-Cierra la puerta-Murmura Jen, con expresion sombría. -Nessa, por lo que mas quieras, cierra esa puerta, nada bueno puede salir si decidimos poner un pie.....-Se tiene que obligar a respirar hondo porque parece que ante la visión de los esqueletos y la negrura que les acecha delante se le han erizado hasta los pelos de la nuca -Esta tumba está demasiado llena. No seremos los próximos en ocuparla.-Y vuelve la vista, tapandose el rostro. Julian, aunque sorprendido, parece que ha visto mas horrores en su vida, y logra comandarse para mover la antorcha de un lado a otro y permitir al resto de los compañeros observar mejor. -Que masacre...-Musita, boquiabierto
Con el mismo débil susurrante sonido la puerta secreta vuelve a su lugar y el grupo vuelve a quedar en la precaria escalera colgando en la negrura del pozo.
- ¿Seguimos bajando ? - pregunta Vraak en voz baja - ¿O subimos e intentamos buscar otro modo de bajar? -
Nessa pregunta a su vez a Oswald, manteniendo ella también la voz baja:
- ¿Oswald, sabe si el otro camino, el de la vicaría, es más transitable que este? Supongo que es difícil que sea peor ... quizás convenga más intentarlo por ahí ahora que aún queda un buen trecho por bajar.
-Aquí dentro no hay camino bueno ni malo -Responde Oswald Glimfeather Tercero - Las escaleras normales puede que sean más seguras que estas pero también estarán más transitadas. Todo camino tiene sus propios riesgos. Recordad que haber visitado un sitio una vez, y en mitad de una guerra, no quiere decir que lo conozcas a la perfección. Es más. Esta es la vez que más tiempo he pasado en el interior del Templo. -
-Terminemos de bajar-Concuerda Jen, respirando aliviade cuando cierran la puerta.-Y veamos que nos espera. Estemos preparados.-Aprieta el chakram en su cinto, el feio tacto del metal resulta una presencia reconfortante para poner los pies en la tierra.
- Me parece bien seguir bajando. - Dijo echando un vistazo hacia abajo. - Pero estos precarios escalones me producen algo de desasosiego, quizás fuese mejor que otro fuese abriendo camino.
- Algo me dice que si intentamos cambiar posiciones, acabaremos en el fondo del pozo- responde Nessa, que imitando a Rolthos también mira hacia la negrura, torciendo el gesto en signo de preocupación - Creo que será mejor hacer como hasta ahora. Vamos lentos pero no vamos mal.
Rolthos se volvió hacia la descendiente oscuridad, una sensación de vértigo le impidió seguir la incursión hacia la profundidad. Tras un momento de duda alcanzo la cuerda que estaba en el exterior de su mochila. – Creo que será mejor que me ate, estos escalones cada vez me inspiran menos confianza. – Alcanzándole la cuerda a Nessa le pidió que le atase y llevase el otro extremo a Vraak. - Si caigo, no os vengáis abajo conmigo.
Con precaución, escalón a escalón, el grupo siguió bajando hacia el desconocido y oscuro fondo.
Lo primero que escucharon fueron los cánticos. Era difícil determinar si eran muchas o pocas voces por el eco que reverberaba en el pozo, pero venía, definitivamente, de abajo. Pronto, al coro de voces que subía y bajaba de ritmo, se unieron unos cuernos que emitían un sonido grave y profundo.
Al fondo del pozo pudieron ver que se iluminaban algunas antorchas, o quizá hogueras. Entonces empezó. El aire comenzó a moverse en el interior del pozo, cada vez más rápido y violento. El grupo tuvo que sujetarse contra la pared lo mejor que pudo ya que pronto parecía que había un pequeño huracán en el interior del pozo. El ulular del viento se unió a la cacofonía de los cánticos y de los cuernos y pronto un espeso humo comenzó a ascender por el pozo, dificultando aún más su visión.
Cuando los cánticos, que fueron acelerando el ritmo, llegaron a su punto más álgido, coincidiendo con las ráfagas de viento más fuertes, se escuchó un terrible grito, casi un aullido, del fondo del pozo. Los cánticos y los cueros callaron repentinamente y el aire se detuvo un segundo. De repente todo el aire que había salido pareció volver a ser succionado hacia el fondo del pozo y del mismo pudo verse, a través de un pequeño círculo, un fuerte resplandor rojo, al cual siguió un temblor en todo el Templo.
