Zevatur mira con sorpresa al hombre. - ¿Mi sangre? Investigaciones... ¿Qué estás investigando si no es mucha indiscreción? - Dice mientras considera la propuesta. Vender el cuerpo no es un concepto extraño para Zevatur, incluso lo ve como algo provechoso... Sin embargo tras ver cara oculta del culto del dragón su aprensión se incrementa. Tan solo el azoramiento y los modales algo tímidos del hombre parecen tranquilizarle algo.
- ¿Es por esa parte de dragón que tengo? - No quiero parecer desconfiado, pero debes entender que he tenido… - El tiefling calla un momento ya que recordar estas cosas siempre le produce fuertes emociones - He tenido algún encuentro con el culto del dragón, gente terrible y velos y mentiras. Amigos que mostraron su verdadera cara tras años de mentiras - Suspira y luego mira a sus compañeros
- Quizás podamos ofrecer algo más… ¿Ninguno conservo parte de los restos de los huevos o algún resto de los dragones que matamos en la cueva?
¿Y porque no pagas directamente las 4500? - pregunta Morko sin comprender realmente donde esta el problema.- Yo te puedo prestar algo de dinero si hace falta.
Martin miró al paladín asintiendo con la cabeza, mientras se encoge de hombros...
- Ese presupuesto está totalmente fuera de mi alcance, de hecho no creo que sumando el dinero de todos nosotros aquí podamos llegar a esa suma. Además maese Morko, una armadura a medida, que sin duda no será barata, le espera en la Ciudad de la Luz. Pero eso es lo de menos, no voy a pedir a Zevatur ni a nadie algo por lo que se vayan a sentir incómodos o vulnerables...
Tras mirar las botas con cierta melancolía, el pícaro se dirigió de nuevo al mercader con sumo respeto, aunque sus palabras parecían seguir deslizándose pesadas a través de sus labios y tuviera que hacer un pequeño esfuerzo para concentrarse en lo que estaba diciendo.
- ¿Podríamos reservarlas? Quizás si le doy una suma de dinero como entrada, pueda apartarlas y no venderlas a nadie hasta que reúna el total del coste... ¿Eso le parecería bien?
El joven estudioso enrojece aún más y levanta las manos
- No no.. lo entiendo... ha sido muy osado por mi parte... discúlpeme... yo... solo intento averiguar cómo imbuir Maia en determinados objetos. - saca un libro, una colección de notas más bien de debajo del mostrador y se la muestra a Zevatur y al resto - Ven? He conseguido aislar estos componentes para duplicar determinados efectos mágicos en objetos. -
Mirando en efecto pone cosas como
Protección contra demonios: Salvia de demonio, agua bendita, ojo de tritón.
Protección contra licántropos: Hierba de lobo, plata, lengua de rana.
Mirando a su alrededor se dan cuenta que la mayoría de la tienda son componentes de ese estilo.
- Estaba estudiando la forma de encantar escudos para proteger contra el fuego... con todo lo que se oye de ataques de gigantes y dragones a la guardia podría venirle bien una ayuda extra... y al verle y escucharle.. he pensado que quizá combinando algo de su sangre con sus propiedades innatas con otros ingredientes pudiera crear una sustancia que confiera a sus escudos la capacidad de resistir mejor el fuego... -
En la herrería:
Al escuchar a Ash el viejo Maestro rompe a reír a carcajadas.
- Que razón tienes muchacho... jajajajaja... demonios me has hecho reír, algo que estos zoquetes no consiguen nunca. Tenla dejo por 20 piezas de oro -
Zevatur mira ponderando las verdaderas intenciones del hombre. (Insight en discord: 19)
- El caso es que a nosotros tambien nos vendria muy bien tener algo de proteccion de fuego... - Asiente. mientras se remanga el brazo - Como lo hacemos?... - Quizas pueda hacernos una rebaja adicional, no estoy convencido de que podamos reunir tal cantidad de dinero?
