Guilbert apareció ante todos maltrecho y exhausto. Distintos rotos y suciedad que iban remendándose gracias a las propiedades mágicas de sus ropajes. No quedaban rastros de sus heridas, entre las curadas por sus captores y las restantes por Laeral. Su rostro, apagado y agotado tornó en profunda alegría al ver a todos vivos y a salvo.
-Mis buenos amigos!! Hemos ganado una batalla, con grandes pérdidas, pero la guerra continúa..-les dijo a todos los presentes.-Esos drows de Bregan D'aerthe y su líder, Jarlaxe, me dejaron escapar con una alocada propuesta.. buscan su lugar ahora que tenemos nosotros la piedra.. porque... ¿la tenemos, verdad?.
Con la mirada buscaba una buen sillón donde tirarse un momento y descansar hasta que vio su sombrero en una mesilla. Colocándolo sobre su cabeza y mientras afilaba con sus dedos la enorme pluma naranja ajustó su cinturón y armas preparado para salir.
-Esos Cassalanter.. y la persona nombrada por los demonios están en las afueras.. Cerca de los campos dorados.. los que según Jarlaxe van a ser atacados por los gigantes.
Martin, totalmente abatido, iba a contestar a Gowther, dándose cuenta en su torpeza, que algunos de sus compañeros ya se habían retirado cuando ocurrió su desastroso viaje a la casa que debería ser su hogar y que aún no habían tenido la oportunidad de habitar, ahora totalmente denostada por el asalto donde la chiquilla había sido secuestrada. Sin embargo, un empático Zevatur se adelantó, cosa que el semielfo agradeció, y explicó la versión de lo ocurrido a todos los allí presentes.
La aparición de Guilbert pareció sorprender al pálido bastardo de barba y orejas puntiagudas con una fuerza abrumadora. Preso de sus propios sentimientos de regocijo al verle sano y salvo, Martin prácticamente se lanzó sobre él cuando éste se había sentado en el cómodo sillón y se había ajustado su llamativo sombrero, abrazándolo con bastante intensidad, y obligándole a sujertarse su preciado gorro de anaranjada pluma para no perderlo de nuevo.
El sensible explorador, se separó lentamente del aguerrido superviviente intentando asimilar lo que estaba narrando.
- Entonces... ¿sabes donde encontrarles? ... Espera... has dicho ¿Gigantes? ...
El rostro del semielfo parecía muy confuso, mientras intentaba encajar piezas de un puzzle demasiado compliado para él.
La suspicacia de Zevatur no desapareció por completo y se mantuvo algo frio, aunque poco a poco empezó a confiar en Gilbert.
- ¿Cuál es el trato que sugieren los drows? Aunque tengamos la piedra aun no podemos decir que este asunto haya acabado bien. – Negó con la cabeza – Si damos un par de pasos en cualquier dirección hordas de enemigos podrían atacar de nuevo, y esta vez podríamos no ser tan afortunados, sobre ahora que los enemigos conocen más nuestras habilidades y aliados y tienen a la niña.
- ¿Qué tienen que ver los gigantes en todo esto? Los demonios y los Cassalanter atacan ellos… o se están intentando defender de ellos.
Guilbert aprovechó que se encontraba Laeral delante para hablar sobre la oferta de los drows.
-Bregan D´harte buscaba la piedra para negociar.. sin ella parecen contentarse con que les sea permitido establecerse en la ciudad.. hacer vista gorda por aquí y por allí y ponen sus servicios de información para la ciudad.. estableciendose como gremio de ladrones, controlando el comercio del Skullport.. Sobre los gigantes.. y usando sus propias palabras, me ofreció esa información como gesto de buena voluntad.. Los gigantes van a atacar en breve los campos dorados.. aunque como dijo, gracias a vuestra intervención puede que sea mas manejable.
-Lo último.. fue que la nomrbada por los demonios como los Cassalanter se encuentran en la villa que estos últimos tienen en las afueras.. luego me noqueó para ser arrojado a un callejón donde desperté.
- Te han dejado ir, así de fácil? Y como gesto de buena voluntad? como si nosotros tuviésemos algo que decir en el gobierno de la ciudad... - Dijo Zevatur sintiendo de nuevo una suspicacia hacia lo que estaba pasando. - En cualquier caso, todo esto empezó por ti... no tienes alguna explicación extra de que todo esto?
- Desviarnos hacia las afueras y enfrentarnos a los Cassalanter podría ser una maniobra para distraernos o alejarnos de la ciudad o emboscarnos después. Intentar distraernos tiene más sentido que intentar darnos información gratis a cambio de buena voluntad... a nosotros que no tenemos poder o autoridad para dejarles establecerse en Waterdeep. Por otro lado no tenemos ninguna otra pista adicional o linea de acción. - Reflexionó en voz alta.
- Bueno... podría hacer llegar esa oferta de Bregan D'aerthe a los oídos adecuados -dice Laeral - Pero que ellos sepan eso es... preocupante. Quizá haya llegado la hora de tener una charla con esa organización... -parece pensar unos segundos antes de añadir - Los Arpistas también tenemos nuestros contactos y red de informadores, y nos hemos cruzado con Bregan D'aerthe en varias ocasiones. No siempre en buenos términos, pero no siempre en malos... Son ambiciosos pero sobretod... prácticos. Si Guilbert les ha convencido de que no tenían acceso a la Piedra o al Tesoro que guarda es lógico que intenten sacar algún beneficio. No creo que hayan dejado de buscar la entrada a la Cámara, pero sin la Piedra las posibilidades de que la encuentren son muy remotas. Muchas veces, contar con los contactos adecuados reporta más beneficios que un tesoro... - sonríe - pero eso ya deberíais saberlo -y guiña un ojo complice a Helayna - Dejad que yo me ocupe de los drow por el momento. Respecto a los gigantes... es cierto que han estado muy inquietos últimamente y que ha habido algún ataque. ¿No comentasteis la otra noche que estuvisteis en un castillo en las nubes y ayudasteis a desvelar una trama para hacerse con el control de un clan de gigantes? ¿Y que estos habían dicho que de momento no participarían en las hostilidades contra el resto de razas? Es de suponer que no todos piensen igual. Un ataque contra los Campos Dorados podría tener consecuencias graves para la ciudad de Waterdeep, al fin y al cabo la mayoría de la comida de la ciudad proviene de allí. Enviaré a algunos agentes para que avisen y pediré que refuercen las defensas. -
- Respecto a lo de que sacaros de la ciudad sea una trampa... no tiene mucho sentido. Ya sabemos que los Cassalanter tienen a la niña y no han renunciado a la Piedra. Piensan que usando a la niña podrán forzar nuestra mano y contaban con el tiempo y nuestra ignorancia por su parte. Ahora ya sabemos dónde mirar. Puedo intentar corroborar esa información pero si me descubren perderemos el elemento sorpresa que hemos ganado con esta información. Creo que tenéis varias opciones ante vosotros. Podéis ir a la finca de los Cassalanter e intentar sorprenderlos. Ganar por la mano a todas las facciones malvadas que buscan el Tesoro y recuperarlo para la ciudad, dividiros para hacer ambas cosas... la elección es vuestra-
Laeral mira interrogativamente a la Compañía de Fragmentos Extraordinarios.
Tras escuchar las palabras de Laeral con atención Zevatur se mantuvo en silencio unos momentos. Eran muchos datos, líneas de acción y posibilidades. La verdad es que todas las opciones tenían tantas implicaciones que tardo en asimilarlos todo. Canela se movió inquieto mientras mantenía una conversación con Zevatur. El esquema mental que Canela proyectó en la mente de Zevatur acabó de aclarar los últimos detalles.