Todo el grupo se pegó como pudo a la pared, arañando en los resquicios entre las piedras que conformaban el pozo para evitar salir despedidos hacia una muerte segura al caer desde esa altura.
Julian, con el repentino cambio de la dirección del aire, pierde el pie y durante una eterna centésima de segundo Jen ve como va a caerse. Pero el médico mueve los brazos hacia atrás y una mano fuerte le ayuda a recuperar el equilibrio.
- Gracias... - le dice al semi-orco aún con el susto en el cuerpo.
- Ni lo menciones nadadith -le responde Vraak dando un par de golpecitos amistoso en su hombro.
El silencio y la calma vuelven al pozo, y ahora resultan aún más amenazadores tras los acontecimientos que acaban de vivir.
- Esto no me gusta -susurra Oswald Glimfeather Tercero - Tengo un mal presentimiento. -
Rolthos miró hacia abajo con preocupación, compartía el mal presentimiento de Oswald. - Sea lo que sea lo que hay abajo creo que debemos bajar. Si están haciendo un ritual o lo acaban de completar debemos saber que ha pasado. O detenerles. No podemos ignorar esto. En cualquier creo que tarde o temprano nos enfrentaremos a sea lo que sea que este ahí abajo.
Miró hacia arriba a sus compañeros. - Ahora estamos frescos, es el momento. – Acabó con decisión.
En silencio, con cuidado, el grupo fue descendiendo por la precaria escalera hasta que el inicio del pozo no era más que un pequeño circulo de color grisáceo muy por encima de sus cabezas. Habrían bajado unos 80 metros pero les había parecido mucho más.
Rolthos se detuvo en el último escalón. El fondo del pozo era una superficie cóncava que se elevaba desde los bordes del pozo hacia el centro del mismo, quedando la parte central y más elevada a la altura de los ojos del paladín.
Sin embargo, durante su descenso pudieron observar que un orificio circular se abría en la parte central y más elevada de aquella construcción. Las luces que habían visto desde arriba y tanto el viento como el humo que casi les había arrojado al vacío habían salido de aquel orificio, del que ahora podía verse una intermitente luminiscencia rojiza. No parecía provenir de fuegos, si no que más bien parecían las pulsaciones de un corazón sin latido.
El silencio sólo era roto por sus propias respiraciones y susurros.
La superficie de roca parecía sólida y resistente, capaz de aguantar el peso del más pesado de ellos.
Nessa se recostó contra la pared cuando el fortísimo viento desapareció y vió que, por fortuna, nada malo les había sucedido. Lo de Julian había estado cerca, pero por suerte la intervención de Vraak había evitado que cayera a una muerte segura.
Pero incluso en esa situación se permitió sonreír levemente al escuchar como el semiorco llamaba "hermanito" al doctor. Ese tipo de detalles hacían que aquel lugar a Nessa le pareciera un poco menos oscuro y le hacía pensar, de nuevo, que juntos eran capaces todo.
Con más ánimo, asintió a lo dicho por Rolthos:
- Sí, bajemos. Al fin y al cabo para esto hemos venido, no solo para recuperar las armas.
** Tras bajar **
- ¿Nos asomamos alguno a ver qué vemos, ahora que parece que esto estará parado un rato?
Nessa comienza a andar con cuidado sobre el extraño y elevado suelo del fondo del pozo. Puede sentir que la piedra cruje un poco bajo su peso pero aguanta mientras avanza con precaución y sin hacer ningún sonido hasta poder asomarse por la circular abertura. Se tumba en el suelo y hace un giro total para intentar recabar todos los detalles que pueda sobre lo que hay abajo.
Lo primero que se da cuenta es que, lo que para ella es el suelo, es en realidad, el techo abovedado de la sala que hay bajo ellos. Es una sala que se extiende mucho más que la bóveda donde está subida, y desde luego mucho más que la abertura de apenas cinco pies desde donde mira, por lo que la ranger no puede ver toda la sala que hay bajo ellos.
