El tacto del contacto con la mano de elfo marino llamó la atención de la Adriana, a pesar de estar claramente deshidratado, su piel conservaba aún cierta textura sedosa y suave, casi diseñado para deslizarse sin apenas resistencia por el fondo oceánico, era agradable al tacto, recordándole a ropas de lujo recién estrenadas deslizándose contra su propia piel. Mientras terminaba de ponerse el pañuelo de la alta elfa alrededor de su cintura y tapando por fin sus "dones" aunque no demasiado... una vocecilla proveniente de algún lugar cercano a Godric suspiró aliviada.
- Por fin... no podía evitar desviar la mirada de ese lugar... era como si tuviera gravedad propia...
Algo sorprendido... el elfo de tez azul pareció ignorar de momento esa extraña y aguda voz para centrarse en buscar sus pertenencias.
- Soy Delfinus, sé que es complicado quedarse con mi nombre ya que lo intentáis cambiar continuamente, pero... os agradezco la ayuda, preguntar será lo más inteligente, puesto que cuando me encerraron estaba semi-inconsciente y no recuerdo ni como me desposeyeron de todo hasta que abrí los ojos y me encontré ya prisionero.
Subiendo hasta la cubierta, Godric y TocToc comenzaron a trazar sus planes con Hisssss, ante la atenta mirada de su pseudodragón. Contestando primero al kenku acerca de la amenaza... el hombre lagarto señaló al mar, pero lejos hacie el oeste, más allá de Saltmarsh... e intento explicar el nombre y lo que les amenazaba pero era complicado para él puesto que la conversación se volvía abstracta.
- Ksssolk-lotah Bimz- el reptiliano miró a su mascota, Bimz, y señaló a TocToc... desperezándose, y estirando sus patas delanteras lentamente y sin prisa, para pasar a estirar las traseras arqueando su espalda y lanzando un efímero y contagioso bostezo, la pequeña criatura miró fijamente a los ojos del agente, y una serie de imágenes comenzaron a acudir a su mente. Vívidas y claras.
TocToc entró en un estado de visión, donde unas criaturas se abrían paso saliendo del mar, y se adentraban en los manglares, decenas de ellas, eras escamosas, y medio humanas, de varios tipos, y todas eran muy parecidas a las que asaltaron el templo de Akadi noches atrás... La visión paso repentinamente a otra donde ya todo el paisaje era pantano denso, allí podía ver lo que parecían restos de poblados muy tribales arrasados o ardiendo, y decenas de cadáveres de hombres lagarto masacrados... siendo arrastrados hacía el interior de las ciénagas a algún lugar desconocido...
El pequeño dragón extendió sus alas y revoloteo hasta aterrizar sobre el mapa que Godric había dibujado y TocToc había posteriormente corregido. Con su pequeña garra agarró el dedo de Godric que señalaba donde supuestamente estaban los hombres lagarto defendiendo, y lo dejó fijado en una posición cerca de los pantanos del oeste, esos que eran tan grandes que podrían constituir casi un pequeño país dentro del mismo Cormyr por méritos propios. Cuando el Bimz se cercioró que le estaban entendiedo, al menos parcialmente, él mismo señaló al tosco dibujo del monstruo que el sacerdote había dibujado y que se parecía más a una caricatura hecha por un crío de cinco años... asintiendo con la cabeza....
Ante la petición de TocToc de que uno de ellos viniera con ellos, Hisssss negó con la cabeza rotundamente.
- No tiempo Shhsks perder ....
Adriana y Delfinus habían llegado a la cubierta superior y el elfo marino suspiró aliviado al sentir el agua de la lluvia caer sobre él... observando con sus profundos ojos violáceos a todos y todo lo que estaba allí presente, se acercó al mástil donde todos los marinos estaban amarrados...
- Disculpad mis crueles captores... ¿Seríais tan amables de decidme donde se encuentran mis pertenencias? Creo que ahora que las tornas han girado completamente, es lo menos que podéis hacer para pagar vuestra deuda conmigo.
El silencio y el ulular del viento fueron su única respuesta.
Mablung siguió a sus compañeros a cubierta y tras escuchar las palabras del Hombre lagarto, una duda surgió en su mente ¿puede que los ataques estuviesen relacionado con la isla paraíso de los alquimistas?. Dirigiéndose al líder de los hombres lagarto puso su dedo sobre el mapa señalando la isla:- ¿Alguna amenaza desde aquí?.
Luego se volvió hacia los marineros y dijo con una sonrisa un tanto lobuna:- Tenemos dos opciones, le devolvéis el equipo u os empezamos a desnudar hasta encontrar entre lo que lleváis algo que le valga, vosotros elegís.
TocToc miró fijamente, inexpresivo y paralizado, al pseudodragón. Las imágenes que acababa de ver tuvieron un perturbador efecto en él. Había aceptado que ya nunca vería lejanos horizontes marítimos o extensas planicies pantanosas difuminadas con lóbrega niebla. Asistió a la conversación que siguió en piloto automático mientras consideraba las implicaciones de lo que acababa de ocurrir. Lentamente la comprensión de hizo que una sonrisa se dibujara en su córvido rostro.
Con una renovada energía asintió a los hombres lagarto y les hizo un gesto para que no partiesen de inmediato, pues en su agradecimiento por la revelación que acababa de experimentar se había decidió a ayudarles en la mayor de sus posibilidades.
- Su pueblo se enfrenta a las criaturas marítimas que atacaron el templo de Akadi. Si las palabras del alquimista son coherentes, esos seres marítimos no pertenecen a la misma facción que el heraldo. Es confuso. Pero debemos ayudarles. - Dijo a sus compañeros.
Después, volviéndose hacia el hombre lagarto dijo, sin esperar a un acuerdo del resto de agentes. – Llevaos cuanto necesitéis. Gesto de buena voluntad del Reino de Cormyr y de la ciudad de Saltmarsh. Además… - Extrayendo de su zurrón les ofreció una poción de curación y la poderosa “bead of force”.
- Ayudara contra seres del mar. Además, pergamino…
Se adentro en el camarote del capitán para escribir un pergamino. Por desgracia no había visto la firma de Bastianes para falsificarla, así que se limitó a forma el mismo.
“El hombre lagarto portador de este pergamino y su comitiva tienen salvo conducto para realizar negociaciones con los dirigentes de Saltrmarsh y Gostfinger. Firmado por los agentes de la corona de Cormyr de Gostfinger”
Tras un momento salio del camarote y se lo pasoo a sus compañeros para que lo firmasen.
Escribo por Leobald tambien que es el unico que sabe que los hombres lagarto se llevan uno de los dicumentos.
Mientras TocToc se adentraba en el camarote Leobald se acerco al Hiss y le pidió el pargamino con pedidos que se había guardado Hiss obtenido en el cmarote. – Dejanos copiarlo. Esa información es vital para detener a estos contrabandistas.
Mientras el kenku se perdía en el camarote del capitán Godric, que suspiró aliviado al comprender que su primera impresión había sido la correcta, unió con un círculo en su tosco dibujo al asentamiento humano y al lugar donde habían señalado que estaba el poblado de los hombre-lagarto.
- Vosotros - dijo señalando a Hissss y el poblado en el mapa - Nosotros - repitió el gesto señalándole a él y a Saltmarsh. - Juntos contra ellos. - Y tachó el pobre dibujo de los seres de las profundidades. - Nosotros hablar con líderes humanos. Defended pueblo - les dijo y se dispuso a ayudarles a botar el bote
Godric miró el documento y luego a Toc-Toc. Se acercó al emprendedor córvido y le dijo al oído.
- Toc-Toc no creo que tengamos esa autoridad, ni ninguna en realidad. Tus intenciones son buenas, las mejores, pero supongo que para conseguir tal salvoconducto para nuestros aliados deberíamos hablar con los dirigentes de Saltmarsh o incluso Bastianes... -
TocToc suspiró ante las palabras de Godric, el menosprecio por parte de humanos a su entendimiento lo había experimentado en muchas ocasiones. No se molestó, pero dudo un momento sobre si explicarse o no. - Ya se que nuestra autoridad posiblemente no llegue hasta esto. Pero... - Pauso un momento - A veces hay que actuar primero y pedir permiso después. Si las autoridades deciden que no desean la alianza con los hombres lagarto, serán nuestros enemigos y por tanto el pergamino permitirá capturar algunos. Si por el contrario deciden que si la desean, el pergamino ofrecerá un nexo de unión. Y respecto a la legalidad... ¿Que nos van a hacer si es ilegal expedir salvoconductos? Alargar nuestra condena un año más... No, hazte a la idea de que haremos misiones hasta que muramos.
