Cuando Cruços escucha el nombre de Iuz, aprieta los puños y tiene que esforzarse por no perder el control - "Precisamente tenía que ser uno changeling lo que trajese nuevas sobre Iuz en el otro confín del mundo... Maldita sea, si solamente creo sus palabras, la situación no deja de ser que un nigromante pretende convencernos de que un artefacto destinado a dar poder a ese ser del averno, lo quiere para sí solo por un fin altruista" -. El dilema del cazador no tiene fin. Aún si confía en Jen, los motivos de Zalphyros para estar aquí, seguían siendo tan opacos y oscuros como al principio - "¿Qué oscuras razones han guiado la mano de Zalphyros para no haber acabado con todos nosotros las incontables veces que ha tenido oportunidad? ¿Porqué simplemente no ha acabado con Jen? Hay demasiados huecos en esta historia" -.Al procesar poco a poco las palabras de Jen, se decanta por la acción:
- ¡Maldita criatura zalamera! Si es cierto que entre el tesoro del dragón se encuentra semejante artefacto, o bien Zalphyros sirve a Iuz o bien lo quiere para sí. Si eso ocurre, serán dos los seres supraterrenales con los que deberemos lidiar en estas tierras, uno al norte en Tenth, otro al sur en Greyhawk. Ha estado 20 años aquí oculto, perdido y así debería haber seguido. Ese artefacto debe ser destruido, nada que pueda dar aún más poder a Iuz o a cualquier otro un poder semejante debe existir en este continente. - aunque su tono es calmado, con cada palabra que pronuncia casi rechina dientes, de pura tensión. Mira a Vraak - ¿Tu hermano contó algo antes de aventurarse en estas cuevas que confirme esta historia?
- Sea como sea, debemos abordarles sin más dilación. Solo tú puedes guiarnos Jen.
Me ha costado horrores no preguntarle a Rolthos por el paladín de Pelor Sir Cyrnair... Conteste lo que conteste Vraak, quiero tirar al menos insight para ver cómo reacciona, si la paloma del metajuego me lo permite.
Nessa, que estaba preocupada porque la mención a Iuz hiciera que se reabriera la desconfianza del cazador de sangre hacia Jen, respira más tranquila cuando ve que no es así.
Aún sujetado a su amigue, le ayuda a levantarse y dice:
- Estoy de acuerdo contigo, Cruços: no podemos dejar que Zalphiros se haga con ese artefacto. Yo tampoco me trago sus mentiras. ¿Hacerse con el poder porque así salvará a Greyhawk? - menea la cabeza, negando.
Dirigiéndose ahora a su le barde, pregunta:
- ¿Y que tienen que ver los Gloomwood con todo esto? ¿Cómo es que tenían semejante artefacto ente su tesoro?
Vraak se alarma al escuchar las noticias que cuenta Jen.
- Ese gusano miserable... - masculla
- Joder - responde a Cruços - menos mal que lo que te falta de sesera lo compensas con pelotas porque... ¿Aún no has comprendido que ninguno de los miembros del grupo de mi hermano llegó a poner el pie aquí nunca? Lucharon con el dragón en el camino y allí murió mi hermano... por culpa de ese... nigromante. Haced lo que os de la gana, nosotros vamos a por el... ¡YA! -
A su orden los dos guerreros se meten decididos en el agua pero se paran con ella por la cintura, Vraak mira a la elfa para que se meta en el agua entre los guerreros y él.
- ¿Has marcado el camino o tienes que ir delante? - le pregunta a Jen.
-N-No... -Responde tímidamente le barde, secándose las lágrimas. -Es... Diferente. A ver. Hay un paladín -Explica a su amiga- Un tal... Sir... Celebhen? Cunnandur... Cyln.... Cyrnoseque.- agita las manos- Cyrnair! Eso. Sir Cyrnair. Es un paladín de Pelor. Por lo que me ha dicho Zalphiros está vivo, en Greyhawk.
Esto es como un juego de pelota. Sir Cyrnair le interceptó el artefacto a Acerak -Va contando con los dedos- Pero luego el dragón verde atacó a Sir Cyrnair! Y le robó el artefacto. Y... Y luego el mismo dragón atacó a los Gloomwood! Y creo que esa es la relación.- Deja caer los brazos a los lados.
Al escuchar a Vraak niega con la cabeza. -No... No lo he marcado. Pero os lo puedo enseñar sin problema. No hay tiempo que perder. Os puedo ir contando mas cosas por el camino.
Al ver salir del agua a Jen, Fion había alzado sus dos patas delanteras. La elfa seguía sentada y había estado escuchando todo con paciencia, pero el ceño fruncido. Tras haber dejado que se desahogase un poco le barde, la maga susurró en élfico:
"Anda, ve."
La lontra se echó a cuatro patas y andó a trote hasta Jen, tirada en el suelo junto a Nessa. Sin pedir permiso, se le subió por una pierna y trepó hasta el hombro de le barde. Apoyando su barriga peluda en el lateral del cuello, le estampó las patas sobre la cara y le empezó a chupetear la mejilla, intentando consolarla.
Aldalantanustë se levantó y se dirigió hacia elles.
"No te hagas muchas ilusiones, a lo mejor sólo lo hace porque estás saladita."
Miró a Vraak, que ya estaba en la orilla:
"Veo que aquí hay un trasfondo personal, pero no estoy aquí por eso, ni me interesa. Lo que no debemos, sargento, es precipitarnos sólo por cuestiones de honor y venganza. Arriesgar la vida de gente inocente o actuar sin pensar no se corresponde con mis ideales."
Y, dicho esto: (a continuación, en tono muy natural, pero en idioma orco)
"Pero... ¡Mientras mi contrato contigo siga en orden,
(sigue en idioma común)
vamos que nos vamos!"
Y, (esperando una respuesta del semiorco,) comenzó con energía a atarse bien los fardos y los ropajes para que, en caso de zambullirse, no se le escapara nada durante la sumersión.
Finalmente Rolthos deja su avejentada y desgastada armadura a un lado. Mientras el resto discute los siguientes pasos vacía su odre de agua y lo llena de aire, para introducirlo en interior de la armadura con la boca cerca del cuello de la armadura, para darle acceso si necesita una bocanada aire mientras esta sumergido. El odre le da algo de volumen, pero aligera su peso. Después con cuidado anuda la armadura y el odre para impedir que se separen y se dispone a pasar a través del conducto del agua. Al mencionar a Cyrnair, Rolthos alza la cabeza con preocupación, "esto cada vez parece más grave" masculla.