La sala se ve periódicamente iluminada por la pulsante luz rojiza, cuyo origen está hacia el norte pero Nessa no puede determinar bien cual es. Sin embargo, cuando la luz rojiza está más débil, casi apagada, puede ver que el resto de la sala está iluminada por una misteriosa luminiscencia grisácea, casi lechosa, que parece provenir de todas partes, dando a la sala un ambiente casi etéreo. Ahora que se fija bien, la luz rojiza parece algo difuminada, como si atravesara una ligera neblina.
Nessa calcula que debe estar a unos cuarenta o cincuenta pies del suelo de la sala, el cual es de piedra gris pulida con remolinos de brillante mica en ella. Es difícil de ver ya que el suelo esta parcialmente cubierto por una ligera bruma.
Justo bajo ella puede ver, en una oquedad un poco más profunda, un bloque de alabastro de unos dos pies de ancho, cuatro de alto y ocho de largo. Encima del mismo puede ver un cuenco de cristal y dos dagas ceremoniales de cristal. Los tres objetos están manchados de sangre fresca.
A los lados de la piedra de cuelgan dos hermosos braseros de cristal, que cuelgan del techo por cadenas de plata. Para poder ver si alcanza a ellas Nessa tendría que asomar la cabeza y de momento prefiere no hacerlo. Cada uno de los braseros emite un ligero humo grisáceo que Nessa identifica como incienso de sándalo por el olor.
Los oídos de la exploradora no escuchan nada en la sala y desde su posición no alcanza a ver toda la sala.
Volviendo con cuidado, Nessa les cuenta a los demás lo que ha visto.
- La verdad es que me da todo muy mala sensación. Ya no hablo sólo de la sangre fresca, sino esa luz roja y esa luminiscencia grisácea ... no saber de dónde viene me preocupa. Creo que estaría bien asomarse un poco más. De esa forma sabríamos mejor qué hay en la sala antes de bajar.
Se queda un momento pensando y añade:
- Creo que con la cuerda tendríamos suficiente para llegar al suelo. ¿Pero a dónde la sujetamos?
Ve que Rolthos mira a su glaive, pensativo y la ranger añade:
-Eso serviría ... pero habría que tener cuidado al recuperarlo, cogerlo antes de que caiga al suelo y monte un escándalo.
- Por cierto, ¿os habéis dado cuenta de que el temblor que sentimos al llegar aquí se ha detenido? ¿Que sería?
Tras unos instantes de deliberaciones susurradas, el equipo decide descartar la idea de intentar bajar por braseros. Parece una maniobra complicada que además podría provocar el ruido de la cadena al agitarse o incluso que los braseros choquen contra el altar y se rompan, provocando aún más escándalo.
Deciden atar la cuerda que tienen al glaive mágico de Rolthos y que Jen, experte acróbata, sea le primere en descender, con Vraak vigilando para subirle rápidamente si se encontrara con problemas.
Un poco preocupado, Rolthos le da el glaive a Nessa, así como la cuerda. La ranger, con cierta experiencia debida a todo su entrenamiento de supervivencia, es la encargada de atar el nudo.
Se toma un tiempo para decidir qué nudo usar y se esmera mucho en hacerlo, consciente como es de que uno mal hecho puede ser fatal para Jen o para los siguientes en bajar.
Tras atarlo, le da la cuerda y el glaive al paladín y al bárbaro para que le den tirones y comprueben que todo está en orden. Afortunadamente, el nudo parece aguantar, por lo que lo preparan todo para que Jen puedan bajar.
Nessa apoya una mano en el hombro de su amigue para animarle.
- Ánimo, todo irá bien. Lo harás genial, no me cabe duda.
Con decision, Jen se empieza a enredar la cuerda alrededor del tobillo. Luego del muslo, luego de la cintura... Sin hacer ningun nudo en el proceso. El grupo se mira extrañado. No es asi como deberia atarse alguien... Vraak abre la boca para señalar aquella rara manera de envolverse, pero Julian le pone una mano en el hombro y niega con la cabeza.