- No sabemos las verdaderas defensas del tesoro. Pero yo confío en tu criterio… Si dices que está bien protegido, es que lo está. - Hizo un gesto moviendo sus manos de un tema a otro. – Además, creo que los Cassalanter, siendo los que posiblemente han tenido más tiempo de estudiar lo del tesoro junto a la facción de ladrones de la ciudad, más son que más posibilidades tendrían de saltarse dichas defensas. Además, tienen a la niña. Es una responsabilidad que, para mí, decanta la balanza hacia los Campos Dorados.
Después de ofrecer su opinión intervino para hacer una petición
- En nuestros enfrentamientos convencimos a un inocente Orly a ayudarnos. Yo pensaba que seriamos capaces de protegerle, pero los elfos atacaron en área sorprendiéndonos. Me siento responsable de su muerte y me veo en la obligación de ofrecer resucitarle. Se que será caro, pero quizás podría pagarlo. Podríais encargaros de los detalles, Laeral, imagino que no es fácil encontrar alguien capaz de realizar tal intervención divina.
Martin escuchó con detalle las opciones, pero cada vez que se mencionaba a la chica, era incapaz de ocultar su inquietud y era incapaz de permanecer quieto, dando pequeños paseos alrededor de la sala. Tras las observaciones de Laeral y Zevatur, Martin se sorprendió asintiendo a la decisión de acudir tras los Cassander en los Campos dorados.
- Decidido pues, no debemos perder mucho más tiempo, recoger vuestras cosas y a moverse, cada segundo que pasa esa niña está sola y desamparada en manos de cultistas y demonios... estará horrorizada y su única esperanza somos nosotros.
Sin mediar más palabra, el semielfo desapareció hacia sus aposentos a recoger todo su arsenal, mochila y equipamiento.
Al ver a entrar a Guilbert, el eladrin se acercó a el rodeándole con sus brazos y le dijo al oído: Me alegra ver que estás con nosotros de nuevo. Perdona que no fuera capaz de defenderte...-Al pronunciar estas palabras y ver la inminente partida, Gowther se dirigió al grupo siguiendo con las palabras de Zevatur:
-Orly... Permitimos que un inocente entrara en combate a sabiendas que no estaba preparado para esto... Dejamos su cuerpo en aquella calle como un animal... Cuando volvamos deberíamos dar cuenta a su allegados y realizar la ceremonia con la que el se sintiera más identificado si no pudiéramos resucitarle...-Sus palabras sonaron apesadumbradas como si estuviera haciendo balance de los últimos acontecimientos. El el'tael no quería perder el norte, no quería que sus compañeros o el deshumanizaran este tipo de pérdidas.
Tras un silencio incómodo al menos para el elfo Gowther optó por no dar su opinión sobre qué hacer para centrar la atención en hacerlo del modo más seguro y fiable posible: -Tal vez Guilbert necesite algún tiempo para descansar y recuperar fuerzas. También creo que deberíamos analizar si Guilbert posee algún tipo de "chivato mágico" que permita su rastreo. Aquí en la torre, está claro que no poseerá efecto alguno, pero cuando salgamos podrían rastrearnos fácilmente. Hela, Laeral, tal vez contéis con recursos para ello. También podríamos disfrazar mágicamente su apariencia ante hechizos de adivinación. En nuestro pueblo existía con conjuro capaz de modificar las auras de personas u objetos durante un día para evitar el rastreo mágico. Lamentablemente no cuento con ese hechizo, si alguien de aquí lo conoce, sería el momento adecuado para usarlo.
Laeral asiente ante las palabras de Zevatur y Gowther.
- Vuestros corazones están en el lugar correcto- les dice ante la preocupación de ambos por el desdichado Orly.
- Puedo intentar contactar con un clérigo que pueda realizar el rito, pero debo advertiros, cuando un alma parte de Faerûn no siempre quiere regresar. En ocasiones es necesario que los amigos y allegados del sujeto realicen ofrendas y hablen al alma durante el ritual para conseguir que vuelva. -mira a todos y suspira - lo que quiero decir es que quizá su alma haya partido a un lugar mejor y no desee regresar. Podemos intentarlo pero si no funciona no os sintáis decepcionados. - su sonrisa parece aligerar un poco el peso de sus corazones.
- Por otro lado, tus precauciones son acertadas Gowther. Lanzaré el conjuro para asegurarnos que Guilbert no es seguido por medios mágicos por los drow -
Guilbert con claros síntomas de agotamiento, devolvió con alivio el abrazo de Gowther. Estaba vivo y aún no comprendía muy bien por qué. -Soy responsable de la muerte del pobre Orly.. la rabia me imbuyó y rompí la formación. -se lamentó- Sólo yo soy responsable de mi captura y.. de Orly. De verdad agradeceríamos cualquier acción para devolver a Orly su valor y acciones en favor de la ciudad. Sin él, la piedra no estaría a salvo.
-Yo tampoco entiendo por qué me soltaron.. salvo que todo fuera un gran montaje desde el comienzo.. o asumieron que moriría antes de desvelar dónde y cómo encontrar esa piedra.. para ellos, improvisar y adaptarse es vital como bien recalcó su Lider, Jarlaxe. Laeral.. es drow estaba muy seguro de lo que se encuentra en la cámara. No solo 15 millones de piezas de oro.. algo mas poderoso que en mi perturbada mente pensaban ofertar al mejor postor por algo que desde luego no es dinero.. pues suficiente encontrarían para mil vidas en su interior. -Guilbert meditó un momento, sentando y descansando las fatigas de la larga noche. - No van a renunciar a la piedra y su contenido.. pero tampoco perder la oportunidad de que pudiera traer su mensaje. Pero no tenemos tiempo que perder.. debemos ir a esa casa en las afueras.. ahí está la clave que hará todo encajar. Conmigo empezó todo, tienes razón Zev, amigo mío. Aquellos sueños que sufrimos bajo tierra nos llevaron a hasta esa cripta. Como sabéis.. la orden de la Rosa Negra fue aniquilada y en mi sueño aparecía alquien que daba poir muerto hasta que.. -su voz se quebró un instante..- hasta que escuche su nombre en boca de aquel demonio. Francesca fue..-algo le apretaba en las tripas y le costaba continuar..- mi mentora y... mas. No se que papel juega en esto.. ni con los Cassalanter ni por qué la piedra estaba en esa cripta. Debemos ir.
Cuando se levantaba y preparaba para salir, Laeral casi tuvo que imponerse físicamente para que el bardo no abandonara en aquel deplorable estado la torre de hechicería. Con firme indicación le señaló hacia los reconfortantes y reconstituyentes baños de la torre. A regañadientes Guilbert accedió, recuperando salud y hechizos como si hubiera descansado una noche completa.
Ash había estado observando el teatrillo dramático desde hacía un rato, desde un poco después de la llegada del gran bardo. Con los brazos cruzados y esbozando media sonrisa, permanecía apoyado de forma condescendiente en el quicio de la puerta de forma condescendiente. Perfectamente recuperado de sus heridas abrió la boca por fin.
—Bonito melodrama, Guilbert Burlador del Aboleth —aplaudió lentamente mientras sonreía sardónicamente—. El tal Orly supongo que ya era mayorcito para saber dónde se metía. Pensar otra cosa es despreciar su valor. Estas cosas pasan y no tenemos tiempo de ocuparnos de eso —dijo mirando a Zev y Gowther con la frialdad del que ha visto caer a muchos compañeros de armas—. Está claro que esos perros negros tratan de usarnos en todo este asunto del tesoro, pero me da igual. Esa chiquilla depende de nosotros y pienso cobrarme el pellejo de cada bastardo que se interponga entre ella y nosotros —sonrió a los presentes lobunamente esta vez mientras se acercaba a palmear el hombro de Gilbert amistosamente y ayudaba a Laeral a retenerle—. En eso los elfos nos conocen bien, iremos. Al menos yo lo haré —Miró al resto sin perder la sonrisa y asintió a Martin—. El resto de enredos, francamente me dan igual. Esta ciudad puede irse al infierno. Honestamente, quizá se lo merezca. Pero esa cría no ha hecho nada y está pagando el pato por nosotros. Además esta ciudad tiene héroes más diestros que nosotros.