Un poco cansado de la situación Morko se adelanta y de su bolsa saca 1500 monedas de oro y las pone en el mostrador.- Resuelto- dice mientras coge las botas y se las lanza a Martin- ya me lo devolverás. Y sale de la tienda.
Martin si tiene 1500 monedas de oro, no hace falta que te las quites, te las devuelve enseguida... me las quito yo de mi ficha.
Tras pagar y ver como se extrae a Zevatur parte de su sangre, Martin sale del establecimiento con el resto de sus compañeros y las botas nuevas, con una sonrisa en el rostro bastante risueña, comenta que sus antiguo calzado, las botas de escalada de araña están a disposición de cualquier miembro del grupo que las solicite... Tras este comentario, remarca que quizás si ya no tenemos más tareas que hacer en Daggerford, deberíamos continuar el camino cuanto antes para contactar con la Dama que podría ponernos en vereda de nuevo respecto al culto.
Sin embargo antes de dejar la ciudad, sugiere chequear el tablón de anuncios para aventureros y mercenarios, suele dar una idea de los problemas que acechan por la zona y alrededores, un bonito cartel de "Se buscan aventureros para acabar con... lo que fuera" nos daría información de que se cuece y que nos podría deparar en el camino.
- Hable con el posadero ayer, puede que haya algún problema con bandidos o algún grupo de orcos. Nos recomendó ir a Waterdepp y me dio una dirección donde poder comprar equipo para el frío del norte.- dice Morko.
- Oh estupendo!! No sabe cuánto se lo agradezco - dice entusiasmado el joven artificiero. Prepara una tira de cuero, varios paños limpios, algo de agua caliente y limpia, y un pequeño tubo de cristal. Zevatur y Martin ven como saca un pequeño cilindro de bambú terminado en punta diagonal.
- Intentaré no hacerle ningún daño - asegura el joven con confianza a Zevatur. Pasa la tira de cuero por debajo del hombro del tiefling y aprieta. Coloca la palma de la mano de Zevatur hacia arriba y con cuidado palpa en la parte interna de su codo. Un poco hacia fuera parece encontrar lo que estaba buscando y moja la zona con el agua caliente.
- Solo un pequeño pinchazo - le dice y con delicadeza utiliza la lanceta de bambú para atravesar la carne y la vena del asombrado Tiefling. Si tiene que ser sincero apenas ha notado nada. La sangre comienza a manar por el otro lado del bambú y chico la recoge en su tubo de cristal. Lo tapa con habildad con una sola mano, y con la otra retira la lanceta y utiliza uno de los trapos para tapar la hemorragia. Se asegura de que la lanceta no se ha roto y la hecha al agua para lavarla.
- Excelente- le dice retirando la tira de cuero. - Por favor mantén la presión un segundo - coge una de las pociones que les ha ofrecido y vierte apenas un par de gotas en la pequeña herida, la cual se cierra. El chico limpia la poca sangre que ha quedado en la piel de Zevatur y sonríe satisfecho.
- Ya esta!! respecto a poder usar vosotros el resultado de mi investigación. De momento es todo teoría, pero si venís en un par de meses seguro que tengo algo que se pueda testear. - dice convencido.
- Les estoy muy agradecido! - dice sinceramente mientras guarda su preciosa muestra de sangre. Cuando ha recogido todo se da cuenta que la bolsa con dinero está encima de la mesa y coge casi como si temiera que alguien le dijera que no era suya.
Cuando Gowther y Ash llegan mientras el guerrero le está contando al eladrin la historia de una molinera y su hija, ven a Martin poniéndose unas hermosas botas de cuero negro con plumas de cuervo en la parte superior de la caña mientras Morko resopla un poco.
Las botas se ajustan a los pies y las piernas de Martin como un guante y su cuervo grazna curioso a su alrededor mientras se las pone.
Apenas un minuto más tarde sale Zevatur de la tienda portando dos pociones de curación.
- Bueno parece que estamos listos. ¿Seguimos nuestro viaje? - dice Kath.
