Leobald agradeció el bálsamo para sus heridas que Godric arrojó sobre ellos, pero suspiró cansinamente viendo como Khalion se arrojaba en brazos de la violencia con deleite. A pesar de ello el caballero le siguió a grandes pasos por el viejo sótano, tratando de guardar prudencial distancia con la escalera en llamas. La garganta le picaba y los ojos le escocían por el humo que empezaba a acumularse. Con la resignación de un soldado se aplicó en tratar de trabar en combate al ladrón arquero. Parecía claro que no se rendirán.
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Moviendose a pequeños saltos el oscuro hombre cuervo se movió hacia el interior de a sala. Si alguien iba a venir por detrás, separarse precia una buena opción. Sus ojos se movieron de un lado a otro eligiendo su objetivo. El que huia no representaba un peligro tan inminente como su compañero al que el resto había traicionado. Casi con lastima por él, le apunto con la ballesta y disparó.
Ataque a Krulok: Attack: 18 Damage: 12
Movimiento: pegado a la pared, hacia la esquina superior derecha.
- Se abandonan los unos a los otros! - Repitió el kenku con la propia voz de los bandidos.
Tras las sanaciones recibidas por el renacido Godric, iluminado bajo el bautizo de Lathander, el grupo se sintió reforzado y en su mayoría cargaron hacia delante buscando a sus enemigos. Adriana recorrió de vuelta sobre sus pasos el camino necesario para tener en linea de visión a sus dos contendientes, y visualizando como el espía Ned huía y estaba a pocos pasos de la salida secreta, decició ponerle freno con uno de sus haces de luz ancestrales, bendecido por el mismo guardian de los bosques. La descarga cruzó como una centella la distancia que los separaba y golpeó en la espalda al bandido, que aulló de dolor al sentir como la parte superior de su espalda se socarraba y humeaba tras el impacto.
Tanto Khalion como Leobald cargaron contra el explorador, que quedo atrapado entre el fuego y el acero de sus oponentes, tal era el ansia de probar su sangre, que ambos intentaban compartir un reducido espacio solo destinado para una persona, entorpeciendose entre ellos.
Estais ambos demasiado apretaditos:
Squeezing into a Smaller Space: A creature can squeeze through a space that is large enough for a creature one size smaller than it. Thus, a Large creature can squeeze through a passage that's only 5 feet wide. While squeezing through a space, a creature must spend 1 extra foot for every foot it moves there, and it has disadvantage on attack rolls and Dexterity saving throws. Attack rolls against the creature have advantage while it’s in the smaller space
Tras un virote fallido del kenku, que se quedó clavado en la barandilla que le servía de cobertura, Krulok tiró su arco largo al peldaño de la escalera donde estaba situado y sacó un cuerno de alguna parte oculta de sus ropajes haciéndolo sonar... Un grave pero profundo gemido se pudo escuchar resonando por todo el sótano, y este empezó a retumbar con varias resonancias a través de las cavernas... La maniobra que Ned llamaba "cierre de la Pinza" había sido llamada a ser puesta en práctica. Con otra rápida maniobra, sacó una espada corta y se dispuso a defenderse de ambos rivales, esperando que su estrategia sorpresa surtiera su efecto sobre ellos desde el otro flanco.
Krulok no ataca puesto que no le quedan acciones...
Ned, restañando sus dientes y aguantando el dolor y el olor a carne quemada, avanzó lo que le quedaba por cubrir hasta la puerta secreta, activándo primero su mecanismo, y perdiéndose en la oscuridad de la siguiente sala...
Godric miró por encima de su hombro preguntándose dónde estaría Mablung y esperando que estuviera bien. Quizá fueran el resto de bandidos los que se llevaran una sorpresa si se encontraban con el feroz druida en la oscuridad.
Godric volvió a entrar en la estancia y tomó a Adriana del brazo, alejándose de la entrada y aproximándose a la mesa para estar más cerca de sus compañeros
Mientras andaban el clérigo le dijo a su amiga.
- Que Lathander te guíe en esta lucha -
Y la elfa sintió un ligero contacto cálido que la llenó de confianza.
Movimiento: 6 casillas hasta la esquina inferior izquierda de la mesa. Hay que alejarse de por donde vienen y acercarse a los melee para poder curarlos.
Action: Cast Guidance en Adriana. Godric tiene concentración hasta que ella lo use.
-Mala elección..- cuando el cuerno resonó. A su vera el humano, entorpeciendo sus ataques. Tampoco podía recriminárselo, había recogido el guante cuando inició su carga. Trató de tajar y pinchar, incómodo, al bandido.
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La incomodidad y la estrechez provocada por Leobald no permitía maniobrar bien al aasimar, intento tajar y pinchar al bandido avanzando un paso hacia él, con tan mala suerte que pisó sin querer el arco largo desechado que yacía en el suelo a su lado, todo se precipitó cuando la rodilla cedió y terminó rodando escaleras abajo sintiendo cada golpe de cada peldaño en su enmascarado rostro y su dolorida espalda... acabando en la base de éstas en el suelo, magullado y con la dignidad algo distraída.
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El sonido del cuerno precipitó las cosas, concentrándose en la tierra alrededor Mablung llamo de nuevo a las fuerzas de la naturaleza haciendo brotar raíces dentro del almacén con la intención de atrapar a los bandidos dentro y con suerte tirar alguna vasija. Un plan de iba formando en su cabeza, uno que conllevaba la destrucción de todo aquello que los alquimistas habías creado.
Tras conjurar volvió a esconderse aprovechando las sombras de las cavernas
Tras el sonido del cuerno, ruidos de tierra y raices clamando vengarse de los oponentes de la naturaleza comenzaron a provenir de las cavernas, algún aullido de frustración resonó entre las paredes más lejanas de los túneles... un graznido de cuervo comenzó a chillar alarmado y en pocos segundos, Ostor entraba en las barracas a toda velocidad extremadamente agitado y sin dejar de graznar, parte de sus plumas estaban ensangrentadas ... y volvía sin Mablung...