El veterano guerrero paseó la mirada por todos sus compañeros en busca de complicidades, pero sin pedirlas. Se acercó a Hela y la besó ligeramente mientras deslizaba un poderoso brazo en torno a su cintura.
—¿Qué dices mi sol y mi luna, lista para un asalto más?— retiró un mechón de pelo de su frente con delicadeza y compartió con ella una sonrisa franca para luego mirar a los demás de nuevo—. Siento haber estado algo ausente. Lo cierto es que todo este asunto se me hacía algo grande, pero la situación de la niña pone las cosas cristalinas claras para mí. ¿Qué me decís Fragmentos Extraordinarios, devolvemos el golpe?
Tras sentar a Guilbert con la ayuda de Ash y ofrecerle un té que le calma los nervios al bardo y le reconforta Laeral escucha a Ash y sonríe irónicamente.
- Puede que no sea perfecta. Pero esta ciudad no merece irse al infierno -
- Al menos no aún - añade Khelben entrando en la sala y palmeando amistosamente los anchos hombros de Ash para hacerle ver que no se ha ofendido - mi consejo, si deseas aceptarlo, es que seas mas cuidadoso en el futuro. No todos los Lores se toman a bien las críticas contra su amada ciudad y su trabajo. -
El poderoso archimago se sienta y se prepara un te tras intercambiar una mirada con Laeral continua hablando.
- La verdad es que estáis ante dos de los Lores Enmascarados de la Ciudad de Waterdeep. Por razones obvias mantenemos las apariencias y compaginamos nuestros objetivos con los de los Arpistas, de quien Laeral es una de los líderes - la mujer sonríe y guiña un ojo a Guilbert. - Os rogamos no divulguéis esta información a nadie y estamos tomando un riesgo muy importante al confiar en vosotros así. Hemos mantenido la charada durante años, hasta me he labrado una cierta reputación de ermitaño y algo huraño, por lo que es normal que cuando le decís a alguien nuestros nombres o que vais de mi parte... no os crean. Ya deberíais saberlo - dice mirando a los miembros de los Fragmentos que más historia tienen en Waterdeep como Zevatur o Martin. - Esos Bregan D'aerthe han demostrado ser los que más recursos y perspicacia tienen de todos los jugadores en el tablero ahora mismo. No sólo por sospechar lo que contiene la cámara, si no por deducir que estabais en contacto con alguno de nosotros. -
- En la Cámara no sólo se esconde una importante cantidad de dinero- retoma la conversación Laeral - si no que hay un artefacto muy poderoso que impide que los dragones y todas las criaturas que descienden de ellos entren en la ciudad sin permiso. Por eso los informes sobre vuestro atacante son más preocupantes de lo que puede parecer. Sospecho una intervención divina para haberle permitido pasar esa defensa mágica. Que vaya tras la Piedra y la cámara sólo puede significar una cosa. Saben que ese artefacto está ahí y desean controlarlo. Las consecuencias serían nefastas para la ciudad. -
- Tras la muerte del Lord Desenmascarado - continua Khelben - la Piedra se perdió, algunos dicen que la ocultó para quedarse con el tesoro y huir de la ciudad pero que me vuelva un goblin si mi amigo pensaba tal cosa. Creo que fueron miembros de alguna de las facciones que la buscan los que le obligaron a ocultarla. El caso es que habíamos perdido la Piedra y sólo a través de ella podemos acceder a la Cámara. Ahora poseemos la Piedra y por tanto podemos recuperar el control de la Cámara. Tendréis que ir a la misma y comprobar que todo está bien y que su guardián sigue vivo. La presencia de ese agente de Tiamat en la ciudad me preocupa. Pero lo primero es rescatar a esa pequeña. -
- Los Cassalanter fueron expulsados de la Ciudad hace años al demostrarse que adoraban a Asmodeus. - explica Laeral - Tras mucho trabajo y esfuerzo hace cinco años que han sido readmitidos, tras demostrar que habían dejado atrás las prácticas de sus antepasados. Lo que nos decís parece indicar que o bien han vuelto a caer en esas prácticas, o nunca las abandonaron y nos engañaron a todos, o bien es un montaje para que así lo parezca y que sean un chivo expiatorio. Nos faltan muchos detalles pero espero que podáis conseguir información en el rescate de la pequeña. Lo que averigüéis tendrá consecuencias sin duda. Y me temo que no sabemos qué relación pueden tener con tu Orden Guilbert. -
Khelben mira intensamente a Guilbert mientras Laeral habla y finalmente concluye.
- Creo que ese Jarlaxe es muy inteligente. Si sabía que venías aquí sabía que ningún hechizo de localización iba a escapar de mi escrutinio, además de que es arriesgado pues podría haberlo utilizado en su contra y haberlos localizado. Además, sabe perfectamente dónde vas a estar. Primero aquí y luego en la mansión de los Cassalanter. - se encoge de hombros - no tiene sentido malgastar recursos en eso. Sin embargo sí puedo enmascarar vuestras auras como ha sugerido Gowther para que el resto de facciones tenga un poco más complicado el localizaros. Bien pensado. -
- Respecto a ese desdichado tortle, haremos los preparativos necesarios. No podemos actuar directamente pero lo dejaremos todo listo para que se haga el ritual cuando volváis. Si es lo que queréis que se haga -añade Laeral.
Sonriendo Zevatur asintió a las palabras de Ash de ánimo, sin embargo, negó con la cabeza acerca del hombre tortuga – No sabia a que peligros se enfrentaba.– Después agradeció la oferta a Learal – Te agradezco las gestiones. Si Orly no desea regresar, está bien, pero si tenía aun cosas por las que vivir, me siento en la obligación de darle la oportunidad de completarlas.– Dijo recostándose en la silla, por las palabras que intercambio con Orly presintió que no iba a querer regresar. – Si al hablar con él tiene alguna petición me ofrezco a cumplirla. – Dijo zanjando el asunto.
- Me temo que hemos abusado de vuestro nombre, la desesperacion de no ser retenidos por nyestra propia faccion, me temo.- Dijo a mode de disculpa.
- Si ese artefacto impide la entrada a la estirpe de dragones… ¿Quién da los permisos? Y… significa eso que la niña, que parecía tener herencia de dragón, podría haber nacido aquí o que alguien le ha dado permiso. - Se quedó reflexionando acerca de su propia herencia y los efectos que un artefacto así podría tener en el mismo y sus padres.
Al ir concluyendo las discusiones parecía que todos estaban de acuerdo. - Quizás sea solo una facción de la familia la que está implicada. Veremos. Pero estoy de acuerdo, la más importante y urgente cuestión es salvar a la niña. Yo estoy preparado para partir de inmediato.
Hela corrió hacia Guilbert en cuanto le reconoció entrando en la estancia y le dio un fuerte abrazo, inmensamente aliviada por ver a su compañero a salvo. Le escrutó de arriba abajo, asegurándose de que se encontraba bien y le acompañó hasta la mesa para que tomara asiento, esperando con impaciencia las explicaciones de su compañero.
La shadar -kai prestó atención a todo lo que se iba comentando. Aunque aún no lograba comprender muy bien por qué no aceptaban la muerte como algo natural e incluso deseable, ya que para su raza significaba la máxima unión y reencuentro con su Diosa Cuervo, no se negó a la posible resurrección de Orly. Desde que conoció a Ash y el vínculo del amor se había forjado entre ellos, creía entender lo doloroso que podía ser la muerte de un ser querido. Se estremecía solo de pensar en perderle, y lo había experimentado muy de cerca las anteriores jornadas. Pero aún así, la elfa aceptaba con naturalidad la inevitabilidad del fin de la existencia en el mundo de los vivos y sabía que, tarde o temprano, todos correrían el mismo destino.
