- No es faltar el respeto el apoyar a una amiga cuando está siendo obviamente machacada. Pero ya puestos a hacer una última pregunta: ¿hiciste de forma deliberada que el wraith nos atacara?
- Vaya... Ahora entiendo mucho de porqué no prestas atención a mis palabras, parece que había heridas sin cerrar. ¿De veras me estás preguntando si forcé el ataque de una criatura que ni siquiera sabía que estaba ahí? La respuesta es obviamente no.
No Nessa, no... Pecaré de muchas cosas, pero no de argucias ni falsedades. Recuerda la situación, acababamos de abrir una puerta que llevaba eones cerrada. Os acongojasteis y queríais cerrarla, ignorar lo que pudiera haber dentro y continuar. Pensabais que habíais llegado a vuestro límite y no queríais continuar. Mis palabras fueron sinceras. Echad la vista atrás y ved lo que habéis conseguido desde entonces. Estaba clamando para que vierais el potencial que ahora os reconocéis, pero que entonces parece que solo veía yo.
Si ante mis palabras tu percepción es que me crees tan infantil como para ponernos a todos en peligro por un capricho, si ante mi advertencia te preocupa más herir los sentimientos de alguien que simplemente propiciar la verdad, siendo algo tan al alcance de tu mano, exploradora Nessa, no necesitas más entrenamiento de arco, necesitas darte cuenta que esto ya no es el colegio.
Rolthos siente de pronto la atención de sus compañeros en el.
- Yo no tengo ninguna pregunta. No os considero en ningún caso enemigos. - Luego mirando a Jen añade. - Lamento que hayas tenido que pasar por esto y espero que puedas perdonarnos. Nessa, si en el pasado he sido duro contigo es porque te aprecio. Crucos, sigo preocupado por el control que la maldición ejerza sobre ti. Pero cada hora que pasa mi confianza aumenta. Seth - Dice mirado a fuera del círculo y haciendo una pausa buscando las palabras, con más dificultad. - Me alegro de tenerte luchando y explorando a mi lado en estas ruinas. Y Serà, tu presencia con nosotros nos honra.
Nessa, que estaba bastante tensa con toda la conversación de Cruços, siente el efecto tranquilizador de las palabras del paladín y se relaja visiblemente, dirigiéndole una mirada agradecida.
- El sentimiento es mutuo, Rolthos... No sé si lo sabes, pero has sido un gran apoyo para mí durante estos últimos días, y espero seguir contando contigo en lo que nos queda de camino...
Inspirando profundamente, se dirige esta vez a Cruços:
- Siento haber desconfiado de tí, discúlpame.
Y por último, a Jen:
- Y lo mismo te digo a tí, Jen. Siento que hayas tenido que pasar por todo esto... ¿Qué os parece si terminamos de descansar y nos largamos de aquí de una vez? Asegurémonos de que tenemos comida y agua suficientes para el viaje de vuelta por las Planicies de Ceniza.
- No es necesario que te disculpes Nessa. Todos estamos haciendo lo mejor que podemos, acertemos o erremos. Desde luego que las capacidades que estamos aportando nos convierten en una fuerza temible.
Dirigiéndose a lo Sinnombre:
- He visto lo que tu raza es capaz de hacer, he sufrido lo que tu raza es capaz de hacer. Dudo si algún día podré confiar plenamente en ti, pero al menos me alegra que hayas sido de los pocos que han escapado de las garras de Iuz y su influencia. Podré vivir con el resto.
El cazador se incorpora, tose pesadamente y se limpia con el dorso de la mano un hilo de sangre de la comisura de los labios. Recoge el arco que había dejado a su espalda y lo encaja en su carcaj. Se dispone a salir del círculo, pero justo antes se gira y dice al grupo:
- Una última pregunta, ¿cual es vuestro color favorito?
Y sonríe socarronamente.
Cuando el grupo esté listo, relata todo lo descubierto en el diario.
- Cuando lleguemos de vuelta con Ukrelle, habrá que ver el alcance del comercio goblin, según esto, la semilla del árbol de Gulthias puede haberse esparcido sin control. Y esta será la prueba - mientras guarda las manzanas, la roja y la blanca en su atillo, en una bolsa diferente a la que recogió del árbol.
Una vez pasado el circulo de verdad, el nudo en el pecho de Jen se va deshaciendo poco a poco. Acepta con un pequeño asentimiento de cabeza las disculpas de sus compañeros. Aun siendo por la mañana ya se sientr emocionalmente agotado.
-Podeis compensarme invitándome a un balneario cuando volvamos a Grayhawk. -Comenta, por poner un poco de alivio a la tensa situación. -Rojo. -Le dice a Cruços, respondiendo a su ultima pregunta. -Por cierto, aunque no se si te lo mereces. Si con un poco de suerte Julian no ha hecho ninguna tontería, creo que podría echarte un vistazo para curarte eso que sea que te hace escupir gargajos de sangre. Es... Un amigo. Es médico.- Comenta, jugueteando con su alianza de nuevo.