Tras explicarse reflexionó un momento y se dirigió a Hisss. - Salvoconducto para hablar alianza. Mejor Gosthfinger. No completamente seguro. - Dijo no queriendo llevar a engaño a los hombres lagarto.
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Los marineros amarrados al mástil miraron con un profundo odio al druida, el desprecio era tal, que casi podía tocarse con los dedos de las manos, ... un gargajo pustulento con hedor a ron barato y caries voló de la boca de uno de los prisioneros para intentar aterrizar en el rostro de Mablung.
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El salivazo ni siquiera rozó al elfo de los bosques, que observó de reojo como caía al suelo y se borraba bajo la perenne lluvia sin moverse ni un ápice de su posición. Antes de que las cosas fueran a más, Björn intervino para intentar calmar la situación.
- De ese elfo pecadilla se encargó Foul el contramaestre, preguntadle a él... seguro que coopera.
Mientras todo esto ocurría, TocToc se había acercado a Hissss para pedirle el documento que se había agenciado previamente en el despacho del capitán, arrugó sus ojos intentando entender lo que el pequeño ser alado le estaba pidiendo, el líder de los hombres lagarto había estado contento y agradecido de las últimas palabras del kenku dándoles carta abierta para recoger las armas y todo lo que se estaban llevando.
El pequeño Bimz pareció intervenir de nuevo, mirando a su "dueño" con sus profundos ojos dracónidos, y HIssss pareció entender... pero negó con la cabeza en un principio... el pequeño dragoncito pareció impacientarse, y volvió a concentrar su mirada en el reptiliano, que finalmente accedió con un gesto torcido de sus potentes mandíbulas plagadas de afilados dientes. Sacando con sumo cuidado el pergamino se lo tendió a TocToc extendiéndolo y protegiéndolo de la lluvia, pero sin soltarlo... su mano izquierda se aferraba a uno de sus extremos con fuerza.
Cuando la extraña pareja acabó su intercambio de información, Hisssss atendió a las explicaciones estratégica de Godric, al que parecía entender mejor y no necesitaba la traducción mental de su "mascota". El líder reptiliano asintió con la cabeza dando a entender que estaba de acuerdo con un apoyo conjunto para defenderse de las hordas subacuáticas. Fue entonces cuando el fornido hombre lagarto añadió algo más... señalando el medallón de Godric, volvió a señalar después un lugar en el torpe mapa caligrafiado por el sacerdote y corregido por TocToc... con torpeza... Hisssss agarró la pluma y dibujó algo parecido a una torre en mitad de la nada, rodeada de pantano por todos lados.... el dibujo era nefasto... pero más que torre parecía una ruina...
Al acabar, agarró el pergamino que le había tendido TocToc y tras una nueva "traducción" de Bimz, el líder lagarto agachó la cabeza ante su nuevo córvido aliado y se dispuso a acabar con sus tareas de carga, moviendo la barcaza auxiliar cargada hasta arriba con ayuda de sus dos compañeros y arrastrándola hasta el mar para disponerse a marcharse.
Necesito saber quien finalmente ha firmado ese documento.
Un gruñido salvaje subió por la garganta del druida, pero las palabras de Bjorn le tranquilizaron.- Revisa su camarote- dijo mirando al elfo marino.
Volviéndose a Toc Toc dijo:- No voy a firmar nada en nombre de otros y si los idiota de Saltmarh deciden enfrentarse a ellos, que tengan suerte. Por mí parte sabiendo que no van a atacar a las pequeñas poblaciones de campesinos de los alrededores me conformo.-
-Pero si que coincido en que Ghostfinguer debería de ser informado de los ataques y de esas ruinas que menciona-
Adriana dirigió una dura mirada al aire cuando escuchó la estridente voz del diablillo que reconoció al momento, en la dirección en la que creía haberle detectado pero sin éxito de encontrarle. Frunció el ceño en señal de molestia y desaprobación ante aquel comentario completamente fuera de lugar hacia el elfo marino, que le parecía una falta de respeto y de educación. Sin decir palabra, subió las escaleras, preguntándose cómo iba a ser capaz de convivir con aquel maligno ser si esa era la intención de Godric. Le parecía del todo una idea descabellada.
Una vez en cubierta, se mantuvo en un discreto segundo plano escuchando la información de los hombres lagarto y las intenciones de Toctoc. Cuando llegó su turno, recogió entre sus manos el pergamino y leyó detenidamente el escrito. Miró a Toctoc y a los hombres lagarto alternativamente y se dirigió a su amigo córvido.
- Toctoc, como bien dice Godric, tus intenciones son de admirar, pero lamento tener que rechazar plasmar mi rúbrica en este documento. No solo no tenemos autoridad para algo así, si no que nuestra firma en este texto puede ser interpretada como desobediencia e incluso suplantación y apropiación indebida de poderes que no nos son lícitos, dejándonos en una situación muy complicada a las puertas de un juicio en el que podemos terminar en la horca. Estoy segura de que con el diálogo podremos llegar a un acuerdo con Bastianes para ayudarles de la mejor manera posible.
Con un suspiro, lamentando decepcionar a su compañero pero sabiendo que hacía lo correcto, tendió el pergamino al siguiente.
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Godric asintió a Hissss y pese a su limitada comunicación le agradeció la información sobre lo que parecían ser unas ruinas de algún templo de Lathander.
Intentó recordar si había algún templo en aquella zona del Dios de la Mañana mientras decía al elfo marino.
- No sé cuál es ese camarote ni quién es ese Foul. pero te acompaño -se ofreció. Ayudaría a los hombres-lagarto, pero nunca fue especialmente bueno cargando cosas y en su actual estado sería más un estorbo.
TocToc asintió y saludó al hombre lagarto y su mascota con respeto. Se iban a enfrentar a encarnizadas luchas y dudaba de su supervivencia. Pero confió que la perla y la poción inclinasen la balanza y Hisss sobreviviese a los combates con los seres de las profundidades.
Concluido el intercambio consideró cual eran los siguientes pasos. Mientras pensaba echó una mirada a su bandada, no había recibido mucho apoyo de sus compañeros en su intento de la forja de la alianza, pero parecía que a pesar de ello si había dado buenos resultados.
Observando el barco constreñido por el escaso radio de su recientemente cercenada visión se dio cuenta de lo precario de la situación. Intentar llevar el barco a buen puerto parecía un problema con su escaso radio de visión. Por otro lado el bote era demasiado pequeño para todos ellos y las mercancías. Y si quedaban marineros que no habían encontrado y estos liberaban a los contrabandistas tendrían un problema.
Mientras examinaba el barco y sopesaba la posibilidad de conducirlo a puerto pregunto. - ¿Quedan aún marineros en el barco? – Esperando que alguien supiese dar una respuesta.
Mientras TocToc esperaba una respuesta que no llegaba y su pregunta se quedaba suspendida en el húmedo aire, el navío se inclinó fuertemente hacia babor, algo que ni los marineros, ni el veterano kenku apenas percibieron acostumbrados al constante movimiento del barco, incluso en tormentas. Sin embargo esto si fue notado por todos los demás, que tuvieron que detenerse en seco para mantener el equilibrio durante unos segundos...
El empeoramiento del temporal aceleró la partida de los hombres lagarto, que despidiéndose alzando las armas desde su bote, comenzaron a remar con bastante maestría a través del agresivo oleaje en dirección este, más allá de Saltmarsh y hacía los pantanos más profundos.
Tras percatarse que todo volvía a balancearse como tocaba, la lluvia comenzó a arreciar más fuerte, y los vientos, ya de por sí con una fuerza elevada, soplaban con más intensidad bajo un cielo encapotado de nubes que se ennegrecían por momentos. Godric, el elfo marino y Adriana aceleraron su paso y se adentraron descendiendo las escaleras hasta el camarote de Foul, donde la puerta corredera secreta aparecía totalmente deslizada sobre sí misma mostrando el estrecho cubículo y las cadenas que habían apresado a Dolfinus.
La habitación seguía prácticamente igual de como la habían dejado, estaba la mesa de madera lisa sobre la que se encontraban una jarra llena de sidra aromatizada y una taza de peltre. Junto a la mesa había una silla de madera, y sobre ella colgaba el típico farol con capucha apagado. También, pendiendo del techo, en el extremo de popa del camarote, una gran jaula con la puerta abierta, presidía ese ala de la estancia. Junto al casco se apostillaba una hamaca de gran tamaño y de aspecto cómodo. Debajo de ella se podía vislumbrar claramente un cofre de estilo marino en madera y forrado de latón. Éste era bastante grande y parecía la única opción aparente donde el equipo del elfo de tez azulada podría estar escondido.