Con una mirada de sospecha mal disimulada se dirige a Jen. - Lo que cuentas no tiene mucha coherencia, Jen , pero...- Hace una pausa para medir con cuidado sus palabras. - En cualquier caso no podemos retrasarnos más. Si no cruzamos el agua ya, Zalphiros podría entrar en la cámara y coger el artefacto. Nos estará esperando, así que estad precavidos. Yo pasaré primero, si no está esperando yo estaré mejor protegido por mis poderes para resistirle que otros melés, además, ya estoy ya listo. - Dice mirando a Sera. - Más aún estoy, también estoy mejor preparado para aguantar que los de ataques a distancia. Cuando vayáis saliendo intentad permanecer a mi lado para protegeros de su magia... o alejados para con ser cogidos en áreas.- Después avanza decidido hasta el agua y empieza a avanzar - Vamos, Jen, guianos... y que Fion venga con nosotros para que que ayude a guiar al resto después.
Finalmente, uno a uno, todo el equipo va entrando en las frías aguas y siguiendo la luz que porta Jen. Con el camino aún fresco en su cabeza, le barde ve guiando a Rolthos entre los cascotes y rocas hasta el otro lado donde todos podrán respirar. Las rocas se iluminan débilmente al paso de Jen, y lanzan largas y oscuras sombras alrededor del resto de la comitiva.
Mientras se van acercando, Jen siente que su ansiedad va en aumento. Escucha los sonidos tras ellos de alguien que lucha intentando desatascar su propio equipo pero está demasiado lejos y con demasiados compañeros tras ella como para acudir en ayuda de quien sea que se ha quedado enganchado.
Sabe que la única opción que tienen es seguir avanzado.
Rodean el último recodo y Jen contiene la respiración, sabiendo que cuando salgan a la superficie les espera el nigromante. Avisa a Rolthos y este se apresta para la batalla.
El paladín saca la cabeza de la superficie con cuidado. Sólo sus ojos y la punta de la lanza rompen la tranquila superficie del agua y el servidor de Mayaheine intenta encontrar a su enemigo.
Pero en la caverna no ve nada. Es tal y como la ha descrito Jen, un par de rocas, donde se sentaron Jen y Zalphiros, están justo en la orilla del agua y el pasadizo, aún estrecho por los derrumbamientos, forma un recodo hacia la derecha algo más adelante.
Rolthos avanza y sale del agua para permitir que los demás sigan avanzando por el estrecho camino. La pequeña nutria sale del agua tras él, levantando su cabeza al sentarse sobre sus patas traseras. Jen sale del agua para iluminar a Rolthos el camino, preguntándose dónde está Zalphiros.
Delante de ellos no se escucha nada, ni se ve el resplandor verduzco que había la otra vez que Jen estuvo aquí.
¿ Lo habría soñado? ¿Habría sido todo una ilusión provocada por el hechicero?.
Cruços intenta no empujar a Jen, aún puede aguantar la respiración pero debe reconocer que el pasaje subacuático no está siendo agradable.
Le barde termina de salir del agua y apunta con el dedo en la dirección en la que vio el destello y por donde escuchó los ruidos. -Era por allí... Había... Había una luz verde- Susurra al paladín - Y se escuchaban golpes.
Para cuando todo el mundo termina de salir del agua mira al grupo, ansiose por probar la veracidad de sus palabras. -Os lo juro, estaba aquí... Puede haber silenciado sus pasos. La magia puede hacer eso....- Le da un escalofrío, pero no deja de señalar la dirección en la que escuchaba los golpes. -Era por ahí -Repite, sin saber que mas decir, sorprendide de la diferencia de ambiente y el sepulcral silencio.
A duras penas y casi tragando agua por el trayecto subacuático, en cuanto Cruços pueda asomarse, se concentra en la Marca de Castigo que ha dejado en el Wight. Si no ha habido magia que limpie, tiene un rastro claro de la criatura, haya sido Jen engañada o no. Esté Jen engañándoles o no.
Cuando Jen da un paso para salir del agua, ayudándose de pies y manos para conseguir salvar el desnivel y salir del agua, escucha la voz del nigromante en su cabeza. Una voz llena de tristeza.
- Mi pobre Jen. No deberías haberme traicionado. Ahora... todos pagarán por tu imprudencia...-
Antes de que le barde pueda decir nada, se desata el infierno.
Una sombra se separa de la pared y cae sobre Rolthos. Jen no tiene tiempo de ver que la sombra tiene un arma en su mano pues una criatura de pura oscuridad cae sobre elle. Una bestia muerto viviente como la que guardaba el cuerno que encontraron en las ruinas.
Bajo el agua la situación no fue mejor. Saliendo de sus escondites y abandonando el hechizo de invisibilidad que les protegía, más muertos vivientes caen sobre los compañeros que intentan cruzar.
Sera, que portando otra luz en su maza para iluminar el camino de los últimos, estaba teniendo serios problemas con su armadura, al haberse atascado esta en una roca, ni siquiera ve la criatura que le ataca.
Rolthos, siendo prudente, se agacha para recoger su escudo de entre sus cosas, pero para horror de Jen, el paladín no es lo suficientemente rápido.
De las sombras surge una daga que, lanzada con fuerza y eficacia, se clava en el cuello de Rolthos. Intentado parar la sangre que mana de la horrible herida sin control, Rolthos se da la vuelta, buscando a su atacante, sin éxito.
Jen ve como una sombra salta sobre el indefenso paladín pero no puede gritar para avisarle ya que el ser de sombras que se ha abalanzado sobre elle le está estrangulando. Siente no sólo que se le escapa el aire, si no que la propia vida se le escapa por el contacto helado del espectro. Las piernas le fallan y siente que va a desvanecerse. Aún escucha la voz de Zalphiros en su cabeza.
- Si tan sólo hubieras escuchado habrías evitado esto... -
La maga ve cómo comienzan a salir muertos vivientes de entre las rocas, sin duda estaban protegidos por un poderoso hechizo de invisibilidad para cubrir a tantos objetivos, pero saber eso sólo le crea más inseguridad, pues no sabe si están preparados para enfrentarse a un hechicero tan poderoso. Sin embargo sus dudas quedan relegadas a un segundo plano cuando uno de los esbirros sin mente se abalanza sobre ella y le clava sus garras en el abdomen.
El resto se ven sorprendidos igualmente por los zombies y esqueletos, Vraak comienza a forcejear con otro espectro y Cruços no puede evitar el toque helador de otro espectro que parece quemarle el brazo donde le ha alcanzado.
Cruços, estando a punto de salir del agua, ve cómo Jen es atrapade por un espectro y la sombra del asesino que salta sobre Rolthos para acabar con él. A la desesperada, se corta en la palma de la mano y utiliza el poder arcano que encierra su sangre para impedir que vea a su objetivo.
Con un gruñido, y aún sangrando por los ojos, el experto asesino coge a Rolthos por la nuca y, con un movimiento realizado miles de veces, clava la espada en el abdomen de Rolthos, hacia arriba, con la intención de atravesar el corazón. Gracias al efecto de Cruços, falla parcialmente su objetivo, pero aunque no atraviesa el corazón del paladín, la herida es lo suficientemente grave como para que Rolthos caiga, lo último que ve el paladín es el rostro cubierto de pelaje amarillento del bugbear que le ha atravesado.
