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[En el camarote de Punketah]
Mablung inspeccionó el camarote del mago, esperando ver algo más sorprendente o creativo por parte del zafiro de los mares, pero se decepcionó un poco al ver una cámara prácticamente espartana salvo un par de comodidades extras. Revisando el cofre, y comparando su cerradura con detenimiento usando la pequeña llave que había recuperado del cadáver, confirmó que esta abriría ese cerrojo puesto que la moldura de entrada encajaba a la perfección.
El resto de muebles, ropajes y utensilios en ese camarote parecía carecer de interés para el druida.
[En la cubierta superior y camarote oscuro]
Como no habéis tirado Athletics para Leobald, (DC 12), lo hago yo por vosotros: 24
Mapa de la habitación donde ahora mismo están Adriana y Leobald (creo que se me olvidó describir un par de puertas)
Adriana observó como el tosco caballero con su armadura pesada intentaba sostenerse usando su inmensa fuerza subrogada, para dejarse caer en la habitación donde estaba prudentemente esperando su protección ante cualquier imprevisto que pudiera surgir de la oculta habitación tras el mamparo de popa. Cuando había deslizado casi la mitad de su cuerpo por la apertura... Leobald resbaló con su mano derecha al intentar intrducir su escudo en forma de lágrima también por la escotilla al mismo tiempo,... y todo su pesada figura cayó a plomo contra el suelo de madera, provocando que parte de éstas se astillaran hundíendose parcialmente, dejando una cóncava hendidura con su silueta.
Daño Leobald por caída torpe: 3
Levantándose magullado y con su orgullo bastante herido, con un suspiro de hastío, se acercó al muro corredizo dispuesto a activar la palanca justo donde la alta elfa le estaba indicando. Justo cuando el paladín puso la mano sobre la manivela oculta, una puerta se abrió justo en el lado opuesto, ascendiendo las escaleras que daban al piso superior, dejando entrar unas frías ráfagas de viento y lluvia junto a una figura emplumada que oteaba el interior. Esto provocó un sobresalto en ambos, haciendo saltar el instintivo sentido del combate en el caballero que alzó su escudo en dirección a esa entrada... dónde, un curioso TocToc descendía lentamente para reunirse con ellos ...
Tras haber dejado el momento de tensión detrás, Leobald esta vez si activó el mecanismo y el mamparo se deslizó fácilmente sobre sí mismo dejando entrever lo que había al otro lado.
Ese estrecho espacio, de sólo un par de metros de longitud en su parte más ancha, se encontraba entre el camarote adyacente y la popa del barco. A simple vista se podía contemplar ocho grandes fardos de forma irregular envueltos en piel de aceite y atados con una cuerda ligera y de calidad. Estaban amontonados al azar en la cubierta secreta, como si hubieran sido arrojados casualmente desde la puerta. Ninguna identificación parecía ayudar a adivinar el contenido de los fardos envueltos... salvo que activamente se desenvolvieran uno a uno.
[En el camarote del capitán]
Godric escuchó el tremendo golpe que causó Leobald al caer como un ancla contra el piso inferior, y agredeció a los dioses que el suelo aguantara y no siguiera cayendo atravesando cubierta tras cubierta hasta hundirlos a todos... acercándose al escritorio, se dio cuenta de que Hisssss no parecía haber encontrado nada interesante para él entre los papeles esparcidos caóticamente sobre el mueble, y estaba empezando a tirar de los cajones cerrados con fuerza y algo de impaciencia... sin mucho éxito, ... con un cortante sonido, sacó su serrado sable y el sacerdote pudo adivinar que iba a empezar a intentar abrir los cajones de manera más expeditiva... quizás arruinando parte de lo que se encontraba en su interior...
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Después de la sorpresa inicial al encontrarse a Adriana y Leobald, el hombre cuervo examino el interior de la estancia. Su atención se detuvo con tristeza en los fardos. La curiosidad por saber que riquezas había en su interior era intensa, pero sentía que no era el momento de examinar el botín. - Esto parece mercancía, de calidad. - Dijo apuntando a la calidad de la cuerda. - Habiendo aún marineros en el barco, creo que es una prioridad encontrarles antes de que nos saboteen.
Con dichos marineros en mente TocToc observó primero los fardos desde la máxima distancia que se podía permitir en la angosta estancia. Después se acercó para examinarlos.
- No parece que nadie se pueda haber escondido detrás o en el interior de estos fardos. Sigamos buscándoles. - Dijo y se dirigió al exterior a examinar otra puerta.
Si no encuentro a nadie voy a siguiente camarote. Abreo la tercera puerta desde la esquina superior derecha.
¿Tendría alguna salvaguarda el mago en su cofre? Pensó para si Mablung mientras movía la llave entre sus dedos. El mago se había tomado muchas molestias en esconder la llave, así que lo que había en ese arcón debía de ser importante...merece la pena arriesgarse, se dijo para sí mismo el druida.
Con cautela se acercó al cofre e introdujo lentamente la llave en la cerradura para luego girarla, tras oír el reconfortante click del mecanismo al abrirse tiró de la tapa hacia arriba...
Godric sonrió aliviado al escuchar que lo único seriamente dañado por la caída del caballero había sido su orgullo, como el lacónico suspiro confirmó.
El joven clérigo intentó calmar al frustrado hombre-lagarto.
- Espera espera Hisssss. Si lo hacemos así se puede romper lo que haya dentro. mira tengo una llave. - le dice mostrando la llave que ha encontrado en los bolsillos del capitán e intentó abrir los cajones cerrados con ella.