Tras unos minutos después de la partida de los reptilianos y cuando solo quedaban Mablung, Khalion y TocToc en la cubierta vigilando a los presos, Adso, que parecía también moverse con cierta soltura por un barco que tendía a balancearse cada vez con más frecuencia, miró horrorizado al otro bote, desde el cual habían venido, y donde había combatido con su potencial orondo asesino. Corriendo hasta los agentes, el adolescente señaló con su mano en dirección al bote, que no era visible desde la cubierta a no ser que te asomaras directamente desde las barandillas de babor.
- No está... el cuerpo del contramaestre... ha desaparecido... sólo queda su sangre...
La desaparición del "cadáver" ocurre entre los intervalos donde Khalion se asoma para echar un vistazo... Los Hombres lagarto no deberían haber intervenido en ese tema para nada, puesto que se marcharon por el lado opuesto del barco y se perdieron remando en dirección este.
-¿Puede que se haya caído del bote con el temporal?- pregunto el druida a Adso mientras se acercaba a la borda del barco para examinar desde arriba el bote.
-¿Porque estaba muerto, no?- inquirió mirando al adolescente.
Adso se encogió de hombros ante el interrogatorio del hosco elfo de los bosques, que de algún modo intimidaba sobremanera al zagal y evitaba mirarle directamente a los ojos cuando le respondía.
- Debería estarlo sí, el hombre lagarto que me ... salvó ... no dejó mucho para la imaginación ... le rebanó las tripas con esa espada serrada que usan y parte de ellas se desparramaron sobre el bote antes de que cayera bocabajo sobre sus propias entrañas... no me parecía que ese tipo de heridas fueran muy compatibles con la vida, y eso sin contar la masiva pérdida de sangre... yo diría que si estaba más que muerto... pero no soy un experto en el campo por desgracia, no como maese Godric. Le pido perdón señor... debí estar más atento al bote... puesto que parece nuestra herramienta para salir de aquí...
El acólito bajó la cabeza algo avergonzado mientras Mablung oteaba el ajetreado mar y su alterado oleaje pegado a la barandilla de babor sin ver rastros del contramaestre... ni vivo ni muerto...
El hombre cuervo gruñó con frustración. Parecía que sus compañeros le ignoraban y además preferían saquear los camarotes. Echó un vistazo al camarote del capitán, donde los documentos más relevantes para su misión yacían desatendidos. Decidió dedicar su atención a dichos documentos lo antes posible y dejar a los marineros capturados en la custodia de Khalion y Mablung cuando escuchó el alarmante aviso de Adso.
Suspiró. Posiblemente había más marineros y había que investigar más, pero no se podía dejar a los marineros presos desatendidos o podrían desaparecer como ya lo había hecho el presunto cadáver.
- ¿Khalion Mablung, uno de vosotros quiere investigar qué pasa? Yo de momento me quedo vigilando los marineros presos, al menos otro otro debería quedarse aquí también.
Adriana se detuvo en seco justo antes de bajar al camarote de Foul acompañando a Godric y a Dolfinus, ... justo coincidiendo con el fuerte azote que recibió el barco por el oleaje y que le obligó a sujetarse agarrándose al dintel de la puerta. Un escalofrío había recorrido su columna, dejando el delicado bello de la alta elfa erizado en esa zona al mismo tiempo que en sus antebrazos. Algo no iba bien... absorta en sus pensamientos, se dio cuenta que nunca había percibido ese tipo de sensaciones antes... al menos no antes de aquel vívido sueño... entre brumas y espejos... donde un lazo entre madre e hijo pareció reforjarse...
La hechicera decidió quedarse en cubierta esperando a que el resto de marinos fueran descubiertos y detenidos, mientras dirigía su mirada al cielo abotargado de nubes oscuras, y dejándose empapar la cara con la fría lluvia del otoño. las siluetas formadas por los cúmulos que veía en la bóveda celeste se tornaron siniestras y retorcidas, ... como un mar de larvas cebándose en alguna presa, y pronto apartó la mirada para concentrarse en temas más mundanos.
Mientras un habilidoso e inteligente kenku, repasaba todos los anodinos papeles que el escritorio contenía, mantenía su vigilancia sobre el inerte cuerpo del capitán que descansaba inconsciente en su camastro a un metro escaso de él. Las heridas parecían bastante graves a pesar del tratamiento del sacerdote, y TocToc no parecía esta muy convencido de que éste fuera a despertarse alguna vez...
El fulgor de la caja metálica que descansaba bajo el elegante banco en el camarote del capitán, reflejó pulidos haces de luz con viveza causados por un lejano relámpago que iluminó la estancia a través de la puerta abierta... Ésto llamó la atención del hombre cuervo, puesto que hasta ahora, nadie se había preocupado por intentar descubrir que podría haber dentro... de una caja ... brillante...
Mientras Mablung se deslizaba hacia el bote para confirmar que tras los conjuros de "arreglo" del acólito, la embarcación aguantaría bien un viaje de regreso por sí misma, a pesar del impacto directo del explosivo hechizo de la que fue objetivo. Éste intentó buscar alguna pista de lo allí sucedido... aguantando con resignación el asco que le producía moverse por un suelo encharcado de casi más de dos centímetros de altura compuesto por sangre mezclada con agua y salitre, deslizándose con presteza, intento percibir cualquier detalle relevante que pudiera encontrar en aquella tumba flotante.
Empapado hasta los huesos, el apresado norteño observaba a Adriana moverse absorta en sus pensamientos por la cubierta principal, su mirada se tornó felina, casi como la de un depredador al mirarla directamente, no intentaba disimularlo, y Khalion conocía ese tipo de desafiante gesto nada más verlo... para el segundo de a bordo, la derrota que había sufrido bajo el engaño urdido por la capitana Betty no acababa sin más... nunca acabaría... al menos no para él ...
Rompiendo el incómodo silencio... Björn escupió al suelo y desvió su atención hasta Adso, que vigilaba junto a TocToc a los prisioneros intentando no destacar demasiado.
- ¡Muchacho! ... ¿No has pensado en unirte al bando de los contrabandistas? ... Te prometo emociones... y victorias... no todo son derrotas ... además te aseguro que follarás mucho más que con esos hábitos de palurdo virgen... y estás en la edad de follar ¿no? ¿Qué me dices? ...
El joven seguidor de Akadi se vió sorprendido por las crudas y directas palabras del musculoso marino, de rasgos aguileños y lengua viperina... éste, avergonzado, no pudo evitar por un único y efímero segundo dirigir su mirada hacia Adriana, mientras se ruborizada completamente...
- Yo... esto ... sólo sirvo a mi Diosa... tocar a una mujer es ofenderla ... eso nos enseñó nuestro superior... que en paz descanse... si es que lo que le pasa ahora le permite descanso alguno... lo siento ... creo que estoy hablando demasiado ...
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Adriana observaba el infinito sumergida en esa sensación perturbadora de malos presagios, anhelando abandonar la alta mar lo antes posible y llegar a tierra para finalizar la misión.
La inconfundible voz del segundo de a bordo rompió sus ensueños y Adriana se giró para mirarle. Desde que salieron del camarote del capitán y fue testigo del duelo con Godric, la hechicera había centrado su atención en otros menesteres, casi olvidándose de él. Ahora, le observaba fijamente, amarrado y empapado hasta los huesos; su piel, curtida por el salitre y la rudeza del mar se abría en diferentes zonas por las que brotaba la sangre que resbalaba y desaparecía gracias a la lluvia. La fiereza de su mirada y la incapacidad para moverse le recordaron a una gran bestia cautiva. Y quizá por eso, su atractivo se veía claramente incrementado ante la joven.
Adriana dirigió su mirada hacia Adso cuando éste intervino, siendo consciente de que las palabras de Börj perturbaban su inocente y frágil espíritu. Con tranquilidad, se acercó hacia el contrabandista para ayudar a desviar la atención del sacerdote. Se detuvo a su altura, mirándole a los ojos pero sin desafiarle, con un gesto grave, más que con miedo, con el respeto que un fiero y peligroso contrabandista podía generar en una delicada elfa de la corte.
Le habló, abandonando definitivamente el papel interpretado anteriormente, sin rastro de ironía o picardía en sus palabras, tal y como hubiera hecho Betty.