El asesino arranca su daga del cuello del paladín y se funde con las sombras más allá del recodo.
Cruços sabe que la decisión que tome en los siguientes segundos puede significar la diferencia entre la vida y la muerte, no sólo suya, si no de sus compañeros, y en especial de Rolthos, yaciendo en un charco de su propia sangre, que llega hasta el agua y empieza a teñirla de un tono carmesí.
Aunque el cazador de sangre quiere ayudar al caído paladín, sabe que no lograría hacerlo sin acabar antes con el espectro que le acosa. Deja que la maldición que le corre por las venas salga, y su cuerpo se transforma en el de un gran híbrido entre hombre y lobo cubierto de pelaje negro. Usa sus garras contra el espectro y siente que este se debilita, pero sabe que hasta que no uses sus poderes contra él no va a poder derrotarlo.
Los zombies atacan a Sera y Nessa, pero, sobrepuestas a la sorpresa inicial, no tienen problema en deflectar los ataques de las lentas criaturas. Sin embargo Nessa se da cuenta de que Sera tiene problemas para respirar. El forcejeo para pasar por los lugares estrechos con su pesada armadura le ha pasado factura y la aasimar parece al borde de la extenuación.
Cruços está con la atención dividida entre su enemigo y sus compañeros, y paga cara esa distracción. Su nueva forma es mayor y ha dejado el pecho a merced del espectro, el cual introduce su garra en su pecho y aprieta su corazón. El lupino gruñe apretando la mandíbula y enseña los dientes, usando sus propias garras para apartar la mano, pero su cuerpo se queda temblando y el dolor en el pecho es casi insoportable.
Vraak tiene problemas para sacar su arma, enredada en su propias correas, pero cuando la libera ataca con furia al espectro que le ataca, debilitándolo visiblemente.
Pese al dolor y la niebla que empieza a cubrir sus ojos, tanto Jen como Cruços ven al Wight que se escapó antes, ¿ o es su hermano gemelo? que aparece con la espada en la mano y sonriendo malévolamente por el recodo.
- Vaya vaya... mira hermano, parece que hemos pescado unas sardinas... ¿ o son besugos? nunca he aprendido la diferencia... -
Del otro lado del recodo suena una carcajada despectiva.
La maga eladrin se pregunta cómo puede salir de esta situación tan comprometida.
Tras la sorpresa inicial, Aldalantanustë se gira hacia todos lados para ver la situación en la que se encuentran. Al mirar hacia la derecha, aparece a su lado uno de los esqueletos y, antes de poder reaccionar, la elfa nota un golpe y un pinchazo y se dobla hacia delante.
No hay tiempo. La elfa frunce el ceño y al quitarse de encima al esqueleto intenta alcanzar a tocarle para crearle un shock.
Cast: Shocking Grasp
Entre tanto movimiento y las aguas turbulentas, es imposible acertar a agarrarle. Mira de reojo a Vraak para calibrar su situación, pero él puede defenderse solito y le asiente con la cabeza; así que patalea en el agua y se decide a avanzar. Al estirar las piernas, en el último instante, el esqueleto roza uno de sus pies, sin éxito. Aldalanta pone todos sus ánimos en conseguir llegar a la orilla, porque estando en tierra será el modo más efectivo de usar su magia y ayudar al resto.
Sin embargo dentro del agua los obstáculos no hacen fácil la llegada. El paso entre Argus no es sencillo debido al volumen de éste, y acaba metida en otra zona de conflicto, donde se lleva un navajazo por parte del siguiente esqueleto. No sabe si le ha hecho más daño eso o la posible humillación de quedar estrujada como un sándwich mojado entre rocas, huesos y el chaqueta roja.
Esta situación está aumentando su estrés y caldeando su nervio interno. Esquiva ágilmente el último enemigo acuático y ve la claridad. Antes de sacar la cabeza, comprueba que la figura que tiene delante es un aliado. Con precaución y decisión, saca la cabeza y las manos y se impulsa para subir a la roca.
Recoge el faldón de su capa, la escurre rápidamente y se lo engancha en el arnés del cinturón para que no le estorbe. Mientras se alza, va mirando a su alrededor, viendo lo que va a ser en un instante el principal campo de batalla. También se fija en Jen, que no parece en su mejor forma. Fion está a su lado y mueve los bigotes al verla. La elfa, se va levantando despacio, apretando los puños con ira contenida. Susurra entre dientes, en élfico:
"Esto sólo acaba de empezar"
Ya estirada del todo, no puede reprimirse, entrecierra los ojos, da un golpe rabioso con su bastón en el suelo y lanza un grito de batalla.
No es fácil conservar la calma viendo a las criaturas que se ciernen sobre ellos en un abrir y cerrar de ojos, donde antes solo había oscuridad. Con el corazón acelerado y los pulmones ardiendo, Nessa tiene que hacer acopio de toda sus sangre fría para no ceder al terror.
Se va a girar para vigilar el avance de la paladina aasimar, pero justo en ese momento ve por el rabillo del ojo como uno a uno los amigos que van delante de ella empiezan a recibir un ataque tras otro. Jen y Cruços están recibiendo mucho daño ... pero Rolthos... ¡¿toda esa sangre es suya?! No puede ser... si no siquiera han llegado aún a por Zalphiros.
El miedo da paso a la ira y, Nessa decide dejar atrás a Sera. La ranger sabe que es increíblemente poderosa cuando se trata de acabar con no muertos, así que se podrá defender bien.
Invocando a la agilidad del viento Céfiro, como vio hacer a su mentor en más de una ocasión , la joven nota que la celeridad la envuelve y cruza, sin dejar tiempo a las criaturas actuar, hasta conseguir situarse cerca de Cruços y ataca.
Bonus action: Zephyr Strike.
Movement: D3 a G1
Attack 1:
Nessa attacks with a Shortsword! WR2 To Hit: 1d20 (1) + 8 = 9 Miss! Effect Proficiency with a shortsword allows you to add your proficiency bonus to the attack roll for any attack you make with it.
Attack 2:
Nessa attacks with a Shortsword! WR2 To Hit: 2d20kh1 (20, 15) + 8 = 28 Damage (CRIT!): ( 2d6 (5, 5) + 5 ) / 2 [piercing] + ( 2d8 (1, 8) + 3 ) / 2 [piercing] = 13 Effect Proficiency with a shortsword allows you to add your proficiency bonus to the attack roll for any attack you make with it.
Pese a la helada presa que ejercía el espectro en el cuello de Jen, le barde es capaz de juntar energías para lanzar un hechizo de curación al paladin. Con satisfacción comprobó que la horrible herida del cuello comenzaba a cerrarse y la sangre dejaba de manar de manera tan profusa. Acuchilló al espectro, pero su ataque carecía del ángulo correcto para hacer verdadero daño. El malvado rostro del espectro pareció sonreír irónicamente ante sus esfuerzos.