Con respecto a facciones, enemigos y temas políticos de la ciudad, Hela aún se sentía demasiado abrumada por el peso de tanta información. Para ella, ahora que Guilbert estaba a salvo, la principal prioridad era rescatar a la niña.
Ash se unió al grupo y Hela le recibió con una dulce sonrisa, dejándose mimar por las muestras de cariño y las palabras del guerrero. Era evidente que el descanso le había sentado bien y su ánimo volvía a ser el de siempre. Le reconfortó comprobar cómo su líder volvía a tomar las riendas de la situación y a guiar al grupo que, al menos para ella, zozobraba sin él. Le abrazó tiernamente mientras respondía.
- Perdonadme si me siento algo confusa con los entramados políticos y facciones de este plano, creo que en este aspecto soy de poca ayuda. Pero considero, como la mayoría de vosotros, que nuestra prioridad es salvar a la niña cuanto antes - dirigió su mirada hacia Guilbert, Gowther y Lareal - puedo intentar detectar magia en Guilbert, aunque quizá tú, querida Lareal, dispongas de hechizos más poderosos y eficaces - entrelazó sus dedos con los de Ash, apretándole la mano suavemente - por lo demás, estoy preparada para el siguiente asalto - confirmó con una sonrisa a su amado.
Rollback Post to RevisionRollBack
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Ash observó a los lores en silencio consciente haber insultado a tan ilustres personajes en su propia casa. Se lo habían tomado demasiado bien en su opinión, pero no iba a detenerse a pensar en ello más de lo necesario.
—Vale, entonces ¿cómo llegamos a esa hacienda de los Cassalanter? Y una vez allí ¿hay alguna manera de saber donde tienen a la chiquilla sin tener que registrar todo un nido de cultistas, demonios y gente simpática? —preguntó a sus compañeros—. ¿Zev tu puedes, digamos, sentir su presencia o algo parecido? Tienes también sangre de dragón, no sé, a lo mejor cuenta... —dijo tratando de hacer pasar por iniciativa su ignorancia en asuntos mágicos- ¿Algún otro método? —miró interrogativamente a Hela, Gowther y Guilbert.
—Y otra cosa, si aparecen los D'aerthe ¿les tratamos como aliado o como enemigos?
Zevatur negó con la cabeza. - Me temo que no, mis herencias… - Hace una pausa ponderando sus palabras. - Mis herencias me permiten canalizar poder, pero me falta sutileza para efectos más elaborados como ese que describes.
– Yo diría que los elfos son adversarios. Quizás tengamos que aliarnos con ellos en algún momento, quizás aparezcan cuando estemos débiles para sacar partido. Habrá que ir viendo… ¿no? – Acabó preguntando con algo de dudas.
- No podremos saberlo hasta que nos encontremos con ellos - dice Kath poniendo una tranquilizadora mano en el hombro de Zevatur.
- Terminar de descansar y preparaos - dice Laeral - Os dejaré lo más cerca posible de la hacienda. -
Tras una espera de un par de horas, Guilbert aparece recién lavado y afeitado y, aunque se siente algo cansado, nota como sus fuerzas se han revitalizado en el excelente baño de la Torre Blackstaff.
Finalmente todos se reúnen, totalmente pertrechados, en su ya conocida sala.
- Puedes estar tranquilo Guilbert. - dice Khelben con su voz de barítono - Estas limpio. Mientras os terminábais de preparar he enmascarado vuestras auras. Durante un tiempo si alguien os busca por vuestra esencia se llevará una decepción pues, a los efectos de una búsqueda por medios arcanos, sois simples animales. - sonríe de manera pícara - Qué tipo de animal ya os lo dejo a vuestra elección -
Con un gesto les indica que le sigan y salen al patio donde hace unas semanas Gowther descubrió que sus compañeros estaban dispuestos a defenderle incluso frente a uno de los miembros más respetados, y peligrosos, de su orden.
En el centro del pequeño jardín Laeral había dibujado un círculo arcano, cuyos bordes y runas refulgían con un resplandor plateado.
- Por favor pasad dentro del círculo - dijo con los ojos brillando con el mismo fuego plateado que las runas.
- Suerte, espero que encontréis a la pequeña sana y salva... - Khelben hace una pausa - o que la vengéis si es necesario -
Con esas palabras y un fogonazo del fuego plateado dejan de estar en la Torre Blackstaff y se encuentra en el linde de un pequeño bosquecillo de abetos y robles, ligeramente inclinado hacia su derecha, por lo que deben estar en la ladera de una colina. Más allá de la línea de árboles, pueden ver, en el fondo del valle una gran y elegante mansión. Por dos de sus cuatro lados, la muralla exterior está rodeada por campos cultivados donde el alto y verde trigo se mece con la brisa que baja de las colinas colindantes. El lado este de la misma tiene una explanada de flores moradas que llega hasta las orillas de un pequeño lago el cual se extiende hacia el sur por donde el río que lo alimenta continúa su camino. No ven que el mismo llegue desde ninguna parte al lago, por lo que seguramente sea subterráneo en esa parte y el lago se haya formado en el punto donde el agua sale a la superficie.
Un camino de tierra serpentea por el lado sur de la mansión, recorriendo el valle casi paralelo al río y atrravesando pequeños bosquecillos similares al que la compañía se encuentra.
El sol esta cercano al horizonte y llena el cielo de colores rosados y púrpuras que se reflejan en las pocas nubes que salpican el cielo.
Todo parece bastante normal y hasta idílico en aquel paraje cercano a los Campos Dorados, el gran granero que alimenta a Waterdeep.
Martin aguzó su vista observándolo todo con detalle...
- Guardias, ¿dónde están los guardias?... No me creo que escondan algo tan valioso allí dentro y no lo tengan vigilado... no os fiéis de las apariencias, sobre todo si estamos tratando con gente que tiene como aliados a demonios y cultistas...
Señalando los altos y verdes campos de trigo que circundaban la hacienda, el semielfo comenzó a elaborar su plan en voz alta, sometiendo a juicio sus deducciones para poder acceder a la mansión de la manera más discreta posible, sabía que si levantaban la alarma, podrían poner en serio peligro a la secuestrada muchacha, y eso podría ser fatal para ella, ... si es que aún seguía con vida.
- Propongo que nos acerquemos dando un rodeo y nos desplacemos a través de los campos sembrados de trigo verde, son un camuflaje y cobertura perfectas, hasta aproximarnos lo máximo posible al lago, desde allí propongo buscar alguna entrada o acceso subterráneo natural, probablemente conduzcan a la finca, puesto que extraerán el agua a través de algún pozo en su interior, una comodidad difícil de desprenderse siendo nobles y teniendo toda la logística prácticamente a mano. Una vez que estemos dentro, deberíamos replantear nuestros próximos pasos en función de lo que veamos que allí se mueva... o sus defensas... puesto que desde aquí es imposible saber que nos espera allí dentro. La discreción es nuestra mayor aliada...
Martin miró con un torcido gesto a Morko y su pesada armadura, pero no le indicó nada para se la quitase, sólo suspiró.
- ¿Alguna idea más? El tiempo no corre en nuestro favor.
Rollback Post to RevisionRollBack
" ¡Oh la Oscuridad...! "
To post a comment, please login or register a new account.
Zevatur se levantó de pronto con alegría escrita en el rostro. Pero antes de abrazar a Guilbert se retuvo un momento. - ¿Gilbert? ¿En verdad eres tu?