Lo primero que llamó la atención de Mablung al abrir la caja, era que cerca de la cerradura, por dentro, un complejo mecanismo parecía estar adherido a ésta, parte de esas piezas y resortes, contenían un vial cilindríco y transparante que parecía contener algún tipo de gas de un color verde intenso, que se arremolinaba sin descanso buscando su liberación si la claramente trampa se activaba... el elfo de los bosques no entendía mucho de ese tipo de "protecciones", pero parecía haberse salvado de su activación al usar la llave del mago en vez de intentar una apertura más forzada o discreta sin usarla.
En el cofre, el cambiaformas pudo observar un hatillo de ropa de lujo, para fiestas, hecho en caras sedas de tonos zafiros con bastante buen gusto, no parecía demasiado extrafalario, pero cumplía con su propósito en un lugar adinerado o importante. Junto al hatillo, una bolsita de cuero contenía en su interior cincuenta piezas de oro. Correctamente ordenado, lo que parecía el libro de conjuros del mago, también se contraba descansando allí, con una portada en terciopelo azul marino con las iniciales del mago inscritas sobre él.
A pesar de la evidente impaciendia del hombre lagarto, éste se apartó para dejar a Godric actuar introduciendo la llave que encontró en uno de los bolsillos adjuntos al cinturón del capitán. Apenas sin esfuerzo, la llave giró perfectamente en el primer cajón, permitiendo su apertura y mostrando diversos elementos en su interior. Tres viales parecían envueltos en una densa tela para amortiguar cualquier posible golpe causado por el constante balanceo del navío, unas etiquetas parecía adheridas a la superficie de cristal, describiendo su cometido en cada caso: Dos potions of healing, y una dosis de antitoxin. Junto a los frascos, una tosca llave metálica y algo oxidada descansaba parcialmente oculta entre la tela protectora.
El segundo cajón se abrió con la misma facilidad que el primero usando la misma llave. Éste contenía siete mapas de diversas localidades marítimas y costeras, preparados por cartógrafos profesionales. Debajo de ellos había otro mapa, dibujado de forma rudimentaria. Este mapa indicaba un punto de encuentro en un pequeño promontorio junto a un río en las marismas, a diez millas al suroeste de la ciudad de Saltmarsh.
Hisssss siseó excitadamente al ver el último mapa, que casi arranca de las manos de Godric debido a su exagerada emoción. Pareció estudiarlo con verdadero esfuerzo y terminó por enrollarlo y guardárselo en uno de sus sacos de piel de animal adheridos a su cinto. Su rostro reptiliado parecía mostrar bastante satisfacción tras el descubrimiento.
Godric sonrió al hombre lagarto intentando memorizar el punto que señalaba aquel mapa y tomó nota mental de apuntarlo en otro de los mapas que enrolló y se guardó, junto con las pociones y la llave, en su zurrón.
- ¿Todo bien entonces Hissss? Voy a ayudar a mis compañeros a revisar el resto del barco ¿ de acuerdo ? -
Al escuchar las voces de Toc-Toc que se había reunido con Adriana y Leobald, Godric salió fuera y le preguntó a Khalion.
El reconvertido cazarrecompensas se tomaba su nuevo trabajo tan en serio como el viejo. Las cuentas seguían sin salirle y mucha ratilla permanecía esquiva en el interior del barco. Mientras dominara la cubierta e incapacitara supervivientes la cosa iría bien. Sin embargo, si hacerse con el barco era la idea, necesitaban encontrar o forzar rendición de los marineros ocultos.
Usando la ballesta que cayó junto con el vigía y que usaba con maneras disuasorias con Bjorn señaló a Godric las puertas aún cerradas y por último aquella donde se encontraba Mablung.-Ahí está el elfo con las cosas del mago.. no vayáis solos. Si no desean salir habrá que pensar en quemar la nave..- asegurándose ser escuchado por el nóridomo hermano del capitán.
Mantenía las cimitarras enfundadas y de su espalda asomaba el mango y guarda de la decorada y hermosa espada del capitán.
- Espera... ¿salir quien? -dice Godric claramente confundido. Tras su inconsciencia había estado tan concentrado en curar al capitán para calmarse que no había reparado en lo que le preocupaba al cazarrecompensas. - ¿Quemar la nave? ¿Ahora? ¿No la hemos tomado? - dice aún sorprendido de que las cosas hayan salido más o menos bien. Aunque aún le quedaba una conversación con Adriana para poder asegurar aquello.
Antes de que Godric saliera del camarota del capitán, Hisssss negó con la cabeza ante la pregunta de si todo iba bien... a pesar de que el reptiliano parecía bastante satisfecho, éste le comunicó otra de las tareas pendientes de su escamoso grupo de exploración e infiltración.
- Sskskaaakh faltar... nos ... armas ....ssskulk gran .... guerra ...
Acompañando al sacerdote hasta la cubierta, el que parecía el lider comenzó a dar órdenes en su peculiar y siseante lenguaje a los suyos, Hosssss se dirigió con TocToc a explorar la puerta que el pequeño kenku sin ojos había tomado y Husssss se adentró por la misma entrada de la que habían previamente salido ellos mismos. El mismo Hisssss se quedó en cubierta, cerca del mastil donde estaba atado Björn, examinando con determinación el bote auxiliar del Fantasma del Mar, tras lo cual, se dirigió hacia la puerta que conducía al camarote donde Leobald y Adriana aún se encontraban.
TocToc abrió la puerta y se encontró otras escaleras descendentes muy parecidas a las que acababa de recorrer para acceder al camarote de Björn, deslizándose con cuidado hacia el interior, seguido de Hosssss, el hombre cuervo se encontró de lleno con otro camarote, que era un reflejo en forma del que el segundo de a bordo usaba como habitación personal. Usando la lógica, el kenku dedujo que debería pertenecer al último de los altos cargos del barco, Foul Frithoff.