Cuando le barde termina de enrollarse, mira al grupo, por primera vez desde que han entrado en aquel tenebroso lugar, con una sonrisa pícara. Que estuvieran en un lugar terrible no significaba que no fuera a disfrutar de su pasion en la vida. Se acerca al borde del apoyo en el que se encuentra, y en un ultimo momento, gira la cabeza y le guiña un ojo a Nessa.
-hah!- exhala, alzando las manos y dejándose caer al vacio.
La cuerda parece aflojarse del cuerpo de Jen y por un momento todos piensan que le barde ha cometido una locura y que estan a punto de ser testigos de su final.
...
Y entonces la secuencia de bucles empieza a surtir efecto.L
La tension de uno, el tirón de otro, en entrecruzado del de más allá.
Todos ven como le barde baja dando vueltas sobre si misme en una acrobacia que parecería imposible para cualquier otro.
Julian sonrie levemente. No por nada Jen era quien se encargaba de los nudos en otros ámbitos.
Con una última pirueta le barde termina de descolgarse, quedando agarrade de la cintura por la cuerda. Abre los ojos volviendo a la realidad, y observa sus alrededores, esperando ver algo que les ayude a seguir adelante en su camino.
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-Cierra la puerta-Murmura Jen, con expresion sombría. -Nessa, por lo que mas quieras, cierra esa puerta, nada bueno puede salir si decidimos poner un pie.....-Se tiene que obligar a respirar hondo porque parece que ante la visión de los esqueletos y la negrura que les acecha delante se le han erizado hasta los pelos de la nuca -Esta tumba está demasiado llena. No seremos los próximos en ocuparla.-Y vuelve la vista, tapandose el rostro. Julian, aunque sorprendido, parece que ha visto mas horrores en su vida, y logra comandarse para mover la antorcha de un lado a otro y permitir al resto de los compañeros observar mejor. -Que masacre...-Musita, boquiabierto
- Sí, seguramente sea lo mejor... - responde la ranger.
Cruza una mirada de confirmación con Rolthos y el paladín asiente, por lo que vuelve a presionar la misma placa para que la puerta se cierre.
Peindre l'amour, peindre la vie, pleurer en couleur ♫
Auriel | Shenua | Arren | Lyra
Con el mismo débil susurrante sonido la puerta secreta vuelve a su lugar y el grupo vuelve a quedar en la precaria escalera colgando en la negrura del pozo.
- ¿Seguimos bajando ? - pregunta Vraak en voz baja - ¿O subimos e intentamos buscar otro modo de bajar? -
PbP Character: A few ;)
- Esa es una buena pregunta...
Nessa pregunta a su vez a Oswald, manteniendo ella también la voz baja:
- ¿Oswald, sabe si el otro camino, el de la vicaría, es más transitable que este? Supongo que es difícil que sea peor ... quizás convenga más intentarlo por ahí ahora que aún queda un buen trecho por bajar.
Peindre l'amour, peindre la vie, pleurer en couleur ♫
Auriel | Shenua | Arren | Lyra
-Aquí dentro no hay camino bueno ni malo - Responde Oswald Glimfeather Tercero - Las escaleras normales puede que sean más seguras que estas pero también estarán más transitadas. Todo camino tiene sus propios riesgos. Recordad que haber visitado un sitio una vez, y en mitad de una guerra, no quiere decir que lo conozcas a la perfección. Es más. Esta es la vez que más tiempo he pasado en el interior del Templo. -
PbP Character: A few ;)
"El camino más seguro será más transitado. Lógico", piensa Nessa, que termina de decidirse diciendo:
- Mmm, correcto. En ese caso, creo que sería mejor terminar de bajar por este camino mientras no surjan impedimentos. ¿Que pensáis el resto?
Peindre l'amour, peindre la vie, pleurer en couleur ♫
Auriel | Shenua | Arren | Lyra
-Terminemos de bajar-Concuerda Jen, respirando aliviade cuando cierran la puerta.-Y veamos que nos espera. Estemos preparados.-Aprieta el chakram en su cinto, el feio tacto del metal resulta una presencia reconfortante para poner los pies en la tierra.