Seth vio, a través del agua, que Jen está en serios apuros. Escurriéndose entre las piernas de los que combaten entre él y le barde, sale en la espalda del espectro y atraviesa con un certero golpe de su rapier al espectro de un lado a otro, el cual lanza un aullido de dolor y sorpresa. Se gira hacia el pícaro, extendiendo una garra para tocarle, pero Seth utiliza su espada corta para cercenarla. La criatura recula y su mano vuelve a crecer de la bruma oscura que les da forma.
Serâ escucha los sonidos de batalla más adelante, y ve al peligroso espectro que acosa al semi-orco. Da una patada al molesto zombie que intenta clavar sus garras en la pierna de la paladin pero las grebas de la armadura resisten las garras del muerto viviente.
De una poderosa brazada Serâ llega al lado de Vraak y golpea con su maza la forma brumosa del espectro. Iluminada por el poder divino, el espectro chilla cuando el poder de la maza destruye su conexión con este plano y le envía de vuelta al Abismo. Vraak la mira sorprendido, pero Serâ no se detiene ahí. Se impulsa en una roca con ambas piernas para seguir avanzando. Mientras avanza con un objetivo muy claro en mente, ve como Pencus acaba con un esqueleto de dos certeros cortes con su espada.
Jen ve cómo el espectro, sin haber soltado aún su presa sobre su cuello, lanza su otra garra hacia Seth. En ese momento, una luz dorada comienza a brillar en el centro del espectro. Este mira hacia el origen de la luz y aulla de dolor mientras la luz crece lo suficiente como para cegar momentámente a Jen y Seth. Cuando parpadean ven a una empapada Sera, con agua chorreando por su armadura, bajar su maza que aún brilla con la luz de su conjuro.
Cruços y Nessa lanzan una exclamación de alegría, pero Rolthos no es tan optiminsta. Tosiendo y aún algo mareado comienza a levantarse. Tiene a uno de los gemelos Gloomwood muy cerca, puede oirle, y sabe que el asesino está cerca, acechando en las sombras que les rodean. Pero no ve venir al otro gemelo Gloomwood que, acercándose rápidamente, propina una patada en las costillas al caído paladin.
Después extiende su mano y cuando está a punto de agarrar a la elfa de la muñeca, esta levanta sus defensas mágicas, evitando el debilitador ataque del no-muerto.
Rolthos, aún aturdido, aprieta los dientes para volver a la lucha.
Empapado en sangre y confuso por haber perdido la conciencia Rolthos se levanta gracias a la magia curativa de Jen. No tiene tiempo de agradecerle nada, los dos espectros genemos se avalanzan contra él. Implorando a su diosa se cura a si mismo, se levanta y ataca con la lanza a uno de los gemelos, la primera vez la lanza casi se le escapa de entre los dedos, escurridiza con su propia sangre. La segunda sin embargo rompe las defensas de la criatura, llenando la sala de un estallido radiante que quema al muerto viviente.
El hermano que Rolthos ataca pierde su sonrisa confiada cuando siente la energía divinamente quemar su cuerpo. Su gemelo grita y se abalanza contra Rolthos intentando detenerle.
De pronto un virote de ballesta sale de la oscuridad del recodo hacia Sera, pero esta mueve su escudo en el último segundo y el mortal proyectil se queda clavado en una esquina del escudo. El asesino lanza una maldición y traiciona su escondite.
Cruços deja escapar un gruñido desde lo más profundo de su pecho. Ahora huele y ve al bugbear asesino, y no va a dejar escapar esta oportunidad. El cobarde está sobre un cascote y entre las sombras, pero eso no impide que el licántropo golpee las piernas del bugbear haciendo un barrido con la suya. Cruços vuelve a caer al agua, pero el asesino cae con su espalda al suelo y con una profunda herida de garras en el muslo.
Sin embargo el cazador de sangre sabe que sus compañeros no podrán atacar al bugbear si su enorme cuerpo híbrido está en medio. Mira más allá del recodo y toma una arriesgada decisión.
Haciendo acopio de toda su fuerza, vuelve a saltar para apartarse e intenta colarse entre sus enemigos para ver más allá del recodo.
Cruços salta pero siente un fuerte dolor en la piernza izquierda. El espectro ha intentado agarrale y, aunque la fuerza del salto de Cruços ha arrancado la mano espectral de cuajo y esta se va deshaciendo según el hombre-lobo cruza el aire, el toque mortal del espectro hace que la pierna de Cruços quede insensible.
Cae, golpeándose con la pared y quedando de rodillas pegado a la pared. No puede defenderse, casi no tiene espacio para atacar. El frío de la pierna se extiende por todo su cuerpo y tiembla incontroladamente. Cruços se pregunta si no habrá cometido su última imprudencia.
Cuando levanta la mirada, confirma que así ha sido.
Unos metros delante de él ve a Zalphiros y el resto de sus esbirros. Varios muertos vivientes menores se afanan apartando rocas de tamaño mediano. Un ogro y un minotauro están quitando una gran roca que entre los dos trasladan hacia un lado del pasadizo.
Al fondo, ve a Zalhpiros. Cubierto por su túnica negra ribeteada con glifos plateados, la capucha en la espalda revela la ascendencia demoníaca del poderoso mago. Está con los brazos extendidos, su bastón iluminando con una luz verdosa el fondo de la estancia.
Gracias a esa luz Cruços puede ver que casi han cruzado, al otro lado empieza a insinuarse el vacío de una gran estancia en lugar de más rocas.
Los grandes muertos vivientes dejan caer la roca haciendo un ruido similar a un trueno en el estrecho pasadizo.
Zalphiros baja las manos y una onda expansiva de energía mágica sale hacia delante, destrozando y empujando el resto de las rocas que había frente a él.
- Al fin... - escucha Rolthos decir al mago. Este se gira y le dedica una mirada - No tendría porqué ser así... ayúdame a proteger el artefacto de Iuz... -
-¡¡ Inepto... protegerlo de Él. Protegerle de Vraak!! ¡Sólo yo sé cómo hacerlo. Sólo yo puedo destruirlo! - Cruços siente que Zalphiros está perdiendo la paciencia. - Supongo que nadie escucha al nigromante demoníaco... - dice con pesar en su tono de voz, dejando caer los hombros, derrotado.
Pero inmediatamente vuelve a mirar a Cruços con los ojos brillando de energía arcana verdosa.
