Agradeciendo a Leobald el gesto y el apoyo le respondió mientras realizaba los que luego resultarían infructuosos preparativos. - No lo llamaría exactamente visión. Pero todo lo que está más allá de unos 35 pasos es oscuridad total para mí.
120 feet o 36.58 metros
Con un suspiro sacó su ballesta e hizo un gesto para empezar a adentrarse en la cueva. - No creo que podamos coger a las criaturas por sorpresa teniendo en cuenta que llevaremos luz y ellas estarán acostumbradas a ver en la oscuridad. Pero puedo adelantarme un poco para intentar ver si nos tienen una emboscada. - Dijo con algo de reticencia la idea de exponerse n le hacia nada de gracia, pero no veía una buena probabilidad de que el grupo fuese sigiloso en la oscuridad de la gruta.
A pesar de las reticencias del valeroso kenku, y que tras la inicial inhalación de humo, no se encontraba en su mejor momento tras no poder contener unas toses secas causadas por su irritado gaznate de ave, el hombre cuervo volvió a embutirse en su capa, que desprendía aún cierto tufo a maleza quemada, perdiéndose en las sombras avanzando por la oscura caverna que tenía más adelante...
Sus compañeros parecieron no reaccionar a tiempo ante el impetuoso pronto explorador de su compañero fiel a su imagen de eficiente agente emplumado y se quedaron discutiendo de nuevo posibles estrategias a seguir para cubrir cualquier imprevisto futuro... dejando sólo a su aliado, con total indiferencia hacia su seguridad.
TocToc discurrió por el corredor natural que según se adentraba en la roca madre, parecía conservar la humedad del exterior, como si la misma piedra exudara gotas de agua que recorrían sus paredes formando pequeños charcos en el piso. Un rocío mortecino y cuyo único propósito parecía ser complicar el recorrido gracias a provocar resbaladizas e inseguras superficies. Tras varios minutos de avance y unos centenares de metros recorridos bajo su espalda en total soledad, acompañado unicamente quizás por algún carraspeo o tos esporádica... la caverna se abrió repentinamente ante los inexistentes ojos del kenku. Sin duda la nueva cámara parecía ser de unas proporciones cicloipeas, y grandes partes de su área escapaban al escrutinio del curioso agente, al yacer más lejos de lo que su capacidad de visión le permitía.
Todo parecía silencioso, y la presencia de más salidas no eran visibles para el limitado explorador, que perdía efectividad en terrenos abiertos... Intentando no generar demasiado ruido, y sin dejar de revisar las paredes cercanas, dejando por imposible la parte superior, puesto que el techo también se elevaba mucho más de su capacidad de escrutinio, su cuidadoso avance a través de la amplia caverna concedió su recompensa.
En lo que parecía el centro de la cavidad, una estructura hexagonal construída en una extraña roca oscura parecía elevarse varios metros sobre el nivel del suelo, y lo más curioso, es que esa construcción, tenía adherida una serie de edificaciones anexas manufacturadas en madera... con ciertas estructuras que recordaban las de un viejo galeón... es como si alguien hubiera desmantelado un gran navío para aprovechar sus partes, como los mascarones de poa y popa o los mástiles y los hubiese añadido a la arquitectura hexagonal de la extraña construcción. Incluso en uno de los extremos del extraño templo subterráneo, aún podía leerse el nombre de la embarcación original... "El Emperador de las Olas". Unas ominosas escaleras de piedra parecían conducir directamente a la techumbre de la estructura original, puesto que a ras de suelo, no parecía percibirse ningún acceso al interior.
El sepulcral silencio comenzó a ser insidiosamente inquietante para TocToc, ... que tenía que decidir si volvía a describir lo descubierto hasta ahora a sus compañeros... o seguir por su cuenta para intenta extraer algo más de información.
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La picazón no solo le irritó la garganta, y con mal humor avanzo solo. Pero al llegar hasta la gran abertura se olvidó de la picazón cuando nuevas implicaciones de su nueva ceguera de lejos se hicieron evidentes. No podía cumplir su función con eficacia y se le podían escapar detalles imprescindibles. Sin embargo, tras un momento de dolor en el que no pudo evitar llevarse la mano a los ojos, siguió explorando.
La construcción le llamo la atención, se detuvo a admirar los restos de los navíos y olfateó el aire que le llevó impresiones de salitre reseco. Quizás en el pasado se hubiese decidido a explorar la exótica construcción. Le recordaba en parte las construcciones de sus congéneres y despertaba su curiosidad. Pero tras un momento de duda agachó la cabeza con resignación, no se sentía capaz. Empezó a andar hacia sus compañeros con pasos lentos, sin descuidar su sigilo. Se detuvo un momento para echar un vistazo atrás, para escuchar y olfatear el aire. Después retomó su regreso.
Percepcion: 13
Puedo tirar algo para ver si me suena "El Emperador de las Olas"?
Si puedo regresar:
El pasillo continua varios cientos de metros y al final hay una gran sala que no puedo percibir por completo. En el centro hay una construcción hexagonal hecha de oscura piedra y adherida ella unas pequeñas edificaciones hechas de madera de un antiguo barco, “El emperador de las olas”.
Leobald observó la precipitada iniciativa de Godric enarcando una ceja. Y sin embargo estaban de acuerdo, Toctoc tardaba demasiado. Con un nuevo suspiro, sus cansadas articulaciones se pusieron en movimiento para brindar escudo a Adriana, ahora sin la protección del pasional joven clérigo.