El veterano guerrero se sintió claramente más cómodo al perder el estorbo que era el cazarrecompensas en su flanco, pero delante de él tenía uno de los más vetereanos exploradores de Sambalet, Krulok el destructor, no debería tener más de veinticinco primaveras y ya cargaba tras de sí tan portentoso título, ... Leobald le sonrió, aún le quedaba mucho por aprender, un pipiolo más en un mundo que le viene grande... y que no supo a que enemigos enfrentarse.
La espada larga del caballero se alzó sobre su cabeza para ser descargada hacía un objetivo obvió, la parte alta del brazo donde la armadura de cuero del explorador pareceía más endeble, ... Krokul lo vio venir de lejos, ... su oponente era un señor cansado que ya peinaba canas y seguramente con problemas de vista. Fintó con un agíl salto dentro de lo que la estrechez de su posición le permitía, pero se percató de su error demasiado tarde, la hoja de acero templado del veterano luchador se desvió en el último momento en un quiebro maestro que sólo la experiencia y la supervivencia en los campos de batalla daban. Su verdadero objetivo pasó a revelarse, su cuello. La espada se hundió de manera brutal penetrando y cortando por igual desde un calculado lateral, una explosión de sangre salpicó todas las escaleras mientras su cuerpo se desmoronaba rodando por las escaleras y bañándolo todo con sus propios icores internos del color del vino.
Desgraciadamente, Krokul no tuvo más años para aprender lecciones de vida y de combate, puesto que la suya acabó allí mismo en ese mismo instante.
Adriana permaneció inmóvil y en silencio en las escaleras durante unos momentos hasta que pudo poner en orden sus pensamientos y emociones. El shock producido por la visión de la plumífera mano inerte de su compañero en el suelo le hizo sentir profundamente culpable. Se había movido hasta resguardarse entre Khalion y Mablung sin pensar, de una manera automática después de errar de nuevo su disparo, avergonzada por no haber sido capaz, una vez más, de mantener los ojos abiertos durante el ataque. Pero ahora, al ser consciente de la magnitud de las consecuencias de sus actos, la culpabilidad de haber dejado al pobre Toctoc abandonado en aquella sala a merced de sus asesinos superaba con creces su sensación de inutilidad.
La angustia se acrecentó segundos más tarde cuando se percató de que también había puesto en peligro a Godric, que aún recibiendo disparos de sus enemigos, se adentraba en la habitación en busca del cuerpo de Toctoc, al que rescataba momentos después.
Y fue entonces cuando se obró el milagro. Adriana fue testigo de cómo los poderes de Godric, arrebatados hacía tiempo, volvían a sus manos y su dios Lathander escuchaba sus ruegos y plegarias, perdonándole y redimiéndole. La dicha inundó el corazón acongojado de la elfa, devolviéndole la esperanza e insuflándole una nueva energía con la que abordar la situación.
Esperó pacientemente y alerta a que cualquiera de sus enemigos se introdujera en el estrecho y oscuro pasillo de la escalera para poder atacar, cosa inviable dado que el espacio de la puerta estaba ocupado por sus aliados, con lo que permaneció alerta hasta que los valientes guerreros del grupo se decidieron a perseguir a los ladrones. Antes de ir tras ellos con la intención de ayudarles, se dio cuenta de de que Mablung había desaparecido a través de la oscuridad de los pasadizos secretos. Esperando que el druida no hiciera ninguna estupidez, se precipitó de nuevo a la sala, con la firme convicción de no cerrar los ojos esta vez. Y por fin lo consiguió, acertando con su mágica y dolorosa luz la espalda de uno de ellos.
Inmersa en el fragor de la batalla, observando el baile de sangre y muerte entre ladrones y aliados, no fue consciente de que Godric había vuelto a entrar en la sala hasta que la agarró del brazo y la llevó a un extremo. Le miró absorta y una amplia sonrisa se reflejó en su cara, sin poder evitar abrazarle con ímpetu, para luego agarrarle de las manos y hablarle con premura:
- ¡Godric, querido! no sabes lo dichosa que estoy por ti. Lo que has hecho por Toc-toc ha sido... milagroso. Gracias, gracias por enmendar mi error, estaba segura de que...-
El sonido del cuerno, del movimiento de tierra y de los gritos lejanos provenientes de las profundidades, obligaron a Adriana a interrumpir su breve conversación con el sacerdote. Girando su cuerpo hacia la puerta, observó con preocupación el vuelo atropellado de Ostor y su lamentable estado. La elfa soltó las manos de joven para dirigirse hacia el animal:
- Ostor, ¿dónde está Mablung? - le instó, intuyendo lo peor - llévame hasta él, ¡deprisa!
Quizá por el efecto del hechizo de Godric o quizá por su férrea convicción de no abandonar de nuevo a ninguno de sus compañeros, Adriana se encaminó tras el cuervo con determinación.
Ostor revoloteó alrededor de la cabeza de Adriana dedicándole una mirada que la elfa pudo entender para que le siguiera, en la mirada de ese ave del color del azabache había inteligencia sin duda, al menos más que la media de los pájaros que ella conocía. Su vuelo le llevó de vuelta hasta las cuevas, bajando con cuidado las resbaladizas y húmedas escalinatas talladas en la roca y sin perder ni un segundo continuó varios metros más hasta que sus ojos élficos pudieron vislumbrar una horrible escena.
A mitad del pasillo por el que se dirigía, justo en el linde donde la oscuridad dejaba de serlo y daba paso a una tenue penumbra provocada por las lejanas antorchas de la caverna que se encontraba al este., el cuerpo del druida estaba en el suelo atravesado por dos flechas, la primera estaba clavada firmemente en su hombro, donde la casi inexistente armadura que llevaba Mablung aún cubría algo, la segunda saeta, le atravesaba su desnudo y musculado pecho casi a la altura del corazón. La sangre brotaba de sus heridas lánguidamente, dejando un charco de su propia sabia debajó de él, sobre la que yacía.