Se cuelga la mochila a la espalda, preparado para salir de nuevo. Aun no ha desvanecido su nueva máscara.
- Hemos dicho tantas veces lo de ir a un balneario que lo vamos a tener que cumplir. Daría algo por un laasssrgo baño, y por cambiarme de ropa. Pienso quemar está en cuanto llegue a Greyhawk. Digamos que ha pasado por demasiadas cosas.
Nessa no iba a contestar a lo del color, pero como Jen lo ha hecho ...
- Aguamarina es mi color favorito.
Y cuando ve al bardo jugar con su alianza de nuevo, dice:
-Si... Y no. Es una larga historia. -Se mira el anillo con tristeza.- Hice una estupidez muy grande, y no se se podrá perdonarme... Supongo que lo sabremos al volver a la ciudad. Oh dioses, voy a necesitar ingentes cantidades de alcohol para reunir el valor y mirarle a la cara de nuevo.
Rolthos sonríe ante la pregunta de crucos. Pero no responde sobre su color y simplemente se sale del círculo. Entonces recoge sus cosas.
- Voy a comprobar que todo ha ardido bien. - Dice mientras retrocede hasta la sala del árbol. Acostumbrado al glaive parece que no sabe muy bien que hacer con el voluminosos escudo y sus movimientos, en general fluidos son algo torpes. Al llegar al árbol contempla satisfecho el resultado final del fuego, allí apenas quedan unos rescoldos de la anterior corrupta majestuosidad. Casi satisfecho usa el escudo para examinar las raíces con un poco más de cuidado. Ni es un experto en naturaleza ni sabe muy bien que mirar, pero a su entendimiento el árbol parece bien muerto. Del vampiro apenas queda ningún rastro, ni metales ni huesos. Tan solo en el suelo un trozo de madera parece humear. Lo mira un momento y piensa si quizas fuese algo útil para luchar contra un vampiro, o quizás sea algo especial que no arde en condiciones normales. Con cuidado lo coge y aunque humeante no le parece peligroso así que lo mete en la mochila.
Reunido con el resto comenta. - Creo que el árbol está muerto... Pero la verdad es que no entiendo. Tú nessa podrías mirarlo un momento?
Momentos después siente que algo va mal, algo arde en la mochila. Rápidamente saca el trozo de madera ardiente quemándose un poco y viendo con frustración que ha hecho un agujero en una de sus pertenencias y que casi acaba en desastre. -Valgame dios... Pues esto me lo llevo. - Dice con cabezonería. Le echa algo de agua para hacer que sea algo más seguro y se coge en la mano, dejándose la llena de negror que apenas se nota por la gran cantidad de roñan que ya tenía en las manos.
Tras asegurarse que el rescoldo está apagado, y volver a meterlo en su mochila tozudamente, donde ahora en lugar de quemar mancha todo de hollín, Rolthos y el resto vuelven a la sala por la que accedieron a este nivel subterráneo. Se miran entre todos y casi no tienen que hablar para ponerse de acuerdo y dirigirse a la puerta del sur. Seth comprueba que no tiene trampas y tras unos cuantos empujones por parte de Sera y Rolthos la puerta se abre con un crujido.
Avanzan por un pasillo unos cuantos metros en línea recta al sur hasta que llegan a la sima que vieron desde la esquina de una de las habitaciones del laboratorio. La grieta se extiende a izquierda y derecha y tampoco desde aquí vislumbran el fondo del abismo. Parece que un seísmo creó esta grieta, separando esta parte de las ruinas del otro lado. A unos quince metros a su derecha, en la pared de enfrente, pueden ver que el pasillo continua, pero no hay luz alguna que les indique que haya nada ni nadie en aquella parte.
El primer impulso del grupo parece ser intentar salvar el abismo y pasar al otro lado para explorar. Rolthos asiente un poco a regañadientes, en el fondo si encuentran alguna forma segura de pasar, esta parte del templo puede haber estado milenios sin tocar y puede haber restos importantes del culto del dragon... o puede no haber nada. O puede que alguien o haya explorado y se haya llevado todo ya. "Si encontramos alguna forma de pasar segura, me parece bien que crucemos" Fueron sus palabras.
Pero tras largas discussions viendo las posibilidades, proponiendo ideas, y evaluando las consecuencias Rolthos niega con la cabeza.
- No creo que sea una buena idea cruzar. No tenemos ningún indicio de que haya nada interesante al otro lado, y me parece que el riesgo de morir es demasiado alto. Me opongo rotundamente a que crucemos. - Asegura Rolthos con firmeza. Tras una breve pausa ánade repentinamente al ocurrirse le algo. - El druida posiblemente podía convocar alguna criatura voladora o incluso transformarse en una para explorar esta zona, así que posiblemente este bien explorada también.
