Idab negó con la cabeza a la última pregunta de Rolthos mientras el grupo se montaba en la barcaza.

- No conozco ninguna entrada secreta. Claro que me he enfrentado a ellos antes. Son fuertes guerreros y se requiere gran habilidad y poder para derrotarlos. Es mejor aislarlos y derrotarlos uno a uno... si tuviera a mis hombres, pero con vosotros... - mira al grupo - no os ofendáis pero sólo tres de vosotros parecéis realmente capaces en combate... no sé si será suficiente - 

Le barde se ha quedado ensimismade, mirando como el majestuoso ave se pierde en la inmensidad del semiplano. Como hechizade por uno de sus propios conjuros, no es consciente de que se le forma una sensación de congoja en el pecho cuanto mas se aleja Embergrey.

No es hasta que el médico le pone una mano en el hombro que sale de aquel encanto

-Tienes algo en la frente- Le indica Julian. Jen, reaccionando lentamente hace un "oh?" Y se lleva la mano a la frente, limpiandose un resto de ceniza  que el fenix ha dejado al tocarle. -Claro... Claro. De que estábamos hablando?-

-Estamos buscando la forma de entrar en la fortaleza de los gigantes sin llamar mucho la atencion- Responde Julian, llevandole gentilmente hasta donde está el resto del grupo.

-Oh. Claro. Claro. Si. Podríamos montar guardias? A una distancia prudencial? Hay algun sitio que permita hacer eso?-

Le barde se ha quedado ensimismade, mirando como el majestuoso ave se pierde en la inmensidad del semiplano. Como hechizade por uno de sus propios conjuros, no es consciente de que se le forma una sensación de congoja en el pecho cuanto mas se aleja Embergrey.

No es hasta que el médico le pone una mano en el hombro que sale de aquel encanto

-Tienes algo en la frente- Le indica Julian. Jen, reaccionando lentamente hace un "oh?" Y se lleva la mano a la frente, limpiandose un resto de ceniza  que el fenix ha dejado al tocarle. -Claro... Claro. De que estábamos hablando?-

-Estamos buscando la forma de entrar en la fortaleza de los gigantes sin llamar mucho la atencion- Responde Julian, llevandole gentilmente hasta donde está el resto del grupo.

-Oh. Claro. Claro. Si. Podríamos montar guardias y ver sus movimientos? A una distancia prudencial? Hay algun sitio que permita hacer eso?-

- No lo creo - responde Idab - Su fortaleza de alza sobre el resto de islotes y sus guardias y sirvientes montan guardia. Podemos intentar aproximarnos sin ser vistos pero si no eliminamos a uno de los guardias desde la distancia o usamos algún tipo de Magia dudo que no seamos descubiertos- 

-En cualquier caso si no nos acercamos no podremos saber el estado de su guarida- Julian se cruza de brazos, pensando. -Y no podemos entrar a las bravas. Idab tiene razon en ese aspecto. Hmmm... Idab, dijiste que la gema se ofreció como parte de una "tregua". Estuviste en la entrega? Viste que se hizo con ella? Se que no nos garantiza que no la hayan movido de sitio... Pero intentemos enfocarnos en donde podria estar, para pasar el mínimo tiempo posible en riesgo dentro de su fortaleza 

Idab se encoge de hombros - La Señora le permitió al Thane quedarse con ella. Fue una de las condiciones de la tre.. de su rendición - se corrige rápidamente- Desconozco qué habrá hecho el Thane con ella- 

El resto del camino lo hacen en silencio con Julián abrazando a a Jen y casi sin creerse aún que esté con él de nuevo. 
Al final Idab desvía la barcaza hacia un islote bastante similar al que desembarcaron y fueron encontrados por el Fénix. La corriente parece un poco más fuerte allí, pero con ayuda de Vraak y Cruços consiguen varar la barcaza. 

Se encaraman al islote, con cuidado de no cortarse con las afiladas rugosidades de la negra roca volcánica y, al coronar la isla pueden ver lo que parece ser una pared natural que se eleva prácticamente en vertical más allá de donde alcanza su vista, como si fuera la pared de una caverna inconmensurable o la parte interna del cráter de un volcán imposible. 
La pared se encuentra a unos quinientos pies de distancia del islote y un poco a su derecha parece haber un islote , casi plano, de dorms semicircular y de unos doscientos pies de diámetro. Tallada en la roca negra, como si formara parte de la pared, se encuentra la fortaleza de los gigantes. Unas murallas de aproximadamente cien pies se levantan, con almenas y dos torres cuadradas que se elevan hasta tres veces esa distancia en las esquinas. Dos puertas dobles de negro metal cierran El Paso al interior. Las enormes puertas de unos cincuenta pies de altura refulgen con una luz rojiza, ya que las altas temperaturas calientan el metal, que pese a todo, no parece perder ni firmeza ni resistencia. 
No ven un alma en las almenas o en las torres. Si hay vigías no están a la vista. Idab les indica con una mirada y un gesto que él ve lo mismo que ellos. 

