Jen abre los ojos lentamente -Uh...- Pestañea unas cuantas veces, tratando de despejarse -Ah...- Medio sonríe al ver a Julian, y levanta la mano debilmente para posarla en su mejilla -Ilya...- Murmura -Me he vuelto a dormir en la mejor parte, verdad? Hemos ganado?- Sonrie, dolorido. Quizá se ha roto una costilla.

Julian, en cambio, no sonríe. -Ashrem te ha curado.- Y se ve como traga saliva, contrariado. -Jen, no se como decirte esto...-

En ese momento Jen es cosciente de que el zumbido en sus oidos en realidad es el llanto desesperado de Vraak -Que...?- Alza la cabeza bruscamente, siendo consciente entonces de la visión que hay ante sus ojos.

"Nessa"

-Nessa...- Es una micra, una décima de segundo. -Nessa!- Patalea para levantarse, y Julian se desequilibra momentaneamente. -NESSA!!!!- Exclama, horrorizado, extendiendo las manos hacia ella y echando a correr. Julian le agarra a tiempo y le sujeta contra si fuertemente.

-NESSAAAAAA!!!! NOO!! NO. POR FAVOR NO!!!!- Su voz se une a la de Vraak, duplicando el llanto. Siente como el corazón se le parte en dos, literalmente, el dolor en su pecho es tal que ni siquiera escucha las palabras de Julian en su oido. Dulces "nadas" que en ese momento no sirven de consuelo. Solo puede pensar en Nessa, viendo pasar todos los momentos que han pasado unides a cámara rápida en su mente.

Corriendo a través de la nieve Rolthos se acercó por fin a Vraak y Nessa. La herida del brazo, que había sido brutalmente arrancado a la altura del hombro, era mortal. Acunada en los brazos de Vraak la joven ranger miraba al cielo sin verlo. Sus ojos no verían nada más nunca. 

Rolthos no podía aceptarlo. Se arrodilló mientras se quitaba los guanteletes de su armadura. Tenía que hacer algo, si no sentía que ese dolor en el pecho que comenzaba a sentir le partiría en dos. 

Tomó la mano de Nessa con su mano derecha y la izquierda la puso a escasos milímetros de su pecho. Vraak dejó que su amigo intentara obrar su magia. Rolthos cerró los ojos y comenzó una plegaria a Mayaheine pidiéndole, no, suplicándole ayuda. Pero aunque su corazón estaba el lugar adecuado, no conseguía concentrarse. Los sollozos de Jen, el gelido contacto de la mano de Nessa en la suya, la suplicante mirada de Vraak... todos dependían de él.. y él les iba a fallar. No podía concentrarse. Y aquel lugar... aquel maldito lugar, alejado de su verdadero hogar, ni siquiera era un plano elemental puro, donde podría haber estado más cerca de los planos divinos... no, en aquel lugar extraño y esquivo su diosa apenas podía alcanzarle. 

Derrotado, dejó caer los hombros, su plegaria se rompió en llanto y lentamente, como si su mano pesara mucho, cerró los ojos de Nessa para siempre. 

- No.. no no no... - decía Vraak mirando impotente como Rolthos cerraba los ojos de la ranger, confirmando lo que todos ya sabían. 

Nessa había muerto. 

Vraak se levantó, dejando el cadaver de Nessa frente a Rolthos y Jen hundió la cabeza en el pecho de Julian que intentaba consolarla mientras lloraba. Con un grito de rabia y dolor Vraak golpeó el muro de hielo, que ya estaba resquebrajado al haber recibido un golpe en los estertores de muerte del dragón. 

- ¡¡NESSAAAAAAAAA!! - el muro estalló en pedazos que cayeron al otro lado. Los nudillos de Vraak sangraban por el impacto pero el semi-orco no parecía notarlo. Cayó de rodillas y sollozó en silencio. 

- Y una mierda - dijo Cruços obstinado. - Tú - tomó a Ashrem del hombro y lo levantó para llevarlo hacia el cuerpo de su amiga. - Haz algo. Sé que los clérigos podéis preservar un cuerpo. ¡Rápido! Después ya veremos qué hacemos. - 

Ashrem miró un poco confuso y asustado a Cruços. 

- ¡VAMOS! - le gruño. Lo que hizo que Vraak se girara curioso. 

