Nessa pasa de estar tensa mirando con ojos de buho a la trampilla, a hacerlo con sus ojos de humana. Y los sonoros pasos de botas de metal pisando piedra que hasta hace un momento escuchaba con absoluta claridad gracias a los sentidos del búho, ahora ya no los percibe. De todas maneras no le cabe duda:
- Sí, he escuchado pasos acercándose. Aún sonaban un poco alejados pero ... - mira frenéticamente a un lado y a otro - ... tenemos que largarnos. Pero ¿dónde? ... Un momento, ¡ya sé!
Rebusca entonces en su mochila y saca el pequeño trozo de cuerda que se quedó atado a su cintura cuando la tormenta separó al grupo en el semi-plano de aire, y alejándose hasta una de las esquinas de la torre comienza la invocación para convocar el espacio seguro que podría permitirles pasar desapercibidos. La cuerda acaba poniendose tiesa sobre su mano y la ya familiar abertura aparece sobre ella.
La ranger agita entonces la mano hacia ellos para que accedan al interior sin perder un instante.
Uno a uno los amigos van subiendo al espacio dimensional creado por la magia de Nessa, los que ya están dentro extienden las manos para ayudar a los que aún tienen que subir.
Nessa sigue concentrándose y esperando su turno y entonces aprende una cosa nueva de los gigantes. Los pasos retumban cada vez más cerca, hasta el punto que llega a sentir un leve temblor en el suelo cuando las pesadas botas de hierro de un gigante pisan con fuerza el suelo del nivel inferior. La escala de un paso de un gigante es completamente distinta a la suya. Lo que ella había calculado como lejano se había convertido en muy cercano en una ínfima cantidad de tiempo.
La trampilla comenzó a abrirse y los que aún estaban fuera del espacio dimensional pudieron ver una enguantada mano enorme la abría apoyándose en el borde de la misma. Uno solo de los dedos era tan ancho como el cuerpo de Jen.
La idea de Rolthos de poner su refugio al otro lado de la trampilla parecía surtir efecto. Escucharon la voz profunda del gigante, sin verle aún pero sintiendo su presencia al otro lado de la trampilla, murmurar algo para sí mismo mientras se quedaban todo lo quietos que podían.
Con cuidado y en silencio, Jen cogió la cuerda para subir la siguiente. Puede que aún lo consiguieran. Rolthos, que la estaba sujentado para ayudar a subir a Julian, extendió el brazo para acercárle el cabo a Jen.
Las placas de su hombro entrechocaron ligeramente entre si.
Todos se encogieron y entrecerraron los ojos instintivamente esperando que el gigante no hubiera escuchado nada.
- Hmmm?? - la enorme figura del gigante se asomó al otro lado de la trampilla. Tenía el rostro ancho, cubierto por una profusa y erizada barba de pelo rojizo y anaranjado. Su nariz era fuerte y tenía el tabique partido y se le había soldado en un pronunciado ángulo. La espesa ceja izquierda estaba cruzada por una cicatriz. Tenía la piel cetrina, y un pelo abundante que le caía por los hombros, del mismo color que su barba. Sus ojos parecían demasiado pequeños para un rostro tan grande.
Al verlo, Jen no necesitó ayuda para subir hasta el refugio, y apenas necesitó de la cuerda.
Sin embargo para Rolthos y Nessa era demasiado tarde.
- Hmmm ¿Quienes sois y qué hacéis aqui? -preguntó con voz grave y rasposa. Tan sólo veían su rostro y parte de su mano derecha. El resto del cuerpo permanecía oculto entre la trampilla y la escalera de abajo
El gesto de frustración dio paso rápidamente a un gesto más calmado y conciliador. Si el gigante no les había atacado sin más palabras, quizás hubiese tiempo aun para dialogo... Pero en su fuero interno no creía que aquello tuviese una salida pacífica, empezó a repasar mentalmente sus opciones en caso de enfrentamiento, el tampoco de aquel ser representaba todo un problema.
