo.
Otro sonido se unió al cántico, un sonido rítmico y grave, como un latido.
Martin siguió avanzando, dejando a los demás unos metros atrás, al lado del momificado psíquico y llegó al final del pasadizo. Este culminaba en una gran sala circular de unos 20 metros de radio, a la que llegaban varios pasadizos como el ellos recorrían, en cuyo centro había lo que sólo podía describirse con un enorme corazón de unos 4 metros de alto y dos de ancho. El corazón latía lentamente, y en lugar de venas y arterias le unían al suelo y al techo unas delgadas columnas de la sustancia quitinosa que había impedido el paso a los demás para luchar contra el engendro. El corazón mantenía un ritmo constante, aunque lento. La luz pulsante y verde parecía emanar del corazón, aunque cuando Martin se fijó un poco más se percató que en realidad parecía venir desde atrás del corazón, o atrás desde su perspectiva pues en la circular sala era difícil determinar cual era la dirección.
Moviéndose alrededor de la sala, proyectando sus sombras alargadas por las paredes, el semi elfo encontró varios esqueletos y zombies. Como habían encontrado anteriormente, una mezcla de razas componía el grupo de muertos vivientes que parecían estar vigilando las entradas en un perímetro alrededor del corazón. Haciendo uso de las habilidades adquiridas en sus años de entrenamiento, se deslizó sigilosamente pegado a la pared hacia la izquierda, apenas un par de metros fueron suficientes para permitirle observar la parte que antes le quedaba oculta por el corazón y allí vio que se encontraba un hombre alto, pálido y delgado, con el pelo negro y lacio que le caía por los hombros. El hombre, que era el responsable del cántico, tenía los ojos en blanco y movía las manos frente al origen de la luz verdosa que inundaba la sala y que parecía latir al ritmo del corazón. Al acabar su salmo, la luz refulgió por un segundo con más fuerza y el corazón dejó de latir durante ese segundo. Al volver a empezar Martin constantó que el latir del corazón parecía haberse debilitado y el resplandor de la luz aumentar ligeramente.
Forzando su vista, pero sin atreverse a avanzar más Martin descubrió que, incrustado en la sustancia quitinosa había un objeto de metal que era de donde parecía surgir el fulgor verdoso.
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El pícaro sacó su arco corto lentamente y en completo silencio, debía aprovechar la ventaja de la sorpresa antes de que sus compañeros llegaran alarmando a sus enemigos. No tenía muchos conocimientos arcanos, pero parecía como si el corazón perteneciera a la posada, y el nigromante estuviera atacándolo con algún tipo de ritual, sincronizando la luz del objeto metálico con la de su víctima.
Por unos segundo apuntó al objeto que radiaba la luz enfermiza, pero era un objetivo difícil, embutido entre las sustancias quitinosas, además, si estaba vinculado y lo destruía sin saber sus consecuencias, podría herir de muerte a la criatura-posada. Así que la punta de su flecha volvió a apuntar al nigromante, a su cuello. Recordó su entrenamiento de asesino, era un disparo limpio y mortal, confiaba en no fallar ahora, pero esta demente corrupción tenía que acabar. Conteniendo el aliento, el semielfo disparó.
Attack: 21 Damage: 28
Bonus Action: Hide (Después de Disparar) - Stealth: 13
La flecha voló certera y se clavó en el costado del nigromante, el cual se tambaleó del impacto recibido.
Con un grito de dolor y rabía el hombre se giró buscando a su atacante y localizó a Martín apunto de regresar al pasadizo y la protección que le ofrecen sus sombras. Todos los muertos vivientes se giraron en su dirección cuando su amo le localizó.
Arrodillado como está, parte el asta de la flecha, recoge un bastón del suelo que Martin no había visto antes y dice con una voz sibilante.
- Matadlo -
Los esqueletos y muertos vivientes comienzan a andar hacia el semi-elfo mientras el mago recita un encantamiento que hace que el vello de la nuca del asesino se erice al sentir la energía mágica arremolinándose a su alrededor.
Desde el pasillo el resto del grupo escucha cómo el cántico se interrumpe con un grito de dolor. Y luego nada.