Al cabo de un rato de discusiones, Nessa pierde la paciencia con el asunto de la sima.
- Llevamos una hora discutiendo sobre esto y no llegamos a una solución clara y que sea lo suficientemente segura. Creo que deberíamos olvidarnos y volver con Aisha y Lo Kan. Estarán preocupados... y yo estaré más tranquila también una vez vea que están bien.
"1 hora" in game, 3 días en el mundo real /facepalm
Cuando el paladín se muestra reticente, asiente:
- Vamos chicos, dejémoslo. Cuanto antes subamos antes saldremos de aquí. ¿No tenéis ganas de ver la luz del sol de una vez?
Jen mira al abismo, con incomodidad. -No me gustan las alturas...Hemos pasdo por mucho como para ahora arriesgarnos a caer al vacío- Musita, mirando a ver si ve algun puente. Se le ocurre que seguramente si alguien construyó un templo en una zona tan abrupta no querría que mucha gente lo encontrara.
-Rolthos, querido, déjame el diario, anda- Le pide el libro al paladín, ojeando las entradas a ver si el hechicero que habitaba en aquellas ruinas mencionaba algo sobre el templo, o alguna forma de cruzar el abismo. Debaten durante un rato más. Cruços parece convencido a cruzar, y Sera ofrece sus alas como opción -Me recuerda a andar por la cuerda floja. -Comenta mientras cuentan los metros de cuerda que tienen. -Se me da bien, pero nunca me había enfrentado a una caida tan grande... Cuando ven que no tienen suficiente equipo para pasar, su plan hace aguas por todas partes.
-Supongo que podríamos volver de nuevo, mejor pertrechados?- Sugiere al cabo del rato, viendo que no van a ninguna parte. -Coincido con Nessa, no puedo esperar a salir de las ruinas... Pero lo que hemos leido en el diario sobre el mal expandiéndose no me hace sentir tranquilidad. Quizá encontremos mas información sobre el culto que habitaba aquí. -Vuelve a mirar al abismo -Hemos pasado por mucho...- Repite de nuevo
Cruços recoge sus pertrechos en silencio, perplejo, doblando su cuerda y asiéndola con firmeza a la mochila para que no le moleste en sus movimientos. No opinaba lo mismo que sus compañeros, estaba claro que necesitaban salir de este lugar más que él.
"Ya no estás en Tenth, Cruços. Necesitas ayuda para lidiar con las empresas que se avecinan y nadie en este lugar se ha criado como tú. Que cada paso en el camino sea un reto a superar no es algo a lo que los mundos civilizados estén acostumbrados. Solo espero que cuando llegue el momento de sacrificar lo más querido por detener a lo oscuro, este mundo esté preparado".
Tose pesadamente. Ase el arco y se sitúa en retaguardia, cerrando el camino, cabizbajo y pensativo; el cazador sufre un profundo debate, entre la perspectiva de la realidad que ha conocido y las necesidades de sus compañeros, debate cuya conclusión será difícil.
Camina de vuelta, hasta reunirse con Lo-Kag y Aisha, sin iniciar ninguna conversación.
Rolthos recoge todas sus cosas y tras dar el libro a Jen se dispone a salir de allí. Las palabras de Jen resuenan en su cabeza. Es posible que si haya aun más mal? Si hubiese alguna forma de saberlo. De pronto se detiene un momento, mirando al otro lado del abismo concentrado
Rolthos se detiene en seco. Y tras un instante retrocede hasta donde está el abismo.
- Siento algo divino al otro lado! - Dice contrariado. Quería salir de allí, quería respirar aire fresco, sentia la montura que le ofrecía la diosa esperando en el exterior. - Ahora no me puedo ir sin averiguar qué hay al otro lado. - Dice mirando al otro lado con un mal presentimiento.