- Mi nombre es Rolthos, Paladín de Mayaheine y esta es Nessa nos hacemos llamar los halcones errantes. – Dijo a modo de presentación. – Después de humillar a Shideh y conociendo vuestra enemistad, creemos que quizás podamos ayudarnos mutuamente. Sin duda la effreti nos albergará una inquina que no tardará en dar frutos. - Dijo yendo directamente al grano, poniendo las cartas sobre la mesa e ignorando por completo cualquier expliación del plan inicial.
El gigante no dejó terminar a Rolthos. En retrospectiva, el paladín juraría que ni siquiera le había escuchado y que quizá sus preguntas eran más retóricas de lo que cabía esperar.
Mientras Rolthos seguía presentándose el gigante se incorporó, apoyando una pierna tan gruesa como el tronco de un árbol y movió su enorme mano con rapidez, sacando una enorme espada de su espalda y golpeando a Nessa y el paladín en el proceso y enviándolos rodando por el suelo.
- No importa jeje.. hace tiempo que no comemos humanos... el Thane estará contento... - mientras hablaba para sí mismo el gigante seguía intentando aplastar a los dos humanos. Podría decirse que le gustaba la comida blanda...
La rabia de Rolthos se desencadenó en un estallido. Con velocidad alcanzó el glaive que había caído a su lado y se lanzó contra el gigante casi sin pensar.
- ¿¡Porque.... No.... Dialogas!? - Cada palabra se veía acompañada de un ataque que con furia y un resplandor impactaba en el gigante.
Entonces apareció Vraak desde el refugio invisible, saltando y atacando desde lo alto. Su hacha impacto dos veces en la cabeza de gigante
- ¡Que... Dialogues! - Vraak partió el cráneo del gigante de dos espectaculares hachazos y aterrizó en el charco de sangre que su cadáver estaba ya dejando en la torre.
- Debería haber dialogado. No se si vamos a poder hablar con ninguno, parecen fanaticos. Este ni siquiera ha hecho ademán de rendirse. - Dijo con una seriedad que dejaba claro su intencional ironía.
Nessa iba a decir algo para apoyar las palabras de Rolthos, pero solo tuvo tiempo para recibir una estocada del gigante, recuperarse del golpe y, en un abrir y cerrar de ojos, ya estaba muerto. Miró al lugar donde había convocado la esfera - desde donde ahora asomaban las cabezas de Julian y Jen, que miraban asombrados el cadáver del gigante - y resopló frustrada. No hacía ni una hora que Embergrey les había concedido un descanso y ya había gastado la mayor parte de sus recursos mágicos. Malditos fueran todos los semi-planos, que no iban a darles tregua nunca.
- ... qué harta estoy de este $%&*^ lugar... - rezonga mientras se acerca a recoger la cuerda necesaria para convocar el espacio seguro.
Luego preguntó al paladín:
- Rolthos, ¿cómo estás para continuar? Aún tenemos el domo, pero parar aquí quizás no sea la mejor idea - señaló la trampilla por la que aún asomaba parte del cuerpo del gigante. Deberían entrar en la fortaleza y alejarse del cadáver antes de que vinieran más de sus compañeros.
- Están alertados y este energúmeno ha eliminado la posibilidad de una acción diplomática. Descansar una hora aquí solo nos traerá problemas. Estoy herido y he gastado unos cuantos conjuros, pero Jen, Vraak, Cruços y Julian están bien frescos. Yo creo que podemos seguir antes de que vengan a ver qué ha pasado con este gigante.
Jen se descuelga del escondite, soltando un "ew ew ew ewww!" Al pisar el charco de visceras del gigante. Al ver a Nessa magullada impone un pequeño hechizo de curacion, pero elle misme aun se está regenerando del bombazo en el castillo de Shideh, asi que no le sale la magia con tanta intensidad como esperaba.
-Lo siento Nessa. Espero que aun asi te encuentres mejor.-
Julian tambien baja -Ni siquiera podemos intentar deshacernos del cadaver sin llamar la atención- Se pellizca el entrecejo, pensando. -Estoy con Rolthos. No podemos quedarnos aqui, tenemos que irnos. Quizá la muerte de este gigante nos de ventaja momentanea, y se entreterngan un poco. Aunque no tardaran en dar alarma de intrusos. Pero tenemos que movernos.