Zevatur, Rolthos
Guilbert apareció ante todos maltrecho y exhausto. Distintos rotos y suciedad que iban remendándose gracias a las propiedades mágicas de sus ropajes. No quedaban rastros de sus heridas, entre las curadas por sus captores y las restantes por Laeral. Su rostro, apagado y agotado tornó en profunda alegría al ver a todos vivos y a salvo.
-Mis buenos amigos!! Hemos ganado una batalla, con grandes pérdidas, pero la guerra continúa..-les dijo a todos los presentes.-Esos drows de Bregan D'aerthe y su líder, Jarlaxe, me dejaron escapar con una alocada propuesta.. buscan su lugar ahora que tenemos nosotros la piedra.. porque... ¿la tenemos, verdad?.
Con la mirada buscaba una buen sillón donde tirarse un momento y descansar hasta que vio su sombrero en una mesilla. Colocándolo sobre su cabeza y mientras afilaba con sus dedos la enorme pluma naranja ajustó su cinturón y armas preparado para salir.
-Esos Cassalanter.. y la persona nombrada por los demonios están en las afueras.. Cerca de los campos dorados.. los que según Jarlaxe van a ser atacados por los gigantes.
Martin, totalmente abatido, iba a contestar a Gowther, dándose cuenta en su torpeza, que algunos de sus compañeros ya se habían retirado cuando ocurrió su desastroso viaje a la casa que debería ser su hogar y que aún no habían tenido la oportunidad de habitar, ahora totalmente denostada por el asalto donde la chiquilla había sido secuestrada. Sin embargo, un empático Zevatur se adelantó, cosa que el semielfo agradeció, y explicó la versión de lo ocurrido a todos los allí presentes.
La aparición de Guilbert pareció sorprender al pálido bastardo de barba y orejas puntiagudas con una fuerza abrumadora. Preso de sus propios sentimientos de regocijo al verle sano y salvo, Martin prácticamente se lanzó sobre él cuando éste se había sentado en el cómodo sillón y se había ajustado su llamativo sombrero, abrazándolo con bastante intensidad, y obligándole a sujertarse su preciado gorro de anaranjada pluma para no perderlo de nuevo.
El sensible explorador, se separó lentamente del aguerrido superviviente intentando asimilar lo que estaba narrando.
- Entonces... ¿sabes donde encontrarles? ... Espera... has dicho ¿Gigantes? ...
El rostro del semielfo parecía muy confuso, mientras intentaba encajar piezas de un puzzle demasiado compliado para él.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
La suspicacia de Zevatur no desapareció por completo y se mantuvo algo frio, aunque poco a poco empezó a confiar en Gilbert.
- ¿Cuál es el trato que sugieren los drows? Aunque tengamos la piedra aun no podemos decir que este asunto haya acabado bien. – Negó con la cabeza – Si damos un par de pasos en cualquier dirección hordas de enemigos podrían atacar de nuevo, y esta vez podríamos no ser tan afortunados, sobre ahora que los enemigos conocen más nuestras habilidades y aliados y tienen a la niña.
- ¿Qué tienen que ver los gigantes en todo esto? Los demonios y los Cassalanter atacan ellos… o se están intentando defender de ellos.
Zevatur, Rolthos
Guilbert aprovechó que se encontraba Laeral delante para hablar sobre la oferta de los drows.
-Bregan D´harte buscaba la piedra para negociar.. sin ella parecen contentarse con que les sea permitido establecerse en la ciudad.. hacer vista gorda por aquí y por allí y ponen sus servicios de información para la ciudad.. estableciendose como gremio de ladrones, controlando el comercio del Skullport.. Sobre los gigantes.. y usando sus propias palabras, me ofreció esa información como gesto de buena voluntad.. Los gigantes van a atacar en breve los campos dorados.. aunque como dijo, gracias a vuestra intervención puede que sea mas manejable.
-Lo último.. fue que la nomrbada por los demonios como los Cassalanter se encuentran en la villa que estos últimos tienen en las afueras.. luego me noqueó para ser arrojado a un callejón donde desperté.
- Te han dejado ir, así de fácil? Y como gesto de buena voluntad? como si nosotros tuviésemos algo que decir en el gobierno de la ciudad... - Dijo Zevatur sintiendo de nuevo una suspicacia hacia lo que estaba pasando. - En cualquier caso, todo esto empezó por ti... no tienes alguna explicación extra de que todo esto?
- Desviarnos hacia las afueras y enfrentarnos a los Cassalanter podría ser una maniobra para distraernos o alejarnos de la ciudad o emboscarnos después. Intentar distraernos tiene más sentido que intentar darnos información gratis a cambio de buena voluntad... a nosotros que no tenemos poder o autoridad para dejarles establecerse en Waterdeep. Por otro lado no tenemos ninguna otra pista adicional o linea de acción. - Reflexionó en voz alta.
Zevatur, Rolthos
- Bueno... podría hacer llegar esa oferta de Bregan D'aerthe a los oídos adecuados - dice Laeral - Pero que ellos sepan eso es... preocupante. Quizá haya llegado la hora de tener una charla con esa organización... - parece pensar unos segundos antes de añadir - Los Arpistas también tenemos nuestros contactos y red de informadores, y nos hemos cruzado con Bregan D'aerthe en varias ocasiones. No siempre en buenos términos, pero no siempre en malos... Son ambiciosos pero sobretod... prácticos. Si Guilbert les ha convencido de que no tenían acceso a la Piedra o al Tesoro que guarda es lógico que intenten sacar algún beneficio. No creo que hayan dejado de buscar la entrada a la Cámara, pero sin la Piedra las posibilidades de que la encuentren son muy remotas. Muchas veces, contar con los contactos adecuados reporta más beneficios que un tesoro... - sonríe - pero eso ya deberíais saberlo - y guiña un ojo complice a Helayna - Dejad que yo me ocupe de los drow por el momento. Respecto a los gigantes... es cierto que han estado muy inquietos últimamente y que ha habido algún ataque. ¿No comentasteis la otra noche que estuvisteis en un castillo en las nubes y ayudasteis a desvelar una trama para hacerse con el control de un clan de gigantes? ¿Y que estos habían dicho que de momento no participarían en las hostilidades contra el resto de razas? Es de suponer que no todos piensen igual. Un ataque contra los Campos Dorados podría tener consecuencias graves para la ciudad de Waterdeep, al fin y al cabo la mayoría de la comida de la ciudad proviene de allí. Enviaré a algunos agentes para que avisen y pediré que refuercen las defensas. -
- Respecto a lo de que sacaros de la ciudad sea una trampa... no tiene mucho sentido. Ya sabemos que los Cassalanter tienen a la niña y no han renunciado a la Piedra. Piensan que usando a la niña podrán forzar nuestra mano y contaban con el tiempo y nuestra ignorancia por su parte. Ahora ya sabemos dónde mirar. Puedo intentar corroborar esa información pero si me descubren perderemos el elemento sorpresa que hemos ganado con esta información. Creo que tenéis varias opciones ante vosotros. Podéis ir a la finca de los Cassalanter e intentar sorprenderlos. Ganar por la mano a todas las facciones malvadas que buscan el Tesoro y recuperarlo para la ciudad, dividiros para hacer ambas cosas... la elección es vuestra-
Laeral mira interrogativamente a la Compañía de Fragmentos Extraordinarios.
PbP Character: A few ;)
Tras escuchar las palabras de Laeral con atención Zevatur se mantuvo en silencio unos momentos. Eran muchos datos, líneas de acción y posibilidades. La verdad es que todas las opciones tenían tantas implicaciones que tardo en asimilarlos todo. Canela se movió inquieto mientras mantenía una conversación con Zevatur. El esquema mental que Canela proyectó en la mente de Zevatur acabó de aclarar los últimos detalles.