A su lado, un Hobgoblin embutido en una elaborada armadura de cota de malla con motivos marinos, escudo y espada en ristre, y con un arco largo a la espalda, estaba a punto de acabar con la vida del druida clavando su espada en su garganta. Justo a unos pasos detrás y cubierto por un recoveco en la gruta, se podía ver otro bandido humano, con una ballesta ligera apuntando a la oscuridad en su dirección, intentando escudriñar a posibles enemigos que se asomaran a su limitado campo de visión.
Mas atrás en ambos lados de la entrada a la caverna principal de almacenamiento del gremio de bandidos, la elfa pudo otear otro humano vestido como Krulok, con el arco largo preparado y una flecha lista para ser lanzada, parecía un explorador y el que parecía haber acabado con la vida de su amigo, junto a él, Sambalet el Magnífico, un hombre con la cabeza afeitada y penetrantes ojos verdes acechaba con su vista fija en la oscuridad del pasillo, tenía dos pendientes de un extraño cuarzo verde en sus orejas y vestía una túnica muy parecida a la que TocToc se había agenciado en su habitación. Estaba dando órdenes al hobgoblin, indicando que terminara de asesinar al druida.
Hobgoblin Guardaespaldas:
Sambalet el Magnífico:
Un graznido de desesperación resonó de nuevo por toda la gruta, alertando al Hobgoblin que giró su cabeza hacía la hechicera justo antes de ejecutar a su víctima. Viéndola claramente, sus ojos parecían estar tan acostumbrados como los de ella a la oscuridad, y con un gutural grito señalando en su dirección alertando a todos sus aliados.
Sintiendo el intenso incendio en la escalera TocToc se asomó. Vio con horror como el incendio ya había acabado con la mitad de las escaleras y amenazaba con destruir todo el resto en breves momentos. La casa, sus botines, su vía de escape, posibles inocentes atrapados en los pisos superiores... Todo destruido o muerto por el pirómano del druida. Era demasiado tarde para parar el fuego, pero quizás no para salvar a la elfa. Con velocidad se aproximó hacia las cuevas.
Action: Dash
Movimiento hasta el pasillo, me quedo unas dos casillas detras de adriana.
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La situación se complicaba cuando Adriana se vio descubierta, pero dentro de que el destino estaba llamándola a una posible muerte inminente, sintió algo de alivio al ver que TocToc estaba prácticamente a su lado, ligeramente detrás, para compartir ese aciago sino juntos. Suspiró aliviada mientras sopesaba sus siguientes pasos protegida por la oscuridad que evitaba que una cortina de saetas y virotes cayeran sobre ellos, a pesar de que era consciente de que el Hobgoblin de armadura elaborada cargaría contra ellos en unos segundos.
Unos extraños cánticos se escucharon un poco más alante, justo detrás de la barricada formada por el cuerpo de Mablung, el blindado guardaespaldas y el parapetado bandido de la ballesta, y entonces... se hizo la luz... cuatro esferas radiantes comenzaron a danzar varios pies delante de ellos, buscándoles, poco a poco avanzaron por el pasillo cavernoso siguiendo las indicaciones del hobgoblin hasta que llegaron a su altura... y comenzaron a girar en torno suyo, iluminando toda su silueta y la de TocToc e inclunso alumbrando practicamente la totalidad de los pasadizos adyacentes... Su ventaja y sus esperanzas se vinieron abajo tan rápido como un castillo de naipes.
Mientras tanto, en la bodeha, una serie de maldiciones se oyeron de un huidizo Ned, que pasaron a unos gritos de horror ahogados como si alguien estuviera siendo repentinamente siendo devorado vivo desde dentro...
Attack Rot Grubs 1: 2 - Attack Rot Grubs 2: 19
El druida seguía perdiendo sangre a borbotones tirado en el suelo, abandonado... mientras su vida, pendiente de un hilo a punto de ser cortado, se apagaba.
Mablung tiene que hacer in TS vs Death.
El bandido de la ballesta ligera sonrío siniestramente tras su cobertura detrás de un quiebro estratégico de la caverna, su visión era clara y su disparo limpio, un virote saltó de su arma directo al corazón de Adriana...
Attack Bandit 3: 16 Damage: 9
... o eso era la intencion original, su arma no descargó nada, sino que se desmontó y parte de la estructura que formaba el arco de propulsión se desmontó cayendo al suelo e inutilizando la ballesta. Con cara de sorpresa, el bandido recordó que quizás lo de hacer mantenimiento de sus armas de vez en cuando sería una buena idea. Frustrado por su penosa actuación, sacó su cimitarra mientras cargaba hasta la hechicera blandiéndola en alto hasta trabarse con en ella en melee.
Godric sonrió tímidamente a Adriana cuando esta empezó a hablarle.
- Si... yo.. no sé muy bien qué ha pasado pero... pero es como si nunca...- en ese momento apareció el rescatado cuervo que acompañaba a Mablung, ensangrentado y muy agitado. Leobald decapitó al bandido restante y Adriana salió corriendo, guiada por el cuervo, preocupada por el destino del druida.
- ¡¡Adriana no espera!! -acertó a gritar Godric pero su amiga ya había desaparecido por las oscuras escaleras. - ¡Leobald! ¡Khalion! esto aún no ha terminado! - les dice mientras sale corriendo en pos de Adriana y tras el rápido Toc-Toc que ya se encuentra escaleras abajo cuando él llega a la puerta secreta.
Las ardientes escaleras comienzan a caer, lanzando ascuas ardientes y astillas por doquier pero Godric ya está bajando con cuidado a los húmedos túneles inferiores, sin dejar de notar el olor a salitre en el aire, casi agradece la repentina luz que ilumina el pasadizo. Pero ahoga una plegaria a su dios cuando ve la escena que se desarrolla frente a él.
Sin pensárselo dos veces corre al lado de Adriana e interpone su cuerpo y su escudo entre ella y el bandido con la cimitarra.