Ante la revelación de Rolthos se produce una nueva y breve discusión. Con un suspiro de resignación Nessa comienza a preparar las cuerdas para hacer un puente improvisado en caso de que sea necesario. Jen dedica unas palabras de animo. Sera y Cruços, mientras este deja la mayor parte de su equipo para resultar más ligero a la paladin. Cuando están listos Sera accede a la parte de su alma que le permite acceder a los poderes de su ascendencia angelical. Las doradas alas iluminan el corredor donde se encuentran y, pasando los brazos por debajo de los hombros de Cruços ambos se preparan. Saltan al vacío y caen unos metros hasta que el poderoso aleteo de Sera los eleva y se dirigen al otro corredor. El cazador siente como se le encoge el estómago con la sensación de vacío y ve sus piernas colgando sobre la oscuridad. Al llegar al otro lado Cruços deja caer las cuerdas. Rolthos ve como el fulgor de las alas de Sera desaparece por el corredor rápidamente. Los segundos se hacen eternos mientras el grupo espera el regreso de los dos exploradores. No se escucha nada salvo los nerviosos golpecitos que da Jen en su ballesta. De pronto vuelven a ver el resplandor de la luz de las alas de Sera. La paladin vuelve a cruzar el abismo con el cazador en brazos y este parece que está sujetando algunos objetos. Sin embargo Nessa y Rolthos ven la cara de esfuerzo de la aasimar, el sudor perla su frente, la luz que emana de sus alas se empieza a debilitar. Cuando está a menos de medio metro de la seguridad del pasadizo, Sera siente que sus fuerzas se agotan. Con un último esfuerzo, intenta elevarse más y lanza a Cruços hacia el resto. Entonces sus alas desaparecen en un estallido de luz y comienza a caer a plomo. Pero el fuerte brazo de Rolthos la coge de la mano y, aunque se da un golpe contra la pared, el valiente paladín consigue evitar que caiga a lo desconocido. Entre todos la aúpan y respirando con dificultad los dos exploradores cuentan su breve y rápida aventura. El pasadizo continuaba unos metros más, con un par de recodos. Estaba lleno de escombros, parece que el seísmo fue mucho más catastrófico allí. Al final del mismo había dos puertas con tallas de dragones destruidas y detrás, cubierto de cascotes, otro templo dedicado a algún dragón. La estatura yacía hecha pedazos por toda la sala y estos y varias piedras caídas del techo habían aplastado hacia siglos a los defensores y los atacantes del templo que estaban batallando cuando aconteció el Cataclismo. Sera se habia guiado hacia la leve presencia celestial que había sentido Rolthos y encontraron los restos de un clérigo de Lathander, Rutengard Alkyros, según Sera, uno de los comandantes de las fuerzas del bien. Su maza, la fuente que ambos paladín habían detectado, estaba incrustada en el cráneo de un elfo con las ropas del culto de los dragones. Cruços había cogido el carcaj y el arco de ese elfo. Aunque la madera del arco estaba podrida la cuerda parecía extrañamente intacta y eso había llamado la atención de Cruços. El carcaj era ligero y hermoso, con motivos elficos y a Nessa le recordó el que llevaba su mentor.
- Qué bonito. Esto me trae recuerdos ... - dice la ranger examinando el carcaj. También revisa con atención la cuerda del arco, preguntándose con qué materiales habría sido hecha - o si habría sido tratada con algún ungüento especial - para que se conservase tan bien. ¿O tal vez era algún efecto mágico?
Nessa makes an Arcana check! 1d20 (8,12) + 2 = 10
- Sería buena idea guardarnos el carcaj y la cuerda. Desde que he visto cómo le han partido el asta a Rolthos no dejo de pensar en qué pasaría si se me rompiera la cuerda del arco...
Una vez que todos estamos listos, pregunto:
- ¿Nos podemos ir ya? Tengo ganas de ver a Aisha y Lo Kan...
El tránsito al otro lado fue más precipitado que lo que Cruços tenía en mente. Se sorprendió con la entereza con la que sobrelleva Sera el encontrarse con un cadáver de uno de sus compañeros caídos. Después de todo, para la paladín apenas habían pasado unas horas.
Tras contar lo encontrado, Cruços sujeta el hombro de Sera, frente a ella.
- Es duro encontrarse con camaradas caídos. Al menos sabes que vuestra empresa llegó a buen término. Si deseas honrar su muerte de alguna forma, puedes contar conmigo para que te acompañe. - Asiente con la cabeza en señal de respeto. - Estas maza os pertenecía, a la orden del dragón alado, vos debéis decidir cuál será su destino. En su día escuché historias sobre magníficas armas similares que eran el temor de demonios y no-muertos. Seguro podréis darle buen uso. En Tenth Iuz se encargó de hacer parecer que esas historias eran leyendas, pero ahora veo una luz de esperanza, al ver que sí existen.
Observa el arco con la cuerda intacta.
- Pertenecía a un elfo que servía al culto de dragón... Otro bastardo traidor... Mi tío contaba historias durante sus largas horas de instrucción, sobre las antiguas guerras de Celene donde se contaba que los arqueros élficos eran capaces de lanzar flechas de fuego de sus arcos quemando las máquinas de guerra de los asaltantes humanos a sus tierras. Ni una sola máquina de asedio llegó a entrar jamás al bosque. Me gustaría probar la veracidad de esas historias también...
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- No tengo más preguntas. ¿Alguien dentro del círculo quiere hablar a alguien dentro del círculo?
- No es faltar el respeto el apoyar a una amiga cuando está siendo obviamente machacada. Pero ya puestos a hacer una última pregunta: ¿hiciste de forma deliberada que el wraith nos atacara?