Abrazando el peculiar sentido de la decoración de todos los tripulantes del Fantasma del Mar, en el centro del camarote había una mesa de madera lisa sobre la que se encontraban una jarra y una taza de peltre. Junto a la mesa había una silla de madera, y sobre ella colgaba el típico farol con capucha apagado. También, pendiendo del techo, en el extremo de popa del camarote, una gran jaula con un loro como inquilino, presidía ese ala de la estancia. El animal, aparentemente, parecía dormido. Junto al casco se apostillaba una hamaca de gran tamaño y de aspecto cómodo. Debajo de ella se podía vislumbrar claramente un cofre de estilo marino en madera y forrado de latón.
Acercándose a la mesa, un fuerte olor a sidra ácida aromatizaba el contenido de la jarra que allí estaba depositada, y cuando ambos exploradores se encontraban más o menos a la altura del centro de la cámara, el peculiar loro pareció despertar y comenzar a gritar estruendosamente la misma inconexa frase en bucle, varias veces antes de callarse de nuevo: "Piezas de Ocho... Piezas de Ocho...CRAAAACKKKK"
No era mal botín, pensó para sí mismo Mablung mientras recogía las pertenencias del mago. Seguro que Adriana o Toc Toc podrían sacarle provecho al libro, la ropa lo mismo les valía para Godric o Khalion y el dinero nunca venía mal…sobre todo desde que no había ido a recibir su paga.
Con gesto satisfecho salió del camarote y compartió sus hallazgos con el resto de sus compañeros.
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TocToc gruñó con rabia. Los marineros tenían la horrible costumbre de encerrar a hermosos loros. Casi como un acto reflejo se dispuso a liberarle, pero recordó de pronto a Ostor. Entonces vaciló un momento antes de abrir la jaula del loro. A cuerno las posibles consecuencias. Aquel ser debía volar libre. No permanecer en una terrible jaula.
Después examinó por encima la estancia en busca de marineros escondidos, sin prestar ninguna atención pormenorizada a otros detalles y se dirigió a la siguiente puerta, la que estaba justo a continuación de las que ya había examinado.
Precepción por la estancia para marineros escondidos: Percepción: 16
Después va a la siguiente puerta, la e7 según mi mapa XD
El guacamayo pareció algo confuso al principio al ver la jaula abierta, pero en cuanto TocToc se retiró unos pies de distancia, la colorida ave salió de su prisión y voló buscando una salida, que encontró subiendo las escaleras por las que habían entrado el kenku y el hombre lagarto, una vez en cubierta, el paralachín pájaro voló en dirección a la costa sin dejar de repetir su mántrico graznido: "Piezas de Ocho... Piezas de Ocho...CRAAAACKKKK"
Frustrado al no encontrar más marineros, TocToc se dispuso a volver sobre sus pasos ignorando las diversas puertas del camarote de Foul para volver a subir a cubierta y dirigirse a la misma habitación donde Mablung inspeccionaba ya el camarote de Punketah... fue entonces cuando lo oyó con sus córvidos oídos... justo tras la pared de popa... una tenue voz... al otro lado del mamparo. El kenku dirigió la mirada hacia el muro y no vio nada especial, aunque se reprendió a si mismo por no haber caído en que si este camarote era un reflejo del de Björn, donde los fardos se encontraban ocultos tras un acceso secreto... esta habitación debería tener otra puerta oculta, al menos para completar la totalidad de la habitación espejo.
Hosssss pareció pareció haber oído también la voz, y señaló con una de sus afiladas garras la misma pared, algo confuso... aunque a los pocos segundos, se pertrechó con su escudo de púas y su sable serrado acercándose lentamente en la dirección de la voz. Ésta pareció alzarse una vez más, en un tono ligeramente más elevado...
- ¿Ayuda...? ...
Preguntó más que afirmó...
[En el camarote de Björn]
Leobald y Adriana se dispusieron a abandonar el recinto de descanso del segundo de a bordo por las escaleras de subida para reunirse con los demás junto al mastil donde el dueño del camarote estaba atado fuertemente por Khalion, ignorando al igual que TocToc el resto de puertas que daban acceso a diferentes partes de la cubierta inferior. Al subir se cruzaron con Hussss que bajaba a inspeccionar esa estancia al igual que ellos...
Antes de abandonar el lugar, observaron como al hombre lagarto se le iluminaban los ojos al ver todos los fardos envueltos en lonas y cuerdas.... y se dirigió corriendo hacia ellos comenzando a abrirlos con sumo cuidado. Hatillos de armas y escudos comenzaron a aparecer liberados de sus envoltorios. Al menos una decena de cada una de las armas se podían contar según el reptiliano humanoide los iba descubriendo, estrellas de la mañana, el doble de cantidad de javalinas, espadas largas, escudos punzantes y un escudo de aspecto especial, con la ya familiar figura de un lagarto sacando su lengua viperina.
Husssss recogió el emblasonado escudo y corrío escaleras arriba para avisar a su lider del afortunado hallazgo.
[En el camarote de Sigürd]
Hissss acompañó a Godric hasta la cubierta principal donde el gentío de agentes y hombres lagarto parecían moverse, saliendo y entrado de las diferentes puertas. Cuando el sacerdote lanzó su última pregunta, éste pareció pensativo sin duda intentando encontrar las palabras en un idioma que no le era fácil de pronunciar y elaborar. Con un su mano señaló primero al mar, y luego cambió la dirección hacía Saltmarsh... dando la explicación por cerrada, el líder de los reptilianos se disponía a entrar en su propio camarote, desde donde había salido originalmente, justamente para ser interrumpido por un excitado Husssss que le mostraba con nerviosismo el escudo y señalaba en la dirección de la que había llegado mientras hablaba a toda velocidad en su siseante dialecto... El pequeño psudodragón que anidaba en el hombro de su amo, parecía asentir con la cabeza compartiendo la emoción de su amigo.