Iniciativas!:
Esqueletos ( 6 ) : 10
Zombies: ( 6) : 3
Nigromante: 7
Jeena:23
Roland: 15
Kath: 10
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PbP Character: A few ;)
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Los ataques combinados de los compañeros comienzan a hacer mella en la horrenda criatura, sin embargo, tal es la masa de cuerpos, carne y músculos, que es difícil acertar en algún punto débil concreto y donde esperan encontrar carne blanda encuentran huesos que detienen parcialmente los filos de sus armas.
PbP Character: A few ;)
Me remito al post que hice algunos dias... Ahora se hace efectivo jaja
Lo copio aqui de todas formas
Sus ojos se abren en horror al ver a amalgana de faciones, cuerpos y carne.
Save wis (dif 18): 6
Y sin pensarlo casi, actuando por reflejo, alcanza la varita que consiguió recientemente. Con movimientos cercanos al panico descarga la varita con furia sobre la masa caotica.
Daño misiles magicos: 24
Después con un poco más de calma mira la varita... recordando, tarde, que quizás no debería haber gastado la ultima carga. Y mira con aprensión como la varita sufre por la perdida de la ultima carga.
[Tirada de la varita... si sale un 1 se deshace por gastar la ultima carga 2]
Zevatur, Rolthos
Los proyectiles mágicos de Zevatur impactan en la masa de carne, haciendo que la deformada cara de Morko grite de dolor con el eco de las demás. La criatura lanza su ataque contra los dos compañeros que están más cerca, Jeena y Morko, intentando aplastarlos y ahogarlos en una masa de carne, dientes y garras.
Jena: Attack: 9 Damage: 9
Morko; Attack: 10 Damage: 19.
PbP Character: A few ;)
Aquella bestia parecía ser inmortal. Tras el contundente ataque a sus compañeros, Cegorach no dudó... Expandiendo su consciencia a la oscuridad que allí había, comenzó a insuflarles energía y fuerza para finalmente combinar de nuevo el poder de su mente con las sombras.
-!Atacad al mutante de carne!
Sombra 1
Iniciativa: 19 Vida: 20
Action: Strength Drain: Ataque: 12 Daño: 8 Reducción de fuerza: 4
Sombra 2:
Iniciativa: 13 Vida: 16
Action: Strength Drain: Ataque: 23 Daño: 10 Reducción de fuerza: 4
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Sombra 1:Shadow Stealth: 21
Sombra 2:Shadow Stealth: 23
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Los ataques de las sombras parecían no tener apenas efecto en la criatura que seguía lanzando ataques a los compañeros, Roland lanza una esfera de luz contra el engendro esperando cegarle.
Sacred Flame contra la criatura: ST DEX: 1 o se lleva: 5 daño
La esfera alcanza al monstruo en la cabeza deforme de Kath y la envuelve en llamas. La misma se convierte en una masa negra y llena de ampollas con un grito terrible. El olor a carne y pelo quemado inunda las fosas nasales de todos haciéndoles querer vomitar. El resto de bocas gritan de dolor.
PbP Character: A few ;)
Morko se pregunta cuántos golpes harán falta para acabar con la maldita bestia y en su fuero interno se regodea un poco cuando los ataques necroticos de sus compañeros no parecen tan efectivos como los que llevan la divina luz del radiante. Con ese pensamiento Morko blande de nuevo su hacha hacia el mutante mientras invoca la divina cólera de Moradhin.
Ataque:Attack: 27 Damage: 29
Daño divine smite:13
El pícaro se tapa los ojos durante un momento al ver la cegadora luz divina cubrir por unos segundos el filo del hacha del paladín, y cuando ésta cae sobre su víctima con todo su peso, impactando de manera crítica a la bestia, se pregunta a si mismo que tipo de engendro del abismo podría resistir semejante golpe. Sus oídos se inundan de chillidos estrepitosos de dolor y agonía provenientes de las múltiples bocas de la mutación.
Aprovechando de nuevo el aturdimiento y el flanqueo que le proporcionan sus compañeros, Martín golpea con sus espadas cortas una vez más a lo que queda de su enemigo, intentando emular el daño causado por el elegido de Moradín.