- Atrás Adriana... -le dice respirando con dificultad por el esfuerzo. - Tranquila le salvaremos.. - dice mirando preocupado al caído cuerpo de Mablung y viendo que cada vez pierde más sangre.
El enmascarado aasimar se unió a la refriega quedándose a escasos pies por detrás de la barrera humana creada por Adriana y Godric. En el fondo del pasillo, es explorador veterano se reposicionó unos pasos más alante para coger mejor ángulo de tiro, con su arco largo y gracias a las luces danzantes que lo iluminaban todo, intento apuntar a la hechicera con su arma, pero el bandido que estaba trabado en melee con ella y Godric entorpecían un disparo limpio. Con un grito de frustración y avisando a su compañero para que se apartase, tensó la cuerda disparando una ráfaga de dos flechas concatenadas buscando derribar al sacerdote de Lathander.
Attack 1:6 Damage: 4
Attack 2:10 Damage: 4
Las saetas volaron, pero el fragor de la batalla era demasiado caótico, y ambas flechas rebotaron quebrándose inofensivas contra las paredes de las cavernas ni siquiera cerca del clérigo y su amiga hechicera.
El hobgoblin bramó algo en un idioma desconocido, provocando a sus contendientes y contagiando a todos sus aliados de una ira irracional hacia ellos, guardando su espada larga, sacó el arco largo que tenía a su espalda, y se disposo a conseguir lo que el fracasado explorador no había hecho.
Attack: 13 Damage: 4 + 9 [Martial Advantage]
La flecha voló con algo más de maldad estratégica, en vez de verse entorpecido por su bandido aliado en combate, de algún modo, el hobgoblin sabía aprovechar esa sitiación en su favor. Aún así, la flecha se clavó en el escudo de Godric, salvándolo de lo que hubiera sido una herida mortal.
Nuevos frentes, nuevos invitados. Pequeño impas para decidir perseguir a la rata huidiza hacia el sótano o los gritos del pasadizo. "Una cabeza que se me escapa" maldijo desde el suelo, dolorido y lastimado tras el torpe lance de la refriega junto a Leobald. Se levantó, herido en el orgullo, y corrió túnel adentro. La estampa terrible con más aliados caídos que enemigos. De entre todos, el acorazado hobgoblin centró su atención. Impotente por no llegar a primera línea de combate maldijo al goblinoide con promesas de dolor sin fin y sufrimiento sobrehumano.
Action dash
Hexblade's curse al hobgoblin como BA
Once per short rest, as a bonus action, choose one creature you can see within 30 ft. to curse it for 1 minute (or until the target dies, you die, or you are incapacitated). Against the cursed target, you gain a +2 bonus to damage rolls, score a critical hit on a roll of 19 or 20, and you regain 4 HP if it dies.
-voy a hacerme un cinturón con tu piel y un cenicero con tu craneo- resonó bajo la máscara en undercommon. - ven aquí.. ratón..
Leobald observó el cuerpo si vida del joven ladrón con tristeza y resignación. Demasiado joven, demasiado equivocado. El cabecilla se dio a la fuga directo al cadalso, sin embargo los problemas estaban lejos de arreglarse. El caballero recuperó el trozo de vajilla encantada con luz para seguir a sus compañeros a los túneles bajo la casa.
Al ver a Mablung en el suelo y al resto de bandidos hostigándoles apretó los dientes y trató de llegar a otro de los arqueros cubréndose con el escudo.
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Adriana se sintió más segura y confiada cada asalto que pasaba, sus amigos estaban ya a su lado, y el combate volvía a equilibrarse. Concentrándose sobre su aliado caído, dejó que la luz de su patrón protector, Iram, guardían de los lugares sagrados descendiera sobre Mablung, cerrando sus heridas y cortando la hemorragia. Las flechas que antaño perforaban su cuerpo, fueron expulsadas y cayeron a un lado de su cuerpo mientras el hálito de la vida volvía a él.
Satisfecha, la hechicera se deslizó con habilidad detrás de Godric evitando cualquier ataque del bandido, para pasar a retirarse a la retaguardia justo detrás de sus amigos, TocToc y Khalion. Desde donde estaba, y gracias a su visión élfica, pudo ver que a su lado se abría una caverna amplia y oscura, parecía bastante resbaladiza pero no contenía nada. Al otro lado desde su posición, la gruta se volvía a cerrar sobre si misma colapsando en un pasillo cavernoso que se perdía tras girar hacia el este.
Leobald atravesó la distancia que le separaba de su objetivo raudo a pesar de su edad y su armadura, al pasar por el lateral del bandido que combatía mano a mano con el sacerdote alzó el escudo para protegerse de cualquier ataque de oportunidad que éste se dispusiera a ejecutar sobre él.
Opportunity Attack Bandit 3: 8 Damage: 6
Oyó como un torpe golpe de su cimitarra rebotaba sobre su escudo, y el caballero no le dedicó ni su mirada, pasó ignorándolo como si no fuera más que una molestia leve en su avance. Al llegar a la altura del Hobgoblin y, por tanto, también al lado de su caído amigo que se recuperaba de sus heridas, Sanbalet miró fijamente al caballero, sus ojos verdes rezumaban odio y desprecio por igual, alzó su dedo apuntando a su figura y sonriendo... - ¡¡¡ Vas a Arder como nunca ha ardido un viejo bastardo como tú !!!
Turno de TocToc... justo antes de que Leobald sea incinerado vivo por la magia todopoderosa de Sanbalet.
Leobald agradeció el bálsamo para sus heridas que Godric arrojó sobre ellos, pero suspiró cansinamente viendo como Khalion se arrojaba en brazos de la violencia con deleite. A pesar de ello el caballero le siguió a grandes pasos por el viejo sótano, tratando de guardar prudencial distancia con la escalera en llamas. La garganta le picaba y los ojos le escocían por el humo que empezaba a acumularse. Con la resignación de un soldado se aplicó en tratar de trabar en combate al ladrón arquero. Parecía claro que no se rendirán.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Moviendose a pequeños saltos el oscuro hombre cuervo se movió hacia el interior de a sala. Si alguien iba a venir por detrás, separarse precia una buena opción. Sus ojos se movieron de un lado a otro eligiendo su objetivo. El que huia no representaba un peligro tan inminente como su compañero al que el resto había traicionado. Casi con lastima por él, le apunto con la ballesta y disparó.