Es sorprendente la habilidad del hombre y Zevatur comprende que no es la primera vez que hace algo así. En vez de preocuparse por ello, se tranquiliza, pensando que está en buenas manos y que sus motivos son la investigación como ha dicho antes. Su cara palideze al ver fluir su propia sangre, y aunque ha sufrido terribles quemaduras, cortés y aplastamientos, de alguna forma esa visión, la sangre fluyendo fuera de su cuerpo sin dolor, sin trauma, le hace marearse levemente. Y de tiene que apollar en Martín para no caer.
- ¿Como habéis dicho que os llamábais? - pregunta mientras coge las pociones
Al fin y a cabo una sonrisa cruza su cara al ver a Martín feliz con sus botas nuevas. - Creo que las botas deberían ser para alguien que use principalmente las armas cuerpo a cuerpo, llegar a los objetivos debe de ser muy importante para ellos.
Cuando el equipo llega a la posada a recoger sus monturas un muy apurado mozo de cuadras explica a Morko que su oso se ha escapado sin que él, apenas un mozo adolescente, pudiera hacer nada. Mientras se preguntan dónde puede estar ven llegar a varios miembros de la guardia junto con un airado, y algo asustado mercader. El sargento de la guardia les explica que el mercader, un conocido apicultor de la zona que vende su miel fresca en el mercado cada mañana, casi se muere del infarto al ver llegar al enorme oso a su puesto y darse un festín con su miel. Al ver que el oso no era hostil, sólo goloso, y ver la montura le han dejado allí comiéndose la miel y han ido preguntando hasta averiguar de dónde había salido semejante animal, hasta dar con la posada.
Van hasta allí y se encuentran al oso sentado en lo que debía ser el mostrador con ambas zarpas sujetando un tarro de cerámica de miel y dándose un festín, los restos de varios tarros, algunos rotos, otros no, están esparcidos por el suelo. La guardia ha establecido un perímetro alrededor del oso, y la gente mira curiosa, unos asustados, otros divertidos.
Morko llama al orden a su montura, que, reluctante, acude a su lado llevando un tarro de miel prácticamente lleno a su jinete como señal de arrepentimiento.
El paladín paga al mercader 100 monedas de oro para cubrir sus gastos y los daños y por fin el grupo puede abandonar la ciudad, escoltados por la guarida para asegurarse que el oso no causa más problemas.
Dos días después la compañía llega a una zona de suaves colinas. El camino serpentea entre ellas, mientras se dirige hacia el norte. Kath y Martin encuentran huellas de algunos humanoides en las inmediaciones, posiblemente orcos, han pasado recientemente por allí, pero no descubren más indicios de ellos.
Un día mas tarde se cruzan con los restos de una caravana pequeña, de unos cuatro carromatos, que ha sido atacada por los mismos orcos a los que descubrieron antes. No encuentran supervivientes pero quizá se hayan llevado a alguien. Los compañeros se plantean qué hacer entre los restos humeantes de los carromatos.
- Se que habiamos dicho que no mas distracciones. Pero... orcos atacando caravanas. Dejar gente posiblemente atrapada en peligro. Quizas una de las mejores cosas que podemos hacer para entorpecer los avances del culto es ayudar a estabilizar y protejer los caminos para mejorar el comercio, el paso de mesajeros, las provisiones...
Luego examinando los restos con cuidado pregunta - Podeis ver si es un grupo demasaido numeroso por la cantidad de huellas? - Dirigiendose a Martin y Kath.
Martin preocupado se dispone a volver a mirar los rastros de los atacantes, aunque en las peleas las huellas se suelen entremezclar, se suelen poder distinguir bien la de las tribus orcas entre las de los humanos simples. Bajándose de su caballo, negro como la noche, y tras un rápido registro de los restos de los carromatos para intentar descubrir alguna pista más... (si se defendieron, iban con protección o sólos... etc...) el pícaro se aleja en círculos de los humeantes despojos que han quedado buscando el origen del ataque.
-Lo que diga el de las pantuflas, no puedo resistirme ante tal estampa de liderazgo -ríe Ash socarrón- con suerte quizá encontremos la guarida de esos bastardos y podamos reclamar sus tesoros.