- Toda cura es bienvenida, Jen, gracias - contesta la ranger a le barde. Y asintiendo a lo que han comentado Julian y Rolthos, se acerca a la trampilla - Supongo que el conjuro que la protegía está desactivado ahora, ¿no? - le pregunta a Oswald. Tras esperar a su respuesta afirmativa, se asoma para comprobar cómo pueden bajar los escalones, que imagina serán tamaño gigante. ¿Necesitarían cuerdas o algún conjuro para bajar?
-Puedo ir yo primero.- Se ofrece Jen. Con un "ewww!" Los Halcones Errantes ven como el changeling se desliza hacia abajo por la trampilla, pisando sesos de gigante.
Nada mas poner una punta del pie en el suelo, Jen se lleva una mano al bolsillo de su chaleco y saca una bolita de... Una especie de resina blanda. Se frota un ojo y con ello cae en su dedo una pestaña de color rosa, que encapsula dentro de la goma. Con unas palabras su figura se hace cada vez mas translucida hasta que se vuelve invisible.
Es entonces cuando mira a su alrededor y toma conciencia de la estancia que le rodea
Una gran escalera de piedra negra descendía al interior de la torre. La sangre y vísceras del gigante se deslizaban hacia abajo en un lento pero constante flujo que le hizo desear a Jen poder descender aquello grandes escalones, tan grandes como elle, de manera más rápida. No queriendo demorarse demasiado, debían intentar llegar a alguna parte donde burlar a los posibles gigantes que vinieran a ver qué demoraba al que habían eliminado, el resto de los Halcones Errantes no tardó en comenzar el descenso, esquivando como pusieron el cadaver.
No debía ser más que un piso para los moradores de aquel lugar, pero a ellos se les hizo eterno el descenso hasta que llegaron a una planta construida en madera oscura, posiblemente ennegrecida con fuego. En el centro de la sala una abertura en el suelo daba a otro tramo de escaleras que continuaba descendiendo por el centro De la Torre. Una mesa y un par de sillas enormes, con un plato con algún tipo de carne, esperaban el regreso del vigía que nunca volvería. Al otro lado de la estancia, podían verse grandes armas. Una ballesta y virotes que bien podían ser una balista, y varias lanzas que ni siquiera Vraak podría manejar con eficacia.
Jen, en su forma invisible, hace una seña al grupo, y se fa cuenta de que no pueden verle. Asi que suspira en frustracion y da unos toquecitos con la uña en el hombro de Rolthos para que suene un "cling cling" suave y el geupo se percate de su presencia -No te asustes, que soy yo- Dice. -Por donde seguimos?? Tenemos que continuar bajando, verdad?
Rolthos bajó sin poder evitar la enormidad del charco de sangre y sesos.
- Sigamos si, no parece que haya otra salida.
- Ve delante Jen, pero ten cuidado, va a ser muy difícil eludir a los gigantes dejando huellas de sangre allá a donde vayamos. Quizás en la siguiente intersección podamos limpiarnos los pies. En la siguiente intersección, cuando bajemos más, lanzare el localizar objeto, que nos guiará hacia la gema si no esta excesivamente lejana.
- Me parece buena idea, sí - comenta Nessa, y suspirando añade - Maldita sea, qué rabia haber perdido el velo de sombras. Con él activo no nos habríamos tenido que preocupar por dejar huellas.
Tras esto apoya la mano donde más o menos cree que está el hombro de Jen en un gesto de ánimo y buena suerte, pero siendo le barde invisible calcula mal y le acaba dando en la mejilla - Uy, perdona, he calculado mal - tras esto corrige y ya sí le da un toquecito en el hombro a su amigue.
Jen en respuesta le pellizca un poco la mejilla a Nessa -jejeje, ah tengo un remedio para eso.- Y todos ven como la sangre de sus botas y calzado se "desplazan" por el suelo hasta un rincon donde se queda un charquito de mugre y suciedad -eugh- escuchan a le barde. -Bueno, creo que podemos seguir nuestro camino-
Lo más silenciosa y cuidadosamente posible los Halcones descendieron otro tramo de escaleras. Esta vez llegaron hasta un corredor que giraba ligeramente hacia su derecha, por lo que dedujeron que aún no habían llegado al nivel de la torre en que se conectaba con el resto de la fortaleza. O quizá esa conexión estaba un poco más adelante en el corredor que estaba débilmente iluminado por grandes antorchas, Rolthos las podría utilizar como lanzas de caballería, colgadas de altos enganches en la pared.