- Nuestra intención nunca ha sido haceros daño- le comentó, mientras su magia cerraba alguna de las heridas abiertas que presentaba en su cuerpo, tras una suave caricia en su hombro - y os entregaremos a las autoridades lo más ilesos posible, al menos mientras esté en mi mano - dijo intentando ser amable, separándose unos metros de él - Adso, por favor, ve con Godric, quizá necesiten un par de ojos más para encontrar las pertenencias de Dolfinus - le pidió, con la intención de que el muchacho abandonara aquella escena y evitar que, efectivamente, hablara más de la cuenta.
Los papeles parecían haber sido revisados ya y TocToc se limitaba a ojearlos y guardarlos en su zurrón. Con el rápido vistazo buscaba runas, mapas y claves que le ayudaran a desentrañar los misterios de los escritos de Sambalet. Pero el brillo del cofre le llamó la atención en mitad del saqueo de escritos.
Dibujo una runa delante de sus cuencas vacías y para detectar los objetos mágicos que pudiera haber en la habitación, después de todo parecía que sus compañeros no habían saqueado bien la habitación y se habían dejado al menos el cofre.
TocToc acudió al cofre y lo examino, buscando algún signo de trampas y se dispuso a abrirlo.
La runa no reveló nada nuevo o mágico en el camarote, probablemente la poción que se agenció Godric al registrar los cajones y la espada "Alure" eran los más que suficientes bienes de origen arcano a la vista, faltaría por conocer que había encontrado Mablung en las habitaciones del mago de a bordo... si es que no se le había escapado nada al druida por investigar, aunque había que reconocer que el elfo de los bosques tenía muy buena vista cuando ésta era requerida.
El kenku se percató rápidamente de que estaba cerrado, sin forzar demasiado la caja, y al manipularla para buscar cualquier signo de trampa... observó que está pesaba mucho más de lo que aparentaba, lo que indicaba un contenido posiblemente jugoso.
TocToc debe tirar un chequeo de Investigation con DC 12
[En la cubierta principal]
Adso no dudó en seguir las ordenes de la alta elfa, desapareciendo de inmediato por la misma puerta por la que previamente habían pasado el sacerdote y el extraño elfo. Mientras, Björn pareció encojerse aguantando un gesto de dolor cuando Adriana tocó levemente su contusionado hombro para sanar su herida... el calor de la magia no sólo pareció devolver la salud al norteño, sino que su mirada de desafío también pareció relajarse. Quizás su comportamiento animal, fuera el que seguía mandando dentro de su cabeza, pero no parecía estar al acecho de momento.
- Para tener una "intención de mantenernos ilesos"... no sois muy buenos en vuestro trabajo ...
El segundo de a bordo hecho un vistazo de reojo primero a la entrada del camarote del capitán, y seguidamente a los cuerpos de todos los marinos caídos, especialmente al contorsionado vigía que aún mantenía un horroroso rictus mortis que le mantenía en una posición imposible... y el envenenado Punketah, que yacía también en el suelo con un espasmódico cuerpo, heridas que parecían que casi le habían partido por la mitad y un reguero de espumarajos saliendo de su boca...
- No... no me encuentro muy bien ...
Uno de los marineros adyacentes a Björn, amarrado al mástil, pareció palidecer de inmediato... su rostro casi marmóreo pareció comenzar a sudar profusamente para terminar vomitando a sus pies chorro maloliente de bilis, ron mal destilado y los restos de un desayuno de dudosa procedencia... Su superior pareció sorprendido ante la velocidad a la que había enfermado su subordinado... pero se sorprendió aún más cuando comenzó a ver como los cadáveres de los caídos parecían haber comenzado una descomposición acelerada...
Varias larvas comenzarón a asomar por las bocas de los defenestrados marinos, dejando sólo en paz a los dos cuerpos que habían sido envenenados previamente por Ostor. Su piel pareció ajarse y momificarse parcialmente, pegándose a sus huesos como si algo los hubiera consumido....
- ¿Pero que hechicería es esta? Sabía que no debíamos aceptar ese pacto con la Baronesa... ha maldito el Barco...
[En el bote junto al "Fantasma del Mar"]
Mablung no parecía encontrar nada en la embarcación, y la presencia de la sangre mezclada con el agua marina le empezaba a ser cada vez más desagradable, decidido a rendirse y dejar la desapareción del contramaestre como un misterior a resolver para más adelante, se dispuso a volver de nuevo al barco a través de la escala que recorría parte del casco del "Fantasma del Mar".
Fue cuando lo vio... o eso le pareció... pues esa sombra pareció estar presente sólo durante unos segundos... Bajo la superficie del ajetreado mar, justo cerca del timón de popa donde el kenku había conducido el bote a través del laberinto de naufragios y hundimientos hasta este lugar, el elfo de los bosques vio una oscura silueta... era de gran tamaño, al menos tres metros de longitud,... y de forma desdibujada y borrosa. Sin duda... no era algo humano o humaníde... tenía una parte más ancha desde donde dos focos brillantes y rojos como ascuas encendidas parecían observarle devolviéndole la mirada... por debajo de esa gran protuberancia, parecía dividirse en decenas de retales oscuros... como si fueran múltiples extremedidades... o tentáculos... toda la forma le recordaba vagamente a la de un calamar gigante o quizás una medusa de inmensas proporciones...
Esos ojos rojos le atravesaban el mismo alma al mirarle... y cuando el druida intentó chillar de horror, la sombra desapareció alejándose por debajo de la linea de olas hacía el interior del mar, a una velocidad tan impresionante, que era imposible de alcanzar para cualquier criatura o ser vivo que él hubiera conocido... dejándole allí sólo de nuevo, ... sin tener claro si lo que habia visto era real, o fuente de su imaginación... que había jugado con las luces y sombras reflejadas sobre las azoradas aguas siendo la misma proyección del propio bote lo que había visto...
[En el camarote de Foul]
Adso, Delfinus y Godric echaron un rápido ojeada a la estancia de Foul, y salvo lo descrito la primera vez que se habían pasado por allí antes del rescate del elfo de las profundidades, lo único que destacaba era el cofre con refuerzos de latón que yacía debajo de la hamaca que usaba como lugar de descanso el contramaestre.
El semidesnudo elfo de tez azulada se acercó al contenedor, puesto que no veía otros lugares donde su equipo pudiera estar retenido en esa habitación, y se dispuso a abrirlo, pero emitió un suspiro de fustración cuando se percató de que el cofre estaba cerrado, y él, obviamente, no tenía la llave para introducir en la cerradura diseñada con el mismo metal que los refuerzos. Dirigiéndose al sacerdote, Dolfinus comenzó a hablar en un tono algo desesperado.
- ¿Alguno de tus amigos podría ayudarnos aquí? ...
Ante la marcha de los hombres lagarto y el documento improvisado, el antiguo cazahombres dibujó un símbolo en la hoja de rúbricas. Una serpiente enrollada, como un látigo, pero cerrando la continuidad mordiendo su propia cola. "Aviso" les repitió.. "dibujad esto y acudiré" tratando de hacerse entender con los los lagartos y su pequeña mascota dragón. Tras ello, extrajo la banda dorada que le reconocía como agente de Ghostfinger y por ende de la Corona y se la entregó "enseñar esto.. a los soldados".
La desaparición de Foul creo cierta angustia. Aquel desgraciado había hurgado con su garfio muy dentro de sus tripas haciéndole sentir una muerte inclemente. Que formara parte de los fondos marinos, vivo o muerto era la mejor de los finales. Pero la falta aún de marineros le hacía aumentar la cautela y guardia intensa. Y entonces vio aquella mirada en Bjorn.
-Precario acuerdo de mínimos que saltará por los aires como incumplas una coma.. -amenazó sin tapujos al antes segundo de abordo.. ahora por lo menos décimo en la nueva cadena de mando.-Haré por diez a tu hermano cualquiera de tus actos..
El empeoramiento de la mar y los cielos preocupó al ser celestial enviado a la tierra, no a las aguas -Toc-Toc.. ese golpe, esta mar, algo ha cambiado el rumbo? Podría estar comprometido el timón? -Tras lo cual acudió al puesto del timonel para comprobar si manipulando la enorme rueda afectaba en algo al barco o encontraba resistencias indebidas.
Cuando el córvido acudió al camarote y le vió manipular el cofre se ofreció para asistir o al menos, poner a disposición del agente sus herramientas y útiles.
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- Por fin... no podía evitar desviar la mirada de ese lugar... era como si tuviera gravedad propia...