—Godric tiene razón. Vayamos con cuidado, juntos —comentó a Adriana y los demás mientras esperaba que la elfa emprendiera la marcha junto a él.
La luz de la piedra mágica alumbraba sus pasos en medio de la oscuridad del túnel. Avanzaban atentos a cada movimiento en paredes y techo, con la esperanza de alcanzar al acólito lo antes posible. Era evidente que no le preocupaba tanto no hacer ruido como el ser sorprendidos.
Adriana torció el gesto mientras se tocaba nerviosamente las manos al descubrir que la treta del fuego no había surtido efecto. Permanecía aún fuera de la caverna con Godric, a una distancia prudencial esperando la aparición de cualquier bicho, cuando TocToc decidió adentrarse solo para echar un vistazo.
Mientras esperaba preocupada, se recostó en una de las rocas para descansar. Observó a sus compañeros en silencio, y su mirada volvió a recorrer aquella caverna húmeda y misteriosa, las aguas oscuras en calma y la pequeña playa. Observó a sus pequeñas amigas que olfateaban el ambiente sin atreverse a separarse demasiado de su lado; ellas también parecían inquietas.
Los minutos pasaban lentos y tediosos, sin señal alguna de la vuelta de Toctoc. Por fin Godric tomó la decisión de adentrarse en su búsqueda. Permanecer allí más tiempo era inútil, por poco que les gustara, debían seguir los pasos de su compañero. Se levantó, aprovechando la cercanía de Leobald y sus palabras, pidiéndole con un gesto que le tendiera el brazo para apoyarse y erguirse con menor dificultad. Agradecida, le brindó una leve reverencia con la cabeza y se mantuvo a su lado mientras se dirigían al interior de la caverna.
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Al escuchar la algo precipitada y poco sigilosa venida de sus compañeros TocToc se detuvo en un recodo y esperó a que le alcanzasen. Los inconfundibles repiqueteos metálicos y quejidos del cuero de las armaduras le indicó que era sus compañeros. Así se encaró hacia donde venía,, ocultándose, y prestando más atención a posibles venidas de enemigos.
- Más adelante, a unos 200 pasos hay una gran estancia cuya dimensión no alcanzo a ver por completo. En el centro hay una construcción de piedra sobre la que parece haber una mirada construida con madera de un navío. - Tras detallar un poco más sus descubrimientos concluyó - No parece que haya nadie, o quizás sus moradores estén durmiendo ya que no explore más.
Quien tenga History aprendida, puede hacer una tirada para ver si recuerda o conoce algo sobre el "Emperador de las Olas"
Tras el reencuentro y el intercambio de información, el grupo al completo esta vez se dirigió hacía la gran cámara que yacía en la dirección de la que provenía el intrépido kenku. Una vez allí, según se ampliaba la gran caverna a la que se abría el pasillo, la inmensidad de ésta sobrecogió a todos los allí presentes... una gran cavidad prácticamente vacía que se perdía más allá de los rangos de iluminación y visión en la oscuridad que incluso los elfos del grupo podían llegar a alcanzar... y en lo que parecía su centro, o eso creían, al no poder calcular sus límites, la extraña estructura hexagonal acompañada de los anexos construidos a base del navío reciclado,
Los ecos de los pasos según entraron en la nueva zona parecieron acrecentarse, y aunque TocToc había conseguido amortiguarlos con sus callosas patas, y Khalion apenas provocaba ruido gracias a sus exquisitas botas de piel de serpiente, el resto emitía un reverberante sonido que se perdía repetidamente en los confines del lugar...
Por razones obvias en demasía, Khyalion receló de la técnica del humo como exitosa. Por lo menos dejaban los túneles donde solo veía ataques furtivos tras cada recodo y volvían a terreno abierto. La punta del virote calado en la enorme ballesta pesada recorría cada saliente del galeón en busca de hostilidades.
-Hay un maldito barco ahí..- dijo entre susurros a aquellos con visión mas mundana.-No acierto a ver a esos seres.. ni a nuestra presa.. si es que no lo somos ahora nosotros.
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Leobald meditaba en silencio sobre el nombre del pecio cuando llegaron la gran caverna que Toctoc había descrito. Aquello era demasiado grande y estaba demasiado oscuro para abarcarlo con los ojos de un hombre, pero quizá no para la justicia. El caballero se llevó una mano al camafeo de su pecho y se concentró en percibir el mal de aquella gran estancia.
Historia: 20 Detectar el mal: As an action, you can detect good and evil. Until the end of your next turn, you can sense anything affected by the hallow spell or know the location of any celestial, fiend, undead within 60 ft. that is not behind total cover.
Un barco traído desde la superficie, interesante pensó para si Mablung y recordó el miedo de los piratas a estar parados cerca de la costa y la sombra que vislumbró desde su cubierta.
Con destreza colocó una flecha en el arco, le hizo un gesto a Khalion y Toc toc y se dispuso a acercarse al extraño hallazgo.
Leobald pareció concentrarse en la construcción geométrica que tenía delante, abriendo su mente y su vista a lo maligno que pudiera anidar allí. No sin antes dedicar a todo el grupo una rápida mirada que destilaba un juicio interior sobre todos los presentes.