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PbP Character: A few ;)
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Cuando Cruços escucha el nombre de Iuz, aprieta los puños y tiene que esforzarse por no perder el control - "Precisamente tenía que ser uno changeling lo que trajese nuevas sobre Iuz en el otro confín del mundo... Maldita sea, si solamente creo sus palabras, la situación no deja de ser que un nigromante pretende convencernos de que un artefacto destinado a dar poder a ese ser del averno, lo quiere para sí solo por un fin altruista" -. El dilema del cazador no tiene fin. Aún si confía en Jen, los motivos de Zalphyros para estar aquí, seguían siendo tan opacos y oscuros como al principio - "¿Qué oscuras razones han guiado la mano de Zalphyros para no haber acabado con todos nosotros las incontables veces que ha tenido oportunidad? ¿Porqué simplemente no ha acabado con Jen? Hay demasiados huecos en esta historia" -. Al procesar poco a poco las palabras de Jen, se decanta por la acción:
- ¡Maldita criatura zalamera! Si es cierto que entre el tesoro del dragón se encuentra semejante artefacto, o bien Zalphyros sirve a Iuz o bien lo quiere para sí. Si eso ocurre, serán dos los seres supraterrenales con los que deberemos lidiar en estas tierras, uno al norte en Tenth, otro al sur en Greyhawk. Ha estado 20 años aquí oculto, perdido y así debería haber seguido. Ese artefacto debe ser destruido, nada que pueda dar aún más poder a Iuz o a cualquier otro un poder semejante debe existir en este continente. - aunque su tono es calmado, con cada palabra que pronuncia casi rechina dientes, de pura tensión. Mira a Vraak - ¿Tu hermano contó algo antes de aventurarse en estas cuevas que confirme esta historia?
- Sea como sea, debemos abordarles sin más dilación. Solo tú puedes guiarnos Jen.
Me ha costado horrores no preguntarle a Rolthos por el paladín de Pelor Sir Cyrnair...
Conteste lo que conteste Vraak, quiero tirar al menos insight para ver cómo reacciona, si la paloma del metajuego me lo permite.
Nessa, que estaba preocupada porque la mención a Iuz hiciera que se reabriera la desconfianza del cazador de sangre hacia Jen, respira más tranquila cuando ve que no es así.
Aún sujetado a su amigue, le ayuda a levantarse y dice:
- Estoy de acuerdo contigo, Cruços: no podemos dejar que Zalphiros se haga con ese artefacto. Yo tampoco me trago sus mentiras. ¿Hacerse con el poder porque así salvará a Greyhawk? - menea la cabeza, negando.
Dirigiéndose ahora a su le barde, pregunta:
- ¿Y que tienen que ver los Gloomwood con todo esto? ¿Cómo es que tenían semejante artefacto ente su tesoro?
Peindre l'amour, peindre la vie, pleurer en couleur ♫
Auriel | Shenua | Arren | Lyra
Vraak se alarma al escuchar las noticias que cuenta Jen.
- Ese gusano miserable... - masculla
- Joder - responde a Cruços - menos mal que lo que te falta de sesera lo compensas con pelotas porque... ¿Aún no has comprendido que ninguno de los miembros del grupo de mi hermano llegó a poner el pie aquí nunca? Lucharon con el dragón en el camino y allí murió mi hermano... por culpa de ese... nigromante. Haced lo que os de la gana, nosotros vamos a por el... ¡YA! -
A su orden los dos guerreros se meten decididos en el agua pero se paran con ella por la cintura, Vraak mira a la elfa para que se meta en el agua entre los guerreros y él.
- ¿Has marcado el camino o tienes que ir delante? - le pregunta a Jen.
PbP Character: A few ;)
-N-No... -Responde tímidamente le barde, secándose las lágrimas. -Es... Diferente. A ver. Hay un paladín -Explica a su amiga- Un tal... Sir... Celebhen? Cunnandur... Cyln.... Cyrnoseque.- agita las manos- Cyrnair! Eso. Sir Cyrnair. Es un paladín de Pelor. Por lo que me ha dicho Zalphiros está vivo, en Greyhawk.
Esto es como un juego de pelota. Sir Cyrnair le interceptó el artefacto a Acerak -Va contando con los dedos- Pero luego el dragón verde atacó a Sir Cyrnair! Y le robó el artefacto. Y... Y luego el mismo dragón atacó a los Gloomwood! Y creo que esa es la relación.- Deja caer los brazos a los lados.
Al escuchar a Vraak niega con la cabeza. -No... No lo he marcado. Pero os lo puedo enseñar sin problema. No hay tiempo que perder. Os puedo ir contando mas cosas por el camino.
Al ver salir del agua a Jen, Fion había alzado sus dos patas delanteras. La elfa seguía sentada y había estado escuchando todo con paciencia, pero el ceño fruncido. Tras haber dejado que se desahogase un poco le barde, la maga susurró en élfico:
"Anda, ve."
La lontra se echó a cuatro patas y andó a trote hasta Jen, tirada en el suelo junto a Nessa. Sin pedir permiso, se le subió por una pierna y trepó hasta el hombro de le barde. Apoyando su barriga peluda en el lateral del cuello, le estampó las patas sobre la cara y le empezó a chupetear la mejilla, intentando consolarla.
Aldalantanustë se levantó y se dirigió hacia elles.
"No te hagas muchas ilusiones, a lo mejor sólo lo hace porque estás saladita."
Miró a Vraak, que ya estaba en la orilla:
"Veo que aquí hay un trasfondo personal, pero no estoy aquí por eso, ni me interesa. Lo que no debemos, sargento, es precipitarnos sólo por cuestiones de honor y venganza. Arriesgar la vida de gente inocente o actuar sin pensar no se corresponde con mis ideales."
Y, dicho esto: (a continuación, en tono muy natural, pero en idioma orco)
"Pero... ¡Mientras mi contrato contigo siga en orden,
(sigue en idioma común)
vamos que nos vamos!"
Y, (esperando una respuesta del semiorco,) comenzó con energía a atarse bien los fardos y los ropajes para que, en caso de zambullirse, no se le escapara nada durante la sumersión.
Finalmente Rolthos deja su avejentada y desgastada armadura a un lado. Mientras el resto discute los siguientes pasos vacía su odre de agua y lo llena de aire, para introducirlo en interior de la armadura con la boca cerca del cuello de la armadura, para darle acceso si necesita una bocanada aire mientras esta sumergido. El odre le da algo de volumen, pero aligera su peso. Después con cuidado anuda la armadura y el odre para impedir que se separen y se dispone a pasar a través del conducto del agua. Al mencionar a Cyrnair, Rolthos alza la cabeza con preocupación, "esto cada vez parece más grave" masculla.
Con una mirada de sospecha mal disimulada se dirige a Jen. - Lo que cuentas no tiene mucha coherencia, Jen , pero... - Hace una pausa para medir con cuidado sus palabras. - En cualquier caso no podemos retrasarnos más. Si no cruzamos el agua ya, Zalphiros podría entrar en la cámara y coger el artefacto. Nos estará esperando, así que estad precavidos. Yo pasaré primero, si no está esperando yo estaré mejor protegido por mis poderes para resistirle que otros melés, además, ya estoy ya listo. - Dice mirando a Sera. - Más aún estoy, también estoy mejor preparado para aguantar que los de ataques a distancia. Cuando vayáis saliendo intentad permanecer a mi lado para protegeros de su magia... o alejados para con ser cogidos en áreas. - Después avanza decidido hasta el agua y empieza a avanzar - Vamos, Jen, guianos... y que Fion venga con nosotros para que que ayude a guiar al resto después.