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Morko pone gesto serio ante el destrozo en el mercado y le dice a Daghr:- Ya hablaremos tu y yo cuando salgamos de la ciudad.- Volviéndose hacia el mercader y la guardia dice:- Mi disculpas, pagaré todos los destrozos causados y una bonificación por los daños causados. Dicho lo cual paga 125 monedas de oro y cogiendo a Daghr lo saca de la ciudad.
Durante el viaje y mientras disfruta de la miel que comparte con su oso, le instruye sobre las diferencias entre la civilización y la naturaleza salvaje, tratando de que entienda que en las ciudades y poblados no puede irse a saquear puesto de comerciantes.
-Solo se me ocurre una cosa peor que dragones y son los orcos- comenta el paladín al ver la caravana- aunque nos desviemos un poco buscaría por supervivientes, yo no soy muy ducho en labores de rastreo pero Daghr quizás pueda compensar su destrozo en el mercado, tiene un olfato prodigioso.
El destrozo ocasionado por el oso daba a entender que aquella mística bestia tenía mucho que aprender y el trabajo era responsabilidad del despreocupado enano que priorizaba una cerveza y un asado sobre estas cuestiones. No obstante, Gowther no vio sentido alguno expresarle su opinión ya que si lo evidente a los ojos no era entendido, difícilmente las palabras de alguien iban a generar un razonamiento adicional.
Durante la marcha:
De nuevo encontraron motivos para alejarse del camino... Parecía que esta iba a ser la tónica del grupo. Sus motivos les enaltecían en cierto modo pero seguían secundado problemas aún mayores.
-Ya sabéis cual es mi preferencia pero si todos estáis de acuerdo os acompañaré en esto. Cuantos más seamos, antes podremos retornar en nuestra misión. Intentemos no separarnos, la vez anterior no fue buena idea.
Mientras Martín analiza el escenario, Gowther echó un vistazo a los restos de la caravana por si hubiera algo que pudiera identificar a los dueños de la caravana o algo de valor.
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"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Al oír a Ash mofarse de su aspecto, Zevatur se quita las zapatillas y se acerca despacio a Ash con ellas en la mano. Su gesto intenta ser serio, pero algo en su forma de andar, en como sopesa y blande las zapatillas indica claramente que pretende dar a Ash un zapallitazo.
Ash se cubre entre risas, encajando el zapatillazo. - Ahora si que parece una madre, imposible no hacer lo que dice!
- Ash! Estás muy flacucho, a ver si me comes más! - Dice entre risas mientras se vuelve a poner las zapatillas con telarañas dibujadas. - Habéis encontrado información en las huellas? - Dice finalmente recuperando la seriedad.
Martin ve como Kath sonríe viendo a sus compañeros bromear. Es la segunda sonrisa que ve a la muchacha en los últimos días. La primera fue cuando descubrieron al enorme oso comiéndose tranquilamente la miel. Es bueno verla sonreír.
Gowther recorre las destrozadas carretas pero no encuentra nada digno de mención. No parecen pertenecer a ninguna casa mercantil, al menos no llevan marcas de ninguna. Parece más bien que el contenido de la caravana eran las posesiones personales de los dueños, pero es dificil saberlo pues apenas queda nada que mirar.
Las huellas serpentean entre las colinas y apenas pasa una hora hasta que ven el resplandor de una hoguera un par de colinas más allá.
Martin les indica que avancen con cuidado. Podrían haber apostado vigías.
Zevatur mira con sorpresa al hombre. - ¿Mi sangre? Investigaciones... ¿Qué estás investigando si no es mucha indiscreción? - Dice mientras considera la propuesta. Vender el cuerpo no es un concepto extraño para Zevatur, incluso lo ve como algo provechoso... Sin embargo tras ver cara oculta del culto del dragón su aprensión se incrementa. Tan solo el azoramiento y los modales algo tímidos del hombre parecen tranquilizarle algo.