Tras volver su atención hacía la extraña estructura, el caballero sintió como sus ojos se oscurecían... y ante él, el vacío, la oscura nada... solo rota por lejanas constelaciones que brillaban como tenues y pálidas luciérnagas en una noche sin Luna, llamándole a la locura... sintió que se perdía... mientras lágrimas de una sustancia negra y de textura alquitranada comenzaron a derramarse a través de su rostro...
La alta elfa se adentró en la cueva con precaución, intentando hacer el menor ruido posible a su paso. El barco semi-derruido de aquel lugar inevitablemente le evocó la imagen del rudo y atractivo contrabandista, que probablemente a esas alturas estaría criando malvas. Lamentó no haber podido interceder por ellos hasta el momento, pero otros asuntos más urgentes debían ser resueltos con mayor prioridad. Aún conservaba la esperanza de no llegar demasiado tarde cuando salieran de allí.
Estos pensamientos se alejaron de su mente cuando, de reojo, percibió un estado de inquietud en la figura de Leobald que permanecía a su lado. Al mirarle, fue testigo de su atribulado ánimo y las posteriores consecuencias, y de cómo un reguero de líquido negro brotaba de sus pupilas, creando surcos de oscuridad al rededor de sus ojos. Adriana, preocupada, rebuscó en sus bolsillos, tendiéndole un pañuelo blanco impoluto
- Leobald, ¿estás bien? ¿Qué es lo que has visto? - dijo acercándose y acariciándole el hombro - toma, puedes limpiarte con esto -
Una vez se aseguró de que el caballero recobraba la compostura, observó el barco y los alrededores. ¿Había signos de vida en este lugar? ¿Algo que indicara movimiento reciente? Sin atreverse a subirse a la estructura hasta que no lo hicieran sus compañeros, se centró en los alrededores.
He tirado Nature por el móvil: total 16
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
- Me alegro de encontrarte Toc-Toc. Estaba preocupado por ti - dice el joven clérigo con evidente alivio en su voz cuando se reencuentran con el valiente explorador. Luego escucha sus explicaciones y sigue al grupo lo mejor que puede por el lóbrego pasadizo.
Godric apenas podía ver nada en la penumbra que les rodeaba. Cuando la luz que portaba Leobald se dirigia hacia otro lado o se ocultaba por precaución, quedaba totalmente ciego y a merced de sus otros sentidos. Percibió que algún tipo de problema le ocurría al caballero y que Adriana acudía en su ayuda. No parecía muy grave pero aún así preguntó en voz baja.
- ¿Qué ocurre? Apenas puedo ver nada. ¿Estas bien Leobald? ¿Necesitas ayuda? -
Leobald trastabilló presa de un breve desvanecimiento. La visión de aquella nada había sido demasiado perturbadora. ¿Tanta maldad era siquiera posible? El icor espeso que brotaba de sus cansados ojos azules resbalaba por su rostro mientras, atónito, trataba de recobrar el dominio de sus rodillas. El contacto de Adriana le hizo volver en sí, pero sólo algo después pudo entender sus palabras y las de Godric.
—Estoy bien, ya pasó. Gracias —balbuceó algo desorientado—. Un mal primigenio y obsceno se oculta tras los muros de esa torre. He visto un vacío hambriento, desolador, poblado de mortecinas constelaciones que destilaban desesperanza y me arrojaban en brazos de la locura. Nunca había sentido algo tan perturbador. No es esta una bestia cualquiera —dijo preocupado mientras se limpiaba los ojos con el dorso de la mano—. Y me temo que mi presencia sea como un faro en la oscuridad para lo que sea que mora allá. Diría que nos observa —suspiró.
Tomando aire, se irguió de nuevo resuelto a seguir adelante, impulsado por un deber ineludible.
Tras la insistencia de Mablung, y el "deber" ineludible de Leobald, el grupo de agentes volvieron a avanzar hacia la estructura, donde el silencio sepulcral seguía acompañándolos, ... sin señales de vida a la vista, a pesar del corto recorrido de su percepción de tan solo unos sesenta pies en el mejor de los casos, lentamente llegaron a la base de la estructura hexagonal, que sin entradas visibles, simplemente invitaba a ascender por las escaleras que recorrían paralelas a los cascos de barco para llegar hasta la parte superior de la geométrica construcción de roca negra.
Subiendo lentamente las escaleras, los agentes se encontraron en la techumbre de la achatada torre, donde pudieron apreciar como sus muros se había fusionado casi a la perfección con los mascarones de proa y de popa del antiguo navío, rehaciendo el hexagono en una superficie rectangular, donde dos pares de escaleras, dirigidas cada una hacia las cubiertas superiores de ambos extremos opuestos, protegían a su vez dos puertas dobles que conducían al interior del barco, supuestamente a camarotes abandonados, una hacia popa y otra hacia proa. Sobre las cubiertas superiores no se veía nada, salvo la rueda giratoria que conectaba con el ahora inexistente timón.
A ras de suelo de la parte que conformaba la techumbre de la construcción original, una especie de rejilla cuadrangular tejida en un extraño metal desconocido parecía solidamente adherida a su estructura... no había síntomas de oxidación en ella y aunque parecía muy pesada, quizás pudiera levantarse por la fuerza bruta para poder generar una apertura y poder deslizarse por un oscuro túnel rectangular perpendicular hacía abajo, perdíendose en la oscuridad más absoluta. La base de dos mástiles cercenados sobresalía de la extructura por alguna extraña razón, puesto que no tenía sentido que estuvieran en la parte rocosa en vez de en la zona de maderas del navío.