Main Attack: 7 Damage: 12 - Off-Hand Attack: 16 Damage: 4 - Sneak Attack aplicado al segundo golpe que es el que da (supongo): + 7 - 2 porqué tiré un dado de más. TOTAL daño: 9
Sin embargo, la torpeza humana se vuelve a apoderar de su antaño firme pulso y precisión, sobreponiéndose a su herencia élfica, causando simplemente un divertido rasguño a la bestia con su segunda estocada.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Con las piernas aún temblando y la varita casi desdibujandose en sus manos Zevatue reúne fuerzas para lanzar otro conjuro más. Sin esperar a ver el resultado retrocede, casi presa del pánico, escondiéndose de la esquina que espera le proteja de tan horrenda criatura.
magic missile: 11
[Y como no me puedo acercar, ya no puedo participar más en el combate. A no ser que traigas a la criatura hacia mi. 😆]
Zevatur, Rolthos
Con las piernas aún temblando y la varita casi desdibujandose en sus manos Zevatue reúne fuerzas para lanzar otro conjuro más. Sin esperar a ver el resultado retrocede, casi presa del pánico, escondiéndose de la esquina que espera le proteja de tan horrenda criatura.
magic missile: 13
[Y como no me puedo acercar, ya no puedo participar más en el combate. A no ser que traigas a la criatura hacia mi. 😆]
Zevatur, Rolthos
El paladin de Moradin golpea con fuerza con su poderosa hacha lanzando un grito de guerra enano. El fuego sagrado de Moradin hace que la bestia deforme grite y se retuerza y la gran herida en su costado hace que se tambalee, mientras intenta huir del enano que tanto daño le ha causado. Es entonces cuando los proyectiles mágicos de Zevatur hacen que se desequilibre del todo y caiga al suelo. La masa de brazos piernas y rostros se retuerce de rabia y dolor en el suelo . El ágil semielfo salta sobre la informe criatura y se acerca a la que parece ser la cabeza dominante del monstruo. Su cabeza.
Con la mitad del rostro quemado por el fuego sagrado, Martin observa como su propio ojo se centra en el. Con voz entrecortada por el dolor y rasposa, como si le costara hablar por falta de cuerdas vocales, Martin escucha su propia voz.
“... los... últimos... vosotros sois los últimos... habeis.. habeis tenido suerte... con vosotros lo ha hecho bien...” la risa de la criatura no es mejor que los gritos de dolor que lanzan las otras bocas con las voces de sus compañeros. Martin hunde su arma en el cráneo de la deforme copia de sí mismo y con un último espasmo el monstruoso engendro muere.
PbP Character: A few ;)
El pícaro vuelve a saltar al suelo después de asestar el golpe mortal a la criatura e inmediatamente comienza a limpiar las hojas de sus espadas con un mal disimulado gesto de repugnancia no contenida. Parece algo agotado y sus heridas, a pesar de la plegaria de sanación de Roland, ,no están del todo cerradas y siguen abiertas, mezclando sobre su piel y ropa, parte de su sangre con el hediondo icor de la criatura.
- ¿Qué habrá querido decir con que somos los últimos y que esta vez ha elegido bien? ... Mi desconfianza hacía esta criatura no hace más que aumentar. Sin embargo poco podemos hacer ya... Registremos la habitación y salgamos cuanto antes, no creo que el tiempo corra a nuestro favor. Habrá que tener cuidado a partir de ahora con los substancias pegajosas y las puertas-diafragma de la cosa.
El semielfo da unas vueltas por la habitación-víscera interior de la posada buscando algo de provecho, o pistas, y termina saliendo por una de las salidas de nuevo en sigilo.
Investigation: 19 - Stealth: 21
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Cegorach bajó las escaleras y acompañó a Martin en busca de algo de valor o que pudiera servir para saber lo que allí estaba ocurriendo.
Investigación: 18
Sigilo: 13
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Sintiendo la muerte de la criatura Zevatur regresa a la escena... su respiración es agitada, casi temblora y su piel aun se eriza a lver a al criatura.