TocToc observó como el pájaro volaba libre hacia lo que imaginaba que era la costa, se detuvo a observar y disfrutó del breve tiempo que lo mantuvo en su acortada visión. A modo de despedida graznó suavemente una copia de sus palabras “Piezas de Ocho… Piezas de Ocho…”, después se dispuso a explorar más.
Ante la voz el reflejo instintivo de TocToc fue alzar su ballesta y dar un paso atrás. - ¿Quién está ahí? - Ni siquiera cuando la voz pidió ayuda cambio su suspicacia en absoluto. Dejó que el hombre lagarto se acercase lentamente a explorar. Mientras, él mismo interpelaba más a la voz. – Ríndete, depón tus armas y no recibirás daño.
Al ver a sus compañeros llegar y ofrecer su ayuda TocToc asintió a ambos, sintiéndose arropado en su apoyo. Su ballesta no bajo y mantuvo su atención en lo que pudiese aparecer al otro lado.
- Alguien esta pidiendo ayuda desde el otro lado de esa pared. ¿Prisionero o treta? – Explicó a Godric cuando preguntó.
Antes de salir escaleras arriba tras los pasos de Toctoc, Adriana miró a su alrededor y se percató de varias puertas que aún no habían sido inspeccionadas.
- Leobald - le dijo al caballero - aún quedan estancias por explorar. Quizá debamos investigar antes de subir a cubierta -
No encuentro el mapa, así que optamos por la primera puerta que tengamos cerca que no hayamos abierto aún.
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
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[En el camarote de Foul]
Godric y Toctoc, éste último apuntando al mamparo con su fiel y certera ballesta, desde donde había salido la quejumbrosa y suplicante voz, observaban como Mablung y el hombre lagarto se acercaban sin temor a la pared que sin duda ocultaba algún acceso secreto. Hosssss no soltaba sus armas preparadas para saltar sobre cualquier cosa que se revelara al otro lado mientras el druida observaba palpando la pared en busca de algo que le llamara la atención y estuviera fuera de lugar.
Sonriendo, el elfo de los bosques no tardó ni cinco segundos en encontrar el mecanismo, puesto que prácticamente se había dirigido directamente a él, y tras comprobar que nada parecía activar una trampa, giró la discreta palanca que se asemejaba totalmente a la encontrada en la habitación paralela de Björn. Con un sonido deslizante, la madera del mamparo se movió de izquierda a derecha y presentó una camara del mismo tamaño que la que ocultaba los fardos, pero esta vez, no había material o recursos de guerra, sino un prisionero...
Una figura humanoide de piel bellamente azul estaba encadenada con robustas argollas de metal a la pared de popa, sus muñecas y tobillos estaban apresadas por brazaletes de metal denso y medio oxidado. Su rostro era muy parecido al de un elfo, pero el color de su piel era distinto, como si fuera el de las mismas mareas, también parecía poseer ciertas membranas interdigitales en manos y pies, delicadas y translúcidas. Sus orejas era puntiagudas como la de sus primos de la costa, pero también poseían cierta silueta que recordaba a las que poseían los caballitos de mar...
Estaba completamente desnudo, lo que acrecentaba la visión de su precario estado de salud y desnutrición y su buena dotación... las costillas se marcaban fuertemente sobre su torax, y aún así, sus ojos violáceos parecían aferrarse a la vida, y ahora ... a la esperanza... incluso al sentirse amenazado por las armas que le apuntaban, algo en él parecía creer en que su suplicio podría haber acabado, como si nunca hubiera abandonado ese júbilo interior característico de los suyos.
Con la misma voz apagada que todos habían escuchado antes, se atrevió a murmurar en una actitud suplicante.
- No temáis, soy un amigo... y no estoy en condiciones de ser ninguna amenaza... mi nombre en común es Dolfinus, y ... si fueráis tan amables, ¿no tendríais algo de agua para ofrecerme?...
Dolfinus, ranger of the seas:
[En el camarote de Björn y Bodega]
Adriana y Leobald desistieron de seguir al resto del equipo en post de realizar algo de investigación en la cubierta inferior. Abriendo directamente la puerta que conducía a popa desde el mismo camarote, sin usar las escaleras que les devolverían al piso superior. Adriana dejó a Leobald que encabezara la exploración, y éste se asomó a lo que parecía una gran sala de almacenamiento que pobrablemente recorrería la mayor parte de esa planta. La luz de la linterna que tuvo que encender para ver mejor, reveló una bodega de carga ordenada. Por el centro pasaba la base del mástil principal; junto a él, unas estrechas escaleras de madera subían a la escotilla de arriba. Contra el mamparo de popa se apilaban pernos de tela, amarrados con cuerdas a soportes atornillados a la cubierta para que estubieran seguros. A cada lado se podían encontrar apilados un gran número de pequeños barriles, también sujetos con cuerdas a la cubierta.
Que Adriana y Leobald tiren Perception ... por si yo que sé... se necesita y tal...
[En el camarote de Punketah]
Mablung inspeccionó el camarote del mago, esperando ver algo más sorprendente o creativo por parte del zafiro de los mares, pero se decepcionó un poco al ver una cámara prácticamente espartana salvo un par de comodidades extras. Revisando el cofre, y comparando su cerradura con detenimiento usando la pequeña llave que había recuperado del cadáver, confirmó que esta abriría ese cerrojo puesto que la moldura de entrada encajaba a la perfección.
El resto de muebles, ropajes y utensilios en ese camarote parecía carecer de interés para el druida.
