El semielfo presencia la discusión fuera de tono de Roland con Gowther mientras estaba sirviendo algo de estofado aderezado con raíces a Hela. Su gesto se ensombrece al ver como el clérigo parece perder los papeles al expresarse y el mestizo emite un pequeño gruñido de frustración ante la confrontación de sus aliados. Durante años ha estado al servicio de altos elfos, y aunque no son Eladrines, empezaba a entender ligeramente como funcionaban y pensaban. En ningún momento dudó de la buenas intenciones de Gowther, simplemente era alguien que aun necesitaba algún tiempo de adaptación a este nuevo mundo para él.

Negando con la cabeza, y por tanto, mostrando la disconformidad en los modos de expresarse del sanador de Lathander, Martin dejó el calor de la hoguera para volver a acercarse al Eladrín, no sin antes echarle una mirada algo decepcionado a Kath por su amago de aplauso. Al llegar a su lado y manteniéndose fuera del círculo y del ritual para no entorpecerle, el mestizo se volvió a dirigir a él con una voz tranquila y tenue, que era difícil de percibir para aquellos que no estaban cerca de la pareja.

- Gowther, disculpad a Roland, está algo alterado por los últimos acontecimientos y el cansancio le ha hecho mella en su ánimo, por favor no se lo tengas en cuenta. Entiendo lo que quieres hacer y tu linea de pensamientos, y la respeto, y aunque el sacerdote no ha tenido las mejores formas, parte de sus argumentos acerca de la seguridad del camino y de los futuros viajeros tiene sentido. 

Martin carraspeó un poco y se agachó para estar más cómodo al hablar.

- Sin embargo, si crees que es más inteligente quedarse aquí protegiéndolos de futuros ataques, yo me quedaré contigo, mejor dos que uno, el resto del grupo puede moverse a las ruinas, si es que éstas existen, Kath puede guiarlos, y con la protección de Hela, no deberían temer nada.

El semielfo hizo una rápida señal a Kath para que siguiera a Roland y guiara al resto del equipo a través de la foresta y tranquilamente se sentó al límite del círculo del ritual, fuera de éste, para dejar a los miembros de la caravana más desvalidos ocupar sus puestos dentro. Con un lento gesto sacó su bota de licor Orco y echó un largo trago.

Otra vez la hipersensibilidad del grupo brillaba por su presencia. Gowther no llegaba a comprender la capacidad de leer entre líneas de los humanos. ¿Era tan errada en todos? En ningún momento se dirigió a las habilidades del clérigo pero estaba claro que de alguna manera el ofrecimiento por parte de Gowther de proteger a estas personas, como en otras ocasiones era malinterpretado por el raciocinio humano. Los motivos que esgrimió el clérigo podrían ser acertados o no, pero, a diferencia del eladrin, la forma en la que se dirigió a sus hechizos, empleando expresiones como "tu precioso domo", distaba mucho de la camaradería. Viendo que posiblemente sería algo común en la raza humana, prefirió dejar la conversación por zanjada, si Roland entendía que tenía razón y que había actuado correctamente, no merecía mucho la pena. 

Entonces se acercó el pícaro disculpándose por el y ofreciendo su ayuda a Gowther nuevamente. Este le miró y le dijo: -No debes disculparle, está claro que mis palabras en el contexto que sean se suelen interpretar y connotar de una manera extraordinariamente equivocada. Si ellos son más felices así o sienten que deben hacerlo, adelante. Lo complicado de esta situación, como las veces que tu querida Kath se acerca para darme sermones en torno a como te trato, es que da igual la explicación que de. Ellos gustan de connotar y llevar al extremo mi opinión. Y a diferencia de ellos mis palabras no emplean cierto tipo de expresiones.

Haciendo una pausa y continuando con la conversación-

-Agradezco tu ofrecimiento pero ya finalicé el ritual, por lo que si te quedas aquí y viene cualquier bestia estarás solo. Yo no puedo dejar el área del hechizo o desaparecerá, dejando desprotegidas a estas personas.