Ashrem se arrodilló y comenzó a rebuscar en su zurrón de piel. Sacó dos monedas de cobre que limpió un poco. Sacó un pequeño saco de cuero que abrió y depositó un poco de sal en ambos ojos de Nessa, para después cubrirlos con las monedas de cobre. Después recitó una plegaria y al acabar una ligera brisa movió el cabello de Nessa por un instante. 

- Esta hecho  jejeje - dijo el clérigo. - No se... - miró alrededor y se esforzó por encontrar unas palabras adecuadas - No se... estropeará... je... pero las monedas deben pernanecer en los ojos... jeje... o el hechizo se romperá.. je... - 

Se retiró para dejar que Cruços, Rolthos y Julian taparan la horrible heriday atendieran el cuerpo.Vendaron sus ojos con cuidado y envolvieron el cuerpo con sus capas para poder transportarlo. 

- Debemos buscar refugio - dijo Cruços, al parecer el único capaz de pensar con claridad y tomar decisiones - Y el único sitio que conocemos es el que encontró Nessa - dice señalando en la dirección en que viajaban cuando fueron encontrados por los dragones. - La guarida de estos dos. Algo me dice que ahora estará vacía - añade socarrón. 

Mientras se preparaban para salir Julian se quedó meditabundo mirando a Ashrem.

- Ahsrem - le prenguntó - Tu viajas sólo ¿ verdad? - El anciano asintió. - Me pregunto... ¿Porqué tienes un hechizo para conservar el cuerpo de una pesona? - 

- Para conservar la comida fresca claro... jejeje. - contestó el anciano de la manera más natural del mundo. - Para eso la queremos ¿no? dicen que la carne de dragón es venenosa asi que.. je - se encoge de hombros. 

Cruços y Julian detienen a Vraak y Jen respectivamente y evitan que salten encima del anciano. Negaron con la cabeza y Julian susurró -Déjalo...está loco y a saber qué ha tenido que hacer para sobrevivir todos estos años en este páramo... - aunque era evidente que le había recorrido un escalofrío. 

Al cabo de unos minutos estaban listos para seguir su camino.

De pronto Rolthos mira alrededor. 

- Esperad. ¿Dónde está Oswald Glimfeather Tercero? - 

Cuando el anciando pone las monedas en los ojos de Nessa, y mientras el resto del equipo venda el rostro de la cazadora para que no se caigan, Jen se acerca a Ashrem. Al principio el anciano da un brinco, puesto que no se esperaba que el changeling apareciera por su espalda. Pero la postura temblorosa y desaliñada de Jen, con los ojos vidriosos y los labios apretados intentando reprimir el llanto le hacen relajar un poco la postura, aunque parece que va a pegarle con su bastón de un momento a otro.

-Gracias.- Murmura Jen, y parece que con sus palabras va incluido un aliento de magia que cierra algunas heridas del anciano, y le restaura la circulación en algunos moretones. -Me salvaste antes, y has ayudado a salvar a nuestra amiga. Gracias.- Lágrimas heladas se escapan de su rostro, y su mirada se desvía a Nessa continuamente. Está visiblemente nervioso.

Ya se estaba encaminando tras Vraak hacia la guarida de los dragones, cuando el comentario de Rolthos llama su atención. -Oswald? Oh... Oh no. Oh no, no, no no. Otro más no, por favor.- Frenéticamente mira a los lados al darse cuenta de que en ningun momento del combate ha escuchado ni visto al buho.

Ashrem se separa cautelosamente de Jen, frotándose una de las heridas que su magia ha curado... dubitativo, como si temiera que esa zona de pronto se rompiese de nuevo. 

Los ojos de Jen recorren el desolado campo de batalla frenéticamente, repasando los primeros momentos de la lucha en su cabeza intentando recordar dónde estaba Oswald Glimfeather Tercero. 

Sin pensarlo siquiera los ojos de Jen han adquirido el agudo aspecto de los de un águila y entonces lo ve. 

Un pluma atrapada en la nieve se agita mecida por el viento en un resquicio entre un enorme bloque de hielo y una roca. 

Ahogando un sollozo corre en esa dirección, seguida de Rolthos y Vraak. La grieta está completamente cubierta de hielo y nieve, seguramente por el aliento de los dragones, pero también por el desprendimiento provocado por la caída del primer dragón. 