[En la cubierta superior y camarote oscuro]
Como no habéis tirado Athletics para Leobald, (DC 12), lo hago yo por vosotros: 24
Mapa de la habitación donde ahora mismo están Adriana y Leobald (creo que se me olvidó describir un par de puertas)
Adriana observó como el tosco caballero con su armadura pesada intentaba sostenerse usando su inmensa fuerza subrogada, para dejarse caer en la habitación donde estaba prudentemente esperando su protección ante cualquier imprevisto que pudiera surgir de la oculta habitación tras el mamparo de popa. Cuando había deslizado casi la mitad de su cuerpo por la apertura... Leobald resbaló con su mano derecha al intentar intrducir su escudo en forma de lágrima también por la escotilla al mismo tiempo,... y todo su pesada figura cayó a plomo contra el suelo de madera, provocando que parte de éstas se astillaran hundíendose parcialmente, dejando una cóncava hendidura con su silueta.
Daño Leobald por caída torpe: 3
Levantándose magullado y con su orgullo bastante herido, con un suspiro de hastío, se acercó al muro corredizo dispuesto a activar la palanca justo donde la alta elfa le estaba indicando. Justo cuando el paladín puso la mano sobre la manivela oculta, una puerta se abrió justo en el lado opuesto, ascendiendo las escaleras que daban al piso superior, dejando entrar unas frías ráfagas de viento y lluvia junto a una figura emplumada que oteaba el interior. Esto provocó un sobresalto en ambos, haciendo saltar el instintivo sentido del combate en el caballero que alzó su escudo en dirección a esa entrada... dónde, un curioso TocToc descendía lentamente para reunirse con ellos ...
Tras haber dejado el momento de tensión detrás, Leobald esta vez si activó el mecanismo y el mamparo se deslizó fácilmente sobre sí mismo dejando entrever lo que había al otro lado.
Ese estrecho espacio, de sólo un par de metros de longitud en su parte más ancha, se encontraba entre el camarote adyacente y la popa del barco. A simple vista se podía contemplar ocho grandes fardos de forma irregular envueltos en piel de aceite y atados con una cuerda ligera y de calidad. Estaban amontonados al azar en la cubierta secreta, como si hubieran sido arrojados casualmente desde la puerta. Ninguna identificación parecía ayudar a adivinar el contenido de los fardos envueltos... salvo que activamente se desenvolvieran uno a uno.
[En el camarote del capitán]
Godric escuchó el tremendo golpe que causó Leobald al caer como un ancla contra el piso inferior, y agredeció a los dioses que el suelo aguantara y no siguiera cayendo atravesando cubierta tras cubierta hasta hundirlos a todos... acercándose al escritorio, se dio cuenta de que Hisssss no parecía haber encontrado nada interesante para él entre los papeles esparcidos caóticamente sobre el mueble, y estaba empezando a tirar de los cajones cerrados con fuerza y algo de impaciencia... sin mucho éxito, ... con un cortante sonido, sacó su serrado sable y el sacerdote pudo adivinar que iba a empezar a intentar abrir los cajones de manera más expeditiva... quizás arruinando parte de lo que se encontraba en su interior...
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Después de la sorpresa inicial al encontrarse a Adriana y Leobald, el hombre cuervo examino el interior de la estancia. Su atención se detuvo con tristeza en los fardos. La curiosidad por saber que riquezas había en su interior era intensa, pero sentía que no era el momento de examinar el botín. - Esto parece mercancía, de calidad. - Dijo apuntando a la calidad de la cuerda. - Habiendo aún marineros en el barco, creo que es una prioridad encontrarles antes de que nos saboteen.
Con dichos marineros en mente TocToc observó primero los fardos desde la máxima distancia que se podía permitir en la angosta estancia. Después se acercó para examinarlos.
Perception: 15
- No parece que nadie se pueda haber escondido detrás o en el interior de estos fardos. Sigamos buscándoles. - Dijo y se dirigió al exterior a examinar otra puerta.
Si no encuentro a nadie voy a siguiente camarote. Abreo la tercera puerta desde la esquina superior derecha.
Zevatur, Rolthos
¿Tendría alguna salvaguarda el mago en su cofre? Pensó para si Mablung mientras movía la llave entre sus dedos. El mago se había tomado muchas molestias en esconder la llave, así que lo que había en ese arcón debía de ser importante...merece la pena arriesgarse, se dijo para sí mismo el druida.
Con cautela se acercó al cofre e introdujo lentamente la llave en la cerradura para luego girarla, tras oír el reconfortante click del mecanismo al abrirse tiró de la tapa hacia arriba...
Godric sonrió aliviado al escuchar que lo único seriamente dañado por la caída del caballero había sido su orgullo, como el lacónico suspiro confirmó.
El joven clérigo intentó calmar al frustrado hombre-lagarto.
- Espera espera Hisssss. Si lo hacemos así se puede romper lo que haya dentro. mira tengo una llave. - le dice mostrando la llave que ha encontrado en los bolsillos del capitán e intentó abrir los cajones cerrados con ella.
PbP Character: A few ;)
[En la habitación de Punketah]
Lo primero que llamó la atención de Mablung al abrir la caja, era que cerca de la cerradura, por dentro, un complejo mecanismo parecía estar adherido a ésta, parte de esas piezas y resortes, contenían un vial cilindríco y transparante que parecía contener algún tipo de gas de un color verde intenso, que se arremolinaba sin descanso buscando su liberación si la claramente trampa se activaba... el elfo de los bosques no entendía mucho de ese tipo de "protecciones", pero parecía haberse salvado de su activación al usar la llave del mago en vez de intentar una apertura más forzada o discreta sin usarla.
En el cofre, el cambiaformas pudo observar un hatillo de ropa de lujo, para fiestas, hecho en caras sedas de tonos zafiros con bastante buen gusto, no parecía demasiado extrafalario, pero cumplía con su propósito en un lugar adinerado o importante. Junto al hatillo, una bolsita de cuero contenía en su interior cincuenta piezas de oro. Correctamente ordenado, lo que parecía el libro de conjuros del mago, también se contraba descansando allí, con una portada en terciopelo azul marino con las iniciales del mago inscritas sobre él.