Una familiar angustia comenzó a aferrarse a los estómagos de Adriana y Mablung, ... muy parecida a la que sentían al principio de su viaje a la ciudad portuaria, cuando cruzaban el vetusto pero sólido puente sobre el río del Rey Pescador, pero en este caso, todo era bastante más intenso, tanto... que incluso Khalion comenzó a manifestar el malestar que súbitamente comenzó a afligirlos. Ambos elfos se echaron instintivamente las manos a sus tripas, que se retorcían pugnando por provocarles terribles vómitos sin control... afortunadamente, la exposición durante días a esa influencia, aunque fuese levemente en la superficie de Saltmarsh, había conseguido desarrollar en ambos cierta tolerancia... aún así, esa sensación parecía potenciada aquí abajo sobre la torre hexagonal... y por momentos tuvieron que aferrarse a sus compañeros para no caer de rodillas al suelo.
Adriana y Mablung tienen que hacer una tirada de salvación de CON, Dif. 13, y Khalion Dif. 10, si la fallan, se les suma un punto de extenuación a los que ya tuvieran de antes...
Mientras ascendían por las escaleras, el caballero acababa de limpiarse los restos de icor viscoso con el pañuelo que Adriana le había ofrecido.
Entonces, cuando pudo observar de cerca los restos del mascarón de proa, recordó la historia del Emperador de las Olas.
—Ahora lo recuerdo. El Emperador de las Olas desapareció en una tormenta, separado de su escolta y nunca más se supo de él. El incidente fue famoso porque era el buque insignia de Gellan Primewater, el Príncipe del Comercio de especias. Sabía que me sonaba ese nombre —reflexionó en voz alta—. Devastado por la pérdida financiera, Gellan se vio reducido al estilo de vida de un mercader ordinario, y comenzó a reconstruir su fortuna e imperio desde abajo... quizás usando métodos poco éticos para acelerar su recuperación. Gellan Primewater dirige el gremio de mercaderes locales y tiene un puesto entre el cónclave que dirige la ciudad, en el bando de los Tradicionalistas.
El caballero devolvió el pañuelo a Adriana con un gesto cortés de gratitud cuando llegaron a la pesada reja de metal.
—Deberíamos explorar el castillo de popa. Quizá encontremos algo para reconciliar, o al menos aliviar tensiones, entre la Corona y los Tradicionalistas —sugirió a los demás—. Necesitaremos entendimiento mutuo en lo que se avecina.
La alta elfa recogió el pañuelo que el paladín le devolvía, observando con intensidad los restos de icor negro que salpicaban la blancura de la tela. Su gesto se torció, volviendo su mirada preocupada a Leobald, fraguándose en su cabeza una idea poco esperanzadora, como si de alguna forma hubiera reconocido o descubierto algo en aquellas inquietantes manchas.
Mientras dudaba sobre si comentar sus sospechas, se vio embestida de nuevo por aquel malestar estomacal que parecía querer desgarrarle las entrañas. Ignorando por un momento lo que ocurría a su alrededor, cayó de rodillas mientras rodeaba su tripa con los brazos y jadeaba angustiada. Tras unos intensos segundos de dolor agudo, la hechicera se puso en pie, ayudándose de aquello que pudiera aferrar. Su respiración ahora se volvió más entrecortada y el cansancio general se agudizó.
- ¿Lo habéis sentido? - preguntó a sus compañeros - yo… no me encuentro bien, no sé cuánto más aguantaré, estoy agotada- en su rostro se reflejaba una verdadera aflicción.
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"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Godric ofreció su brazo a Adriana para darle apoyo.
- No he sentido nada pero parece que os pasa lo mismo que cuando cruzamos el puente. ¿No estaba la entrada a este complejo bajo el puente? Puede que al eliminar esta amenaza eliminemos de una vez por todas ese efecto... -
Escuchó la propueste de Leobald.
- Hmm Leobald... si lo que dices es cierto y esa criatura puede verte... creo que sería mejor ir directamente hacia ella y dejar la exploración de los restos de ese barco y a política de la ciudad para después. Si es que sobrevivimos... -
-¿Tu crees que me importan algo ver a las buenas gentes de Saltmarh y la corona matándose mutuamente?, así que no tengo mucho interés en resolver esas diferencias. En cuanto hayamos acabo con lo que sea que mora en es torre pienso salir de aquí, pero no evitaré que vayas a buscar lo que sea que quieras hallar, pero dado que ahora eres todo legalidad...¿pedirás permiso a los herederos de los náufragos para saquear su navío? -acabo con sorna el druida mientras se encaminaba a las escaleras.
Nada mas poner los pies en el barco, Mablung maldijo para sus adentros mientras luchaba por mantener el equilibrio y su bilis dentro de su estomago -asco de ciudad, asco de barco y asco de gente- se le pudo entender ente los jadeos. Tras una rápida mirada a Adriana y al ver que se incorporaba con la ayuda de Godric empezó a incorporarse con rabia y determinación y dijo: -Sea lo que sea que mora aquí debe de estar dentro del barco y va a lamentar mucho haberse puesto en mi camino- tras lo cual se dirigió hacia las puertas que daban acceso al interior del barco.
Agradeciendo a Leobald el gesto y el apoyo le respondió mientras realizaba los que luego resultarían infructuosos preparativos. - No lo llamaría exactamente visión. Pero todo lo que está más allá de unos 35 pasos es oscuridad total para mí.