Sin hablar, de manera casi frenética los tres se ponen a excavar mientras Julian y Cruços terminan de preparar el cuerpo de Nessa. Vraak levanta rocas que sería necesario varios hombres para moverlas. 

Al final, sepultado, por una roca de hielo que Vraak levanta con un grito de rabia lo encuentran. Oswald Glimfeather Tercero yace con una de las alas rotas boca abajo en la nieve. Jen y Rolthos lo recogen con cuidado y apartan la nieve de su pico. El búho no respira. 

Con suma gentileza, Jen recoge al buho en sus brazos, y lo mece. -No, nonono. Por favor, por favor por favor, Oswald, por favor abre los ojos, mírame reprobatoriamente, te lo ruego, n-no... No te puedes morir aquí.- Con manos temblorosas le quita la nieve del pico, soplando en su garganta. Vraak hace una mueca como reflejo pero Jen no se da cuenta -venga por favor por favor por favor- Murmura como un mantra. Cuando Oswald Glimfeather Tercero hincha los pulmones por si solo, Jen se deja caer en el suelo, exhalando de alivio.

-No... Insultes... A un... Dragón- dice antes de caer KO de nuevo. Jen mira al cielo, y solo puede pensar en que hubiera pasado si no hubiera sugerido llamar "lagartijas" a los dragones... Nessa seguiría viva?

"es inutil pensar en eso" piensa sacudiendo la cabeza. "Tenemos que hacer que vuelva. Es lo único que importa ahora". 

No sin antes tambalearse, y ayudado por Vraak, lleva a Oswald Glimfeather Tercero hacia Julian, quien entablilla su ala rota

El paladín suspiró con alivio al ver que el amistoso búho había sobrevivido. Sin embargo, no era suficiente. El cuerpo de Nessa aun permanecía entre ellos recordándoles la amarga perdida. Rolthos miró a sus compañeros. No quería darles falsas esperanzas, pero la baja moral de todos hizo que su corazón se ablandase y mientras transportaba al cuerpo de Nessa hacia la gruta de los dragones dijo con algo de aprensión por reavivar la llama de la esperanza. - Si encontramos un diamante de cierto tamaño, grande, yo podría intentar traerla de vuelta al dia siguiente. Gracias a que Ashrem ha preservado su cuerpo... el conjuro podría funcionar... Pero consumir un diamante es imprescindible. – Con más preocupación finalizó. - Los dragones suelen tener grandes tesoros, confiemos en que la fortuna nos de su bendicion.

 Mientras se movían hacia la guarida de los dragones alzó la cabeza mirando hacia la gruta. - Habrá que andarse con ojo, a pesar de ser los dragones criaturas tan formidables es posible que tuviesen alguna protección en la guarida. Estamos demasiado heridos para aguantar trampas con explosiones o caidas.

Con la guarida más cercana la preocupación hizo que Rolthos se detuviese. Si se encontraban con algún peligro adicional, trampas o algún aliado de los dragones, estarían en serios aprietos.

 - Siento que sin las habilidades de exploradora de Nessa es como si estuviésemos ciegos. Creo que sería bueno que uno de nosotros se adelantase, Vraak, tu eres el que está en mejores condiciones. Si te adelantas unos 20 metros podremos evitar explosiones y si hay una emboscada y podremos llegar a auxiliarte en un momento. ¿te parece? - Dijo mientras se acercaba para curarle un par de veces. – Yo puedo llevar a Nessa.

Vraak tan solo niega con la cabeza a las sabias palabras del paladin y cierra un poco más sus brazos de manera protectora en torno al cuerpo de Nessa, pero luego observa el maltrecho estado del resto de compañeros y con unas palabras de disculpa deja el frio bulto en las manos de Rolthos. Cruços se adelanta a ayudar a Rolthos en tan penoso trabajo. 

La marcha es lenta sobre el resbaladizo hielo, y más aún con su carga, pero poco a poco la abertura en el hielo que marca la entrada de la caverna donde moraban los dragones se va haciendo más nítida a través de la ventisca que les rodea. 

Rolthos no deja de mirar hacia delante, preocupado por la figura que se mueve unos metros por delante de ellos, cargando con el gran hacha aún con la sangre del dragón manchando su filo. 