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Auriel | Shenua | Arren | Lyra
- Vaya... Ahora entiendo mucho de porqué no prestas atención a mis palabras, parece que había heridas sin cerrar. ¿De veras me estás preguntando si forcé el ataque de una criatura que ni siquiera sabía que estaba ahí? La respuesta es obviamente no.
No Nessa, no... Pecaré de muchas cosas, pero no de argucias ni falsedades. Recuerda la situación, acababamos de abrir una puerta que llevaba eones cerrada. Os acongojasteis y queríais cerrarla, ignorar lo que pudiera haber dentro y continuar. Pensabais que habíais llegado a vuestro límite y no queríais continuar. Mis palabras fueron sinceras. Echad la vista atrás y ved lo que habéis conseguido desde entonces. Estaba clamando para que vierais el potencial que ahora os reconocéis, pero que entonces parece que solo veía yo.
Si ante mis palabras tu percepción es que me crees tan infantil como para ponernos a todos en peligro por un capricho, si ante mi advertencia te preocupa más herir los sentimientos de alguien que simplemente propiciar la verdad, siendo algo tan al alcance de tu mano, exploradora Nessa, no necesitas más entrenamiento de arco, necesitas darte cuenta que esto ya no es el colegio.
Rolthos siente de pronto la atención de sus compañeros en el.
- Yo no tengo ninguna pregunta. No os considero en ningún caso enemigos. - Luego mirando a Jen añade. - Lamento que hayas tenido que pasar por esto y espero que puedas perdonarnos. Nessa, si en el pasado he sido duro contigo es porque te aprecio. Crucos, sigo preocupado por el control que la maldición ejerza sobre ti. Pero cada hora que pasa mi confianza aumenta. Seth - Dice mirado a fuera del círculo y haciendo una pausa buscando las palabras, con más dificultad. - Me alegro de tenerte luchando y explorando a mi lado en estas ruinas. Y Serà, tu presencia con nosotros nos honra.
Zevatur, Rolthos
Nessa, que estaba bastante tensa con toda la conversación de Cruços, siente el efecto tranquilizador de las palabras del paladín y se relaja visiblemente, dirigiéndole una mirada agradecida.
- El sentimiento es mutuo, Rolthos... No sé si lo sabes, pero has sido un gran apoyo para mí durante estos últimos días, y espero seguir contando contigo en lo que nos queda de camino...
Inspirando profundamente, se dirige esta vez a Cruços:
- Siento haber desconfiado de tí, discúlpame.
Y por último, a Jen:
- Y lo mismo te digo a tí, Jen. Siento que hayas tenido que pasar por todo esto... ¿Qué os parece si terminamos de descansar y nos largamos de aquí de una vez? Asegurémonos de que tenemos comida y agua suficientes para el viaje de vuelta por las Planicies de Ceniza.
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- No es necesario que te disculpes Nessa. Todos estamos haciendo lo mejor que podemos, acertemos o erremos. Desde luego que las capacidades que estamos aportando nos convierten en una fuerza temible.
Dirigiéndose a lo Sinnombre:
- He visto lo que tu raza es capaz de hacer, he sufrido lo que tu raza es capaz de hacer. Dudo si algún día podré confiar plenamente en ti, pero al menos me alegra que hayas sido de los pocos que han escapado de las garras de Iuz y su influencia. Podré vivir con el resto.
El cazador se incorpora, tose pesadamente y se limpia con el dorso de la mano un hilo de sangre de la comisura de los labios. Recoge el arco que había dejado a su espalda y lo encaja en su carcaj. Se dispone a salir del círculo, pero justo antes se gira y dice al grupo:
- Una última pregunta, ¿cual es vuestro color favorito?
Y sonríe socarronamente.
Cuando el grupo esté listo, relata todo lo descubierto en el diario.
- Cuando lleguemos de vuelta con Ukrelle, habrá que ver el alcance del comercio goblin, según esto, la semilla del árbol de Gulthias puede haberse esparcido sin control. Y esta será la prueba - mientras guarda las manzanas, la roja y la blanca en su atillo, en una bolsa diferente a la que recogió del árbol.
- Pero antes, salgamos de una vez de este lugar.
Una vez pasado el circulo de verdad, el nudo en el pecho de Jen se va deshaciendo poco a poco. Acepta con un pequeño asentimiento de cabeza las disculpas de sus compañeros. Aun siendo por la mañana ya se sientr emocionalmente agotado.
-Podeis compensarme invitándome a un balneario cuando volvamos a Grayhawk. -Comenta, por poner un poco de alivio a la tensa situación. -Rojo. -Le dice a Cruços, respondiendo a su ultima pregunta. -Por cierto, aunque no se si te lo mereces. Si con un poco de suerte Julian no ha hecho ninguna tontería, creo que podría echarte un vistazo para curarte eso que sea que te hace escupir gargajos de sangre. Es... Un amigo. Es médico.- Comenta, jugueteando con su alianza de nuevo.