Martin asintió ante las palabras del Eladrín y entendió que era mejor quedarse oculto y no llamar la atención sobre el campamento.

- Voy a quedarme fuera del campo de visión entonces, así no atraeré atención sobre donde estáis vosotros situados.

El semielfo se levantó y se movió al linde del claro, apagando la hoguera y ocultándose en la maleza fronteriza con la zona donde todos descansaban. Con un gesto y unas amables palabras le pidió a su cuervo que acompañara a los demás y que volviera para avisar si necesitaban ayuda crítica.

Zevatur mira a ambos grupos y se pregunta si quedarse o ir con el resto, pero pronto entiende que en el campamento no podrá hacer mucho al quedarse expuesto y sin las habilidades de sigilo del Martín. Con un pequeño trote se dirige rápidamente hacia sus compañeros que empezaban a desaparecer en la maleza. - Esperadme! - Exclama. - Voy con vosotros.

Seguir el rastro de los girallion huidos no es muy dificil durante los primeros metros, luego Kath se ve obligada a utlizar todas las técnicas que le ha enseñado Martin para mantenerse en tras las pista de los simios, pero no parece dudar ni un momento en el camino a seguir. 

Tras apenas un par de kilómetros y una caminata entre arbustos y zarzas que les hace caminar más lento, alguno escucha decir a Kath en susurros "lo que no entiendo es cómo consigue evitar estas cosas siempre. Yo no veo otro camino para pasar que este... " mientras usa su espada para cortar alguna enredadera y poder continuar. Al final llegan a la linde de un río, donde el terreno está algo más despejado pero aún es complicado esquivar algunos grupos de helechos y juncos que crecen en la orilla. Kath guía al grupo corriente arriba durnate unos tres kilómetros más hasta que ven, efectivamente, las ruinas de lo que antaño debió ser una torre y quizá alguna otra construcción aledaña. De esa antigua construcción sólo quedan unas cuantas piedras de los muros más bajos, que uniéndolas parece que forman un rectángulo que acaba en el agua. El resto de la torre tiene pocas más piedras, pero el suelo de la misma estaba cubierto de piedras también, que ahora aparecen rotas y llenas de vegetación. 

Pese a la distancia, gracias a la luz de la luna, pueden ver que hay una gran argolla de metal en el suelo, seguramente para abrir la losa sobre la que está y dar acceso a algún sótano o alacena. Incluso desde ahí la losa parece muy muy pesada. 

Cerca del agua pueden ver a los dos girallion que han perseguido lavando sus heridas en el río. Cerca de ellos hay otros tres, inspeccionando con cuidado las heridas. Estos tres girallion son un poco más pequeños y robustos que los que han seguido hasta aquí, y por sus gestos y gruñidos diríais que están... ¿llorando? Uno de ellos tiene a un bebe girallion pegado a su espalda con sus cuatro pequeños brazos. 

Los simios están a unos 90 ft de las ruinas de la torre propiamente dichas y de la argolla de metal, ocupados en atender a sus heridas y comunicarse, en la forma en que parecen comunicarse con gruñidos y gestos, lo ocurrido. 

Hela disfrutó de aquella caminata como si estuviera observando el mundo por primera vez y, en cierto modo, así era. Permaneció en silencio durante todo el camino, centrándose en cada sonido y en cada aroma, la mayoría de ellos imposibles de identificar con palabras para la elfa. Pero lo que más le atrapaba era el abanico de colores que tenía a su alcance aún cuando ya había anochecido. Las sombras que se proyectaban gracias a la luz de la luna eran brillantes y llenas de matices, formas y tamaños, muy alejadas de la enorme sombra infinita y gris que se retorcía adueñándose de todo su plano. Estaba deseando poder explorar el mundo bajo la luz del sol.

Mientras caminaba siguiendo a Kath, tuvo tiempo de meditar sobre el poco tiempo que había transcurrido desde que llegó. Se sentía extraña relacionándose con gente que parecía real, que mostraba sentimientos y emociones incluso en las situaciones más cotidianas. Nada era forzado, todo surgía de una manera tan fluida que le fascinaba. Se preguntó hasta qué punto ella había conseguido mantener intacta esa habilidad.