120 feet o 36.58 metros
Con un suspiro sacó su ballesta e hizo un gesto para empezar a adentrarse en la cueva. - No creo que podamos coger a las criaturas por sorpresa teniendo en cuenta que llevaremos luz y ellas estarán acostumbradas a ver en la oscuridad. Pero puedo adelantarme un poco para intentar ver si nos tienen una emboscada. - Dijo con algo de reticencia la idea de exponerse n le hacia nada de gracia, pero no veía una buena probabilidad de que el grupo fuese sigiloso en la oscuridad de la gruta.
Zevatur, Rolthos
A pesar de las reticencias del valeroso kenku, y que tras la inicial inhalación de humo, no se encontraba en su mejor momento tras no poder contener unas toses secas causadas por su irritado gaznate de ave, el hombre cuervo volvió a embutirse en su capa, que desprendía aún cierto tufo a maleza quemada, perdiéndose en las sombras avanzando por la oscura caverna que tenía más adelante...
Sus compañeros parecieron no reaccionar a tiempo ante el impetuoso pronto explorador de su compañero fiel a su imagen de eficiente agente emplumado y se quedaron discutiendo de nuevo posibles estrategias a seguir para cubrir cualquier imprevisto futuro... dejando sólo a su aliado, con total indiferencia hacia su seguridad.
TocToc discurrió por el corredor natural que según se adentraba en la roca madre, parecía conservar la humedad del exterior, como si la misma piedra exudara gotas de agua que recorrían sus paredes formando pequeños charcos en el piso. Un rocío mortecino y cuyo único propósito parecía ser complicar el recorrido gracias a provocar resbaladizas e inseguras superficies. Tras varios minutos de avance y unos centenares de metros recorridos bajo su espalda en total soledad, acompañado unicamente quizás por algún carraspeo o tos esporádica... la caverna se abrió repentinamente ante los inexistentes ojos del kenku. Sin duda la nueva cámara parecía ser de unas proporciones cicloipeas, y grandes partes de su área escapaban al escrutinio del curioso agente, al yacer más lejos de lo que su capacidad de visión le permitía.
Todo parecía silencioso, y la presencia de más salidas no eran visibles para el limitado explorador, que perdía efectividad en terrenos abiertos... Intentando no generar demasiado ruido, y sin dejar de revisar las paredes cercanas, dejando por imposible la parte superior, puesto que el techo también se elevaba mucho más de su capacidad de escrutinio, su cuidadoso avance a través de la amplia caverna concedió su recompensa.
En lo que parecía el centro de la cavidad, una estructura hexagonal construída en una extraña roca oscura parecía elevarse varios metros sobre el nivel del suelo, y lo más curioso, es que esa construcción, tenía adherida una serie de edificaciones anexas manufacturadas en madera... con ciertas estructuras que recordaban las de un viejo galeón... es como si alguien hubiera desmantelado un gran navío para aprovechar sus partes, como los mascarones de poa y popa o los mástiles y los hubiese añadido a la arquitectura hexagonal de la extraña construcción. Incluso en uno de los extremos del extraño templo subterráneo, aún podía leerse el nombre de la embarcación original... "El Emperador de las Olas". Unas ominosas escaleras de piedra parecían conducir directamente a la techumbre de la estructura original, puesto que a ras de suelo, no parecía percibirse ningún acceso al interior.
El sepulcral silencio comenzó a ser insidiosamente inquietante para TocToc, ... que tenía que decidir si volvía a describir lo descubierto hasta ahora a sus compañeros... o seguir por su cuenta para intenta extraer algo más de información.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
La picazón no solo le irritó la garganta, y con mal humor avanzo solo. Pero al llegar hasta la gran abertura se olvidó de la picazón cuando nuevas implicaciones de su nueva ceguera de lejos se hicieron evidentes. No podía cumplir su función con eficacia y se le podían escapar detalles imprescindibles. Sin embargo, tras un momento de dolor en el que no pudo evitar llevarse la mano a los ojos, siguió explorando.
La construcción le llamo la atención, se detuvo a admirar los restos de los navíos y olfateó el aire que le llevó impresiones de salitre reseco. Quizás en el pasado se hubiese decidido a explorar la exótica construcción. Le recordaba en parte las construcciones de sus congéneres y despertaba su curiosidad. Pero tras un momento de duda agachó la cabeza con resignación, no se sentía capaz. Empezó a andar hacia sus compañeros con pasos lentos, sin descuidar su sigilo. Se detuvo un momento para echar un vistazo atrás, para escuchar y olfatear el aire. Después retomó su regreso.
Percepcion: 13
Puedo tirar algo para ver si me suena "El Emperador de las Olas"?
Si puedo regresar:
El pasillo continua varios cientos de metros y al final hay una gran sala que no puedo percibir por completo. En el centro hay una construcción hexagonal hecha de oscura piedra y adherida ella unas pequeñas edificaciones hechas de madera de un antiguo barco, “El emperador de las olas”.
Zevatur, Rolthos
El tiempo pasaba y el kenku no volvía. Godric se iba poniendo cada vez más nervioso.
- Tarda demasiado- dijo por fin - Váyanos en su busca -
Se aprestó a entrar en la ominosa caverna maza y escudo en ristre y elevando una plegaria a Lathander.
Intentando no hacer ruido se internó en la guarida de aquel ser ignoto.