- ¿Que clase de engendro es este?... ¿porque tenia nuestras facciones? ¿Las tenia antes que que nos viese? entonces... ha crecido despues de llegar nosotros aqui! - Zevatur sacude su cabeza negandose a considerar siquiera que la mansion les haya engañado y tendido una trampa mortal. Aun negando con la cabeza y mientras sus compañeros buscan en la sala Zevatur lanza varios rayos de fuego sobre la masa de carne huesos y horror que yace en la sala.
Zevatur, Rolthos
Al acercarse a la criatura, y mientras Zevatur intenta acabar con el cadaver y el olor a carne y pelo quemados inunda la sala, Martin observa que hay luz detrás de la puerta de la cocina, un leve resplandor verdoso se adivina bajo el quicio de la puerta y sus agudos oídos escuchan un ligero cántico en un idioma que no reconoce, o no es capaz de reconocer, tan leve es el sonido que le llega. Pero definitivamente al menos un hombre está recitando unos versos de manera repetitiva a cierta distancia al otro lado de la puerta.
Cegorach se acerca al semi-elfo y también observa el resplandor y siente cómo se le eriza el vello de la nuca cuando siente la misma presencia que sintió en el cuarto al otro lado de la puerta. Se trata de una mente poderosa y entrenada, puede que no en su artes, o no sólo en sus artes, pero sin duda una mente disciplinada. Y malévola. No puede llegar hasta ella, quizá la persona esté lejos, o sus defensas mentales se lo impidan, pero los sentidos psíquicos de Cegorach sienten la maldad que emana de esa mente.
Ambos observan cómo la luz verdosa parece parpadear, o latir con cierta frecuencia, y Martin se da cuenta de que el momento de mayor resplandor concuerda con lo que parece ser el final del cántico antes de volver a empezar.
PbP Character: A few ;)
La putrefaccion y olor a carne quemada horroriza aun mas a Zevatur que lanza un par de rayos adicionales hacia el inerte cuerpo de la criatura antes de darse cuenta de que son sus propias acciones las que llenan la sala de humo y hedor. Despues, algo avergonzado, se aproxima a sus compañeros.
- Sin duda la raiz del problema... - dice Zevatur sin relfexionar mucho. - Ataquemos!
[Voy tirando iniciativa :P
6
]
Zevatur, Rolthos
Martin elevó un momento la mano en señal de parada y se llevó un dedo a los labios para indicar silencio. Con un gesto preocupado se acercó a la puerta de la cocina y buscó trampas antes de abrirla con sumo cuidado para sorprender, si era posible, a su enemigo.
Perception: 25 [¡¡Pifia!!]
Iniciativa: 23
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Martin no encontró ninguna trampa, y se afanó casi un minuto entero en intentar forzar la cerradura, hasta que se dio cuenta de que no estaba cerrada con llave. Con un suspiro y esperando que los demás no se hubieran dado cuenta abrió la puerta con cuidado de hacer ningún ruido. En lugar de la esperada cocina, un pasadizo de terreno similar al que habían encontrado abajo, con una apariencia orgánica, se abría ante ellos. La luz verdosa era ahora visible para todos y tras recorrer apenas unos metros el cántico cobró la suficiente fuerza como para que todos lo escucharan. Según progresaban por el pasadizo fueron encontrando cadáveres. No eran humanos, ni ninguna otra raza reconocible, si no criaturas deformes, con dos cabezas, con garras y bocas donde deberían haber tenido manos y pies. Eran parecidos al engendro que habían combatido, pero de tamaño suficientemente pequeño para entrar por el pasadizo en el que estaban ahora. Los cuerpos aparecían quemados, destrozados como si hubieran sido víctimas del ataque de alguna bestia, los compañeros se reconocían con horror en algunos de los cadáveres. Había incluso un enorme felino con la cabeza de Jeena. El último que encontraron fue una versión momificada de Cergorach, con la cara de Roland en el pecho, sentado en una de las paredes del pasillo.
Otro sonido se unió al cántico, un sonido rítmico y grave, como un latido.