Ataque a Krulok: Attack: 18 Damage: 12
Movimiento: pegado a la pared, hacia la esquina superior derecha.
- Se abandonan los unos a los otros! - Repitió el kenku con la propia voz de los bandidos.
Zevatur, Rolthos
Tras las sanaciones recibidas por el renacido Godric, iluminado bajo el bautizo de Lathander, el grupo se sintió reforzado y en su mayoría cargaron hacia delante buscando a sus enemigos. Adriana recorrió de vuelta sobre sus pasos el camino necesario para tener en linea de visión a sus dos contendientes, y visualizando como el espía Ned huía y estaba a pocos pasos de la salida secreta, decició ponerle freno con uno de sus haces de luz ancestrales, bendecido por el mismo guardian de los bosques. La descarga cruzó como una centella la distancia que los separaba y golpeó en la espalda al bandido, que aulló de dolor al sentir como la parte superior de su espalda se socarraba y humeaba tras el impacto.
Tanto Khalion como Leobald cargaron contra el explorador, que quedo atrapado entre el fuego y el acero de sus oponentes, tal era el ansia de probar su sangre, que ambos intentaban compartir un reducido espacio solo destinado para una persona, entorpeciendose entre ellos.
Estais ambos demasiado apretaditos:
Squeezing into a Smaller Space: A creature can squeeze through a space that is large enough for a creature one size smaller than it. Thus, a Large creature can squeeze through a passage that's only 5 feet wide. While squeezing through a space, a creature must spend 1 extra foot for every foot it moves there, and it has disadvantage on attack rolls and Dexterity saving throws. Attack rolls against the creature have advantage while it’s in the smaller space
Tras un virote fallido del kenku, que se quedó clavado en la barandilla que le servía de cobertura, Krulok tiró su arco largo al peldaño de la escalera donde estaba situado y sacó un cuerno de alguna parte oculta de sus ropajes haciéndolo sonar... Un grave pero profundo gemido se pudo escuchar resonando por todo el sótano, y este empezó a retumbar con varias resonancias a través de las cavernas... La maniobra que Ned llamaba "cierre de la Pinza" había sido llamada a ser puesta en práctica. Con otra rápida maniobra, sacó una espada corta y se dispuso a defenderse de ambos rivales, esperando que su estrategia sorpresa surtiera su efecto sobre ellos desde el otro flanco.
Krulok no ataca puesto que no le quedan acciones...
Ned, restañando sus dientes y aguantando el dolor y el olor a carne quemada, avanzó lo que le quedaba por cubrir hasta la puerta secreta, activándo primero su mecanismo, y perdiéndose en la oscuridad de la siguiente sala...
Turno de Mablung y Godric
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Godric miró por encima de su hombro preguntándose dónde estaría Mablung y esperando que estuviera bien. Quizá fueran el resto de bandidos los que se llevaran una sorpresa si se encontraban con el feroz druida en la oscuridad.
Godric volvió a entrar en la estancia y tomó a Adriana del brazo, alejándose de la entrada y aproximándose a la mesa para estar más cerca de sus compañeros
Mientras andaban el clérigo le dijo a su amiga.
- Que Lathander te guíe en esta lucha -
Y la elfa sintió un ligero contacto cálido que la llenó de confianza.
Movimiento: 6 casillas hasta la esquina inferior izquierda de la mesa. Hay que alejarse de por donde vienen y acercarse a los melee para poder curarlos.
Action: Cast Guidance en Adriana. Godric tiene concentración hasta que ella lo use.
PbP Character: A few ;)
-Mala elección..- cuando el cuerno resonó. A su vera el humano, entorpeciendo sus ataques. Tampoco podía recriminárselo, había recogido el guante cuando inició su carga. Trató de tajar y pinchar, incómodo, al bandido.
Attack Booming Blade + Sneak attack: 6 Damage: 11
Ba Attack: 15 Damage: 2
Acrobatics: 7
La incomodidad y la estrechez provocada por Leobald no permitía maniobrar bien al aasimar, intento tajar y pinchar al bandido avanzando un paso hacia él, con tan mala suerte que pisó sin querer el arco largo desechado que yacía en el suelo a su lado, todo se precipitó cuando la rodilla cedió y terminó rodando escaleras abajo sintiendo cada golpe de cada peldaño en su enmascarado rostro y su dolorida espalda... acabando en la base de éstas en el suelo, magullado y con la dignidad algo distraída.
Daño contundente de escaleras rompecuellos: 3
" ¡Oh la Oscuridad...! "
El sonido del cuerno precipitó las cosas, concentrándose en la tierra alrededor Mablung llamo de nuevo a las fuerzas de la naturaleza haciendo brotar raíces dentro del almacén con la intención de atrapar a los bandidos dentro y con suerte tirar alguna vasija. Un plan de iba formando en su cabeza, uno que conllevaba la destrucción de todo aquello que los alquimistas habías creado.
Tras conjurar volvió a esconderse aprovechando las sombras de las cavernas
Action: Entangled
Movimiento: Stealth7
Tras el sonido del cuerno, ruidos de tierra y raices clamando vengarse de los oponentes de la naturaleza comenzaron a provenir de las cavernas, algún aullido de frustración resonó entre las paredes más lejanas de los túneles... un graznido de cuervo comenzó a chillar alarmado y en pocos segundos, Ostor entraba en las barracas a toda velocidad extremadamente agitado y sin dejar de graznar, parte de sus plumas estaban ensangrentadas ... y volvía sin Mablung...