- Me parece bien seguir bajando. - Dijo echando un vistazo hacia abajo. - Pero estos precarios escalones me producen algo de desasosiego, quizás fuese mejor que otro fuese abriendo camino.
Zevatur, Rolthos
- Algo me dice que si intentamos cambiar posiciones, acabaremos en el fondo del pozo - responde Nessa, que imitando a Rolthos también mira hacia la negrura, torciendo el gesto en signo de preocupación - Creo que será mejor hacer como hasta ahora. Vamos lentos pero no vamos mal.
Peindre l'amour, peindre la vie, pleurer en couleur ♫
Auriel | Shenua | Arren | Lyra
Rolthos se volvió hacia la descendiente oscuridad, una sensación de vértigo le impidió seguir la incursión hacia la profundidad. Tras un momento de duda alcanzo la cuerda que estaba en el exterior de su mochila. – Creo que será mejor que me ate, estos escalones cada vez me inspiran menos confianza. – Alcanzándole la cuerda a Nessa le pidió que le atase y llevase el otro extremo a Vraak. - Si caigo, no os vengáis abajo conmigo.
Zevatur, Rolthos
Con precaución, escalón a escalón, el grupo siguió bajando hacia el desconocido y oscuro fondo.
Lo primero que escucharon fueron los cánticos. Era difícil determinar si eran muchas o pocas voces por el eco que reverberaba en el pozo, pero venía, definitivamente, de abajo. Pronto, al coro de voces que subía y bajaba de ritmo, se unieron unos cuernos que emitían un sonido grave y profundo.
Al fondo del pozo pudieron ver que se iluminaban algunas antorchas, o quizá hogueras. Entonces empezó. El aire comenzó a moverse en el interior del pozo, cada vez más rápido y violento. El grupo tuvo que sujetarse contra la pared lo mejor que pudo ya que pronto parecía que había un pequeño huracán en el interior del pozo. El ulular del viento se unió a la cacofonía de los cánticos y de los cuernos y pronto un espeso humo comenzó a ascender por el pozo, dificultando aún más su visión.
Cuando los cánticos, que fueron acelerando el ritmo, llegaron a su punto más álgido, coincidiendo con las ráfagas de viento más fuertes, se escuchó un terrible grito, casi un aullido, del fondo del pozo. Los cánticos y los cueros callaron repentinamente y el aire se detuvo un segundo. De repente todo el aire que había salido pareció volver a ser succionado hacia el fondo del pozo y del mismo pudo verse, a través de un pequeño círculo, un fuerte resplandor rojo, al cual siguió un temblor en todo el Templo.
Necesito ST de STR de todos por favor.. DIF 12.
PbP Character: A few ;)
Todo el grupo se pegó como pudo a la pared, arañando en los resquicios entre las piedras que conformaban el pozo para evitar salir despedidos hacia una muerte segura al caer desde esa altura.
Julian, con el repentino cambio de la dirección del aire, pierde el pie y durante una eterna centésima de segundo Jen ve como va a caerse. Pero el médico mueve los brazos hacia atrás y una mano fuerte le ayuda a recuperar el equilibrio.
- Gracias... - le dice al semi-orco aún con el susto en el cuerpo.
- Ni lo menciones nadadith - le responde Vraak dando un par de golpecitos amistoso en su hombro.
El silencio y la calma vuelven al pozo, y ahora resultan aún más amenazadores tras los acontecimientos que acaban de vivir.
- Esto no me gusta - susurra Oswald Glimfeather Tercero - Tengo un mal presentimiento. -
PbP Character: A few ;)
Rolthos miró hacia abajo con preocupación, compartía el mal presentimiento de Oswald. - Sea lo que sea lo que hay abajo creo que debemos bajar. Si están haciendo un ritual o lo acaban de completar debemos saber que ha pasado. O detenerles. No podemos ignorar esto. En cualquier creo que tarde o temprano nos enfrentaremos a sea lo que sea que este ahí abajo.
Miró hacia arriba a sus compañeros. - Ahora estamos frescos, es el momento. – Acabó con decisión.
Zevatur, Rolthos
En silencio, con cuidado, el grupo fue descendiendo por la precaria escalera hasta que el inicio del pozo no era más que un pequeño circulo de color grisáceo muy por encima de sus cabezas. Habrían bajado unos 80 metros pero les había parecido mucho más.