Cuando llegaron a las ruinas, le pareció que el tiempo había volado. Observó a las bestias curando sus heridas, escuchó sus gemidos de tristeza y se fijó en el gorila bebé, sintiendo una profunda ternura. Ya no estaba segura de ser capaz de atacar a esos animales. Desde luego en ese momento no parecían ser una amenaza para nadie a no ser que se les provocara. 

- ¿Creéis que podríamos llegar a las ruinas sin hacer ruido? - preguntó en un susurro, después de observar la distancia entre los simios y las piedras. 

Agazapado tras el grueso tronco de un roble junto a la orilla del riachuelo, Ash negó mirando a las armaduras de Morko y Roland.

-A menos que tengáis algún truco mágico en la manga... -susurró dirigiendo unas miradas a Zevatur y Hela- dudo que eso sea posible, pero podemos intentarlo igualmente. Yo también preferiría no tener que vérmelas con una madre sin nada que perder. A lo mejor si damos un rodeo a esas ruinas y nos acercamos contra el viento… ¿Tú que dices Kath? ...Por cierto ¿Hay rastros de algún otro depredador que pueda robarles el sustento a esos simios? Era una de las teorías de Martin para explicar el ataque a nuestro campamento -aclara al grupo entre susurros sin perder de vista al grupo de giralliones.

El guerrero queda esperando la respuesta de Kath y los conjuradores para ver de qué cartas disponen esta vez. Su mirada oscila entre los simios y esa trampilla entre las ruinas, que parece haber captado poderosamente su atención.

  - Yo podria cubrir la zona con niebla y podriamos intentar pasar en sigilo... Pero me temo que estas criaturas, si fueron creadas para vigilar y proteger, seran de gran percepcion. Tambien podriamos intentar negociar, pero no se si ni siquiera sabran comprender el lenguaje comun, aunque parecen inteligentes. Quizas la mejor opcion seria intimidarlas... y si fueron creadas para obedecer a magos, quizas... quizas un gran despliegue de efectos magicos atudara a asustarlas. Sobre todo si les hacemos entender que solo queremos pasar. Yo puedo desplegar una gran cantidad de efectos magicos... quizas pudiera intentarlo yo. Os parece que intente intimidarles y que nos dejen pasar? 

 Zevatur parece meditar y contar con los dedos... - taurmaturgia.. prestidigitacion... veces... y la luz.. llamas con formas... hmm... ilusion... - murmura mientras cuenta.

- No veo otras marcas de posibles predadores - dice Kath - pero a lo mejor estoy pasando algo por alto. Demonios... - dice algo nerviosa - debería estar aquí... él sabría las respuestas. Pero lo que planteas es una opción, podemos ir por el oeste y acercarnos desde allí. Entre el ruido del río y el viento en contra quizá logremos pasar... - 

Hela observó a los simios y frunció el ceño. Habló haciendo referencia a lo que Zevatur había propuesto.

- Estos animales tienen una vida de unos 50 años y las ruinas parecen mucho más antiguas; más bien creo que se trata del resultado de la evolución natural y la procreación. Nacieron aquí y este es su hogar. Si desplegamos toda nuestra magia, podemos obtener el efecto contrario al esperado; pueden sentirse atacados, querrán proteger su hogar y, en vez de huir, es probable que pierdan la vida intentando defender su territorio - movió la cabeza de un lado para otro, dando a entender que no le convencía esa opción. Estaba más de acuerdo con la propuesta de Ash y Kath - Creo que la opción más adecuada es intentar llegar por el oeste, sin duda - pensó en la argolla y en lo pesada que parecía, y en el ruido que podría provocar intentar moverla. Pero ya se ocuparían de ese detalle una vez llegaran a su objetivo. 

Mientras tanto.. en otro lugar, Guilbert comprueba con un par de acordes que su laúd esta afinado ante la inexpresiva cara de Willson. Las notas fluyen lentamente..