" ¡Oh la Oscuridad...! "
At. 8 — Dñ. 6
Atlet. 11
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Atlet. [roll]1d20+2[roll]
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
El veterano guerrero se sintió claramente más cómodo al perder el estorbo que era el cazarrecompensas en su flanco, pero delante de él tenía uno de los más vetereanos exploradores de Sambalet, Krulok el destructor, no debería tener más de veinticinco primaveras y ya cargaba tras de sí tan portentoso título, ... Leobald le sonrió, aún le quedaba mucho por aprender, un pipiolo más en un mundo que le viene grande... y que no supo a que enemigos enfrentarse.
La espada larga del caballero se alzó sobre su cabeza para ser descargada hacía un objetivo obvió, la parte alta del brazo donde la armadura de cuero del explorador pareceía más endeble, ... Krokul lo vio venir de lejos, ... su oponente era un señor cansado que ya peinaba canas y seguramente con problemas de vista. Fintó con un agíl salto dentro de lo que la estrechez de su posición le permitía, pero se percató de su error demasiado tarde, la hoja de acero templado del veterano luchador se desvió en el último momento en un quiebro maestro que sólo la experiencia y la supervivencia en los campos de batalla daban. Su verdadero objetivo pasó a revelarse, su cuello. La espada se hundió de manera brutal penetrando y cortando por igual desde un calculado lateral, una explosión de sangre salpicó todas las escaleras mientras su cuerpo se desmoronaba rodando por las escaleras y bañándolo todo con sus propios icores internos del color del vino.
Desgraciadamente, Krokul no tuvo más años para aprender lecciones de vida y de combate, puesto que la suya acabó allí mismo en ese mismo instante.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Adriana permaneció inmóvil y en silencio en las escaleras durante unos momentos hasta que pudo poner en orden sus pensamientos y emociones. El shock producido por la visión de la plumífera mano inerte de su compañero en el suelo le hizo sentir profundamente culpable. Se había movido hasta resguardarse entre Khalion y Mablung sin pensar, de una manera automática después de errar de nuevo su disparo, avergonzada por no haber sido capaz, una vez más, de mantener los ojos abiertos durante el ataque. Pero ahora, al ser consciente de la magnitud de las consecuencias de sus actos, la culpabilidad de haber dejado al pobre Toctoc abandonado en aquella sala a merced de sus asesinos superaba con creces su sensación de inutilidad.
La angustia se acrecentó segundos más tarde cuando se percató de que también había puesto en peligro a Godric, que aún recibiendo disparos de sus enemigos, se adentraba en la habitación en busca del cuerpo de Toctoc, al que rescataba momentos después.
Y fue entonces cuando se obró el milagro. Adriana fue testigo de cómo los poderes de Godric, arrebatados hacía tiempo, volvían a sus manos y su dios Lathander escuchaba sus ruegos y plegarias, perdonándole y redimiéndole. La dicha inundó el corazón acongojado de la elfa, devolviéndole la esperanza e insuflándole una nueva energía con la que abordar la situación.
Esperó pacientemente y alerta a que cualquiera de sus enemigos se introdujera en el estrecho y oscuro pasillo de la escalera para poder atacar, cosa inviable dado que el espacio de la puerta estaba ocupado por sus aliados, con lo que permaneció alerta hasta que los valientes guerreros del grupo se decidieron a perseguir a los ladrones. Antes de ir tras ellos con la intención de ayudarles, se dio cuenta de de que Mablung había desaparecido a través de la oscuridad de los pasadizos secretos. Esperando que el druida no hiciera ninguna estupidez, se precipitó de nuevo a la sala, con la firme convicción de no cerrar los ojos esta vez. Y por fin lo consiguió, acertando con su mágica y dolorosa luz la espalda de uno de ellos.
Inmersa en el fragor de la batalla, observando el baile de sangre y muerte entre ladrones y aliados, no fue consciente de que Godric había vuelto a entrar en la sala hasta que la agarró del brazo y la llevó a un extremo. Le miró absorta y una amplia sonrisa se reflejó en su cara, sin poder evitar abrazarle con ímpetu, para luego agarrarle de las manos y hablarle con premura:
- ¡Godric, querido! no sabes lo dichosa que estoy por ti. Lo que has hecho por Toc-toc ha sido... milagroso. Gracias, gracias por enmendar mi error, estaba segura de que... -
El sonido del cuerno, del movimiento de tierra y de los gritos lejanos provenientes de las profundidades, obligaron a Adriana a interrumpir su breve conversación con el sacerdote. Girando su cuerpo hacia la puerta, observó con preocupación el vuelo atropellado de Ostor y su lamentable estado. La elfa soltó las manos de joven para dirigirse hacia el animal:
- Ostor, ¿dónde está Mablung? - le instó, intuyendo lo peor - llévame hasta él, ¡deprisa!
Quizá por el efecto del hechizo de Godric o quizá por su férrea convicción de no abandonar de nuevo a ninguno de sus compañeros, Adriana se encaminó tras el cuervo con determinación.
"Hay una grieta en todo, así es como entra la luz"
Ostor revoloteó alrededor de la cabeza de Adriana dedicándole una mirada que la elfa pudo entender para que le siguiera, en la mirada de ese ave del color del azabache había inteligencia sin duda, al menos más que la media de los pájaros que ella conocía. Su vuelo le llevó de vuelta hasta las cuevas, bajando con cuidado las resbaladizas y húmedas escalinatas talladas en la roca y sin perder ni un segundo continuó varios metros más hasta que sus ojos élficos pudieron vislumbrar una horrible escena.
A mitad del pasillo por el que se dirigía, justo en el linde donde la oscuridad dejaba de serlo y daba paso a una tenue penumbra provocada por las lejanas antorchas de la caverna que se encontraba al este., el cuerpo del druida estaba en el suelo atravesado por dos flechas, la primera estaba clavada firmemente en su hombro, donde la casi inexistente armadura que llevaba Mablung aún cubría algo, la segunda saeta, le atravesaba su desnudo y musculado pecho casi a la altura del corazón. La sangre brotaba de sus heridas lánguidamente, dejando un charco de su propia sabia debajó de él, sobre la que yacía.