Conjuros inscritos en el libro: (Cantrips: friends, mage hand, prestidigitation, ray of frost - 1st level: disguise self, fog cloud, mage armor, witch bolt - 2nd level: gust of wind, Melf’s acid arrow, misty step)
[En el camarote del capitán Sigürd]
A pesar de la evidente impaciendia del hombre lagarto, éste se apartó para dejar a Godric actuar introduciendo la llave que encontró en uno de los bolsillos adjuntos al cinturón del capitán. Apenas sin esfuerzo, la llave giró perfectamente en el primer cajón, permitiendo su apertura y mostrando diversos elementos en su interior. Tres viales parecían envueltos en una densa tela para amortiguar cualquier posible golpe causado por el constante balanceo del navío, unas etiquetas parecía adheridas a la superficie de cristal, describiendo su cometido en cada caso: Dos potions of healing, y una dosis de antitoxin. Junto a los frascos, una tosca llave metálica y algo oxidada descansaba parcialmente oculta entre la tela protectora.
El segundo cajón se abrió con la misma facilidad que el primero usando la misma llave. Éste contenía siete mapas de diversas localidades marítimas y costeras, preparados por cartógrafos profesionales. Debajo de ellos había otro mapa, dibujado de forma rudimentaria. Este mapa indicaba un punto de encuentro en un pequeño promontorio junto a un río en las marismas, a diez millas al suroeste de la ciudad de Saltmarsh.
Hisssss siseó excitadamente al ver el último mapa, que casi arranca de las manos de Godric debido a su exagerada emoción. Pareció estudiarlo con verdadero esfuerzo y terminó por enrollarlo y guardárselo en uno de sus sacos de piel de animal adheridos a su cinto. Su rostro reptiliado parecía mostrar bastante satisfacción tras el descubrimiento.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Godric sonrió al hombre lagarto intentando memorizar el punto que señalaba aquel mapa y tomó nota mental de apuntarlo en otro de los mapas que enrolló y se guardó, junto con las pociones y la llave, en su zurrón.
- ¿Todo bien entonces Hissss? Voy a ayudar a mis compañeros a revisar el resto del barco ¿ de acuerdo ? -
Al escuchar las voces de Toc-Toc que se había reunido con Adriana y Leobald, Godric salió fuera y le preguntó a Khalion.
- ¿Qué queda por explorar? -
PbP Character: A few ;)
El reconvertido cazarrecompensas se tomaba su nuevo trabajo tan en serio como el viejo. Las cuentas seguían sin salirle y mucha ratilla permanecía esquiva en el interior del barco. Mientras dominara la cubierta e incapacitara supervivientes la cosa iría bien. Sin embargo, si hacerse con el barco era la idea, necesitaban encontrar o forzar rendición de los marineros ocultos.
Usando la ballesta que cayó junto con el vigía y que usaba con maneras disuasorias con Bjorn señaló a Godric las puertas aún cerradas y por último aquella donde se encontraba Mablung.-Ahí está el elfo con las cosas del mago.. no vayáis solos. Si no desean salir habrá que pensar en quemar la nave..- asegurándose ser escuchado por el nóridomo hermano del capitán.
Mantenía las cimitarras enfundadas y de su espalda asomaba el mango y guarda de la decorada y hermosa espada del capitán.
- Espera... ¿salir quien? - dice Godric claramente confundido. Tras su inconsciencia había estado tan concentrado en curar al capitán para calmarse que no había reparado en lo que le preocupaba al cazarrecompensas. - ¿Quemar la nave? ¿Ahora? ¿No la hemos tomado? - dice aún sorprendido de que las cosas hayan salido más o menos bien. Aunque aún le quedaba una conversación con Adriana para poder asegurar aquello.
PbP Character: A few ;)
Antes de que Godric saliera del camarota del capitán, Hisssss negó con la cabeza ante la pregunta de si todo iba bien... a pesar de que el reptiliano parecía bastante satisfecho, éste le comunicó otra de las tareas pendientes de su escamoso grupo de exploración e infiltración.
- Sskskaaakh faltar... nos ... armas ....ssskulk gran .... guerra ...
Acompañando al sacerdote hasta la cubierta, el que parecía el lider comenzó a dar órdenes en su peculiar y siseante lenguaje a los suyos, Hosssss se dirigió con TocToc a explorar la puerta que el pequeño kenku sin ojos había tomado y Husssss se adentró por la misma entrada de la que habían previamente salido ellos mismos. El mismo Hisssss se quedó en cubierta, cerca del mastil donde estaba atado Björn, examinando con determinación el bote auxiliar del Fantasma del Mar, tras lo cual, se dirigió hacia la puerta que conducía al camarote donde Leobald y Adriana aún se encontraban.
TocToc abrió la puerta y se encontró otras escaleras descendentes muy parecidas a las que acababa de recorrer para acceder al camarote de Björn, deslizándose con cuidado hacia el interior, seguido de Hosssss, el hombre cuervo se encontró de lleno con otro camarote, que era un reflejo en forma del que el segundo de a bordo usaba como habitación personal. Usando la lógica, el kenku dedujo que debería pertenecer al último de los altos cargos del barco, Foul Frithoff.
Abrazando el peculiar sentido de la decoración de todos los tripulantes del Fantasma del Mar, en el centro del camarote había una mesa de madera lisa sobre la que se encontraban una jarra y una taza de peltre. Junto a la mesa había una silla de madera, y sobre ella colgaba el típico farol con capucha apagado. También, pendiendo del techo, en el extremo de popa del camarote, una gran jaula con un loro como inquilino, presidía ese ala de la estancia. El animal, aparentemente, parecía dormido. Junto al casco se apostillaba una hamaca de gran tamaño y de aspecto cómodo. Debajo de ella se podía vislumbrar claramente un cofre de estilo marino en madera y forrado de latón.