 - Parece que no hay nadie vigilando pero no me da buena espina. No me fío. - dice Nessa, recordando cómo la aparente calma de la isla helada en el semi-plano de aire acabó convirtiéndose en el patio de recreo de dos dragones. Una mezcla de recuerdos e imágenes se agolpó en su cabeza: el miedo, la nive manchada de sangre, el dragón cerniéndose sobre ella ... la oscuridad. Cerró fuertemente los ojos para apartar todo esto y volver a centrarse en la fortaleza que tenía delante - No volveré a cometer el mismo error dos veces. Es mejor que gastemos conjuros para ir sobre seguro aunque luego resulte que la fortaleza esté vacía, a no hacerlo y arriesgar que nos descubran.

Se queda un momento callada, mirando la enorme puerta y las torres, y entonces añade:

- Si pudieramos llegar a lo alto de una de esas torres y colarnos por ella, ya no tendríamos que preocuparnos por abrir esa puerta gigantesca. Creo que es nuestra mejor opción para pasar inadvertidos. Ahora, ¿cómo llegar hasta allí... ? - medita un instante -  ... Podríamos ir con la barcaza y dejarla en un lateral del islote intentando aprovechar algún punto ciego que pueda tener la torre de ese lateral. Y si Jen convierte a alguno dee nosotros en una criatura que pueda volar, podríamos hacer varios viajes para subirnos a todos hasta la torre. ¿Qué os parece? Conjuraré a las sombras para ir más ocultos desde que nos subamos a la barcaza, y como dura una hora debería cubrir todo el tiempo hasta que nos logremos colar en la fortaleza. Jen, seguramente necesite tu ayuda para esto, he tenido problemas para conjurar con una sola mano y esta vez no debo fallar. 

Se queda mirando entonces a Idab y añade:

- La verdad es que no sé si podremos subirte con el conjuro de polimorfia de Jen. ¿Quizás es mejor que nos esperes en la barcaza, preparado por si tenemos que huir rápido de aquí?

Idab parece encogerse de hombros - Lo que consideréis más oportuno- dice 

Rolthos escuchó con atención la preparación de los planes y asintió a Nessa. - Mejor ir lo más preparados posible. La opción de una negociación también parece razonable siendo los gigantes y la effreti enemigos. Ya sabes, el enemigo de tu enemigo es tu amigo. Si hacemos una intrusión indiferente, es posible que podamos pivotar de una incursión sigilosa a una negociación más adelante. Habrá que tenerlo en cuenta y ver como se plantea la situación.

 - El búho podría llevarnos desde aquí. La fortaleza no esta tan lejos y tardaríamos alrededor de cinco minutos en cada viaje de ida y vuelta. El que tenga menos sigilo debería ser el búho, los de mas siglo y los que más posibilidad de llevar a cabo una negociación debería ir primero. ¿Qué os parece transformarme a Julian en búho y llevar a Nessa, Jen, Vraak, Crusos y Yo en ese orden? Yo en combate, sin armadura, soy casi más una carga que un apoyo, pero puedo ayudar en una negociación y con las botas y sin armadura no soy tan terrible en sigilo. También recordar que hay que salir después, y por ello, ¿Julian podría intentar quedarse allí esperando con Idab transformado en búho?

Nessa medita sobre la propuesta de Rolthos:

- Si vamos en búho desde  aquí no podemos llevar a Idab: su contacto quemaría al búho y se acabaría perdiendo la transformación, dejando tanto a Idab como a uno de nosotros sin acceso a la fortaleza. Yo creo que o bien vamos todos con la barcaza hasta allí - lo que además me permitirá cubrirnos a todos con mi conjuro durante todo el trayecto - o bien Idab debe quedarse aquí. Y si se queda aquí, perderíamos la opción de poder irnos todos juntos de la fortaleza rápidamente... Esa parte me convence menos, Rolthos, pero el resto de lo que has propuesto me parece perfecto. Eso sí, tendríamos que ser extremadamente rápidos para volver y encontrar a Julian aún transformado, pero ... - se encoge de hombros. Parecía difícil que eso pudiera suceder. Aún así el doctor tendría que aceptar no entrar a la fortaleza con ellos, y la ranger no creía que fuese a aceptar separarse de Jen ni por un instante.

Rolthos interviene de nuevo:

- O podríamos hacer que Idab fuese el búho ... - empieza a decir el paladín, pero le basta cruzar una mirada con la salamandra para ver la negativa en sus ojos. No desea ser transformado en nada. - Mmmm, mejor pensemos más opciones.