Zevatur, Rolthos
Finalmente, uno a uno, todo el equipo va entrando en las frías aguas y siguiendo la luz que porta Jen. Con el camino aún fresco en su cabeza, le barde ve guiando a Rolthos entre los cascotes y rocas hasta el otro lado donde todos podrán respirar. Las rocas se iluminan débilmente al paso de Jen, y lanzan largas y oscuras sombras alrededor del resto de la comitiva.
Mientras se van acercando, Jen siente que su ansiedad va en aumento. Escucha los sonidos tras ellos de alguien que lucha intentando desatascar su propio equipo pero está demasiado lejos y con demasiados compañeros tras ella como para acudir en ayuda de quien sea que se ha quedado enganchado.
Sabe que la única opción que tienen es seguir avanzado.
Rodean el último recodo y Jen contiene la respiración, sabiendo que cuando salgan a la superficie les espera el nigromante. Avisa a Rolthos y este se apresta para la batalla.
El paladín saca la cabeza de la superficie con cuidado. Sólo sus ojos y la punta de la lanza rompen la tranquila superficie del agua y el servidor de Mayaheine intenta encontrar a su enemigo.
Pero en la caverna no ve nada. Es tal y como la ha descrito Jen, un par de rocas, donde se sentaron Jen y Zalphiros, están justo en la orilla del agua y el pasadizo, aún estrecho por los derrumbamientos, forma un recodo hacia la derecha algo más adelante.
Rolthos avanza y sale del agua para permitir que los demás sigan avanzando por el estrecho camino. La pequeña nutria sale del agua tras él, levantando su cabeza al sentarse sobre sus patas traseras. Jen sale del agua para iluminar a Rolthos el camino, preguntándose dónde está Zalphiros.
Delante de ellos no se escucha nada, ni se ve el resplandor verduzco que había la otra vez que Jen estuvo aquí.
¿ Lo habría soñado? ¿Habría sido todo una ilusión provocada por el hechicero?.
Cruços intenta no empujar a Jen, aún puede aguantar la respiración pero debe reconocer que el pasaje subacuático no está siendo agradable.
PbP Character: A few ;)
Le barde termina de salir del agua y apunta con el dedo en la dirección en la que vio el destello y por donde escuchó los ruidos.
-Era por allí... Había... Había una luz verde- Susurra al paladín - Y se escuchaban golpes.
Para cuando todo el mundo termina de salir del agua mira al grupo, ansiose por probar la veracidad de sus palabras. -Os lo juro, estaba aquí... Puede haber silenciado sus pasos. La magia puede hacer eso....- Le da un escalofrío, pero no deja de señalar la dirección en la que escuchaba los golpes. -Era por ahí -Repite, sin saber que mas decir, sorprendide de la diferencia de ambiente y el sepulcral silencio.
A duras penas y casi tragando agua por el trayecto subacuático, en cuanto Cruços pueda asomarse, se concentra en la Marca de Castigo que ha dejado en el Wight. Si no ha habido magia que limpie, tiene un rastro claro de la criatura, haya sido Jen engañada o no. Esté Jen engañándoles o no.
Cuando Jen da un paso para salir del agua, ayudándose de pies y manos para conseguir salvar el desnivel y salir del agua, escucha la voz del nigromante en su cabeza. Una voz llena de tristeza.
- Mi pobre Jen. No deberías haberme traicionado. Ahora... todos pagarán por tu imprudencia...-
Antes de que le barde pueda decir nada, se desata el infierno.
Una sombra se separa de la pared y cae sobre Rolthos. Jen no tiene tiempo de ver que la sombra tiene un arma en su mano pues una criatura de pura oscuridad cae sobre elle. Una bestia muerto viviente como la que guardaba el cuerno que encontraron en las ruinas.
Bajo el agua la situación no fue mejor. Saliendo de sus escondites y abandonando el hechizo de invisibilidad que les protegía, más muertos vivientes caen sobre los compañeros que intentan cruzar.
Sera, que portando otra luz en su maza para iluminar el camino de los últimos, estaba teniendo serios problemas con su armadura, al haberse atascado esta en una roca, ni siquiera ve la criatura que le ataca.
PbP Character: A few ;)
Rolthos, siendo prudente, se agacha para recoger su escudo de entre sus cosas, pero para horror de Jen, el paladín no es lo suficientemente rápido.
De las sombras surge una daga que, lanzada con fuerza y eficacia, se clava en el cuello de Rolthos. Intentado parar la sangre que mana de la horrible herida sin control, Rolthos se da la vuelta, buscando a su atacante, sin éxito.
Jen ve como una sombra salta sobre el indefenso paladín pero no puede gritar para avisarle ya que el ser de sombras que se ha abalanzado sobre elle le está estrangulando. Siente no sólo que se le escapa el aire, si no que la propia vida se le escapa por el contacto helado del espectro. Las piernas le fallan y siente que va a desvanecerse. Aún escucha la voz de Zalphiros en su cabeza.
- Si tan sólo hubieras escuchado habrías evitado esto... -
La maga ve cómo comienzan a salir muertos vivientes de entre las rocas, sin duda estaban protegidos por un poderoso hechizo de invisibilidad para cubrir a tantos objetivos, pero saber eso sólo le crea más inseguridad, pues no sabe si están preparados para enfrentarse a un hechicero tan poderoso. Sin embargo sus dudas quedan relegadas a un segundo plano cuando uno de los esbirros sin mente se abalanza sobre ella y le clava sus garras en el abdomen.
El resto se ven sorprendidos igualmente por los zombies y esqueletos, Vraak comienza a forcejear con otro espectro y Cruços no puede evitar el toque helador de otro espectro que parece quemarle el brazo donde le ha alcanzado.
Cruços, estando a punto de salir del agua, ve cómo Jen es atrapade por un espectro y la sombra del asesino que salta sobre Rolthos para acabar con él. A la desesperada, se corta en la palma de la mano y utiliza el poder arcano que encierra su sangre para impedir que vea a su objetivo.
Con un gruñido, y aún sangrando por los ojos, el experto asesino coge a Rolthos por la nuca y, con un movimiento realizado miles de veces, clava la espada en el abdomen de Rolthos, hacia arriba, con la intención de atravesar el corazón. Gracias al efecto de Cruços, falla parcialmente su objetivo, pero aunque no atraviesa el corazón del paladín, la herida es lo suficientemente grave como para que Rolthos caiga, lo último que ve el paladín es el rostro cubierto de pelaje amarillento del bugbear que le ha atravesado.
El asesino arranca su daga del cuello del paladín y se funde con las sombras más allá del recodo.