PbP Character: A few ;)
Leobald observó la precipitada iniciativa de Godric enarcando una ceja. Y sin embargo estaban de acuerdo, Toctoc tardaba demasiado. Con un nuevo suspiro, sus cansadas articulaciones se pusieron en movimiento para brindar escudo a Adriana, ahora sin la protección del pasional joven clérigo.
—Godric tiene razón. Vayamos con cuidado, juntos —comentó a Adriana y los demás mientras esperaba que la elfa emprendiera la marcha junto a él.
La luz de la piedra mágica alumbraba sus pasos en medio de la oscuridad del túnel. Avanzaban atentos a cada movimiento en paredes y techo, con la esperanza de alcanzar al acólito lo antes posible. Era evidente que no le preocupaba tanto no hacer ruido como el ser sorprendidos.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Adriana torció el gesto mientras se tocaba nerviosamente las manos al descubrir que la treta del fuego no había surtido efecto. Permanecía aún fuera de la caverna con Godric, a una distancia prudencial esperando la aparición de cualquier bicho, cuando TocToc decidió adentrarse solo para echar un vistazo.
Mientras esperaba preocupada, se recostó en una de las rocas para descansar. Observó a sus compañeros en silencio, y su mirada volvió a recorrer aquella caverna húmeda y misteriosa, las aguas oscuras en calma y la pequeña playa. Observó a sus pequeñas amigas que olfateaban el ambiente sin atreverse a separarse demasiado de su lado; ellas también parecían inquietas.
Los minutos pasaban lentos y tediosos, sin señal alguna de la vuelta de Toctoc. Por fin Godric tomó la decisión de adentrarse en su búsqueda. Permanecer allí más tiempo era inútil, por poco que les gustara, debían seguir los pasos de su compañero. Se levantó, aprovechando la cercanía de Leobald y sus palabras, pidiéndole con un gesto que le tendiera el brazo para apoyarse y erguirse con menor dificultad. Agradecida, le brindó una leve reverencia con la cabeza y se mantuvo a su lado mientras se dirigían al interior de la caverna.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Al escuchar la algo precipitada y poco sigilosa venida de sus compañeros TocToc se detuvo en un recodo y esperó a que le alcanzasen. Los inconfundibles repiqueteos metálicos y quejidos del cuero de las armaduras le indicó que era sus compañeros. Así se encaró hacia donde venía,, ocultándose, y prestando más atención a posibles venidas de enemigos.
- Más adelante, a unos 200 pasos hay una gran estancia cuya dimensión no alcanzo a ver por completo. En el centro hay una construcción de piedra sobre la que parece haber una mirada construida con madera de un navío. - Tras detallar un poco más sus descubrimientos concluyó - No parece que haya nadie, o quizás sus moradores estén durmiendo ya que no explore más.
Zevatur, Rolthos
Quien tenga History aprendida, puede hacer una tirada para ver si recuerda o conoce algo sobre el "Emperador de las Olas"
Tras el reencuentro y el intercambio de información, el grupo al completo esta vez se dirigió hacía la gran cámara que yacía en la dirección de la que provenía el intrépido kenku. Una vez allí, según se ampliaba la gran caverna a la que se abría el pasillo, la inmensidad de ésta sobrecogió a todos los allí presentes... una gran cavidad prácticamente vacía que se perdía más allá de los rangos de iluminación y visión en la oscuridad que incluso los elfos del grupo podían llegar a alcanzar... y en lo que parecía su centro, o eso creían, al no poder calcular sus límites, la extraña estructura hexagonal acompañada de los anexos construidos a base del navío reciclado,
Los ecos de los pasos según entraron en la nueva zona parecieron acrecentarse, y aunque TocToc había conseguido amortiguarlos con sus callosas patas, y Khalion apenas provocaba ruido gracias a sus exquisitas botas de piel de serpiente, el resto emitía un reverberante sonido que se perdía repetidamente en los confines del lugar...
Mapa simplificado:
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Por razones obvias en demasía, Khyalion receló de la técnica del humo como exitosa. Por lo menos dejaban los túneles donde solo veía ataques furtivos tras cada recodo y volvían a terreno abierto. La punta del virote calado en la enorme ballesta pesada recorría cada saliente del galeón en busca de hostilidades.
-Hay un maldito barco ahí..- dijo entre susurros a aquellos con visión mas mundana.-No acierto a ver a esos seres.. ni a nuestra presa.. si es que no lo somos ahora nosotros.
Leobald meditaba en silencio sobre el nombre del pecio cuando llegaron la gran caverna que Toctoc había descrito. Aquello era demasiado grande y estaba demasiado oscuro para abarcarlo con los ojos de un hombre, pero quizá no para la justicia. El caballero se llevó una mano al camafeo de su pecho y se concentró en percibir el mal de aquella gran estancia.
Historia: 20
Detectar el mal: As an action, you can detect good and evil. Until the end of your next turn, you can sense anything affected by the hallow spell or know the location of any celestial, fiend, undead within 60 ft. that is not behind total cover.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Un barco traído desde la superficie, interesante pensó para si Mablung y recordó el miedo de los piratas a estar parados cerca de la costa y la sombra que vislumbró desde su cubierta.
Con destreza colocó una flecha en el arco, le hizo un gesto a Khalion y Toc toc y se dispuso a acercarse al extraño hallazgo.
Leobald pareció concentrarse en la construcción geométrica que tenía delante, abriendo su mente y su vista a lo maligno que pudiera anidar allí. No sin antes dedicar a todo el grupo una rápida mirada que destilaba un juicio interior sobre todos los presentes.