De manera periódica, a izquierda y derecha podían ver puertas negras cerradas. Para llegar a alguno de los picaportes o a la cerradura,tendrían que subirse unos en los hombros de los otros.
Podían escuchar pasos apresurados que venian del fondo del pasillo.
Rolthos se movio rápidamente para intentar evitar otro encuentro. Combate a combate sus fuerzas se desvanecían y debían reservarlas el mayor tiempo posible en aquel plano hostil... Cualquier encuentro con aquellas criaturas solo acabaría en un baño de sangre.
- Vraak, aúpame a la puerta... – Dijo mientras Nessa, Julian y Jen se disponían a emboscar los gigantes que se aproximaban. - Vraak reacciono rápidamente y Rolthos uso sus poderosos antebrazos para auparse al picaporte. Con algo de esfuerzo logró girarlo y con un gesto de victoria empujó la puerta mientras se dejaba caer, las botas élficas amortiguaron la mayor parte del estruendo que podría haber hecho.
El resto aprovechó para entrar en la habitación y cuando los últimos entraron Vraak y Rolthos empujaron la puerta para cerrarla...
Solo entonces se giraron a ver dónde se habían metido. Disponían de poco tiempo antes de que los gigantes siguiesen su rastro hasta aquella habitación. Quizás se acababan de meter en una ratonera sin salida.
Nessa tenía la mirada fija en el pasillo desde donde se acercaban los pasos apresurados, lista para atacar en cuanto viese el primer indicio de gigante aparecer por la esquina. Pero en cuanto vio que Rolthos y Vraak abrían la puerta, no perdió tiempo en cruzarla junto con Julian y una invisible Jen a la que no podía percibir, pero de la que si sintió su movimiento cercano.
Una vez dentro buscó el primer hueco que les sirviera para esconderse. No sabía en qué tipo de habitación se habían metido, pero la ranger esperaba que hubiese algún tipo de mueble que les sirviera para ocultarse en caso de que los gigantes del pasillo entraran a buscarles.
Mientras hacía esto les dijo a Vraak y Cruços en susurros:
- ¿Podéis arrimar un poco la puerta? Quizás así no vean que está abierta y pasen de largo...
En la penumbra de la habitación apenas podían distinguir nada... y menos aún cuando Rolthos y Vraak la cerraron para evitar a los gigantes cuyos pasos podían escuchar en el pasillo cada vez más cerca.
Por lo poco que pudo distinguir Nessa antes de que se cerrara la puerta los únicos muebles que había eran unas altas estanterias a cada lado de la puerta, y pudo distinguir algunos barriles y sacos en los mismos. Todo parecía indicar que estaban en una alacena o almacén.
Los pasos se acercaron hassta pasar por delante, parecían apresurados, y pudieron escuchar claramente cómo subian por las escaleras.
No tenían más que unos segundos antes de que descubrieran el cadaver del primer gigante en lo alto de las escaleras. Tenían poco tiempo para decidir qué hacer.
- No perdamos más tiempo aquí. Acabarán volviendo de un momento a otro, intentemos llegar a la fortaleza mientras - dijo Nessa, aún entre susurros, sin prestar más atención a la alacena - Dejad la puerta entre abierta. Quizás así piensen que estamos dentro y pierdan algo de tiempo buscándonos - sugirió.
Nessa pasa de estar tensa mirando con ojos de buho a la trampilla, a hacerlo con sus ojos de humana. Y los sonoros pasos de botas de metal pisando piedra que hasta hace un momento escuchaba con absoluta claridad gracias a los sentidos del búho, ahora ya no los percibe. De todas maneras no le cabe duda:
- Sí, he escuchado pasos acercándose. Aún sonaban un poco alejados pero ... - mira frenéticamente a un lado y a otro - ... tenemos que largarnos. Pero ¿dónde? ... Un momento, ¡ya sé!