Fue Cruços el que les llamó la atención. Una gran sombra se movía bajo el hielo entre ellos y Vraak. Temiendo que fuera un enemigo todos se aprestaron a tomar sus armas, pero pronto comprobaron que se trataba de una criatura que se deslizaba perezosamente en el agua del lago, bajo el hielo. Una vez más, y no la última, echaron de menos a Nessa y sus conocimientos sobre la naturaleza. Quizá ella podría haber reconocido a la gran criatura pero la frase de Ashrem les hizo comprender. 

- Je... menudo pescado! jeje asi los dragones no tenían hambre.. jeje... si fuera más pequeño podríamos pescarlo ¿eh? jejeje... mirad!! otro!! - 

En efecto, pasando bajo sus pies, pudieron ver otra de aquellas criaturas. 

Cuando las bestias acuáticas desaparecieron bajo el hielo, continuaron su camino y llegaron sin más contratiempos hasta la entrada de la caverna. 

Un ancho pasadizo de hielo había sido excavado en el mismo glacial y el interior parecía aún más frío que el exterior. Todos se detuvieron en el umbral, contemplando cómo el pasadizo descendía y describía una ligera curva hacia la izquierda. Tan sólo se escuchaba el viento ululando a sus espaldas.

Jen se adelanta un poco, y con delicadeza casi fantasmal posa una mano en el omoplato (porque no llega al hombro) de Vraak.

-Sigamos. Con cuidado, si?- Es curioso ver como la duplicada voz del changeling  casi se fusiona en una, quizá porque en ese momento todo su interior está focalizado y armonizado en un solo objetivo: Devolver a Nessa a la vida. Los ojos de Vraak hacen que algo en su interior se asiente definitivamente. Un pequeño pensamiento, un tardío deseo para su amiga, que, si lograban traer de nuevo al mundo, tendría que decirle al guerrero. .

 - ¿Así que después de todo si que hay algo de vida natural en este plano? - Dijo Rolthos sin poder evitar pensar lo que se hubiese emocionado Nessa al ver la vida prevalecer incluso en tan adversas condiciones. Miró al cuerpo inerte de su compañera caída y se emocionó. Agradeció la ayuda de Cruços y mito con calidez el gesto de Jen para con Vraak.

 - Habías visto animales vivos en este plano antes, Ashrem? O plantas? Tendrá algo que ver con la gema de poder? 

Al llegar a la cueva dirigió su mirada hacia el interior. Se puso sus gafas de ver en la oscuridad y asintió a sus compañeros. - Veamos que nos encontramos ahí dentro...

Ashrem negó con la cabeza ante la pregunta de Rolthos

- No... nunca, pero nunca había venido aqui jeje... de todas formas creo que hay que ser un dragón para poder cazar eso... jeje... ¿será así cómo comían y no devoraban todo lo que hay en el plano? jejeje siempre pensé que no les gustaba la carne de gigante... je... - 

Ya en la entrada de la caverna Julian parece pensativo mientras todos se preparan para entrar en la fría oscuridad que les aguardaba delante. 

Pese a estar agotados y heridos, el grupo no duda en introducirse sin más en la guarida de los dos dragones, convencidos de que han acabado con toda amenaza en la terrible batalla. 

Vraak se adentra primero, caminando despacio en la resbaladiza superficie del hielo. El gran pasadizo, que sin duda permitía a los dragones entrar y salir con comodidad, seguramente incluso con sus alas desplegadas, gira ligeramente hacia la izquierda y hacia abajo, introduciéndose más y más en la isla. Al estar rodeados de hielo es difícil saber si se encuentran bajo tierra o bajo el lago helado. Al cabo de unos minutos, la voz del semi-orco les llama hacia donde está. Se acercan con la antorcha que porta Julian, ya que ninguno más del equipo puede ver en la oscuridad y ven que Vraak se ha detenido ante una fosa que se abre en vertical hacia abajo. El agujero es grande y la oscuridad parece atraer a Rolthos que parpadea y se aleja un poco para evitar esa extraña sensación y no acercarse demasiado y resbalar hacia una caída en la oscuridad y una muerte segura. 

Cruços inspecciona las paredes de la sima y señala al resto que hay grandes marcas de garras a intervalos en las paredes. Al parecer los dragones subían a veces a grandes saltos o se apoyaban en las paredes en sus idas y venidas. Sea como fuere puede que los pudieran utilizar como puntos de apoyo para bajar, pero necesitarían de sus cuerdas para atarse y descencer. 