Acercándose a la mesa, un fuerte olor a sidra ácida aromatizaba el contenido de la jarra que allí estaba depositada, y cuando ambos exploradores se encontraban más o menos a la altura del centro de la cámara, el peculiar loro pareció despertar y comenzar a gritar estruendosamente la misma inconexa frase en bucle, varias veces antes de callarse de nuevo: "Piezas de Ocho... Piezas de Ocho...CRAAAACKKKK"
Foul's room:
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Godric se quedó un poco preocupado por las palabras de Hisssss y mientras salían fuera le preguntó.
- ¿Guerra? Guerra mala. ¿Quién enemigo? -
Miró la cubierta, preguntándose si podría ir por alguna puerta y acelerar aquel proceso de registro del barco.
PbP Character: A few ;)
No era mal botín, pensó para sí mismo Mablung mientras recogía las pertenencias del mago. Seguro que Adriana o Toc Toc podrían sacarle provecho al libro, la ropa lo mismo les valía para Godric o Khalion y el dinero nunca venía mal…sobre todo desde que no había ido a recibir su paga.
Con gesto satisfecho salió del camarote y compartió sus hallazgos con el resto de sus compañeros.
TocToc gruñó con rabia. Los marineros tenían la horrible costumbre de encerrar a hermosos loros. Casi como un acto reflejo se dispuso a liberarle, pero recordó de pronto a Ostor. Entonces vaciló un momento antes de abrir la jaula del loro. A cuerno las posibles consecuencias. Aquel ser debía volar libre. No permanecer en una terrible jaula.
Después examinó por encima la estancia en busca de marineros escondidos, sin prestar ninguna atención pormenorizada a otros detalles y se dirigió a la siguiente puerta, la que estaba justo a continuación de las que ya había examinado.
Precepción por la estancia para marineros escondidos: Percepción: 16
Después va a la siguiente puerta, la e7 según mi mapa XD
Zevatur, Rolthos
[En el camarote de Foul]
El guacamayo pareció algo confuso al principio al ver la jaula abierta, pero en cuanto TocToc se retiró unos pies de distancia, la colorida ave salió de su prisión y voló buscando una salida, que encontró subiendo las escaleras por las que habían entrado el kenku y el hombre lagarto, una vez en cubierta, el paralachín pájaro voló en dirección a la costa sin dejar de repetir su mántrico graznido: "Piezas de Ocho... Piezas de Ocho...CRAAAACKKKK"
Frustrado al no encontrar más marineros, TocToc se dispuso a volver sobre sus pasos ignorando las diversas puertas del camarote de Foul para volver a subir a cubierta y dirigirse a la misma habitación donde Mablung inspeccionaba ya el camarote de Punketah... fue entonces cuando lo oyó con sus córvidos oídos... justo tras la pared de popa... una tenue voz... al otro lado del mamparo. El kenku dirigió la mirada hacia el muro y no vio nada especial, aunque se reprendió a si mismo por no haber caído en que si este camarote era un reflejo del de Björn, donde los fardos se encontraban ocultos tras un acceso secreto... esta habitación debería tener otra puerta oculta, al menos para completar la totalidad de la habitación espejo.
Hosssss pareció pareció haber oído también la voz, y señaló con una de sus afiladas garras la misma pared, algo confuso... aunque a los pocos segundos, se pertrechó con su escudo de púas y su sable serrado acercándose lentamente en la dirección de la voz. Ésta pareció alzarse una vez más, en un tono ligeramente más elevado...
- ¿Ayuda...? ...
Preguntó más que afirmó...
[En el camarote de Björn]
Leobald y Adriana se dispusieron a abandonar el recinto de descanso del segundo de a bordo por las escaleras de subida para reunirse con los demás junto al mastil donde el dueño del camarote estaba atado fuertemente por Khalion, ignorando al igual que TocToc el resto de puertas que daban acceso a diferentes partes de la cubierta inferior. Al subir se cruzaron con Hussss que bajaba a inspeccionar esa estancia al igual que ellos...
Antes de abandonar el lugar, observaron como al hombre lagarto se le iluminaban los ojos al ver todos los fardos envueltos en lonas y cuerdas.... y se dirigió corriendo hacia ellos comenzando a abrirlos con sumo cuidado. Hatillos de armas y escudos comenzaron a aparecer liberados de sus envoltorios. Al menos una decena de cada una de las armas se podían contar según el reptiliano humanoide los iba descubriendo, estrellas de la mañana, el doble de cantidad de javalinas, espadas largas, escudos punzantes y un escudo de aspecto especial, con la ya familiar figura de un lagarto sacando su lengua viperina.
Husssss recogió el emblasonado escudo y corrío escaleras arriba para avisar a su lider del afortunado hallazgo.
[En el camarote de Sigürd]
Hissss acompañó a Godric hasta la cubierta principal donde el gentío de agentes y hombres lagarto parecían moverse, saliendo y entrado de las diferentes puertas. Cuando el sacerdote lanzó su última pregunta, éste pareció pensativo sin duda intentando encontrar las palabras en un idioma que no le era fácil de pronunciar y elaborar. Con un su mano señaló primero al mar, y luego cambió la dirección hacía Saltmarsh... dando la explicación por cerrada, el líder de los reptilianos se disponía a entrar en su propio camarote, desde donde había salido originalmente, justamente para ser interrumpido por un excitado Husssss que le mostraba con nerviosismo el escudo y señalaba en la dirección de la que había llegado mientras hablaba a toda velocidad en su siseante dialecto... El pequeño psudodragón que anidaba en el hombro de su amo, parecía asentir con la cabeza compartiendo la emoción de su amigo.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
[En el camarote de Foul]
TocToc observó como el pájaro volaba libre hacia lo que imaginaba que era la costa, se detuvo a observar y disfrutó del breve tiempo que lo mantuvo en su acortada visión. A modo de despedida graznó suavemente una copia de sus palabras “Piezas de Ocho… Piezas de Ocho…”, después se dispuso a explorar más.