Cruços sabe que la decisión que tome en los siguientes segundos puede significar la diferencia entre la vida y la muerte, no sólo suya, si no de sus compañeros, y en especial de Rolthos, yaciendo en un charco de su propia sangre, que llega hasta el agua y empieza a teñirla de un tono carmesí.
PbP Character: A few ;)
Aunque el cazador de sangre quiere ayudar al caído paladín, sabe que no lograría hacerlo sin acabar antes con el espectro que le acosa. Deja que la maldición que le corre por las venas salga, y su cuerpo se transforma en el de un gran híbrido entre hombre y lobo cubierto de pelaje negro. Usa sus garras contra el espectro y siente que este se debilita, pero sabe que hasta que no uses sus poderes contra él no va a poder derrotarlo.
Los zombies atacan a Sera y Nessa, pero, sobrepuestas a la sorpresa inicial, no tienen problema en deflectar los ataques de las lentas criaturas. Sin embargo Nessa se da cuenta de que Sera tiene problemas para respirar. El forcejeo para pasar por los lugares estrechos con su pesada armadura le ha pasado factura y la aasimar parece al borde de la extenuación.
Cruços está con la atención dividida entre su enemigo y sus compañeros, y paga cara esa distracción. Su nueva forma es mayor y ha dejado el pecho a merced del espectro, el cual introduce su garra en su pecho y aprieta su corazón. El lupino gruñe apretando la mandíbula y enseña los dientes, usando sus propias garras para apartar la mano, pero su cuerpo se queda temblando y el dolor en el pecho es casi insoportable.
Vraak tiene problemas para sacar su arma, enredada en su propias correas, pero cuando la libera ataca con furia al espectro que le ataca, debilitándolo visiblemente.
Pese al dolor y la niebla que empieza a cubrir sus ojos, tanto Jen como Cruços ven al Wight que se escapó antes, ¿ o es su hermano gemelo? que aparece con la espada en la mano y sonriendo malévolamente por el recodo.
- Vaya vaya... mira hermano, parece que hemos pescado unas sardinas... ¿ o son besugos? nunca he aprendido la diferencia... -
Del otro lado del recodo suena una carcajada despectiva.
La maga eladrin se pregunta cómo puede salir de esta situación tan comprometida.
PbP Character: A few ;)
Tras la sorpresa inicial, Aldalantanustë se gira hacia todos lados para ver la situación en la que se encuentran. Al mirar hacia la derecha, aparece a su lado uno de los esqueletos y, antes de poder reaccionar, la elfa nota un golpe y un pinchazo y se dobla hacia delante.
No hay tiempo. La elfa frunce el ceño y al quitarse de encima al esqueleto intenta alcanzar a tocarle para crearle un shock.
Cast: Shocking Grasp
Entre tanto movimiento y las aguas turbulentas, es imposible acertar a agarrarle. Mira de reojo a Vraak para calibrar su situación, pero él puede defenderse solito y le asiente con la cabeza; así que patalea en el agua y se decide a avanzar. Al estirar las piernas, en el último instante, el esqueleto roza uno de sus pies, sin éxito. Aldalanta pone todos sus ánimos en conseguir llegar a la orilla, porque estando en tierra será el modo más efectivo de usar su magia y ayudar al resto.
Sin embargo dentro del agua los obstáculos no hacen fácil la llegada. El paso entre Argus no es sencillo debido al volumen de éste, y acaba metida en otra zona de conflicto, donde se lleva un navajazo por parte del siguiente esqueleto. No sabe si le ha hecho más daño eso o la posible humillación de quedar estrujada como un sándwich mojado entre rocas, huesos y el chaqueta roja.
Esta situación está aumentando su estrés y caldeando su nervio interno. Esquiva ágilmente el último enemigo acuático y ve la claridad. Antes de sacar la cabeza, comprueba que la figura que tiene delante es un aliado. Con precaución y decisión, saca la cabeza y las manos y se impulsa para subir a la roca.
Recoge el faldón de su capa, la escurre rápidamente y se lo engancha en el arnés del cinturón para que no le estorbe. Mientras se alza, va mirando a su alrededor, viendo lo que va a ser en un instante el principal campo de batalla. También se fija en Jen, que no parece en su mejor forma. Fion está a su lado y mueve los bigotes al verla. La elfa, se va levantando despacio, apretando los puños con ira contenida. Susurra entre dientes, en élfico:
"Esto sólo acaba de empezar"
Ya estirada del todo, no puede reprimirse, entrecierra los ojos, da un golpe rabioso con su bastón en el suelo y lanza un grito de batalla.
No es fácil conservar la calma viendo a las criaturas que se ciernen sobre ellos en un abrir y cerrar de ojos, donde antes solo había oscuridad. Con el corazón acelerado y los pulmones ardiendo, Nessa tiene que hacer acopio de toda sus sangre fría para no ceder al terror.
Se va a girar para vigilar el avance de la paladina aasimar, pero justo en ese momento ve por el rabillo del ojo como uno a uno los amigos que van delante de ella empiezan a recibir un ataque tras otro. Jen y Cruços están recibiendo mucho daño ... pero Rolthos... ¡¿toda esa sangre es suya?! No puede ser... si no siquiera han llegado aún a por Zalphiros.
El miedo da paso a la ira y, Nessa decide dejar atrás a Sera. La ranger sabe que es increíblemente poderosa cuando se trata de acabar con no muertos, así que se podrá defender bien.
Invocando a la agilidad del viento Céfiro, como vio hacer a su mentor en más de una ocasión , la joven nota que la celeridad la envuelve y cruza, sin dejar tiempo a las criaturas actuar, hasta conseguir situarse cerca de Cruços y ataca.
Bonus action: Zephyr Strike.
Movement: D3 a G1
Attack 1:
Nessa attacks with a Shortsword!
WR2
To Hit: 1d20 (1) + 8 = 9
Miss!
Effect
Proficiency with a shortsword allows you to add your proficiency bonus to the attack roll for any attack you make with it.
Attack 2:
Nessa attacks with a Shortsword!
WR2
To Hit: 2d20kh1 (20, 15) + 8 = 28
Damage (CRIT!): ( 2d6 (5, 5) + 5 ) / 2 [piercing] + ( 2d8 (1, 8) + 3 ) / 2 [piercing] = 13
Effect
Proficiency with a shortsword allows you to add your proficiency bonus to the attack roll for any attack you make with it.
(al final 28 de daño por ser crit)
Movement: G1 a H1.
Peindre l'amour, peindre la vie, pleurer en couleur ♫
Auriel | Shenua | Arren | Lyra
Pese a la helada presa que ejercía el espectro en el cuello de Jen, le barde es capaz de juntar energías para lanzar un hechizo de curación al paladin. Con satisfacción comprobó que la horrible herida del cuello comenzaba a cerrarse y la sangre dejaba de manar de manera tan profusa. Acuchilló al espectro, pero su ataque carecía del ángulo correcto para hacer verdadero daño. El malvado rostro del espectro pareció sonreír irónicamente ante sus esfuerzos.