Martin siguió avanzando, dejando a los demás unos metros atrás, al lado del momificado psíquico y llegó al final del pasadizo. Este culminaba en una gran sala circular de unos 20 metros de radio, a la que llegaban varios pasadizos como el ellos recorrían, en cuyo centro había lo que sólo podía describirse con un enorme corazón de unos 4 metros de alto y dos de ancho. El corazón latía lentamente, y en lugar de venas y arterias le unían al suelo y al techo unas delgadas columnas de la sustancia quitinosa que había impedido el paso a los demás para luchar contra el engendro. El corazón mantenía un ritmo constante, aunque lento. La luz pulsante y verde parecía emanar del corazón, aunque cuando Martin se fijó un poco más se percató que en realidad parecía venir desde atrás del corazón, o atrás desde su perspectiva pues en la circular sala era difícil determinar cual era la dirección.
Moviéndose alrededor de la sala, proyectando sus sombras alargadas por las paredes, el semi elfo encontró varios esqueletos y zombies. Como habían encontrado anteriormente, una mezcla de razas componía el grupo de muertos vivientes que parecían estar vigilando las entradas en un perímetro alrededor del corazón. Haciendo uso de las habilidades adquiridas en sus años de entrenamiento, se deslizó sigilosamente pegado a la pared hacia la izquierda, apenas un par de metros fueron suficientes para permitirle observar la parte que antes le quedaba oculta por el corazón y allí vio que se encontraba un hombre alto, pálido y delgado, con el pelo negro y lacio que le caía por los hombros. El hombre, que era el responsable del cántico, tenía los ojos en blanco y movía las manos frente al origen de la luz verdosa que inundaba la sala y que parecía latir al ritmo del corazón. Al acabar su salmo, la luz refulgió por un segundo con más fuerza y el corazón dejó de latir durante ese segundo. Al volver a empezar Martin constantó que el latir del corazón parecía haberse debilitado y el resplandor de la luz aumentar ligeramente.
Forzando su vista, pero sin atreverse a avanzar más Martin descubrió que, incrustado en la sustancia quitinosa había un objeto de metal que era de donde parecía surgir el fulgor verdoso.
PbP Character: A few ;)
El pícaro sacó su arco corto lentamente y en completo silencio, debía aprovechar la ventaja de la sorpresa antes de que sus compañeros llegaran alarmando a sus enemigos. No tenía muchos conocimientos arcanos, pero parecía como si el corazón perteneciera a la posada, y el nigromante estuviera atacándolo con algún tipo de ritual, sincronizando la luz del objeto metálico con la de su víctima.
Por unos segundo apuntó al objeto que radiaba la luz enfermiza, pero era un objetivo difícil, embutido entre las sustancias quitinosas, además, si estaba vinculado y lo destruía sin saber sus consecuencias, podría herir de muerte a la criatura-posada. Así que la punta de su flecha volvió a apuntar al nigromante, a su cuello. Recordó su entrenamiento de asesino, era un disparo limpio y mortal, confiaba en no fallar ahora, pero esta demente corrupción tenía que acabar. Conteniendo el aliento, el semielfo disparó.
Attack: 21 Damage: 28
Bonus Action: Hide (Después de Disparar) - Stealth: 13
" ¡Oh la Oscuridad...! "
La flecha voló certera y se clavó en el costado del nigromante, el cual se tambaleó del impacto recibido.
Con un grito de dolor y rabía el hombre se giró buscando a su atacante y localizó a Martín apunto de regresar al pasadizo y la protección que le ofrecen sus sombras. Todos los muertos vivientes se giraron en su dirección cuando su amo le localizó.
Arrodillado como está, parte el asta de la flecha, recoge un bastón del suelo que Martin no había visto antes y dice con una voz sibilante.
- Matadlo -
Los esqueletos y muertos vivientes comienzan a andar hacia el semi-elfo mientras el mago recita un encantamiento que hace que el vello de la nuca del asesino se erice al sentir la energía mágica arremolinándose a su alrededor.
Desde el pasillo el resto del grupo escucha cómo el cántico se interrumpe con un grito de dolor. Y luego nada.
Iniciativas!:
Esqueletos ( 6 ) : 10
Zombies: ( 6) : 3
Nigromante: 7
Jeena:23
Roland: 15
Kath: 10
PbP Character: A few ;)