- No sabemos las verdaderas defensas del tesoro. Pero yo confío en tu criterio… Si dices que está bien protegido, es que lo está. - Hizo un gesto moviendo sus manos de un tema a otro. – Además, creo que los Cassalanter, siendo los que posiblemente han tenido más tiempo de estudiar lo del tesoro junto a la facción de ladrones de la ciudad, más son que más posibilidades tendrían de saltarse dichas defensas. Además, tienen a la niña. Es una responsabilidad que, para mí, decanta la balanza hacia los Campos Dorados.
Después de ofrecer su opinión intervino para hacer una petición
- En nuestros enfrentamientos convencimos a un inocente Orly a ayudarnos. Yo pensaba que seriamos capaces de protegerle, pero los elfos atacaron en área sorprendiéndonos. Me siento responsable de su muerte y me veo en la obligación de ofrecer resucitarle. Se que será caro, pero quizás podría pagarlo. Podríais encargaros de los detalles, Laeral, imagino que no es fácil encontrar alguien capaz de realizar tal intervención divina.
Zevatur, Rolthos
Martin escuchó con detalle las opciones, pero cada vez que se mencionaba a la chica, era incapaz de ocultar su inquietud y era incapaz de permanecer quieto, dando pequeños paseos alrededor de la sala. Tras las observaciones de Laeral y Zevatur, Martin se sorprendió asintiendo a la decisión de acudir tras los Cassander en los Campos dorados.
- Decidido pues, no debemos perder mucho más tiempo, recoger vuestras cosas y a moverse, cada segundo que pasa esa niña está sola y desamparada en manos de cultistas y demonios... estará horrorizada y su única esperanza somos nosotros.
Sin mediar más palabra, el semielfo desapareció hacia sus aposentos a recoger todo su arsenal, mochila y equipamiento.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Al ver a entrar a Guilbert, el eladrin se acercó a el rodeándole con sus brazos y le dijo al oído: Me alegra ver que estás con nosotros de nuevo. Perdona que no fuera capaz de defenderte...-Al pronunciar estas palabras y ver la inminente partida, Gowther se dirigió al grupo siguiendo con las palabras de Zevatur:
-Orly... Permitimos que un inocente entrara en combate a sabiendas que no estaba preparado para esto... Dejamos su cuerpo en aquella calle como un animal... Cuando volvamos deberíamos dar cuenta a su allegados y realizar la ceremonia con la que el se sintiera más identificado si no pudiéramos resucitarle...-Sus palabras sonaron apesadumbradas como si estuviera haciendo balance de los últimos acontecimientos. El el'tael no quería perder el norte, no quería que sus compañeros o el deshumanizaran este tipo de pérdidas.
Tras un silencio incómodo al menos para el elfo Gowther optó por no dar su opinión sobre qué hacer para centrar la atención en hacerlo del modo más seguro y fiable posible: -Tal vez Guilbert necesite algún tiempo para descansar y recuperar fuerzas. También creo que deberíamos analizar si Guilbert posee algún tipo de "chivato mágico" que permita su rastreo. Aquí en la torre, está claro que no poseerá efecto alguno, pero cuando salgamos podrían rastrearnos fácilmente. Hela, Laeral, tal vez contéis con recursos para ello. También podríamos disfrazar mágicamente su apariencia ante hechizos de adivinación. En nuestro pueblo existía con conjuro capaz de modificar las auras de personas u objetos durante un día para evitar el rastreo mágico. Lamentablemente no cuento con ese hechizo, si alguien de aquí lo conoce, sería el momento adecuado para usarlo.
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Laeral asiente ante las palabras de Zevatur y Gowther.
- Vuestros corazones están en el lugar correcto - les dice ante la preocupación de ambos por el desdichado Orly.
- Puedo intentar contactar con un clérigo que pueda realizar el rito, pero debo advertiros, cuando un alma parte de Faerûn no siempre quiere regresar. En ocasiones es necesario que los amigos y allegados del sujeto realicen ofrendas y hablen al alma durante el ritual para conseguir que vuelva. - mira a todos y suspira - lo que quiero decir es que quizá su alma haya partido a un lugar mejor y no desee regresar. Podemos intentarlo pero si no funciona no os sintáis decepcionados. - su sonrisa parece aligerar un poco el peso de sus corazones.
- Por otro lado, tus precauciones son acertadas Gowther. Lanzaré el conjuro para asegurarnos que Guilbert no es seguido por medios mágicos por los drow -
PbP Character: A few ;)
Guilbert con claros síntomas de agotamiento, devolvió con alivio el abrazo de Gowther. Estaba vivo y aún no comprendía muy bien por qué. -Soy responsable de la muerte del pobre Orly.. la rabia me imbuyó y rompí la formación. -se lamentó- Sólo yo soy responsable de mi captura y.. de Orly. De verdad agradeceríamos cualquier acción para devolver a Orly su valor y acciones en favor de la ciudad. Sin él, la piedra no estaría a salvo.
-Yo tampoco entiendo por qué me soltaron.. salvo que todo fuera un gran montaje desde el comienzo.. o asumieron que moriría antes de desvelar dónde y cómo encontrar esa piedra.. para ellos, improvisar y adaptarse es vital como bien recalcó su Lider, Jarlaxe. Laeral.. es drow estaba muy seguro de lo que se encuentra en la cámara. No solo 15 millones de piezas de oro.. algo mas poderoso que en mi perturbada mente pensaban ofertar al mejor postor por algo que desde luego no es dinero.. pues suficiente encontrarían para mil vidas en su interior. -Guilbert meditó un momento, sentando y descansando las fatigas de la larga noche. - No van a renunciar a la piedra y su contenido.. pero tampoco perder la oportunidad de que pudiera traer su mensaje. Pero no tenemos tiempo que perder.. debemos ir a esa casa en las afueras.. ahí está la clave que hará todo encajar. Conmigo empezó todo, tienes razón Zev, amigo mío. Aquellos sueños que sufrimos bajo tierra nos llevaron a hasta esa cripta. Como sabéis.. la orden de la Rosa Negra fue aniquilada y en mi sueño aparecía alquien que daba poir muerto hasta que.. -su voz se quebró un instante..- hasta que escuche su nombre en boca de aquel demonio. Francesca fue.. -algo le apretaba en las tripas y le costaba continuar..- mi mentora y... mas. No se que papel juega en esto.. ni con los Cassalanter ni por qué la piedra estaba en esa cripta. Debemos ir.
Cuando se levantaba y preparaba para salir, Laeral casi tuvo que imponerse físicamente para que el bardo no abandonara en aquel deplorable estado la torre de hechicería. Con firme indicación le señaló hacia los reconfortantes y reconstituyentes baños de la torre. A regañadientes Guilbert accedió, recuperando salud y hechizos como si hubiera descansado una noche completa.
Ash había estado observando el teatrillo dramático desde hacía un rato, desde un poco después de la llegada del gran bardo. Con los brazos cruzados y esbozando media sonrisa, permanecía apoyado de forma condescendiente en el quicio de la puerta de forma condescendiente. Perfectamente recuperado de sus heridas abrió la boca por fin.
—Bonito melodrama, Guilbert Burlador del Aboleth —aplaudió lentamente mientras sonreía sardónicamente—. El tal Orly supongo que ya era mayorcito para saber dónde se metía. Pensar otra cosa es despreciar su valor. Estas cosas pasan y no tenemos tiempo de ocuparnos de eso —dijo mirando a Zev y Gowther con la frialdad del que ha visto caer a muchos compañeros de armas—. Está claro que esos perros negros tratan de usarnos en todo este asunto del tesoro, pero me da igual. Esa chiquilla depende de nosotros y pienso cobrarme el pellejo de cada bastardo que se interponga entre ella y nosotros —sonrió a los presentes lobunamente esta vez mientras se acercaba a palmear el hombro de Gilbert amistosamente y ayudaba a Laeral a retenerle—. En eso los elfos nos conocen bien, iremos. Al menos yo lo haré —Miró al resto sin perder la sonrisa y asintió a Martin—. El resto de enredos, francamente me dan igual. Esta ciudad puede irse al infierno. Honestamente, quizá se lo merezca. Pero esa cría no ha hecho nada y está pagando el pato por nosotros. Además esta ciudad tiene héroes más diestros que nosotros.