Julian dice entonces:

- ¿Y si fueras tú el búho, Nessa? Si lanzas tu conjuro y luego Jen te transforma a tí, estarías llevándonos a la vez que nos cubres con tu velo de sombras - el doctor hace entonces un cálculo rápido y añade - yo creo que en tres viajes podríamos conseguirlo. Puede que dos incluso si nos llevas a mí y a Jen junto con Vraak. Y mirando la distancia ... - se pasa una mano por el pelo, pensativo -  ... yo creo que no nos llevaría más de tres o cuatro minutos llegar hasta una de las torres. Idab podría permanecer aquí con la barcaza y podríamos mandarle una señal para que venga a recogernos. 

A Nessa se le dibuja una sonrisa escuchando al pelirrojo doctor. ¡Convertirse en búho, eso quería experimentarlo!

- Me parece una idea buenísima, Julian. Entonces: primera vuelta Jen, Julian y Vraak. Y siguiente, Rolthos, Cruços y Oswald, ¿si?

Una vez acordado todo este plan, la ranger se acerca a Vraak y entrelaza sus dedos con los suyos mientras murmura unas palabras a su diosa para que conceda celeridad al semiorco ante lo que pueda acontecer. Cuando termina, permanece unos instantes de más sujetándole la mano, disfrutando del contacto y de una mirada cómplice, antes de dirigirse a le barde. Nadie como elle para inspirarle confianza antes de ejecutar el resto del plan.

Jen, que no ha seguido muy bien el plan, trata de hacer cálculos geometricos y aritméticos en su cabeza mientras Julian, Nessa y Rolthos, certeros y brillantes los tres, trazan el recorrido a realizar. 

-Entonces nos llevarás tú, Nessa.- Repite la conclusión a la que han llegado. Tras atusarse la nueva cresta, se coloca frente a ella y le pone las manos en los hombros, sujetandole la capa.

-A la de tres. Una, dos, tres!- Y con una sacudida despliega la capa de Nessa, que se convierte en dos imponentes alas plumadas con la ejecucion del conjuro. Es curioso como el plumaje, en principio grisaceo y anaranjado, hecho para camuflarse con el entorno tiene en una de las alas un moteado de plumas blanco roto y verde apagado, como una representacion del brazalete que suele llevar la cazadora.

-Bueno, mírate! Magistral. Oswald, tu que piensas? Oh. Espera. - Y en la frente de la recién transformada buho, delinea un aro con el dedo. Los ojos azules del buho miran hacia arriba, sin comprender lo que está haciendo le barde -Te dará suerte.- Aclara Jen.

El búho-Nessa parece dudar unos instantes tras ser transformado, como si no supiera muy bien qué hacer. Comienza desplegando las alas y agitándolas levemente, casi con timidez, pero enseguida descubre que se siente muy a gusto en su nueva forma y que volar en esta forma no es tan complicado como habría podido parecer inicialmente. Ulula con felicidad cuando nota como se separan sus patas del suelo. Sin embargo, los compañeros lo escuchan como un sonido muy distante y apagado, a pesar de que está justo frente a ellos, y a medida que agita más y más fuerte las alas el sonido no aumenta. El conjuro para moverse sin rastro está, efectivamente, activo y ya pueden partir hacia la fortaleza.

Sujetándose como puede al poderoso brazo de Vraak, el cual no cede ni un ápice pese a tener a Jen prácticamente colgade de su antebrazo durante el vuelo, le barde observa cómo Nessa les transporta por encima de la lava que les separa de la Fortaleza. 

Si hay vigías apostados, no parecen detectarles, pues llegan hasta la torre seleccionada sin que nadie de la alarma. Nessa deposita a Julian en el suelo y se posa en el centro de la azotea de la torre.

Tan pronto apoya las garras en el firme suelo de roca negra, Jen se deja caer del brazo de Vraak y esta salta en un rápido movimiento. 

Los pies de Vraak ni siquiera han tocado el suelo, cuando, de repente, unas runas y líneas se iluminan en el suelo, rodenadoles y dibujando una serie de runas a su alrededor lanzando rojizas luces y más profundas sombras sobre sus rostros. 

Antes de que Nessa pueda levantar el vuelo el círculo de runas estalla en una deflagaración que los envuelve a todos. 

El búho suelta un chillido de dolor que Vraak, Jen y Julian prácticamente no escuchan debido a que el conjuro lanzado por la humana aún se mantiene activo. Siguiendo su instinto, gira el cuello hacia la derecha - en un ángulo que habría sido completamente imposible para cualquier otra criatura - y se queda quieto durante unos instantes, intentando discernir algún ruido proveniente del interior de la fortaleza. Parece quedarse satisfecho, puesto que recupera su postura, lanza una última mirada al grupo con los ojos azulados abiertos como platos y ulula de nuevo. ¿Quizás les está recomendando buscar un escondrijo? Tras esto, se gira y echa a volar inmediatamente hacia el islote.