Se cuelga la mochila a la espalda, preparado para salir de nuevo. Aun no ha desvanecido su nueva máscara.
- Hemos dicho tantas veces lo de ir a un balneario que lo vamos a tener que cumplir. Daría algo por un laasssrgo baño, y por cambiarme de ropa. Pienso quemar está en cuanto llegue a Greyhawk. Digamos que ha pasado por demasiadas cosas.
Nessa no iba a contestar a lo del color, pero como Jen lo ha hecho ...
- Aguamarina es mi color favorito.
Y cuando ve al bardo jugar con su alianza de nuevo, dice:
- ¿Un "amigo" eh? ¿Es tu ... pareja?
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Empieza a caminar junto con Nessa
-Si... Y no. Es una larga historia. -Se mira el anillo con tristeza.- Hice una estupidez muy grande, y no se se podrá perdonarme... Supongo que lo sabremos al volver a la ciudad. Oh dioses, voy a necesitar ingentes cantidades de alcohol para reunir el valor y mirarle a la cara de nuevo.
Rolthos sonríe ante la pregunta de crucos. Pero no responde sobre su color y simplemente se sale del círculo. Entonces recoge sus cosas.
- Voy a comprobar que todo ha ardido bien. - Dice mientras retrocede hasta la sala del árbol. Acostumbrado al glaive parece que no sabe muy bien que hacer con el voluminosos escudo y sus movimientos, en general fluidos son algo torpes. Al llegar al árbol contempla satisfecho el resultado final del fuego, allí apenas quedan unos rescoldos de la anterior corrupta majestuosidad. Casi satisfecho usa el escudo para examinar las raíces con un poco más de cuidado. Ni es un experto en naturaleza ni sabe muy bien que mirar, pero a su entendimiento el árbol parece bien muerto. Del vampiro apenas queda ningún rastro, ni metales ni huesos. Tan solo en el suelo un trozo de madera parece humear. Lo mira un momento y piensa si quizas fuese algo útil para luchar contra un vampiro, o quizás sea algo especial que no arde en condiciones normales. Con cuidado lo coge y aunque humeante no le parece peligroso así que lo mete en la mochila.
Reunido con el resto comenta. - Creo que el árbol está muerto... Pero la verdad es que no entiendo. Tú nessa podrías mirarlo un momento?
Momentos después siente que algo va mal, algo arde en la mochila. Rápidamente saca el trozo de madera ardiente quemándose un poco y viendo con frustración que ha hecho un agujero en una de sus pertenencias y que casi acaba en desastre. -Valgame dios... Pues esto me lo llevo. - Dice con cabezonería. Le echa algo de agua para hacer que sea algo más seguro y se coge en la mano, dejándose la llena de negror que apenas se nota por la gran cantidad de roñan que ya tenía en las manos.
Zevatur, Rolthos
Tras asegurarse que el rescoldo está apagado, y volver a meterlo en su mochila tozudamente, donde ahora en lugar de quemar mancha todo de hollín, Rolthos y el resto vuelven a la sala por la que accedieron a este nivel subterráneo. Se miran entre todos y casi no tienen que hablar para ponerse de acuerdo y dirigirse a la puerta del sur. Seth comprueba que no tiene trampas y tras unos cuantos empujones por parte de Sera y Rolthos la puerta se abre con un crujido.
Avanzan por un pasillo unos cuantos metros en línea recta al sur hasta que llegan a la sima que vieron desde la esquina de una de las habitaciones del laboratorio. La grieta se extiende a izquierda y derecha y tampoco desde aquí vislumbran el fondo del abismo. Parece que un seísmo creó esta grieta, separando esta parte de las ruinas del otro lado. A unos quince metros a su derecha, en la pared de enfrente, pueden ver que el pasillo continua, pero no hay luz alguna que les indique que haya nada ni nadie en aquella parte.
PbP Character: A few ;)
El primer impulso del grupo parece ser intentar salvar el abismo y pasar al otro lado para explorar. Rolthos asiente un poco a regañadientes, en el fondo si encuentran alguna forma segura de pasar, esta parte del templo puede haber estado milenios sin tocar y puede haber restos importantes del culto del dragon... o puede no haber nada. O puede que alguien o haya explorado y se haya llevado todo ya. "Si encontramos alguna forma de pasar segura, me parece bien que crucemos" Fueron sus palabras.
Pero tras largas discussions viendo las posibilidades, proponiendo ideas, y evaluando las consecuencias Rolthos niega con la cabeza.
- No creo que sea una buena idea cruzar. No tenemos ningún indicio de que haya nada interesante al otro lado, y me parece que el riesgo de morir es demasiado alto. Me opongo rotundamente a que crucemos. - Asegura Rolthos con firmeza. Tras una breve pausa ánade repentinamente al ocurrirse le algo. - El druida posiblemente podía convocar alguna criatura voladora o incluso transformarse en una para explorar esta zona, así que posiblemente este bien explorada también.