El veterano guerrero paseó la mirada por todos sus compañeros en busca de complicidades, pero sin pedirlas. Se acercó a Hela y la besó ligeramente mientras deslizaba un poderoso brazo en torno a su cintura.
—¿Qué dices mi sol y mi luna, lista para un asalto más?— retiró un mechón de pelo de su frente con delicadeza y compartió con ella una sonrisa franca para luego mirar a los demás de nuevo—. Siento haber estado algo ausente. Lo cierto es que todo este asunto se me hacía algo grande, pero la situación de la niña pone las cosas cristalinas claras para mí. ¿Qué me decís Fragmentos Extraordinarios, devolvemos el golpe?
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Tras sentar a Guilbert con la ayuda de Ash y ofrecerle un té que le calma los nervios al bardo y le reconforta Laeral escucha a Ash y sonríe irónicamente.
- Puede que no sea perfecta. Pero esta ciudad no merece irse al infierno -
- Al menos no aún - añade Khelben entrando en la sala y palmeando amistosamente los anchos hombros de Ash para hacerle ver que no se ha ofendido - mi consejo, si deseas aceptarlo, es que seas mas cuidadoso en el futuro. No todos los Lores se toman a bien las críticas contra su amada ciudad y su trabajo. -
El poderoso archimago se sienta y se prepara un te tras intercambiar una mirada con Laeral continua hablando.
- La verdad es que estáis ante dos de los Lores Enmascarados de la Ciudad de Waterdeep. Por razones obvias mantenemos las apariencias y compaginamos nuestros objetivos con los de los Arpistas, de quien Laeral es una de los líderes - la mujer sonríe y guiña un ojo a Guilbert. - Os rogamos no divulguéis esta información a nadie y estamos tomando un riesgo muy importante al confiar en vosotros así. Hemos mantenido la charada durante años, hasta me he labrado una cierta reputación de ermitaño y algo huraño, por lo que es normal que cuando le decís a alguien nuestros nombres o que vais de mi parte... no os crean. Ya deberíais saberlo - dice mirando a los miembros de los Fragmentos que más historia tienen en Waterdeep como Zevatur o Martin. - Esos Bregan D'aerthe han demostrado ser los que más recursos y perspicacia tienen de todos los jugadores en el tablero ahora mismo. No sólo por sospechar lo que contiene la cámara, si no por deducir que estabais en contacto con alguno de nosotros. -
- En la Cámara no sólo se esconde una importante cantidad de dinero - retoma la conversación Laeral - si no que hay un artefacto muy poderoso que impide que los dragones y todas las criaturas que descienden de ellos entren en la ciudad sin permiso. Por eso los informes sobre vuestro atacante son más preocupantes de lo que puede parecer. Sospecho una intervención divina para haberle permitido pasar esa defensa mágica. Que vaya tras la Piedra y la cámara sólo puede significar una cosa. Saben que ese artefacto está ahí y desean controlarlo. Las consecuencias serían nefastas para la ciudad. -
- Tras la muerte del Lord Desenmascarado - continua Khelben - la Piedra se perdió, algunos dicen que la ocultó para quedarse con el tesoro y huir de la ciudad pero que me vuelva un goblin si mi amigo pensaba tal cosa. Creo que fueron miembros de alguna de las facciones que la buscan los que le obligaron a ocultarla. El caso es que habíamos perdido la Piedra y sólo a través de ella podemos acceder a la Cámara. Ahora poseemos la Piedra y por tanto podemos recuperar el control de la Cámara. Tendréis que ir a la misma y comprobar que todo está bien y que su guardián sigue vivo. La presencia de ese agente de Tiamat en la ciudad me preocupa. Pero lo primero es rescatar a esa pequeña. -
- Los Cassalanter fueron expulsados de la Ciudad hace años al demostrarse que adoraban a Asmodeus. - explica Laeral - Tras mucho trabajo y esfuerzo hace cinco años que han sido readmitidos, tras demostrar que habían dejado atrás las prácticas de sus antepasados. Lo que nos decís parece indicar que o bien han vuelto a caer en esas prácticas, o nunca las abandonaron y nos engañaron a todos, o bien es un montaje para que así lo parezca y que sean un chivo expiatorio. Nos faltan muchos detalles pero espero que podáis conseguir información en el rescate de la pequeña. Lo que averigüéis tendrá consecuencias sin duda. Y me temo que no sabemos qué relación pueden tener con tu Orden Guilbert. -
Khelben mira intensamente a Guilbert mientras Laeral habla y finalmente concluye.
- Creo que ese Jarlaxe es muy inteligente. Si sabía que venías aquí sabía que ningún hechizo de localización iba a escapar de mi escrutinio, además de que es arriesgado pues podría haberlo utilizado en su contra y haberlos localizado. Además, sabe perfectamente dónde vas a estar. Primero aquí y luego en la mansión de los Cassalanter. - se encoge de hombros - no tiene sentido malgastar recursos en eso. Sin embargo sí puedo enmascarar vuestras auras como ha sugerido Gowther para que el resto de facciones tenga un poco más complicado el localizaros. Bien pensado. -
- Respecto a ese desdichado tortle, haremos los preparativos necesarios. No podemos actuar directamente pero lo dejaremos todo listo para que se haga el ritual cuando volváis. Si es lo que queréis que se haga - añade Laeral.
PbP Character: A few ;)
Sonriendo Zevatur asintió a las palabras de Ash de ánimo, sin embargo, negó con la cabeza acerca del hombre tortuga – No sabia a que peligros se enfrentaba. – Después agradeció la oferta a Learal – Te agradezco las gestiones. Si Orly no desea regresar, está bien, pero si tenía aun cosas por las que vivir, me siento en la obligación de darle la oportunidad de completarlas. – Dijo recostándose en la silla, por las palabras que intercambio con Orly presintió que no iba a querer regresar. – Si al hablar con él tiene alguna petición me ofrezco a cumplirla. – Dijo zanjando el asunto.
- Me temo que hemos abusado de vuestro nombre, la desesperacion de no ser retenidos por nyestra propia faccion, me temo. - Dijo a mode de disculpa.
- Si ese artefacto impide la entrada a la estirpe de dragones… ¿Quién da los permisos? Y… significa eso que la niña, que parecía tener herencia de dragón, podría haber nacido aquí o que alguien le ha dado permiso. - Se quedó reflexionando acerca de su propia herencia y los efectos que un artefacto así podría tener en el mismo y sus padres.
Al ir concluyendo las discusiones parecía que todos estaban de acuerdo. - Quizás sea solo una facción de la familia la que está implicada. Veremos. Pero estoy de acuerdo, la más importante y urgente cuestión es salvar a la niña. Yo estoy preparado para partir de inmediato.
Zevatur, Rolthos
Hela corrió hacia Guilbert en cuanto le reconoció entrando en la estancia y le dio un fuerte abrazo, inmensamente aliviada por ver a su compañero a salvo. Le escrutó de arriba abajo, asegurándose de que se encontraba bien y le acompañó hasta la mesa para que tomara asiento, esperando con impaciencia las explicaciones de su compañero.