En el islote, Cruços, Rolthos y Oswald observan cómo el buho grisáceo y anaranjado vuelve hacia a ellos y pueden comprobar que está bastantee malherido cuando llega hasta su posición. Un sólo golpe más y la forma alada desaparecerá para dejar paso a la humana que vive en su interior. El ave ulula, cominándoles a subirse sobre él con premura. En cuanto lo hacen, echa a volar de nuevo hasta el mismo punto donde dejó al resto, bajando hasta la altura del suelo para permitirles saltar al suelo, que ya no debería volver a estallar.

El miedo de Nessa no parece hacerse realidad y sus compañeros saltan a lo alto de la torre. 

La zona circular se pierde dentro de la roca, dejando un círculo incompleto rodeado de una alta almena. Sólo Vraak y Cruços, y poniéndose de puntillas, pueden asomarse para mirar hacia el rio de lava y el lejano islote donde Idan espera con la barcaza. 

La azotea de la torre está desprovista de mobiliario ni nada significativo, salvo una compuerta de metal en el suelo que da acceso, presumiblemente, a las escaleras que llevan hasta alli. 

Al ver la repentina explosión Rolthos se tensó al ver como envolvía a sus compañeros. Aquello no era buena cosa, apenas habían puesto un pie en la fortaleza y ya habían provocado una conspicua deflagración. Intercambió una preocupada mirada con Oswald, pero al ver a Nessa volar devuelta se relajó un poco. Quizás todos los gigantes estuviesen luchando contra la effretti o quizás no se habían enterado. Cuando aterrizó sobre la fortaleza miró a sus compañeros. En ese momento echo de menos a Seth y su afinidad a los latrocinios. Quien lo iba a imaginar.

 Al llegar a la azotea le echó de menos de nuevo, ¿habría trampas en aquella compuerta? Era difícil decirlo, pero desde luego debían darse prisa. Acercándose a ella la inspeccionó y tras cerciorarse de que no había trampas evidentes indicó a sus compañeros que se apartasen e intentó abrirla, dispuesto a pedir ayuda a Vraak si el sólo no podía abrirla.

El búho también se posa en la azotea y aunque no se acerca a la puerta, se queda a distancia suficiente para seguir cubriendo a los compañeros con el velo de sombras y silencio de la humana.

Se queda mirando y escuchando en todas las direcciones que le permite su cuello, sus afinados sentidos buscando cualquier indicio de peligro.

Rolthos nunca averiguó si él tenía la suficiente fuerza para abrir la enorme compuerta. Tras examinarla percibió unas runas que se habían hecho levemente visibles con el calor residual de la otra explosión. 

 - Parece que hay otra trampa rúnica aquí. - Dice señalando la compuerta mientras Oswald se acercaba para examinarlas el mismo con su astuta sabiduría arcana.

Oswald Glimfeather Tercero observó con ojo crítico las runas descubiertas hábilmente por Rolthos y dijo:

- Esas runas son parte de un ritual mágico llamado Runas Explosivas, como ya habéis podido comprobar. Estas, en concreto, parecen liberar energía de frío, muy inteligente si tenemos en cuenta dónde estamos. Parece que las primeras eran más bien un aviso para los posibles intrusos… Al lanzar el conjuro puede establecerse que determinadas personas no las activen o, como habéis sugerido, que exista una palabra que permita pasar, pero lógicamente no está inscrita en las mismas. Lanzar una flecha, o roca o cualquier cosa no las activaría, solo la presencia de un ser vivo, o muerto viviente, que intente cruzar aquello que protegen lo hará. Algunos magos lo lanzan incluso sobre sus libros de hechizos, estas y otras más insidiosas son las formas que tienen los hechiceros de proteger sus secretos. Muchos son celosos de ellos por precaución, pero otros lo son por codicia o incluso miedo de que sus rivales… pero sí, me desvío del tema. O bien Rolthos intenta anularlas o bien las hacéis saltar…

Los compañeros ven que de repente que Nessa-búho se tensa. Sus plumas parecen apretarse contra su cuerpo y los mechones de sus orejas se yerguen, mientras mira intensamente a la trampilla y agita las alas.

Oswald, buen conocedor de los hábitos de los búhos exclama:

- ¡Nessa ha detectado algún peligro. Diría que ha oído que un enemigo se está acercando!

-Nononono! No te pueden ver asi! - Jen hace como qie aparta humo con la mano y a los pocos instantes Nessa vuelve a ser persona frente a ellos. - Es cierto? Viene alguien????