Rebusca entonces en su mochila y saca el pequeño trozo de cuerda que se quedó atado a su cintura cuando la tormenta separó al grupo en el semi-plano de aire, y alejándose hasta una de las esquinas de la torre comienza la invocación para convocar el espacio seguro que podría permitirles pasar desapercibidos. La cuerda acaba poniendose tiesa sobre su mano y la ya familiar abertura aparece sobre ella.
La ranger agita entonces la mano hacia ellos para que accedan al interior sin perder un instante.
Peindre l'amour, peindre la vie, pleurer en couleur ♫
Auriel | Shenua | Arren | Lyra
Uno a uno los amigos van subiendo al espacio dimensional creado por la magia de Nessa, los que ya están dentro extienden las manos para ayudar a los que aún tienen que subir.
Nessa sigue concentrándose y esperando su turno y entonces aprende una cosa nueva de los gigantes. Los pasos retumban cada vez más cerca, hasta el punto que llega a sentir un leve temblor en el suelo cuando las pesadas botas de hierro de un gigante pisan con fuerza el suelo del nivel inferior. La escala de un paso de un gigante es completamente distinta a la suya. Lo que ella había calculado como lejano se había convertido en muy cercano en una ínfima cantidad de tiempo.
La trampilla comenzó a abrirse y los que aún estaban fuera del espacio dimensional pudieron ver una enguantada mano enorme la abría apoyándose en el borde de la misma. Uno solo de los dedos era tan ancho como el cuerpo de Jen.
La idea de Rolthos de poner su refugio al otro lado de la trampilla parecía surtir efecto. Escucharon la voz profunda del gigante, sin verle aún pero sintiendo su presencia al otro lado de la trampilla, murmurar algo para sí mismo mientras se quedaban todo lo quietos que podían.
Con cuidado y en silencio, Jen cogió la cuerda para subir la siguiente. Puede que aún lo consiguieran. Rolthos, que la estaba sujentado para ayudar a subir a Julian, extendió el brazo para acercárle el cabo a Jen.
Las placas de su hombro entrechocaron ligeramente entre si.
Todos se encogieron y entrecerraron los ojos instintivamente esperando que el gigante no hubiera escuchado nada.
- Hmmm?? - la enorme figura del gigante se asomó al otro lado de la trampilla. Tenía el rostro ancho, cubierto por una profusa y erizada barba de pelo rojizo y anaranjado. Su nariz era fuerte y tenía el tabique partido y se le había soldado en un pronunciado ángulo. La espesa ceja izquierda estaba cruzada por una cicatriz. Tenía la piel cetrina, y un pelo abundante que le caía por los hombros, del mismo color que su barba. Sus ojos parecían demasiado pequeños para un rostro tan grande.
Al verlo, Jen no necesitó ayuda para subir hasta el refugio, y apenas necesitó de la cuerda.
Sin embargo para Rolthos y Nessa era demasiado tarde.
- Hmmm ¿Quienes sois y qué hacéis aqui? - preguntó con voz grave y rasposa. Tan sólo veían su rostro y parte de su mano derecha. El resto del cuerpo permanecía oculto entre la trampilla y la escalera de abajo
PbP Character: A few ;)
El gesto de frustración dio paso rápidamente a un gesto más calmado y conciliador. Si el gigante no les había atacado sin más palabras, quizás hubiese tiempo aun para dialogo... Pero en su fuero interno no creía que aquello tuviese una salida pacífica, empezó a repasar mentalmente sus opciones en caso de enfrentamiento, el tampoco de aquel ser representaba todo un problema.
- Mi nombre es Rolthos, Paladín de Mayaheine y esta es Nessa nos hacemos llamar los halcones errantes. – Dijo a modo de presentación. – Después de humillar a Shideh y conociendo vuestra enemistad, creemos que quizás podamos ayudarnos mutuamente. Sin duda la effreti nos albergará una inquina que no tardará en dar frutos. - Dijo yendo directamente al grano, poniendo las cartas sobre la mesa e ignorando por completo cualquier expliación del plan inicial.