A su lado, un Hobgoblin embutido en una elaborada armadura de cota de malla con motivos marinos, escudo y espada en ristre, y con un arco largo a la espalda, estaba a punto de acabar con la vida del druida clavando su espada en su garganta. Justo a unos pasos detrás y cubierto por un recoveco en la gruta, se podía ver otro bandido humano, con una ballesta ligera apuntando a la oscuridad en su dirección, intentando escudriñar a posibles enemigos que se asomaran a su limitado campo de visión.
Mas atrás en ambos lados de la entrada a la caverna principal de almacenamiento del gremio de bandidos, la elfa pudo otear otro humano vestido como Krulok, con el arco largo preparado y una flecha lista para ser lanzada, parecía un explorador y el que parecía haber acabado con la vida de su amigo, junto a él, Sambalet el Magnífico, un hombre con la cabeza afeitada y penetrantes ojos verdes acechaba con su vista fija en la oscuridad del pasillo, tenía dos pendientes de un extraño cuarzo verde en sus orejas y vestía una túnica muy parecida a la que TocToc se había agenciado en su habitación. Estaba dando órdenes al hobgoblin, indicando que terminara de asesinar al druida.
Hobgoblin Guardaespaldas:
Sambalet el Magnífico:
Un graznido de desesperación resonó de nuevo por toda la gruta, alertando al Hobgoblin que giró su cabeza hacía la hechicera justo antes de ejecutar a su víctima. Viéndola claramente, sus ojos parecían estar tan acostumbrados como los de ella a la oscuridad, y con un gutural grito señalando en su dirección alertando a todos sus aliados.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Sintiendo el intenso incendio en la escalera TocToc se asomó. Vio con horror como el incendio ya había acabado con la mitad de las escaleras y amenazaba con destruir todo el resto en breves momentos. La casa, sus botines, su vía de escape, posibles inocentes atrapados en los pisos superiores... Todo destruido o muerto por el pirómano del druida. Era demasiado tarde para parar el fuego, pero quizás no para salvar a la elfa. Con velocidad se aproximó hacia las cuevas.
Action: Dash
Movimiento hasta el pasillo, me quedo unas dos casillas detras de adriana.
Zevatur, Rolthos
La situación se complicaba cuando Adriana se vio descubierta, pero dentro de que el destino estaba llamándola a una posible muerte inminente, sintió algo de alivio al ver que TocToc estaba prácticamente a su lado, ligeramente detrás, para compartir ese aciago sino juntos. Suspiró aliviada mientras sopesaba sus siguientes pasos protegida por la oscuridad que evitaba que una cortina de saetas y virotes cayeran sobre ellos, a pesar de que era consciente de que el Hobgoblin de armadura elaborada cargaría contra ellos en unos segundos.
Unos extraños cánticos se escucharon un poco más alante, justo detrás de la barricada formada por el cuerpo de Mablung, el blindado guardaespaldas y el parapetado bandido de la ballesta, y entonces... se hizo la luz... cuatro esferas radiantes comenzaron a danzar varios pies delante de ellos, buscándoles, poco a poco avanzaron por el pasillo cavernoso siguiendo las indicaciones del hobgoblin hasta que llegaron a su altura... y comenzaron a girar en torno suyo, iluminando toda su silueta y la de TocToc e inclunso alumbrando practicamente la totalidad de los pasadizos adyacentes... Su ventaja y sus esperanzas se vinieron abajo tan rápido como un castillo de naipes.
Mientras tanto, en la bodeha, una serie de maldiciones se oyeron de un huidizo Ned, que pasaron a unos gritos de horror ahogados como si alguien estuviera siendo repentinamente siendo devorado vivo desde dentro...
Attack Rot Grubs 1: 2 - Attack Rot Grubs 2: 19
El druida seguía perdiendo sangre a borbotones tirado en el suelo, abandonado... mientras su vida, pendiente de un hilo a punto de ser cortado, se apagaba.
Mablung tiene que hacer in TS vs Death.
El bandido de la ballesta ligera sonrío siniestramente tras su cobertura detrás de un quiebro estratégico de la caverna, su visión era clara y su disparo limpio, un virote saltó de su arma directo al corazón de Adriana...
Attack Bandit 3: 16 Damage: 9
... o eso era la intencion original, su arma no descargó nada, sino que se desmontó y parte de la estructura que formaba el arco de propulsión se desmontó cayendo al suelo e inutilizando la ballesta. Con cara de sorpresa, el bandido recordó que quizás lo de hacer mantenimiento de sus armas de vez en cuando sería una buena idea. Frustrado por su penosa actuación, sacó su cimitarra mientras cargaba hasta la hechicera blandiéndola en alto hasta trabarse con en ella en melee.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Godric sonrió tímidamente a Adriana cuando esta empezó a hablarle.
- Si... yo.. no sé muy bien qué ha pasado pero... pero es como si nunca... - en ese momento apareció el rescatado cuervo que acompañaba a Mablung, ensangrentado y muy agitado. Leobald decapitó al bandido restante y Adriana salió corriendo, guiada por el cuervo, preocupada por el destino del druida.
- ¡¡Adriana no espera!! - acertó a gritar Godric pero su amiga ya había desaparecido por las oscuras escaleras. - ¡Leobald! ¡Khalion! esto aún no ha terminado! - les dice mientras sale corriendo en pos de Adriana y tras el rápido Toc-Toc que ya se encuentra escaleras abajo cuando él llega a la puerta secreta.
Las ardientes escaleras comienzan a caer, lanzando ascuas ardientes y astillas por doquier pero Godric ya está bajando con cuidado a los húmedos túneles inferiores, sin dejar de notar el olor a salitre en el aire, casi agradece la repentina luz que ilumina el pasadizo. Pero ahoga una plegaria a su dios cuando ve la escena que se desarrolla frente a él.