- ¿Es por esa parte de dragón que tengo? - No quiero parecer desconfiado, pero debes entender que he tenido… - El tiefling calla un momento ya que recordar estas cosas siempre le produce fuertes emociones - He tenido algún encuentro con el culto del dragón, gente terrible y velos y mentiras. Amigos que mostraron su verdadera cara tras años de mentiras - Suspira y luego mira a sus compañeros
- Quizás podamos ofrecer algo más… ¿Ninguno conservo parte de los restos de los huevos o algún resto de los dragones que matamos en la cueva?
Zevatur, Rolthos
¿Y porque no pagas directamente las 4500? - pregunta Morko sin comprender realmente donde esta el problema.- Yo te puedo prestar algo de dinero si hace falta.
Martin miró al paladín asintiendo con la cabeza, mientras se encoge de hombros...
- Ese presupuesto está totalmente fuera de mi alcance, de hecho no creo que sumando el dinero de todos nosotros aquí podamos llegar a esa suma. Además maese Morko, una armadura a medida, que sin duda no será barata, le espera en la Ciudad de la Luz. Pero eso es lo de menos, no voy a pedir a Zevatur ni a nadie algo por lo que se vayan a sentir incómodos o vulnerables...
Tras mirar las botas con cierta melancolía, el pícaro se dirigió de nuevo al mercader con sumo respeto, aunque sus palabras parecían seguir deslizándose pesadas a través de sus labios y tuviera que hacer un pequeño esfuerzo para concentrarse en lo que estaba diciendo.
- ¿Podríamos reservarlas? Quizás si le doy una suma de dinero como entrada, pueda apartarlas y no venderlas a nadie hasta que reúna el total del coste... ¿Eso le parecería bien?
" ¡Oh la Oscuridad...! "
El joven estudioso enrojece aún más y levanta las manos
- No no.. lo entiendo... ha sido muy osado por mi parte... discúlpeme... yo... solo intento averiguar cómo imbuir Maia en determinados objetos. - saca un libro, una colección de notas más bien de debajo del mostrador y se la muestra a Zevatur y al resto - Ven? He conseguido aislar estos componentes para duplicar determinados efectos mágicos en objetos. -
Mirando en efecto pone cosas como
Protección contra demonios: Salvia de demonio, agua bendita, ojo de tritón.
Protección contra licántropos: Hierba de lobo, plata, lengua de rana.
Mirando a su alrededor se dan cuenta que la mayoría de la tienda son componentes de ese estilo.
- Estaba estudiando la forma de encantar escudos para proteger contra el fuego... con todo lo que se oye de ataques de gigantes y dragones a la guardia podría venirle bien una ayuda extra... y al verle y escucharle.. he pensado que quizá combinando algo de su sangre con sus propiedades innatas con otros ingredientes pudiera crear una sustancia que confiera a sus escudos la capacidad de resistir mejor el fuego... -
En la herrería:
Al escuchar a Ash el viejo Maestro rompe a reír a carcajadas.
- Que razón tienes muchacho... jajajajaja... demonios me has hecho reír, algo que estos zoquetes no consiguen nunca. Tenla dejo por 20 piezas de oro -
PbP Character: A few ;)
Zevatur mira ponderando las verdaderas intenciones del hombre. (Insight en discord: 19)
- El caso es que a nosotros tambien nos vendria muy bien tener algo de proteccion de fuego... - Asiente. mientras se remanga el brazo - Como lo hacemos?... - Quizas pueda hacernos una rebaja adicional, no estoy convencido de que podamos reunir tal cantidad de dinero?
Zevatur, Rolthos
Un poco cansado de la situación Morko se adelanta y de su bolsa saca 1500 monedas de oro y las pone en el mostrador.- Resuelto- dice mientras coge las botas y se las lanza a Martin- ya me lo devolverás. Y sale de la tienda.
Martin si tiene 1500 monedas de oro, no hace falta que te las quites, te las devuelve enseguida... me las quito yo de mi ficha.