La shadar -kai prestó atención a todo lo que se iba comentando. Aunque aún no lograba comprender muy bien por qué no aceptaban la muerte como algo natural e incluso deseable, ya que para su raza significaba la máxima unión y reencuentro con su Diosa Cuervo, no se negó a la posible resurrección de Orly. Desde que conoció a Ash y el vínculo del amor se había forjado entre ellos, creía entender lo doloroso que podía ser la muerte de un ser querido. Se estremecía solo de pensar en perderle, y lo había experimentado muy de cerca las anteriores jornadas. Pero aún así, la elfa aceptaba con naturalidad la inevitabilidad del fin de la existencia en el mundo de los vivos y sabía que, tarde o temprano, todos correrían el mismo destino.
Con respecto a facciones, enemigos y temas políticos de la ciudad, Hela aún se sentía demasiado abrumada por el peso de tanta información. Para ella, ahora que Guilbert estaba a salvo, la principal prioridad era rescatar a la niña.
Ash se unió al grupo y Hela le recibió con una dulce sonrisa, dejándose mimar por las muestras de cariño y las palabras del guerrero. Era evidente que el descanso le había sentado bien y su ánimo volvía a ser el de siempre. Le reconfortó comprobar cómo su líder volvía a tomar las riendas de la situación y a guiar al grupo que, al menos para ella, zozobraba sin él. Le abrazó tiernamente mientras respondía.
- Perdonadme si me siento algo confusa con los entramados políticos y facciones de este plano, creo que en este aspecto soy de poca ayuda. Pero considero, como la mayoría de vosotros, que nuestra prioridad es salvar a la niña cuanto antes - dirigió su mirada hacia Guilbert, Gowther y Lareal - puedo intentar detectar magia en Guilbert, aunque quizá tú, querida Lareal, dispongas de hechizos más poderosos y eficaces - entrelazó sus dedos con los de Ash, apretándole la mano suavemente - por lo demás, estoy preparada para el siguiente asalto - confirmó con una sonrisa a su amado.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Ash observó a los lores en silencio consciente haber insultado a tan ilustres personajes en su propia casa. Se lo habían tomado demasiado bien en su opinión, pero no iba a detenerse a pensar en ello más de lo necesario.
—Vale, entonces ¿cómo llegamos a esa hacienda de los Cassalanter? Y una vez allí ¿hay alguna manera de saber donde tienen a la chiquilla sin tener que registrar todo un nido de cultistas, demonios y gente simpática? —preguntó a sus compañeros—. ¿Zev tu puedes, digamos, sentir su presencia o algo parecido? Tienes también sangre de dragón, no sé, a lo mejor cuenta... —dijo tratando de hacer pasar por iniciativa su ignorancia en asuntos mágicos- ¿Algún otro método? —miró interrogativamente a Hela, Gowther y Guilbert.
—Y otra cosa, si aparecen los D'aerthe ¿les tratamos como aliado o como enemigos?
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Zevatur negó con la cabeza. - Me temo que no, mis herencias… - Hace una pausa ponderando sus palabras. - Mis herencias me permiten canalizar poder, pero me falta sutileza para efectos más elaborados como ese que describes.
– Yo diría que los elfos son adversarios. Quizás tengamos que aliarnos con ellos en algún momento, quizás aparezcan cuando estemos débiles para sacar partido. Habrá que ir viendo… ¿no? – Acabó preguntando con algo de dudas.
Zevatur, Rolthos
- No podremos saberlo hasta que nos encontremos con ellos - dice Kath poniendo una tranquilizadora mano en el hombro de Zevatur.
- Terminar de descansar y preparaos - dice Laeral - Os dejaré lo más cerca posible de la hacienda. -
Tras una espera de un par de horas, Guilbert aparece recién lavado y afeitado y, aunque se siente algo cansado, nota como sus fuerzas se han revitalizado en el excelente baño de la Torre Blackstaff.
Finalmente todos se reúnen, totalmente pertrechados, en su ya conocida sala.
- Puedes estar tranquilo Guilbert. - dice Khelben con su voz de barítono - Estas limpio. Mientras os terminábais de preparar he enmascarado vuestras auras. Durante un tiempo si alguien os busca por vuestra esencia se llevará una decepción pues, a los efectos de una búsqueda por medios arcanos, sois simples animales. - sonríe de manera pícara - Qué tipo de animal ya os lo dejo a vuestra elección -
Con un gesto les indica que le sigan y salen al patio donde hace unas semanas Gowther descubrió que sus compañeros estaban dispuestos a defenderle incluso frente a uno de los miembros más respetados, y peligrosos, de su orden.
En el centro del pequeño jardín Laeral había dibujado un círculo arcano, cuyos bordes y runas refulgían con un resplandor plateado.
- Por favor pasad dentro del círculo - dijo con los ojos brillando con el mismo fuego plateado que las runas.
- Suerte, espero que encontréis a la pequeña sana y salva... - Khelben hace una pausa - o que la vengéis si es necesario -
Con esas palabras y un fogonazo del fuego plateado dejan de estar en la Torre Blackstaff y se encuentra en el linde de un pequeño bosquecillo de abetos y robles, ligeramente inclinado hacia su derecha, por lo que deben estar en la ladera de una colina. Más allá de la línea de árboles, pueden ver, en el fondo del valle una gran y elegante mansión. Por dos de sus cuatro lados, la muralla exterior está rodeada por campos cultivados donde el alto y verde trigo se mece con la brisa que baja de las colinas colindantes. El lado este de la misma tiene una explanada de flores moradas que llega hasta las orillas de un pequeño lago el cual se extiende hacia el sur por donde el río que lo alimenta continúa su camino. No ven que el mismo llegue desde ninguna parte al lago, por lo que seguramente sea subterráneo en esa parte y el lago se haya formado en el punto donde el agua sale a la superficie.
Un camino de tierra serpentea por el lado sur de la mansión, recorriendo el valle casi paralelo al río y atrravesando pequeños bosquecillos similares al que la compañía se encuentra.
El sol esta cercano al horizonte y llena el cielo de colores rosados y púrpuras que se reflejan en las pocas nubes que salpican el cielo.
Todo parece bastante normal y hasta idílico en aquel paraje cercano a los Campos Dorados, el gran granero que alimenta a Waterdeep.
PbP Character: A few ;)
Martin aguzó su vista observándolo todo con detalle...
- Guardias, ¿dónde están los guardias?... No me creo que escondan algo tan valioso allí dentro y no lo tengan vigilado... no os fiéis de las apariencias, sobre todo si estamos tratando con gente que tiene como aliados a demonios y cultistas...
Señalando los altos y verdes campos de trigo que circundaban la hacienda, el semielfo comenzó a elaborar su plan en voz alta, sometiendo a juicio sus deducciones para poder acceder a la mansión de la manera más discreta posible, sabía que si levantaban la alarma, podrían poner en serio peligro a la secuestrada muchacha, y eso podría ser fatal para ella, ... si es que aún seguía con vida.
- Propongo que nos acerquemos dando un rodeo y nos desplacemos a través de los campos sembrados de trigo verde, son un camuflaje y cobertura perfectas, hasta aproximarnos lo máximo posible al lago, desde allí propongo buscar alguna entrada o acceso subterráneo natural, probablemente conduzcan a la finca, puesto que extraerán el agua a través de algún pozo en su interior, una comodidad difícil de desprenderse siendo nobles y teniendo toda la logística prácticamente a mano. Una vez que estemos dentro, deberíamos replantear nuestros próximos pasos en función de lo que veamos que allí se mueva... o sus defensas... puesto que desde aquí es imposible saber que nos espera allí dentro. La discreción es nuestra mayor aliada...
Martin miró con un torcido gesto a Morko y su pesada armadura, pero no le indicó nada para se la quitase, sólo suspiró.
- ¿Alguna idea más? El tiempo no corre en nuestro favor.
" ¡Oh la Oscuridad...! "