Rolthos se detuvo en el último escalón. El fondo del pozo era una superficie cóncava que se elevaba desde los bordes del pozo hacia el centro del mismo, quedando la parte central y más elevada a la altura de los ojos del paladín.
Sin embargo, durante su descenso pudieron observar que un orificio circular se abría en la parte central y más elevada de aquella construcción. Las luces que habían visto desde arriba y tanto el viento como el humo que casi les había arrojado al vacío habían salido de aquel orificio, del que ahora podía verse una intermitente luminiscencia rojiza. No parecía provenir de fuegos, si no que más bien parecían las pulsaciones de un corazón sin latido.
El silencio sólo era roto por sus propias respiraciones y susurros.
La superficie de roca parecía sólida y resistente, capaz de aguantar el peso del más pesado de ellos.
PbP Character: A few ;)
** Flashback **
Nessa se recostó contra la pared cuando el fortísimo viento desapareció y vió que, por fortuna, nada malo les había sucedido. Lo de Julian había estado cerca, pero por suerte la intervención de Vraak había evitado que cayera a una muerte segura.
Pero incluso en esa situación se permitió sonreír levemente al escuchar como el semiorco llamaba "hermanito" al doctor. Ese tipo de detalles hacían que aquel lugar a Nessa le pareciera un poco menos oscuro y le hacía pensar, de nuevo, que juntos eran capaces todo.
Con más ánimo, asintió a lo dicho por Rolthos:
- Sí, bajemos. Al fin y al cabo para esto hemos venido, no solo para recuperar las armas.
** Tras bajar **
- ¿Nos asomamos alguno a ver qué vemos, ahora que parece que esto estará parado un rato?
Peindre l'amour, peindre la vie, pleurer en couleur ♫
Auriel | Shenua | Arren | Lyra
Silenciosamente Rolthos hizo un gesto con la mano hacia el orificio mientras miraba a Nessa.
Zevatur, Rolthos
Nessa comienza a andar con cuidado sobre el extraño y elevado suelo del fondo del pozo. Puede sentir que la piedra cruje un poco bajo su peso pero aguanta mientras avanza con precaución y sin hacer ningún sonido hasta poder asomarse por la circular abertura. Se tumba en el suelo y hace un giro total para intentar recabar todos los detalles que pueda sobre lo que hay abajo.
Lo primero que se da cuenta es que, lo que para ella es el suelo, es en realidad, el techo abovedado de la sala que hay bajo ellos. Es una sala que se extiende mucho más que la bóveda donde está subida, y desde luego mucho más que la abertura de apenas cinco pies desde donde mira, por lo que la ranger no puede ver toda la sala que hay bajo ellos.
La sala se ve periódicamente iluminada por la pulsante luz rojiza, cuyo origen está hacia el norte pero Nessa no puede determinar bien cual es. Sin embargo, cuando la luz rojiza está más débil, casi apagada, puede ver que el resto de la sala está iluminada por una misteriosa luminiscencia grisácea, casi lechosa, que parece provenir de todas partes, dando a la sala un ambiente casi etéreo. Ahora que se fija bien, la luz rojiza parece algo difuminada, como si atravesara una ligera neblina.
Nessa calcula que debe estar a unos cuarenta o cincuenta pies del suelo de la sala, el cual es de piedra gris pulida con remolinos de brillante mica en ella. Es difícil de ver ya que el suelo esta parcialmente cubierto por una ligera bruma.
Justo bajo ella puede ver, en una oquedad un poco más profunda, un bloque de alabastro de unos dos pies de ancho, cuatro de alto y ocho de largo. Encima del mismo puede ver un cuenco de cristal y dos dagas ceremoniales de cristal. Los tres objetos están manchados de sangre fresca.
A los lados de la piedra de cuelgan dos hermosos braseros de cristal, que cuelgan del techo por cadenas de plata. Para poder ver si alcanza a ellas Nessa tendría que asomar la cabeza y de momento prefiere no hacerlo. Cada uno de los braseros emite un ligero humo grisáceo que Nessa identifica como incienso de sándalo por el olor.