Nobody can tell ya;
There's only one song worth singin',
They may try and sell ya,
'Cause it hangs them up to see someone like you.

-¿Y si le sumamos una distracción al plan?,ponemos comida en la otra punta y cuando vayan a comer nos acercamos a la torre. - dice Morko, consciente de que sigilosamente va a ser prácticamente imposible llegar.-  A parte de que  o sabemos si esa trampilla se abrirá añade señalando a argolla y a la pesada losa.

-Sea lo que sea que hagamos debemos hacerlo antes de que se percaten de nuestra presencia-

Bien .. pero si nos ven intentaré intimidarlos. No quiero enfrentarme a ellos. Si atacan sugiero retirarnos. No creo que merezca la pena matarles por explorar las ruinas.

Yo podría cubrir la zona con una niebla, ocultando nuestro paso...

- Me parece bien la idea de la distracción, pero me preocupa el tiempo que podamos tardar en cazar algo que les sirva de comida. Yo puedo crear una ilusión de un sonido de animal para llamar su atención. Puede que en su estado no vayan a cazarlo, pero al menos estarán distraídos. Opino igual que tú, Zevatur, si atacan optaría por la retirada. 

Dicho esto, se mantiene a la espera de que el resto del grupo confirme el plan. 

Guilbert nunca había interpretado ante un público tan duro. Posiblemente Wilson estaba asistiendo al mejor de los recitales del bardo pero ni un atisbo de emoción se veía en él.

But you've gotta make your own music
Sing your own special song,
Make your own kind of music even if nobody else sings along.
You're gonna be knowing

Zevatur que nunca ha sido muy listo asiente al plan de la maga. - Yo podria empequenecer la losa, haciendo que caiga a bajo y se abra! - Dice entusiasmado. 

Martín observó la luna a través de las ramas de los árboles que le rodeaban, ... suspiró mientras de reojo vigilaba el camino por donde se habían marchado sus compañeros. Cerró los ojos durante unos instantes para intentar calmarse y volvió a ajustar su postura para ocultarse más cómodamente entre la maleza donde se encontraba... Sólo esperaba que sus amigos estuvieran bien y que no se encontraran demasiadas trampas en esas ruinas... aunque probablemente, contra trampas mágicas, él tampoco hubiera aportado mucho pensó.

Una hoja de alguno de los árboles que no eran coníferas voló cerca de él hasta posarse sobre su cara... probablemente era lo más emocionante que le fuera a pasar en lo que restaba de noche.

Hela se mantuvo agazapada entre la maleza, mientras se concentraba en un punto del bosque contrario a la dirección en la que emprenderían el camino hacia las ruinas, pero lo suficientemente cercano a los simios como para que pudieran escuchar el sonido. Con un movimiento sutil de la mano, unos gruñidos de animal se alzaron en el aire, que bien podían pertenecer a un par de jabalíes y sus pequeñas crías. Los chillidos y ronquidos eran fácilmente identificables en la espesura, y esperaba que lo fueran también para los girallion.

- Deberíamos apresurarnos - dijo preocupada, mientras se incorporaba ligeramente.

Morko asiente y cuando Hela sale, el paladin se pone en marcha, sabiendo que el sigilo no es lo suyo, se decide a seguir los movimientos de la elfa, que parece bastante más ducha que el. Y para asombro propio, y de los demás, empieza a avanzar hacia la losa sin hacer casi ruido.

El grupo, guiados por Kath rodea la zona cercana a las ruinas y se aproximan contra el viento lo más silenciosamente posible. 

Justo cuando van a salir al descubierto tanto Hela como Zev utilizan su magia. La niebla cubre la zona de las ruinas entre ellos y los enormes simios, y esperan que el gruñido de los jabalíes al otro lado del río distraiga a los girallion que ahora no tienen a la vista. 

Aún así se mueven con presteza y sigilo. Martin habría estado satisfecho. 

Todos se concentran alrededor de la losa con una argolla de metal que, pese a llevar al descubierto siglos, no está oxidada ni muestra signos de desgaste.