Tras pagar y ver como se extrae a Zevatur parte de su sangre, Martin sale del establecimiento con el resto de sus compañeros y las botas nuevas, con una sonrisa en el rostro bastante risueña, comenta que sus antiguo calzado, las botas de escalada de araña están a disposición de cualquier miembro del grupo que las solicite... Tras este comentario, remarca que quizás si ya no tenemos más tareas que hacer en Daggerford, deberíamos continuar el camino cuanto antes para contactar con la Dama que podría ponernos en vereda de nuevo respecto al culto.
Sin embargo antes de dejar la ciudad, sugiere chequear el tablón de anuncios para aventureros y mercenarios, suele dar una idea de los problemas que acechan por la zona y alrededores, un bonito cartel de "Se buscan aventureros para acabar con... lo que fuera" nos daría información de que se cuece y que nos podría deparar en el camino.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
- Hable con el posadero ayer, puede que haya algún problema con bandidos o algún grupo de orcos. Nos recomendó ir a Waterdepp y me dio una dirección donde poder comprar equipo para el frío del norte.- dice Morko.
- Oh estupendo!! No sabe cuánto se lo agradezco - dice entusiasmado el joven artificiero. Prepara una tira de cuero, varios paños limpios, algo de agua caliente y limpia, y un pequeño tubo de cristal. Zevatur y Martin ven como saca un pequeño cilindro de bambú terminado en punta diagonal.
- Intentaré no hacerle ningún daño - asegura el joven con confianza a Zevatur. Pasa la tira de cuero por debajo del hombro del tiefling y aprieta. Coloca la palma de la mano de Zevatur hacia arriba y con cuidado palpa en la parte interna de su codo. Un poco hacia fuera parece encontrar lo que estaba buscando y moja la zona con el agua caliente.
- Solo un pequeño pinchazo - le dice y con delicadeza utiliza la lanceta de bambú para atravesar la carne y la vena del asombrado Tiefling. Si tiene que ser sincero apenas ha notado nada. La sangre comienza a manar por el otro lado del bambú y chico la recoge en su tubo de cristal. Lo tapa con habildad con una sola mano, y con la otra retira la lanceta y utiliza uno de los trapos para tapar la hemorragia. Se asegura de que la lanceta no se ha roto y la hecha al agua para lavarla.
- Excelente- le dice retirando la tira de cuero. - Por favor mantén la presión un segundo - coge una de las pociones que les ha ofrecido y vierte apenas un par de gotas en la pequeña herida, la cual se cierra. El chico limpia la poca sangre que ha quedado en la piel de Zevatur y sonríe satisfecho.
- Ya esta!! respecto a poder usar vosotros el resultado de mi investigación. De momento es todo teoría, pero si venís en un par de meses seguro que tengo algo que se pueda testear. - dice convencido.
- Les estoy muy agradecido! - dice sinceramente mientras guarda su preciosa muestra de sangre. Cuando ha recogido todo se da cuenta que la bolsa con dinero está encima de la mesa y coge casi como si temiera que alguien le dijera que no era suya.
Cuando Gowther y Ash llegan mientras el guerrero le está contando al eladrin la historia de una molinera y su hija, ven a Martin poniéndose unas hermosas botas de cuero negro con plumas de cuervo en la parte superior de la caña mientras Morko resopla un poco.
Las botas se ajustan a los pies y las piernas de Martin como un guante y su cuervo grazna curioso a su alrededor mientras se las pone.
Apenas un minuto más tarde sale Zevatur de la tienda portando dos pociones de curación.
- Bueno parece que estamos listos. ¿Seguimos nuestro viaje? - dice Kath.
PbP Character: A few ;)
Es sorprendente la habilidad del hombre y Zevatur comprende que no es la primera vez que hace algo así. En vez de preocuparse por ello, se tranquiliza, pensando que está en buenas manos y que sus motivos son la investigación como ha dicho antes. Su cara palideze al ver fluir su propia sangre, y aunque ha sufrido terribles quemaduras, cortés y aplastamientos, de alguna forma esa visión, la sangre fluyendo fuera de su cuerpo sin dolor, sin trauma, le hace marearse levemente. Y de tiene que apollar en Martín para no caer.