Seth vio, a través del agua, que Jen está en serios apuros. Escurriéndose entre las piernas de los que combaten entre él y le barde, sale en la espalda del espectro y atraviesa con un certero golpe de su rapier al espectro de un lado a otro, el cual lanza un aullido de dolor y sorpresa. Se gira hacia el pícaro, extendiendo una garra para tocarle, pero Seth utiliza su espada corta para cercenarla. La criatura recula y su mano vuelve a crecer de la bruma oscura que les da forma.
Serâ escucha los sonidos de batalla más adelante, y ve al peligroso espectro que acosa al semi-orco. Da una patada al molesto zombie que intenta clavar sus garras en la pierna de la paladin pero las grebas de la armadura resisten las garras del muerto viviente.
De una poderosa brazada Serâ llega al lado de Vraak y golpea con su maza la forma brumosa del espectro. Iluminada por el poder divino, el espectro chilla cuando el poder de la maza destruye su conexión con este plano y le envía de vuelta al Abismo. Vraak la mira sorprendido, pero Serâ no se detiene ahí. Se impulsa en una roca con ambas piernas para seguir avanzando. Mientras avanza con un objetivo muy claro en mente, ve como Pencus acaba con un esqueleto de dos certeros cortes con su espada.
Jen ve cómo el espectro, sin haber soltado aún su presa sobre su cuello, lanza su otra garra hacia Seth. En ese momento, una luz dorada comienza a brillar en el centro del espectro. Este mira hacia el origen de la luz y aulla de dolor mientras la luz crece lo suficiente como para cegar momentámente a Jen y Seth. Cuando parpadean ven a una empapada Sera, con agua chorreando por su armadura, bajar su maza que aún brilla con la luz de su conjuro.
Cruços y Nessa lanzan una exclamación de alegría, pero Rolthos no es tan optiminsta. Tosiendo y aún algo mareado comienza a levantarse. Tiene a uno de los gemelos Gloomwood muy cerca, puede oirle, y sabe que el asesino está cerca, acechando en las sombras que les rodean. Pero no ve venir al otro gemelo Gloomwood que, acercándose rápidamente, propina una patada en las costillas al caído paladin.
Después extiende su mano y cuando está a punto de agarrar a la elfa de la muñeca, esta levanta sus defensas mágicas, evitando el debilitador ataque del no-muerto.
Rolthos, aún aturdido, aprieta los dientes para volver a la lucha.
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Empapado en sangre y confuso por haber perdido la conciencia Rolthos se levanta gracias a la magia curativa de Jen. No tiene tiempo de agradecerle nada, los dos espectros genemos se avalanzan contra él. Implorando a su diosa se cura a si mismo, se levanta y ataca con la lanza a uno de los gemelos, la primera vez la lanza casi se le escapa de entre los dedos, escurridiza con su propia sangre. La segunda sin embargo rompe las defensas de la criatura, llenando la sala de un estallido radiante que quema al muerto viviente.
Zevatur, Rolthos
El hermano que Rolthos ataca pierde su sonrisa confiada cuando siente la energía divinamente quemar su cuerpo.
Su gemelo grita y se abalanza contra Rolthos intentando detenerle.
- ¡Estupidos! No sabéis lo que estáis haciendo -
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De pronto un virote de ballesta sale de la oscuridad del recodo hacia Sera, pero esta mueve su escudo en el último segundo y el mortal proyectil se queda clavado en una esquina del escudo. El asesino lanza una maldición y traiciona su escondite.
Cruços deja escapar un gruñido desde lo más profundo de su pecho. Ahora huele y ve al bugbear asesino, y no va a dejar escapar esta oportunidad. El cobarde está sobre un cascote y entre las sombras, pero eso no impide que el licántropo golpee las piernas del bugbear haciendo un barrido con la suya. Cruços vuelve a caer al agua, pero el asesino cae con su espalda al suelo y con una profunda herida de garras en el muslo.
Sin embargo el cazador de sangre sabe que sus compañeros no podrán atacar al bugbear si su enorme cuerpo híbrido está en medio. Mira más allá del recodo y toma una arriesgada decisión.
Haciendo acopio de toda su fuerza, vuelve a saltar para apartarse e intenta colarse entre sus enemigos para ver más allá del recodo.
Cruços salta pero siente un fuerte dolor en la piernza izquierda. El espectro ha intentado agarrale y, aunque la fuerza del salto de Cruços ha arrancado la mano espectral de cuajo y esta se va deshaciendo según el hombre-lobo cruza el aire, el toque mortal del espectro hace que la pierna de Cruços quede insensible.
Cae, golpeándose con la pared y quedando de rodillas pegado a la pared. No puede defenderse, casi no tiene espacio para atacar. El frío de la pierna se extiende por todo su cuerpo y tiembla incontroladamente. Cruços se pregunta si no habrá cometido su última imprudencia.
Cuando levanta la mirada, confirma que así ha sido.
Unos metros delante de él ve a Zalphiros y el resto de sus esbirros. Varios muertos vivientes menores se afanan apartando rocas de tamaño mediano. Un ogro y un minotauro están quitando una gran roca que entre los dos trasladan hacia un lado del pasadizo.
Al fondo, ve a Zalhpiros. Cubierto por su túnica negra ribeteada con glifos plateados, la capucha en la espalda revela la ascendencia demoníaca del poderoso mago. Está con los brazos extendidos, su bastón iluminando con una luz verdosa el fondo de la estancia.
Gracias a esa luz Cruços puede ver que casi han cruzado, al otro lado empieza a insinuarse el vacío de una gran estancia en lugar de más rocas.
Los grandes muertos vivientes dejan caer la roca haciendo un ruido similar a un trueno en el estrecho pasadizo.
Zalphiros baja las manos y una onda expansiva de energía mágica sale hacia delante, destrozando y empujando el resto de las rocas que había frente a él.
- Al fin... - escucha Rolthos decir al mago. Este se gira y le dedica una mirada - No tendría porqué ser así... ayúdame a proteger el artefacto de Iuz... -
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Sujetándose las heridas y al borde de caer, el cazador, con la voz rugiente y gutural de su forma lupina, espeta:
- ¿Proteger? ¡Cualquier artefacto que pueda dar poder a Iuz debe ser destruido!
-¡¡ Inepto... protegerlo de Él. Protegerle de Vraak!! ¡Sólo yo sé cómo hacerlo. Sólo yo puedo destruirlo! - Cruços siente que Zalphiros está perdiendo la paciencia. - Supongo que nadie escucha al nigromante demoníaco... - dice con pesar en su tono de voz, dejando caer los hombros, derrotado.
Pero inmediatamente vuelve a mirar a Cruços con los ojos brillando de energía arcana verdosa.
PbP Character: A few ;)