Zevatur, Rolthos
El gigante no dejó terminar a Rolthos. En retrospectiva, el paladín juraría que ni siquiera le había escuchado y que quizá sus preguntas eran más retóricas de lo que cabía esperar.
Mientras Rolthos seguía presentándose el gigante se incorporó, apoyando una pierna tan gruesa como el tronco de un árbol y movió su enorme mano con rapidez, sacando una enorme espada de su espalda y golpeando a Nessa y el paladín en el proceso y enviándolos rodando por el suelo.
- No importa jeje.. hace tiempo que no comemos humanos... el Thane estará contento... - mientras hablaba para sí mismo el gigante seguía intentando aplastar a los dos humanos. Podría decirse que le gustaba la comida blanda...
PbP Character: A few ;)
La rabia de Rolthos se desencadenó en un estallido. Con velocidad alcanzó el glaive que había caído a su lado y se lanzó contra el gigante casi sin pensar.
- ¿¡Porque.... No.... Dialogas!? - Cada palabra se veía acompañada de un ataque que con furia y un resplandor impactaba en el gigante.
Entonces apareció Vraak desde el refugio invisible, saltando y atacando desde lo alto. Su hacha impacto dos veces en la cabeza de gigante
- ¡Que... Dialogues! - Vraak partió el cráneo del gigante de dos espectaculares hachazos y aterrizó en el charco de sangre que su cadáver estaba ya dejando en la torre.
- Debería haber dialogado. No se si vamos a poder hablar con ninguno, parecen fanaticos. Este ni siquiera ha hecho ademán de rendirse. - Dijo con una seriedad que dejaba claro su intencional ironía.
Zevatur, Rolthos
Nessa iba a decir algo para apoyar las palabras de Rolthos, pero solo tuvo tiempo para recibir una estocada del gigante, recuperarse del golpe y, en un abrir y cerrar de ojos, ya estaba muerto. Miró al lugar donde había convocado la esfera - desde donde ahora asomaban las cabezas de Julian y Jen, que miraban asombrados el cadáver del gigante - y resopló frustrada. No hacía ni una hora que Embergrey les había concedido un descanso y ya había gastado la mayor parte de sus recursos mágicos. Malditos fueran todos los semi-planos, que no iban a darles tregua nunca.
- ... qué harta estoy de este $%&*^ lugar... - rezonga mientras se acerca a recoger la cuerda necesaria para convocar el espacio seguro.
Luego preguntó al paladín:
- Rolthos, ¿cómo estás para continuar? Aún tenemos el domo, pero parar aquí quizás no sea la mejor idea - señaló la trampilla por la que aún asomaba parte del cuerpo del gigante. Deberían entrar en la fortaleza y alejarse del cadáver antes de que vinieran más de sus compañeros.
Peindre l'amour, peindre la vie, pleurer en couleur ♫
Auriel | Shenua | Arren | Lyra
- Están alertados y este energúmeno ha eliminado la posibilidad de una acción diplomática. Descansar una hora aquí solo nos traerá problemas. Estoy herido y he gastado unos cuantos conjuros, pero Jen, Vraak, Cruços y Julian están bien frescos. Yo creo que podemos seguir antes de que vengan a ver qué ha pasado con este gigante.
Zevatur, Rolthos
Jen se descuelga del escondite, soltando un "ew ew ew ewww!" Al pisar el charco de visceras del gigante. Al ver a Nessa magullada impone un pequeño hechizo de curacion, pero elle misme aun se está regenerando del bombazo en el castillo de Shideh, asi que no le sale la magia con tanta intensidad como esperaba.
-Lo siento Nessa. Espero que aun asi te encuentres mejor.-
Julian tambien baja -Ni siquiera podemos intentar deshacernos del cadaver sin llamar la atención- Se pellizca el entrecejo, pensando. -Estoy con Rolthos. No podemos quedarnos aqui, tenemos que irnos. Quizá la muerte de este gigante nos de ventaja momentanea, y se entreterngan un poco. Aunque no tardaran en dar alarma de intrusos. Pero tenemos que movernos.