Tras volver su atención hacía la extraña estructura, el caballero sintió como sus ojos se oscurecían... y ante él, el vacío, la oscura nada... solo rota por lejanas constelaciones que brillaban como tenues y pálidas luciérnagas en una noche sin Luna, llamándole a la locura... sintió que se perdía... mientras lágrimas de una sustancia negra y de textura alquitranada comenzaron a derramarse a través de su rostro...
Ojos de Leobald:
" ¡Oh la Oscuridad...! "
La alta elfa se adentró en la cueva con precaución, intentando hacer el menor ruido posible a su paso. El barco semi-derruido de aquel lugar inevitablemente le evocó la imagen del rudo y atractivo contrabandista, que probablemente a esas alturas estaría criando malvas. Lamentó no haber podido interceder por ellos hasta el momento, pero otros asuntos más urgentes debían ser resueltos con mayor prioridad. Aún conservaba la esperanza de no llegar demasiado tarde cuando salieran de allí.
Estos pensamientos se alejaron de su mente cuando, de reojo, percibió un estado de inquietud en la figura de Leobald que permanecía a su lado. Al mirarle, fue testigo de su atribulado ánimo y las posteriores consecuencias, y de cómo un reguero de líquido negro brotaba de sus pupilas, creando surcos de oscuridad al rededor de sus ojos. Adriana, preocupada, rebuscó en sus bolsillos, tendiéndole un pañuelo blanco impoluto
- Leobald, ¿estás bien? ¿Qué es lo que has visto? - dijo acercándose y acariciándole el hombro - toma, puedes limpiarte con esto -
Una vez se aseguró de que el caballero recobraba la compostura, observó el barco y los alrededores. ¿Había signos de vida en este lugar? ¿Algo que indicara movimiento reciente? Sin atreverse a subirse a la estructura hasta que no lo hicieran sus compañeros, se centró en los alrededores.
He tirado Nature por el móvil: total 16
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
- Me alegro de encontrarte Toc-Toc. Estaba preocupado por ti - dice el joven clérigo con evidente alivio en su voz cuando se reencuentran con el valiente explorador. Luego escucha sus explicaciones y sigue al grupo lo mejor que puede por el lóbrego pasadizo.
Godric apenas podía ver nada en la penumbra que les rodeaba. Cuando la luz que portaba Leobald se dirigia hacia otro lado o se ocultaba por precaución, quedaba totalmente ciego y a merced de sus otros sentidos. Percibió que algún tipo de problema le ocurría al caballero y que Adriana acudía en su ayuda. No parecía muy grave pero aún así preguntó en voz baja.
- ¿Qué ocurre? Apenas puedo ver nada. ¿Estas bien Leobald? ¿Necesitas ayuda? -
PbP Character: A few ;)
Leobald trastabilló presa de un breve desvanecimiento. La visión de aquella nada había sido demasiado perturbadora. ¿Tanta maldad era siquiera posible? El icor espeso que brotaba de sus cansados ojos azules resbalaba por su rostro mientras, atónito, trataba de recobrar el dominio de sus rodillas. El contacto de Adriana le hizo volver en sí, pero sólo algo después pudo entender sus palabras y las de Godric.
—Estoy bien, ya pasó. Gracias —balbuceó algo desorientado—. Un mal primigenio y obsceno se oculta tras los muros de esa torre. He visto un vacío hambriento, desolador, poblado de mortecinas constelaciones que destilaban desesperanza y me arrojaban en brazos de la locura. Nunca había sentido algo tan perturbador. No es esta una bestia cualquiera —dijo preocupado mientras se limpiaba los ojos con el dorso de la mano—. Y me temo que mi presencia sea como un faro en la oscuridad para lo que sea que mora allá. Diría que nos observa —suspiró.
Tomando aire, se irguió de nuevo resuelto a seguir adelante, impulsado por un deber ineludible.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Tras la insistencia de Mablung, y el "deber" ineludible de Leobald, el grupo de agentes volvieron a avanzar hacia la estructura, donde el silencio sepulcral seguía acompañándolos, ... sin señales de vida a la vista, a pesar del corto recorrido de su percepción de tan solo unos sesenta pies en el mejor de los casos, lentamente llegaron a la base de la estructura hexagonal, que sin entradas visibles, simplemente invitaba a ascender por las escaleras que recorrían paralelas a los cascos de barco para llegar hasta la parte superior de la geométrica construcción de roca negra.
Subiendo lentamente las escaleras, los agentes se encontraron en la techumbre de la achatada torre, donde pudieron apreciar como sus muros se había fusionado casi a la perfección con los mascarones de proa y de popa del antiguo navío, rehaciendo el hexagono en una superficie rectangular, donde dos pares de escaleras, dirigidas cada una hacia las cubiertas superiores de ambos extremos opuestos, protegían a su vez dos puertas dobles que conducían al interior del barco, supuestamente a camarotes abandonados, una hacia popa y otra hacia proa. Sobre las cubiertas superiores no se veía nada, salvo la rueda giratoria que conectaba con el ahora inexistente timón.
A ras de suelo de la parte que conformaba la techumbre de la construcción original, una especie de rejilla cuadrangular tejida en un extraño metal desconocido parecía solidamente adherida a su estructura... no había síntomas de oxidación en ella y aunque parecía muy pesada, quizás pudiera levantarse por la fuerza bruta para poder generar una apertura y poder deslizarse por un oscuro túnel rectangular perpendicular hacía abajo, perdíendose en la oscuridad más absoluta. La base de dos mástiles cercenados sobresalía de la extructura por alguna extraña razón, puesto que no tenía sentido que estuvieran en la parte rocosa en vez de en la zona de maderas del navío.