Ante la voz el reflejo instintivo de TocToc fue alzar su ballesta y dar un paso atrás. - ¿Quién está ahí? - Ni siquiera cuando la voz pidió ayuda cambio su suspicacia en absoluto. Dejó que el hombre lagarto se acercase lentamente a explorar. Mientras, él mismo interpelaba más a la voz. – Ríndete, depón tus armas y no recibirás daño.
Zevatur, Rolthos
Extrañado por el loro que acaba de salir desde debajo de la cubierta, Mablung se acercó a la puerta que conducía a las entrañas del barco.
Viendo el revuelo en el camarote de Foul se acercó y dijo a Toc Toc:- No dejes de apuntar mientras veo como abrir el maparo.
Godric se acercó al lugar donde estaba Toc-Toc y le preguntó
- ¿Necesitas ayuda? ¿has encontrado a los otros marineros? -
PbP Character: A few ;)
Al ver a sus compañeros llegar y ofrecer su ayuda TocToc asintió a ambos, sintiéndose arropado en su apoyo. Su ballesta no bajo y mantuvo su atención en lo que pudiese aparecer al otro lado.
- Alguien esta pidiendo ayuda desde el otro lado de esa pared. ¿Prisionero o treta? – Explicó a Godric cuando preguntó.
Zevatur, Rolthos
Antes de salir escaleras arriba tras los pasos de Toctoc, Adriana miró a su alrededor y se percató de varias puertas que aún no habían sido inspeccionadas.
- Leobald - le dijo al caballero - aún quedan estancias por explorar. Quizá debamos investigar antes de subir a cubierta -
No encuentro el mapa, así que optamos por la primera puerta que tengamos cerca que no hayamos abierto aún.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
[En el camarote de Foul]
Godric y Toctoc, éste último apuntando al mamparo con su fiel y certera ballesta, desde donde había salido la quejumbrosa y suplicante voz, observaban como Mablung y el hombre lagarto se acercaban sin temor a la pared que sin duda ocultaba algún acceso secreto. Hosssss no soltaba sus armas preparadas para saltar sobre cualquier cosa que se revelara al otro lado mientras el druida observaba palpando la pared en busca de algo que le llamara la atención y estuviera fuera de lugar.
Sonriendo, el elfo de los bosques no tardó ni cinco segundos en encontrar el mecanismo, puesto que prácticamente se había dirigido directamente a él, y tras comprobar que nada parecía activar una trampa, giró la discreta palanca que se asemejaba totalmente a la encontrada en la habitación paralela de Björn. Con un sonido deslizante, la madera del mamparo se movió de izquierda a derecha y presentó una camara del mismo tamaño que la que ocultaba los fardos, pero esta vez, no había material o recursos de guerra, sino un prisionero...
Una figura humanoide de piel bellamente azul estaba encadenada con robustas argollas de metal a la pared de popa, sus muñecas y tobillos estaban apresadas por brazaletes de metal denso y medio oxidado. Su rostro era muy parecido al de un elfo, pero el color de su piel era distinto, como si fuera el de las mismas mareas, también parecía poseer ciertas membranas interdigitales en manos y pies, delicadas y translúcidas. Sus orejas era puntiagudas como la de sus primos de la costa, pero también poseían cierta silueta que recordaba a las que poseían los caballitos de mar...
Estaba completamente desnudo, lo que acrecentaba la visión de su precario estado de salud y desnutrición y su buena dotación... las costillas se marcaban fuertemente sobre su torax, y aún así, sus ojos violáceos parecían aferrarse a la vida, y ahora ... a la esperanza... incluso al sentirse amenazado por las armas que le apuntaban, algo en él parecía creer en que su suplicio podría haber acabado, como si nunca hubiera abandonado ese júbilo interior característico de los suyos.
Con la misma voz apagada que todos habían escuchado antes, se atrevió a murmurar en una actitud suplicante.
- No temáis, soy un amigo... y no estoy en condiciones de ser ninguna amenaza... mi nombre en común es Dolfinus, y ... si fueráis tan amables, ¿no tendríais algo de agua para ofrecerme?...
Dolfinus, ranger of the seas:
[En el camarote de Björn y Bodega]
Adriana y Leobald desistieron de seguir al resto del equipo en post de realizar algo de investigación en la cubierta inferior. Abriendo directamente la puerta que conducía a popa desde el mismo camarote, sin usar las escaleras que les devolverían al piso superior. Adriana dejó a Leobald que encabezara la exploración, y éste se asomó a lo que parecía una gran sala de almacenamiento que pobrablemente recorrería la mayor parte de esa planta. La luz de la linterna que tuvo que encender para ver mejor, reveló una bodega de carga ordenada. Por el centro pasaba la base del mástil principal; junto a él, unas estrechas escaleras de madera subían a la escotilla de arriba. Contra el mamparo de popa se apilaban pernos de tela, amarrados con cuerdas a soportes atornillados a la cubierta para que estubieran seguros. A cada lado se podían encontrar apilados un gran número de pequeños barriles, también sujetos con cuerdas a la cubierta.
Que Adriana y Leobald tiren Perception ... por si yo que sé... se necesita y tal...
Stealth check de malosos si es que hubiera: 15
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Godric no perdió tiempo y apartando las armas del hombre-lagarto despacio pero con firmeza se arrodilló frente al prisionero y le dio su odre de agua.
- Dolfinus, yo soy Godric y estos son Mablung Toc-toc y Hosssss. Tranquilo ya acabó todo. Vamos a sacarte de aquí. -
Godric examinó los grilletes para ver si tenían o no cerradura.
PbP Character: A few ;)