- Toda cura es bienvenida, Jen, gracias - contesta la ranger a le barde. Y asintiendo a lo que han comentado Julian y Rolthos, se acerca a la trampilla - Supongo que el conjuro que la protegía está desactivado ahora, ¿no? - le pregunta a Oswald. Tras esperar a su respuesta afirmativa, se asoma para comprobar cómo pueden bajar los escalones, que imagina serán tamaño gigante. ¿Necesitarían cuerdas o algún conjuro para bajar?
Peindre l'amour, peindre la vie, pleurer en couleur ♫
Auriel | Shenua | Arren | Lyra
-Puedo ir yo primero.- Se ofrece Jen. Con un "ewww!" Los Halcones Errantes ven como el changeling se desliza hacia abajo por la trampilla, pisando sesos de gigante.
Nada mas poner una punta del pie en el suelo, Jen se lleva una mano al bolsillo de su chaleco y saca una bolita de... Una especie de resina blanda. Se frota un ojo y con ello cae en su dedo una pestaña de color rosa, que encapsula dentro de la goma. Con unas palabras su figura se hace cada vez mas translucida hasta que se vuelve invisible.
Es entonces cuando mira a su alrededor y toma conciencia de la estancia que le rodea
Una gran escalera de piedra negra descendía al interior de la torre. La sangre y vísceras del gigante se deslizaban hacia abajo en un lento pero constante flujo que le hizo desear a Jen poder descender aquello grandes escalones, tan grandes como elle, de manera más rápida.
No queriendo demorarse demasiado, debían intentar llegar a alguna parte donde burlar a los posibles gigantes que vinieran a ver qué demoraba al que habían eliminado, el resto de los Halcones Errantes no tardó en comenzar el descenso, esquivando como pusieron el cadaver.
No debía ser más que un piso para los moradores de aquel lugar, pero a ellos se les hizo eterno el descenso hasta que llegaron a una planta construida en madera oscura, posiblemente ennegrecida con fuego. En el centro de la sala una abertura en el suelo daba a otro tramo de escaleras que continuaba descendiendo por el centro De la Torre. Una mesa y un par de sillas enormes, con un plato con algún tipo de carne, esperaban el regreso del vigía que nunca volvería.
Al otro lado de la estancia, podían verse grandes armas. Una ballesta y virotes que bien podían ser una balista, y varias lanzas que ni siquiera Vraak podría manejar con eficacia.
PbP Character: A few ;)
Jen, en su forma invisible, hace una seña al grupo, y se fa cuenta de que no pueden verle. Asi que suspira en frustracion y da unos toquecitos con la uña en el hombro de Rolthos para que suene un "cling cling" suave y el geupo se percate de su presencia -No te asustes, que soy yo- Dice. -Por donde seguimos?? Tenemos que continuar bajando, verdad?
Rolthos bajó sin poder evitar la enormidad del charco de sangre y sesos.
- Sigamos si, no parece que haya otra salida.
- Ve delante Jen, pero ten cuidado, va a ser muy difícil eludir a los gigantes dejando huellas de sangre allá a donde vayamos. Quizás en la siguiente intersección podamos limpiarnos los pies. En la siguiente intersección, cuando bajemos más, lanzare el localizar objeto, que nos guiará hacia la gema si no esta excesivamente lejana.
Zevatur, Rolthos
- Me parece buena idea, sí - comenta Nessa, y suspirando añade - Maldita sea, qué rabia haber perdido el velo de sombras. Con él activo no nos habríamos tenido que preocupar por dejar huellas.
Tras esto apoya la mano donde más o menos cree que está el hombro de Jen en un gesto de ánimo y buena suerte, pero siendo le barde invisible calcula mal y le acaba dando en la mejilla - Uy, perdona, he calculado mal - tras esto corrige y ya sí le da un toquecito en el hombro a su amigue.