- ¿Como habéis dicho que os llamábais? - pregunta mientras coge las pociones
Al fin y a cabo una sonrisa cruza su cara al ver a Martín feliz con sus botas nuevas. - Creo que las botas deberían ser para alguien que use principalmente las armas cuerpo a cuerpo, llegar a los objetivos debe de ser muy importante para ellos.
-¡Partamos! - Exclama ante la sugerencia de Kath.
Zevatur, Rolthos
Cuando el equipo llega a la posada a recoger sus monturas un muy apurado mozo de cuadras explica a Morko que su oso se ha escapado sin que él, apenas un mozo adolescente, pudiera hacer nada. Mientras se preguntan dónde puede estar ven llegar a varios miembros de la guardia junto con un airado, y algo asustado mercader. El sargento de la guardia les explica que el mercader, un conocido apicultor de la zona que vende su miel fresca en el mercado cada mañana, casi se muere del infarto al ver llegar al enorme oso a su puesto y darse un festín con su miel. Al ver que el oso no era hostil, sólo goloso, y ver la montura le han dejado allí comiéndose la miel y han ido preguntando hasta averiguar de dónde había salido semejante animal, hasta dar con la posada.
Van hasta allí y se encuentran al oso sentado en lo que debía ser el mostrador con ambas zarpas sujetando un tarro de cerámica de miel y dándose un festín, los restos de varios tarros, algunos rotos, otros no, están esparcidos por el suelo. La guardia ha establecido un perímetro alrededor del oso, y la gente mira curiosa, unos asustados, otros divertidos.
Morko llama al orden a su montura, que, reluctante, acude a su lado llevando un tarro de miel prácticamente lleno a su jinete como señal de arrepentimiento.
El paladín paga al mercader 100 monedas de oro para cubrir sus gastos y los daños y por fin el grupo puede abandonar la ciudad, escoltados por la guarida para asegurarse que el oso no causa más problemas.
Dos días después la compañía llega a una zona de suaves colinas. El camino serpentea entre ellas, mientras se dirige hacia el norte. Kath y Martin encuentran huellas de algunos humanoides en las inmediaciones, posiblemente orcos, han pasado recientemente por allí, pero no descubren más indicios de ellos.
Un día mas tarde se cruzan con los restos de una caravana pequeña, de unos cuatro carromatos, que ha sido atacada por los mismos orcos a los que descubrieron antes. No encuentran supervivientes pero quizá se hayan llevado a alguien. Los compañeros se plantean qué hacer entre los restos humeantes de los carromatos.
PbP Character: A few ;)
- Se que habiamos dicho que no mas distracciones. Pero... orcos atacando caravanas. Dejar gente posiblemente atrapada en peligro. Quizas una de las mejores cosas que podemos hacer para entorpecer los avances del culto es ayudar a estabilizar y protejer los caminos para mejorar el comercio, el paso de mesajeros, las provisiones...
Luego examinando los restos con cuidado pregunta - Podeis ver si es un grupo demasaido numeroso por la cantidad de huellas? - Dirigiendose a Martin y Kath.
investigation: 10
perception: 5
Zevatur, Rolthos
Martin preocupado se dispone a volver a mirar los rastros de los atacantes, aunque en las peleas las huellas se suelen entremezclar, se suelen poder distinguir bien la de las tribus orcas entre las de los humanos simples. Bajándose de su caballo, negro como la noche, y tras un rápido registro de los restos de los carromatos para intentar descubrir alguna pista más... (si se defendieron, iban con protección o sólos... etc...) el pícaro se aleja en círculos de los humeantes despojos que han quedado buscando el origen del ataque.
Investigation: 11 - Survival: 20
" ¡Oh la Oscuridad...! "
-Lo que diga el de las pantuflas, no puedo resistirme ante tal estampa de liderazgo -ríe Ash socarrón- con suerte quizá encontremos la guarida de esos bastardos y podamos reclamar sus tesoros.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Morko pone gesto serio ante el destrozo en el mercado y le dice a Daghr:- Ya hablaremos tu y yo cuando salgamos de la ciudad.- Volviéndose hacia el mercader y la guardia dice:- Mi disculpas, pagaré todos los destrozos causados y una bonificación por los daños causados. Dicho lo cual paga 125 monedas de oro y cogiendo a Daghr lo saca de la ciudad.