Una familiar angustia comenzó a aferrarse a los estómagos de Adriana y Mablung, ... muy parecida a la que sentían al principio de su viaje a la ciudad portuaria, cuando cruzaban el vetusto pero sólido puente sobre el río del Rey Pescador, pero en este caso, todo era bastante más intenso, tanto... que incluso Khalion comenzó a manifestar el malestar que súbitamente comenzó a afligirlos. Ambos elfos se echaron instintivamente las manos a sus tripas, que se retorcían pugnando por provocarles terribles vómitos sin control... afortunadamente, la exposición durante días a esa influencia, aunque fuese levemente en la superficie de Saltmarsh, había conseguido desarrollar en ambos cierta tolerancia... aún así, esa sensación parecía potenciada aquí abajo sobre la torre hexagonal... y por momentos tuvieron que aferrarse a sus compañeros para no caer de rodillas al suelo.
Adriana y Mablung tienen que hacer una tirada de salvación de CON, Dif. 13, y Khalion Dif. 10, si la fallan, se les suma un punto de extenuación a los que ya tuvieran de antes...
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Mientras ascendían por las escaleras, el caballero acababa de limpiarse los restos de icor viscoso con el pañuelo que Adriana le había ofrecido.
Entonces, cuando pudo observar de cerca los restos del mascarón de proa, recordó la historia del Emperador de las Olas.
—Ahora lo recuerdo. El Emperador de las Olas desapareció en una tormenta, separado de su escolta y nunca más se supo de él. El incidente fue famoso porque era el buque insignia de Gellan Primewater, el Príncipe del Comercio de especias. Sabía que me sonaba ese nombre —reflexionó en voz alta—. Devastado por la pérdida financiera, Gellan se vio reducido al estilo de vida de un mercader ordinario, y comenzó a reconstruir su fortuna e imperio desde abajo... quizás usando métodos poco éticos para acelerar su recuperación. Gellan Primewater dirige el gremio de mercaderes locales y tiene un puesto entre el cónclave que dirige la ciudad, en el bando de los Tradicionalistas.
El caballero devolvió el pañuelo a Adriana con un gesto cortés de gratitud cuando llegaron a la pesada reja de metal.
—Deberíamos explorar el castillo de popa. Quizá encontremos algo para reconciliar, o al menos aliviar tensiones, entre la Corona y los Tradicionalistas —sugirió a los demás—. Necesitaremos entendimiento mutuo en lo que se avecina.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
La alta elfa recogió el pañuelo que el paladín le devolvía, observando con intensidad los restos de icor negro que salpicaban la blancura de la tela. Su gesto se torció, volviendo su mirada preocupada a Leobald, fraguándose en su cabeza una idea poco esperanzadora, como si de alguna forma hubiera reconocido o descubierto algo en aquellas inquietantes manchas.
Mientras dudaba sobre si comentar sus sospechas, se vio embestida de nuevo por aquel malestar estomacal que parecía querer desgarrarle las entrañas. Ignorando por un momento lo que ocurría a su alrededor, cayó de rodillas mientras rodeaba su tripa con los brazos y jadeaba angustiada. Tras unos intensos segundos de dolor agudo, la hechicera se puso en pie, ayudándose de aquello que pudiera aferrar. Su respiración ahora se volvió más entrecortada y el cansancio general se agudizó.
- ¿Lo habéis sentido? - preguntó a sus compañeros - yo… no me encuentro bien, no sé cuánto más aguantaré, estoy agotada - en su rostro se reflejaba una verdadera aflicción.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Godric ofreció su brazo a Adriana para darle apoyo.
- No he sentido nada pero parece que os pasa lo mismo que cuando cruzamos el puente. ¿No estaba la entrada a este complejo bajo el puente? Puede que al eliminar esta amenaza eliminemos de una vez por todas ese efecto... -
Escuchó la propueste de Leobald.
- Hmm Leobald... si lo que dices es cierto y esa criatura puede verte... creo que sería mejor ir directamente hacia ella y dejar la exploración de los restos de ese barco y a política de la ciudad para después. Si es que sobrevivimos... -
PbP Character: A few ;)
-¿Tu crees que me importan algo ver a las buenas gentes de Saltmarh y la corona matándose mutuamente?, así que no tengo mucho interés en resolver esas diferencias. En cuanto hayamos acabo con lo que sea que mora en es torre pienso salir de aquí, pero no evitaré que vayas a buscar lo que sea que quieras hallar, pero dado que ahora eres todo legalidad...¿pedirás permiso a los herederos de los náufragos para saquear su navío? -acabo con sorna el druida mientras se encaminaba a las escaleras.
Nada mas poner los pies en el barco, Mablung maldijo para sus adentros mientras luchaba por mantener el equilibrio y su bilis dentro de su estomago -asco de ciudad, asco de barco y asco de gente- se le pudo entender ente los jadeos. Tras una rápida mirada a Adriana y al ver que se incorporaba con la ayuda de Godric empezó a incorporarse con rabia y determinación y dijo: -Sea lo que sea que mora aquí debe de estar dentro del barco y va a lamentar mucho haberse puesto en mi camino- tras lo cual se dirigió hacia las puertas que daban acceso al interior del barco.