Algo sorprendido... el elfo de tez azul pareció ignorar de momento esa extraña y aguda voz para centrarse en buscar sus pertenencias.
- Soy Delfinus, sé que es complicado quedarse con mi nombre ya que lo intentáis cambiar continuamente, pero... os agradezco la ayuda, preguntar será lo más inteligente, puesto que cuando me encerraron estaba semi-inconsciente y no recuerdo ni como me desposeyeron de todo hasta que abrí los ojos y me encontré ya prisionero.
Subiendo hasta la cubierta, Godric y TocToc comenzaron a trazar sus planes con Hisssss, ante la atenta mirada de su pseudodragón. Contestando primero al kenku acerca de la amenaza... el hombre lagarto señaló al mar, pero lejos hacie el oeste, más allá de Saltmarsh... e intento explicar el nombre y lo que les amenazaba pero era complicado para él puesto que la conversación se volvía abstracta.
- Ksssolk-lotah Bimz - el reptiliano miró a su mascota, Bimz, y señaló a TocToc... desperezándose, y estirando sus patas delanteras lentamente y sin prisa, para pasar a estirar las traseras arqueando su espalda y lanzando un efímero y contagioso bostezo, la pequeña criatura miró fijamente a los ojos del agente, y una serie de imágenes comenzaron a acudir a su mente. Vívidas y claras.
TocToc entró en un estado de visión, donde unas criaturas se abrían paso saliendo del mar, y se adentraban en los manglares, decenas de ellas, eras escamosas, y medio humanas, de varios tipos, y todas eran muy parecidas a las que asaltaron el templo de Akadi noches atrás... La visión paso repentinamente a otra donde ya todo el paisaje era pantano denso, allí podía ver lo que parecían restos de poblados muy tribales arrasados o ardiendo, y decenas de cadáveres de hombres lagarto masacrados... siendo arrastrados hacía el interior de las ciénagas a algún lugar desconocido...
El pequeño dragón extendió sus alas y revoloteo hasta aterrizar sobre el mapa que Godric había dibujado y TocToc había posteriormente corregido. Con su pequeña garra agarró el dedo de Godric que señalaba donde supuestamente estaban los hombres lagarto defendiendo, y lo dejó fijado en una posición cerca de los pantanos del oeste, esos que eran tan grandes que podrían constituir casi un pequeño país dentro del mismo Cormyr por méritos propios. Cuando el Bimz se cercioró que le estaban entendiedo, al menos parcialmente, él mismo señaló al tosco dibujo del monstruo que el sacerdote había dibujado y que se parecía más a una caricatura hecha por un crío de cinco años... asintiendo con la cabeza....
Ante la petición de TocToc de que uno de ellos viniera con ellos, Hisssss negó con la cabeza rotundamente.
- No tiempo Shhsks perder ....
Adriana y Delfinus habían llegado a la cubierta superior y el elfo marino suspiró aliviado al sentir el agua de la lluvia caer sobre él... observando con sus profundos ojos violáceos a todos y todo lo que estaba allí presente, se acercó al mástil donde todos los marinos estaban amarrados...
- Disculpad mis crueles captores... ¿Seríais tan amables de decidme donde se encuentran mis pertenencias? Creo que ahora que las tornas han girado completamente, es lo menos que podéis hacer para pagar vuestra deuda conmigo.
El silencio y el ulular del viento fueron su única respuesta.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Mablung siguió a sus compañeros a cubierta y tras escuchar las palabras del Hombre lagarto, una duda surgió en su mente ¿puede que los ataques estuviesen relacionado con la isla paraíso de los alquimistas?. Dirigiéndose al líder de los hombres lagarto puso su dedo sobre el mapa señalando la isla:- ¿Alguna amenaza desde aquí?.
Luego se volvió hacia los marineros y dijo con una sonrisa un tanto lobuna:- Tenemos dos opciones, le devolvéis el equipo u os empezamos a desnudar hasta encontrar entre lo que lleváis algo que le valga, vosotros elegís.
TocToc miró fijamente, inexpresivo y paralizado, al pseudodragón. Las imágenes que acababa de ver tuvieron un perturbador efecto en él. Había aceptado que ya nunca vería lejanos horizontes marítimos o extensas planicies pantanosas difuminadas con lóbrega niebla. Asistió a la conversación que siguió en piloto automático mientras consideraba las implicaciones de lo que acababa de ocurrir. Lentamente la comprensión de hizo que una sonrisa se dibujara en su córvido rostro.
Con una renovada energía asintió a los hombres lagarto y les hizo un gesto para que no partiesen de inmediato, pues en su agradecimiento por la revelación que acababa de experimentar se había decidió a ayudarles en la mayor de sus posibilidades.
- Su pueblo se enfrenta a las criaturas marítimas que atacaron el templo de Akadi. Si las palabras del alquimista son coherentes, esos seres marítimos no pertenecen a la misma facción que el heraldo. Es confuso. Pero debemos ayudarles. - Dijo a sus compañeros.
Después, volviéndose hacia el hombre lagarto dijo, sin esperar a un acuerdo del resto de agentes. – Llevaos cuanto necesitéis. Gesto de buena voluntad del Reino de Cormyr y de la ciudad de Saltmarsh. Además… - Extrayendo de su zurrón les ofreció una poción de curación y la poderosa “bead of force”.
- Ayudara contra seres del mar. Además, pergamino…
Se adentro en el camarote del capitán para escribir un pergamino. Por desgracia no había visto la firma de Bastianes para falsificarla, así que se limitó a forma el mismo.
“El hombre lagarto portador de este pergamino y su comitiva tienen salvo conducto para realizar negociaciones con los dirigentes de Saltrmarsh y Gostfinger. Firmado por los agentes de la corona de Cormyr de Gostfinger”
Tras un momento salio del camarote y se lo pasoo a sus compañeros para que lo firmasen.
Escribo por Leobald tambien que es el unico que sabe que los hombres lagarto se llevan uno de los dicumentos.
Mientras TocToc se adentraba en el camarote Leobald se acerco al Hiss y le pidió el pargamino con pedidos que se había guardado Hiss obtenido en el cmarote. – Dejanos copiarlo. Esa información es vital para detener a estos contrabandistas.
Zevatur, Rolthos
Mientras el kenku se perdía en el camarote del capitán Godric, que suspiró aliviado al comprender que su primera impresión había sido la correcta, unió con un círculo en su tosco dibujo al asentamiento humano y al lugar donde habían señalado que estaba el poblado de los hombre-lagarto.
- Vosotros - dijo señalando a Hissss y el poblado en el mapa - Nosotros - repitió el gesto señalándole a él y a Saltmarsh. - Juntos contra ellos. - Y tachó el pobre dibujo de los seres de las profundidades. - Nosotros hablar con líderes humanos. Defended pueblo - les dijo y se dispuso a ayudarles a botar el bote
Godric miró el documento y luego a Toc-Toc. Se acercó al emprendedor córvido y le dijo al oído.
- Toc-Toc no creo que tengamos esa autoridad, ni ninguna en realidad. Tus intenciones son buenas, las mejores, pero supongo que para conseguir tal salvoconducto para nuestros aliados deberíamos hablar con los dirigentes de Saltmarsh o incluso Bastianes... -
PbP Character: A few ;)
TocToc suspiró ante las palabras de Godric, el menosprecio por parte de humanos a su entendimiento lo había experimentado en muchas ocasiones. No se molestó, pero dudo un momento sobre si explicarse o no. - Ya se que nuestra autoridad posiblemente no llegue hasta esto. Pero... - Pauso un momento - A veces hay que actuar primero y pedir permiso después. Si las autoridades deciden que no desean la alianza con los hombres lagarto, serán nuestros enemigos y por tanto el pergamino permitirá capturar algunos. Si por el contrario deciden que si la desean, el pergamino ofrecerá un nexo de unión. Y respecto a la legalidad... ¿Que nos van a hacer si es ilegal expedir salvoconductos? Alargar nuestra condena un año más... No, hazte a la idea de que haremos misiones hasta que muramos.
Tras explicarse reflexionó un momento y se dirigió a Hisss. - Salvoconducto para hablar alianza. Mejor Gosthfinger. No completamente seguro. - Dijo no queriendo llevar a engaño a los hombres lagarto.
Zevatur, Rolthos
Los marineros amarrados al mástil miraron con un profundo odio al druida, el desprecio era tal, que casi podía tocarse con los dedos de las manos, ... un gargajo pustulento con hedor a ron barato y caries voló de la boca de uno de los prisioneros para intentar aterrizar en el rostro de Mablung.