Durante el viaje y mientras disfruta de la miel que comparte con su oso, le instruye sobre las diferencias entre la civilización y la naturaleza salvaje, tratando de que entienda que en las ciudades y poblados no puede irse a saquear puesto de comerciantes.
-Solo se me ocurre una cosa peor que dragones y son los orcos- comenta el paladín al ver la caravana- aunque nos desviemos un poco buscaría por supervivientes, yo no soy muy ducho en labores de rastreo pero Daghr quizás pueda compensar su destrozo en el mercado, tiene un olfato prodigioso.
Percepción: 9
Antes de partir:
El destrozo ocasionado por el oso daba a entender que aquella mística bestia tenía mucho que aprender y el trabajo era responsabilidad del despreocupado enano que priorizaba una cerveza y un asado sobre estas cuestiones. No obstante, Gowther no vio sentido alguno expresarle su opinión ya que si lo evidente a los ojos no era entendido, difícilmente las palabras de alguien iban a generar un razonamiento adicional.
Durante la marcha:
De nuevo encontraron motivos para alejarse del camino... Parecía que esta iba a ser la tónica del grupo. Sus motivos les enaltecían en cierto modo pero seguían secundado problemas aún mayores.
-Ya sabéis cual es mi preferencia pero si todos estáis de acuerdo os acompañaré en esto. Cuantos más seamos, antes podremos retornar en nuestra misión. Intentemos no separarnos, la vez anterior no fue buena idea.
Mientras Martín analiza el escenario, Gowther echó un vistazo a los restos de la caravana por si hubiera algo que pudiera identificar a los dueños de la caravana o algo de valor.
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.
Al oír a Ash mofarse de su aspecto, Zevatur se quita las zapatillas y se acerca despacio a Ash con ellas en la mano. Su gesto intenta ser serio, pero algo en su forma de andar, en como sopesa y blande las zapatillas indica claramente que pretende dar a Ash un zapallitazo.
Ash se cubre entre risas, encajando el zapatillazo. - Ahora si que parece una madre, imposible no hacer lo que dice!
- Ash! Estás muy flacucho, a ver si me comes más! - Dice entre risas mientras se vuelve a poner las zapatillas con telarañas dibujadas. - Habéis encontrado información en las huellas? - Dice finalmente recuperando la seriedad.
Zevatur, Rolthos
Martin ve como Kath sonríe viendo a sus compañeros bromear. Es la segunda sonrisa que ve a la muchacha en los últimos días. La primera fue cuando descubrieron al enorme oso comiéndose tranquilamente la miel. Es bueno verla sonreír.
Gowther recorre las destrozadas carretas pero no encuentra nada digno de mención. No parecen pertenecer a ninguna casa mercantil, al menos no llevan marcas de ninguna. Parece más bien que el contenido de la caravana eran las posesiones personales de los dueños, pero es dificil saberlo pues apenas queda nada que mirar.
Las huellas serpentean entre las colinas y apenas pasa una hora hasta que ven el resplandor de una hoguera un par de colinas más allá.
Martin les indica que avancen con cuidado. Podrían haber apostado vigías.
PbP Character: A few ;)
Zevatur avanze con sigilo, ocultándose entre la vegetación tanto como puede.
Sigilo: 1d20 (12) + 6 = 18
Zevatur, Rolthos
Al ver la indicación de Martin, Gowther se preparó por si pudiera ocurrir cualquier contingencia.
Cast Mage armor
Tras esto, siguió a Zevatur intentando extremar el sigilo.
24
Por último, indicó a su compañero Luthien que sobrevolara la zona vigilando la zona manteniéndose a 80 pies de Gowther.
"Esta perfecta melodía que acompasa y guía mi movimiento es la voz de mi compañera Aegnor"
Gowther Irerath, El'Tael de los Fragmentos Extraordinarios.