Jen se asoma con cuidado al conducto. Esa vez no tenían cuerdas para que pudiera bajar de avanzadilla.-

-A veces desearía poder volar- Comenta, y entonces se le ocurre una idea. -Oh! Volar!- Da una palmada, a la cual Vraak espeta -Nada de ruidos fuertes!-

-Lo siento!- Dice, y luego en un susurro comenta. -Puedo hacer que alguno de nosotros baje volando, y nos lleve encima. -Conviertete tú-sugiere Cruços. -No puedo, listillo. Bastante tengo ya con lo mío.-

-Yo podría llevaros.- Se ofrece Julian, intentando calmar el tenso ambiente. -Todos estamos cansados. No la tomemos los unos con los otros.-

Jen suspira. -Está bien. Te dará algo de fuerza temporalmente.- Mira con pena el lamentable estado del médico.-Bueno...-Julian sonríe pero luego hace una mueca de dolor -He estado peor. No me acuerdo ahora de cuando, pero seguro que lo he estado.-

Con esto Jen posa las manos en los hombros del médico, e inspira profundamente. -No lo fuerces, vale? Respira hondo.- Y poco a poco todos ven como la figura humana frente al bardo se transforma en un buho gigante, de plumaje rojizo y negro, y con un particular conjunto de plumas en la frente desordenadas como si fuera el flequillo del médico en su variante humana. Además la esclera de uno de los ojos del buho es de color rojo vivo.

- Ya está.- Dice Jen acariciandole el pico con cuidado.- Como te sientes?-

El buho ulula y agita su plumaje, levantando un ala y mirandose la cola. Luego prueba a aletear y tuerce la cabeza, probando su forma temporal como si fuera un vehículo. Luego se escucha una especie de gemido/gruñido gutural, que parece que viene de las tripas del animal. Con el pico le da un toque a Jen, pero al no controlar su fuerza el bardo cae de culo al suelo. -Au! Alguien tiene hambre- Rebusca en su bolsa, teniendo que darle un pequeño manotazo a Julian/buho -Estate quieto, no seas ansias.- Saca una de sus raciones, que le ofrece y que el buho debora en un abrir y cerrar de ojos. Jen acaricia el pico u el plumaje cercano -Jo que suave... A Nessa le encantaría verte asi.- Sonrie tristemente y mira de reojo a la figura inmovil de su amiga.

Rolthos asintió a las palabras de Ashrem. En cualquier caso aquellos seres estaban al otro lado de una barrera de hielo y no eran ni un peligro ni una oportunidad.

Al entrar en la cueva y dejar los aullantes vientos del exterior Rolthos se sacudió la nieve de encima confiado en que la cueva era un buen refugio. Pero pronto sintió que su interior era aún más frio y suspiró. - Al menos aquí no nos azota el viento. Si abajo está tranquilo, deberíamos buscar un sitio para descansar. Vraak, si el Búho puede transportarte mejor baja tú, con estas gafas podrás ver aún más lejos en la oscuridad. -  Dijo pasándole las gafas de ver en la oscuridad y echando un vistazo a la entrada de la cueva, temeroso de que algo pudiera entrar por allí.

Vraak acepta las gafas de Rolthos con un asentimiento y, no sin cierta dificultad por lo extraño de la montura, sube a hombros de Julian en su forma de búho gigante. 

Un semi inconsciente Oswald Glimfeather Tercero hace algún apunte sobre sus dudas de si este plan es digno o no de seres tan nobles como los de su especie, pero es básicamente ignorado y sus quejas tomadas como delirios febriles. 

Con un silencioso aleteo el búho se eleva y da un par de vueltas con Vraak a su espalda para probar sus nuevas alas antes de lanzarse en picado por la abertura. Jen tiene que reprimir un grito de admiración al ver el vuelo de Julian. 

Los minutos pasan largos mientras el grupo intenta mantenerse caliente, pegándose instintivamente los unos a los otros, con la presencia del cuerpo de Nessa a sus espaldas como una pesada losa. 

De repente todos dan un respingo cuando escuchan un rugido en lo profundo de la caverna y el grito de guerra de Vraak. 

Parece que la caverna no estaba totalmente desierta. 