Escupitajo Volador hit rate: 5
El salivazo ni siquiera rozó al elfo de los bosques, que observó de reojo como caía al suelo y se borraba bajo la perenne lluvia sin moverse ni un ápice de su posición. Antes de que las cosas fueran a más, Björn intervino para intentar calmar la situación.
- De ese elfo pecadilla se encargó Foul el contramaestre, preguntadle a él... seguro que coopera.
Mientras todo esto ocurría, TocToc se había acercado a Hissss para pedirle el documento que se había agenciado previamente en el despacho del capitán, arrugó sus ojos intentando entender lo que el pequeño ser alado le estaba pidiendo, el líder de los hombres lagarto había estado contento y agradecido de las últimas palabras del kenku dándoles carta abierta para recoger las armas y todo lo que se estaban llevando.
El pequeño Bimz pareció intervenir de nuevo, mirando a su "dueño" con sus profundos ojos dracónidos, y HIssss pareció entender... pero negó con la cabeza en un principio... el pequeño dragoncito pareció impacientarse, y volvió a concentrar su mirada en el reptiliano, que finalmente accedió con un gesto torcido de sus potentes mandíbulas plagadas de afilados dientes. Sacando con sumo cuidado el pergamino se lo tendió a TocToc extendiéndolo y protegiéndolo de la lluvia, pero sin soltarlo... su mano izquierda se aferraba a uno de sus extremos con fuerza.
Cuando la extraña pareja acabó su intercambio de información, Hisssss atendió a las explicaciones estratégica de Godric, al que parecía entender mejor y no necesitaba la traducción mental de su "mascota". El líder reptiliano asintió con la cabeza dando a entender que estaba de acuerdo con un apoyo conjunto para defenderse de las hordas subacuáticas. Fue entonces cuando el fornido hombre lagarto añadió algo más... señalando el medallón de Godric, volvió a señalar después un lugar en el torpe mapa caligrafiado por el sacerdote y corregido por TocToc... con torpeza... Hisssss agarró la pluma y dibujó algo parecido a una torre en mitad de la nada, rodeada de pantano por todos lados.... el dibujo era nefasto... pero más que torre parecía una ruina...
Al acabar, agarró el pergamino que le había tendido TocToc y tras una nueva "traducción" de Bimz, el líder lagarto agachó la cabeza ante su nuevo córvido aliado y se dispuso a acabar con sus tareas de carga, moviendo la barcaza auxiliar cargada hasta arriba con ayuda de sus dos compañeros y arrastrándola hasta el mar para disponerse a marcharse.
Necesito saber quien finalmente ha firmado ese documento.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Un gruñido salvaje subió por la garganta del druida, pero las palabras de Bjorn le tranquilizaron.- Revisa su camarote- dijo mirando al elfo marino.
Volviéndose a Toc Toc dijo:- No voy a firmar nada en nombre de otros y si los idiota de Saltmarh deciden enfrentarse a ellos, que tengan suerte. Por mí parte sabiendo que no van a atacar a las pequeñas poblaciones de campesinos de los alrededores me conformo.-
-Pero si que coincido en que Ghostfinguer debería de ser informado de los ataques y de esas ruinas que menciona-
Adriana dirigió una dura mirada al aire cuando escuchó la estridente voz del diablillo que reconoció al momento, en la dirección en la que creía haberle detectado pero sin éxito de encontrarle. Frunció el ceño en señal de molestia y desaprobación ante aquel comentario completamente fuera de lugar hacia el elfo marino, que le parecía una falta de respeto y de educación. Sin decir palabra, subió las escaleras, preguntándose cómo iba a ser capaz de convivir con aquel maligno ser si esa era la intención de Godric. Le parecía del todo una idea descabellada.
Una vez en cubierta, se mantuvo en un discreto segundo plano escuchando la información de los hombres lagarto y las intenciones de Toctoc. Cuando llegó su turno, recogió entre sus manos el pergamino y leyó detenidamente el escrito. Miró a Toctoc y a los hombres lagarto alternativamente y se dirigió a su amigo córvido.
- Toctoc, como bien dice Godric, tus intenciones son de admirar, pero lamento tener que rechazar plasmar mi rúbrica en este documento. No solo no tenemos autoridad para algo así, si no que nuestra firma en este texto puede ser interpretada como desobediencia e incluso suplantación y apropiación indebida de poderes que no nos son lícitos, dejándonos en una situación muy complicada a las puertas de un juicio en el que podemos terminar en la horca. Estoy segura de que con el diálogo podremos llegar a un acuerdo con Bastianes para ayudarles de la mejor manera posible.
Con un suspiro, lamentando decepcionar a su compañero pero sabiendo que hacía lo correcto, tendió el pergamino al siguiente.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Godric asintió a Hissss y pese a su limitada comunicación le agradeció la información sobre lo que parecían ser unas ruinas de algún templo de Lathander.
Intentó recordar si había algún templo en aquella zona del Dios de la Mañana mientras decía al elfo marino.
- No sé cuál es ese camarote ni quién es ese Foul. pero te acompaño - se ofreció. Ayudaría a los hombres-lagarto, pero nunca fue especialmente bueno cargando cosas y en su actual estado sería más un estorbo.
PbP Character: A few ;)
TocToc asintió y saludó al hombre lagarto y su mascota con respeto. Se iban a enfrentar a encarnizadas luchas y dudaba de su supervivencia. Pero confió que la perla y la poción inclinasen la balanza y Hisss sobreviviese a los combates con los seres de las profundidades.
Concluido el intercambio consideró cual eran los siguientes pasos. Mientras pensaba echó una mirada a su bandada, no había recibido mucho apoyo de sus compañeros en su intento de la forja de la alianza, pero parecía que a pesar de ello si había dado buenos resultados.
Observando el barco constreñido por el escaso radio de su recientemente cercenada visión se dio cuenta de lo precario de la situación. Intentar llevar el barco a buen puerto parecía un problema con su escaso radio de visión. Por otro lado el bote era demasiado pequeño para todos ellos y las mercancías. Y si quedaban marineros que no habían encontrado y estos liberaban a los contrabandistas tendrían un problema.
Mientras examinaba el barco y sopesaba la posibilidad de conducirlo a puerto pregunto. - ¿Quedan aún marineros en el barco? – Esperando que alguien supiese dar una respuesta.
Zevatur, Rolthos
Mientras TocToc esperaba una respuesta que no llegaba y su pregunta se quedaba suspendida en el húmedo aire, el navío se inclinó fuertemente hacia babor, algo que ni los marineros, ni el veterano kenku apenas percibieron acostumbrados al constante movimiento del barco, incluso en tormentas. Sin embargo esto si fue notado por todos los demás, que tuvieron que detenerse en seco para mantener el equilibrio durante unos segundos...
El empeoramiento del temporal aceleró la partida de los hombres lagarto, que despidiéndose alzando las armas desde su bote, comenzaron a remar con bastante maestría a través del agresivo oleaje en dirección este, más allá de Saltmarsh y hacía los pantanos más profundos.
Tras percatarse que todo volvía a balancearse como tocaba, la lluvia comenzó a arreciar más fuerte, y los vientos, ya de por sí con una fuerza elevada, soplaban con más intensidad bajo un cielo encapotado de nubes que se ennegrecían por momentos. Godric, el elfo marino y Adriana aceleraron su paso y se adentraron descendiendo las escaleras hasta el camarote de Foul, donde la puerta corredera secreta aparecía totalmente deslizada sobre sí misma mostrando el estrecho cubículo y las cadenas que habían apresado a Dolfinus.
La habitación seguía prácticamente igual de como la habían dejado, estaba la mesa de madera lisa sobre la que se encontraban una jarra llena de sidra aromatizada y una taza de peltre. Junto a la mesa había una silla de madera, y sobre ella colgaba el típico farol con capucha apagado. También, pendiendo del techo, en el extremo de popa del camarote, una gran jaula con la puerta abierta, presidía ese ala de la estancia. Junto al casco se apostillaba una hamaca de gran tamaño y de aspecto cómodo. Debajo de ella se podía vislumbrar claramente un cofre de estilo marino en madera y forrado de latón. Éste era bastante grande y parecía la única opción aparente donde el equipo del elfo de tez azulada podría estar escondido.