Zevatur, Rolthos
Al cabo de un rato de discusiones, Nessa pierde la paciencia con el asunto de la sima.
- Llevamos una hora discutiendo sobre esto y no llegamos a una solución clara y que sea lo suficientemente segura. Creo que deberíamos olvidarnos y volver con Aisha y Lo Kan. Estarán preocupados... y yo estaré más tranquila también una vez vea que están bien.
"1 hora" in game, 3 días en el mundo real /facepalm
Cuando el paladín se muestra reticente, asiente:
- Vamos chicos, dejémoslo. Cuanto antes subamos antes saldremos de aquí. ¿No tenéis ganas de ver la luz del sol de una vez?
Peindre l'amour, peindre la vie, pleurer en couleur ♫
Auriel | Shenua | Arren | Lyra
Jen mira al abismo, con incomodidad. -No me gustan las alturas...Hemos pasdo por mucho como para ahora arriesgarnos a caer al vacío- Musita, mirando a ver si ve algun puente. Se le ocurre que seguramente si alguien construyó un templo en una zona tan abrupta no querría que mucha gente lo encontrara.
-Rolthos, querido, déjame el diario, anda- Le pide el libro al paladín, ojeando las entradas a ver si el hechicero que habitaba en aquellas ruinas mencionaba algo sobre el templo, o alguna forma de cruzar el abismo.
Debaten durante un rato más. Cruços parece convencido a cruzar, y Sera ofrece sus alas como opción -Me recuerda a andar por la cuerda floja. -Comenta mientras cuentan los metros de cuerda que tienen. -Se me da bien, pero nunca me había enfrentado a una caida tan grande...
Cuando ven que no tienen suficiente equipo para pasar, su plan hace aguas por todas partes.
-Supongo que podríamos volver de nuevo, mejor pertrechados?- Sugiere al cabo del rato, viendo que no van a ninguna parte. -Coincido con Nessa, no puedo esperar a salir de las ruinas... Pero lo que hemos leido en el diario sobre el mal expandiéndose no me hace sentir tranquilidad. Quizá encontremos mas información sobre el culto que habitaba aquí. -Vuelve a mirar al abismo -Hemos pasado por mucho...- Repite de nuevo
Cruços recoge sus pertrechos en silencio, perplejo, doblando su cuerda y asiéndola con firmeza a la mochila para que no le moleste en sus movimientos. No opinaba lo mismo que sus compañeros, estaba claro que necesitaban salir de este lugar más que él.
"Ya no estás en Tenth, Cruços. Necesitas ayuda para lidiar con las empresas que se avecinan y nadie en este lugar se ha criado como tú. Que cada paso en el camino sea un reto a superar no es algo a lo que los mundos civilizados estén acostumbrados. Solo espero que cuando llegue el momento de sacrificar lo más querido por detener a lo oscuro, este mundo esté preparado".
Tose pesadamente. Ase el arco y se sitúa en retaguardia, cerrando el camino, cabizbajo y pensativo; el cazador sufre un profundo debate, entre la perspectiva de la realidad que ha conocido y las necesidades de sus compañeros, debate cuya conclusión será difícil.
Camina de vuelta, hasta reunirse con Lo-Kag y Aisha, sin iniciar ninguna conversación.
Rolthos recoge todas sus cosas y tras dar el libro a Jen se dispone a salir de allí. Las palabras de Jen resuenan en su cabeza. Es posible que si haya aun más mal? Si hubiese alguna forma de saberlo. De pronto se detiene un momento, mirando al otro lado del abismo concentrado
Tiro un divine sense
Zevatur, Rolthos
Rolthos se detiene en seco. Y tras un instante retrocede hasta donde está el abismo.
- Siento algo divino al otro lado! - Dice contrariado. Quería salir de allí, quería respirar aire fresco, sentia la montura que le ofrecía la diosa esperando en el exterior. - Ahora no me puedo ir sin averiguar qué hay al otro lado. - Dice mirando al otro lado con un mal presentimiento.
Zevatur, Rolthos
Ante la revelación de Rolthos se produce una nueva y breve discusión. Con un suspiro de resignación Nessa comienza a preparar las cuerdas para hacer un puente improvisado en caso de que sea necesario. Jen dedica unas palabras de animo. Sera y Cruços, mientras este deja la mayor parte de su equipo para resultar más ligero a la paladin. Cuando están listos Sera accede a la parte de su alma que le permite acceder a los poderes de su ascendencia angelical.
Las doradas alas iluminan el corredor donde se encuentran y, pasando los brazos por debajo de los hombros de Cruços ambos se preparan.