Sin pensárselo dos veces corre al lado de Adriana e interpone su cuerpo y su escudo entre ella y el bandido con la cimitarra.
- Atrás Adriana... - le dice respirando con dificultad por el esfuerzo. - Tranquila le salvaremos.. - dice mirando preocupado al caído cuerpo de Mablung y viendo que cada vez pierde más sangre.
PbP Character: A few ;)
El enmascarado aasimar se unió a la refriega quedándose a escasos pies por detrás de la barrera humana creada por Adriana y Godric. En el fondo del pasillo, es explorador veterano se reposicionó unos pasos más alante para coger mejor ángulo de tiro, con su arco largo y gracias a las luces danzantes que lo iluminaban todo, intento apuntar a la hechicera con su arma, pero el bandido que estaba trabado en melee con ella y Godric entorpecían un disparo limpio. Con un grito de frustración y avisando a su compañero para que se apartase, tensó la cuerda disparando una ráfaga de dos flechas concatenadas buscando derribar al sacerdote de Lathander.
Attack 1: 6 Damage: 4
Attack 2: 10 Damage: 4
Las saetas volaron, pero el fragor de la batalla era demasiado caótico, y ambas flechas rebotaron quebrándose inofensivas contra las paredes de las cavernas ni siquiera cerca del clérigo y su amiga hechicera.
El hobgoblin bramó algo en un idioma desconocido, provocando a sus contendientes y contagiando a todos sus aliados de una ira irracional hacia ellos, guardando su espada larga, sacó el arco largo que tenía a su espalda, y se disposo a conseguir lo que el fracasado explorador no había hecho.
Attack: 13 Damage: 4 + 9 [Martial Advantage]
La flecha voló con algo más de maldad estratégica, en vez de verse entorpecido por su bandido aliado en combate, de algún modo, el hobgoblin sabía aprovechar esa sitiación en su favor. Aún así, la flecha se clavó en el escudo de Godric, salvándolo de lo que hubiera sido una herida mortal.
Turno de Leobald.
" ¡Oh la Oscuridad...! "
Nuevos frentes, nuevos invitados. Pequeño impas para decidir perseguir a la rata huidiza hacia el sótano o los gritos del pasadizo. "Una cabeza que se me escapa" maldijo desde el suelo, dolorido y lastimado tras el torpe lance de la refriega junto a Leobald. Se levantó, herido en el orgullo, y corrió túnel adentro. La estampa terrible con más aliados caídos que enemigos. De entre todos, el acorazado hobgoblin centró su atención. Impotente por no llegar a primera línea de combate maldijo al goblinoide con promesas de dolor sin fin y sufrimiento sobrehumano.
Action dash
Hexblade's curse al hobgoblin como BA
Once per short rest, as a bonus action, choose one creature you can see within 30 ft. to curse it for 1 minute (or until the target dies, you die, or you are incapacitated). Against the cursed target, you gain a +2 bonus to damage rolls, score a critical hit on a roll of 19 or 20, and you regain 4 HP if it dies.
-voy a hacerme un cinturón con tu piel y un cenicero con tu craneo- resonó bajo la máscara en undercommon. - ven aquí.. ratón..
Leobald observó el cuerpo si vida del joven ladrón con tristeza y resignación. Demasiado joven, demasiado equivocado. El cabecilla se dio a la fuga directo al cadalso, sin embargo los problemas estaban lejos de arreglarse. El caballero recuperó el trozo de vajilla encantada con luz para seguir a sus compañeros a los túneles bajo la casa.
Al ver a Mablung en el suelo y al resto de bandidos hostigándoles apretó los dientes y trató de llegar a otro de los arqueros cubréndose con el escudo.
Ash el guerrero — Dragon's Hoard (Spanish)
Leobald el caballero — Death and Pain at Saltmarsh (Spanish)
Keeper — Vigilantes en el Cielo (Spanish)
Remington Wizz — Shadow of the Dragon Queen (Spanish)
Adriana se sintió más segura y confiada cada asalto que pasaba, sus amigos estaban ya a su lado, y el combate volvía a equilibrarse. Concentrándose sobre su aliado caído, dejó que la luz de su patrón protector, Iram, guardían de los lugares sagrados descendiera sobre Mablung, cerrando sus heridas y cortando la hemorragia. Las flechas que antaño perforaban su cuerpo, fueron expulsadas y cayeron a un lado de su cuerpo mientras el hálito de la vida volvía a él.
Satisfecha, la hechicera se deslizó con habilidad detrás de Godric evitando cualquier ataque del bandido, para pasar a retirarse a la retaguardia justo detrás de sus amigos, TocToc y Khalion. Desde donde estaba, y gracias a su visión élfica, pudo ver que a su lado se abría una caverna amplia y oscura, parecía bastante resbaladiza pero no contenía nada. Al otro lado desde su posición, la gruta se volvía a cerrar sobre si misma colapsando en un pasillo cavernoso que se perdía tras girar hacia el este.
Leobald atravesó la distancia que le separaba de su objetivo raudo a pesar de su edad y su armadura, al pasar por el lateral del bandido que combatía mano a mano con el sacerdote alzó el escudo para protegerse de cualquier ataque de oportunidad que éste se dispusiera a ejecutar sobre él.
Opportunity Attack Bandit 3: 8 Damage: 6
Oyó como un torpe golpe de su cimitarra rebotaba sobre su escudo, y el caballero no le dedicó ni su mirada, pasó ignorándolo como si no fuera más que una molestia leve en su avance. Al llegar a la altura del Hobgoblin y, por tanto, también al lado de su caído amigo que se recuperaba de sus heridas, Sanbalet miró fijamente al caballero, sus ojos verdes rezumaban odio y desprecio por igual, alzó su dedo apuntando a su figura y sonriendo... - ¡¡¡ Vas a Arder como nunca ha ardido un viejo bastardo como tú !!!
Turno de TocToc... justo antes de que Leobald sea incinerado vivo por la magia todopoderosa de Sanbalet.
" ¡Oh la Oscuridad...! "