Tras unos minutos después de la partida de los reptilianos y cuando solo quedaban Mablung, Khalion y TocToc en la cubierta vigilando a los presos, Adso, que parecía también moverse con cierta soltura por un barco que tendía a balancearse cada vez con más frecuencia, miró horrorizado al otro bote, desde el cual habían venido, y donde había combatido con su potencial orondo asesino. Corriendo hasta los agentes, el adolescente señaló con su mano en dirección al bote, que no era visible desde la cubierta a no ser que te asomaras directamente desde las barandillas de babor.
- No está... el cuerpo del contramaestre... ha desaparecido... sólo queda su sangre...
La desaparición del "cadáver" ocurre entre los intervalos donde Khalion se asoma para echar un vistazo... Los Hombres lagarto no deberían haber intervenido en ese tema para nada, puesto que se marcharon por el lado opuesto del barco y se perdieron remando en dirección este.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
-¿Puede que se haya caído del bote con el temporal?- pregunto el druida a Adso mientras se acercaba a la borda del barco para examinar desde arriba el bote.
-¿Porque estaba muerto, no?- inquirió mirando al adolescente.
Tirada de percepción hecha por la app
Adso se encogió de hombros ante el interrogatorio del hosco elfo de los bosques, que de algún modo intimidaba sobremanera al zagal y evitaba mirarle directamente a los ojos cuando le respondía.
- Debería estarlo sí, el hombre lagarto que me ... salvó ... no dejó mucho para la imaginación ... le rebanó las tripas con esa espada serrada que usan y parte de ellas se desparramaron sobre el bote antes de que cayera bocabajo sobre sus propias entrañas... no me parecía que ese tipo de heridas fueran muy compatibles con la vida, y eso sin contar la masiva pérdida de sangre... yo diría que si estaba más que muerto... pero no soy un experto en el campo por desgracia, no como maese Godric. Le pido perdón señor... debí estar más atento al bote... puesto que parece nuestra herramienta para salir de aquí...
El acólito bajó la cabeza algo avergonzado mientras Mablung oteaba el ajetreado mar y su alterado oleaje pegado a la barandilla de babor sin ver rastros del contramaestre... ni vivo ni muerto...
" ¡Oh la Oscuridad...! "
El hombre cuervo gruñó con frustración. Parecía que sus compañeros le ignoraban y además preferían saquear los camarotes. Echó un vistazo al camarote del capitán, donde los documentos más relevantes para su misión yacían desatendidos. Decidió dedicar su atención a dichos documentos lo antes posible y dejar a los marineros capturados en la custodia de Khalion y Mablung cuando escuchó el alarmante aviso de Adso.
Suspiró. Posiblemente había más marineros y había que investigar más, pero no se podía dejar a los marineros presos desatendidos o podrían desaparecer como ya lo había hecho el presunto cadáver.
- ¿Khalion Mablung, uno de vosotros quiere investigar qué pasa? Yo de momento me quedo vigilando los marineros presos, al menos otro otro debería quedarse aquí también.
Leobald asintió. - Yo me quedo vigilandoles
Zevatur, Rolthos
-Voy a bajar al bote a ver si veo algo, que alguno me cubra desde arriba- dijo a sus compañeros mientras descencia por la escala al bote.
Una vez en el bote busco rastros de arrastre o algúna pista para esclarecer lo que había pasado con el cuerpo del contramaestre.
Adriana se detuvo en seco justo antes de bajar al camarote de Foul acompañando a Godric y a Dolfinus, ... justo coincidiendo con el fuerte azote que recibió el barco por el oleaje y que le obligó a sujetarse agarrándose al dintel de la puerta. Un escalofrío había recorrido su columna, dejando el delicado bello de la alta elfa erizado en esa zona al mismo tiempo que en sus antebrazos. Algo no iba bien... absorta en sus pensamientos, se dio cuenta que nunca había percibido ese tipo de sensaciones antes... al menos no antes de aquel vívido sueño... entre brumas y espejos... donde un lazo entre madre e hijo pareció reforjarse...
La hechicera decidió quedarse en cubierta esperando a que el resto de marinos fueran descubiertos y detenidos, mientras dirigía su mirada al cielo abotargado de nubes oscuras, y dejándose empapar la cara con la fría lluvia del otoño. las siluetas formadas por los cúmulos que veía en la bóveda celeste se tornaron siniestras y retorcidas, ... como un mar de larvas cebándose en alguna presa, y pronto apartó la mirada para concentrarse en temas más mundanos.
Mientras un habilidoso e inteligente kenku, repasaba todos los anodinos papeles que el escritorio contenía, mantenía su vigilancia sobre el inerte cuerpo del capitán que descansaba inconsciente en su camastro a un metro escaso de él. Las heridas parecían bastante graves a pesar del tratamiento del sacerdote, y TocToc no parecía esta muy convencido de que éste fuera a despertarse alguna vez...
El fulgor de la caja metálica que descansaba bajo el elegante banco en el camarote del capitán, reflejó pulidos haces de luz con viveza causados por un lejano relámpago que iluminó la estancia a través de la puerta abierta... Ésto llamó la atención del hombre cuervo, puesto que hasta ahora, nadie se había preocupado por intentar descubrir que podría haber dentro... de una caja ... brillante...
Mientras Mablung se deslizaba hacia el bote para confirmar que tras los conjuros de "arreglo" del acólito, la embarcación aguantaría bien un viaje de regreso por sí misma, a pesar del impacto directo del explosivo hechizo de la que fue objetivo. Éste intentó buscar alguna pista de lo allí sucedido... aguantando con resignación el asco que le producía moverse por un suelo encharcado de casi más de dos centímetros de altura compuesto por sangre mezclada con agua y salitre, deslizándose con presteza, intento percibir cualquier detalle relevante que pudiera encontrar en aquella tumba flotante.
Mablung que tire Investigation
Empapado hasta los huesos, el apresado norteño observaba a Adriana moverse absorta en sus pensamientos por la cubierta principal, su mirada se tornó felina, casi como la de un depredador al mirarla directamente, no intentaba disimularlo, y Khalion conocía ese tipo de desafiante gesto nada más verlo... para el segundo de a bordo, la derrota que había sufrido bajo el engaño urdido por la capitana Betty no acababa sin más... nunca acabaría... al menos no para él ...
Rompiendo el incómodo silencio... Björn escupió al suelo y desvió su atención hasta Adso, que vigilaba junto a TocToc a los prisioneros intentando no destacar demasiado.
- ¡Muchacho! ... ¿No has pensado en unirte al bando de los contrabandistas? ... Te prometo emociones... y victorias... no todo son derrotas ... además te aseguro que follarás mucho más que con esos hábitos de palurdo virgen... y estás en la edad de follar ¿no? ¿Qué me dices? ...
El joven seguidor de Akadi se vió sorprendido por las crudas y directas palabras del musculoso marino, de rasgos aguileños y lengua viperina... éste, avergonzado, no pudo evitar por un único y efímero segundo dirigir su mirada hacia Adriana, mientras se ruborizada completamente...
- Yo... esto ... sólo sirvo a mi Diosa... tocar a una mujer es ofenderla ... eso nos enseñó nuestro superior... que en paz descanse... si es que lo que le pasa ahora le permite descanso alguno... lo siento ... creo que estoy hablando demasiado ...
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Adriana observaba el infinito sumergida en esa sensación perturbadora de malos presagios, anhelando abandonar la alta mar lo antes posible y llegar a tierra para finalizar la misión.
La inconfundible voz del segundo de a bordo rompió sus ensueños y Adriana se giró para mirarle. Desde que salieron del camarote del capitán y fue testigo del duelo con Godric, la hechicera había centrado su atención en otros menesteres, casi olvidándose de él. Ahora, le observaba fijamente, amarrado y empapado hasta los huesos; su piel, curtida por el salitre y la rudeza del mar se abría en diferentes zonas por las que brotaba la sangre que resbalaba y desaparecía gracias a la lluvia. La fiereza de su mirada y la incapacidad para moverse le recordaron a una gran bestia cautiva. Y quizá por eso, su atractivo se veía claramente incrementado ante la joven.
Adriana dirigió su mirada hacia Adso cuando éste intervino, siendo consciente de que las palabras de Börj perturbaban su inocente y frágil espíritu. Con tranquilidad, se acercó hacia el contrabandista para ayudar a desviar la atención del sacerdote. Se detuvo a su altura, mirándole a los ojos pero sin desafiarle, con un gesto grave, más que con miedo, con el respeto que un fiero y peligroso contrabandista podía generar en una delicada elfa de la corte.
Le habló, abandonando definitivamente el papel interpretado anteriormente, sin rastro de ironía o picardía en sus palabras, tal y como hubiera hecho Betty.