Entonces las piezas encajan en sus cabezas.

¿Porqué unos dragones iban a querer quedarse a vivir en aquel semi-plano prácticamente aislado? Cierto, los cultistas les proporcionaban tesoro de vez en cuando, sobretodo cuando sellaron el trato al parecer, pero... la guarida protegida, una fuente de comida sin competencia... dos dragones... estaban criando. 

¿Cuántas crías habían tenido en aquellos años? ¿Cuánto habían crecido? 

Otro rugido y el sonido del aliento de hielo de un dragón no auguraba ninguna respuesta buena para aquellas preguntas. 

Jen sobresaltado se lleva las manos al corazon y se asoma inmediatamente por el agujero -Ilya! Ilya no! Basta ya por favor, pero cuando va a parar esto?!- palmea el suelo, frustrado. Luego frunce el ceño y se concentra. El resto puede ver como en su garganta surge un brillo azulado, que luego sale de su boca hacia lo profundo del tunel -Volved!- Exclama, pero su voz no sale de su garganta, si no del pequeño foco que va desapareciendo conducto abajo. "volved... Volved... Volv..." El tunel les devuelve la llamada, y no escuchan nada mas.

Jen mira con cara de pánico al resto -Tenemos que bajar! Tenemos que bajar tenemos que bajar!!- empeza a rascar con las uñas en el suelo, nervioso.

Del fondo de la oscura sima suben ruidos de lucha y batalla. Los rugidos de un dragón y los gritos de rabia de Vraak. El corazón de Jen parece latir de nuevo cuando escucha el sonido de la ballesta de Julian descargándose y el rugido de dolor del dragón que hay abajo. 

La lucha es rápida y pronto el silencio vuelve a reinar en la oscura caverna de hielo. 

De pronto, la fuerte voz de Vraak les sobresalta. 

- ¡EH! Bajad aquí como sea. Ya no podemos subir. Julian vuelve a ser Julian ! - 

El bárbaro ha tenido que volver al fondo de la sima para que le escucharan bien pero su voz ha subido amplificada. 

- Julian se queda aqui abajo, yo creo que no hay más crias pero voy a comprobarlo - 

Mientras se aleja aún pueden escucharle maldecir a los dragones mientras se adentra en la oscuridad. 

Jen mira freneticamente a los que quedan del grupo. Señala a Rolthos y a Ashrem -O tenemos cuerda por alguna parte o bajamos de la misma manera que ha bajado Vraak. Aun podría convertiros a uno de los dos en buho.

Por unos momentos parece que el paladín considera la opción de intentar bajar escalando a pulso. Pero los ruidos de combate duran un suspiro. Después el silencio comprime el aire en los pulmones del paladín. La respuesta de Vraak le hace soltar un "Bien Vraak!" Dicho en un murmullo de alivio.

 - Si. Es la forma más rápida, Jen. Con uno debería bastar. Creo que me lo podrías tirar a mi. Bajo a ashrem, después vuelvo a por el cuerpo de Nessa y después a por ti. Si te aparece algún peligro puedes tirarle el conjuro a ti, si aún tiene más y bajar, sola o con el cuerpo de Nessa.

 - Rolthos miró al fonfo de la cueva. Espero que podamos descansar allí abajo. Tú tenías un conjuro para ello, verdad? Lo necesitaremos.

-Yo no puedo convertirme en nada.- Vuelve a comentar el changeling, negando con la cabeza -Ya me gustaría poder ser... Un mamut gigante, y poder arrastrar a quien se nos ponga por delante con los colmillos. O servir de distracción mientras el resto os protegeis o huis...Je... -Suelta una risita cansada con su voz duplicada- Te imaginas? Sería util, por una vez. Quizá al menos asi no se hubieran focalizado en Nessa....

No, es mejor que bajes primer su cuerpo, y a Cruços. O a Oswald. Abajo ya están Vraak y Julian, pueden protegerla mejor que yo. Y si pasara algo... Bueno, simplemente no tardes en bajar y subir al segundo viaje, si? Venga, corre. -Con un movimiento de brazos Rolthos también se transforma en una lechuza gigante, de impoluto plumaje.

Jen señala el cuerpo de Nessa y repite -A ella primero. Abajo. Con Vraak y Julian  Allí habrá mas comida.- Trata de explicarse ayudándose con gestos.