Peindre l'amour, peindre la vie, pleurer en couleur ♫
Auriel | Shenua | Arren | Lyra
Jen en respuesta le pellizca un poco la mejilla a Nessa -jejeje, ah tengo un remedio para eso.- Y todos ven como la sangre de sus botas y calzado se "desplazan" por el suelo hasta un rincon donde se queda un charquito de mugre y suciedad -eugh- escuchan a le barde. -Bueno, creo que podemos seguir nuestro camino-
Lo más silenciosa y cuidadosamente posible los Halcones descendieron otro tramo de escaleras. Esta vez llegaron hasta un corredor que giraba ligeramente hacia su derecha, por lo que dedujeron que aún no habían llegado al nivel de la torre en que se conectaba con el resto de la fortaleza. O quizá esa conexión estaba un poco más adelante en el corredor que estaba débilmente iluminado por grandes antorchas, Rolthos las podría utilizar como lanzas de caballería, colgadas de altos enganches en la pared.
De manera periódica, a izquierda y derecha podían ver puertas negras cerradas. Para llegar a alguno de los picaportes o a la cerradura,tendrían que subirse unos en los hombros de los otros.
Podían escuchar pasos apresurados que venian del fondo del pasillo.
PbP Character: A few ;)
Rolthos se movio rápidamente para intentar evitar otro encuentro. Combate a combate sus fuerzas se desvanecían y debían reservarlas el mayor tiempo posible en aquel plano hostil... Cualquier encuentro con aquellas criaturas solo acabaría en un baño de sangre.
- Vraak, aúpame a la puerta... – Dijo mientras Nessa, Julian y Jen se disponían a emboscar los gigantes que se aproximaban. - Vraak reacciono rápidamente y Rolthos uso sus poderosos antebrazos para auparse al picaporte. Con algo de esfuerzo logró girarlo y con un gesto de victoria empujó la puerta mientras se dejaba caer, las botas élficas amortiguaron la mayor parte del estruendo que podría haber hecho.
El resto aprovechó para entrar en la habitación y cuando los últimos entraron Vraak y Rolthos empujaron la puerta para cerrarla...
Solo entonces se giraron a ver dónde se habían metido. Disponían de poco tiempo antes de que los gigantes siguiesen su rastro hasta aquella habitación. Quizás se acababan de meter en una ratonera sin salida.
Zevatur, Rolthos
Nessa tenía la mirada fija en el pasillo desde donde se acercaban los pasos apresurados, lista para atacar en cuanto viese el primer indicio de gigante aparecer por la esquina. Pero en cuanto vio que Rolthos y Vraak abrían la puerta, no perdió tiempo en cruzarla junto con Julian y una invisible Jen a la que no podía percibir, pero de la que si sintió su movimiento cercano.
Una vez dentro buscó el primer hueco que les sirviera para esconderse. No sabía en qué tipo de habitación se habían metido, pero la ranger esperaba que hubiese algún tipo de mueble que les sirviera para ocultarse en caso de que los gigantes del pasillo entraran a buscarles.
Mientras hacía esto les dijo a Vraak y Cruços en susurros:
- ¿Podéis arrimar un poco la puerta? Quizás así no vean que está abierta y pasen de largo...
Peindre l'amour, peindre la vie, pleurer en couleur ♫
Auriel | Shenua | Arren | Lyra
En la penumbra de la habitación apenas podían distinguir nada... y menos aún cuando Rolthos y Vraak la cerraron para evitar a los gigantes cuyos pasos podían escuchar en el pasillo cada vez más cerca.
Por lo poco que pudo distinguir Nessa antes de que se cerrara la puerta los únicos muebles que había eran unas altas estanterias a cada lado de la puerta, y pudo distinguir algunos barriles y sacos en los mismos. Todo parecía indicar que estaban en una alacena o almacén.
Los pasos se acercaron hassta pasar por delante, parecían apresurados, y pudieron escuchar claramente cómo subian por las escaleras.
No tenían más que unos segundos antes de que descubrieran el cadaver del primer gigante en lo alto de las escaleras. Tenían poco tiempo para decidir qué hacer.
PbP Character: A few ;)
- No perdamos más tiempo aquí. Acabarán volviendo de un momento a otro, intentemos llegar a la fortaleza mientras - dijo Nessa, aún entre susurros, sin prestar más atención a la alacena - Dejad la puerta entre abierta. Quizás así piensen que estamos dentro y pierdan algo de tiempo buscándonos - sugirió.
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Auriel | Shenua | Arren | Lyra