- Nuestra intención nunca ha sido haceros daño - le comentó, mientras su magia cerraba alguna de las heridas abiertas que presentaba en su cuerpo, tras una suave caricia en su hombro - y os entregaremos a las autoridades lo más ilesos posible, al menos mientras esté en mi mano - dijo intentando ser amable, separándose unos metros de él - Adso, por favor, ve con Godric, quizá necesiten un par de ojos más para encontrar las pertenencias de Dolfinus - le pidió, con la intención de que el muchacho abandonara aquella escena y evitar que, efectivamente, hablara más de la cuenta.
Cure Wounds a Börj: 9
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Los papeles parecían haber sido revisados ya y TocToc se limitaba a ojearlos y guardarlos en su zurrón. Con el rápido vistazo buscaba runas, mapas y claves que le ayudaran a desentrañar los misterios de los escritos de Sambalet. Pero el brillo del cofre le llamó la atención en mitad del saqueo de escritos.
Dibujo una runa delante de sus cuencas vacías y para detectar los objetos mágicos que pudiera haber en la habitación, después de todo parecía que sus compañeros no habían saqueado bien la habitación y se habían dejado al menos el cofre.
TocToc acudió al cofre y lo examino, buscando algún signo de trampas y se dispuso a abrirlo.
Zevatur, Rolthos
[En el camarote del capitán]
La runa no reveló nada nuevo o mágico en el camarote, probablemente la poción que se agenció Godric al registrar los cajones y la espada "Alure" eran los más que suficientes bienes de origen arcano a la vista, faltaría por conocer que había encontrado Mablung en las habitaciones del mago de a bordo... si es que no se le había escapado nada al druida por investigar, aunque había que reconocer que el elfo de los bosques tenía muy buena vista cuando ésta era requerida.
El kenku se percató rápidamente de que estaba cerrado, sin forzar demasiado la caja, y al manipularla para buscar cualquier signo de trampa... observó que está pesaba mucho más de lo que aparentaba, lo que indicaba un contenido posiblemente jugoso.
[En la cubierta principal]
Adso no dudó en seguir las ordenes de la alta elfa, desapareciendo de inmediato por la misma puerta por la que previamente habían pasado el sacerdote y el extraño elfo. Mientras, Björn pareció encojerse aguantando un gesto de dolor cuando Adriana tocó levemente su contusionado hombro para sanar su herida... el calor de la magia no sólo pareció devolver la salud al norteño, sino que su mirada de desafío también pareció relajarse. Quizás su comportamiento animal, fuera el que seguía mandando dentro de su cabeza, pero no parecía estar al acecho de momento.
- Para tener una "intención de mantenernos ilesos"... no sois muy buenos en vuestro trabajo ...
El segundo de a bordo hecho un vistazo de reojo primero a la entrada del camarote del capitán, y seguidamente a los cuerpos de todos los marinos caídos, especialmente al contorsionado vigía que aún mantenía un horroroso rictus mortis que le mantenía en una posición imposible... y el envenenado Punketah, que yacía también en el suelo con un espasmódico cuerpo, heridas que parecían que casi le habían partido por la mitad y un reguero de espumarajos saliendo de su boca...
- No... no me encuentro muy bien ...
Uno de los marineros adyacentes a Björn, amarrado al mástil, pareció palidecer de inmediato... su rostro casi marmóreo pareció comenzar a sudar profusamente para terminar vomitando a sus pies chorro maloliente de bilis, ron mal destilado y los restos de un desayuno de dudosa procedencia... Su superior pareció sorprendido ante la velocidad a la que había enfermado su subordinado... pero se sorprendió aún más cuando comenzó a ver como los cadáveres de los caídos parecían haber comenzado una descomposición acelerada...
Varias larvas comenzarón a asomar por las bocas de los defenestrados marinos, dejando sólo en paz a los dos cuerpos que habían sido envenenados previamente por Ostor. Su piel pareció ajarse y momificarse parcialmente, pegándose a sus huesos como si algo los hubiera consumido....
- ¿Pero que hechicería es esta? Sabía que no debíamos aceptar ese pacto con la Baronesa... ha maldito el Barco...
[En el bote junto al "Fantasma del Mar"]
Mablung no parecía encontrar nada en la embarcación, y la presencia de la sangre mezclada con el agua marina le empezaba a ser cada vez más desagradable, decidido a rendirse y dejar la desapareción del contramaestre como un misterior a resolver para más adelante, se dispuso a volver de nuevo al barco a través de la escala que recorría parte del casco del "Fantasma del Mar".
Fue cuando lo vio... o eso le pareció... pues esa sombra pareció estar presente sólo durante unos segundos... Bajo la superficie del ajetreado mar, justo cerca del timón de popa donde el kenku había conducido el bote a través del laberinto de naufragios y hundimientos hasta este lugar, el elfo de los bosques vio una oscura silueta... era de gran tamaño, al menos tres metros de longitud,... y de forma desdibujada y borrosa. Sin duda... no era algo humano o humaníde... tenía una parte más ancha desde donde dos focos brillantes y rojos como ascuas encendidas parecían observarle devolviéndole la mirada... por debajo de esa gran protuberancia, parecía dividirse en decenas de retales oscuros... como si fueran múltiples extremedidades... o tentáculos... toda la forma le recordaba vagamente a la de un calamar gigante o quizás una medusa de inmensas proporciones...
Esos ojos rojos le atravesaban el mismo alma al mirarle... y cuando el druida intentó chillar de horror, la sombra desapareció alejándose por debajo de la linea de olas hacía el interior del mar, a una velocidad tan impresionante, que era imposible de alcanzar para cualquier criatura o ser vivo que él hubiera conocido... dejándole allí sólo de nuevo, ... sin tener claro si lo que habia visto era real, o fuente de su imaginación... que había jugado con las luces y sombras reflejadas sobre las azoradas aguas siendo la misma proyección del propio bote lo que había visto...
[En el camarote de Foul]
Adso, Delfinus y Godric echaron un rápido ojeada a la estancia de Foul, y salvo lo descrito la primera vez que se habían pasado por allí antes del rescate del elfo de las profundidades, lo único que destacaba era el cofre con refuerzos de latón que yacía debajo de la hamaca que usaba como lugar de descanso el contramaestre.
El semidesnudo elfo de tez azulada se acercó al contenedor, puesto que no veía otros lugares donde su equipo pudiera estar retenido en esa habitación, y se dispuso a abrirlo, pero emitió un suspiro de fustración cuando se percató de que el cofre estaba cerrado, y él, obviamente, no tenía la llave para introducir en la cerradura diseñada con el mismo metal que los refuerzos. Dirigiéndose al sacerdote, Dolfinus comenzó a hablar en un tono algo desesperado.
- ¿Alguno de tus amigos podría ayudarnos aquí? ...
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Ante la marcha de los hombres lagarto y el documento improvisado, el antiguo cazahombres dibujó un símbolo en la hoja de rúbricas. Una serpiente enrollada, como un látigo, pero cerrando la continuidad mordiendo su propia cola. "Aviso" les repitió.. "dibujad esto y acudiré" tratando de hacerse entender con los los lagartos y su pequeña mascota dragón. Tras ello, extrajo la banda dorada que le reconocía como agente de Ghostfinger y por ende de la Corona y se la entregó "enseñar esto.. a los soldados".
La desaparición de Foul creo cierta angustia. Aquel desgraciado había hurgado con su garfio muy dentro de sus tripas haciéndole sentir una muerte inclemente. Que formara parte de los fondos marinos, vivo o muerto era la mejor de los finales. Pero la falta aún de marineros le hacía aumentar la cautela y guardia intensa. Y entonces vio aquella mirada en Bjorn.
-Precario acuerdo de mínimos que saltará por los aires como incumplas una coma.. -amenazó sin tapujos al antes segundo de abordo.. ahora por lo menos décimo en la nueva cadena de mando.-Haré por diez a tu hermano cualquiera de tus actos..
El empeoramiento de la mar y los cielos preocupó al ser celestial enviado a la tierra, no a las aguas -Toc-Toc.. ese golpe, esta mar, algo ha cambiado el rumbo? Podría estar comprometido el timón? -Tras lo cual acudió al puesto del timonel para comprobar si manipulando la enorme rueda afectaba en algo al barco o encontraba resistencias indebidas.
Cuando el córvido acudió al camarote y le vió manipular el cofre se ofreció para asistir o al menos, poner a disposición del agente sus herramientas y útiles.