Los oídos de la exploradora no escuchan nada en la sala y desde su posición no alcanza a ver toda la sala.
PbP Character: A few ;)
Volviendo con cuidado, Nessa les cuenta a los demás lo que ha visto.
- La verdad es que me da todo muy mala sensación. Ya no hablo sólo de la sangre fresca, sino esa luz roja y esa luminiscencia grisácea ... no saber de dónde viene me preocupa. Creo que estaría bien asomarse un poco más. De esa forma sabríamos mejor qué hay en la sala antes de bajar.
Se queda un momento pensando y añade:
- Creo que con la cuerda tendríamos suficiente para llegar al suelo. ¿Pero a dónde la sujetamos?
Ve que Rolthos mira a su glaive, pensativo y la ranger añade:
- Eso serviría ... pero habría que tener cuidado al recuperarlo, cogerlo antes de que caiga al suelo y monte un escándalo.
- Por cierto, ¿os habéis dado cuenta de que el temblor que sentimos al llegar aquí se ha detenido? ¿Que sería?
Peindre l'amour, peindre la vie, pleurer en couleur ♫
Auriel | Shenua | Arren | Lyra
Tras unos instantes de deliberaciones susurradas, el equipo decide descartar la idea de intentar bajar por braseros. Parece una maniobra complicada que además podría provocar el ruido de la cadena al agitarse o incluso que los braseros choquen contra el altar y se rompan, provocando aún más escándalo.
Deciden atar la cuerda que tienen al glaive mágico de Rolthos y que Jen, experte acróbata, sea le primere en descender, con Vraak vigilando para subirle rápidamente si se encontrara con problemas.
Un poco preocupado, Rolthos le da el glaive a Nessa, así como la cuerda. La ranger, con cierta experiencia debida a todo su entrenamiento de supervivencia, es la encargada de atar el nudo.
Se toma un tiempo para decidir qué nudo usar y se esmera mucho en hacerlo, consciente como es de que uno mal hecho puede ser fatal para Jen o para los siguientes en bajar.
Tras atarlo, le da la cuerda y el glaive al paladín y al bárbaro para que le den tirones y comprueben que todo está en orden. Afortunadamente, el nudo parece aguantar, por lo que lo preparan todo para que Jen puedan bajar.
Nessa apoya una mano en el hombro de su amigue para animarle.
- Ánimo, todo irá bien. Lo harás genial, no me cabe duda.
Peindre l'amour, peindre la vie, pleurer en couleur ♫
Auriel | Shenua | Arren | Lyra
Con decision, Jen se empieza a enredar la cuerda alrededor del tobillo. Luego del muslo, luego de la cintura... Sin hacer ningun nudo en el proceso. El grupo se mira extrañado. No es asi como deberia atarse alguien... Vraak abre la boca para señalar aquella rara manera de envolverse, pero Julian le pone una mano en el hombro y niega con la cabeza.
Cuando le barde termina de enrollarse, mira al grupo, por primera vez desde que han entrado en aquel tenebroso lugar, con una sonrisa pícara. Que estuvieran en un lugar terrible no significaba que no fuera a disfrutar de su pasion en la vida. Se acerca al borde del apoyo en el que se encuentra, y en un ultimo momento, gira la cabeza y le guiña un ojo a Nessa.
-hah!- exhala, alzando las manos y dejándose caer al vacio.
La cuerda parece aflojarse del cuerpo de Jen y por un momento todos piensan que le barde ha cometido una locura y que estan a punto de ser testigos de su final.
...
Y entonces la secuencia de bucles empieza a surtir efecto.L
La tension de uno, el tirón de otro, en entrecruzado del de más allá.
Todos ven como le barde baja dando vueltas sobre si misme en una acrobacia que parecería imposible para cualquier otro.
Julian sonrie levemente. No por nada Jen era quien se encargaba de los nudos en otros ámbitos.
Con una última pirueta le barde termina de descolgarse, quedando agarrade de la cintura por la cuerda. Abre los ojos volviendo a la realidad, y observa sus alrededores, esperando ver algo que les ayude a seguir adelante en su camino.