Saltan al vacío y caen unos metros hasta que el poderoso aleteo de Sera los eleva y se dirigen al otro corredor. El cazador siente como se le encoge el estómago con la sensación de vacío y ve sus piernas colgando sobre la oscuridad. Al llegar al otro lado Cruços deja caer las cuerdas.
Rolthos ve como el fulgor de las alas de Sera desaparece por el corredor rápidamente.
Los segundos se hacen eternos mientras el grupo espera el regreso de los dos exploradores. No se escucha nada salvo los nerviosos golpecitos que da Jen en su ballesta.
De pronto vuelven a ver el resplandor de la luz de las alas de Sera. La paladin vuelve a cruzar el abismo con el cazador en brazos y este parece que está sujetando algunos objetos.
Sin embargo Nessa y Rolthos ven la cara de esfuerzo de la aasimar, el sudor perla su frente, la luz que emana de sus alas se empieza a debilitar.
Cuando está a menos de medio metro de la seguridad del pasadizo, Sera siente que sus fuerzas se agotan. Con un último esfuerzo, intenta elevarse más y lanza a Cruços hacia el resto. Entonces sus alas desaparecen en un estallido de luz y comienza a caer a plomo. Pero el fuerte brazo de Rolthos la coge de la mano y, aunque se da un golpe contra la pared, el valiente paladín consigue evitar que caiga a lo desconocido.
Entre todos la aúpan y respirando con dificultad los dos exploradores cuentan su breve y rápida aventura.
El pasadizo continuaba unos metros más, con un par de recodos. Estaba lleno de escombros, parece que el seísmo fue mucho más catastrófico allí. Al final del mismo había dos puertas con tallas de dragones destruidas y detrás, cubierto de cascotes, otro templo dedicado a algún dragón. La estatura yacía hecha pedazos por toda la sala y estos y varias piedras caídas del techo habían aplastado hacia siglos a los defensores y los atacantes del templo que estaban batallando cuando aconteció el Cataclismo.
Sera se habia guiado hacia la leve presencia celestial que había sentido Rolthos y encontraron los restos de un clérigo de Lathander, Rutengard Alkyros, según Sera, uno de los comandantes de las fuerzas del bien. Su maza, la fuente que ambos paladín habían detectado, estaba incrustada en el cráneo de un elfo con las ropas del culto de los dragones. Cruços había cogido el carcaj y el arco de ese elfo. Aunque la madera del arco estaba podrida la cuerda parecía extrañamente intacta y eso había llamado la atención de Cruços. El carcaj era ligero y hermoso, con motivos elficos y a Nessa le recordó el que llevaba su mentor.
PbP Character: A few ;)
- Qué bonito. Esto me trae recuerdos ... - dice la ranger examinando el carcaj. También revisa con atención la cuerda del arco, preguntándose con qué materiales habría sido hecha - o si habría sido tratada con algún ungüento especial - para que se conservase tan bien. ¿O tal vez era algún efecto mágico?
Nessa makes an Arcana check!
1d20 (8,12) + 2 = 10
- Sería buena idea guardarnos el carcaj y la cuerda. Desde que he visto cómo le han partido el asta a Rolthos no dejo de pensar en qué pasaría si se me rompiera la cuerda del arco...
Una vez que todos estamos listos, pregunto:
- ¿Nos podemos ir ya? Tengo ganas de ver a Aisha y Lo Kan...
Peindre l'amour, peindre la vie, pleurer en couleur ♫
Auriel | Shenua | Arren | Lyra
El tránsito al otro lado fue más precipitado que lo que Cruços tenía en mente. Se sorprendió con la entereza con la que sobrelleva Sera el encontrarse con un cadáver de uno de sus compañeros caídos. Después de todo, para la paladín apenas habían pasado unas horas.
Tras contar lo encontrado, Cruços sujeta el hombro de Sera, frente a ella.
- Es duro encontrarse con camaradas caídos. Al menos sabes que vuestra empresa llegó a buen término. Si deseas honrar su muerte de alguna forma, puedes contar conmigo para que te acompañe. - Asiente con la cabeza en señal de respeto. - Estas maza os pertenecía, a la orden del dragón alado, vos debéis decidir cuál será su destino. En su día escuché historias sobre magníficas armas similares que eran el temor de demonios y no-muertos. Seguro podréis darle buen uso. En Tenth Iuz se encargó de hacer parecer que esas historias eran leyendas, pero ahora veo una luz de esperanza, al ver que sí existen.
Observa el arco con la cuerda intacta.
- Pertenecía a un elfo que servía al culto de dragón... Otro bastardo traidor... Mi tío contaba historias durante sus largas horas de instrucción, sobre las antiguas guerras de Celene donde se contaba que los arqueros élficos eran capaces de lanzar flechas de fuego de sus arcos quemando las máquinas de guerra de los asaltantes humanos a sus tierras. Ni una sola máquina de asedio llegó a entrar jamás al bosque. Me gustaría probar la veracidad de esas historias también...